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Elaboración de Articulo de investigación

SISTEMAS JURÍDICOS MAS IMPORTANTES DEL MUNDO: CAMMON

LAW Y ROMANO GERMÁNICO.

RESUMEN

En este artículo de investigación abordaremos los dos sistemas más importantes del mundo
por un lado el sistema anglosajón o cammon law y el sistema romano germánico.
Veremos la historia, evolución, principios, fundamentos y aplicación del derecho en cada una
de ellas.
Actualmente el sistema jurídico Romano Germánico está presente en muchos países de
Latinoamérica y Perú no es la excepción.
Uno de nuestros problemas en nuestro sistema jurídico es la corrupción en nuestro poder
judicial, nosotros presentaremos unas posibles soluciones ante esta crisis.

Integrantes
 Leidy liseth vasquez julca
 Merlin Alicia mariñas Valdivia
 Laura sarayi Salazar Guevara
 Frank Eduardo cerquin Villanueva
INTRODUCCIÓN AL COMMON LAW

Antecedentes históricos

El common law de Inglaterra se desarrolla después de la promulgación de la Carta Magna de 1215,


con anterioridad a ésta, existían dos tipos de cortes, una era la Corte de Alegaciones Públicas
(Common Pleas), a las que acudían litigantes particulares; en estos conflictos el Rey no tenía
ningún interés. La otra era la Corte del Rey (King’s Court Bench), también conocida como Corte
Criminal (Criminal Court), en la cual las personas eran juzgadas por su conducta punible. Ambas
eran presididas por jueces nombrados por el Rey.

La adopción de la Carta Magna comenzó la transición de Inglaterra a un gobierno representativo,


por lo que en los siglos siguientes la Corona comenzó a ceder cada vez más poder en favor del
Parlamento de Inglaterra. Entretanto, las mencionadas cortes continuaron operando con los
representantes del Rey, tomando decisiones e impartiendo justicia. El derecho impuesto por estas
cortes, provenía de decretos del Rey y leyes aprobadas por el parlamento. En ausencia de un
edicto real o un estatuto del parlamento que regulara una determinada situación, lo cual era
ciertamente lo más común, las cortes comenzaron a emitir fallos basados en la costumbre local.
Con el tiempo, los jueces comenzaron a comparar notas y a decidir casos análogos de maneras
similares, siguiendo decisiones previas, por lo cual, decisiones consistentes se fueron convirtiendo
en derecho.

El derecho dejó entonces de ser un problema de costumbres locales, para convertirse en un


sistema común a todo el país, de allí es de donde proviene el significado de la expresión “common”,
del sistema jurídico anglosajón.

La mayoría del common law inglés, tal y como existía en tiempos de la Guerra de la Independencia
estadounidense, ha sido el origen de los distintos sistemas legales de Estados Unidos. El common
law ha variado en cada Estado, pero en el Estado de Luisiana, el sistema legal difiere de una forma
significativa de los demás, pues se basa en el modelo francés de Derecho Civil Codificado. 

Carta Magna, firmada el 15 de junio de 1215 por el Rey Juan I de Inglaterra.


Modelo de Common Law

El modelo del derecho consuetudinario se basa en la premisa de que los principios de revisión
judicial y su aplicación son creados por los tribunales. Son los tribunales los que han diseñado estos
principios de acuerdo con los principios de justicia y estado de derecho. La legislatura rara vez
proporcionará indicaciones sobre el contenido y los límites de lo que constituye la revisión judicial.
Cuando se apruebe la legislación, los tribunales impondrán los controles que constituyen la revisión
judicial que creen que están normativamente justificados por motivos de justicia, estado de derecho,
etc. Por lo tanto, decidirán sobre los principios procesales y sustantivos adecuados de revisión
judicial que deben aplicarse órganos estatutarios y no estatutarios por igual. La acción de la agencia
que infrinja estos principios será ilegal. No es necesario que tales principios estén encubiertos de
intención legislativa. El argumento de que se debe encontrar tal intención, ya que de otro modo
habría un fuerte desafío a la soberanía, o un supremacismo judicial sin control, es infundado. 

Los defensores del modelo de derecho consuetudinario no tienen nada en contra de la idea de
intención legislativa. Así, si el Parlamento manifiesta una intención específica en cuanto a los
motivos de revisión, los tribunales la obedecerán, de la misma manera que obedecerán dicha
intención en otras áreas donde las obligaciones primarias en sí mismas son la creación del derecho
común. No hay nada inusual en un conjunto de principios derivados del derecho consuetudinario,
que luego se complementan o complementan con una intención legislativa específica si es que se
encuentra. El Parlamento y los tribunales pueden participar perfectamente en el desarrollo de los
principios de revisión.

Es igualmente importante comprender que los tribunales, según el modelo del derecho
consuetudinario, tendrán debidamente en cuenta la legislación concreta que tienen ante sí. Por
supuesto, tendrán en cuenta los objetivos generales y el propósito de la legislación al decidir sobre
la aplicación de los principios del control judicial. Esto es cierto tanto en relación con la forma en
que los principios de revisión judicial se desarrollan en un área, como en cuanto a si esos principios
deberían aplicarse de manera más generalizada de una manera funcionalmente diferenciada, dadas
las especificidades de esa área. Esto simplemente significa, como quedará claro del análisis que
sigue, que los tribunales se esforzarán por dar la mejor lectura al estatuto en todos los aspectos
considerados, a la luz de los principios de revisión judicial que, en su mayor parte, han desarrollado.
No significa que, cuando no hay nada en el texto legislativo o en la historia sobre la cuestión de la
revisión judicial, está ante el tribunal, que el resultado sobre esa cuestión es el resultado de la
intención legislativa
DESCRIPCIÓN DE LA FAMILIA JURÍDICA DEL COMMON LAW

Principios
El common law funciona basado en un principio procesal llamado stare decisis, el cual tiene por
objeto garantizar un nivel de seguridad jurídica en las decisiones tomadas por los tribunales de un
determinado país que utiliza el common law o sistema anglosajón. A pesar de esto, no es una
“directriz inexorable”, pues los principios generales del Derecho determinan las pautas si el
precedente obtenido en virtud del stare decisis deberá mantenerse, interpretarse de una nueva
manera, o bien, cambiarse debido a la ineficacia que este podría traer para casos posteriores.

“Cabe notar que la mayor flexibilidad del common law permite la penetración de los principios
generales para atenuar los rigores del stare decisis en aras de la solución justa de los casos”. André
Et Suzanne.

Si bien el common law es un derecho que se ha ido modificando a través del tiempo, cabe recalcar
que ha sido construido en gran medida y a través de los años por los jueces, a partir de casos
acumulados, los cuales van creando una “solidez” que debe de utilizarse y aplicarse a casos
análogos, pues el objeto de ello es que las decisiones sean tomadas de una manera similar. 

El precedente es obligatorio. Muchas veces puede entenderse que dicha “obligatoriedad” se


adquiere debido a que cumple con los mandatos del stare decisis, mas esta no es la explicación del
por qué. Si bien el precedente obedece a una estructura formal que busca guardar estabilidad y
predictibilidad en la aplicación del derecho, su fundamento formal se debe a que es un principio del
derecho anglosajón, por lo que debe ser utilizado de forma inherente por la doctrina, jurisprudencia
y legisladores. El precedente, por lo tanto, es una forma de controlar el cambio jurisprudencial de
forma arbitraria.

El stare decisis, encarna un importante principio social, que representa un elemento de continuidad
en el derecho y está arraigada en la necesidad psicológica de satisfacer expectativas razonables
(N, Londoño 2007). Se presume que es un principio procedimental, debido a que no puede ser
utilizado como algo mecánico o adherente a la decisión anterior, sin importar que sea reciente, lo
que realmente se busca es la esa armonización entre la resolución pasada y el nuevo conflicto para
emitir una solución intrínsecamente acertada y verificada por la experiencia.

Para poder evadir una aplicación estricta del stare decisis deben presentarse argumentos claros y
contundentes, los cuales deben tener otros principios que vayan en contra del primero, pues de lo
contrario, si esto se desconoce, la decisión será revocada. En el common law, los principios de
fuerza normativa o positivista serían imposibles de aplicar, pues debido a los precedentes que han
ido acumulándose con el tiempo y la obligatoriedad que debe de tomarse con base en un stare
decisis o “principio social o procedimental” para los casos, sería tornar o invertir el sistema, pues
estos principios son lo que lo caracteriza; de lo contrario, se estarían adoptando o adquiriendo
principios más afines a un derecho escrito, tal y como lo es el sistema romano germánico o civil
law. 
FUENTES

1. La Jurisprudencia
Es la fuente fundamental en el common law, la cual requiere el conocimiento de los grandes
principios de la organización judicial. En este sistema, existe un verdadero y activo poder judicial por
su importancia y su dignidad, mas no infieren al poder legislativo y poder ejecutivo.
Las Cortes o Cortes Superiores en los países con un derecho anglosajón que las poseen,
representan en Inglaterra un verdadero poder que se debe en gran medida a su historia, a la
elaboración del “common law y del equity”. A pesar de que esta situación ha variado en la
actualidad, no ha emergido ninguna codificación de conjunto que haya inducido a los juristas
ingleses a considerar que la fuente primordial de derecho sea la ley. El common law o derecho
anglosajón, a través del tiempo, ha tenido o se le ha asignado en la historia de su jurisdicción un
ideal importante, el cual es “asegurar las libertades de las personas”. La importancia de la
jurisprudencia en el common law, se basa en que la existencia de un poder judicial real es el único
contrapeso a una alianza que se presenta cotidianamente entre los poderes ejecutivo y legislativo.
Se puede sostener entonces que como una regla atribuida a la costumbre constitucional ninguna
decisión que resuelve una controversia puede ejecutarse sino es bajo el control de las cortes
superiores de justicia; el poder judicial, tiene un derecho inherente de pronunciarse sobre estos
aspectos. La existencia de un poder judicial plenamente independiente y altamente respetado
aparece como indispensable para la fuente primordial del derecho anglosajón y así poder tener un
buen funcionamiento de las instituciones inglesas.
La jurisprudencia, a diferencia del common law, en los países de derecho escrito, está llamada a
desempeñar normalmente una función secundaria, pues las resoluciones jurisprudenciales pueden
tener cierta autoridad; sin embargo, no les atribuye, salvo casos excepcionales, como creadoras de
reglas de derecho. Por el contrario, la situación es totalmente diferente en el common law, pues
este es un derecho meramente jurisprudencial. Dicha función, desde un principio, no se limitó
exclusivamente a la aplicación de la ley, sino de igual manera a la creación de reglas del derecho.
Las reglas creadas por las decisiones judiciales deben ser aplicadas, a riesgo de no hacerlo,
socavar toda certeza e incluso de comprometer la existencia misma del common law.
La obligatoriedad de observar las reglas que han sido creadas por los jueces (stare decisis) y de
respetar los precedentes judiciales, es el fundamento de un sistema de derecho jurisprudencial. La
necesidad de certeza y de seguridad, sin embargo, no siempre ha experimentado el mismo grado;
de hecho, fue después de la primera mitad del siglo XIX cuando la regla del precedente (rule of
precedent), se estableció con rigor y se impuso a los jueces la obligatoriedad de observar las reglas
de derecho creadas por sus predecesores. Antes de esta época prevaleció la preocupación de
seguridad la cohesión de la jurisprudencia, y con mayor frecuencia se determinó que había que
considerar lo que había sido resuelto, en la búsqueda de la solución de la controversia.
La jurisprudencia, gira en torno a la actividad judicial, los tribunales son los artífices del derecho.
Fue y todavía es un derecho hecho por jueces, se presenta como un sistema de acciones con la
fórmula procesal: · El derecho lo elaboran los jueces · No aplican un derecho previo · Amplia
discrecionalidad.
En el orden jurídico, se caracteriza por: · Una inmediatez de las pruebas. · Jurados populares. ·
Escasez de leyes y ausencia de constitución formal, pues ésta se suple con apelaciones a la
honestidad, buena fe y prudencia de quienes deben resolver los pleitos y a los estándares jurídicos
o prototipos de conducta de las partes del juez, que con relevantes para la resolución judicial y
están presentes en su argumentación. · No es un derecho de normas, la noción de norma jurídica
es peculiar, no tiene los caracteres de generalidad, abstracción e imperatividad del derecho
iluminista. Es más estricta que la norma, está relacionada con la aplicación de un principio jurídico a
un caso concreto con los que aun nuevo caso le corresponde una regla nueva. La regla establecida
para un supuesto particular no tiene la propensión a la generalidad propia de la ley continental. No
es abstracta porque está vinculada a los supuestos fácticos e históricos del caso concreto sin los
que no se entiende bien.

El derecho anglosajón es visto como una forma de resolver los problemas que genera el propio
desenvolvimiento social y la iniciativa popular. Las normas no imponen deberes u obligaciones,
acuerdan a las particulares facilidades para llevar a cabo sus deseos al otorgarles potestades para
crear mediante procedimientos específicos y bajo ciertas condiciones estructuras de facultades y
deberes dentro del cuadro coercitivo del derecho. Es abierto e inconcluso frente a la plenitud de la
regulación del sistema continental. Se parte de la existencia de lagunas, el juez se enfrenta a cada
caso a un problema nuevo que tiene que resolver del mejor modo posible, y no tiene la solución
prefijada en la ley, aunque tiene referencias en el sistema tradicional de referentes. 

2. La ley
La segunda fuente del derecho en sistema anglosajón o common law, luego de la jurisprudencia, es
la ley y la variedad de disposiciones reglamentarias que le acompañan para hacer posible la
ejecución de la ley por las autoridades competentes que los autores clasifican bajo el rubro genérico
de legislación delegada o de “legislación subsidiaria”. Tradicionalmente, lo que este sistema
considera una Constitución es el conjunto de reglas, de origen legislativo o más extensamente
jurisprudencial, que garantizan las libertades fundamentales de los ciudadanos y cuyo ámbito
consiste en acotar el arbitrio de las autoridades.
La ley, según cada teoría, no hace más que aportar una serie de “suplementos” al conjunto
normativo del derecho inglés, constituido en un principio por el derecho jurisprudencial. La ley no
aporta en esta concepción correcciones y adiciones a los fundamentos del derecho, sino
exclusivamente soluciones que precisen o rectifiquen los fundamentos desarrollados por la
jurisprudencia; es una consecuencia natural de un Parlamento soberano, que representa la nación,
y por ello las leyes merecen un total respeto y obediencia. Esta debe ser aplicada conforme a su
letra por los jueces. Sin embargo, la ley no aporta más que excepciones al common law, pues es
interpretada restrictivamente.
A pesar de la importancia como una fuente que llena lagunas jurisprudenciales, el derecho inglés
permanece en las circunstancias actuales respecto a la jurisprudencia por dos razones: · La
jurisprudencia continúa guiando el desarrollo en ciertos ámbitos que continúan siendo muy
importantes · Los juristas han estado habituados en una tradición secular al predominio de la
jurisprudencia, por lo que no han tenido éxito, hasta el presente, para sustraerse de su tradición.
3. La costumbre
Paralelamente a la jurisprudencia y a la ley, que, con las fuentes más fecundas del derecho inglés,
una tercera fuente de derecho está constituida por la costumbre. La importancia de esta tercera
fuente de derecho es secundaria, y no puede compararse a las dos primeras.
No obstante, la importancia de la costumbre no puede ser subestimada. El sistema anglosajón, no
se encuentra exclusivamente regido por el derecho. En particular, en materia constitucional, es
necesario considerar la función de los célebres “constitutional conventions”, que son costumbres a
las que la teoría reconoce un carácter jurídico, pero que dominan la vida política de este sistema.
Hoy en día, la misma vida social está dominada por ciertas maneras de comportarse, que con
tradicionales y que nadie pone en entredicho. A estas reglas de conducta convencionales y a la
práctica que las inspiran no se les considera como costumbres, si menos como jurídicamente
relevantes, en el common law, en la medida en que no han contado con la sanción judicial, ni
parece estar en condiciones de recibir la sanción de los jueces

4. La doctrina
El papel que la doctrina posee en los países pertenecientes a la tradición del common law es similar
a la que se desempeña en un civil law. Se trata de una fuente secundaria o derivada del derecho.
No crea normas ni precedentes vinculantes de forma directa, sin embargo, las opiniones de los
autores son citadas con mucha frecuencia por jueces y abogados en los litigios. No obstante, con
excepción a esta regla, es preciso determinar que aquellas obras doctrinales consideradas como
obras clásicas, llamadas “books of authority” si se consideran auténticas fuentes originales y
creadoras del common law.
Los books of authority, son las obras doctrinales clásicas escritas por los jueces ingleses entre los
siglos XII Y XIX, por lo que se consideran, como se dijo anteriormente, fuentes creadoras del
derecho inglés y, por lo tanto, del common law heredado por otras naciones. Se trata de las
opiniones y los comentarios sobre derecho escrito por jueves tan prestigiosos como Bracton, Coke
o Dicey.
La razón de la costumbre, aparte del apego a la tradición de los juristas, es el hecho de tratar de
fundamentar sus decisiones en una doctrina suficientemente probada que cuente con el aval del
tiempo y peso de la historia.
En la actualidad los jueces británicos acuden en sus sentencias tanto a las opiniones de juristas
fallecidos como a las de aquellos otros que todavía viven y gozan de prestigio. También en el caso
de los Estados Unidos, la importancia de la doctrina de los autores y la frecuencia con la que se
citan en los tribunales sus opiniones recogidas en revistas jurídicas, ha aumentado de una forma
considerable durante los últimos veinte o treinta años

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