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INSTITUTO DE
EDUCACIÓN SUPERIOR
TECNOLÓGICO PÚBLICO
DE HUARMEY
ENFERMERIA TECNICA
2023
DEFINICION
La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es un tipo de cáncer de la sangre y la médula ósea que se
caracteriza por la proliferación incontrolada de células inmaduras llamadas linfoblastos. Estas células
anormales se originan en la médula ósea y desplazan a las células sanas, lo que afecta la producción
normal de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
La LLA es una forma de leucemia aguda que se desarrolla rápidamente y afecta principalmente a los
linfocitos, un tipo de glóbulo blanco que desempeña un papel crucial en el sistema inmunológico. Esta
enfermedad impide que los linfocitos se desarrollen adecuadamente, lo que debilita la capacidad del
sistema inmunológico para combatir infecciones y otras enfermedades.
Los síntomas de la LLA pueden incluir fatiga, debilidad, palidez, fiebre, sudoración excesiva (sobre
todo durante la noche), infecciones frecuentes, moretones y sangrado fácil, dolor en los huesos y
articulaciones, dolor abdominal o hinchazón debido al agrandamiento del bazo o el hígado, y pérdida de
peso inexplicada.
El diagnóstico de la LLA se basa en pruebas de laboratorio, como análisis de sangre, análisis de médula
ósea y pruebas genéticas para identificar las características específicas de las células leucémicas. El
tratamiento de la LLA suele implicar quimioterapia, radioterapia y, en algunos casos, trasplante de
médula ósea.
El pronóstico de la LLA ha mejorado significativamente en las últimas décadas gracias a los avances en
el tratamiento. La tasa de supervivencia es alta en niños, con muchas posibilidades de cura, aunque el
pronóstico en adultos puede variar según varios factores. El enfoque de tratamiento se personaliza
según las necesidades específicas de cada paciente
INDICENCIA
Incidencia en Niños:
La LLA es la forma más común de cáncer en niños y representa aproximadamente el 25% de todos los
cánceres pediátricos.
La tasa de incidencia es más alta en niños de 2 a 5 años, pero la enfermedad puede afectar a niños de
todas las edades.
La LLA se considera un cáncer infantil tratable con una alta tasa de supervivencia, especialmente en
comparación con la leucemia mieloide aguda (LMA).
Incidencia en Adultos:
La LLA es rara en adultos en comparación con la leucemia mieloide aguda (LMA), que es más
común en la población adulta.
Representa aproximadamente el 20-25% de los casos de leucemia aguda en adultos.
La incidencia de LLA aumenta con la edad, siendo más común en adultos jóvenes que en adultos
mayores.
Factores Geográficos:
Los factores de riesgo de la leucemia linfoblástica aguda (LLA) son condiciones, exposiciones o
características que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Aunque se han
identificado algunos factores de riesgo, la mayoría de las personas con LLA no tienen factores de
riesgo conocidos, los factores de riesgo más comunes asociados con la LLA:
Sexo: La LLA es ligeramente más común en niños que en niñas. En adultos, la incidencia
tiende a ser similar en hombres y mujeres.
Síndromes genéticos: Algunos síndromes genéticos, como el síndrome de Down (trisomía 21),
el síndrome de Bloom y el síndrome de Fanconi, aumentan el riesgo de desarrollar LLA.
Historia familiar: Las personas con antecedentes familiares de LLA o de otras enfermedades
hematológicas tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar LLA. Sin embargo, la
mayoría de los casos de LLA no tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
Infecciones virales: Algunos virus, como el virus del linfoma T humano (HTLV-1) y el virus
de la inmunodeficiencia humana (VIH), pueden aumentar el riesgo de desarrollar LLA.
Trastornos autoinmunes y alergias: Algunos estudios sugieren que las personas con ciertos
trastornos autoinmunes o alergias pueden tener un riesgo ligeramente mayor de LLA.
Es importante destacar que tener uno o más de estos factores de riesgo no garantiza que una persona
desarrollará LLA, y muchas personas diagnosticadas con LLA no tienen ningún factor de riesgo
conocido. Además, la LLA es una enfermedad compleja y multifactorial, y la investigación continúa
para comprender mejor sus causas y factores de riesgo.
SIGNOS Y SINTOMAS
Los signos y síntomas de la leucemia linfoblástica aguda (LLA) pueden variar según la etapa de la
enfermedad y la rapidez con la que se desarrolla. En las primeras etapas, es posible que los síntomas
sean sutiles o poco específicos. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas tienden a volverse
más evidentes. Los signos y síntomas comunes de la LLA incluyen:
1. Fatiga: La fatiga excesiva es un síntoma común en personas con LLA. La falta de glóbulos
rojos sanos puede llevar a una disminución de la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno
y causar fatiga.
2. Palidez: La disminución de los glóbulos rojos puede dar lugar a la palidez de la piel y las
membranas mucosas.
3. Fiebre: La fiebre inexplicada, especialmente si es recurrente o persistente, puede ser un signo
de LLA.
4. Sudoración Excesiva: Los sudores nocturnos excesivos son un síntoma que a menudo se
presenta en personas con LLA.
5. Moretones y Sangrado Fácil: La falta de plaquetas sanas puede causar moretones y
sangrado fácil, como encías sangrantes o hematomas.
6. Infecciones Frecuentes: Una disminución en el número de glóbulos blancos normales
puede hacer que la persona sea más susceptible a las infecciones.
7. Dolor Óseo y Articular: El dolor en los huesos y las articulaciones es un síntoma común de
la LLA, ya que las células leucémicas pueden acumularse en la médula ósea.
8. Dolor Abdominal o Hinchazón: El agrandamiento del bazo o el hígado debido a la
acumulación de células leucémicas puede causar dolor en la parte superior del abdomen.
9. Pérdida de Peso No Explicada: La pérdida de peso sin razón aparente puede ser un
síntoma de la LLA.
10. Síntomas Neurológicos: En casos raros, la LLA puede diseminarse al sistema nervioso
central y causar síntomas como dolor de cabeza, náuseas y vómit
MEDIOS DE DIAGNOSTICO
El diagnóstico de la LLA se realiza de manera integral, y los resultados de estas pruebas ayudan a
los médicos a determinar el tipo de LLA, su gravedad y el enfoque de tratamiento más adecuado.
TRATAMIENTO
Los principales componentes del tratamiento de la LLA incluyen:
Radioterapia: En algunos casos, la radioterapia puede ser necesaria para tratar áreas
específicas donde la leucemia se ha diseminado, como el sistema nervioso central.
Trasplante de Médula Ósea: Para algunos pacientes, especialmente aquellos con un alto riesgo
de recaída o que no responden al tratamiento inicial, se puede considerar un trasplante de
médula ósea. En este procedimiento, las células madre de la médula ósea se reemplazan con
células madre sanas de un donante compatible.
Terapia de Blancos Específicos: En casos de LLA de alto riesgo o con ciertas anomalías
genéticas específicas, se pueden utilizar terapias dirigidas a objetivos moleculares específicos.
Cuidados de Apoyo: Los pacientes con LLA requieren cuidados de apoyo para manejar los
efectos secundarios del tratamiento, como la prevención y tratamiento de infecciones, el
manejo de la fiebre y la atención a las complicaciones médicas.
El tratamiento de la LLA puede ser prolongado y desafiante, y el enfoque puede variar según el tipo y
el subtipo de LLA, la edad del paciente y otros factores individuales. Es importante que el tratamiento
sea llevado a cabo por un equipo médico especializado en oncología y hematología, y que se
proporcione apoyo emocional y psicológico a los pacientes y sus familias a lo largo del proceso.
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