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OFRECIMIENTO DE TRABAJO.

CORRESPONDE AL TRABAJADOR LA
CARGA DE APORTAR AL JUICIO LAS CONSTANCIAS DEL PROCESO
ANTERIOR, CUANDO PRETENDE DEMOSTRAR LA MALA FE DE UN
SEGUNDO O ULTERIOR OFRECIMIENTO.

En un juicio donde se aduzca un despido injustificado posterior a una reinstalación,


derivada de un ofrecimiento de trabajo hecho en proceso anterior y, por su parte, el patrón
haga nuevamente la oferta de trabajo, corresponde al trabajador la carga de aportar como
elemento el expediente del juicio anterior o solicitar a la junta del conocimiento ordene la
remisión del mismo, a fin de que sea valorado como antecedente del nuevo ofrecimiento y
sea punto determinante para analizar la actitud procesal de las partes, en específico, de la
patronal; lo anterior, con el objeto de que la autoridad laboral esté en aptitud de calificar de
buena o mala fe el ofrecimiento del trabajo y, como consecuencia directa de dicha
calificación, se determine a quién corresponde la carga de la prueba en tratándose del
despido injustificado como base de la acción ejercida. Sin embargo, la omisión de aportar el
juicio anterior no conlleva por sí misma la acreditación de la buena fe del ofrecimiento de
trabajo, puesto que dicha calificativa depende de una serie de elementos, cuyo análisis se
constituye como una obligación de la junta laboral; asimismo, su aportación oportuna
tampoco implica tener por acreditada la mala fe, en tanto que dicha circunstancia se sujeta,
se reitera, a un ejercicio valorativo.

APORTACIONES AL SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO (SAR). DEBEN


CUBRIRSE SI SE DEMUESTRA QUE LA RELACIÓN ENTRE EL ACTOR Y EL
ESTADO FUE DE NATURALEZA LABORAL.

De la correlación de los artículos 2o., 3o., 4o., 6o., 10 y 43 de la Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado; 1, 2, 3, 21 y 76 de la Ley del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado vigente; y, 1o., 2o. y 3o. de la Ley de los
Sistemas de Ahorro para el Retiro, vigente a partir del 23 de mayo de 1996, se advierte que
las dependencias del Estado, en su calidad de patrón, tienen el deber de otorgar a sus
empleados los seguros que prevé el régimen obligatorio, tales como el médico, el fondo de
pensiones y retiro, entre otros, para lo cual, indefectiblemente deben realizarse las
aportaciones al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), como organismo regulado por las
leyes de seguridad social, que prevén que las aportaciones de los trabajadores, patrones y
del Estado sean manejadas a través de cuentas individuales, propiedad de los trabajadores,
con el fin de acumular saldos que se aplicarán para fines de previsión social, para la
obtención de pensiones, o como complemento de éstas. Consecuentemente, en aquellos
casos en que se controvierte la existencia de la relación de trabajo, asegurando que se trató
de una prestación de servicios profesionales, al quedar demostrado que el vínculo fue de
naturaleza laboral, procede condenar a cubrir las aportaciones correspondientes, por
constituir una obligación legal del Estado patrón.

CONTRATO DE TRABAJO POR TIEMPO INDETERMINADO SUJETO A


CAPACITACIÓN INICIAL. ES IMPROCEDENTE LA ACCIÓN DERIVADA DEL
DESPIDO CUANDO EL TRABAJADOR NO DEMUESTRA QUE LA RELACIÓN
LABORAL EXISTIÓ POR MÁS DE TRES MESES (ARTÍCULO 39-B DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO, VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE DICIEMBRE DE
2012).

Cuando un trabajador aduce que ingresó a laborar en una fecha determinada por más de tres
meses y el patrón se excepciona en el sentido de que el contrato de trabajo fue especial,
sujeto a capacitación inicial conforme al artículo 39-B de la Ley Federal del Trabajo,
vigente a partir del 1o. de diciembre de 2012, y en el juicio se acredita que se contrató al
operario en esos términos, con una temporalidad de tres meses, la acción derivada de un
despido (reinstalación o indemnización constitucional) es improcedente, si el actor no
demuestra que con anterioridad existió la relación laboral.

DEMANDA LABORAL. LA ELIMINACIÓN DEL ACTOR DE UNA PRESTACIÓN


RECLAMADA, NO CONSTITUYE UNA MODIFICACIÓN SUSTANCIAL DE
AQUÉLLA.

Si la parte actora elimina una prestación reclamada antes del cierre de la etapa de demanda
y excepciones regulada en el artículo 878 de la Ley Federal del Trabajo, vigente hasta el 30
de noviembre de 2012, dicha circunstancia no puede dar lugar a que se difiera o suspenda la
audiencia respectiva, en virtud de que con la conducta procesal del accionante no se vulnera
derecho fundamental alguno del demandado, habida cuenta que la determinación de su
contraparte no configura una modificación radical o sustancial al libelo inicial que impida
al patrón emitir la contestación respectiva.

PERITOS DEL INSTITUTO JALISCIENSE DE CIENCIAS FORENSES. EN LOS


JUICIOS PROMOVIDOS CON MOTIVO DE SU DESPIDO INJUSTIFICADO, LA
JUNTA LOCAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DEBE ANALIZAR,
OFICIOSAMENTE, LA PROCEDENCIA DE LA VÍA, PARA DETERMINAR LA
NATURALEZA JURÍDICA DE LA RELACIÓN ENTRE ELLOS.

Tratándose de juicios laborales promovidos ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje


por peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses con motivo del despido
injustificado del que alegan fueron objeto, la Junta debe realizar el estudio oficioso de la
vía, y preferentemente inclusive a la fijación de su competencia, porque en ese supuesto la
procedencia de la vía puede suponer en realidad un problema de incompetencia por razón
de la materia, ya que de llegar a considerar que dichos funcionarios forman parte de los
cuerpos de seguridad pública del Estado, en razón de las actividades que realizan, la
naturaleza de la relación con el organismo en que se encuentran empleados es de carácter
administrativo y, por ende, la vía para impugnar su terminación no es el juicio ordinario
laboral, pues de acuerdo con la fracción XIII del apartado B del artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (reformada el 18 de junio de 2008),
los miembros de las instituciones de seguridad pública del Estado se rigen conforme a un
régimen especial, el cual los excluye de la aplicación de las normas de trabajo.
PERITOS DEL INSTITUTO JALISCIENSE DE CIENCIAS FORENSES. SI
REALIZAN FUNCIONES DE SEGURIDAD PÚBLICA, LA RELACIÓN QUE LOS
UNE CON EL REFERIDO INSTITUTO ES DE NATURALEZA
ADMINISTRATIVA.

Si bien el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses es un organismo público


descentralizado y, por regla general tratándose de este tipo de organismos sus relaciones
laborales se rigen por el apartado A del artículo 123 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, lo cierto es que en el caso de los peritos que laboran para dicho
instituto ejerciendo funciones relacionadas con la seguridad pública del Estado, la
naturaleza de la relación que los une con dicho instituto no es laboral, sino administrativa,
ya que de conformidad con la fracción XIII del apartado B de dicho numeral, los peritos
miembros de los cuerpos de seguridad pública se rigen conforme a un régimen especial, el
cual los excluye de la aplicación de las normas de trabajo, lo que se corrobora con la Ley
del Sistema de Seguridad Pública para el Estado de Jalisco, vigente a partir del 20 de agosto
de 2012, la cual en sus artículos 3o. y 27 establece que se consideran como elementos
operativos integrantes de las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia a
los peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses que realicen funciones
relacionadas, entre otras, con la investigación del delito y apoyo a las autoridades
ministeriales y judiciales en el cumplimiento de sus funciones, en términos del artículo 5o.
de la citada ley, en tanto el artículo 20 de la ley orgánica del aludido instituto, reformado el
19 de abril de 2012, dispone que las relaciones laborales de dichos peritos se rigen
conforme al apartado B del aludido artículo 123, así como por la Ley General del Sistema
Nacional de Seguridad Pública y demás leyes aplicables en el Estado.

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PARA LA EJECUCIÓN DEL LAUDO. LA


INTERPOSICIÓN DE UN RECURSO DE REVISIÓN PROMOVIDO POR EL
ACTOR CONTRA EL ACUERDO QUE ORDENA SU CUMPLIMIENTO
INTERRUMPE EL TÉRMINO DE AQUÉLLA (LEGISLACIÓN BUROCRÁTICA
DEL ESTADO DE SAN LUIS POTOSÍ).

Si entre la fecha en que inició el cómputo del término de dos años para la prescripción de la
acción tendente a la ejecución del laudo, y aquella en que concluyó dicho plazo, la actora
interpone un recurso de revisión contra el acuerdo del presidente del Tribunal Estatal de
Conciliación y Arbitraje que ordenó el cumplimiento del fallo, al estimar que dicho
servidor no consideró todas las medidas necesarias para esa finalidad, este recurso
interrumpe el plazo de prescripción señalado y, por tanto, hasta que sea resuelto surge la
obligación procesal de la actora para solicitar a dicha autoridad que emita un nuevo acuerdo
de ejecución pues, lógicamente, el actor debía esperar a que el tribunal responsable
resolviera el mencionado recurso y hasta entonces reiterar su petición, conforme a las
circunstancias que se hubieran determinado en esa interlocutoria; lo anterior, con
fundamento en el artículo 115, fracción I, de la Ley de los Trabajadores al Servicio de las
Instituciones Públicas del Estado de San Luis Potosí, en donde se menciona que la
prescripción se interrumpe con la presentación de la demanda ante el Tribunal Estatal de
Conciliación y Arbitraje, pues hay identidad en la razón jurídica, es decir, en la consecuente
interrupción del término de prescripción por el ejercicio de los derechos procesales
correspondientes que, en este caso, de manera semejante, consistió en la interposición de un
recurso de revisión por parte del actor en el juicio laboral de origen contra el acto de
ejecución dictado por el presidente del tribunal responsable.

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN POR DESPIDO INJUSTIFICADO RESPECTO


DE PERSONA DIVERSA SEÑALADA EN LA AMPLIACIÓN DE LA DEMANDA
LABORAL. DIRECTRICES PARA DETERMINAR LA INTERRUPCIÓN DE
AQUÉLLA.

En el juicio laboral a la parte actora le asiste el derecho de modificar su escrito inicial de


demanda, precisando algún dato irregular, subsanando una omisión, haciendo valer otra
acción no incluida inicialmente, así como también demandar a diversa persona o personas a
las que no señaló en un principio. Para aclarar lo que debe entenderse por "persona diversa
a las inicialmente demandadas", este Tribunal Colegiado de Circuito considera conveniente
recurrir a la tesis de la otrora Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Quinta Época, Tomo CIII, página
1704, de rubro: "DEMANDA ANTE LAS JUNTAS, PRESCRIPCIÓN DEL TÉRMINO
PARA INTERPONERLA.", en la que estableció dos supuestos respecto del cómputo de la
prescripción, a saber: a) Cuando entre los individuos inicialmente demandados y la persona
moral demandada posteriormente (en ampliación de la demanda), no existe relación alguna
que les signifique obligación de representación a los primeros, para con la otra; y, b)
Cuando entre tales individuos existe una vinculación, por ser los primeros, representantes
de la patronal. En el primer caso, según sostuvo la citada Sala, la presentación de la
demanda interrumpe el plazo de prescripción de las acciones, únicamente respecto a las
personas demandadas inicialmente, pero no de la persona moral demandada después, es
decir, que para esta última, aquel término continúa transcurriendo, de manera que, si en la
fecha en que se amplió o aclaró el escrito inicial, ya se agotó el término para ejercer la
acción laboral contra ella, sí se actualiza la pérdida del derecho del actor, por no haberlo
ejercido oportunamente. En el segundo, la presentación del escrito inicial de demanda
laboral interrumpe el plazo de prescripción de las acciones con relación, tanto a los
demandados en ese escrito de inicio, como para la persona moral señalada posteriormente
en su ampliación o aclaración; o sea, que dicho término de prescripción es común para
todos los demandados, porque existe vinculación entre ellos, y los primeros no pueden
manifestarse ignorantes de lo que atañe a la persona moral a quien representan. En
consecuencia, si las personas demandadas originalmente en el escrito de demanda laboral
son, el presidente municipal, el jefe del Departamento de Obras Públicas y el jefe de
Recursos Humanos del Municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí, al no ser
representantes del referido Municipio, pues el primero es parte de un órgano de gobierno
plural, es decir, el Cabildo o Ayuntamiento, cuyo representante legal es el síndico, por así
establecerlo el artículo 75, fracción II, de la Ley Orgánica del Municipio Libre del Estado
de San Luis Potosí, y los otros dos solamente son trabajadores de aquél, ninguno puede
comparecer al juicio a admitir la responsabilidad patronal existente con el actor, ni puede
legalmente contestar la demanda por sí y a nombre del aludido Municipio; por tanto, la
presentación de la demanda no interrumpe el término de prescripción de las acciones por
despido injustificado respecto del Municipio señalado como demandado con posterioridad
en la ampliación de aquélla.
CONFESIÓN FICTA DEL PATRÓN NO DESVIRTUADA CON PRUEBA EN
CONTRARIO. ES APTA PARA ACREDITAR LA EXISTENCIA DE LA
RELACIÓN LABORAL.

El artículo 790, fracción II, de la Ley Federal del Trabajo, al prever que en el desahogo de
la prueba confesional las posiciones se formularán libremente, pero deberán concretarse a
"los hechos controvertidos", debe entenderse conforme a su expresión literal, por lo que no
cabe interpretación alguna para distinguir si éstos pueden ser principales o secundarios y,
por ende, la existencia de la relación laboral, no obstante ser uno de naturaleza principal, es
susceptible de acreditarse con la confesión ficta del patrón, no desvirtuada con prueba en
contrario, siempre que sea un hecho controvertido. En efecto, si la patronal no concurre a
desahogarla, debe declarársele confesa de las posiciones articuladas por el trabajador que se
hubieren calificado de legales, de manera que, a través de ese medio probatorio, el actor
puede válidamente demostrar que existió el vínculo laboral, sin que importe que al
contestar la demanda el patrón lo haya negado, en virtud de que esa expresión no constituye
prueba, sino sólo un planteamiento de defensa que tiene el efecto de arrojar la carga de ese
dato sobre el trabajador; además, si para acreditarlo éste tiene a su alcance el ofrecimiento
de la confesional, quedaría en precaria condición procesal si de antemano se destruyera el
valor de la confesión ficta de su contraparte, pues bastaría que el patrón, después de negar
la relación, se abstuviera de comparecer a absolver posiciones para impedir la eficacia
probatoria de la confesional.

RECURSO DE REVISIÓN EN AMPARO INDIRECTO. CUANDO LO


INTERPONE UN TRABAJADOR Y OMITE EXHIBIR LAS COPIAS
NECESARIAS DEL ESCRITO DE EXPRESIÓN DE AGRAVIOS, EL JUEZ DE
DISTRITO DEBE TENERLO POR INTERPUESTO Y EXPEDIRLAS
OFICIOSAMENTE.

La interpretación sistemática del artículo 88 de la Ley de Amparo con diversos artículos


que rigen la tramitación del juicio de amparo en materia laboral (indirecto o directo), así
como del recurso de queja, evidencia que el hecho de que no se hubiere incluido
expresamente a la clase trabajadora en el texto de aquel numeral dentro de los supuestos de
excepción a la obligación de exhibir copias del escrito de expresión de agravios, sólo
obedece a una cuestión de técnica legislativa, que no puede significar la voluntad del
creador de la ley de negar la aplicación de iguales principios a la clase trabajadora. De ahí
que cuando un trabajador interponga el recurso de revisión y no exhiba las copias
necesarias del escrito de expresión de agravios, el Juez de Distrito debe tenerlo por
interpuesto y expedirlas oficiosamente, pues únicamente así puede garantizarse el acceso
efectivo a la justicia que consagra el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, considerando los valores cuya integridad y prevalencia pueden estar en
juego en los juicios en que participan, que conciernen a la subsistencia de los obreros y de
sus familias.
PRIMA QUINQUENAL. LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO Y
LOS MUNICIPIOS DE CHIAPAS TIENEN DERECHO A ELLA (APLICACIÓN
SUPLETORIA DEL ARTÍCULO 34, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY
FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO).

De una nueva reflexión respecto del pago de la prima quinquenal a los trabajadores al
servicio del Estado y los Municipios de Chiapas, y acorde con el criterio sostenido por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia 2a./J.
99/2005, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XXII, septiembre de 2005, página 381, de rubro: "PRIMA VACACIONAL. LOS
TRABAJADORES DEL ESTADO Y MUNICIPIOS DE CHIAPAS TIENEN DERECHO
A ESA PRERROGATIVA EN TÉRMINOS DEL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO
40 DE LA LEY FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO,
DE APLICACIÓN SUPLETORIA A LA LEY DEL SERVICIO CIVIL LOCAL.", este
órgano de control de legalidad se aparta del criterio contenido en la tesis XX.2o.27 L,
publicada en el mismo medio de difusión, Época y Tomo, agosto de 2005, página 1968, de
rubro: "PRIMA QUINQUENAL. NO SE ACTUALIZA LA SUPLETORIEDAD DE LA
LEY FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO A LA LEY
DEL SERVICIO CIVIL DEL ESTADO Y LOS MUNICIPIOS DE CHIAPAS, AL NO
PREVER ESTA ÚLTIMA LA PROCEDENCIA DE ESE DERECHO.", en la que
sustancialmente se estableció que en tratándose del pago de la prima quinquenal a los
trabajadores mencionados, la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado no era
supletoria de la Ley del Servicio Civil del Estado y los Municipios de Chiapas, por
estimarse que no se preveía ese derecho. Cambio que también obedece, por una parte, a que
del proceso legislativo de reforma al artículo 116, fracción VI, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, en el que se otorgó a las Legislaturas Estatales la
facultad para crear leyes que regularan las relaciones laborales entre el Estado y sus
Municipios con sus empleados, vinculándolas para que lo hicieran con base en los derechos
mínimos tutelados en el apartado B del numeral 123 de la Constitución Federal, precepto
dentro del cual queda comprendida la protección al salario y, por otra, que de la exposición
de motivos de la adición del segundo párrafo del numeral 34 de la citada Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado, supletoria de la Ley del Servicio Civil del Estado y los
Municipios de Chiapas, se advierte que la prima quinquenal constituye una prerrogativa
necesaria para lograr la eficacia al disfrute del derecho mínimo de protección al salario que
se consagra en el apartado B del invocado precepto constitucional, al haberse establecido
como una prestación adicional al salario del trabajador, con la cual el Estado reconoce el
esfuerzo y la colaboración de los empleados públicos en la consecución de sus propósitos;
además, del contenido de las fracciones IV y VI del apartado B del referido numeral 123, se
advierte que el Constituyente previó medidas de protección al salario, entre otras, que sería
fijado en los presupuestos respectivos, sin que su cuantía pudiera ser disminuida durante su
vigencia, y que no podrían ser inferiores al mínimo para los trabajadores en general en el
Distrito Federal y en las entidades de la República; y que sólo podrían hacerse retenciones,
descuentos, deducciones o embargos, en los casos previstos en las leyes; de donde se sigue
que una de las medidas de protección al salario consiste en que esa retribución no podrá ser
restringida, pero sí es extensiva a las condiciones laborales de cualquier trabajador, sea de
base o de confianza, donde queda incluido el pago de la prima quinquenal, precisamente
por constituir un incremento al salario que se otorga al trabajador como estímulo por su
desempeño. En esa tesitura, si al regular las relaciones laborales entre los poderes de la
entidad y los Municipios con sus trabajadores, la Legislatura del Estado de Chiapas omitió
indicar expresamente que el pago de la prima quinquenal formaba parte del salario, ello no
significa que su intención hubiera sido privarlos de esa prerrogativa, pues conforme a la
referida jurisprudencia, en la aplicación supletoria de la ley no resulta indispensable que el
ordenamiento que permite dicha supletoriedad regule la institución a suplir, con tal de que
ésta sea necesaria para lograr la eficacia de las disposiciones contenidas en la ley suplida,
como sucede en el caso del pago de la prima quinquenal, que se instituyó como una
prerrogativa indispensable para lograr la eficacia al disfrute del derecho mínimo de
protección al salario, que constitucional y legalmente corresponde a los trabajadores. Por
otra parte, conforme al artículo noveno transitorio de la aludida ley burocrática estatal, que
señala: "En lo no previsto y que no se oponga a esta ley es supletoria la Ley Federal de los
Trabajadores del Estado.", y el dispositivo 34 de la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado que sí regula la mencionada prerrogativa, es válido establecer que con
la integración normativa de la ley que se aplica supletoriamente al ordenamiento estatal de
la materia, no se crea una institución extraña que el legislador no hubiera tenido la
intención de establecer, puesto que la protección al salario es también un derecho mínimo
garantizado para los trabajadores al servicio del Estado, que dispuso el legislador ordinario
federal y el pago de la prima quinquenal constituye una de esas medidas. En consecuencia,
se concluye que no fue voluntad del legislador estatal la omisión de incluir esa figura
jurídica en la Ley del Servicio Civil del Estado y los Municipios de Chiapas, sino que
constituye únicamente un vacío legislativo que permite acudir a la supletoriedad de leyes,
concretamente a la aplicación del párrafo segundo del artículo 34 citado, que sí prevé esa
prerrogativa laboral, con el objeto de adecuar el orden normativo de la ley burocrática local
a los postulados que en materia de estas relaciones se encuentran previstos en el apartado B
del artículo 123 constitucional.

ALIMENTOS DE MENORES INCAPACES. LOS PROGENITORES QUE LOS


TIENEN BAJO SU GUARDA Y CUSTODIA, DADO EL ROL QUE DESEMPEÑAN
SOBRE SU CUIDADO Y ATENCIÓN, TIENEN POR SATISFECHA SU
CONTRIBUCIÓN ALIMENTARIA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
VERACRUZ).

Si bien la obligación alimentaria debe recaer en ambos progenitores conforme al numeral


234 del Código Civil para el Estado de Veracruz, lo cierto es que no deben soslayarse las
cuestiones periféricas sobre el entorno de la menor incapaz, que consiste en que, por su
condición física -deficiencia mental- se ve limitada no sólo a su capacidad de ejercer alguna
actividad que le genere ingresos para solventarse por sí sola sus necesidades alimentarias,
sino también para hacerse cargo de su propia persona, lo que implica que deba tener
mayores cuidado y atención por quien tenga su guarda y custodia (madre), máxime si de las
constancias se observa que el demandado (padre) por su actividad laboral radica en lugar
distinto al del núcleo familiar, lo que traería como consecuencia un desequilibrio en los
roles de los padres. De ahí que se concluya que los progenitores que tienen bajo su guarda y
custodia hijos incapaces, tienen satisfecha su contribución alimentaria, dado el rol que
desempeñan sobre su cuidado y atención.
AMPARO INDIRECTO CONTRA LEYES. NO SE ACTUALIZA LA CAUSAL DE
IMPROCEDENCIA QUE DERIVA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS
ARTÍCULOS 61, FRACCIÓN XXIII Y 108, FRACCIÓN VIII, DE LA LEY DE
AMPARO (AUSENCIA DE CONCEPTOS DE VIOLACIÓN), SI EL JUZGADOR
TIENE EL DEBER DE SUPLIR LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN LOS
SUPUESTOS EN QUE OPERA.

Uno de los cambios más importantes que se introdujeron en la Ley de Amparo, vigente a
partir del tres de abril de dos mil trece, consiste en que la suplencia de la queja opera
respecto de las fracciones I (declaratoria de inconstitucionalidad de leyes); II (menores,
incapaces, orden o estabilidad de la familia); III (materia penal); IV (materia agraria); V
(materia laboral), y VII (condiciones de pobreza o marginación del quejoso), del artículo 79
del propio ordenamiento, aun ante la ausencia de conceptos de violación o agravios. Por
tanto, si en un amparo indirecto contra leyes promovido con motivo de un acto concreto de
aplicación no se formula algún concepto de violación en contra de la norma reclamada y el
Juez advierte que debe suplirse la deficiencia de la queja ante la ausencia de dichos motivos
de inconformidad por ser aplicables cualquiera de las fracciones mencionadas, no procede
el sobreseimiento en el juicio respecto de la disposición reclamada, sino que, por el
contrario, al actualizarse una de las excepciones al principio de definitividad en relación
con el respectivo acto concreto de aplicación, precisamente aquella que se refiere a la
impugnación de normas generales, el juzgador debe analizar el fondo del asunto y resolver
lo conducente.

LIBERTAD PREPARATORIA. EXIGIR AL SENTENCIADO QUE PARA


CONCEDER DICHO BENEFICIO DEBE ACREDITAR QUE DURANTE EL
TIEMPO DE RECLUSIÓN RECIBIÓ CAPACITACIÓN ESPECIALIZADA EN
CIERTOS OFICIOS, ES UNA ACTUACIÓN TOTALMENTE ARBITRARIA Y
DISCRIMINATORIA (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL ABROGADA).

El artículo 8o. de la Ley de Ejecución de Sanciones Penales para el Distrito Federal


abrogada señala que el proceso de readaptación de los internos se basa en el trabajo, la
capacitación para éste y la educación; lo que implica un medio para lograr la reinserción
social y, a la vez, conlleva una obligación para el Estado de proveer los medios necesarios
para su acceso a la población penitenciaria; no obstante, ello no constituye un requisito para
conceder el beneficio de la libertad preparatoria del sentenciado, acorde con el artículo 46,
fracción II, de dicho ordenamiento, que señala únicamente que éste demuestre haber
participado en el área laboral, educativa o cultural. En ese sentido, si la capacitación para el
empleo tiene como finalidad dotar de herramientas y habilidades para que el sentenciado a
su egreso cuente con un oficio, arte o profesión que lo ayude a desempeñar una actividad
lícita, el hecho de que la autoridad le exija para la concesión del beneficio mencionado que
acredite haber recibido durante el tiempo de reclusión una capacitación especializada en
ciertos oficios, es una actuación totalmente arbitraria y discriminatoria; máxime si del
dictamen del Consejo Técnico Interdisciplinario correspondiente se advierte que el
condenado ha demostrado participación activa y constante en el área laboral durante los
años en que ha estado en reclusión, como árbitro e instructor de actividades deportivas;
pues es innegable que tiene reconocido un oficio dentro del centro penitenciario, que
permite establecer que ha adquirido el hábito del trabajo, además de contar con
experiencias que le permiten obtener un desarrollo social y económico, como ejes rectores
de su reinserción social. Por lo que la afirmación de la autoridad responsable para negarle el
beneficio penitenciario, consistente en que ser árbitro e instructor en actividades deportivas,
se trata sólo de un deporte y no de un trabajo como tal, demerita y discrimina su esfuerzo
por capacitarse en el área deportiva y mantener una expectativa para desarrollar actividades
laborales en el deporte, que son distintas a sus participaciones en esta área.

LIBERTAD PREPARATORIA. LA VALORACIÓN DE LA AUTORIDAD


JUDICIAL DE LOS HECHOS QUE ACREDITARON EL DELITO, LA
RESPONSABILIDAD DEL SENTENCIADO Y SU GRADO DE CULPABILIDAD,
PARA LA CONCESIÓN DE DICHO BENEFICIO, IMPLICAN UNA DOBLE
CRIMINALIZACIÓN (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL ABROGADA).

De conformidad con el artículo 46 de la Ley de Ejecución de Sanciones Penales para el


Distrito Federal abrogada, el beneficio de la libertad preparatoria se concederá a todo aquel
que, además de haber cumplido con las tres quintas partes de la pena privativa de libertad
impuesta, acredite, entre otras cosas, niveles de instrucción y actividades culturales durante
el tiempo de reclusión; participe en el área laboral y cubra o garantice en su totalidad la
reparación del daño. En ese sentido, el hecho de que la autoridad judicial pondere para
conceder dicho beneficio, las circunstancias que acreditaron el delito, la responsabilidad del
sentenciado y su grado de culpabilidad y concluya que no ha mostrado arrepentimiento por
el hecho que realizó, no sólo carece de sustento legal, sino que se advierte totalmente fuera
de contexto para establecer la procedencia de la libertad preparatoria, al constituir factores
que de ninguna manera el Juez puede volver a considerar para negarle ese beneficio, ya que
esa actuación implica una doble criminalización, al recordarle lo que hizo y soslayar su
esfuerzo, constancia y dedicación para reintegrarse a la sociedad al recuperar su libertad
anticipadamente ante el cumplimiento de los requisitos legales; menos aún, puede exigirse
al sentenciado que se arrepienta por sus culpas para obtener el beneficio, bajo un contexto
de la pena totalmente superado y que se advierte degradante.

PENSIÓN ALIMENTICIA. SU PAGO PUEDE REALIZARSE A TRAVÉS DE


DEPÓSITO BANCARIO CUANDO LA SITUACIÓN LABORAL DE LA MADRE
DEL ACREEDOR, LE IMPIDE ASISTIR AL JUZGADO PARA HACERLA
EFECTIVA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO).

El artículo 244 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco(1) señala que la
consignación de dinero debe hacerse exhibiendo certificado de depósito que expida la
Secretaría de Finanzas o recaudadora, sin embargo, tratándose de obligaciones alimentarias
que deben satisfacerse para cubrir lo urgente de la propia subsistencia, bien puede realizarse
el pago de la pensión a través de depósito bancario en los casos en que exista impedimento,
como ocurre si la madre del acreedor, por su situación laboral, no puede asistir de manera
ordinaria al juzgado a realizar los trámites para hacerla efectiva; por otro lado, las fichas de
depósito bancario son un dato certero de comprobación de las obligaciones a cargo del
deudor. Por consiguiente, debe facilitarse la pronta disposición de los alimentos, evitar el
gasto extraordinario por el traslado para su cobro y la pérdida de tiempo e, incluso, el pago
de honorarios de abogados que puedan gestionarlos; máxime que el precepto 17, numeral 4,
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos(2) establece que los Estados partes
deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y la adecuada
equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en cuanto al matrimonio, durante éste y
en caso de su disolución adoptar disposiciones que aseguren la protección necesaria a los
hijos, sobre la base única del interés y conveniencia de ellos; de ahí que deban removerse
obstáculos que deniegan el acceso a la justicia y remediar situaciones asimétricas de poder
como una forma de garantizar el derecho a la igualdad.

SERVICIO PROFESIONAL DOCENTE. LA SEPARACIÓN DEL PERSONAL QUE


INCURRA EN LA CONDUCTA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 76 DE LA LEY
GENERAL RESPECTIVA, ES UN ACTO DE ÍNDOLE LABORAL Y, POR
CONSIGUIENTE, EL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y
ADMINISTRATIVA CARECE DE COMPETENCIA PARA CONOCER DE LOS
JUICIOS PROMOVIDOS EN SU CONTRA.

La Ley General del Servicio Profesional Docente, conforme a su artículo 1, primer párrafo,
es reglamentaria del diverso 3o., fracción III, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, por lo que se trata de una legislación relativa a la educación que el
Estado está obligado a impartir y, en concreto, determina los lineamientos de la regulación
del servicio profesional docente. En ese sentido, si bien se trata de una norma de naturaleza
administrativa, en tanto que versa sobre las funciones que corresponde ejecutar a la
administración pública federal y, además, le es aplicable supletoriamente la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo, ello no determina la vía para la impugnación de la
resolución de separación de un empleado por no asistir a sus labores por más de tres fechas
en un periodo de treinta días naturales, en términos del artículo 76 citado, ya que ese
ordenamiento procesal sólo complementa las reglas procedimentales de la primera,
mientras que para definir la sustancia de la decisión es necesario atender al artículo 83 de la
ley general mencionada, el cual indica que, salvo casos de excepción previstos en ella, las
relaciones de trabajo entre los organismos en materia educativa y el personal sujeto al
ámbito de aplicación del ordenamiento se regirán por la legislación laboral; asimismo,
establece que la separación del personal en los términos de esa ley podrá ser impugnada
ante los órganos jurisdiccionales en materia de trabajo; base suficiente para estimar que el
legislador fijó una regla general en cuanto a la competencia material de los tribunales
encargados de conocer de tales controversias. En consecuencia, dado que la impartición de
la educación pública requiere la contratación de personas encargadas de esa función, lo que
produce relaciones de índole laboral, y se regularon sanciones cuya imposición no
encuentra sustento en la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los
Servidores Públicos, queda de manifiesto que, tratándose de actos como el descrito, el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa carece de competencia para conocer de
su impugnación.
SUBCONTRATACIÓN LABORAL. EL ARTÍCULO 15-A DE LA LEY FEDERAL
DEL TRABAJO NO VIOLA EL PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURÍDICA.

El señalado precepto, al definir el régimen de subcontratación como aquel por medio del
cual un patrón denominado contratista ejecuta obras o presta servicios con sus trabajadores
bajo su dependencia, a favor de un contratante, persona física o moral, la cual fija las tareas
del contratista y lo supervisa en el desarrollo de los servicios o la ejecución de las obras
contratadas, no viola el principio de seguridad jurídica por el hecho de que se otorgue al
patrón contratante la facultad de fijar las tareas del contratista y supervisar ese trabajo. Lo
anterior, en virtud de que el legislador no elimina de la esfera jurídica del contratista el
derecho de supervisar y asignar las tareas a sus empleados, pues las seguirá teniendo
conforme a la relación laboral que rige entre él y sus trabajadores, ni está defraudando
expectativas legítimas que a aquél se le hubiesen creado (derecho que previamente había
adquirido); sólo se trata de una medida legislativa razonable, emitida y regulada,
principalmente, en beneficio y protección de los derechos de los trabajadores.

SUBCONTRATACIÓN LABORAL. LOS ARTÍCULOS 15-A, 15-B, 15-C Y 15-D DE


LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO NO VIOLAN EL DERECHO A LA
LIBERTAD DE TRABAJO.

Los artículos citados, que regulan el régimen de subcontratación laboral, no violan el


derecho a la libertad de trabajo, sino que son acordes con el artículo 5o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues contienen una regulación especial para
efectos de que, tanto empresas contratistas como contratantes desarrollen su actividad
productiva, sólo que al hacerlo y por la situación de vulnerabilidad en la que queda la clase
trabajadora en una relación bajo el régimen de subcontratación, deberán cumplir con un
mínimo de condiciones que permitan que su actividad se realice con la debida protección de
los derechos laborales de los trabajadores.

SUBCONTRATACIÓN LABORAL. LOS ARTÍCULOS 15-A, 15-B, 15-C Y 15-D DE


LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO QUE REGULAN ESE RÉGIMEN, NO
VIOLAN EL PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURÍDICA.

Dichos preceptos, adicionados por el Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan
diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 30 de noviembre de 2012, que regulan el régimen de subcontratación laboral,
no violan el principio de seguridad jurídica, pues tal regulación persigue un fin
constitucionalmente legítimo, relacionado con la protección del derecho al trabajo de los
empleados, que se materializa con el pago oportuno de sus salarios y demás prestaciones de
seguridad social a las que tienen derecho, protegiéndolos ante el eventual incumplimiento
de las obligaciones legales por parte de la contratista. Esta medida permite que el
trabajador, ubicado dentro de una relación de subcontratación, no quede desprotegido
respecto de su derecho a obtener un salario digno y a la seguridad social, ya que para
proteger sus derechos, el legislador, en los artículos 15-B y 15-C invocados, estableció
como condición para el usuario de los servicios contratados bajo este régimen, la
verificación permanente de que la empresa contratista cumple con las disposiciones en
materia de seguridad, salud y medio ambiente en el trabajo.
PRUEBA PERICIAL MÉDICA EN EL JUICIO LABORAL OFRECIDA POR EL
ACTOR SOBRE SU ESTADO DE SALUD. CONSECUENCIA DE SU
INCOMPARECENCIA ANTE EL PERITO TERCERO EN DISCORDIA QUE
DEBE DESAHOGARLA.

Si la Junta nombra perito tercero en discordia para complementar el desahogo de la prueba


pericial médica, ofrecida por el actor para demostrar su estado de invalidez o incapacidad, y
éste no acude ante aquél a realizarse los estudios médicos necesarios para la emisión de la
opinión correspondiente, ello trae como consecuencia la deserción de la prueba, previa
prevención fehaciente realizada en ese sentido.

INCAPACIDAD DE EJERCICIO. LOS ACTOS JURÍDICOS CELEBRADOS POR


MENORES DE EDAD EN SU BENEFICIO SON EFICACES, E INEFICACES LOS
QUE LES PERJUDIQUEN.

Una importante opinión doctrinal es acorde con la interpretación sistemática y funcional de


la normatividad aplicable y con el principio del interés superior del niño, respecto a que en
el sistema jurídico mexicano, la incapacidad de ejercicio de los menores de edad se rige por
las siguientes bases: a) Su objeto consiste en proporcionar la más amplia protección a la
persona, derechos, patrimonio y demás intereses tutelables de los menores, frente a las
afectaciones perniciosas que puedan sufrir, por su inmadurez; b) La restricción es parcial y
relativa, pues sus destinatarios están autorizados, enunciativamente, para realizar ciertos
actos jurídicos, especialmente en la medida de su desarrollo psicofísico en el transcurso del
tiempo; c) El factor primordial para justificar tales autorizaciones radica en la adquisición
de discernimiento, concebido como la facultad de distinguir lo verdadero de lo falso, lo
justo de lo injusto, señalar la diferencia entre ellos y medir las consecuencias, pues esta
aptitud se va adquiriendo en forma paulatina, gradual, creciente y acumulativa, hasta
alcanzar su plenitud al llegar a la mayoría de edad; d) En otros asuntos, la autorización
propende a conjurar los riesgos que corren los intereses infantiles, por desatención de los
obligados a protegerlos, sea la negligencia o ignorancia de los representantes legales o la
existencia de intereses opuestos a los de los menores; e) Finalmente, en los casos de
urgencia, la justificación surge de la necesidad de acciones inmediatas para enfrentarlos,
aunque éstas provengan de los propios menores, si las circunstancias no permiten ocurrir
ante los representantes; f) El sistema culmina con una medida tuitiva, inclusive frente a los
actos celebrados personal y directamente por los niños, sin estar autorizados expresamente
en la ley, consistente en conferir la acción de nulidad sólo en favor de los menores y no de
sus contrapartes. Por lo tanto, en todos los casos en que los actos jurídicos celebrados por
un menor de edad, sin asistencia de sus representantes legales, beneficien a los niños, los
operadores jurídicos deben reconocerles eficacia, y en cambio, admitir la petición de
invalidez o ineficacia de los que le sean perniciosos. En la legislación nacional hay
múltiples ejemplos de que está concebida con apego a las directrices indicadas como las
siguientes: el Código Civil para el Distrito Federal autoriza a los menores para contraer
matrimonio, con autorización incluso sólo del Juez (artículo 148); instar al Juez a tomar las
medidas necesarias para impedir que por la mala administración de quienes ejercen la patria
potestad, se derrochen o disminuyan los bienes de su propiedad (artículo 441); los artículos
637 y 2230 establecen que la nulidad de un acto jurídico celebrado por un incapaz sólo
puede ser alegada por el propio incapaz; la Ley Federal del Trabajo les permite trabajar y
hacer valer sus derechos en juicio laboral sin autorización alguna (artículos 22 y 691); y el
artículo 8o. de la Ley de Amparo los autoriza para promover juicio de amparo, cuando su
legítimo representante se halle ausente, se ignore quién sea, esté impedido, o se negare a
promoverlo. La aplicación de los lineamientos destacados conduce a que, si una persona
adolescente contesta personalmente la demanda civil entablada en su contra, el juzgador
debe reconocer eficacia al acto, si su rechazo puede llevar a declararla en rebeldía y
presumir su respuesta afirmativa, y adicionalmente, adoptar las medidas conducentes para
la optimización de su defensa, como la de vigilar que la niña o niño cuente con un
representante idóneo y un defensor versado en la materia, y en su caso, la de proceder a la
recabación de los medios de prueba necesarios para resolver adecuadamente el litigio.

DEMANDA LABORAL. EL HECHO DE QUE QUIEN LA PROMUEVA SE


OSTENTE COMO APODERADO DEL TRABAJADOR Y NO DEMUESTRE, EN
TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 692, FRACCIÓN II, DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, SER LICENCIADO EN DERECHO, NO GENERA, POR SÍ SOLO,
QUE AQUÉLLA SE TENGA POR NO INTERPUESTA (LEGISLACIÓN VIGENTE
A PARTIR DEL 1o. DE DICIEMBRE DE 2012).

De acuerdo con la fracción II del artículo 692 de la Ley Federal del Trabajo, vigente a partir
del 1o. de diciembre de 2012, para fungir como apoderado de cualquiera de las partes en un
juicio laboral es indispensable que se demuestre ser licenciado en derecho; pero cuando el
apoderado del trabajador sea quien no demuestre esta situación, ello no implica, por sí solo,
que se tenga por no interpuesta la demanda, pues de acuerdo con la jurisprudencia 2a./J.
127/2012 (10a.), de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro
XIV, Tomo 2, noviembre de 2012, página 1167, de rubro: "DEMANDA LABORAL.
FORMA DE SUBSANAR LA OMISIÓN DEL TRABAJADOR O DE SU APODERADO
DE FIRMARLA.", las demandas laborales y los poderes adjuntos a éstas constituyen un
todo, razón por la cual deben analizarse de manera integral y armónica todos los datos
contenidos en ellos a fin de lograr advertir si contienen la información suficiente para
desprender la intención del trabajador de ejercer la acción; entonces, si se parte de esa base,
cuando quien promueve la demanda se ostentó como apoderado del trabajador, sin
demostrar ser licenciado en derecho, ello puede subsanarse de un análisis que se efectúe de
ésta y de los poderes anexos, para concluir que sí existe voluntad del operario de ejercer su
acción, lo que se traduce en que, aunque no se reconozca personalidad al apoderado por el
referido motivo, puede darse trámite a la demanda laboral.

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. ES DE MALA FE SI LA DEMANDADA


INTERPONE INCIDENTES DE PREVIO Y ESPECIAL PRONUNCIAMIENTO
NOTORIAMENTE IMPROCEDENTES CON LA ÚNICA INTENCIÓN DE
PROVOCAR EL RETARDO EN LA SOLUCIÓN DEL ASUNTO.
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver diversas
contradicciones de tesis sobre la figura del ofrecimiento de trabajo y sus efectos sobre la
carga probatoria, ha establecido varias reglas, entre ellas, la relativa a la conducta procesal
del oferente, como uno de los elementos a ponderar para calificarlo, apuntando que habrá
mala fe, entre otros supuestos, cuando el patrón persiga hastiar al trabajador en el litigio
para hacerlo desistir de su reclamo. Luego, si en el juicio de origen suscitado entre un
servidor público y un Ayuntamiento del Estado de Jalisco, la demandada plantea el
incidente de incompetencia del Tribunal de Arbitraje y Escalafón para los Servidores
Públicos del Estado de Jalisco, aduciendo que la controversia debe ser del conocimiento de
una Junta Local de Conciliación y Arbitraje y, tiempo después, hace valer la acumulación
de juicios, lo cual provocó la suspensión del asunto en cada una de las incidencias para su
debida tramitación como cuestiones de previo y especial pronunciamiento, las que, a la
postre, fueron declaradas infundadas por su notoria improcedencia e, incluso, se le impuso
multa a la promovente dada su frivolidad, dicha conducta revela que no es sincera su
intención de reanudar la relación laboral, sino la de hastiar al trabajador en el litigio para
hacerlo desistir de su reclamación, puesto que, a sabiendas del Ayuntamiento demandado
que los conflictos laborales suscitados con sus empleados deben ventilarse ante el citado
Tribunal de Arbitraje y Escalafón, pretende dolosamente que el asunto se remita a una
Junta local, aunado a que en el referido incidente de acumulación, la propia autoridad
laboral consideró que esa postura era con toda la intención de retardar la resolución del
conflicto. En tales condiciones, esa conducta desleal es reveladora de que el empleo fue
ofrecido de mala fe.

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIA LABORAL. OPERA A


FAVOR DE PENSIONADOS POR EL ISSSTE CUANDO DEMANDAN LA
CUANTIFICACIÓN CORRECTA DE SU PENSIÓN JUBILATORIA, POR
TRATARSE DE UN DERECHO FUNDAMENTAL TUTELADO POR EL
ARTÍCULO 123 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS.

El derecho a una pensión jubilatoria por parte del ISSSTE constituye un derecho
fundamental de seguridad social tutelado por el artículo 123 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos por lo que, atendiendo al principio de interpretación más
favorable a la persona, inmerso en el artículo 1o., párrafo segundo, constitucional, que
exige que las normas relativas a los derechos humanos se interpreten de conformidad con la
propia Constitución Federal y con los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, el alcance que debe darse a la figura de la suplencia de la queja
deficiente consignada en los artículos 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo abrogada y
79, fracción V, de la vigente, no sólo comprende a los trabajadores en activo, sino también
a los pensionados por el instituto mencionado, ya que sería injusto sostener que por la
naturaleza administrativa del acto impugnado en el juicio de nulidad y desconociendo el
carácter de trabajador en retiro o jubilado del quejoso, no procediera la suplencia de la
queja deficiente en su favor cuando demanda la cuantificación correcta de su pensión
jubilatoria, toda vez que no existe duda de que los derechos controvertidos emergen de una
relación de naturaleza laboral, pues la pensión deriva de haber cumplido con los requisitos
previstos por la ley respectiva para disfrutar de ese beneficio y sigue prevaleciendo, incluso
acrecentado, su estado de debilidad.

RELACIÓN LABORAL. NO SE PRESUME SU EXISTENCIA CON UN


CODEMANDADO FÍSICO SI EL ACTOR DEMANDÓ SIMULTÁNEAMENTE A
UNA PERSONA MORAL, Y DE AUTOS SE ADVIERTE QUE AQUÉL TIENE LA
CALIDAD DE SOCIO.

De acuerdo con el artículo 2o. de la Ley General de Sociedades Mercantiles, éstas tienen
personalidad jurídica propia y distinta de la de los socios que las constituyen y, por
consiguiente, las obligaciones que contrae una persona moral no perjudican ni repercuten
en contra de la persona física que tiene la calidad de socio. Por otra parte, el artículo 87 del
mismo ordenamiento, dispone que la sociedad anónima se compone de socios cuya
obligación se limita al pago de sus acciones y, por tanto, debe entenderse que la persona
moral es un ente con obligaciones y derechos, que tiene capacidad jurídica propia para
comparecer a juicio a través de sus representantes; por ende, las acciones que contra ella se
promuevan y prosperen sólo afectarán su patrimonio y no el de los socios en particular.
Ahora bien, si de los autos del juicio se advierte que el actor señaló como codemandado a
una persona física y resulta que ésta tiene la calidad de socia de la persona moral también
demandada, no puede presumirse, respecto de ella, la existencia de la relación laboral.

JURISDICCIÓN ESCALONADA. CÓMO DEBE PROCEDER EL JUEZ DE


DISTRITO CUANDO EN AMPARO INDIRECTO SE IMPUGNA LA
ILEGALIDAD O FALTA DE EMPLAZAMIENTO EN UN JUICIO LABORAL, ASÍ
COMO EL LAUDO QUE LE PUSO FIN.

Cuando en un juicio de amparo indirecto se señalan como actos reclamados el ilegal


emplazamiento o la falta de éste, así como el laudo pronunciado en el juicio laboral
relativo, en términos de la tesis de jurisprudencia P./J. 70/2010, del Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXXII, agosto de 2010, página 9, de rubro:
"EMPLAZAMIENTO. SI EN AMPARO INDIRECTO SE IMPUGNA SU ILEGALIDAD
O AUSENCIA EN UN JUICIO LABORAL, ASÍ COMO EL LAUDO RESPECTIVO,
OSTENTÁNDOSE EL QUEJOSO COMO PERSONA EXTRAÑA POR
EQUIPARACIÓN, Y EL JUEZ DE DISTRITO RESUELVE QUE AQUÉL FUE LEGAL,
SE DEBE ATENDER A LA DEFINITIVIDAD DE LA RESOLUCIÓN RECLAMADA
PARA DECIDIR LO CONDUCENTE (MODIFICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA
P./J. 121/2005).", el Juez de Distrito debe proceder en los siguientes términos: 1. Si el laudo
no se reclama como acto destacado, sino en vía de consecuencia, y en la sentencia recurrida
se determina la legalidad del emplazamiento, no procede la separación de los actos, dado
que la constitucionalidad del laudo se hace depender de la calificación del emplazamiento;
y, 2. Por el contrario, cuando se señala el laudo como acto destacado por vicios propios, y
en la sentencia recurrida se califica de legal el emplazamiento, procede la separación de los
actos, lo que no atenta contra el principio de continencia de la causa, porque se está ante el
análisis de constitucionalidad de actos y temas litigiosos diversos, como es el estudio del
laudo, sin que conlleve un nuevo análisis de la legalidad del emplazamiento, ya que por las
razones señaladas, para efectos del amparo debe considerarse como acto autónomo. En tal
supuesto de jurisdicción escalonada, el Juez de Distrito debe declarar su incompetencia y
ordenar la remisión de los autos al Tribunal Colegiado de Circuito correspondiente, a efecto
de que califique tal determinación, sin perjuicio de los trámites correspondientes para
realizar la separación del expediente.

PRUEBA DE INSPECCIÓN JUDICIAL. LAS DOCUMENTALES EXHIBIDAS


DURANTE SU DESAHOGO, AJENAS A AQUELLAS BASE DE LA INSPECCIÓN,
DEBEN SUJETARSE A LAS FORMALIDADES PREVISTAS EN LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO.

Conforme a la legislación laboral, en términos de los artículos 776, 778, 880 y 881, se
precisan las formalidades que deben respetarse en el ofrecimiento, desahogo y objeción de
pruebas; pudiendo ofrecerse nuevas pruebas siempre que se relacionen con las ofrecidas por
la contraparte, así como las que tiendan a justificar las objeciones, en tanto no se haya
cerrado la audiencia, y por una sola vez; por lo que concluida la etapa probatoria, solamente
serán admitidas las que se refieran a hechos supervenientes o de tachas de testigos; de ahí
que si en el desahogo de una diligencia de inspección sobre documentos que el patrón debe
conservar y exhibir en el juicio, en términos del artículo 784, en relación con el 804 de la
ley de la materia, el patrón pretende introducir una documental consistente en un recibo
finiquito en el que basa su defensa, con el objeto de que la prueba de inspección se
desahogue conforme a la indicada documental y no con base en aquellos documentos
señalados en el ofrecimiento de dicha prueba, de esta manera, no obstante que la pretendida
probanza fuera objetada por el trabajador en cuanto a su autenticidad de contenido y firma,
ofreciendo como medio para demostrar su objeción la pericial en caligrafía, grafoscopia y
grafometría, y que la patronal también ofrece dicho medio de perfeccionamiento en la
misma materia; resulta legal que la responsable le haga efectivo el apercibimiento
previamente decretado, ante la falta de exhibición de los documentos materia de la
inspección; así como el no tener por admitida la prueba exhibida y desechando los medios
probatorios en cuanto a la objeción planteada, para ponerla a disposición de quien la
exhibió en el desahogo de la inspección, por no tratarse de los supuestos de excepción para
la admisión de pruebas; de ahí que debió ofrecerla en el momento procesal oportuno, esto
es, en la audiencia en su etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas y hasta antes del
cierre; por lo que, al no hacerlo, su derecho precluyó, por tanto, sin posibilidad alguna de
agregarse al expediente, ya que la responsable únicamente se encuentra obligada a tomar en
consideración las exhibidas oportuna y formalmente, y no agregar aquellas que no cumplan
con tales requisitos legales.

PRUEBA PERICIAL EN EL JUICIO LABORAL. LA JUNTA DE CONCILIACIÓN


Y ARBITRAJE DEBE SEÑALAR FECHA DE AUDIENCIA PARA QUE LOS
PERITOS DE LAS PARTES Y TERCERO EN DISCORDIA COMPAREZCAN
PERSONALMENTE A SU DESAHOGO, A FIN DE QUE LAS PARTES PUEDAN
INTERROGARLOS.
Del artículo 825, fracciones I, II, IV y V de la Ley Federal del Trabajo, vigente hasta el 30
de noviembre de 2012, deriva que los peritos de las partes y tercero en discordia deben
comparecer personalmente a la audiencia de desahogo respectiva para rendir su dictamen; y
que el derecho de las partes de repreguntarles tiene como finalidad determinar el grado de
razón, experiencia o información que sirve de sustento a sus dictámenes, con lo cual se
aportan elementos necesarios para tomar una decisión jurisdiccional sobre su valor
probatorio. Conforme a lo anterior, en el desahogo de la prueba pericial, la Junta de
Conciliación y Arbitraje que conoce e instruye el juicio debe señalar fecha de audiencia
para que los peritos comparezcan personalmente, a fin de que las partes puedan
interrogarlos, porque conforme a los principios de inmediatez y oralidad que rigen en el
derecho procesal del trabajo y con fundamento en el artículo 781 de la ley citada, las partes
tienen el derecho de intervenir directa y personalmente en todas las etapas del
procedimiento, a fin de interrogar libremente a las personas que intervengan en el desahogo
de las pruebas sobre los hechos controvertidos, hacerse mutuamente las preguntas que
juzguen convenientes y examinar los documentos y objetos que se exhiban. Por tanto, si la
Junta omite señalar fecha para la celebración de la audiencia aludida, se actualiza la
violación procesal prevista en el artículo 172, fracción III, de la Ley de Amparo, lo que
amerita la reposición del procedimiento.

INFORMACIÓN PÚBLICA. TIENE ESE CARÁCTER LA QUE SE ENCUENTRA


EN POSESIÓN DE PETRÓLEOS MEXICANOS Y SUS ORGANISMOS
SUBSIDIARIOS RELATIVA A LOS RECURSOS PÚBLICOS ENTREGADOS AL
SINDICATO DE TRABAJADORES PETROLEROS DE LA REPÚBLICA
MEXICANA POR CONCEPTO DE PRESTACIONES LABORALES
CONTRACTUALES A FAVOR DE SUS TRABAJADORES.

Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios (Pemex-Exploración y Producción;


Pemex-Refinación; Pemex-Gas y Petroquímica Básica; y Pemex-Petroquímica),
constituyen entidades que, conforme a la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental, están obligadas a proporcionar a los terceros que lo
soliciten aquella información que sea pública y de interés general, como es la relativa a los
montos y las personas a quienes entreguen, por cualquier motivo, recursos públicos, pues
implica la ejecución del presupuesto que les haya sido asignado, respecto del cual, el
Director General de ese organismo descentralizado debe rendir cuentas, así como los
informes que dichas personas les entreguen sobre el uso y destino de aquéllos; así, los
recursos públicos que esos entes entregan al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la
República Mexicana por concepto de prestaciones laborales contractuales a favor de sus
trabajadores, constituyen información pública que puede darse a conocer a los terceros que
la soliciten, habida cuenta de que se encuentra directamente vinculada con el patrimonio de
los trabajadores aludidos, relativa al pago de prestaciones de índole laboral con recursos
públicos presupuestados, respecto de los cuales existe la obligación de rendir cuentas, y no
se refiere a datos propios del sindicato o de sus agremiados cuya difusión pudiera afectar su
libertad y privacidad como persona jurídica de derecho social, en la medida en que no se
refiere a su administración y actividades, o a las cuotas que sus trabajadores afiliados le
aportan para el logro de los intereses gremiales.
LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. PARA DETERMINAR SU
EXISTENCIA AL DELIMITAR LOS EFECTOS DE LA PROTECCIÓN
CONSTITUCIONAL EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO, CUANDO SE
DECLARA ILEGAL EL EMPLAZAMIENTO DEL QUEJOSO QUIEN SE
OSTENTÓ COMO TERCERO EXTRAÑO POR EQUIPARACIÓN, DEBE
CONSIDERARSE Y NO DESCONOCERSE LO RESUELTO EN EL LAUDO
DICTADO EN EL JUICIO LABORAL.

En la jurisprudencia P./J. 9/96, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su


Gaceta, Novena Época, Tomo III, febrero de 1996, página 78, de rubro: "SENTENCIAS
DE AMPARO. CUANDO ORDENEN REPONER EL PROCEDIMIENTO, SUS
EFECTOS DEBEN HACERSE EXTENSIVOS A LOS CODEMANDADOS DEL
QUEJOSO, SIEMPRE QUE ENTRE ÉSTOS EXISTA LITISCONSORCIO PASIVO
NECESARIO.", el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció que los
efectos de la sentencia de amparo que concede la protección federal deben extenderse a los
codemandados del quejoso, quienes no ejercitaron la acción constitucional correspondiente,
cuando se encuentre acreditado en autos que entre dichos codemandados existe
litisconsorcio pasivo necesario, o que la situación de los litisconsortes sea idéntica, afín o
común a la de quien sí promovió el juicio de amparo, pues los efectos del citado
litisconsorcio pasivo sólo se producen dentro del proceso correspondiente, por lo que sí
pueden trasladarse al procedimiento constitucional. En relación con ello, en la
jurisprudencia 2a./J. 103/2011, publicada en el mismo medio de difusión y Época, Tomo
XXXIV, julio de 2011, página 690, de rubro: "LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO
EN MATERIA DE TRABAJO. CORRESPONDE A LA AUTORIDAD LABORAL
DETERMINAR SU EXISTENCIA.", la Segunda Sala de ese Alto Tribunal precisó que en
materia de trabajo corresponde a la autoridad que conoce del juicio resolver la existencia o
inexistencia del litisconsorcio pasivo necesario. Consecuentemente, para determinar la
existencia de litisconsorcio pasivo necesario al delimitar los efectos de la protección
constitucional en el juicio de amparo indirecto, cuando se declara ilegal el emplazamiento
del quejoso quien se ostentó como tercero extraño por equiparación, el juzgador de amparo
debe considerar lo resuelto en el laudo dictado en el juicio común, pues mediante esa
resolución la Junta de Conciliación y Arbitraje fijó la existencia o inexistencia del
litisconsorcio, y tal pronunciamiento constituye una verdad legal que no fue puesta a
discusión, por lo que no se debe desconocer.

SALARIOS CAÍDOS. EL ARTÍCULO 48, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY


FEDERAL DEL TRABAJO, REFORMADO MEDIANTE DECRETO PUBLICADO
EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 30 DE NOVIEMBRE DE
2012, AL LIMITAR SU PAGO HASTA POR 12 MESES EN CASO DE QUE EL
PATRÓN NO DEMUESTRE LA CAUSA DE RESCISIÓN DE LA RELACIÓN
LABORAL (DESPIDO INJUSTIFICADO), NO VIOLA EL ARTÍCULO 123,
APARTADO A, FRACCIÓN XXII, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
La reforma del artículo 48, párrafo segundo, de la Ley Federal del Trabajo, publicada en el
Diario Oficial de la Federación de 30 de noviembre de 2012, relativa a limitar el pago de
salarios caídos hasta por 12 meses, no es contraria al artículo 123, apartado A, fracción
XXII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por estimarse que: a)
La disposición federal no prohíbe imponer a los patrones el cumplimiento de una
determinada responsabilidad en un plazo que no exceda de 12 meses, atento a que el
legislador ordinario fue autorizado por el párrafo inicial del propio artículo 123 para
formular las normas que estime pertinentes para regir las relaciones laborales, siempre y
cuando no contraviniera las bases por él previstas; b) La Constitución sólo establece
normas básicas tutelares de los derechos de los trabajadores, en su aspecto de mínimo
indispensable, que debe ser desarrollado por la legislación y la contratación laborales, esto
es, establece un mínimo de garantías que pueden ser desarrolladas por la ley secundaria; c)
La finalidad de la norma secundaria es evitar la dilación y graves perjuicios que sufrían los
trabajadores durante la tramitación del procedimiento; y, d) El pago de los salarios vencidos
por un plazo de 12 meses constituye el importe de los daños y perjuicios que legalmente
debe cubrir el patrón, como una consecuencia ineludible de la responsabilidad en que
incurre si se demuestra lo injustificado del despido; además, debe considerarse que ni la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ni las normas de derechos humanos
contenidas en tratados internacionales -que son derecho positivo en nuestro sistema
jurídico- definen o establecen qué prestaciones deben cubrirse al trabajador que haya sido
separado injustificadamente, puesto que se entiende que esta facultad corresponde al
Congreso de la Unión, el que por disposición expresa del precepto constitucional citado
debe expedir las leyes sobre el trabajo conforme a la realidad y a las circunstancias del país,
con la única limitación de no contravenir sus bases; en otras palabras, la disposición
constitucional lo faculta para dictar las leyes sobre el trabajo sin contravenir sus bases; por
tanto, puede determinar qué prestaciones deben cubrirse al trabajador que haya sido
separado injustificadamente; de ahí que los salarios caídos no son más que una
consecuencia inmediata y directa de las acciones originadas en el despido o en la rescisión
del contrato de trabajo por causa imputable al patrón, y que el derecho del trabajador a
percibirlos se da al obtener resolución favorable en el juicio en que deduzca tales acciones.
Por tanto, el aludido artículo 48, párrafo segundo, al limitar el pago de salarios caídos hasta
por 12 meses, en el supuesto de que el patrón no demuestre la causa de la rescisión de la
relación laboral, no viola la referida fracción XXII del apartado A del artículo 123, porque
no es una sanción adicional a las que preceptúa, sino sólo es efecto jurídico que se deriva
del despido injustificado por el patrón.

JURISPRUDENCIA 2a./J. 17/2015 (10a.) (*), DE RUBRO: "CONVENIO LABORAL


SANCIONADO POR LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. ES
IMPROCEDENTE EL PLANTEAMIENTO DE NULIDAD FORMULADO EN SU
CONTRA CUANDO EL TRABAJADOR ADUCE RENUNCIA DE DERECHOS
(ABANDONO DE LAS JURISPRUDENCIAS 2a./J. 105/2003, 2a./J. 162/2006, 2a./J.
195/2008 Y 2a./J. 1/2010).". ÁMBITO TEMPORAL DE APLICACIÓN.

En la jurisprudencia 2a./J. 17/2015 (10a.), la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación sostuvo que con la aprobación de la Junta de Conciliación y Arbitraje, el
convenio laboral resulta vinculante para las partes, por lo que si posteriormente el
trabajador hace valer su nulidad aduciendo una renuncia de derechos, en relación con
hechos y prestaciones que ya fueron materia de pronunciamiento por el tribunal laboral,
dicha acción resulta improcedente. Sin embargo, en atención al artículo 217, párrafo último,
de la Ley de Amparo, que establece que la jurisprudencia en ningún caso tendrá efecto
retroactivo en perjuicio de persona alguna, la tesis jurisprudencial referida sólo es
vinculante para los juicios promovidos a partir del 13 de abril de 2015, lunes hábil siguiente
a la fecha en la que fue publicada en el Semanario Judicial de la Federación. Así, en los
casos tramitados con anterioridad a esa fecha, debe considerarse que los actores ya habían
ejercido el derecho para demandar la nulidad del convenio, lo cual resultaba procedente en
atención a los criterios abandonados por la jurisprudencia aludida.

TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO DEL ESTADO DE


VERACRUZ. NO LES SON APLICABLES LAS CONDICIONES GENERALES DE
LOS TRABAJADORES DE BASE.

La interpretación sistemática y funcional de los artículos 137 y 11, fracción I, de la Ley del
Servicio Civil de Veracruz, conforme a lo establecido en el artículo 123 de la Constitución
General de la República, justifican el trato diferenciado entre trabajadores de base y de
confianza, que lleva a la conclusión de que las condiciones generales de trabajo previstas en
esa legislación para los trabajadores de base, no les son aplicables a los de confianza, pues
si bien en el primero de tales preceptos legales se prevé en términos amplios y sin
distinción literal que "las condiciones generales de trabajo se extienden a todos los
trabajadores", también lo es que agrega que se trata de los "que ampara esta ley", de modo
tal que si en el segundo de tales dispositivos normativos, expresamente señala que:
"Quedan excluidos de la aplicación de esta ley los trabajadores: I. De confianza". De ahí
que ni por extensión pueda entenderse que el legislador local quiso que esas condiciones
fueran aplicables a ambos tipos de empleados burocráticos, sino sólo a los de base, porque
la exclusión de un derecho no necesariamente debe estar así prevista en una norma, ya que
basta atender a los derechos que confirió el constituyente permanente a los trabajadores de
confianza para inferir que, por exclusión, no pueden gozar de los otorgados a los de base.
Máxime que en el marco jurídico de esta entidad federativa existe la "Ley Número 545 que
establece las bases normativas para expedir las condiciones generales de trabajo a las que se
sujetarán los trabajadores de confianza de los poderes públicos, organismos autónomos y
municipios del Estado de Veracruz-Llave", publicada en la Gaceta Oficial estatal el 28 de
febrero de 2003, cuya finalidad es precisamente dotar a esta clase laboral de las condiciones
esenciales para el debido desempeño de las funciones públicas, respetando sus derechos
fundamentales.

COMPETENCIA EN MATERIA LABORAL. CUANDO EL INSTITUTO


MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL APARECE COMO DEMANDADO,
CORRESPONDE CONOCER DEL CONFLICTO A LA JUNTA FEDERAL DE
CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE SI LA PRESTACIÓN RECLAMADA ES
PRINCIPAL Y A LA JUNTA LOCAL SI SE TRATA DE UNA PRESTACIÓN
ACCESORIA O DERIVADA.

De la interpretación sistemática de los artículos 123, apartado A, fracción XXXI, inciso b),
subinciso 1, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 527, fracción II,
inciso 1, de la Ley Federal del Trabajo; 1o., párrafo tercero y 3o., fracción I, de la Ley
Orgánica de la Administración Pública Federal; 5 y 275 de la Ley del Seguro Social
derogada; 5 y 295 de la vigente, así como de la jurisprudencia 2a./J. 46/95, de la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, septiembre de 1995, página 239, de
rubro: "COMPETENCIA LABORAL. CUANDO EL DEMANDADO ES EL INSTITUTO
MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL ES DE ORDEN FEDERAL SI SE LE DEMANDA
EL CUMPLIMIENTO DE UNA PRESTACIÓN PRINCIPAL, PERO ES LOCAL SI
SÓLO SE LE DEMANDA LA INSCRIPCIÓN DEL TRABAJADOR.", se advierte, como
regla general, que la aplicación de las normas del trabajo corresponde a las autoridades
federales cuando se trate de organismos que sean administrados en forma directa o
descentralizada por el gobierno federal; sin embargo, para establecer qué Junta laboral es
competente para conocer de conflictos en que ese instituto aparece como demandado, es
necesario atender al tipo de prestación que le es reclamada, pues si ésta es principal,
corresponderá a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, pero si es accesoria o
derivada, será la Junta Local correspondiente la que deberá conocer del asunto.
Consecuentemente, en asuntos donde se demanda de un patrón la reinstalación o
indemnización constitucional por despido injustificado como acción principal y del
Instituto Mexicano del Seguro Social la inscripción retroactiva o pago de aportaciones,
corresponderá a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje el trámite y resolución del
juicio, pues aun en el caso de ser condenada la demandada, quien soportará el costo de esas
prestaciones será el patrón y no la institución de seguridad social.

COMPETENCIA PARA CONOCER DEL AMPARO INDIRECTO CONTRA


ACTOS QUE POR SU NATURALEZA NO REQUIEREN EJECUCIÓN
MATERIAL PARA SURTIR SUS EFECTOS. CORRESPONDE AL JUEZ DE
DISTRITO QUE PREVINO EN EL CONOCIMIENTO DEL ASUNTO.

Los actos reclamados consistentes en acuerdos en los que se tenga parcialmente por no
interpuesta una demanda laboral, desechen pruebas, o nieguen la posibilidad de acordar
favorable una petición del promovente, por su naturaleza, no requieren ejecución material
por la autoridad para que surtan sus efectos; es decir, que tales actos no conllevan la
realización de una obligación de hacer o dar, sino un pronunciamiento meramente
declarativo que ocasiona que las cosas se mantengan en el estado en que se encuentran; así,
dichos actos jurisdiccionales, per se, no requieren de una actuación posterior que los
complemente y, por tanto, carecen de ejecución material, lo cual finca competencia al
Juzgado de Distrito que previno en el conocimiento del asunto, de conformidad con el
tercer párrafo del artículo 37 de la Ley de Amparo, que establece que cuando el acto
reclamado no requiera ejecución material, es competente el órgano en cuya jurisdicción se
presentó la demanda.

DOCE DÍAS DE HABERES POR CADA AÑO DE SERVICIO. ES UN CONCEPTO


QUE, POR REGLA GENERAL, NO DEBE INCLUIRSE EN LA INDEMNIZACIÓN
CONSTITUCIONAL DE UN ELEMENTO POLICIAL, CONSTITUYENDO UN
CASO DE EXCEPCIÓN SI EL MARCO JURÍDICO INTERIOR PREVÉ SU PAGO
(LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL).
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis 2a. XLVI/2013
(10a.), de rubro: "SEGURIDAD PÚBLICA. LA INDEMNIZACIÓN PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 123, APARTADO B, FRACCIÓN XIII, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, VIGENTE A
PARTIR DE LA REFORMA PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA
FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008, NO COMPRENDE EL CONCEPTO DE 12
DÍAS POR AÑO.", determinó que en los casos en los que la autoridad jurisdiccional
resuelva que fue injustificada la separación, remoción, baja, cese o cualquier otra forma de
terminación del servicio de algún elemento policial, éste no tendrá derecho a recibir el pago
de doce días de salario por cada año de servicio, porque se trata de un concepto no
establecido en la Constitución General de la República, sino en la Ley Federal del Trabajo,
la que es inaplicable a tales servidores públicos, cuya relación con la institución es de
naturaleza administrativa. Tesis que contempla la regla general sobre la inaplicación de la
legislación laboral en el cálculo de la indemnización establecida por el artículo 123,
apartado B, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; sin
embargo, en el orden jurídico mexicano es válido constituir un caso de excepción si el
marco jurídico interior de la propia dependencia prevé ese pago y resulta de mayor
beneficio para los gobernados, como es el artículo 26 del Reglamento que Establece el
Procedimiento para la Conclusión de la Carrera Policial de la Secretaría de Seguridad
Pública del Distrito Federal, conforme al cual, en el pago de la cantidad que corresponde a
un elemento policial, podrá incluirse una cantidad equivalente a doce días de haberes por
cada año de servicio si fue separado del cargo por incumplimiento de los requisitos de
ingreso y permanencia a que se refiere la fracción I del artículo 21 del propio reglamento, y
tuviera más de un año de servicio, pues constituye un beneficio aplicable únicamente a
quienes se encuentran en ese supuesto, sin que puedan realizarse equiparaciones o
analogías para hacer extensiva esa prestación a los diversos agentes policiales que se
ubiquen en la fracción II de este último numeral, cuya terminación del servicio fue por
destitución, dado que la obligación resarcitoria que tiene el Estado, debe concretarse con
base en las prestaciones a que tenga derecho el servidor público, sin considerar beneficios
que la ley no haya previsto a su favor.

MÉDICO GENERAL DEL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL.


CONSTITUYE UNA CATEGORÍA AUTÓNOMA Y NO "PIE DE RAMA" DE
ACUERDO CON EL ARTÍCULO 21 DEL RÉGIMEN DE JUBILACIONES Y
PENSIONES PARA SUS TRABAJADORES.

El artículo 21 del Régimen de Jubilaciones y Pensiones del Instituto Mexicano del Seguro
Social establece que cuando el trabajador ocupe una categoría de "pie de rama", su
jubilación o pensión debe ser calculada considerando la categoría inmediata superior, sin
definir lo que es "pie de rama", pero que debe entenderse, conforme al artículo 4 del
reglamento de escalafón, como el puesto de menor jerarquía de una rama del servicio, de
donde se advierte que "rama" es la agrupación de categorías que corresponden a un mismo
escalafón, acorde al tabulador de sueldos; y, que las definiciones de ramas y categorías,
quedan sujetas a los términos del tabulador de sueldos y profesiogramas, así como a sus
modificaciones. Por su parte, del artículo 5 del Reglamento de Bolsa de Trabajo, se obtiene
la definición pretendida, pues al respecto señala: "Para los efectos de este reglamento se
considera pie de rama a la primera categoría de una rama de trabajo con movimientos
escalafonarios, y categorías autónomas a las señaladas de esta manera en el tabulador de
sueldos del contrato colectivo de trabajo.". Por tanto, de la interpretación armónica de
dichos artículos se concluye que el "pie de rama", al que se refiere el mencionado artículo
21 es la primera categoría de una rama de trabajo que, a su vez, deriva de una agrupación
de categorías correspondientes a un mismo escalafón, de acuerdo al tabulador de sueldos,
mientras que las categorías autónomas se prevén expresamente en el tabulador de sueldos
del contrato colectivo de trabajo. De ahí que, si en el sector de médicos del citado
organismo existen los puestos de: "médico general", "médico no familiar" y "médico
familiar", pero sin establecer si alguno de ellos es de menor o mayor categoría, entonces no
se está en presencia de escalafones, sino de puestos autónomos y, por esto, no reciben el
calificativo de "pie de rama"; por lo que si el trabajador desempeñó la categoría de médico
general y no existe base normativa para considerar que ésta es la inferior de ese sector de
médicos, no puede catalogarse como "pie de rama", por tratarse de un puesto autónomo,
con base en el cual debe otorgarse su pensión. Estimar lo contrario, desnaturalizaría el
beneficio previsto en el aludido artículo 21, pues de su interpretación teleológica se
concluye que su objetivo es beneficiar a los trabajadores de menor jerarquía de una rama
del servicio, a fin de que la pensión que obtengan la reciban con la categoría inmediata
superior, en la que no se ubican las de los médicos de ese instituto, como tampoco
colocarse en otra posición laboral que goce de autonomía, pues entender diferente el tópico
implicaría que todos los empleados, a excepción de los de mayor jerarquía, serían jubilados
o pensionados con el nivel inmediato superior, lo que llevaría a considerar inútil que en la
redacción del precepto se incluyera la frase "pie de rama".

RELACIÓN LABORAL. LA NEGATIVA LISA Y LLANA DE SU EXISTENCIA NO


VARÍA SU NATURALEZA POR LA CIRCUNSTANCIA DE QUE EL
DEMANDADO AFIRME OTROS HECHOS AJENOS Y/O ACLARATORIOS DE
LA PROPIA NEGATIVA, POR LO QUE NO REVIERTE LA CARGA
PROBATORIA AL DEMANDADO.

Si el demandado a quien se atribuye el carácter de patrón niega lisa y llanamente la


existencia de la relación laboral y afirma otros hechos ajenos y/o aclaratorios a la negativa
sostenida (verbigracia que el trabajador tiene otro patrón, o que él también tiene el carácter
de trabajador), ello no da lugar a que esa negativa deje de considerarse lisa y llana y, por
ende, que se encuentre obligado a demostrar dichas circunstancias, ya que a través de esas
manifestaciones no está admitiendo la existencia de una relación de diversa índole, sino que
persiste la negativa de cualquier vínculo por lo que, en tal supuesto, la carga de la prueba
continúa recayendo en el trabajador para demostrar la existencia de la relación laboral
negada.

ROBO DE VEHÍCULO. NO SE CONFIGURA ESTE DELITO POR EL CHOFER


DE UN TAXI HACIA SU PROPIETARIO, SI SU POSESIÓN DERIVA DE UNA
RELACIÓN LABORAL ENTRE ÉSTOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
VERACRUZ).

Dentro de los elementos normativos de valoración jurídica que integran el tipo que describe
al delito de robo de vehículo, previsto en el artículo 209, fracción I, del Código Penal para
el Estado de Veracruz, se encuentra el apoderamiento, entendido éste como una conducta
en la que el sujeto dispone del objeto con el ánimo de ejercer sobre él una plena disposición
en su beneficio, sacándolo de la esfera del dominio de quien legalmente lo posee, esto es,
ejercer un desapoderamiento de aquel que tiene su legítima tenencia orientado al ánimo,
impidiendo que ejerza su libre disposición; sin embargo, tratándose de operadores de taxi
que realizan esa actividad con motivo de un acuerdo laboral con su propietario, no puede
decirse que se configura aquel ilícito específico, al tener el chofer la posesión derivada del
vehículo, pues, atento a esa relación de trabajo, el propietario le concedió la custodia del
taxi, esto es, le transmitió su tenencia, entendiendo por transmitir, ceder o transferir un
objeto o una cosa; así, dicha transferencia debe interpretarse como desligarse jurídicamente
de su posesión y del poder de hecho que tiene sobre ella, para otorgársela al que la recibe,
quien en consecuencia adquiere su tenencia autónoma e independientemente de su
transmisor; y es que, la precisión del término custodia tiene fundamental importancia para
efectos de configurar este delito, cuando reúne en un vehículo destinado para el servicio
público de taxi, que desde luego no está bajo la esfera de poder del dueño, pero que el
conductor lo tenía bajo su custodia directa, en calidad de poseedor derivado, bajo su
vigilancia, de suerte que la custodia equivale a la posesión misma por ser la expresión más
legítima del poder de hecho y de derecho que en el caso tiene un conductor de taxi sobre el
vehículo que le ha sido confiado; entonces, atento a estas particularidades, no hay robo
específico, sin demérito de que la conducta pudiera ser configurativa de un diverso ilícito,
pero para ello se requiere acusación expresa del Ministerio Público.

SINDICATOS. SUPUESTOS EN LOS QUE LOS TRABAJADORES INACTIVOS


NO PIERDEN LA CALIDAD DE MIEMBROS SINDICALIZADOS.

La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció en la


jurisprudencia 2a./J. 26/97, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo VI, julio de 1997, página 146, de rubro: "SINDICATOS. LA
JUBILACIÓN DE UN TRABAJADOR NO LE HACE PERDER LA CALIDAD DE
MIEMBRO SINDICALIZADO.", que de conformidad con los artículos 360, 364, 365, 366
y 369 de la Ley Federal del Trabajo, para permanecer como miembro de un sindicato de
trabajadores no se requiere, necesariamente, ser un trabajador en activo, cuando este
carácter desaparece porque la relación de trabajo ha concluido en definitiva, ya que la falta
de pertenencia a éste sólo puede ocurrir en tres casos: por renuncia al sindicato, muerte o
expulsión del trabajador. Acorde con ello, por similitud de razón, se concluye que el hecho
de que diversos trabajadores hubiesen: 1) promovido demanda laboral contra el patrón; 2)
renunciado a la fuente de empleo (no así al sindicato); o bien, 3) se encuentren fuera del
país, no constituye causa que revele que han dejado de pertenecer al sindicato que vela por
sus intereses, ya que, se itera, el hecho de que un trabajador aparezca como "inactivo" ante
la patronal, ello no significa que también lo sea para el sindicato; no entenderlo así,
implicaría atentar contra el derecho fundamental de libre asociación previsto en el artículo
9o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con la consecuente
transgresión al numeral 356 de dicha ley, ya que quedarían desprovistos de la
representación del ente sindical que actúa en defensa de sus intereses.

TRABAJADORES DEL ISSSTE. EL PATRÓN PUEDE MODIFICAR


UNILATERALMENTE SUS FUNCIONES Y CONDICIONES LABORALES,
SIEMPRE Y CUANDO LAS ASIGNADAS SEAN ACORDES A LOS
CONOCIMIENTOS Y APTITUDES QUE SE CONSIDERARON PARA SU
DESIGNACIÓN.

Mediante convenio celebrado entre el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los


Trabajadores del Estado y su sindicato de trabajadores, el 7 de junio de 2010 se
modificaron los artículos 41 y 42 de las condiciones generales de trabajo de dicho
organismo, vigentes a partir del 10 de agosto de 2010, por lo que con base en tales
numerales, la comunicación por la que se informa a los trabajadores que sus jornadas
tendrán una duración de once horas, con horario de las diecinueve treinta a las seis treinta
horas, los lunes, miércoles y viernes de cada semana, de acuerdo con el referido artículo 42,
fracción III, y que no es procedente el trámite ni la recepción de sextas veladas, no implica
una modificación ilegal de las condiciones de trabajo, puesto que el patrón puede modificar
unilateralmente sus funciones, siempre y cuando las que les asigne sean acordes con los
conocimientos y aptitudes que se tomaron en cuenta para su designación, ya que,
atendiendo a la naturaleza de la relación laboral burocrática, los trabajadores al servicio del
Estado, una vez que adquieren el derecho a la estabilidad en el empleo, también adquieren
el derecho a desarrollar en la misma plaza o en una diversa los servicios y funciones
precisados en su nombramiento, o bien, diversos que por su complejidad también puedan
desarrollar con base en sus conocimientos y aptitudes. Consecuentemente, el cambio de
funciones, o la reducción de la jornada laboral nocturna terciada, conforme al aludido
artículo 42, fracción III, así como que son improcedentes el trámite y la recepción de las
sextas veladas, no entrañan necesariamente una modificación ilegal de las condiciones de
trabajo, pues el citado organismo y su sindicato, en su ejercicio de libertad de contratación,
pueden buscar mejores opciones para la prestación del trabajo.

PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. AUTORIZACIÓN PARA EJERCER


COMO PASANTE LA PROFESIÓN DE LICENCIADO EN DERECHO.

De conformidad con el artículo 692, fracción II, de la Ley Federal del Trabajo, los
abogados patronos o asesores legales de las partes, sean o no apoderados de éstas, que no
tengan cédula profesional de abogado o de licenciado en derecho, deben acreditar estar
autorizados para ejercer dicha profesión con carta de pasante vigente, expedida por la
autoridad competente, pues la intención del legislador fue profesionalizar a los
representantes de las partes que intervienen en el juicio, a fin de reducir el riesgo de que
sean deficientemente representadas. Por otra parte, el artículo 5o., párrafo segundo, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reconoce el derecho de toda
persona para ejercer la profesión que le acomode y establece que las leyes de los Estados
determinarán qué profesiones necesitan título para su ejercicio, los requisitos para obtenerlo
y las autoridades que han de expedirlo. Así, de acuerdo con las legislaciones que rigen el
ejercicio de las profesiones en el Distrito Federal y en el Estado de Nuevo León, la
constancia expedida por la universidad respectiva, donde se informa que quien comparece
al juicio laboral en representación de la parte demandada "ha concluido el plan de estudios
correlativo a la licenciatura en derecho", "ha cursado y aprobado todas las materias
correspondientes a la carrera de licenciado en derecho" o contenga alguna expresión
similar, no es documento idóneo para acreditar ser pasante autorizado para ejercer la
profesión de abogado o de licenciado en derecho, pues no constituye la carta de pasante
vigente expedida por la autoridad competente a que se refiere el artículo legal citado,
debido a que no la expidió la autoridad competente encargada de supervisar el ejercicio
profesional de la carrera de licenciado en derecho que, en el caso, es la Dirección General
de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública y el Departamento de Profesiones,
dependiente de la Secretaría de Educación y Cultura del Estado de Nuevo León.

REPRESENTACIÓN LEGAL DEL AYUNTAMIENTO CUANDO FUNGE COMO


TITULAR DE LA RELACIÓN LABORAL. EL APODERADO DESIGNADO POR
EL CABILDO NO TIENE FACULTADES PARA OTORGARLA A TERCEROS,
AUN CUANDO HAYA SIDO EXPRESAMENTE AUTORIZADO PARA ELLO
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE TABASCO).

Conforme a la fracción IV del artículo 7o. de la Ley de los Trabajadores al Servicio del
Estado de Tabasco, los titulares señalados (Síndico de Hacienda, Presidente Municipal o
Presidente del Consejo) cuentan, indistintamente, con la representación jurídica del
Ayuntamiento en las controversias o litigios en que éste fuere parte como titular de la
relación laboral; y acorde con el numeral 115 del mismo ordenamiento, dicho titular
también puede ser representado por el o los apoderados que designe en sesión de cabildo;
en consecuencia, como la representación de mérito sólo puede ser ejercida por los
servidores públicos que cita el primero de los preceptos invocados, en razón del cargo que
detentan (Síndico de Hacienda, Presidente Municipal o Presidente del Consejo) y por los
apoderados que designe el Ayuntamiento, conforme lo prevé el segundo dispositivo legal
mencionado, entonces no tiene facultades el Ayuntamiento para autorizar al o a los
apoderados que designó para que otorguen dicha representación en favor de terceros, bajo
la premisa de que las autoridades únicamente pueden ejercer facultades que les son
expresamente permitidas por la ley; luego, en todo caso, corresponde al Ayuntamiento
designar directamente sus apoderados para que puedan representarlo en las controversias o
litigios en que sea parte.

ACCESO EFECTIVO A LA JUSTICIA Y DEBIDO PROCESO LEGAL. SE DEBEN


GARANTIZAR ESTOS DERECHOS AUN CUANDO NO SE ESTÉ EN
PRESENCIA DE UN PROCESO CONTENCIOSO, COMO ES LA RATIFICACIÓN
DE UN CONVENIO DE TERMINACIÓN DE LA RELACIÓN LABORAL EN
TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 33 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos estableció, entre otros, en el "Caso Baena


Ricardo y otros vs. Panamá", que la aplicación de las garantías judiciales no se limita a los
recursos judiciales en sentido estricto, "sino al conjunto de requisitos que deben observarse
en las instancias procesales" a efecto de que las personas estén en condiciones de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier tipo de acto del Estado que pueda afectarles, es
decir, cualquier actuación u omisión de los órganos estatales dentro de un proceso, sea
administrativo sancionatorio o jurisdiccional, debe respetar el debido proceso legal. Ahora
bien, el objetivo del artículo 33 de la Ley Federal del Trabajo es que la autoridad laboral
vigile que no exista renuncia de derechos del trabajador al celebrar un convenio, dado el
principio de irrenunciabilidad que impera en dicho artículo, el cual deriva de los principios
que tutela el artículo 123, apartado A, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, específicamente de su fracción XXVII, conforme al cual se protege al
trabajador que se considera la parte débil del contrato o relación laboral; luego, si el
trabajador involucrado en la ratificación de un convenio es de origen extranjero, esto es, se
trata de un trabajador migrante, con independencia de su situación migratoria en el país, la
autoridad laboral, de oficio, debe cerciorarse si el trabajador extranjero entiende el idioma
español y, por ende, si comprende el alcance del acto jurídico que está celebrando, dadas
las diferencias culturales, idioma y desconocimiento de la legislación mexicana, ello para
garantizar un efectivo acceso a la justicia, aun cuando no se esté en presencia de un proceso
contencioso propiamente dicho, porque finalmente se trata de un procedimiento ante una
autoridad cuya finalidad es la tutela de los derechos laborales, por lo que, en lo conducente,
debe observarse el debido proceso en lo que atañe a las reglas que lo regulan.

CARGA PROBATORIA EN EL JUICIO LABORAL. FORMA EN LA QUE LA


AUTORIDAD LABORAL DEBE APRECIARLA CUANDO HAY DISCREPANCIA
ENTRE LA FECHA DEL DESPIDO ADUCIDA POR EL TRABAJADOR Y LA
SEÑALADA POR EL PATRÓN.

Si en un juicio laboral el actor señaló que fue despedido en determinada fecha y el patrón se
excepcionó aduciendo la inexistencia del despido y la terminación de la relación laboral
con anterioridad a la fecha precisada por aquél, es inconcuso que ante estas posturas se
genera una doble carga probatoria y, por razones de lógica, las Juntas laborales deben
apreciar, en primer término, si el patrón, con los medios probatorios allegados, justificó su
excepción; esto es, si demostró la terminación de la relación o contrato de trabajo, en
términos del artículo 784, fracción V, de la Ley Federal del Trabajo, vigente hasta el 30 de
noviembre de 2012 y, si así sucedió, es decir, acreditado que la relación laboral culminó en
la fecha señalada por el patrón, deberán examinar si la parte actora cumplió con la carga
probatoria que le correspondió, consistente en demostrar que la relación laboral continuó
hasta la fecha en que aconteció el despido injustificado alegado, lo cual posibilita que la
controversia se resuelva conforme a los artículos 841 y 842 de la ley referida.

CONVENIO CELEBRADO EN EL JUICIO LABORAL PARA CONCLUIR EL


CONFLICTO. LA OMISIÓN DE ESPECIFICAR EN ÉL LAS PRESTACIONES
LIQUIDADAS Y EL SALARIO CONSIDERADO PARA ELLO, NO GENERA SU
NULIDAD.

El convenio celebrado entre el patrón y el trabajador dentro del juicio laboral para concluir
el conflicto constituye una transacción, sancionada por la Junta, en la que las partes se
hacen mutuas concesiones en relación con las pretensiones alegadas en el procedimiento
para resolver sus diferencias. Por tal razón, el trabajador no puede pretender la nulidad del
convenio al alegar, en un nuevo juicio, que derivado de la omisión de precisar las
prestaciones liquidadas y el salario considerado para ello, le fue saldada una cantidad
menor de la que tenía derecho, pues lo cierto es que él conocía los beneficios que
consideraba le correspondían -ya que los exigió en su demanda- y si en el referido convenio
realizó alguna concesión a favor del patrón en cuanto a sus pretensiones, dicha
circunstancia no puede calificarse como un vicio del consentimiento que vulnere sus
derechos.
DEMANDA LABORAL. EL TRIBUNAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DEL
MUNICIPIO DE PUEBLA ESTÁ OBLIGADO A PREVENIR AL ACTOR PARA
QUE LA AJUSTE A LA NORMATIVIDAD QUE RIGE A LOS TRABAJADORES
AL SERVICIO DEL AYUNTAMIENTO, CUANDO ADMITE LA COMPETENCIA
DECLINADA POR UNA JUNTA LABORAL.

Si en una demanda laboral promovida ante una Junta Local de Conciliación y Arbitraje del
Estado de Puebla el actor ejercita diversas acciones que sustenta en la Ley Federal del
Trabajo y dicha Junta declina la competencia a favor del Tribunal de Conciliación y
Arbitraje del Municipio de Puebla, es inconcuso que de admitir éste dicha competencia,
conforme a los artículos 685 y 873 de la citada ley, vigente hasta el 30 de noviembre de
2012, de aplicación supletoria por disposición expresa del artículo 13 de la Ley de los
Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento del Municipio de Puebla, abrogada, se
encuentra obligado a prevenir al actor para que en el término de ley ajuste su reclamo a este
último ordenamiento, dado que la sustanciación de los procedimientos previstos en la Ley
Federal del Trabajo y en la referida ley burocrática son distintos, en cuanto a los requisitos
que debe contener la demanda y la forma en que deben ofrecerse y rendirse las pruebas; de
suerte que con dicha prevención se observan los principios de mayor economía,
concentración y sencillez del proceso que preconiza el citado artículo 685.

DEMANDA LABORAL. LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE NO


DEBE MANDAR PREVENIR AL TRABAJADOR PARA QUE LA CORRIJA O
ACLARE CUANDO SE ADVIERTA IRREGULARIDAD EN LA FECHA DE
DESPIDO, SI EN LA AUDIENCIA DE LEY LA ACLARA Y REITERA ESE DATO.

Del artículo 685, segundo párrafo, de la Ley Federal del Trabajo, vigente hasta el 30 de
noviembre de 2012, se advierte que si bien es cierto que cuando la demanda laboral sea
oscura o vaga se procederá en los términos previstos en el diverso artículo 873, segundo
párrafo, de esa ley, el cual, a su vez dispone que la Junta al admitir la demanda señalará al
trabajador los defectos u omisiones en que haya incurrido y lo prevendrá para que los
subsane dentro del término de tres días; también lo es que, cuando el actor en la audiencia
de ley, específicamente en la etapa de demanda y excepciones, en términos de lo
establecido en la fracción II del artículo 878 de la Ley Federal del Trabajo, en uso de la
palabra antes de ratificar su demanda, la aclara e insiste en la fecha del despido
injustificado, y posteriormente a la contestación de la demanda, solicita que se regularice el
procedimiento a fin de que se le permita aclarar la fecha del despido injustificado que
reclama, ya no es posible tener por aclarada su demanda, ni considerar que la autoridad
laboral oficiosamente haga uso de la facultad prevista en el numeral 873 antes invocado,
pues el citado artículo 878 establece que en caso de modificación, aclaración o
enderezamiento de la demanda, cuando el actor sea el trabajador o sus beneficiarios, podrá
hacerlo por una sola vez en esta etapa; de ahí que no pueda hacer uso de ese derecho
cuantas veces sea necesario, pues debe generarse certidumbre jurídica a las partes en el
juicio laboral ya que, de estimarse que los hechos expuestos en la demanda, modificados en
la audiencia de conciliación, demanda y excepciones, específicamente en la etapa de
demanda, pueden modificarse y/o aclararse en un momento diverso al otorgado para ello
por el artículo 878 de la citada ley, originaría incertidumbre jurídica respecto de qué dato
aclarado es el que la Junta debe tener como válido; por ello, resulta evidente que las citadas
variaciones a la demanda tengan que realizarse, ordinariamente, en la diligencia inicial de
la audiencia de ley y, por tal motivo, no es posible que cuando se advierta irregularidad en
la fecha del despido injustificado que reclama el actor, se ordene aclarar la demanda.

DEMANDA LABORAL. SI AL CONTESTARLA EL DEMANDADO NIEGA LISA


Y LLANAMENTE EL VÍNCULO LABORAL CON EL ACTOR, CON ELLO NO
DEBE ENTENDERSE QUE TAMBIÉN NEGÓ SER EL PROPIETARIO DE LA
FUENTE DE TRABAJO, CUANDO EN AQUÉLLA SE LE ATRIBUYÓ TAL
CARÁCTER.

Cuando en la demanda el actor le atribuye al demandado ser el propietario de la fuente de


trabajo, en la que él afirma haber laborado, y éste no aclara de manera explícita que al
margen de no reconocer el vínculo laboral que le atribuye, carece de ese carácter, debe
entenderse que lo admite, de conformidad con el artículo 878, fracción IV, de la Ley
Federal del Trabajo, que le impone la carga de "referirse a todos y cada uno de los hechos
aducidos en la demanda afirmándolos o negándolos, y expresando los que ignore cuando no
sean propios. El silencio y las evasivas harán que se tengan por admitidos aquellos sobre
los que no se suscite controversia, y no podrá admitirse prueba en contrario." Admisión que
debe considerarse por la Junta al momento de acordar la prueba de inspección ofrecida por
el actor sobre los documentos de todos los operarios de la negociación y que el patrón está
obligado a conservar y exhibir, para formularle al demandado el apercibimiento previsto en
el numeral 828 del citado ordenamiento, en el sentido que, de no exhibirlos, se tendrán por
ciertos presuntivamente los hechos que con ellos pretenden probarse. Proceder que no se
contrapone a la jurisprudencia 2a./J. 128/2008, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVIII, septiembre de 2008, página 219, de
rubro: "DEMANDA LABORAL. SI AL CONTESTARLA EL DEMANDADO NIEGA
LISA Y LLANAMENTE LA EXISTENCIA DE LA RELACIÓN DE TRABAJO, NO
ESTÁ OBLIGADO A RESPONDER EN FORMA PARTICULARIZADA CADA UNO
DE LOS HECHOS EN QUE SE FUNDA.", en virtud de que si el demandado es o no
propietario de la fuente de trabajo, no es una cuestión accesoria al no reconocimiento del
vínculo laboral con el actor, como sí lo son: la antigüedad del trabajador; la duración de la
jornada; el monto del salario, etc. Así, puede no existir dicho vínculo, pero sí ser el
demandado propietario de la negociación, amén de que en la exposición de motivos de la
Ley Federal del Trabajo se alude a la intención del legislador de establecer un sistema más
participativo, con base en la franca colaboración de las partes en el juicio para lograr el
esclarecimiento de la verdad, y la sola negativa de la relación laboral se traduce más en una
negación de derecho que de hechos, la cual conlleva de acuerdo con la citada fracción, la
confesión de los hechos.

DERECHO HUMANO AL SALARIO. ANTE EL INEJERCICIO DEL CONSEJO


DE LA JUDICATURA FEDERAL DE PRONUNCIARSE EN LOS CASOS DE
SUSPENSIÓN DE SERVIDORES PÚBLICOS, LOS JUZGADORES SÍ SE
ENCUENTRAN FACULTADOS, DE CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 123,
APARTADO B, FRACCIÓN IV, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL, PARA GARANTIZAR EL MÍNIMO VITAL PARA LA SUBSISTENCIA
DEL FUNCIONARIO Y DE SUS DEPENDIENTES ECONÓMICOS.
El artículo 134, fracción V, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en
relación al artículo 96, párrafo segundo, del Acuerdo General del Pleno del Consejo de la
Judicatura Federal, establece las disposiciones en materia de responsabilidades
administrativas, situación patrimonial, control y rendición de cuentas de los servidores
públicos adscritos a esa institución. En ese tenor, el Consejo de la Judicatura Federal es el
órgano facultado para determinar discrecionalmente, la cantidad o porcentaje que el
servidor público debe recibir durante el desahogo de un procedimiento administrativo de
responsabilidades para su subsistencia, incluso la de sus hijos menores. No obstante lo
anterior, en los casos en que el Consejo de la Judicatura Federal omita pronunciarse
respecto al derecho humano al salario que tienen sus trabajadores para poder enfrentar las
obligaciones de subsistencia, los órganos jurisdiccionales, de conformidad con el artículo
123, apartado B, fracción IV, párrafo segundo, de la Constitución Federal, deben realizar
dicho pronunciamiento, toda vez que se encuentran obligados a proveer lo necesario para
hacer respetar este derecho, tomando en consideración que la relación laboral no está
concluida, lo que impide ocupar un cargo o empleo diverso en el Poder Judicial de la
Federación, hasta en tanto se resuelva lo conducente, de ahí, la necesidad de percibir
ingresos para su subsistencia.

EMPLAZAMIENTO. LA MANIFESTACIÓN DEL QUEJOSO, EN EL SENTIDO


DE QUE EL ACTO RECLAMADO LO CONSTITUYE LA ILEGALIDAD O
FALTA DE DICHA DILIGENCIA, OBLIGA AL JUEZ DE AMPARO A
ANALIZARLO ATENDIENDO A LA SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE,
EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 79, FRACCIÓN VI, DE LA LEY DE LA
MATERIA.

Del artículo 79, fracción VI y penúltimo párrafo, de la Ley de Amparo, se advierte que en
materias diversas a la penal, agraria y laboral opera la suplencia de la queja deficiente en
los conceptos de violación y en los agravios cuando el órgano jurisdiccional advierta que
existió contra el quejoso o particular recurrente una violación evidente de la ley que lo dejó
sin defensa, siempre y cuando se formulen motivos de disenso para controvertir la
actuación combatida. En ese sentido, cuando el acto reclamado lo constituye la omisión o
ilegalidad en el emplazamiento de un juicio, procede la suplencia de la queja deficiente, de
conformidad con esa disposición, toda vez que esa simple manifestación del quejoso
constituye, por sí misma, un concepto de violación mediante el cual se controvierte la
legalidad de esa actuación y, por ende, obliga al juzgador de amparo a analizar dicho acto
procesal de trascendencia relevante, dada su importancia con las demás formalidades del
procedimiento, desde diversas perspectivas no planteadas frontalmente por el inconforme,
pues con su solo señalamiento como acto reclamado se cumple con la exigencia de
formular un planteamiento que puede ser mejorado en ejercicio de la suplencia de la
deficiencia de la queja. Tal conclusión se corrobora al considerarse que, de pretender
mayores solemnidades o exigencias en la formulación de los conceptos de violación o
agravios se desnaturalizaría la razón de ser de dicha institución jurídica, pues se obligaría a
construir silogismos perfectos, ante lo cual, sería innecesario que el juzgador interviniera
con sustento en esa figura, pues limitaría su estudio a lo estrictamente planteado en la
demanda correspondiente, convirtiendo así al asunto, para fines prácticos, en uno de
estricto derecho.

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. NO SE PUEDE IMPUGNAR LA


INCONSTITUCIONALIDAD DE DICHA FIGURA.

Si bien es cierto que la figura jurídica del ofrecimiento de trabajo no se encuentra


expresamente contemplada en la Ley Federal del Trabajo, la misma es una figura sui
géneris, propia del derecho laboral, creada por la jurisprudencia de la entonces Cuarta Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que consiste en la propuesta que hace el
patrón demandado al trabajador actor para que éste se reintegre a sus labores por considerar
que sus servicios son necesarios en la fuente de trabajo; por consiguiente, no puede
impugnarse su inconstitucionalidad, al haber sido creada jurisprudencialmente por el
Máximo Tribunal del País.

PROCEDIMIENTO ESPECIAL EN EL JUICIO LABORAL. DEBE TRAMITARSE


CUANDO SE RECLAMA EL RECONOCIMIENTO DE BENEFICIARIOS DEL
TRABAJADOR FALLECIDO Y, COMO CONSECUENCIA, DIVERSAS
PRESTACIONES ECONÓMICAS, INDEPENDIENTEMENTE DE SU MONTO.

Conforme al artículo 892 de la Ley Federal del Trabajo, los procedimientos especiales son
sumarios y tienen por objeto resolver los conflictos que merezcan una mayor celeridad; sin
embargo, dicha disposición es casuista, ya que en la primera parte determina los supuestos
concretos en los cuales debe seguirse el procedimiento especial; no obstante, cuando la
controversia planteada en un juicio se refiere a la hipótesis prevista en el aludido artículo,
pero en relación con el diverso 503, que establece el caso en el que los beneficiarios de un
trabajador fallecido reclaman prestaciones derivadas de la relación laboral que sostuvo el de
cujus con el demandado, debe ser objeto de impugnación ante la Junta de Conciliación y
Arbitraje a través del procedimiento especial (regulado en los artículos 892 a 899 de la
citada legislación). Esto es, el trámite de la declaración de beneficiarios debe sustanciarse a
través del procedimiento especial, aun cuando, además, se demande el pago de diversas
prestaciones económicas, independientemente de su monto, ya que ello no puede ubicarse
en la hipótesis de la parte final del referido artículo 892, que establece que a través de ese
procedimiento se tramitarán también todos los conflictos que tengan por objeto el cobro de
prestaciones que no excedan el importe de tres meses de salario, ya que este supuesto de
excepción (que el monto de las prestaciones no exceda de tres meses de salario), precedido
de la conjunción copulativa "y" debe interpretarse en el sentido de que el procedimiento
especial debe seguirse también cuando se reclamen únicamente prestaciones que no
excedan a ese importe, circunstancias distintas a las contempladas en la primera parte de
ese precepto, de manera que si se reclama el reconocimiento de beneficiarios, así como el
pago de diversas prestaciones económicas, cualquiera que sea su monto, éstas no deben
entenderse como autónomos, puesto que su procedencia depende del carácter de
beneficiario que, en su caso, declare la autoridad; en esa virtud, el procedimiento que debe
seguirse es el especial.

SALARIO. ELEMENTOS DE SEGURIDAD PÚBLICA DEL ESTADO DE NUEVO


LEÓN, AL SER SUSPENDIDOS PROVISIONALMENTE CON MOTIVO DEL
PROCEDIMIENTO RESPECTIVO, TIENEN DERECHO A RECIBIRLO PARA
SUBSISTENCIA; DE LO CONTRARIO, SE GENERARÍA UNA AFECTACIÓN A
SUS DERECHOS Y DE SUS DERECHOHABIENTES O FAMILIA.

El artículo 220, fracción VIII, de la Ley de Seguridad Pública para el Estado de Nuevo
León, faculta a la autoridad para dejar de pagar a los elementos de seguridad pública, los
salarios y prestaciones a que tuvieren derecho, al establecer, en lo conducente, que la
suspensión cautelar subsistirá hasta que el asunto quede definitivamente resuelto en la
instancia final del procedimiento correspondiente, de conformidad con lo establecido por la
ley. Del mismo modo, señala que en caso de que el elemento resulte declarado sin
responsabilidad, se le pagarán los salarios y prestaciones que hubiese dejado de percibir
hasta ese momento, con motivo de la suspensión cautelar, y en caso contrario, se declarará
la sanción que conforme a las constancias resulte procedente aplicar, lo que pone de relieve
que esta norma tiene un fin específico que autoriza a la autoridad administrativa a
suspender los salarios cuando se actualice la hipótesis en cuestión, de manera que, cuando
no se reclama su inconstitucionalidad, es evidente que debe partirse del supuesto de que la
norma es legal y autoriza a la autoridad a aplicarla. No obstante lo anterior, la privación del
salario implica la vulneración del derecho humano para poder sobrevivir y satisfacer las
necesidades alimenticias de los elementos y de sus familiares y, en ese tenor, para
salvaguardarlo, el juzgador está obligado a proveer lo necesario para hacer respetar el
derecho humano al salario, tomando en consideración que la relación laboral no esté
concluida, al estar pendiente la resolución definitiva del procedimiento correspondiente; de
ahí que, en esos casos, lo conducente es que se otorgue a los elementos de seguridad el
salario mínimo, en términos del artículo 123, apartado A, fracción VI, de la Constitución
Federal.

SEGURO SOCIAL. SI EL ASEGURADO QUE DEMANDA EL OTORGAMIENTO


DE UNA PENSIÓN DE INCAPACIDAD PARCIAL PERMANENTE, FALLECE
ANTES DE QUE SE EMITA EL LAUDO RESPECTIVO, SU CÓNYUGE
SUPÉRSTITE BENEFICIARIA NO TIENE DERECHO A EXIGIR DENTRO DE
ESE JUICIO, QUE LA JUNTA DICTE EL LAUDO OTORGÁNDOLE PENSIÓN
DE VIUDEZ.

Los artículos 841 y 842 de la Ley Federal del Trabajo, vigente hasta el 30 de noviembre de
2012, establecen que la autoridad laboral debe pronunciar los laudos a verdad sabida y
buena fe guardada, apreciando los hechos en conciencia, sin necesidad de sujetarse a reglas
o formulismos sobre estimación de pruebas y de manera congruente con la demanda,
contestación y demás pretensiones deducidas en el juicio oportunamente; principios éstos
que obligan a las Juntas a no tomar en cuenta cuestiones que no formaron parte de la litis.
Ahora bien, si un asegurado demanda el otorgamiento de una pensión de incapacidad
parcial permanente y durante el procedimiento fallece antes de que se emita el laudo
correspondiente, su cónyuge supérstite beneficiaria no tiene derecho a que en el laudo se le
otorgue una pensión de viudez. Ello es así, porque ese proceder cambia la naturaleza de la
acción intentada y, conforme a los numerales citados, la autoridad laboral se encuentra
obligada a resolver congruentemente la acción intentada frente a las excepciones opuestas.
No obsta a lo expuesto, el hecho de que se compruebe este último evento, es decir, el
carácter de beneficiaria, pues en todo caso ello sólo trae como consecuencia la sustitución
procesal, pero no obliga a la autoridad laboral a resolver sobre una prestación no reclamada
y de distinta naturaleza a la originalmente demandada.

TRABAJADORES DE CONFIANZA. RESCISIÓN DE SU CONTRATO POR


PÉRDIDA DE ÉSTA.

El artículo 185 de la Ley Federal del Trabajo, otorga la facultad al patrón de rescindir la
relación de trabajo a un empleado de confianza si existe un motivo razonable de pérdida de
la misma, aun cuando no coincida con las causas justificadas de rescisión a que se refiere el
artículo 47 de la citada ley, vigente hasta el 30 de noviembre de 2012. La disposición
referida encuentra su justificación en la naturaleza de las funciones desempeñadas por los
trabajadores de confianza, como son, principalmente, dirección, inspección, vigilancia y
fiscalización, las cuales implican una estrecha relación entre el obrero y el patrón, de modo
que, siendo la confianza el elemento principal de operación entre el patrón y el obrero,
quien incluso, en términos del artículo 11 de la Ley Federal del Trabajo, es considerado
como representante de aquél, obligándolo en sus relaciones con los demás trabajadores, se
consideró conveniente establecer una causa distinta de las señaladas por el artículo 47 de la
ley laboral, para rescindir el contrato de trabajo sin responsabilidad para el patrón,
consistente en la pérdida de la confianza. Ahora bien, otra particularidad relativa a la
rescisión de la relación laboral, por pérdida de la confianza, derivada del precepto citado en
primer término, consiste en que para rescindir el contrato individual de trabajo no es
necesario acreditar una falta de probidad, ni una causa justificada de rescisión a las que se
refiere el citado artículo 47, pues únicamente basta invocar un motivo razonable de pérdida
de la confianza, que en opinión del patrón estime, con base en hechos objetivos, que la
conducta del operario no le garantiza la plena eficiencia en su función, siempre que no sea
ilógica o irrazonable, para que se esté en presencia de una pérdida de la confianza y se esté
imposibilitado para continuar con la relación que los unió, máxime que al tratarse de un
trabajador de esa naturaleza, dadas sus funciones lleva implícita la imposibilidad de
obligarlo a que continúe depositando su confianza cuando se ha perdido. Por tal razón, el
patrón a lo único que está obligado en tratándose de un empleado de confianza, es a dar el
aviso por escrito de la fecha y causa o causas de la rescisión laboral, sin que sea necesario
acreditar la negativa del empleado a recibir el referido aviso.

TERCERÍA EXCLUYENTE DE PREFERENCIA EN MATERIA LABORAL.


TRATÁNDOSE DE DIVERSOS EMBARGOS SOBRE LOS MISMOS BIENES QUE
GARANTICEN CRÉDITOS LABORALES, DEBE PROMOVERSE ANTE LA
JUNTA QUE TRAMITE LA EJECUCIÓN RESPECTIVA Y NO ANTE LA QUE
HAYA CONOCIDO DEL JUICIO QUE GENERÓ EL CRÉDITO QUE SE ADUCE
PREFERENTE (INAPLICABILIDAD DE LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 980
DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, VIGENTE HASTA EL 30 DE
NOVIEMBRE DE 2012).

Para establecer la preferencia de varios embargos sobre los mismos bienes, el artículo 966
de la Ley Federal del Trabajo, vigente hasta el 30 de noviembre de 2012, distingue la
hipótesis en la que todos los secuestros se practiquen en ejecución de créditos laborales y
del caso en el que un embargo se trabe con motivo de un adeudo laboral y otro sea
practicado por créditos de naturaleza diferente. En este último supuesto, para hacer valer la
preferencia, debe tramitarse el procedimiento previsto en los artículos 113, 979, 980 y 981
de la citada ley, mediante solicitud ante la Junta que conoció del litigio en el que tiene el
carácter de parte, indicando cuáles son las autoridades que sustancian los procedimientos en
los que se pretende rematar y adjudicar los bienes del patrón, acompañando copias
suficientes de su petición para correr traslado a las partes contendientes en los juicios de
referencia. En tanto que para el caso donde los embargos trabados garantizan créditos
laborales, debe atenderse a los lineamientos de los numerales 976 y 977 de la referida ley,
conforme a los cuales, dichas tercerías deben promoverse ante la Junta que tramite la
ejecución respectiva y no ante la que haya conocido del juicio que generó el crédito que se
aduce preferente a que alude el señalado artículo 980, fracción I.

TRABAJADORES EXTRANJEROS. EN RESPETO A SUS DERECHOS


HUMANOS DE ACCESO EFECTIVO A LA JUSTICIA Y DEBIDO PROCESO
LEGAL, LA AUTORIDAD LABORAL DEBE ASENTAR EN AUTOS EL
RESULTADO DEL CERCIORAMIENTO CONSISTENTE EN QUE ENTIENDEN
EL IDIOMA ESPAÑOL Y, POR ENDE, EL ALCANCE DEL ACTO JURÍDICO EN
EL QUE PARTICIPAN (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 14 DE LA LEY DE
MIGRACIÓN).

El artículo 14 de la Ley de Migración está redactado de manera condicional, de modo que


sólo cuando el migrante no hable o no entienda el idioma español, se genera la obligación
para la autoridad laboral de nombrarle traductor, y como toda norma jurídica tiene ínsita la
pretensión de ser eficaz y de que su cumplimiento pueda verificarse objetivamente, dicho
numeral obliga a toda autoridad, ante quien comparezca un migrante a declarar, no sólo a:
1) Constatar que habla y/o entiende el idioma español; y, 2) En el supuesto de que no lo
hable ni entienda, nombrarle un traductor; sino, además, en el supuesto de que el migrante
sí lo hable y/o entienda, dejar constancia fehaciente de que lo ha constatado. La omisión en
autos de esta constancia, en este último supuesto, no autoriza lógica ni jurídicamente a
suponer que la autoridad no le nombró intérprete porque constató que sí hablaba y/o
entendía el idioma español, toda vez que dicha apreciación sería meramente subjetiva, sin
ningún dato fehaciente que la corroborase, porque de igual manera, podría también
suponerse que no lo constató. En este sentido, considerar que la autoridad laboral no está
obligada a constatar esta circunstancia y asentar en autos el resultado de ello, sería quitarle
eficacia y la única forma de verificar que se ha cumplido con la norma y se han respetado
los derechos humanos de acceso efectivo a la justicia y debido proceso legal del trabajador.
Por consiguiente, la no elaboración de esta constancia trae consigo que la autoridad laboral,
ante la acción de nulidad del trabajador, bajo el argumento de que no entendió, por ejemplo,
el alcance de la ratificación del convenio que ante ella ratificó, debe declararlo inválido.

TRABAJADORES EXTRANJEROS. INDEPENDIENTEMENTE DE SU


SITUACIÓN MIGRATORIA, EN RESPETO A SUS DERECHOS HUMANOS DE
ACCESO EFECTIVO A LA JUSTICIA Y DEBIDO PROCESO LEGAL, CUANDO
COMPARECEN ANTE UNA AUTORIDAD LABORAL TIENEN DERECHO A
QUE ÉSTA, DE OFICIO, LES NOMBRE UN TRADUCTOR O INTÉRPRETE QUE
TENGA CONOCIMIENTO DE SU IDIOMA (INTERPRETACIÓN DEL
ARTÍCULO 14 DE LA LEY DE MIGRACIÓN).

En atención a que conforme a la reforma constitucional en materia de derechos humanos de


10 de junio de 2011, en vigor a partir del día siguiente, en términos del artículo 1o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, todas las personas gozarán de los
derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte y todas las autoridades, en el ámbito de sus
competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad, y en correspondencia con el "principio pro persona",
conforme al cual la interpretación jurídica siempre debe buscar el mayor beneficio para el
hombre; así, el derecho previsto en el artículo 14 de la Ley de Migración, consistente en
que a los migrantes se les nombre, de oficio, un traductor o intérprete que tenga
conocimiento de su idioma para facilitar la comunicación, cuando aquél,
independientemente de su situación migratoria, no hable o no entienda el idioma español,
debe hacerse extensivo al ámbito laboral, pues en términos del artículo 1 de dicha ley, ésta
tiene por objeto regular lo relativo al ingreso y salida de mexicanos y extranjeros al
territorio nacional y el tránsito y la estancia de estos últimos en él, en un marco de respeto,
protección y salvaguarda de los derechos humanos, de contribución al desarrollo nacional,
así como la preservación de la soberanía y de la seguridad nacionales. Consecuentemente,
en respeto a sus derechos humanos de acceso efectivo a la justicia y debido proceso legal,
el citado derecho de los migrantes no sólo es aplicable a los procedimientos administrativos
relacionados con su situación irregular, sino a toda comparecencia ante cualquier autoridad
(tan es así que en el párrafo final de dicho precepto se hace referencia a una sentencia
penal), por lo que también es aplicable cuando un migrante comparece ante la autoridad
laboral, en un trámite en el que pretende tutelar sus derechos como trabajador.

TRABAJO DEL HOGAR. PARA ESTABLECER EL MONTO DE LA


COMPENSACIÓN PREVISTA EN EL ARTÍCULO 267, FRACCIÓN VI, DEL
CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, EL JUEZ DEBE CONSIDERAR
QUÉ PARTE DEL TIEMPO DISPONIBLE DEL CÓNYUGE SOLICITANTE ES
EMPLEADO PARA LA REALIZACIÓN DE LAS LABORES DEL HOGAR.

Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado que la finalidad
del mecanismo compensatorio previsto en el artículo 267, fracción VI, del Código Civil
para el Distrito Federal, es resarcir el perjuicio económico sufrido por el cónyuge que, en
aras del funcionamiento del matrimonio, asumió determinadas cargas domésticas y
familiares sin recibir remuneración económica a cambio. En este sentido, la disposición
trata de compensar el costo de oportunidad asociado a no haber podido desarrollarse en el
mercado de trabajo convencional con igual tiempo, intensidad y diligencia que el otro
cónyuge. Ahora bien, al establecer el monto de la compensación, el juez debe tomar en
consideración qué parte del tiempo disponible del cónyuge solicitante es empleado para la
realización de las tareas del hogar como parámetro de medición que permite graduar la
dedicación al hogar. Bajo tal criterio, es posible distinguir los siguientes supuestos: a) la
dedicación plena y exclusiva al trabajo del hogar de parte de uno de los cónyuges; b) la
dedicación mayoritaria al trabajo del hogar de uno de los cónyuges compatibilizada con una
actividad secundaria fuera de éste; c) la dedicación minoritaria al trabajo del hogar de uno
de los cónyuges compatibilizada con una actividad principal, pero mayoritaria y más
relevante que la contribución del otro cónyuge; y d) ambos cónyuges comparten el trabajo
del hogar y contribuyen a la realización de las tareas domésticas. En este orden de ideas, las
especificidades, duración y grado de dedicación al trabajo del hogar son elementos a
considerar para determinar el monto de la eventual compensación, sin que la mera
condición de que el solicitante se encuentre empleado en el mercado convencional o que
reciba el apoyo de empleados domésticos excluya, per se, la procedencia del mecanismo
compensatorio, sino que únicamente graduará la cantidad a fijarse. Lo anterior, a fin de no
invisibilizar las diversas modalidades del trabajo del hogar, pues ello iría en contra de la
finalidad misma de la disposición legal y, por ende, de los artículos 1o. y 4o. de la
Constitución Federal.

TRABAJO DEL HOGAR. PARA ESTABLECER EL MONTO DE LA


COMPENSACIÓN PREVISTA EN EL ARTÍCULO 267, FRACCIÓN VI, DEL
CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, EL JUEZ DEBE CONSIDERAR
SUS DIVERSAS MODALIDADES.

Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado que la finalidad
del mecanismo compensatorio previsto en el artículo 267, fracción VI, del Código Civil
para el Distrito Federal es resarcir el perjuicio económico sufrido por el cónyuge que, en
aras del funcionamiento del matrimonio, asumió determinadas cargas domésticas y
familiares sin recibir remuneración económica a cambio. En este sentido, la disposición
trata de compensar el costo de oportunidad asociado a no haber podido desarrollarse en el
mercado de trabajo convencional con igual tiempo, intensidad y diligencia que el otro
cónyuge. Ahora bien, al establecer el monto de la compensación, el juez debe tomar en
consideración que la dedicación al hogar y al cuidado de los dependientes puede traducirse
en una multiplicidad de actividades no excluyentes entre sí, y que deben valorarse en lo
individual. Entre ellas, es posible distinguir los siguientes rubros: a) ejecución material de
las tareas del hogar que pueden consistir en actividades tales como barrer, planchar, fregar,
preparar alimentos, limpiar y ordenar la casa en atención a las necesidades de la familia y el
hogar; b) ejecución material de tareas fuera del hogar, pero vinculadas a la organización de
la casa y la obtención de bienes y servicios para la familia, que puede consistir en gestiones
ante oficinas públicas, entidades bancarias o empresas suministradoras de servicios, así
como compras de mobiliario, enseres para la casa y productos de salud y vestido para la
familia; c) realización de funciones de dirección y gestión de la economía del hogar, que
comprende dar órdenes a empleados domésticos sobre el trabajo diario y supervisarlos, así
como hacer gestiones para la reparación de averías, mantenimiento y acondicionamiento
del hogar; y d) cuidado, crianza y educación de los hijos, así como el cuidado de parientes
que habiten el domicilio conyugal, lo que abarca el apoyo material y moral de los menores
de edad y, en ocasiones, de personas mayores, que implica su atención, alimentación y
acompañamiento físico en sus actividades diarias. En este orden de ideas, las diversas
modalidades del trabajo del hogar son elementos a considerar para determinar el monto de
la eventual compensación, sin que el apoyo de empleados domésticos en el domicilio
conyugal excluya por sí solo la procedencia del mecanismo compensatorio previsto en la
legislación, sino que únicamente graduará la cantidad a fijarse. Lo anterior, a fin de no
invisibilizar las distintas vertientes del trabajo del hogar, pues ello iría en contra de la
finalidad misma de la disposición legal y, por ende, de los artículos 1o. y 4o. de la
Constitución Federal.

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