Está en la página 1de 8

~·"'

.
l.}-. \ ( e,... J!.¿V\ ,)LÚ..
' l 7' l1 ( - u;use
& { Ú(_ f/ú..,l . e<. ·i, (:U.~VI
,.
,.-r.,.
>

~
Literatura

PROPUESTAS PARA UN ABORDAJE DE


UNA LITERATURA REGIONAL

por José Andrés Rivas

\ Con la denominada literatura regional -como con


otros conceptos de la critica literaria- ocurre lo
,,... mismo que decía ~~- infatigable , Sor Juana sobre las ... .
acechanzas de los hombres a las mujeres. Eran como el
" . .. niño que pone el coco/y luego le tiene mieco".

Crear imágenes y luego convertirse en su esclavo


es una pasión intrínsecamente humana. Y los hombres de
letras --que conocemos de imágenes- no somos extraños
a esta tendencia . Cuando hablamos de literatura regio-
nal solemos repetir esa tarea. Hemos creado un concep-
to como marco de referencia y ya no leemos los libros
de esa literatura por lo que ellos abarcan, sino a par-
tir de los limites que le fijamos a ese concepto.
..
En las páginas siguientes pretendo abordar los
sofismas que nos ofrecen esos limites. Señalar cómo la
ambigüedad de significados de la palabra ::egional p_u'ede
confundirnos. Y sugiero finalmente cuáles serian sus
alcances verdaderos.

LOS SIGNIFICADOS

El · primer problema que se nos presenta cuando


hablamos de literatura ·r egional es que no sabemos ver-
daderamente de qué estamos hablando. Este ?rob lema
surge porque ese concepto no abarca uno, sino varios
significados. Y cuando nos referimos a él no sabemos .
de cuál de ellos estamos hablando. un primer pas~ para
tratar de entender de lo que hablamos cuando hablamos
de literatura regional ~erá por lo tanto el de abordar
sus diferentes significados. Y el de intentar de~bro-
~ar los alcances de cada uno de ellos.

67 ycf:
'\
- ... :/::t

'))/.if .
.,., . ~ ..• ..:.oi.:.L.. . '-r2 - .... . \, ,;;.¡;;i,;¿ ,.¡..,.-
'
-- · ·. ,;;;.;_:?:·~ ...


. ~ . ...
1
1
¡
,, 1
1
1

a) El. sign.i.f.i.cado histórico: eL primer signi- RubérL Dario. elJ'.. sólo uno el.e; los tantos. ejemplos de esta
ficado se remonta a · 1de orígenes de este concepto. La tendencia,. ubicada en un determinado marco temporal y
denominación literatura regional. aparece con las as- limitado· en el tiempo; · Lo region&l como . categoría
1
tillas del modernismo, poco después d~ la muerte de también podrá encontrarse, en otras literaturas y otras
Darío. · Denomina a unltipo de literatura qu& se opone lenguas. Y aun en lá misma· literatura dé Hlepánoaméri-
a algunas de las características más comunes·. del ca. pueden cita.re& en: otras- épocas testimonios sobresa-
rubenismo---9xotismo, decadentismo, esteticismo, etc.- lientes. Por ejemplo: la literatura gauchesca del
éon especial. acento en ' los• aspectos "universalistas " siglo xrx. o loe cien años de, soledad de 1967.
-!
del modernismo. Los. escritores de ese momento le ··,
;•;
tuercen el cuello al cisne , según un famoso verso, no b) El signiHcado· geogr,fico: con la caída del
porque fuera . un artiticio literario, sino porque en . modernismo no· sólo se- ahogaron -los· cienes en log ·n.gos, ·
las lagunas y cparcos! de esta América flotaban otras sino que la poeeia, como género característico de esta
aves diferentes. 1 escuela, fue reemplazada por lá narrativa. Es la época
de la aparición de memorables novelas, ya que la narra-
Aquí el· concepto regional tomaba el significado ción larga par~cia ser el mejor vehículo para brindar
de propio, particular,¡con precisos limites espaciales. todas las noticias que incorporaba él nuevo mundo lite-
Para aquel escritor la literatura tenía las fronteras . rario. Ahora los personajes son otros, la psicología
de la "patria chica" y sólo podia hablar de aquelloa es otra y loa problemas son otros, y todo esto le
lugares que él habitaba y conocía. A partir de esa li- exigia al escritor largas páginas.
teratura alcanzaría su dimensión más trascendente y el
antecedente más recordado seria una frase mal citada de '
Además el escritor debía nombrar 1Jn territorio
Tolstoi que hablaba de la aldea y del mundo. (Tolatoi ;_í.slco que no tenia prestigio literario, como otros
. ·.~!;
decía "Pinta bien tu aldea y habrás pintado el mundo"; espacios de la ge09raf1a europea, y aun de las grandes ··:.'i::

y el énfasis no está en la pintura de la propia aldea ciudades de América. La sabana, la selva amazónica,
-como es tanta veces citada- sino en la calidad de los Andes, la pampa, no eran por esos a~os espacios con
esa pintura; en pintar bien para ser universal). mayor importancia literaria. Y los escritores debieron
destinarles largas descripciones para presentarlos.
Loe escritores _de este momento pertenecen al Por este énfasis, heredado de la tradición romántica,
periodo que las historias . literarias denominan cor.10 el espacio influirá aobre la psicología de loe perao-
regionalismo y allí encontramos nombres ilustres de la najes y el .desarrollo de la trama. 1 Y en muchos casoS"·
literatura de esta América: Ricardo Güiraldes, José se convierte en un personaje, y a veces en el personaje
Eustaquio Rivera, . Alcidee Arguedas, Rómulo Gallegos, más importante 2 .
etc. Este es uno de los períodos más · sólidos de esta
tendencia y en él se escribieron obras perdurables. Este espacio ademAe condi.clonA la vida de los
personajes y adquiere connotaciones humanas y sociales.
El problema se presenta cuando hablamos de lite- No es extraño· que para algunos críticos este período
ratura regional como una categoría iiteraria, c~mo una
1
1
·literario sea denomin~do como el de la "novela de la ./:
constante a-histórica y por lo tanto a:jena a unfdei:er- J" tierra". · Y :que esta denominac iórt llégue a convertirse
l
minado marco temporal. ¡ Para esta perspectiva _1.i ).ite-- · 1 en otra categoría literaria; que termina limitando el
ratura regional de los "regionalistas" posterilOres .a .. l.
..~ .-1.
68 ¡ 69
r.
..., i
--
'lk~ : ..
t,ir.-
,, • ..
. .. .... ílii 11 ,. FI
.'
., t
¡
1
1
1
concepto de ·literatura :regional sólo para aquellas
El problema de esta visión reside en que en la·
obras. que reflejen un ámbito y una temática semejante.
larga tradición reilista loi ;scritor~s se han esmerado
1 ! siempre en reflejar la . vida y las costumbres de- eus--
Reducir lo regional a un mero marco espacial es
gentee. Y que por una reductio ad absurdum converti-
tañ. inexacto como limitarlo en el tiempo-. Si la refe-
ríamos a Cervantes, Balzac, Hanzoni, Zola, Gald6s, y
rencia a un espacio fiaico localizado y circunscripto
tantos otros en escritores regionalistas.
fuer~ sinónimo da regional, es obvio que toda la lite-
ratura de y sobre Buenos Aireir -la más caudalosa de
d) El significado ideológico: la interpretación
nuestro pata- seria necesariamente regional. Y no de-
de lo regional aún nos propone otra vuelta de tuerca-
jarla de ser curioso considerara Jorge Luis Borges co-
Ella proviene de loe tres significados anteriores -el
mo uno de los autores de.esta corriente al recordar que
histórico, el espacial y el temático-, pero sus resul-
su .· primer libro pubil:c:ado fue Fervor de Buenos Aires.
tados suelen producir frutos menos nobles, más peligro-
sos, menos auténticos.
c) El siguificado temático: para los novelistas
"de la tierra" y sus epígonos loa limites de su región
Celebrar el territorio amado como un reflejo de
son también loe limites ;del mundo. No es extraño en-
la propia alma es una tarea ponderwle. A nadie se - le
tonces que el único tema posible sea el de la vida y
puede ceneura:r;- por amar algo o a alguien. Y mucho
loe problemas de su gente. El escritor refleja loa
menos, como ya lo sabia el romano Horacio, a su propia
modos, creencias, tradiciones, conatumbres, de los
tierra. El problema surge cuando esta dimensión espa-
hombres y mujeres que habitan ese mundo. Sus páginas
cial adquiere connotaciones ideológicas y el territorio
·1 acilan 2ntre la de sc::-i;;:,ci6n 3.uténtica y el :aleo
y sus gentes se conviercen en representantes de lo ver-
pintoresquismo; entre el folklorismo colorido y el
dadero y de lo bueno. Lo regional se tifie con tintas
análisis profundo. Todo depende de . la garra del es-
. 3 mo.rales. El territorio propio representa lo bueno
critor y de eu talento .
frente a lo malo; lo verdadero frente á lo falso; la
pureza contra la contaminación o el pecado. Lo de
Una temática semejante exige una perspectiva
afuera ea agresión, corrupción o decadencia. El ex- ·
realista. El escritor ouede abordar historias o
tranjero es el cruel, el inmoral, el culpable.
escenas fantásticas -oobre todo al referirse a loa
mitos o cr:eenciaa- pero el punto de part.:.da y de
Esta deformación de la perspectiva puede tener
llegada será siempre el ~arco espacial de su ::-egi6n.
diversas verciente e. A veces puede reflejar la dicoto-
.Por esta razón aquella , perspectiva se perturba y se
mia campo-ciudad que, aunque adquiera tonalidades ama-
.conmueve cuando _aparecen _los Hacondos y las Coma las que
bles, hará aiempre · latir-un ciscurso · contr-s. la -perspec-
nos proponen una geografia que no ea la misma aunque
tiva del Facundo de Sarmiento. Otras veces es la vi-
sea la misma. Ea verdad que en esos casos el rebelde
sión indigenista con las reivindicaciones necesarias.
genial que escribe esas páginas se sumerge en gran par-
otras, la historia ae convierte en un mero vehlculo
te en el mundo de au región; pero es innegable que el
para lo ideológico y lo politice con la lógica fugaci-
producto que de él saca abarca otros territorios de la
dad de esta variante.
imaginación; trasciende:los meros limites geográficos
¡l
1
de su tierra.
Identificar lo regional por ~posición, por nega-

70
ción, por exclusió1,, es la mejor manera de empobre-
{_f)
71

• L
':·'Ll
t

',,.:,.
.:• """'
·'.,::;:',
......
1,-- .. ·-~-: - ....
. ··.··.~.:

~
· I
.. -~
~ - f ··

,,.
-· .
.
!
.
.:.
....
i
i
cerlo. Reducirlo a estos.. valores prefijado~ aigni.f:ica.. diferencias, es donde encontfaremos la personalidad dfr
somet:er la literatura a la moral; · o .. la. imaginación- a una cultura. Y una región ~iteraria, como cualquier
la ideologia. Ea el mejor mvdo de qu& las únicas veL- región de los hombres, no t~rtnina donde lo establecen
dades que valen eq este campo -las literarias-desa- las torpes fronteras, sino donde sentimos al avanzar
parezcan o se pierdan. Que regresemos a un juego. de que. ese territorio ya no nos! pertenece. ·
claroscuro~ y adivinanzas, y a una cultura de condena~ 1
dos y elegidos, EL. SIGHil"ICADO
1
Una literatura ea un cuerpo vivo y sufre como tal
* * •• . • * evoluciones, -cambios, moment9s de esplendor- y épocas de
decadencia. En este procesa la lucha entre la perina-
nencia y el cambio es incesante y en ella se nutre la
El abordaje de lo regional desde cualquiera de savia de ese cuerpo. La célebre definición de Lampedu-
esos significados nos brindará siempre una visión sa de que algo deb~ cambiar: para que todo permanezca
parcializada del problema. Es indudable que loa igual, también es aplicable en este campo; y debajo de
elementos antes citados figuran en grado diverso en la esta lucha entre lo variable y lo permanente es donde
literatura de una región; pero esa evidencia ea irre- debemos buscar la identidad de ese cuerpo literario.
levante ya que ellos figuran siempre en grado diverso
en cualquier literatura. El problema surge al concebir Ella se manifiesta a través de diversas constan-
lo regional desde cada una de sus partes; y al tratar tes que nos permiten conocer · qué es lo que une sustan-
de abordarlo no a través de sus posibilidades, sino de cialmente los diversos textos de un mismo corpus lite-
sus limites. Al reducir la cuestión a lo histórico, lo :ario, Zata.a :onst.a:.tes estarin an escs :extos :on
espacial, etc,, partL~os de un concept:o y no del corpus mayor o menor presencia. Y debemos abarcarlas todas
global que una literatura nos propone. Lo entendemos para que podamos alcanzar, a través de sus diversos
por lo que pretendemos que sea y no por lo que es. Y significados, su verdader~ significado.
en este caso, como en cualquier caso, la realidad ea
más rica que la aridez de nuestros conceptos. Y el a) La constante del lenguaje: en una afortunada
novelista o el poeta sabrá nombrar ~u región de un modo observación Canal feijóo señalaba que nuest.ros funda-
más auténtico que el de las trampas que le pone nuestro dores se habian basado en la diversidad de las cenadas
pensamiento. para fijar las fronteras de ·nuestras distint.as ciuda- ¡,
,,
des. Donde una '::onada se ·apagaba y otra surgía es
En las páginas siguientes propongo otro modo de donde comenzaba v terminaba un t.erritorio. Hasta . allí
aproximarnos a este problema. Que no sea a través de 4
llegaban los limites de una ciudad
parámetros pree~tablecidos, sino de los frutos que una
literatura nos ofrece. Nuestro enfoque en este caso no Algo similar ocurre en el campo de la literatura.
apuntará a señalar los limites de una idea, sino a Los escritores de una vasca .geografía pueden escribir
concebir una r~gión literaria a partir de sus textos. en un mismo idioma, y sin e~argo al leerlos sent.imos
Una literatura no puede ser muy didtlnta de otra porque que sus lenguajes pertenecen a ::-egionas diferentes.
1
la imaginación de los hombres n<j) es sustancialmente Escas diferencias a veces son eviden~es y otras impon-
diferente. -~ero en esos matice!,I, en esas pequeñas derables; pero en todos los casos ~entimos al leer que
1

72 7]

.l
.,....,
-.

,-··
;..o.- ·1

Algo más sutil y compleja ea la - percepción de una


los acentos de ese texho son nuestros- o que no nos tonada en un texto literario. Aqui nadie habla y no
1
pertenecen. podemos oí.r los matices graves y agudos, la. duración de-
1 los párrafos o la acentuación de· cierta& vocales- Y
Las primeras de esas caracteristicas de un len- sin embargo, si leemos con atención sus páginas, podre-
guaje -las evidentes-¡las encontramos en la lengua. mos sentir los matices de- una entonación· propia- Po-
Es posible señalar qué palabras, qué giros lingüisti- dremos percibir la respiráci6n de sus frases y las in-
cos, qué tipos de construcciones son nuestros o ajenos. flexiones acústicas que encierran sus palabras. Ellas,
En. una novela de Durval Abdala -Las hermanas están en la tonalidad de sus frasee, en la musicalidad
Cast:elar-, por ejemplo,' un personaje que representa a de sus párrafos o en la arquitectura sinfónica de todo
un porteño típico que está en Buenos Aires utiliza el un texto literario. Y a través de ellas, si leemos
característico "¿De cómo?" del lenguaje del santiague- "escuchando" (como debe leerse un texto literario)
ño. Si no hubiera otras;evidencias en esa novela, bas- podremos percibir loe matices de esta tonada.
taría esa _fr;ise para. •c~;:go_~ la entr~ña eminente-
mente regional de es:JB::-~e Washington A.halos b) La constante de la& ideas y problemas: cada
recordaba un fel:-1~ región literaria pertenece a un territorio que tiene
corvaián. ciertos problemas y ciertas pregüntas y resp~est~e
ómnibus de aobce esos problemas. Esta apreciación no es una fór-
mula matemática, ni puede aplicarse mecánicamente.
Las regiones de la literatura no siempre coinciden con
las de la geografí.á y muy pocas veces lo hacen con las
~elementos como los de la polí.tica. Las regiones geográficas son estables
diminutivos afectivos~~~-ciertos
.-,,,~,-- . ..
adverbios, los y, en general, permanentes; las polí.ticas son arbitra-
vocablos quichuas, etc. serí.an elementos fáciles de rias y generalmente absurdas. El territorio de una
encontrar en rilidala, rilialos, y tantos otros escritores región literaria abarca otras fronteras. Lo humano, lo
de nuestra provi~cia. Una tarea semejante también es cultural, lo antropológico la definen y condicionan.
aplicable obviamente a las características del lenguaje ¿La cultura de un hombre de Buenos Airea se parece más
de cualquier otra región literaria.' a su compatriota del altiplano o a la de un uruguayo?
¿La problemática del delicioso narrador de la selva
Pero las constantes lingüisticas no se reflejan copeña Andrónico Gil Rojas es idéntica a la del austero
· siempre -en el terreno · de-·la ·-lengua. - · Las-eonadas ·maestro ·de· las salinas Ramón Gallardo, aunque ambos
diferentes, como señala Canal Feijóo, son a veces más pertenezcan a la misma provincia? No siempre es fácil
diferenciadoras que el inventario de una lengua. Esto responder apaciblemente a estas preguntas.
a~ muy fácil ¡ compcobarlo en el lenguaje oral cuando
oúnos no las palabras, sino la "música· de un hablante. Esa similitud de ·Jroblemas y de ideas sobre ellas
En ese caso, aunque no, entendamos sus palabras, au es otra constante que aparece en una détérminada región
tonada nos señala con certeza si se trata de un nativo de las leteas. Los pz:lpblemas y las preguntas y res-
o de un forastero. Y hasta podemos averiguar, en caso puestas sobre ellos, pertenecen como es obvio :i un
de conocerla previamente, a qué región lLngüística campo ajeno al de l;:;.e letras_. o al menos, exterior a
pertenece. ellas. La literatura l ·:is toma y los refleja porque su
<{b

. '-.. 75
74
!·~-:
•.- ·- ····- - ·--··- ----
\)/ 1
.f.i:',;t;
;".;,."
. ,.,.
_.;.. .
.. . ;·....-. ....
·., .:•.:·.·.
~! ~ .. ...

..
m~teria ·siempre,. ee<, la. vida, aunque- a. vecet:r:<. hable- d8'- la.. compartidos, sus fórmulas de. acción que deben apre~-
muerte. Los problemas y las.· soluciones: que, ella:.. refle- derse o ense6arse_ ~
ja forman una. conetanta ¡:,arque, aunque · ellos cambien,
se solucionen o desaparezcan, su. presencia no pasa · en '
La. forma . que tiene, una región de sentirse a si
vano por el t~jido de una literatura. La visión del. misma.es uno de los rasgos más firmes de su identidad.
hombre·, sus: preguntas por loi, alcances _ de su cul.tura, Allí aparecen loa modos compartidos. del odio o del.
la permanencia d~ , ci~rtas posibilidades y ciertos li- a.mor, de la. indiferencia o qel deseo, de· eatar· ~riste
mites, el peso d~ la tradición y de la herencia, etc. o . ser feli~~ Un fácil. inventario en cualquier región
forman un contexto tE¡!mático que- aunque sufra variacio- literaria nos mostraría cuál~s son en ella los lugares
nes es permanent~. del dolor o la felicidad, las fórmulas de la plenitud
···-····- - .. - . o del · temor, loa pifrsonajes de la si.in¡:iatia"ó del ·odio .
Otro as?}cto de esta constante·es la forma cómo Es en ese terreno, imposible de disimular, donde,
el. escritor d~- un~ rftgión responde a esos problemas. deacubrilnos con más facilidad la forma compartida que
Aunque las soluciones sean diferentes, y a veces opues- tienen de acercarse al universo los escritores de una
tas, los escritores · euelen utilizar un modo .de enfocar región.
esos problemas que tienen un aire de familia. Son for-
mas, modelos, huellas de pensamiento, que marcan el" Al otro lado de esta constante está el mundo de
modo . cómo su~ holl\bree de letras abordan, solucionan o las creencias. Aqui entra en juego la tradición com-
se equivocan frente a un mismo pro~lema. Una compara- partida, el paso de la historia en el que fue acuftándo-
ción sobre la formad~ responder al tema da la soledad, se la indentidad de una región y de sus hombres. Las
~a situación de la mujer o la problemática del éxodo en formas de esas creencias son : muy variables. Van desde
la literatura santiaguefta pueden ser un ejercicio inte- el fácil folklorismo hasta l9s frutos de las inquietu-
resante. Alli s~ descubrirá por ejemplo cómo las res- des y temores más profundos . . El primero, el folkloris-
puestas de la realidad pueden ser diferentes a las de mo, es más tentador porque le da a una página más colo-
la literatura. O cuántas incoherencias se pueden rido; pero la verdadera identidad suele encontrarse en
seftalar entre la palabra escrita y los hechos de una el segundo; en aquellas páginas donde el escritor ha
misma persona. rascado en el alma de una región para buscar el origen
verdadero de la magia y del asombro.
C) La constante de los valores y creencias: tan
. o más intensa que la forma que tiene una región de ser d) La constante de los personajes: corno las
pensada, es la forma que tiene esa misma región de ser regiones de la geograria, las regiones de la literatura
sentida. Es verdad que las ideas y conceptos pueden también están habitadas por ~rsonajes característicos. !.
ser tan arbitrarios como cuaiquier sentimiento; pero en Ellos representan un tipo humano particular que tiene

1 ese caso existe una pretendida actitud de objetividad


o de distancia. Huy distinta ~s la situación del mundo
de los valore~ y creencias donde no existen puntos de
los modos de pensar, creer, sentir y hablar a los que
se refieren las _constantes antes citadas. El problema
consiste en este, caso en que el personaje de una región

t referencia que deb,n obser.varse. Aqui lo que importa


en apariencia ~s la auten 1icidad de los sentimientos.
Su tenor i' su intensidad.í Y sin embargo este ·mundo
· tiene también su costad~ convencional, sus rasgos
literaria no coincide necesariamente con el de su
región geográfica. Las tipificaciones, los enfáticos
realismos, las búsquedas del Ser de un lugar -tan in-
explicable como inasible- suelen estrellarse contra

76 77

/
~
o
1

sus personajes, de las relaci,"'"" entre su vida· y su


·--..- "·· ..

las verdades de la lit:er...,tura que siguen por otros . mu:1do .imaginario~· son deiici<'P•'~ indicios para. cual-
cauces, que- no son ni mej,,,.:-ee ni peores que loe huma- quiera que ame el oficio de l~P letras. Descubrir lo
nos, sino sencillamente'd1 ~erentes. que- un texto contiene, 0 invenl ,.:· lo que no contiene,
1
son- tareas permanentes de l<'P .,,..forzados estudiosos-
,. Una región literariu crea sus propios personajes y el placer finalmente no est~ tr"co en el encuentro de-
qi.ie sirven para identific~rla y definirla. Responden la verdad, sino en 1~ tarea d~ buscarla. Después de
• 1 en muchos ángulos a la C<•nducta de los hombres de su todo, cualquier ej.ercicio crl. t ¡ e,., es, tan convencional.
región geográfica, pero 1 lh·-n diferentes y aun opuestos corno una página literaria. y l\ ,..,ces, más absurdo, más.
en; muchos otros. Su áu~ senticidad no depende de la increíble, más fantástico.
reproducción minuciosa d~ una · figura de origen real,
sino de la-fidelidad cori \ as leyes del espacio litera-
rió al que ellos pertenec"''' . . Un error similar se suele NO T >, fl
cometer en el campo de la~ artes plásticas. Sus perso-
Enrique Gon:z.ález Hartinez,
najes le deben l~altad al ·rr:undo de líneas y cole.res en l. El famoso soneto de al ci•ne", apareció en Los
que ijU autor loa coloca~- ~o al modelo que lee ·sirvió "Tuércele el cuello
como punto de partida. Eut 0 lo hacen mejor las cámaras senderos ocultos de 1911-
fotográficas.
.Sobre el tema merece r'1c-flt"darse la polémica de
2.
EL'OTRo ABORDAJE 1949 entre Pedro GraPPP ("De la novela en
América") y Enrique AndPr~on Imbert ("Discusión
El abordaje de una :iteratura regional a partir sobre la novela en ~r\r.a") suscitada por la
de estas constantes apun\ a solamente al corpus de sus afinnación del primero dP que ·son la Selva, el
::extos. A aquellas pág1 ,·.as que reflejan a t:ravéa de Llano, la Pampa, el Ande, laB auténticas figuras
esas líneas pennanentee ~ a identidad de una región. de tales libros ... • y ¡,. negación de Anderson
Imbert de que esa afirrnnc:lón sólo era aplicable
Otra perspectiva ,1,. la que se refiere a la pre- a algunas de las novPl"º hispanoamericanas
sencia o ausencia de euu escritores: a loe vericuetos (Recogido por Juan LoveJul!lc en La novela hispano-
1
de su historia literari~ En un articulo anterior me americana, Ed. univeriPL11ria, Sqo. de chile, 4'
acerqué a este problema . Allí intenté señalar las di- edición, 1972).
ficultades que existían ,.·,ara fijar los límites de una
______ lit.e ratura regional a pat tir de la vida de sus autores, El -erifóque temático 'pf!Trnl tiria la . paradoja de
3.
de sus lugares de nacimi..:.-;-:.to o de la inesperada geogra- que, en el inventario de uriª literatura regional,
fía de sus destinos y su,.. muertes. Este abordaje tam- se pod:ian incluir obrnP de otro origen por el
bi~n ea valedero, por(I\l~ detrás de una página siempre mero .hecho de abordar· l 11 t.emática de ese lugar.
7 Vgr~ la novela del 0 p1:ritor no santiagueño
está el hombre. Y tambt~n está adentro de ella •
hbela!rdo Arhe, Polvo y ospanto (Ed. sudameri-
Por otra parte es t· i.en sabido que en esos textos, cana,; 11 edición novifrflll,,-e 1971).
! '
como.en otras creacione~ de su eapí:itu, es donde está
su verdadera biografía. Pero también ea verdad que la
búsqueda de los guiños ,1---e complici"dad entre eL autor Y
f /')
79

~ 78
'
1 _____ vr '· ··
"
~~ ·- ..
--
'1· ·
. .': ~

..
· :·-. ::_' ,t~~-}v'·,:·y-~
/t};:,;_.' ~.,~~;~~;=~t~2.~~~:0~:~~~~~
,; ;: ~

'< \"' ., . ,. - ·'- --


- ,r __..,. .. \......' . } V :: •

..:,.,_~·. ·
,·.. ,,,~~~~;;,~Jt:.;;~~;;~::~.f~ó~'.;; '"
~'.~~~: auSl!;:~~yorfso~~a.,¡ e.x~~P.o~:l~ ~oca:;.
Demogr~ .:- . -;- ¡- • ~

(' · · ·.': · ~,.·. ·· ·. ., en: Santiago,. ( Bao.:. As---,. 19"3.T),:; rTeo.cz:a. de., la ciudad. ES:t=IMACION Dg': LA HO~IDAD. INFANTIL POR.

r. . .:.. _
!":, ' ·0 ; ~ . •• -·.

. ·-
argent:inltk (Be,~. Aa-~, 195-I.);.,.., ··· -·~.
EL.. METODO- DE; LA: ENCUESTA.¡ SOBRK EL. HrJO PREVIO.

r·· .. S:..;... Oui:va:LAbdaJ;a:,. Las: fle.rmanas:-, Cast:e-1...aJ:::..{Ed- Herca,., poi:- ?'e mando Rojo.-
; -; ·a· . . Sgo _ deL Kstero,.... 19BZ,.. p-..;.. 204},- ··
t;_, .. ·. : . .' !
r··... . La. mortalidad infantil .es: un fenómeno s~ciente-
f.( .· ·. &~ "U~ ~ac¡:i.tar:.: ee.,..sincec~·(Cuad~os; de, Cu.Ltura- mente complejo. y · de- profunda9f connotacione1;1,· humanuta&
r. . Sanciagoc d&.J_:. Ést:era,.. Añct:XIII ... Nº· 12, Dic. 1977}. que amerita. sea considerado c;:on secie:dad. y prudencia.
!_ -
.7 .. "Lite.r~tu;-a. iiantiagueña-i. ·· Óe- ·1a..·
dilíciL fijación La información básica para su estudio tradicio-
de· los limites" (en Señales:, Boletín de la nalmente es aportada por el; sistema d_e r:egistros de
Secretaria. de Bienestar Estudiantil y Extensión estadísticas vitales, pero ~amentablemente los datos
Unive.rsita.ria ~e la Uni.v. · ' Nác. de Sgo. del asi obtenidos en. nuestro paí~ -como en muchos otros:--

¡
Este.ro, diciembre 1987, p. 15-17). no son enteramente confiables para permitir tener un
conocimiento cabal del fenómeno y c.:>n ella ..formula.e
diagnóstic~~ y las consiguientes medidas correctivas.

l
Sintéticamente, · dicho método consiste en realizar
una serie de ;;>reguntas sencillas a la· madre en el
momento en que da a luz. a. un niño, entre las que se
· ;¡ descaca si cuvo anees ocro, y si ese hijo ?revLo estl
¡
vivo o muerto • . En la medida ,que esto último ocurre en
un número suficientemente grande de casos, la propor-
ción de loa fallecidos en el total de hijos previos
arroja.una medida de la mortalidad al comienzo de la
vida.

De este modo se dispone de un recurso relativa-


menee sencillo que, si bien las estimaciones cr~e con él
se obtengan pueden _e sta.r influidas por la selectividad
· de las madres registradas en cuanto a sus hijos pre-
vios, aportará información prra un mejor conocimiento · , ;=

.,,.~·ii
1
1
de la mortalidad infantil.
1
!I
., Can este. convencimient<;>, es que eL CENEP (Centra: -?1 '
de Estudios. de. la Población) en la persona del profesor 1!
Ji
Jorge Somoz.a formuló un proyecto de investigación sobre ' ji
,.
el método. de referencia, que .contemplaba su aplicación . 'I, .
.: 1.
iJ\. ,. "!
~
¡ -- ·""" ! ·íi
~ 1

También podría gustarte