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Distrito Sur-Oriente
ESDRA
Facilitador (a): SY Estudiantes:
Natera, Sharon
Introducción
El libro de Esdrás forma parte de la biblia hebrea, dentro del grupo de los
escritos conocidos como Ketuvím. Formaba parte junto al libro de Nehemías de
una sola obra conocida como Esdrás-Nehemías. Ambas representan el
capítulo final en la narrativa histórica de dicha biblia. Los dos libros se
separaron en los primeros siglos de la era cristiana, que en el judaísmo
corresponde aproximadamente al año 1448.
El libro de Esdras comienza con un decreto del rey Ciro de Persia que les
permite a los judíos regresar a Jerusalén a reconstruir el templo que había sido
destruido por los babilonios en el año 587 a. C. (Esd 1:2-4). La introducción a
este decreto especifica cuándo fue proclamado: “En el primer año de Ciro, rey
de Persia” (539-538 a. C., poco después de que Persia derrotara a Babilonia).
También nos presenta uno de los temas principales de Esdras y Nehemías: la
relación entre el trabajo divino y el trabajo humano. Ciro hizo su proclamación
“para que se cumpliera la palabra del Señor por boca de Jeremías”, y porque
“el Señor movió el espíritu de Ciro, rey de Persia” (Esd 1:1).
Finalmente, Dios animó a los judíos por medio de las profecías de Hageo y
Zacarías para que continuaran y terminaran el trabajo (Esd 5:1). Además,
Darío, rey de Persia, respaldó financieramente el esfuerzo de la construcción
con la esperanza de que el Señor lo bendijera a él y a sus hijos (Esd 6:8-10).
De este modo, el templo finalmente se completó, gracias al hecho de que Dios
había “vuelto hacia ellos el corazón del rey de Asiria para animarlos [a los
judíos] en la obra de la casa de Dios” (Esd 6:22).
Como lo aclara este versículo, los judíos fueron quienes realizaron el trabajo de
la reconstrucción del templo, pero sus labores fueron fructíferas gracias a la
ayuda de dos reyes paganos, uno fue el que inauguró el proyecto y el otro pagó
para que se completara. Detrás de estos esfuerzos humanos se encuentra el
trabajo dominante de Dios, quien movió los corazones de los reyes y animó a
Su pueblo por medio de los profetas.
La gran misión de Esdras fue explicar la Ley a su pueblo y enseñar cómo vivir
conforme a ella; es decir, cómo poder aplicar sus preceptos a todos los
aspectos de la vida. Esdras sirvió de modelo a los escribas de la época del
Nuevo Testamento sin tener las características desagradables de ellos.
CONTEXTO HISTORICO
TEMA PRINCIPAL
Uno de los primeros esfuerzos comunes de los repatriados fue edificar un altar,
construido en el mismo sitio donde Salomón colocara el altar de bronce, unos
cuatro siglos atrás. Atribuyendo, que quizá se dieron cuenta de que la
adoración misma es más importante que la casa de adoración. El altar es de
importancia básica para el culto a Jehová, pues no existe acceso a Dios sin el
derramamiento de sangre. Los israelitas recomenzaron su vida nacional
obedeciendo la Ley de Moisés. También sacrificaron holocaustos de
consagración a Jehová en gratitud por el renacimiento de la nación.
Finalmente, temían a los samaritanos y otros pueblos y querían ganar el favor y
la protección de Dios.
Existe una diferencia esencial entre ellos: Esdras era un maestro de la Ley, a
quien le interesaba en particular la restauración de la vida espiritual, mientras
que Nehemías era un gobernador civil, que no descuidaba la religión, pero que
se responsabilizaba principalmente por la reconstrucción de las defensas
militares y la seguridad civil de la nación renaciente.
https://www.radiosefarad.com/quienes-fueron-esdras-y-nehemias/
https://www.teologiadeltrabajo.org/antiguo-testamento/esdras-nehemias-ester-
y-el-trabajo/nehemias/la-restauracion-de-la-muralla-de-jerusalen-nehemias-1-7