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LEYENDA DE OROVILCA

Un nuboso atardecer, castigado por una persistente paraca, un apuesto mozuelo, montado en un
brioso caballo blanco llegó todo jadeante el cálido valle iqueño. En el corto recorrido que hizo para
conoser las bondades de esta tierra, llegó a conoser a una hermosa doncella llamada Florinda, hija
única de Domitila Pinillos, famosa bruja que poseía grandioso poder mágico.
Al pasar frente a su morada quedó fascinado ante la extraordinaria belleza de la joven y con una
cortesana hidalguía logra impactar sus ardientes deseos en el corazón de la tierna mujer.
Breve fué el diálogo con ella, pues, Domitila, pronto llegaría a casa y entonces todo sería tinieblas.
Después de este prometedor encuentro, contando segundo que le parecían siglos, pasó el
misterioso galán varios días sin ver a su amada.
Domitila, enterada de la presencia de este extraño personaje en la comarca, trató por todos los
medios de ocultar a su engreída hija, no queria que tenga contacto alguno con foráneos. El celo
por su estirpe hechicera era tan grande, así como también por el valioso tesoro que en su hija
guardaba.
Mientras tanto el romántico joven decide que Florinda sea la dueña de su corazón y para
conseguir su propósito resuelve raptar a la mozuela.
Fue una noche serena de plelilunio, mientras Domitila celebraba una sesión de brujería con sus
congéneres en la desolada pampa de los verjetes, cuando el intrépido mozo penetra sigiloso al
lugar oculto donde se encontraba su amada, ésta al verlo, lanzó un grito de espanto. Sabía que si
su madre los sorprendía, el castigo sería terrible pero, el ágil mancebo echó los brazos al débil
cuello de la núbil mujer embriagándola con sus caricias y, sin perder tiempo, la tomó entre sus
brazos huyendo con ella, montando en su garboso corcel, amparado por las sombras de la noche.
Embelesados con el leve fulgor de la luna, henchidos sus cándidos corazones de alegría, volaron
con dirección a Huacachina y, cuando estaban por salir de esos linderos iqueños, quedaron
convertidos, él en arenisco cerro y ella en laguna. Fue la hechicera madre que, montada en su
escoba dió rápido alcance a los fugitivos que, golpeándolos con su mágico objeto les contó la
huída.
En noches de luna llena, en romántico coloquio, sobre las verdosas aguasde esa laguna, dos
esplendorosos cisnes blancos aparecen arrullándose, dando muestra del más profundo y casto
amor.
Orovilca, viene de dos quechuas: orjo, cerro y willca sagrado. Lugar o cerro sagrado.
LEYENDA DEL BOSQUE DE PIEDRAS LOS FRAILES
La presencia de complejo megalítico de piedras tiene dos interpretaciones:
Primera hipótesis, se cree que hace mucho tiempo este lugar era un beaterio, donde se veían
entrar hermosas monjitas a rendir sus plegarias y oraciones, pero al pasar el tiempo se notó la
presencia de una nueva orden religiosa, todos ellos hombres altos, cubierto de negras sotanas,
acostumbraban llegar al lugar para postrarse en una profunda oración que duraban varios días,
hasta que un buen día fueron tentados por el demonio, las monjitas y los frailes, dieron paso al
pecado virginal.
Dios, señaló que no merecían su perdón y los petrificó en piedra, como producto de ese pecado
virginal, se encuentran piedras con extrañas formas que inducen a la imaginación.
Una segunda versión, señala que hace miles de años, en esta tierra de clima cálida, se asentaron
una colonia experimental de extraterrestres, una sociedad astrológica, con una misión muy
reservada, quienes quebrantaron sus principios doctrinarios y recibieron un ejemplar castigo,
como consecuencia fueron convertidos en piedra.
Frente a estos testimonios y usando nuestra agudeza visual, podemos encontrar estatuas de
Piedra como: elefante, tortuga, serpiente, roedor, camello, puma, iguana, sapos, una mujer
alumbrando un niño, el perfil de un hombre mirando el cosmos, entre otros.
Los bosques de Piedra, la importancia es por su relación con las extrañas formas que adquiere la
naturaleza, esto nos intriga, cuantos misterios hay en nuestro pasado.
LA ACHIRANA DEL INCA
La Achirana del inca, narra el sentimiento que inspiró una doncella en el implacable Pachacútec,
cuando éste dominara el valle de Ica sin mayor esfuerzo, dado que sus habitantes eran muy
pacíficos.
Recorriendo el territorio sometido, el Inca llegó hasta un desértico pago llamado Tate, cuya dueña
era una anciana que vivía acompañada de su bellísima hija, de quien Pachacútec quedó prendado
y dispuesto a conquistar. Si bien el territorio había sido fácil de dominar, no fue así el corazón de la
joven. Ella no se dejó deslumbrar por el rango de su pretendiente, pues amaba a un joven de su
comarca.
Conmovido por el desinterés y honestidad de la doncella, el inca quiso plasmar su admiración y
cariño concediéndole lo que ella pidiese. La joven arrodillada le suplicó agua para sus tierras que
morían de sed: "Siembra beneficios y tendrás cosechas de bendiciones"- le dijo besando su manto.
Pachacútec prosiguió su camino triunfal en su anda de oro, pero sus cuarenta mil hombres se
quedaron diez días para ejecutar su promesa: Abrir el cauce que llevaría agua a los pagos de esa
región iqueña. Aquella achorana quedaría como un homenaje al sentimiento de un poderoso
soberano doblegado por una doncella.
LEYENDA DEL CERRO SARAJA
Leyenda del Cerro Saraja; se cuenta que en la ciudad de ica vivía una familia apurimeña,
conformada por Orco wajcha pastor de tarucas, su mujer pankataya, y walli Sumac, niña huérfana
que la pareja adopto para que los sirvieran en todo.
Como la cosecha de maíz no abastecía el consumo diario, Orco se dedicó al arriaje y a la niña le
enviaba por frutos del lugar o por leña para cocinar. Un día, la niña buscando leña, llego hasta el
enorme cerro de arena, observo una hermosa laguna de aguas frescas y cristalinas, se acercó a
refrescarse, cuando vio a una bella mujer con voz dulce con quien tuvo una breve conversación,
contándole sus penurias. La dama la consoló y le entrego unas mazorcas de maíz y le aconsejo: “SI
CUMPLES CON TODOS TUS DEBERES Y TE PORTAS BIEN, ESTAS SE CONVERTIRÁN EN ORO”.
Indicándole que al llegar a casa guarde las mazorcas donde nadie las vea y a los cinco días se
convertirán en oro.
Efectivamente se habían convertido en oro. Como toda niña inocente corrió a contarle a
pankatalla. Ellos, cuando finalmente malgastaron todo el oro, sin darle nada a la niña, obligaron a
la bondadosa Walli Sumac que fuera por más. La niña temerosa regreso a saraja y contó a la dama
encantada, la causa de su regreso, Indico a la niña, que le diga a sus tutores: “QUE VENGAN A LA
MEDIA NOCHE DE LA PRÓXIMA LUNA LLENA, QUE EL CERRO SE ABRIRÁ Y ELLOS PODRÁN SACAR
RIQUEZAS”, Pero la niña debía quedar afuera.
Finalmente un 17 de mayo, noche de luna llena, fueron a saraja. Al llegar el cerro se abrió
estrepitosamente, se veían montones de oro y cruzaron el cerro. Apenas hicieron esto, se ollo un
estruendo y salio un ser monstruoso, ordenandoles a sus engendros que los encerraran, los
ambiciosos quedaron sepultados por el encanto de saraja.
LEYENDA DE LA LAGUNA LA HUEGA.
A pocos kilómetros de Ica, vivía una hermosa mujer muy hermosa, que siempre se veía en su
espejo. Cierta vez un caminante se perdió en su ruta así y encontró a aquella mujer, fue bajando
entre los cerros hasta las palmeras para preguntarle que hacía en ese lugar tan sola y ella se
asustó, ella como nunca vio a ninguna persona; tanto fue el miedo que empezó a correr y se cayó
el espejo y se convirtió en la Laguna de la Huega.
Ica es una ciudad del centro sur del Perú, capital del Departamento de Ica, situada en el estrecho
valle que forma el río Ica, entre el Gran Tablazo de Ica y las laderas occidentales de la Cordillera de
los Andes.

En épocas remotas Dios envió un monstruo diabólico para que devorara a todas las personas
perversas de este lugar. Tal monstruo, seguido de otros menos bravos, salió del mar haciendo
estruendo y convirtiendo en arena y polvo todo lo que encontraba a su paso. Así fue como quedo
transformado en pampa desolada e inhóspita la mayor parte del terreno comprendido entre el
mar y los contrafuertes andinos. El pánico fue intenso en toda esta región. Hombres, mujeres y
niños lloraban desesperadamente al contemplar tan terrible castigo divino. Fue entonces cuando
todos se reunieron para pedir clemencia y piedad a Dios. Oraron día y noche, y con palabras
entrecortadas por el llanto decían: Señor misericordioso, suspende el castigo. Te prometemos
cumplir con tus leyes, seremos obedientes, jamás volveremos a pecar, piedad, señor, piedad. No
abandones a tus hijos. Te pedimos perdón. Ya se oían cercanos los rugidos del monstruo. De
pronto la tierra tembló. Se oyeron truenos y del cielo se desprendieron potentes rayos que se
incrustaron en el cuerpo del horrible animal, dejándolo inerte para siempre. Lo mismo sucedió con
los otros monstruos, pues, poco a poco fueron convirtiéndose en cerros. Que son los que
actualmente están esparcidos por toda la pampa. El destinado al destruir el valle de Ica es que el
hoy se conoce con el nombre de cerro prieto. Pero antes de morir, los monstruos clamaron al rey
de los infiernos para que se apoderara de los restos de ellos y castigara a quienes habían causado
su destrucción. Desde entonces el demonio vive allí y es dueño de los cerros procurando hacer
todo el daño posible al género humano. En este cerro había gran número de seres malignos que
salía de noche, en carretas a rondar sus dominios, en ciertos días se oían gritos, lamentaciones,
ruidos extraños y retumbar de tambores y redoblantes. Todo esto sucedía en tiempos pasados,
pero actualmente no, porque las cruces colocadas sobre la cumbre y las bendiciones hechas por
los sacerdotes de cristo han ahuyentado a los seres perversos y malignos que se habían apoderado
de las cumbres y laderas del cerro.

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