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SANANDO AL NIÑO INTERIOR.

El trabajo que presento a continuación, consta de algunos ejercicios con los que
he trabajado durante varios años, el taller de Sanando al Niño Interior.

En nuestras vidas, hay ocasiones que algunos de nosotros necesitamos revisar,


las historias que hemos escrito desde que nacimos y hay ocasiones, hay
historias que tienen que ver con heridas que se presentaron en nuestra niñez,
es por esto, que estos ejercicios ponen un marcado interés por alcanzar
beneficios de desarrollo personal, con una orientación Terapéutica que consiste
en ver estas heridas de la infancia. La importancia de la sanación, tiene que ver
con integrar en nuestra personalidad elementos curativos, que van a potenciar
nuestro desarrollo personal, nuestra creatividad y la resolución de problemas,
que quizá se encontraban bloqueados por estas viejas heridas que no han
cicatrizado.

Según Bradshaw una persona puede ser herida en cualquier punto de su


desarrollo, que puede iniciar desde que nacimos hasta los 26 años.

No podemos sanar en 1 hora las heridas que hemos traído y vivido durante
muchos años, a lo largo de nuestra vida vamos recolectando inevitable y
dolorosamente heridas emocionales, que traemos encima de cada uno de
nosotros y nos lastiman. Puede ser todo aquello que no nos permita crecer,
genera dolor y angustia.

Detente, observa a aquel niño que en ocasiones te genera enojo y no sabes


porque, a lo mejor tenga características de tu propio niño, o quizás aquel niño
que esta frente a ti, que proteges y no permites impulsar puede ser tu propio
yo el niño que está dentro de ti, por eso es importante que al realizar la serie
de ejercicios que te presento a continuación, siempre procures entrar en
contacto con ese niño que llevas dentro de ti, a continuación te haremos una
serie de preguntas y si te identificas con alguna o algunas de ellas, te sugiero
que las contactes en los ejercicios que te presentamos.

1. ¿Te preocupa hacerle a tus hijos, lo que tus padres te hicieron a ti.?
2. ¿Comes demasiado?
3. ¿Rehuyes de los compromisos o te aqueja la idea de decir no.?
4. ¿Bebes o tomas demasiado?
5. ¿Cuándo recibes un cumplido, tienes la idea de que no lo mereces?
6. ¿Amas demasiado.?
7. ¿Compras demasiado?
8. ¿Culpas a los demás de tus problemas?
9. ¿Trabajas demasiado?
10. ¿Te preocupas demasiado?
11. ¿Desearías que tu pasado desapareciera?
Te invito a que hagamos una meditación:

Les voy a pedir que cierren sus ojos, se pongan cómodos y escuchen su
respiración, descubramos hasta dónde llega esto, inhalen y exhalen, y poco a
poco a su propio tiempo, y a su propio ritmo vayan realizando un viaje a través
del tiempo, hasta que este niño o niña se ubique en la familia en que se
encuentran en estos momentos con sus papás, presentes o ausentes, esa
familia con hermanos y hermanas, tíos, abuelos, o quizá tu sólo ahora capta
una escena en donde estén todos reunidos

¿ Visualizas en dónde están?


¿ Sabes el lugar en donde están reunidos todos?
¿ Se reúnen con frecuencia?
¿ Es cotidiana esta reunión?
¿ Tienen algo específico?
¿ Puedes darte cuenta de que edad tienes?

Descubre quien está junto a ti, observa cual es tu sensación, siente ese niño o
esa niña, descubre si estas parado o estas sentado, acostado, despierto o
dormido, si hay un sentimiento que ha estado presente siempre,
constantemente y envuelve a todos, y a cada uno de los que forman tu familia,
descubre la relación con él o ella, papá, mamá, hermanos, tíos, abuelos.
¿Quiénes eran los que constantemente se juntaban en esa ocasión?. Y trae aquí
ahora una frase característica de cada uno de ellos para contigo que todavía
recuerdes. Descubre alguna frase de papá que repetía, de mamá, de los
abuelos, de los hermanos, descubre cual era esta frase y el tipo de relación que
te une a él o a ella y que puedes recordar. ¿Qué puede recordar tu ahora,
viviendo sólo o sola, o con tus padres?, descúbrete ahí, descubre alguna
creencia que te hayan inculcado ahí, descúbrete quien eras, de cómo es el
mundo, de cómo son los hombres, las mujeres.

Ahora incorpórate a este lugar, empieza a moverte a tu propio ritmo y a tu


propio tiempo, ahora vas a abrir tus ojos, vas a estirar tus manos, vas a tomar
alguna de los colores que tienes cerca de ti, y vas a dibujar la escena familiar
que apareció en ti.

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