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MODULO 1

Orígenes del Estado

El Estado, tal y como lo conocemos hoy, ¿siempre estuvo conformado de esta manera? ¿Cómo
nace este concepto de Estado? ¿Cómo fue evolucionando? ¿De dónde surgen las instituciones
que hoy lo componen? Siguiendo a García Pullés (2015), decimos que el Estado es una
sociedad política necesaria. La concreción de la vida social, jurídicamente organizada sobre un
territorio, hace indispensable la existencia de esa entidad. Podríamos decir que el Estado surge
a partir de la obra escrita por Nicolás Maquiavelo, El Príncipe, en donde se hace referencia al
stato, que sería la situación jurídica por la que atravesaba la organización política. Estamos en
la época de las monarquías absolutistas del siglo XV al XIX.

El hombre primitivo: Todo comenzó con el hombre. Desde que abandonó el estado de
naturaleza fue experimentando los beneficios de la vida gregaria, hasta llegar a
agruparse en grandes asentamientos donde pudo obtener condiciones de vida más
estables.

Los antecedentes de Grecia y Roma: Una vez satisfechas sus necesidades básicas, el
hombre en las ciudades comenzó a verse beneficiado con una mejor calidad de
servicios, y con el tiempo y las oportunidades propicias para educarse y proveer a una
mejor organización de la convivencia.

Las ciudades griegas: En la antigüedad de occidente, las ciudades griegas y entre ellas
Atenas, nos dieron un fabuloso ejemplo de organización social., desarrollaron
fundamentalmente los principios de la participación ciudadana, que luego alimentaron
la formación de las democracias contemporáneas. En esta etapa la palabra clave o que
predominó en la época fue democracia. Se acordaba con la población una participación
vinculante para la toma de las decisiones políticas.
De los griegos recibimos una herencia muy importante, ya que fueron ellos los primeros que
comenzaron a hablar de formas de Estado clasificándolas en oligarquías, monarquías, tiranías y
democracias. La mayoría de los Estados han adoptado alguna de estas formas de Estado, con
diferentes matices, pero tomando como base los principios planteados por la Grecia antigua.
Es dable destacar que la democracia es el sistema que han adoptado la mayoría de los Estados
del mundo

El imperio romano: el mundo conoció la idea de soberanía. la organización romana


pudo sostenerse a lo largo de siglos gracias a la fuerza del sistema imperial de gobierno,
que ofrecía una precisa regulación de la convivencia social, y a la vez una potente
maquinaria que sometía a los pueblos menos organizados. En esta etapa la palabra clave
sería soberanía, como la autoridad en la que reside el poder político. 
Los romanos dejaron un importante legado en materia institucional y de obra pública. Pero el
aporte fundamental quizás sea en el ámbito del derecho, ya que establecieron un sistema
jurídico que, conformado por derechos y deberes para los ciudadanos, se convirtió en una de
las fuentes principales del derecho occidental, especialmente de nuestro país
La Edad Media: Caracterizada por la palabra clave descentralización (del poder
político).Tras la caída del Imperio Romano de Occidente Europa se sumergió en un
profundo letargo político protagonizado por la organización feudal, según la cual el
dueño de la tierra gobernaba los asuntos propios de su latifundio, y la convivencia de los
vasallos que allí le servían; hacia el final las grandes ciudades tuvieron su propia
organización social, en la cual los habitantes gozaban de mejores derechos de forma
independiente de los señores feudales.

Nacimiento del Estado


En donde la palabra clave sería centralización del poder. 
Producida la crisis del feudalismo, a mediados del siglo XV, surge en Europa una etapa
llamada Renacimiento, en la cual comienzan a surgir nuevos inventos y descubrimientos.
Comenzamos a transitar la Edad Moderna. 

El Renacimiento:
Hacia mediados del siglo XV, Europa comenzó a florecer con importantes inventos y
descubrimientos, muchos de los cuales proveyeron al desarrollo explosivo del intercambio
mercantil con lugares lejanos (decaimiento del poder de los terratenientes, y la paulatina
preponderancia de la nueva clase burguesa),
El intercambio mercantil con ciudades lejanas y la consecuente actividad comercial trajeron
como consecuencia el decaimiento del poder de los terratenientes y el surgimiento de una
nueva clase social, la burguesía. 
Los territorios comenzaron a cerrarse en límites relativamente estables, que fueron
aglutinando poblaciones unidas bajo un sentido cultural común, gobernadas por monarcas que
reunían en sí la administración de todo el poder.
Nace así el Estado moderno, que dio lugar al Estado absolutista, en donde el Estado se
organizó sobre la base de un poder absoluto.
Ello significaba que todo el poder de organización de la sociedad en el territorio estaba
concentrado en la voluntad de un soberano, quien reunía en su persona el mando absoluto de
las funciones de gobierno. 
El soberano o monarca, generalmente, tenía un título de nobleza, según el cual se lo
consideraba una persona superior a los ciudadanos comunes, ejercía su potestad de modo
vitalicio y esta se transfería a sus herederos.
El poder absoluto del monarca se justificaba, por un lado, porque se creía que él era
representante de la voluntad de Dios en la Tierra, y por el otro, porque era depositario de la
fuerza que cada habitante le había delegado mediante un pacto social.
El amplio margen de maniobra que otorgaba la concentración del poder monárquico permitió
un fácil ordenamiento de la convivencia social y el crecimiento de la sociedad comerciante,
pero al mismo tiempo, una gran opresión de las libertades individuales frente a los abusos del
Gobierno y el desconocimiento de los derechos individuales.
Esta última situación, sumada a las profundas diferencias entre la nobleza, que gozaba de
importantes beneficios, y la clase burguesa, con progresivas obligaciones a su cargo, fueron la
causa de nuevos cambios que experimentó la organización del Estado.
En la actualidad quedan vestigios de este tipo de Estado, y muchos países europeos mantienen
un régimen monárquico, pero mucho más limitado en cuanto al ejercicio del poder se refiere.
Hoy estos Estados monárquicos se encuentran entrelazados a diferentes formas de gobierno
que equilibran el poder absoluto que tenían en el siglo XVIII

El Estado absolutista: Desde sus comienzos, y durante toda la Edad Moderna, el


Estado organizó el ejercicio de su poder sobre la base del absolutismo. la
concentración del poder monárquico, permitió un fácil ordenamiento de la convivencia
social y con ello el crecimiento de la sociedad comerciante; pero al mismo tiempo una
gran opresión de las libertades individuales frente a los arbitrarios abusos del
gobierno. Esta última situación, sumada a las profundas diferencias entre la nobleza y
la clase burguesa fueron la causa de nuevos cambios que experimentará la
organización del Estado.

Evolución del Estado

La república: A fines del siglo XVIII estalló en Francia una gran revolución, que produjo
la caída del régimen absolutistas de base monárquica, y el advenimiento de un nuevo
sistema de gobierno de representación popular: la república.

Este nuevo régimen intentó borrar las diferencias entre ciudadanos y nobles; y trató al
Estado como una cosa pública, de modo que los gobiernos debían brindar al pueblo la
división y limitación de su poder, el sometimiento a las leyes, la publicidad de sus
actos, la periodicidad de sus funciones, y el respeto por los derechos consagrados a los
habitantes.

Estado republicano
En esta etapa encontramos la palabra clave constitución (reconocimiento de derechos).
Hacia fines del siglo XVIII, la opresión hacia los ciudadanos se hizo insostenible, lo que trajo
como consecuencia que en Francia estallara una revolución cuyo principal efecto fue la
inminente caída de los regímenes absolutistas de base monárquica en Europa, y el
advenimiento de un nuevo sistema de gobierno de representación popular: la república.
Este nuevo régimen intentó borrar las diferencias entre ciudadanos y nobles y entendió al
Estado como un cosa pública.
Actualmente, un gran porcentaje de Estados en el mundo adoptan para sí la forma de gobierno
republicana, con diferentes matices o características, pero reconociendo los principios
fundamentales en los que se apoya el principio republicano.
Los pilares fundamentales de esta nueva forma de gobierno fueron:
División y limitación del poder: Se plantea la necesidad de dividir el poder en tres funciones
principales, legislativa, ejecutiva y judicial, como una forma de equilibrar el poder y de generar
un sistema de pesos y contrapesos y de equilibrio entre los diferentes poderes, en
contraposición a los gobiernos absolutistas.
El sometimiento a las leyes o imperio de la ley (igualdad ante la ley): Todos los hombres son
iguales ante la ley y deben responder ante ella de la misma manera. Se comienzan a
desconocer los privilegios de sangre o hereditarios.
La publicidad de los actos de gobierno: Se permite a los ciudadanos el acceso a la actividad
que llevan adelante los funcionarios del Gobierno.
La periodicidad de las funciones de gobierno: Se establece la duración de cada uno de los
mandatos de los funcionarios para evitar de esta manera la perpetración en el poder.
Respeto por los derechos consagrados a los habitantes: Se comienzan a reconocer los
derechos fundamentales de las personas a través de su incorporación en las constituciones.

El constitucionalismo

La reciente organización republicana suponía el establecimiento de nuevas normas, que


reconocieran los derechos cívicos y limitaran el ejercicio del poder de los gobiernos. Cada
Estado plasmó dichas normas fundamentales en un documento llamado Constitución por una
parte establecía los derechos y garantías de los habitantes; y por la otra dividía el ejercicio del
poder estatal en tres funciones principales ―la legislativa, la ejecutiva y la judicial―, a cargo
de tres órganos diferenciados que se controlaban entre sí. El nuevo sistema de gobierno quitó
los beneficios a la nobleza, y reconoció la igualdad absoluta entre todos los hombres.

¿Y qué entendemos por constitucionalismo? Es una etapa que se inició en el siglo XVIII y fue
evolucionando a lo largo del tiempo. A partir de su surgimiento, comienzan a reconocerse
derechos y garantías a los ciudadanos que hasta ese momento eran desconocidos por el poder
estatal. Comienzan a surgir las primeras constituciones escritas y se busca limitar al poder
estatal, estableciendo ciertas pautas en relación con su organización y fundamentalmente con
su actuación. El constitucionalismo atravesó diferentes etapas a lo largo del tiempo, en donde,
en cada una de ellas, se fue ampliando el catálogo de los derechos que se fueron
reconociendo.

Al constitucionalismo lo podemos dividir en tres 3 etapas:


Constitucionalismo Clásico
Es la etapa fundante. Surge con la Revolución francesa, a partir de la cual se comenzó a hablar
de la necesidad de una constitución escrita, en donde se reconocieran los derechos
fundamentales de las personas (derecho a la vida, dignidad, libertad, etc.) y se limitara el
ejercicio del Gobierno. En esta etapa hablamos de derechos de primera generación.
Así, comienzan a surgir las constituciones que establecían, por una parte, los derechos y
garantías de los habitantes, y por la otra, la división de poderes en tres funciones principales
(legislativa, ejecutiva y judicial) en tres órganos diferenciados que se controlaban entre sí. Esta
división de poderes fue el pilar fundamental del principio republicano.
Lo principal en esta etapa fue el reconocimiento de la igualdad absoluta entre todos los
hombres, eliminando de esta manera los beneficios de los que gozaba la nobleza.
En nuestro país, la manifestación del constitucionalismo clásico se vio reflejada en la sanción
de la Constitución de 1853, en donde por primera vez se reconocen en un texto escrito los
derechos y garantías a los ciudadanos, a la vez que se establece una división del poder
determinando los límites de actuación de cada uno de ellos. Con la sanción de esta
Constitución, se reconocieron los derechos más fundamentales para los ciudadanos, como ser
el derecho a la vida, a la dignidad, a libertad de trabajo, se abolía la esclavitud y las
prerrogativas de nobleza, etcétera, dando un paso fundamental en la evolución y
conformación del Estado argentino.

La imagen representa a la libertad que sobresale en medio de la revolución. Es una


representación pictórica de la Toma de Bastilla que se produjo en el año 1789.

Figura 1: Revolución francesa

Constitucionalismo Social
Es la segunda etapa por la que atraviesa el constitucionalismo, aportando una nueva categoría
de derechos, denominados de segunda generación. 
Se reconocen y se incorporan a las constituciones los derechos económicos, sociales y
culturales.
Aparece a principios del siglo XX y da nacimiento a una nueva categoría de derechos
fundamentales en lo atinente a la esfera de lo laboral y la seguridad social. Todo esto producto
del industrialismo, en donde surgió la necesidad de proteger a grupos vulnerables de personas
que eran explotadas por su condición social, de edad (niños o ancianos) o de género
(consideración por la maternidad) o por poseer alguna discapacidad.
En nuestro país, la primera recepción de estos derechos a nivel nacional fue durante el
Gobierno de Juan Domingo Perón con la reforma constitucional de 1949, que luego fue dejada
sin efecto, para finalmente ser incorporados a nuestra Constitución Nacional 1, en el año 1957,
en el artículo 14 bis. A partir de aquí se reconocieron de manera constitucional los derechos de
los trabajadores, de los gremios y de seguridad social.

Constitucionalismo Actual o moderno


Luego de la Segunda Guerra Mundial, especialmente a raíz de las bombas atómicas de
Hiroshima y Nagasaki, el mundo comenzó a prestar especial atención a la cuestión ambiental,
como así también al fortalecimiento de las relaciones internacionales.
Se comienza a hablar de una nueva categoría de derechos, los derechos de tercera generación
o de incidencia colectiva. Estos comprenden el reconocimiento del derecho a un ambiente
sano, la protección de los consumidores y usuarios, el respeto a los pueblos indígenas,
etcétera. Son de incidencia colectiva porque son cuestiones que atañen a toda la comunidad
en conjunto.
En nuestro país el reconocimiento de estos derechos se produjo en el año 1994 con la reforma
constitucional, que incorporó un nuevo capítulo a la Constitución denominado “Nuevos
derechos y garantías”

Crisis del liberalismo

El liberalismo social y económico dejaba a los hombres contratar y comerciar sin


regulaciones, sobre la base de que el Estado no debía entrometerse en ese mundo que
debía ser manejado naturalmente por la mano invisible del mercado; ejemplo ley de
bronce: teoría económica expuesta por algunos economistas clásicos a finales del siglo
XVIII y principios del siglo XIX, según la cual los salarios reales tienden "de forma
natural" hacia un nivel mínimo, que corresponde a las necesidades mínimas de
subsistencia de los trabajadores.

El Estado social

El liberalismo fue paulatinamente segregando los derechos de los trabajadores a fines


del siglo XIX comenzaron a surgir las grandes agrupaciones de obreros ―origen de los
actuales gremios o sindicatos.

Por influencia de la protesta obrera, a comienzos del siglo XX los Estados comenzaron
a receptar derechos sociales, que reconocían a la clase trabajadora un piso mínimo de
facultades tales como estabilidad, descanso y remuneración.

El Estado actual

Los regímenes totalitarios de comienzos del siglo XX, sumieron a gran parte de la
humanidad en un oscuro período caracterizado por el fuerte populismo, que coartaba
las libertades individuales en pro de la grandeza nacional.

Luego de las grandes guerras mundiales surgió la necesidad de fortalecer la


convivencia internacional, y cuidar el medio ambiente natural y cultural; se fueron
sumando nuevas necesidades sociales: el cuidado del ecosistema, el respeto a los
pueblos aborígenes, la tutela de los consumidores y usuarios, y la no discriminación de
las minorías, tal como lo hizo nuestra carta magna en el año 1994.
Ver video

Los elementos que conforman al Estado son el territorio, la población y el poder. Cuando
hablamos del poder, nos referimos a la manera en la que se va a distribuir el poder y quién lo
va a ejercer. 
Abordaremos la distinción entre formas de Estados y formas de gobiernos, analizando las
formas más comunes que se presentan en la actualidad.
Por otro lado, realizaremos un primer acercamiento al derecho público y al derecho privado,
estableciendo las características diferenciadoras de cada una de esas ramas del derecho, para
comprender su ámbito de aplicación y de qué manera se estructuran esas ramas del derecho
dentro del sistema normativo nacional.

Una importante cadena de televisión realizó una entrevista a personajes destacados del
mundo de la política, por un lado, el presidente de la República Argentina, Mauricio Macri, por
el otro, el papa Francisco, representando al Estado del Vaticano, con el objetivo de mostrar las
diferencias entre las formas de Estados y las formas de gobiernos de cada uno de sus Estados.

La primera pregunta fue dirigida al presidente Mauricio Macri.

“Antes de comenzar a hablar de la forma de Estado que adoptó su país, ¿podría contarnos un
poco qué es una forma de Estado?” 

A lo que el señor presidente respondió: “La forma de Estado es la manera en la que se


distribuye el poder dentro de un territorio” Aquí nos preguntamos ¿cómo se manda? 

Las formas de Estado son las diferentes formas en las que se puede organizar un Estado
tomando en cuenta las distintas relaciones que se dan entre los elementos que lo componen
(territorio, población y poder).

Continuó la periodista: “¿Y podría decirnos qué es una forma de gobierno?” 

El presidente agregó que la forma de gobierno es la organización mediante la cual la voluntad


del Estado es expresada. Se toma en cuenta a las personas que van a ejercer el poder y de qué
manera se lo va a distribuir entre ellas. Aquí nos preguntamos ¿quién manda? o ¿quién ejerce
el poder? 

La periodista preguntó: “¿Podría contarnos un poco qué forma de gobierno y qué forma de
Estado adoptó sus país y cuáles son sus características diferenciadoras?” 

Macri respondió: “La República Argentina adopta como forma de Estado el sistema federal” La
característica principal de esta forma de Estado es que se trata de la unión de varios Estados
autónomos, que tienen como finalidad la creación de un único Estado, en donde la autoridad
de ese único Estado se extiende a todo el territorio sin desconocer las autonomías de los entes
que lo componen. 

Esta es la diferencia fundamental con los Estados unitarios, la autonomía, que es la capacidad
o facultad que poseen esos entes de poder dictarse para sí sus propias normas y de crear sus
propias instituciones y regirse por ellas. Este tipo de Estado se caracteriza, por un lado, por la
descentralización del poder en los distintos entes que lo componen, pero siempre
reconociendo la autoridad en el orden superior, y por otro lado, por el reparto de
competencias entre los diferentes entes que lo componen. En estos Estados, confluyen
relaciones de participación, subordinación y coordinación entre los diferentes entes que los
componen y el ente superior. 

A su vez, nuestro país adopta como forma de gobierno el sistema  presidencialista. En este tipo
de gobierno, existe la división de poderes, claramente diferenciados. La jefatura de Estado y de
Gobierno recaen sobre una sola persona, que en la mayoría de los Estados ostenta el cargo de
presidente, y que generalmente es elegido a través de elección popular. 

También existe un Poder Legislativo o Parlamento, que es el órgano encargado de elaborar las
leyes que van a regir dentro del territorio, pero en ningún caso ejerce funciones políticas
relacionadas con las jefaturas de Estado o de Gobierno. 

Seguidamente, la periodista se dirigió al papa Francisco y le preguntó: “¿Qué tipo de Estado es


el Vaticano? ¿Qué forma de Estado y de Gobierno posee?” 

El papa Francisco respondió: “El Estado del Vaticano es el único Estado en el mundo en donde
podremos encontrar un Estado unitario en sentido puro, con un régimen de gobierno de
monarquía absoluta” 

Esta forma de Estado es una en la que existe concentración del poder en un solo centro de
poder político, que ejerce dicho poder en todo el territorio del Estado, a través de autoridades
locales designadas a tal fin, pero que no poseen autonomía y se encuentran subordinados al
poder central. Es un único ente con un Gobierno único, que no posee ningún tipo de división
administrativa. La forma de gobierno es de una monarquía absoluta. Aquí las funciones de jefe
de Estado y jefe de Gobierno recaen sobre la misma persona, el papa, además de las funciones
ejecutivas, legislativas y judiciales, que también recaen sobre él. 

Para finalizar, es importante señalar que existen diferentes tipos de Estados unitarios.
Podemos encontrar regionalizados (por ejemplo, Perú, Francia, Italia) o descentralizados (por
ejemplo, Ecuador, Colombia). Esta subclasificación introduce diferentes matices a la hora de
organizar el poder, en donde existen divisiones administrativas o alguna otra forma de
descentralización del poder, pero siempre manteniendo su naturaleza unitaria y dentro de
estos Estados. En estos no existe la separación de poderes y la única institución
democráticamente legítima es el Parlamento. 

En este tipo de gobierno, existe una dualidad de gobierno, en donde, por un lado,
encontramos la jefatura de Estado, y por el otro, la jefatura de Gobierno.

Sobre la jefatura de Estado, recae la representación de la comunidad política soberana. En los


Estados monárquicos, esta jefatura es ejercida por el rey o monarca.

Sobre la jefatura de Gobierno, recae la dirección política del Estado. Suele estar a cargo de un
gabinete presidido por un primer ministro.

Es dable destacar que en este tipo de gobierno el jefe de Gobierno es elegido por el
Parlamento y, a su vez, entre ambos existen diferentes mecanismos de control entre unos y
otros.

Los sistemas parlamentarios pueden ser con base monárquica o republicana.

Un ejemplo de Estado parlamentario es Inglaterra.


A modo de cierre, la periodista invitó a la audiencia a reflexionar sobre las diferentes formas
de Estado y de gobierno. Existen diversidad de matices y de alternativas adoptadas por los
diferentes Estados en relación con las formas de Estado y las de gobierno. Cada una de ellas
depende de la evolución y las características particulares del Estado que las adopta.

A continuación, se comparte este video de tercera fuente que nos permite identificar todos los
conceptos que estuvimos desarrollando hasta ahora y comprender de qué manera se
interrelacionan cada uno de ellos.

Dice García Pulles (2015): “Un Sistema jurídico es un conjunto de Normas y principios
calificado por su carácter completo” 

Es decir, los sistemas jurídicos que rigen en un determinado lugar son sistemas que están
integrados por diferentes tipos de normas y principios de derecho. En ellos encontramos
normas de derecho público, normas de derecho privado y de todas las ramas del derecho, y
también principios del derecho que establecen determinadas pautas o reglas. 

Siguiendo a García Pulles (2015), entendemos que las principales ramas del derecho o las más
consideradas son el derecho público y el derecho privado. La autora nos dice que el derecho
público regula las conductas entre los Estados y los particulares, y el derecho privado regula las
relaciones entre particulares. 

Las principales características diferenciadoras entre una rama y la otra podemos observarlas
en el siguiente cuadro.
DERECHO PRIVADO DERECHO PÚBLICO
Está predominantemente calificado por la relación de igualdad. Está predominantemente
calificado por el principio de
autoridad/jerarquía.
Está predominantemente dominado por el principio de Está predominantemente
autonomía de la voluntad. dominado por la vinculación positiva
a la legalidad y el régimen estatutario (o sea, por l
disposiciones del poder).
Genera relaciones de coordinación. Genera relaciones de subordinación.
Los bienes son predominantemente disponibles. Los bienes son
predominantemente indisponibles.
Persigue predominantemente el interés particular. Persigue predominantemente
el interés público.
La pauta de interpretación siempre es a partir de la libertad. La pauta de interpretación es a
partir de la relación autoridad/
libertad.
Frente un conflicto, el paradigma es la heteroprotección (la Frente a un conflicto, el paradigma
solución del conflicto se atribuye a un tercero: el juez). es la autoprotección (la solución
del conflicto se atribuye a la
Administración, luego sometida
al control judicial).

A modo de cierre de esta lectura, una cita del autor García Pulles (2015):

Aún para el más desprevenido de los ciudadanos, o para quien hubiera


decidido evitar toda relación con el Estado, el sólo hecho de transitar nuestro
territorio –ni siquiera es preciso que se domicilie aquí–, lo incluye en uno de
los términos de una relación típica del derecho administrativo, cuyos factores
son “autoridad estatal” – “libertad personal” y que la doctrina califica como
“relación general de sujeción”. En virtud de tal sola circunstancia, ese
ciudadano “común” queda sujeto a un conjunto de potestades de la
Administración de cuyo ejercicio resultará una necesidad general de
sometimiento. (P. 35).
Poder constituyente

La constitución de un Estado, es el conjunto de sus reglas fundamentales de


organización y convivencia.

La constitución nace evidentemente de la voluntad de alguien. Si nos preguntáramos


qué es esa fuerza creadora, entonces responderíamos: es el poder constituyente; quién
tiene esa fuerza generadora de la constitución, diríamos que sólo la tiene el pueblo. Si
finalmente nos preguntáramos qué hace el poder constituyente, responderíamos sin
dudar: crea o reforma la constitución.

La constitución

La constitución se nos aparece como el fruto del ejercicio del poder constituyente, el
resultado de la voluntad del pueblo de darse una norma fundamental.

La constitución es ínsita de los regímenes republicanos, pues responde a su postulado


fundamental de tener un gobierno de las leyes y no de los hombres.

la constitución realiza una clara división de las funciones de gobierno ―en de hacer las
leyes, de administrar, y de resolver conflictos―, y crea los órganos que deben llevar a
cabo el ejercicio de cada una de ellas.

“Una constitución, es el fruto del ejercicio del poder constituyente, cuyo objetivo es darse su
norma fundamental, que contenga los derechos y garantías reconocidos a los ciudadanos y la
división del poder estatal, en diferentes funciones”.

Los poderes constituidos: son los órganos creados por la constitución, que tienen a su
cargo el ejercicio de cada función de gobierno. la facultad de modificar la carta magna
sólo reside en el poder constituyente.

PODER CONSTITUYENTE DEL PUEBLO

CONSTITUCIÓN Órgano Legislativo

Órgano Ejecutivo

Órgano Judicial

Pero ¿qué es el poder constituyente? Podemos definirlo de la siguiente manera:


El ejercicio del poder constituyente se vincula íntimamente con los conceptos de Estado y
derecho, ya que cada vez que hubo que organizar jurídicamente una sociedad, fue necesario el
ejercicio del poder constituyente para establecer las normas fundamentales.

La teoría del poder constituyente surge en la época de la Revolución francesa, justamente en


el momento en que hubo que organizar políticamente el Estado y estructurar a la sociedad a
través de una constitución
Original: en el primero momento
Derivado: con la reforma

En Argentina el ejercicio del poder constituyente originario se manifestó en 1853/60 con la


sanción de la Constitución Nacional, y el poder constituyente derivado se llevó a cabo con las
reformas constitucionales de 1866, 1898, 1949, 1957 y 1994.

Ahora debemos preguntarnos, ¿quién ejerce ese poder? O, mejor dicho, ¿quién es titular de
ese poder? El titular del poder constituyente es el pueblo. En él reside la voluntad de
constituirse como nación a través de una Constitución. Solo un pueblo puede originariamente
sancionar una Constitución y también solo el pueblo puede reformarla, a través de sus
representantes, que son los encargados de ejercer el poder constituyente, por medio del
principio republicano de representación.

Poderes constituidos

El poder constituyente es el que le da nacimiento a la constitución, y a su vez, ella crea los


diferentes órganos en los que se dividen las funciones de gobierno.

Esta distinción también aparece en la época de la Revolución francesa, a partir del principio
republicano, en donde comienza a hablarse de la división de poderes.

Pero ¿qué entendemos por supremacía constitucional? ¿Por qué estos abogados manifiestan
que esa ley viola dicho principio?

Nuestra Constitución Nacional es la norma fundamental de nuestro Estado republicano. Así lo


establece el artículo 31 cuando nos dice:

Artículo 31- Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el
Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las
autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ella, no obstante cualquiera
disposición en contrario que contengan las leyes o Constituciones provinciales, salvo para la
Provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del pacto del 11 de noviembre de
18592 

¿Y qué significado tiene esta afirmación? Que sea la norma fundamental implica que es la ley
suprema del Estado. Hace referencia directamente al principio de supremacía constitucional.

La reforma de la Constitución

La propia Constitución Nacional, establece el modo en que puede ejercerse el poder


constituyente reformador (Constitución Nacional, artículo 30); nuestra carta magna es
rígida.
Para que se opere la reforma, es necesario el tránsito de tres etapas a cargo de tres
órganos diferentes:

La primera etapa llamada preconstituyente está a cargo del Poder Legislativo, quien
debe sancionar una ley especial con mayoría agravada, que declara la necesidad de la
reforma.

En la segunda etapa denominada electoral, mediante el voto popular se eligen los


convencionales que integrarán el cuerpo colegiado encargado de llevar adelante la
reforma

Finalmente, la mencionada Convención Nacional Constituyente protagoniza la tercera


etapa, en la cual corresponde que delibere y efectúe la reforma constitucional .

Supremacía constitucional

Este principio es un principio de derecho constitucional que establece que la Constitución de


un Estado es su ley suprema y que todas las demás leyes que se dicten deben estar en
conformidad con lo establecido por ella. 

A su vez, en virtud de este principio, se considera que la Constitución Nacional le otorga validez
a todas las normas que se dictan con posterioridad a ella.

En nuestro país, a partir de la reforma constitucional del año 1994, se incorporaron los
principales tratados de derechos humanos, los que se encuentran mencionados en el artículo
75, inciso 22, a los cuales se les otorgó jerarquía constitucional, es decir que se encuentran en
pie de igualdad con la Constitución Nacional.

De esta manera, en nuestro país, son ley suprema:

 la Constitución Nacional;
 los tratados de derechos humanos.

Por debajo de ellos, todas las demás leyes. 

Representamos el principio de supremacía constitucional de la siguiente manera, en donde


podremos visualizar la jerarquía de las diferentes normas. 

En el sistema republicano de gobierno, la Constitución es la norma fundacional que


crea a los poderes constituidos, y el pilar fundamental sobre el que se edifican todos
los actos emanados de éstos; todo lo que realizan los poderes constituidos deben estar
sometidas a la Constitución Nacional. El principio de supremacía de la Constitución
otorga validez a toda norma o acto de gobierno que se le adecúe; en su artículo 31,
según el cual se declara que ella es la ley suprema del Estado, y las autoridades
constituidas deben conformarse a ella.
A partir de la reforma constitucional del año 1994, se incorporó a los principales
tratados internacionales sobre derechos humanos.

El control de constitucionalidad

Son los mecanismos que emplea el Estado para examinar la conformidad de los actos
de gobierno con la ley suprema; y en caso de que dicho examen descubra una
contradicción entre ambos, privar de efectos al acto inferior de los órganos
constituidos.

En nuestro sistema, el control de constitucionalidad es realizado principalmente por el


Poder Judicial, más precisamente por todos los jueces de todos los fueros y lugares,
por eso decimos que es un sistema difuso.

Cuando un magistrado realiza el control y advierte que una norma inferior contradice a
la ley suprema, declara la inconstitucionalidad de aquélla, y la priva de efectos para ese
caso planteado.

De nada sirve establecer un principio de supremacía constitucional si no existe un mecanismo


para proteger dicho principio.

Ese mecanismo jurídico se denomina control de constitucionalidad y se utiliza para


revisar la conformidad de una norma con la Constitución Nacional o los tratados de
derechos humanos que tienen jerarquía constitucional, garantizando de esta manera su
vigencia. En otras palabras, para que el principio de supremacía constitucional tenga
operatividad, es necesario contar con una herramienta adecuada que lo haga posible, que
frente al dictado de algún acto de gobierno que contradiga las normas de rango superior,
impere el orden de prelación normativo impuesto por la Constitución (Sabsay, 2015).

Existen dos sistemas de control de constitucionalidad:


 1
1. Control por órgano político: el control es llevado a cabo por el mismo
órgano que ha creado la ley, a través de la creación de una comisión
emanada de su propio seno.
 2
2. Control por órgano jurisdiccional: el control está a cargo de los jueces en
cada juicio o caso concreto en el cual se plantea la cuestión. A su vez,
este tipo de control se subdivide en dos clases:
 Control difuso: todos los jueces de todas las instancias y de todos los fueros tienen
competencia para revisar la compatibilidad de una norma o de un acto con la
Constitución. El juez, al dictar sentencia, se pronuncia sobre la cuestión en particular, y
si media declaración de inconstitucionalidad, sus efectos se limitan al caso concreto. Es
decir que la norma continúa vigente. En todos aquellos casos en que esté en discusión
la constitucionalidad de una norma, se puede llegar por vía de recurso extraordinario a
la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la cual decide en definitiva sobre la cuestión
(Sabsay, 2015).
 Control concentrado: el control es ejercido por tribunales especiales que resuelven
causas exclusivamente sobre constitucionalidad.
Controversia: La inconstitucionalidad solo puede ser planteada en un caso concreto,

es decir, en un juicio. No se puede pretender la declaración de inconstitucionalidad

cuando no se ha aplicado una ley, o su aplicación no ha lesionado un interés legítimo

Para que exista un interés legítimo, debe estar controvertido o desconocido el interés

de una persona.

Planteo oportuno: La cuestión constitucional debe ser planteada en la primera

oportunidad procesal, es decir, cuando se presenta la demanda.

No procede la declaración de oficio: Se exige que la cuestión constitucional sea

planteada por las partes y no declarada de oficio por el juez.

El recurso debe ser fundado: La cuestión planteada debe tener una relación directa y

congruente con los hechos y el derecho conculcado

Efectos del control de constitucionalidad


El control de constitucionalidad tiene efectos en ese solo juicio y con respecto a los
interesados, pero nada obsta a que beneficie a quienes se encuentran en la misma situación.

Declaraciones, derechos y garantías

La CN contiene dos partes fundamentales: una primera llamada dogmática, en la que


se declaran los derechos de las personas; y una segunda denominada orgánica, que
regula el ejercicio del poder estatal, dividiendo sus funciones.

Derecho constitucional de la libertad o dogmática:

Declaraciones

La declaración es una manifestación constitucional, que refiere una toma de posición


del Estado con relación a una determinada institución. Ejemplos de declaraciones el
Estado se organiza bajo la forma republicana, federal y representativa art 1 CN; En este
artículo la propia Constitución está manifestando de manera categórica que nuestro país
adopta para su gobierno el sistema republicano, representativo, y como forma de
Estado, un Estado federal y que sostiene la religión católica art 2 CN En virtud de este
artículo, la Constitución está manifestando que la religión oficial de nuestro Estado es el
culto católico apostólico romano. 

Como podemos apreciar, estas manifestaciones hacen a la esencia misma de nuestro


Estado, configurando la columna vertebral de la organización estatal. Es por ello que
tanto las declaraciones como los derechos y las garantías son considerados los
contenidos pétreos de nuestra carta magna, lo que significa que no pueden modificarse.
Derechos

¿Qué entendemos por derecho? Podríamos definirlo como una facultad o atribución que se le
es otorgada a un individuo para hacer o no hacer, para poseer o no poseer algo. 

Siguiendo a Sabsay (2015), decimos que la constitución no crea derechos, sino que “los
declara”, es decir que la constitución los reconoce y garantiza su existencia en cabeza de los
individuos. Pero el hecho de que exista un catálogo de derechos reconocidos no excluye la
existencia de otros derechos, que son los denominados derechos no enumerados.

Haciendo una breve síntesis de la evolución de los derechos, reconocemos tres etapas
históricas:
Constitucionalismo clásico: Comienzan a reconocerse los derechos más fundamentales de
las personas: derecho a la vida, a la dignidad, a la libertad, a la salud, y la igualdad ante la ley.

Constitucionalismo social: El reconocimiento de esta categoría de derechos está


íntimamente ligada a las luchas de las clases obreras que se produjeron a fines del siglo XVII. El
reconocimiento de estos derechos apuntaba a mejorar las condiciones de trabajo. De esta
manera, comenzaron a plasmarse en las distintas constituciones del mundo preceptos que
aseguraban la jornada limitada de trabajo, días de descanso, vacaciones, remuneraciones,
etcétera.

Constitucionalismo moderno: A partir de la consagración del derecho a un ambiente sano,


en la década del 60, comenzó a hablarse de derechos de incidencia colectiva, y empezó a
reconocerse el derecho a un ambiente sano, pero también comenzaron a protegerse los
derechos de los consumidores y usuarios.

Son el núcleo medular de la parte dogmática de la Constitución; se reconocen las


libertades fundamentales de los habitantes.

El derecho es una atribución que se reconoce a las personas, para hacer o disfrutar
algo. El principal derecho es a la vida, sin la cual no se pueden concebir los restantes.

El reconocimiento de derechos ha tenido una clara evolución en la historia, idéntica a


la que tuvo el Estado en sus períodos liberal, social, y actual.

 CN nace en 1853: derechos primera generación o liberales. Reconocimiento de


los derechos de primera generación o derechos individuales. Es en el artículo
14 en donde encontramos el mayor catálogo de derechos individuales
reconocidos por nuestra Constitución. A ellos debemos sumar el principio de
igualdad, reconocido en el artículo 16, en virtud del cual todas las personas son
iguales ante la ley, y el derecho de reserva o de intimidad que se encuentra
contenido el artículo 19, en virtud del cual todas las acciones privadas de los
hombres que no afecten la moral ni el orden público ni a un tercero quedan
solo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados.
 1949-En 1957: derechos de segunda generación o sociales. Luego de la reforma
constitucional elaborada durante el Gobierno de Perón, que quedara sin efecto
por el Gobierno militar, surgió la necesidad de incorporar los derechos sociales
al rango constitucional. De esta manera, se incorporó un artículo a
continuación del artículo 14, el artículo 14 bis, que reconoce los derechos
referentes a los trabajadores. Este artículo se divide en tres partes. En una
primera parte, se reconocen los derechos relativos a los trabajadores (jornada
limitada, salario mínimo vital y móvil, descanso, vacaciones, protección contra
el despido arbitrario, etc.). En la segunda parte, se reconocen los derechos
relativos a la actividad sindical (derecho a agremiarse, a negociar convenios
colectivos de trabajo, derecho a la huelga, etc.). Y en la última parte, se
reconocen los derechos relativos a la seguridad social (seguro social,
jubilaciones, etc.).
 En 1994: tercera generación o derechos de incidencia colectiva. El
reconocimiento de los derechos de tercera generación se puso de manifiesto
con la reforma constitucional de 1994. Se incorporó un nuevo capítulo a
continuación del primero, denominado “Nuevos derechos y garantías”, y en el
artículo 41 y 42 se reconocen los derechos a un ambiente sano y la defensa de
los consumidores y usuarios, además de otorgar las garantías para hacer
efectivo el reconocimiento de estos.

Derechos liberales: surge del triunfo de la burguesía contra el régimen monárquico,


está inspirada en la igualdad de los hombres, libertad de acción y la no injerencia del
Estado en asuntos privados.

En nuestra CN art 14: transitar por el territorio, de expresar las ideas, de peticionar al
gobierno, de trabajar y comerciar, de usar y disponer de la propiedad, de profesar un
culto, y de enseñar y aprender.

Se le suma art 16 derechos a la igualdad y art 19 el de la intimidad.

Derechos sociales: tiene origen en la lucha de los movimientos obreros para mejorar
condiciones de trabajo.

Art 14 bis CN: se reconocen los derechos de los trabajadores individuales, tales como
condiciones dignas de labor, descanso laboral, salario mínimo, y protección contra el
despido arbitrario; se declaran los derechos de los trabajadores agrupados en
organizaciones sindicales, entre otros el de negociar convenios y hacer huelga; se
receptan los derechos de la seguridad social, que conceden el seguro social,
jubilaciones, protección de la familia, y acceso a la vivienda.

Derechos de incidencia colectiva: surgen a partir de la post guerra.

Art 41 CN se provee a la protección de un ambiente sano, imponiendo que todo


desarrollo debe ser ecológicamente sustentable
Art 42 CN protege a los consumidores y usuarios, considerados el extremo débil de la
relación de consumo y uso de servicios, frente a las grandes empresas que los venden
y proveen.

Reglamentación de los derechos Características distintivas de los derechos:

Derechos relativos: Los derechos no pueden ser absolutos, sino que requieren de
una adecuada limitación, que posibilite su ejercicio por todos los habitantes. Ej.
Derecho a transitar que es fuertemente reglamentado en torno al espacio por el que
se puede transitar (carriles, sendas peatonales), y al tiempo en que se permite hacerlo
(semáforos, prioridades al peatón). La reglamentación de los derechos constitucionales
deberá ser dispuesta por una ley del Poder Legislativo.

Derechos disponibles: el titular puede o no ejercerlos

Sujeto activo o titular del derecho: será siempre la persona humana

Sujeto pasivo: el estado y los demás particulares tienen deber de respetar


la constitución

Garantías

Puede ocurrir en la realidad que los derechos constitucionales de las personas sean
ilegalmente afectados por otros habitantes, o incluso por el propio gobierno. La CN
instituye una serie de garantías, que se presentan como herramientas

Las garantías, entonces, son un complemento íntimo de los derechos constitucionales,


pues permiten su vigencia frente a un acto de afrenta.

Art 18 CN debido proceso, cuyo principal contenido es la inviolabilidad de la defensa en


juicio

Art 43 CN (después de la reforma) se incorporan 3 garantías:

 Las acciones de amparo, para proteger sus derechos en general.


 Las de hábeas corpus, para proteger la libertad física
 Las de hábeas data, para proteger sus datos publicados en registros públicos o
privados

En este caso, se plantea la necesidad de recurrir a la utilización de una sustancia que


no se encuentra permitida por la legislación nacional, pero que es un tratamiento
prescripto por varios profesionales para garantizar la calidad de vida de una paciente
que padecía de cáncer. Si nosotros entendemos que nuestra Constitución Nacional y
los tratados de derechos humanos reconocen el derecho a la salud y a una vida digna,
¿qué herramienta podríamos utilizar para que se reconozca ese derecho y se le
otorgue a esta paciente la posibilidad de acceder al medicamento solicitado? La
respuesta es la acción de amparo.
El amparo es una de las herramientas constitucionales que son otorgadas a los
ciudadanos para proteger sus derechos, cuando estos se vean afectados por un
particular o por actos de la autoridad. 
Estas herramientas constitucionales son las denominadas garantías, cuyo principal
objetivo es proteger los derechos contenidos en la Constitución o en las distintas leyes.
Las garantías constitucionales se encuentran contenidas en el artículo 18, y luego de la
reforma constitucional del año 1994, se incorporaron las garantías del artículo 43.
Son garantías constitucionales:
Garantías del debido proceso: Contenidas en el artículo 18 de la Constitución
Nacional. Aseguran el cumplimiento de todas las etapas procesales y que se otorgue al
particular las oportunidades de defensa, prueba, juez natural y sentencia fundada.
Dentro de estas garantías, también encontramos la garantía de que nadie puede ser
obligado a declarar en contra de sí mismo, que nadie puede ser arrestado sino en
virtud de una orden escrita, etcétera.
Habeas corpus: Es la garantía más tradicional, que protege la libertad física o de locomoción

contra actos que priven de la libertad o que la restrinjan sin causa o sin formas legales o con

arbitrariedad, es decir, sin la orden judicial correspondiente

Habeas data: Protege la intimidad y los derechos personales que puedan verse afectados por
información contenida en registros o bancos de datos públicos o privados y puede
interponerse con el objetivo de conocer los datos existentes o exigir la supresión o
rectificación de algún dato que no corresponda.
Amparo: Es la acción cuyo fin es tutelar todos los derechos y libertades que no están
comprendidos ni en el habeas corpus ni en el habeas data. Se trata de una vía sumarísima, que
debe plantearse en aquellos casos en donde la ilegitimidad o la vulneración del derecho
aparezcan de modo claro y manifiesto. Debe tratarse de un perjuicio real, efectivo y concreto,
y no debe existir un medio judicial más idóneo. Es decir que la acción de amparo debe
presentarse como único remedio ante la inminencia del daño. Los derechos que pueden
protegerse por medio de esta acción no son solamente los contenidos en la Constitución, sino
también en los tratados internacionales y en las demás leyes que conforman el ordenamiento
jurídico.

Si volvemos al caso que analizamos al principio, podemos apreciar que los elementos que
requiere la ley para poder presentar la acción de amparo son perfectamente identificables:
 El derecho a la salud se encuentra no solo reconocido por la Constitución, sino también por
diferentes tratados de derechos humanos que son reconocidos a nivel constitucional.
 Se trata de un derecho que no cae en la órbita del habeas corpus ni el habeas data.
 El daño se manifiesta de modo claro, al ser el único tratamiento factible para esa persona.
 Y la inminencia del peligro también es perfectamente identificable, al tratarse de este tipo de
enfermedades.

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