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David Humé:
Nació en 1711, comenzó a estudiar derecho, pero pronto lo abandonó para dedicarse a
la filosofía y a la literatura.
En 1734 se mudó a Francia donde compuso el “Tratado sobre la naturaleza humana”,
publicado en 1738. Cuatro años más tarde aparecen los “Ensayos morales y políticos” y
empezó a realizar viajes por diversas partes de Europa donde prepara una segunda
edición del tratado, el cuál lo publica por partes, pero modificado y más abreviado. La
primera parte, publicada en 1751, se llama “Investigación sobre el entendimiento
humano”, y la segunda parte, publicada en 1757, llamada “una disertación sobre las
pasiones”.
En 1751 sale el tercer libro “investigación sobre los principios de la moral”.
En 1769 se instala en Edimburgo tras haber desempeñado un cargo político y fallece en
1776 en su ciudad natal.
En la introducción al “Tratado sobre la naturaleza humana” Hume afirma que todas las
ciencias se relacionan con la naturaleza humana, es decir dependen de la “ciencia del
hombre”, que es fundamento de todas las demás, la cual encuentra la única base
sólida en la experiencia y en la observación. De este modo tenemos las líneas
maestras que configuran la filosofía de David Hume. En primer lugar, su filosofía será
una filosofía moral o ciencia de la naturaleza humana, caracterizada por una
preocupación por el hombre y en buscar la mejor manera de hacerlo feliz, y en
segundo lugar se le da prioridad a lo empírico que rechaza el razonamiento
metafísico, es decir, busca destruir la metafísica falsa y adulterada. La verdadera
metafísica no destruye la razón, pero establece como guía a la experiencia.
El otro gran objeto de la especulación humana es el conocimiento, la única manera de
liberar el saber de la cuestión que nos plantamos es investigar la naturaleza del
entendimiento humano y mostrar mediante un análisis exacto sus poderes y
capacidades.
a) La noción de experiencia
En uno de sus enfoques destaca la importancia de la experiencia. Aunque busca
universalidad en los principios, reconoce que no se puede ir más allá de lo que
la experiencia permite. Dice que cualquier intento de descubrir las cualidades
fundamentales de la naturaleza humana más allá de esta es considerado
presuntuoso. La experiencia es fundamental en la filosofía de Hume y aludida
con frecuencia en sus obras.
Para entender la visión de Hume sobre la experiencia, es necesario
relacionarla con los conceptos de sensación y fenómeno sensible. La
sensación se caracteriza por su intensidad y proximidad, establece que incluso
el pensamiento más profundo es menos vívido que la sensación más débil.
Es decir, que Hume presenta dos formas de entender la experiencia: como un
conjunto de sensaciones a las que se reducen todas las ideas o pensamientos
de la mente, o como el conjunto de percepciones habituales derivadas de la
costumbre.
b) Impresiones e ideas
El Tratado comienza con dos aspectos de la conciencia: impresiones e ideas.
Las Impresiones son más vívidas y abarcan sensaciones, pasiones y
emociones, mientras que las ideas son imágenes más débiles dejadas por las
impresiones en el pensamiento. Esta diferencia de intensidad indica que las
impresiones tienen prioridad sobre las ideas. Esté principio ayuda a
comprender términos filosóficos que, si dudamos del significado o idea de
alguno de estos, podemos preguntarnos de que impresión proviene. Si no
podemos encontrar una, nuestra sospecha se confirma.
La impresión, sustituyendo a la idea lockeana, según Hume, se divide en dos
clases: sensación y reflexión. Las de sensación son las fundamentales y
originan nuestro conocimiento, aunque su causa es desconocida para la razón
humana. Defiende que las impresiones son innatas y autónomas, sin conexión
con nada más.
C) La asociación de ideas y sus efectos
El análisis de las impresiones revela que están aisladas y desconectadas, pero
se vuelven coherentes a través de la asociación de ideas, que se basa en
semejanza, proximidad en el espacio o tiempo, y causa-efecto. La memoria
conserva el orden y posición original de las ideas, mientras que la imaginación
lo traspone y cambia como quiere.
Hume, en su teoría del conocimiento, le da mayor importancia a la imaginación
en lugar de la memoria. Aunque la imaginación es libre en comparación con la
memoria, señala que no hay una conexión inseparable entre las ideas de la
imaginación. No obstante, existe un principio de unión, que él describe como
una "fuerza suave" que prevalece entre ideas simples que se combinan en ideas
complejas, lo que la naturaleza sugiere a cada individuo.
3) TEORÍA DE LA CAUSALIDAD