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Submateria: Improcedencia de aplicar nulidad del despido si relación laboral establecida con un
órgano de la Administración del Estado ha devenido a partir de una vinculación amparada en un
determinado estatuto legal propio de dicho sector.
Tratándose, en su origen, de contratos a honorarios celebrados por órganos de la Administración
del Estado -entendida en los términos del artículo 1° de la ley 18.575-, a juicio de esta Corte,
concurre un elemento que autoriza a diferenciar la aplicación de la institución -de nulidad del
despido-, cual es que fueron suscritos al amparo de un estatuto legal determinado que, en principio,
les otorgaba una presunción de legalidad, lo que permite entender que no se encuentran
típicamente en la hipótesis para la que se previó la figura de la nulidad del despido. En otra línea
argumentativa, la aplicación -en estos casos- de la institución contenida en el artículo 162 del Código
del Trabajo, se desnaturaliza, por cuanto los órganos del Estado no cuentan con la capacidad de
convalidar libremente el despido en la oportunidad que estimen del caso, desde que, para ello,
requieren, por regla general, de un pronunciamiento judicial condenatorio firme, lo que grava en
forma desigual al ente público, convirtiéndose en una alternativa indemnizatoria adicional para el
trabajador, que incluso puede llegar a sustituir las indemnizaciones propias del despido. Por lo
razonado, no procede aplicar la nulidad del despido cuando la relación laboral se establece con un
órgano de la Administración del Estado y ha devenido a partir de una vinculación amparada en un
determinado estatuto legal propio de dicho sector. Lo anterior no altera la obligación de enterar las
cotizaciones previsionales adeudadas por el período en que se reconoció la existencia de la relación
laboral (considerandos 4° a 7° de la sentencia de unificación de la jurisprudencia de la Corte
Suprema).
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contrato de trabajo vigente al 1 de diciembre de 1990 y que fueron contratados con anterioridad al
14 de agosto de 1981 (considerandos 17° a 20° de la sentencia de la Corte Suprema).
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principal ejerció el derecho de información y, consecuencialmente, su responsabilidad debe
experimentar el agravamiento previsto para este caso, transformándose en solidaria por falta del
debido control. En consecuencia, el recurso intentado debe ser acogido, unificándose la
jurisprudencia en el sentido que los artículos 183 B y 183 D del Código del Trabajo deben ser
interpretados desde la perspectiva de la protección efectiva de los derechos laborales, por lo que
los certificados de cumplimiento de obligaciones laborales y previsionales a que se refiere la
segunda de las normas citadas ha de incluir a todos los trabajadores que se han desempeñado en
régimen de subcontratación y a cuyo respecto la empresa principal tuvo la posibilidad de ejercer el
debido control (considerandos 13° y 14° de la sentencia que acoge el recurso de unificación de
jurisprudencia).
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sentido y alcance del artículo 177 del Código del Trabajo, en relación a la eficacia del poder
liberatorio de los finiquitos válidamente celebrados en estricta observancia a las formalidades
legales, extendidos sin formulación de reservas de ningún tipo, constituye una cuestión jurídica
respecto de la cual, en la actualidad, no hay diferentes interpretaciones, pues el Máximo Tribuna l
determinó que si bien el finiquito normalmente será prueba suficiente del término de la relación
laboral, su fuerza probatoria se debilita cuando es contemporáneo a una nueva contratación por el
mismo empleador. Tal interpretación es la que la Corte considera correcta, y en torno a la cual
estima debe uniformarse la jurisprudencia, por lo que no se vislumbra en el fallo impugnado
fundamentos para modificarlo, al sostenerse el mismo criterio referido. En efecto, el efecto
liberatorio del finiquito, exige, además, que las partes de buena fe y libremente accedan a sus
términos, sin embargo, se debe tener en consideración que el derecho laboral se asienta sobre la
base del reconocimiento de que la libertad contractual del trabajador se encuentra determinada
por la existencia de una evidente asimetría de poder con el empleador, cuyo contrapeso se configura
mediante el reconocimiento del carácter irrenunciable de ciertos derechos laborales. En tal sentido,
corresponde aseverar que el finiquito otorgado libremente produce en plenitud poder liberatorio,
pero no es posible estimar que es libre cuando su firma es condición para la celebración de un nuevo
contrato con el mismo empleador, razón por la cual, en semejante contexto, se debilita su capacidad
para probar que el contrato de trabajo era efectivamente uno por obra, estando facultado la
judicatura de la instancia, para, ponderando toda la prueba de conformidad con las reglas de la sana
crítica, concluir que la relación laboral era efectivamente indefinida. No hay texto alguno en el
artículo 177 del Código del Trabajo que obste a esta interpretación m(considerando 7° de la
sentencia de la Corte Suprema).
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ha devenido a partir de una vinculación amparada en un determinado estatuto legal propio de dicho
sector (considerandos 6° a 9° de la sentencia de la Corte Suprema).
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y enterarlas en los organismos previsionales respectivos y al no cumplir con esta exigencia se hace
acreedor de la sanción establecida en el artículo 162, incisos 5°, 6° y 7°, del Código del Trabajo.
En tales condiciones, yerran los sentenciadores de la Corte de Apelaciones al concluir que no es
aplicable la sanción de la nulidad del despido cuando la relación laboral se reconoce sólo en el fallo
del grado, pues, acreditado el presupuesto fáctico contemplado en el artículo 162 del Código del
Trabajo, corresponde su aplicación, desde que fluye de los hechos establecidos en el fallo de
instancia que el empleador no dio cumplimiento a la obligación establecida en el inciso 5° de dicha
norma, esto es, efectuar el entero de las cotizaciones pertinentes del trabajador, no eximiéndose
de dicha carga, por el hecho de no haber retenido lo pertinente de las remuneraciones del
trabajador (considerandos 6° y 7° de la sentencia que acoge el recurso de unificación de
jurisprudencia). 11. Rol N° 2627-2019 de 31 de enero de 2020 Partes: Elías Navarro Tapia con Sbe
S.A. Materia: Despido indirecto, nulidad del despido y cobro de prestaciones. Submateria:
Procedencia de la sanción de nulidad del despido por el sólo evento de no efectuar el entero de las
cotizaciones pertinentes del trabajador, independiente de no haberse efectuado las retenciones
correspondientes. El Máximo Tribunal ha señalado como recto criterio interpretativo, que si se ha
acreditado que el empleador durante la relación laboral infringió la normativa previsional,
corresponde imponerle la sanción contemplada en el artículo 162 incisos 5° y 7° del Código del
Trabajo, independiente de que haya retenido o no de las remuneraciones del actor las cotizaciones
pertinentes, pues el presupuesto fáctico que hace aplicable tal punición, se configura por su no
entero en los órganos respectivos en tiempo y forma, fundamento que autoriza al trabajador para
reclamar el pago de las remuneraciones y demás prestaciones de orden laboral durante el período
comprendido entre la fecha del despido y la de su convalidación por medio del envío de la misiva
informando el pago de las imposiciones morosas. En tales condiciones, yerran los sentenciadores
de la Corte de Apelaciones al concluir que no es aplicable la sanción de la nulidad del despido cuando
la relación laboral se reconoce sólo en el fallo del grado, pues, acreditado el presupuesto fáctico
contemplado en el artículo 162 del Código del Trabajo, corresponde su aplicación, desde que fluye
de los hechos establecidos en el fallo de instancia que el empleador no dio cumplimiento a la
obligación establecida en el inciso 5° de dicha norma, esto es, efectuar el entero de las cotizaciones
pertinentes del trabajador, no eximiéndose de dicha carga por el hecho de no haberse efectuado
las pertinentes retenciones (considerandos 6° y 7° de la sentencia que acoge el recurso de
unificación de jurisprudencia).
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El Máximo Tribunal ha sostenido que el sentido de la reforma al artículo 45 del Código del Trabajo
fue, precisamente, solucionar el problema concreto de aquellos trabajadores cuya remuneración se
estructuraba en base a comisiones, pero que también percibían un sueldo mensual, normalmente
muy bajo, lo que los excluía automáticamente del beneficio de la semana corrida, al no ser
remunerados exclusivamente por día, lo que, de alguna forma, se transformaba en un abuso. Si bien
el referido artículo 45 no dice en forma expresa que para que los trabajadores con remuneración
mixta puedan acceder al beneficio de la semana corrida, la remuneración variable debe ser
devengada en forma diaria, lo cierto es que al señalar que tienen "igual derecho", se está refiriendo
"a ser remunerados por los días domingos y festivos", y la particularidad está dada porque se otorga
el derecho, no obstante percibir un sueldo mensual, lo que supone que la exigencia de que la
remuneración sea diaria -cuestión que es de la esencia de la institución- se verifica respecto del otro
componente de la remuneración, el variable. De suerte que se entiende que se hizo esta extensión
del beneficio, por considerar que el sueldo mensual con que se les remunera no refleja exactamente
sus ingresos mensuales, ya que se trata de trabajadores efectivamente remunerados por comisiones
diarias. Así lo confirma, por lo demás, dictámenes de la Dirección del Trabajo, entre otros el
N°3262/066 de 5.08.2008, que refiriéndose a la modificación introducida por la Ley N° 20.281 al
artículo 45 del Código del Trabajo, señala lo siguiente: "Las remuneraciones variables que procede
considerar para determinar la base de cálculo de la semana corrida deberán reunir los siguientes
requisitos, a saber: que sea devengada diariamente; y, que sea principal y ordinaria. Por lo que
concierne al primer requisito establecido, preciso es reiterar que deberá estimarse que una
remuneración se devenga diariamente, si el trabajador la incorpora a su patrimonio día a día, esto
es, aquella que el trabajador tiene derecho a impetrar por cada día trabajado" (considerando 6° de
la sentencia de la Corte Suprema).
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del Código del Trabajo, lo que conduce a desestimar el presente recurso de unificación de
jurisprudencia (considerandos 1°, 7° y 8° de la sentencia de la Corte Suprema).
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establecimientos particulares subvencionados, deba ser entendida como "de libre disponibilidad",
como pretende la recurrente y sostienen las sentencias de contraste, desde que ello contraría la
función para la cual está prevista la subvención, en general, como motor del financiamiento estatal
en procura de una educación de calidad y, en particular, porque desatiende la razón de ser del
incremento por zona, que es compensar las mayores dificultades derivadas del lugar donde los
docentes se deben desempeñar y lo convierte en un beneficio patrimonial para el sostenedor, sin
justificación aparente. Si bien podría elaborarse, teóricamente, una justificación por la cual los
docentes del sector particular no deberían tener derecho al incremento por zona - basada, por
ejemplo, en que los docentes del sector municipal tienen una carrera docente, no así quienes
pertenecen al sector particular, que pueden negociar individual y colectivamente sus
remuneraciones, al estar regidos por el Código del Trabajo- lo cierto es que, en ese caso, lo que
correspondía es que el Estado no entregara fondos por ese concepto a los sostenedores de los
establecimientos particulares subvencionados, reservando el incremento de la subvención a los
docentes del sector municipal, lo que no se verifica en la especie, puesto que la subvención, así
incrementada, está establecida sin distinción, para ser percibida por los establecimientos
educacionales del sector municipal y del sector particular subvencionado. Por lo tanto, en este caso,
no resulta necesario unificar la jurisprudencia, puesto que el tribunal estima correcto el criterio
contenido en la sentencia impugnada, según el cual los docentes de los establecimientos
particulares subvencionados tienen derecho a percibir asignación de zona, con cargo al incremento
que la subvención general experimenta por dicho concepto, en conformidad a lo previsto en el
artículo 11 de la Ley de Subvenciones (considerandos 5° y 10° de la sentencia de la Corte Suprema).
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"las cuestiones suscitadas entre empleadores y trabajadores por aplicación de las normas laborales
o derivadas de la interpretación y aplicación de los contratos individuales o colectivos del trabajo o
de las convenciones y fallos arbitrales en materia laboral"; cometido que para ser cumplido a
cabalidad hace necesario que se ponderen las probanzas aportadas en la audiencia de juicio
conforme a las reglas de la sana crítica, y acorde a los hechos que den por acreditados y a la luz de
la normativa aplicable, resuelvan el asunto que les fue sometido a decisión. En el caso de que se
trata, se circunscribe a determinar si el vínculo contractual existente entre las partes, tiene o no el
carácter de laboral, y por lo tanto, se somete o no a la regulación del Código del Trabajo. En
consecuencia, se unifica la jurisprudencia en el sentido que los juzgados laborales son competentes
para conocer una demanda en que se solicita que se declare la existencia de un vínculo laboral,
deducido por una persona natural, que se vincula con un órgano de la Administración Pública, en
virtud de un convenio de prestación de honorarios, fundado en la norma estatutaria que lo autoriza,
y en el evento que así lo decida, conocer de procedencia de las prestaciones consecuentes que dicha
declaración conlleva (considerandos 4° y 5° de la sentencia de la Corte Suprema).
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determinado estatuto legal propio de dicho sector (considerandos 6° a 8° de la sentencia que acoge
el recurso de unificación de jurisprudencia).
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Materia: Existencia de relación laboral y despido injustificado.
Submateria: Improcedencia de aplicar Código del Trabajo a vínculo que se genera con la
Administración Pública por vía de contrata regida por un estatuto especial. Indemnizaciones
laborales no pueden ser reclamadas por quienes están bajo régimen estatutario especial.
Tutela de derechos fundamentales es aplicable a los funcionarios públicos En la especie, es
inconcuso que el régimen aplicable a la actora es este último, dado que fue incorporada a la dotación
de la municipalidad en la categoría de "personal a contrata". De esta manera, la demandante
pertenece a una categoría de trabajadores -empleada pública- sujeta a una especial relación con su
"empleador", paralela al régimen ordinario del Código del Trabajo, denominada por la doctrina
como "estatutaria", puesto que el vínculo que la liga con el Estado se corresponde con uno de
derecho público, cuyo origen directo es la ley, y no una convención celebrada entre éste y los
funcionarios en cuanto partes, sino que por vía de la imposición legal unilateral, se establecen sus
derechos, obligaciones y deberes. Por otro lado, la función realizada por aquellos está presidida por
los fines propios del Estado, en especial el bien común, por lo que el contenido del estatuto
pertinente tiende a regular la vinculación funcionaria haciendo predominar el interés general por
sobre el interés particular. De este modo, esta Corte reitera la doctrina expuesta en la sentencia de
contraste acompañada por la recurrente, correspondiente a los autos Rol N° 67.401-16, en el
sentido que el vínculo que se genera con la incorporación a algún cargo de la Administración Pública
u órgano del Estado, por vía de la "contrata" regida por un estatuto especial, no genera vínculo
laboral regido por el Código del Trabajo, de manera que los derechos que contempla no son
susceptibles de ser reclamados por los funcionarios públicos. En efecto, la imputación de no
justificación de un despido y las indemnizaciones laborales que el código laboral hace consecuente
a tal declaración, no pueden ser reclamadas por quienes están bajo régimen estatutario especial,
como sucede en la especie, desde que el cuerpo legal específico que regula su vínculo establece sus
propios derechos, acciones y obligaciones, cosa distinta ocurre con el procedimiento de tutela de
derechos fundamentales que esta Corte ha sostenido, reiteradamente, le es aplicable a los
funcionarios públicos, por tratarse de una materia susceptible de ser comprendida al amparo del
inciso 3° del artículo 1° del Código del Trabajo (considerandos 9° y 10° de la sentencia de la Corte
Suprema).
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último, se debe acompañar copia fidedigna del o de los fallos que se invocan como fundamento. En
este caso, si bien se constata la disconformidad denunciada en la interpretación y aplicación dada
al precepto analizado en el fallo atacado en relación a aquélla de que da cuenta la copia de la
sentencia citada como contraste, no constituye la hipótesis prevista por el legislador para que la
Corte, por la vía del recurso, invalide el fallo de nulidad y altere lo decidido en el fondo, por cuanto
los razonamientos esgrimidos en lo sustantivo por la Corte de Apelaciones para fundamentar su
decisión se ha ajustado a derecho, de tal forma que el arbitrio intentado deberá ser desestimado
(considerandos 1° y 10° de la sentencia de la Corte Suprema).
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obedecer a una exigencia legal, por lo que la prescripción extintiva de la acción pertinente, queda
bajo la esfera del artículo 510 inciso 2° del Código del Trabajo. Luego, se configura la causal de
nulidad contemplada en el artículo 477 del Código del Trabajo, al verificarse la infracción del primer
precepto mencionado, máxime, si conforme se encuentra establecido en la instancia, la relación
laboral entre las partes continúa vigente, por lo que, en estricto rigor, el plazo de prescripción
aludido, no ha principiado su cómputo, evidenciándose, de este modo, que la vulneración normativa
denunciada, influyó en lo dispositivo del fallo (considerando 7° de la sentencia que acoge el recurso
de unificación de jurisprudencia).
12. Rol N° 12163-2019 de 19 de febrero de 2020
Partes: Nelson Fernández Paz con Municipalidad de La Pintana.
Materia: Despido injustificado y cobro de prestaciones.
Submateria: Incumplimiento de los requisitos de procedencia del recurso de unificación de
jurisprudencia.
Fallo de cotejo cuyos presupuestos de hecho son diversos a los de la sentencia recurrida. De
conformidad con lo dispuesto en los artículos 483 y 483 A del Código del Trabajo, el recurso de
unificación de jurisprudencia procede cuando respecto de la materia de derecho objeto del juicio
existen distintas interpretaciones sostenidas en uno o más fallos firmes emanados de tribunales
superiores de justicia. La presentación en cuestión debe ser fundada, incluir una relación precisa y
circunstanciada de las distintas interpretaciones recaídas en el asunto de que se trate sostenidas en
las mencionadas resoluciones y que haya sido objeto de la sentencia contra la que se recurre y, por
último, se debe acompañar copia fidedigna del o de los fallos que se invocan como fundamento. En
la especie, el fallo aparejado para su comparación, resuelve una cuestión diversa a la propuesta en
la sentencia impugnada, desde que reflexiona acerca de la asimilación de la causal de despido por
necesidades de la empresa que contempla el estatuto laboral, con el motivo de desvinculación del
artículo 72 j) del Estatuto Docente, el cual opera respecto profesionales de la educación adscritos a
dicha planta, a quienes se les suprimen las horas por las cuales sirven en tal carácter; mientras que
en la especie, se trata de una situación diversa, tanto en los hechos, como en el derecho, pues se
trata de una persona que sirve un cargo directivo, no contemplado en la planta docente, a quien no
se le reincorporó en la misma, en virtud de la facultad que contempla el artículo 32 B del mismo
texto legal. En consecuencia, como la situación planteada en la sentencia impugnada difiere de
aquella de que trata la de contraste, se hace evidente que no concurre el requisito que se analiza,
esto es, que se esté en presencia de situaciones que se puedan homologar; razón por la que el
presente recurso no puede prosperar y debe ser necesariamente rechazado (considerandos 1° y 6°
de la sentencia de la Corte Suprema).
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Licencia médica es una causal suficiente de justificación para ausentarse del trabajo. Presentación
tardía de la licencia médica ante el empleador o sin la ritualidad exigida, no invalida o resta
legitimidad a la misma como causal de justificación de la ausencia. De conformidad a lo dispuesto
en el artículo 160 del Código del Trabajo, en el N° 3, primera parte, "El contrato de trabajo termina
sin derecho a indemnización alguna cuando el empleador le ponga término, invocando una o más
de las siguientes causales: N°3) No concurrencia del trabajador a sus labores sin causa justificada
durante dos días seguidos, dos lunes en el mes o un total de tres días durante igual período de
tiempo". La conducta sancionada en dicho numeral con la terminación del contrato de trabajo, es
la ausencia o no concurrencia del trabajador a sus labores durante un tiempo determinado, sin
justificación, sin que existan razones que fundamenten su inasistencia. La expresión "sin causa
justificada" no ha sido definida por el legislador, pero la jurisprudencia ha entendido, en términos
generales, que se orienta en el sentido de que debe existir una razón o motivo suficiente que origine
la ausencia, esto es, una causa que resulte razonable o aceptable, existiendo variadas situaciones
que ha ido ponderando la jurisprudencia. Por regla general, se ha estimado que las enfermedades
son suficiente justificación y que pueden ser acreditadas por cualquier medio de prueba, sea
testimonial, certificados de atención médica, licencias médicas, entre otras. El problema planteado
dice relación con determinar si es necesario, para entender justificada la ausencia que se funda en
una licencia médica -como instrumento que acredita la enfermedad y autoriza el reposo del
trabajador-, que sea expedida y comunicada al empleador dentro del plazo legal previsto para su
tramitación. La lectura del artículo 160 N°3 del Código citado, permite concluir que lo único que se
requiere, para poner término al contrato, es que la ausencia o inconcurrencia del trabajador a sus
labores no se encuentre justificada, o al revés, que no se configura la causal, o estará mal invocada
o será improcedente, si el trabajador se ha ausentado con una causa justificada. No se exige que de
aviso de la ausencia o que la licencia se expida antes del inicio, sólo que esté justificada, esto es, que
obedezca a una situación que se considera razonable o aceptable. En consecuencia, inferir que es
menester que se dé noticia de manera previa de la concurrencia de hechos que justifican la
inasistencia, es errado, pues es una exigencia que no está prevista en la norma (considerando 5° de
la sentencia que acoge el recurso de unificación de jurisprudencia) De acuerdo a lo establecido por
el D.S. N°3 del Ministerio de Salud, del año 1984, que contiene el Reglamento de autorización de las
licencias médicas por la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez e instituciones de salud
previsional, en su artículo 1°, se entiende por licencia médica, "el derecho que tiene el trabajador a
ausentarse o reducir su jornada de trabajo, durante un determinado lapso de tiempo, en
cumplimiento de una indicación profesional certificada por un médico cirujano, dentista o matrona,
en adelante "él o los profesionales", según corresponda, reconocida por el empleador en su caso y
autorizada por la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez de la Secretaría Regional Ministerial
de Salud que corresponda, o Institución Previsional que corresponda, durante cuya vigencia podrá
gozar del subsidio por incapacidad laboral con cargo a la entidad de previsión, institución o fondo
especial respectivo, o de la remuneración regular de su trabajo, o de ambas en la proporción que
corresponda". En relación a la tramitación de las licencias, el artículo 11, señala que "tratándose de
trabajadores dependientes, del sector privado, la licencia debe presentarse al empleador dentro del
plazo de dos días hábiles, contados desde la fecha de su iniciación", agregando el artículo 12 que el
recibo emitido por el empleador al recepcionar el formulario de licencia servirá al trabajador para
acreditar que la presentó dentro de plazo, así como para cobrar el respectivo subsidio a que dé lugar
la licencia médica autorizada. En consecuencia, no cabe discutir que la licencia médica - como
autorización emitida por un profesional de los mencionados en la norma- es una causal suficiente
de justificación para ausentarse del trabajo, en la medida que certifica la necesidad médica de un
determinado tiempo de reposo; cosa distinta es que si no se da cumplimiento a los plazos previstos
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para su tramitación pueda ser rechazada o no dar lugar a cobrar el subsidio correspondiente. Así, la
presentación tardía de la licencia médica ante el empleador o sin la ritualidad exigida, no invalida o
resta legitimidad a la misma como causal de justificación de la ausencia, por lo que no es un motivo
que justifique el despido, desde que no encuentra amparo en la causal de terminación del contrato
de trabajo contemplada en el artículo 160 N°3 del Código del Trabajo (considerando 6° de la
sentencia que acoge el recurso de unificación de jurisprudencia).
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1. Rol N° 15696-2019 de 2 de marzo de 2020
Partes: Viviana Álvarez Ramírez con Junta Nacional de Jardínes Infantiles.
Materia: Declaración de existencia de relación laboral, despido injustificado, nulidad del despido y
cobro de prestaciones.
Submateria: Aplicación supletoria del Código del Trabajo a los funcionarios de la Administración en
aquellas materias no reguladas por sus estatutos especiales. Facultad de la Administración para
contratar personal a honorarios en virtud del artículo 11 del Estatuto Administrativo.
Procedencia de aplicar el Código del Trabajo a un funcionario contratado a honorarios por la
Administración cuando concurren las exigencias de una relación laboral. Vinculación desarrollada
fuera del marco legal del estatuto que autoriza la contratación a honorarios se rige por el Código del
Trabajo. Existencia de una relación laboral. El artículo 1° del Código del Trabajo establece su
aplicación a todas las vinculaciones de orden laboral habidas entre empleadores y trabajadores,
entendiendo por laboral, en general, a aquellas que reúnan las características que se derivan de la
definición de contrato de trabajo de su artículo 7°. Además de esta premisa general, el artículo 1°
consignan una excepción y una contraexcepción: la primera está constituida por los funcionarios de
la Administración, centralizada y descentralizada, del Congreso Nacional y del Poder Judicial, los
trabajadores de las empresas o instituciones del Estado o de aquéllas en que tenga aportes,
participación o representación, situación excepcional que tiene cabida únicamente en el evento que
dichos funcionarios o trabajadores se encuentren sometidos por ley a un estatuto especial; por su
parte, la contraexcepción se formula abarcando a todos los trabajadores de las entidades señaladas,
quienes vuelven a la regencia del Código del Trabajo sólo en los aspectos o materias no regulados
en sus respectivos estatutos, siempre que no fueren contrarias a estos últimos.
Dicho de otro modo, se someten al Código del Trabajo y leyes complementarias los funcionarios de
la Administración que no se encuentren sometidos por ley a un estatuto especial y, aun contando
con dicho estatuto, si éste no regula el aspecto o materia de que se trate; en este último caso, en el
evento que no se oponga a su marco jurídico (considerandos 8° y 9° de la sentencia que acoge el
recurso de unificación de jurisprudencia)Si una persona se incorpora a la dotación de un órgano de
la Administración del Estado bajo la modalidad contemplada en el artículo 11 de la Ley N° 18.834,
pero, no obstante ello, en la práctica presta un determinado servicio que no tiene la característica
específica y particular que expresa dicha norma, o que tampoco se desarrolla en las condiciones de
temporalidad que indica, corresponde aplicar el Código del Trabajo si los servicios se han prestado
bajo los supuestos fácticos que importan un concepto, para este caso, de subordinación clásico, esto
es, a través de la verificación de indicios materiales que dan cuenta del cumplimiento de las órdenes,
condiciones y fines que el empleador establece, y que conducen necesariamente a la conclusión que
es de orden laboral. Lo anterior, porque el Código del Trabajo constituye la regla general en el
ámbito de las relaciones laborales, y, además, porque una conclusión en sentido contrario
significaría admitir que, no obstante concurrir todos los elementos de un contrato de trabajo, el
trabajador queda al margen del Estatuto Laboral, en una situación de precariedad que no tiene
justificación alguna (considerando 12° de la sentencia que acoge el recurso de unifica ción de
jurisprudencia)En consecuencia, la acertada interpretación del artículo 1 del Código del Trabajo, en
armonía con el artículo 11 de la Ley N° 18.834, está dada por la vigencia de dicho Código para las
personas naturales contratadas por la Administración del Estado, que aun habiendo suscrito
sucesivos contratos de prestación de servicios a honorarios, por permitírselo el estatuto especial
que regula a la entidad contratante, se desempeñan en las condiciones previstas por el Código del
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Trabajo. Bajo este prisma debe uniformarse la jurisprudencia, en el sentido que corresponde
calificar como vinculaciones laborales, sujetas al Código del Trabajo, a las relaciones habidas entre
una persona natural y un órgano de la Administración del Estado, en la medida que dichos lazos se
desarrollen fuera del marco legal que establece el artículo 11 de la Ley N° 18.834, que autoriza la
contratación, sobre la base de honorarios, ajustada a las condiciones que dicha norma describe, en
la medida que las relaciones se conformen a las exigencias establecidas por el legislador laboral para
los efectos de entenderlas reguladas por la codificación correspondiente (considerando 13° de la
sentencia que acoge el recurso de unificación de jurisprudencia).
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3. Rol N° 18539-2019 de 2 de marzo de 2020
Partes: Raúl Pérez Vidal con Subsecretaría de Transporte.
Materia: Declaración de existencia de relación laboral, despido injustificado, nulidad del despido y
cobro de prestaciones.
Submateria: Presunción de legalidad de los contratos a honorarios celebrados por órganos de la
Administración del Estado. Improcedencia de la sanción de nulidad de despido cuando la relación
laboral ha sido declarada en la sentencia. II. Voto disidente: Incumplimiento del deber de
encontrarse pagadas las cotizaciones previsionales al momento del despido.
El Máximo Tribunal ha señalado que es indiscutible que la sentencia que reconoce la existencia de
una relación laboral entre las partes es de naturaleza declarativa, la regla general en esta materia
es la procedencia de la sanción de la nulidad del despido en el caso de constatarse el hecho de no
encontrarse pagadas las cotizaciones previsionales a la época del término de la vinculación laboral
reconocida por el fallo de base. Sin embargo, dicha conclusión varía cuando se trata, en su origen,
de contratos a honorarios celebrados por órganos de la Administración del Estado -entendida en los
términos del artículo 1° de la Ley 18.575-, pues, a juicio de la Corte, en tales casos, concurre un
elemento que autoriza a diferenciar la aplicación de la sanción en comento, cual es que fueron
suscritos al amparo de un estatuto legal determinado que, en principio, les otorgaba una presunción
de legalidad, lo que permite entender que no se encuentran típicamente en la hipótesis para la que
se previó la figura de la nulidad del despido, y excluye, además, la idea de simulación o fraude por
parte del empleador. Además, la aplicación -en estos casos-, de la sanción referida, se desnaturaliza,
por cuanto los órganos del Estado no cuentan con la capacidad de convalidar libremente el despido
en la oportunidad que estimen del caso, desde que para ello requieren, por regla general, de un
pronunciamiento judicial condenatorio, lo que grava en forma desigual al ente público,
convirtiéndose en una alternativa indemnizatoria adicional para el trabajador, que incluso puede
llegar a sustituir las indemnizaciones propias del despido, de manera que no procede aplicar la
nulidad del despido cuando la relación laboral se establece con un órgano de la Administración del
Estado y ha devenido a partir de una vinculación amparada en un determinado estatuto legal propio
de dicho sector (considerando 6° de la sentencia de la Corte Suprema).
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resoluciones y que haya sido objeto de la sentencia contra de la cual se recurre y, por último,
acompañar copia fidedigna del o de los fallos que se invocan como fundamento. Sin embargo en la
especie, como la situación planteada en la sentencia impugnada difiere de aquella de que trata la
de contraste, en tanto que en ésta se tuvo especialmente en consideración para atribuir la calidad
de dueño de la obra que el Gobierno Regional no había hecho otra cosa que externalizar el
cumplimiento de los objetivos que la ley le impone, en tanto que en aquella el Comando de
Bienestar del Ejército de Chile sólo cumplía la calidad de financista de la obra, no concurre el
requisito que se analiza, esto es, que se esté en presencia de situaciones que se puedan homologar;
razón por la que el presente recurso no puede prosperar y debe ser necesariamente rechazado
(considerandos 1° y 6° de la sentencia de la Corte Suprema).
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de que trata la de contraste, en tanto que en ésta se tuvo especialmente en consideración para
atribuir la calidad de dueño de la obra que el Gobierno Regional no había hecho otra cosa que
externalizar el cumplimiento de los objetivos que la ley le impone, en tanto que en aquella el
Comando de Bienestar del Ejército de Chile sólo cumplía la calidad de financista de la obra, no
concurre el requisito que se analiza, esto es, que se esté en presencia de situaciones que se puedan
homologar; razón por la que el presente recurso no puede prosperar y debe ser necesariamente
rechazado (considerandos 1° y 6° de la sentencia de la Corte Suprema).
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para ello, requieren, por regla general, de un pronunciamiento judicial condenatorio ejecutoriado
firme, lo que grava en forma desigual al ente público, convirtiéndose en una alternativa
indemnizatoria adicional para el trabajador, que incluso puede llegar a sustituir las indemnizaciones
propias del despido. Por lo razonado, no procede aplicar la nulidad del despido cuando la relación
laboral se establece con un órgano de la Administración del Estado y ha devenido a partir de una
vinculación amparada en un determinado estatuto legal propio de dicho sector. Lo anterior no altera
la obligación de enterar las cotizaciones previsionales adeudadas por el período en que se reconoció
la existencia de la relación laboral. En estas condiciones, yerran los sentenciadores de la Corte de
Apelaciones de Concepción al estimar que, en este caso, es procedente aplicar la sanción de nulidad
del despido consagrado en el inciso séptimo del artículo 162 del Código del Trabajo (considerandos
8° a 12° de la sentencia de la Corte Suprema).
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carácter indefinido, ni procede el pago indemnización sustitutiva del aviso previo y por años de
servicio.
Estando expresamente regulada la modalidad a contrata en el Estatuto Docente, ella debe
necesariamente someterse a este cuerpo legal y, sólo de manera supletoria, al Código del Trabajo
en aquellas materias no reguladas estatutariamente, en la medida que las reglas de la legislación
laboral no fueren contrarias a aquella normativa especial. Así las cosas, hallándose reglada la
modalidad "a contrata" en la legislación especial del Estatuto Docente, necesario es establecer si
éste regula o no a cabalidad lo referente a las causales de su expiración o si, por el contrario, no
habiéndolo hecho, cabe aplicar las normas generales de la codificación laboral. A este respecto, no
puede ignorarse que es en el Párrafo VII del citado Estatuto que el legislador determina todo lo
referente a la terminación del vínculo o relación laboral de los profesionales de la educación, dentro
del cual su artículo 72 establece que ellos dejan de pertenecer a la dotación docente del sector
municipal -entre otras causales que taxativamente señala- por el término del período por el cual se
efectuó el contrato", sin que respecto de esta causal se instituya indemnización de ninguna índole.
De esta manera, corresponde también dilucidar si -no habiendo incluido el legislador del Estatuto
Docente norma alguna referente a una eventual mutación de la contrata a plazo fijo merced a una
o más renovaciones sin solución de continuidad- puede o no el intérprete juzgador dar aplicación
supletoria en tal caso al precepto del último inciso del numeral 4) del artículo 159 del Código del
Trabajo. Y conforme lo fallado reiteradamente por el Máximo Tribunal, amén de las dos sentencias
de contraste acompañadas en autos, el tribunal no puede sino concluir, coincidentemente, que en
el caso de los profesionales de la educación vinculados a contrata a un ente municipal, renovada
ésta sucesivamente a plazo fijo, una vez producido el vencimiento del plazo estipulado en la última
de tales convenciones, no resulta procedente considerar que tal vínculo haya derivado en uno
indefinido, ni tampoco que proceda el pago indemnización sustitutiva del aviso previo y por años de
servicio, por cuanto según las normas especiales del Estatuto que reglan las causales de terminación
de sus servicios, su desvinculación ha operado de pleno derecho por dicho vencimiento, sin que su
artículo 72 ni norma estatutaria alguna contemple algún tipo de indemnización (considerandos 5° y
6° de la sentencia que acoge el recurso de unificación de jurisprudencia).
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control de ingreso, pudiendo incluso servir horas extras. Igualmente, debían acatar órdenes e
instrucciones, vestir ropas institucionales de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena y,
además, eran fiscalizadas mediante la aprobación de los informes mensuales de los que dependía
su remuneración mensual, dirección que también se ejercía en cada jornada, por cuanto estaban
sujetas a las pautas entregadas por su jefatura. Asimismo, se colige de los hechos establecidos por
la judicatura del fondo, que las actividades que en concreto debían ejecutar las actoras para el
programa "Chile Indígena", correspondían a la función privativa que la ley entregó a la corporación
demandada y útil a su finalidad organizacional de desarrollo de políticas públicas para los pueblos
originarios, propósito descrito en el artículo 39 de la Ley N°19.253, que atribuye a la demandada la
obligación de "promover, coordinar y ejecutar, en su caso, la acción del Estado en favor del
desarrollo integral de las personas y comunidades indígenas, especialmente en lo económico, social
y cultural y de impulsar su participación en la vida nacional", constatándose que las funciones para
las que fueron contratadas en el marco del programa aludido, constituyen, precisamente, tareas
propias y habituales del organismo, muy ajenas, por cierto, a la necesaria accidentabilidad y
ocasionalidad que requiere el artículo 11 de la Ley N°18.834 para entender que sus contrataciones
se enmarcaban en esta disposición. En consecuencia, la acertada interpretación del artículo 1 del
Código del Trabajo en relación con el artículo 4 de la Ley N° 18.834, está dada por la vigencia de
dicho código para las personas naturales contratadas por la Administración del Estado, que aun
habiendo suscrito contratos de prestación de servicios a honorarios, los ejercieron en las
condiciones previstas por el legislador laboral (considerandos 8° y 9° de la sentencia que acoge el
recurso de unificación de jurisprudencia).
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denunciar la infracción de sus Derechos Esenciales sufrida a consecuencia de su relación funcionaria
por aplicación de las normas que la regulan.
3. Rol N° 27798 – 2019 del 8 de abril del 2020; Rol N°28926-2019 del 9 de abril del 2020.
Partes: Guerra con farmacias Cruz Verde S.A. / Paillape con Municipalidad de Pitrufquen.
Materia: Inadmisible unificación de jurisprudencia.
Doctrina: Que la materia planteada en el recurso de unificación versa sobre un aspecto de carácter
procesal, cual es la aplicación de una regla expresa que faculta al tribunal para tener por tácitamente
admitidos los hechos, que hace innecesaria la recepción de la causa a prueba y determina que el
proceso quede en estado de dictarse sentencia, asunto que resulta ajeno a aquella sustantiva que
fue objeto de la controversia y que no es susceptible de controlarse por medio del presente arbitrio,
toda vez que los tribunales del fondo son soberanos para establecer y valorar los supuestos fácticos
que se dan por establecidos.
26
empresario principal y, en su caso, al contratista, no presenta dificultades desde la perspectiva de
lo que es el alcance y objetivo de la responsabilidad que se analiza, al estar comprendidos en los
términos “obligaciones laborales y previsionales de dar”, siempre y cuando los supuestos fácticos
de la nulidad -laguna previsional y despido- se produzcan durante la vigencia del contrato o
subcontrato de obra o servicio.
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Doctrina: El empleador se constituye en deudor de seguridad de sus trabajadores, lo cual importa
exigir la adopción de todas las medidas correctas y eficientes, destinadas a proteger la vida y salud
de aquellos, y que el citado precepto (artículo 184 CT) establece el deber general de protección de
la vida y salud de sus trabajadores, impuesto por el legislador a los empleadores, siendo el
cumplimiento cabal e íntegro de esta obligación de una trascendencia superior a la de una simple
prestación a que se somete una de las partes en una convención, y evidentemente un principio
incorporado a todo contrato, siendo un elemento de la esencia de éstos y la importancia de su
cumplimiento no queda entregada a la voluntad de las partes, y que, en concordancia con lo previsto
en el artículo 1547, inciso tercero del Código Civil, le corresponde al empleador acreditar que ha
cumplido con este deber legal de cuidado.
Si se verifica una enfermedad profesional se presume que el empleador no tomó todas las medidas
necesarias para evitarlo, o que las adoptadas fueron insuficientes o inapropiadas, presunción que
surge de la obligación de seguridad impuesta por el legislador, y que se califica como de resultado.
8. Rol N° 14137 – 2019 del 13 de abril del 2020; Rol N° 19127 – 2019, Rol N° 19648, 22048 -
2019 del 27 de abril del 2020.
Partes: Chihuailaf con Ministerio del Interior y Seguridad Pública, Servicio de Gobierno Interior /
Gómez con Fisco de Chile / Rivera con Fisco de Chile, consejo de defensa del estado / Beretta con
CONICYT.
Materia: Cotizaciones Previsionales.
Doctrina: Que, según se observa, nuestro ordenamiento considera que el entero de los aportes que
deben pagar los trabajadores para los efectos previsionales, corresponde a una carga que le
compete al empleador, mediante descuento que debe ejercer de sus remuneraciones, a fin de
ponerlos a disposición del órgano previsional pertinente, dentro del plazo que fija la ley.
Por otro lado, la naturaleza imponible de los haberes es determinada por el legislador, de modo que
es una obligación inexcusable del empleador, atendida la naturaleza de las remuneraciones, realizar
las deducciones pertinentes y efectuar su posterior e íntegro entero en los organismos previsionales
respectivos desde que se comenzaron a pagar las remuneraciones.
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Partes: Arancibia Navarro Guillermo y Otros con inversiones Consenza Ltda.
Materia: Finiquito.
En ese sentido, el finiquito es una transacción en la especie, contrato por el que las partes precaven
un eventual litigio, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 2446 del Código Civil en la que se
ajustan cuentas pendientes, por lo que es dable exigirle la especificidad necesaria, en atención no
sólo a los bienes jurídicos en juego, esto es, derechos laborales de orden público, sino también
porque se trata de evitar o eludir un pleito, una controversia, entre quienes comparecen a dicho
ajuste de cuentas, de ahí que es necesario requerir la máxima nitidez en cuanto a las materias,
derechos, obligaciones, prestaciones e indemnizaciones sobre los cuales se ha formado el
consentimiento, con el objeto precisamente de impedir discusiones como la presente en que una
parte entiende que no ha transado y la otra, supone el acuerdo. De ese modo con la nitidez sobre
los temas que versa el acuerdo- podrá exigírsele a cada parte que cumpla con lo acordado, desde
que constituye una ley para los contratantes y en el que debe concurrir la buena fe.
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Doctrina: La correcta doctrina es que la mera presentación de la demanda interrumpe la
prescripción, siendo la notificación de la misma una condición para alegarla, debiendo
circunscribirse su efecto al ámbito procesal, pero no como un elemento constitutivo de la
interrupción de la prescripción.
El artículo 2503 Nº1 no señala que deba notificarse dentro del plazo de prescripción para que ésta
se entienda interrumpida. Sólo indica que para alegar la interrupción la demanda debe haber sido
notificada sin indicar la época en que deba realizarse ni tampoco que deba tener lugar antes de
expirar el plazo.
Atendido lo reflexionado, cabe concluir que, a juicio de los disidentes, la mera presentación de la
demanda produce el efecto de interrumpir el período de prescripción de la acción.
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17. Rol N° 15697 – 2019 del 27 de abril del 2020.
Partes: Contreras Soto Gonzalo con Corp. Municipal. Ancud para la Educac. Salud.
Materia: Supletoriedad del código del trabajo.
Que, en todo caso, si bien esta Corte ha entendido que cabe aplicar supletoriamente el Código del
Trabajo a los funcionarios de la atención primaria de la salud municipal en la hipótesis del artículo
1°, inciso 3° de dicho cuerpo legal (C.S. rol 9650-15), en el evento de considerarse que la materia en
estudio, efectivamente, es una que no se encuentra regulada en el estatuto que rige a los
mencionados trabajadores de la salud, la conclusión sería la misma que ya se ha señalado, desde
que no resulta procedente aplicar la normativa del derecho foral común, que permite transformar
los contratos a plazo fijo en indefinidos bajo ciertas circunstancias, puesto que, como se ha dicho,
ello se opone al sistema de conformación de la dotación previsto en la citada Ley N° 19.378.
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Doctrina: Como se puede advertir, la cotización previsional es un gravamen que pesa sobre las
remuneraciones de los trabajadores, el cual es descontado por el empleador con la finalidad de ser
enterado ante el órgano previsional al que se encuentren afiliados sus dependientes, junto al aporte
para el seguro de cesantía que le corresponde a él mismo sufragar, dentro del plazo que la ley fija.
32
supletoria de las reglas atinentes, acorde con lo prevenido por el artículo 432 del Código del Trabajo,
también tiene cabida en materia laboral, no siendo óbice para lo anterior la aplicación de la litis
pendencia en base a la denominada conexidad o conectividad -que algunos basan, especialmente,
en el artículo 448 inciso segundo del Código del Trabajo-, sostenida por la parte demandante, por
cuanto aparece de manifiesto que, de los casos en que se debate, no derivan sentencias
contradictorias, es decir, que el cumplimiento de lo resuelto en una sea incompatible con lo que se
decida en la otra.
Con todo, no está demás advertir que, en términos generales y como principio rector del asunto
que se debate, la ley otorga a la perdidosa el derecho para reclamar en la etapa de ejecución, para
evitar un doble pago y el enriquecimiento sin causa de los actores, siempre que se hayan impuesto
sanciones u obligaciones semejantes por circunstancias idénticas, lo que, en todo caso, no ocurrirá
en la especie atendido el examen de los fallos referidos en el acápite precedente.
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Doctrina 1: La nulidad del despido es procedente en el caso de constatarse que no fueron pagadas
las cotizaciones previsionales a la época del término de la vinculación laboral, conclusión que varía
cuando se trata, en su origen, de contratos a honorarios celebrados por órganos de la
Administración del Estado –entendida en los términos del artículo 1° de la Ley N°18.575–, pues, en
tales casos, concurre un elemento que autoriza a diferenciar la aplicación de la sanción en comento,
cual es que fueron suscritos al amparo de un estatuto legal determinado que, en principio, les
otorgaba una presunción de legalidad, lo que permite entender que no se encuentran en la hipótesis
para la que se previó la figura de la nulidad del despido, y excluye, además, la idea de simulación o
fraude del empleador, que intenta ocultar por la vía de la contratación a honorarios la existencia de
una relación laboral, que justifica la punición del inciso séptimo del artículo 162 del Código del
Trabajo.
Doctrina 1: Los órganos del Estado no cuentan con la capacidad de convalidar libremente el despido
en la oportunidad que estimen del caso, lo que grava en forma desigual al ente público,
convirtiéndose en una alternativa indemnizatoria adicional para el trabajador, que incluso puede
llegar a sustituir las indemnizaciones propias del despido, de manera que no procede aplicar la
nulidad del despido cuando la relación laboral se establece con un órgano de la Administración del
Estado y ha devenido a partir de una vinculación amparada en un determinado estatuto legal propio
de dicho sector.
6. Rol N° 9791 – 2019; Rol N° 21482 – 2019 y Rol N° 22223 – 2019 del 18 de mayo del 2020.
Partes: Herrera con Corporación de Fomento de la Producción / Riffo con Atomo Publicidad S.A. /
Martínez con BBVA Administradora general de Fondos S.A.
Materia: Cuenta individual por cesantía y terminación del contrato de trabajo.
Doctrina: Para resolver en qué sentido debe unificarse la jurisprudencia respecto de la materia de
derecho propuesta, debe considerarse que la citada disposición expresa que: “Si el contrato
terminare por las causales previstas en el artículo 161 del Código del Trabajo, el afiliado tendrá
derecho a la indemnización por años de servicios…” Su inciso segundo indica: “se imputará a esta
prestación la parte del saldo de la Cuenta Individual por Cesantía…”.
Del tenor de la regla queda claro que una condición sine qua non para que opere es que el contrato
de trabajo haya terminado por las causales previstas en el artículo 161 del Código del Trabajo. Luego,
lo que cabe preguntarse, es si el término del contrato por necesidades de la empresa fue
considerado injustificado por el juez laboral, cabe entender que no se satisface la condición o, en
cambio, al haberlo invocado el empleador, bastaría para dar satisfacción a la referida condición. La
primera interpretación es la más apropiada, no sólo porque si se considerara la propuesta por el
recurrente constituiría un incentivo a invocar una causal errada con el objeto de obstaculizar la
restitución o, lo que es lo mismo, validar un aprovechamiento del propio dolo o torpeza –nemo
auditur non turpidunimen est-, sino que significaría, además, que un despido injustificado, en razón
de una causal impropia, produciría efectos, a pesar que la sentencia declare la causal improcedente
e indebida.
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Partes: Muñoz Muñoz Amparo con Municipalidad Romeral.
Materia: Indemnizaciones, remuneración mensual y beneficios y/o asignaciones.
Doctrina: Que el sentido de la norma transcrita (artículo 172 del CT) es claro en orden a establecer
que la última remuneración mensual comprende “toda cantidad que estuviere percibiendo el
trabajador por la prestación de sus servicios” y que se excluyen del concepto de última
remuneración mensual, para los efectos de que se trata, únicamente aquellos beneficios o
asignaciones que tengan el carácter de esporádicos, esto es, ocasionales o que se pagan por una
sola vez en el año. De este modo, cabe concluir que para que el beneficio o asignación de que se
trate deba ser incluido en el concepto de última remuneración mensual, es necesario que tenga el
carácter de permanente.
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número de Rol de la sentencia de contraste que acompaña, pero sin desarrollar una relación precisa
y circunstanciada de las distintas interpretaciones respecto de la materia de derecho objeto de la
sentencia, sostenidas en diversos fallos emanados de los tribunales superiores de justicia.
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Materia: Cotizaciones previsionales.
Doctrina: Se debe considerar que la sanción que se analiza (artículo 3 de la ley n°17322) evita que
el empleador burle sus obligaciones previsionales, circunstancia que negar su aplicación cuando se
declara en una sentencia que la relación que unió a las partes fue de carácter laboral, permitiría a
ciertos empleadores eludir sus obligaciones previsionales, circunstancia que obliga a dar un carácter
absoluto a la norma referida, por cuanto negar su procedencia y efectos retroactivos, equivaldría a
privarla de ser una presunción de derecho, que no admite prueba en contrario, como de su sentido
objetivo y de sanción, todo por motivos extraños a los que constituyen la esencia del Derecho del
Trabajo.
37
funcionarios, en el caso que se ejerza la facultad de remoción en las condiciones contempladas en
el artículo quincuagésimo octavo, inciso 3 de la Ley N 19.882.
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con remuneración mixta puedan acceder al beneficio de la semana corrida, la remuneración variable
debe ser devengada en forma diaria, lo cierto es que al señalar que tienen “igual derecho”, se está
refiriendo “a ser remunerados por los días domingos y festivos”, y la particularidad está dada porque
se otorga el derecho, no obstante percibir un sueldo mensual, lo que supone que la exigencia de
que la remuneración sea diaria -cuestión que es de la esencia de la institución- se verifica respecto
del otro componente de la remuneración, el variable.
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Partes: Carrizo Segovia Eliana Sandra con Municipalidad de Arica.
Materia: Prescripción, plazo para demandar.
Doctrina A juicio de esta Corte, debe reafirmarse que el derecho a reclamar el reconocimiento de
una relación laboral que es desconocida por el empleador, puede ser impetrada no sólo durante
toda su vigencia, sino también después de su finalización, pero en ambos casos, el plazo de
prescripción de la acción sólo puede comenzar a correr desde la época en que se le puso término,
ello, según la correcta interpretación del inciso primero del artículo 510 del cuerpo legal cita do.
Pues bien, como esta Corte ya ha manifestado […] no es razonable colocar al trabajador en la
obligación de demandar a su empleador encontrándose vigente el contrato de trabajo.
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Materia: Nulidad del despido, órganos de la administración del estado.
Doctrina: Los órganos del Estado no cuentan con la capacidad de convalidar libremente el despido
en la oportunidad que estimen del caso, desde que, para ello, requieren, por regla general, de un
pronunciamiento judicial condenatorio firme, lo que grava en forma desigual al ente público,
convirtiéndose en una alternativa indemnizatoria adicional para el trabajador, que incluso puede
llegar a sustituir las indemnizaciones propias del despido.
Que, por lo razonado, no procede aplicar la nulidad del despido cuando la relación laboral se
establece con un órgano de la Administración del Estado y ha devenido a partir de una vinculación
amparada en un determinado estatuto legal propio de dicho sector.
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Doctrina: Que, conforme fluye del texto legal contenido en el artículo 177 del Código del Trabajo,
el mutuo acuerdo de las partes de un contrato de trabajo, para efectos de ponerle término,
corresponde a un acto solemne, que debe constar por escrito, instrumento que, a su vez, debe ser
suscrito por el interesado conjuntamente con un representante sindical, y en su defecto, debe ser
ratificado por el trabajador ante el ministro de fe competente. La falta de alguna de esas exigencias
impide al empleador invocar tal manifestación de voluntad como antecedente a su favor, de modo
que, en estricto rigor, la declaración de voluntades en dicho sentido que no se sujeta a tales
requisitos, carece de eficacia
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Doctrina: Que, por consiguiente, si una persona se incorpora a la dotación de un órgano de la
Administración del Estado bajo la modalidad contemplada en el artículo 4 de la Ley N° 18.883, pero,
no obstante ello, en la práctica presta un determinado servicio que no tiene la característica
específica y particular que expresa dicha norma, o que tampoco se desarrolla en las condiciones que
indica, corresponde aplicar el Código del Trabajo si los servicios se han prestado bajo los supuestos
fácticos que importan un concepto, para este caso, de subordinación clásico, esto es, a través de la
verificación de indicios materiales que dan cuenta del cumplimiento de las órdenes, condiciones y
fines que el empleador establece, y que conducen necesariamente a la conclusión que es de orden
laboral.
Bajo este prisma debe uniformarse la jurisprudencia, en el sentido que corresponde calificar como
vinculaciones laborales, sujetas al Código del Trabajo, a las relaciones habidas entre una persona
natural y un órgano de la Administración del Estado, en la medida que dichos lazos se desarrollen
fuera del marco legal que establece el artículo 4 de la Ley N° 18.883.
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5. Rol N° 27867 – 2019 del 13 de agosto del 2020.
Partes: Costa Abarca Mauricio Antonio con Comercial CCU Chile S.A.
Materia: Semana corrida.
Doctrina: El sentido de la reforma al artículo 45 del Código del Trabajo fue, precisamente, solucionar
el problema concreto de aquellos trabajadores cuya remuneración se estructuraba en base a
comisiones, pero que también percibían un sueldo mensual, normalmente muy bajo, lo que los
excluía automáticamente del beneficio de la semana corrida, al no ser remunerados exclusivamente
por día, lo que, de alguna forma, se transformaba en un abuso. Si bien el referido artículo 45 no dice
en forma expresa que para que los trabajadores con remuneración mixta puedan acceder al
beneficio de la semana corrida, la remuneración variable debe ser devengada en forma diaria, lo
cierto es que al señalar que tienen “igual derecho”, se está refiriendo “a ser remunerados por los
días domingos y festivos”, y la particularidad está dada porque se otorga el derecho, no obstante
percibir un sueldo mensual, lo que supone que la exigencia de que la remuneración sea diaria -
cuestión que es de la esencia de la institución- se verifica respecto del otro componente de la
remuneración, el variable.
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sostenerse que en este aspecto, pueda regir de manera supletoria las normas del Código del
Trabajo, porque el Estatuto Administrativo contiene las que regulan la situación de un servidor
público ante el evento del cese de sus funciones.
Doctrina 2: Que como lo ha señalado esta Corte con anterioridad, constituye una razón de equidad
acceder al pago indemnizatorio de la pérdida de la legítima utilidad por el término de contrato de
plazo fijo, porque tiende a reconocer relaciones jurídicas establecidas en donde las partes
concurrentes han contraído obligaciones que no pueden desconocerse utilizando la legislación
laboral, pasando a llevar los principios más básicos de las obligaciones que emanan de un contrato.
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DOCTRINA JURISPRUDENCIAL: RECURSOS DE UNIFICACIÓN DE JURISPRUDENCIA SEPTIEMBRE
2020
Recopilado por Erick Ortega Valenzuela
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atendiendo directamente al público, lo hacen con el exclusivo propósito de materializar o apoyar la
celebración de un contrato.
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Materia: Lucro cesante y daño emergente.
Doctrina: Que, en este apartado se debe tener en cuenta que, esta Corte desde hace mucho tiempo
ha afirmado que el lucro cesante corresponde a un instituto que por su particular contenido, en
cuanto se trata de un daño que se proyecta hacia el futuro, no puede exigir el nivel de certeza que
se pretende que posea en el fallo impugnado; puesto que la noción de lucro cesante surge a
propósito de la clasificación del daño que hace el artículo 1556 del Código Civil, atendiendo a la
forma en que el incumplimiento contractual afecta el patrimonio del acreedor, a cuyo efecto
distingue entre el daño emergente y el lucro cesante. Mientras el primero consiste en una
disminución patrimonial, el segundo alude al hecho de haberse impedido un resultado pecuniario
favorable.
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como lo pretenden los demandantes, pues las mejoró contemplando beneficios de orden
remunerativo y dispuso que los recursos asignados se destinaran al pago de determinados rubros.
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mismo lugar, todos terminados con sus respectivos finiquitos para volver a suscribirse otros en
similares condiciones un par de meses después, demuestra como ya se señaló, que en los hechos y
más allá de lo expresado en los finiquitos, se está ante una única relación laboral permanente y
continua.
Doctrina 2: El finiquito es otorgado libremente, de manera que ha de reconocerse su poder
liberatorio, pero no cabe entenderlo así cuando su suscripción es condición para la celebración de
un nuevo contrato con el mismo empleador, para desempeñar el mismo trabajo.
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estimular y velar por el cumplimiento efectivo y oportuno de dichas obligaciones; para ello, se debe
tener presente, que la nueva normativa que regula el trabajo en régimen de subcontratación no
excluye a la empresa principal de la aplicación de la ineficacia del despido que trata el artículo 162
del Código del Trabajo.
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