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Nutrición en escolares

[6.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[6.2] Importancia de la nutrición en esta etapa.


Crecimiento y desarrollo

[6.3] Necesidades energéticas y nutricionales de niños


en edad escolar

[6.4] Problemas más frecuentes relacionados con la nutrición

[6.5] Recomendaciones alimentarias

[6.6] Complementos nutricionales

[6.7] Educación nutricional. Fomento de


conductas de alimentación saludable y actividad
física en la edad escolar
6
[6.8] La alimentación de escolares en el ámbito
educativo. Programas y estrategias en el diseño de
TEMA

menús escolares

[6.9] Referencias bibliográficas


Problem as m ás frecuentes relacionados con la
Esquema

nutrición

TEMA 6 – Esquema
► Deficiencia de hierro.
► Caries dentales.
► Definición de la etapa del ciclo de v ida. ► Sobrepeso y obesidad.
► Im portancia de la nutrición en esta etapa. ► Manejo del sobrepeso y obesidad pediátricos.
► Crecimiento y desarrollo normales. ► Prevención de trastornos relacionados con la
► Seguimiento del crecimiento. nutrición.
► Desarrollo fisiológico y cognitivo. ► Necesidades energéticas y nutricionales ► Prev ención de enfermedades
► Desarrollo de las habilidades alimenticias. en niños de edad escolar. cardiovasculares en niños de edad escolar.

Nutrición en escolares

► Recom endaciones alimentarias. ► Educación nutricional: fomento de ► La alim entación de escolares en el ámbito
► Com plementos nutricionales. conductas de alimentación saludable y educativo.
actividad física en la edad escolar. ► Programas y estrategias en el diseño de
m enús escolares.
► Alimentación saludable en la escuela.

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Nutrición en las Etapas de la Vida
Nutrición en las Etapas de la Vida

Ideas clave

6.1. ¿Cómo estudiar este tema?

Para estudiar este tema lee las ideas clave que encontrarás a continuación.

En este tema trataremos de las particularidades en el desarrollo y crecimientos de


niños entre los 3 y 10 años que por su dedicación académica se suele emplear el
nombre de etapa escolar.

Es un momento importante en la vida del individuo, porque el desarrollo a nivel


cognitivo y social experimenta una notable evolución. Por otra parte, no deja de ser
delicada respecto a los requerimientos nutritivos, porque constituye una etapa
preparativa para el explosivo desarrollo en todos los niveles que se darán en la posterior
adolescencia. Además, debemos tener en cuenta que en este periodo pueden tener su
inicio problemas de salud considerables relacionados con la nutrición como son la
obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria.

Es un tiempo en el que la educación ejerce una influencia capital en la adopción de


hábitos de vida saludable y es necesario aprovechar el momento para preparar a los
escolares para los retos fisiológicos que acontecerán en la siguiente etapa de la vida.

Es por ello por lo que dedicamos especial atención a lo referente a estrategias de


educación nutricional, porque se han mostrado como herramientas excelentes,
aunque todavía queda mucho por hacer en ese ámbito de educación para la salud.

Figura 1. Etapa escolar.

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6.2. Importancia de la nutrición en esta etapa. Crecimiento y


desarrollo

Definición de la etapa del ciclo de vida

En la etapa de la vida que nos ocupa, vamos a evaluar desde los 5 años de vida
aproximadamente hasta que los niños llegan a la adolescencia entre lis 11 y 12 años. Hay
quien a partir de los 9-10 años lo considera una etapa algo diferenciada que denomina
preadolescencia, porque comienzan a aparecer diferencias en el desarrollo,
especialmente entre los dos sexos.

Debido a la actividad que realizan los niños a estas edades la vamos a denominar edad
o etapa escolar.

Importancia de la nutrición en esta etapa

Desde el punto de vista nutricional, es una etapa delicada porque, entre otras cosas,
hay hechos muy significativos que se generan en esta edad y pueden ser de trascendencia
para la vida del individuo. Por ejemplo la obesidad, debida fundamentalmente a malos
hábitos alimentarios adquiridos asociados a una vida demasiado sedentaria, que de no
corregirse en estos momentos harán que continúe su progreso. También, si queremos
entenderlo hacia el otro extremo, es posible que en este periodo se gesten trastornos de
la conducta alimentaria que den la cara hacia la adolescencia, sumiendo al menor en una
espiral muy complicada desde el punto de vista de la salud.

Como hemos venido anunciando, el crecimiento ha perdido velocidad desde que el


pequeño dejó la lactancia, pero eso no quiere decir que los niños a estas edades no tengan
que seguir cubriendo unas necesidades nutricionales capitales con objeto de asegurar
un desarrollo pleno y óptimo con unos niveles idóneos de salud, y que en la mejor
medida posible disminuyan los riesgos de sufrir problemas de déficits nutricionales
que pudieran generar problemas patológicos secundarios. Una vez más, como
seguro iremos indicando en adelante, entendemos que una alimentación adecuada y el
establecimiento de unos hábitos de vida saludable son la estrategia preventiva más
apropiada que evita problemas relacionados con la salud, ahora y en el futuro, en la vida
del individuo.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

A lo largo de estos años, los niños, por término medio, aumentan de peso unos 250 g/mes
y unos 0,5 cm/mes de estatura y, al igual que la etapa anterior, no es raro encontrar
momentos en los que los menores experimentan pequeños acelerones en el
crecimiento que además suelen coincidir con épocas de mayor consumo alimenticio.
Destaquemos que, de forma parecida a lo que ocurría en los más pequeños, el
enlentecimiento de crecimiento hace que no tengan demasiado apetito o este sea muy
irregular.

El control del desarrollo y crecimiento sigue siendo una herramienta importante que nos
da idea de cómo está siendo este respecto a lo esperado. Independientemente de los
medios de medición antropométrica que pueden utilizarse, desde el punto de vista
casero, el hecho de que el niño vaya necesitando ropas y calzado de tallas superiores y
esperadas nos puede dar indicios aproximados del proceso de crecimiento.

Los resultados de las mediciones realizadas deben compararse con las tablas y
gráficas elaboradas por distintos organismos interesados.

Como referencia en esta dirección, os recomendamos el documento que podrás descargar


en el enlace que encontrarás a continuación:

Instituto de Investigación sobre crecimiento y desarrollo. Fundación Faustino Orbegozo


Eizaguirre. Curvas y Tablas de crecimiento (estudios longitudinal y transversal). Bilbao.

Figura 2. Curvas y tablas de crecimiento.

Accede al documento a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
https://www.aepap.org/biblioteca/ayuda-en-la-consulta/curvas-y-tablas-de-
crecimiento-de-la-fundacion-orbegozo

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Desarrollo fisiológico y cognitivo de los escolares

La musculatura del niño adquiere un interesante desarrollo durante este periodo.


Aumenta la coordinación motora, la fuerza y la resistencia y es la época donde
muchos niños empiezan a desarrollar actividades deportivas fundamentalmente, porque
este desarrollo muscular les permite actuar con mayor eficiencia. Además, la proporción
de tejido adiposo en los menores es la menor de toda la vida, se sitúan en torno al 13 %
para los niños y 16 % para las niñas, aunque entre los 5 y 7 años se da el llamado rebote
de adiposidad que, si se produce demasiado precozmente, puede ser indicador de un
exceso de peso a futuro.

A partir de esta edad, comienzan a observarse pequeñas diferencias sobre la composición


corporal según sexos, de tal forma que ya es posible percibir que los niños tienen en
proporción una mayor masa muscular que las niñas.

Por otra parte, los niños experimentan un desarrollo cognitivo superior en esta etapa;
fundamentalmente adquieren la capacidad de tener conocimiento de lo que
hacen y son perfectamente autosuficientes lo que les hace ser capaces de desarrollar
funciones en el espectro de sociedad en el que se mueven (familia, escuela, etc.) y
comienzan a establecer relaciones sociales con otros niños de su edad, ampliando su
círculo de relación fuera del ámbito familiar. Son capaces de desarrollar actividades de
forma independiente, pueden realizar trabajos educativos complejos.

El lenguaje se ha diversificado y lo pueden emplear con corrección. Gustan de realizar


actividades de forma personal, sin necesidad de otras personas, como puede ser ver
televisión o jugar a videojuegos. También aumenta considerablemente su capacidad
para razonar, y comienzan a tomar decisiones propias.

Desarrollo de las habilidades alimenticias

En estos momentos, los niños son capaces de manejar con eficiencia los cubiertos
porque han desarrollado la coordinación de manera notable lo que fortalece su
autonomía y puede gustarle colaborar en tareas relacionadas con la alimentación, desde
ayudar a poner una mesa, participar en la adquisición de los alimentos o contribuir a
alguna preparación culinaria, con lo que se le puede hacer partícipe de conocimientos en
educación nutricional, de consumo e incluso de algunas nociones básicas de seguridad
alimentaria.

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Los menores en esta etapa se ven muy influenciados por los mayores de su entorno en
todo lo referente al consumo de alimentos, incluyendo las aversiones o
preferencias. De ahí que debamos ser muy cuidadosos si no queremos que el niño
presente ciertas conductas —en muchos casos negativas— frente a los alimentos.

Además, surge otra circunstancia, y es que muchos pequeños hacen uso de comedores
escolares donde, en muchos casos, también pueden verse influenciados por las
costumbres, fobias o preferencias de compañeros y amigos por los que sienten cierta
admiración y no siempre los resultados son positivos. Es necesario que los menores
reciban de su entorno consejos adecuados a la hora de seleccionar los alimentos que va
a ingerir y que le inciten a inclinarse especialmente por una selección de productos
saludables; así, cuando los cuidadores habituales no estén con ellos, sean capaces de
optar por alimentos que faciliten su nutrición de forma correcta y así, de alguna manera,
podamos fomentar que sean pequeños líderes de opinión para otros
compañeros.

Es importante que los profesores y monitores en la escuela faciliten una


información adecuada a los niños a la hora de comer. Desde aquí somos
entusiastas partidarios de que la educación nutricional debe ser parte curricular de los
niños, de forma que puedan tener una formación que cultive el conocimiento de algo que
puede tener tanto peso para la salud a lo largo de sus vidas.

Los propios comités directivos de las escuelas deben apostar por una educación
alimentaria en salud que se ponga en práctica en el exterior de las aulas, vigilando que
los menús ofrecidos en los comedores sean equilibrados, saludables, diseñados por
profesionales de la nutrición y, cómo no, adaptados a sus necesidades. Por otra parte, se
cuidarán de que las máquinas de vending o en las cafeterías del centro si las
hubiere, se disponga exclusivamente de alimentos para la salud, con idea de que el menor
se vea siempre rodeado de productos que le beneficien, huyendo de refrescos azucarados,
alimentos elaborados con grandes cantidades de azúcares sencillos y grasas,
especialmente aquellas de reputación más que dudosa.

Es importante señalar la influencia que ejercen los medios de comunicación


sobre los niños como consumidores, especialmente la televisión que inunda de espacios
comerciales de las programaciones infantiles al objeto de que los niños actúen como
consumidores.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

No es extraño que se muestren imágenes con alimentos que, por forma, tamaño, colores,
aspecto en general, causan un efecto de atracción por parte del niño y les cree un
deseo de consumirlo. Algo parecido sucede con conocidos establecimientos de
restauración especializados en comidas rápidas que utilizan señuelos comerciales con
juguetes o imágenes corporativas de gran atractivo para los menores. El gran problema
es que, normalmente, los alimentos publicitados no son todo lo saludables que
pudiéramos esperar que un niño de estas edades consuma.

Las meriendas o refrigerios son importantes en los niños porque todavía no son
capaces de consumir una gran cantidad de alimento por ingesta y estas colaciones
colaboran de forma notable a completar la cantidad total de comida ingerida en una
jornada que les permita satisfacer sus requerimientos.

A partir de estas edades, los niños empiezan de forma progresiva a perder la efectividad
de los controles innatos sobre el apetito y la saciedad. Esto se debe tener en cuenta
porque algunos problemas relacionados con alteraciones en la conducta
alimentaria podrían tener origen en esta etapa, ya que el entorno del escolar
puede ejercer una autoridad excesivamente restrictiva en el consumo de alimentos que,
de alguna forma, pudiera afectar más adelante. Además, limitaciones alimentarias mal
interpretadas por el entorno familiar pueden provocar que los niños creen cierta
apetencia por alimentos que han sido prohibidos y se piensa que podrían incluso gestar
un principio de obesidad.

A todo esto, hay que añadir que en la horquilla superior del rango de edad de esta etapa,
algunos escolares empiezan a preocuparse por su imagen corporal,
—especialmente en el sexo femenino—, por lo que se debe estar vigilante y no caer en
errores frente a la alimentación de los niños.

Lo importante es valorar si el crecimiento, el desarrollo, y en general la talla y el peso,


corresponden a la edad del individuo.

Definición de la etapa del ciclo de v ida

Importancia de la nutrición en esta etapa

Desarrollo fisiológico y cognitivo de los escolares

Desarrollo de las habilidades alimenticias


Figura 3. Nutrición en etapa escolar.

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6.3. Necesidades energéticas y nutricionales de niños en edad


escolar

Necesidades energéticas y nutricionales en niños de edad escolar

Al igual que planteamos en el tema anterior, las ingestas dietéticas de referencia son la
herramienta genérica que contienen las recomendaciones para satisfacer las necesidades
nutricionales de la población. En este caso, necesitamos seleccionar los datos
correspondientes a los niños hasta la pubertad.

El crecimiento lento y sostenido, típico de esta etapa, marca la pauta a la hora de


establecer las necesidades energéticas que lógicamente van a venir directamente
influenciadas por la actividad física del niño, ya que en este periodo encontramos
una enorme variación en el nivel de actividad en los niños y además es necesario tener
en cuenta el tamaño corporal.

Es importante tener todo esto en cuenta, porque la actividad física especialmente va a


causar que las demandas sean diferentes en unos y otros niños donde se estima
que de una actividad sedentaria a una activa pueda haber una diferencia de demanda
energética de hasta un 25 %. En términos genéricos, podemos decir que los
requerimientos energéticos serían los recogidos en la tabla que te mostramos a
continuación:

4 - 5 años 1 530 – 1 7 00 – 2 040 kcal/día

6 - 9 años 1 800 – 2 000 – 2 400 kcal/día


Tabla 1. Requerimientos energéticos de niños en edad escolar.

Las estimaciones de energía son orientativas y se han considerado para baja, media y
alta actividad [1].

Como decíamos, es importante ajustar las necesidades a las ingestas utilizando


las herramientas habituales como puede ser estimaciones matemáticas basadas en
ecuaciones predictivas y donde se pueda plasmar la demanda por actividad física
mediante unidades de medida de equivalentes metabólicos (MET), al igual que
procederemos en el resto de la población de aquí en adelante.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Como entendemos que no es materia específica de esta asignatura, no entramos en tratar


con mayor detalle la cuestión. En caso de necesitar algún tipo de aclaración o mayor
profundidad en el conocimiento de las citadas herramientas, quedamos a disposición del
estudiante para aclarar lo necesario.

Los hidratos de carbono deben seguir siendo el nutriente de mayor presencia en la


dieta del niño tienen que proporcionar al menos la mitad de la energía total requerida
(50-55 %). Las fuentes principales son cereales, hortalizas y frutas. Donde los
carbohidratos complejos, de lenta absorción deben estar representados en un 90 %
dejando el restante 10 % para los glúcidos sencillos.

La fibra dietética es importante y deben aportarse unos 25 g/día que irá en aumento
hacia el final del periodo.

Las grasas deben proporcionar una cantidad de energía total del 30-35 % del cual entre
un 2-6 % debe ser suministrada por el ácido linoleico.

Las recomendaciones para proteínas se estiman entre 30 y 36 g/día teniendo en cuenta


que han sido calculadas para una calidad media de la proteína con un coeficiente de
utilización neta (𝑁𝑃𝑈) = 70.

En el caso de practicar dietas alternativas de tipo vegana o similar donde la cantidad de


proteínas ingeridas no son de alta calidad, deberían aumentar el consumo de proteínas
vegetales o suplementar los aminoácidos esenciales.

Vitaminas y minerales

Tal y como indicamos en el tema anterior, en lo que respecta a vitaminas hay que decir
que no es fácil encontrar deficiencias en niños que se alimentan de forma
normal si consumen una dieta equilibrada y lo suficientemente variada.

En cuanto a minerales, siguen siendo zinc, hierro y calcio, como ya dijimos,


importantes en el crecimiento y desarrollo óseo, por lo que son los micronutrientes
inorgánicos a los que especialmente hay que prestar mayor atención, ya que se pueden
dar casos de niños que no cubran sus requerimientos.

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A continuación, en las Tablas 2 y 3 os mostramos los requerimientos de vitaminas y


minerales [1].

Edad Tiamina Ribo- Niacina Vit B6 Folato Vit B12 Vit C Vit A Vit D Vit E Vit K
flavina

mg mg mg mg µg µg mg µg µg mg µg

4 -5 años 0,7 1 11 1 ,1 2 00 1 ,5 55 3 00 15 7 55

6-9 años 0,8 1 ,2 13 1 ,4 2 00 1 ,5 55 4 00 15 8 55

Tabla 2 Requerimiento de vitaminas en niños de edad escolar. Basada en [1].

Edad Ca Fe I Zn Mg K P Se
mg mg µg mg mg mg mg µg
4-5 años 7 00 9 70 10 2 00 1 .100 500 20

6-9 años 800 9 90 10 2 50 2 .000 7 00 30


Tabla 3. Requerimiento de minerales de niños en edad escolar. Basada en [1].

6.4. Problemas más frecuentes relacionados con la nutrición

En los escolares, los problemas de salud relacionados con la nutrición son realmente
escasos si no consideramos el sobrepeso y la obesidad, cuyos valores de prevalencia
empiezan a ser verdaderamente preocupantes.

Las deficiencias de hierro y la caries dental centran la mayor parte de los problemas. En
este apartado, profundizamos especialmente en cuestiones relacionadas con el peso
excesivo de los escolares.

Deficiencia de hierro

Es uno de los problemas que vimos que en la etapa anterior también se producía.

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En estas edades es bastante menos frecuente, pero tenemos que incidir en él porque
aunque la alimentación en general de los niños es bastante completa y contiene hierro
suficiente, la creciente costumbre de practicar dietas alternativas, especialmente la
vegana —por esa pretendida atribución saludable que hay quien le otorga—, es motivo
más que suficiente para recordar que en estos casos es donde con mayor facilidad puede
aparecer esta deficiencia mineral, y la prevención de esta debe realizarse con la ingesta
de suplementos de hierro.

Una vez declarada la anemia ferropénica, el tratamiento pasa por la administración de


hierro durante al menos un mes y reforzar la alimentación con alimentos ricos en el
mineral como son las carnes, pescados, cereales con hierro adicionado, acompañados
todos, por otros ricos en vitamina C que como ya indicamos facilita la absorción intestinal
del hierro.

Caries dental

Son muchos los niños afectados por este problema que, como ya indicamos, está
relacionado directamente con el tiempo que, durante la dentición, se encuentra en
contacto con determinados azúcares —especialmente aquellos que consideramos como
sencillos—.

De ahí que alimentos azucarados y refrescos en general no sean lo más idóneo


cuando un niño padece caries y, por supuesto, tampoco si queremos prevenirlo. Creemos
importante señalar que la salud bucodental del niño no queda aquí, puesto que una mala
higiene dental puede ocasionar otros problemas bucodentales más graves como la
periodontitis.

Crear el hábito de cepillarse los dientes tras la ingesta alimentaria es una buena
actitud preventiva, pero para ello es necesario que el niño tenga unas costumbres
higiénico-alimentarias coherentes, con unos horarios para comer determinados,
evitando el «picoteo» o ingestas de alimentos a deshoras que no facilitan nada la
prevención y que, incluso, podrían ser causa de otros problemas. El uso de dentífricos
fluorados, y en algunas ciudades, las fluoraciones de aguas de consumo son, así mismo,
unas medidas preventivas eficaces.

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Es importante destacar que, en esta etapa, los niños empiezan a perder de forma
natural su primera dentición, llamada «de leche», que es sustituida por los dientes
definitivos. Durante este proceso es posible que algún niño tenga dificultades para
masticar o morder algunos alimentos y, por otra, debemos indicar que una buena higiene
dental, así como un proceso de crecimiento y desarrollo de la nueva dentición de forma
favorable evita problemas dentales en el futuro.

Sobrepeso y obesidad

Una vez más, hacemos referencia al estudio ALADINO (2015) que nos muestra que la
prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños de entre 6 y 9 años, por fortuna, ha variado
positivamente pero de manera muy ligera, ya que se han comparado los valores
obtenidos en ediciones anteriores del estudio y se ha podido constatar que la prevalencia
de sobrepeso, pasa del 26,2 % (2011) al 23,2 % (2015), pero los datos correspondientes a
la obesidad son muy parecidos (18,3% en 2011 frente a 18,1 % en 2015) [2].

Otros países de nuestro entorno no pueden presumir de valores mucho mejores y esto
indica que las sociedades avanzadas estamos afectadas por una serie de factores
ambientales que facilitan la propagación del sobrepeso y la obesidad. Tal vez, el más
influyente si mantenemos al margen la alimentación, es la escasa actividad física.
Como ya indicamos, el gran riesgo añadido de padecer sobrepeso y obesidad es la
predisposición para sufrir enfermedades crónicas como diabetes mellitus II
y ECV.

El embarazo y la lactancia son dos momentos clave para que la obesidad a futuro se
desarrolle, al igual que la situación de rebote de adiposidad, que citamos con
anterioridad.

En los últimos tiempos, este periodo de rebote de adiposidad que se produce en


torno a los 6 años está adquiriendo una especial importancia para las investigaciones
sobre obesidad, porque parece ser que la edad concreta en la que se produce influye
notablemente en la cantidad de tejido adiposo total que el individuo tendrá el resto de su
vida. Proyectándose como negativo, es decir, con mayor riesgo de sufrir sobrepeso, si este
rebote sucede antes de los cinco años y medio de vida, y positivo, cuanto más tardío
resulta.

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Algunas investigaciones sugieren que el rebote de adiposidad precoz pudiera estar


relacionado con bebés que nacen con peso excesivo debido a que la madre ha sufrido
diabetes gestacional durante el embarazo.

El ambiente que rodea al niño ejerce una influencia capital en sus conductas
alimentarias; de hecho, factores como la presencia de obesidad especialmente en la
madre, niveles educativo y socioeconómico familiar bajos, facilitan que los niños
padezcan obesidad.

Por otra parte, cabe destacar que el desarrollo de los niños con sobrepeso es
mayor, su esqueleto es más grande e, incluso, la edad ósea corresponde a niños más
mayores. Su aspecto también se correlaciona con otros de mayor edad y hasta la madurez
sexual les llega antes. Se constata que los niños que sufren obesidad son más propensos
a tener trastornos en el equilibrio de lípidos sanguíneos, así como hipertensión , algo
muy anormal a estas edades y por supuesto intolerancia a la glucosa que les acarrea una
serie de problemas de salud añadidos, típicos de personas mayores con dudosos hábitos
de salud como es la diabetes mellitus II, una enfermedad que suele darse en adultos de
edad avanzada pero que cada vez es más común detectarla en las consultas de pediatría.

Por ello, se hace necesario un especial seguimiento a los niños con sobrepeso y
obesidad con objeto de detectar estas alteraciones y marcar estrategias preventivas.

Respecto a la actividad física de los niños, no podemos obviar la situación actual en


cuanto a los cambios acaecidos en las últimas tres décadas en lo referente a la actitud
recreativa de los menores, la televisión, videojuegos, etc., que forman parte hoy en día
del tiempo de asueto de los niños. Cuando el tiempo que pasan sentados frente a una
pantalla es mayor al necesario, se le roba tiempo a la actividad física. Los cambios en la
forma de divertirse de los pequeños han provocado un exceso de sedentarismo que
desgraciadamente contribuye a los incrementos ponderales en muchos casos, y ahí al
sobrepeso y obesidad.

Estas edades son un buen momento para estimular a los niños en el inicio de la
práctica deportiva que, si se mantiene en el futuro, al menos esos niveles de ejecución
física ayudan a limitar el exceso de tiempo invertido en actividades sedentarias y cómo
no, al incremento de peso.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Por otra parte, se ha observado que muchos niños asocian el tiempo de televisión al
consumo de alimentos, especialmente al de golosinas o similares que van a contribuir
aún más a ese incremento ponderal. Por tanto, menor actividad con el consiguiente
menor gasto y mayor consumo energético, dan lugar inequívocamente a un balance
favorable a la ganancia de peso.

Manejo del sobrepeso y obesidad pediátricos

En 2003 la APP (Academia Americana de Pediatría) [3] dio la voz de alarma al constatar
el vertiginoso aumento de la obesidad infantil y sus consecuencias para la
salud y publicó una serie de principios con objeto de prevenir la epidemia de los que
destacamos como prioritario el reconocimiento precoz del sobrepeso en los niños.
usando como herramienta el IMC calculado para cada edad y la adopción de
medidas anticipatorias apropiadas respecto a una alimentación y ejercicio saludables.
También apoyar iniciativas que de alguna forma aporten oportunidades para que los
niños realicen actividad física, se mejore la disponibilidad de alimentos saludables y la
investigación para el tratamiento de sobrepeso infantil.

Son estrategias que todas las organizaciones científicas relacionadas con la pediatría,
nutrición, educación física y estudio de la obesidad del mundo occidental han adoptado
de una u otra manera para implementarlas en sus zonas de influencia. Los programas
que integran la lucha contra la obesidad infantil incorporan como herramientas
estratégicas medidas preventivas (en el apartado «Webgafría» podrás ver casos
reales) como la opción más económica y efectiva para evitar la propagación.

La parte educativa de los programas preventivos son, a nuestra manera de ver, la forma
más fiable y duradera de transmitir a la población diana (los niños y su entorno, tanto
familiar como escolar) una información que sea útil. En el proceso preventivo, deben
implicarse todos los actores sociales, centros educativos y sanitarios, organismos
públicos, familiares, productores y comercializadores de alimentos, productoras de
televisión y medios en general dirigidos a los niños. Reivindicamos una vez más, la
adopción de una medida tan sencilla y productiva como es la incorporación de los
conocimientos en nutrición como materia transversal en todos los ciclos educativos
oficiales.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Como instrumento evaluador del problema recomendamos, como hemos indicado más
arriba, la utilización del IMC adaptado a cada edad. Para ello se calcula un percentil de
IMC, que, si está comprendido entre 85 y 94, se considera sobrepeso y si es mayor de 95,
estaríamos ante un diagnóstico de obesidad. A la hora de enfrentarse con un caso de estos
es aconsejable determinar las posibles alteraciones en la salud del niño a consecuencias
del exceso de peso, así como realizar un estudio detallado de los hábitos dietéticos y de
ejercicio familiares y personales.

La experiencia profesional de muchos años nos indica que el trabajo a nivel de


conducta es esencial si queremos obtener una respuesta positiva al tratamiento, y para
ello la valoración de la disposición positiva para el cambio en las conductas dietéticas y
de actividad física si no son las apropiadas del niño y su entorno, es la clave para que
el proceso de tratamiento pueda iniciarse y tenga éxito.

Una vez diagnosticado y calibrado el alcance del problema se debe abordar el


tratamiento más idóneo.

El enfoque del tratamiento integral del niño con sobrepeso y obesidad debería
comprender una serie de cuestiones como son:

» Prevención mediante la educación nutricional.


» Manejo de la pérdida de peso (según el algoritmo sugerido en la Figura 4).
» Intervención multidisciplinaria completa (valorar la participación de psicólogos,
especialistas deportivos y otros profesionales de la salud).

Edad de 6 a 11 años

85 - 94 95 - 98 99

Mantenimiento del peso Pérdida de peso


Pérdida gradual de peso
o desv iación descendente promedio y máximo de
de no más de 454 g/mes*
del percentil del BMI 905 g por semana*
Figura 4. Manejo de la pérdida de peso en escolares [7]. *Los valores de pérdida de peso son aproximados.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Respecto al manejo de la pérdida ponderal, si el niño en cuestión tiene un valor del


percentil 85 a 94 del IMC para la edad (sobrepeso), se debe dirigir hacia la conservación
del peso o intentar una reducción hasta alcanzar un percentil < 85. En el caso de niños
con percentiles de 95 a 98, el objetivo debería ser lograr una pérdida gradual de no más
de 454 g por semana hasta conseguir que el percentil sea <85 y cuando el percentil se
sitúe ≥99, el propósito debe ir encaminado a una disminución ponderal que no exceda
los 908 g por semana hasta que se consiga un percentil <85.

Debemos señalar que la pérdida ponderal debe ser cuidadosa y hay que estar
alerta, porque una disminución descontrolada podría comprometer el crecimiento del
niño. Por lo tanto, hay que garantizar siempre que el programa dietético minimice el
riesgo de esta situación.

Estudios basados en evidencias científicas demuestran que aquellos tratamientos que


comprenden programas con elementos como educación nutricional, asesoramiento
dietético, entrenamiento del entorno social, programas de actividad física adaptados al
niño, disminución del sedentarismo y encauzamiento conductual frente a la comida y el
ejercicio son enormemente positivos e inducen al éxito.

En definitiva, la finalidad del tratamiento integral es conseguir que el niño, y en su caso


el entorno, adopten una serie de hábitos alimentarios saludables e incorporen a
su vida elementos de práctica de actividad física regular que sean capaces de
mantener durante la vida, y así evitar recaídas o continuos altibajos en el peso.

Prevención de enfermedades cardiovasculares en niños de edad escolar

Hoy por hoy, las recomendaciones en el consumo de grasas por parte de los niños no son
diferentes de las que se hacen para la población en general; tal vez en un futuro más o
menos próximo se puedan establecer otras diferentes si los estudios indican algo en esa
línea. De momento, sabemos que el consumo de grasas en esas proporciones no afecta al
crecimiento. Sería necesario proceder a la realización de estudios que investigasen sobre
las cantidades y tipos de grasas que permiten un desarrollo óptimo del niño, y a la vez
sean capaces de prevenir enfermedades relacionas con ellas como son las ECV y la
obesidad.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Debemos destacar que es muy importante que la dieta del escolar contenga alimentos
que proporcionen ácidos grasos Ω-3 y Ω-6. Estos ácidos grasos pueden encontrarse
en pescados, fundamentalmente los grasos, cereales integrales, nueces y
derivados de la soja, entre otros.

Además, una dieta rica en verduras, frutas, lácteos bajos en grasas junto con
pescados —al menos dos veces por semana—, y carnes magras y que a su vez limite el
consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azucarados (zumos, refrescos, etc.) y
sal, puede mostrarse como preventiva de las ECV, especialmente en aquellos niños que
presenten sobrepeso u obesidad y/o antecedentes familiares con eventos
cardiovasculares en edades precoces o HTA.

Ciertos hábitos alimentarios poco saludables asociados a conductas sedentarias, están


provocando un aumento de las hiperlipidemias en niños. Cuando se hacen
evidentes, la respuesta dietética debe ser más restrictiva con el consumo de colesterol y
sobre todo evitar el consumo de alimentos en cuya composición figuren las llamadas
grasas trans que suelen estar presentes en productos de bollería ampliamente codiciados
por los niños de estas edades, junto con una reactivación de la actividad física y un
planeamiento que incluya cambios hacia hábitos alimentarios saludables dirigidos por
un profesional de la nutrición en colaboración con la atención pediátrica.

6.5. Recomendaciones alimentarias

En los escolares, las decisiones sobre los alimentos que prefieren no siempre son las
correctas porque tienden a limitar en exceso la variedad de los productos que consumen.
Es por tanto esencial que el entorno educativo esté vigilante para conducir a los niños
por la senda de una alimentación variada y saludable. Es buen momento para formar
hábitos alimentarios que pueden ser mantenidos a lo largo de la vida; de ahí la
importancia que la educación nutricional tiene. Fomentar una cultura
gastronómica y culinaria en los menores se muestra como un excelente
complemento.

No podemos olvidarnos de los alimentos ricos en componentes bioactivos que, como


sabemos, se han mostrado muy efectivos en la prevención de diferentes afecciones
crónicas.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Por otra parte, evitar en lo posible el consumo de alimentos prefabricados y


racionalizar el tamaño de las raciones adaptándolas al niño, siempre teniendo en cuenta
que deben cubrirse los requerimientos nutritivos que proporcionen un crecimiento
óptimo y la energía necesaria para desarrollar todos los procesos de crecimiento y
actividad diaria del escolar.

Es necesario reconocer el acto de la comida como un hecho social que debe ser agradable,
practicado en un entorno amable, ya sea familiar o en comedores escolares, —estos
últimos cada día más utilizados debidos al ritmo de vida que llevamos—, que debe ayudar
a los pequeños a adquirir hábitos alimentarios que les proporcionen salud, y como hemos
indicado con anterioridad, puedan ser bien asimilados para que los mantengan a lo largo
de la vida.

Para ello debe destinarse a la alimentación un tiempo prudencial, donde el niño pueda
comer cómodo, sentado en la mesa, con tranquilidad, sin elementos que les hagan perder
atención en el acto como puede ser la presencia de televisión o similares y, aunque estos
detalles parezcan nimios, el resultado de su práctica habitual puede ser enormemente
ventajoso. No olvidemos que hemos indicado que hay que estimular en el escolar una
cultura gastronómica, sobre todo para evitar que en su lugar se establezcan conductas
tendentes a la comida rápida tan de moda en nuestros días. Se trata de inculcar a los
pequeños una forma de alimentarse que les cause placer acorde con las tradiciones
gastronómicas y con la incorporación de conductas dietéticas saludables.

Es conveniente establecer las comidas en horarios más o menos regulares evitando


a toda costa comer entre esas horas destinadas a tal fin. Como ya indicamos en el tema
anterior, el niño tiene capacidad de autorregular la ingesta alimentaria, por tanto, no se
debe forzar a los niños a comer siempre que no lo quieran hacer por capricho, sino
porque realmente estén saciados.

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En este aspecto nos puede ayudar mucho entender bien cuáles son las raciones idóneas
para ellos según la edad:

Alim ento Medida Medida casera

Leche entera 220-250 c c 1 taza


Cacao o azúcar 5-1 0 g 1 cucharada de postre
Galletas 24-28 g 4 unidades
Cereales de desay uno 20-30 g 2-4 cucharadas soperas
Pan 20-60 g 2-3 rebanadas
Pasta 7 0-80 g 1 plato normal
Pasta (sopa) 20 g 1 cucharada sopera
Arroz 60-7 0 g 1 plato normal
Legumbres: garbanzos, lentejas o alubias 60-80 g 1 taza
V erdura cocida 1 50-200 g 1 plato
V erdura cruda (ensalada) 1 00-150 g 1 plato
Frutas 1 00-150 g 1 pieza mediana
Patatas 1 00-150 g 1 pieza pequeña-1 pieza
Carnes 7 0-80 g 1 filete pequeño
Fiambre 20-30 g 1 -2 lonchas
Pescado 7 0-80 g 1 filete pequeño
Huev os 50 g 1 unidad
Aceite de oliva 25-35 cc 2 ½- 3 ½ c. Soperas
Agua 1 .5-2.0 l 6-8 v asos
Tabla 4. Medidas y equivalencias caseras de raciones para escolares. Basada en [4].

El desayuno es una comida esencial especialmente para los niños: les proporciona
energía para comenzar la jornada tras el descanso y ayuno nocturnos.

Son muchos los escolares en los que no se cuida esta comida y que se satisfacen con un
vaso de leche o similar y esto resulta insuficiente. En muchas ocasiones es por un
problema de tiempo, pero se debe programar un periodo de, aproximadamente, veinte
minutos para realizar un desayuno idóneo donde a parte de los lácteos se consuman
cereales o derivados y frutas y se puede incorporar aceite de oliva virgen extra, miel,
jamón, tomate etc.

Un buen desayuno va a mejorar el rendimiento físico, favorece la atención intelectual,


facilita en control del peso y debe ser uno de los buenos hábitos alimentarios que el
pequeño debe asimilar para favorecer la salud.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Si los escolares son inapetentes a la hora del desayuno, conviene que coman como se ha
indicado, pero en una proporción más pequeña y reforzar el desayuno con una colación
a media mañana más fuerte que puede estar compuesto por alimentos como fruta,
yogurt o bocadillos de fiambre a ser posible bajo en sal y grasas. Este tipo de
refrigerio también es aconsejable en la tarde, la típica merienda, huyendo siempre de la
bollería industrial y procurando que no se ingiera demasiado tarde o en una cantidad
excesiva para que no interfiera con el apetito a la hora de la cena.

La principal ingesta del día suele ser al mediodía y debería proporcionar entorno al 35 %
de la energía del día y la cena sobre el 20 %. Estos valores son aproximados y deben
ajustarse teniendo en cuenta las costumbres de vida familiares y la zona geográfica, pero
no deben variar mucho. Antes de dormir, puede ingerirse una «recena» constituida por
un lácteo.

En general, es deseable que la ingesta alimentaria tenga un reparto entre 4-5


comidas a lo largo del día.

Desde el punto de vista de la selección de alimentos, los niños a estas edades deberían
estar consumiendo al menos tres raciones de fruta y dos de verduras cocinadas o
en forma de ensalada, programas como «Cinco al día» (http://www.5aldia.org/), ayudan
a concienciar a los niños de su importancia dietética.

Figura 5. Programa «5 al día».

Alguna otra idea original habla de verduras de cinco colores (rojo, amarillo-naranja,
verde, azul-violeta, blanco) y tiene de interesante que las hortalizas de estos colores
proporcionan especialmente sustancias bioactivas muy útiles como carotenos,
antocianos y antioxidantes en general. Es posible, —aunque no es exactamente lo
mismo porque se pierde la ingesta de gran parte de la fibra insoluble—, cambiar fruta por
zumo de la misma, eso sí, elaborados con la fruta fresca y en el acto a ser posible.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Los alimentos que están constituidos por carbohidratos complejos no deben faltar en los
platos de los niños, es más, deben ser la base alimentaria tanto de ellos como del resto
de la población, los cereales, mejor integrales por su riqueza en fibra, vitaminas y
minerales, y sus derivados, incluido el pan, pastas arroces, así como patatas y otras
hortalizas feculentas son de elección ineludible.

Otro grupo de alimentos esenciales para asegurar en buen desarrollo de los escolares es
el de los lácteos. De ellos se deben consumir al menos 500 ml/día de leche o
derivados. Constituyen el principal suministro de calcio y ya sabemos que este mineral
es esencial para el desarrollo del esqueleto y dentición. Un sistema óseo fuerte y bien
formado desde el principio es la mejor forma de prevenir la osteoporosis en etapas
posteriores de la vida. Satisfacer los requerimientos de calcio prescindiendo de los
alimentos derivados de la leche resulta una ardua tarea, sobre todo si deben cubrirse
unas necesidades elevadas. Una opción alimentaria que facilita la satisfacción de estas
son los alimentos enriquecidos con calcio, especialmente en el caso de escolares que
utilizan algún método de alimentación alternativa (p. e. veganos).

Respecto a los alimentos proteicos, su proporción en la dieta debe situarse en torno


al 15 % del total de la energía consumida; indicaremos que los huevos constituyen el
mejor aporte de este nutriente por su alta calidad proteica. Los pescados y mariscos
representan una excelente elección, porque además contribuyen a cubrir los
requerimientos de muchos minerales, vitaminas y ácidos grasos poliinsaturados,
especialmente los de la serie Ω-3, aquellos más grasos. Habría que cuidar de que los
niños ingirieran unas 3-4 veces a la semana este tipo de alimentos.

Es importante facilitar al pequeño diferentes variedades para que puedan adaptarse a su


gusto y a su vez, evitar servirles especies de las que se tienen ciertas dudas sobre su
salubridad, como es el panga, así como los grandes pescados que tienen mayor
probabilidad de estar contaminados con metales pesados, y aunque no representen un
problema de seguridad alimentaria porque los niveles de estos en los peces no exceden
los límites considerados como tóxicos, son elementos que se acumulan en el organismo .
De ahí que cuanto más pequeño sea el individuo que los ingiere, si sigue expuesto a lo
largo de la vida, es posible que llegue a acumular en su organismo niveles tóxicos en
algún momento de su vida.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Otra estimable fuente proteica son las carnes y derivados, que además aportan
vitaminas (del grupo B) y minerales como el hierro y zinc, básicos en el desarrollo del
niño. Se deben ofrecer sobre todo carnes magras con la menor cantidad de grasa
posible. Cualquier animal cárnico por excelencia puede ser una opción interesante
(vacuno, ovino o porcino) pero por su riqueza en grasas saturadas debe considerarse
positivamente otras carnes como conejo, pavo, y aves en general.

Los derivados como fiambres y embutidos son una posibilidad de consumo que suele
agradar a los escolares, pero debido a la gran riqueza en grasa que muchos de ellos
contienen, debe controlarse su ingesta para hacer que esta sea ocasional. Un caso
particular lo representa el jamón curado, especialmente si la carne de este proviene de
cerdos de raza ibérica y a ser posible alimentados con bellota, que constituyen un
alimento extraordinario con un contenido en grasas saturadas muy bajo y, por el
contrario, son ricos en ácido oleico que como se sabe es el ácido graso más conveniente
para el ser humano. No obstante, el contenido de sodio que contienen estos productos
hace de ellos alimentos de los que no conviene abusar.

Es muy importante que los niños consuman legumbres. La versatilidad a la hora de


prepararlas permite que puedan adaptarse con cierta facilidad a los gustos más
caprichosos, pero lo más importante es su rico contenido en nutrientes, especialmente
hidratos de carbono complejos, proteínas vegetales, fibra dietética,
vitaminas y minerales, lo que les convierte en un alimento muy completo. Por otra
parte, las preparaciones culinarias hacen que suelan ir acompañadas de otros alimentos
como cereales , carnes , pescados y verduras, que dan lugar a platos enormemente
nutritivos y que los niños suelen aceptar con agrado.

Las grasas deben estar representadas fundamentalmente por el aceite de oliva


virgen extra, un verdadero aliado de la salud. Su alto contenido en ácido oleico le hace
ser la grasa de elección a estas edades y en el resto de las etapas vitales, porque no solo
su perfil lipídico es favorable para los humanos, es que además, contiene una serie de
componente minoritarios como el hidroxitirosol, escualeno, triterpenos, etc. con una
importante y demostrada actividad biológica preventiva en enfermedades como el cáncer
o ECV que lo convierten en único.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Para finalizar estas recomendaciones, incidiremos en procurar limitar el acceso de


los niños a alimentos demasiado ricos en energía, grasas saturadas y
azúcares sencillos. No debemos olvidar aquellos que en su composición figuran
sustancias perjudiciales como las grasas trans, ejemplos de este tipo de productos son
la bollería industrial, alimentos prefabricados, como son las pizzas y similares. Está bien
que tomen este tipo de platos, pero hay que procurar que la preparación sea casera
con alimentos frescos y naturales, y resulta muy gratificante para ellos participar en la
elaboración de recetas como estas, sencillas y que pueden en parte hacer a su gusto, etc.

De igual modo, el consumo de refrescos y zumos industriales azucarados


deben ser limitados en su consumo por parte de los escolares.

En definitiva, cuanto más variada sea la comida que ofertemos a los niños, la satisfacción
de los requerimientos nutritivos tendrá mayores posibilidades de éxito; para ello
conviene garantizar que se les brinden alimentos de todos los grupos y a ser posible
ir cambiando la forma en que se cocinan con objeto de que se familiaricen con las
diferentes texturas y matices de sabor que proporcionan los distintos métodos culinarios.

Con ello conseguimos que se enriquezca su acervo gastronómico personal, aunque los
menores suelen preferir preparaciones concretas —como las frituras y otras sencillas—
dejando de lado preparaciones más complejas que les cuesta incluso probar. El aspecto
de la comida es muy estimulante para los niños y conviene hacerles atractivos los
platos y nunca olvidar ofrecerles alimentos nuevos con objeto de que vayan ampliando
el abanico de alimentos que comen.

6.6. Complementos nutricionales

Cuando un niño sano es capaz de alimentarse a través de una dieta suficientemente


variada y equilibrada nunca requiere ningún tipo de complemento nutricional. Solo
deberían utilizarse cuando exista algún riesgo de padecer algún tipo de déficit
respecto a las necesidades nutricionales que han sido establecidas.

Por parte de familiares de los niños que se encuentran en este tramo de edad, en muchas
ocasiones aparecen pensamientos relacionados con la escasez de crecimiento del niño y
de forma voluntaria adoptan la equivocada costumbre de aportar un complemento tipo
complejo de vitaminas y minerales.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Se trata de un error que hay que desterrar: la evolución en el crecimiento y desarrollo


del escolar debe ser evaluado por los servicios pediátricos que determinarán en su caso
si es o no correcto y a partir de ahí los profesionales de la nutrición deberán valorar la
dieta del niño y su satisfacción de los requerimientos. Del conjunto de ambos se decidirá
si es necesario el aporte de complementos nutricionales.

Lógicamente, los niños que practiquen —como hemos indicado en ocasiones anteriores—,
dietas alternativas presentan mayores riesgos de sufrir deficiencias y deben
vigilarse más estrechamente.

6.7. Educación nutricional. Fomento de conductas de


alimentación saludable y actividad física en la edad escolar

Con idea de mejorar el estado nutricional de los escolares, es necesario que educadores,
centros educativos, industria alimentaria, profesionales sanitarios y, por supuesto,
responsables políticos, aúnen energías con el objetivo de establecer estrategias que
faciliten la práctica de una alimentación saludable.

Pero el pivote fundamental de la educación nutricional lo constituye el núcleo


familiar, porque es donde el niño aprende conductas alimentarias adoptadas de sus
cuidadores familiares y a su vez estos son los principales proveedores de alimentos para
el menor. El entorno familiar debe proporcionar una alimentación variada y saludable
restringiendo el suministro de aquellos alimentos poco saludables ricos en azúcares
sencillo y grasas, por ejemplo.

Si la casa de los escolares presenta disponibilidad de alimentos saludables tales como


frutas y verduras y limitación de refrescos y bollería industrial, por ejemplo, el consumo
de ese tipo de alimentos sanos se ve favorecido en detrimento de los otros, y además
puede comprobarse que el IMC tanto de los niños como del resto de los integrantes del
núcleo familiar es menor.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Se ha mostrado como algo muy aconsejable introducir a los escolares en las dinámicas
de aprovisionamiento y preparación culinaria de los alimentos que van a constituir
la comida familiar, ya que de alguna manera familiariza al escolar con tareas relacionadas
con la alimentación y se crea un hábito que, sin duda, puede perdurar por tiempo
ilimitado. Lógicamente, el entorno debe proporcionar los conocimientos idóneos para
conseguir que el resultado culinario se traduzca en la práctica de una dieta equilibrada y
saludable.

Figura 6. La importancia del núcleo familiar.

Una de las vías más idóneas para facilitar la promoción de conductas alimentarias
saludables son los programas encaminados a ello que pueden iniciarse a nivel escolar. El
problema radica en que tal vez no se han llegado a coordinar suficientemente, debido a
todos los actores implicados para que representen un éxito rotundo.

Un buen programa integral de promoción escolar debe constituirse por un importante


contenido educativo sobre salud, mejor aún si tuviera un valor académico. Una
adecuación idónea por ejemplo del servicio de comedor escolar en caso de su existencia
en el centro educativo, donde todos los alimentos que puedan servirse sean catalogados
previamente como saludables, o una programación de actividad física completa,
adaptada y diseñada por profesionales que previamente se habrán coordinado con los
expertos en nutrición para que las estrategias sean complementarias.

Los servicios sanitarios deberán aportar su conocimiento con objeto de incluir todos
los posibles factores moduladores en la prevención de otros problemas patológicos, como
pueden ser los trastornos de la conducta alimentaria entre otros, y además es lógico que
formen parte de la coordinación de un programa cuyo objetivo final es la promoción de
la salud mediante mecanismos preventivos y por supuesto, un plan formativo en
nutrición y salud para personal docente y entorno de los escolares.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Estos programas educacionales deben diseñarse de tal forma que permitan fomentar
tanto una alimentación saludable como la práctica de ejercicio físico durante toda la vida
del individuo. La etapa escolar constituye un momento ideal porque los centros
educativos brindan un lugar especialmente favorable para estimular el desarrollo de
ejercicio físico, ya que en los planes de estudio figura la educación física como una
materia obligatoria de todos los escolares. Tal vez es necesario que sus contenidos
deban adaptarse aún más a obtener como resultado un provecho para la salud, y no
primar cuestiones competitivas que provocan en el alumnado menos capacitado
físicamente un menoscabo en la práctica física, que de alguna forma les condicionaría
conseguir los mejores beneficios para su salud.

En algunos países, como es el caso de EE. UU. la educación nutricional es materia


obligatoria en la mayor parte de la educación media y superior. En España estos temas
se dejan al libre albedrío del profesorado, que en materias como ciencias naturales o
similares hacen incursiones en materia nutricional o bien algunos monitores de
comedores escolares intentan impartir algunas nociones relacionadas.

Pero lo peor es que el personal docente no tiene ni mucho menos la formación necesaria
en cuestiones de alimentación, nutrición y seguridad alimentaria y creemos
que es vital para un buen desarrollo formativo que no induzca a errores que pasen factura
a los escolares.

Las autoridades académicas y sanitarias deberían de una vez por todas analizar este
problema y convocar a los expertos en nutrición para diseñar una estrategia que
permita integrar de forma transversal una materia obligatoria, definida y
diferenciada de otras, desde la enseñanza primaria hasta la educación superior.
Debemos tener en cuenta que se trata de una formación para la salud que cualquier
individuo puede beneficiarse de ella y a su vez constituye un gran ventaja social que
podemos decir sin riesgo a equivocarnos, que mejoraría las previsiones de salud a medio
y largo plazo, originando una menor incidencia en enfermedades crónicas y por supuesto
traducirse en un importante ahorro de los costes sanitarios globales.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

El programa debería proyectarse en dos líneas docentes complementarias:


» Por un lado, la correspondiente a los estudiantes: los contenidos deberían
programarse de acuerdo con la madurez intelectual del alumnado y etapa fisiológica
de la vida.
» Por otro, al personal docente, para que pudiera responder de una forma eficiente y
veraz a los planes de estudio marcados por los expertos en nutrición. La adecuación
tendría que correlacionarse con la de los estudiantes y hacer hincapié no sólo en el
conocimiento de la ciencia nutricional y aspectos relacionados con la salud, sino que
resultaría de gran provecho que los docentes fueran instruidos en habilidades que
motiven a sus alumnos a promover cambios conductuales que colaboren en el éxito
del programa.

Como decíamos, los contenidos deben asimilarse al grado educativo del escolar
comenzando por nociones muy básicas para ir progresivamente adquiriendo una
capacitación que debe madurar al llegar a la educación secundaria. Aquí, el desarrollo
del individuo le permite obtener unos conocimientos más avanzados en la materia, que
irán complementando y ampliando las bases adquiridas en etapas anteriores que podrán
aprovechar la etapa de cambios cognitivos y sociales típicos de la adolescencia, para
fomentar la adopción de una serie de hábitos saludables que fortalezcan la salud del
individuo y a su vez prevengan problemas como los trastornos de la conducta alimentaria
(anorexia y bulimia).

No cabe duda de que no es tarea fácil; tal vez lo más importante sea la concienciación de
los legisladores que provoque la presentación de iniciativas que promuevan estas
actividades de forma reglada, porque los programas de educación en nutrición y
actividad física son evidentes en los países occidentales, pero insistimos en que si no se
implica un cambio en los planes de estudio de los escolares quedan como un
complemento educativo que desgraciadamente no es aprovechado por todos.

Por indicar algunas aproximaciones al diseño de este tipo de actividades docentes,


entendemos que los métodos de enseñanza deben conseguir que el escolar adquiera
habilidades para facilitarles poco a poco la toma de decisiones sobre salud y
paralelamente promover los cambios conductuales necesarios para redirigir hacia una
alimentación saludable. Recomendamos para ello métodos educativos basados el
aprendizaje por descubrimiento y resolución de problemas, talleres
prácticos en pequeños grupos de trabajo y aprendizaje cooperativo.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Aplicando técnicas que destaquen el valor de la salud, el establecimiento de metas


incluyendo para ello el compromiso de cambio individualizado y en muchos casos
estimamos como positivo el que otros chicos de mayor edad que ya han sido instruidos
ayuden a los más pequeño a adoptar los conocimientos sugeridos. Creemos que la
integración de estos programas con las TIC, con las que hoy en día los niños están
familiarizados, hacen de esta formación algo atractivo para los escolares que apunta
hacia el éxito.

Parece claro que el entorno escolar puede tener una relación con estas actividades que
va más allá de la mera cuestión académica citada, porque cada vez los niños hacen mayor
uso de los comedores escolares y porque de alguna forma tienen acceso a alimentos sin
estar estos supervisados por los mayores, en muchos centros se han instalado máquinas
expendedoras o disponen de cantinas donde los escolares pueden hacer acopio de
viandas.

No hay ni qué decir que toda esta disponibilidad de alimentos debería estar controlada
por la dirección del centro educativo para evitar la venta de productos poco saludables,
pero la realidad es que no es así, dejando al escolar libre acceso a ellos con el perjuicio
que les puede acarrear. Se han implementado algunas iniciativas interesantes en algunos
centros donde estos aparatos han sido cargados con alimentos como frutas y
ciertas verduras de fácil consumo como tomates tipo cherry. Entendemos que
son magníficas ideas, pero no serán muy efectivas si esas máquinas fueron con
anterioridad dispensadoras de otros alimentos no saludables a los que los escolares
tuvieron acceso; es decir, no estimamos que el cambio de tipo de alimento tenga al menos
en los inicios buena acogida. Caso diferente es si son dotadas desde el principio con
productos saludables y por supuesto, es necesario cuidar que sean muy variados —y esto
tal vez podría incrementar los costes—.

Es bastante común que en colegios se pongan en marcha proyectos como las meriendas
o desayunos saludables donde los niños deben llevar para comer una serie de alimentos
que previamente han sido considerados idóneos por sus docentes y pueden realizar algún
tipo de actividad académica relacionada, pero no dejan de ser cuestiones formales,
plausibles, pero sin la profundidad que requiere el tema como hemos visto con
anterioridad.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

A todo esto, hay que sumarle que la publicidad —sobre todo televisiva— relacionada
con los escolares no suele ayudar demasiado a una buena práctica alimentaria. La
continua promoción de alimentos tipo bollería, galletas, etc. o de establecimientos de
restauración de comida rápida y poco saludable que se realiza durante la programación
infantil —en muchos casos ofreciendo obsequios atractivos para el escolar— dificultan
sobremanera la educación nutricional, pero sería posible sacar un cierto rendimiento a
ella por parte de los educadores utilizando este tipo de alimentación como
ejemplos de lo que no es saludable desde el punto de vista alimentario y
contraponerlo con la alternativa óptima.

En los últimos años, fundamentalmente por la presión ejercida por los expertos y
sociedades científicas relacionadas con la nutrición, obesidad y salud en general, las
autoridades sanitarias han puesto en marcha iniciativas instando a que la industria
alimentaria realice cambios y mejoras en la producción, composición y
publicidad de sus productos al objeto de conseguir de ellos mayor salubridad. Así se ha
conseguido una disminución de sal en algunos alimentos, pero queda mucho por hacer.
Sin ir más lejos, resulta ciertamente complicado encontrar unas galletas con poca
cantidad de azúcar y que contengan solo grasas saludables; todavía estamos muy lejos de
conseguir metas verdaderamente útiles.

Por otro lado, se han aplicado programas ambiciosos por parte de AECOSAN
(Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición) como es Estrategia
NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) [5]. Una estrategia de
salud que, siguiendo la línea de las políticas marcadas por los organismos sanitarios
internacionales que tienen como meta invertir la tendencia de la prevalencia de la
obesidad mediante el fomento de una alimentación saludable y de la práctica de la
actividad física y, con ello, reducir sustancialmente las altas tasas de mortalidad
atribuibles a las enfermedades no transmisibles.

El programa viene desarrollando acciones basadas en la evidencia científica y está


centrada en todos los ámbitos sociales (familiar, educativo, empresarial, sanitario,
laboral, comunitario) que promueven y facilitan una alimentación variada, equilibrada y
la práctica de actividad fisca, así como a la obtención de la información más idónea
para ayudar al consumidor a tomar decisiones y elecciones más saludables que les
permitan la adopción de estilos de vida saludables y activos.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Para ello, desde la Estrategia NAOS se fomenta colaboración de todos los sectores
y agentes de la sociedad tanto públicos (CC. AA., ayuntamientos, etc.) como privados
(industria de alimentos y bebidas, sociedades científicas, organizaciones de
consumidores, sectores de distribución y restauración, etc.).

Las iniciativas van indicadas a toda la población, pero se priorizan las dirigidas
hacia los niños.

Algunas Comunidades Autónomas también están desarrollando programas en esta línea.


Destacamos entre otros PIOBIN (Plan Integral de Obesidad Infantil, Junta de
Andalucía), del que hablamos en el tema anterior y que está centrado de forma específica
en los niños en edad escolar.

No podemos desde aquí hacer una valoración no menos que plausible de todas las
iniciativas que se implementen en este sentido, pero la sociedad en su conjunto debe ser
más ambiciosa porque tenemos claro que como se alimenta un niño hoy, tendrá que ver
su salud mañana, y por tanto se debe priorizar sin más demora un desarrollo integral de
la educación nutricional.

6.8. La alimentación de escolares en el ámbito educativo.


Programas y estrategias en el diseño de menús escolares

Ya en el 2001, la entonces ADA (American Dietetic Association) hoy llamada Academy


of Nutrition and Dietetics, publicaba que los servicios nutricionales integrados en
los centros escolares constituían el componente esencial de los programas sanitarios
escolares que mejoraran el estado nutricional, la salud y el desempeño de las actividades
académicas de los niños norteamericanos [6].

Entendemos por integridad nutricional escolar como el hecho que sea garantizado que
todos los alimentos disponibles para alumnos sean consistentes con las recomendaciones
nutricionales establecidas para este grupo poblacional.

Un programa de nutrición en escolares es primordial para que el niño solidifique


los hábitos alimentarios saludables que deberían ser adquiridos en el ámbito familiar.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

El ambiente escolar debería apoyar formas de alimentación y ejercicio saludables, y es


por ello necesaria la implicación de todos los actores, docentes, personal escolar no
docente, familias y por supuesto, el personal que oferta el servicio de alimentación y la
propia empresa alimentaria o catering que lo proporciona según sea el caso.

Cuando se diseña el servicio de alimentación escolar, deben seguirse los principios


establecidos para proporcionar un menú saludable que, desde nuestra opinión, deben
instaurase por parte de las autoridades sanitarias con la esencial intervención de
expertos en nutrición y pediatras, y que no solo debe dirigir la elaboración del menú en
el ámbito educativo público sino también en el privado; no como una norma de consenso
sino como una norma sanitaria de obligado cumplimiento.

Figura 7. Comedor escolar.

La primera polémica surge cuando a la hora de ofertar el servicio se debe optar en la


mayoría de los casos, entre uno constituido por personal y medios propios del centro
escolar o bien la contratación o arrendamiento del servicio por una entidad tercera
(catering).

Los dos son perfectamente válidos, pero no se puede caer en la tentación de fijar un
precio al menú que realmente no esté acorde con las necesidades nutricionales del
escolar ni con la correcta adquisición de alimentos con suficiente calidad nutricional, que
además sean saludables y por supuesto cumplan todas las normas de seguridad
alimentaria establecidas por las autoridades competentes. Desgraciadamente, hemos
podido observar en años de experiencia profesional como la confección de muchos
menús escolares han estado y siguen estando supeditados a un precio tan bajo que en
muchos casos resulta imposible ofrecer los alimentos de la calidad referida.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

El segundo problema es la confección del menú: es obvio que debe ser realizado y
supervisado por profesionales de la nutrición, a ser posible con experiencia en la
materia concreta y consensuado con todos los implicados con la dirección técnica del
profesional, que debe prevalecer frente a cualquier otra opinión. Este sigue las
recomendaciones nutricionales de salud pública y vela por la estricta necesidad de
proveer de un menú saludable adaptado al escolar. Aunque parezca mentira, hay más de
un caso en la que estos profesionales expertos brillan por su ausencia y en muchos otros,
firman un menú que no han elaborado.

Hay un detalle que consideramos importante a la hora de confeccionar y evaluar el menú


escolar: la participación de los escolares en una especie de comité asesor que
fundamentalmente aporte retroalimentación sobre el servicio, el menú ofertado y sus
preferencias, porque ayudarán a investigar necesidades y podrán constituirse en un
vínculo con el que facilitar una educación nutricional saludable.

Alimentación saludable en la escuela

A lo largo del tema hemos estado profundizando en las cuestiones más importantes para
que los niños en edad escolar puedan disfrutar de una alimentación completa que
satisfaga sus requerimientos nutricionales y además esta sea saludable.

Como hemos dicho, el centro escolar se erige como un lugar idóneo para facilitar todo
este proceso, por un lado, desde el punto de vista educativo y por otro, por la capacidad
de ofertar alimentación a los niños.

Toda estrategia debe venir apoyada por cuestiones como la eliminación de accesos a
alimentos poco saludables como indicamos con anterioridad, las máquinas
expendedoras y las cantinas no deber ofrecer la posibilidad de adquirirlos y por otra
parte, el centro escolar debe tener disposición para acoger en su entorno programas o
iniciativas que fomenten el los escolares el consumo de alimentos saludables en
detrimento de otros que no lo son, tales como los que incitan a la ingesta de frutas y
verduras (p. e. «5 al día») donde productores agrícolas colaboran y además facilita la
distribución de sus productos.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Son muchos los programas que pretenden fomentar la alimentación saludable escolar,
pero entendemos que las siguientes recomendaciones deben tenerse en cuenta a la
hora de su diseño:

» Debe existir una coordinación estratégica del centro escolar, para que las acciones
destinadas a promover la alimentación saludable sean adoptadas por iniciativas
académicas en el aula y reforzadas mediante su puesta en práctica en el entorno escolar.
» Ha de contar con la integración de un plan de estudios específico, valorado
académicamente y transversal basado en educación para la salud que dirija a los
escolares hacia la adopción de hábitos de alimentación saludables.
» El equipo docente, así como el personal auxiliar que participa en las actividades
del comedor debe recibir la formación adecuada para desempeñar con pericia aspectos
relacionados con la educación nutricional, especialmente en estrategias centradas en la
modificación de conductas relacionadas con la salud.
» El servicio de restauración escolar y la educación nutricional debe ser
coordinado dentro de un plan estratégico de salud escolar, de forma que la información
recibida de los docentes sea reforzada durante el proceso alimentario en el comedor.
» Deben diseñarse actividades adecuadas para el correcto aprendizaje por
parte de los alumnos, con objeto de que puedan relacionar la educación nutricional
con cuestiones culturales, gastronómicas, de diversión y de participación de todos los
sectores de la sociedad.
» Es necesario que el programa implique a la familia y a la comunidad, con el
objetivo de apuntalar los conocimientos adquiridos y extender a la sociedad la
necesidad de practicar una alimentación saludable.
» Cualquier iniciativa estratégica debe ser evaluada periódicamente para valorar la
efectividad del programa y si es necesario, promover los cambios o adaptaciones
necesarios que incrementen su efectividad.

Coordinación estratégica del centro escolar integración de un plan de estudios específico.

El equipo docente, así com o el personal auxiliar que participa en las actividades del com edor debe
recibir la formación adecuada.

El serv icio de restauración escolar y la educación nutricional debe ser coordinado.

Actividades adecuadas para el correcto aprendizaje por parte de los alumnos.

Que im plique a la familia y a la comunidad.

Cualquier iniciativa estratégica debe ser evaluada periódicamente.

Figura 8. Recomendaciones.

TEMA 6 – Ideas clave © CUNIMAD (Centro Universitario Internacional de Madrid)


Nutrición en las Etapas de la Vida

6.9. Referencias bibliográficas

1. Moreiras O, Carbajal A, Cabrera L, Cuadrado C. Tablas de composición de alimentos


18ª edición. Madrid: Ediciones Pirámide; 2016.

2. Estudio ALADINO 2015: Estudio de Vigilancia del Crecimiento, Alimentación,


Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España 2015. Agencia Española de
Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales
e Igualdad. Madrid, 2016.

3. American Academy of Pediatrics, Committee on Nutrition. Prevention of pediatric


overweight and obesity. Pediatrics 2003;112:424–30.

4. Leis R. Tojo, R & Ros L. Nutrición del niño de 1-3 años, prescolar y escolar en Tratado
de Nutrición. Tomo III. Gil, A. y otros. 2ª ed. Madrid: Medica Panamericana; 2010.

5. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. [Internet]. AECOSAN.


Disponible en:
http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/web/nutricion/seccion/estrategia_naos.
htm.

6. American Dietetic Association. Join Position of ADA, Society for Nutrition Education,
and School Nutrition Association: Comprehensive school nutrition services. J Amer Diet
Assoc 2010; 110:1738–49.

7. Spear, BA et al. Recommendations for treatment of child and adolescent overweight


and obesity. Pediatrics. 2007; 120:S254–S288.

TEMA 6 – Ideas clave © CUNIMAD (Centro Universitario Internacional de Madrid)


Nutrición en las Etapas de la Vida

Lo + recomendado

No dejes de leer…

La historia de los programas de educación nutricional en España

Trescastro-López EM et al. La educación en alimentación y nutrición en el medio escolar:


el ejemplo del Programa EDALNU Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(2): e84 - e90.

Curioso artículo que tiene


como objetivo analizar las
actividades desarrolladas en
el ámbito escolar por el
Programa de Educación en Alimentación y Nutrición (EDALNU). En él, las autoras
demuestran que EDALNU constituyó, seguramente, la actividad más organizada e
interdisciplinar de educación en alimentación y nutrición que se realizó en el ámbito
escolar en España en el siglo XX.

Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://renhyd.org/index.php/renhyd/article/view/11/21

No dejes de ver…

La importancia de educar en nutrición a nuestros niños

Este vídeo contiene una ponencia impartida


por el genial y divertido cocinero británico
Jamie Oliver en TED en 2010, después de
poner en marcha en el estado de Virginia (USA)
un proyecto para prevenir la obesidad en
escolares.

Accede al vídeo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
https://www.ted.com/talks/jamie_oliver?language=es

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Nutrición en las Etapas de la Vida

+ Información

A fondo

Estrategia NAOS

Ministerio de Sanidad y Consumo. Estrategia NAOS. Madrid. 2005

Programa elaborado por el entonces el Ministerio


de Sanidad y Consumo, y que tiene como finalidad
mejorar los hábitos alimentarios e impulsar la
práctica regular de la actividad física de todos los
ciudadanos, poniendo especial atención en la
prevención durante la etapa infantil.

Accede al programa través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/docs/documentos/nutricion/estrategian
aos.pdf

Webgrafía

Estrategia NAOS

Web de AECOSAN dedicada a mostrar la información sobre la estrategia NAOS, desde


donde se puede consultar datos referentes al programa e incluso descargar información útil.

Accede a la página web a través del aula virtual o desde la siguiente dirección:
http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/web/nutricion/seccion/estrategia_naos.htm

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Nutrición en las Etapas de la Vida

La red sandía

Web del Plan Integral de Obesidad Infantil de Andalucía con acceso a la participación de
los profesionales sanitarios y de otros sectores, en el impulso y la dinamización de sus
diferentes líneas de actuación.

Accede a la página web a través del aula virtual o desde la siguiente dirección:
www.lareddelasandia.org

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Nutrición en las Etapas de la Vida

Test

1. Indica la respuesta correcta:


A. Los escolares aumentan la efectividad de los controles innatos sobre el apetito y
la saciedad.
B. Los escolares empiezan a perder la efectividad de los controles innatos sobre el
apetito y la saciedad.
C. Solo los escolares de sexo femenino empiezan a perder la efectividad de los
controles innatos sobre el apetito y la saciedad.
D. Los escolares no poseen controles innatos sobre el apetito y la saciedad.

2. En la etapa escolar:
A. El crecimiento pierde velocidad, pero se mantiene sostenido.
B. El crecimiento aumenta mucho porque está próxima la pubertad.
C. El crecimiento comienza un aceleramiento continuado.
D. El crecimiento es mayor que en la etapa anterior.

3. Entre los 4 y los 10 años:


A. La acumulación de grasas en el organismo es mayor que en la etapa anterior.
B. La acumulación de grasas no ofrece ninguna particularidad a estas edades.
C. La acumulación de grasas en esta horquilla de edad es la menor de toda la vida.
D. La acumulación de grasas en esta horquilla de edad es la mayor de toda la vida.

4. Un rebote de adiposidad precoz:


A. Es algo beneficioso porque favorece el crecimiento.
B. Puede ser signo de sufrir problemas ponderales posteriormente.
C. Sucede antes en niños que en niñas.
D. Todas las opciones son correctas.

5. En los escolares:
A. Los refrigerios pierden importancia porque los niños comen mejor.
B. Los refrigerios deben abandonarse para que no les quite el apetito.
C. Los refrigerios deben ser sustituidos por mayores cantidades de alimento en las
comidas principales.
D. Los refrigerios pueden completar la comida para asegurar los nutrientes
necesarios.

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Nutrición en las Etapas de la Vida

6. En la etapa escolar:
A. Los niños con actividad física pueden tener un incremento de su necesidad
energética frente a los sedentarios mayor a un 25 %.
B. Los niños con actividad física pueden tener un incremento de su necesidad
energética frente a los sedentarios mayor a un 35 %.
C. El incremento de la actividad física a estas edades no influye en las necesidades
energéticas como sucede en los adultos.
D. El incremento de la actividad física a estas edades solo influye en la necesidad
energética en el caso de los niños, no en las niñas.

7. Sobre los requerimientos de grasa de los escolares:


A. La cantidad necesaria de ácido linolénico debe ser la que proporciona 2-6 % de
la energía total.
B. La cantidad necesaria de ácido linolénico debe ser la que proporciona > 6% de
la energía total.
C. La cantidad necesaria de ácido linolénico debe ser la que proporciona < 2% de
la energía total.
D. Ninguna de las opciones es correcta.

8. El sobrepeso en niños en edad escolar se evalúa mediante:


A. El IMC adaptado a cada edad: para ello se calcula un percentil que debe estar
entre 25 a 50.
B. El IMC adaptado a cada edad: para ello se calcula un percentil que debe ser
menor a 85.
C. El IMC adaptado a cada edad: para ello se calcula un percentil que debe estar
entre 85 y 94.
D. El IMC adaptado a cada edad: para ello se calcula un percentil que debe ser
mayor a 95.

9. Hablando de los escolares, diremos que:


A. Deben tomar suplementos de hierro porque suele ser deficitario en los niños de
estas edades.
B. Deben tomar suplementos de calcio porque suele ser deficitario en los niños de
estas edades.
C. Deben tomar suplementos de hierro y calcio porque suele ser deficitario en los
niños de estas edades.
D. No deben tomar suplementos generalmente.

TEMA 6 – Test © CUNIMAD (Centro Universitario Internacional de Madrid)


Nutrición en las Etapas de la Vida

10. La Estrategia NAOS es un programa de la AECOSAN:


A. Dedicada a prevenir la obesidad.
B. Dedicada a mejorar la salud cardiovascular en niños.
C. Dedicada a facilitar la educación nutricional en centros escolares.
D. Ninguna de las opciones anteriores es correcta.

TEMA 6 – Test © CUNIMAD (Centro Universitario Internacional de Madrid)

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