Está en la página 1de 40

Parte 5

2021
Quiénes Somos
Tecnoglass es una compañía líder en la fabricación de vidrio arquitectónico y
productos de aluminio para la industria mundial de la construcción, tanto
comercial como residencial. Desde 1984 ha mejorado la calidad de su vidrio y
ventanas, fuerza y durabilidad.

Sus marcas – Tecnoglass, ESWindows y Alutions – están completamente


integradas en un moderno complejo de manufactura de 250 mil de metros
cuadrados, que nos permite tener mayor control sobre cada uno de los
productos.
TECNOGLASS
Quiénes Somos

Gracias a tecnología de punta, Tecnoglass se ha convertido en uno de


los proveedores preferidos para cubrir todas las necesidades de los
clientes en cuanto a vidrio: templado, laminado e insulado, así como
serigrafía, vidrio de alto impacto, baja emisión y curvo.

Tecnoglass ofrece vidrio de alta calidad que cumple con las necesidades
del mercado, con precios competitivos y entregas oportunas.
MISIÓN
Nuestra misión es la transformación y comercialización del vidrio,
con alta tecnología, que satisfaga las necesidades de nuestros
clientes en calidad y servicio, asegurando el desarrollo integral y
equitativo de nuestro recurso humano, y así contribuir al
permanente progreso de la empresa, la retribución adecuada y
justa para los miembros de la organización, sus familias, los
accionistas y la sociedad.
VISIÓN
Nuestra visión es ser líderes con nuestros productos a
nivel nacional e internacional con la más alta calidad y
servicio, mediante un capital humano entrenado,
motivado y comprometido con su misión.
• 1994
• 1996 25 años transformando vidrio arquitectónico
• 2007 Tecnoglass inicia operaciones como la mejor
• 2013 alternativa para la producción masiva de
• 2015
• 2016
vidrios templados, laminados, insulados, con
• 2017 serigrafía, blindados y curvos.
• 2018
• 2019
Actualmente, Tecnoglass cuenta con 5.700
trabajadores y no tiene ningún sindicato, lo que es un
buen síntoma, según el empresario, de que las
personas se encuentran satisfechas con las
condiciones en que trabajan a diario.27 sept. 2018
Antes de que el Grupo Tecnoglass se posicionara como líder en la
industria del vidrio, Christian Daes, presidente de la compañía, ya
había fracasado varias veces en el intento de crear empresa.
Comenzó vendiendo calentadores solares en Barranquilla, pero
quebró muy pronto debido al auge que tuvo la llegada del gas
natural en la década de los ochenta.
Sin embargo, asegura que hay que montar 20 negocios para que
uno funcione, y tras pensar por varios días en cómo salvar la
inversión, tuvo la idea de fabricar ventanas con el vidrio y aluminio
que ya producía.
De ese giro inesperado nació Tecnoglass, en el garaje de una casa
y con un personal muy limitado, que producía al año ingresos
cercanos a 1.400 millones de pesos. En los 24 años que han
pasado ha tenido un crecimiento monumental: una planta de
260.000 metros cuadrados que emplea más de 5.500 personas.
Para entender la dimensión de sus operaciones, basta tener en
cuenta que Tecnoglass fabrica a diario unas 2.500 ventanas, y que
sus productos se distribuyen a más de 30 países, como Estados
Unidos, Singapur, Alemania, España, Turquía, Israel y la mayoría
de naciones de América Latina. De hecho, 70 por ciento de su
producción va a mercados internacionales.
El Grupo Tecnoglass abarca actualmente tres compañías:
Energía Solar ESWindows, Tecnoglass y Alutions, y vende 1,2
billones de pesos al año. Todas lideran el negocio de ventanas,
fachadas de aluminio y vidrios para proyectos residenciales y
comerciales. Su fuerte reside en su capacidad de innovar y en su
habilidad para conquistar mercados internacionales. Aprendieron
a vender sus productos en momentos de crisis al adaptarse a las
tendencias y necesidades de la industria extranjera.
A finales de la década de los noventa, por ejemplo, cuando el sector
constructor en Colombia atravesaba un mal momento, Tecnoglass
decidió abrirse camino en Estados Unidos. “No teníamos nadie a
quién venderle, estuvimos tan mal que no había con qué pagar la
luz, pero tocamos varias puertas en Miami y logramos establecernos
allí”, cuenta Daes. Rápidamente, la compañía se volvió experta en la
construcción de ventanas antihuracán, invirtió en la última tecnología
para producirlas, y así, junto a la política de cumplir rigurosamente
los tiempos de entrega, se convirtió en el proveedor favorito de
muchas compañías constructoras de Miami.
Tuvo tanto éxito que para 2005 el 90 por ciento de sus productos
iban a parar a este mercado. De hecho, uno de sus clientes más
fieles ha sido Donald Trump, el actual presidente de Estados
Unidos. Tecnoglass trabajó en la construcción de ventanas y
marcos de aluminio en 14 torres construidas bajo el logotipo del
magnate. Pero años después, cuando la depresión llegó al país
norteamericano, la compañía capoteó la crisis al ampliar sus
mercados a nuevos destinos de Centroamérica y Europa.

Tuvo tanto éxito que para 2005 el 90 por ciento de sus productos
iban a parar a este mercado. De hecho, uno de sus clientes más
fieles ha sido Donald Trump, el actual presidente de Estados Unidos.
Tecnoglass trabajó en la construcción de ventanas y marcos de
aluminio en 14 torres construidas bajo el logotipo del magnate. Pero
años después, cuando la depresión llegó al país norteamericano, la
compañía capoteó la crisis al ampliar sus mercados a nuevos
destinos de Centroamérica y Europa.
Desde ese momento,
Tecnoglass creció en forma extraordinaria.
Debutó en 2013 en la bolsa de valores Nasdaq, el mercado
bursátil más importante de acciones tecnológicas, en el que
cotizan empresas de la talla de Apple, Facebook, Microsoft y
Amazon. En enero de 2016 ingresó a la Bolsa de Valores de
Colombia (BVC), bajo el mnemotécnico TGLSC. Hoy es una
de las compañías más valiosas del país y, al mismo tiempo,
una de las más transparentes, pues ejerce rigurosos procesos
de control anticorrupción y de lavado de activos.
Tecnoglass trabaja para ser la empresa de vidrio más
innovadora del continente. Recientemente, inauguró la
primera planta en Colombia de vidrio Soft Coat (de baja
emisividad) y la segunda planta en América Latina. En 2015
comenzó a ofrecer a sus clientes TecnoAir, un novedoso y
sofisticado proceso de última tecnología que hace posible
fabricar el vidrio más delgado del mundo.
No hay ninguna tecnología nueva que el grupo
no tenga. Y la razón, según Daes, es que están
enamorados de su negocio, “y cuando uno está
enamorado de algo, quiere hacer lo mejor
posible”, asegura el presidente.
Estas buenas prácticas en innovación, transparencia y calidad
también se extienden a las políticas de derechos humanos y la
relación con sus trabajadores.
Promueve la igualdad de género y ha identificado grupos de interés
vulnerables en el barrio Las Flores de Barranquilla –donde se ubica
la planta–, con quienes trabajan por medio de la Fundación
Tecnoglass ESWindows. Ofrece diferentes actividades culturales,
sociales, deportivas y educativas; e incluso, brinda a la comunidad
la oportunidad de vincularse de forma permanente a la compañía.
También ha donado obras de infraestructura para el sector como
una estación de bomberos y un CAI de Policía que contribuye con la
seguridad del entorno.
Daes, además, asegura que los jóvenes juegan un rol fundamental
en el desarrollo de la empresa. “La gente joven ha sido el motor de
Tecnoglass. Escogemos casi todos nuestros trabajadores recién
salidos de la universidad. Nos gusta educar a nuestros
empleados”, explica. Como resultado de esta política, dice, su
compañía va a la vanguardia en calidad, desarrollo de ingeniería e
innovación.
En un país donde la gente piensa que solo los
grandes alcanzan el éxito, Tecnoglass demuestra que una
pequeña fábrica de familia, con un producto no tradicional, puede
sacar adelante su negocio. “El único problema que tenemos los
colombianos es no creer en nosotros”, concluye.
• POR: PORTAFOLIO MARZO 07 DE 2017 - 11:13 P.M.

En total, 35 millones de dólares pagará la empresa colombiana Tecnoglass por la nueva


adquisición que acaba de hacer en Estados Unidos.

La firma barranquillera se dedica a la manufactura de productos


arquitectónicos en vidrio, ventanas y productos de aluminio asociados a la
industria de la construcción comercial y residencial y está listada tanto en el
Nasdaq de Nueva York como en la Bolsa de Valores de Colombia.

Este martes anunció la compra de la compañía estadounidense Giovanni


Monti and Partners Consulting and Glazing Contractors, Inc. (GM&P), una
empresa de consultoría comercial, cristalería e ingeniería con sede en la
Florida, especializada en ventanas y puertas para contratistas comerciales.
“Como una de los mayores clientes de la compañía, la adquisición de
GM&P provee una oportunidad atractiva para Tecnoglass para
continuar su estrategia de largo plazo de buscar una total integración
vertical y optimizar su logística de distribución”, expresó la empresa en
un comunicado.

Además, GM&P dará a Tecnoglass la habilidad para completar algún


trabajo de fabricación internamente en EE. UU. cuando sea
económicamente preferible, proporcionando una diversificación
operativa agregada, según añadieron.
“La adquisición de GM&P es una adición altamente complementaria a
nuestra empresa en rápida expansión. El equipo de GM&P ha sido un
socio sólido de Tecnoglass en los últimos cinco años, haciendo esta
adquisición un paso lógico en nuestro esfuerzo para fortalecer nuestra
posición en los Estados Unidos”, comentó José Manuel Daes, presidente
de Tecnoglass.
El directivo explicó que del total del precio convenido, US$6 millones
serán pagados en efectivo dentro de los próximos 60 días y lo restante
será en un lapso de 180 días, bien en ‘contante y sonante’, en acciones o
en una combinación de ambos. Esto quiere decir que serán US$29
millones a primero de septiembre o antes.
Toda su producción, hasta ahora, se realiza en un complejo industrial que ocupa
un área superior a los 250.000 metros cuadrados, en la capital del Atlántico, lo
que le proporciona fácil acceso a las Américas, el Caribe y el Pacífico. Desde un
principio la localización fue planeada para que su ventanería y perfilería salieran
a mercados externos.

Hoy estos se encuentran en propiedades importantes como el aeropuerto


internacional El Dorado (Bogotá), el Centro Médico Imbanaco (Cali), Trump
Plaza (Panamá), Trump Tower (Miami), 50 UN Plaza (Nueva York), Fordham
University (Nueva York), UB Law (Baltimore) y The Woodlands (Houston). Así
mismo, les vende a más de 900 clientes en Norte, Centro y Suramérica, el Caribe
y el Pacifico.
.
¿Cómo se explica que una fábrica local colombiana hoy sea un jugador
importante en su segmento?

​En Tecnoglass siempre tuvimos la idea de que el negocio fuera global y que
fuéramos líderes en el sector. Por eso, uno de nuestros sueños fue montar
un negocio que pudiera realizarse en todo el mundo.
No fue fácil: ser emprendedor significa probar, errar y volver a probar y
volver a errar, hasta que finalmente haya una idea que pegue.
¿Qué los llevó a internacionalizarse?

Durante la grave crisis que vivimos en los años 1995 y 1996, cuando nos
hallábamos prácticamente sin oxígeno, ni siquiera con qué pagar la luz de
una fábrica en la que solo había 28 empleados, seguimos una enseñanza de
ese pueblo emigrante al que pertenecemos: no bajar los brazos.

No quisimos quedarnos a esperar la muerte de Tecnoglass.


Así, como en Colombia no se podía vender absolutamente nada, salimos
a ver qué se podía hacer en el exterior, y encontramos que en el mercado
estadounidense podíamos hallar una oportunidad.
Recuerdo que hablamos con el señor Raúl Casares, que primero nos
atendió y luego nos botó de su oficina argumentando que, si en Estados
Unidos la gente no cumplía, mucho menos lo iba a hacer alguien de
Colombia.
Dos o tres meses después, recibimos la llamada de él mismo
diciendo que necesitaba una lámina de vidrio de 8 milímetros en
color bronce, que no conseguía en ninguna parte; cuando la
despachamos y vio que la calidad de nuestro producto era tan
buena, decidió viajar a Barranquilla y, con un apretón de manos,
sellamos una alianza que lleva más de 20 años.
¿Qué fortalezas descubrieron en el proceso?

Siempre ha sido el control de calidad. Nosotros hacemos mucho énfasis en


que nuestro producto posea lo más avanzado en materia de calidad en el
mundo. Es más: me atrevo a decir que no existe una fábrica que tenga
mejores controles de calidad que los nuestros, porque siempre hemos ido a
la vanguardia. Incluso, ya le estamos apuntando a lo que se va a
implementar en este tema en el año 2022. Por ejemplo, ya vimos que
dentro de tres o cuatro años el gran objetivo de la calidad en el segmento
serán la iridiscencia y las marcas de temple de los vidrios. Nosotros ya
estamos adquiriendo la tecnología para adelantarnos a ese proceso.
Nosotros hacemos mucho énfasis en que
nuestro producto posea lo más avanzado
en materia de calidad en el mundo.
Pero debieron cometer algunos errores en este lapso…

​Los hemos cometido todos. Creo que no se nos ha quedado por fuera
ninguno. La gente cree que un negocio exitoso resulta porque uno se las
sabe todas o es Dios, pero no: se cometen errores. Lo que sucede es que
somos autocríticos y vamos corrigiendo siempre en el camino. Yo les digo
a quienes trabajan conmigo que somos como el GPS de un avión que va
midiendo dónde está, a qué altura vuela y hacia dónde va, para ir
corrigiendo segundo a segundo el rumbo, porque quiere llegar seguro a la
meta.
¿Por qué decidieron inscribir sus títulos en el Nasdaq?

Simple y llanamente porque cuando vendíamos entre 80 y 100 millones de


dólares en la Florida (Estados Unidos) estábamos jugando de local. Sin embargo,
cuando queríamos hacerlo en Boston, Nueva York, Los Ángeles o San Francisco,
siempre nos preguntaban quiénes éramos y cómo les garantizábamos el
producto o si les íbamos a cumplir. ¿Cómo explicarles qué era Colombia, dónde
quedaba y por qué nuestras ventanas eran tan buenas? Pues entrar al mercado
de la bolsa de valores fue determinante para convencer a esos clientes de que
somos una compañía seria y confiable. De hecho, hace cuatro años logramos
vender 170 millones de dólares y este año ya vamos por encima de los 400
millones, lo cual significa que valió la pena.
Cómo sortearon el periodo de bajo crecimiento económico en
Estados Unidos?

Cuando arrancó esa crisis, nosotros estábamos vendiendo cerca


de 60 millones de dólares, y cuando esta terminó nuestras cifras
de ventas alcanzaban los 120 millones. Pudimos sortear esa
dificultad porque vimos con anticipación lo que venía y que había
algo pesado en el ambiente. De modo que ofrecimos muchos
productos nuevos en Panamá y Colombia y logramos compensar
esos malos años en Estados Unidos con di- chas ventas. Así,
conseguimos crecer a pesar de los apuros.
Qué tal les va en el mercado colombiano?
Nos va bien, pero nadie es profeta en su tierra. Varios de los negocios
grandes los ha hecho con compañías españolas –muchas veces, incluso,
con cotizaciones más altas que las de nosotros–, pero no nos podemos
quejar, pues al fin y al cabo nosotros hacemos lo mismo en otros países.
Desafortunadamente, hay veces en las que nuestro producto, a pesar de
ser de mejor calidad, no obtiene los contratos. Nuestra compañía trata de
licitar limpiamente en los proyectos, pero cuando no salimos favorecidos
no armamos mayor lío.
Uno de nuestros sueños fue montar un negocio
que pudiera realizarse en todo el mundo. No fue
fácil: ser emprendedor significa probar, errar y
volver aprobar y volver a errar, hasta que
finalmente haya una idea que pegue.
FIN

También podría gustarte