Está en la página 1de 2

Lectura “Educar: Un arte, una ciencia…una vocación.

Isabel Corts Giner”

El informe a la Unesco(1997), conocido como “informe Delors” en su séptimo capitulo


define la profesión docente como un arte, una ciencia, para afirmar inmediatamente, que es
la fuerte relación que se establece entre docente y el alumno la esencia del proceso
pedagógico, proceso que implica instrucción y formación.

Al reflexionar esta frase se puede deducir que educar es mucho más que transmitir
conocimientos. Es una tarea compleja y apasionante que implica una profunda
responsabilidad. Enseñar es guiar a los estudiantes hacia su propio camino de
descubrimiento y aprendizaje, ayudándoles a desarrollar sus habilidades y potencialidades
al máximo, es decir es un arte que requiere creatividad, sensibilidad y pasión. Así como un
artista utiliza su imaginación para crear una obra de arte, por ejemplo, se inspira para
realizar una linda pintura, escribir un hermoso poema o canción, un buen educador utiliza
su creatividad para diseñar experiencias de aprendizaje únicas e inspiradoras para su
estudiante, por lo tanto, también implica adaptarse a las necesidades individuales de cada
estudiante y encontrar formas creativas de involucrarlos en el proceso de aprendizaje.

Para poder adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante se requiere de la


ciencia, ya que, al aplicar un enfoque científico a la educación, se pueden identificar las
mejores prácticas y los métodos más efectivos para enseñar y aprender. Los educadores
pueden utilizar la investigación para diseñar programas y estrategias que se adapten a las
necesidades específicas de sus estudiantes, para asegurarse de que se está brindado a los
estudiantes las mejores oportunidades posibles y a su vez para evaluar la eficacia de estas
intervenciones.

La educación es un tema que concierne a toda la sociedad, no solo a los docentes. La


formación académica de nuestros jóvenes no puede ser responsabilidad exclusiva de una
sola persona o institución, pero la sociedad aun teniendo conocimiento y ser consciente de
esto le entrega toda la responsabilidad, les sobre exige a los docentes la educación de sus
hijos y los culpa de los problemas que sus hijos presentan.

Es por eso que debemos entender que cada uno de nosotros tiene un papel importante en el
proceso educativo. La familia debe apoyar y motivar a sus hijos para que tengan éxito en
sus estudios, mientras que la sociedad debe proporcionar las herramientas necesarias para
que los estudiantes puedan alcanzar su máximo potencial, porque creo que la educación es
un esfuerzo colectivo que requiere la colaboración de todos los actores involucrados: los
docentes, las familias y la sociedad en general. Solo trabajando juntos podemos garantizar
una educación de calidad para nuestros estudiantes.
Por último, dentro de los tres rasgos esenciales que se mencionan en la reflexión que son:
EL SABER, EL SABER-HACER Y EL SER. Puedo decir o deducir que:

La educación es una de las profesiones más nobles que existen, ya que tiene el poder de
transformar vidas. Para ser un buen educador, no basta con tener conocimientos técnicos,
sino que es necesario tener una verdadera vocación por la enseñanza, porque al tener
vocación, es decir amar lo que tu realizas que es educar, enseñar, ayudar a tus estudiantes
sientes un compromiso profundo con los estudiantes, un deseo genuino de ayudarlos a
crecer y desarrollarse como personas.

Integrante:

Paulina Estefanía Narváez Jara.

También podría gustarte