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Los Autores toman 

la obra de Hugo Zemelman con el fin de exponer los planteamientos


epistemológicosy metodológicos de este investigador con respecto a la subjetividad y los
sujetos sociales.En primera medida, los autores señalan que ha existido un eclipsamiento del
sujeto por tendencias objetivistas en el análisis histórico y social, generando perspectivas
epistemológicas que reivindican el papel del sujeto y la subjetividad en los planos histórico y
social. Bajo este panorama, Zemelman entiende la sociedad como una construcción abierta,
compleja, cambiante e indeterminada con diversos planos espaciales y temporales. Esto
permite que en los sujetosy en la subjetividad confluyan los diversos planos de la realidad
social. La perspectiva epistemológica de Zemelman ubicada en las denominadas perspectivas
de borde, concibe a los sujetos sociales como creadores de historia, lo cual se diferencia de la
perspectiva clásica de sujeto histórico que encarna exclusivamente a una clase o relación
política- ideológica, por tanto, se busca ante todo una formación más amplia del sujeto. En
este sentido, la consolidación de un sujeto activo y fundador propicia la búsqueda de nuevas
significaciones y requiere para esto de un lenguaje abierto y nuevo. A su vez, la construcción
de subjetividad se propone recuperar la historia a través del sujeto, es decir, que este
conjugue la conciencia de su historicidad y su colocación desde lo utópico, asumiendo la
conciencia como necesidad de prácticas.La exigencia de Zemelman de colocarnos en la historia
para construir el futuro requiere de una construcción del conocimiento que contemple las
variadas dimensiones de la realidad así como las del sujeto que actúa en un contexto. En este
orden de ideas, el conocimiento social tiene como pilares. Los sujetos sociales y la realidad,
esta última concebida como campo de acción. Esto hace que el conocimiento social se movilice
sobre los ámbitos de la subjetividad social y la articulación de formas discursivas, generando
de este modo, una construcción de sentidos.

La subjetividad social cobra importancia para las ciencias sociales ya que es “en la subjetividad
y en los sujetos donde confluyen y se reelaboran tanto los factores estructurantes de la vida
social,- sean estos económicos, políticos, sociales o culturales-, como los procesos
constructivos de la vida social; es a través de ellos que se articulan y que podemos comprender
las dinámicas (…) de la sociedad”

 De este modo, explican los autores que para Zemelman la subjetividad social (individual o
colectiva) es un plano de la realidad social donde se articulan la memoria, la cultura, la
conciencia la voluntad y la utopía, por lo cual el investigador chileno la asocia con la
apropiación de una historicidad social. La subjetividad se hace presente en la realidad social
bien sea en el marco de la vida cotidiana como en las esferas micro y macro sociales. Así
mismo, desde esta perspectiva, el concepto de subjetividad involucra al conjunto de normas,
creencias, lenguajes y formas de aprehender el mundo, configurando identidades, modos de
ser y cambios colectivos. Más allá de las condicionantes de la producción económica y los
sistemas políticos la subjetividad toca lo personal lo social y lo cultural, de este modo, esta  se
despliega en la cultura, entendida esta como un conjunto de representaciones simbólicas,
valores y actitudes generalmente fragmentadas y heterogéneas.

Es en las experiencias y en las luchas de los grupos sociales donde realmente se ve asumida la
subjetividad social. Con relación a lo anterior, Chanquía Diana postula una
subjetividad estructurada y una subjetividad emergente o constituyente: la primera se asimila
con los procesos de apropiación de la realidad dada y la segunda se asocia con elaboraciones
cognoscitivas provistas de significaciones nuevas. A partir de lo citado, Zemelman plantea que
los individuos y grupos sociales por medio de prácticas materiales y simbólicas adquieren una
subjetividad colectiva que construye su propia realidad. Asimismo, Zemelman reivindica al
sujeto contra la homogenización de la vida social. En lo epistemológico el sujeto es esencial
para lograr una mejor captación de la realidad histórica debido que involucra diversos planos
de lo social. En cuanto a lo político, el rescate del sujeto evita -tanto en individuos como en
colectivos- la condena a un eterno presente, a un discurso único y el conformismo frente al
orden imperante. Los autores recalcan que la subjetividad social no solo se ha dado en
términos de clase social, sino que también se materializa en dimensiones como lo local, lo
étnico o el género; su vez los sujetos son producto histórico y productores de la historia,
señalando que existe en los sujetos una doble realidad: la que se refiere a las condiciones
estructurales: formas organizativas, patrones de comportamiento y otra que no es
aprehensible conceptualmente y que privilegia la memoria, la experiencia, la conciencia y
lomitos

http://www.academia.edu/4398073/
HUGO_ZEMELMAN_CONOCIMIENTO_Y_SUJETO_SOCIAL_RESUMEN

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