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Apunte de Cátedra. Asignatura: Gnoseología.


Institución: Universidad Nacional del Sur (Departamento de Humanidades)
Docente: Lic. Beatriz Abrego.
Tema: El conocimiento en Hume
Incluye resumen y fragmentos del texto RÁBADE ROMEO, Hume y el
fenomenismo moderno, Madrid, Gredos, 1975. (selección)

I. LOS ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO: IMPRESIONES E IDEAS

1. DOBLE PERSPECTIVA DE LOS ANÁLISIS DE HUME


[135] “En términos generales se puede decir que Hume analiza o describe nuestro conocer desde dos
perspectivas que se complementan mutuamente ente: una estática y otra dinámica. Estáticamente describe
los diversos elementos que aparecen en nuestro conocimiento, destacando sus caracteres y comparándolos
mutuamente. Cabe decir que se trata de definir esos elementos describiéndolos.” Rábade cita un pasaje de la
Investigación del conocimiento humano en el que Hume expresa que se va a ocupar de las operaciones de la
mente, de separarlas, clasificarlas y corregir el aparente desorden, tarea que adquiere valor si se dirige a las
operaciones de la mente y carece de él si se ocupa de los objetos externos. Hume propone realizar una
geografía mental, que consistirá en describir más que en teorizar
[136] “La gnoseología de Hume, como todas las post cartesianas, es genética: no hay análisis crítico del
conocer sin asistir a la génesis de ese conocer, trátese de génesis de la certeza (Descartes) o de la objetividad
(Kant) o simplemente de los actos y contenidos de conciencia (Hume).”
[137] “ Esta consideración genética de los contenidos de conciencia le va a presentar a Hume serias
dificultades, porque, si bien en el caso de las ideas puede, de modo general, explicar su origen llegando
hasta la impresión de que se derivan, cuando se trate de las impresiones, rechazada una genuina
causalidad, no tendrá más remedio que renunciar a una explicación justificadora de su origen, con lo que
la impresión, a pesar de ser el elemento genéticamente primario del proceso de conocimiento, nacerá ya
descolgada de la realidad para cuyo conocimiento debería servir. Por eso, como habremos de ver, en las
impresiones está ya embrionariamente todo el fenomenismo de Hume.”
Rábade señala que luego tratará la consideración dinámica que tiene que ver con la asociación y las
relaciones de ideas, ahora se ocupará del aspecto estático, de la geografía mental, o de los elementos del
conocimiento.

2. LOS ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO: LAS IMPRESIONES


PERCEPCIÓN es el término más general que abarca todo contenido de conciencia y a los actos en los
que esos contenidos se presentan, por ejemplo, ver, oír, juzgar… (cita el pasaje de la Primera parte, Sección I
del Tratado de la naturaleza humana)
[138] “Tenemos aquí la división de las percepciones en impresiones e ideas, así como una primera
determinación nocional de ambos términos. Hume tenía conciencia de la novedad [139] del uso de los términos
impresión e idea…” “…-la noción de impresión, pieza no sólo genéticamente primera en la gnoseología de
Hume, sino pieza clave, tanto por ser la que mejor representa el carácter de inmediatez, definitorio del
empirismo de Hume”
«Las impresiones se pueden dividir en dos clases, las de la sensación y las de la reflexión. Las primeras
de la primera clase surgen en el alma de causas desconocidas. La segunda clase se deriva en gran parte de
nuestras ideas”. A partir de este texto de Tratado, que Rábade cita en la página 139, indica que las
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impresiones constituyen el elemento fundamental de la epistemología de Hume, no sólo por ser las
primeras sino por su simplicidad [139], nota que es importante desde Descartes hasta Kant. El privilegio de
lo simple tiene que ver con que evita la ambigüedad, la oscuridad y la confusión. Pero las notas que Hume
subraya más son la originariedad y la vivacidad.
Considerando de modo radical la originariedad sólo se refiere a las impresiones de la sensación porque
son los “elementos primarios y más importantes del proceso empírico del conocimiento” [141]. [142] “Por
eso, a la hora de establecer el genuino criterio diferenciante entre impresiones e ideas, no lo pone en la
originalidad de las impresiones, sino en la viveza, vivacidad o fuerza.” La inmediatez con que se presentan
genera el uso de esos términos de fuerza, vivacidad, “Impresiones e ideas sólo difieren en su fuerza y
vivacidad…Una idea es una impresión más débil”. La fuerza de las impresiones es tal que realmente las
sentimos, y será importante tener en cuenta esto a la hora de explicar la creencia como un sentimiento
generado “por la presencia de una impresión” [143], no de una idea.
Pasa ahora a la cuestión de las causas de las impresiones, qué origina nuestras impresiones, no lo sabemos.
[148] “El agnosticismo fenomenista aparece desde este primer momento del proceso del conocimiento”
Cita el pasaje del Tratado ( I, III, sec.5) donde Hume señala que las impresiones surgen de causas
inexplicables, no sabemos si provienen del objeto, del poder de la mente, o del autor de nuestro ser . [149]
“Como consecuencia que no necesita muchas explicaciones nos encontramos que nuestras impresiones primeras
nacen descolgadas de los objetos para cuyo con conocimiento nos deben servir. Un conocimiento con esta
apoyatura inicial sólo puede desembocar en un fenomenismo psicológico”. Las impresiones son
fenómenos cognoscitivos que carecen de referente.
[150] El proceso de conocimiento empieza, pues, en esencial desconexión del mundo de los objetos. La
incapsulación en la conciencia es, en principio radical.” [151] “…todo intento de salida se va a hacer
difícil, ya que se ha cortado, por una parte, el puente de la causalidad, y, por otra, se rechaza el recurso
de Dios.

3. LAS IDEAS Y SU RELACIÓN CON LAS IMPRESIONES


En el Tratado I, I, sec.1, Hume estableció como regla general que las ideas simples, en su primera
aparición, derivan de impresiones simples (recordar los ejemplos del niño, del ciego y del sordo). Las ideas
son copias de las impresiones, imágenes débiles de ellas. De manera que el término más apropiado sería
imagen.
[154] “Nos acercamos mucho a la mente de Hume si entre la terminología tradicional, traducimos su
término «idea» por el de imagen. No se trata de rebajar las ideas para ponerlas al nivel de funciones o
contenidos imaginativos, sino de algo más importante: que no hay facultad mental superior a la imaginación.
Por eso, las ideas imágenes pertenecen a la facultad mental suprema. Contando con que Hume, según él mismo
reconoce, no es del todo exacto ni coherente muchas veces en sus expresiones, hay algunos textos
confirmatorios de la afirmación que acabamos de hacer. Por ejemplo, no es casual encontrar la sinonimia
understanding or imagination3, así como ver atribuida a la imaginación la función de thinking.”
Si las ideas son simples imágenes de las impresiones se entiende por qué no hay ideas universales
[155]”El carácter «imaginativo» de las ideas no les va a impedir, sin embargo, conservar algunos rasgos
cartesianos, como, por ejemplo, ser el ámbito único de una certeza especulativa.”

II DINÁMICA COMBINATORIA DE LOS ELEMENTOS DE LA ASOCIACIÓN

1. LA ASOCIACIÓN
El principio de asociación es aquel por el cual conectamos una idea con otra. Y aquí encontramos el
aspecto dinámico de la gnoseología de Hume.[162]”Hume quiso ser el Newton de la explicación del
dinamismo humano. “… Igual que los cuerpos físicos se conexionan por la fuerza de atracción, otro tanto
podemos y debemos decir que sucede en el mundo mental, un mundo que se presenta, totalmente atomizado
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y en desorden. También la atracción debe poner en él relación y orden.” Sin embargo, si queremos establecer
la causa de esta atracción de este lazo suave entre las ideas Hume dice que son mayormente desconocidas
y que se deben a cualidades originales de la naturaleza humana que él no pretende explicar.
La imaginación es la artesana, la obrera del trabajo asociativo. El dinamismo asociativo de la imaginación se
despliega en los principios de asociación que son: semejanza, contigüidad espacio -tiempo y causa-efecto.
Estos procesos de asociación dan como resultado las ideas complejas de sustancia, modo y relación.

2. LA IMAGINACIÓN
[167] “Reparemos que hemos oído decir a Hume que sólo por la relación asociativa de causa-efecto podemos
acceder a un cierto conocimiento del mundo. Y esta relación es una relación operada en la imaginación.
Bastaría esto para comprender, ya desde ahora, que la imaginación no es una «facultad» secundaria o auxiliar,
sino, como vamos a ver, la más importante de todas, sobre todo si tenemos presente que la inteligencia queda
subsumida en la imaginación”.
Rábade señala que si bien la imaginación lo es todo en la epistemología de Hume no da una definición
precisa. Encontramos expresiones en las que la asimila a una facultad mágica, lo que hace “inaccesible a los
esfuerzos explicativos de la inteligencia humana”. Es la facultad más libre y arbitraria, pero sin embargo opera
a través de principios universales de asociación que son la semejanza, la contigüidad espacio-tiempo y la
causalidad. Así resultan las ideas complejas de sustancia, modo y relación.

3. LAS RELACIONES FILOSÓFICAS


[176-177] ”Frente a las relaciones naturales de asociación [los principios de asociación], nos encontramos
con las relaciones «filosóficas», relaciones surgidas arbitrariamente por la comparación consciente que
nosotros establecemos entre los elementos de tal relación. Son, pues, relaciones que no se deben a un
«principio de conexión», sino a la comparación que nosotros establecemos. Estas relaciones pueden ser muy
numerosas, pero Hume piensa que se pueden reducir, sin dificultad, a siete clases fundamentales: semejanza,
identidad, espacio y tiempo, cantidad o número, grado de cualidad, contrariedad, causa-efecto”.

III ÁMBITOS Y NIVELES DEL CONOCER EN HUME

1.ÁMBITOS O CLASES DE OBJETOS DE CONOCIMIENTO


Hume va a distinguir dos grandes ámbitos: relaciones de ideas y cuestiones de hecho.
Rábade caracteriza, resumiendo el pensamiento de Hume el ámbito de las relaciones de ideas de la
siguiente manera 1) Es el ámbito de las ciencias formales, el de la aritmética, el álgebra….
2) Ámbito de la certeza demostrativa e intuitiva. Demostración puramente racional, de una certeza y
evidencia especulativa. 3) Opera el principio de no-contradicción:[184] «Cuando una demostración me
convence de una proposición, esto no sólo me hace concebir la proposición, sino que me hace sentir que es
imposible concebir algo que le sea contrario”.
El ámbito de las cuestiones de hecho se caracteriza por 1) corresponde a las ciencias empíricas, de la
vida, de la conducta y de la naturaleza humana. Este ámbito es el que le interesa a Hume. 2) No opera el
principio de no contradicción. [185]“…una afirmación y su contrario pueden ser concebidas por la mente
con la misma facilidad y distinción, por ejemplo, que el sol va a salir mañana y que el sol no va a salir
mañana” 3) No hay certezas absolutas sólo[185] “certeza vital que nunca pasará de probabilidad en el plano
especulativo”. Opera la creencia.
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IV LAS CUESTIONES DE HECHO Y SU CONOCIMIENTO

3. GÉNESIS EMPÍRICA DE LA CAUSALIDAD COMO RELACIÓN NATURAL


La dificultad de presentar la génesis de la causalidad radica en dar cuenta de la “conexión “necesaria
como un proceso natural del dinamismo asociativo de la imaginación. Si queremos establecer la génesis
veremos 1º: la impresión original 2º la transición a la causa o efecto 3º la naturaleza o cualidades de esta idea
[214] “La presencia de una impresión se hace absolutamente necesaria precisamente porque el razonamiento
causal ha de terminar en la belief y, según habremos de ver, no hay belief sin la fuerza y vivacidad
característica de las impresiones frente a las ideas”

4. ANÁLISIS DE LA CONEXIÓN NECESARIA


Anteriormente se ha establecido que las relaciones presentes en el análisis de la idea de la causalidad
incluyen 1) relación de contigüidad 2) relación de prioridad o sucesión temporal 3) conjunción o conexión
constante 4) conexión necesaria. Ahora bien, el problema radica en dar cuenta de la conexión necesaria.
Saber cómo se produce la inferencia que nos hace establecer que un hecho es necesariamente causa de otro, o
que un hecho es efecto de otro constituye la cuestión que Hume desea resolver con su análisis de la conexión
necesaria.
No surge de la mera repetición de impresiones pasadas [217]” Por supuesto, sería también inútil tratar de
probar la idea de «conexión necesaria» acudiendo a las ideas de «poder», «producción» o «eficacia», ya que
estos términos no pasan de ser sinónimos del término «causa», no aportando, por lo mismo, ninguna solución al
problema. Por consiguiente, no quedan más que las relaciones ínsitas en la mente misma y propias de ellas.”
“…Por consiguiente, cuando la mente pasa de la idea o impresión de un objeto a la idea o creencia (belief)
de otro, no se debe a que sea determinada por la razón, sino por ciertos principios que asocian
mutuamente las ideas de estos objetos y las unen en la imaginación... La inferencia, pues, depende
exclusivamente de la unión de las ideas”.

5. CAUSALIDAD Y “CUSTOM”

[229] “Efectivamente, custom (costumbre) es un hábito «creado» — posiblemente habría que añadir
también «consolidado»— en la mente como resultado de las experiencias pasadas, habida cuenta, por
supuesto, de que se ha de tratar de experiencias similares. De ahí la presencia de la custom o del hábito en la
constitución del dinamismo de inferencia causal.”
[230]” La costumbre adquirida por la sedimentación de instancias similares crea en la mente una
propensión (propensity) que es la que confiere un carácter de necesidad a nuestras inferencias causales. Es
la costumbre la que nos determina a creer que el futuro va a ser igual al pasado que hemos venido observando,
determinándonos a juzgar así”.

“BELIEF” Y CUESTIONES DE HECHO

[234] ”Mientras el ámbito del knowledge coincidía con las «relaciones de ideas», la belief era la modalidad
de conocimiento que, en términos generales, abarcaba todo el amplio campo de «cuestiones de hecho», sea
bajo el nombre de proofs (pruebas, en contraposición a demostración rigurosa), sea bajo el de reasoning
(razonamiento causal), o el de probability (probabilidad) en sus diversos grados”.
[235] “Con Hume la “belief” se seculariza del todo y pierde, asimismo, su carácter metafísico. Va a ser una
creencia puramente antropológica y psicológica, a la que hay que buscarle un fundamento y una explicación
también antropológica y psicológica dentro del dinamismo integral humano. Es un creer, no porque me fíe
de Dios ni porque me obliguen a ello razones metafísicas, sino un creer al que me aboca con cierta
necesidad, necesidad que puede ser inevitable, mi propio dinamismo- psíquico, promovido y alimentado
por la experiencia habitual”.

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