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Clinicamente se observa una fistula a nivel de donde posiblemente se ocupaba por el apice

del canino ausente.

Interpretación Rx: se observa Radiopacidad a nivel del ápice del diente #7.

Se pudo haber formado por el canino ausente, el cual pudo haber sido el causante de dicho
absceso periapical y ese absceso dreno formando la fístula y ahora luego de la extracción del
diente ya que la fistula no fue tratada sigue drenando y es posible que el cuadro infeccioso que
presenta el lateral haya hecho contacto con esa fístula.

Fístula

Es una consecuencia del proceso supurativo de un


absceso periapical crónico. La fístula es un canal
anormal que se origina o termina en una abertura que
puede ser intraoral o extraoral, es una comunicación
patológica entre la superficie cutánea de la cara y la
cavidad oral. 

Una fístula es por definición, la abertura en mucosa o


piel de una vía de drenaje que el propio organismo
crea, para permitir la salida de material purulento hacia
el medio externo y permitir el drenaje natural de un
absceso.

En general, un absceso periapical en el diente se produce como resultado de caries


dentales no tratadas, una lesión o un arreglo dental anterior, el cual pudo ser insatisfatorio.

El absceso dental es tratado drenándolo y eliminando la infección. Es posible que puedan


salvar el diente con un tratamiento de conducto pero, en algunos casos, es posible que se
deba extraer el diente. Teniendo muy en cuenta que dejar un absceso dental sin tratar puede
provocar complicaciones graves e incluso, potencialmente mortales ya que el mismo se
puede diseminarse.

Causas

Un absceso dental periapical ocurre cuando las bacterias invaden la pulpa dental, la parte
más profunda del diente que contiene vasos sanguíneos, nervios y tejido conjuntivo.
Las bacterias pueden ingresar a través de una caries, por una grieta o fractura en el diente y
se extienden hasta llegar a la raíz. La infección bacteriana puede provocar hinchazón e
inflamación en la punta de la raíz.

El organismo reacciona ante esta infección con un aumento del número de glóbulos
blancos (leucocitos). Entonces se presenta la pus es la acumulación de glóbulos blancos
(leucocitos), tejido muerto y bacterias.

A veces, el pus de una infección dental suele diseminarse desde el extremo de la raíz, a
través del hueso, hacia las encías y de modo que estas se hinchan en la proximidad de la
raíz dental. La hinchazón producida por el pus suele provocar un dolor intenso y
constante, que puede empeorar al masticar.

Hablando de su Tratamiento

La literatura expone dos tipos de drenaje, se recomienda realizar los dos tipos de
tratamientos los cuales se enfocan en el drenaje del proceso infeccioso, eliminando la
colección purulenta existente a través del conducto de la pieza dentaria o de lo contrario si
no existe drenaje por dicha vía, se procede a realizar una pequeña incisión, el drenaje
quirúrgico y desbridamiento de la zona (es la eliminación del tejido muerto, dañado o
infectado para mejorar la salubridad del tejido restante).

Teniendo en cuenta que se debe confirmar el diagnostico e identifica el diente afectado a


través de exámenes clínicos y radiográficos. Procedemos entonces al tartamiento.

Durante el tratamiento endodontico particular eliminando la colección purulenta existente,


en algunos casos una vez perforada la cámara pulpar comienza el drenaje de exudado
purulento, ahora bien, si esto no sucede se recomienda limpiar la cámara pulpar y los
conductos radiculares utilizando aislamiento absoluto e instrumentación endodóntica,
estableciendo longitud trabajo con instrumentos finos, acompañado de irrigación con
Hipoclorito de Sodio al 5% (presenta una acción disolvente sobre el tejido necrótico y
restos orgánicos, además de ser un potente agente antimicrobiano), y muy importante la
aspiración constante.

Como mencione anteriormente como se pudo haber formado por el canino ausente el cual
pudo haber sido el causante de dicho absceso periapical y ese absceso dreno formando la
fístula y ahora luego de la extracción del diente ya que la fistula no fue tratada sigue drenando
y es posible que el cuadro infeccioso que presenta el lateral haya hecho contacto con esa
fístula.
El tratamiento más recomendable es endodoncia y cirugía. Ya que según la literatura en la
parte quirúrgica gracias a la incisión a base de anestesia topica, la incision se realiza
durante el procedimiento permitiendo liberar el exudado purulento, disminuyendo la
presión de los tejidos evitando su diseminación y permitiendo desbridar la zona
cuidadosamente (es la eliminación del tejido muerto, dañado o infectado para mejorar la
salubridad del tejido restante) e introducir un instrumento que pueda eliminar los posibles
tabiques fibrosos que puedan impedir el paso del pus, siendo un procedimiento con un alto
índice de éxito. En cambio, la endodoncia por si sola no suele ser siempre efectiva, ya que
no en todos los casos elimina la colección purulenta existente a través de los conductos de
la raíz dentaria o almenos no en su totalidad o simplemente no existe drenaje por dicha vía.

Complicaciones

Un absceso dental no se va sin tratamiento. Si el absceso revienta, el dolor puede disminuir


considerablemente, pero aun así necesitas tratamiento dental. Si no se drena el líquido del
absceso, la infección puede extenderse a la mandíbula y a otras áreas de la cabeza y el
cuello. Incluso podrías tener sepsis, una infección potencialmente mortal que se extiende
por todo el cuerpo.

Si el sistema inmunitario esta debilitado y no te haces tratar un absceso dental, el riesgo de


una infección generalizada aumenta todavía más.

Es importante considerar antes de cualquier tratamiento la gran variedad de


antimicrobianos sistémicos que deben ser utilizados y que han sido mencionados en la
literatura para usar en infecciones odontogénicas en donde destacan: amoxicilina,
amoxicilina/ácido clavulánico, cefalosporinas, doxiciclina, metronidazol, clindamicina y
macrólidos como la claritromicina y azitromicina. Sin embargo, se realizó un estudio que
evaluaba la eficacia de los antibióticos más usuales frente a los cinco microorganismos más
frecuentemente aislados en las infecciones odontógenicas basándose en criterios
farmacocinéticos y farmacodinámicos con distintas pautas posológicas. La literatura
recomienda realizar el tratamiento farmacológico como coadyuvante en la utilización del
drenaje. Además se demostró que el antibiótico de uso común que ha obtenido mayor
sensibilidad y menor resistencia ha sido la amoxicilina en combinación con ácido
clavulánico seguido de la amoxicilina. Se concluyó que los antibióticos de elección serían:
Amoxicilina- clavulánico a dosis de 500 mg-125mg/8 h, por ser la mínima dosis eficaz de
amoxicilina, o 875 mg- 125 mg/12 h por ser mayor el intervalo de dosificación; y
Clindamicina administrando 300 mg/6 h, como dosis mínima eficaz.

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