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APUNTE DE COLACIÓN

CONCEPTO
Maffía entiende que es la obligación que incumbe al heredero forzoso que concurre con otros
coherederos, de computar en la masa partible el valor de las donaciones que el causante le hubiese hecho
en vida e imputarlo en su propia porción.
Por nuestra parte siguiendo a Pérez Lasala afirmamos que la colación supone computar en la masa
partible el valor de las donaciones que el causante le ha hecho en vida a un heredero forzoso que concurre
con otros herederos forzosos, e imputar en su propia porción ese valor, para compensar a los demás
herederos en bienes hereditarios equivalentes a los que le fueron donados al colacionante.

FUNDAMENTO
La colación tiene como principal finalidad la igualdad de los herederos forzosos buscando eliminar
cualquier desequilibrio patrimonial que pueda generarse con motivo de una donación entregada por el
causante.
En virtud de esta búsqueda de la igualdad es que la ley presume que la donación entregada al heredero
forzoso, como un anticipo de su porción hereditaria. Dicha presunción puede ser contrarrestada con la
dispensa de colacionar, lo que ocurre cuando el causante expresamente dispone que esa donación no es
a cuenta de su hijuela, sino que debe entregarse como una mejora de a porción hereditaria que por ley le
corresponde.

DIVISIBILIDAD DE LA OBLIGACIÓN
En ese sentido el art. 805 del Código define la obligación divisible como aquella "que tiene por objeto
prestaciones susceptibles de cumplimiento parcial".
Ello significa que, si parte de los coherederos la hubieran reclamado y otros no, el partidor deberá hacer
diferentes operaciones para cargar en la hijuela del obligado la parte proporcional de los accionantes.
Como consecuencia de ello, las obligaciones entre los coherederos se realizan con independencia
entre sí y, además, la interrupción de la prescripción hecha por uno de los comuneros no beneficiará a los
demás (art. 2545).

MODOS DE COLACIONAR

En nuestro ordenamiento se utiliza la colación en valor según el art. 2396 que establece que "la colación
se efectúa sumando el valor de la donación al de la masa hereditaria después de pagadas las deudas, y
atribuyendo ese valor en el lote del donatario".

Se conforma en una mera operación aritmética de contabilidad donde el obligado no debe restituir a la
masa el bien ni su equivalente en efectivo, sino computar su valor para disminuirlo en la hijuela que le
corresponde.

LEGITIMADOS
Por una cuestión metodológica hemos diferenciado a los legitimados pasivos, es decir quiénes son las
personas obligadas a colacionar (art. 2385 párr. 1º) y los legitimados activos, que son aquellos interesados
en pedir la colación (art. 2395).
Legitimación pasiva (personas obligadas a colacionar)

i. Descendientes y cónyuge
El art. 2385 dispone que "los descendientes del causante y su cónyuge supérstite que concurren a la
sucesión intestada deben colacionar a la masa hereditaria el valor de los bienes que les fueron donados
por el causante, excepto dispensa o cláusula de mejora expresa en el acto de donación o en el
testamento".

iii. Momento en que el sujeto activo debe tener el carácter de heredero forzoso

El art. 2388, pone fin a la discusión al disponer que "el descendiente que no era heredero presuntivo al
tiempo de la donación, pero que resulta heredero, no debe colación. El cónyuge no debe colación cuando
la donación se realiza antes del matrimonio".
La norma plantea dos supuestos bien diferenciados:

1. Descendientes: para colacionar, el legitimario


debe tener la calidad de heredero presuntivo a la fecha de la donación y, lógicamente, mantenerla al
momento de la apertura de la sucesión.

Por ejemplo, el causante tiene dos hijos A y B y cría en su casa a C. En el año 2001 le realiza una
donación a C y en 2002 lo adopta. En este supuesto, C no está obligado a colacionar ya que no era
heredero al tiempo de la donación.

2. Cónyuge: El cónyuge no debe colacionar las


donaciones recibidas antes de contraer matrimonio, ello es así porque al momento de la liberalidad no era
legitimaria. En este caso pueden darse dos supuestos aunque con los mismos efectos jurídicos, la
entregada sin tener en miras el matrimonio, es decir como a cualquier tercero o las propter nuptias, que
son aquellas que se reciben en razón del matrimonio en el caso de los esponsales.

Legitimación activa (derecho a pedir la colación)

El art. 2395, establece que "la colación sólo puede ser pedida por quien era coheredero presuntivo a
la fecha de la donación. El cónyuge supérstite no puede pedir la colación de las donaciones hechas por el
causante antes de contraer matrimonio".
Supuestos:

i. Coheredero presuntivo: el nuevo art. 2395 no ha previsto el nacimiento posterior de


hijos, generando de esta manera una notoria desigualdad entre los descendientes del causante.

Ejemplo de ello es si el causante realiza donaciones a descendientes y luego nacen otros


hijos, los últimos no pueden solicitar la colación ya que al momento de la donación no eran herederos
presuntivos (si tienen acción de reducción que los protege en su legítima, aunque la finalidad no es la
misma). La desigualdad se vuelve mayor, si luego el causante realiza donaciones a los nuevos
descendientes, ya que los originarios tienen derecho a pedir la colación de estás, ya que si eran
coherederos presuntivos a la época de la donación.

ii. Cónyuge: El cónyuge supérstite no podrá pedir la colación de las donaciones realizadas
por el causante antes de casarse.

iii. Acreedores y legatarios: En el CCyC tanto los acreedores del heredero como los del
causante, y los legatarios, no tienen —en principio- derecho a exigir la colación, por no ser coherederos
presuntivos a la época de la donación (art. 2395).

1. Acreedores del causante y del heredero: Pérez


Lasala, Ferrer y Medina, entiende que los acreedores del heredero podrían instar la acción de colación
subrogándose en los derechos del heredero con fundamento en los arts. 2280, último párrafo y 2321, no
así los del causante, ya que la acción es un derecho propio y exclusivo de aquellos herederos a quienes
el Código les reconoce la legitimación.

2. Legatarios: En ningún caso, ni por sí ni por


subrogación, podría exigirse la colación a los herederos, rigiendo en ese sentido el principio general del
art. 2395, ya que el legatario no existe a la fecha de la donación, toda vez que el legado es un beneficio
que se recibe mortis causa.
DISPENSA DE COLACIÓN
La dispensa de colación es la expresión de la voluntad del causante que esa donación entregada al
heredero, no debe ser considerada un adelanto de la herencia sino una mejora en su porción hereditaria.
Es una excepción frente a la obligación de colacionar que presume la ley del adelanto de la herencia.
El art. 2385 permite que sea realizada en dos oportunidades, al momento de la liberalidad o de forma
posterior mediante testamento.

VALOR COLACIONABLE
El Código Civil y Comercial tiene un criterio diferente al de su antecesor en el art. 3477, disponiéndose
que el valor de los bienes colacionables se determina "a la época de la partición según el estado del bien
a la época de la donación", utilizando la misma solución para el cómputo de la porción legítima para cada
descendiente (art. 2445).
Así, si p. ej., el causante donó a un legitimario un departamento a estrenar, este debe ser valuado al
momento de la división hereditaria, pero con la importante salvedad que la misma debe realizarse en
función del estado que tenía ese departamento en el momento que fue donado, es decir que se deberá
calcular el valor de mercado de ese inmueble a estrenar, al momento particional.

COLACIÓN EN LA SUCESIÓN TESTAMENTARIA


Dispone el párrafo tercero del art. 2385 que "también hay obligación de colacionar en las sucesiones
testamentarias si el testador llama a recibir las mismas porciones que corresponderían al cónyuge o a los
descendientes en la sucesión intestada".
Coincidimos con Pérez Lasala que no es necesario que el testador instituya a los herederos forzosos
en las "mismas porciones" que le corresponden en la sucesión intestada, sino en la "misma
proporcionalidad", p. ej., si ha mediado donación a un heredero forzoso y un legado a un tercero, sin que
modifique las proporciones legales de los herederos forzosos, corresponde colacionar.

LEGADO EFECTUADO AL DESCENDIENTE O AL CÓNYUGE


Todo legado que el testador haya hecho al descendiente o al cónyuge debe ser considerado realizado
a título de mejora, excepto que el testador haya dispuesto expresamente lo contrario (art. 2385 in fine).
De la norma se desprende que tales legados no deben ser colacionados, siempre que no excedan la
porción disponible.
Por otro lado, la normativa no ha sido de muy feliz redacción toda vez que, en el art. que estamos
viendo, el Código presume el legado como una mejora, salvo expresión contraria del causante, y luego,
de forma contraria, establece que para considerarlo mejora debe manifestarlo expresamente (art. 2414).
En atención a lo mencionado, parte de la doctrina entiende que el legado no puede ser colacionado.
Lo que en realidad debe hacerse es interpretar la cláusula en cuestión como una mera disposición
testamentaria a título singular (art. 2278), o una partición por ascendiente (art. 2414) o una atribución
preferencial (arts. 2380 y 2381), en donde el causante decida mejorar, dentro de su porción disponible, a
un heredero forzoso bajo la figura de un legado.

DONACIONES INOFICIOSAS
Sabiendo cómo se determina el valor colacionable, podemos ahora avocarnos a ver cómo se lleva a
cabo esa imputación a la masa hereditaria, y los escenarios que pueden darse dándose tres variantes:

a. Valor colacionable inferior a la hijuela del heredero: En este caso se


procede a una operación matemática simple, ya que de la cuota que le corresponde al heredero (ej.: $
10.000) se le resta el valor colacionable ($ 5.000), con lo cual, al momento de la partición, el heredero solo
tomará la diferencia entre ambos valores, es decir $ 5.000, ya que en vida recibió del causante un adelanto,
lo que lleva equidad a la relación con lo que reciben el resto de los coherederos.
b. Valor colacionable igual a la hijuela: Este supuesto es muy poco
frecuenta. Sería el caso en que nuestro heredero que recibía $10.000, recibió una donación que debe
colacionar por valor igual al mencionado, con lo que queda íntegramente satisfecho, no debe
compensación alguna y no retira nada de la masa partible.

c. Valor colacionable superior: Cuando el valor de la donación a


colacionar, es superior a lo que le corresponde percibir al heredero, no sólo nada tomará de la masa
hereditaria, sino que además deberá restituir el exceso para igualar las hijuelas.

Siguiendo el ejemplo del primer supuesto, si la cuota que le corresponde al heredero es de $ 10.000,
pero el valor colacionable es de $ 15.000, al momento particional el heredero se ha excedido en la suma
de $ 5.000, y nada deberá llevarse de la masa.
Lo que ocurre con la diferencia de ese exceso ($ 5.000) deberá resolverse dependiendo de las cuantías
de las porciones legítimas y las disponibles del caso.
En el art. 2386 se señala que "la donación hecha a un descendiente o al cónyuge cuyo valor excede la
suma de la porción disponible más la porción legítima del donatario, aunque haya dispensa de colación o
mejora, está sujeta a reducción por el valor del exceso". Esta norma debe tenerse presente la remisión
que hace el art. 1565 referido a las donaciones inoficiosas dentro del capítulo del contrato de donación al
establecer que "se considera inoficiosa la donación cuyo valor excede la parte disponible del patrimonio
del donante. A este respecto, se aplican los preceptos de este Código sobre la porción legítima".
Cuando el valor colacionable supera la alícuota hereditaria del heredero-donatario, el excedente ya no
se puede considerarse un anticipo de la herencia, por lo tanto, en la medida del exceso el valor donado
constituye una donación común regida por las reglas de la reducción y si puede imputarse a la disponible
nada deberá reducir.
El exceso de su cuota se deberá compensar con otros bienes sucesorios a los demás herederos
forzosos, y si no hubiere bienes en la herencia, se generará un crédito en dinero por esa diferencia a favor
de los coherederos perjudicados y si éste es insolvente, porque p. ej., enajenó el bien donado, procederá
la acción de reducción y su efecto reipersecutorio por el valor de esa diferencia.

HEREDERO RENUNCIANTE
El heredero que renuncia a la herencia del donante no debe colacionar. Ello según lo previsto en el art.
2301 que establece que el heredero renunciante es considerado como si nunca hubiese sido llamado a la
herencia, no tiene calidad de heredero y es como si fuera un tercero a dicha sucesión.
Por su parte el art. 2387 dispone que "el descendiente o el cónyuge que renuncia a la herencia pueden
conservar la donación recibida o reclamar el legado hecho, hasta el límite de la porción disponible". Ante
ello, los derechos que correspondan al renunciante sobre el bien recibido en donación dependerá de la
porción disponible que del causante.

COLACIÓN POR OTRO


Un supuesto que puede darse es que la donación es realizada al descendiente del heredero, con lo
cual éste no debe colacionar. El fundamento de este principio se encuentra prevista en el primer párrafo
del art. 2389 que al establecer que "las donaciones hechas a los descendientes del heredero no deben ser
colacionadas por éste".
Esta regla debe complementarse con previsto en el art. 2388, al establecer que el descendiente que
no era heredero presuntivo al tiempo de la donación no debe colacionar.
En un ejemplo práctico, el causante-abuelo (A) realizó una donación a favor de su nieto (C),
encontrándose vivo el su padre-hijo del causante (B). Al concurrir éste a la sucesión de su padre (A), no
deberá colacionar la donación hecha a su hijo C (nieto del causante).
COLACIÓN POR REPRESENTACIÓN
Distinto es el supuesto en que la donación en vez de ser del abuelo al nieto, fuera al padre, y que este
último por muerte, ausencia o indignidad, no se presentara al sucesorio.
En este caso es de aplicación el art. 2389 dispone que "el descendiente del donatario que concurre a
la sucesión del donante por representación debe colacionar la donación hecha al ascendiente
representado".
Se trata de la aplicación de los efectos propios de la representación, en razón de la cual el
representante ocupa en lugar del representado, con los mismos derechos y obligaciones que este último
tenía en la sucesión del causante, por ende debe colacionar lo que le fue donado a quien representa.

DONACIÓN AL CÓNYUGE DEL HEREDERO


Puede ocurrir que el causante haya donado, no ya a un legitimario, sino al cónyuge del heredero. De
esta forma el art. 2390 establece que las donaciones hechas al cónyuge del heredero no deben ser
colacionadas por éste.
Al respecto puede darse el supuesto de que la donación es realizada conjuntamente a ambos
cónyuges. En este caso debe ser colacionada por la mitad por el que resulta heredero (art. 2390, párr. 2º).
La norma comete un error de redacción ya que debió señalar que el heredero debe colacionar en
proporción a lo donado, pues si el causante efectuó la liberalidad en fracciones desiguales (p. ej. dispuso
la donación de un 70% para el heredero y un 30% al cónyuge), la colación deberá realizarse en dicha
proporción y no "por mitades", como expresa la norma.

OBJETO DE LA COLACIÓN
El objeto de la colación comprende todas las donaciones hechas en vida por el causante a un
descendiente o al cónyuge supérstite, es decir según reza el art. 1542 "cuando una parte se obliga a
transferir gratuitamente una cosa a otra, y ésta lo acepta".
El Código Civil y Comercial toma un criterio amplio, hecho que quedó expuesto en los fundamentos del
anteproyecto al señalar que "la inclusión de un precepto relativo a los beneficios hechos al heredero
obligado a colacionar tiende a superar las discrepancias causadas por ciertos actos que benefician al
heredero sin tratarse de donaciones, como el comodato de un inmueble fructífero o la asociación con el
causante que supera las ventajas que derivarían de su aporte social. Se hace expresa exclusión del
fideicomiso constituido en favor de una persona incapaz o con capacidad restringida".
De esta forma, se incluyen dentro del objeto colacionable no sólo las donaciones sino los beneficios
recibidos por el heredero que hayan generado una ventaja y diferencia respecto del resto de los
legitimarios.
Asimismo, el art. 2391 establece que se deben colacionar los beneficios recibidos a consecuencia de
convenciones hechas con el difunto que tuvieron por objeto procurarles una ventaja particular, excepto
dispensa y lo dispuesto para el heredero con capacidad restringida en el art. 2448.
El objeto de ese acuerdo o convención entre causante y heredero, debe ser suficientemente claro como
para poder someterse a colación. A modo ejemplificativo podemos señalar algunos supuestos:
— La cesión en comodato de un bien que produce rentas o frutos;
— Constitución de una sociedad con una importante participación societaria del heredero que supere
el aporte realizado por el heredero;
— Los créditos que el causante haya cedido gratuitamente al heredero y que éste haya percibido;
— Constitución de un usufructo;
— La cesión gratuita de una herencia recibida por el causante;
— Intereses no percibidos por un préstamo del causante a un legitimario.
BENEFICIOS EXCLUIDOS DE LA COLACIÓN
El art. 2392 regula los beneficios que son excluidos de la colación, es decir aquellos actos que por su
particularidad no deben ser colacionados.
Se trata de gastos que responden a imperativos asistenciales o responsabilidades derivadas de la
responsabilidad parental, así como los regalos de cortesía o pagos de seguros de vida; en definitiva como
puede observarse no responden a adelantos de la herencia por parte del causante sino al transcurrir de la
vida diaria.
La mencionada norma señala que no se colacionan:
 los gastos de alimentos;
 los de asistencia médica por extraordinarios que sean;
 los de educación y capacitación profesional o artística de los descendientes, excepto que sean
desproporcionados con la fortuna y condición del causante;
 los gastos de boda que no exceden de lo razonable;
 los presentes de uso;
 el seguro de vida que corresponde al heredero, pero sí por las primas pagadas por el causante
al asegurador, hasta la concurrencia del premio cobrado por el asegurado.
Otros beneficios excluidos son:
 el bien que ha perecido sin culpa del donatario. Sin embargo, si éste ha percibido
una indemnización, la debe por su importe (art. 2393).

Supuestos

Del art. 2392 se desprenden diferentes supuestos que, entendemos, son meramente enunciativos y
prevén distintos supuestos considerados no colacionables.

i. Gastos

— De alimentos: surge de la obligación legal correspondiente a cada tipo parental prevista, la marital
y entre parientes.
— De asistencia médica por extraordinarios que sean: proveniente de la responsabilidad parental, entre
esposos y entre parientes. La frase "por extraordinarios que sean" había dado lugar a discrepancias
doctrinarias, pero la nueva redacción viene a zanjar la vieja discusión pues se refiere sólo a gastos
médicos, por lo tanto, debemos entender que deben incluirse las enfermedades, tratamientos,
operaciones quirúrgicas y todo lo referido tratamientos e intervenciones estéticas.
— De educación y capacitación profesional o artística de los descendientes, excepto que sean
desproporcionados con la fortuna y condición del causante: surge de lo señalado en el art. 658 de
responsabilidad parental, y no deben ser desproporcionados (un ejemplo de ello se puede dar si un
hijo estudia en una universidad pública y el otro se lo capacita en una universidad extranjera con
gastos de comida, alojamiento, posgrados, etc., por un período significativo de tiempo).
— De boda, que no exceden de lo razonable: La razonabilidad del gasto tiene relación con el caudal
patrimonial de la familia y con las circunstancias del caso, y en ello se aplica la doctrina de lo
razonable tan conocida en el derecho argentino.

ii. Presentes de uso

Deben ser entendidos dentro los regalos de costumbre, de uso o de amistad, debiendo de comprender
los impuestos por la costumbre familiar, regalos de uso o de amistad, en oportunidad del matrimonio,
cumpleaños, festividades religiosas, etc. Jurisprudencialmente se ha entendido que los regalos
desproporcionados deben de colacionarse.

iii. Seguro de vida que corresponde al


heredero
Si bien el seguro de vida no es colacionable, sí lo son las primas afrontadas por el causante al
asegurador, hasta la concurrencia del premio cobrado por el asegurado.

iv. Gastos para establecer al coheredero o


para el pago de sus deudas

El nuevo art. 2391, se deben colacionar los gastos para establecer al coheredero, como p. ej., los que
realiza un progenitor en beneficio de su hijo para abrir un negocio, constituir una sociedad comercial o
comprar el material necesario para el ejercicio profesional
En el mismo sentido, las deudas deben ser colacionadas, salvo las de escaso monto que no afectan ni
perjudican los derechos de las demás coherederos.

FRUTOS E INTERESES DE LOS BIENES SUJETOS A COLACIÓN


Señala el art. 2394 que "el heredero obligado a colacionar no debe los frutos de los bienes sujetos a
colación, pero debe los intereses del valor colacionable desde la notificación de la demanda".
Explica Ferrer respecto de los intereses, conviene precisar que el valor colacionable no
devenga intereses ni aun cuando se trate de donación de una suma de dinero ya que la donación, siendo
válida y perfecta, transfirió la propiedad del bien al donatario. Lo que se debe es aportar al acervo sucesorio
contablemente, ficticiamente, el valor de dicho capital, debidamente reajustado a la época de confeccionar
la cuenta peticionaria.
En ese sentido, el art. 2394 in fine señala que, en todos los casos, el donatario debe los intereses del
valor colacionable desde la notificación de la demanda.

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN
No habiendo un plazo especial, se utiliza al plazo general de la prescripción de las acciones personales
(art. 2560) que establece el término de 5 años.
El plazo comienza a contarse desde el momento de la apertura de la sucesión, es decir de la muerte
del causante.
Si la donación hubiera sido ocultada, para poder ejercerla será necesario, interponer la acción de
simulación. En este caso, un sector de la doctrina afirmaba que el término es siempre el de la colación,
pues en última instancia de eso se trata y no de una simulación.
Oportunamente expresamos que la solución antes dada es discutible porque si bien se trata de una
acción de colación, es necesario previamente demostrar un acto simulado que oculta la donación, y para
esta última acción el Código prevé un plazo de prescripción de dos años.
Coincidimos con quienes sostienen que el "rodeo" dado por el causante es demostrativo de la intención
de dispensar la colación, como sucede en el supuesto del art. 2461.
Un plenario de la Cámara Nacional Civil optó por la primera de las posiciones, considerando que,
cuando la acción de simulación se acumula a la acción de colación, el término de prescripción es de 10
años (art. 4023). Si bien esta sentencia ha sido dictada bajo el régimen del derogado Código Civil,
actualmente debería extenderse sus efectos en función de la modificación de los plazos de la prescripción
que justificaron el pronunciamiento judicial, es decir de 10 años (según el derogado art. 423 del Cód. Civil)
a 5 años (según art. 2560 del CCyC)(6).

COLACIÓN DE DEUDAS
Podemos definir la colación de deudas como una operación contable mediante la cual se imputan en
la respectiva hijuela del heredero-deudor los valores debidos al causante, a los fines de disminuir la parte
que le corresponde en su adjudicación.
Mediante la colación de deudas se protege el equilibrio en la conformación de los lotes entre los
coherederos, al permitir deducir de la hijuela del coheredero deudor, el monto que éste no había abonado
al causante.
La normativa regula la colación de las deudas de manera compensatoria, imputando el importe de la
deuda a la porción que le corresponde adjudicar al heredero-deudor (art. 2402).

Deudas que se colacionan:

El nuevo marco legal determina que deben colacionarse dos tipos de deudas: las deudas con el
causante y las deudas surgidas durante la indivisión.

i. Deudas con el causante

Son las deudas que tenía el heredero con el causante y que no hayan sido canceladas en forma
voluntaria durante la indivisión hereditaria (2397).
De esta forma el heredero-deudor puede cancelar voluntariamente la deuda y ese importe se integra a
la masa particional, pero en caso de no pagarla durante la indivisión hereditaria, debe colacionarla aunque
no se encuentre vencida.

ii. Deudas surgidas durante la


indivisión

El art. 2399 dispone que "la colación de deudas se aplica también a las sumas de las cuales un
coheredero se hace deudor hacia los otros en ocasión de la indivisión, cuando el crédito es relativo a los
bienes indivisos, excepto que los segundos perciban el pago antes de la partición".
A nuestro juicio, este artículo muestra que el instituto regulado como colación de deudas, es diferente
al de las donaciones, al disponer que las deudas nacidas con posterioridad al fallecimiento del causante,
en ocasión de la indivisión y relativos a los bienes hereditarios, deben ser colacionados.

Prescripción de la deuda

Si bien el art. 2397 no hace mención a qué tipo de deudas se refiere, entendemos que debe tratarse
de una deuda exigible, es decir la deuda prescripta no deberá ser tenida en cuenta a los fines de ser
colacionada, pues de lo contrario se permitiría que el acreedor de una deuda transmitiría con su muerte
un derecho mejor a sus herederos que el que tenía, lo cual está impedido por el art. 399, y en rigor de
verdad, no existe una excepción especialmente dispuesta para que esta regla no sea aplicable.
Es el criterio utilizado en el Código de Quebec, aunque con la diferencia de señalar que no son
colacionables las deudas que el difunto estipuló su remisión con efectos a la apertura de la sucesión.

Suspensión de los derechos de los coherederos

Los coherederos no pueden exigir el pago de la deuda antes de la partición. Así lo dispone el art. 2398,
ya que es precisamente en ese momento particional donde se ajustarán las cuentas conforme
corresponda.
Es en la partición se practicará la compensación de lo debido por el heredero con lo que le corresponde
al materializar la alícuota hereditaria y con ello obtener la igualdad en el reparto de los bienes entre los
coherederos.

Intereses

El art. 2400 determina que las deudas colacionables generan intereses, señalando tres momentos bien
diferenciados:
1) Deudas sin pacto de intereses: al no haber acordado intereses entre el causante y el heredero-
deudor, las sumas colacionables producen intereses desde la apertura de la sucesión.
2) Deudas con pacto de intereses: en este caso se deben intereses con fecha anterior a la muerte del
causante, es decir que debe retrotraerse al momento del nacimiento de la obligación. Esta alternativa no
había sido contemplada en el art. 883 del Código de Quebec, lo que resulta una innovación acertada en
el nuevo Código.
3) Deuda surgida durante la indivisión: si la deuda fue generada en ocasión de la indivisión hereditaria,
los intereses son debidos desde el nacimiento de la deuda.

Coheredero deudor y acreedor

Esta situación se encuentra contemplada en el art. 2401 al señalar que "si el coheredero deudor es a
la vez acreedor, aunque su crédito no sea aún exigible al tiempo de la partición, hay compensación y sólo
se colaciona el exceso de su deuda sobre su crédito".
La norma prevé la compensación cuando el coheredero es, a la vez, deudor y acreedor de del causante
y por ende ello se ha transmitido a la comunidad, ello en función de lo regulado en el art. 921, que define
a la compensación de las obligaciones "cuando dos personas, por derecho propio, reúnen la calidad de
acreedor y deudor recíprocamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra deuda".
Es importante señalar que esta compensación se efectúa aun cuando la deuda no sea todavía exigible
al tiempo de la partición y el remanente de esa deuda debe ser colacionado. Si bien no se encuentra
previsto expresamente, entendemos que si el crédito que tiene el heredero tampoco fuera exigible al
momento de la partición, sería igual de compensable.

DIFERENCIA CON LA ACCIÓN DE REDUCCIÓN


Mientras que el objeto de la acción de colación es proteger la igualdad de los herederos forzosos el
objeto de la acción de reducción es la protección de la legítima.
1) La acción de reducción tiene por objeto proteger la porción legítima y sólo opera en caso de que
aquella se haya visto afectada para disminuir las donaciones que excedan la porción disponible, sin
entrometerse en las posibles desigualdades provenientes de que el testador haya beneficiado a alguno de
sus herederos forzosos.
La acción de colación, en cambio, funciona aunque la legítima no se haya visto afectada ya que busca
mantener la igualdad en la distribución entre herederos legitimarios.
2) La reducción puede invocarse aun contra la voluntad del causante ya que hace prevalecer el orden
público del instituto de la legítima hereditaria, en cambio la colación procede sólo si el causante guardó
silencio, pues ésta se presume como adelanto de la herencia, y sólo no prospera al efectuar una dispensa
de colación.
3) La acción de reducción tiene efectos reipersecutorios, aunque pueda compensarse el excedente
afectado en dinero, en tanto que la colación se traduce en una mera operación contable.

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