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Tenencia

A continuación abordaremos el estudio del régimen de tenencia, regulado en nuestro sistema legal, el concepto que la define, los
diferentes tipos y sus caracteres.

Tenencia

Referencias

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LECCIÓN 1 de 3

Tenencia

Presentación de un caso práctico

Palmira Pera es oriunda del interior de la provincia, se encuentra casada con Alberto Moreno y tienen tres hijos menores,
Susana, Carla y César Moreno Pera. Todos residen en la calle Cerros del Norte N.º 1025, casa 7 de la ciudad de
Pilar.Palmira se desempeña como docente de primaria de la escuela Sarmiento, en el 3er y 4to grado, y su esposo trabaja
en la citrícola Alameda, como encargado de empaque. La empresa donde trabaja Alberto, en constante crecimiento
durante los últimos años, abrió una nueva sucursal en el interior de la provincia y generó nuevos puestos de trabajo. Le
ofrecen a Alberto un ascenso en las nuevas oficinas, pero es necesario que se traslade toda la familia. Cerca de la nueva
sucursal, se encuentra la escuela primaria N.º 25 Las Runas, pero no existen viviendas amplias en alquiler, acorde al
número de integrantes de la familia. Un compañero de trabajo de Alberto le ofrece el contacto de un familiar que vive
cerca de la nueva sucursal y que, por cuestiones personales, se traslada a la capital. Este familiar necesita que le cuiden
su propiedad, por lo que Alberto y su familia se trasladan a la vivienda y comienzan a realizar tareas para reacondicionar la
casa. Palmira elabora una huerta y construye un refugio para aves en el jardín.

De acuerdo con lo expresado, es preciso poder distinguir qué es la tenencia y cómo se ejercita. Al respecto, el artículo
1910 del CCCN: expresa: “Hay tenencia cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un poder de hecho sobre
una cosa, y se comporta como representante del poseedor”.  

El nuevo CCCN conceptualiza a la tenencia, manifestando que tiene lugar cuando una persona ejerce un poder de hecho
sobre una cosa, actuando como representante del poseedor. Sigue la misma línea del Código Civil anterior, pero descarta
la distinción entre tenencia interesada y desinteresada.

En la tenencia, se destaca el corpus (cuerpo en latín, que es detentar la cosa) y no el animus posidendi (la intención de
poseer), ya que se reconoce la posesión en otro sujeto.

Podemos distinguir dos tipos de tenencia:

1. Tenencia pura o absoluta

Tiene carácter autónomo, sin vínculo con posesión alguna y se configura cuando los bienes no son susceptibles de ser poseídos por estar
fuera del comercio; es por ello que el tenedor no se encuentra poseyendo a nombre de otro. El caso típico son los bienes del Estado; en este
caso, además de existir una relación real entre el sujeto y la cosa (tenencia pura), existirán vínculos regulados por el derecho administrativo
entre el sujeto y el Estado, que pueden ser:
Uso común: un sujeto anónimo e indeterminado, en su carácter de miembro de la comunidad, hace uso de bienes de dominio público como
una calle o una plaza. No existe un derecho subjetivo, si la persona es turbada en el uso por el Estado, este puede incoar una petición o recurso
interno, pudiendo en cambio interponer recursos administrativos en sede judicial si la turbación proviene de los particulares.

Uso especial o privativo: el sujeto se encuentra individualizado y el ordenamiento expresamente le otorga la facultad de uso sobre ciertos
bienes. Se adquiere de tres maneras: 

1. Permiso de uso: el Estado le confiere un derecho de uso precario, esto quiere decir que puede revocarlo en
cualquier momento sin causar agravio, por razones de mérito, oportunidad y conveniencia. No crea derecho
subjetivo, pero otorga recursos administrativos contra terceros turbadores y puede generar obligación de
resarcir cuando el Estado lo revoca.

2. Concesión de uso: el concesionario ha suscripto un contrato con el Estado (generalmente con el fin de prestar
un servicio público), situación que lo pone en contacto físico con bienes públicos (máquinas viales, vehículos,
un predio, entre otros). En virtud del citado contrato, el particular ha adquirido un derecho subjetivo
patrimonial, siendo por tanto oponible erga omnes2 (una parte de la doctrina les llama “derechos reales
administrativos de goce”). En este caso, existe un derecho a indemnización por revocación, con fundamento
en el artículo 17 de la Constitución Nacional, además de todos los recursos administrativos que el
ordenamiento prescribe contra el Estado y las defensas reales, posesorias e indemnizaciones que prescribe la
ley civil en relación a los terceros.3
[2] Erga omnes: fórmula latina cuya etimología expresa “contra todos” o “respecto de todos”. Se emplea jurídicamente para calificar aquellos
derechos cuyo efecto se producen con relaciona a todos, diferenciándose de los que solo afectan a persona o personas determinadas. Así, los
derechos reales en general, son erga omnes; mientras que los derechos personales son relativos, pues se ejercen siempre frente a deudores
(Ossorio, 1984).

[3] Art. 17, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/36NHFgU

3. Prescripción de uso: es el caso de que una ley expresa autorice a adquirir por usucapión (prescripción) una cosa dada en uso por el
Estado (situación excepcionalísima); una vez cumplido el plazo de ley, el derecho que se otorga es similar a la concesión.

2. Tenencia relativa

En este caso, el tenedor está poseyendo en nombre de otro con quien lo une un vínculo jurídico, tal como un contrato de locación, comodato, depósito, etcétera.

La tenencia relativa puede clasificarse en:

Interesada: el tenedor está autorizado a servirse de la cosa, por ejemplo, comodatario y locatario en la locación de cosas.

Desinteresada: no debería servirse de la cosa (aun cuando lo hiciera), por ejemplo, mandatario, depositario y los llamados servidores de la
posesión, mencionados anteriormente, resultantes del artículo 1911, segundo párrafo, del CCCN.4

[4] Art. 1910, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

3. Adquisición de la tenencia

Al igual que la adquisición de la posesión, la tenencia puede provenir de un hecho voluntario unilateral o bilateral. En forma unilateral, puede darse mediante
apropiación con animus tenendi (intención de tener o detentar en nombre de otro): por ejemplo, un peón que caza animales para el dueño del campo. En forma
bilateral, mediante tradición, que es una forma de adquirir tanto la tenencia como la posesión. 
Es de hacer notar que, si bien el CCCN no prescribe formalidades para la tradición con fines de adquirir la tenencia, habrá que estarse a las cláusulas del acuerdo
entre partes (contrato de depósito, mandato, etcétera).

4. Derechos y deberes del tenedor 

Tanto en el caso de los derechos como en el de los deberes del tenedor, si la tenencia proviene de un acuerdo entre partes, hay que remitirse a sus cláusulas. Por
ejemplo, puede estipularse que el tenedor se hará cargo de mejorar la cosa, que responderá por pérdida en caso fortuito, etcétera. Más allá de esto, hay algunos
derechos y obligaciones contenidas en la ley, a saber: 

Derechos: el tenedor puede reclamar los gastos de conservación, los gastos o mejoras necesarios, e incluso, le cabe el derecho de retención
hasta ser resarcido.

Deberes: según el artículo 1940 del CCCN, son los siguientes:

Conservar la cosa: con mayor o menor responsabilidad, dependiendo del título que dio origen a la tenencia.
Por ejemplo, el deber de diligencia del depositario es mucho mayor que el del locatario. Si realiza gastos,
puede reclamarlos del poseedor.

Nombrar al poseedor: este deber nace cuando el tenedor es demandado por algún motivo referente a la cosa,
como un juicio de desalojo o de reivindicación. En tal caso, deberá manifestar en el expediente a nombre de
quién posee, con el fin de que sea citado a juicio y la sentencia le sea oponible.
En caso de que omita el cumplimiento de este deber, las sanciones son dos: no podrá hacer responsable al
poseedor por evicción y deberá indemnizar al poseedor ante cualquier perjuicio que ocasione.

Restituir la cosa: en los términos pactados en el acuerdo de voluntades celebrado entre tenedor y poseedor.
Presentamos, a continuación, un esquema de la clasificación de la tenencia para una mayor comprensión del
tema.

Figura 1. Tenencia

Fuente: elaboración propia.


5. Cuasiposesión

La cuasiposesión es de origen romano y se basa en la clasificación que se hacía de las cosas en corporales e incorporales. Las primeras eran los objetos
materiales, más los derechos de dominio y condominio. Cosas incorporales eran los otros derechos reales y personales. Quien se comportaba con la cosa como si
fuera su dueño era considerado poseedor, mientras que quien lo hacía como titular de algún otro derecho real era reputado cuasiposeedor. Se partía de la premisa
de que estos derechos no se ejercen sobre las cosas, sino sobre los derechos. 

Para otra corriente, fuera del caso de la hipoteca y de las servidumbres, los restantes derechos reales se ejercen por la posesión y su objeto son las cosas, igual
que en el derecho de dominio. Aclaremos, en este punto, que suele llamarse “cuasiposesión” a la posesión que es ejercida en virtud de derechos reales distintos
del dominio (usufructo, uso, prenda, anticresis, propiedad horizontal y superficie forestal). La explicación tiene un origen histórico, ya que en Roma se identificaba
al dominio con la cosa material, y a la posesión y a los demás derechos reales con objetos no corporales (específicamente, derechos intelectuales), sobre los que
no concebían el término posessio. Por ello, instituyeron el de quasi possessio, tradición que sobrevivió hasta nuestros días. 

De este modo, cuando exista un titular del dominio y un titular de otro derecho real sobre la misma cosa, técnicamente, podemos hablar de un poseedor (el dueño)
y un cuasiposeedor (el usufructuario), aunque normalmente nos referiremos a ambos como poseedores de distinta naturaleza.

 Nota: en el Capítulo 2 del Título II del Libro Cuarto del CCCN, se regulan los modos de adquisición de posesión y tenencia, así como su
ejercicio, conservación y extinción. Por lo tanto, lo que vamos a estudiar sobre dichos tópicos y lo que veremos con mayor profundidad en
posesión son comunes para ambas relaciones de poder.

Actividad de repaso de conceptos

¿El locatario de un inmueble es considerado un tenedor?

El locatario de una propiedad es considerado tenedor, ya que se reconoce un mayor derecho a favor del titular que le
entrega el uso de la cosa por un precio.

El locatario de una propiedad no es considerado tenedor, ya que no se reconoce un mayor derecho a favor de quien le
entrega el bien en uso y no acepta pagar un precio.

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Al respecto, Molina Quiroga expresa:

Quedan entonces como tenedores desinteresados quienes tienen la cosa sin derecho personal que los autorice a emplearla en su provecho,
como por ejemplo el mandatario o depositario, mientras que el tenedor interesado, tiene la cosa por otro, pero con derecho personal a usarla y
gozarla en su beneficio, como el locatario y el comodatario (2015, p. 54).
LECCIÓN 2 de 3

Referencias

Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-
4999/804/norma.htm

Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=235975

Molina Quiroga, E. (2015). Manual de derechos reales. Buenos Aires, Argentina: La Ley.

Ossorio, M. (1984). Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Buenos Aires, Argentina: Editorial Claridad S.A.

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