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En busca de la política Zygmunt Bauman

Tomas Pardo

Nicolas Caleb 

Alejandro Obregon 

Nicolas Castro 

universidad de La salle 

Macroeconomía |

Guevara Castañeda Camilo Andres

3 de marzo de 2023
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 Ideología en el mundo postmoderno

 El concepto esencialmente impugnado 

La ideología alemana se caracteriza por una inversión de la relación entre

la base económica y la superestructura ideológica, es decir, la creencia de que
las ideas y la cultura determinan la realidad económica y social, en lugar de ser
determinadas por ella. En su lugar, Marx y Engels sostienen que es la estructura
económica de la sociedad la que determina la cultura, las ideas y las
instituciones sociales.

En la "Ideología Alemana", Marx y Engels también desarrollan su teoría

del materialismo histórico, que sostiene que la historia de la humanidad se
puede entender como una lucha entre clases sociales por el control de los
medios de producción y la riqueza social. Según esta teoría, la estructura
económica de una sociedad determina las relaciones de clase y las formas de
explotación que existen en ella. 

Tracy sostenía que las ideas son la base de todo conocimiento humano, y
que la sociedad está influenciada por las ideas que las personas tienen. Por lo
tanto, consideraba que el estudio de la ideología era fundamental para entender
cómo funciona la sociedad y cómo se pueden mejorar sus estructuras y
dinámicas.

En este sentido, Tracy consideraba que la ideología era una herramienta

para el progreso social y político, ya que permitía identificar y cuestionar las
ideas y creencias que limitan el desarrollo de la sociedad. En resumen, para
Tracy la ideología era el estudio de las ideas y su influencia en la sociedad, con
el fin de mejorarla y hacerla más justa y equitativa. 
Se refiere al estudio de las ideas. Tracy consideraba que la ideología era
una ciencia que debía analizar las ideas y su origen, cómo se forman y cómo
influyen en la sociedad.

La ideología se convirtió en un tema central de la política y la filosofía en

Europa y América del Norte. Durante este período, la ideología se entendía
como un conjunto de ideas y valores que orientaban la acción política y social.

En Europa, la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa habían

generado una gran inquietud y debates acerca de la dirección que debía tomar
la sociedad. Los partidos políticos y las organizaciones sociales empezaron a
adoptar ideologías definidas, como el comunismo, el socialismo, el fascismo y el
liberalismo, entre otras.
En América del Norte, la ideología estaba influenciada por la teoría del
progreso y la idea de la sociedad de consumo. Se promueven ideologías como
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el liberalismo, el conservadurismo y el socialismo democrático, y surgían nuevos

movimientos y teorías, como el feminismo, el ambientalismo y el psicoanálisis.

En ambos continentes, la ideología se utilizaba como una forma de

comprender la sociedad y proponer cambios. En algunos casos, se trataba de
ideologías radicales que buscaban transformaciones profundas, mientras que en
otros casos, se trataba de ideologías más moderadas que buscaban reformas y
cambios graduales.

Husserl sostenía que la ideología era un obstáculo para la búsqueda de la

verdad y el conocimiento, ya que se basaba en prejuicios y opiniones
preconcebidas que impedían un análisis objetivo de la realidad. En lugar de
aceptar las ideas y creencias establecidas, Husserl abogaba por la necesidad de
un análisis crítico y sistemático de las estructuras mentales y las formas de
pensar que condicionan nuestra percepción del mundo. 
Entendía la ideología como un conjunto de creencias y juicios que se
asumen como verdades indudables y que, por lo tanto, limitan la capacidad de
comprensión del mundo.
Para Husserl, el método de la fenomenología era una forma de superar la
ideología y alcanzar una comprensión más profunda y auténtica de la realidad.
La fenomenología consistía en la descripción detallada y sistemática de las
experiencias y fenómenos que se presentan a la conciencia, con el fin de
comprenderlos en su totalidad y sin prejuicios.

El mundo deja de ser esencialmente impugnado

En "En busca de la política", Bauman habla de cómo la sociedad se ha vuelto

menos capaz de cuestionar y desafiar las normas y estructuras de poder que existen.
Esto se debe en gran medida a la globalización y la interconexión de los sistemas
económicos, políticos y culturales, lo que ha llevado a una disminución de las
diferencias culturales y las identidades nacionales.

 La política ya no se utiliza para cambiar el mundo, sino para gestionar

problemas y riesgos en un mundo globalizado y complejo. Además, no hay un enemigo
claro, lo que hace que sea difícil para la sociedad cuestionar y cambiar las normas y
estructuras de poder existentes. Como resultado, la sociedad se ha vuelto más apática
y pasiva, aceptando las estructuras de poder existentes como si fueran naturales e
inevitables.

Esta pérdida de capacidad de impugnación ha llevado a una crisis en la política,

ya que los individuos y los grupos no ven la política como una herramienta para el
cambio social y la construcción de comunidades, sino como una forma de gestionar
problemas y riesgos.
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Tradición y autonomía en el mundo posmoderno 

Bauman habla de una sociedad moderna líquida que vive sin moldes, es decir,
que se adapta a todo tipo de cambio de forma constante según las necesidades que
van surgiendo en la sociedad. La facilidad de obtener productos al momento, el
consumo ha evolucionado en muchos aspectos; se cubren necesidades por placer, sin
tener en cuenta los costes, los individuos empiezan a gastar más de lo que ganan con
el fin de innovar su estilo de vida, satisfacer los deseos más inmediatos

Las personas están buscando una autonomía, pero eso no quiere decir que se
salga de lo tradicional

¿Por qué las personas buscan el ser tradicionalistas?

Porque esa ha sido la manera en la que siempre se ha manejado y siempre a

estado en el pensamiento de lo “bueno para la sociedad”

Cuando las personas se vuelven autónomas y se ponen a elegir lo que

realmente quieren, lo hacen con más razonamiento y pensando en la responsabilidad y
en lo que va a aportar su elección, sin embargo, como las personas ya están tan
arraigadas a sus tradiciones por eso continuamos siempre con las mismas ideologías.

 Gran cambio en la política

Debido a la globalización, pues esta a causado que la conducta de las personas

entre la sociedad se vea alterada

 Sociedad con interés individual

Pues se ha pasado de una sociedad en la cual primaba el bien general a una

sociedad en la cual el único interés que se presenta es el bienestar individual, la
conducta individualista es la que prima hoy en día

Además de esto las personas han adquirido una conducta en la cual no

presentan interés en temas públicos o políticos

Es ver como la ética de las personas al haber presentado un cambio ha sido la

que genera los cambios en torno al orden político y social.

Observamos que las vanguardias tal y como las conocimos en la modernidad,

quedan estancadas y la modernidad termina junto a su declive. El ámbito social y
económico también evoluciona: el hedonismo se convierte en el valor central de
nuestra cultura influenciado por el consumo de masas y el capitalismo. El ser humano
sale de sus guías y busca el bienestar inmediato, la comodidad y abrazarse a su zona
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de confort, por lo que se establece un hedonismo en la clase media de la sociedad

moderna y de esta forma se produce un abandono de los ideales de la modernidad,
entonces entramos en la cultura posmoderna, donde el placer y los estímulos de este
son los dominantes de la vida corriente.

una vez que se ha hecho ese reconocimiento el primer paso hacia la autonomía
individual, la “tradición” puede ingresar en el proyecto de identificación exclusivamente
bajo la forma del tradicionalismo: la preferencia por “nuestras gerencia común”, por los
usos y costumbres compartidos por una categoría de personas con las que uno desea
identificarse.