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Absceso

Un absceso dental es una acumulación de pus causada por una infección


bacteriana. El absceso puede producirse en diferentes
zonas cerca del diente por distintos motivos. Un
absceso periapical se produce en la punta de la raíz,
mientras que un absceso periodontal se produce en las
encías, al lado de la raíz del diente. La información que
se incluye aquí es sobre los abscesos periapicales.
En general, un absceso periapical en el diente se
produce como consecuencia de caries dentales no
tratadas, una lesión o un arreglo dental anterior. La
infección resultante con irritación e hinchazón
(inflamación) puede provocar un absceso en la punta de la raíz.
Los dentistas tratarán el absceso dental drenándolo y sacando la infección. Es
posible que puedan salvar el diente con un tratamiento conocido como
procedimiento del canal radicular. Sin embargo, en algunos casos, es posible que
se deba extraer el diente. Dejar un absceso dental sin tratar puede provocar
complicaciones graves e, incluso, potencialmente mortales.
Absceso periapical
Las bacterias pueden ingresar en la parte más interna del diente a través de una
cavidad profunda, o de una quebradura o grieta en el diente. La infección o
inflamación resultantes pueden provocar un absceso en la punta de la raíz.
Síntomas
Los signos y los síntomas de un absceso dental incluyen los siguientes:
 Dolor de muela intenso, constante y palpitante que puede extenderse hasta
la mandíbula, el cuello o el oído
 Dolor o molestia ante temperaturas frías y calientes
 Dolor o molestia al masticar o morder
 Fiebre
 Hinchazón en la cara, las mejillas o el cuello que puede provocar dificultad
para respirar o tragar
 Inflamación y sensibilidad en los ganglios linfáticos debajo de la mandíbula
o en el cuello
 Olor desagradable en la boca
 La boca se inunda repentinamente de líquido salado con olor y gusto
desagradables y alivio del dolor, si se rompe el absceso
Cuándo consultar al médico
Consulta con tu dentista de inmediato si tienes algún signo o síntoma de absceso
dental.
Si tienes fiebre e hinchazón en la cara y no puedes comunicarte con el dentista, ve
a la sala de emergencias. También debes ir a la sala de emergencias si tienes
dificultad para respirar o tragar. Estos síntomas pueden indicar que la infección se
ha extendido más profundamente en la mandíbula, la garganta o el cuello, o
incluso en otras áreas del cuerpo.
Causas
Un absceso dental periapical se produce cuando las bacterias invaden la pulpa
dental. La pulpa dental es la parte más profunda del diente que contiene vasos
sanguíneos, nervios y tejido conectivo.
Las bacterias ingresan a través de una caries o por una grieta o rajadura en el
diente y se extienden hasta llegar a la raíz. La infección bacteriana puede provocar
hinchazón e inflamación en la punta de la raíz.
Factores de riesgo
Estos factores pueden aumentar el riesgo de padecer un absceso dental:
 Malos hábitos y cuidados dentales. No tener los cuidados adecuados de
los dientes y las encías, como no cepillarte los dientes dos veces al día y no
usar hilo dental, puede aumentar el riesgo de problemas dentales. Estos
problemas pueden incluir caries dentaria, enfermedad de las encías,
abscesos dentales y otras complicaciones de la boca y los dientes.
 Una alimentación con alto contenido de azúcar. Comer y beber
frecuentemente productos con alto contenido de azúcar, como dulces y
gaseosas, puede contribuir a la formación de caries, que pueden provocar
abscesos dentales.
 Sequedad en la boca. Tener la boca seca puede aumentar el riesgo de
caries dentarias. Por lo general, la boca seca se debe al efecto secundario
de determinados medicamentos o problemas relacionados con el
envejecimiento.
Complicaciones
Un absceso dental no desaparecerá a menos que lo trates. Si el absceso se
rompe, el dolor puede mejorar mucho y te hará creer que el problema se ha ido,
pero aún necesitas recibir tratamiento dental.
Si el absceso no drena, la infección puede extenderse a la mandíbula y a otras
áreas de la cabeza y el cuello. Si el diente se encuentra cerca de los senos
maxilares (dos espacios grandes debajo de los ojos y detrás de las mejillas),
también puedes desarrollar una abertura entre el absceso y los senos
paranasales. Esto puede causar una infección en la cavidad de los senos
paranasales. Incluso podrías desarrollar una septicemia, que es una infección
potencialmente mortal que se propaga por todo el cuerpo.
Si tienes un sistema inmunitario debilitado y dejas un absceso dental sin tratar, el
riesgo de que se propague una infección aumenta aún más.
Prevención
Evitar las caries dentarias es fundamental para prevenir los abscesos dentales.
Cuida bien tus dientes para evitar que se formen caries dentarias:
 Bebe agua con fluoruro.
 Cepíllate los dientes durante dos minutos al menos dos veces al día usando
pasta dental con fluoruro.
 Usa hilo dental o un limpiador dental con chorro de agua para limpiar entre
los dientes todos los días.
 Reemplaza el cepillo de dientes cada 3 o 4 meses, o cuando veas que las
cerdas están deshilachadas.
 Ingiere alimentos saludables, limita la ingesta de productos azucarados y de
refrigerios entre comidas.
 Visita periódicamente al dentista para hacer controles y limpiezas
profesionales.
 Considera usar un enjuague bucal antiséptico o con fluoruro para sumar
una capa adicional de protección contra la caries dentaria.
Diagnóstico
Además de examinar el diente y el área alrededor de este, el dentista puede hacer
lo siguiente:
 Dar pequeños golpecitos en los dientes. Un diente que tiene un absceso
en la raíz suele ser sensible al tacto o a la presión.
 Recomendar una radiografía. Una radiografía del diente doloroso puede
ayudar a identificar un absceso. El dentista también puede usar la
radiografía para determinar si la infección se ha extendido y ha causado
abscesos en otras áreas.
 Recomendar una tomografía computarizada. Si la infección se ha
extendido a otras áreas en el cuello, se puede usar una tomografía
computarizada para determinar la gravedad de la infección.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es deshacerse de la infección. Para lograrlo, el dentista
puede hacer lo siguiente:
 Abrir (hacer una incisión) y drenar el absceso. El dentista hace un corte
pequeño en el absceso, que permite que drene el pus y luego lava el área
con agua salada (solución salina). Ocasionalmente, se coloca un pequeño
drenaje de goma para mantener abierta el área y drenar mientras la
hinchazón disminuye.
 Hacer un procedimiento del canal radicular. Esto puede ayudar a
eliminar la infección y salvar el diente. Para hacerlo, el dentista perfora el
diente, elimina el tejido central afectado (pulpa) y drena el absceso. Luego,
llena y sella la cámara de la pulpa y el canal radicular del diente. El diente
puede cubrirse con una corona para hacerlo más fuerte, especialmente si
se trata de una muela. Si cuidas el diente arreglado de manera adecuada,
puede durar toda la vida.
 Extraer el diente afectado. Si el diente afectado no se puede salvar, el
dentista lo sacará (extraerá) y drenará el absceso para eliminar la infección.
 Recetar antibióticos. Si la infección se limita al área del absceso, es
posible que no necesites antibióticos. Pero si la infección se ha propagado
a los dientes cercanos, la mandíbula u otras áreas, es posible que el
dentista te recete antibióticos para detener la propagación. También puede
recomendar antibióticos si tienes un sistema inmunitario debilitado.
Politraumatismo
Los primeros auxilios son la atención
inmediata en el sitio del suceso, que se
recibe en cualquier situación que
compromete la vida de un individuo, bien
sea que se haya presentando por un
accidente, enfermedad o lesión
traumática.
Un paciente politraumatizado es definido
como aquel individuo que presenta dos o
más lesiones traumáticas graves ya sean periféricas o viscerales, que conllevan
una repercusión respiratoria o circulatoria y ponen en riesgo la vida.
¿Cuáles son los tipos de politraumatismo?
De acuerdo a su gravedad los politraumatismos pueden ser leves en los que el
paciente solo tienes lesiones superficiales como contusiones sin heridas ni
fracturas; politraumatismos moderados donde existen lesiones que produzcan
alguna incapacidad funcional mínima y politraumatismos graves donde el paciente
tiene un compromiso hemodinámico, un aumento o disminución de la frecuencia
respiratoria (taquipnea o bradipnea), pérdida de la conciencia, dos o más fracturas
en huesos largos, o heridas penetrantes en la cabeza, cuello o tórax.
Por otra parte también se pueden clasificar de acuerdo a los órganos involucrados
en politraumatismo de tórax, craneoencefálico, músculoesquelético, abdominal y
mixtos.
¿Cuáles son las causas de un politraumatismo?
La mayor causa de politraumatismos se debe a accidentes de tránsito, vinculados
a automóviles, motocicletas, bicicletas y peatones en la vía.
Los accidentes laborales, en el hogar y durante una práctica deportiva, además de
las caídas y las agresiones físicas que también suelen ser valoradas como
politraumatismos, pero en menor situación de gravedad.
¿Cómo se trata un politraumatismo?
El tratamiento de un politraumatismo comienza desde el momento del accidente,
denominada fase pre-hospitalaria donde el individuo es atendido por personal
paramédico que presta los primeros auxilios y moviliza al paciente al centro
hospitalario con la vía aérea libre, inmovilización de columna cervical, si existen
heridas estas son cubiertas con apósitos estériles y en el caso de hemorragias
externas se controlan, además inmovilizan las extremidades por medio
de férulas prefabricadas.
Al llegar al centro hospitalario se lleva a cabo el manejo de forma completa del
paciente mediante los médicos especialistas en pro de tratar las lesiones
multiorgánicas que presente el individuo y aplicar un tratamiento adecuado.
El papel del fisioterapeuta también es incluido en situaciones que ameriten del
soporte ventilatorio y el mantenimiento de las vías aéreas permeables por lo que la
fisioterapia respiratoria hace presencia en estas circunstancias, además al
encontrarse en un estado estable también la fisioterapia puede hacer acto de
presencia en las movilizaciones pasivas y activas del paciente politraumatizado
(siempre y cuando este indicado) ayudando a mantener los rangos articulares, y
reeducando a los familiares en la higiene postural para las movilizaciones de los
pacientes en estas situaciones.
Posterior al alta y de acuerdo a las limitaciones funcionales del paciente se
mantiene el abordaje de los pacientes que tengan aun algún compromiso por una
lesión causada por el accidente.

Miomatosis uterina
La miomatosis uterina es la presencia de miomas o fibromas en el útero, estos son
tumores que se clasifican de acuerdo a su localización. Esta enfermedad es una
de las causas de infertilidad por factor uterino.
Los miomas uterinos son los tumores pélvicos más comunes y son benignos, es
decir, que no es cáncer y no presentan riesgo de convertirse en cáncer.
Pueden ser microscópicos o crecer lentamente hasta ocupar todo el útero,
teniendo diferentes formas y tamaños. Aunque puede existir un único mioma, en la
mayor parte de los casos son múltiples.
Estos tumores se pueden presentar tanto en mujeres fértiles como infértiles, sin
embargo, el 80% de los casos de infertilidad por factor uterino se deben a la
aparición de miomas uterinos que perjudican la cavidad uterina de una mujer.
Aproximadamente el 20% de las mujeres padecen miomatosis uterina durante su
edad reproductiva. En particular las mujeres mayores de 30 años.
¿Cómo se clasifican los miomas?
Los miomas se clasifican por su localización en:
 Intramurales: estos pueden
afectar la fertilidad si su
medida es mayor a 4
centímetros y se localizan en la
pared muscular del útero.
 Subserosos: por lo general no
afectan la fertilidad y se
encuentran en la cubierta
externa del útero.
 Pediculados: este tipo de miomas crecen a partir del útero y crecen hacia
afuera de él detenidos por un tallo o pedículo del cual se alimentan y
sostienen. Cuando el mioma gira sobre el pedículo que lo sostiene puede
causar dolor intenso.
 Submucosos: este tipo de miomas pueden afectar la implantación del
embrión en el útero y se crean en el revestimiento uterino.
También se pueden clasificar por su tamaño en:
 Pequeños elementos: su diámetro es menor a 2 centímetros.
 Medianos elementos: su diámetro ronda entre los 2 a los 6
centímetros.
 Grandes elementos: su diámetro es mayor a los 6 centímetros.
¿Cuáles son los síntomas de la miomatosis uterina?
Aproximadamente el 25% de los miomas uterinos no provocan ningún síntoma, sin
embargo, se pueden manifestar de la siguiente manera:
1. Sensación de presión en la parte baja del abdomen.
2. Periodos menstruales muy dolorosos y con sangrado abundante.
3. Sangrado no relacionado al periodo menstrual.
4. Dolor al orinar.
5. Dolor durante la relación sexual.
6. Abortos recurrentes.
Los síntomas de la miomatosis uterina dependen del tamaño, la ubicación y
cantidad de los miomas.
¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de la miomatosis uterina?
Se cree que la existencia de los miomas está relacionada con una predisposición
genética o vascular. Su crecimiento está asociado a la actividad hormonal de los
ovarios, particularmente con la producción de estrógeno y progesterona.
Los factores de riesgo respecto a los miomas son:
1. El consumo de bebidas alcohólicas, especialmente la cerveza,
incrementa el riesgo de la miomatosis uterina.
2. Antecedentes familiares. Aquellas mujeres cuyas madres tienen o
tuvieron miomas corren más riesgo de desarrollarlos.
3. Las mujeres que padecen hipertensión pueden desarrollar miomas.
4. Cuanto más temprana haya sido la primera menstruación, mayor es el
riesgo de presentar miomas.
5. Las mujeres que tuvieron su primer embarazo tardío o que nunca se
embarazaron también presentan el riesgo de desarrollarlos.
La miomatosis uterina surge en la edad reproductiva de la mujer. Los miomas
crecen durante el embarazo cuando hay un nivel elevado de hormonas y
desaparecen después de la menopausia ya que en esta etapa los niveles de
hormonas se encuentran más bajos.
¿Cómo se diagnostica la miomatosis uterina?
El estudio más confiable para diagnosticar una miomatosis uterina es el
ultrasonido. Su precisión es del 95% si se realiza en el abdomen y del 100% si se
realiza vía intravaginal. Se recomienda que el ultrasonido sea interpretado por un
experto para obtener la mayor cantidad de información posible.
También se pueden diagnosticar a través de un examen ginecológico pero su
precisión es menor a la del ultrasonido.
Tratamientos para combatir la infertilidad por miomatosis uterina
El tratamiento de miomatosis uterina depende de la edad de la mujer y del tamaño
y ubicación de los miomas. Los miomas subserosos rara vez perjudican la
fertilidad de la mujer, pero en el caso de pacientes con miomas submucosos o
intramurales mayores a 5 centímetros si es recomendable utilizar tratamientos
como la fertilización in vitro, sobre todo si pasan de los 35 años.
Cuando la miomatosis uterina no ha logrado afectar la cavidad endometrial la
técnica más efectiva es la fertilización in vitro. Este método permite que mientras
que los miomas suelen afectar el transporte de los espermas y el proceso de
implantación del embrión, la FIV hace posible fecundar el óvulo en un laboratorio
para posteriormente colocar los embriones con más posibilidad de implantación en
el lugar indicado dentro del útero de la mujer.
Comúnmente los miomas subserosos o intramurales menores a 7 centímetros no
afectan los resultados de la fertilización in vitro pero en el caso de los miomas
submucosos mayores a los 5 centímetros, las tasas de éxito podrían disminuir ya
que estos afectan la cavidad uterina y por lo tanto la probabilidad de implantación.
Lumbago Traumático
La lumbalgia es el dolor
localizado en la parte inferior o
baja de la espalda, cuyo origen
tiene que ver con la estructura
músculo-esquelética de la
columna vertebral.
Esta patología afecta tanto a
personas jóvenes, como adultas
y mayores y aparece tanto en
trabajos sedentarios, como en aquellos que implican un gran esfuerzo físico.
Según el National Institute for Occupational Safety and Health (Niosh), se favorece
la aparición de este síntoma en las acciones donde se involucran movimientos de
flexión o la combinación de flexión con torsión del tronco, así como los trabajos
donde las acciones sean repetitivas, en entornos vibratorios y con sobrecargas
continuas en posiciones estáticas.
Aproximadamente el 80% de la población ha tenido o tendrá alguna lumbalgia
durante su vida y hasta el 70% de los jóvenes antes de cumplir los 16 años han
experimentado este dolor de espalda.
Frecuencia de aparición
¿La lumbalgia tiene la misma frecuencia en hombres y mujeres? ¿Hay una franja
de edad en la que se padezca más lumbalgia?
Andrés Ariza, reumatólogo del Hospital General de Ciudad Real, responde que,
básicamente, la diferencia por sexos y edad va a ser en función de algunas
causas. Por ejemplo:
 La espondilitis anquilosante tiene mayor frecuencia en el varón joven.

 Las infecciones van a ser más frecuentes en mayores de 50 años.

 Los cuadros crónicos y degenerativos son más frecuentes entre los 45 y 65


años y, en este caso, sí es algo más frecuente en la mujer (60%).
Causas
Antiguamente se creía que el dolor aparecía porque existía alguna alteración de la
estructura de la columna vertebral, como la escoliosis o la hernia discal. Sin
embargo, desde la Fundación Kovacs indican que eso es un error.
Al respecto, Ariza señala que dentro de las causas “identificables” de
lumbalgia posiblemente esté la hernia de disco en la zona lumbar. Y añade:
"Aunque en este caso tenemos que argumentar que se abusa un poco del
diagnóstico de 'hernia discal' como causa del dolor que consulta el paciente. Hay
estudios con tomografía axial computarizada (TAC) o resonancia magnética
nuclear (RMN) que demuestran un 20 o 24% de hernias discales asintomáticas”.
Hace años, un metaanálisis de ocho estudios con RMN en individuos
“asintomáticos” demostró: protrusión del disco entre el 29 y 79%; hernia discal
entre el 9 y el 76% y enfermedad degenerativa del disco en el 46 y el 91% de los
estudiados. "Es decir, la 'discopatía' en las técnicas de imagen es un hallazgo muy
frecuente, pero no siempre es la 'causa directa' del dolor que se nos consulta",
especifica Ariza.
Según la Fundación Kovacs, el dolor de la lumbalgia aparece por un mecanismo
neurológico que implica la activación de los nervios que transmiten el dolor y el
desencadenamiento de la contractura muscular y la inflamación. A veces, también
puede conllevar la compresión de la raíz nerviosa.
Ese mecanismo puede desencadenarse por una alteración de la estructura de la
columna vertebral, como la hernia discal o la degeneración importante de la
articulación intervertebral, pero, en la mayoría de los casos no se puede llegar a
averiguar la causa inicial que lo desencadena, y se atribuye a dolor por contractura
o sobrecarga muscular.
Según la SER, las causas más frecuentes son las de origen mecánico: alteración
de la estática vertebral (escoliosis), contracturas musculares (por sobrecarga
mecánica o tensional), problemas degenerativos del disco intervertebral o de las
articulaciones posteriores vertebrales, fracturas por osteoporosis o traumatismos
violentos.
Otras causas menos frecuentes son las enfermedades inflamatorias de las
estructuras vertebrales (como la espondilitis anquilosante); las infecciones o los
tumores.
¿De qué infecciones se trata? Esencialmente van a ser infecciones piógenas,
también pueden ser tuberculosas y, más raramente, fúngicas.
Entre las piógenas:
 Estafilococo dorado, que se da en la mitad de estos casos. Es frecuente en
adictos a drogas por vía parenteral.
 Estafilococo epidermidis, que suele ser secundario a intervenciones
quirúrgicas o punciones vertebrales.
 El estreptococo se asocia a la presencia concomitante de endocarditis.
 Los bacilos Gram negativos aparecen en el 25 o 30% de los casos,
principalmente Escherichia coli. En este caso suele darse el antecedente
de infección urinaria.
¿Y qué tipo de tumores o en qué localización? En la afección tumoral destacan
el mieloma múltiple y las metástasis óseas debidas principalmente a cánceres de
mama, próstata, pulmón, riñón, tiroides y digestivos, por ese orden.
Síntomas
Las manifestaciones más comunes de la lumbalgia son el dolor local o irradiado, la
inflamación y la presencia de contracturas musculares.
Por otra parte, según el grado de afectación y compresión radicular se pueden
producir alteraciones de la sensibilidad (anestesia, hipoanestesia, hiperestesia,
hormigueo, etc.) y alteraciones del movimiento (paresia, parálisis, entre otras).
Prevención
“Para evitar el dolor de espalda es recomendable hacer ejercicio o, en todo caso,
mantenerse físicamente activo, evitar el sedentarismo, adoptar una actitud mental
valiente ante el dolor y cumplir las normas de higiene postural destinadas a
realizar las actividades cotidianas de forma que la espalda soporte la menor carga
posible”, explica a CuídatePlus Mario Gestoso, director médico de la Fundación
Kovacs.
Gestoso señala que, en general, pueden incrementar algo el riesgo de padecer
dolores de espalda aquellos que someten al cuerpo a vibraciones, los que
requieren movimientos de flexoextensión o torsión y los que obligan a mantener
posturas de flexión o hiperextensión. Sin embargo, la realización de ejercicios
físicos que desarrollen una musculatura compensada puede paliar los efectos
adversos.
“Desde la fisioterapia se plantean diversas acciones para evitar posibles recidivas
(o recaídas). Entre las medidas, primero se corrigen las posturas o gestos que
hayan producido la lesión. En este sentido, al paciente se le educa de las
correctas normas de higiene postural y ergonomía, con el objetivo de mejorar sus
posturas al sentarse, tumbarse, subir o bajar escaleras o al cargar objetos”,
expone Casaña.
Al paciente también se le instruye en autoestiramientos y ejercicios de
fortalecimiento para que tengan un mejor control del tono postural y evitar nuevos
episodios. “Estos ejercicios tienen como objetivo devolver el tono normal de la
musculatura, o bien potenciando y estabilizando la musculatura débil o atrofiada o,
por el contrario, relajándola en caso de tenerla hipertónica (contracturada)”,
especifica el director del Departamento de Fisioterapia de la Universidad de
Valencia.
Luxación gleno humeral
La luxación de hombro es una lesión que ocurre
cuando la cabeza del hueso del húmero es expulsada
de la cavidad del hombro (glenoides). La luxación se
produce por un traumatismo directo o por
insuficiencia de las estructuras fundamentales del
hombro.
La luxación anterior de hombro es la más frecuente, aunque puede tener lugar en
cualquier dirección, siendo la luxación posterior del hombro la segunda en
frecuencia.
Una vez que un hombro ha tenido un episodio de luxación, es vulnerable a repetir
episodios. Cuando sucede en varias ocasiones, se llama inestabilidad crónica del
hombro.
Tipos de luxación de hombro
 Lesiones traumáticas. Las caídas suelen ser la causa de una luxación
inicial de hombro. Los deportes de contacto a menudo también pueden
provocarla. Es por ello que los ligamentos en la parte delantera del hombro
a menudo se lesionan.
 Lesión de Bankart. Se produce cuando el labrum y el borde del cartílago
se rompen.
 Lesión de Hill Sachs. La luxación de hombro también se puede asociar a
una fractura de la cabeza del húmero, esto se conoce como lesión de Hill
Sachs. Una primera dislocación severa puede conducir a recidivas.
 Por esfuerzo repetitivo. La natación, el tenis o el voleibol se encuentran
entre los deportes que requieren movimientos repetitivos por encima de la
cabeza. Los movimientos característicos de estos deportes pueden alargar
progresivamente los ligamentos del hombro. Muchos trabajos también
producen este tipo de lesión. Unos ligamentos más debilitados pueden
dificultar el mantenimiento de la estabilidad del hombro. Las actividades
repetitivas o en sobrecarga pueden llevar al límite un hombro debilitado.
Esto puede provocar un hombro doloroso e inestable.
 Inestabilidad multidireccional. El hombro puede volverse inestable sin
antecedentes de lesiones o esfuerzos durante el deporte. En estos
pacientes, el hombro puede sentirse inestable en múltiples direcciones.
Estos pacientes tienen ligamentos laxos en todo el cuerpo y la patología
está asociada a la estructura genética del colágeno.
 Inestabilidad crónica de hombro. Los síntomas más comunes incluyen:
o dolor causado por las lesiones estructurales.
o luxaciones repetidas de hombro
o una sensación persistente de que el hombro está suelto
o subluxación dentro y fuera de la articulación.
Diagnóstico de la luxación de hombro
El paciente con una luxación anterior de hombro nota el llamado “hombro salido” y
presenta un dolor muy intenso. Son incapaces de rotar el brazo y presentan una
región hueca debajo del acromion (la parte de la escápula en forma de saliente
situada en la parte superior y externa del hombro). Para su diagnóstico se recurrirá
a:
 Examen físico y antecedentes del paciente. La base fundamental del
diagnóstico es la exploración por parte del Traumatólogo especialista de
hombro. Dicha exploración se realizará mediante múltiples maniobras
específicas para cada parte de las estructuras articulares, así como la
anamnesis del mecanismo causal de las lesiones.
 Pruebas de imágen. Se pueden realizar pruebas de imágen para ayudar a
confirmar su diagnóstico e identificar cualquier otro problema.
 Rayos X. Estas imágenes mostrarán cualquier lesión en los huesos que
conforman la articulación del hombro.
 Resonancia magnética (RMN). Proporcionará imágenes detalladas de
tejidos blandos, lesiones en los ligamentos y tendones que rodean la
articulación del hombro.
Tratamiento de la luxación de hombro
La inestabilidad crónica del hombro se trata con opciones no quirúrgicas, tras la
reducción y la inmovilización inicial. Si estas opciones no alivian el dolor y la
inestabilidad, es posible que se necesite cirugía. Entre las opciones no quirúrgicas,
se recurrirá a:
 Modificación de actividad. Evitar actividades que agraven los síntomas.
 Medicamento: Antiinflamatorios para mejorar los síntomas.
 Rehabilitación: Fortalecer los músculos del hombro y trabajar en el control
del hombro puede aumentar la estabilidad.
Aunque existen recientes estudios que determinan que las lesiones traumáticas
con roturas de Labrum presentan un muy buen resultado con cirugía precoz.
 Artroscopia. La artroscopia es una cirugía mínimamente invasiva. Dentro
del hombro, con una pequeña cámara, se realizará la cirugía con
instrumentos especiales para reparar las estructuras dañadas.
 Cirugía Abierta. Algunos pacientes pueden necesitar un procedimiento
quirúrgico abierto. Esto implica hacer una incisión más grande sobre el
hombro y realizar la reparación bajo visualización directa.

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