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Guía de

supervivencia
espiritual
En tie
mpos
de
PROPÓSITO

Quiero contribuir de alguna manera cercana a tus próximos 14 días de aislamiento,


espero que se sienta como sentarnos juntos a leer estas páginas a la luz de un café o
de un agua de jengibre o quizás de algún menjurje más elaborado, para ayudarle al
cuerpito a pasar la prueba que hoy se manifiesta, y a la mente para que no haga de
las suyas y nos convierta en un sobrado de tigre. Vamos juntos a decir al covid:

"Ok, ok, está bien que pases a mi templo y te instales por allí estos 14 días, sin
embargo, no olvides que yo soy el capitán o la capitana que saca a flote este
barco, así que antes de que me revuelques en esta ola de mocos y altas
temperaturas, elijo ponerle un significado a este momento de la vida."

Antes de que nos sumerjamos en lamentos y en el pensamiento de que este es un


castigo divino o un virus de laboratorio, antes de naufragar en un montón de ideas
provenientes de situaciones que no podemos controlar, pongámonos de pie en el
poder de la elección y seamos más selectivos en las batallas que deseamos
emprender en nombre del covid-19.

Diseñé esta breve guía, si acaso no me extendí como loro (cosa que frecuentemente
pasa, no te sorprendas), con el único propósito de que tengas herramientas
mentales, espirituales y biológicas para atravesar por esta maestría planetaria.

Ahora, sin más preámbulos, para que no se te acaben las ganas de leer, vamos a
comenzar con nuestra guía espiritual en tiempo de covid-19.
Mis pasos, mis huellas…

Las herramientas que encontrarás en esta guía provienen de las acciones y aprendizajes que
me funcionaron en diferentes momentos en los que he pasado por la noche oscura a nivel
mental, emocional o físico. Deseo proporcionarte las herramientas suficientes para que
saques adelante este momento de vida, sin embargo, dependerá de ti lograrlo.

Soy una fiel creyente (además aplico lo que creo, de lo contrario no tendría sentido comer
tanto curso y libro) de que cuando estamos en momentos de mayor aprendizaje, toda la
energía se debe orientar hacia nosotros, algo así como entrar a cuidados intensivos del
alma.

Te pondré un ejemplo más claro porque no creo que sea muy cool la expresión cuidados
intensivos en este momento (¿te saqué una sonrisita?).

¿Te ha pasado que tienes una decepción amorosa, o, como la llaman en mi país, una tusa?,
aún no entiendo por qué la llaman así, pero me gusta pensar que por sus siglas significa
Tengo Un Suplicio Adentro. Te despiertas un día y debes ir a trabajar después de que tu
pareja te dijo, de un momento para otro: “Adiós, pingüino, ya no te amo”. Sientes un dolor
en el pecho como un hueco, pero dime ¿quién se atreve a ir a la EPS o a un seguro médico a
decirle al doctor: Doc., estoy entusado, incapacíteme.

El dolor es profundo, inexplicable, no sabes ni cómo expresarlo, pierdes el apetito, el día es


gris. Si eres mujer, te pones el delineador negro que no es a prueba de agua, sales y colocas
en tu AirPods (antes era en el wolman de cassette) la canción “El muelle de San Blas” de la
agrupación Maná, y lloras desahuciado completamente.
Mis pasos, mis huellas…
*Nota especial de la autora: hazte un favor, si nunca has escuchado “El
muelle de San Blas”, quiero decirte que no estás en tu mejor momento para
ello, ya que nos tomamos personal la letra a tal punto que su intérprete nos
hace llegar a reflexionar qué pasaría con el man, ¿por qué no volvió?, ¿lo
matarían en alguna guerra? Debería existir “El muelle de San Blass
explicación”. Sin embargo, promesa de meñique, terminan los 14 días de
cuarentena y la escuchamos juntos, ¿va?

Y cuando la escuches y llores de risa me mandarás un mensaje que empiece así:


Anita, no me la vas a creer, superé el covid y escuché Maná, y yo prometo sonrojarme
porque hubo alguien al otro lado de su monitor leyendo esto.

Ahora, volviendo al caso, tienes ese mal de amores que rompe cada fibra de tu
corazón, no te alcanza la moral para entrenar, y convierte cualquier día soleado en
uno espantoso, y tú ¿qué haces?, pues seguir la vida adelante. ¡La vida nooo paraaa!
Entra ese corazón a cuidados intensivos, o sea, vuélvete INTENSO, ¡ojo!, no tóxico,
solo intenso con tus cuidados. Trátate bonito, si tienes una pena de amor, quiere
decir que lo intentaste, diría Ketut en Bali. Así que cuídate tanto, hazte sopita de
pollo, un chocolatico caliente, ponte un saco abrigado, a menos que estés a 34
grados como yo en este momento, y empieza a procesar tu duelo del corazón; luego
te darán el alta y saldrás a la habitación, allí ya puedes volver a entrenar, a
maquillarte, y, si eres niño, a cortarte la barba, aunque si descubriste que te ves
guapo con barba, déjatela para que se arrepienta de lo que perdió, jajaja, ¡mentira,
mentira!, no vamos a fomentar la venganza acá, déjate la barba para verte más
guapo.

Pues fíjate que esta es mi propuesta para que juntos atravesemos el covid-19;
arranquemos con ser intensos con los cuidados, y vamos juntos de la mano hacia
adelante. En 14 días finalmente te darán el alta. Pero, porfis, no te des más palo
porque te tocó a ti, más bien veamos ¿para qué te tocó a ti?

Esta guía es precisamente para todo aquel que quiera hacer un reencuadre de este
momento, como cuando perfeccionas el lente de la cámara. Y de una vez por todas
¡pasemos la lección!
Indice
1. Paaarrr que a mí!

2. El vigía de la mente

3. Tu mochila emocional

4. El cuerpo habla lo que te tragas

5. El reencuadre
1. ¡Paaarrr que a mí! (viene de la misma pregunta de ¿por qué a mí? solo que el
meme de paaarrr te va a hacer sonreír)

El poder de la elección me permite asumir donde estoy y elegir a donde quiero


dirigirme.

Tienes un examen en tus manos que dice positivo a covid-19. Pasa un lento
escalofrío, todo a tu alrededor se pausa, la gente se mueve en cámara lenta, y
sientes que habla en crustáceo (mira “Nemo”). Lo primero que viene a tu mente es
un escáner rápido de ¿dónde me pude contagiar?, y después la culpa por ¿a quién
pude contagiar? Si te das cuenta estuviste por fracciones de segundo en un estado
presente, y rápidamente fuiste al pasado y al futuro, lugares en los cuales no puedes
hacer absolutamente nada.

Acto seguido, informas a la acomedida audiencia de WhatsApp, y mejor copias y


pegas o reenvías la foto del resultado que resulta más fácil. Todos desde su lugar, ya
sea el miedo o el amor, te enviarán sus reacciones. Así que este es el primer paso:
evita acumular más reacciones del miedo que ya tienes. Vuélvete selecto con quien
compartes tal aprendizaje: el que sabes que te dirá frases como “te lo dije”, que es
el mismo que te pregunta si te cortaste el pelo cuando te has quitado 50 cm, pues,
como para qué si no suma.

Deja tus tesoros y mayores aprendizajes para ti, eso te convertirá en leyenda.
Ahora bien, antes de enfrascarnos en por qué a mí, vamos a los datos científicos: 172, 3
millones de personas se han infectado en el mundo(1), eso es un furgoooo. Así que los
únicos requisitos que tenías para contagiarte eran: a. Ser humano b. Respirar, y los dos
requisitos los cumples tú y los cumplo yo. No te des látigo con que no meditaste, no hiciste
yoga lo suficiente, dejaste las papitas (que el que me conozca no se meta con las papitas
porque hay trifulca)… simplemente haces parte de un colectivo, dejémoslo hasta allí, sin
más, ni más. Somos participantes del aprendizaje terrícola porque en algún momento el
plan del alma eligió que vinieras justo para estas épocas, y ¡qué coincidencia!, ¡pum!,
¡pandemia! Acto siguiente: “Mi alma estuvo drogada cuándo eligió venir en este momento”.
Tranquilo y tranquila, todos lo hemos pensado, sin embargo, el alma alberga más sabiduría
que nosotros, así que, en este orden de ideas, vamos a pensar en el ¿para qué? Bye, bye el
por qué…

¿Para qué?… puede que lo sepas ahora o que quizás lo entiendas más adelante… puede
que hasta ni lo entiendas, pero el registro celular de tu ADN les contará a otras
generaciones que has pasado por este momento de la tierra.

Puede ser que necesitaras una pausa para tanta velocidad y energía dispersa que
experimentabas en ese momento. Esa energía que se lanza como balazos al aire no
concreta nada, pero agota de una manera contundente.

Puede que la vida amorosa te dijera “¡Ey, baby, para un tris!” y en el afán por hacer y hacer,
porque ahora también genera culpa descansar, no paramos, y el cuerpo te respondió: “ok, si
no me escuchas, encontraré la forma en que me haga escuchar”, y su sistema inmune bajó la
guardia mientras vio a una chica en bikini o a un chico musculoso pasar por ahí, y ¡pum!,
llegó el visitante.

Puede ser que diéramos por sentado el oxígeno que nos está prestando esta tierra, y que
estos síntomas nos hagan echar de menos lo cool que era respirar sin incomodidad. Puede
que a partir de ese momento resignifiques lo valioso que es el oxígeno y te nutras de él, y
des gracias por el simple motivo de inhalar y exhalar.

El siguiente para qué requiere que hayas visto la película “Soul”, si no la viste pausa acá y
anda a verla, el libro no se va a ir a ningún lado. Si ya la viste, vamos juntos a la escena de
encontrarle un propósito a 22 en las diferentes profesiones, recuerda cuando llegan a la
pastelería y le dice su tutor: “Algo te debe gustar, la comida es deliciosa” y ella dice: “acá no
tenemos ni gusto, ni tacto, ni olfato”, y se come una pizza y la saca por el pompi. Esta
película fue lanzada en diciembre del año pasado, cuando uno de los aprendizajes más
grandes que ha vivido la tierra amenazaba con vivir la temporada decembrina sin esperanza.

(1) https://es.statista.com/estadisticas/1095779/numero-de-muertes-causadas-por-el-coronavirus-de-wuhan-por-pais/
Sin tacto, sin gusto, sin olfato, ¿te suena el caso? Quizás el siguiente para qué sea que este
virus te lleve a reconectar con tu propósito, que no necesariamente tiene que ser salvar el
mundo, quizás solo sea caminar, sonreír, y darle al mundo tu mejor carcajada. Ese lo resalto
como un gran para qué.

Ahora bien, cuéntame en las siguientes líneas tu para qué: (recuerda que esto lo verán los
nietos de tus hijos o de tus perros o de tus gatos, esmérate.
Te dejo las siguientes afirmaciones para que reprogrames tu sistema inmune, y le permitas
a tus células anclarse de manera positiva y consciente a este aprendizaje, que con tu
elección podrá ser desde el miedo o desde el amor:

Hoy elijo este aprendizaje como una muestra de amor, el miedo me nubla, el amor me
alienta. Soy mucho más que este cuerpo, mi esencia puede con ello.

Vine a transitar por la tierra, y hago parte de un gran colectivo, hoy me conecto a él
desde este aprendizaje, así que elijo enviar amor a mis células y a las de cada ser
humano en esta tierra que lo requiera.

Hoy elijo mi paz, evito pensar en lo que pude evitar. Acepto con amor lo que ya es, me
libero y libero a otros de la culpa, soy mucho más que esto.

Hoy sé que mi cuerpo me hace un llamado, lo observo con amor y me tomo la pausa
suficiente para cuidar de él y llevarlo al estado de salud perfecta.

Hoy traigo a mi mente pensamientos y situaciones que suban mi frecuencia energética,


reconozco que le hablo a mi humanidad a través de lo que oigo, veo o escucho, por lo
tanto, elijo nutrirme con amor.
2. El vigía de la mente
Estás en tu habitación. De repente entra una papayera (busca en Google el término, si no
eres de Colombia) a todo timbal, con marimonda disfrazada, pitos y alaridos. Obviamente
te alteras, estabas en silencio descansando, y esto irrumpe sin pedir permiso. Te llenas de
cólera, rabia, frustración y pánico, te levantas de la cama y los sacas rápidamente de tu
habitación, les avientas un portazo en sus narices y les dices ¡vayan a molestar a otro!

Entonces, ¿por qué cuando entra un pensamiento a tu mente que te causa ira, rabia,
frustración, tristeza o pánico, no te levantas y lo sacas de la habitación de tu mente y le
lanzas un portazo? Todo ocurre a raíz de un pensamiento negativo que puede provenir de
una experiencia vivida o de una situación del futuro que no aparece en la panorámica de
tu vehículo vital, pero aun así te la inventas. Ese pensamiento se riega en prosa porque no
lo sacaste a tiempo, y te cuenta una historia que tú mismo te crees sin refutarla. Como si
al cantante de la papayera le fueras a creer, ¡ja! Tejes una historia tan tóxica que casi
puedes ver el epitafio de tu tumba, y de fondo el sonidito de Netflix, casi que te
conviertes en libretista con lo trágico de la historia, y tú apenas te percatas de que todo
es una creación mental a base de una adicción al dolor, que creamos a causa de nuestras
creencias, hábitos, consumo de información nociva, cadenas de WhatsApp, entre otras.

Entonces, te contaste esa historia, y ¡ajá!, cómo no creerle si viene de mi voz interior, pero
realmente viene de la adicción al sufrimiento que segrega un coctel hormonal del cual es
adicto nuestro cuerpo, ya que toca los mismos neurotransmisores que toca cualquier
droga como la heroína. En conclusión, eres adicto a los pensamientos negativos y apenas
te percatas de ello.
Así que los pensamientos que trae tu mente del tipo “si
no hubiese ido a X o Y lugar donde seguro me
contagié…” (cosa que no tienes cómo averiguar), “si
hubiese sido más cuidadoso…”, “ahora quizás contagié a
tal persona…” son historias que en nada contribuyen a tu
sanación, pues no tienen propósito alguno. No te van a
devolver el tiempo, ni van a evitar que las cosas sucedan
como tiene que suceder. Por lo tanto, deja de perder
energía en pensamientos que te alejan de tu sanación y
hacen que tu cuerpo se sienta peor de lo que ya se siente.
Eso no te va a dar el poder del Dr. Strange de devolver el
tiempo, porque acuérdate de que la gema del tiempo se
destruyó en manos de Tanos en “Avengers”, la última
película, (para que entiendas este chiste, envuelto en
sarcasmos, claro que sí debes ir a ver “Dr. Strange” y
“Avengers”, la última película, acuérdate de que tiene dos
partes, y ya que tenemos 14 días, pues ¡qué caray!, vamos
a verlas. Descubrirás encriptados en ellas un montón de
mensajes de espiritualidad.

Lamentarnos de lo que pudo ser o angustiarnos por lo que


será, no tiene más función que alejarnos de este momento
presente, donde puedes tomar como elección escuchar tu
cuerpo, resignificar este aprendizaje, darte la pausa que
era tan necesaria, y solo por hoy darte el regalo de no
pensar en las facturas, en el jefe, en el salario, en la
situación social. Solo por hoy date el permiso de estar
contigo, de atenderte, de cuidarte como lo harías con
quien más amas, si estuviera en tu situación.

Solo por hoy ánclate a este momento presente con lo que


hay, no pierdas más tu energía en cambiar lo que ya está
ocurriendo, eso no hará nada más que agotarte y alejarte
de la paz que requiere tu cuerpo para volver a estar en la
sintonía de la salud. Quédate aquí en este momento donde
estás siendo consciente de tu inhalación; al exhalar
imagina que el virus sale de ti transmutado en amor, y que
eres una potente máquina del tiempo, que en algún
momento inhaló un virus, y hoy lo exhala en amor a la
tierra.
Solo por hoy dile a tu mente:

Nada es tan malo ni tan grave como para no detenerme para estar conmigo.

Todo irá bien porque mi pensamiento se alinea con la salud perfecta y natural en la que
fue creado mi cuerpo.

Me perdono porque no sé hacerlo mejor, sin embargo, hoy elijo desde el amor
acompañarme en mi proceso evitando juzgarme.

Me regalo este instante de sanación, protejo mi cuerpo, me enlazo al flujo natural de


mis vías respiratorias.

Este virus en sus múltiples mensajes me dio la oportunidad de entender la manera tan
tóxica en la que nos relacionamos con un planeta que funciona como nuestro útero y
nuestro hogar. Somos tan destructivos que creamos a nivel colectivo estructuras que nos
llevan al colapso para detenernos y orientarnos al despertar de la conciencia. Este planeta
no es mío ni sus recursos me pertenecen, y eso sí que me lo han demostrado todas las vidas
que se fueron a cambiar de forma, porque estoy absolutamente segura de que al cambiar
de traje volvemos a ingresar, ya no como la oruga, ahora como la mariposa que mueve sus
alas para alegrar con su belleza al sol que la observa desde las alturas.

Quizás estos 14 días sean tu tiempo para salir del capullo, para convertirte en un visitante
amoroso de la tierra, que así mismo como temió por su propia vida cuando estuvo en riesgo
en una pandemia, respeta y honra la vida de cada ser vivo sobre la tierra.

Gracias a ti por estar aquí y por cursar este aprendizaje conmigo. ¡Ven!, vamos a hacerlo a lo
grande. Sin necesidad de encontrarle sentido a los días, meses o años que nos quedan,
mejor colocándole la sazón y la sustancia a cada momento que nos corresponda estar en la
tierra.

En esos momentos en los que me siento confundida y perdida en mis pensamientos, uso mi
kit de emergencias como ancla para sacarme de los hoyos profundos a los que me dirigen
mis pensamientos. Si estás con cara de sorpresa, pensando “¿y es que acaso Anahid tiene
esos momentos?”, la respuesta es ¡claro que sí! Tengo muchos de esos momentos, porque
tener las herramientas no te exime del aprendizaje, todo lo contrario, sugiere una
responsabilidad más grande, porque se supone que sabes qué hacer cuando todo está en
caos. Tener las herramientas te da la oportunidad de sortear los aprendizajes, de salir más
pronto de estados emocionales nocivos, de hacer una pausa antes de reaccionar y tomar
acción. Tener las herramientas no es otra cosa que tener el poder de elegir cómo quiero que
sea el siguiente momento en mi vida.
Por lo tanto, aquí las comparto contigo, para que te beneficies también, para que las
modifiques si lo encuentras necesario, y, por qué no, le agregues muchas más:

Leo mi frase de poder, esa que me trae al aquí y al ahora, si es severa mi adicción al
pensamiento, me la escribo con marcador en mi mano. La frase es: Nada es tan grave ni
tan serio como para que me pierda este momento.

Antes de ir a la cama me pregunto: ¿si hoy fuese mi último día, lo viví tal cual como
desearía haberlo vivido?

Enciendo una vela que siempre me compro con mucho cuidado y fino detalle para mí.

Uso aceites esenciales, el que más me funciona en estos momentos de tantos cambios
es el Adaptiv de doTerra, no te perturbes si no sientes su olor, simplemente extiéndelo
en tu cuerpo combinado con alguna crema o aceite, y el hará su trabajo.

Como papitas fritas hechas en casa, y fritas en Ghee para que sean más free. Te cuento
el porqué de las papitas: cuando en casa alguien se enfermaba, mamá solo cocinaba
cosas ricas como gelatinas, papas fritas, milo o chocolate, y nos decía “Solo comeremos
estas cositas hasta que te alivies”, así que cada vez que como mis papitas (debo decir
que profesionalicé el hacer papitas con una mandolina) recuerdo a mamá cuidando de
mí. Un tip: si le colocas la sal a las papitas antes de freírlas, saben mejor; cuando estén
listas, les exprimes un limón, y ¡listo!

*Nota de la autora: me reí un buen rato pensando “Anahid, qué haces escribiendo esto”, luego
mi alma me respondió: “tranquila, esta información será importante para alguien más, porque
las papitas no aumentan kilos, ellas no van al estómago… van al alma.

Veo el documental “El poder del corazón”, y siempre llego a la misma comprensión:
cada vez que mi corazón vibra en desarmonía, mi cuerpo se enferma porque las ondas
que recibe lo confunden, y mis órganos no actúan de manera inmediata, el sistema falla,
y a esa parte de la vida le llamamos enfermedad.

Si todo lo anterior falla, enciendo la música, me pongo mis audífonos y escucho “Y me


llega el amor” de Darwin Grajales. (es enserio has una pausa, escúchala, y regresa).

La actividad que te propongo en este apartado es que lleves una libreta o las notas de tu
celular por las próximas 24 horas, y cada vez que tengas un pensamiento tóxico, coloques
una raya, un número o cualquier cosa que puedas contar, te aseguro que al día siguiente te
sorprenderá el piloto automático en el que vivimos a diario. Observa tu mente como un
vigía dedicado, y te vas a liberar del que te somete: Tú mismo.
3. Tu mochila emocional
Quiero que sepas que tú y el covid no llegaron solos aquí, llegaron cargados de una maleta
llena de emociones que se despertaron al inicio de esta pandemia. Una lluvia de
especulaciones ha nublado la vista individual causando un océano de miedo y frustración,
sin embargo, es apenas natural que así sea. Darse el permiso de navegar en el miedo no es
lo mismo que naufragar en el terror.

Mi Invitación es que juntos nos vayamos al reconocimiento de una emoción como algo que
nos ocurre a causa de nuestros pensamientos, y que perdamos la identificación con la
emoción. No eres una persona depresiva (a menos que tengas un diagnóstico), simplemente
estás triste; no eres una persona iracunda, simplemente la rabia se manifiesta en tu vida, y
debes encontrar adecuados canales para drenar estas emociones y continuar con tu
humanidad.

Recuerdo de manera asombrosa el día que descubrí que yo no era la emoción, y que podía
dirigirla y controlarla. Vamos a revisar el siguiente ejemplo.

Algún día de mayo del 2019, mi pequeña constelación apenas cumpliría un año, y yo salí de
imprevisto a hacer una diligencia. Había recién alquilado un hermoso apartamento en las
montañas, desplegaba toda la ventana corrediza como una especie de puerta y la sala se
convertía en un inmenso balcón. La había abierto para grabar el amanecer, cosa que es mi
mayor hobby. Cuando iba conduciendo llegó a mi mente la ventana abierta y mi bebé en
casa con la nana, quien era sumamente cuidadosa, sin embargo, me dejé llevar por el
pensamiento de que él podía subir a alguna silla y lanzarse por la barrera del balcón. Me
invadió un pánico terrible, en ese momento me entró una llamada y respondí de una forma
inadecuada porque la rabia estaba circulando por mis venas a causa de un pensamiento. Mi
mente ya iba en el lugar de cómo le explicaría a todo el mundo mi imprudencia.
Las emociones negativas recorrían mi sistema, mi corazón se aceleró y mi respiración
también, mis ojos se aguaron y me sentía casi imposibilitada para seguir conduciendo.
Recuerdo ver mis manos temblando en el volante, en ese momento me detuve y llamé
rápidamente a la nana para que cerrara la puerta. Ella se sonrió, y me dice: “Apenas saliste la
cerré porque estoy ordenando juguetes”. Todas las emociones provenientes de un
pensamiento que me causaron 18 minutos de sufrimiento se fueron al traste. Sin embargo,
el gran derroche de energía me había llevado a perder tiempo vital y me costó
recomponerme a lo largo del día, me sentía agotada como si hubiese pasado un maratón. ¡Y
todo a causa de un pensamiento!

Lo que derivó de ese pensamiento fueron emociones que me causaron sufrimiento. Ese día
descubrí cómo una simple elección de pensamiento te lleva al cielo o al infierno. ¡Fue mi
descubrimiento del 2019! Si me hago cargo de mis pensamientos, las emociones que van a
provenir de ese lugar serán positivas, fue algo como ¡wao, yo no soy la emoción!, yo puedo
controlarla y dirigirla.

Mi invitación para ti en este apartado es precisamente a que observes cómo tus


pensamientos te están causando emociones que te llevan al sufrimiento, por ello los
grandes maestros se refieren al sufrimiento como una opción. Estoy segura de que este
hallazgo puede cambiar los siguientes 14 días de tu vida. No se trata de dejar de sentir, se
trata de lo que hago con lo que siento.

Paso a paso para gestionar


una emoción en tiempo de
covid-19
Una vez que llegue la emoción a ti, recíbela e intenta recordar de cual pensamiento
proviene, si lo puedes anotar mucho mejor.

Cuando esté en ti, siéntela y encuentra la alcantarilla o el canal de drenaje, puede ser a
través de las lágrimas, por ejemplo; así se transforma la rabia en tristeza, y desde allí es más
fácil sacarte de este estado. Puedes también encontrar una manera de revelarla como la
escritura, la meditación, la reflexión, la observación, el deporte o la caminata a ambientes
naturales, si te es posible.
Después de que la emoción sale de cada
uno de nosotros es como lo que viene
luego de la tormenta, un agotamiento
general y una evaluación de los daños, de
aquí deriva la invitación a que cuando
estés en un estado altamente emocional,
no hagas promesas, ni agredas a nadie con
la palabra… sobre todo a ti, puede ser
irreparable.

Este hábito proviene de cuando éramos


pequeños y nuestros padres hacían todo
para que dejáramos de llorar, como por
ejemplo “te llevo al parque, si no lloras” o Esta es la dinámica de una emoción:
“te pongo la TV”. Sentirte mal también ingresa a mí como un pensamiento-la
está bien, no hay necesidad de ponerle un reconozco - la siento – la dreno – subo mi
tapón a ello. energía. Ahora, lavar, secar, planchar y
repetir. Verás cómo incrementa la
Sin embargo, tan pronto como termine habilidad para que en menos tiempo salgas
debes emplear un método para subir la de algún estado emocional.
energía. A mí me funciona salir a caminar,
usar algún aceite esencial, ver la película Quiero invitarte de forma especial a que te
“Convirtiéndonos en nadie” que des el permiso de pasar estos días con la
encuentras en Gaia, una plataforma digital conciencia de que eres tu propio
con contenido espiritual. experimento, y el científico que te observa.
No tienes por qué pasar por lo mismo que
Me funciona hablar con esos amigos que otros, ni siquiera tener los mismos
tienen un gran sentido del humor, y el acto síntomas, entonces ¿por qué tener los
de volver a mi centro que me regala el mismos miedos? Puedes elegir vivir esta
Baño de luz, audio que encontrarás al final experiencia en primera persona y apagar
de este e-book. las especulaciones de que “a Juanito le
pasó esto” o “Robertita se complicó por
aquello”. Sigue las recomendaciones de
profesionales del área de la salud y
conviértete en tu más grande pilar de
apoyo.
Las afirmaciones que te pueden acompañar en esta fase son:

Me permito sentir el miedo y elijo transformarlo en amor. Mi cuerpo es un templo sabio


y se ocupará de reestablecer la salud en este momento.

Mi experiencia es única, me observaré libre de miedos y especulaciones ajenas. Este


viaje lo vivo en primera persona.

Las emociones que llegan a mí son el resultado de mis pensamientos, hoy elijo tener
pensamientos de amor para que mis emociones provengan del amor.

Soy el templo donde la divinidad se manifiesta, abrazo mis sombras con amor.

Elijo apagar toda fuente de información que no traiga consigo una alta frecuencia. A mis
oídos llega todo lo que conduce a mi sanación.

Hoy elijo vivir esta experiencia desde el amor.

Ciclo de una emoción


Describe en las siguientes líneas las
emociones que llegan a ti en este momento.
¿Puedes reconocer de qué pensamientos provienen estas emociones? Descríbelo aquí.

¿Qué herramienta empleaste para drenar estas


emociones? Permítete sentirla.

Ahora emplea una herramienta para subir tu energía. Sería un gran libro para la vida, la
documentación de las emociones en tiempos de covid-19, si tu salud y tu estado de ánimo
te lo permiten, de lo contrario, puedes emplear hacer grabaciones o enviarle a alguien un
whatsapp para que lo vaya escribiendo por ti, y al final de los 14 días te lo entregue.

Eres mucho más que tu mochila de miedos y emociones. Eres eterno y sagrado. Eres la
manera en la que Dios, o en lo que sea que creas, se está experimentando en esta tierra.

Si te sientes lo suficientemente motivado, en el siguiente link encontrarás una actividad del


detox emocional por 21 días: https://detox.anahidcoach.com/
4. El cuerpo habla lo que te tragas
Nos enfocaremos en tu cuerpo físico en esta sección. Para ello es fundamental llevarte al
entendimiento de que el cuerpo habla lo que la boca calla. Otro de los grandes regalos que
me ha dejado mi despertar es anclar síntomas a emociones no procesadas. Por ejemplo,
recuerdo que siempre despertaba en casa con una gran alergia de rinitis y no había razón
aparente. También recuerdo que en esa etapa de mi vida me costaba mucho expresar mi
inconformismo con algunas situaciones, y mi cuerpo se encargaba de drenar de alguna
manera lo que yo no era capaz de comunicar. Además, cada vez que me daba gripa o algún
resfrío era esta la manera en la que mi cuerpo sacaba tantas partículas de toxicidad que
consumía en alimentos, malos hábitos y malos pensamientos. Lo llenaba hasta que mi
sistema inmune fallaba.

Así que podemos aprovechar esta etapa para que salga de tu cuerpo todo lo que ya no te
pertenezca, para que seas el canal de drenaje que se requiere para dar partida a tu versión
anterior y recibir una nueva.

Te invito a que en este lugar veamos el aprendizaje del cuerpo biológico como la
oportunidad de identificar en qué debemos mejorar, o de afinar nuestra mirada para
generar bienestar en nuestro cuerpo.

Esta fórmula me apoya de manera magistral: el bienestar proviene del bien sentir y del bien
pensar.

Otra de las técnicas que puedes aplicar en este apartado es acompañarte de cristales o
cuarzos de alta vibración (puede ser cualquiera que tengas en casa), con el propósito de que
lo programes para trabajar cada uno de tus centros de energía o chakras.

Cuando la enfermedad se manifiesta en el cuerpo es porque alguno de los centros de


energía se encuentra completamente detenido, la manera en la que ellos funcionan es en
movimiento en dirección a las manecillas del reloj.

Por lo tanto, programa estos cristales y coloca cada uno con la intención de que active la
frecuencia del movimiento y se reestablezca la salud perfecta.
Para este momento, si viste la película “Dr. Strange”, ya sabes que los chakras no son
simples círculos del fanatismo de Oriente. Si no la has visto, anda a verla para que entiendas
mi chiste.

Apóyate de las herramientas que tienes para llevar este momento de la mejor manera,
nutre tu cuerpo de forma inteligente y dedicada. Hidrátate constantemente para que haya
un remplazo del virus por nuevos líquidos en tu organismo.

Escucha el Baño de luz dos veces al día, en el siguiente link lo encontrarás para
descargar

Bebidas como la moringa, el jengibre y el agua de eucalipto funcionaron con los cuerpos de
nuestros ancestros, pueden funcionar contigo.

No olvides cuidarte, aislarte en tu cueva, nuestro hogar es sinónimo del útero, de mamá,
ese lugar donde nos sentimos cálidos y protegidos, por ello la importancia de que acates
todas las instrucciones que indica el personal médico. Aislarte para protegerte también es
señal de amor propio. Hacer una pausa unos días no llevará al mundo al colapso, y quizás a ti
te llevará a un gran estado de conciencia.

Podemos apoyar nuestro cuerpo desde la medicina convencional, la homeopática y los


conocimientos orientales para crear un gran circulo de sanación a nuestro alrededor.

Y lo más importante: vuelve a recordar que eres mucho más que un diagnóstico.
5. El reencuadre
Vamos a hablar con amor y con franqueza. El único pase de salida que tenemos de este
planeta se llama la muerte y es el tabú más grande y menos nombrado que hemos
escuchado. Se habla de ella con calamidad, tristeza y dolor. Cada vez que quiero tocar el
tema con mi madre, ella hace la bendición y repite “Dios nos ampare y nos favorezca”.
Recuerdo que cuando pequeña escuchaba esto y pensaba que la muerte estaba fuera de
Dios, que era como una especie de castigo de los que no se hablaban en casa, y ni modo de
preguntar.

Crecí con una gran fascinación por las artes ocultas, indagar acerca de la muerte no es
opcional, entonces empecé a leer todo tipo de información, creencias, religiones o
reflexiones acerca de ella. Un día encontré también a la sabia Mafalda (sí, leíste bien,
Mafalda), su creador Quino decía que la vida debía ser al revés. Acá te dejo su hermosa idea.

“La vida debería ser al revés.


Se debería empezar muriendo y así ese trauma está superado. Luego despiertas en la
residencia mejorando día a día.
Después te echan de la residencia porque estás bien, y lo primero que haces es cobrar tu
pensión.
Luego en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro. Trabajas 40 años hasta que seas
bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral.
Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo, no tienes problemas graves y te
preparas para empezar a estudiar.
Luego empiezas el cole, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que
seas bebé.
Y los últimos 9 meses te pasas flotando tranquilo, con calefacción central, roomservice,
etc. etc.…
Y al final... ¡Abandonas este mundo en un orgasmo

Qué te parece la apreciación de la vida según Quino, creo que no


podemos hacer que sea al revés, pero si podemos superar rapidito este
miedo a nuestro pase de salida. ¿No has contemplado que así como
entramos a este planeta sin recordar la elección y la manera cómo lo
hicimos, podemos salir y volver a entrar nuevamente? Suena bastante
altruista la idea, ahora pongámonos aún más esenciales: dicen algunos
movimientos espirituales y religiones que cuando alguien trasciende su
existencia ve la mano de quien piensa que es Jesús, o de alguna deidad,
de acuerdo con sus creencias; ve un túnel y una luz al final con el
personaje en cuestión esperando que le dé su mano.\
Ahora bien, cuando tu mamita está en trabajo de parto para darte a luz, en el sueño
profundo que es la vida y al que vinimos a despertar (este fue un claro mensaje subliminar),
llega al médico y le dicen “tiene X cm de dilatación del canal de parto” (un túnel), en el
fondo están las luces fuertísimas de un quirófano, que recuerdo me dejaban viendo
circulitos cuando fui a dar a luz a Orión; y por último, y no menos importante, está la mano
al fondo del túnel de un ginecobstetra esperando tu llegada para apoyar a mamá, una vez
que cruces el túnel o canal de parto.

Llegué a esta hermosa apreciación una vez que escuché la frase “De la tumba a la cuna y de
la cuna a la tumba”. Recibí esta frase como un mensaje subliminal y en mi reflexión llegué a
esta conclusión que me nutre y me da paz. A veces es mejor tener paz que tener la razón
científica de todo.

Por si mi reflexión no te apetece, para los budistas: “la muerte es sólo el principio de otra
vida que se irá repitiendo hasta llegar al Nirvana. (claramente no se refiere al grupo de
rock). Esto ocurre cuando el sujeto ha aprendido y ha obtenido la suficiente sabiduría
espiritual como para ver la verdad.”

Para que suene más sencillo, te diré en mis palabras cómo lo explicó nuestro amable Guía,
en mi visita a Bután: venimos a la tierra una y otra vez en una rueda que ellos denominan el
karma, y cuando hallamos el dharma abrimos la ventana a la verdad y despertamos del
sueño profundo. Dejamos de venir a la tierra porque nuestro proceso de iluminación a
concluido.

Si tampoco la versión budista te convenció, algo que me ayudó fue renunciar a la idea del
Dios castigador que me contaron en mi infancia. Siempre me decían cuando chica que Dios
me creó y me hizo toda perfectica a su imagen y semejanza, me costaba no cuestionar cómo
un man que se esmeró tanto en hacerme, va a destruir su creación entre plagas y
destrucciones, inundaciones o maldiciones. Empiezo a creer que el gran diluvio fue más
parecido a esas acciones en las que botamos tanta basura que se tapó la alcantarilla y se
inundó la tierra, y que las plagas de Egipto no eran tan plagas, sino más bien alguna
pandemia porque nos comimos algún pedazo de camello.

Pensar que el que todo lo creó un día le dio un berrinche y todo lo destruyó es quizás
humanizar a Dios, o como dice Alan Cohen en “Un curso fácil de milagros”: “Dios nos hizo a
su imagen y semejanza, y nosotros le devolvimos el cumplido”.

Humanizamos de tal manera a Dios que creemos que no tiene la suficiente


gestión emocional como para tomarse personal que su precioso jardín
del Edén, llamado Tierra, nos lo mecateamos (googlea esta palabra)
en cositas, con la destrucción y el consumo absurdo que tenemos.
Hoy elijo no delegarle con responsabilidad mi muerte a Dios, y encargarme de que esta vida
valga la gloria, no la pena. Me encargo de aceptar la letra chiquita del contrato que firmé al
venir aquí que decía: muerte segura. Hoy le sonrió a la idea de pensar que en algún
momento saldré, cambiaré de vestuario y volveré a entrar a la obra de teatro que se llama
vida.

Quizás en esa oportunidad el rol que decida actuar sea ser madre, padre, bombero,
astronauta, sanador o quién sabe cuál otro. Solo sé que vendré las veces que sea necesario
para despertar del sueño profundo y dejar de evadir la búsqueda de la verdad.

La idea de la muerte no es lo que nos asusta o nos duele, realmente nos asusta el dolor
posterior que deja o que podemos dejar, sin embargo, esta es la más grande prueba de
desapego y amor por otro: amarle aunque ya no esté, porque nadie muere cuando habita en
la mente y en el corazón de otro.

Si no te sientes tan listo para trabajar en esta maestría de vida, empieza a formarte
amorosamente acerca del tema de la muerte. Renunciemos a los miedos de antecesores y a
las falsas creencia de religiones, busquemos eso que nos dé paz y nos lleve a una
comprensión mayor. Elijamos encontrar nuestra paz en nombre de vivir libres esta vida y no
irnos con un dolor más grande que el de la partida, el del arrepentimiento por no haber
vivido esta vida hasta la última gota.

La tarea en este apartado consta de varios niveles.

Podemos empezar con el documental “Samadhi” que está en Gaia (plataforma digital con
contenido espiritual), y si esto es mucho voltaje para ti y no entendiste ni pito, entonces tu
comienzo es por los libros de la trilogía “Conversaciones con Dios”, pero si lo que buscas es
algo a prueba de balas o de bobos (es chiste), anda a YouTube a ver la película “El atardecer
de la vida” del Dr. Wayne Dyer.

Si te sientes un poco más valiente y aventado, la película de Xico Xavier que está gratis en
YouTube te puede ayudar, se llama “Nuestro hogar”, es una película canalizada por un
médium muy famoso.

Y si nada de eso funciona, emprende tu propia búsqueda de la verdad, pero, por favor,
no te enfrasques en este pensamiento en los próximos 14 días. Confiemos en esa
hermosa revelación que dice: “La hoja de un árbol no cae sin la voluntad del padre”. Aunque
no entendamos muy bien el propósito de la situación actual, démonos
permiso de indagar más adelante el porqué.
Hoy nuestra tarea es la de volvernos seres más conscientes en este despertar de la tierra,
ella al igual que tú y yo se encuentra en fase evolutiva, por eso no te encuentras a ningún
espartano sexy cruzando algún semáforo sin camisera o a la Isis de Egipto mandándose a
depilar las cejas en algún sitio cool de Medellín. La tierra también despertó en ese
momento y evolucionó, las eras tuvieron un fin, y con ellas un comienzo de una nueva
humanidad. Veamos hacia dónde va este cause evolutivo; y lo más importante, saquemos un
cupo desde la presencia y consciencia para estar en la nueva era de la tierra.

¡Gracias por llegar hasta aquí!


El propósito de este e-book era hacerte reír y pasar un buen rato, porque tu risa elevará tu
vibración; no fue que hoy me levanté y me lo inventé, es más profundo. El Dr. David
Hawkins demostró físicamente cómo nuestra emoción emite un campo vibratorio y su onda
nos conecta con una frecuencia que en una de sus muchas oportunidades enferma o alivia
nuestro cuerpo. Acá te dejaré su escala para que puedas valorarte en este momento y lo
hagas por los próximos 14 días.
Me encantaría que me contaras cómo va tu proceso de recuperación y qué te ha dejado el
aprendizaje que se llama covid-19, te dejaré mi correo electrónico personal y mis redes
sociales por si te animas a contarme. Si no, también está bien, disfruté de esta conexión que
tuvimos, de las risas y momentos, de los mocos y las lágrimas porque a partir de hoy elijo
abrazar tanto tus luces como tus sombras. Te amo en mí y me amo en ti como me enseñó mi
mentora.

Nos vemos pronto y que se haga en ti la luz.


Ani.
Posdata. Si sientes que ya estás listo para ahondar acerca de la muerte o deseas apoyarte
para trascender el duelo de la muerte de un ser querido, hemos dispuesto para ti un evento
muy especial de Tanatología el próximo agosto 2021 en la ciudad de Paipa a dos horas de
Bogotá, donde nos dedicaremos a resignificar la muerte como una nueva forma de ver la
vida, porque nadie muere cuando habita en la mente y el corazón de otros. Si deseas más
información para asistir al evento, en el siguiente link (https://anahidcoach.com/viajes-

Material de apoyo
grupales/) podrás apartar tu cupo.

Descarga aquí el Baño de Luz


El correo personal de Anahid es dgrisales@icloud.com
La encuentras también en YouTube como Anahid
coach
Su página web https://anahidcoach.com
IG anahidcoach1..
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La pelicula “Soul” y “Advengers” la encuentras en
Disney Plus
La canción de Maná
La canción de Darwin Grajales
Portal web Gaia

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