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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGIA

MATERIA: FILIOLOGIA

DOCENTE: DR. Edwin Socasi

XAVIER ALVARADO

2022-2023
¿Qué es la leucemia?

Se conoce como leucemia al cáncer de las células sanguíneas. La leucemia comienza en

los tejidos que forman la sangre, como la médula ósea. Su médula ósea produce células que se

convertirán en glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. Cada tipo de célula tiene un trabajo

diferente:

• Los glóbulos blancos ayudan a su cuerpo a combatir las infecciones

• Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde sus pulmones a sus tejidos y órganos

• Las plaquetas ayudan a formar coágulos para detener el sangrado

Cuando tiene leucemia, su médula ósea produce una gran cantidad de células anormales. Este

problema afecta con mayor frecuencia a los glóbulos blancos. Estas células anormales se

acumulan en la médula ósea y la sangre, desplazando a las células sanguíneas sanas y

dificultando que las células y la sangre hagan su trabajo.

¿Cuáles son los tipos de leucemia?

Existen diferentes tipos de leucemia. El tipo de leucemia que tenga depende del tipo de

glóbulo que se convierte en cáncer y de si crece rápida o lentamente.

El tipo de glóbulo puede ser:

• Linfocitos: Un tipo de glóbulo blanco

• Células mieloides: Células inmaduras que se convierten en glóbulos blancos, glóbulos

rojos o plaquetas

Los diferentes tipos pueden crecer de forma rápida o lenta:


• La leucemia aguda crece rápidamente. Por lo general, empeora rápidamente si no se trata

• La leucemia crónica es de crecimiento lento. Por lo general, empeora durante un período

de tiempo más prolongado

Los principales tipos de leucemia son:

• Leucemia linfocítica aguda: Es el tipo de cáncer más común en niños. También puede

afectar a los adultos

• Leucemia mielógena aguda: Es más común en los adultos mayores, pero también puede

afectar a los niños

• Leucemia linfocítica crónica: Es uno de los tipos más comunes de leucemia en adultos. A

menudo ocurre durante o después de la mediana edad

• Leucemia mielógena crónica: En general, se presenta en adultos durante o después de la

mediana edad

¿Qué causa la leucemia?

La leucemia ocurre cuando hay cambios en el material genético (ADN) de las células de

la médula ósea. No se conoce la causa de estos cambios genéticos.

¿Quiénes presentan mayor riesgo de tener leucemia?

Para los tipos específicos, existen diferentes factores que pueden aumentar su riesgo de

presentar ese tipo. En general, su riesgo de leucemia aumenta con la edad. Es más común

después de los 60 años.

¿Cuáles son los síntomas de la leucemia?


Algunos de los síntomas de la leucemia pueden incluir:

• Sensación de cansancio

• Fiebre o sudores nocturnos

• Fácil aparición de moretones o sangrado

• Pérdida de peso o del apetito

• Petequias (pequeños puntos rojos debajo de la piel. Son causadas por sangrado)

Otros síntomas de leucemia pueden variar de un tipo a otro. Es posible que la leucemia crómica

no cause síntomas al principio.

¿Cómo se diagnostica la leucemia?

Su profesional de la salud puede usar muchas herramientas para diagnosticar la leucemia:

• Un examen físico

• Su historia clínica

• Análisis de sangre, como un conteo sanguíneo completo

• Pruebas de médula ósea: Hay dos tipos principales, aspiración de médula ósea y biopsia

de médula ósea. Ambas pruebas implican la extracción de una muestra de médula ósea y

hueso. Las muestras se envían a un laboratorio para su análisis

• Pruebas genéticas para buscar cambios genéticos y cromosómicos

Una vez que el profesional de la salud hace un diagnóstico, es posible que se realicen pruebas

adicionales para ver si el cáncer se ha diseminado. Estos incluyen pruebas por imágenes y una

punción lumbar, que es un procedimiento para recolectar y analizar el líquido cefalorraquídeo.

¿Cuáles son los tratamientos para la leucemia?


Los tratamientos para la leucemia dependen del tipo que tenga, la gravedad de la leucemia, su

edad, su salud en general y otros factores. Algunos tratamientos pueden incluir:

• Quimioterapia

• Radioterapia

• Quimioterapia con trasplante de células madre

• Terapia dirigida: Utiliza medicamentos u otras sustancias que atacan células cancerosas

específicas con menos daño a las células normales

Información básica sobre la hemofilia

La hemofilia es un trastorno hemorrágico hereditario en el cual la sangre no se coagula de

manera adecuada. Esto puede causar hemorragias tanto espontáneas como después de una

operación o de tener una lesión.

La sangre contiene muchas proteínas, llamadas factores de la coagulación, que ayudan a

detener la hemorragia. Las personas con hemofilia tienen bajos niveles del factor de la

coagulación VIII (8) o del factor de la coagulación IX (9). La gravedad de la hemofilia que tiene

una persona está determinada por la cantidad del factor en la sangre. Cuanto más baja sea la

cantidad del factor, mayor será la probabilidad de que ocurra hemorragia, lo cual puede llevar a

serios problemas de salud.

Causas

La hemofilia es causada por una mutación o cambio en uno de los genes que da las

instrucciones para producir las proteínas del factor de la coagulación necesarias para formar un

coágulo de sangre. Este cambio o mutación puede hacer que las proteínas de la coagulación no
funcionen correctamente o que directamente no estén presentes. Estos genes se localizan en el

cromosoma X. Los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y (XY) y las mujeres

tienen dos cromosomas X (XX). Los hombres heredan el cromosoma X de sus madres y los

cromosomas Y de sus padres. Las mujeres heredan un cromosoma X de sus madres y un

cromosoma X de sus padres. (enfermedades, 2020)

El cromosoma X contiene muchos genes que no están presentes en el cromosoma Y. Eso

significa que los hombres tienen solo una copia de la mayoría de los genes del cromosoma X,

mientras que las mujeres tienen dos copias. Por lo tanto, los hombres pueden tener una

enfermedad como la hemofilia si heredan un cromosoma X afectado que tenga una mutación en

el gen del factor VIII o del factor IX. Las mujeres también pueden tener hemofilia, pero esto es

mucho menos frecuente. En esos casos, los dos cromosomas X se ven afectados, o uno es
afectado y el otro no está presente o está inactivo. En estas mujeres los síntomas de la

hemorragia pueden ser similares a los de los hombres con hemofilia.

Una mujer con un cromosoma X afectado es una “portadora” de hemofilia. A veces una

mujer que es portadora puede tener síntomas de hemofilia. Además, puede transmitir el

cromosoma X afectado por la mutación del gen del factor de coagulación a sus hijos.

Aunque la hemofilia no sea hereditaria, en algunas familias no hay antecedentes médicos

previos de hemofilia. A veces, hay mujeres portadoras en la familia, pero, simplemente por

casualidad, no hay varones afectados. Sin embargo, a veces un bebé con hemofilia es el primero

en la familia que se ve afectado por una mutación en el gen del factor de la coagulación.

La hemofilia puede causar:

• Hemorragia dentro de las articulaciones que puede llevar a la enfermedad articular

crónica y dolor

• Hemorragia en la cabeza y a veces en el cerebro, lo cual puede causar problemas a largo

plazo, como convulsiones y parálisis

• La muerte puede ocurrir si la hemorragia no se logra detener o si se produce en un

órgano vital como el cerebro.

Tipos

Hay varios tipos diferentes de hemofilia. Los dos siguientes son los más comunes:

• Hemofilia A (hemofilia clásica)

Este tipo es causado por una falta o disminución del factor de la coagulación VIII.
• Hemofilia B (enfermedad de Christmas)

Este tipo de hemofilia es causado por una falta o una disminución del factor de la

coagulación IX.

Signos y síntomas

Los signos comunes de la hemofilia incluyen:

• Hemorragias en las articulaciones. Esto puede causar hinchazón y dolor o rigidez en las

articulaciones; frecuentemente afecta las rodillas, los codos y los tobillos.

• Hemorragias debajo de la piel (moretones) o en los músculos y los tejidos blandos, que

provocan una acumulación de sangre en el área (hematoma).

• Hemorragias en la boca y las encías, y hemorragias difíciles de detener después de que se

caiga un diente.

• Hemorragia después de la circuncisión (cirugía que se realiza a los bebés varones para

quitarles la piel que recubre la punta del pene, llamada prepucio).

• Hemorragias después de recibir inyecciones, como las vacunas.

• Hemorragia en la cabeza del recién nacido después de un parto difícil.

• Sangre en la orina o en las heces.

• Hemorragias nasales frecuentes o difíciles de detener.

A quiénes afecta

La hemofilia se presenta en 1 de cada 5000 bebés varones. La hemofilia A es casi cuatro

veces más común que la hemofilia B y aproximadamente la mitad de las personas afectadas
tienen la forma grave de la enfermedad. La hemofilia afecta a las personas de todos los grupos

raciales y étnicos. (enfermedades, 2020)

Diagnóstico

Muchas personas que tienen o han tenido familiares con hemofilia piden que a sus bebés

varones se les haga una prueba de detección de la enfermedad poco después del nacimiento.

Cerca de una tercera parte de los bebés que reciben un diagnóstico de hemofilia tienen una nueva

mutación que no está presente en otros familiares. En esos casos, si un recién nacido muestra

ciertos signos de hemofilia, el médico podría hacer pruebas para detectar la enfermedad.

Para realizar un diagnóstico los médicos harían ciertos análisis de sangre para ver si la

sangre se coagula adecuadamente. Si no coagula correctamente, entonces harían pruebas del

factor de la coagulación, también llamadas pruebas del factor, para diagnosticar la causa del

trastorno de la sangre. Estos análisis de sangre mostrarían el tipo de hemofilia y el nivel de

gravedad.

Leucemia mieloide crónica en hemofilia B

En la literatura médica occidental hay una sola descripción de la aparición de una

leucemia mieloide crónica en un paciente con hemofilia. Se trataba de un hemofílico A de 40

años (Factor VIII disminuido a 20% de lo normal) HIV negativo en quien presentó una leucemia

mieloide crónica cromosoma Filadelfia positiva. Desgraciadamente no se menciona la evolución

ulterior del caso1. Es de interés conocer qué sucede en un hemofílico (en quien la ruptura de

vasos sanguíneos es seguida de hemorragias profusas) si se desarrolla una enfermedad como la


leucemia mieloide crónica que se caracteriza por una intensa neoformación e infiltración por un

tejido extraño que determina una modificación de la arquitectura de un órgano, por ejemplo el

bazo en el que éste aumenta sobre 10 y 15 veces su tamaño original. A la vez conviene conocer

el curso que adoptará la leucemia mieloide crónica al presentarse en un hemofílico, ¿será su

evolución más rápida y maligna? Hasta la fecha no hay información alguna disponible.

El siguiente es el caso de un hemofílico B en quien, a los 29 años, se presentó una

leucemia mieloide crónica cuya evolución pudo ser seguida casi 8 años desde su diagnóstico.

Caso clínico: Nacido en 1961, ingresó en 1975 al Hospital Clínico de la Universidad de

Chile por una hemartrosis aguda de rodilla izquierda, en el examen se comprobó también

limitación moderada de los movimientos de las articulaciones de ambos codos; tenía

antecedentes de hematomas traumáticos y de alveolorragias de varios días de duración post

extracción dentaria. Un hermano del paciente presentaba sintomatología en todo similar; no se

comprobaron otros casos de hemofilia en la familia.

Se hospitalizó por hematoma en 1988, en la ocasión se solicitaron anticuerpos para VIH y

para hepatitis B, ambos exámenes dieron resultado negativo, en la ocasión una medición de

Factor VIII de la coagulación mostró una concentración de 70%. Hasta la fecha los hemogramas

mostraban anemia moderada en ocasiones, sin otras alteraciones. Los episodios de anemia

mejoraban con la administración de hierro oral. (enfermedades, 2020)

En 1990 un nuevo estudio de coagulación mostró un nivel de Factor VIII de 110% y un

porcentaje de Factor IX de la coagulación de 15%, por lo que se concluyó que el paciente

padecía una hemofilia B.


En diciembre de 1990 se hospitalizó por una hemorragia digestiva alta abundante, 2

endoscopias comprobaron la existencia de una úlcera duodenal, en el hemograma se comprueba

intensa anemia (hemoglobina de 65 g/l y una leucocitosis de 39x10 9/l, había neutrofilia con

predominio de neutrófilos segmentados pero había también metamielocitos y mielocitos

neutrófilos. Recibió como tratamiento transfusiones sanguíneas repetidas y de plasma fresco

normal

Factores de riesgo para la leucemia mieloide aguda

Factores de riesgo conocidos para la leucemia mieloide aguda (AML). (Envejecimiento,

2018)

Envejecimiento

La AML puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común que ocurra a medida que las

personas envejecen.

Sexo masculino

La AML es más común en los hombres que en las mujeres. La razón para esto no está

clara.

Tabaquismo

El único factor de riesgo demostrado para la leucemia mieloide aguda es fumar. Muchas

personas saben que el hábito de fumar está vinculado a cánceres de pulmón, la boca, la garganta,

pero pocas saben que también puede afectar las células que no tienen contacto directo con el

humo. Las sustancias cancerígenas presentes en el humo del tabaco son absorbidas por los
pulmones y propagadas a través del torrente sanguíneo a muchas partes del cuerpo.

(Envejecimiento, 2018)

Exposición a determinadas sustancias químicas

El riesgo de padecer AML aumenta si usted se ha expuesto a ciertos químicos.

Por ejemplo, un factor de riesgo para la AML es la exposición a benceno por mucho tiempo. El

benceno es un solvente usado en la industria de hule (goma), refinerías, plantas químicas,

fabricantes de zapatos e industrias relacionadas con la gasolina, y también se encuentra en el

humo del cigarrillo, vapores de gasolina y emisiones de vehículos de motor, y en algunos

pegamentos, productos de limpieza, detergentes, materiales de arte y pinturas.

Algunos estudios han asociado la exposición excesiva al formaldehído en el lugar de

trabajo con el riesgo de AML, aunque esta asociación no se ha observado en otros estudios.

Tratamiento con ciertos medicamentos de quimioterapia

Los pacientes con cáncer que son tratados con ciertos medicamentos de quimioterapia

tienen más probabilidades de padecer AML durante los años posteriores al tratamiento.

Los medicamentos llamados agentes alquilantes están relacionados con un mayor riesgo

de AML. A menudo, un paciente padecerá una enfermedad llamada síndrome

mielodisplásico antes de la AML. La ciclofosfamida, la mecloretamina, la procarbazina, el

clorambucil, el melfalán, el busulfán, la carmustina, el cisplatino y el carboplatino son ejemplos

de medicamentos alquilantes.

Los medicamentos de quimioterapia, conocidos como inhibidores de topoisomerasa II,

también están asociados a la AML. La AML asociada con estos medicamentos suele surgir sin
que se presente primero el síndrome mielodisplásico. Ejemplos de inhibidores de la

topoisomerasa II incluyen etopósido, tenipósido, mitoxantrona, epirrubicina y doxorrubicina.

Exposición a la radiación

La exposición a altas dosis de radiación (como ser un sobreviviente de la explosión de

una bomba atómica o el accidente de un reactor nuclear) aumenta el riesgo de AML. Los

sobrevivientes japoneses de la bomba atómica tenían un riesgo significativamente mayor de

padecer leucemia aguda.

El tratamiento con radiación para el cáncer también ha sido relacionado con un mayor

riesgo de AML. El riesgo varía dependiendo de la cantidad de radiación que se administra y qué

área se trata.

Los posibles riesgos de leucemia por la exposición a niveles bajos de radiación, como la

producida por estudios por imágenes, como rayos X o tomografía computarizada (CT), no están

bien definidos. La exposición a dicha radiación, especialmente muy temprano en la vida, podría

conllevar un mayor riesgo de leucemia, pero el grado del riesgo no está claro. Si hay un mayor

riesgo, posiblemente es pequeño, pero para propósitos de seguridad la mayoría de los médicos

tratan de limitar la exposición a la radiación de los estudios tanto como sea posible,

especialmente en niños y mujeres embarazadas. (Envejecimiento, 2018)

Ciertos trastornos sanguíneos

Las personas con ciertos trastornos sanguíneos parecen tener un mayor riesgo de padecer

AML. Éstos incluyen trastornos mieloproliferativos crónicos, tales como policitemia vera,

trombocitemia esencial, y mielofibrosis idiopática. El riesgo de AML aumenta si estos trastornos

son tratados con algunos tipos de quimioterapia o radiación.


Algunas personas que tienen un síndrome mielodisplásico (MDS) podrían padecer AML.

Los pacientes con MDS presentan recuentos bajos de células sanguíneas y células anormales en

la sangre y la médula ósea. Un MDS puede evolucionar hacia una AML con el pasar del tiempo.

La AML que se desarrolla después del MDS es a menudo difícil de tratar.

Síndrome genético

Algunos síndromes que son causados por mutaciones genéticas (cambios anormales)

presentes al nacer parecen aumentar el riesgo de AML. Estos incluyen:

• Anemia de Fanconi

• Síndrome de Bloom

• Ataxia-telangiectasia

• Anemia de Diamond - Blackfan

• Síndrome Schwachman -Diamond

• Síndrome de Li-Fraumeni

• Neurofibromatosis tipo 1

• Neutropenia congénita grave (también llamado síndrome Kostmann)

Los cromosomas son hebras largas de ADN (genes) en el interior de nuestras células.

Algunos problemas con los cromosomas que se presentan en el nacimiento también están

relacionados con un mayor riesgo de AML, incluyendo:

• Síndrome de Down (nacer con una copia adicional del cromosoma 21)

• Trisomía 8 (nacer con una copia adicional del cromosoma 8)


Antecedente familiar

Aunque no se cree que la mayoría de los casos de AML tengan un vínculo genético

fuerte, el tener un familiar cercano (padre, madre, hermano o hermana) con AML aumenta su

riesgo de padecer la enfermedad.

Una persona que tenga un gemelo idéntico que padeció AML antes de la edad de un año

presenta un riesgo muy alto de padecer también AML.

Factores de riesgo inciertos, no demostrados o controvertidos

Algunos otros factores que se han estudiado para tratar de determinar si tienen una relación

posible con la AML son:

• Exposición a campos electromagnéticos (como vivir cerca de líneas eléctricas).

• Exposición laboral a diésel, gasolina y ciertas otras sustancias químicas y solventes

• Exposición a herbicidas o pesticidas

Hasta el momento, ninguno de estos factores se ha relacionado de manera conclusiva con la

AML. Se están realizando investigaciones en estas áreas. (Envejecimiento, 2018)


Bibliografía
enfermedades, C. p. (06 de julio de 2020). Hemofilia. Recuperado el 21 de junio de 2023, de Centro par
control y la prevencion de enfermedades:
https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/hemophilia/facts.html#:~:text=La%20hemofilia%20es%2
0un%20trastorno,ayudan%20a%20detener%20la%20hemorragia.

Envejecimiento. (21 de agosto de 2018). Factores de riesgo para la leucemia mieloide aguda. Obtenido
de American Cancer Society: https://www.cancer.org/es/cancer/tipos/leucemia-mieloide-
aguda/causas-riesgos-prevencion/factores-de-riesgo.html

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