Como-arreglarse-despues-de-romperse-pslvaq

Cómo arreglarse
después de romperse
ILAY M. VENTURA
Copyright © 2023 Ilay Ventura.
Todos los derechos reservados.
ISBN:978-631-00-0150-0
Dedicado a mi querida madre y hermano
quienes fueron testigos de todas mis fases.
CÓMO ARREGLARSE DESPUÉS DE ROMPERSE
Índice
Antes de leer esta guía........................................................................................ 7
Prólogo.................................................................................................................... 9
Primer paso: Un café conmigo misma.........................................................12
Paso 2: La muerte y el renacimiento metafórico..................................... 17
Paso 3: Sanar antes de nacer.......................................................................... 22
Paso 4: El “Perdón”.......................................................................................... 28
Paso 5: el merecimiento.................................................................................. 34
Paso 6: Los Ataques de pánico - herramientas que curan...................40
Paso 7: Retroalimentación............................................................................ 46
Argentina:................................................................................................... 49
México:.........................................................................................................50
Uruguay:...................................................................................................... 50
Otros contactos:......................................................................................... 51
AGRADECIMIENTOS:........................................................................................52
5
6
Antes de leer esta guía
Antes de comenzar a leer y poner en práctica los ejercicios que se

encuentran en esta guía quiero hacer ciertas especificaciones que
encuentro pertinentes, debido a que, en la forma en la que se
encuentra escrita la misma, podrían existir algunos malentendidos.
1) Esta guía fue creada con base a mi experiencia y mi

experiencia solamente. Así que es entendible que algunos
de estos ejercicios pueden no ser iguales a otros que hayas
visto en otras guías o libros de autoayuda, estos ejercicios
son los que me funcionaron y por eso quiero compartirlo
con vos.
2) Toda esta guía está escrita con el voceo y/o idioma

Argentino, por así decirlo. Es decir, en vez de referirme a
vos con el conocido lenguaje neutral del “tú, contigo,
tienes, aquí”, etc utilizo un lenguaje más Argentino (No te
preocupes, vas a poder entenderlo igual) pero entiendo
que, para un lector extranjero, esto puede ser ligeramente
confuso.
Me encargaré de no Argentinizarlo demasiado.
3) Debido a que yo no soy una profesional de la salud mental,

esta guía fue revisada anteriormente por profesionales de
la salud mental de diferentes países que me han ayudado no
solo revisando todo el contenido de la guía para asegurarse
de que no digo ni incito a hacer ninguna locura, sino,
dejando sus medios de contacto en caso de que tengas
ganas de empezar terapia antes, durante o después de la
lectura de esta guía. En cada uno de los ejercicios,
encontrarás algunos números de contactos con
profesionales de la salud mental que considero excelentes,
podés utilizar esos mismos números o acudir a los
números de atención a la salud mental pública que
también dejé abajo.
7
4) En esta guía me refiero a el género femenino y masculino

de manera aleatoria para que cualquiera pueda sentirse
incluido.
Dicho todo esto, espero que lo disfrutes…
está hecho desde mi corazón hacia el tuyo.
8
Prólogo
Te sentás en la cama, las lágrimas caen sin cesar, con respiración

entrecortada y el pecho oprimido, lo primero que viene a tu cabeza
es:
- Estoy rota.
Si te encontraste o te encontrás en esta situación, No voy a decirte

que “No lo estás” porque creo firmemente que intentar negar los
sentimientos de una persona en un estado de angustia es igual de
dañino que ignorarla por completo.
Conozco ese sentimiento tan bien que a veces me da dolor admitirlo.

Convivir (y a veces lidiar) con una enfermedad mental no es nada
fácil y es muy común que por momentos creas que tu corazón,
cuerpo y espíritu están estallados como los sueños que alguna vez
tuviste.
Y es entendible que este sentimiento aparezca cuando soportamos

muchas cosas, en especial… en especial en la noche, cuando la
9
oscuridad parece contrastar perfectamente con nuestros

pensamientos oscuros.
Y obviamente, que no querés estar así y seguramente estás

pensando en que no tenés solución, quizás porque pensar que no
tenés solución es una salida fácil para justificar el sufrimiento que
vas a tener y darte de alguna manera, una palmadita en la espalda.
Si, eso sirve, por un tiempo, pero llega un punto donde el justificar
tu sufrimiento se convierte en algo tóxico, donde tu posición de
víctima se convierte en tu posición de victimario y te convertís vos
misma, en tu peor enemiga.
Sanarse, a diferencia de muchas guías y libros de ayuda, no es para

nada un proceso liberador (Bueno, relativamente es liberador pero
al final del proceso), es un proceso muy doloroso pero necesario.
Y seamos sinceros, si ya estás sufriendo mientras sentís pena por

todo lo que pasaste o estas pasando, porque no sufrir para un
resultado mejor?.
El tema no está en tomar la decisión de empezar a sanarse, sino en

preguntarse y/o convencerse de que realmente, merecemos esa
sanación.
¿Crees que mereces sanar?
Otro de los grandes mitos de la sanación es creer que solo ocurre una
vez, pero no es así.
- Te vas a romper.
- Te vas a sanar.
- Te vas a volver a romper.
- Te vas a volver a sanar.
10
Porque la vida es eso, una constante y necesaria ruptura de nosotros

mismos para conseguir sanación para que la próxima vez que te
rompas, no te duela tanto.
Es inútil creer que no vamos a volver a sufrir o que algunos

pensamientos o traumas no van a presentarse cuando hayan
incentivadores de los mismos.
No se trata de creer que se superan, si no que se aprende a lidiar con

ellos.
Lidiamos con los traumas, lidiamos con el dolor, no lo

solucionamos.
Solucionar es una palabra, a mi parecer, da la sensación de finalizar

algo, cuando la realidad es que los efectos secundarios de un trauma
o trastorno, nunca se van, Solo aprendes a lidiar con ellos para
conocerlos y manejarlos de una mejor manera, como quien lidia con
una alergia en primavera, cuando sabe muy bien que va a pasar,
simplemente deja que llegue, lidia con ella, se va por un tiempo pero
siempre existe la probabilidad de que vuelva.
Creo que el pensamiento de creer que algo no se va, sino que

aprendemos a vivir con ello es más liberador que buscar la felicidad
eterna que no existe.
Pero volvamos al tema de sanarse.
11
Primer paso: Un café conmigo misma.
El primer paso para sanar, diría yo y en base a mi experiencia, sería

sentarnos, metafóricamente o no, con nosotros mismos, así sea en
un café físico y real o en un lugar recóndito de nuestra cabeza si es
que no te gusta salir a la calle o querés evitar los sobre estímulos, a
charlar.
Y no una charla cualquiera, no una charla de vecinas, banal y vacía,

sino una de esas charlas que tuvimos alguna vez con alguien
querido, que duró horas y se replantearon miles de cosas, donde se
sinceraron completamente el uno con el otro, porque hay tanta
confianza, que no sufrimos vergüenza de mostrar esas heridas.
Sentate con vos misma, con vos mismo, con vos misme y dividite en
dos, la parte que crees más lógica y sensata, ese yo, que
presentamos cuando vamos a trabajar, políticamente correcto y
tranquilo y tu otro yo, el roto. y hacete las preguntas incómodas que
sabes que va a costar responder, pero que son realmente necesarias.
12
No te preocupes, te voy a dejar una pequeña guía para que empieces,

pero te pido que te dejes llevar y preguntes lo que sea que se te viene
a la cabeza a esa parte de vos, que está rota.
Acá no hay quien te juzgue más que vos mismo, y es importante que
seas muy muy sincera con lo que vayas a decir, porque eso va a
demostrar si se puede o no pasar al siguiente paso.
Otra aclaración importante:
Te recomiendo que lo hagas en un lugar tranquilo, quizás con

música tranquila que no te distraiga lo suficiente como para no
responder a las preguntas, tené un cuaderno para anotar las
respuestas (Si es que querés) y medita un poco antes de empezar
para bajar el nivel de ansiedad, aunque este ejercicio es
probablemente uno de los más complicados, porque es el primero.
ANTES DE LEER LAS PREGUNTAS: Si sos una persona que convive

con depresión, pensamientos suicidas o baja autoestima, estas
preguntas se hacen desde el amor y deseo de bienestar. Si las
respuestas empiezan a ser muy negativas o empezás a sentirte mal,
acudí a un profesional de la salud mental antes de seguir leyendo.
Dicho esto, aquí te dejo las preguntas:
1- ¿Cómo estás?
2- ¿Por qué estás así?
3- ¿Quién o qué nos hizo tanto daño?
4- ¿Crees que tenemos solución?
5- ¿Crees que nos merecemos sanar?
6- ¿Crees que somos merecedores de una vida feliz? Sé sincero.
7- ¿Crees que merecemos recibir ayuda?
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8- Si es que sí ¿A quién podemos acudir para pedir ayuda? Y si es que

no…¿Por qué no merecemos recibir ayuda?
9- ¿Realmente no merecemos recibir ayuda o es que tenemos miedo

de recibirla?
10- ¿Qué nos da miedo de recibir ayuda?
11-¿Es un miedo basado en nuestros traumas o un medio con lógica?

Sé sincero.
Esas son algunas de las preguntas que vas a tener que hacerte si tu
deseo es empezar a saber, si estás listo para sanar.
Como dije antes, el proceso de sanación no es nada fácil, pero es

realmente valioso.
Sanar es conseguir herramientas que te van a ayudar a lidiar con

futuros problemas.
Sanar es crecer con tus traumas sin intentar ignorarlos.
Sanar es aceptar tu lado oscuro como parte de vos para poder darles
luz.
"Uno no alcanza la iluminación fantaseando

sobre la luz sino haciendo consciente la
oscuridad… lo que no se hace consciente se
manifiesta en nuestras vidas como destino."
-Carl Jung. Psicoanalista.
14
Seguramente, esta conversación te toque hacerla varias veces, si te

sentís abrumada de hacerlo todo en una vez, tómate descansos, ya
que recibir información que no querías admitir, puede ser un poco
fuerte para vos.
Síntomas que podés llegar a experimentar después de este ejercicio:

Angustia, llanto, aislamiento ligero de todo, momentos de
introspección repentinos, más pensamientos de lo normal,
ansiedad.
En caso de que los síntomas sean muy fuertes, podes hablar con
alguien de confianza o acudir a algún profesional de la salud mental
para aprender a trabajar este proceso acompañado.
Podés encontrar algunos números de confianza al final de ésta guía
Y recordá, que esto es parte del proceso y que estar acompañado por
alguien querido después de realizarlo, puede ayudar mucho.
Te recomiendo que luego del ejercicio, te crees algún documento de

Word o de Google Docs, o mismo un cuaderno, para ir anotando
como te sentis. No importa donde escribas, sino que lo hagas. No
sigas una estructura, ya que no la hay, simplemente escribí lo que
sea que sentiste o estés pasando en el momento.
Escribir ayuda a que los pensamientos se plasmen más en el papel y

no tanto en la cabeza, además de ayudarte a mantener una línea de
tiempo del comienzo, durante y después de todo este camino de
sanación.
Una vez dicho todo esto, te recomiendo volver a leer esta guía para
conocer el paso 2, ¡no te apures! Ese apuro también podría ser un
deseo de tu inconsciente de autoboicotearte para fallar y poder
sentir lástima por vos mismo.
15
Volvé después del tiempo que consideres sinceramente necesario,

para completar el paso 2.
Mientras tanto, te invito a contarme por e-mail, si lo deseas, como

te venis sintiendo.
el email es: bitacoradesanacion@ilayventura.com
Voy a estar leyéndote, a veces voy a contestarte, otras quizás, solo

me tarde un poco más en hacerlo. Pero no dejes de contarme,
cuando lo creas necesario.
Te deseo fortaleza y gratitud para este paso, nos vemos en el

próximo.
-Ilay.
16
Paso 2: La muerte y el renacimiento

metafórico.
Seguramente, después de realizar el primer paso, haya muchas

preguntas más en tu cabeza para responder, ya que cuando
ocultamos el dolor por mucho tiempo hasta el punto de rompernos,
es normal que tengamos que volver a conocernos.
¿Conoces esa frase que dice “Uno nunca termina de conocer a las
personas”?
Bueno, a mi me gustaría reformularla diciendo “Uno nunca termina

de conocer a las personas, ni tampoco a uno mismo”.
Me refiero a que nuestros pensamientos, actitudes, y sentimientos,

cambian constantemente y es altamente probable que no seas la
misma persona que eras un año atrás, o un mes atrás o incluso, una
semana atrás.
Pero esto es ¡Un buen aspecto! Porque conocerse es un proceso

hermoso, sorprendente, necesario, impresionante, bello e
inevitable.
17
El proceso de sanar viene con un montón de preguntas y con una

necesidad casi irrevocable de renovarse, de cambiar…
de morir.
Es necesario dejar morir a la persona que éramos antes, para renacer

cual ave fénix, con mejores herramientas y mejor entendimiento de
quien somos hoy en día.
El proceso de morir metafóricamente, es un proceso que acompaña

a la sanación y al igual que la misma, es importante hacerse varias
preguntas.
¿Qué significa morirse metafóricamente?
Utilizaré un ejemplo personal para explicarme mejor, ya que solo yo

me conozco mejor que nadie.
Pasé 18 años de mi vida, sintiendo lástima de mí, debido a las

reiteradas violaciones que recibía de mi padre cuando era una niña,
o el maltrato familiar que sufría por parte de la madre de mi madre y
del dolor que me generaba sentir mi cuerpo sucio por un delito que
yo no cometí. Y eso, me llevó a convertirme en una constante
víctima, me sentía cómoda en el dolor.
Hasta que ya no me sentí cómoda y empecé a sufrir una vez más.

Ahora mi cuerpo, mi mente y mi alma, querían salir de mi cuerpo,
querían e inconscientemente me exigían que deje morir esa parte de
mi que tan cómodamente estaba dañandome.
Entonces, después de muchos años de hacerme daño a mi misma

por el daño que otros me habían hecho, decidí matarme.
No literalmente, por supuesto. Pero si espiritual y metafóricamente.
18
Comencé el cambio del sanar al que tanto le temía, porque

significaba salir de la tóxica zona de confort en la que me
encontraba, para reencontrarme con una nueva persona, lo que
implicaba no solo dejar morir a la antigua ilay, sino darle
renacimiento y reconocimiento a la nueva, aquella que me haría
responsable de mis decisiones y utilizaría mi dolor como experiencia
y conocimiento y la que, me haría admitir de una vez por todas, que
gran parte de los problemas en lo que me metí siendo mayor, fueron
mi responsabilidad. Teñidas por mis trastornos mentales, por
supuesto, pero mi responsabilidad al fin y al cabo.
Pasé semanas enferma, ya que la mayoría de mis emociones se

interpretaban de manera somática en mi cuerpo y sentí la necesidad
de rendirme miles de veces, pero yo ya había tomado la decisión y ya
había tenido esa charla conmigo misma (El primer paso de esta
guia), asi que sabía que aunque me doliera, era un dolor necesario.
Pero ¿Por qué me dolía tanto?. Bueno mi querido lector, porque una
parte de mi, no estaba lista para dejar ir a esa antigua vida que me
cuido y también me daño.
Entonces, con muchísimo trabajo mental, llanto y replanteos

constantes, tomé la decisión de decir adiós y dar el siguiente paso.
Deje morir a la parte de mi que estaba quitándome la vida.
Espero que esto haya aclarado algunas dudas sobre lo que morir
metafóricamente significa en esta guía.
Y si lo entendiste, entonces, voy a proceder a darte algunos

pequeños datos para empezar a dejar morir a tu vieja vida y darle
vida a la nueva.
Te recomiendo que, junto con el primer ejercicio ya hecho, puedas

realizar una lista de cuales son las cosas que en este momento
consideras, están afectando tu sanación. ¿Es una pareja? ¿Es un
familiar? ¿Es un trabajo agotador? ¿Es un trauma no atendido en
terapia?
19
Si no sabes que es, te recomiendo asistir a un profesional de la salud

mental, para ayudarte junto con terapia, cuál podría o podrían ser
las razones que afectan tu vida y a cuales de ellas estas dispuesta a
dejar ir.
Como todo proceso de sanación, la muerte metafórica es realmente

movilizadora y muy dolorosa por momentos, pero mantené siempre
en tu mente que una mejor parte de vos te espera después de este
proceso.
Siguiendo con la temática del primer paso, en el segundo, quiero que

empieces a identificar cómo va a ser tu nueva vida, y para ello, voy a
dejarte una serie de preguntas que pueden ayudarte, como siempre,
te recomiendo que las escribas de manera digital o física y me
cuentes a mi e-mail bitacoradesanacion@ilayventura.com como
venís avanzando.
Te pido que contestes a estas preguntas sin ningún límite de

caracteres, que te dejes llevar y dejes que tu consciente e
inconsciente se junten y respondan, no te preocupes por la lógica,
eso podes verlo después. Además, te incentivo a que te hagas tus
propias preguntas, aquellas que quedan en la cabeza y no están en
esta lista.
1- ¿Qué cosas/actitudes/personas consideras que te generan un

daño en tu vida?
2- ¿Qué estás dispuesto a dejar atrás?
3- ¿Cómo querés ser en tu nueva vida?
4- ¿Qué hábitos y creencias querés que sean los principios y/o

valores que vayan a marcar tu nueva vida?
5- ¿Qué cosas/personas/actitudes de tu vieja vida vas a mantener?
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6- ¿Qué cosas/personas/actitudes de tu vieja vida NO vas a

mantener?
7- ¿Estás listo para dar el siguiente paso?
Al igual que el paso uno, te recomiendo pasar al siguiente cuando

estés realmente listo. ¡No te apures! Ese apuro también podría ser
un deseo de tu inconsciente de autoboicotearte para fallar y poder
sentir lástima por vos mismo.
Síntomas que podés llegar a experimentar después de este ejercicio:

Angustia, llanto, aislamiento ligero de todo, momentos de
introspección repentinos, más pensamientos de lo normal,
ansiedad, pensamientos nostálgicos.
En caso de que los síntomas sean muy fuertes, podes hablar con
Voy a dejarte los medios de contacto de distintos profesionales en

el final de la guía.
Voy a estar leyéndote, a veces voy a contestarte, otras quizás, solo

me tarde un poco más en hacerlo. Pero no dejes de contarme,

próximo.
-ilay
21
Paso 3: Sanar antes de nacer.
Después de haber pasado por el primer y el segundo paso, es muy

probable que te sientas un poco- mucho, movilizado por el río de
emociones que tu cabeza, corazón y espíritu están experimentando,
porque justamente, sanar es generar una revolución total en tu
sistema de creencias, en tu modus operandi, de absolutamente
todas las formas en las que veías al mundo y reaccionabas ante el.
Dejar morir una parte de vos, como todas las muertes, va a requerir
un duelo.
Te recomiendo fervientemente, que no lo evites.
Evitar el dolor es igual que evitar las ganas de ir al baño, tarde o

temprano, va a salir sin avisarte.
Dejame ponerte un ejemplo simple que puedas entender de qué es lo

que ocurre cuando ocultamos el dolor y nos negamos a enfrentarlos
e intentar sanarlos.
22
Supongamos que te haces un corte en la pierna con un fierro oxidado

(El fierro oxidado representando los traumas y recuerdos
desagradables de algo) y te duele tanto, que no querés lidiar con ello
porque no crees que pudieras ser capaz, entonces, te pones una
venda asi nomas, sin limpiar la herida, agregar un poco de cinta y lo
dejás ahí.
Si no lo veo, no existió.
Pero el dolor sigue, porque tenés una herida, entonces te tomás una
pastilla (Método de defensa, en psicología) y el dolor se duerme.
Se duerme, pero no se va.
Pasa el tiempo y esa herida cada vez está más hinchada, infectada y
sin tratamiento, pero esta vez, te animas a quitar la venda y verla.
Esta vez, al no haberle dado tratamiento, te duele más que la última

vez, entonces, una vez más decidís ignorarlo, no limpiás la herida, le
ponés una venda, le pegás una cinta y te olvidás una vez más gracias
a la ayuda de alguna pastilla.
Pasa aún más el tiempo y el dolor de la herida es irrevocable e

inevitable, apenas podés moverte, empezaste a tener infecciones en
otras partes de tu cuerpo debido al cuidado al que decidiste, sí,
decidiste, no darle.
Entonces, una vez más, juntás el valor para ver con que es lo que te
vas a encontrar: quitás la cinta, pero esta vez, la gasa se pegó a la
herida y a tu piel, la cual está: hinchada, infectada, llena de pus y
con muchísimo dolor.
Ahora, quitar esa venda y sanar esa herida, va a ser diez veces más
difícil de lo que era un tiempo atrás. Pero a diferencia de tiempo
atrás, decidís tomar valor, arrancar la venda y hacerte cargo de esa
herida vieja pero aún muy dolorosa.
Llorás, sufrís, gritás, tu herida está abierta.
23
Pero respirás hondo y pedís ayuda, entonces comenzás a curar esa

herida con medicamentos, higienizando y chequeando todos los días
hasta que ya no necesités el medicamento ni la venda para taparla.
Después de mucho tiempo, sanaste esa herida. Sí, te dejo una

cicatriz, pero ya no duele, ahora solo es una marca más de una
experiencia de la cual podes hablar libremente.
Ese ejemplo que acabo de ponerte, se traspasa a las heridas

emocionales.
Porque querido lector, déjame decirte, que aunque las heridas

emocionales estén ocultas por el hecho de ser psicológicas y/o
espirituales, no quita que no existan.
Es tu decisión, si decidís destapar esa herida, cuidarla y al fin de los

tiempos, aceptarla por lo que es, una cicatriz.
Una marca de guerra, un recuerdo de algo que alguna vez dolió.
Pero, como los días de lluvias hacen doler las cicatrices físicas,
existirán días o momentos, donde estas heridas duelan también.
Porque nuestras heridas no desaparecen, solo dejan de doler por un

tiempo.
Ahora que entendiste bien, que el dolor es inevitable pero el

sufrimiento es opcional (Como diría Buda), también entenderás que
para poder darle vida y finalización a tu anterior vida, es necesario
que “saldes” o más bien…sanes, esas heridas.
Porque todo lo que no sanes, sigue molestando.
Quizás estás pensando que decir las cosas son fáciles, lo difícil es
hacerlas, es tomar la decisión de querer enfrentar a esa herida que
venimos arrastrando e ignorando por tanto tiempo.
24
y te doy la razón. Definitivamente es más fácil para mi escribirlo,

pero te aseguro, estimado lector, que no fue fácil para mí aprender a
abrir todas las heridas infectadas que tenía mi alma y requerí de
muchísima ayuda profesional y emocional para poder seguir
adelante.
Por eso te recomiendo, un vez más, que en estos pasos, estés

acompañado (o al menos que esté informado) por un amigo,
familiar, persona de confianza, que pueda entender y escucharte sin
juzgarte, ya que es muy probable, que durante todo este proceso, te
encuentres irritable, confundido, triste, enojado y perdido.
Pero no te preocupes, ya estás cerca de poder empezar a ver el

mundo detrás del velo oscuro que te han puesto y has mantenido
frente a tus ojos por demasiado tiempo.
Paciencia.
Todo llega.
Hasta lo bueno, llega.
Para este paso, más que preguntas como en los anteriores, voy a
pedirte que escribas una carta, como quien escribe un epígrafe a un
ser querido que ya no está, pero que esta carta está destinada a
aquella persona que estás dejando ir, a ese “yo” roto que pasará a
ser sano, después de un largo proceso.
Quiero que te separes de vos mismo como antes y escribas como si

tu parte rota fuera una persona individual, con la que compartiste
momentos muy duros y estás muy agradecida de que te haya
acompañado.
Pero ya es tiempo de despedir.
25
La carta no tiene límite de caracteres, ni tampoco una emoción en

especial, podés escribirla en un papel y guardarlo, o quemarlo, o
enterrarlo. O podes escribirla en un email que nunca más vas a
volver a abrir, podés enviarmela o podes escribirla en un archivo de
tu computadora que quede olvidado ahí. (A menos que no quieras
olvidarlo).
Quiero que te sueltes y te sinceres con vos mismo, sin juzgarte, sin
enojarte.
Recordá, que estás agradeciendo a esa parte de vos que soportó

tantas heridas y que ahora, necesita ser despedido, para recibir un
descanso en paz tan bien merecido.
Decile adiós a todas las cosas que no querés en tu nueva vida, decile
adiós a todas las personas y/o situaciones, comportamientos,
principios o valores que no querés trasladar a tu nuevo “yo” y con
cariño (Aunque cueste), decir adiós.
Y recordá
“saber decir adiós es crecer…” - Gustavo Cerati
Emociones que podés llegar a experimentar con este ejercicio: ira,

confusión, tristeza, melancolía, ligero aislamiento, introspección,
felicidad, tranquilidad, paz.
En caso de que estas emociones sean muy fuertes, puedes hablar con

Escribime a bitacoradesanacion@ilayventura.com si lo necesitás.
26
Voy a estar leyéndote, a veces no voy a contestarte, otras quizás,

solo me tarde un poco más en hacerlo. Pero no dejes de contarme,

próximo.
-ilay
27
Paso 4: El “Perdón”.
Ya pasamos por el paso 3, que es aprender a sanar y enfrentar

nuestras heridas a pesar de que duela tener que hacerlo, pero creo
que hay muchos libros de autoayuda que hablan mucho de este
siguiente tema, pero que lo enfocan de una manera que a mi,
particularmente, siempre me ha resultado incómodo para digerir.
Y no fue hasta que hablando con uno de mis muchos psicoanalistas a

lo largo de mi vida, me di cuenta que los libros de autoayuda vendían
“el perdón” como un pase directo a liberación del dolor por un
trauma. Y que en orden de tener una nueva vida, con gloria, éxito y
amor sano, teníamos que “perdonar” aquello que alguna vez nos
lastimó.
Es la pelotudez más grande que escuche en mi vida.
Desde el primer psicólogo a los 17 años hasta el anteúltimo a mis 24,

me decían que debía aprender a “perdonar para perdonarme”
28
porque pudiendo perdonar aquello que me dañaba, podría vivir sin

el dolor y el rencor que conllevaba, según ellos, el “no perdonar”.
Pero dejame decirte que, así como tenés todo el poder de perdonar
algo que te lastimó, también tenés todo el derecho de no hacerlo.
Por años, viví con un sentimiento de incomodidad cada vez que

escuchaba a un profesional de la salud mental hablarme del perdón.
Yo intentaba perdonar alguno de mis traumas, pero me resultaba
incómodo (Y hasta curioso) como la culpa y el rencor que tenía por
una persona o evento que me generaba el trauma, se traspasaba a
una culpa y rencor hacia mi misma.
Porque yo no quería perdonar.
Porque yo iba en contra de mi misma, cada vez que intentaba

perdonar lo que para mi, era considerado imperdonable.
Hasta que me encontré con un viejo psicoanalista, que me enseñó a

las malas y a las buenas, muchísimas cosas. Pero la que más me
resonó en el fondo del pecho cuando me lo dijo fué:
“¿Por qué perdonarías algo que no querés perdonar o consideras que

siquiera merece un perdón?”-
Una pregunta que parecía tan lógica para él, se convertía en mi alivio
automático, en mi paracetamol emocional.
Antes de pensar en perdonar a alguien, debía pensar si me sentía

cómoda y feliz, perdonando a esa persona y si consideraba que esa
persona (o evento) merecía un perdón.
¿Por qué éste paso habla del perdón?
29
Porque quiero que te saques de la cabeza, la idea de que “perdonar

para perdonarte” es una solución al rencor que puedas sentir hacia
un trauma.
Porque no lo és.
Está bien que estés enojada, frustrada, triste e irritada, porque lo

que te pasó fue doloroso y lo que te pasó hizo que empieces a leer
este libro y te sientas identificada particularmente con el inicio.
Los traumas te rompieron. ¿Por qué perdonarías a algo que te

rompió y no hizo nada para remediarlo?.
Irónicamente y contrariamente a lo que mis anteriores

profesionales de la salud me habían dicho, el no perdonar a mi padre
por sus actos de violencia sexual infantil hacia mi cuerpo de niña de
8 años, me hacia sentir viva.
Más feliz que perdonarlo.
Más feliz que perdonarme.
Entiendo el concepto de “Perdonarse” que plantean algunos

profesionales.
Pero hay algo con la palabra “Perdón” que me parece tan

religiosamente hipócrita.
¿Por qué perdonarme y no entenderme?
30
¿Por qué perdonarme y no aceptar que lo que me estaba pasando en

ese momento era una respuesta obvia y lógica a un trauma?
Creo firmemente que el perdón como tal, es una acción que solo
genera tranquilidad y alivio, cuando se alinea con nuestros
principios y valores internos.
Si intentamos perdonar una infidelidad que aún arde bien en el

fondo del corazón, entonces ese perdón no está alineado.
Y si no está alineado con lo que realmente pensamos y/o sentimos,

perdonar solo sería una hipocresía como tal, ya que estaríamos
mintiendo no solo a la persona que está pidiendo perdón sino, y más
importante, a nosotros mismos.
Repeti conmigo en tu cabeza: “Tengo el derecho y la autoridad para

no perdonar lo que crea que no merece ser perdonado”.
Y quiero que te digas a vos mismo: “Tengo derecho a haberme

enojado, sentido culpa y dolor hacia mi misma porque fue lo que el
trauma me generó, mi cuerpo y mente hicieron lo posible para lidiar
con eso”.
Si hay alguien a quien deberíamos perdonar como tal, es a nosotros

mismos.
De nuevo, siempre y cuando, ese perdón vaya alineado a algo lógico

para vos.
En este paso, voy a pedirte que te vuelvas a sentar en una

meditación, en una charla con vos mismo, esta vez, con esa parte de
31
vos que, quizás, alguna vez perdono algo que realmente no quería
perdonar y hasta el día de hoy, le genera dolor.
Y quiero que te preguntes las siguientes preguntas.
Antes de leerlas, te pido que las escribas así sea en un papel o en la

computadora y si sentís que este tópico y/o trabajo de introspección
es muy fuerte para vos, no dudes en pedir compañía de un
profesional de la salud mental o de tu grupo o persona de apoyo.

También, podes enviarme tus respuestas y/o pensamientos a:

bitacoradesanacion@ilayventura.com y estaré leyendote, si eso es lo
que deseas.
ANTES DE CONTINUAR:
Estas preguntas pueden ser muy delicadas para algunas personas. Si

las mismas te generan sentimientos negativos, no dudes en
contactar a un profesional o postergar este ejercicio para cuando
estés listo.
Dicho esto…Relajate y cuando estés lista, responde las siguientes

preguntas:
32
1) ¿Existe alguna situación en nuestro pasado que hayas

perdonado (O intentado perdonar) pero que en realidad no
querías ni sentías correcto perdonar?.
2) ¿Consideras que la situación y/o persona que te generó un

trauma, merece perdón?
3) ¿A quién perdonarías?
4) ¿A quién no perdonarías?
5) A aquellas personas que no perdonarías, consideras que si

hicieras algún tipo de acción o dijeran algo, ¿Podrían ser
perdonados?
6) La idea de perdonar a estas personas y/o situaciones ¿Te

genera incomodidad o tranquilidad? Esto es muy
importante ya que si genera la primera emoción, el perdón
aún no está en disponible en la mesa.
7) ¿Por qué no las perdonarías?
8) ¿Por qué si?
Como te mencione anteriormente, tomate el tiempo que necesites

para hacer este o cualquiera de los pasos, solo enfocate en la
importancia de avanzar, a tu tiempo, pero avanzar.
Te mereces la vida que pensas que no mereces.

próximo.
-Ilay.
33
Paso 5: el merecimiento.
Definitivamente, unas de las cosas de las que pocos hablan, pero que
literalmente toda la población sintió en algún momento.
El sentimiento del no merecimiento.
El sentimiento de merecimiento es un estado que te coloca

pensamientos negativos y duros sobre vos misma, creados por vos
misma, en tu cabeza, que enlentecen y/o boicotean todo tipo de
procesos y/o logros, que tengan que ver con sentirse bien con uno
mismo.
Y es que, hay tantas veces en las que no nos creemos merecedores de

cosas, que los años pasan y llega el punto donde algunos llegan a
pensar que no son merecedores de la vida…
O por lo menos, a mi me paso.
He creído por muchos años, que mi cuerpo estaba sucio por las
manos de un pedófilo, que debido a ese y otros episodios
traumáticos en mi vida, no me merecía nada bueno, pero si me
merecía todas las cosas malas.
34
Fue tal mi pensamiento de no merecimiento y de autosaboteo, que

crecí creando miles de escenarios dañinos para mi bienestar y peor
que eso, creando una zona de confort tóxica, donde el fracasar con
algo que quería lograr, venía acompañado de una agridulce
sensación de tranquilidad, porque ya había arruinado un poco más
mi vida, entonces podía estar tranquila, porque si ya me había
lastimado yo, nadie más podría hacerlo.
Pasé tantos años conviviendo con esos pensamientos oscuros, que

empecé a pensar que mi vida no seguiría su rumbo hasta no más de
los 21 o 22 años, pensando que mi vida se acabaría antes, ya que no
era merecedora de una.
Lamento, si mi corto testimonio sobre una etapa oscura de mi vida

te puso triste, pero no lamento si te identificaste un poco o mucho
con esa situación, ya que si estás leyendo esto, seguramente
pensaste que no eras merecedor de muchas cosas…De amor, de
dinero, de relaciones sanas, de una familia, del bienestar, de una
vida…
Pero lo bueno es que ya estás leyendo este libro y vamos por el paso
5, ya aprendiste seguramente muchas cosas que se encontraban
ocultas en alguna parte de tu mente y me alegra saber que fuiste
capaz de llevar estos ejercicios de manera próspera y segura.
No voy a mentir, hasta el dia de hoy, a mis 25 años, sigo teniendo

pequeños filos de pensamientos negativos que se interceptan entre
mis pensamientos positivos, algunos lo llaman pensamientos
intrusivos, donde creo que no soy merecedora de muchas cosas y
por eso, no intento con este libro, darte una solución definitiva al no
merecimiento, ya que el mismo, es algo que, al igual que el
“autoestima” o la salud mental, es algo que se debe trabajar todos
los días, de manera consciente o inconsciente, durante todos los
días hasta que des tu último respiro.
Lo que me funcionó a mi, fue realizarme preguntas (Como en estos

ejercicios) para empezar a entender desde donde surgia mi
sentimiento de no merecimiento.
35
y muchas de esas preguntas, no tenían respuestas lógicas o me

llevaban a círculos viciosos de manía intentando buscarles la
respuesta que yo quería conseguir y no la que la cruda verdad me
estaba presentando.
Por eso, voy a pedirte, que mientras hagas el ejercicio que más
adelante te voy a mostrar, que intentes no juzgar tus respuestas y
verlas desde una perspectiva ajena a la cual, vos estás respondiendo
a la pregunta.
Me explico mejor: Lo que quiero es que entiendas que el proceso de

entender el no merecimiento, el proceso de intentar recordar o
reconocer estos instantes donde empezaron a surgir estos
momentos de no merecimiento, te van a generar una sensación de
epifanía y ese proceso, puede llegar a ser difícil o doloroso, por eso
te imploro, que no hagas ninguno de estos ejercicios sin un equipo
de apoyo (Persona de confianza, amigos, primos, pareja, profesional
de la salud mental), ya que no me gustaría que te encuentres solo
entre tus pensamientos sin tener a un bastón de apoyo que permita
rescatarte del posible mar de pensamientos con agujero de gusano
que puedan terminar por generar un daño más fuerte antes que una
posible respuesta con la que se pueda trabajar.
Decidí poner este ejercicio después de los otros porque hacer el

mismo requiere de un trabajo de reconocimiento y de “separación
de uno mismo” por así decirlo, para poder observar estas preguntas
y respuestas desde la parte racional de nuestro cerebro y no desde la
parte límbica/emocional del mismo.
En el primer ejercicio te pregunte si te creías merecedor de tener una

vida nueva, con tus límites, reglas, guiones, valores y principios,
porque en base a esa respuesta podemos seguir avanzando.
36
Te vuelvo a preguntar después de leer todo lo anterior y respondeme

después de haberte empezado a sanar, ya que ahora, seguro tendrás
una mejor visión de cuál es tu situación.
¿Te sentís merecedor/a de una vida próspera?
La pregunta no es si “crees” o “si sos” merecedor/a, sino, si te

“sentís” merecedor.
Ya que hablamos del sentimiento del no merecimiento, quiero que

indagues en vos mismo, quizás acompañado de un profesional de la
salud mental, si realmente sentís que sos merecedor de algo. Así sea
de éxito, dinero, un buen trabajo, una familia sana, una pareja, etc.
Si la respuesta es no…¿Por qué?
Si la respuesta es no sé…Pensá y volvé a responder a la pregunta.
Si la respuesta es sí…Sigamos.
Quiero animarte a hacerte preguntas difíciles de responder, porque

son aquellas que contienen las respuestas claves que van a ayudar a
cambiar el rumbo de tu vida.
Esta vez, vamos a hacer un ejercicio un poquito diferente al que

veníamos haciendo, porque en vez de hacerte preguntas, quiero que
describas en una especie de carta, como es la vida si te sintieras
merecedor de todas aquellas cosas que no crees que mereces y me
cuentes cómo te sentís con respecto a eso.
37
Podes hacer este ejercicio de manera física con un cuaderno o en una

computadora o teléfono celular, tablet o en la pared si querés, ya que
voy a querer que la guardes de alguna manera para poder volver a
revisar en unos años.
La carta debe cumplir con una sola regla:
-Tiene que estar en tiempo presente y no debe contener

afirmaciones negativas.
Las afirmaciones negativas son aquellas que contienen una palabra

negativa en la oración.
Por ejemplo: “Soy merecedora del dinero, ya no tengo deudas”.
La utilización del “no” en la oración, hará que tu mente (Y el

universo, si crees en él), no reconozcan el no, por ende, esa
afirmación se convertirá en una afirmación negativa.
Siendo asi: “Soy merecedora del dinero, soy libre económicamente”
La primera frase está bien hecha y ahora la segunda, también.
La carta puede tener cualquier cantidad de palabras, quiero que te

liberes y escribas todo lo que quieras, si es poco, pensá y date un
descanso para después volver a intentarlo.
Una vez terminada la carta, quiero que la leas mínimo una vez por
semana, ponete un recordatorio en tu computadora, celular y/o
agenda para tomarte el tiempo de meditar y leer la carta y quien
sabe, agregar una que otra línea de texto.
38
Y después, contame cómo te fue.
También, podés enviarme tus respuestas y/o pensamientos a:

bitacoradesanacion@ilayventura.com y estaré leyendote, si eso es lo
que deseas.

Como te mencione anteriormente, tomate el tiempo que necesites

para hacer este o cualquiera de los pasos, solo enfocate en la
importancia de avanzar, a tu tiempo, pero avanzar.
Te mereces la vida que pensas que no mereces.

próximo.
-Ilay.
39
Paso 6: Los Ataques de pánico -

herramientas que curan.
Cuando tenía 17 años, cada ataque de pánico (Que en ese momento,

desconocía que lo era), cada episodio depresivo, cada episodio
maníaco, cada ataque de llanto era para mí una jaula que me
encerraba dentro de mis traumas y no me dejaba salir por un rato.
Y la llave de esa jaula, la tenía yo, pero no la usaba.
Y así, pase numerosas noches siendo medicada a la fuerza, dándome

la cabeza contra la pared, autoflagelándome para poder enfocar mi
cabeza en un dolor físico y no en uno emocional y muchísimas cosas
más que seguir nombrándolas sólo sería alimentar la morbosidad
del lector…
En pocas palabras, la pase muy mal, porque no conocía en lo

absoluto qué era lo que me estaba ocurriendo, ni por qué me ocurría,
ni mucho menos, cómo podía hacer para lidiar con ellos.
40
Creo fervientemente, que informarte sobre los posibles trastornos,

episodios o ataques que tenés es extremadamente importante sino
también indispensable, para poder sanarse de a poco.
En especial, porque todo tipo de procesos de sanación traen consigo

ciertos “efectos adversos” como los tendría una pastilla común y
corriente, los traumas también vienen con su prospecto y como cada
medicamento, cada uno tiene un prospecto diferente.
Me parece importante hacerte saber que durante tu proceso de

trabajo de sombras (El conocer a tu parte rota), el proceso de tu
perdón o no perdón, el sentimiento de no merecimiento y todo ese
enorme revoltijo que está sucediendo en nuestra cabeza, es normal
que aparezcan, lo que a mi me gusta llamar…
“Los efectos adversos de la sanación”.
- El ataque del día después: Me gusta llamarlo así porque ocurre

normalmente un día después de haber tenido terapia o cualquier
episodio que pudiera ser revoltoso emocionalmente para la cabeza.
Es conocido normalmente como ataque de pánico.
Los síntomas más comunes son:
- Sudoración
- Mareos
- Sensación de falta de aire
- Palpitaciones elevadas
y la más terrorífica…
La sensación de muerte inminente.
La primera vez que experimenté un ataque de pánico fue a los 17

años y estaba convencida de que iba a morir y que estaba viviendo
mis últimos momentos en la tierra, ya que no podía sentir ni mis
latidos ni mi respiración, estaba pálida y bañada en sudor y no era
capaz de emitir ningún tipo de palabra o pensamiento.
41
Fue como si alguien me hubiera inyectado algo que me mantuvo

inmovil y asustada por lo que yo creí que fueron 15 minutos de
horrible episodio, pero para el reloj, solo había sido 2 minutos.
Mi sorpresa fue cuando, después de los dos segundos, volví a

recuperar mi latido y mi respiración y me sorprendió no estar en ese
lugar lleno de nubes y con el señor barbudo.
No estaba muerta, solo había tenido un ataque de pánico.
No supe que fue un ataque de pánico hasta los 24 años, que uno de
mis profesionales de la salud mental me mencionó el nombre del
mismo y me incentivo, ya que conocía mi sed de conocimiento
constante, que investigue sobre lo que eran, como se manifiestan y
cómo podía lidiar con ellos.
Y si, digo lidiar, porque la realidad es que no hay exactitud de

CUANDO se van a ir los ataques o de cuan recurrentes van a ser o si
alguna vez vas a superarlos.
Entonces prefiero referirme a lidiar con un ataque de pánico, ya que

la palabra superar sería ir tras una zanahoria que jamás podría
llegar a alcanzar.
Pase días, semanas y meses estudiando no solo los ataques de

pánico sino los de histeria, los de ansiedad, después conocí los
episodios de manía y los de depresión y así, fui haciendo mi camino
en las herramientas que siempre habían estado ahí, pero que nadie
me había dicho que podía utilizar.
Y si estas en la misma posición ahora, quiero ser yo quien te diga que

te animes a informarte sobre cuáles son tus trastornos, porque diría
que uno de los pasos más importantes para sanar y en especial, para
avanzar, es informarte y aceptar cualquiera sea tu diagnóstico.
Entendiendo al diagnóstico por lo que es, un simple nombre

utilizado por profesionales para identificarlo y poder ayudarte.
42
Vos podés tener depresión, pero no sos tu depresión.
Vos podés tener TOC, pero no sos tu TOC.
Vos podes tener Trastorno Límite de Personalidad, pero no sos tu

TRASTORNO.
Somos quienes nosotros creemos que somos, si nosotros nos

creemos un trastorno, el trastorno va a ser toda nuestra
personalidad, tomando por completo momentos bellos que podrían
vivirse sin ansiedad, o depresión como emoción principal.
Admitir tu trastorno no significa dejar que se adueñe de vos.
La mejor herramienta, que uno solo puede crear, es la información.
Y la peor herramienta, con la que uno nace, es la ignorancia.
Pero lo importante de querer buscar información sobre algo es saber

hacer las preguntas correctas.
Desde ya te digo que no te pares en hacer estas preguntas a vos

mismo, porque es muy difícil (Y diría realmente imposible) que
puedas responderlas solo, ya que el autodiagnóstico es algo inútil,
ya que somos incapaces de auto diagnosticarnos un trastorno
mental.
Las preguntas deben estar destinadas hacia el trastorno y no hacia el

trauma. Esto es muy importante, porque sino, te vas a encontrar vos
misma a las 3 de la mañana, preguntandote el “¿Por qué?” de todos
tus traumas y creeme, ese es un agujero negro al que no queres
entrar.
43
Otra cosa muy importante, es no tener miedo de preguntar todo a un

profesional o no tener miedo de investigar (Siempre desde fuentes
seguras) absolutamente todo lo que desees.
Ahora que hablamos de las herramientas, acá te dejo algunas

preguntas disparadoras que podés hacerle a tu profesional de la
salud mental o a alguna fuente segura (Algún autor, libro, médico
reconocido, etc), por si no sabes por dónde empezar.
1. ¿Los síntomas que siento de vez en cuando, podrían

corresponder a algún trastorno?
2. ¿Qué tipo de trastorno tengo? (Si es que lo tenes)
3. ¿Por qué se produjo, es decir, cómo pudo haberse

generado?
4. ¿Qué herramientas/técnicas puedo utilizar para reducir los

síntomas que tiene este trastorno en mi?
5. ¿Mis síntomas pueden controlarse con medicación? Si es

así ¿Cuáles y para qué sirven?
6. ¿Voy a salir de esto?
44
No hay nada más triste que enfrentarse a un trastorno o episodio

traumático sin ayuda profesional o sin herramientas.
Las herramientas siempre están ahí, solo hay que ser capaz de verlas
y tomarlas.
Y a veces, para poder verlas, necesitamos que alguien levante

nuestro velo y permita mejorar nuestra vista.
No hay advertencias para este paso, es solo un pequeño pero

importante recordatorio de la importancia de informarte.

Si ya estás informado, te veo en el próximo paso.
Y si no, te deseo prosperidad y éxito en este paso.
-Ilay.
45
Paso 7: Retroalimentación
Te hablé de miles de cosas en esta guía y seguro dejé un gran

revoltijo de cosas que seguramente estás o vas a tratar con un
profesional de la salud mental, pero quiero que sepas que es normal
que puedas sentirte un poco interceptada y/o movilizada por esta
guía.
Quiero hacerte una pequeña confesión y es que empecé a escribir

esta guía el día que recibí el diagnóstico de un trastorno de ansiedad
generalizada y un trastorno de estrés post traumático, y mientras
escribía esta guía, transite cada uno de los pasados en carne propia
que ya había transitado anteriormente.
Escribí esta guía con lágrimas en los ojos y con muchísimo cuidado,
ya que quiero que sea una puerta al inicio de tu vida próspera, con
salud mental, que tanto mereces.
Hace años que vengo pensando en escribir algo relacionado a la

autoayuda, pero me impedía pensar que no podría escribir hasta que
no estuviera completamente “Sana” de la cabeza, pero hace poco
me dí cuenta que nunca iba a encontrar el “momento perfecto” para
46
empezar a escribir y qué mejor que yo para explicar estos pasos, ya

que pase por cada uno de ellos y hoy en dia, cuento con las
herramientas necesarias para compartirlas con alguien que quizás,
le hagan falta.
El proceso de sanarse no es un proceso que ocurra una sola vez,

como dije anteriormente, nos vamos a romper mil veces para poder
re-armarnos de mejor manera o con otras herramientas.
Sanar significa mirar atrás para poder mejorar, es aceptar que

somos seres vulnerables y que cada uno de nosotros tenemos
derecho a vivir.
Vivir sin dolor.
Vivir sin resentimientos.
Vivir en paz.
Solía creer que la paz vendría una vez que ponga fin a mi ciclo de
vida, por suerte, después de varios intentos, decidí dejar de buscar la
paz no certera del más allá y empezar a crear la vida de mis sueños.
Cayéndome mil veces
Aprendiendo mil veces
Sanándome una y mil veces más.
47
Por eso, este paso se llama Retroalimentación, porque habla de la

importancia de volver atrás para ver nuestros pasos, sin rencor
hacia nosotros mismos, sin culpa, sin perdones no merecidos, sin
dolor latente que nos haga sentir asfixiados por el recuerdo.
Y entendiendo también, que “romperse” es parte de la vida, así

como volver a armarse.
Te abrazo con toda mi alma, beso tus heridas y te deseo una

próspera, divertida y merecida nueva vida.
Nos vemos la próxima.
- Ilay
48
CONTACTOS ÚTILES
Argentina:
ASISTENCIA Y CONTENCIÓN PSICOLÓGICA GRATUITA:

Acompañamiento, asistencia y contención psicológica y emocional 11 6960-2103.
Guardia 24 horas.
Hospital Nacional en Red Especializado en Salud Mental y Adicciones “Lic. Laura

Bonaparte”
Teléfonos: (011) 4305 0091 / 92 / 93 / 94 / 95 / 96, interno 1155
Atención: de 8 a 20 hs.
ASISTENCIA PSIQUIÁTRICA GRATUITA:
Asociación Argentina de Psiquiatras : (011) 4331 5009
Asesoramiento gratuito: Todos los días de la semana, las 24 horas.

Teléfono: 0800-333-1665
Profesionales privados:
Cristian Rojas
Terapeuta & Acompañante
+54 9 11 2790-3965
(Buenos Aires)
Micaela Vigna
MP 12935
+54 9 351 7063518
(Córdoba - Mendoza)
Gladys Colamarino
MP: 5432
+54 9 2215 02-5271
gladyscolamarino@hotmail.com
(Buenos Aires)
Natalia Barrios
MP 48341
+54 9 2235 78-3490
(Buenos Aires)
49
México:
Gratuitos:
Emergencias 911. Atención en crisis y contención psicológica (República Mexicana):

800 221 31 09
Salud Responde 600 360 7777
Si requieres apoyo, puedes comunicarte a la Línea de Seguridad 55 5533 5533 o al

Chat de confianza por whatsapp 55 5533 5533.
Profesionales privados de México:
Jesús Iván Hernández Torres

jesus.hernandez.l33555@humanitas.edu.mx
+52 1661 114 5610
M. del Rocío de Rivera de la Garza

CED PROF: 10646293
+56 2793 1046
psic.rocio.rivera@hotmail.com
Uruguay:
Gratuitos:
APOYO EMOCIONAL DE ASSE: 0800 1820

Servicios de atención psicológica de la Facultad de Psicología:
https://psico.edu.uy/servicios-a-la-comunidad
Intendencia de Montevideo: 0800 4141
Profesionales privados de Uruguay:
Natalia Paiva
MP 42760608
+598 99 253 702
nataliapaivapsi@gmail.com
Carolina Martí Folli

MP: 41655890
+598 99 661 188
carolamartifolli@gmail
50
Otros contactos:
Argentina: 135
Bolivia: 2248486
Chile: (00 56 42) 221200
Colombia: (57-1) 323 2425
Ecuador: (593) 2 6000477
Honduras: 150
México: (55) 5259-8121
Perú: (00 51 1) 273 8026
Uruguay: 0800 0767
Venezuela: 0212-416-3116
51
AGRADECIMIENTOS:
Quiero agradecer a todos y cada uno de los profesionales que

ayudaron a que esta guía pueda ser revisada, corregida y mejorada
para una mejor recepción de cualquiera de ustedes, ellos son:
Cristian Rojas, Chio Rivera, Carolina Martifolli, Natalia Mourglia,
Natalia Barrios, Ivan Hernandez, Gladys Colomarino y Micaela
Vigna.
Quisiera agradecer a Zontiac (Antonio Delgado Merchán), un gran

artista e ilustrador Español que me permitió utilizar su hermosa
ilustración como portada de esta guía.
Incentivo a que vayan a conocer más de su arte en Instagram

(@zontiac) para observar un poco más de lo que sus maravillosas
manos pueden lograr.
A mi psicóloga, Jennifer A. Cincunegui, quien me ayudó a entender y

poder hablar de mis traumas sin lastimarme a mi misma en el
proceso y me animo a escribir esta guía con las herramientas que
había aprendido en el camino.
Agradezco a mi socio, Ramses Hatem (webmarket.studio), por

haberme incentivado en un primer lugar a pensar en la idea de que
yo era merecedora del amor, el éxito y la prosperidad, además de ser
un ejemplo de perseverancia y profesionalismo.
Y por último pero no menos importante, a Federico Tortolero

(fegutogi.com), el diseñador gráfico y artista digital que con su
perfeccionismo, profesionalidad y excelente criterio estético ha
logrado que esta guía se vea tan profesional y hermosa como se
merece.
Y gracias a vos, que estás leyendo esto, por permitirte abrirte de los
ojos y ayudarte de alguna manera.
52

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Todos los derechos reservados.

Antes de leer esta guía........................................................................................ 7

Primer paso: Un café conmigo misma.........................................................12

Paso 2: La muerte y el renacimiento metafórico..................................... 17

Paso 3: Sanar antes de nacer.......................................................................... 22

Paso 6: Los Ataques de pánico - herramientas que curan...................40

Antes de leer esta guía

Antes de comenzar a leer y poner en práctica los ejercicios que se

1) Esta guía fue creada con base a mi experiencia y mi

2) Toda esta guía está escrita con el voceo y/o idioma

3) Debido a que yo no soy una profesional de la salud mental,

4) En esta guía me reﬁero a el género femenino y masculino

Dicho todo esto, espero que lo disfrutes…

está hecho desde mi corazón hacia el tuyo.

Te sentás en la cama, las lágrimas caen sin cesar, con respiración

Si te encontraste o te encontrás en esta situación, No voy a decirte

Conozco ese sentimiento tan bien que a veces me da dolor admitirlo.

Y es entendible que este sentimiento aparezca cuando soportamos

oscuridad parece contrastar perfectamente con nuestros

Y obviamente, que no querés estar así y seguramente estás

Sanarse, a diferencia de muchas guías y libros de ayuda, no es para

Y seamos sinceros, si ya estás sufriendo mientras sentís pena por

El tema no está en tomar la decisión de empezar a sanarse, sino en

¿Crees que mereces sanar?

- Te vas a volver a romper.

- Te vas a volver a sanar.

Porque la vida es eso, una constante y necesaria ruptura de nosotros

Es inútil creer que no vamos a volver a sufrir o que algunos

No se trata de creer que se superan, si no que se aprende a lidiar con

Lidiamos con los traumas, lidiamos con el dolor, no lo

Solucionar es una palabra, a mi parecer, da la sensación de ﬁnalizar

Creo que el pensamiento de creer que algo no se va, sino que

Pero volvamos al tema de sanarse.

Primer paso: Un café conmigo misma.

El primer paso para sanar, diría yo y en base a mi experiencia, sería

Y no una charla cualquiera, no una charla de vecinas, banal y vacía,

No te preocupes, te voy a dejar una pequeña guía para que empieces,

Otra aclaración importante:

Te recomiendo que lo hagas en un lugar tranquilo, quizás con

ANTES DE LEER LAS PREGUNTAS: Si sos una persona que convive

Dicho esto, aquí te dejo las preguntas:

2- ¿Por qué estás así?

3- ¿Quién o qué nos hizo tanto daño?

4- ¿Crees que tenemos solución?

5- ¿Crees que nos merecemos sanar?

6- ¿Crees que somos merecedores de una vida feliz? Sé sincero.

7- ¿Crees que merecemos recibir ayuda?

8- Si es que sí ¿A quién podemos acudir para pedir ayuda? Y si es que

9- ¿Realmente no merecemos recibir ayuda o es que tenemos miedo

10- ¿Qué nos da miedo de recibir ayuda?

11-¿Es un miedo basado en nuestros traumas o un medio con lógica?

Como dije antes, el proceso de sanación no es nada fácil, pero es

Sanar es conseguir herramientas que te van a ayudar a lidiar con

Sanar es crecer con tus traumas sin intentar ignorarlos.

"Uno no alcanza la iluminación fantaseando

Seguramente, esta conversación te toque hacerla varias veces, si te

Síntomas que podés llegar a experimentar después de este ejercicio:

Podés encontrar algunos números de conﬁanza al ﬁnal de ésta guía

Te recomiendo que luego del ejercicio, te crees algún documento de

Escribir ayuda a que los pensamientos se plasmen más en el papel y

Volvé después del tiempo que consideres sinceramente necesario,

Mientras tanto, te invito a contarme por e-mail, si lo deseas, como

el email es: bitacoradesanacion@ilayventura.com