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Los libros históricos narran la historia del pueblo de Israel. Se basan en crónicas
o anales históricos, pero no dan una visión científica de la historia, sino una
perspectiva de fe. Es una historia sagrada en la que los historiadores son
teólogos que descubren la presencia de Dios en el acontecer diario.
Cuando leas los libros históricos, recuerda que sus autores están muy lejos de
entender a Dios como lo reveló Jesús, siglos más tarde. Para los cristianos es
importante conocer estos libros porque son revelación de Dios, como Jesús
mismo lo reconoció, y porque la luz del Antiguo Testamento nos ayuda a
comprender el Nuevo Testamento.
Puede decirse que su contenido abarca lo acontecido desde los tiempos cuando
los hebreos ocuparon la Tierra Prometida hasta que se dio la lucha de ellos
contra la población helénica, época llena de grandes conflictos como fue la
invasión de los babilonios y la contienda contra Asiria; así como otros hechos
notorios como la instauración de etapas monárquicas como las ejercidas por
Saúl, David y Salomón. Es de resaltar que a través de estos relatos históricos se
vislumbra la transformación de una población henoteísta dada la variedad de
tribus existentes cada una con sus propias costumbres, a ser un pueblo
monoteísta.
1. Josué
2. Jueces
3. Rut
4. I y II Samuel
5. I y II Reyes
6. I y II Crónicas
7. Esdras
8. Nehemías
9. Esther
JOSUE
• La conquista de Canaán.
En la historia que el libro cuenta, tres actores principales tienen un papel: “El
Señor” (como Dios de Israel), su siervo Josué y su pueblo Israel (siendo el último
un “personaje” colectivo en la historia). Los conocemos a los tres de inmediato
en el cap. 1, donde los tres son presentados claramente en los diferentes roles
que tendrán en la historia que sigue. El cap. 1 también introduce al lector al
principal problema del libro como un todo.
El rol del actor central humano en los hechos narrados allí es reforzado por el
nombre que lleva. En su vida temprana, Josué era simplemente llamado Oseas,
lo que significaba “salvación”. Pero más adelante Moisés cambió su nombre a
Josué, que significa “El Señor salva”. Cuando este mismo nombre es dado al hijo
primogénito de María, lo identificó como el siervo de Dios quien completaría lo
que Dios hizo por Israel de forma preliminar a través del primer Josué, lo cual
consiste principalmente en superar todos los poderes del mal en el mundo y traer
al pueblo de Dios a su eterno “descanso”.
Jueces
El libro de los Jueces relata la historia de los hijos de Israel desde cuando se
asentaron en la tierra de Canaán, después de la muerte de Josué, hasta el
nacimiento de Samuel. Aparte de la corta narrativa del libro de Rut, Jueces
proporciona el único relato bíblico de ese periodo de tiempo.
El libro de los Jueces describe un ciclo que se repitió muchas veces durante el
reinado de los jueces. Debido a que los israelitas no lograron eliminar las malas
influencias en la tierra prometida, se inmiscuyeron en el pecado, y sus enemigos
los conquistaron y afligieron. Después de que los israelitas clamaron al Señor
para que los ayudara, Él mandó jueces para librarlos de sus enemigos. Sin
embargo, al poco tiempo los israelitas regresaron a sus pecados, y ese ciclo se
repitió.
El libro menciona el nombre de doce jueces que dirigieron con diferentes grados
de eficiencia. El registro de Débora como juez de Israel es único, al considerar
la sociedad patriarcal en la que ella sirvió. Gedeón, como muchos de los que son
llamados y escogidos por el Señor, consideraban que era un líder improbable,
pero debido a que los israelitas confiaron en el Señor, él y 300 soldados lograron
la victoria contra un inmenso ejército madianita.
Sansón es otra figura importante del libro de los Jueces. El relato peculiar de los
acontecimientos que llevaron a su nacimiento “es similar a los relatos de otras
figuras importantes de la Biblia, cuyos nacimientos, según se alega, hacen
hincapié en la participación divina de la misión de su vida y en la trascendencia
de la misma”. A pesar de ese comienzo tan prometedor y la gran fortaleza física
que el Señor le había otorgado, al final Sansón no logró ayudar a los israelitas a
volverse al Señor y abandonar sus pecados, lo cual tenían que hacer antes de
que el Señor los librara de sus enemigos.
Jueces 1–2 Muchas de las tribus de Israel no logran quitar a todos los habitantes
de Canaán de sus tierras. Los israelitas olvidan al Señor y adoran a dioses falsos.
El Señor aparta Su protección y Sus bendiciones de los israelitas. Los oprimen
sus enemigos y ruegan al Señor que los libre. El Señor levanta jueces para que
libren a los israelitas.
Jueces 3–16 El Señor llama a doce jueces para ayudar a librar a las tribus
israelitas de las consecuencias de su infidelidad al Señor. Entre ellos están
Débora, que libra a Israel de la opresión cananea, y Gedeón, que destruye el
altar de Baal y libra a Israel de los madianitas. Uno de los jueces, Sansón, lucha
contra los filisteos, pero es capturado como resultado de sus malas decisiones.
Muere al hacer que se derrumbe un edificio encima de él y de muchos filisteos.
El libro de Rut narra la historia de una familia que vivió durante la época en
la que el pueblo de Israel tuvo jueces. El libro lleva las características de la
esperanza y del optimismo, y describe el trayecto de Rut y de Noemí al
pasar de la tristeza a la felicidad, así como del vacío a la abundancia. Un
tema principal del libro de Rut es la redención, que se aplica a todos
nosotros.
Rut era una joven nacida en el país de Moab, por tanto no pertenecía al
pueblo de Israel.
Noemí era israelita. Ella, su esposo y sus dos hijos se fueron a vivir a Moab
cuando había poco alimento en Israel. El esposo de Noemí murió y sus dos
hijos se casaron con dos moabitas llamadas Rut y Orpa. Cuando murieron
los dos hijos, Noemí decidió volver a su tierra, sus nueras la acompañaron
porque querían estar con ella.
Habían realizado una parte del camino cuando Noemí les pidió que
regresaran a su tierra, pensaba que estarían mejor entre los suyos. Orpa
emprendió el viaje de regreso, pero Rut no hace intención de volver.
Ante la insistencias de Noemí para que regrese, Rut le dice: "¡No trates de
hacer que te deje! Déjame ir contigo. Donde tu vayas yo iré, y donde vivas,
viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tu mueras yo
moriré, y allí me enterraran". Al oír esto, Noemí acepta que la acompañe.
Las dos mujeres completan el viaje y se establecen en Belén, patria del
marido de Noemí.
Tenía Noemí un pariente de su marido llamado Booz, que permitió a Rut ir
de espigadora a sus campos.
Un día Booz le dijo a Rut: "Se lo que has hecho por tu suegra después de
muerto su marido, que has dejado tus parientes y la tierra en que naciste
para venir con ella a un pueblo para tí desconocido. Que Dios te pague lo
que has hecho y recibas cumplida recompensa".
Pasado algún tiempo Booz y Rut se casaron. Su primer hijo se
llamó Obed que fue padre de Jesé y, por lo tanto, abuelo del rey David.
I SAMAUEL
En 1 Samuel 2:30 leemos: “…yo honraré a los que me honran, y los que me
desprecian serán tenidos en poco”. En otras palabras, el Señor bendecirá a los
que lo honren y guarden Sus mandamientos, y los que no lo honren no recibirán
Sus bendiciones.
Hay varios relatos en 1 Samuel que reflejan ese tema. Ana honró a Jehová y
pidió tener un hijo, y Jehová la bendijo con un hijo. Samuel, el hijo de Ana,
también fue bendecido por escuchar al Espíritu y obedecer a Jehová. Saúl no
continuó honrando a Jehová, por lo que Jehová nombró a David para
reemplazarlo como rey. Siendo un joven, David ejerció la fe en Jehová, quien lo
bendijo para que pudiera matar a Goliat.
1 Samuel 1–7 Ana le suplica a Jehová que le permita tener un hijo. Jehová le
concede su petición, y ella da a luz a Samuel. Muy temprano en la infancia de
Samuel, Ana lo presenta en el tabernáculo para servir bajo Elí. Jehová se
aparece a Samuel y lo bendice. Los filisteos atacan a Israel y capturan el arca
del convenio. Samuel predica a los israelitas y los exhorta a dejar de adorar
ídolos y a comenzar a servir a Jehová. Los israelitas se vuelven a Jehová, y
Jehová somete a los filisteos.
1 Samuel 8–15 Los hijos de Israel desean tener un rey. Samuel está
descontento con su petición y les advierte de la opresión que un rey les
impondría. Jehová acepta darles un rey y le indica a Samuel que unja a Saúl.
Saúl fue llamado por Jehová y sostenido por el pueblo para ser el rey. Él reina
con rectitud por una temporada, pero con el tiempo desobedece a Jehová y es
rechazado por Él.
1 Samuel 16–31 Jehová le indica a Samuel que unja a un joven llamado David
para ser el rey. David derrota a Goliat y el pueblo lo honra grandemente. El rey
Saúl se vuelve celoso de David y trata de matarlo en múltiples ocasiones. David
obtiene muchos seguidores, entre ellos Jonatán, el hijo de Saúl. Los filisteos
derrotan y matan a Saúl.
II SAMUEL
2 Samuel 11–12 David codicia a Betsabé y comete adulterio con ella. Betsabé
concibe a un hijo, y David trata de aparentar que Urías, el esposo de Betsabé,
es el padre del niño. Cuando ese plan no funciona, David dispone que Urías sea
muerto en la batalla y toma a Betsabé por esposa. Jehová le revela al profeta
Natán lo que David ha hecho, y Natán expone el pecado de David por medio de
una parábola. Natán profetiza la tragedia y el dolor que caerán sobre David y su
casa.
2 Samuel 13–24 La familia de David queda fracturada por la lujuria y el
asesinato. Su hijo Absalón conspira contra él y trata de obtener el trono. David
se esfuerza para reinar con rectitud y logra mantener el control del reino.
I REYES
1 Reyes 1–11 Antes de su muerte, el rey David hace que su hijo Salomón sea
ungido rey. Salomón gobierna su reino con gran sabiduría. Salomón edifica un
templo y su palacio en Jerusalén, dando comienzo al período conocido como “la
edad de oro de Israel”. La reina de Sabá visita a Salomón. Las esposas de
Salomón lo alejan de la adoración de Jehová y lo alientan a adorar dioses falsos.
Jeroboam amenaza el reino de Salomón.
1 Reyes 12–16 Todas las tribus de Israel excepto Judá y Benjamín se rebelan
contra Roboam, el hijo de Salomón. El reino se divide y Jeroboam se convierte
en gobernante del Reino del Norte (también conocido como Israel), dejando a
Roboam gobernar el Reino del Sur (también conocido como Judá). Jeroboam y
Roboam establecen la adoración de ídolos en sus reinos y muchos de los
gobernantes de ambos reinos siguen ese modelo de adoración de ídolos.
1 Reyes 17–22 Elías el Profeta provoca una sequía en la tierra. Levanta de los
muertos al hijo de una viuda. Con gran poder de Dios, Elías el Profeta compite
con los sacerdotes de Baal y demuestra que Jehová es Dios. Después del
milagro, Jezabel, esposa del rey Acab y seguidora de Baal, trata de matar a Elías
el Profeta. Elías el Profeta viaja al monte Horeb, donde el Señor habla con él con
una voz apacible y delicada. Elías el Profeta conoce a Eliseo, el cual lo sucederá
como profeta. Elías el Profeta profetiza la muerte de Acab y de Jezabel. Tras la
muerte de Acab, el hijo de él, Ocozías, reina con iniquidad.
II REYES
2 Reyes 14–20 Muchos de los reyes de Israel reinan con iniquidad. El rey
Tiglat-pileser de Asiria toma cautivos a muchos israelitas. El rey Acab de Judá
reina con iniquidad. Las idólatras diez tribus de Israel son llevadas cautivas por
el rey Sargón de Asiria. El rey Ezequías reina con rectitud sobre Judá; obedece
al Señor y elimina los lugares dedicados a la adoración de dioses falsos. Por
causa de la fe del rey Ezequías y su confianza en Dios, un ángel destruye al
ejército asirio, lo cual cumple una profecía de Isaías.
2 Reyes 21–25 En el Reino del Sur, el rey Manasés restablece temporalmente
el culto a los ídolos. El justo rey Josías repara el templo y encuentra el libro de
la ley. Josías lee el libro de la ley al pueblo, suprime los lugares dedicados a la
adoración de dioses falsos y vuelve a instituir la Pascua. Josías muere en la
batalla. Babilonia invade Judá y lleva cautivo a gran parte del pueblo, incluso al
rey Sedequías. Después de muchos años, el rey Joaquín de Judá es puesto en
libertad y se le permite vivir sus últimos días en relativa paz y comodidad en
Babilonia.
I CRONICAS
1 Crónicas 10–22 Después de morir Saúl, David gobierna como rey sobre
todas las tribus de Israel. Lleva el arca del convenio a Jerusalén, que se
convierte en la capital del reino. Jehová manda a David que no construya una
casa de Jehová, y le promete que su hijo lo hará. El rey David derrota a otras
naciones en la batalla y reina en Israel con justicia.
1 Crónicas 23–29 David prepara a su hijo Salomón y a los levitas para que
construyan el templo. David muere y Salomón reina.
II CRONICAS
2 crónicas 1–9 Jehová bendice al rey Salomón con enorme sabiduría y riqueza.
Él construye y dedica el templo de Jerusalén. Jehová se aparece a Salomón y
promete bendecir a los israelitas conforme a su obediencia. Tras cuarenta años
de reinado, Salomón muere y su hijo Roboam reina.
Esdras 7–10 El rey Artajerjes encarga a Esdras que lleve a otro grupo de judíos
a Jerusalén. Éste se entera de que muchos judíos, incluso líderes, han
desobedecido a Jehová al contraer matrimonio con personas que no son
israelitas y que practican la idolatría. Los culpables confiesan su pecado y se
separan de sus esposas extranjeras.
NEHEMÍAS
Nehemías 1–6 Nehemías, un judío que servía como copero del rey de Persia,
ayuna y ora cuando se entera de que los judíos en Jerusalén están sufriendo y
que los muros que rodeaban la ciudad los han destruido. El rey Artajerjes le
concede a Nehemías su petición de regresar y reconstruir los muros y las puertas
de la ciudad. Nehemías viaja a Jerusalén y dirige a los judíos en la reconstrucción
de los muros de la ciudad a pesar de afrontar oposición.
Nehemías 8–10 Esdras lee en voz alta e interpreta la ley de Moisés a los judíos.
El pueblo llora cuando escucha la lectura de las Escrituras en voz alta. Ayunan
y confiesan sus pecados ante Jehová. Algunos judíos hacen un recuento de la
historia de los israelitas y de algunas de las bendiciones que han recibido de
Dios desde Abraham hasta sus propios días. El pueblo hace convenio de
contraer matrimonio sólo dentro de la casa de Israel, honrar el día de reposo,
pagar el diezmo y guardar los mandamientos del Señor.
ESTHER
El libro de Ester se encuentra entre los libros de Nehemías y Job. Es el último
de los libros históricos en el antiguo testamento. También es uno de solo dos
libros en la Biblia con el nombre de una mujer, el otro siendo el libro de Rut.
Capítulo 1: Para exhibir sus riquezas el rey Asuero hizo un gran banquete en
su palacio que duro varios días. Envió a buscar a la reina Vasti para mostrar lo
bella que era, pero la reina no fue. Esto fue un acto que le causo su posición.
Capítulo 2: Asuero busca una nueva reina y todas las jóvenes de su reinado
fueron llevadas a él. Asuero escoge a Ester sin saber que ella era judía y dice
la Biblia que la amó más que a todas las otras. Miembros de la corte de Asuero
planean matarlo. Mardoqueo se da cuenta y le dice a Ester para que advierta al
rey.
Capítulo 9: Los judíos son librados de casi ser eliminados totalmente. Mueren
los hijos de Amán. Institución de los Purim.
Capítulo 10: Breve resumen de como Mardoqueo llegó a ser segundo después
del rey Asuero.