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Una Mirada en Detalle: Desafıos e Innovaciones en

Terapia Familiar Alrededor del Mundo


JANINE ROBERTS*,#
KHAWLA ABU-BAKER†
CRISTINA DIEZ FERNANDEZ‡
NELLY CHONG GARCIA§
GLENDA FREDMAN¶
HUGO KAMYA**
YOLANDA MARTIN HIGARZA‡
JACQUELINE FORTES DE LEFF††
PHILIP MESSENT‡‡,¶¶
SHIN-ICHI NAKAMURA***
FATMA TORUN REID†††
TIMOTHY SIM‡‡‡
CHITRA SUBRAHMANIAN§§§
ROXANA ZEVALLOS VEGA§

Terapeutas familiares de diez paıses diferentes (China, India, Israel –incluidos los
1
ciudadanos palestinos–, Jap on, Mexico, Per
u, Espa~na, Turquıa, Uganda y Reino Unido)
describen la situacion de la terapia sistemica en sus contextos, el trabajo innovador y los
desafıos actuales. Los autores y autoras subrayan la importancia de que la terapia familiar
continue trascendiendo las disciplinas, el poder de las ideas sistemicas en entornos e insti-
tuciones muy diversos (tales como tribunales de justicia, proyectos relacionados con VIH y
el trabajo con personas exiliadas), las iniciativas nuevas y a gran escala en salud
mental (como en Turquıa y en India), ası como la variedad de revistas de terapia familiar

*Profesora Em erita, University of Massachusetts, Amherst, MA.



Al-Qasimi Academia y Emek Yezreel Academic College, Akko, Israel.

Centro Genos de Terapia Familiar, Oviedo, Espa~ na.
§
Instituto Familiar Sistemico de Lima, Lima, Per u.

Hunter Street Health Centre, Londres, R.U.
**School of Social Work, Simmons College, Boston, MA.
††
Pr
actica privada, Cuidad de Mexico, Mexico.
‡‡
East London NHS Foundation Trust, Londres, R.U.
¶¶
Psychology Department, Camden and Islington Mental Health NHS Foundation Trust, Londres, R.U.
***Instituto de Psicoterapia Nakamura, Tokyo, Japon.
†††
Centro AS ß AM de Orientacion Psicologica, Desarrollo Infantil y Familiar, Estanbul, Turquıa.
‡‡‡
Departamento de Ciencias Sociales Aplicadas, Universidad Politecnica de Hong Kong, Hong Kong, Hong
Kong.
§§§
Psicologıa y Orientacion, Webster University, Ginebra, Suiza.
La correspondencia en relaci on a este artıculo debe dirigirse a Janine Roberts, University of Massachu-
setts, Amherst, PO Box 277, Leverett, MA 01054. E-mail: janine@educ.umass.edu.
#
Los nombres de las y los autores est an ordenados alfab eticamente por apellido, excepto en el caso de
Janine Roberts, quien solicito y edit
o todas las secciones, y escribio tambi
en la introduccion y las conclusi-
ones.
1
Las secciones se presentan en orden alfab etico por paıs (de acuerdo al nombre en ingl es, N. de la T.).
Desgraciadamente por limitaciones de espacio los artıculos se limitaron a diez. Los autores que participa-
ron en este artıculo son personas que amablemente respondieron a mi petici on inicial de escribir acerca de
sus paıses y consiguieron destinar tiempo a esta tarea dentro de sus apretadas agendas. Muchas gracias a
todos y cada uno de ellos y ellas, y a Noel Slesinger por su oportuna y minuciosa ayuda con la traducci on,
las referencias y la edici
on.

1
Family Process, Vol. 53, No. 3, 2014 © 2014 FPI, Inc.
doi: 10.1111/famp.12093
2 / FAMILY PROCESS

disponibles (cuatro solo en Espa~na). Numerosos grupos de terapia familiar est an colabor-
ando en diferentes organizaciones (especialmente en Asia). El artıculo presenta adem as
otras ideas para establecer vınculos, tales como un centro de intercambio de informacion
para realizar traducciones asequibles de artıculos de terapia familiar a otros idiomas.

Palabras clave: Terapia Familiar; Terapia Familiar Internacional

Fam Proc 53:1–36, 2014

E n cada una de las siguientes diez secciones autoras y autores explican algunas formas
en que la terapia familiar contin
Nakamura describe que la Asociaci
ua su tradicion de prosperar en diferentes disciplinas.
on Japonesa de Terapia Familiar tiene 1.000 miemb-
ros, entre los que se cuentan abogados(as), profesoras(es), personal de enfermerıa y enc-
argados de libertad provisional. Sim destaca que en China se est a haciendo un gran
esfuerzo para capacitar a los trabajadores sociales como terapeutas familiares (al igual
que en otros lugares de Asia; v ease Sim, 2010) y Abu-Baker describe que en Israel la
mayor parte de la formaci on en terapia familiar siempre se ha impartido en los programas
de trabajo social. En Per u, donde existen escasas redes de apoyo formales para los clientes,
Chong y Zevallos relatan c omo desarrollan dichas redes los terapeutas, haciendo un tra-
bajo conjunto con sacerdotes, m edicos(as) y nutricionistas. Resulta m as fundamental que
nunca que las revistas, organizaciones profesionales, programas de formacion, clınicos(as)
e investigadores se acerquen y traspasen las fronteras.
Otros autores presentan instituciones que se est an beneficiando de las ideas sistemicas.
Mexico tiene numerosos programas de formaci on tanto en universidades como en institu-
tos privados. Fortes de Leff explica c omo colaboran con jueces de familia, centros para
jovenes infractores, y personas que han sido exiliadas de Mexico por violencia vinculada a
las drogas. En el Reino Unido, Fredman y Messent nos hablan de los proyectos con adultos
mayores y personas con discapacidad intelectual. Recientemente, yo (Janine Roberts)
trabaje en la Universidad Maltepe de Estambul, y fue impresionante ver a los estudiantes
de pregrado trabajando con ni~ nos de la calle (trasladados por la fuerza a casas de acogida
estatales) y como se hacıan cargo de la importancia de la escucha y las perspectivas m ulti-
ples, las lıneas de tiempo de la familia y la elaboracion de mapas de la familia y la calle
(Roberts, 2010) como t ecnicas para saber m as de las familias de los ni~
nos y como vincular-
se con ellos.
Al mismo tiempo, Kamya escribe con elocuencia sobre grupos que utilizan las ideas
sistemicas en Uganda para deslizarse hacia otras metas poco explıcitas. ¿Que sucede cuan-
do en un paıs hay organizaciones extranjeras que utilizan los servicios de orientacion2
como una forma de, por ejemplo, convertir luego a la gente al cristianismo fundamentali-
sta?
Muchos paıses tienen nuevas iniciativas gubernamentales para promover la terapia
familiar y/o la salud mental. Reid detalla algunos de los desafıos que enfrenta un nuevo
ministerio en Turquıa (dirigido por una ministra mujer) en la implementacion de un proy-
ecto a gran escala de “centros de orientaci on familiar” en todo el paıs. Subrahmanian
describe un nuevo proyecto de ley sobre atenci on en salud mental en India que necesita in-
cluir m as a los terapeutas familiares. Asimismo, ofrece solidos argumentos para llevar a

2
En el original counseling, que puede referirse a orientaci
on en salud, educaci mbitos,
on, familia y otros a
y que ocasionalmente se utiliza como sin onimo de psicoterapia. Aquı se ha traducido como orientaci on para
diferenciar cuando el autor(a) habla de counseling y cu ando usa el termino psychotherapy (psicoterapia).
(N. de la T.)

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 3
cabo proyectos como tomar los factores comunes de los diversos modelos sistemicos y
hacerlos m as accesibles para personas no profesionales en India (y yo agregarıa, en otros
paıses).
A lo largo de las secciones, los autores hablan de la importancia de incorporar las creen-
cias y practicas locales junto con adaptar teorıas y modelos a sus contextos. Nos recuerdan
que debemos tomar en cuenta eventos hist oricos y polıticas gubernamentales (tales como
el Holocausto y la polıtica del hijo u nico en China) que tienen un fuerte impacto sobre las
familias. Diez y Martın expresan con claridad como se est a adaptando Espa~ na a la cre-
ciente inmigraci on y los cambios en las formas de familia, y destacan los extensos n umeros
especiales publicados en revistas de su paıs acerca de estos temas. Fredman y Messent nos
muestran de manera hermosa que en el Reino Unido las pr acticas locales basadas en la
evidencia ofrecen sustento al trabajo sist emico. Muchos autores mencionan el trabajo con
familias realizado por ONGs (organizaciones no gubernamentales). Los docentes que
forman terapeutas familiares debieran ampliar la formacion en este territorio de gran
riqueza y en proceso de expansi on, que tiene mucho que ense~ narnos acerca del trabajo con
familias y comunidades (Roberts, 2010).
En vista de que la terapia familiar est a creciendo alrededor del mundo, la mayor parte
de los autores subrayaron la necesidad de materiales de formacion, m as trabajo en redes,
supervisi on y apoyo. En una encuesta reciente a m as de 700 clınicos que trabajan en
paıses de ingresos medios y bajos, las intervenciones familiares obtuvieron altos puntajes
como un a rea que requiere un aumento en los recursos y la investigacion (Tol et al., 2011).
Como un peque~ no aporte en este tema, Family Process Institute (www.familyprocess.org/
about-us/) ofrecer a en el sitio web Wiley Family Process (verano de 2014) acceso a una re-
copilacion de artıculos sobre supervisi on y formacion publicados en la revista a lo largo de
los a~nos. Estos estar an organizados con ideas y sugerencias sobre como adaptarlos y utili-
zarlos por medio de recursos tecnol ogicos. Usando Skype o Face Time, podrıan crearse re-
des de supervisi on colaborativa en ciudades y regiones de cada paıs, para leer y discutir
los artıculos. Grupos peque~ nos de personas podrıan hacer breves representaciones en vivo
acerca de los desafıos que enfrentan. Los participantes por Skype podrıan verlos y hacer
lluvias de ideas sobre soluciones para dichos desafıos. Una vez que las personas se sintier-
an comodas con esto, se podrıan mandar por correo electronico los genogramas de casos
reales y se podrıan mostrar extractos de videos de trabajo clınico a traves de plataformas
seguras.
Al leer lo que sigue por favor tengan presente que dado que cada autor solo podıa apor-
tar unas pocas p aginas, no podıan abordar todo lo que ocurre en sus paıses. Sin embargo,
al final hay una lista exhaustiva de referencias. Por otra parte, en cada paıs el contexto
historico de la terapia familiar es u  nico. Por ejemplo, el artıculo comienza con China,
donde la terapia familiar es bastante nueva, y termina con el Reino Unido, donde por m as
de 50 a~ nos se han desarrollado escuelas, teorıas y modelos que est an ampliamente presen-
tes en la literatura publicada. Cada contexto determino los temas que los autores aborda-
ron. Finalmente, le pedı a las y los autores que escribieran sobre “pr acticas y proyectos
innovadores y recientes” en su paıs, y cada seccion refleja un estilo propio y elecciones par-
ticulares que a menudo ponen el foco en aspectos sobre los que sabemos poco (por ejemplo,
en la seccion israelı/palestina).
El mundo est a presenciando un aumento en la migracion.3 En el a~ no 2013, Estados Uni-
dos albergaba un n umero mayor de inmigrantes extranjeros (45.8 millones) que cualquier
otro paıs (esa.un.org/unmigration/wallchart2013.htm). Cada vez m as familias tienen

3
En la actualidad hay mas gente que nunca viviendo fuera de su paıs. En el a~
no 2013, 232 millones de
personas –un 3.2 % de la poblacion mundial– eran inmigrantes de otros paıses, en comparaci on con 175
millones en 2000 y 154 millones en 1990. http://esa.un.org/unmigration/wallchart2013.htm

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


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miembros de distintas nacionalidades (Falicov, 2005). Saber sobre la terapia familiar en


otros paıses es un recurso valioso para comprender y trabajar con personas de diferentes
orıgenes dentro de los Estados Unidos, y para trabajar m as all
a de las fronteras con fami-
lias de multiples nacionalidades (Roberts, 2005).
En 1997, Anne Fadiman escribi o en The Spirit Catches You and You Fall Down:4

Siempre he sentido que la accion que m


as vale la pena observar no se da en el centro de las cosas,
sino donde los margenes se encuentran. Me gustan las costas, los frentes atmosf
ericos, las fronter-
as internacionales. En estos lugares hay tensiones e incongruencias interesantes, y a menudo, si
uno se para en el punto de contacto, puede ver ambos lados mejor que si estuviera en el centro de
cualquiera de ellos. (p. x)
Les invitamos a leer este artıculo desde diversos puntos de contacto. Por ejemplo, el paıs
donde ustedes trabajan y cada uno de los paıses sobre los que se ha escrito en las siguien-
tes p
aginas. O los puntos de contacto que ustedes descubran en las intersecciones entre los
diez paıses descritos. Tenemos que seguir aprendiendo de los terapeutas, las familias y los
terapeutas en formaci on alrededor del mundo.


DESARROLLOS INTERESANTES DE LA TERAPIA FAMILIAR EN LA REPUBLICA
5
POPULAR CHINA. TIMOTHY SIM
La terapia familiar y matrimonial es una profesion muy joven en China. Se limita fun-
damentalmente a a reas urbanas y est a principalmente al alcance de la clase media y de
quienes tienen relacion con entornos universitarios (Miller & Fang, 2012). Surgio por pri-
mera vez en el a rea de la psiquiatrıa a mediados de los a~ nos ochenta y la comunidad psi-
col
ogica china la acogi o oficialmente cuando se organizo el primer curso de terapia
familiar para estudiantes de postgrado en psicologıa, a mediados de los a~ nos noventa
(Deng, Lin, Lan, & Fang, 2013). La terapia familiar no se desarrollo en forma significativa
en el campo del Trabajo Social en China hasta el a~ no 2012, cuando la Asociacion de
Trabajadores Sociales de Shangh ai inaugur o su primer curso de formacion en terapia
familiar, generosamente financiado por el gobierno chino.
Deng et al. (2013) consideran que el perıodo desde el a~ no 2005 hasta hoy es la etapa “de
r
apido crecimiento” de la terapia familiar en China, con una proliferacion de publicaciones
sobre este tema, tanto a nivel local como internacional. A partir de una b usqueda prelimi-
nar de literatura en la China National KnowledgeInfrastructure6 usando palabras clave
tales como “China”, “terapia familiar” y “terapia de pareja” entre los a~ nos 2007 y 2013 ob-
tuvimos algunos resultados interesantes. En este breve perıodo de siete a~ nos encontramos
un total de 294 artıculos sobre terapia familiar en diversas revistas. Este es un repentino
aumento de casi un 50% en relaci on a los 199 artıculos publicados en revistas a lo largo de
mas de tres decadas, entre los a~nos 1978 y 2006 (Sim & Hu, 2009). A partir del a~ no 2007
un tercio de las publicaciones suscriben enfoques postmodernos, en especial la terapia nar-
rativa y la terapia breve centrada en la solucion. Este constituye un desarrollo notable a la
luz de las suposiciones y generalizaciones habituales acerca de las conductas de b usqueda
de ayuda, las expectativas y las expresiones emocionales de las familias chinas en terapia
familiar (Deng et al., 2013; Liu et al., 2012; Ma, 2000; Miller & Fang, 2012). ¿Ser a que en
China la gente se esta volviendo m as abierta a las ‘verdades’ socialmente construidas de la
vida? ¿O bien la naturaleza pr actica, orientada a la accion, breve y centrada en las relaci-

4
Literalmente “El espıritu te atrapa y t
u caes”. (N. de la T.)
5
sstim@polyu.edu.hk Profesor Asociado, Departamento de Ciencias Sociales Aplicadas, Universidad
Politecnica de Hong Kong.
6
Literalmente, Infraestructura Nacional China del Conocimiento. (N. de la T.)

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 5
ones que caracteriza a estos enfoques postmodernos es m as consistente con la cultura
china (Lim, Lim, Michael, Cai, & Schock, 2010)?
A pesar de la barrera ling€ uıstica, hay un aumento evidente en el interes de los investi-
gadores occidentales especializados por el desarrollo de la terapia familiar y de pareja en
China (por ej., Adams et al., 2013; Dias, Chan, Ungvarsky, Oraker, & Cleare-Hoffman,
2011; Liu et al., 2012; Miller & Fang, 2012). The Journal of Family Psychotherapy dedico
recientemente un n umero especial a la terapia marital y familiar en China (Miller,
2012). ¿C omo influira esta conexi on creciente con Occidente en el desarrollo de la terapia
familiar en China? Como la terapia familiar es un producto importado, ¿deberıa prevale-
cer una adaptaci on local de la pr actica profesional por sobre una profesionalizacion de la
practica local? En todo caso, hay que subrayar claramente la necesidad de respetar la
cultura china y su antigua visi on del mundo –que incluye la devocion filial, la deferencia,
las obligaciones y responsabilidades familiares– al momento de implementar cualquier
tipo de enfoque terap eutico (Lim et al., 2010; Liu et al., 2012). M as a
un, como advierten
acertadamente Miller and Fang (2012), cualquier intento de entender lo que sucede con
la familia china contempor anea debe reconocer y tomar en cuenta la diversidad existente
en la cultura, en vista de la rica complejidad de grupos etnicos y raciales.
Sze, Hou, Lan, and Fang (2011) encontraron que las proporciones de las tres modalid-
ades de terapia (individual, de pareja y familiar) diferıan significativamente de los hallaz-
gos occidentales, dado que en un centro de psicoterapia de Beijing predominaban las
familias, seguidas por los individuos y finalmente las parejas, en comparacion con el orden
descendente de individuos, parejas y familias que se aprecia en occidente. Esto es interes-
ante porque, si bien en China la tasa de divorcios est a aumentando (Dias et al., 2011; Lim
et al., 2010; Miller & Fang, 2012), hay menos gente que busca terapia de pareja para
alcanzar un mayor bienestar en su relaci on. Estas caracterısticas parecen sugerir que los
valores culturales chinos dan prioridad a las relaciones padres-hijos por sobre la relacion
de pareja. Y al realizar terapia de pareja, Adams y sus colaboradores (2013) encontraron
que para algunos chinos es importante para el proceso terapeutico incluir amigos y
miembros de la familia que son figuras de apoyo claves.
En pocas palabras, junto con reconocer que en China la familia es un constructo funda-
mental en la vida (Dias et al., 2011; Lim et al., 2010; Liu et al., 2012), los terapeutas
deben percibir con sagacidad que las familias chinas est an en constante cambio y se ven
desafiadas por m ultiples temas y din amicas familiares u nicas asociadas a su particular
polıtica poblacional (por ejemplo, la polıtica de un ni~
no(a) por familia) y al hecho de que su
poblaci on est
a envejeciendo r apidamente. En el a mbito clınico, es posible que los terapeu-
tas chinos tengan que enfrentar el desafıo de ofrecer una terapia potente y efectiva dentro
de un tiempo m as breve, e implementar alg un tipo de cambio en la primera sesion, adem as
de recoger informaci on (Deng et al., 2013). Para que la terapia familiar siga fortalec-
i
endose, algunas de las tareas urgentes son desarrollar en forma sistem atica la super-
vision (Miller & Fang, 2012), tutorıa e investigacion sostenida –especialmente en el tema
de los procesos caracterısticos de las familias chinas–, entender “que funciona para quien,
en qu e condiciones”, y “que adaptaciones hay que hacerle a los enfoques occidentales para
que se ajusten al contexto cultural y socioecon omico chino” (Sim & Hu, 2009).

TERAPIA FAMILIAR EN INDIA: SE REQUIERE UN SISTEMA. CHITRA


SUBRAHMANIAN7
El matrimonio y la familia son aspectos fundamentales del tejido social y el etos cultural
de India. El r
apido desarrollo que ha tenido lugar durante las u  ltimas dos decadas ha

7
subrahmanian@webster.ch; Psychology & Counseling, Webster University, Ginebra, Suiza.

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


6 / FAMILY PROCESS

tenido un fuerte impacto sobre estas dos estructuras ıntimamente relacionadas, tanto en
reas urbanas como rurales.
a
Aun cuando el contexto social en India se ha vuelto m as abierto y liberal, el matrimonio y
la familia siguen siendo dominios sumamente privados. Se ocultan las dificultades interper-
sonales, incluyendo las cuestiones de salud mental de cada miembro, y se las considera
“problemas familiares” que deben manejarse al interior del sistema. Lo anterior, sumado a
la enorme carencia de servicios de salud mental adecuados en todo el paıs, se traduce en que
los miembros de la familia nuclear y extensa son responsables de solucionar los problemas y
prestar los cuidados necesarios. Las familias llevan valientemente esta carga, resguardan-
do con firmeza la reputaci on de sus miembros, mientras hacen enormes esfuerzos para man-
tener su integridad frente a las miradas entrometidas y el estigma social generalizado. En el
intertanto, la familia puede transformarse en una fuente de tiranıa, suprimiendo las nece-
sidades del individuo en favor del “bien mayor”, con lo cual estas quedan en un lugar secun-
dario con respecto a la reputaci on y el estatus de la familia como unidad social. Abundan las
inequidades de g enero, las tradiciones retr ogradas y las ideologıas patriarcales. Estas re-
stringen especialmente a las mujeres y contribuyen significativamente a su sufrimiento, y
al mismo tiempo impiden que hombres, mujeres y ni~ nos desarrollen su verdadero potencial.
Los conflictos matrimoniales y familiares pueden permanecer desatendidos y no resuel-
tos por largos perıodos, exacerbando los estreses y tensiones de la vida cotidiana (Carson &
Chowdhury, 2000). En muchas familias y comunidades el matrimonio est a estrictamente
reglamentado. A menudo aparecen en las noticias casos de coercion, abuso, matrimonio
infantil, homicidios por honor y muertes relacionadas con la dote. Con frecuencia se consid-
era que el matrimonio es una soluci on para la enfermedad mental (Srivastava, 2013), como
una forma de hacer “sentar cabeza” a los j ovenes mentalmente enfermos o rebeldes.
Las violaciones y crımenes violentos contra las mujeres y los ni~ nos estan recibiendo mu-
cha atenci on, visibiliz
andose con ello serios problemas sociales que el paıs todavıa tiene
que enfrentar y abordar en forma sistem atica. Se est
an presentando altas tasas de suicidi-
o, especialmente entre los j ovenes (Patel et al., 2012). De los 187.000 suicidios estimados
en India en el a~no 2010, el 40% de los suicidios masculinos y el 56% de los suicidios femeni-
nos ocurrieron en el grupo etario entre 15 y 29 a~ nos. Se anticipa que en los proximos a~ nos
el suicidio ser
a la primera causa de muerte en este grupo de edad (Patel et al., 2012; Shid-
haye & Patel, 2012).
Desde el cambio de siglo, muchos autores han escrito en forma convincente acerca de lo
relevante y necesaria que es la terapia familiar en India, documentando las experiencias
personales de los terapeutas en este campo y advirtiendo contra la aplicacion autom atica
de modelos “occidentales” de familia y psicoterapia (Carson & Chowdhury, 2000; Mittal &
Hardy, 2005; Nath & Craig, 1999; Natrajan & Thomas, 2002; Prabhu, 2003; Rastogi,
Natrajan, & Thomas, 2005; Singh, Nath, & Nichols, 2005).
Mi propio trabajo en el a mbito de la orientacion sobre VIH en Mumbai entre 1992 y
2005 me ense~ no que no s
olo es posible, sino tambien fundamental involucrar a las parejas
y la familia extensa en el proceso de orientaci on. Al contrario de lo que se cree habitual-
mente, los clientes estaban de acuerdo en incorporar a algunos miembros de su familia.
Llama la atenci on que muchas veces los miembros de la familia eran los primeros en pres-
entarse para expresar sus preocupaciones con respecto a un familiar VIH positivo, y con
frecuencia se enteraban de su estatus de portador de VIH antes que los propios clientes. El
diagnostico de VIH en una pareja podıa desatar graves confrontaciones entre las dos
familias de origen. Habitualmente se esperaba que las mujeres permanecieran y cuidaran
de sus maridos si estaban infectados, mientras que, en el caso contrario, a menudo se
alentaba a los hombres a dejar a sus esposas infectadas. En vista de estas situaciones, era
fundamental que el equipo de orientaci on tuviera una comprension b asica de los sistemas
relacionales y de c omo operan, junto con destrezas b asicas para relacionarse con varios

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 7
miembros de las familias. Nuestro equipo tenıa que conducirse en los lımites entre el
sistema tratante y el sistema cliente, y tambien dentro del sistema de la familia del
cliente, reconociendo y equilibrando necesidades contradictorias.
La especializaci on en terapia familiar est a tristemente subdesarrollada en India. Esto
no resulta sorprendente dado que por lo general la salud mental ha sido gravemente des-
cuidada (Pathare, 2005; Shidhaye & Patel, 2012). La “brecha en salud mental” es profunda
y al mismo tiempo se espera que las necesidades en salud mental aumenten en forma im-
portante en los pr oximos a~ nos. Segun una estimacion, los trastornos de salud mental con-
tribuyen en un 11.8% a la carga total de enfermedad del paıs, y solo el 10% de las personas
afectadas recibe alg un tipo de tratamiento basado en la evidencia (Shidhaye & Patel,
2012). En cuanto a centros m edicos y profesionales capacitados, las estadısticas ofrecen un
triste panorama: el Atlas de recursos en salud mental de la OMS (2001) establecıa que
India tenıa 0.25 camas de salud mental por cada 10.000 personas y 0.4 psiquiatras, 0.04
enfermeras(os) psiqui atricas, 0.02 psic ologos(as) y 0.02 trabajadores sociales por cada
100.000 habitantes (citado en Pathare, 2005).
Nuevas iniciativas, tales como el Proyecto de Ley sobre Atencion en Salud Mental (Min-
isterio de Salud y Bienestar de la Familia, 2013), prometen transformar el panorama de la
salud mental en India. Este proyecto de ley aborda la salud mental desde una perspectiva
social –en contraposici on con una mirada exclusivamente medica– y hace partıcipe al gobi-
erno en la creaci on, financiamiento, formaci on de equipos de trabajo y mantencion de
estructuras a nivel nacional y estatal para ofrecer servicios para todos. El acceso a dichos
servicios es considerado un derecho humano, al igual que la necesidad de solicitar el con-
sentimiento informado y resguardar los derechos de las personas afectadas a tomar decisi-
ones en relacion a su propio cuidado y tratamiento. El proyecto permite a los individuos
dejar instrucciones por anticipado, lo que los empodera para decidir como y por quien
seran atendidos en caso de presentar una enfermedad en el futuro, y despenaliza el suicid-
io (Chatur, 2012). Estos cambios son un buen augurio para el desarrollo de la terapia
familiar, o mas precisamente, para la aplicaci on e integracion de los enfoques sistemico y
relacional en la atenci on de salud mental en el paıs.
A falta de programas gubernamentales, muchas ONG y grupos comunitarios han desar-
rollado programas innovadores para la entrega de servicios de salud mental (Shidhaye &
Patel, 2012; Thompson, 2012). En Goa, una pionera organizacion sin fines de lucro, San-
gath, ha desarrollado modelos de capacitacion para personas sin formacion previa, tra-
bajadores comunitarios de salud, profesores y otros, para ofrecer servicios psicosociales en
reas de depresi
las a on, esquizofrenia, VIH, salud adolescente, trastornos de aprendizaje y
desarrollo infantil temprano (www.sangath.com). En Chennai, la organizacion sin fines de
lucro The Banyan atiende mujeres con enfermedad mental que viven en la calle, integran-
do medicaci on, orientacion y rehabilitaci on, con el fin de reintegrar a estas mujeres a sus
comunidades (www.thebanyan.org). Tambi en en Chennai, la Fundacion para la Investi-
gacion en Esquizofrenia (SCARF) ofrece psiquiatrıa a distancia por medio de Clınicas psi-
quiatricas moviles, que sirven a m as de 800 aldeas de difıcil acceso en la zona rural
de Tamilnadu, integrando tecnologıa y capacitacion comunitaria en forma innovadora
(Thara, John, & Rao, 2008; Thompson, 2012).
Todavıa hay mucho por hacer. La definici on actual de proveedor(a) de atencion en salud
mental, tal como la concibe el Proyecto de Ley de Atencion en Salud Mental (Ministry of
Health & Family Welfare, 2013) se limita a psiquiatras, psicologos clınicos, trabajadores so-
ciales especializados en psiquiatrıa y enfermeros(as) psiqui atricos(as). Dadas las enormes
necesidades de atenci on en salud mental en el paıs, es necesario ampliar esta definicion
para incorporar personal de diversas disciplinas, incluyendo terapia familiar, orientacion
psicol
ogica, psicologıa social, desarrollo infantil y familiar, y sociologıa. Los orientadores no
profesionales y los trabajadores comunitarios capacitados tambien debieran ser reconoci-

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


8 / FAMILY PROCESS

dos como recursos importantes (Shidhaye & Patel, 2012). Dado el n umero de perspectivas
te
oricas en nuestro campo, serıa de gran ayuda entrenar a estos orientadores en factores
comunes presentes en todos los modelos, tales como reconocer patrones de interaccion, de-
sarrollar alianzas fuertes, alentar y motivar a los clientes, abordar conflictos interperso-
nales y apoyarse en las fortalezas y los recursos (Sprenkle, Davis, & Lebow, 2009).
En la actualidad hay pocos programas de formacion en terapia familiar para psiquiatras
y psicologos clınicos. Es necesario que dichos programas esten disponibles en muchas m as
instituciones, para diversas disciplinas de las ciencias sociales –especialmente aquellas en
las cuales la familia es un t opico de estudio– y tambien para orientadores comunitarios.
M as a
un, los programas que est an disponibles ofrecen solo una breve formacion en terapia
familiar. Por ejemplo, el m odulo de terapia familiar que ofrece el principal instituto de sa-
lud mental de paıs, NIMHANS, s olo dura tres meses. Para formar profesionales en India y
satisfacer las necesidades en salud mental a largo plazo, se requieren programas para
graduados y postgraduados que ofrezcan una formacion m as amplia y de mayor profundi-
dad en los modelos sist emicos y relacionales, incluyendo destrezas para la investigacion y
el trabajo clınico.
Es necesario establecer mecanismos de regulacion para resguardar los derechos de los
consumidores y garantizar una pr actica 
etica. El Ministerio de Salud y Bienestar de la Fa-
milia esta buscando maneras de regular a los proveedores de atencion en salud de diversas
disciplinas. Actualmente los psiquiatras y los psicologos clınicos son los u  nicos profesio-
nales para los cuales existe un sistema normativo.
Algunas otras necesidades son la creaci on de estandares de supervision y educacion
continua, estructuras para entregar estos servicios y el desarrollo y distribucion de materi-
ales psicoeducativos con una perspectiva relacional sobre diversos temas relevantes para
el publico general. Se requieren con urgencia redes profesionales de terapia familiar que
vinculen a los profesionales dentro de cada estado y a nivel nacional, promoviendo el inter-
cambio de ideas, t ecnicas y proyectos, adem as de relaciones formales con otros actores
involucrados en el sistema de salud mental m as amplio.
Las complejas realidades cotidianas en la democracia m as grande del mundo son fasci-
nantes y frustrantes en igual medida. El lugar central que tienen el matrimonio y la familia
en el sistema social indio sugiere que los modelos e intervenciones de orientacion sistemica
y relacional dirigidos a parejas y familias ser an muy valiosos en el terreno de la salud men-
tal en India. Si bien hay mucho por hacer, hay signos alentadores de que el gobierno, los
grupos de la sociedad civil y el publico general est an comenzando a reconocer las carencias
y articular la necesidad de servicios de salud mental accesibles y comprehensivos.

NOVENTA GRUPOS CULTURALES DIFERENTES: CAMBIO, TRAUMA Y


ESTABILIDAD EN FAMILIAS JUDIAS Y PALESTINAS EN ISRAEL. KHAWLA
ABU-BAKER8
En Israel la terapia familiar fue fundada por el Dr. Mordecai Kauffman a comienzos de
los a~nos sesenta. Formado como terapeuta familiar por tres a~ nos en EE.UU. e Inglaterra,
establecio en Tel-Aviv el Centro Kibbutzim para ofrecer formacion y servicios. A fines de
los a~nos sesenta, Avner Barcai, que estudio con Salvador Minuchin en Filadelfia, dirigio la
clınica para ni~nos y adolescentes en el Hospital Hadassah en Jerusalen, donde realizo
terapia familiar. Posteriormente se uni o al Centro Kibbutzim. En Tel-Aviv, Kauffman
establecio el Centro Telem y Barcai formo el Instituto Barcai, ambos centros dedicados a la
ense~ nanza del trabajo sist
emico (Elizur & Ben-David, 1998). En la decada de los setenta,

8
khawla.abubaker@gmail.com; Profesora universitaria en Al-Qasimi Academia y Emek Yezreel
Academic College. Terapeuta y Supervisora acreditada en terapia de pareja y familia.

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 9
Dror Wertheimer Shmuel Ron form o a trabajadores sociales como terapeutas familiares.
En 1977 se estableci o la Asociacion Israelı de Terapia Marital y Familiar (IAMFT por su si-
es) y el Dr. Israel Charny –ciudadano estadounidense que habıa llegado a vivir a
gla en ingl
Israel a comienzos de los setenta y trabaj o en el Centro Kibbutzim como supervisor– se con-
o en su primer presidente.9 Quienes trabajaban en instituciones p
virti ublicas trataban de
desarrollar y difundir los enfoques sist emicos en los departamentos de psiquiatrıa (Elizur
& Ben David, 1998), centros residenciales comunitarios (Elizur, 2012) y centros de
atencion diurna (Somech & Elizur, 2012). En 1984 el Dr. Charny establecio el primer prog-
rama acad emico de terapia familiar, en la Universidad de Tel Aviv. En Israel la formacion
en terapia familiar se imparte en programas de magister en trabajo social. Asimismo, hay
instituciones privadas que ofrecen formaci on con grado de magister a profesionales cuya
profesion de origen tiene afinidad con la terapia, tales como psicologıa, criminologıa, arte-
terapia, consejerıa educacional, educaci on especial y trabajo social. IAMFT es el u  nico
grupo que acredita terapeutas y supervisores. Ellos contribuyeron a la formacion de la
Asociacion Internacional de Terapia Familiar (IFTA, por su sigla en ingles) en 1987.
Dado que los fundadores originales y las figuras m as destacadas del campo de la terapia
familiar en Israel se formaron en Norteam erica e Inglaterra, los enfoques de formacion y
terapia en Israel son un reflejo de c omo se da la disciplina en esos contextos. Minuchin
vivi
o y trabajo en Israel como psiquiatra infantil entre 1947 y 1950. Posteriormente hizo
visitas ocasionales, dado que su madre y sus hermanos se establecieron en Israel. El  apoyo
el trabajo de Kauffman y realiz o capacitaci on y supervision para terapeutas israelıes.
Junto a Joel Elizur, public o en 1989 “La locura y las Instituciones: Familia, Terapia y
Sociedad”. Mediante las historias personales de cuatro familias israelıes, cada una de las
cuales tenıa un miembro institucionalizado, los autores examinaron la relacion entre
individuo, familia e instituciones terap euticas en el paıs. Revelaron la confusion y angus-
tia de los pacientes y sus familias a causa de la rigidez del sistema terapeutico en Israel,
los prejuicios y enfoques de los terapeutas que no comprendıan la complejidad de los probl-
emas de los pacientes ni las intrincadas necesidades de las familias. Los autores sugirieron
un modelo de atenci on comunitaria comprehensiva que integra la terapia individual y
familiar con la movilizaci on de los recursos de la comunidad para ofrecer apoyo en momen-
tos de estr
es. Minuchin es la figura m as influyente para los terapeutas familiares, supervi-
sores y profesores en cursos de especializaci on en Israel (Y. Elizur, comunicacion personal,
8 de febrero, 2014).
Virginia Satir visit o Israel y ha tenido tambien una influencia importante. En colabo-
raci
on con instituciones formadoras privadas, la IAMFT imparte actualmente seminarios
de formacion intensivos. Figuras destacadas en la disciplina ofrecen algunos de estos semi-
narios en distintos puntos del paıs, impartiendo formacion en terapia familiar estructural,
trabajo narrativo, terapia centrada en las emociones y terapia familiar basada en el apego.
Los principales grupos acad emicos y terap euticos en Israel tienen enfoques profesionales
occidentalizados. Esto explica la inexistencia de una “teorıa israelı” o un “enfoque israelı”
sobre la terapia familiar, a pesar de la fundaci on temprana de esta disciplina en el paıs.
La sociedad israelı judıa tiene comunidades de alrededor de 90 culturas diferentes.
Adicionalmente, la sociedad palestina constituye alrededor del 18% de Israel. Este grupo
difiere de los israelıes judıos en su idioma (su lengua materna es el a rabe) y su religion
(entre ellos hay musulmanes, cristianos y drusos).
En Israel, la terapia familiar con palestinos comenzo en el a~ no 1997, cuando Khawla
Abu-Baker se convirti o en la primera profesional palestina en obtener su doctorado en

9
Desde entonces las y los presidentes de la Asociaci
on han sido Drs. Zev Segal, Synthia Carel, Yael
Giron, Sozan Zydel, Ruth Malkenson, Eva Enat, Daniella Mac, Aviva Mazor y Omar Lans. Actualmente es
Dr. Nahmi Baum.

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


10 / FAMILY PROCESS

terapia familiar. Su trabajo en a rabe, la formacion que ha impartido y sus publicaciones


(Abu-Baker, 2003b, 2005b, 2006a,b) contribuyeron a difundir las ideas de la terapia famil-
iar entre los arabes en Israel y el mundo a rabe. Las familias palestinas en Israel comparten
tres culturas: la palestina, la israelı y la arabe. Sufren por polıticas abiertas y encubiertas
del Estado en su contra, lo que contribuye a su estres cotidiano. Adem as, desde el establec-
imiento del paıs, las familias han sido fragmentadas y desconectadas, siendo imposible
volver a reunirse, por razones polıticas tanto locales como internacionales (Rabinowitz &
Abu-Baker, 2005). Durante el establecimiento de Israel un tercio de los palestinos en el
paıs sufrieron el trauma de ser desarraigados de sus hogares y reubicados como refugiados
en su propio paıs. Tambi en han vivido las guerras de Israel de manera muy diferente a la
sociedad israelı judıa (Abu-Baker, 2012). Ahora viven principalmente en sus propias aldeas
y pueblos. El trabajo terap eutico con ellos tiene que tomar en cuenta sus traumas, su
cultura, sus religiones y sus tradiciones nacionales (Abu-Baker, 2003a, 2004). Las parejas
tienen que lidiar con los cambios que est an ocurriendo en la estructura y las funciones de
la familia palestina tradicional (Abu-Baker, 2003a, 2005b). En el pasado las cuestiones de
genero (Abu-Baker, 2003b) y la violencia sexual eran silenciadas y hoy en dıa son algunos
de los temas comunes en terapia (Abu-Baker, 2005a, 2013; Abu-Baker & Dwairy, 2003).
Recientemente, los palestinos han comenzado a especializarse en terapia familiar. Hay
seis terapeutas familiares palestinos registrados como miembros de la Asociacion Israelı
de Terapia Marital y Familiar. Cuatro de ellos est an acreditados y uno es supervisor
acreditado. Si bien las relaciones personales entre terapeutas familiares israelıes judıos e
israelıes palestinos son c alidas, no existen proyectos comunes. Mientras los terapeutas
palestinos son biling€ ues (hablan tanto a rabe como hebreo) y algunos de ellos son bicultu-
rales (arabes e israelıes), la mayorıa de los terapeutas judıos no habla a rabe ni aprende
sobre esa cultura. Esto genera obst aculos para la colaboracion profesional.
Una parte mayoritaria de la sociedad israelı judıa se compone de tres grandes grupos

etnicos: (a) los askenazı (que tienen herencia europea), (b) los sefarditas (con herencia del
Oriente Medio) y (c) los rusos, que emigraron en los a~ nos noventa de la ex Union Sovietica
(Ben-David & Lavee, 1994). Adicionalmente, los judıos ortodoxos de Israel mantienen un
estilo de vida diferente de la mayorıa de la sociedad israelı. En este grupo las parejas se
casan entre los 17 y 19 a~ nos y no utilizan anticoncepcion. La mayorıa de los hombres se
dedica al aprendizaje de la Tor a, dejando a las mujeres a cargo del trabajo, el mundo
dom estico y la crianza de los hijos. Los terapeutas familiares judıos ortodoxos trabajan con
la poblaci on ultra-religiosa, habitualmente en colaboracion con sus rabinos.
Las cuestiones de seguridad en el sector influyen sobre el trabajo en terapia familiar en
Israel. La obligaci on de toda la poblaci on judıa secular de servir en el ejercito genera un
intenso estr es. Algunas familias israelıes tienen a m as de un miembro en el ejercito duran-
te perıodos de guerra. Adem as, la mayorıa de los hombres sanos entre los 22 y los 42 a~ nos
tienen que servir ocho semanas en la fuerza de reserva cada a~ no. Muchos problemas de
pareja no resueltos se exacerban durante este perıodo.
Se esperaba que la paz entre Israel y sus vecinos aliviara el estres de las familias judıas
israelıes. Sin embargo, a veces los acuerdos de paz han contribuido a aumentar las presi-
ones sobre las familias, las parejas y los individuos. Por ejemplo, los judıos israelıes que se
habıan establecido en tierras egipcias despu es de la Guerra de los Seis Dıas en 1967,
fueron desarraigados a finales de los a~ nos ochenta despues del acuerdo de paz con Egipto.
Durante estas reubicaciones hubo terapeutas familiares que apoyaron a esas familias (Lev
Wiesel & Shamai, 1998; Wamboldt, Steinglass, & Kaplan De-Nour, 1991).
En Israel las y los investigadores en terapia familiar han estudiado principalmente tres
temas clave: (a) la influencia del Holocausto sobre las relaciones familiares a traves de las
generaciones (Davidson, 1980; Hellinger, 2003; Hollander-Goldfein, Isserman & Golden-
berg, 2012; Kellemann, 2009; Gopen & Hyman, 2001; Volkan, Ast & Greer (Jr), 2002); (b) la

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 11
influencia de la estructura del kibutz sobre las familias (Albert & Beit-Hallahmi, 1982;
Chaitin, 2007; Gerson, 1978) y (c) la influencia de la exposicion prolongada al trauma de la
guerra en las familias y la sociedad israelıes (Danielli, 1998; Lieblich, 1978, 1989, 1995).
Un trabajo clınico fundamental ha sido la terapia con sobrevivientes del Holocausto (David-
son, 1980; Kellemann, 2009). En Israel hay alrededor de 200.000 sobrevivientes del Holo-
causto. De ellos, aproximadamente 40.000 sufren los efectos tardıos de la exposicion al
trauma. “AMCHA”, el Centro Israelı para el apoyo psicologico y social a los sobrevivientes
del Holocausto y sus familias, tiene 20 sedes, 190 profesionales de salud mental y 600 vol-
untarios que ofrecen servicios a 10.000 clientes (www.amcha.org/indexEn.htm). Trabajan
con los sobrevivientes en temas relacionados con el trauma, al tiempo que sus parejas y
otros miembros de la familia reciben terapia como testigos de los efectos del trauma. Los en-
foques terapeuticos predominantes son psicodin amico, cognitivo-conductual, centrado en
las soluciones y narrativo (O. Shetret-Aharon, comunicacion personal, 19 de febrero, 2014).
Algunos de los desafıos que enfrenta esta disciplina actualmente se relacionan con el
hecho de que el parlamento israelı todavıa no ha dictado leyes con respecto a la psicotera-
pia y la terapia familiar en el paıs. Esto causa ambig€ uedad y caos en el campo. En la
mayorıa de los casos, los seguros m edicos no cubren la terapia familiar. Adem as, la mayor
parte de los programas de formaci on en terapia familiar en Israel no ofrecen una preparac-
i
on en cuestiones culturales para el trabajo terapeutico. En vista de la multiplicidad de
grupos etnicos, culturales y religiosos que llaman hogar a esta parte del mundo, es necesa-
rio abordar este aspecto.

 DE LA TERAPIA FAMILIAR EN JAPON.


LA EVOLUCION  SHIN-ICHI NAKAMURA10

En 1984 se fund o en Tokio la Asociaci on Japonesa de Terapia Familiar (JAFT, por sus
sigla en ingl
es) (http://jaft.org/), con casi doscientos miembros. Al a~ no 2013 tiene m as de
mil miembros, profesionales de diversas disciplinas de la salud mental, incluyendo psi-
quiatras, trabajadores sociales clınicos, psic ologos clınicos, enfermeros, mediadores en
tribunales de familia, profesores de escuela, oficiales de libertad provisional y abogados.
A mediados de los a~ nos sesenta, antes de la fundacion de la JAFT, los psiquiatras japo-
neses comenzaron a estudiar la “patologıa” familiar de los esquizofrenicos. Aprendieron
mucho de los trabajos pioneros de Bateson, Wynne, Lidz, Bowen, Haley, etc. El grupo de la
Universidad de Niho, a cargo del fallecido Dr. Tsuneo Imura, era el m as activo en la inves-
tigaci
on de los patrones de comunicaci on de las “familias esquizofrenicas”. Pero despues
que el Dr. Koji Suzuki volviera de los EE.UU. en 1973, y se reuniera con el grupo del Dr.
Imura, cambiaron su foco de la patologıa de la familia a la terapia familiar. Continuaron
haciendo sus conferencias mensuales por casi una decada y finalmente tuvieron la idea de
formar la JAFT. Del grupo inicial de las conferencias, se eligio a alrededor de diez de los
principales miembros –incluyendo a este autor, Dr. Shin-Ichi Nakamura– para organizar
la JAFT (Makihara & Nakamura, 2013).
Una actividad importante de la JAFT en la actualidad es el apoyo familiar a los sobrevi-
vientes del terremoto y tsunami del a~ no 2011 en el noreste de Japon, especialmente a las
personas evacuadas de la Prefectura de Fukushima despues del colapso de la central
nuclear. Invitamos a la Dra. Pauline Boss a realizar talleres sobre orientacion en procesos
de duelo para profesionales de salud mental que estaban ofreciendo servicios de salud
mental en las regiones afectadas. Seguimos apoyando a los sobrevivientes mediante la vis-
ita de terapeutas familiares con experiencia que ofrecen talleres sobre orientacion en duelo
y enfoques sistemicos para los equipos locales. Los terapeutas familiares tambien hacen
psicoterapia con personas que han perdido a sus seres queridos.

10
rsh21622@nifty.com; Instituto de Psicoterapia Nakamura, ex presidente de JAFT.

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


12 / FAMILY PROCESS

Recientemente la JAFT ha comenzado a implementar un sistema de acreditacion para


supervisores en terapia familiar. Es muy importante para la evolucion futura de la JAFT
garantizar la efectividad de la terapia familiar en Japon por medio de la educacion y la
formaci on de profesionales de salud mental. Por ejemplo, con hikikomori (adultos jovenes
aislados socialmente) los enfoques de orientaci on sistemica centrados en la familia pueden
ser mas efectivos que otras intervenciones terapeuticas. Durante las etapas iniciales de la
terapia, ellos respondieron mejor al tratamiento en un contexto familiar que en un ambi-
ente clınico (Kondo et al., 2011).
Adicionalmente, durante la u  ltima d
ecada hemos estado trabajando estrechamente con
nuestras contrapartes coreanas en la Asociaci on Coreana de Terapia Familiar (KAFT, por
su sigla en ingles), por medio de intercambios academicos y muchas reuniones de discusion
de casos. A trav es de las reuniones de CIFA (Consorcio de Institutos sobre la Familia en la
Region Asi atica: http://www.cifa-net.org) y las actividades de la AAFT (Academia Asi atica
de Terapia Familiar: http://www.acafamilytherapy.org) con base en Hong Kong, los tera-
peutas familiares est an colaborando a trav es de talleres de formacion. Las prioridades de
la AAFT incluyen supervisi on, formacion y acreditacion de los terapeutas familiares en
toda el Asia, con el fin de promover est andares m as altos de atencion.
Recientemente nuestros colegas coreanos, taiwaneses y malasios se unieron a nosotros
en una conferencia intensiva de discusi on de casos de tres dıas de duracion, en Hokkaido,
Japon. Durante un intercambio sobre el estudio comparativo de las din amicas de pareja
en Jap on, Corea, Taiw an y Malasia surgi o un tema interesante: las aventuras extramatri-
moniales en Taiw an y Japon. Cuando se trata del acalorado tema de la infidelidad, se
observ o que las parejas taiwanesas tendıan a ser m as confrontacionales que sus contrapar-
tes japonesas. La explicaci on de esta diferencia podrıa ser que en la cultura japonesa hay
una menor disposici on a demostrar abiertamente las emociones.
En el n umero de Family Process de septiembre de 2013 (wileyonlinelibrary.com/jour-
nal/famp) aparece un ejemplo de trabajo colaborativo entre terapeutas familiares asi ati-
cos. Este artıculo (Lee et al., 2013) presenta los resultados de un estudio sobre como
discutıan diez parejas de cinco regiones de Asia (Hong Kong, Japon, Corea, Taiw an y
China Continental) en sus respectivas culturas. Los datos en bruto para los an alisis cuan-
titativos y cualitativos se obtuvieron de grabaciones en video de 50 parejas discutiendo so-
bre desacuerdos no resueltos. Cabe hacer notar que las parejas de Corea y Japon tenıan
estilos de conflicto m as sutiles y menos directos que las parejas de las dem as regiones. De
acuerdo a los participantes japoneses, este hallazgo puede deberse a que las parejas ja-
ponesas tienden a usar m etodos no verbales y no confrontacionales para discutir. Una de
las conclusiones del estudio es que en el trabajo con clientes japoneses tradicionales los
terapeutas debieran prestar especial atenci on a la comunicacion no verbal, ya que el con-
texto prevalece por sobre el contenido propiamente tal. Si los proveedores de salud mental
ignoran o no toman en cuenta las claves no verbales, los antecedentes y otros aspectos de
la comunicaci on indirecta, el resultado podrıa tener serias implicancias para el desarrollo
del tratamiento. Por ejemplo, un(a) cliente puede sentir que el/la terapeuta no le entiende
y esto puede llevarle a discontinuar la terapia.


LA TERAPIA FAMILIAR Y SU LARGA HISTORIA EN MEXICO. JACQUELINE FORTES
11
DE LEFF
En Mexico la terapia familiar ha entrado en su cuarta decada de desarrollo. Inicial-
mente quienes la aceptaron fueron psiquiatras y psicologos, y fue bien recibida por los

11
jacquelinefortes@prodigy.net.mx; Pr actica privada, Cuidad de M exico. Profesora universitaria y su-
pervisora, Instituto de la Familia, Facultad de Psicologıa, Universidad Nacional Autonoma de M exico.

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 13
clientes, dado que la familia representa un concepto valorado y unificador en la cultura
mexicana y las culturas indıgenas, al igual que en todos los estratos sociales. Docentes de
Norteam erica, Europa y Australia que habıan desarrollado numerosos modelos de terapia
visitaron M exico. Asimismo, terapeutas mexicanos formados en otros paıses regresaron y
formaron diferentes institutos de terapia (Eguiluz, 2004; Macıas, 1988; Macıas, Espejel,
& Avil es, 2000). El conocimiento cultural de regiones ampliamente diversas de Mexico
contribuy o a enriquecer la pr actica de la terapia familiar.
Desde fines del siglo pasado, M exico ha experimentado inestabilidad y polarizacion
social. En la actualidad se plantean desafıos para conciliar un estado pacıfico con la po-
breza, la desigualdad social, los temas de g enero y las demandas de diversos grupos soci-
ales e indıgenas que enfrentan presiones econ omicas. El tema del tr afico de drogas ha
penetrado en la sociedad -en los procesos de produccion, distribucion, oferta y demanda de
droga, como tambi en por disputas internas de los carteles y asuntos gubernamentales-,
exacerbando problemas sociales y corrupci on. Un clima de tension, violencia e incertidum-
bre afecta la vida de todos. Esto complica la situacion de los diferentes Mexico que existen:
el rural y el urbano; el mestizo y el indio; sindicatos, empresas y polıtica, y las innumera-
bles clases sociales.
Los terapeutas familiares se han centrado en comprender estos problemas y mirarlos
en formas creativas desde las perspectivas de la formacion, la atencion clınica, la investi-
gacion y el abordaje de problemas sociales. Los modelos que se utilizan son principalmente
postmoderno, construccionista social y terapia breve.
La violencia domestica ha sido largamente estudiada por el Centro de Atencion a la Vio-
lencia Dom estica (CAVIDA), coordinado por Ignacio Maldonado y Flora Auron (desde su
inicio en 1996 hasta el a~ no 2009) y por Ignacio Maldonado y Adriana Segovia desde el a~ no
2009 en el Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia, ILEF. Ellos utilizan un
modelo complejo que integra el construccionismo social, la terapia narrativa y la espiritu-
alidad. Su foco es comprender el fenomeno de la violencia al interior de las familias, in-
cluyendo su transmisi on transgeneracional, su construccion y las identidades sociales
cambiantes (I. Maldonado, comunicaci on personal, 25 de febrero de 2014; Maldonado,
1999, 2002, 2003, 2005). Tambi en ofrecen terapia de grupo para adolescentes, para hom-
bres y mujeres adultos, al igual que grupos mixtos para quienes tienen experiencia te-
rapeutica previa. Como parte de la formaci on de terapeutas se organizan equipos
reflexivos y grupos de investigaci on-accion que investigan y estudian la atencion clınica.
CAVIDA ofrece un curso de diplomado sobre violencia que se ha extendido a otras ciud-
ades del paıs. Tambi en ofrecen asesorıa a programas comunitarios gubernamentales12
(Aur on & Maldonado, 2003; CAVIDA, 2001, 2005, 2012; Maldonado & Auron, 1999; Maldo-
nado & Segovia, 2010; N ajera, Rodrıguez, & Segovia, 1998, 1999; Segovia et al., 2001).
El Instituto Regional de Estudio de la Familia, IREFAM (en Chihuahua, uno de los es-
tados con m as altos ındices de violencia) tambien desarrolla un trabajo muy interesante
sobre estos temas. IREFAM capacita a policıas municipales,13 profesores de escuela,14
padres y madres, abogados(as), funcionarios del gobierno y terapeutas que trabajan con

12
Por muchos a~ nos, Auron fue integrante del Consejo para la Atenci on y Prevencion de la Violencia en la
Ciudad, el cual supervisa la implementaci on de leyes contra la violencia domestica en Ciudad de M exico y
desarrolla propuestas de polıticas p ublicas vinculadas a la violencia domestica.
13
IREFAM ofrecio un curso de diplomado (en colaboraci on con el Instituto de la Mujer de Chihuahua)
para la Policıa Municipal: Respuesta a Situaciones de Violencia y G enero. Adem as de la formacion, ellos
desarrollaron Programas Preventivos que serıan aplicados en escuelas, instituciones p ublicas y comunid-
ades.
14
Cursos de Diplomado ofrecidos a profesores: “La Persona del Profesor” (2005) y “La Creaci on de Ambi-
entes Resilientes y Amorosos para Cuidadores con Jornadas Laborales Extensas”. Ministerio de Educac-
ion, en colaboracion con el Fondo Social de Empresas de Chihuahua (2010).

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


14 / FAMILY PROCESS

violencia en la familia.15 Tambi en trabajan con familias en las cuales alg un miembro
(principalmente mujeres) ha sido asesinado.16
La terapia familiar se ha hecho presente en otros sectores importantes de los gobier-
nos estatales, prestando asesorıa a los responsables de polıticas y programas. El Instituto
de la Familia (IFAC) colabora con jueces de familia en Ciudad de Mexico, atendiendo en
su clınica, CIFAC, a parejas que est an en procesos judiciales (T. Margain, Directora de
CIFAC, comunicaci on personal, 25 de febrero de 2014). Su trabajo con parejas en segun-
dos matrimonios y sus familias est a descrito en Gomez & Weisz (2005). CRISOL trabaja
con el Consejero Jurıdico de la Ciudad para atender a las familias en las que un miembro
ha “desaparecido” (J. Vicencio, Director de CRISOL, comunicacion personal, 25 de febrero
de 2014). El Instituto Personas colabora con ellos en la atencion a vıctimas de violencia
(A. Freidberg, Co-director Instituto Personas, comunicacion personal, 25 de febrero de
2014).
El tema de la violencia criminal ha afectado a varios institutos de formacion en terapia
familiar; algunos han dejado de dar sus cursos por el riesgo o por el retiro de alumnos afec-
tados directa o indirectamente por problemas de violencia. CRISOL, dirigido por Javier
Vicencio, suspendi o los cursos en Guerrero y Mazatl an “por razones de seguridad. . .
Algunos de nuestros estudiantes han tenido que dejar la formacion porque han perdido a
algun miembro de su familia o porque ellos mismos est an en riesgo” (J. Vicencio, comuni-
cacion personal, 25 de febrero de 2014).
ILEF desarroll o recientemente un proyecto relacionado con la violencia criminal (Grupo
de Asistencia a los Migrantes en el Exilio) que usa creativamente las nuevas tecnologıas.
Vıa Skype, sus terapeutas con experiencia trabajan con mexicanos afectados por violencia
criminal que est an viviendo un exilio forzado en EE.UU. Las y los terapeutas reciben su-
pervision grupal y apoyo para el autocuidado (A. Segovia, Presidenta de ILEF, comunicac-
i
on personal, 25 de febrero de 2014).
En M exico la terapia familiar tambien se ha incorporado en el sector salud. Por ejemplo,
IFAC tiene una larga tradici on de colaboracion con hospitales donde hay terapeutas fa-
miliares que forman parte del equipo de atenci on, tales como el Hospital Infantil de Mexico
(Espejel Aco, Esquivel Camacho, Bautista Santiago, & Pacheco Segura, 2009, 2011;
Macıas et al., 2000). IFAC tambi en ofrece un Diploma en Terapia Familiar Medica, que se
imparte en el Departamento de Terapia Familiar Medica del Hospital Angeles  Lomas en
Ciudad de M exico (fundadora y directora: T. Weisz Fidel), creado recientemente.
El Centro Ericksoniano de M exico (T. Robles) ha desarrollado modelos de prevencion y
crecimiento en comunidades e instituciones de salud relacionadas con temas de salud,
violencia y abuso, tanto para parejas como para familias; tambien para el personal que los
atiende, trabajando con ellos el tema del estr es y el sındrome de fatiga cronica (Robles,
2001; Robles et al., 2013). C.A.I.P.S.I., representante del MRI en Mexico, trabaja con el
modelo de terapia breve (Cadena, Castro, Miranda & Mondelini, 2010).
Los terapeutas familiares tambi en han tenido influencia en el trabajo con adicciones.
CRISOL ha colaborado estrechamente con el Centro de Integracion Juvenil (CIJ),
entrenando a sus terapeutas en terapia familiar. Otro punto a destacar es el trabajo a
nivel nacional con CIJ de Fern andez-Caceres, Gonz alez, Yashiro, and Barrera (2006),
Fern andez-C aceres, Gonz alez, and G omez (2008) y Fern andez-Caceres and Gonz alez

15
Curso de Diplomado: “El Cuidado de la Persona del Terapeuta”, para personal que trabaja con familia
y violencia de genero en las Unidades M oviles y el Centro de Justicia para las Mujeres en Chihuahua y
Ciudad Ju arez (2011).
16
Proyecto “Asistencia a Vıctimas de Femicidio y sus Familias” en Juarez (2006) en colaboraci
on con IN-
DESOL (Instituto Nacional de Desarrollo Social), que forma parte del Ministerio de Desarrollo Social,
SEDESOL.

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ROBERTS ET AL. / 15
Sanchez (2011). Ellos han desarrollado grupos psicoeducativos de orientacion sistemica y
redes de apoyo social centradas en g enero e integracion.
Se han desarrollado trabajos interesantes con comunidades de diferentes estados. En
Merida, Yucat an, el Instituto Kanankil trabaja con diferentes grupos sociales y culturales
usando un modelo postmoderno construccionista social con pr acticas colaborativas (Ayora
Talavera & Chaveste Guti errez, 2009; Ayora Talavera & Faraone, 2012).17 En Durango
un enfoque multidisciplinario que incorpora las constelaciones familiares, la terapia indi-
vidual, grupal y familiar empodera a las comunidades y los agentes sociales (Ramırez Cas-
ta~neda & Soto Alanıs, 2011). El Centro Universitario de Estudios para la Familia (CUEF)
de la Universidad Aut onoma de Tlaxcala ha realizado investigacion sobre la funcionalidad
en las familias (Espejel et al., 2008; Nava, Hern andez Ariza, & Ju arez Ortiz, 2012; Nava
& Jim enez, 2013) y ha convocado varios foros para el an alisis y discusion de la terapia
familiar (Jim enez, Barrientos, Ju arez, & Centeno, 2000). El Grupo Campos Elıseos,
trabajando desde un enfoque construccionista social/colaborativo, ha desarrollado proyec-
tos en diversos contextos como escuelas (Fern andez, London, & Rodrıguez-Jazcilevich,
2006; London y Rodrıguez-Jazcilevich, 2007; Tarragona, Fern andez, & London, 2005), tra-
bajo clınico (Fernandez, Cort es, & Tarragona, 2007; London & Tarragona, 2007) y comun-
idades, tanto a nivel nacional como internacional (London, St. George, & Wulff, 2009).
London coordina las pr acticas colaborativas y Tarragona coordina el a rea de psicologıa
positiva. Est an afiliados a los Institutos Galveston y Taos, con quienes anualmente organi-
zan un Instituto Internacional de Verano.
Se ha desarrollado investigaci on sobre los constructos y mitos culturales, aplic andolos a
la terapia desde los enfoques construccionista social (Fortes de Leff & Espejel Aco, 2000),
colaborativo (Chaveste & Molina, 2013), psicodin amico y culturalista, integrando diferen-
tes contextos sociales e historias de familias y grupos (Eustace, 1998, 2000, 2001, 2003,
2009; Eustace, Aur on, & Azuela, 1995). En el Instituto Personas, Freidberg (2009) incor-
pora la cultura oriental mediante el uso de relatos en terapia desde una perspectiva hu-
manista-narrativa. Alvarez Cuevas, Carrillo Vera y Ortiz Solıs (2010) incorporan en su
modelo construccionista social ideas de la psicologıa positiva, la justicia social y la respons-
abilidad por los propios actos.
En el a mbito del trabajo sist emico hay una diversidad de temas y autores presentes.
Troya (2000, 2008, 2012); Rosenberg & Troya, 2007, 2012) integra la historia, la cultura y
la sociedad con la complejidad te orica, el psicoanalisis y el construccionismo social para
analizar el g enero, la sexualidad y el amor. Vicencio escribe desde un marco conceptual ep-
igenetico integrativo que integra el constructivismo y el construccionismo social (2011,
2013). Macıas Aviles (2012) tiene un enfoque sistemico-din amico-integrativo. Perez Alar-
c
on (2003, 2008, 2011) ha desarrollado una vision ecologica de la familia, incluyendo los
procesos psicodin amicos y ling€ uısticos construidos en el espacio y el tiempo historicos.
Lim on Arce escribe desde un enfoque postmoderno (Limon Arce, 2005, 2012). Auron Zaltz-
man (2009) reflexionan sobre la persona del terapeuta.
En M exico, el conocimiento de una multitud de autores, las diferentes organizaciones
familiares y nuestra vibrante vida social y cultural, con sus variadas visiones del mundo,
han contribuido profundamente al desarrollo de la terapia familiar. La demanda de prog-
ramas de formaci on en institutos de terapia y universidades sigue siendo muy alta en
todo el paıs. Hay siete programas de formaci on reconocidos por la Asociacion Mexicana de
Terapia Familiar (1981), cuatro en Ciudad de Mexico (IFAC, ILEF, Instituto Personas y
CRISOL) y tres en diferentes partes de la rep ublica: IREFAM (en el norte), Universidad
Anahuac del Mayab (en el sureste) y Universidad Autonoma de Tlaxcala (en el centro).

17
Espejel (2012) y London and Rodriguez-Jazcilevich (2004) formulan diferentes propuestas en relaci
on
a la supervision.

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


16 / FAMILY PROCESS

La acreditaci
on de terapeutas y programas es un tema que recibe gran atencion en la ac-
tualidad. El Consejo Mexicano de Terapia Familiar (1996), creado para este proposito,
est
a siendo reestructurado en la actualidad para asegurar el reconocimiento del gobierno
de estas acreditaciones, mientras la Asociaci
on Mexicana de Terapia Familiar est a busc-
ando lograr una mayor representaci on entre terapeutas familiares de diferentes escuelas
y regiones de Mexico.

 GRANOS DE ARENA – TRABAJAR CON LO QUE


TERAPIA FAMILIAR EN PERU:
TENEMOS PARA PROMOVER EL CAMBIO. NELLY CHONG GARCIA Y ROXANA
ZEVALLOS VEGA18
Hace 25 a~ nos poca gente buscaba ayuda terapeutica en Per u. Existıa un prejuicio muy
arraigado de que acudir a un psiquiatra o un terapeuta se asociaba con enfermedad men-
tal. Al igual que en la mayorıa de los paıses latinoamericanos, el psicoan alisis era la forma
de psicoterapia m as difundida. En este contexto, pedir la participacion de toda la familia
parecıa una opci on extra~na y por lo tanto difıcil de aceptar cuando aparentemente solo
uno de los miembros tenıa un problema o dificultad.
Tomaba tiempo y muchas sesiones explicar por que y como los integrantes de la familia
pueden participar juntos en el tratamiento. Hoy en dıa es com un para las familias acudir a
terapia, definir el problema como un “problema familiar” y describir la terapia como un
espacio importante para compartir sus preocupaciones y hablar sobre sus dificultades.
Asimismo, profesionales que anteriormente consideraban este enfoque como algo extra~ no
o especialmente innovador, ahora solicitan la presencia de la familia.
Dado que en Per u los servicios sociales que incorporan la terapia son escasos o inexis-
tentes, el desafıo es ofrecer terapia familiar no solo a quienes pueden pagarla, sino tam-
bien a las organizaciones que trabajan con personas de escasos recursos. Es fundamental
unir fuerzas y formar redes capaces de ofrecer ayuda y apoyo, que sean reales y al mismo
tiempo duraderas (Elkaim, 1989). Como los recursos con frecuencia son insuficientes, es
 til trabajar en equipos que incluyan a diferentes actores tales como sacerdotes, maestros,
u
psic ologos, abogados, trabajadores sociales, m edicos y nutricionistas. Por ejemplo, la famil-
ia L opez, resistente a buscar ayuda psicoterap eutica, hablaba a menudo con un sacerdote
y el fue quien les sugirio que acudieran a terapia familiar y se ofrecio a asistir a una o dos
sesiones durante la transici on a la terapia. En otras situaciones, las y los terapeutas usan
sus contactos para guiar a las familias hacia individuos o programas con sensibilidad
social. Ası, los profesionales alrededor de la familia contribuyen a ampliar las redes o a la
formaci on de redes previamente inexistentes.
Los terapeutas familiares trabajan en los hospitales p ublicos e instituciones de gobierno
dependientes del Ministerio de la Mujer, el Ministerio de Justicia y el Instituto Nacional
de Bienestar Familiar. Tambi en lo hacen en clınicas e instituciones privadas. Sin
embargo, dado que los hospitales y centros de salud son escasos y muchos no tienen tera-
peutas familiares, es necesario ofrecer esta ayuda a bajo costo o en forma gratuita. Una
manera de expandir este trabajo es estableciendo convenios con grupos como parroquias,
municipalidades y escuelas, para formar terapeutas familiares en dichos grupos.
En el Instituto Nacional de Salud Mental de Lima (“Honorio Delgado-Hideyo Noguchi”,
dependiente del Ministerio de Salud), el Departamento de Adultos y Tercera Edad y el de-
partamento de Ni~ nos y Adolescentes ofrecen terapia familiar sistemica, tanto en forma
ambulatoria como con personas hospitalizadas. Asimismo, uno de los terapeutas entrena-

18
nchong@ifasil.com (o) rzevallos@ifasil.com; Directora y Directora Acad
emica, respectivamente, de
IFASIL (Instituto Familiar Sist emico de Lima). Fundado en 1988, IFASIL fue pionero en el trabajo y la
formacion en terapia familiar en Per
u.

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 17
dos en IFASIL est a a cargo de un centro de la Universidad Mayor de San Marcos, una
universidad p ublica de Lima que ofrece atenci on a familias y parejas. Prontamente van a
inaugurar un Departamento de la Familia.
Al igual que otros profesionales, los terapeutas familiares que trabajan en organizaci-
ones que dependen del Estado con frecuencia tienen dificultades para mantener sus pro-
yectos de trabajo. Muchas veces, a raız de un cambio en las polıticas de gobierno, se
reestructura o elimina un proyecto que est a funcionando muy bien para dar lugar a otro
que es m as cercano a las ideas de una nueva autoridad.
La formaci on en terapia familiar comenz o en Lima hacia fines de la decada de los ochen-
ta, a cargo del psiquiatra Alfonso Mendoza, cuyo trabajo era bien conocido en la academia
y en los hospitales publicos. La mayor parte de los estudiantes eran profesionales de hospi-
tales FASIS. En la actualidad este grupo ya no existe. Sin embargo, en el Hospital Val-
diz
an, una instituci on p ublica, existe hoy un departamento de salud mental y familiar
donde se realizan seminarios, cursos y talleres. Sin embargo, no son parte de la carga
academica de un curso regular. La otra institucion pionera en la formacion sistemica es
IFASIL, fundada en 1988 por las dos autoras de esta seccion. Veintiseis a~ nos mas tarde,
IFASIL ha formado a m as de la mitad de los terapeutas familiares que trabajan en el paıs.
(Se estima que en la actualidad hay en Per u alrededor de 800 terapeutas familiares con
formacion completa, la mayorıa de ellos(as) en Lima.) IFASIL tiene un convenio con la
Universidad Cat olica de Lima, por el cual ofrece un programa de postgrado para estudian-
tes que completen una cierta cantidad de horas y supervision. Luego reciben un certificado
de la Universidad.
Hace 10 a~ nos atr
as, el Centro Peruano de Terapia Familiar y de Pareja, en convenio con
la Universidad Aut onoma de Barcelona, comenzo a ofrecer un Magıster en Terapia Famil-
iar en Lima. Los alumnos provienen de los sectores p ublico y privado, incluyendo maestros
y otros profesionales interesados en el tema de la familia. Este centro tiene fundamental-
mente un enfoque gest altico. IFAMI (Instituto de Capacitacion y Desarrollo Familiar) fue
fundado hace muchos a~ nos atras en la ciudad de Trujillo, a 500 kilometros al norte de
Lima. Ellos ofrecen formaci on en terapia breve centrada en la solucion.
La formaci on de terapeutas familiares sigue d andose principalmente en instituciones
privadas. En las universidades los cursos de terapia familiar se ense~ nan como parte del
plan general de estudios de psicologıa. La mayorıa todavıa no cuenta con programas de
Magıster o Doctorado en terapia familiar. La Universidad Nacional Federico Villareal
ofrece una especializaci on de postgrado en Terapia Familiar Sistemica.
En Per u no hay contacto entre los diversos lugares que ofrecen formacion en terapia
familiar. Sin embargo, el inter es y el numero de profesionales motivados por la terapia
familiar ha crecido considerablemente en los u  ltimos a~
nos. Muchos terapeutas sin formac-
i
on en terapia familiar incluyen a la familia como parte de su enfoque terapeutico. En las
provincias rurales todavıa no existen instituciones que ofrezcan formacion de manera
seria y consistente.
Sin embargo, allı se esta desarrollando un trabajo interesante. Por ejemplo, en Ayacu-
cho (en Los Andes peruanos) una terapeuta graduada de IFASIL acompa~ na a las familias
cuando descubren las tumbas de las personas asesinadas en la guerra civil entre el ejercito
y Sendero Luminoso. Esta terapeuta es originaria de esa region y habla quechua. Su tra-
bajo es apoyar a las familias en este momento difıcil mientras identifican y recuperan el
cuerpo de la persona fallecida.
Otra terapeuta graduada ofrece atenci on en temas de familia a un grupo de maestros de
un area de escasos recursos, considerada muy peligrosa por la alta tasa de crımenes de la
zona. Este proyecto surgi o de la petici
on de un sacerdote de la parroquia que sabıa que ella
era terapeuta. Los maestros enfrentan situaciones extremadamente difıciles en las

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


18 / FAMILY PROCESS

escuelas debido a las pandillas, las drogas, la violencia, el bullying y los temas familiares.
La terapeuta apoya a estos maestros por medio de talleres, tanto para abordar estos
problemas como para prevenir el sındrome de burnout.
IFASIL, dirigido por las dos autoras, trabaja usando una adaptacion del modelo del
equipo reflexivo propuesto por Andersen (1994). Lo consideramos como alternativa al uso
del espejo unidireccional, como una oportunidad de escuchar las voces de los clientes, mu-
chos de los cuales no son escuchados en su vida cotidiana. Tambien se incorpora a los ami-
gos cercanos y vecinos. Las intervenciones toman en cuenta las fortalezas y la resiliencia
de las y los involucrados, ve a los clientes como expertos y construye con ellos soluciones
alternativas para sus problemas (Roberts, 2010).
Las razones por las cuales las familias buscan ayuda en la actualidad se relacionan
principalmente con situaciones de abuso sexual y violencia; los efectos de la separacion o
el divorcio destructivo con la participaci
on de abogados que realizan demandas y contrad-
emandas, como tambi en los trastornos de alimentacion. Hasta hace alg un tiempo, los tra-
stornos de alimentaci on se presentaban principalmente en las clases socioeconomicas
media y alta. Hoy esto ha cambiado.
Como Dabas (2001) ha se~ nalado, muchos hechos y acciones son impredecibles y azaro-
sos, cambian al encontrarse con otros y requieren que hagamos un mapa de un territorio
desconocido. Sin embargo, tenemos siempre estas certezas: la confianza en los recursos y
fortalezas de las personas y la comprensi on clara de que nadie puede hacer esto solo, espe-
cialmente en circunstancias tan difıciles como las que existen en el Per u. Para generar un
cambio necesitamos tomar cada grano de arena y construir juntos a partir de todos ellos.

~ CRISTINA DIEZ FERNANDEZ Y


¡ARRIBA! CRECIMIENTO IMPARABLE EN ESPANA.
Mª YOLANDA MARTIN HIGARZA19
En sus inicios a comienzos de la d ecada de los setenta, la terapia familiar en Espa~ na es-
taba aislada y no existıa coordinaci on. Sin embargo, estos primeros avances introdujeron
la pr
actica de la psicoterapia, los instrumentos psicoterapeuticos y las aplicaciones en div-
ersos contextos, todo lo cual ayud o a unir a las y los profesionales e implementar la terapia
familiar en las esferas publica y privada. A comienzos de los a~ nos ochenta, un considerable
proceso de focalizacion y desarrollo llevo a la consolidacion de la disciplina, y a su imple-
mentaci on en los campos de la psicologıa y la intervencion clınica. Pasos cruciales en el
proceso de avance han sido organizar y formar asociaciones, la regulacion de la formacion
y los criterios de acreditacion (AEN; FEAP; FEATF, 2011), adem as de la promocion de la
investigacion y la inclusi
on en los planes de estudios formales. Hoy en dıa la terapia famil-
iar es una disciplina reconocida en los campos de las intervenciones sociales, clınicas,
educacionales y organizacionales (Rıos Gonz alez, 2009).
Esta institucionalizaci on del trabajo sistemico ha incluido iniciativas publicas y priva-
das, la formacion de asociaciones regionales a traves de la Federacion Espa~ nola de Asoci-
aciones de Terapia Familiar (FEATF), fundada en 1991, y m as recientemente, la
incorporaci on de la terapia familiar espa~ nola en la Federacion Espa~ nola de Asociaciones
de Psicoterapeutas (FEAP), y en la Asociaci on Europea de Terapia Familiar (EFTA). Tam-
bi
en ha existido colaboracion con la Sociedad Portuguesa de Terapia Familiar (SPTF) para
crear una red ib erica de terapia familiar. La proliferacion de publicaciones dedicadas a la
terapia familiar tambi en ha contribuido, como la pionera Cuadernos de Terapia Familiar,
cuyo primer n umero apareci o en 1986, y otras posteriores como Systemica que comenzo en

19
info@genospsicologia.com; Ambas del Centro Genos de Terapia Familiar (Oviedo, Espa~
na); Presidenta
y Secretaria de la Asociaci
on de Terapia Familiar de Asturias, respectivamente.

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 19
1995, Mosaico, revista publicada por la FEAFT tambien desde 1995, y Redes, publicada
desde 1996.
El modelo conductual habıa predominado en el currıculum formativo de las universid-
ades hispanas y en la pr actica psicol
ogica; consecuentemente, hasta hace poco la formac-
ion e investigaci
on en terapia familiar han sido limitadas. Los estudios acerca del trabajo
sistemico no se ofrecıan hasta comienzos de los a~ nos setenta, e inicialmente estaban liga-
dos a cursos de pedagogıa, psicologıa evolutiva y orientacion familiar. En los a~ nos ochenta,
y especialmente en los noventa, se comenzaron a incluir algunos conceptos, modelos teori-
cos y practicas de terapia familiar sistemica en varias materias, y los nuevos planes de es-
tudios introdujeron cursos que destacaban la importancia de los patrones interaccionales,
los contextos familiares y otros conceptos fundamentales de la terapia familiar. La presen-
cia creciente de la terapia familiar y de pareja en los departamentos academicos y la form-
acion de postgrado condujo a un aumento en la investigacion y la formacion especializada
(Espina, 1995). Adicionalmente, desde 1997 la Asociacion Espa~ nola de Investigacion y De-
sarrollo de la Terapia Familiar (AEI+DTF) ha promovido y coordinado la colaboracion
entre universidades y en otras instituciones para realizar investigacion en el campo de la
terapia familiar.
En a~nos recientes la practica de la terapia familiar en Espa~ na ha sido receptiva a los
contextos sociales cambiantes y las demandas que estos cambios generan en las familias.
Ha surgido inter es con respecto a temas transculturales, en la medida que la globalizacion
ha contribuido a la presencia habitual en terapia de personas de otros paıses. Esto genera
la necesidad de tener nuevos modelos interculturales y centrarse en identidades y relaci-
ones sociales cambiantes (Berm udez & Brik, 2010). En esta misma lınea, el impacto de las
nuevas tecnologıas sobre las relaciones familiares ha sido objeto de m ultiples reuniones
profesionales y publicaciones, y se han desarrollado muchas intervenciones nuevas (Livro
de Resumos, 2012). Otro tema importante son los nuevos modelos de familia: familias en-
sambladas, familias adoptivas, parejas homosexuales, etc. (Livro de Resumos, 2012; Mo-
nografıa I Congreso Ib erico de Terapia Familiar, 2010); diferentes formatos de redes
(Mosaico no. 41; Mosaico no. 47); desafıos de la parentalidad en distintas etapas del ciclo
vital, tales como la adolescencia (Mosaico no. 41; Mosaico no. 47) y las diversas formas de
violencia dom estica en la pareja y la familia (Fontanil, Ezama, & Fern andez, 2004; Mu~ niz
& Lopo, 2004).
Otro desarrollo importante en la adaptaci on de las y los profesionales de la terapia
familiar a las necesidades emergentes del paıs ha sido la inclusion de la mediacion familiar
como a rea de interes, que es promovida por algunas asociaciones regionales. Tambien hay
servicios sociales comunitarios que han implementado mediacion familiar en el trabajo
con familias (Garrido, Casares, Grimaldi, & Domınguez, 2009).
Estos avances han contribuido a un mayor conocimiento y una expansion de la terapia
familiar en Espa~ na, si bien quedan varias tareas por delante. Pensamos que deberıa haber
una presencia m as consistente de la terapia familiar en las universidades, en los estudios
de postgrado, y una mayor variedad de opciones en los estudios de pregrado, que hoy se
limitan a unos pocos ramos electivos. Tambi en se requiere un mayor apoyo a la investigac-
ion, de modo que los avances en la pr actica de la terapia familiar esten respaldados por es-
tudios rigurosos y de calidad. Igualmente, consideramos esencial que la acreditacion de los
terapeutas familiares sea reconocida por las instituciones en toda Espa~ na, de manera que
se la considere una calificaci on aceptada y valorada en la administracion p ublica y en
otras instituciones dedicadas a ayudar a las familias en todo el paıs.
Todos estos desafıos son vistos desde la perspectiva de profesionales que trabajan para
ayudar a que la terapia familiar en Espa~ na alcance el nivel de reconocimiento que merece
y sea vista como un m etodo de terapia efectivo y solido.

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


20 / FAMILY PROCESS

 NUEVA Y EN ASCENSO EN TURQUIA. FATMA TORUN REID20


UNA PROFESION
La terapia familiar en Turquıa est a en su infancia. Sin embargo, igual que algunos bebes
que no gatean sino que caminan inmediatamente, la profesion est a empezando a dar algunos
pasos importantes. Turquıa tiene un Ministerio de la Familia y Polıticas Sociales (a cargo de
una Ministra mujer) creado hace poco tiempo, que ha dado prioridad a un proyecto a nivel
nacional de “centros de orientaci on familiar”, enfocado a prevenir la violencia domestica, apo-
yar la continuidad de los matrimonios, ofrecer orientacion en divorcio, apoyar a familias
monoparentales, y m as recientemente, dar orientacion prematrimonial. Habiendose iniciado
la etapa piloto en algunas provincias en el a~ no 2012, algunos de estos servicios se llevan a
cabo en conjunto con los tribunales de familia, especialmente lo relacionado con la proteccion
de los ni~nos durante los conflictos por la custodia. La Agencia de Servicios Sociales y Protec-
cion Infantil, SHCß EK, cuya historia se remonta a los a~ nos veinte, es otra importante agencia
gubernamental que en la actualidad es parte del Ministerio de la Familia.
Turquıa es un paıs en transicion, afectado por la globalizacion y los grandes cambios de
lo rural a lo urbano, pero al mismo tiempo es una cultura que valora especialmente los la-
zos familiares y de amistad. Estos valores todavıa unen a la gente y ofrecen el mejor siste-
ma de apoyo en momentos de crisis natural o economica como tambien en la crianza de los
hijos. Al mismo tiempo, pueden ser fuente de estres y conflicto en las relaciones cercanas.
Por ejemplo, el apoyo que entregan los padres o los suegros a los nuevos matrimonios a ve-
ces puede transformarse en estar excesivamente involucrados(as) en las vidas de sus hijos
adultos, lo que puede contribuir a un ciclo de distanciamiento defensivo entre los miemb-
ros de la pareja. Una relaci on estrecha con una figura parental o con la familia de origen a
veces puede entorpecer el proceso de vinculaci on de la nueva pareja (Reid, 2011, 2012).
Obviamente, la terapia familiar y de pareja son necesarias en Turquıa, dado el impacto
de los macro sistemas sobre la familia. El desafıo es como satisfacer estas necesidades por
medio de servicios profesionales cuando la profesion est a en sus inicios. Hasta el dıa de
hoy han sido satisfechas principalmente por psicologos, psiquiatras, orientadores y tra-
bajadores sociales; algunos de ellos trabajan con un enfoque sistemico, pero la mayorıa usa
una variedad de enfoques terap euticos individuales. De acuerdo con un estudio realizado
por la Asociaci on de Terapia Familiar y de Pareja de Turquıa (AETD), el 13% de los 321
profesionales que realizan terapia familiar y de parejas en Turquıa son psiquiatras y el
77% son psic ologos(as) (Eraslan, Camoglu, Harunzade, Ergun, & Dokur, 2012, p. 135).
Cabe hacer notar que el Ministerio de la Familia y Polıticas Sociales busca alinear sus
nuevos servicios bajo el nombre de “orientaci on familiar” en lugar de “terapia familiar”. La
razon parece ser doble. Primero, en turco el t ermino “terapia” implica tratamiento medico
y caerıa bajo la jurisdicci
on del Ministerio de Salud, cuando en realidad el colaborador del
Ministerio de la Familia en este proyecto es el Ministerio de Educacion. En segundo lugar,
el t
ermino “orientaci on familiar” tiene la flexibilidad necesaria para incluir a los numero-
sos profesionales de salud que no tienen una capacitacion formal en terapia familiar. Actu-
almente, el ministerio exige a quienes trabajan en los centros de orientacion familiar que
completen sus conocimientos en terapia familiar sumando 450 horas de formacion con
familias (incluyendo 150 horas de supervisi on). Los pocos terapeutas familiares con entre-
namiento formal que existen en el paıs manifiestan una preocupacion comprensible por
que se mantengan est andares adecuados en la pr actica de la terapia familiar a medida
que el nuevo programa se va estableciendo. Aun cuando “el bebe se ha saltado el gateo y
ha comenzado a caminar”, necesita tener m as practica antes que los programas de formac-

20
frreid@yahoo.com; Directora y fundadora en 1979 del Centro AS ß AM de Orientaci on Psicol
ogica, De-
sarrollo Infantil y Familiar de Estambul. ASß AM es el primer centro privado de orientaci on psicologica y
terapia de Turquıa. Ha atendido cerca de 10.000 individuos, parejas y familias, y debe su credibilidad a la
efectividad de su Terapia Familiar Centrada en el Ni~
no.

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 21
i
on con supervisi on puedan mantenerse de pie por su cuenta. Afortunadamente existe en
la actualidad una colaboraci on activa entre representantes del ministerio, universidades y
miembros de las asociaciones profesionales de terapia familiar del paıs, tales como CATED
(Asociacion de Terapia de Parejas y Familias), una organizacion de menos de dos a~ nos de
edad que cuenta con 150 miembros.21 La asociacion tiene un boletın trimestral (Sistemik
Bulten) de aproximadamente 20 p aginas que promueve la terapia familiar en Turquıa. Su
reciente estudio The Preferred Models of Therapy (Los Modelos de Terapia Preferidos, pre-
sentado en la conferencia EFTA realizada en Estambul en Octubre de 2013) revelo que los
enfoques terap euticos predominantes en Turquıa son el sistemico, el modelo centrado en
la soluci
on y la TCC. Sin embargo, hay terapeutas individuales que utilizan diversos enfo-
ques terap euticos psicodin amicos y terapia orientada al insight, incluyendo el An alisis
Transaccional (Erskine, 1995). Este u  ltimo est
a integrado en los programas academicos de
las universidades Bilgi y Yasßar. En mi propia pr actica profesional me centro en la partici-
pacion del padre, lo que hace una gran diferencia en el resultado final. Seg un la tradicion,
en Turquıa la crianza era principalmente un tema de las madres, y los padres eran figuras
de autoridad distantes. En la medida que los padres van tomando consciencia acerca de
sus propias necesidades de la infancia y se familiarizan con sus modelos parentales inter-
nalizados, eso les da un incentivo para involucrarse m as y buscar mejores modelos de pa-
rentalidad. En este tema me parece que el An alisis Transaccional es una aproximacion
muy efectiva. Al trabajar con parejas uso la met afora “Su relacion es su primer bebe”, con
lo cual invito a la pareja a esforzarse juntos y cooperar para reducir las defensas y mejorar
la comunicaci on. En las parejas reci en casadas, llegar a ser un “nosotros” a menudo toma
mucho tiempo por la excesiva participaci on de los miembros de las familias extensas, por
lo general la madre del novio o de la novia. Para que las parejas se apropien de su nueva
relacion, sin faltar el respeto ni romper los lazos con las figuras parentales, necesitan nue-
vos insights y habilidades (como el manejo de las disputas o la valoracion de las diferen-
cias). A esto le llamo desarrollo de habilidades basado en el insight (IOSB, por su sigla en
ingl
es). Tambi en prefiero trabajar con subsistemas para focalizar en la relacion de pareja
y fortalecerla de manera que puedan afrontar los problemas que provienen del sistema
familiar extenso en forma m as efectiva. Esta opcion tambien m as conveniente en terminos
de tiempo y costo.
La AETD (Asociaci on Turca de Terapia Familiar y de Pareja, con 340 miembros) es una
asociacion m as antigua de terapia familiar, fundada en 1997; es una de las organizaciones
que integra IFTA y EFTA. Organiz o en Estambul los congresos de IFTA y EFTA de los
a~
nos 2004 y 2013, respectivamente. El congreso de IFTA del a~ no 2004 fue un evento que
contribuy o de manera importante a difundir la terapia familiar en Turquıa.
La necesidad de educaci on y formaci on en el campo se satisface actualmente mediante
un numero reducido de programas acreditados que ofrecen institutos privados y universid-
ades. A lo largo de los a~ nos, dos psiquiatras de Estambul –el presidente de AETD, Murat
Dokur (formado en MRI) y Nusßin Sarımurat (formada en Ackerman)– han dirigido progra-
mas de formaci on cuyos egresados cumplen con los est andares de EFTA. Asimismo, el
psic
ologo Emre Konuk (formado en MRI), secretario general de CATED, ha desarrollado
programas de terapia estrat egica y centrada en la solucion en su instituto DBI (Davranısß
Bilimleri Enstitusu, Instituto de Ciencias de la Conducta). En Ankara, varios academicos
han sido pioneros en el trabajo con familias: los profesores H€ urol Fısılo
glu de ODTU (Uni-
versidad T ecnica de Medio Oriente), Isßıl Bulut, en Universidad Basßkent y Aysße Yalin en
Universidad Hacettepe. En Estanbul, los Profesores Sunar y Fisek (2005), provenientes de
la Universidad Bog azicßi (B
osforo) han hecho diversas contribuciones por medio de sus
ense~nanzas, sus programas de asistencia a la comunidad y sus investigaciones, especial-

21
Entre sus miembros fundadores est
an Nilufer Kafescioglu, Yudum Akyil y Sibel Erenel.

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


22 / FAMILY PROCESS

mente en lo referente a la cultura turca. Como ha se~ nalado Ka gıtcıbasßı (2005, 2007) en
Turquıa las familias viven en una ‘cultura relacional’ con interdependencia emocional y
econ omica. En la vida cotidiana esto se refleja en que uno ve padres y madres caminando
por la calle con sus hijos, incluso hijos adultos, tomados del brazo, y tambien en la tenden-
cia de las familias nucleares de la misma familia extensa a vivir en diferentes pisos del
mismo edificio de departamentos.
En la Universidad de Yasßar, en Izmir, Ozge Alkanat lidera un programa de formacion
en terapia familiar y supervisi on, con el apoyo del Hiebert Institute de Illinois, EE.UU.. El
director de dicho instituto, Hiebert, Gillespie, and Stahmann (1993), ha tenido un rol
fundamental en la terapia familiar en Estambul por medio de los programas de formacion
que ha ofrecido durante a~ nos, financiado por el Centro AS ß AM de Orientacion Psicologica,
Desarrollo Infantil y Familiar.
En su mayorıa, los programas universitarios acreditados en el paıs est an vinculados
con departamentos de formaci on de postgrado en orientacion, tales como el de la Universi-
dad Ege de Izmir y la Universidad Dokuz Eyl€ ul, o con programas de postgrado de psico-
logıa clınica (como el de la Universidad Bilgi en Estambul). Este a~ no Bilgi comenzar aa
ofrecer un programa de magister en terapia familiar (que reemplazar a al programa acredi-
tado actual). Tener un programa de postgrado en terapia familiar en el paıs es un gran
paso adelante. En el intertanto, espero que la territorialidad no entorpezca el progreso que
prometen hoy en dıa la buena voluntad y la colaboracion en pro de la terapia familiar como
profesion y como servicio en Turquıa.

LA TERAPIA FAMILIAR EN UGANDA: DESAFIOS Y AVANCES. HUGO KAMYA22


En Uganda la terapia familiar es antigua y nueva a la vez. Es antigua porque es afın a
la cultura tradicional del pueblo, pero es nueva porque est a desarrollando sus propios pro-
cesos para lograr legitimarse. Lo m as importante es que debe ser considerada en el con-
texto de las estrategias de sanaci on tradicionales que est an arraigadas en creencias y
practicas religiosas y espirituales de la comunidad, incluyendo el poder del mundo natu-
ral.

Ubicada en Africa 
Oriental, Uganda es uno de los 55 paıses de Africa, un continente que
tiene m as de mil tribus, cada una con su propio sistema religioso (Mbiti, 1990). El paıs ti-
ene una poblaci on de 33 millones de personas con m as de 15 grupos etnicos tribales: Ba-
ganda (17%), Banyankole/Bahima (10%), Basoga (8%), Bakiga (7%), Banyarwanda (6%),
Langi (6%), Acholi (5%), Bagisu (5%), Lugbara (4%), Banyoro (3%), Batoro (3%) y Karama-
jong (2%) (Departamento de Estado de EE.UU., Oficina para Asuntos Africanos, s/f). Hay
45 idiomas y dialectos diferentes en Uganda, siendo el ingles el idioma oficial. Otros idio-
mas com unmente hablados son luganda y suajili. Las principales religiones son Cristian-
ismo (85%), Islam (12%) y otros credos (3%) (Central Intelligence Agency, 2012). La
poblaci on de Uganda es fundamentalmente rural, con una densidad m as alta en las regi-
ones del sur (Senyonyi, Ochieng, & Sells, 2012). Se invoca y se reza a los poderes espiritu-
ales –el dios supremo, otras divinidades, los espıritus y los propios ancestros–, y a veces se
ofrecen libaciones en su honor. Muchos ugandeses integran las pr acticas espirituales tra-
dicionales con el Cristianismo (Kamya, 2005a,b; Odoki, 1997). Es fundamental compren-
der estos sistemas de creencias ugandeses en contexto, incluyendo historia, economıa,
polıtica y colonialismo.

A diferencia de muchos paıses de Africa que fueron colonias de paıses europeos, Uganda
fue un protectorado del Imperio Brit anico. La condicion de protectorado permitio a los rei-
nos que constituyeron Uganda funcionar como entidades autonomas. En 1962, Uganda se

22
hugo.kamya@simmons.edu; Profesor universitario, Simmons College, Boston, Massachusetts.

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ROBERTS ET AL. / 23
hizo independiente y se le otorg o el autogobierno, constituyendose como rep ublica en 1967.
Los a~nos posteriores a la independencia estuvieron plagados de conflictos internos que cul-
minaron en la dictadura militar de Idi Amin, quien sometio brutalmente al paıs durante
sus ocho a~ nos de gobierno, entre 1971 y 1979. Despues de su derrocamiento, Uganda ha
sufrido una guerra civil de m as de 30 a~nos de guerra de guerrillas entre el Ejercito de Re-
sistencia del Se~nor, con base en el norte de Uganda, la Rep ublica Democr atica del Congo y
Sud an del Sur. Esta guerra, junto a la devastacion de la infraestructura del paıs, ha afec-
tado el bienestar de la comunidad y la familia.
En Uganda la terapia familiar puede entenderse como orientacion; Senyonyi et al.
(2012) sugieren que se divide en tres a reas: la orientacion no formal que ofrecen la cultura
tradicional, el clan y la familia; la orientacion que se ofrece en los colegios y la orientacion
para abordar los devastadores efectos de la epidemia de VIH/SIDA. Muchos orientadores
trabajan en colaboraci on con las creencias culturales y religiosas.
Las religiones tradicionales de Uganda pueden describirse como animistas (Mbiti, 1990,
p. 9), o referentes al alma o el espıritu, derivados del termino del latın para respiracion.
Dado que est a presente en todos los aspectos de la vida, la religion se expresa a traves del
poder mıstico, la magia, la brujerıa y la hechicerıa que el mundo occidental considerarıa
no religiosas. La creencia en lo divino y los seres espirituales se traduce en un compromiso
con diversas formas de devoci on. Adivinadores y sanadores hombres y mujeres usan sus
habilidades para ayudar a quienes les consultan a encontrar respuestas para el fracaso en
las relaciones o los matrimonios, e incluso ante la sospecha de hechizos malignos.
Para los ugandeses, la identidad personal se encuentra en la identidad comunitaria. Un
proverbio ugand es, “Yo soy porque nosotros somos”, subraya esta identidad comunitaria.
Los ugandeses, al igual que la mayorıa de los africanos, integran lo sagrado y lo secular en
una sola orientaci on comunitaria arm onica y cooperativa, sin distincion formal entre lo
sagrado y lo secular, entre lo religioso y lo no-religioso, entre las a reas espiritual y mate-
rial de la vida. El campo emergente de la terapia familiar tambien busca asentarse en esta
concepci on. Esta filosofıa aut
octona de la vida se ha convertido en el marco de referencia
de la terapia familiar en Uganda.
Algunos grupos religiosos se han contactado con iglesias, mezquitas y templos para ofre-
cer orientacion. Hay diversos grupos como Voz de la Vıctima, que busca abordar el estres y
sus consecuencias en el individuo, la familia y la comunidad, en personas que se han visto
afectadas por la violencia y el conflicto; WORLD VISION, que trabaja por la transformac-
i
on de las comunidades por medio de procesos de empoderamiento centrados en los ni~ nos y
las familias, y TASO (la Organizaci on de Servicio para el VIH), que ofrece orientacion so-
bre VIH/SIDA a las familias, por mencionar solo algunos. Estos grupos trabajan con uni-
dades peque~ nas o grandes, con el fin de desarrollar un sentido de vınculo, proposito y
significado para las familias y comunidades con las cuales trabajan, incluyendo la celeb-
racion de su relacion con lo divino. Tambi en existen institutos de formacion asociados con
algunas de estas organizaciones, que se dedican a formar orientadores familiares. Sin
embargo, la mayor parte de los servicios tienden a trabajar en conjunto con las clınicas
m edicas.
Por ejemplo, en el caso de las y los orientadores en VIH/SIDA, estos apelan a un sentido
de completitud y bienestar asociados con vivir en armonıa con la naturaleza y desarrollar
un sentido de prop osito y significado en dicha relacion. Dado que el VIH/SIDA ha afectado
a casi todo el mundo en Uganda, el flagelo del SIDA es visto como una responsabilidad
colectiva. La terapia familiar tiene m as sentido en grupos comunitarios o grupos con inter-
eses especıficos (Tamasese & Waldegrave, 2008). En efecto, en relacion al tema del VIH/
SIDA, los orientadores familiares no s olo hablan de la reproduccion de la vida, sino tam-
bien de la calidad de la vida que se transmite. Teniendo este foco, con frecuencia hablan de
practicas de sexo seguro con las parejas, las familias y los adolescentes. Los terapeutas

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


24 / FAMILY PROCESS

familiares se involucran en temas de religi


on, espiritualidad, cultura, valores, polıtica, his-
toria, agricultura y economıa para comprender los problemas que enfrentan las familias
(McDowell, Brown, Kabura, Parker, & Alotaiby, 2011).
Otro aspecto de la practica en Uganda es el uso de historias y proverbios, porque estos
est
an presentes en toda la vida familiar. Estos son algunos proverbios que se relacionan
con la vida de las personas:

Aquel que ve algo bueno debe contarlo.


Aquel que te ama te amar a igual con tu suciedad (el amor no es egoısta y es incondic-
ional).
Un hombre viejo se sienta y disfruta de los arboles que planto muchos a~nos antes (invi-
erte en tu juventud y cosecha en tu vejez).
Mientras el valiente llora los cobardes rıen (¿tienen alguna idea los cobardes de lo que
significa la guerra?).
La cautela no es cobardıa; incluso las hormigas marchan armadas.
Cuando dos elefantes pelean, el pasto queda pisoteado.
Aquel que quiere cazar dos ratas, no atrapa ninguna.
La persona que no ha viajado lo suficiente piensa que su madre es la mejor cocinera.
Un elefante nunca puede dejar de llevar sus colmillos.
El sendero hacia el deseo de tu corazon nunca est a descuidado.

Relatos que forman parte de la cultura acerca de la esperanza, la vida, el ciclo de vida y
estructura de la familia y las pr acticas de crianza de los ni~nos, se consideran un recurso
poderoso. Las y los orientadores usan historias y proverbios para entregar lecciones clave
para la vida. Le ofrecen a las familias consuelo, vınculo entre ellos y control.
Los profesionales que trabajan con familias tambien incorporan a muchos consejeros ex-
ternos para llegar a ellas, especialmente en aquellas a reas donde las familias son reserva-
das. No es infrecuente que los negociadores clave de la cultura local, que trabajan
estrechamente con los profesionales, sean quienes aborden la violencia domestica y las re-
laciones de poder entre hombres y mujeres. Dichos negociadores incluyen miembros de la
comunidad local que chequean regularmente c omo se encuentran las familias.
Los Baganda de Uganda creen que los ancestros permanecen alrededor de las casas de-
spues de su muerte y los consideran espıritus benevolos. En algunos grupos los orientado-
res familiares ayudan a las personas a entrar en trance y estados de meditacion porque se
cree que los conectan con seres espirituales. Otra pr actica que se ha utilizado en la zona
devastada por la guerra en el norte de Uganda son las representaciones dram aticas de
ceremonias de purificaci on para tratar el trauma. Esto incluye, por ejemplo, ayudar a los
sobrevivientes de la guerra a realizar rituales de sanacion por medio de la danza y el
teatro. A trav es de ellos, las comunidades entran en contacto con los vivos y los muertos,
con los ancestros y con las creencias espirituales, la naturaleza, la historia y la cultura
(Kamya, 1997; Mbiti, 1990).
Pero la terapia familiar en Uganda enfrenta desafıos importantes. Uganda ha vivido
una larga guerra civil desde 1990, la mayor parte de la cual termino en el a~ no 2006 con el
desplazamiento de m as de 1.600.000 personas, que en su mayorıa se encuentran en el nor-
te del paıs. El Ej
ercito de Resistencia del Se~
nor (LRA, por su sigla en ingles) ha sido acusa-
do del secuestro de alrededor de 30.000 ni~ nos, muchos de los cuales son obligados a
convertirse en ni~ nos soldados (http://www.insightonconflict.org/conflicts/uganda/). Algun-
os de ellos se han transformado en ni~ nos de la calle y deambulan por las ciudades. (De acu-
erdo a UNICEF, Uganda tiene m as de 10.000 ni~ nos de la calle [http://www.unicef.org/
infobycountry/uganda_58936.html].) Algunos han sido explotados y otros han sido forza-
dos al trabajo infantil en duras condiciones. Los conflictos regionales y el problema del

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 25
VIH han creado nuevos tipos de familias, como las familias a cargo de un ni~ no(a) o una
abuela, familias con m ultiples esposas/madres, familias que viven en zonas de guerra y
ni~
nos soldados (McDowell et al., 2011). La prevalencia de la violencia y sus predictores,
ambos secuelas de la guerra, ha sido bien documentada por un estudio reciente centrado
en las parejas en el norte de Uganda (Saile, Neuner, Ertl, & Catani, 2013). A raız del
trauma de la guerra, las relaciones entre padres e hijos se han visto afectadas, lo que ha
contribuido a la transmisi on intergeneracional de la violencia.
Un gran desafıo que enfrenta la orientacion y/o terapia familiar en Uganda es lo que me
gusta llamar la “avalancha de gente con buenos deseos”. Se trata de personas que impar-
ten formaci on –a menudo patrocinadas por organizaciones religiosas financiadas a su vez
por sus paıses de origen– y tienen diversas ideas sobre como ayudar a las familias y pare-
jas. Mientras algunos de estos grupos se han involucrado con enfoques respetuosos de la
cultura de la comunidad ugandesa –tales como los programas de orientacion sobre VIH/
SIDA–, otros han importado fuertes lazos evangelicos, muchos de los cuales son ajenos a
los ugandeses.
En conclusion, la terapia familiar como campo es antigua y nueva a la vez. Visto desde
la perspectiva occidental, es un campo joven, pero tiene una larga tradicion cuyas raıces se
encuentran en la cultura y las tradiciones religiosas del pueblo de Uganda. El futuro de
este campo es fuerte y prometedor. El apoyo y la voluntad del gobierno para que progrese
seran esenciales, al igual que la formaci
on de ugandeses. La investigacion y la publicacion
de trabajos de terapeutas familiares en Uganda ampliar a las bases del conocimiento de la
disciplina. Con este fin, el establecimiento de la Asociacion de Orientacion de Uganda
(UCA por su sigla en ingl es), con m
as de 800 miembros activos registrados, dos instituci-
ones de formaci on y 14 firmas privadas registradas es un paso prometedor en el avance de
la terapia familiar en Uganda. La UCA ha buscado profesionalizar la disciplina mediante
el desarrollo de guıas y est
andares de acreditacion y certificacion, como tambien un codigo
de 
etica, todos los cuales contribuyen a darle legitimidad.

PRACTICAS INNOVADORAS RECIENTES EN EL REINO UNIDO. PHILIP MESSENT Y


GLENDA FREDMAN23
Recorriendo principalmente el Reino Unido, McFarlane (2012) describe como ha seguido
las huellas de los pasos de otros. Escribe acerca del paisaje que encuentra como si se pro-
yectara dentro de nosotros, “no como un muelle o una penınsula, finito y limitado en su
volumen y extensi on, sino como una especie de rayo de sol, imposible de mapear por sus
jugueteos centelleantes, y que sin embargo, muchas veces resulta vivificante e ilumin-
ador”. El plantea que una de las preguntas que deberıamos hacer acerca de un paisaje
serıa: “¿Que es lo que conozco cuando estoy en este lugar que no podrıa conocer en ning un
otro?”
Podemos hacernos esta misma pregunta en relacion al paisaje de la terapia familiar y
sistemica en el contexto particular en el cual operamos, aun cuando –tal y como describe
McFarlane m as arriba en relaci
on a los paisajes fısicos y su impacto– puede que este pais-
aje tambi en sea “imposible de mapear por sus jugueteos centelleantes” y por lo tanto,
difıcil de descifrar en forma comprehensiva. Borcsa, Hanks, y Vetere (2013) han reflexio-
nado sobre el desarrollo de la terapia familiar en el contexto europeo y describen de ma-
nera similar c omo “es posible ver que los enfoques de un modelo u  nico est
an cruzando los
lımites de las conceptualizaciones familia/individuo, y se extienden en la direccion de las
costumbres culturales en un proceso de influencia mutua” (las cursivas son nuestras). M as

23
philip.messent@eastlondon.nhs.uk; East London NHS Foundation Trust, Londres, R.U. y Psychology
Department, Camden and Islington Mental Health NHS Foundation Trust, Londres, R.U.

Fam. Proc., Vol. 53, September, 2014


26 / FAMILY PROCESS

adelante sugieren que uno de los rasgos importantes para asegurar que los modelos man-
tengan una “sensibilidad a lo cultural y una pertinencia socio-historica” es el reconocimi-
ento de una “pr actica basada en la evidencia” generada a nivel local, enfatizando la
influencia del paisaje local sobre el desarrollo de una pr actica.24
Los estudios a gran escala en los EE.UU. han generado modelos tales como la Terapia
Familiar Multisist emica, el Tratamiento Multidimensional en Familias Sustitutas y la
Terapia Familiar Funcional (FFT por su sigla en ingles), todos con elementos importantes
de pensamiento y pr actica sist
emicos. Estos modelos han desarrollado una base de eviden-
cia que garantiza que entidades de gobierno del Reino Unido, como el Instituto Nacional
de Efectividad Clınica, reconozca su efectividad, atrayendo por lo tanto financiamiento est-
atal para esquemas piloto a gran escala en el paıs. Es muy pronto para saber especıfica-
mente qu e es lo que puede conocerse en el Reino Unido sobre como operan dichos modelos
que no pueda conocerse en cualquier otra parte. De hecho, durante su puesta en pr actica
se ha hecho mucho  enfasis en el cumplimiento estricto de los modelos, como si estos pudi-
eran ser invariantes. Callaghan (2013) ha escrito acerca de la experiencia de buscar una
manera de “acoger bien” la pr actica de FFT mientras participa en una investigacion en
Brighton, y considera esta aplicaci on apegada al manual como una “base segura” donde la
creatividad tiene un lugar en “el espacio entre” los pasos y tecnicas del modelo.
Un factor contextual importante en el desarrollo de la terapia familiar en el Reino Uni-
do ha sido su adopci on por parte de los servicios p ublicos, tanto en el Servicio Nacional de
Salud (NHS, por su sigla en ingl es) como en los servicios sociales ofrecidos por el gobierno
local. Durante el perıodo de expansi on del sector p
ublico, entre 1997 y 2006, se crearon
puestos de trabajo para terapeutas familiares y/o sistemicos, especialmente en los Servi-
cios de Salud Mental del Ni~ no y el Adolescente en todo el Reino Unido (Messent, 2008), lo
que ha permitido usar enfoques de trabajo en equipo tales como los equipos reflexivos y los
grupos de testigos externos. Estos permiten intercambiar ideas sistemicas con colegas de
otras disciplinas (Messent, Pearson, & Skillicorn, 2011), y el desarrollo de enfoques creati-
vos y l
udicos para que dichas intervenciones sean adecuadas para los ni~ nos, tales como el
uso de tıteres (Brown, 2009; Fredman, Christie, & Bear, 2007).
Hills (2013) ha descrito el desarrollo de un equipo de este tipo en un Servicio Psicologico
y de Adicciones para adultos del NHS, que tiene un enfoque sistemico-fenomenologico exis-
tencial y busca formas de crear una experiencia existencial validadora para la familia por
medio del di alogo terap eutico creado durante el apego temporal al equipo, con el fin de lib-
erar sus propios recursos y su capacidad de vivir con menos estres y angustia. A nivel gen-
eral en el Reino Unido, la terapia familiar/sist emica se ha desarrollado mucho menos en
servicios de salud mental para adultos, dado que el modelo medico en este campo es mucho
mas dominante. Otra excepci on ha sido una aproximacion para trabajar con primeros
episodios de psicosis descrita por Burbach, Fadden, y Smith (2010), que incluye una integ-
racion de los modelos psicoeducativo, cognitivo-conductual y sistemico.
Un desarrollo importante en el pensamiento sobre la pr actica del trabajo social en el Re-
ino Unido ha sido el influyente modelo de “recuperacion del trabajo social”. Desarrollado
inicialmente en el distrito Hackney de Londres, ha tenido un impacto en toda Inglaterra, y
tal como describe Pendry (2011), tiene un componente sistemico importante. Este modelo
representa un alejamiento del trabajo social entendido como un procesamiento burocr atico
de individuos, hacia un  enfasis en la importancia de vincularse y desarrollar una relacion;
los profesionales reciben formaci on para usar la teorıa del aprendizaje social y las ideas
24
Los autores pedimos recomendaciones a profesionales y directores del Reino Unido mediante una preg-
unta formulada en el grupo de discusion por correo electr
onico ‘Heads of Family Therapy’ (Directores de
Terapia Familiar) a nivel nacional con respecto a que se considera una practica innovadora en el Reino
Unido. Lo que presentamos a continuacion se basa en las respuestas que recibimos. Para una revisi
on m
as
comprehensiva y reciente v
ease Stratton y Lask (2013).

www.FamilyProcess.org
ROBERTS ET AL. / 27
sist
emicas para ayudarles a orientarse en su tarea de construir relaciones con las familias
clientes y generar cambio. Las instituciones de formacion en Terapia Familiar/Sistemica
en el Reino Unido est an desarrollando cada vez m as programas especıficos para trabaja-
dores(as) sociales en su lugar de trabajo, que luego les permiten acreditarse como “profe-
sionales sist emicos”. Se trata de un punto intermedio con respecto a una formacion
completa como terapeuta familiar/sist emico, con validez y estatus propios. Borcsa et al.
(2013) se~ nalan que la popularidad de esta acreditacion en Europa puede entenderse como
el triunfo del pensamiento familiar sist emico: el reconocimiento de su relevancia y aplica-
bilidad para todos los profesionales de salud y trabajo social en los servicios privados,
voluntarios y del sector publico.
Hacer  enfasis en la importancia de prestar atencion a los temas del poder y las diferen-
cias ha sido especialmente importante en un paıs como el Reino Unido, con su historia
colonial y sus diversas comunidades. El trabajo de Roper-Hall (1998) y Burnham (2012) en
el desarrollo del modelo Social GGRRAAACCEEESSS25 ha ofrecido a los profesionales
una herramienta efectiva (¡y una mnemotecnia en permanente desarrollo!) para favorecer
al m aximo que tomen en cuenta las diferencias y que esto influya en el desarrollo de las
hipotesis y los encuentros terap euticos. El trabajo de Messent (1992, 2004), es un ejemplo
de como se puede generar evidencia a partir de la pr actica en un contexto local en un
perıodo de tiempo. El ha descrito de qu e manera el trabajo sistemico ha moldeado las re-
spuestas a las necesidades de diversas comunidades minoritarias en el distrito londinense
de Tower Hamlets, un a rea en London Docklands con una rica historia de migraciones.
Describe, por ejemplo, el trabajo del Servicio para Familias Africanas, que hace enfasis en
que los profesionales honren la noci on de los progenitores africanos de que ellos tienen la
autoridad para decidir sobre las intervenciones que se ofrecen a sus hijos y sus familias.
Los profesionales honran dicha noci on mediante una reunion previa con ellos, y abordando
el tema de las formas de castigo que no son aceptables en el Reino Unido desde una posic-
i
on de respeto por las buenas intenciones hacia sus hijos.
Otros desarrollos en el Reino Unido en relacion al uso de los enfoques sistemicos con
grupos marginados, oprimidos por discursos centrados en la patologıa, incluyen pr acticas
para contrarrestar los efectos de la discriminacion y el aislamiento, facilitando la colabo-
racion y la comunidad con adultos mayores (Fredman, Anderson, y Stott, 2010a), personas
con discapacidades intelectuales (Baum & Lynggaard, 2006) y personas con problemas de
salud fısica (Christie & Fredman, 2001; Fredman, 2004). La intencion de ese trabajo es
crear contextos en que la persona designada como “paciente” tenga voz y decision, y donde
todos los involucrados se sientan conectados y empoderados, apoy andose en principios lla-
mados las “C Sist emicas”: colaboracion, comunicacion, conexion en relacion, contexto, cir-
cularidad, como tambi en competencia, eleccion, curiosidad, creacion conjunta y
comunidad (Webb Peploe & Fredman, 2012). Dicho trabajo se describe como “sistemico” en
lugar de “terapia familiar” porque las personas designadas como “pacientes” por lo general
pertenecen a redes amplias de vınculos con la familia, la comunidad y los profesionales
que ofrecen servicios de salud, salud mental, servicios sociales y educacion.
A partir de la postura de que “la persona no es el problema; el problema es el problema”
(White, 1988) y “la solucion no es s
olo personal” (Denborough, 2008), este trabajo apunta a
facilitar que existan instancias en las cuales clientes y profesionales puedan contribuir co-
lectivamente a la creaci on de “comunidades con recursos”, reconociendo, documentando en
conjunto y valorando los conocimientos especıficos de todas las personas involucradas. Dos
ejemplos de estas pr acticas son: (a) el Grupo Asesor de Pacientes Adultos Mayores, que

25
Acronimo en que cada letra representa en ingl es un aspecto del modelo: g enero, geografıa, raza,
religion, edad, capacidad, apariencia, clase, cultura, etnia, educaci
on, empleo, sexualidad, orientaci
on sex-
ual, espiritualidad. La palabra graces quiere decir gracias. (N. de la T.)

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28 / FAMILY PROCESS

utiliza el trabajo “Consejo de Personas Mayores” de Katz, Conant, Inui, Baron, y Bor
(2000), e invita a las personas mayores a actuar como consejeros de un servicio de psico-

logıa clınica (Milton & Rapaport, 2012) y (b) talleres El Arbol de la Vida (basados en el tra-
bajo de Ncube (2006) y Denborough (2008)) orientados a la prevencion de recaıdas, para
alentar la vinculacion y la experiencia de comunidad en personas mayores que est an ter-
minando su tratamiento en un servicio de salud mental (Clayton et al., 2012), y tambien
para personas j ovenes que viven con diabetes, con el fin de facilitarles la transicion a los
servicios para adultos (Casdagli, Fredman, & Christie, 2011).
La Terapia Familiar M ultiple es otra pr
actica que crea ese tipo de comunidades recur-
riendo a una combinaci on de terapia psicodin amica, grupal y sistemica. La unidad diur-
na de familia en el Servicio de Familia de Marlborough tuvo sus orıgenes en parte en los
EE.UU. en los a~ nos cuarenta y cincuenta, cuando varios equipos (por ej., Ross, 1948)
experimentaban con el uso de trabajo en grupos grandes para el tratamiento de pacientes
psicoticos, y por otro lado, en las ideas del movimiento de comunidad terapeutica y tera-
pia ambiental en el Reino Unido (Asen et al., 1982). A partir del trabajo con familias
“multiproblem aticas” se desarrollo el Modelo Marlborough de Terapia Multifamiliar
(Asen, Dawson, & McHugh, 2001), que ha sido aplicado en otros contextos como escuelas
y equipos que trabajan con adolescentes con trastornos de alimentacion (Scholz & Asen,
2001), y es utilizado ampliamente tanto en el Reino Unido como en Europa (Asen &
Scholz, 2010).
Hemos destacado brevemente algunas pr acticas innovadoras que han surgido en paisa-
jes, perspectivas y conocimientos locales en el contexto del Reino Unido –aquello que sabe-
mos aquı y que no podrıamos saber en ninguna otra parte. Esperamos que al tratar de
describir estos paisajes “imposibles de mapear por sus jugueteos centelleantes” (McFar-
lane, op. cit.) hayamos sido capaces de hacer justicia a la diversidad y vitalidad de este
campo todavıa en desarrollo.

 EXPLORAR NUEVAS POSIBILIDADES


EN PROCESO DE EXPANSION:
Las especificidades hist oricas y polıticas de los paıses –al igual que las diferencias etni-
cas, culturales, de genero, orientacion sexual y edad presentes en ellos– dan forma a mode-
los de terapia familiar, formaci on y pr actica. Estos autores y autoras nos muestran que
debieramos hacer preguntas como las siguientes: ¿Como afectan los aspectos polıticos
de las infraestructuras de salud mental y educacion superior a la formacion y la entrega
de servicios? ¿Qui en tiene acceso a una formacion sistemica? ¿A que edad y/o en que etapa
de su desarrollo? ¿Qu e dificulta o impide el acceso a los dem as? ¿Que estatus y/o poder
tienen los terapeutas familiares? ¿C omo influir an estas din amicas en el futuro de la
terapia familiar en diferentes paıses y alrededor del mundo?
Ası tambien, las diversas formas en que se desarrollan los recursos humanos en salud
mental afectan las teorıas y los tratamientos. Formarse fuera del paıs y volver con ciertas
ideas, o aprender de extranjeros “expertos” en la materia cuando visitan el paıs en que uno
vive es cualitativamente diferente de desarrollar una pr actica terapeutica basada en el co-
nocimiento local. Por todo lo anterior, tenemos que pensar en las diferencias entre los
paıses y las estrategias que utilizan para desarrollar el trabajo sistemico, cuestionando los
sesgos que dichas estrategias pueden generar en los modelos y los focos de atencion. En
una regi on o municipio, la gente puede avanzar deliberadamente en otras direcciones. Por
ejemplo, ¿c omo cambiarıa la formaci on en terapia familiar si se prestara m as atencion al
conocimiento local? (V eanse descripciones muy reflexivas de Hernandez-Wolfe (2013)
acerca de las formas en que ella lo ha hecho.)
Tambi en deberıamos prestar m as atencion a la forma en que nuestro lugar en la socie-
dad y nuestras identidades sociales afectan las din amicas de la formacion (Almeida,

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ROBERTS ET AL. / 29
Hernandez-Wolfe, & Tubbs, 2011; Hernandez-Wolfe & McDowell, 2012). Como se~ nalaba
Philip Messent, especıficamente sobre la docencia y el trabajo que ha realizado en Uganda:
“Creo que como visitante blanco europeo en Africa,  todos los encuentros que tengo est an
imbuidos de todos los encuentros que los blancos han tenido, tanto en nuestro pasado colo-
nial como en nuestro mundo post-colonial m as reciente” (comunicacion personal, 23 de
febrero de 2014). Necesitamos resistirnos, como Messent ha hecho poderosamente en su
trabajo (2009), a las relaciones desde una desigualdad de poder, y desarrollar continua-
mente modelos y situaciones de formaci on m as equitativos (Borsˇtnar, Bue‘ar, Makovec,
Burck & Daniel, 2005; McDowell & Hernandez, 2010).
Las y los autores citan escritos de gente de todo el mundo y sitios web. Les alentamos a
ahondar en temas que nunca han explorado y dar a conocer los recursos de este artıculo a
sus estudiantes, colegas clınicos, investigadores y otros.
A lo largo del texto se describen interesantes publicaciones y boletines de terapia famil-
iar, desde las cuatro revistas diferentes que existen solo en Espa~ na hasta el nuevo Boletın
en Turquıa. En esta disciplina muchas ideas excelentes no tienen una amplia difusion por-
que los artıculos por lo general est an disponibles en un solo idioma. Recientemente, los
editores de publicaciones de terapia familiar se reunieron en la conferencia de EFTA
realizada en Estambul (en noviembre de 2013, en conjunto con la asociacion de terapia
familiar de Turquıa). Una de las ideas que surgio es evaluar la factibilidad de crear una
plataforma para todas las revistas de terapia familiar del mundo, donde la gente pudiera
pagar por artıculo para leerlo en un idioma diferente. Por los costos de la traduccion,
tendrıa que tener suficientes solicitudes para que la traduccion resultara relativamente
economica.
Tambi en es crucial continuar trayendo nuevas voces al campo de la terapia familiar.
Con ese fin, Rub en Parra-Cardona y el comit e internacional de Family Process Institute
ha lanzado un taller de escritura y un programa de tutorıa para clınicos(as) e investiga-
dores(as) en Am erica Latina (www.familyprocess.org/about-us/). Algunas publicaciones,
tales como Families, Systems, & Health aceptan artıculos en espa~ nol para revision. Otras
revistas publican sus res umenes en diferentes idiomas.
Tambi en es importante preguntarnos: “¿Qu e es lo que no esta en estas paginas?” Obvia-
mente, una multitud de paıses alrededor del mundo est an ausentes. Invito a las y los aut-
ores de estos paıses a escribirme un correo electronico (janine@educ.umass.edu) si est an
interesados(as) en escribir 5 a 6 p aginas en un formato similar al que ven aquı. Si existe
suficiente respuesta, estas p aginas pueden ser editadas y publicadas en el sitio web de
Family Process, para seguir ampliando el di alogo.
Tambi en nos faltan las voces de los clientes. Tal vez un artıculo futuro podrıa centrarse en lo
que los clientes han dicho y escrito (como han hecho los autores de la terapia narrativa), espe-
cialmente en los paıses donde no se ha publicado tanto acerca de la terapia familiar.
Fue imposible abarcar todos los centros, institutos, programas de formacion, etc. en
cada paıs. Especıficamente, los grupos independientes (por ejemplo, aquellos que no cuen-
tan con la aprobaci on de organizaciones o universidades) est an ausentes. Por ejemplo,
C.E.F.A.P. (Centro de Terapia Familiar y de Pareja: www.cefap.com) en Puebla, Mexico,
dirigido por Felipe Guti errez ofrece extensos programas acreditados en a reas tales como la
terapia sistemica, terapia breve, terapia de juego y trabajo con parejas.
Como se~ nalan las y los autores de este artıculo, en todas partes la gente est a pensando
de manera innovadora en lo relativo al trabajo sistemico. Cu an afortunados somos de estar
en un campo vibrante que se est a expandiendo en todos los continentes (¡excepto la
Antartica!).26

26
Traducido por Psic. Soledad S
anchez Dıaz, Instituto Chileno de Terapia Familiar, Santiago de Chile.

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