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El Proceso Terapéutico comienza cuando una persona se presenta delante del terapeuta en busca

de ayuda por un problema concreto que le ocasiona un trastorno o malestar. A partir de este

primer contacto con el cliente comienza la relación terapéutica y la terapia sí procede.

En los últimos años, el estudio del Proceso Terapéutico ha tenido una gran relevancia (Lambert y

Hill, 1994; Marmar, 1990; Orlinsky, Grawe y Parks, 1994), con el objetivo de conocer cómo

mejoran nuestros clientes con los tratamientos psicológicos.

En esta primera entrevista, el terapeuta deberá tener la suficiente habilidad para:

1. Obtener la mayor cantidad de información relevante para evaluar, diagnosticar y utilizar.

2. En el más breve tiempo.

3. Crear y mantener una buena relación de trabajo con el paciente (Morrison, 1995).

Como resultado, de estos tres componentes, obtener los datos básicos y el rapport son cruciales.

Una vez acabada la primera entrevista, deberíamos haber obtenido: a) información básica del

cliente, y (b) establecido las bases para una buena relación de trabajo.

A continuación se presentan una recopilación de técnicas psicoterapéuticas:


¿Qué es?
La autohipnosis es una forma de relajación que ayuda a conectar con el subconsciente para lograr

los cambios que buscamos en nuestra mente y nuestros pensamientos. La idea es que, a través de

dicha relajación se relajan las barreras que tenemos en nuestra mente que nos impiden realizar

los cambios. Cambiaríamos nuestro sistema de creencias y la forma en que reaccionamos ante las

distintas situaciones.

¿Para qué se usa?

 Combatir determinadas adicciones como morderse las uñas o fumar. Por tanto, la

autohipnosis también puede ayudar a dejar de fumar.

 Corregir malos hábitos alimenticios como comer entre horas, por lo que puede ayudar a

la pérdida de peso. Es decir, la autohipnosis puede ser una técnica complementaria que

ayude a adelgazar.

 Miedos menores, como hablar en público, ya que algunas fobias requerirían supervisión.

 Motivación y focalización en los objetivos.

 Conciliación del sueño, ya que la autohipnosis sirve como relajación para dormir

profundamente.

 Problemas de autoestima. Otro beneficio de la autohipnosis es para mejorar la autoestima

¿Cómo se hace?

1. Visualización

- Con esta técnica de autohipnosis utilizaríamos un lugar imaginario que nos produzca paz

o un punto concreto de nuestra casa a través del cual nos sea sencillo sentir calma.

- La respiración debe de ser lenta y profunda y debemos sentir cómo los músculos pesan

más y más. Mientras, nuestra mente sigue enfocada en ese lugar apacible.
- Piensa en cómo es el aroma de ese lugar, qué sonidos hay, cómo es cada detalle...

- Una vez te sientas completamente relajado/a es el momento de introducir la modificación

que nos interesa. Esta puede ser una imagen como vernos a nosotros/as mismos/as

hablando en público sin dificultad o comiendo de forma sana, por ejemplo, o a través de

mensajes positivos como "voy a ser más feliz", "voy a lograr un nuevo trabajo"...

2. Fijación

- En caso de esta técnica de autohipnosis, para lograr ese estado de relajación que nos

permita enviarnos dichos mensajes e implantarlos en nuestra mente, enfocaríamos la

mirada justo encima de nuestros ojos, de forma que se vaya produciendo un desenfoque.

- A la vez que vamos lográndolo, nuestra respiración debe de ser, de nuevo, debe de ser

lenta y profunda.

- Una vez conseguido ese estado de relajación, al igual que en la técnica de visualización,

nos trasmitiríamos esa imagen o mensaje deseado.

3. Respiración

- En este caso, la respiración es el único lugar en el que nos enfocaremos. Lo ideal es

siempre realizar la autohipnosis en el mismo lugar, de forma que se acabe asociando

dicho lugar a la calma.

- Se realizarían respiraciones lentas y profundas, con unos pocos segundos de retención del

aire en nuestros pulmones.

- Una vez llegado al estado de calma, de nuevo se introduciría el mensaje deseado en

nuestra mente. Hay que tener en cuenta que los mensajes deben de ser en positivo. No

sería útil repetirnos "no voy a fumar", es mejor, directamente, observarnos a través de la
imaginación sin hacerlo. Del mismo modo, es mejor repetirnos "voy a comer sano" antes

que "no voy a comer una pizza".

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