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INTRODUCCIÓN A LA
EPIDEMIOLOGÍA GENERAL
Conceptualizaciones, Aplicaciones y
Medidas Epidemiológicas.
Objetivos de la Unidad:
Índice Temático:
Casi todos los autores coinciden en señalar a la epidemiología como una disciplina
científica e interdisciplinaria. Algunos remarcan sus aspectos ecológicos, otros los
demográficos, los más sociológicos. En el siglo XX la Epidemiología comienza a definir su
objeto, su campo de acción; aunque ya a principios del siglo XIX van apareciendo los
elementos que permitieron definir concretamente, qué es?, cómo es? y para que es? la
Epidemiología.
Sucede con la epidemiología, así como con muchas otras disciplinas, que resulta difícil
proponer una única definición que permitas dar cuenta de toda la complejidad de este
campo de estudio. Es por eso que postulan diferentes definiciones de epidemiología.
Etimológicamente, la Epidemiología es una ciencia que trata acerca ("epi"), del estudio
("logos") de las poblaciones ("demos"). Inicialmente su objeto de estudio eran las
enfermedades infecciosas y de éstas las de mayor contagiosidad (epidemias).
Posteriormente, sin embargo, también se estudiaron otras patologías no infecciosas, tales
como las enfermedades carenciales (fundamentalmente, el escorbuto, la pelagra y el
raquitismo). Actualmente su centro de atención son las enfermedades neoplásicas, los
accidentes, las enfermedades mentales y las enfermedades cardiovasculares.
Como podrá verse, la definición de Epidemiología ha ido cambiando al mismo tiempo que
se han ido modificando los conocimientos sobre la relación existente entre la salud y la
enfermedad. De hecho también el concepto de salud-enfermedad ha ido variando
históricamente.
A medida que se ha ido logrando mayor control sobre las epidemias y se ha aumentado
la expectativa de vida de las poblaciones, el interés se fue desplazando de las
enfermedades infecciosas a las enfermedades crónicas y se tiende a pasar de los
estudios basados en la observación, con escaso tratamiento estadístico de los datos, a
estudios, en su mayoría experimentales, con sofisticados modelos de análisis
estadísticos.
A partir de los datos expuestos en el informe de la OPS sobre Salud en las Américas de
2007 puede decirse que las afecciones y trastornos no transmisibles, muchos de ellos
relacionados entre sí, de mayor relevancia y repercusión sobre la situación de salud son:
Las Enfermedades del aparato circulatorio en conjunto representan más del 30% del
total de defunciones en Argentina, el porcentaje más alto entre las causas principales de
mortalidad en el país. En ese grupo, la insuficiencia cardíaca y la cardiopatía isquémica
son las más importantes.
Las neoplasias malignas son responsables de una quinta parte de las defunciones. Los
cánceres de los pulmones y de colon son los que mayor mortalidad provocan dentro de
este grupo.
del área central del país, entre 22,4% y 30,8% de las personas mayores de 20 años eran
obesas, y entre 6,5 % y 7,7% de ellas tenían diabetes mellitus.
Los problemas de salud mental afectan tanto a los jóvenes como a los ancianos, si bien
en forma diferente. La depresión, la violencia y el alcoholismo son problemáticas que
demandan crecientemente la atención del sistema sanitario y que requiere de políticas
estrategias y recursos, que en muchos casos no están disponibles. La ebriedad, la
dependencia del alcohol y el daño biológico provocados por el consumo de bebidas
alcohólicas acarrean consecuencias sociales y para la salud a largo plazo. Nuestro país
carece de información estadística actualizada sobre esta problemática aunque como
referencia, puede citarse que la carga de morbilidad por el consumo de alcohol en la
Región de la Américas es tan considerable que sobrepasa los porcentajes mundiales:
4,8% de las defunciones y 9,7% de los AVAD en el año 2000 (en comparación con 3,2%
y 4,0% en todo el mundo, respectivamente) son atribuibles al consumo de alcohol, y la
mayor parte corresponde a América Central y América del Sur.
La violencia es otro de los problemas de salud pública que registra una frecuencia
creciente y afecta especialmente a las mujeres y niños.
Como se muestra en el cuadro 1, las tasas ajustadas por edad de mortalidad por
enfermedades transmisibles y no transmisibles en Argentina, indican diferentes niveles de
riesgo de mortalidad, reflejando un claro predominio de la mortalidad por no
transmisibles.
No obstante la tendencia general que marca el incremento del peso relativo de las
enfermedades y los trastornos no transmisibles, el perfil epidemiológico presenta
diferencias significativas entre las diferentes subregiones y provincias del país,
persistiendo en la mayoría y especialmente en las del norte, problemas de salud
atribuibles a la pobreza, enfermedades infectocontagiosas (diarreas, parasitosis) anemias
carenciales, desnutrición, entre otras.
Así en Argentina, como en América Latina, se observa una situación de salud de gran
heterogeneidad caracterizada por la alta incidencia simultánea de enfermedades
transmisibles y no trasmisibles más el resurgimiento de algunas enfermedades
infecciosas que parecían controladas; configurando lo que se ha denominado una
“polarización epidemiológica”, fenómeno que no solo se da entre los países, sino dentro
de ellos en distintas zonas geográficas y entre las diversas clases sociales.
• Protección del ser humano mejorando las condiciones del medio (saneamiento,
higiene), incrementando la resistencia del huésped (inmunización).
A modo de síntesis puede decirse que dentro del recorrido histórico de las aplicaciones
de la epidemiología los primeros estudios trataban de aplicar métodos preventivos,
intervenciones preventivas y de promoción de salud. Luego se desarrollo la epidemiología
clínica que aplicaba los métodos epidemiológicos para ayudar a decidir la mejor conducta
con un paciente en particular. Posteriormente cobró interés el estado de salud de las
poblaciones con lo que se dedico a desarrollar programas sanitarios de prioridad para la
prevención y atención de la salud (epidemiología ambiental y ocupacional). Más
recientemente la orientación de los estudios se dirige a investigar y actuar sobre los
determinantes sociales del proceso salud y enfermedad así como también a la evaluación
de la efectividad y eficacia de los servicios de salud.
También se destaca que a la epidemiología le cabe el rol de identificar las prioridades del
sistema de atención sanitaria, motivando el interés por lo colectivo y estimulando en los
responsables de gestión, profesionales y trabajadores de la salud y en la comunidad la
conciencia de promover mejoras en los servicios de salud para hacerlos más eficaces,
eficientes y equitativos para la población.
Para medir es necesario seguir un proceso que consiste, en breves palabras, en el paso
de una entidad teórica a una escala conceptual y, posteriormente, a una escala operativa.
En general, los pasos que se siguen durante la medición son los siguientes:
a) se delimita la parte del evento que se medirá,
b) se selecciona la escala con la que se medirá,
c) se compara el atributo medido con la escala y,
d) finalmente, se emite un juicio de valor acerca de los resultados de la comparación.
Concepto de variable
Las variables pueden definirse como aquellos atributos o características de los eventos,
de las personas o de los grupos de estudio que cambian de una situación a otra o de un
tiempo a otro y que, por lo tanto, pueden tomar diversos valores. Para su estudio es
necesario medirlas en el objeto investigado, y es en el marco del problema y de las
hipótesis planteadas donde adquieren el carácter de variables.
De acuerdo con la relación que guardan unas con otras, las variables se clasifican
en independientes (o variables explicativas) y dependientes (o variables respuesta).
Cuando se supone que una variable produce un cambio en otra, se considera a la
primera como independiente (o causa) y a la segunda como dependiente (o efecto). En
los estudios epidemiológicos la enfermedad o evento es por lo general la variable
dependiente y los factores que determinan su aparición, magnitud y distribución son las
variables independientes, o de exposición. No obstante, el concepto de dependencia e
independencia es contextual, es decir, obedece al modelo teórico planteado. Una vez que
se han identificado las variables el investigador debe definirlas de manera operativa,
especificando el método y la escala con las cuales llevará a cabo su medición.
El uso de variables permite a la epidemiología la elaboración de modelos descriptivos,
explicativos y predictivos sobre la dinámica de la salud poblacional.
En los modelos más sencillos (por ejemplo, en los modelos en los que se considera una
sola exposición y un solo daño o evento) las variables generalmente se expresan en
tablas simples de dos categorías mutuamente excluyentes (llamadas dicotómicas),
representadas por la ausencia y la presencia de la exposición y la ausencia y la presencia
del evento. Al combinar ambas categorías se forma una tabla con dos filas y dos
columnas, conocida como tabla tetracórica o tabla de 2 por 2. Cuando, en cambio,
existen más de dos categorías de exposición, o varias formas de clasificar el evento, esta
relación se expresa en tablas de varias columnas y varias celdas.
Cualitativas: nos dice si la persona posee o no el atributo. Ej. Sexo, lugar de residencia,
etc.
Cuantitativas: las características del atributo puede ser medida. Ej. Edad.
Escala nominal
La medición de carácter nominal consiste simplemente en clasificar las observaciones en
categorías diferentes con base en la presencia o ausencia de cierta cualidad.
De acuerdo con el número de categorías resultantes, las variables se clasifican en
dicotómicas (dos categorías) o politómicas (más de dos categorías). En las escalas
nominales no es posible establecer un orden de grado como mejor o peor, superior o
inferior, o más o menos. La asignación de códigos numéricos a las categorías se hace
con el único fin de diferenciar unas de otras y no tienen interpretación en lo que se refiere
al orden o magnitud del atributo. Como ejemplos de este tipo de medición en la
investigación epidemiológica se pueden mencionar el sexo (masculino “0”, femenino “1”),
el estado civil (soltero, casado, viudo, divorciado), la exposición o no a un factor X, y el
lugar de nacimiento, entre otras.
Escala ordinal
En contraste con las escalas nominales, en este tipo de medición las observaciones se
clasifican y ordenan por categorías según el grado en que los objetos o eventos
poseen una determinada característica. Por ejemplo, se puede clasificar a las
personas con respecto al grado de una enfermedad en leve, moderado o severo. Si se
llega a utilizar números en este tipo de escalas su única significación consiste en indicar
la posición de las distintas categorías de la serie y no la magnitud de la diferencia entre
las categorías. Para la variable antes mencionada, por ejemplo, sabemos que existe una
diferencia de grado entre leve y severo, pero no es posible establecer con exactitud la
magnitud de la diferencia en las enfermedades de una u otra personas.
Las numéricas son las únicas que permiten cálculos como la media aritmética, la
desviación estándar y las pruebas de significancia estadística Z y t.
Medidas de dispersión:
La amplitud o rango es la distancia entre el valor máximo y mínimo.
La varianza es la suma de los cuadrados de las diferencias entre cada una de las
observaciones individuales y la media, menos 1.
La desviación estándar DS: es la raíz cuadrada de la varianza.
Se llama percentil al punto de la distribución de valores por encima y por debajo del cual
se sitúa un determinado tanto por ciento del grupo, los más frecuentemente utilizados son
los cuartiles y los deciles.
Dentro del concepto genérico de cifras o frecuencias relativas se incluyen varios términos
(razones, proporciones, tasas, índices, coeficientes, entre otras) a las que se les asigna,
según los diferentes autores, distintos significados. A continuación resumimos las más
frecuentemente utilizadas en el campo de la salud pública y la gestión de los servicios de
salud:
Razones:
Las razones pueden definirse como magnitudes que expresan la relación aritmética
(números) existente entre dos eventos. Las dos cantidades que se relacionan no están
contenidas una dentro de la otra.
Las razones son medidas muy útiles para la construcción de indicadores de gestión de
los servicios de salud, ya que también permiten relacionar dos eventos que sean de
nuestro interés vincular, como por ejemplo el número de consultas e internaciones que
ocurren en la población que asiste a un centro hospitalario y que relacionados constituyen
un indicador de la capacidad de respuesta o de resolución de la atención ambulatoria de
dicho establecimiento. Este indicador se puede construir del siguiente modo
Proporciones
Las proporciones son medidas que expresan la frecuencia con la que ocurre un evento
en relación con la población total en la cual éste puede ocurrir. Esta medida se calcula
dividiendo el número de eventos ocurridos entre la población en la que ocurrieron.
Como cada elemento de la población puede contribuir únicamente con un evento es
lógico que al ser el numerador (el volumen de eventos) una parte del denominador
(población en la que se presentaron los eventos) aquel nunca pueda ser más grande que
éste.
Por ejemplo, si en un año se presentan tres mil muertes en una población compuesta por
cien mil personas, la proporción anual de muertes en esa población será:
3.000 muertes
100.000 personas
Tasas
De modo que las tasas son las cifras relativas que al relacionar el evento ocurrido con la
población en la que aconteció (expuesta) posibilitan medir la probabilidad o riesgo de
que el evento medido ocurra. Así las tasas se constituyen en el mejor indicador para
comparaciones en epidemiología.
Las tasas se construyen del siguiente modo:
a. en el numerador debe incluirse: el número de eventos ocurridos durante un periodo
de tiempo (mes, año) y en un lugar (área geográfica) determinado.
b. el denominador corresponde a la población expuesta al riesgo de ese evento durante
el mismo periodo de tiempo y en un lugar.
Dado que muy frecuentemente el número de eventos es muy inferior al de la población
las tasas se expresan generalmente multiplicando el resultado obtenido por una potencia
de 10 (100, 1.000, 10.000, 100.000) con el fin de facilitar su lectura y permitir rápidamente
su comparación con otras tasas. A la potencia de 10 utilizada se le denomina factor de
amplificación (FA).
Ejemplo:
Nº de Asmáticos residentes en la ciudad de Posadas, año 2007
------------------------------------------------------------------------------ x 1.000
Nº de habitantes residentes en la ciudad de Posadas, año 2007.
Tipos de tasas:
• De acuerdo a la naturaleza del evento (numerador) pueden ser de natalidad,
morbilidad, mortalidad, letalidad. Se desarrollan en el apartado siguiente.
Las principales fuentes de información de morbilidad son los datos hospitalarios y los
registros de enfermedad. Sin embargo, debido a las limitaciones de estos registros, los
estudios epidemiológicos se basan en información obtenida mediante métodos de
detección especialmente diseñados para ello.
La enfermedad puede medirse en términos de prevalencia o de incidencia.
Prevalencia
La prevalencia se refiere al número de individuos que, en relación con la población total,
padecen una enfermedad determinada en un momento específico. Debido a que un
individuo sólo puede encontrarse sano o enfermo con respecto a cualquier enfermedad,
Incidencia
La incidencia, por su parte, expresa el volumen de casos nuevos que aparecen en un
periodo determinado, así como la velocidad con la que lo hacen; es decir, expresa la
probabilidad y la velocidad con la que los individuos de una población determinada
desarrollarán una enfermedad durante cierto periodo.
En los estudios epidemiológicos en los que el propósito es la investigación causal o la
evaluación de medidas preventivas, el interés está dirigido a la medición del flujo que
se establece entre la salud y la enfermedad, es decir, a la aparición de casos nuevos.
Incidencia acumulada.
La incidencia acumulada (IA) se puede definir como la probabilidad de desarrollar el
evento, es decir, la proporción de individuos de una población que, en teoría,
desarrollarían una enfermedad si todos sus miembros fuesen susceptibles a ella y
ninguno falleciese a causa de otras enfermedades.
También se ha definido simplemente como la probabilidad, o riesgo medio de los
miembros de una población, de contraer una enfermedad en un periodo específico.
Las cifras obtenidas mediante el cálculo de la IA son relativamente fáciles de interpretar y
proporcionan una medida sumamente útil para comparar los diferentes riesgos de
distintas poblaciones. Para calcular la IA en el numerador se coloca el número de
personas que desarrollan la enfermedad durante el periodo de estudio (llamados casos
nuevos) y en el denominador el número de individuos libres de la enfermedad al
comienzo del periodo y que, por tanto, estaban en riesgo de padecerla.
Su fórmula es la siguiente:
Indicadores de Mortalidad
a) Bruta o general y
b) Específica.
Mortalidad específica
Cuando existen razones para suponer que la mortalidad puede variar entre los distintos
subgrupos de la población ésta se divide para su estudio. Cada una de las medidas
obtenidas de esta manera adopta su nombre según la fracción poblacional que se
reporte.
Por ejemplo, si las tasas de mortalidad se calculan para los diferentes grupos de edad,
serán denominadas tasas de mortalidad por edad. De la misma manera pueden
calcularse la mortalidad por sexo, por causa específica, etcétera.
Las tasas de mortalidad específica (TME) por edad y sexo se calculan de la siguiente
forma:
total de muertes en un grupo de edad y sexo específicos de la población durante un periodo dado
población total estimada del mismo grupo de edad y sexo en el mismo periodo
Tasa de letalidad.
La letalidad es una medida de la gravedad de una enfermedad considerada desde el
punto de vista poblacional, y se define como la proporción de casos de una enfermedad
que resultan mortales con respecto al total de casos en un periodo especificado.
La medida indica la importancia de la enfermedad en términos de su capacidad para
producir la muerte, es decir es un indicador de la severidad o gravedad de la enfermedad.
Se calcula de la manera siguiente:
TL = número de muertes por una enfermedad en un periodo determinado
número de casos diagnosticados de la misma enfermedad en el mismo periodo
Las medidas de asociación son indicadores epidemiológicos que evalúan la fuerza con la
que una determinada enfermedad o evento de salud (que se presume como efecto) se
asocia con un determinado factor (que se presume como su causa).
Epidemiológicamente, las medidas de asociación son comparaciones de incidencias: la
incidencia de la enfermedad en las personas que se expusieron al factor estudiado (o
incidencia entre los expuestos) contra la incidencia de la enfermedad en las personas que
no se expusieron al factor estudiado (o incidencia entre los no expuestos).
Estadísticamente, lo que estos indicadores miden es la magnitud de la diferencia
observada.
Debido a que las medidas de asociación establecen la fuerza con la que la exposición se
asocia a la enfermedad, bajo ciertas circunstancias estas medidas permiten realizar
inferencias causales, especialmente cuando se pueden evaluar mediante una función
estadística. En este documento se abordará el cálculo de medidas de asociación para
variables dicotómicas.
Las medidas de asociación más sólidas se calculan utilizando la incidencia, ya que
esta medida de frecuencia nos permite establecer, sin ninguna duda, que el efecto (el
evento o enfermedad) es posterior a la causa (la exposición). En estos casos, se dice,
existe una correcta relación temporal entre la causa y el efecto. Empero, en los estudios
en los que no existe suficiente información para calcular la incidencia (como las
encuestas transversales y la mayoría de los estudios de casos) no es posible calcular la
incidencia.
OR = axd / cxb
Al igual que en las medidas anteriores, esta fórmula expresa el caso más sencillo, cuando
la exposición y la enfermedad se reportan simplemente como presentes o ausentes.
El resultado se interpreta de la misma forma que en el resto de las medidas de razón.
Cuando la OR tiene un valor de 1 (o nulo), el comportamiento del factor es indiferente; si
el valor es superior a 1, el factor puede considerarse como de riesgo, y si es inferior a 1
es valorado como factor protector.
7. Medidas de impacto
RAP = Ip - Io
donde:
Cuando se conoce las tasas de los expuestos (Ie) y las de los no expuestos (Io) y la
proporción de expuestos en la población (p), el RAP puede ser también calculado como:
RAP = p (Ie – Io)
Responde a la pregunta:
RAP% = Ip – Io x 100
Ip
- Tasa incidencia en secretarias de atención al público = 14,5 por cada 100 funcionarias
- Tasa incidencia resto del personal sin actividades de atención al público = 8,5 por cada
100 funcionarias.
- Tasa de incidencia en todo el personal femenino = 9,6 por cada 100 funcionarias.
Asumiendo una relación causal entre el factor (trabajo de secretaría) y el daño (cefalea
tensional) se tiene:
a) Riesgo Atribuible:
Este último valor nos indica la proporción de riesgo de cefalea tensional existente que
resulta de la actividad de secretaria en atención al público en la población de funcionarias
de una organización de salud. Si se contara con alguna medida preventiva eficaz que
lograra controlar el riesgo particular de estas secretarias, modificando las condiciones de
trabajo y medidas preventivas individuales, podría reducirse en un 11.4% la ocurrencia
del problema, de ser posible la remoción del factor.
Bibliografía de Consulta
- Beaglehole R., Bonita R., Kjellstromt T.: Epidemiología Básica. OPS. Publicación
Científica Nº 551, 2º Edición.
- De Almeida N. F.: Epidemiología sin Números. OPS. Serie Paltex Nº 28, 1992.
- Guerrero R. V., Gonzalez C. L., Medina E. L.: Epidemiología. México. Addison - Wesley
Iberoamericana, 1986.