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PREVENCION BULLYING

Mateo 22:37-39: Y Jesús dijo: amaras al señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu
mente. Este es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es semejante a este: amaras a tu prójimo como a ti
mismo.

Romanos 12:18: Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.

Mateo 5:9 Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Lucas 6:28 “Bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.”

Para atenuar, en parte, esta problemática, primero hay que reconocer la complejidad del fenómeno y las
consecuencias que pueda generar, por lo que todas las personas tienen un grado de responsabilidad sobre el tema
(no solo los grupos docentes). No obstante, lo anterior, se pueden repensar alternativas para minimizar el impacto
que tal situación pueda causar en el desarrollo socioafectivo de niños, niñas y jóvenes, entre ellas:

 Explorar o diagnosticar los espacios educativos a fin de detectar comportamientos violentos, analizar sus
causas específicas y buscar soluciones (no generalizaciones). En este contexto, la participación activa del
personal docente, personas encargadas y comunidad en general son fundamentales, ya que por medio de
la observación y el dialogo se pueden detectar situaciones de bullying, especialmente en aquellos espacios
de la escuela o colegio considerados de “alto riesgo”, como lo representan los recreos, en los baños,
pasillos, entre otros.

 Reflexionar sobre el sistema de sanciones tradicionales denominados “boletas”, “suspensiones”,


“acciones correctivas” “rebajo de puntos”, que han demostrado su ineficacia como forma de abordar la
complejidad del fenómeno como tal y que, por el contrario, pudieran potenciar el problema.

 Escuchar las voces de niños, niñas y jóvenes sobre el bullying e integrarles activamente en acciones
encaminadas a la atención del problema.

 Buscar un enfoque pedagógico-comunitario de intervención mediante la triada: comunidad-familia-


institución. De manera tal que se trabaje en equipo mediante la integración de los principales actores
sociales.
 La prevención y atención oportuna de los factores de riesgo psicosocial y la salud mental en general.

 Propiciar, en las instituciones educativas, ambientes de respeto y tolerancia basados en prácticas no


directivas o controles autoritarios y punitivos. Caso contrario, hay que abrir espacios pedagógicos que
potencien relaciones dialógicas, inclusivas y solidarias en las aulas.

 Considerar no solo la relación victima-persona victimaria, sino también la de las personas espectadoras u
observadoras, ya que estas últimas pueden contribuir a potenciar el problema por medio de la
reproducción y legitimación del acto violento.

 Realizar encuentros pedagógicos interdisciplinarios a fin de reflexionar, desde diferentes ópticas, sobre un
fenómeno social, complejo y multidimensional que está sucediendo dentro y fuera de las instituciones
educativas del país.

 Necesidad de construir propuestas participativas para atender, de manera integral, este problema, pero
desde “adentro” y no impuestas desde una oficina estatal.

 Considerar que los protocolos de atención no solo deben tener un carácter normativo de procedimientos y
reglas (no hay recetas), sino prevenir y ajustarse a las necesidades del contexto sociocultural de cada una
de las instituciones y comunidades del país, tomando en cuenta las voces de los actores y sus necesidades.
Lo anterior debido a la diversidad, multicausalidad y singularidad que presenta el bullying en cada
individuo.

 Cada caso debe abordarse de manera específica, ya que las instituciones y la juventud presentan
circunstancias, causas y consecuencias que pueden ser distintas a otras, aunque se trate del mismo
fenómeno.
 Hay que explorar las dimensiones de comportamiento violento en niños, niñas y adolescentes mediante la
investigación educativa.

 Repensar los sistemas de castigos tradicionales, formas de abordaje o protocolos que no contextualizan el
fenómeno para cada institución e individuo.

 Eliminar toda forma de castigo o persecución de las personas involucradas en el problema y repensar en
alternativas de atención integral o prevención.

 Finalmente, todas las personas tenemos un grado de responsabilidad sobre el fenómeno bullying; el
aprender a vivir y convivir en espacios libres de violencia, una educación basada en relaciones de respeto
y, por último, la obligación de informar cualquier forma de maltrato o matonismo son la base para atenuar
el fenómeno. Lo fundamental es construir ambientes respetuosos, solidarios e inclusivos desde un
enfoque pedagógico comunitario. Bullying hay en todas las instituciones, es un síntoma de una sociedad
violenta y a la vez es un fenómeno que se reproduce en los centros educativos por medio de la cultura
escolar.

Por qué algunas personas intimidan

Algunas personas —niños, adolescentes y adultos por igual— se burlan de otros y

La respuesta

La Biblia habla sobre el tema de la intimidación y el trato abusador o irrespetuoso. Los cristianos incluso pueden
ser un objetivo específico del hostigamiento ya que el tratar de vivir como Cristo es a menudo contracultural.
Mateo 5:39 dice: “No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele
también la otra.” Sin embargo, esto no significa que no puede pedir la defensa de Dios o defenderse a usted
mismo.

Al responder a una situación de acoso escolar, recuerde que la Biblia nos dice que debemos tratar a los demás de
manera justa y con respeto. Mateo 22:39 nos dice que amemos a los demás como a nosotros mismos. Y Romanos
12:18 aconseja: “Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.” Cuando enfrentes con
alguien que habla mal de ti, se burla o le humilla, no busque la venganza sino el responder en amor. Mateo 5:44
dice: “Amen a sus enemigos,” y Mateo 5:9 dice que los que trabajan por la paz serán bendecidos. Lucas 6:28 dice,
incluso, “bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.”

Cómo tratas a los demás refleja su relación con Dios ya que Él los ha creado y valora a cada uno. Al responder a
las personas en amor, se darán cuenta e incluso podrían cambiar su actitud hacia usted. Proverbios 15:1 dice: “La
suave respuesta aparta el furor, mas la palabra hiriente hace subir la ira.”

Al mismo tiempo, si el acoso le está afectando negativamente mentalmente, emocionalmente o físicamente— no


permanezca en peligro, sino busque el apoyo de un adulto o una figura de autoridad digna de confianza. Recuerde
que nuestra fuerza no proviene de nosotros, sino de Dios que se preocupa por nosotros y nos da la esperanza.
Permita que esto le dé la fuerza para soportar. Salmos 34:4-5 dice: “Busqué al Señor, y él me respondió; me libró
de todos mis temores. Radiantes están los que a él acuden; jamás su rostro se cubre de vergüenza.”

Se produce entre pares. — Existe abuso de poder e imposición de criterios a los demás.
Es sostenido en el tiempo, es decir, se repite durante un período indefinido.
Es habitual que quien es víctima de bullying no cuente lo que está sucediendo a nadie, le dé vergüenza o hasta
se sienta culpable.
La gran mayoría de las veces es una situación conocida por otros, ya sean niños o adultos, quienes son testigos
del maltrato.

— Poner en marcha acciones preventivas dirigidas al origen del problema: establecimiento de normas de
convivencia basadas en el diálogo, involucramiento de las familias respeto al honor y la intimidad de las personas,
implementación de medidas especialmente dirigidas a evitar las actitudes de permisividad o pasividad respecto de
situaciones de violencia y animar a denunciar los hechos garantizando la confidencialidad.
— Capacitación de los profesores para poder actuar con garantías ante casos de bullying en su centro o clases y en
aspectos como: educación para la convivencia, mediación escolar y solución de conflictos.
— Promoción en la clase y en el colegio de la convivencia, la cultura de la igualdad, el diálogo y el consenso.
— La Generación de programas de educación por la paz y la tolerancia y la elaboración de materiales curriculares
que propicien una adecuada interacción en el entorno escolar favoreciendo la integración y evitando situaciones
de riesgo.
— Flexibilización de las mallas curriculares, adaptándolos así a las necesidades de cada alumno considerando que
algunas víctimas de bullying son alumnos que tienen dificultades para seguir el ritmo de aprendizaje de la clase.
— La Adopción de medidas disciplinarias son necesarias para frenar situaciones de violencia escolar que ya están
teniendo lugar. Para la prevención y disminución paulatina en la frecuencia de estas situaciones, es importante
que la comunidad educativa, con el profesor a la cabeza, ponga en marcha acciones preventivas dirigidas al origen
del problema.

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