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Jean·Mh:hel Rabaté ¿Por qué un Lacan literario?

Basta echar u1111 Jean-Michel Rabaté


mirada paciente y exhaustiva a sus ensayo,,
LACAN LITERARIO y a los sem inarios en los cuales disc utl'
LA EXPERIENCIA DE l.A LETRA
obras literarias, para colocar en su juslu
-
o=
...
..- -
perspectiva la importante función clínica dl'
-~
la literatura para el psicoanálisis lacaniano. Este libro no es una incursión en ktN
aplicaciones de la teoría psicoanalítica a los textos literarios, sino una explora
ción del lugar privilegiado que Lacan asignó a la literatura. ¿Por qué la ensefían
=s
...
:;
1111:
.. u
za de Lacan otorga a la literatura un rol que designamos como prominente? z
z !:!
¿Cuál era para él la función de los argumentos, personajes, intrigas y ejemplos
traídos de la literatura? ¿Cuál es la especificidad de su manipulación de los
ce E
u x
ejemplos literarios si los comparamos a su empleo de otros discursos como la ::5 ; A EXPERIENCIA DE LA
filosofía, las matemáticas, o la lingüístiq1?
Las lecturas de Lacan van de Sófocles a Shakespeare, de Moliere a Genet, ele
Racine y Sade a Claudel, de Gide a Duras, de Poe a Joyce, desplegando un arse-
..
·•
D
.11
nal de conceptos y de estrategias que confirman que el psicoanálisis está com· a
pletamente inmerso en la literatura -como Freud ya bien lo sabía. Lo que •-¡ LETRA
cuenta entonces es saber leer - incluso si uno quisiera comenzar por la lect u rn -=
V
de Freud, ese estilista ejemplar. A fin de leer literalmente más que literariamen
i•
..
te, alcanza con entender cómo los modelos literarios definen la lógica del signi- a:
ficante, describen la trayectoria de la letra, estructuran la lógica del fantasma y a
CI>
desembocan en el anudado del sinthoma. Una vez equipados
por un tal saber, uno estará mejor armado para el descubri-
miento del inconsciente con el fin de comprender en su singula-
ridad exigente, la redefinición freud iana del alma humana.

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srglo
veintiuno
editores J]~i~r11.1rn1'1 ' e1
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traducción de
ARlEL DILON
LACAN LITERARIO
La experiencia de la letra
versión wrregida y nmisada por
PAI'RICIA GHEROVICI Y EL AUTOR

P<>!
JEAN-MICHEL RABATE

))((]
siglo
veintiuno
editores

MEXICO
ARGENTINA
~ grupoeditorial INTRO DUCC IÓN
~siglo veintiuno
siglo xxi editores, s. a. de c. v. siglo xxi editores, s. a.
< ! 1;1;r )1~ 1 .,1 ,11,, l-18 , t ,•JI 111,1 •1 ~ 111 ;J :11 ~ •'i . 1 ,1 1/d l l t l ,,_¡3¿L1,1 1.J}!)Hlll ',
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¿Es d ifíc il lee r a Lacan ? Sí, a te ni é ndon o s a tlll re pa ro esc t1 c had o co n


frecue ncia : Laca n es pe rve rsa m en te oscuro , impe ne tra bl e, más a ún
para un públi co q ue e nfre nta p roble m as de traducció n y di sta ncia
cultu ral. La dificultad , sin e mba rgo, es intrínseca a su rad ica l estrate-
gia, que a punta a fo rma r una nueva cl ase d e psicoana listas . Lo co n-
BFl 7:1
firm a , p o r ej e mplo, a l comie nzo de su co nocido tra baj o "La insta ncia
R:l:l d e la le tra e n e l in co nsc ie n te o la razó n desd e Fre ud'', un tex to que
2001i lbb;i 1é, J c; 111 -Miclwl se ñ ala la o rie ntac ió n li te ra ri a de Laca n y a l que e n breve regresa ré. '
J,aca11 lilerario : la exptrien cia de la lelra / por
Esta difi culta d de Lacan , e n cu a lquie r caso, se d esva n ece le nta pero
J< '< 111 -Micll<'I RdJ<1l é; ll'<1d11cc iú 11 " " A ricl Dilo11 .
Mt'x irn : Siglo XX I, 200 7. firm e m e nte a m e dida que nos inte rn a m o s e n e ste nue vo siglo . Co n
21i8 p. - (l'si co logí<1 y psic o <111 ;íli sis) est o 11 0 pre te ndo que di ch a dilic ult acl d e sa pa rezca ta n pro n to com o
co mpre nde mo s que es racio na l. Sin o m ás bi e n qu e, al e n tra r e n o tra
ISBN: !178-% 8-2:\-2() l 'l- 1
e ra , a la que se p odría ll am ar "laca ni a n a", así como a l siglo xx bi e n
1. l'si< ·oa 11 ;ílisis. 2. Li1 e raturn . l. D ilo11 , /\ riel , Ir. podría ll a m á rselo fre udia n o , nuestra realidad se ve cad a vez 1n ás
11. L 111 . S<T co m o un a fi cción lacani a na, esto es, un a ve rdad qu e h a e ncon trado
un a ad ec uad a estruc t.ll ra fi cc io n a l.
Laca n es difíc il , sí, p ero no oscura ntista, y su d e libe rad a difi cult ad
11 0 d e be ría pa ralizar sin o pro voca r. Entre los muc hos disfraces qu e
e li ge pa ra sí, nun ca se co nt ó el d e l m etafísi co abstrac to, el de l "espe-
c ulad or" a nsi oso poi· revisa r e l di sc urso psicoa n a líti co e n n o mbre d e
un a con siste ncia filosófi ca m ás sofi sti cad a . Los co nce ptos qu e estuvo
elabora ndo a lo la rgo d e un a ca rre ra prolo ngad a y p rodu c tiva h a n
d e m ostrad o se r, tod os e ll os, fo rmidable m e nte agudos y o rig in a le s, y
ha n llevad o al psicoanálisis, e n e fec to , d e sde el siglo XIX d e l qu e
Fre ud a pe nas e m e rge hac ia un futuro pe rfe cto que inte nt a rnos
explicar e n té rminos d e post-a lgo: postes truc tu ralisrn o, pos m o-
d e rnidad o posfe minismo . Ahora q u e he mos cele brad o los prim eros
pri111 e r;i <'dici ó 11 "" c s p;11\o l, 200 7 cie n a 1-1os d esd e que Fre ud d esc ubri ó e l inconsc ie nt e (füc, ele h ec h o,
pri111 e r;i re i111prcsió 11 , 2011 e n 1897 e n que Fre ud co me nzó su au t.oan á lisis, cua ndo "Nada de lo
© s ig lo xx i (-·di lores , s.a. d e c. v.

isb 11 : 978-%8-2:1-2Gl 4- I

de rec li us rese rvados conl ü n11 (' a L 1 k y 1.J au¡ues Ltca n "La in sta n cia d e la le tra e n e l i11 co11sc ie 11te o la razó n d esd e Fre 11d "

illl preso y hec ho e n 111 éx ico / prin1 e d ;11ut 111;idc 111 111ex1co e n L1i:rilm 1, Méx ico, Sig lo XX I, t radu cció11 d e 'To m ás Segovia, 22a. ed ., 2003.

[7]
8 IN rnorn 'CUÓN INTRODllCCIÓN 9

humano le e ra ajeno") pod e mos afin11ar que la supervi ve nc ia d e l u11 a práctica u11ive rsal que vincula a diversos grupos a pesar d e sil
pensa1 ll ien to freudiano hoy es tá íntimamente 1igada a la evolución divergencia teórica, ¿es u11 sustralo co mún o un elemento sin g ular
d e l discurso lacaniano. intraduc ible que tie n e que ser o lvida do si dichas teorías pretenden
Con e l rápido desarrollo de la ge n é ti ca, la biol ogía y la química , conservar tocio su impac to?
uno oye a menudo que el psicoa nálisis es obsolc10, que ha perdido La complejidad superficial de la obra d e Lacan adopta su ver-
toda credibilidad cic11tífica. Pero incluso si su base específica h a sido dadera significación, cuando füerza a los lectores a cuestionar la pre-
c ues tionada nrncl1as veces, e l psicoanálisis (o el mito qu e éste ha sunta 1.ranspa rencia d e l discurso c ie ntífico y le s obliga a 1.orn arse
creado) sigue provocando al pensa111i e n10 y cuestionando mu chos de co nscientes del papel productivo de la equivocación , de la dislo-
1n1es trns presupuestos bás icos ace rca de la subjetividad y la psiqu e cación sintáctica, del juego de palabras, e n resume n , a expe rime nta r
hun1 a na. Se podría decir incluso que Lacan a111icipú la obsolescencia e l le nguaje no m eram e nte co m o 1111 m edio de co municació n, sino
del psi coa ná lisis tradi ciona l c inventó u11 nuevo m edio para co11tra- co mo un mediador que posibilita e l pensamiento, la in terve n ció n y,
rres tar ese destino y ava11zar 111ás a ll á. En lo connT11icnle al desa- e n ocasiones, de hec ho, que permite al psicoanálisis fun cionar como
rrollo actual del campo laca nia110 int e r11acio11al , 11rnchas nuevas pu- la "c ura hablada". Corno Mallarmé , con quien se lo ha comparado
blicaciones académicas han visto la lu z en los úllimus a1-1os, y se ha n frecue111.emen1.e, Lacan aparece efec tivamente ade lantado a su t.icm-
d e dicado 111 c'is y más co n kre ncias a lec turas psi coamdíticas so bre po, habié ndose a11t.icipado en muchas tendencias que, cada vez m ás ,
c in e, ghwro, arte, polí1ic a y sociedad. Pero d foco pa rece ha bcrsc darnos por sentadas. Así, si n os l~j amos de modo más minucioso en e l
d esp L11.ado hacia un disc urso lll;is políiico y crílico. e nsayo menc ionado a rriba, e n e l que La can se jacta o rgull osame nte
U no de los ohjciivos de cslc libro es el de reconsiderar la cs¡wcili- d e su propia dificultad, su principal ca usa parece se r la co nsecu e n cia
c idad de la lclra de Lacan. La m e jor m a ne ra ck saber u)n10 ker a de un hiato entre el habla y la escriLUra:
Lacan es c0111prcndicndo cón10 d lec a olros <HIIOrcs. Por e je mplo ,
cuando Lacan lan zo su eslogan d e llll "retorno a Fre11d", e n primer Lo esc rito se distingue e n e fecto po r una pree mine ncia d e l texto[ ... ] , lo cual
lugar qui so dec ir que un psicoanalista serio debería comenzar por pe rmite ese apretarniento qu e a mi juicio no debe dejar a l lector o tra sa lida
lee r rig1trnsarncntc los escritos del 1i111dador de sil di scipli11a , larca que la de su e ntrad a, la cual yo prclie ro difíciJ.2
no 1.a11 Uícil corno parece. Las ideas freudianas han pc rmcado 1111es-
1.ra c11l111ra 1anto c11 Europa co mo e n América, del No rle y del Sur, Un poco a la manera de Magri11.e que escribe "Es to no es una
h as la el punto de qu e hoy dilú:ilin e nl.c podernos describirnos a pipa" d e h <tjo de la pintura d e una pipa, Laca11 a iíade: "No será ést.e,
1wso1ros n1isn1os o a olros sin 111ilizar 1én11inos laks como "n e uróli- pues, 1111 escrito, a mi juicio." Así, incluso a nt.es d e la publicación d e
co", "psiccítico" o "paranoico", pcmt 110 hablar del adjelivo "liisl éric o". Écrits e n 1966, Lacan se esm eró en dislinguir sus e nsei'ía nzas orales,
No ohsta111e, más alLí de esaj<:'rga popular, parece que la image n de ya sea e n su Seminario -un eje rc icio semanal ad a ptado a 1111 públi-
Freud o del psi coa 11 ;í lisis evocada en, digamos, Francia , l11gl a 1e rra, co panicular, que apuntaba a una nueva pedagogía y a Ja formación
Arge 111in a, Brasil , México y Esiados U11iclos, co1tjura c uadros 1nny de un tipo cliferellte de psi coan a lista- o en las dive rsas conferencias
di ve rgentes, 111arcos conu:plualcs que 1.ie ncn n111 y poco en connín. que brindó, como aque lla presenl.ación d e 1957 para es1.udia nt es de
¿Se debe eso 1a11 sólo a problc1n as el e 1raducció11, d e k11grn~jc o d e filos ofía, a partir de sus propios "1.exws" literarios o "carias" escritas.
c ultura , o a c11est.io1ws insti1.11cional es y políticas más amplias? El lllis- La mayoría de los ensayos "escritos", no obstant.e, son ve rsi o nes
mo Frc11d i11sis1ió e n e l aspcClo i11t e rnacio11al del 1novillliento que revisadas d e discusiones anteriores que ya se e ncuentran e n los Semi-
había h111clado. El "retorno a Frcud" d e Laca11 d e sta có la i111por1a11- narios (donde se han de h a llar, p or ej e mplo, las primeras e ntregas de
c ia de las le11guas y las c111!11r<1s c 11 las qu e el psicoamilisis debiera lrn- una confro ntac ión co n Poe o cou Sacie ). Pero aun si esas primeras
b;~jar. ¿Hasla qué punto las le<nías de la "psique" -no imporla lo que versiones son e n cierto sentido "más fáciles" (más rel~jadas y c h a r-
ésta sea- que se proclaman unive rsales están lirniladas por la c11l111ra
)' por la len gu a? Más aún, la dirne11sió11 clínica qu e podría ve rse como ~ Jacques Lacan, fanilos /, 0/1. ríl., p. 473.
1() INTROl>l ICCIÓN INTRODUCCIÓN 11

ladas , co111ie11c11, no obs1a111c, rno111entos densos y paradójicos) , la cuestión de la publicación del Seminario 7, seüalando que es e n vano
cuestión principal sigue siendo la vacilació11 del a11 1or sobre el esta tu- trata r d e co nvencer a críticos hostiles, prometi e ndo que va a retra-
to d e su 1ex to. b~jarlo a fin de transformarlo e n un verdadero escrito.7
Una obse rvación hecha al corni e nzo del Se1nim1rio 20 sobre 1111 La ironía d e esas afirmaciones es que introduce n otra clase ele
Seminario a11terior ayuda a dar sc111ido a lo que de 01ro rnodo podrfa relec111ra, claram e nte negativa y c rítica esta vez, realizada sobre sus
verse corno meros equívocos. Cuando L~ditions d11 Sc11il había propios t.ext.os por Lacoue-Labarthe y Nancy, dos filósofos cerca nos a
comenzado a planear la publicaciún de los Se1ninarios de Lacan, con Derrida a quie n es regresaré muy pronto, pues adoptaron 11n punLo
e l Seminario 7 sobre la t'1ica al principio, Lacrn había declinado. Es ele visl a severo pero límpido acerca d e las especulaciones d e Lacan
así corno narra e l hec ho en su propio Se rninario en el 0101-10 ele 1!l72: sobre el le ngmü e. Esta clase d e inve rsión irónica puede servir para
alegorizar algunos problemas ele la transmisión te mprana d e las ideas
Sun:dc qu e 110 p11liliq11 é J,'J~'llúr¡u e de l11 /Jsydw11afrse l L.11 rilirn drl f;sirna11ríli.1isl. lacani a nas: aque llos que lo lee n atentamente se convienen e n fe ro-
E11 esa é poca , era d e mi pal'l t> 1111<1 lorrna d e co rt es ía - dcs p11 (s dt> usted , se lo ces críticos, su d evoción se t.ransm11La muy pronto e n odio, mie ntras
imploro, se lo e111/xum-. C:o 11 el 1ic 111po, d escubrí q11c podía d ec ir a lgo 1n;ís que los seguidores más d evotos simplemente lo imitan , re pit e n 1111as
sobre t> I as1111t o. Me ptTCal é, adc 111 ;ís, de q11c mi 111 a 11 era d e ava111.a r ¡·s1aba pocas frases que funcionan co mo insignias, sei'iales ele mutuo
cons1i111iclc1 por a lgo que pcr1 e 11 ccía a l orde11 d e l 110 q11ieru sahn //(Ir/(( r/111'so.:1 reco nocimi e nto e n un d ete rmin ado grupo cuya icle utidad se arüc11la
e n torno del nombre d e Lacan. Es por eso por lo que resulta crucial
Dl' hecho es l>asta11tt' diffril ercer el c11e1110 de l .acan, b lncra pod e r leer a Lacan por fuera ele las luc has p a rtisanas pe ro e n uua in e-
11oción de 11n a1lfi1rión dc1n asiado cortés rogá11dolc <t otro publicar ludibl e pulseada con e l texLO. A tal efecto, se d ebe poner e n marcha
anlcs que d co1111adicc la evid('ncia biográfica 1nás obvia. A1111 así hay un proceso que se asemeja basLanl e a la lectura d e Lexlos lit.e rarios, y
algo de verdad en esla rcliccncia a p11blirar, al 1ne11os de ac11crdo con qu e exige 1111 similar cuidado y e l mismo esc rúpulo m e todo lógico
lo q11c Ro11di11csco n111cs1ra <'11 s1 1 ú1il biografía. Ella don1nH'11la que aque llos requeridos para e l es tudio ele la Iit.erat.11ra.
cómo Fra11(ois Wa hl , el cdilor de Se11il , lllvo que lraba jar co11 Lac 111
por largo tie1n¡m, s11plica11do y presionando hasla conseguir quC' {·I
re uniera los diversos tcxlos que f11 e ro11 a parar a Érrits.~ Laca11 ere('
l'u11darnen1ali11e11te que n1alq11icr "escrilo" serio ha d e ser, e 11 cieno
se n1ido, il egible. L~sla es l;i razón por la n1al te n11i11a ace rcándose a
.Joyce y e ncontra11clo e 11 el cscrilor irlandés u11 alter ego tan importa!lt('
en 1975-1977, y es lalllbién la razó11 por la que p11cdt· prese nt a r l;'crits
como un libro que 110 e ra "para leer"J> No obs lanle, d espués de esa
observación, aiíade qu e es laba l'eliz11ie111c sorprendido al ciarse n1e11-
1a de q11e el Seminario sobre é 1ica C<Hllenía tes is que lodavía eran vá-
lidas y que "parece que se sos1inwn".U Al11dc una vez más a la

' l·.'/ S,,111 i11 11rio dr /u u¡1u'.1 / J1f'1 111 . l .ihm 211. ¡\ 1Í11. 1'l7~-l 'J7~ , l 1'< 1du cc ió 11 dl' Dia11a Rabi -
1

11 ovic h , Dt'l 1110111-l'vla11ri y .J11lic1ci Sucre , B11l'11<>s Aires, Paid<is , 1089, p. 'l. l.os traduc-
tores illciu ye 11 nota al pil' q1w exp li ca <' ljul' go de palabras: "i'f'il' (i111plo 1'< 1, mega) y ¡Ji11·
(peor) son a11agralllas cu fra11 cés .''
·l Éli s<ibelil Roudi11t·scu, L~I G lll. J.,\/mzu dr' 111111 oida, historia di' 1111 sis/1·11111 dt /H' ll - 1

.111111il'l1/11, Buenos Aires, l·U :, 19 ~H. pp. ·IG8-'176.


;, S1,111illfll"i11 20, p. 37.
¡; !11irlm1, p. 38. 7 /hirlm1 , pp. 65-69.
l. LACAN LITERARIO

El foco d e este libro es un estudio d e la contribución d e Lacan al do-


minio ele los estudios lite rario s, o di ch o con más e xac[jtucJ, un m a peo
d e lo que podría llam a rse la teoría lit e raria d e Lacan. Mi tesis fund a-
me ntal es que Lacan sosti e n e la centralidad d e Ja le tra y la lite ra tura
e n el psicoan álisis, e n tanto que a taca implaca ble m e nte cualquier co-
sa que se pa rezca a un psicoan álisis a plicado , e n espe cial si es a plica-
do al campo d e la lite ra tura. ¿Cómo pode mos e ncontrarle se ntido a
esta a pa re nte co ntradicción ?
Po r o tra parte , no se h a puesto a ún suficie nte a te n ció n sobre la
cuestió n d e la consiste ncia d e la a proxim ac ión d e Laca n a la lite ratu-
ra. Se h a n escrito excele ntes libros p a ra e xplica r e l lad o "lit.e rario" d e
lo s textos d e Laca n (por ej e mplo, las brilla ntes inc ursion es d e Mal-
colm Bowie e n el gongorismo d e Lacan y sus vín culos con Proust.),
pe ro no d ejan d e estar obsesion ados con la c uestión d e la difi c ultad
d e l estilo d e l propio Lacan , un a dificulta d d e la qu e ya nos he mos
oc upad o . Mi e ntras que estos int e nto s sou va liosos, y a m e nudo ú1jJ es,
111i prin cipal e mpeiío e u este libro trabaj a e n otra direcció n : Laca n
no fue ta n só lo un usua rio d e ej e mplos lite rarios sino ta mbi é n un ac-
tivo lecto r d e textos lite rarios. To d o un siste ma d e críti ca -de un ti-
po especial, qué duela cabe- pued e e 11 contrarse e n sus se min a ri os y
e n dive rsos "esc ritos".
Mu ch os psi co a nalistas qu e ha n tra tado d e lidiar con los m ea ndros
d e l e nre vesado estilo d e Laca n han la me ntado que no hubi ese m ás
estudi os ele casos e n sus textos. De h ec ho, a parte d e una impac ta nte
e xce pció n , la publicació n d e un a e ntre vista notable con un paci e nte
psiquiá trico qu e e ntre otros d e lirios c re ía se r la ree ncarn ac ió n ele
Nie tzsc h e y Antonin Arta ud ,I es poco lo que hay e n la obra d e Lacan
que pu ed a dar tes[jmonio d e su prác tica clínica. Y uno se equivoca ría

1 Véase "A La canian psychosis: lnte rvi e w by Jacqu es Lacan", lldumi11g t11 Fmud: Cli-

11iml l'sY' h.onnnlvsus i11 !he S1/w11l 11//,r11"1111, tradu cid o y editado po r Stuan Schn e ide r-
ma 11 , Ne w Have 11, Yate Unive rsity Press , 1980, pp. 19-'l l. U11a bre ve selecc ió n de los es-
t11dios el e casos psiquiátri cos de Lacan puede e nco ntrarse e n Jacques Lacan, "frr111rwx
111 i11li'11w11ti1111s, Alenc;o n , Are p Éditions, 1977.

ll 3]
l•l L\t:,\N l.ITLR.IRIO L.\C:AN l.ITERARIO 15
grave1nente al pensar que esos "es t1Hlios de casos lacanianos" han de pesar sob re cues tiones fund a m e nta les de los textos lite rarios -de su
cncontr<u-se c 11 11111cl10s seminarios in é ditos: los seminarios, d espare- "litera ri edad"- , tales co rno la "letra", e l "síntoma" y e l goce. U tilizo la
j os y a 1n c 11tulo llenos de joyas como son, parecen ocuparse m ás de palabra "comp re nsión " lunden'landing l deliberadamente, puesto que
una lectura sistemática de los text os básicos el e Fre ud y d e l desarrollo Lacan no parece privilegiar e n particular los tex tos litera rios, y pue-
el e los co nceptos del propio Lacan , que de c11alq11ier daboració11 teó- de m ove rse sin esfuerzo e n sus seminarios d e Dante a Frege, d e Pla-
ri ca basada e n 11nos pocos casos bien escogidos. Y adc1n;ís, cuino lo tón a C icle. Los lee para compre nde r algo sobre Ja naLUral eza hum a-
scfoda Laca 11 al final d e la c nt revista con su paci e nt e psicútico, los sín- na, lo cu a l puede sonar grandioso o demasiado vasto, pero nunca ol-
tomas de hoy lucen 111 c 11os cl ásicc1111c11t<' "frc11dia11os" que laca nianos: vida que s11 aproxi111ación está fundada en lo que co nsLa nt e m e nte ll a-
"Iloy he111os visto 11na psicosis 'lacaniana'. .. 1n11y clara111entc 111arca- ma un a "experiencia", la expe ri e n cia del psicoanálisis. ¿En qué co n-
da . Co n estos discursos que se i1npone11 , el i1nagi11 ario , el si mbó li co siste? Básicamente, en dos perso nas que int eractúa n a través d e l le n-
y el re;tl. "2 Antes de regre sar sobre es tas 11ocioncs, q11 c rría seiialar guaje úni cam e nte, comprom e tidos como están por un cie rt o pacto
q11c la re lativa escasez de prcse ntacio11es clíni cas, y la nll'iosa cliscn·- (uno paga y h abla, e l o tro esc ucha y a m e nudo pe rman ece e n silen-
ción frente a los casos que él mis1110 estudió, como la fi11nosa A.i1née cio) qu e apu nt a a la resolu ció n de ciertas difi c ultades personales o a
de s11 tesis , parecen contrarrestados por 1111 creci111ic11to casi eq11iva- un a transformación de c iertas sit11acione s inhibitorias. Esta expe rie n-
le11t e ele los a11;ílisis literarios, co1110 si la falta d e histori<1s de casos cia es una expe ri e nc ia del l e n g u ~ j e como discurso viviente, un factor
f'uera co111pensacla por 1n1a abu11da11cia de CX(;gcsis literari as y cidt11- fundamental que Lacan sielllpre vuelve a poner de re li eve . Pero es
ralcs. ¿Se ría posible que la literatura hubiese trnnado - e11 las obras ade lll ás una experie nc ia de "escritura " o d e "lec tura" de a lgún tipo,
publicadas, desde luego- el l11gar del campo 111 ;ís estricto , m ;'ís cien- no sólo porq11e la práCLica d e Laca11 se basa en una nove d osa relcctu-
tífi co , si 110 siempre 1nuy "verificable ", de los estudios dí11icos) ra d e los textos d e Fre11d, no si111pl e m c nle porque los síntomas del
De hecho , todo el esfuerzo ele La ca n apunta a socavar la ingen11i- ana liza nt e esLán organizados como un Lex to esc rito , te111as todos és-
d ad de la prcg-1111 ta an tcrior. No sólo 111ost rar<1 cu:tn to se apoya n tos sobre los c uales regresaré , sino porque la "expe rie ncia" del psi-
Frc ud y otros ('n los cfi.Ttos literarios para c01nu11icar 1111a pen·t'(Kión coan á lisis introduce a u110 y o tro de los dos age ntes en 11n complejo
d e s11 i11tcrprctac ioncs ele casos, c011 todos sus complejos prohk1nas e 11redo de habla y escritura. El principal credo de Lacan es que la li-
narratolúgicos y sus res ultados trabajosanl('lltc a lcanzados , sino t<11n- te ratura proporciona mode los inco mparableme nt e significativos que
bi{· n sigue a Frl'ucl e n la insi1111ac i611 ele que no hay ni11g11m1 oposici<Ín permiten ta nto al psicoa na list a co m o a los pacientes compre nde r
sino u11a co111pk111l'ntaricdael c11trl' el dolllinio literario y e l cnCU('lltro nu evas con(iguraciones e n suc1-10s, síntomas, actos fallidos.
con "casos reales". Colllo Fre11d , quie11 encontró en una Einiosa obr<1 Ésta es la razón por la que la co nfro nt ación de toda 1111a vicia d e La-
ele Sófi>dl's d nonibre ele 11n hé roe condenado cuyo destino podrb ca n co 11 la lit eratu ra se ha a rtic 11lado siempre alrededor d e preguntas
explicar 1111a vasta variedad d e fc1Hí111enos , L1can acude a las obras ele básicas y e nga1iosame nle "in ge nuas" co mo: ¿por qué escribirnos?, ¿por
.Joyce a fin d e dcsn1brir una 11t1cva ma1wra en qu e el d eseo de 11n q11é le e mos?, ¿q 11é es lo que nos "toca" e n ese proceso a pare nte m e nt e
hombre pm:clc pcrn1ancc c r s1ucto al enigma del d eseo d e su madre , simple?, ¿por qué disfrut a m os de leer c ie nos textos y detestamos o tros
y e n 1\11.tígo//(tdeti1w 11na sorprendente i11 ve rsiú11 entre la é ti ca y la es- textos?, ¿c uál es la economía psíquica implicada por estos actos?, ¿dó n-
té tica q11 e final1ncntc le proporc ion a un lema , una visión trágica, y de y cómo son tocados nuestros c ue rpos po r las "le tras" ele la lit c rat11-
for11111bcionc s radical111cntc nuevas sobre e l deseo h11mano. ra? Una de las consec11encias de estas preguntas funda me nt ales es q11e
dlas implica n una crítica radical de todo lo que se ha producido bajo
Mi propósito, p11es , será cxarninar lo q11e Lacan ha aportado a
el nombre d e "psicoa nálisis aplicado" o de "crítica psicoana lítica". Co-
nu es tr;1 co111prcnsiú11 de la literatura, d e la poesía, el teat ro y las no-
nw lo establece e n textos co nsagrados a a utores individuales como Du-
velas ese 11cia lment e, al rcs;1ltar conceptos cruciales que se han hecho
ras o Joyce, Lacan se re húsa a psicoanalizar ya sea al am or o a las obras.
Eso sería demasiado fácil y desencaminado. En e l preámb11lo a un en-
~ lhirlr111, I'· el 1.
sayo dedicado a él, Lacan escribe estas d e nsas d e claraciones concluye n-
1(j J..\l :,\N l.l I Elt\R IO LAC:r\N LITERARIO 17
tes e11 respuesta a lo q ue la c rítica lite raria sue le hacer c:o 11 el psicoa 11 á- te. Es rea l, y, e n es te sentido, la obra no imita nada. Ell a es, como la ficc ión,
lisis: un a estru ctura verdadera. 4

Se debe a qu e e l Inconscient e 11 ccesit a d e la ins is1e nc i;-1 d e esnihir que lus Tendremos que reabrir " La ca rta robada" de Poe y la sistemática
c ríti cos se eq ui1·oca n et1a 11do tra tan 1111 a ob ra esc rita d e la 111is1m1 lo n11a e n ex plotació n d e ese texto por Lacan para sondear las profundidades
qu e es t r;11ado e l l11nrnscie n1 c. En Jodo 1110 111 e1llo, u1 a lquie r o bra escrita 11 0 del co ucepto ele un lengmu e que puede proporcionar la clave de la
puede sin o pre starse a la intnprt, Jac ió 11 e n un sentido psicoamílitico. Pcrn es tntetura ele lo inconsciente y de una estructura que describe los có-
susni hir esto, in c luso co 11 tanta li ge reza, impli ca qu e un o s upo1 1c qu e la ob ra digos más fundamentales de la sociedad. En e sa introducción, Lacan
es un a fals ili cac ión, p ues to que , e n la 1m·d id a e n que estcí esc ri ta , 11 0 i111it a los em m1 e ra ráp idame nte tres a utores a los que utilizó en diversos pun-
cfcnos del In consc ic 11t c. La obra posee e l crp1i va lc1He d e l I11 co nsciente, 1111 tos ele su carrera a fin ele inve ntar o refi nar nociones: Poe co n la fa-
equivalente 11 0 111cnos real que é l, pu es to que falsifica a l Inconsc ie nt e e 11 s11 mosa ca na cuya implicación nunca es d eve lada, Racine c uya Atalía le-
n11va 111ra. Y en cu;ml o a la obra, el esc rito r q ue la pro dun· no es 111 c n os 1111 yó para llegar al conce pto del "punto de a lmohadillado" e n e l Se111i-
l ~1 l sil i cadoi ·, si in1 e 111 a co111pre ncl cr 111ie ntras es producida, como hi zo Valéry nario 3, y los juegos políticos ele Sartre , y concluye que é l tampoco
cu a ndo se dirigió a la 1111cva i11t e li g1 1cn tsia ent re las dos gu('rras.:l puede se r e l amo ele sus "iutenc iones" -no más que todos esos escri-
tores- c ua ndo escribe.
Laca 11 seiia la que el intento de Pau l Val é ry d e a11alizar c l li111cio11;1- Necesitaremos comprender un puíiado de pa labras clave y de es-
1nie11to ele su 11H·ntc c uando estaba escribic11do alg1111os poelll as l~1- qu c 111as qu e tienen que se r presentados en s11 apropiado contexto fi-
111osos es si mil a r a la rcco11str11 cc ió11 u;lebrc11w111c 111ítiu1 d e la gl- 1ic- losófico antes de ocuparnos de las "lecturas" paradigmáticas de tex-
sis d e "E l cuervo" li eclia por Poc e 11 La/ ilosojia d1' la rom/H1siáó11. l ,a pa- tos lit e rarios por Lacan: los relatos d e Dupin, d e Poe; diversas pie zas
radoja d cs lac:ada por Laca 11 (el escritor o esc ri1ora no puede saber lo leatrales incl uyendo Hmnlet, Antígona y la Trilogía d e Coüfintaine, ele
qu e él o t·lla hace c11a11do está escribie ndo, p11es la csnit11ra partici- Claude l; las obras de Gide y d e Genet, las nove las d e Marg11e rite Du-
pa d e la in sla11c ia del i11crn1sci~'. 11t e, sie ndo arnbos prod11ccio11cs o cs- ras , las nove las y diatribas polí1icas d e Sade, y la totali dad ele las obras
cri111 ras) implica que 11110 110 pu e d e co111p1·emler e l 1cx 10 de 1111a rna- ele Joyce. Si e l espec lro de las lec turas literarias ele Lacan no es in-
nc ra reduccio11is1a, co1110 la 111era exp resió n d e 1111a 11curosis por 1ne nso, su culwra , e mpero, era extre madame nte ampli a y se ex tc11-
e jc111plo. Lo que t'· I hace con los ((·x1os es similar, p11cs , a lo q11c hace día a la antropo logía, la filosofía , e l conocimi e nto cieutffico. Lacan
c:rn1 los pacit'.Jtlcs: I ra ta "el sín1on 1a como nn pali111psl'slo" ( ihirll'm) e a borda te xtos ese nciales d e l ca non occidental, desde Pla1ón y Aristó-
i111 e 111a c0111 prcnd er el "ag11jcro" creado por el sig11 ifi c:a11tc e11 el q11c te les has1 a Joyce y Duras, haciendo incursiones consiste ntes en domi-
las significaciones se vier1c11 y se desva necen. No ohst;111tc, e n ;rn1bos nios tales co mo e l misticismo femen ino, la poesía trovadoresca y la ja-
casos, "la int crpre 1ació 11 no tiene que ser vcnladcr;1 ni fa lsa . Tiene pon esa, sin o lvidar por supu esto a Dante, Cicle, Genet y la poesía s11-
q11e serj 11s1a". Y Lac1 11 continúa s11 a 1aq 11 e a la i111i1aci<Í11: rrea list.a.
Al iutentar d escribir lo que podría llamarse una poética lacania na,
La obra lil e ra ria rracasa o triunfa , pe ro s11 rracaso 11 0 se d e be a la i111i 1ació n este li bro 110 reabrirá los dive rsos de bates sobre la teoría d e la re 1óri-
de los e fectos d e la cs trn nura. La o lll ·a só lo ex islc e 11 esa c 11rva1.11ra que es ca de Laca11, su uso idiosin crási co de la "metáfora" y la "metoni111ia"
la d e la <·s1n1 <"1 11ra e n sí. 1\sí, se nos deja co n a lgo que 110 es un a m e ra am1- como equ ivale nte ele dos procesos in consc ie ntes fre11clianos funda-
logía. La c11 rva t11ra 111c11cionad<1 aq11í no es m ás 1111<1 111 et;i l"ora d e la t's lni c- m e 111ales, "conde usación y desplazamiento"; es to se ha hecho y ha
tura de c11<11110 la es lructu ra es un a 111 ct;ífora d e la rea li dad del l11 co 11sc ic11 - co nduc ido a la versión simplificada de 1111 Lacan puramente "estruc-
turalista" cuyas tesis se limitan a aiíad ir una no ta al pie posfre11diana
a la poética formalista de Roman Jakobson. Por otra parte, e l debate
:~ J;tcq11cs Lc 1c 1n, "C 't· s1 ;) la kcturc de Freud .. ", prefocio a Roben Cco rgin , 1.r10111 ,

La11sa11;i , L'.'\gc cl 'llo111111 e-Cis1n:, 1 ~177 , p . 15. I //JidtWI, p. 16.


18 IAC:AN 1.1 rI::R.\RIO 1..\CAN LITERARIO 19

que 110 querría evitar gira en torno de la función de la liLera1ura, o lónnan un sistema totalizador y, en parte, escapan a este abordaje.
más precisa11ie111e s11 estalllto en la teoría lacaniana, y esta c11estión Las tesis ele Lacan no sólo "explotan" los ejemplos literarios como
ha enfrentado a Lacan con Derrida y los cle rridia11os. Trataré de rnos- otras tantas confirmaciones de las nociones freudianas, sino que,
trar de qué modo , si tanto Lacan como Derrid a se oponen a la 110- puesto que se presentan como fundam e ntalmente "literarias", le dan
ción misrna el e "psicoanálisis aplicado", están ftuielamcntalmente en a la literatura un papel mucho más ambiguo que desempeñar en
desacu e rdo sobre la función de la literatura. Alg1111as c11cs1io11es que ellas y por ellas: no puede ser sólo un "o~jeto" capturado, atravesado
ambos dispulan son rnuy arnp li as: ¿Se pued e reducir la literatura a o exhibido por un discurso que busca una simple justificación a tra-
verdades? ¿P11ede11 usarse estas verdades como ejemplos ele una teo- vés ele la ejemplificación; la literatura habita la teoría desde el co-
ría ge neral? ¿Es la lit eratura en tanto que tal s11sccptiblc de 1111a mo- mienzo, y la hace temblar, vacilar con respecto a su propio estatuto,
d elización teórica? Lejos de proclamar una defensa tradicional de ht arruina el milagro de una teoría limpia y pura claramente opuesta a
"au tonorn ía" ele la 1i1 e ral ura, una 1i teratura q 11e tendría q ne ser de- un puñado de "i:;jemplos" bien escogidos. En El título de la letra (una
fendida a partir d e 11na infiltración de una teoría psicoanalítica im- lectura de Lacan.), Lacoue-Labarthe y Nancy concluyen un análisis de
per ialista, Derrida se resiste uo obstante a la idea ele que a u1w le es- la elaborac ión de Lacan sobre la metáfora e n estos términos:
tá pcnni1iclo utilizar los textos literarios como "c:je 111plos". 1le aquí lo
que dice, sobre una lcc111ra de Poc en el Seminario de Lacan (se trn- No es sin duda por casualidad si, junto con la signilicación habitual d e lapa-
ta de una lce1ura que prese nta ré con cierto dc1e11in1ie11to c 11 el c:apí- labra "metáfora", Laca11 incorpora ta mbi é n e l género literario donde al pa-
t11lo 4): rec e r la encontrarnos con más frec uencia, es dec ir, la poesía, y más precisa-
me 11te la poesía circunscrita por dos re fe renc ias: Hugo y e l surrealismo. 1 ... ]

Desde el co111ie11zo, reco11occ1nos el ci<isico paisaje del psicoamílisis ap li c; 1clo. Esto es, la poes ía q11e podernos designar, e n sus propios términ os, corno la
J\plicado aq1 1í a L1 li1 t· ratura. El lcxto de Po<é, cuyo cs1a11110 110 es 11un c-1 cxa- del Mundo -ele la Voz Divina o de la voz- y del "poder" o la "magia" d e las
llli11ado -L.1ca11 lo lla111a si111ple111e11tc "ficción"- es i11vocado co!llo "ejem- palabr<tS. Una poética integral de este orden y una pdctica poética integral
plo". l111 ''<-:je 1nplo" d es tinado a "ilustrar" , según 1111 procedi111ie 11to clid<ícti- de es te estil o subyace de h echo al texto de Lacan, aquí como e n otras partes,
co, 1111a ley y umt vcrd<td c¡ue confünnan e l objeto mismo de un seminario. en sus re ferencias lit.e ra rias, sus pecul iares e fectos estilísticos y, fi11alm e 11te,
La esc1 i1ura li1 c raria , aquí, es llevada a una posi ción ilustrativa: siendo q11e sus articulaciones teóricas.ü
aquí "ih1slr<11"' signi li ca leer la ley general e n el e jemp lo, tornar claro el sig-
nificado de 1111a ley o ele una verdad, traerlas a la luz de una manera irnpac- Incluso si ll ega n a un a valoración más crítica e n e l final, ser1alan-
lante o e jelllplar. El te xto es1á en la esfera de la verdad, y ele 1ma 1·erdad qu e do e quivocaciones de Lacau sobre el papel de H e idegge r en su dis-
es ensc 1-1ada l ... ·1.5 curso y la referencia c rucial a una verdad que está oculta pero 110
obstante conocida o impli cada por e l psicoanalista, reco nocen que
Entonces Dcrrid;1 opone la inclecidi!Jilidad y la "infinidad" de la li- si bien Lacan e s illC:apaz de fundar su propio discurso rigurosam e n-
leratura a cualquier "idcalizaciún" que apun1c a modelizarla en 110m- te, movié ndose estratégicame nte e ntre una pragmática de la terapia
bre de una verdad preestablecida que 110 liará más que confirmar sus y préstamos d e muchas otras teorías ele la filosofía, la lingüística, la
pre supuestos. No obstante, COlllO concluyen los dos especialistas de- re tórica, la antropología, y así sucesivamente, al me nos puede ser
rridiauos que han e xa minado las 1corías del lenguaje y ele la letra ele descrito corno un teó rico esencialmente "literario" (o un bricoleur
Lacan con alguna exhaustividad, se debe a que e sas Leorías 110 con- casero ele la teoría, para e mplear e l útil término ele Lévi-Strauss).

,-, J1n¡11n Derrida, ·¡¡,r /'os/mnl. traducción de Alau lhss, C: hicago, The Un ive rsity 1' Phi lippe Lacou e-Labanhe y .J ean-L.11c Nancy, '/Jw htl» o/ lfw Lrlli:i; traducción d e
of Ch icago Pres" 1~l87, pp. 42:>-42G í /.11 m1fr /10st11/r. /J11 S11r111te ti. l·/1·11rl PI 1111-1/1•/r/, Pal'Ís, Franc;ois Raffoul y David Penigrew, Alhany, State University of Ne w York Press, 1.992,
FL11111nario11, (<)80; / .11 ir11/rl11 ¡}()s/11/. /!1• Sún11frs 11 flp11rf y 111rís 11/lú, trad11cción de ·fo111<Ís p. 74· r1-!a e xistido una edición e n espaíiol: ¡.;¡título rlt lo ll'lra (uu11 ln:tum rlt Larn.11), Bar-
Segovia. México. Siglo XXI, 19861. ce lona, Ediciones Buenos Aires, 1981].
20 L\CAN l.JTER,\RIO L \ CAN LITERARIO 21

Lacoue-Labarthe y Nancy no son ciegos a los ingeniosos efec tos 1coría lacaniana: que no hay "ningún metalenguaje", esto e s, que la
deducidos por Lacan cuando avanza parcialm e nte escondido, proli- ve rdad no puede nunca se r dicha e n un discurso filosófico o científi-
rie 11do su "antipedagogía" como 1111a fonua 1nás sutil y m ás pode rosa co hecho de definicione s pre liminares, conceptos básicos, axiomas
de dominación: fundamentale s. Corno st~j e tos hablantes que h abitan e l le nguaje, to-
dos estamos sumergidos, incluso antes de nuestro nacimiento, en un
Por esla r<tzó 11 la [)l'1sq u eda d e Laca n el e lo qu e é l ll a 1H<t 1- .. 1 efétlosformalivos, mundo d e efectos lingüísticos que son al mismo tiempo de grave im-
una b1'1squ eda q11 e coordina , en e slo d ebe rn os insis1ir, 1111 cie rt o re curso <ti portancia e n e l h echo de que d ete rminan nuestros d estinos, d e sde
!t a bla , un cinl o 11so d e la e fi cacia p ro pio del habla y, co1no sea, d e stt pocln nuestros nombres y apellidos hasta nuestros 1.nás sec re tos síntomas
pe1:1·1wsá10. Est o es, d e lt cc lt o, lo que a nima y gobi c rmt la <-:stra1 c gia e nt e ra de corporale s y, a la vez, inexplicable s e n su totalidad, pue s correspon-
Lacan, y e xpli ca , hasl<I cie llo p unto, e l re voltijo, los g iros y disrnpcio11es que den al In co nscie nte , o, e n té rminos lacanianos, a l discurso d e l Otro,
a lte ra n e l ltilo d e tnostrativo d e Sll di sc urso. r... El h echo de que Laca11 bus-
J En consecuencia, uno n o debería, por ej e mplo, sumar las "ideas bá-
q11 e rescatar ;ti psicoa11;'.ilisis de c ie rla ortopedia 110 protege, po r e l con l1 «1rio, a sicas" de Freud e n una serie d e d is tinciones topológicas, corno e l es-
su proyec to co mo totali cLtd d e ser onopé di co. Se 1ra ta , si se qui e re, ele u11a or- quema ternario h abitual que divide a l sttj eto e ntre e l yo, e l supe ryó y
to ped ia a11/io1lofii:dirn, o el e u11 a co 11tra pcdagogía , qu e 11 0 ca rece d e ví11ctilos, el e llo, un a visión reduccion ista y simplificadora a la que se lo ha re-
in c ltiso e n s u in1 e 1Ki ó 11 críti ca, co 11 e l propós it o q11i z;\ más l'u11da1n e 11t a l d <-: d u cido con frecu e nc ia e n los p a íses anglosaj ones. El único modo d e
la filosofía como tnt a lid :td , a l nie1ws a partir d e Sócra tcs.7 evila r esa reducción ideológica a Hna doxa fáci l e s reabrir los textos
ele Freud y leerlo s c uidadosa m e m e , lite ra lme nte .. .
EsL1 claro <¡lle Lacan no ncg:iría 11 ada d e esto, y como veremos en ¿Implica esto, por tocio lo a ntedicho, un a necesidad d e d e fe nd e r
el ca pítt1lo 9, prodallla 1111a lín ea el e dcscc11de 11cia desde Sócrates a la lite ra tura de las infiltracion e s d e l psicoanál isis laca niano? Podría
has ta Frl'ud y m ás ali ;\ ... Por otra par!<', proba blcn1 l: nt e 110 seguiría a se r útil co nside rar un abord~j e comp le tame nte dife re nte , e l d e Slavoj
los dos críticos ct l<HHlo lo a linean con e l proyecto de la Ilustra ción. Zifrk, qui e n no sólo ace pta la idea d e qu e la lite ratura puede propor-
cio na r "eje mplos" qu e ilustre n las teorías d e Lacan y las suyas prop ias,
Así, la funn:ició11 de Laca11 no se ría , presu111ible m e nt c , otra cosa q11c la pai- si no que ad emás mul tipli ca e l uso de los ej e mplos. Para é l, uno po-
deia mis111;1 , o s11 re n acer e n la Bildu11gd e la Ilustrac ión (a la que Laca11 se al"i- dría d ec ir que todo pu ed e conve rtirse e n un eje mplo, una ilustra-
lia cxplícita111c11tc) y del Id ea lismo a le im\n.8 ción. A priori no h a bría ninguna dife re ncia de e stalllto e ntre los te x-
tos lit.erarios, las pe lícul as, los program as de televisión, las histori e tas,
Jncluso si , como lo se iialan e n su referencia, la not a introdLtcloria los a rtículos de pe riódicos, un a histo ria que acabarnos de e scuc h ar,
a la e d ic ió n rranccsa de 1;,'r:rils com ien za co n Ltlla alusión a las Lw11ir)- los sueilos, los chistes, lo qu e uno quiera, Puesto que todo pe rtenece
res (las Luces, la llt1strnción) , y opon e la d e libe rada ohiscaciún que se a la produ cc ió n c ulwra l, a todo se le pu e d e dar se ntido e n los té r-
h a pcrpeu1aclo en non1bre del ego al "cre púscLtlo" d e Hil a nueva sabi- minos provistos por los diagramas d e Lacan. Por ej e mplo, e n Mi-
duría obtenida d e Frcud 9 Pue s corno ve re mos e n nuestra le ctura de ramlo al sesgo y e n ¡Goza tu síntoma ! pasarn os di estrame nte d e las pe-
"Kan t con Sad e" , Lacan 110 vacila e n cues tionar la totalidad de las lículas de 1-lilc hcock y la filoso fía presocrática , a las tragedias d e
co 11cepcioncs lmmanísticas y a ntilrnmanísticas de la Ilustración. Sh a ke spea re y los lilosofemas de H egel, los re latos d e c ie n cia fic-
El deba te teórico tendría qH e hace r foco en las principales con- ció n y las p e lículas de horror, e l film noir y las parábol as de Kafka,
sccL1c11 c ias re tó ri cas o estrat é gicas de una de las te sis central es de b los chistes a nti soviéticos y las conside racione s sobre e l naciona lis-
m o, la po r nografía actual, y así sucesivam e nte . Laca u proporciona
7 lliidn11 , p. 90.
un conjunto d e anál isis o lecturas hmdarnentale s, y é stos son "ve rifi-
s lhidr 111. cados" o "aplicados" a través del uso d e la cultura popular,
1 ¿Pue de describirse esto como un re torno a l "psicoa n álisis aplica-
' .Jacques l.aca11 , /'l'u/1, Pa rís, Scuil, 1966, te xto de co11tratap;1 (e 11 ad e L1111e ciudo
e n el texto co rno¡,·, seg11iclo del 11(1111<"10 de p<igi11a ) . do "? Sí, en e l se ntido e n que e l mismo Freud rea lme nte nunca vaci-
22 L\C.\N l.ITEIZ. \RIO

ló e n utilizar los chistes, las citas de Shakespeare o Goethe, o las rere- 2. LOS DONES DE LA LITERATURA
rencias culturales más diversas para avalar sus posiciones teóricas.
No, en e l sentido de que 11110 no podría e ncontrar aquí un progrania
sistemático q1w siguiera la expansión gradual de una "rnetapsicolo-
gía" o t> l despliegue completo de una prúdeia clásica. Los "estudios
cult.uralcs" en esta 1nodalidad posbcaniana tenderían a cubrir la bre-
cha e 1itre la co ncien cia d e Derrida de qu e "no hay fuera del texto" Si uno puede presentar a Lacan ya sea como uu teórico "filosófico" o
(fHlS de /1111s-lex le) o, e1i otras palabras, de que es imposible decidir de "literario" del psicoanálisis, mi postulado es que no utilizó las refe-
una vez por todas dúndc "tcnnirn1" un texto y e1npie1.a s11 "otro" (ya rencias literarias y filosóficas como "ejemplos" o "ilustraciones" que
se lo defina conw "vida ", "realidad ", "el n11niclo"), y la inl.llici ó n de Zi- promoviesen una sinuosidad estilística o reverberaciones cultural es,
zek sobre la ejelllplaridad generalizada)' la relevancia polilllórlica ele si no con el propósito de emplearlos como h errami e ntas para resol-
las lónna ci rnws cult11ralcs. Zizck funda no 11no sino 1n11clios 111odclos ver difíciles problemas. Por ejemplo, tex tos como Ham.let y Antígona,
con los conceptos de Lacan, 1nt·nos organizados e n 11n sisten1a q11e o la trilogía Co í'ifontain e de Cla ude l, como lo h emos de ver, pueden
en una red di1i<í1nica de csq11enias , una 111cscola nza de enign1as y pa- "e nseñarle" algo sobre la "dialéctica del deseo", m ás a ún de cuanto
ra1lt~jas , qnc n111cst ra 1111a progresión a través de diversos estratos de se lo permiten las parábolas dirigidas al público del Se minario. Así,
referencia y niveles de 111odc liza ciún. después de un notable comen tario sobre Antígona e n el Seminario 7,
l~:s ta es la raz!Ín por la q11c el es tilo de Laca11 -hecho de polifoni- iba a concluir que el psicoanálisis terminaría prese ntan do la tragedia
cos ecos verbales y nive les he terogé·ncos de co11cept11alizació11- 110 como un mode lo de conocimiellto y de é tica. Si más ade la nte he d e
debería ser simplifi cado ni abolido , juega un papel esencial c11 111i mos trar h asta qué punto la lec tura d e Autigona que hace Lacan es tá
discnrso que intent a miniar la opacidad del l11consciente mi e ntras e n de uda co n la Fenmn.enologia del esp-í:ritu d e Hege l mi e ntras que e x-
nos dl'ja llot<H sobre 11n denso océa110 de p alabras a las que convo- plora otros términos que caen fuera del co nllicto e ntre lo polítü:o y
ca co1no un rnédi11111. Sobre todo, l'St.a colllplejidad heterogén ea de- lo é tico que ambos delinean, es tá claro que su nocióll de la "segunda
bería sn 11tilizable dl' tal 1n ;1ncra q11c rcsulk gozada. Eso implica que muerte" y el papel de la belleza en la tragedia no habrían podido ser
la d!'nsidad estilística no d e bería erigir una barrera c nt.re el te xto y alcanzados sin una cuidadosa consideración textual de A n.tígona y d e
los le ctores sino siniplclllcnte forzar a esos lectores a ser 11Jás curio- algunos textos clave de Sacie. Si la "lecc ión " fin al que extrae ele J\ntí-
sos. De la mis111a n1anera e n que Lacan apunta a formar una 1J11eva gona es que uno no debería "cede r e n el propio deseo'', uno podría
clase de psi coa mil ist.as, tan 1bié n in t.en ta c rear un nuevo lector y 1111a verse tentado a inscribir todas las e nseñanzas de Lacan e n la modali-
nu eva {·tin1 d(' la lectnra. dad trágica d e l deseo . Por lo d e más, como veremos tambi é n , la lectu-
ra ele 1-Jam.l.et de Lacan se las arregla para realizar un a crítica sistemá-
tica de la inte rpretac ióll canóni ca ele Freud. Al postula r un Hamlet
atrapado e n e l deseo d e su madre hasta que é l atraviesa la mue rt e y
el falo -graci as a Ofelia y su triste destino-, Lacan presenta una lec-
tura totalm e nte original ele la obra, que permanece muy atenta a la
interacc ión de sus significantes clave, mie ntras que opera apartándo-
se de la interpretación habitual de Ja obra corno tan sólo una esceni-
ficación más d e l compl"'. jo de Eelipo.
Un buen E'. jemplo de estas intrincadas reescenificaciones de temas
teóricos serían los dos conceptos del Deseo y del falo, dos términos
con los que las teorías de Lacan ha n estado es trechame nte asociadas.
En mis diversas lecturas trataré de mostrar que su concepción de l de-

[23]
24 l.OS UO N l·:S IJE L\ l.ITER.ITI IR.\ LOS DONES DE ! J \ LITERATURA 25
seo es indisociable del co11ccpto de tr;1g·cdia qu e rastrea e11 Sófocles , la que trata d e e nte nde r a Lacan no sólo como persona, sino como
Shakespca rc y Claudel. A la inve rsa , mi e ntras qne e l falo e s full(la- f.énómeno cultural. El legado laca11iano se ha vuelto indiscernible d e
mentalt11 c 11tc una noc ió n cómica, pu es to qu e es tá íntimamente liga- su propia perso n a lidad, en un a repetición sintomática d e lo que ocu-
do al gé nero de la e<Hncdia que comi e nza co11 Aristófanes, alca11za rrió con Fre ud. U na percep ció n d e la torturada pe rsona lidad de La-
s11 madurez con Moli e re y c nl111ina e n Jea n Gen e l. Los géneros y ca- can no nos d esviará d e una e quilibrada aprec iación d e su genio real,
tego rías lit e rarios adq11i e re n así u11 valor de verdad que no puede que no sie mpre se corresponde rá con la versión oficial proporciona-
se r reducido a la mera c:jc rnplaridad denunciada, corno lo h e mos da a nosotros por su yerno y albacea litera rio. Es importa nte exami-
visto, por Derrida. nar la lógica subjetiva e institu cional que llevó a Lacan a inve ntar la
Del mismo modo , la principal revo lu ciún de Lte<u1 e11 la teoría "sesión variabl e" , practicando así sesione s m ás y más cortas que fin a l-
posfremlia11 a ha consistido en desplazar el é nfasis desde e l Padre (c u- m e nte co ndi~j e ron a su excl usión de la Asociación Psicoanalítica In-
ya figura conserva siempre características atc111orizantcs he red adas ternacional. A lo largo d e su vida, Lacan mantuvo un pe rfil muy pin-
del líde r d e la horda, do111iua11t e y cas trador, retratado por Frc11d) toresco y "sintomático" que lo marcaría co111 0 una figura extravagan-
hac ia la Madre: en 1111111crosas lec turas ta nto de los tex tos d e Fre ud te, pero é l s11po cóm o asoc iarse co n los inte lec tua le s más brillantes d e
con10 d e los cLisicos literarios (entre ellos lla:111Ji'I) , 111uestra que el de- su tie mpo , incl11ye ndo a Bataille, Kojeve, Lévi-Su-auss,Jakobson, Hei-
seo 11111rn1no 110 puede c 11co11trar su lugar si11 halwr cuestionado su degger, Merl eau-Ponty, Althusser y un grnpo d e mate m á ticos inte li-
vínculo co n el deseo la Madre. E11 la gt'm·sis del suj e to hu1na110 , es la ge m es aunque más bi e n c hiflados . Es hora, e n verdad, d e lee r la to-
Madre la <!'re pued e abrir el domi11io del ''Deseo d e l Otro". Y ('11 sus talidad d e las obras y el le gado de Laca n d e 11n modo rigurosa111en te
posteriores "fúnnulas d e sext1ación" (Scrninario ~O) , hay espac io pa- histórico. El ge nio de Lacan co nsistió e n habe r pe nsado frecu e nte-
ra una se x11alidad difr:rc11tc que n :fh:ja la norm a del falo y pc nm111 c- mente contra sí mismo, por ej e mplo, a l producir una te oría de l In-
ce abierta al Otro. No h ay motivos para creer, por lo tanto, qt1 e é·I pe r- co nsc ie nte ide ntificada co n una Verdad ha blada e n una é poca e n
m a nece atrapado en 11na fascinaciún por el falo, o para e nt e nd<'rlo que é l estaba no sólo mintié ndol e a todas las 1m~j e res co n las que e s-
tan sólo co1110 el "significante ele la E·dta" al qt1c se lo ha rechrcido con taba involucrado sino tambié n a la Asociación Psicoanalítica lnte rna-
d e 1nasiad a 1i·ec t1c11cia , p11csto qu e t:I ra lo proporciona una introd11 c- c icrnal e n cuanto a la natural eza de su prác ti ca clínica, o al cortejar al
ciÓl1 a 11na vc rsiún lúnd a rn e ntal111cnte graciosa, i11clnso ridícula de mismo tie mpo el reconoc i111ie nto del papa Pío XII y e l del Partido
11na scx11aliclacl ltirlCh ada , excesiva, imposibl e y sinton1ática d e la q11c Comunista fra ncés. Una intimidad m ás profunda con este hombre
nos salvan1os -pt'ro 11os co ndcrnunos al 111isrno ti <:'n11><>- por el hec ho obstinado , histriónico y a rroga nte nos proporcionará un a tisbo m11y
d e ser "s<'r<'s hablantes" c11yos d<'sti11os han sido escritos d e ante111;-1110. distint.ivo d e toda 11n a atmósfera e rizada d e pasión inte le ctual, d e un
Como cscribiú Laca n e11 una l'an1os a y críptica nota al margen !'e- mundo fascinado con el e nig111 a d e l inconsciente, d e l deseo y d e l
chada c11 1~l7ll, en u11a &poca e n que .Joyce lo obses ionaba: "U n cer- otro.
tificado 111c di ce q11 c nac í. Yo r<'p11dio es te certificado: no soy 1111 Roudin e sco y otros come ntaristas históricos han apuntado a la ne-
poeta, sino 11n poe m a . U 11 poema que cst ;1 siendo escrito, aun si pa- cesidad d e distinguir e ntre diversos mom e ntos e n la e laboración d e
rece 1111 sujeto." 1 las teorías de Lacan. La ro rnrnlación m ás e legante es la que ofre ció
En este cont e xto , 11110 podría ve rse te ntado a re tornar a la propia Philippe J uli e n e n su El retorno a Freud de.Jarques Lacan. '.I Según Julie n ,
vida de Lan m para enco11t rarle n1ás asidero a sus teorías. Élisal>ct h se puede esbozar tres e ta pas principales e n la e laboración teó rica e n
Roudin e sco nos ha entre gado un a excelente biograf'ía d e L1c;111 ,~ en progreso ele Lacan, marcada a su vez cada una por uno d e los tre s
conceptos que finalmente co nsiguió e ntre tejer: primero predomina
1Jan ¡iws l .< lccu1 , Pn_·facio ;: 1 la edición i11 gles<1 de '/IN' hJlfr F111ul111111'11/11/ ( :0110'/1/.s 1!/
/',_)'l'h11-i\ 111il)'sis, 1r;ut11 cciú11 de i\t ;111 Shcrid;111 , Lo11dr('s, i'<'11 g 11i11, t'l7'1 , p. viii. 'l Phitippe .Julie 11 , .f11rq1w' l.11ra11 \ /11'/11111 to "1t111l: 'f'hl' Nm.I, lfw S¡•111/J11/ir 11.ud th1' /111111.(i-
2 l;'. li salll'th R011di11 eS<·o , .Jt1rr¡111'.' f.111m1 , 1rad11 cc ió 11 de l\arhara Bray, N11<·,·a York, 11111)>, traducción de D. Bec k Si111 iu , Nueva York , New York U nive rsiLy Press, 1994 [FI n~
Colu111bia , l 9~J7 l l.110111. /~:\ hozo,¡,, lllffl vida, hi.,torio d1' 1111 .\ istr111t1 d1' jw11s1111ii1' t1/o, 0/1. 1·i1. I. l11r1111 11. h-nul d1<J11up11<s / ,11w:11, Méx ico, STE, 1992].
26 LOS DONES D E L -\ l.ITEK-\ TI IR.\ l .OS DONES DE LA l.ITERATURA 27

el Imaginario y corresponde a los aiios Lrei111a y cuarenta, con el a11á- gran admiración), 110 trató de alinear sus co nceptos con los de Locke,
lisis d e l es1adio del espejo y ele la ag re sividad, luego el é nfasis re cae Kant o H egel , sino que insistió e n criticar a la filosofía por 1111 peca-
sobre lo Simbólico c11 los cincuenta y med iados d e los sesenta, y !ina l- do original que consiste en colocar a la co ncie ncia co mo e l origen
mente es relevado por lo Rea l, a finales d e los sese 111 a y durante los del significado . Se podría decir que la ca rrera d e Lacan es tuvo m ar-
sele111a. Mis capíwlos final es se abocarán al papel d e 1e nni11a111 c d e cada por diversos e ncue ntros fallidos con la fenomenología francesa,
un "nudo borrom e o " que unirá finu e m e nte los 1res círculos, li as 1a que co ndujo a un dese nt e ndimie nto con Me rleau-Ponty (quie n no
qu e un cuarlo círculo, el del Sínloma, in1crvenga para complicar e l obsta nte siguió siendo un am igo person a l), 11na ruptura co n Rica~ur
esque111a. y una feroz pelea con Derrida y los discípulos d e Derrida (incluyen-
En los aiios ci11n1e11ta, se alude a la fascinación de Laca11 por Saus- do a Mikkel Borc h:Ja kobse n , un dotado "introdu ctor" a Laca11 que
sure colllo t:je 111plo d e una crcaliva dis1orsión d e co11ct-p1os básicos. prilllero e nfatizó cuánto m ás filosóficam e nt e co nsiste nt e era Freud
tste es el dolllinio d e lo que más lard e Laca n ll a 111ó su "lingüis1 e ría", q u e Lacan, a ntes d e volverse completam e nte antifreudiano).4 Esto
no m e ra lingiüs1ica, sino una distorsión sist.cn1ática d e las dico1omías debería con du ci r a la revisi ón del estructuralisrno atribuido a Lacan,
saussurcanas, cc111rándosf' en el par sig11ificantc / signilicado. El gol- 1111 rnovi111i e n1 0 filosófico d e los a11os ci n c ue nta que ha sido reducido
pe d e genio d e Laca11 consistió no tanto c11 vincular el par frcudia- co n d e m asiada frecue nc ia a un cie11tismo y a ntih111na 11ismo. El es-
110 d e c011<lensació11 y dcsplaza111icnto e 11 la lnli'1pn'i.ltció11 de los sne- tTucturalisrno no conlleva m eram e nte un a c ree ncia e n la supremacía
11os con el par jakohsoni a no (111e1áfora / me1011imia) basado en la ele las estrn cturas anónimas que puede ser descrita a través de una
misma palología d e a fasia y traslorno del lcngu;1jc si110 e11 alegori za r combi11a1oria. Pasando de Lévi-Strauss a Foucault, a h ora se puede re-
la "barra" que vincula y separa b S may1ísciila d e la s minúscula co loca r a Laca n en una tradición que está m e nos obsesionada con
(111ie111ras i11vcr1ía las implicaciones d e ambas eses) y hacerla lü11cio- una lingüística sin sujeto o con sistemas d e pare nt esco qu e co n lo que
nar como la barra frctuliana de la re presión. l~s t a es 11na historia fa- podría llamarse "un pe nsa r d e l a fuera" qu e no impide un pensar d e
miliar, y ya he mos vislo cú1110 Lacoue-La ha rth e y Nancy ofrec iero n h historia. La diferencia imporlante es que Lacan h a insistido siem-
uua crítict lilosólica de e lla. No obstant e, uno 110 d ebe ría olvidar que pre e n la pos ibilidad de "calcul ar" la posi c ió n del stúeto; así, incluso
Lacan tropezó a 111 e 1rndo co n los límit es de ese lllOde lo , d e allí s11 vo- si este s1~jeto está d esce111rado y dividido , e l siúeto hablante y desea11-
luntad de despla zarse hacia una liugiiíslica de la "e n11nciació11 " e n la te pe rman ece e n e l corazón d e la teo ría.
que e l ''Yo" a parece del lado ele 1111 vacío producido por una e111111cia- En esta genealogía, podrían distinguirse dive rsos estratos e n e l ar-
ción qu e puntúa el "c 11unciado" o la d e claració11 expresada. Este
chivo de Laca 11 ta l como podemos abordarlo ahora, e n toda su co11-
nu evo par co11ccpt11al, qu e a parece ya e n 1964 con el Seminario 11,
f'nsió11 y multipli c idad . Hay tres tipos prin c ipa les de tex tos: los Se mi-
ha sido ignorado con demasiada frec uencia. La nueva lingüística de
narios (a lg unos d e e llos publi cados por Senil, otros e n Ornirnr; lllll-
la cn1111ciaciú11 no remplaza empero a la lingiiíslica d e l Significanle,
chos otros c irculando e n versiones 110 autorizadas), que proporcio-
sino que a1-1ade otro nivel ele instancia y d e prodllcción .
nan un registro d e las inve nc ion es de Lacan; los esc rit os psicoa11alí-
Un abordaje gen ealógico similar podría lidiar con Laca n desde 1111
1icos publicados e n La Psydutnalysey otros m edios profesio na les psi-
ángulo filosól"ico. Co111c11zando por su admiración juvenil por Spi-
coa11alít.icos; y, por último, ensayos rn iis es tilizados que ti e nde n a un
11oza, pasa ndo por su i111"atuació11 con Hege l - a quie n d esc ubrió
esta tuto lite ra rio o filosó fi co, a m e nudo publicados e n Critique y lll ás
co n Bataillc e n el se11iinario d e Koj eve, explotada lu ego con la ayu-
la rde e n Scilicet. El éxito d e Escritos, publi cado e n 1966, se d e bió e n
da de l lyppoli1c (quien s11111iuistró a Laca n un concepto riguroso
parte a la mezcla de todos esos géneros y tonos. Pues la dist.inció11
del gr;111 01ro y del le 11gu;üc co1110 la ne gación d e la cosa)-, h as ta
entre e stos luga res tex tu a le s no e s puramente descriptiva: regula di-
un breve Jlirico con la lilosofla segunda d e lleidegge r en la que es el
lc11g11;~je c11 1a1110 que Logos e l que "habla el Ser" ("Die Spmrhe s¡;1idd'
'i Vt'.. u1se Mikkel Borchjakubsen, Tlu• i 'li•111/io11 Suhjl'l'I, tradu cción ele Ca th e rin e
le! habla/ lengua habla 1), d e hecho se p11 e<le llamar a Lacan fil ó sofo Po n e r, Sranford, Stanforcl Univcrsity Press, 1988, y f ,om11: nw 1\hsol11tr 1\111.sln; trad uc-
del psicoarnílisis. Au11 así, a difé re ncia de Bio11 (por quie n ti e ne una c ió n Douglas Brick, Stanfonl, St.anford U .P., JY9 l.
28 !.OS DONES IJE LA UIERAllllt\ 1.0S DONES DE LA. LITERATURA 29

ferentes estrategias y gen e ra difere ntes cst.ilos. La disyunción entre lique por escrito y cuya a11se 11cia vu e lve la historia imposible ... Lo qu e no
el habla y la escritura adquirió d esde muy ternpra1w una función es- pu e d e ser c e rtificado por escrito no pu e de se r conside rado historia.6
tructural para Lacan , qui e n por una parte pareció prefe rir e l habla
a la escritura - así, publi có su único "libro" verdade ro muy tarde: /•,'s- Tendré oportunidad de re tornar so bre la insiste ncia d e Lacan en
critos se cditú cuando é l te nía scsc 11ta y cinco a1-1os-, mientras que la escrinira como un fundam e nto , d esde las prime ras elucubracion es
por otra parte sazonaba sus sen1in a rios orales con efe ctos que 110 hay de Fre ud e n una "psicología cie ntífi ca" hasta la me tamorfosis d e Joy-
m e jor modo d e d escribir sino como "escritos", con lo c ual me re fie- ce en un fascin a nte goce del e go e n ta nto qu e escritura , una insisten-
ro no sob11H·ntc a los 11t1111erosos gráfi cos, csq11c111;is y otras figuras cia tanto más curiosa cua nto que ta mbié n se apoyaba e n la "his toria
que comcn1.aba por pon e r en uu pizarrón a fin de encontrar a par- oral" d e su Se min a ri o para crear y p e rpe tuar su propi a le ye nda .
tir d e dios una inspiraci ó n "oral", sino también al modo en qu e ha- Es por eso que es importa n te se i1alar que los se minarios más "lite-
bl a ba, movi é ndose d e ttn paré ntesis a otro pa réntesis, circ unda ndo rarios" corresponde n a un d ece nio c rucial, que comi e nza con e l d e s-
un te ma y hacie ndo d e la sinuosidad, la alusiviclad y la paradoja 1111a cubrimi e nto d e "La carta robada" d e Poe e n la prim ave ra d e l 955, si-
virtud. gue con un a disc usión d e la psi cobio gra fía de G ide e n 1958, pasa por
La clilic11ltacl no se restringe a los "escritos" de Laca 11; aun u1a11- H arnlet, una obra que pe rmite a Lacan criti ca r la teoría del Edipo d e
do é l disting11iú agudament e entre las c 11sc iían zas "orales" d e s11s sc- Fre ud rnie n tras que se involuc ra e n nue vas dialéc ticas d e l d e se o e n
111in a rios y los "escritos" publicados que tc 11ía11 qu e ser dc·11sos, i11ge- 1959-1960, a ntes d e explota r la ve n a el e la tragedi a co n Antígona e n la
niosos e intcrtcxtualcs, tal disti11ciún no es i111pcr111cablc, pu esto q1ic prim ave ra ele 1960 y Cla ucle l al a i1o siguie nte , todo esto vía las lectu-
los textos de los seminarios e n part e estaban escritos d e ante 111ano, ras d e te xtos d e Sade (1959-1960) y Ma rgue rite Duras e n 1965.
aunque espera ba, corno a 111c n11do lo d ecía , cnco11tra r u11;1 rcs¡rncs- Ec he m os un vistazo más minu cioso a unos pocos se mina rios cru-
ta a lo que aca baba el e proferir, si no verbal111cnt e , al 1n e 11os e n las ciales. El prime ro se tiutl a Los escritos técniws de Freu.d. 1953-1954 [Le
caras d e sus oyc11t es. En un sc111inario d e l~)()'.¡ , Lacan compara cx- Sérrúnrúre de .Jacques Lamn. Lime l: L es écrits tech.niques de Freud, l 95 3-
plícit:1111c11tc su progresión i11di.rc«ta y digrcsiva hacia una suerte de 1954, Pa rís, Se uil, 1975 1. Este p rime r se min a ri o públi co e n Sainte-
escril.llra :
Annc está e ri zad o d e proposicion es y di álo gos o riginales con inte rlo-
cutores importa ntes: Hyppo li te , sobre la teoría d e l le nguaje d e H ege l
Diga111os de p<iso q11 e s i 11li disn1rso se d e spliega a partir d e l paré11tesis, del
y Frc ud y la n egación , mie ntras qu e Anzi e u, Ma nnoni, Granoff, Le-
s11spe 11so y dt· su cl;111.s11ra , y l11cgo a partir de su muy a 111e11udo i11cótnt)(Lt
claire , Be irn ae rt. lee n tambié n trabajos; se o ye a Rosin e Le fort prese n-
rc asu11ció11 , 11stcdc s dclierían re co11occr en ello, 11na vez 111;\s, la estn1ct11rC1
ta r t1n estudio d e caso, qu e pue d e e vocar e l d e l Hombre d e los lobos
d e la esnit11ra_r,
de Fre ud. Lacan introduce su propi a teoría d e l narcisismo co n un
prime r esqu e m a visual, se e mbarca e n un prolo ngado d e bate con Mi-
Esto oc11rre c11 una époct e n que e l sig11ifica11te se aproxima a];¡
chael Balint, mide los 111é ritos d e Aun a Fre ud con los d e Mela ni e
escritura, pt1csto que 1<1111bié 11 crea llll "aguje ro e 11 lo real". Y en una
Klc in. El te xto d e la cubi e rta alude a la pedago gía inconve ncional (y
post e rior dcd <tració11 c11 1<1 lJ11ivcrsidacl d e Vale, Lacan insistiú en
asiste m á üca ) d e un maestro ze n, la nza ndo así una ide ntifi cación d e
que si11 clou1111c11tos escritos, ni11g111ia histori ;1 c m posible.
Lacan con un maestro ze n d ad a ísta que más tarde dominará la recep-
ción norteam e ricana d e su obra por algunos aílos. Como más ta rd e
Si11 doc1mw11tos escritos, 1111 0 salw que cst ;í e11 1111 su e lio. Lo q11 e lllt historia-
re pe tiría Lacan, to m ó su "posición e n el psicoanálisis e n 1953" (esto
d o r tic11c q11c t<'11cr es 1n1 texto : 1111 text o o 1111 p e dazo d e pa1wl. E11 todos los
lo dijo e n e l discurso de Roma, po r ej e mplo). Es tambi é n e n 1953
aco11t ec i1ui e 11tos, dclJe h a ber c11 alg11na parte, l'll 1111 a rc hivo , algo q1w c e rti-

,-,.Jacq11cs l.;1c;111 , Se ll\i11ario 13, "El obje to d e l p sic o; 11 1<íli sis" ( l~lu5 - l~lliG), i11 é di - ¡; C itad o por Ro 11di11esco e n Jrm¡11rs l.r1m.11, 11¡1. ril., p. 376 [/.r1.m.11. lé'sh11zo de una v;-
tu, serni11ario del 15 d e dici e ll\b1c de J'luc-J. da, /úslmi11 de ·11.11 sislmw. rle jm1.wi111ienl11, l3ue 11os Aire s, Fu:, 1994].
30 LOS llO Nl::S DI:: U LITER,UllR.\ l.OS DONES DI:: LA LITERATU RA 31

cuando co nsagTa un a riículo cumpl e lo a los vín cu los C' n11·e UichJ11.ng de los compromisos más productivos con las cue stiones clínicas. El fa-
(poesía, lit era tma) y Wrdnheit (verda d) vía Goeth c e n un texto muy lo y la castración pasan a se r los conceptos principales, especialm e n-
influye nt e d e dica d o al " Milo individu a l d e l neu ró ti co". 1c cuando Lacan d e fine la "tríada im agin a ria" corno compuesta d e "la
El Se min a rio 2 d esarrolla esas co n ce pcion e s tc n1pra1ias . En /•,'/ yo Madre, e l Falo y e l Niüo" y le opone la castrac ión, corno la falta de nn
en la teoría de Frend )' 1''11 la técnica psicorwalítir:a. 1 954- 1955, Laca n re- o bj e to imagin a rio; la frustración , co m o la fa lta de un obj e to real; y la
tom a la noció n lan zada e n e l se n1in a rio a nlerior d e que el yo (nwi) privación, co m o la falta d e un obj e to simbó lico. De dica e sclarecedo-
no puede co niúnclirse con e l sujeto e n tanto que je. Despu és de a l- ras páginas a Fre nd y e l fe ti c hism o, la fóbia, la homosexu a lid ad feme-
gunas disc usion e s q u e oponen a Freud y a H ege l, el seminario alcan- nina y las fa n1 asías perve rsas e n "Pega n a un nii"ío". Finalrnellte , e n
za su clímax con una d e slu111brante int erprc lac i<Í n del "Sue1-Hi de l r- 1111 a ná lisis casi exh a usti vo d e l "Pequ e i"io Hans" se torna dosciemas
m a " d e Frcud. Lacan Ice " La ca ria robad a" ele Poc y h1 cg"<i, e n 1111 ¡ni- págin as a ntes d e concluir un se mina rio mu y rico con el caso de Leo-
me r 111odclo de los ví ncul os e ntre el i11co11scic111c y la carla len in - nardo . Vernos tocias las impli cac ion es d e la lógica d e l falo co m o un
glés lelle1; e n franc é s lettm: ta 1nbié 11 la lclra, la "pa Lthra " I, el a bora su con ce pto co n e l que Laca n co mie nza a re lee r las obras más impor-
"e sque111a L" co n la pri111cra arliculación de los lrcs regi stros: lo tantes d e Fre ud co n un ímpe tu y un a sofisti cació n crecie ntes.
Real , lo im aginari o y lo Simbó li co. Co1no pa ra c nfa1i1.ar la dim e n- En 1957, e n LrLs-.Jormru:iones del inconsciente, Lacan co n1inúa leye n-
sión ;rn10 1ná 1ica d e lo Simbólico, Laca n co nclu ye co n un a so rpren- do a Fre ud y com ie n za co n e l lib1·0 d e l Witz para ofrece r un a estruc-
dente conli: rencia sobre c ibe rn é tic a. Las 1wn1 c rosas y co ns1 a n1 es o b- tura de los ch is1es que le pe rmit e co nstruir paso a paso el compl ejo
jeciones de s11 a udilorio lo fii e rzan a delin e ar n1 ;;s vigorosa1nc111 e los esque ma d e l d eseo que resurgirá e n "Subversió n d e l suj e to y dial éc-
límites d e los 1res registros. Entonces, 1n1 ai1o dcsp11{·s, e n 1955, e l tica de l de seo e n el in co nsc ie nt e fre udia n o" (1 966). De la instaura-
Se minario sobre l .as psirnsis. 1 955-1956 se abre crn1 un a re lectura del ció n de la metáfora p ate rn a a la prohibició n po r e l Padre del cue rpo
caso Schrcl)l'r de Frc11d. Aq uí Laca n re1on1a a su tesis docto ra l rk de la m ad re, e l 11iiío tie ne que a pre nde r la dialéc tica d e l falo: bascu-
1932 para darl e a la paranoia 1111 1rat a1 nicn10 1mís rig11roso. fksp11 é s la a lred edor d e la cu e stión de si "ser o no ser (e l falo)" o "te ner o n o
d e 1111<1. lcct11ra ci1id adosa del caso d e Frc11d y de las Meuw1iasde l pro- te ner (e l ra lo)". Las comed ias de Moliere (espec ia lme nte La escuela de
pio Sc hrc lwr, d a co 11 e l crn 1cc pto q11 c le J"a llaba e n los a 1-1os trc i111a : las 111.ujim:s), J;,'l balt:ón d e J ea n Gc n e t y e l caso pe rsonal de Gic\e con-
el de l;i f"ord11sió11 ( Vrnoer/íwg) co mbin a do co n la teo ría de 1111a cs- ve rge n todos e n un inn ovado r a n á lisis de la a pa ri e nc ia có mi ca del
crilllra i11conscic111e que d escubre e 11 la "Carta 52" de Freucl. El Se- obje to fálico c ua ndo h a re mpl azado a l d eseo, o c ua ndo h a in corpo-
min a rio pas;1 l11ego a lidi a r co n la c ues tión d e la histeria y con la pre- rado un d eseo f"ctjc hist a (com o pue d e se r e l caso d e una madre fren-
gu111a: "¿Que; es 1111a 1rn!ier?", antes d e concluir co n una clisc11sió1 1 te a su hijo) . Este semin a ri o se delie nc ta mbié n e n una l.ürrnul ac ión
del signifi ca 11 lc ( 110 "sig11 ifi ca" nada) y con un a opos ic ió n pl e n a11w n- religiosa d e l No mbre del Padre e n 1111 impo rt a nte re posi cio nam ie n-
tc ela borada c 111rc 111e1 áfo ra y m e tonimia; en rcs11111 c n , toda un a c· x- to d e l psicoan á lisis.
posic ió n d e la rc1 ú ri ca del ln co nsc ie nl c . Lo que h ab ía estado fordui- E n el Se mina rio 7, La étú:a del f1si coa:nálisis. 1959- 1960, e n co nt ra-
clo e n Schrcber, y h<tbía ge n e rado s11 psicosis, era la m e táfora patcr- n1os e l se min ario m ás rico y más se min al de Laca n, y h e mos visto có-
11a. J ca 11 lklay, e l a111or de la psicohiogralfa d e Cicle, invita t<1111hié 11 mo su publi cac ión fu e con te mplada desd e muy temp ra n o y lue go
a Laca n a h ace r una prcse 111aci<Í11 sobre "Fre 11d e n el si glo " y L1c111 , rechazada, por razone s po líticas tan to co m o teó ri cas. Co me nza ndo
que con1ic11za se ii a la11do q11 e el no 111brc Freud significa "alegría ", nrn la in1rod11cción d e l co n ce pto d e la Cosa d espués d e un a paci e n-
"gozo", les hace <1 los cs 1udiau1 cs de psiq11i a tría una i11sinuaci ó 11 : d e- le lec tura d e l Proyecto para una psú:ología cieuti/ica d e Fre ud, e l Entwu:rf
ben leer siempre Linio a Fre ud co lllo a los 01ros a11 1on·s que fig11ra11 a l que re gresare m os e n otro ca pítulo, Lacan discute la sublimación,
c 11 sus n11Tícul as, la difcrc 1H:i<1 se h a rá inrncdia1 amc 11te obvi a, y de o po n e a Kant y a Sacie , se 1iala los límites de la ley mora l, y luego se
este modo aprc11dcrá n a rec haza r las ha bit11aks clis1orsio11es cgoló- la nza a un a brillan te disc11sión de Antígona, ese ncialme nl e carac teri-
gicas de la teoría psico an a lítica . zada por un a be lleza cegadora que pue d e a 1raer e l d eseo e ntre dos
En e l Sc111inario 4, La relru:úí11. d1' objeto ( 1956- 1~l57), 1c11c n1os 11110 11111ertes. Tambié n ofrece un a teoría d e l a m or cortés, d e manera d e
:$:2 LOS DONES DEL'. l.ITFR,\lllR.'. 1.0S DONES DE LA UTF.RAlURA 33

co11firmar la aporía de la s11bli111ación con respecto a la Cosa; un im- 111it.ad de camino entre los primeros at1os cincuenta con el énfasis so-
portante género literario, si no la totalidad de la literatura, se htnda- bre la retórica, el hegelianismo y el Nombre del Padre, y el Lacan tar-
menta en dicha imposibilidad . Lacan concluye con las paradojas de dío ele los aüos setenta con más y más maternas, el álgebra de los cua-
la ética, condensadas en la jugosa fórmula: "Uno no debería ceder l ro discursos que conduce aj11egos con 1111a tipología a la que toda-
nunGt en su deseo." vía le falta el nudo borro.m e o.
Al a11o siguiente, en 1960-1~)(il, Lacan habló ele la 1ra11skre11cia. En la gen ealogía filosófica y literaria que acabamos de delinear,
En La lmn.1/éreru:ia. 1960-1961, enco111ramos dos parles principales: uno podría d ec ir que Lacan ntilizó modelos literarios para desplazar-
primero, una lectura sis1.emá1ica del Banquete de Plat611, lucg·o 11m1 i11- se desde el término "estmct11ra" combinado con la "lógica d e l signi-
1erpretació11 cxhaus1iva ele 1<1 trilogía hislórica Coüfon1ai11e de Clau- ficante" vista como 1111 acceso al lenguaje del Inconscie nt e d etermi-
del. El diálogo de Pla1ó11 le pennile a Laca11 rdi11ar la 11ociún fremlia- nado por proce sos m e tafóricos (síntomas) y procesos metonímicos
na de que el "an1or d e transf'crc11cia" es la principal ltcrrarnieuia (el deseo que crea efectos a lo largo d e la cadena ve rbal), hacia una
lécnica del psicoanálisis. El sccrelo oculto de Sócra1cs, s11 agalma, es confrontación más inte nsa y abrupta con lo Real, con la perversión,
11n objeto de deseo prohibido para Alcibíades, y a11ticipa la dial{'c li- con la falta en e l gran Otro conectada con un gor:e del gran Otro.
ca del ol~jelo a corno ca11sa del deseo. Pucslo q11 e amor y deseo cs- "Síntoma" fue utilizado e n forma más y más siste mática por Lacan e n
1á11 cs1rccha111e11te articulados en esta elaborada clisc11si<Í11, la ob ra los a1-10s se 1e nta corno un ténnino clínico pe ro tambié n como un
ele Claudd prnporcio11a otro se ntido de la tra11slcrc11cia, más cerca- concepto lite ra rio: parece corno si e l "Síntoma" hubi e se tomado el
110 a la idea de una "1ranslllisió11" de deseo a través de varias gc11cra- lugar ele la "Letra" ele formulacion es rnás te mpranas. Tenemos que
ciones. Micnlras q11e Plató11 11os deja la figura c111blc1ná1ica de Súcra- captar clarame nte lo que clisti11gu e a un signo d e un síntoma. Mien-
le s q11e 110 escribe y sabe que no sabe 11ada, exccplo el amor y la ero- tras que un signo está h ec ho de los dos lacios con los que ya he mos
tilw, y que así tal vez iuvc11tó el psicoanálisis, el <i11gulo religioso de dado, un síntoma no e s tan sólo un signo ele algo (la persistente tos
Claudcl ai11e la hisloria d e la modernidad acrnnpat1a esa intuición de Dora no e s un signo de que h a tomado frío, sino un síntoma que
con 01ra pcrspcc1iva: es a través de la "hun1illaciú11" de un padre p<'r- apunta a darse a lgún sentido al incorporar su ide ntificación tanto
verso y "real" como 11110 se ve forzado a lomar e11 consideración lapa- con su Padre co mo con la amante de su Padre, a través d e lo que ima-
lc rn idad si111bólica, ann si C'llo choca con un deseo (tanto erótico co- gina como su acto amoroso puramente oral). Necesitaré desarrollar
rno sublilllado) que perniaucce vivo del lado de la femineidad. el caso Dora para ejemplificar de qu é modo e s indisociable el giro
Así, cua11clo Lacan publicó Escritos eu 1966, podía declarar qne esa lit.e rario ele Lacan d e una cierta ve rsión del estr11ct11ralismo. Lacan
antología abarcadora er<1 no sólo un "texto escrito" sino, como di- insistió siempre e n la idea de que 1111 síntoma psicoanalítico podía
ríamos rnucho más larde, 1e11ía que ser considerada como pura "li- ser tratado media11te la ambigüedad lingüística, prec isame nte lo
1era1ura".7 El compro miso sisterná1 ico con los lexlos literarios marca qu e Frend no logró hacer con Dora, a quien estaba demasiado de-
la lc111a transición d esde lo que puede ser reescrito como 1111a teoría seoso d e anunciarle una "verdad".
re tórica y estrnCluralista de lo Simbólico basada e n la lógica del Sig-
11ifica111c, hacia una teoría del le11gn<!ie li1crario captada entl'C los
efectos del "1111do" o "ag1!jcro" escrito y del simple significante hahht-
do. A Lacan le tornó otros diez aiios (tras una serie de investigacio-
nes ck lógica, 111atcrnática y lopología) "e11con1rar" finalmente a.Joy-
cc en su camino al síntoma en 1~175. Mi foco será por lo tanto lo que
podría lla1narse el "giro literario" en Lacan, o 1m momento situado a

7 Véase el capí11do 1O.


EL HOMENAJE DE L\CAN A DORA 85

8. EL HOMENAJE DE LACAN A DORA Freud procede entonces a regresarle los cargos que ella eleva con-
tra s11 padre d e explotar su mala salud para promover su pasión amo-
rosa, y le pide a Dora que eche un b11e11 vistazo sobre sí misma. Éste
es el primer y quizás el único momento exitoso en su tratamiento:
como indirecta confirmación, Dora se queja de dolore s gástricos
que Freud puede identificar fácihnente corno un síntoma imitativo
En enero de 1957, Laca11 reabrió el caso Dora en el coutext.o de Sil copiado d e un primo casado. Su astuta pregunta: "¿A quién estás co-
Seminario sobre La ndarióu de objelo. 1 Algll!1as semanas antes, había piando ahora?" sigue siendo un triunfo diagnóstico, pero Freud "da
alndido rcpctidarne11tc a Dora en s11 extensa disc11sió11 del Lexto sc- e n el clavo" una sola vez.
miual de Fre11d de 1Sl20 "Sobre la psicogénesis de lln caso de horno- Lacan desarrolla lo que él llama una "inversión dialéctica" opera-
sexllalidad fcrneuina". A lo largo de este sc111inario, Lacan retorna a da por Freud en una dialéc tica madura del deseo en la que pueden
la le ctllra sistc111<1tica de Dora qllc había adelantado eu su "lnterve11- distinguirse dos nuevos mome ntos de inve rsión. El primer momento
ción sobre la transfere ncia", tal vez, co1110 intentaré dc111ostrar, para es cuando Freud re mite a Dora a su función no examinada e n la
actllalizar y carnbiar Sil perspectiva. La prin1cra charla había siclo da- "cuadrilla" con la que ha estado involucradajunto con el seí'íor K., la
da en 1951 c.:11 la Conlérencia de psicoanalistas de h;tbla francesa y sc1iora K. y su padre, y le pide qu e abra los qjos a su participación e n
publicada 111ás tarde e11 la Hrune Fmn(.'aisP de l\yrhru111ly.1P, en 1~Vi2.'.! el drarna. El segundo rnornento es cuando Freud le pide a Dora que
AJlí, el punto de partida de Ltn111 es la obse1v;.u:iún 1mís crítica de se d é cuenta de que sus celos frent e al arnor de sn padre por la se1io-
Frclld a Dora, que es el n1u1ncnto cuando Fn:ud le dice a Dora q11e
ra K esconden algo más. El tercer momento es c11a11do su fascinación
ella haj11gado e l papel de una c6rnpli cc en la crnncdia de los rcg;tlos,
por la se1i.ora K. debe ría ser revelada como lo que e s: un disfraz del
int ercrn1bios y traiciones c11 la qlle ha estado atrapada. En palabra~
puro miste rio d e la fomineidad.5
de Frcucl, Dora se había
lnclllclable rn e nte , Lacan sintió la necesidad d e expandir y revisar es-
ta lec tura "dialéctica" de la transfere ncia seis aí'íos más tarde, aunqne no
1... 1 liccliu có111plicc de 1ales relacirn1es, rechazando todos los indicios q11c
cambió su punto de partida de 1Sl57. H e aquí cómo la condensa Lacan
testimu11i a ba11 ele la verdad e ra nau1raleza de las 11iis1m1s_'.l
ahora, haciendo que Fre11cl hable con Dora y le formule la pregunta
crucial: "Esto que la subleva a usted como si de una disipación se tratara,
y luego:
¿acaso no es algo e n lo que t1sted misma ha participado?" (RO, 139). De
hecho, como Freucl lo había advenido antes, Dora consentía en ser un
... J quedó 1nolJaclo así q11e el reproche ele h aber 11 cg;-1clo a dar oídos <1
rnedio para hacer posible la cita entre su padre y la señora K., por ejem-
deberes i11el11dibl cs y lialw rsc i111agi11;1do las cosas de la 111<11wra 111<Ís có1110-
plo siendo una dedicada niñera mientras la seño ra K. quedaba libre pa-
da y 111ás l'avu rabk a s11s se111i111ici11os amorosos, o sea el reproche q11c
ra salir con su padre . Esto confirma la equiparación de Dora con el "al-
1Dora1 dirigí;·1 a s11 padre , recaía por co111ple10 sob re st1 propia perso11<1. '1
ma bella" hegeliana: ella es una dernandame que de nuncia el caos y la
1 J~1np1t·s Ltc111, F/ Snni11rnio r!t.fuu¡w's /J1u111. l .ilno { f .t1 li~!rffÍtÍ11 dr nhjf'lo, /956- confüsión afuera a fin ele no ver su propio turbio pape l oqjetivo y sus
/9 59, lbrcelo11a , l'aiclc'>s, 1~)9 ·-1. Me rckrin'·" él corno /Ulscg11ido d e l ntín1ero de P'Í- obvias contradicciones (FC p. 208). Note mos que Hegel, que puede ha-
ginal . ber estado pensando en la institucionalización d e su propia hermana,
~ "l11tc1w·111iu11 s111 lt- transfert", 1a111hi(·11 1c1111ido e n J>rils, París, Se11il, 1966.Jic-
ques Lacc111, "l111c1vcnciú11 subrC' la tra11sfr·Te1H:ia", J-,:,n"ilos / ,Méx ico y l3uenos A. in-'s,
aunque también alude a que se refiere a Alceste en El misántropo ele
Siglo XXI ( l~l7 I), 22a. cd., 2003, pp. 204-'.! 15 J. /\l11diré· a <'ste 1ex10 como /"/' seg11ido Moliere corno figuras e mblemáticas del paradigma del "alma belle ". En
del IHÍlllCJ'() de p;\gi11;1. su análisis, el único resultado del "alma bella" es la locura.
:·I Sig11lll11d Frc11d, "A11;\lisis f.-agnH"lllario de 1111a liislc ria ("caso Dora")", 1901,
f 19051, 0/11m m111/1lt'/f!s, 1. 1, Madrid, Biblio1cca N11eva, ·h. ed. 1981 , p. 'Ei 1.
·I //¡ii/t'111, p. ~)~>2. '' En cuanto a LOdo esto, véase n; pp. 207-209.

1 '.)!] 1
3(j EL ll OM~N \)E m: L\C.\N .\ llO R.\ F.l. HOMEN c\)E DE LACAN A DORA 37
El "a l111a i>e ll a", a l ca rece r d e 1111 a cx is1c11cia 1ea l, e nredada c11 la co1 11racli cc i6 11 te la e tapa e dípica de modo que podía y no podía supe rarla. Para Do-
c111re s11 se r p11ro y L1 11 ecesidad d(' ese se r de ex1c rn;1 li za rse y ca 111biarse c 11 ra, lo q u e es de una importancia primaria es que su padre , a unque rico
una ex is1c 11 ci;1 rea l, y ha bil a r c 11 1111a i11111edial12 d e esla a111ítesis linne 111e1llc li- (vermi)gená'J es impote nte (unverm.ogend), lo que no es e l caso de l padre
j ada 1.. . 1, cs la "a lina be lla", c11 Lo1 HTs, al ser co11scie111c d e csla crn11radicció11 ele la j oven h omosexu al. ¿Qué función ocupa e l p adre e n e l patrón e dí-
c11 s11 i11111nli a1ez irrcnmci liada, se ve pcrlurbada li asla la loc ura, se des pe rdi- pico? Normalme nte e l padre d e be ría ser e l agente que entrega simbó-
cia e n el anh e lo y languidece e 11 la co11s1111ció11. 0 licame nte e l objeto fa ltante o e l falo. En este caso, no puede darlo por-
que no lo tie n e . La carencia fülica d e l padre es crucia l pero produce un
Para co nd e nsa r las cosas h as ta 11na dimensión cpigran1ática, se nuevo g iro e n la dialéctica d e l dar. Así es como Lacan desarrolla la idea:
p o dría d ecir q1 ie 11n "a lma be ll a" es a lg 11i e n q11 e, se n1im c n t.a lis1no
aparte, se ni ega a ver lo q11 e é l o e ll a da y lo qu e se le da, q11 c a l m e- ¿Qué es dar? ¿No hay acaso olra d i111e 11sió 11 , i11trod11cida ahí donde la relación de
nos quiere se r ciego a la re d de "dar y tomar" rea les q11c d e fi uc los objelo es e levada al grado si mbólico por el hec ho de que el obj eto puede ser dado
int e rca mbios e n e l dominio s imbó lico. o no? En otros térm inos, lo que se da, ¿es alg11na vez el obj eto? Ésta es la cuestió n,
El seminario d e Lacan del '.¿~ de e nero de l ~l!)7 co mic-·11 z;1 co 11 11n y en la observació n de Dora vernos un o ele sus dese nlaces, que es ej e mplar (H.O,
exam e n del caso Dora que se 1-cs tringe a lo que m ás impacta a l lec tor 1·12.)
d e hoy, la Ílllpresion a nt e ronfusió11 de F re ud co n respec to a l rea l o l ~j e-
10 de d eseo de Dora. Frc11d ad111it.ió q11c había pasa do por ;d to el ape- Así, Dora sig u e sie ndo aLraída por e l padre cuyo don viril n o rec i-
go h01no sex11al de Dora por l;i selíora K. d e bido a s11 prcs11nció n 110 be n un ca.
a n a lizada d e q11e "11ormalt11c111c" Dora debería habe rse se111ido a traída S i la historia de Dora es con tempo rá n ea con la resolución edípica,
por s11 n1arido, el se 1-1or K. No obstan te, a un si esa ta rd ía <td111isi<Ín lii c esto implica 11n in cre m ento e n e l amor: a lll a a l padre tanto más c 11 an-
necesa ria, 1w se p11cde clcscarfar to 1a h11l'llf e a l seúor K. en la d ia léc ti ca to qu e es tá h erido o es d e fici e nte. Así qu e su amo r por e l padre mu-
del d eseo de Dor<t. Laca11 relaciona esta a n1bigi'tedad co n 111ta obse rva- ti lado es p roporcio n a l a la d isminu ció n de l estatuto d e l p adre. EsLO
c ión clínica q11e ve co 1110 de1cr111inante e n todas las estr11cturns hist(· ri- puede ser ge n eralizado: 110 h ay do n más grande que e l don que un o
cas : el h echo d e que las h istfa icas a 1nan vicaria m e nte. L~l o e ll a es a l- no tie u e . La ve rdadera seiial de a mor es cia r lo q u e 11110 no tien e. No
g uie n cu yo ol~cto es funda111 e ut a lrn e uLe h omosexual (RO, p. 141). obstan te, Laca n nun ca o lvida que la principal significación c ultu ral
Pero Lacan sitúa e n e l yo de Dora (siendo e l yo esenc ia ln1 cn 1c nar- de l don es la provista por e l marco d e la le y simbólica. Como asegu-
c isis ta según é l) la identificación con e l selí.o r K., una idcn1iliu1ci<Í11 ran los sociólogos, un don es a lgo qu e c irc ula, el don que se da e s
que ex plica s t1 transforlllación en un carác te r viril. siempre a lgo que se h a recibido.

E11olros1 é rn1i11 us, por 111edio del se1-1o r K., e n la 111edida e 11 <p ie c ll <1 es e l sc 1-1or Pero cua 11d o se trata del don e11tre dos si ue tos, e l ciclo ele los clo nes tien e
K., e 11 e l JHllll O i1 11agim1rio qiw consti tuye la perso11 alidad de l s<·1-1o r K., es
todavía un o rigen d istinto, pues lo que esLab lece la re lación d e a mo r es que
co1110 Dor<1 csl<Í vinculada cu 11 el personaje de 1<1 sc1-1ora K. (RO, l 4 1).
e l don se da, digá moslo así, po r nada (RO, 142.)

Se sig 11 c que si la seiiora K. d eriva s11 irnporfanci a d e l h ec ho d e


Nada por nada sig11e sie ndo la fór mula de es Le tipo de intercambio.
que, 111ás a ll á de st 1 el ecc ión para el cs1;11uto de ol~jeto del deseo, y
Podría ve rse como la expresió n d e un interés, pero e n realidad es la
lllás a llá de la inve rsió n n arcisist a que co nlleva el Vrrlieb/1.eit de Dora,
formu la de la pura gratuidad . E n el don de amor, a lgo e s dado por
e ll a e n ca rn a la pregunta lll á s ese 1H"ia l ele Dora.
nada, y es te a lgo es nada.
Como tocias las hist é ricas segú n Laca n , Dura se ha bloqueado d 11rau-

,; (:. W. F. I lcgt' I, '//11· l'hl'11111111•1111/11g1' 11/ .\jiiril, trnd11cció11 d e A. V. Mi ller, Ox lú rd , Ox-


... lo que co ns1it11ye e l don es que un st~j e to da a lgo de fo rm a gra tuita, pu es
fúrd l l11i vns i1 y Prf'ss, l\l:->7, p. •l07 [ 1'1•111J 1J11•n11/11gí11 ¡/,,/ n /i írilu, Méx ico , H:t·: , 1970, tr:ld. Iras lo que da est<1 todo lo q ue le fa ll a, e l sujeto sacrifica más a ll <1 de lo q ue
d e We 11ccslao Roct's [. 1ie ne. Lo mismo ocu rre por otra pa rte e 11 e l do n primitivo, ta l co mo se eje rce
38 U. ll O~ IE N. \)E DE l. \ C. \ N ..\. IJOR,\ 1.. 1. HOMENAJE DE L.\.CAN A DORA 39

cfe ctiva111 e 11t e e n e l origen d e los i11t e rca 111bi os h11111 a 11 os bajo la forn1a del y la hUa qne los comparte n . Así Dora participa en la función simbóli-
f1otlat ch ( /\O, 1 4~ . ) ca desplegada aq uí.
Pronto esto ya no es suficiente , p ue s Dora trata de rees tablecer
Laca11 se la nza a un a larga disquisici ó n sobre el hecho de que si al- 1ma situació n tr ia ngula r que invo lucra al set1or K.
g uie n es cx trcmada111e nLe rico, 11n regalo o don d e part e d e é l o ella
pe rde rá va lo r proporc io na llll e ntc . Del mismo modo, si Dios es pen- Señor K.
sado com o i11(i11i1amentc ri co y dotado de a1rib11t.os, no hay razón pa-
ra amarlo por sus clo11es, excep to si sospe c ha mos que é l es can:·11tc d e
se r.

E11 el 1"0 11cl o el(' 1üd;1 c rce 11 c ia e 11 e l dios como p e rkct a y tutali11c11t1 : 1111111ili-
c e 111.c, se e n c u e ntra la n oc ió n de ese 11 0 sé q11 é que siempre le l"a l1 ;1 y h ace
qu e de toci os 111 o dos s ie mpre se p11 cd;-1 s11po 11 er qu e 11 0 ex ist e (NO, 143.)
Señora K. Dora Padre

Así, Dora a ma a su padre por lo que é l 110 le da. Pero luego se i11i-
cia otro co111port a 111ic 1110, 1111 co mpo r1 a111ic 11t o q11 c en parle es pro- De bido a qu e e ll a sig ue ased iada por su pre g unt a, e l e nigma de la
vocado por Dora. fem in e idad, Dora co nsid e ra que el seiior K. ti e ne qu e prodi garl e sn
H ay una rclaci<Í 11 Le rm1ria : propia adorac ió n a su esposa, 1111a ado rac ió n que e ll a ex presa clara-
menLe c ua ndo supe rpo n e a la Mado nn a six t.in a y a la sd1ora K. La
se íiora K. tien e que se r ado rada por todos aq ue ll os que está n ce rca
ele e ll a, in cluye ndo desde luego a Dora. El seiior K. d e bería aportar
Señora K. Dora Padre a toda la situación un elem e nto ele nonnalidacl 111 ed ia 11Le su obvia
rnascu l in ida d.
Parece co1110 si Dora Ll1vicsc que formular la pregunta: "¿Qué l'S lo Dora a bokte a a l seiior K. no c uando é l la co rt ej a o cu ando le d e-
que a ma 111i padre c 11 la seiiora K.?" Pe ro e lla no sabe qu é cs. Lo q11 c clara su a mor, sino sólo c11 a ndo é l le dice "l<:h habe nichL1 an mei.ner
ella es t;i busca ndo l'S e l ol~jeto fálico e n la m ed ida e n que pueda sn Frau ".7 Esa frase ominosa (se re piLe e n e l estudi o d e caso al migrar
dado. Una m11j cr s<Ílo pue d e ingresar e n la dialéctica del onle11 si111- del padre d e Dora al seiior K., h abla ndo a mbos d e sus respecLivas e s-
bó li co a trav(s del don del falo. El d eseo a punta a l falo c11;111do J>lll'- posas) re in troclu ce la nada e n un c ircuito que pue de se r esq11erna 1j-
d c se r rec ibido co mo un d o n; c uando el falo es elevado a la dignidad zaclo e n e l siguie nte diagrama:
cid don, e l sujeto puede se r introduci d o e 11 la dialéctica de todos lo.-;
Señora K. -------~ Sr. K.
i111crc1111 bios s11 bs ig 11 ie n tcs. la pregunta con quien Dora se identifica
As í po d c 1nos e11te1Hlcr por q11 C- la pregunt a tT111ral d e Dom , la rc i-
tcrac:i ú n d e 1111 accnUo para e lla , es: "¿Qué es una nnün?" L1 seiiora
K. encarna la lú11ci <Í n le m e 11i11a, ella es la lt' 1ni11e idad crnn o tal. Las<-:-
1-10 r;1 K. es lo que es a m ado 111;'ís al lá de Dora, y es por e so que Dora
es tá ta11 int eresad a c 11 ella. Dora pe rn1 ;111 cn' c111re s11 padre y la sciio-
ra K. E11 la 111cdida c 11 qu e s11 padre arna a la sc1-10ra K., Dorn e s s;11is- Dora Padre
fc c ha. La posic ión del padre i1upote111 e c 11;11norado es co mpc 11sa d;1 Sigue siendo el Otro por excelencia
por tod os los símbolos de la 1uu11ificc11cia que se nrnltipli can, lo r11al
incluye rega los 111ateria lcs qu e llueve n parcja111c11tc sobre la ;1111;1111(' 7 "Mi 111uje r n o e s 11acla para mí" [T. l.
40 EL HOMENAJE IJI: LIC.\N ,\ DOR.-1 El. HOMENAJE DE l.A.CAN A DORA 41

Pues si Dora 1)llede adlllitir q11e su padre puede amar vía ella lo que ser nrnltiplicadas porque, fundamentalmente, Dora no puede si-
que está más allá de ella, esto es a la scilora K., el se1-wr K. sólo pue- l uarse en ninguna parte. Ya 110 sabe quién es ella, no pue de ver qué
de ser tolerado si pcrl1la11ece e11 una posición inversa y estabilizado- propósito podría tener el amor. Ella sabe que el amor e xiste , pero
ra. Cuando en un exabrupto el seilor K. proclallla que está interesa- permanece como un acertijo, 1111 enigma, que converge alrededor
do única!lleutc en ella y que s11 esposa no est<1 "para nada" e11 el cir- del misterio de la fe mine idad. La única manera de destt:jer todo eso
cuito, eso sugiere inversalll e ute que también su padre podría estar in- habría sido pe rman ece r en un nivel puramente simbólico. El error
leresado únicamente en la seiiora K. y que ella no estaría "para nada" de Freud consistió en inte ntar introducir algo en lo real, como cuali-
en la cuadrilla. Esto <:>s lo que ella no pu e d e soportar. do trata d e d ec irle "De hec ho, e n realidad estás e namorada de él".
Esta lectura dt> Dora está claramente coloreada por la antropolo- No puede ve r que la introducción del se ilor K. como oqjeto 11orma-
gfa estructuralista d e Lévi-Stra11ss. Lac:;rn cita la tesis básica de II·vi- lizador d e l amor het e rose xual tenía que man te ne rse puramente m e-
Strauss en Los 1!s /nuJums elnneulaln del Jmre11/e.1ro: para Lévi-Strauss, Lt tafórica; fu e m e rame nte un último intento de cumplir con la ley d e
regla básica del parentesco y de los interca1nbios cxog;'in1icos puede los int e rcambios simbólicos (RO, 149). Para concluir, Dora sólo po-
resumirse <·11 esta lúnnula: "I le recibido una nn~jer y debo 1111a hija " día aceptar convertirse e n un objeto del deseo d espués de habe r ago-
(HO, 14!i). Crnno aíiade Lacctn, dicho principio transfonna a cual- tado el enigma d e la fe mine ida d. Lo que e lla está busca ndo e n la se-
quier mujer t'll un silllpl e objeto de illlercambio, y eso es prccisa1ucn- ílora K. no es tamo un objeto de d eseo del mismo se xo como la pe r-
te lo que Dora rec haza. Ella no puede soportar el haber sido cxcl11i- catación de cómo uno pue d e convert.irse e n 1111 objeto d e deseo.
da el e la i11stitució11 del don y de la ley. Si ella no ha ren1111ciado al 1~1- Lo que nos queda en 1111 rápido re paso d e la lec tura d e Dora por
lo paterno co1110 objeto del don, 110 hay na da qu e_ella ptteda aceptar Lacan e n 1957 e s que sin re nunciarj a rnás a su propia lllarca d e es-
de nadie 1m'í s, al lllt:11os de ningún otni hombre. Esta es la raz<Íu por truc lllralisrno, h a hec ho más cl aras algunas distancias con los prejui-
la que, tan pronto colllo se ve reducida a un n1 e ro obj e to, Dora st· re- cios sex ua le s más e mbarazosos d e Freud. Mi e ntras que e n 1951 to-
bela y llega a la conclusión de que s11 padre la está ve ndiendo a al- davía soste nía que Dora se habría be n e ficiado con un vínculo con el
guien más para E1vorcce r su intriga cxtrarnatri1nonial. seii or K. y que su i11fatuació11 con la seiiora K. era una "regresi<Ín"
C11;u1do el sc1-1or K. coulicsa que L'I no es p;irtc del circuito en el (11; p. 21 l), pasa a un a visión más sistern á tica d e los in te rca mbios
que Dora puede ya sea idt'ntificarsc con él o bi e n pensar que ella es en 1957 que tom a e n cuenta la teo ría de Marce ! Mauss sobre e l don
e l objeto al q1w él cst;'i apunta11clo 111ás all<'í de la esposa a la que se s11- y e l potlatcft.9 Mi e ntras que e n el prim er e nsayo desde iió la fascina-
pon e que él adore, tocios los fr{tgiles pe ro densos vínculos que han ción de Dora por un a Maclonna que apenas escondía a la señora K.
conectado a los cuatro participant es caen por ti e rra. Dora rnisn1a corno la tradicional "solución que e l cristianismo ha dado a e ste ca-
"cae" desde sus propias_justilicacioncs y entra en uua actitud viol c 11- ll ejón sin salida subj e tivo, haci e ndo d e la rnttjer ol~jeto d e un deseo
ta111cntc q11cjosa. Repentinamente reclallla la necesidad de lo que en divino o un objeto trascend e nte de d eseo" (IT, p. 211) -lo cual im-
su ca beza podría haber pensado que e ntonces le había sido dacio pli ca ría, e n e fecto, d ec irl e a Dora: "¡Ve t.e a un monasterio, ve !"- ,
(aunque oblicuament e a travé s de la intt-r111cdiación de otra), es de- está e11 disposición de a nalizar e n profundidad e l drama d e un
cir el a mor ele su padre . Y e n tanto que e se alllor le es negado total- amor doblem e 11t.e imposibl e que vincula a Dora y a su padre. Aleján-
m e nte, <:>Ita debe reclamarlo con 1a 111a lllás e xclt1siviclacl (RO, 147). dose del concepto ele la transfere ncia como "un no actuar positivo
Dora e ntonces se enc11entra atrapada en una metáfora perpetua,
q11 e cst<Í signilicada por e l 11so recurrente de ciertos significantes en ~ 1 Vé ase Marce ! Mauss, Tlu~ CU!: '/'fu~ Fonn ruul Hea.rn11 Jár J·,'xdu111p;r~ i11 /\rduúr SorirliPs,

sus s1161os: alhajero 1 caja de.joyas!, Balt11Jwf, Friedltoj; Vmho/8 Tienen traducción el e W. D. Halls, Nueva York, No rton, 1990, y Bronislaw Malinowski, J\1go-
11auls 11/the Hhtern l'ru:ifir, Nue va York, Duuo11, 1961. Malinowski publicó su libro e n
1922 y Mauss en 1925. Véase 'Jh.e l.ogir: 11/llw Ci/i: 'fowmd ruul Fthi1· o/Cnmosily, editado
K Est~ts lrcs p<1Llhr;1s cu111p11('st~1s dt· igual raíz signific.u1 resptTlivarnente : <~ s1ació11 por Alan Schrift, Nue va York, Routl eclge, 1997, por una bu e ua recop ilación de te xtos
dt' lH' JH'S, cc1ne111erio, \'CS!Íhliio (tantbi<-;11 conto partt' de la ;111aL01nb fr·1ne11i11<t: ves- sobre e l don, iucluye nclo la famosa "Int rodu cción a la obra ele Marce! Mauss" de Lé-
tíh11lo v;1ginal) [T.[. vi-Strauss.
42 EL. ll O~ IL N. \¡F IH. 1.lt:.I N .\ IJO R.\ EL. J-JOMF.NAJE DE L.ACr\N .-\ DORA 43
co n vistas a la ortodra1natizació11 d e la subjetividad del pacie nte " Significado d e l Significante), incluso si esta m e táfo ra es la m e táfora
(17; p. 2 15), s11 visión m ;1s siste 1mí ti ca d e 1957 pcnnit c una a prec ia- crea tiva d e l a m o r. El síntom a d e be co n ve nirse e n un Yo: e l siu e to d e
ció n m ás generosa el e los don es el e Dora . la li1 eratu ra, e l suj eto escribie nte y e scrito se con vertirá e n últim a ins-
De hec ho , la elecc ió n ele " Dora" como nombre fi ccion a l para Ida tanc ia en un mito para la cultu ra. Así es como, m ed ia nte un último
Bauer puede co mprobar ha ber sido e l golpe ele ge nio m ás perdura- proceso d e int e rcambio simbó lico aco111pa 1iado por una iclemifica-
ble de Freud .1 0 Al t ra nslünn a rl a e n la pa la bra gri ega qu e signifi ca ció 11 suqj e riva, Dora nos co nduc irá a la e nigmática posición ele Joyce ,
"don es", e n plural , Fre ucl sin duda es taba consc ie nt e dd hec ho de el alter ego fundamental ele Lacan .
q11 c el plura l d e owpov sig11ifi ca "re galos, honora rios o sobornos".
Las reso nancias legales d e l plural e n griego impli ca 11 ta mbi én el se n-
tido de an1sac io11 cs co ntra a lg uie n que es tá aceptando 1111 soborn o.
Pero si 1111 don o 1111 regalo i11 vo lu cra la o bligació n de d evo lve r, ¿ qt1<~
rega lo 11 0 se co nvi<.:T te e n 1111 so borno? Esto es lo q11<' M<tlin ows ki y
Ma uss tu viero n qu e po nderar a lo la rgo ele sus not ab les es tudios an-
tro po lúgicos cid d o n. De ac ue rdo con Lacan, cst <Í cl a ro q1 1<' <' ll la nH'-
did a c 11 q11 c a ella se le pu e d e <h1r la "nada" del pa dre -1111 a 11ad;1 q11 e
co 11cle11sa la i111posihilidad ele un don "puro "- , Dora pu ed e 1m1111c-
11 cT s11 p a pel e n la es1n1c1ura en 1<1 q11c to d avía pue d e se ntir pa rt e del
a mor d e su padre. C 11 a 11do otro tipo d e "nada " se le prese nt a, lúró 11-
d o la a re1111nciar a todos los ot ros sustitutos fálicos a lo Lt rgo d e la ca-
d e 11;1 si111hó lica, e lla se perca 1a rqie11ti11arncntc d e qu e sie mpre h a
ocupad o Lt posici ú n ele 1111 o hj c 10: co m o un o bj e to ape nas re presen-
tado por 1n c1á fora s, ella cae yj11ega el pa pe l d e mero so bo rn o. ¿Bribe
1"soborno" 1 nr bride 1"novia" 1 '? That. is lh1' qur,slio11 , y Dora t.ocl avía pu e-
d e o bt e ner c ie n a admiraci c'>11 por habe r re husado la fon na 1rn)s b;ís i-
ra 111 c1 11c "d acia " de inten:ambio.
Q 11ería dc1e11crnw e 11 ;tl g 1111a ex te nsión sobre el paradi g m á tico ca-
so Dora ya que esto da luga r a 1111 asunto f11ndamc11tal e n Lis re b cio-
nes de Laca11 con la lit era tura: ¿pu e d e la le tra ser li111i1ad a por 1111 i11-
1e rca 111bio, o d e be exced e rlo? ¿C t1 á n cs1r11c 111ralist <1 es Laca n en su
clccc11io lit e ra rio, y despu és? Vere mos có mo 1ic 11 c q11 c n '('IJC0 11 tr; 1rsc
Laca n co n el 111is1110 as 1111t o c 11 r<1r11ado e n t111 a a 111ora viva, Ma rg11c ri-
tc Duras, al punt o d e rcfor111u la r todos esos co nceptos. All í ha lir;Í c 11-
co111rado Sll propio sínt.o111 a, 1111 síntoma q1H' sería eq t1i voca d o reclt1-
r ir a 1111 a 11w1á[o ra (el crnce d e la barre ra ele repres ió n qt1c separa el

Jo En n1a 111 0 al curioso ;u1 0 11i1n a1.u ;¡)qu e.:· Fn: 11d co n sig n a <. t lus ;1111<.-. 11li t'os Pe ppi11 ;1
Zc lln1b y s 11 111arido, s11 d ec is ió n de 111ili za r la si111plc i11i c ial K. (q 11 c rcs11ll <1 se r la i11i -
c ial d e l pcrso 11 a jc 111 ;ís d es<1 lc11did o c 11 locl<i la 11 a rra c ió 11 c o ntada por Fre 11cl , b 111 ad re
dt· D ora c ll yu no rnhn· era K.a lli arin a u K;l1hc Bauer) p~tn·ce a 1u111 c iar h as1.; 111tc 01ni1t o -
se:11n(· 111 c los 11 /!t·r 1go fl cc io 11 a les de Kalka .
1.1-.CTl.IRAS SINT OMÁTICAS Y FllNDr\.DORAS DE D l SCURSl\'lDAD 45

4. LECTURAS SINTOMJ\TtCAS Y FUNDADORAS Allhusser describió muy b ie n la complej a estrategia de Lacan co-
DE DISCURSIVIDAD 1110 lector y m aesu·o:

De a llí la pasión co nte nid a, la apas io na da co nte n c ió n d e l le n g ua je d e Lacan,


que só lo p ue d e viv ir y sob rev ivir e n 1111 es ta do de a le rta y atracc ión: e l le n g u a-
j e de un h omb re ya asedi a do y co nd e n a d o po r la ap lastante fu e rza d e las e s-
¿Fue Ltcut un "a111or" c 11 indas sus lcc u1rns, o se vio a sí n1islllo co- 1ructu ras ame n azadas al a ntici pa r s11s go lpes, a l menos a l fingir d e volve rl os
mo un si111plc co111c111arist <t? Esta preg unta bast<1111e si111plc 11os lúer- ;1ntes de qu e sea n rec ibidos, y así d esa le n la r a l a dve rsa ri o d e la posibilidad ele
za a reexaminar la n1es1ión d e las "lecluras si1110111á1icas", 11n té nni- ap lastarlo b~j o los suyos.2
no qu e viene de m anera lll ás o 1nc n os directa de los sem in arios de
Lacau, e incluso clc tc nc r11os tlll poco e n la 111cdi1ació 11 de Foucanll Po r supuesto, Althusser iba a ex presar muy pronto cie rto esce p-
sobre los a 111 ort's. C u;111do ini ció 1111a kctnra sistc 111 á tica de 1 ~·1 atflital 1icismo y lu ego dese n ca nto pe ro un o pued e adve rti r que fu e d es-
d e Karl Ma rx, e l fil ósofo frann~ s Alrhu sse r utilizó e l co nccp lo d e lcc- pués d e mayo d e l 68 cu ando Lacan come n zó a atrae r a m ás y más
t11ras "s i11t o 111áticas" co n la espe ran za d e hallar la ruplllra q>is1 c 1110- es tudiant es marxistas, a me nud o est.11di antes ele Althusser qu e lu e-
lógica que dividiría al "M arx prc111arxista" del "Marx ma rxista" prn- go se hicieron sus discípulos . Por esa é poca, Lacan re petiría qu e era
pia1nt·ntc dicho. Al1lu1sser cs 1aha c 111h;1n:ado por e 111 onces ('n 1111 di ;í- "Marx qui en h abía inve ntado e l síntoma", una noc ióu qu e ha sido
logo produnivo co n L 1ca11 <(11(' d11ró 1111 decen io , y por 01r;1 pa rle lúe exp lo tada inte lige nte m e nte por Zizek. En las secuelas d e los "aco n-
de gra 11 111ilidctd al pnlllilirlc a Lan1 11 dirigirse al público d(' filúsofús tec imi e n tos" de mayo d e 1968 Lacan comenzó a e laborar su propia
j ów 11('s y radicales de la Écolc Nonm1k Supéri('1tre qu(' é l había ('S l;t-
variedad d e fre udo m a rx isrn o; e l idi os in crás ico fre udo m a rxi smo ele
clo buscando. El impacto de la co la hor;ició n d e a lllhos e n la hist oria
Lacan c ulmin a e n la teo ría d e los c ua tro discursos tal co lll o e stá sis-
del psicoanálisis francés h a sido e norme, y adelll;Ís h ay 111tKhas a fini -
tema ti zada e n e l Semina ri o 17. Esa teoría tan o ri g in al me dia e nt re
dades e 11t rt· Para leer El wj1ital y l~'scritos. Althusse r publi có un a de las
las teorías revisio nistas d e Althusser e n e l campo d e l marxismo pro-
in1rodu ccio11cs lllás te mpranas a una versión "cie u tífi ca" y "política"
piarne nt c dicho y la varied ad el.e Fouca11l1 d e historicismo crít ico
de la lco ría laca nia na en 1964, cua ndo escribió su "Frc ud y L1<:<111 ".
que usualm e nte se h a ll amado "ge n ea logía". La gé n esis de la e labo-
En s11 valoración d e Lacan, Alt husse r consiguió reconciliar a los lllar-
ració n d e Lacan está d eterm in ada por otros dos factores: e n prim e r
xis1as (q11c se había n mant e nido muy suspicaces para co n lo qu e
lugar e l anhelo d e Laca n de seguir siendo nn "estruct:u ralist.a" e n al-
veían co1110 la aui1ml peq ueúolrnrguesa de Frt'11cl ) y el psicoan;ilis is.
gú n se ntido (en e l otoí'ío ele 1968, se puede esc uc h ar decir a Lac a n
Althusse r lú e mu y perccplivo c ua nd o vin culó la necesidad interior
que todavía se conside ra un es u·uctttralisLa inclnso si advie n e que la
del es tilo barroco de Lacan con s11 pe dagogía:
marca ele la m oda h a co m e n zad o a ca mbi a r); e n segundo lu gar, la
neces idad d e e laborar coh e re n1 e m e nt.e e l conce pto de "plus ele go-
J ... J 1c 11ic 11do que c 11st· 1-1a r la lco ría del i11c o 11sc ie 11t c a lll éd icos, a 11 a lis1as o
ce" (fJlus de jouir) recié n inve111 ado e n e l oto11o d e 1968. En cierto
a 11 a li za 11t cs, l.ac ui les d a, t'll la rt'l ú ric a d e s11 di sc urso, el ('t ¡t1i valc 111 c llli111;1-
d o del lengua je d e l i11c o 11sc ic 11t c, el c ua l, co1110 to d os sabe 11 , es c 11 1'd1i111 ;1
modo Lacan sacó de la gale ra una síntes is d e l Lust fre udia n o co n la
ese n c ia "V\'i1 z" , ju ego d t· ¡><il a l>ras o 1n c1;íf'ora, ya sea fa llid a o <·:x itos;1, d e qui -
Mehrwert (plusvalía) d e Marx, al ac uíi ar e l Mehrlust, que definió co-
va le nl c d e lo que e ll os cx ¡w ri111c11ta11 c 11 sus pr<Í c lic as y;1 sea CO lll o a 11 ;Jii s ta s o
mo 1111 "gozo exced e nte". Ese término tan recarg·ado 1e ndría que
co 111 0 pacic11t es.J explica r la función soc ial d e l síntoma o las e n e rgías libidin ales in-
vert.iclas e n la la bor soc ial. En las primeras sesiones del se minario
D'un Autre á l'autn; de 1968, Lacan no parec ió llevar la inves tigación
1 Lo11is Alih11 sse r, "Fr"11d a11d l .acrn " ( l!Hi•·l-1!)()5), W1ili11gs 1111 l \yd1.1111111t!ysis, 11 ·;i -
d11 cc ió 11 <i<' Jeffr" ~ Mc hlman , Nueva York. Co lumbia l l11ivnsi 1y l'r<'sS, l'l'lli, l" ~ I
l l·i1•11d y l .11u111, llan:e lo na , 1\11 ag ra ma, l!l7 1J. 2 lhid1•111, p. 2 1.

J 114 J
46 U :CTL' R.\S SIN f"OM .\TI C. \S \' FLI ND.·IUO ll.-\ S DE DISCllRSl\ 'lll,\ D 1 1.. CTLIRAS SI NTOMATIC:AS Y fllNOADORAs DE DISCLJRSl\1 DAD 47
mu cho más a ll á. Pero un e nc11 e n1ro más impor1antc cs1aba por 1c- la medida e n que se consideraba que jugaban el pape l de propieta-
ncr lugar. U nos pocos n1cses despu és, el 22 de kbrero de ]9()9, pa- rios burgueses de l sentido. Sin reconoce rl e ninguna propiedad sobre
ra se r preciso, Michcl Foucaull pronunció s11 i11lluyc111e co11f'crcn- d sentido a los autores individuales, Foncanl t exp licó que se necesi-
cia "¿Q11é es 1111 a 111 or?" e n e l Co ll t~ ge de France. Laca n la siguió co n 1aba al menos unos pocos nombres d e a u tores para adelantar a mo-
int e rés y tomó pa rt e e n el deba1e que vin o a co n1inu ac ió n. Pudo h a- do de almenaras e n los disc ursos, justificando así su u so de la función
berle parec ido q11c !i 11alrn e n1 e la "U niversidad " lo había reconoci- del autor.
do por in1crnied io ele 11no de sus fil ósofos m ás dis1ing11idos en s11 Fo11ca11 lt aíiadía que esta hrnción del autor e ra tanto más crucial
i11 s1i lllción n 1ás pres! igiosa . cuando se tra1aba con "instauradores d e disc ursividad" o "iniciadores
Mi proposiciún (ú11da111c11ta l consiste e n que es grac ias a las a r1ic11- de prácticas discursivas" en tre los cuales Freud y Marx fig uraban de
lac io11 es ele Fouc t1il1 como Lacan p11do lleva r a 11n 1rn'ís all o grado ele lllo<lo preemine nte. 4 Fouca ult., que ya e n 1962 evide nciaba cierta fa-
sofi sticac ió 11 teórica lo q11e había siclo la nzado 11n 1a1110 clesmaiiada- miliarid ad co 11 las tesis d e Lacan,5 obviamen te tenía a Lacan en men-
mentc y si11 11n verdadero apa ra10 conce ptual, pues por lo de m ás él ya le cuando afirmó que e ra "inevitable que los practicantes de tales dis-
no 1e11ía paciencia con el clásico fre11clomarxismo a la Ma rc11se. Lo rnrsos d e ban ' reg resar al origen'" (L CP, p. 134). Fouca ul t describió
que había sido a rnd aclo al pasar, parecía , a la m11ched11mbre de cs111- cómo el re torno a los textos fu11dacio nales no sola me 11te se11alaría las
clian1cs izq11icrdis1as que colmaban s11 se min ario y Vin cc nncs (la 1111c- lagunas o brec h as sino que tra nsformaría la prácti ca discursiva que
va Univ<'rs id acl a lt crrnt1iva en la q11c se es taba ins1a11rando 1111 a c nsc- gobe rnaba t.odo el ca mpo.
úanza laca ni a 11 a sis1crná1 ica) había d e sonw1erse al 11so expansivo dd
"disc11rso" y la "clisc11 rsividad" por Fo11n111 ll a nl l's de rclornar co1110 U 11 estudi o de las ob ras d e Ga lileo podría a ltera r 1111est.ro co 11oc itnie n10 d e la
1111 crn1cep10 llllranw 11 1e lac;11 1iano. historia, p ero n o la cie ncia de la 1necá 11ica; 111i cn 1ras qu e la reexa min ac ió 11
Cuatro días cll's1rnC:s d e la prcscn t ac ión cll' Fo u ca 11 ll , Laca n Sl' rc- de los lib ros de F1·e11d y Marx puede t ra nsl'o rmar nues tra co rn pre 11sió 11 d e l
!'irió a la co nf'c rcncia con cierta cx1c nsió11 en su Sl'lllinario. E11 1111 a psicoa n á lisis o del marxismo (LCP, pp. 137-38).
lípic a crnpc icín de !file y rlt, Lacan <1 pdó a su aún in é dito Sc1lli11a ri o
sobre la él ica, 11n sc llli11 a rio c11ya p11bli cac ió11 es laba collsidera 11do En su sem inario, Laca 11 reco noció co n cie r10 orgullo q ue "no ha-
por cn 1rn1ces (a unque fue pospuesta hasta después d e s11 mut:rtl'): bía nadi e e n nuestros días qu e, más qu e yo, le h aya dado peso al ' re-
torno a ... ' e n conexión con un retorno a Fre11cl". 6 No obstante, no se
1leaq11í1111 p1i111c1 i111 e 11t o el e 1111 bor rado r prelirni11ar 1 ... 1 provocado por
e l aco111cci111ic1110 F1e11cl. A h o ra te n go l .. .J la satist'acci611 d e vc:r lo q11(' es
·1 M ichel Fo ucault, ''W hal is an Aul hor?", f ,1111g111tJ!/, <:01111/et'-i\!lf11w1 ), i 'u1rliu1, edi-
in voca d o por la lu11 c ió 11 d e l a 111 o r de a lgu ic 11 co rn o Fre 11d , p or m e di o d e ción de Do na ld F. Bo11c h ard, trad11cc ió 11 d e Do na ld F. Bouc hard y S ht:rry Sim o n , ltha-
lo c 11 a l yo diría q11c 1111 a soc ied a d de rn e n1 e a mpli <t pu e de m e dir s1 1 o ri g i- ca, Co rne ll U11ivers ity Prcss, 1977, pp. 11 3-38 . A con tinuac ió n c itad o 1" 11 el tex to co mo
11 a lid a d 1... 1.:1 /.(.'/'. Hay o tra lradu cc ión marcadame tllc dife rente, basada e n otra versió n d e l e nsa-
yo, por Josué V. Har1ari, '/lw fo11uwlt /!"'ule·r, edic ió n d e Paul Rabin ow, Nueva York,
Pa nth eo n Books, 1984, pp. IOJ - 120. Lo qu e Harrari traduce co 111 0 "fou11d ers of d is-
T é rn1i110s co1110 "an.> nl cc i111i e lll O Frc 11cl " y la "!'unción del auto 1 cursivity" lfu 11 elado res d e disc ursividad], Bou c ha rd y Sim o n lo traclu cc 11 como "initi a-
si n cl11cla derivan de la lllacstría ele Fo 11 c;11 il1 para mapcar la au1ori- tors of disc u rs ive pract ices" l i11it·iruloff.,, e n espail o l u.sual111 e nte i11sltJurru/.orts, de pr<ÍC-
dad. En 1!Hi0, Fo11n111ll cs1aba 1ra1a11clo d e di sti 11 g11ir s11 propio sello ticas discursivas J. l ;.([11r ''" u111mlor ~, 'f laxcala , Ed itoria l d e la U ni ve rsidad d e T laxca la,
1985 ] .
ele nt1l'VO his1oricis1no (s i se lo puede ll a1 11ar de ese 1llodo) cid posfor-
"Véase su rese iia d e l libro ele .Jea n L1pla nc he, I Jiildn/i11 m11l llw ([11i,sli1111 o/ilu' /<(1l/u'r,
ma lis111 0 de críticos co rn o Roland Bar1 hcs. En "La nlll(Ttc dd a111 or" 1i 111lada "The Father's No" (L.CP, espec ialrn e nte pp. 8 1-8'.I ) . Para 11naeva l11ación ex haus-
( 1068) Ban hes había sost e nido q11c los a11t.orcs estaban "lll 11 ertos" e n tiva d e los víncu los e 11tr<:: Fouca11l t y Laca n , véase C hristop he r Lrnc, ""J"he Ex pe ii e nce
of' 1he O uts ide: Foucault a ncl Psyc hoa na lysis: ", l .1mm i11 !1111n'Íl'11, J ean-M iche l Raba1é
(colll p .}, Nueva Yo rk, T he Oth e r P ress, 2000, pp. 309-47.
:; Notas perso nales , s"s iú n del ~(i de khrero d e l'Hi'I. ¡; Notas pe rsonal es, ses ión de l 26 ele febrero d e 1969.
48 IECll lR,\S SINTOM,\TIC-\S Y F! IN D,-\IJORAS DI:. DISt:l 'RSl\ 'ID,-\D LECTURAS SINTOMÁTICAS Y FUND.-\DORAS DE DISCLIRSJ\'IDAD 49
co111prornct10 con un argumento expresado m;)s vigorosarnente por del "filo" original de un discurso y una práctica. Así que no es una
la e ntusiasta apreciación epistemológica ele Foucault: si el marxismo y sorpresa ver a Lacan comentar su propio retorno a Freud en la intro-
el psicoanálisis no ti e ne n el estat uto ele ciencias duras, es porque toda- ducción de repaso que escribió para una serie de textos tempranos
vía están en deuda CO!l los textos ele Un fundador, llll fundaclor que de- sobre e l psicoanálisis en la edición de 1966 de facritos diciendo que
ja un legado de futuras est rategias que es tán marcadas tanto por simi- eso venía a ser su abordaje de Freud "a contrapelo" o "de l revés": "ese
litudes como µor diferencias. abordar del revés [reprise par l'enven] el proyecto freudiano con que
hemos caracterizado recientemente el nuestro" (E, 68 [se refiere a la
1 Marx y Frcud 1 alnitTrn l 1111 espa cio p <1 ra la i11 truducción de cle 111cntos aje- paginac ión de la edición francesa l). Esto está, desde luego, en "De
11os <1 e ll os, los c uales, sin e n1hargu, p e n11 a n ccc1 1 dentro del ca111po de l dis-
nuestros antecedentes",7 un prefacio a textos canónicos lacanianos
curso que ellos iniciarnn_ Al d eci r qnc Freud fundó el psicoa11<·íli sis, 110 qu e-
como "El estadio del es¡xjo".
rernos decir sirnplc111c1llc q11 c e l concepto ele libid o o la técnica de <1milisis
He aquí, claramente, la génesis del seminario del aúo siguieme,
de los s11e 11os reaparec e n e n los esc ritos de Karl J\brak11ns o Mclanic Klci11 ,
L'envers de la jJsydwnalyse -un tíwlo que originariamente era La psy-
sino qm: t:I hizo posible una ciel'la cantidad ele dilCrcncias co11 respecto a s11s
r:hanalyse a l 'enven~, como Lacan Jo reconoce en las pp. 10-11 de la
libros, co11ccptos e hip ó tes is, que s11 rge n todas del disc11 rso psi coa mil ít ico
versión original, donde habla de "volver a tomar [ ___ ] el proyecto
(L CP, P- 132).
freudiano al revés" y a11ade: "Así que está escrito mucho antes de los
acontecimientos; volverlo a lornar por el 'feverso" (p- l l ) .8 Por "aconte-
En oposición a los inventores científicos, los "fundadores de disu1r-
cirnien tos", léase obviament.e mayo de 1968_ .. ¿Podría acreclitársele
sividad" no pueden ser acusados de error -Fouca1tlt esc ribe incliiso
a Lacan la invención del "verlan", el modo hoy dominante de habla
que "no hay alinnacioncs 'falsas' e11 la obra de estos iniciadores" (LC/>,
P- 134)- pcrn prccisarnente por esa razó11 sus teorías reclalllan 11n;-1 callejera d e inflexión rnagrebí entre los adolescentes franceses?* ¡En
rcac ti vaci<Í n co11stan1<.>; son productivas debido a sus 1nuchas "on1i- vcrlan, Freud sería "Duerf' y e l Freud francés "Nacal"!
sio11cs co11structivas" que cxig-cn int cnn inahlcs retornos <tl origen_ Cuando habló de Fre ud ante un auditorio vie nés en "La cosa freu-
Dicho origen 110 es definido por procedimientos ele verdad o por vl·- diana", Lacan se quejó d e que Austria 110 honrase el revolucionario
rificaci<Ín; por el contrario es poroso, lleno de brechas y agujeros: el descubrimiento del psicoanálisis_ Dada la traición del hwdador por
retorno sus propios discípulos, cualquier "retorno" tendría que funcionar co-
mo una "inversión"_ Así denunciaba 11n "movimi en to del psicoanáli-
1 ... 1 es s ic111prc 1111 retorno a 1111 texto e 11 sí; espccíticarn ente, a 1111 1cx to pri- sis donde las cosas han llegado hasta el p1111to de que la consigna l m.ot
mar io y sin adurnos con 1111a atención particular a aquellas cos<1s registradas d'ordreJ d e un retorno a Freud significa una inversión"_9 Esto es lo
e n los intersticios dcl t.cxt.o, sus brechas y ausencias. Regresa1nos <1 esos ('SJl<l- que la contratapa de Ew:ritos dramatizaría como una lucha entre el
c ios vacíos que ha11 q1wdado enmascarados por la omisió11 u ocultos c11 111 1a "oscurantismo" o "prejuicio" y un nuevo "crepúsculo" o "ilustra-
falsa y crró 11ca plcnilud (U:P, p. 135)_ ción" : "Nada tien e de sorprendente, que sea allí mismo donde se re-
siste al descubrimiento de Freud , término que se prolonga aquí con
Fo11ca11ll deja en claro que el "retorno a" 110 implica 1111a respe tuo-
sa imitación sino 1111 tipo de lectura que e s ta1nbi én rccsni111r<L Así
7.Jacques L1c;1n, fanilos 1, Mé xico, Siglo XXI, 1984, p. 62.
como Altl lllssc r se preguntaba cómo se podí<t leer a Marx "si11tomáti- K Jacques Laca n, Sl'111i11fl1io 17, FI mwiso ril'l /isirnfl11tÍ/isi.,. 1969- 19711, Buenos Aires,
carnen1c'', esto es, separando lo que es realmen1e "marxista" y lo q11c 1992, p. 10.
es mera111entc "hegeliano" en sus escritos, Lacan se pregunta cón10 y ''' .. Vcrlan .. es equ ivalente al .. vesre" rioplatense donde se invierten el orde n de las
silabas. Por ejemplo. ''.jermu" por 1nujer.
dónde se puede decir que Frcud e s "freudia no" propiamente dicho_
!I Lacan , 1,; p. 402 . Debido a un "no" desafortunadamente imerpolado, la traduc-
El asunto, así, no es el de 11na 111ayor o menor fid elidad a Freud. Es ción de Sheridan dice exac1arnente lo contrario (E /S, p . 115). [En la ve rsión en espa-
el di;-1g11óstico crítico de una pérdida de vitalidad, 1u1 debilitamiento 1101: P- 385.]
50 l.EC r LI R.-\ S S I N TO~·L-\TIC.\S \' FL IN DADU RAS DE DIS< :t lRSl\.ID.\D 11'. ( Tl lRAS SI NTOMÁTICAS Y FUNDADORAS DE DISCU RSl\1.DAD 51

un a a nfibología: el d esc ubrimi e nto d e Fre ud porJan1ucs Lacrn. " 10 l<>s (q11e son nuevos, pero cuyas reg las d e formación no lo son) a parece n
Lo qu e eso sugi e r e es qu e e l dob le genitivo lleva a r e dobl ar la p a- - c 11 e l propio Ma rx- co mo cli111 a11a ndo a la vez de o Lra práclica discursiva
radoja d e Fouca ull : si h a habido 1111 d esc ubrimi e nto f're11diano , ha dis1i11 ta: e n e lla se fo rman según un as leyes espec íficas y ocu pa n e n e lla o Lra
sido olvidado , y e s n ecesa rio e l re d esc ubrimi e nto d e l d esc ubri- posició n, no fi gurand o e n los mismos e ncade narn ie nlos [ ... ] . L1
mi e nto. Freud r11 e olvidado co n d e masiada rapidez por la asoc ia-
c ió n internacion a l d e psicoa11á li sis cuya d e fectu osa m e 111 o ri a e s Los concep tos son los mismos, pero su ar ticulació n y su e 11un c ia-
e quivale ul e al asesinato d e l padre . Quienquiera qu e desee co n1- r ión son dife re nte s.
pre 11der e l d e sc ubri111ic11lo d e Frcud d e b e captar cómo e l p a pel d e l De m a nera similar, Foucault e xplica qu e é l tiende a re mplazar e l
in co n sc ie 11Le, e l sig11ifica11lc, e l o tro lugar d e l c! e s('O d eb ió ser re- vi<.:j o té r111ino "co n oc imi e nto" (savoir) p o r e l d e "formación discursi-
descubierto por.J a cqucs Laca11. va ". E n 11n e nsayo lige ram e nte poste ri o r publi cado en 1970, "L'or-
Si Fo11ca ult e staba ce rca d e Laca11 , al 1nc 11os 110 lucía co1110 lllt dre d11 discours" ! 2 Foucault ataca todos los m odos ideo lógicos d e
1u a r x ista, y el modo e n q11 e ostc 11t aba a N ie tzsche lo puso en prohk- elud ir la realid a d d e l disc urso. 'fam bi é n propo n e un a " inve rsión"
111 as c o11 a lgunos cs t11dia11t e s izq11i c rdi slas, e n bue11a medida ig 11al q11e busqu e la " fu e nte" d e l discurso , lu ego un prin c ipi o d e disconti-
que a Laca 11 le lú e ol~j e tad o s 11 prcs1111to d a 11clis1110. En !.as /mlabms 11uidacl (los dis curso s se e xcluye n 11no a l otro), se guido d e 11n prin-
y las wsas, es célcbn· la clasilicacir'>11 que Fo11c a11lt hi zo d e Marx co- cipio d e e specifi c idad (es m e n os la idea d e qu e cada disc urs o tie n e
n10 11n "cco110111ist a d:ís ico " q11e 110 ;1portó m11ch a 11 ovcd ad a l do111i - su orig in a liclacl q u e la noción ele que los discursos son o pacos y vio-
11io de la cco11omía d e sp11 é s d(' Ric a rdo. Marx y Ricardo pcrtc1H' CÍa 11 lentos), y fiualment e p o r un prin c ipi o d e ex te rioridad (se d e b e ría
al mismo co11ti11uo d e l discurso, o para 11sar el té n11i110 q11c F011caul t busca r la apa ri e n c ia y la re gul a ridad y no b11scar un corazó n oc11lto
prckría por c11to11ccs, a 1111a 111is 111 a e pisl c mc . M{ts o 11H·11os e 11 la pues to qu e lo qu e c u e nta p o r c n c i111 a ele todo son la s condi c ion es
misma é poca en que estaba rcddiniencl o lo qu e 1111 ";1 11tor" pod1fa ex te rnas d e las a pari e n c ias d e cad a disc 11rso ). Desde luego, la prin-
ser, Fo11u1ult e st a ba trata11do d e res ponde r ;1 un a objeciú11 ft111<b - cipal dife re n cia e ntre Foucault y Laca n - como J oa n Co ¡~jec lo ha
11H·111;d a s11 rígida deli111it a c i6 11 d e c norttH:'s estructuras co 1110 Lt de mostrado vigorosarn e n lc - es que Fouca111l histo ri za los disc ursos
"edad c l;1s ica " o la "e dad 11todc rn;1 ": ¿cú1110 se podría i111rnd11cir el y es tá int e re sado, por ejemplo, en el 111odo e n qu e "disc ursos" com o
ca 111bio (y por lo mi smo las rcvol11 c io 11 e s) e n e l siste 1m1 ) Es sobre to- la historia na Lura l, un a gramáti ca ge n e ra l y e l análisis d e la produ c-
do ]Mra res p o nd e r a e sta poderosa obj ec ión c¡ne Fo11ca11lt co 111 c 11 zú c ión d e riqu eza pu e den d eve nir "c ie n c ias" como la biol ogía, la lin-
a refinar su 11so del té rmi11 0 discurso, un térmi110 q11c n1atizarÍ<t d e güíst ica y la eco nomía.
una 111 a ncra llllt)' laca ni ana a l opo11er la afirmación a Lt l'1t111H :i;1c i<Í11 Come nza ndo d e sde otro á ng11lo, Lacan no co nside ra un a se ri e d e
(con lo u1al quiero d ec ir qu e Laca11 ya había sistCill <ttizado e sa opo-
"posiLivida d e s" d e positadas e n a rc hivos, bibliotecas, histori as d e insti-
siciú11 c 11 el Seminario 11 ). E n e l libro más 111etodolúg ico d e Fo11-
Luc io 11cs co 111 0 la clínica o la prisi ó n , cró nicas d e r e in os y co nquistas,
ca ult (puesto q11c es sobre todo un a 111e ditaci (i11 sobre s11s lib ros a 11 -
si n o qu e postula 1m esqu e n1 a 10 1.a l111e 11Lc abstracto h ec h o d e un c ie r-
tc ri o rcs y sobre ciertas críticas ac('rca d e ellos), La arqneología dr'/ .rn-
to núm ero d e le tra s; es tas Je t ras ya h a bían sido produc idas p or s u s
bn; qu e se publicó e 11 l~Hi~) y prohahl c nwnt c había sido leído por L1-
ante ri o r es seminarios e investi gacio n e s e n la teoría psi coa n a líti ca .
can c 11 a ndo e scribió el Sc 111i11ario 17, Foucault retorna sob re s11 tra-
Fund a rn e nta lrn e nlc, Lacan int e nta produc ir una vez m ás un a "for-
ta mi e nto d e Marx. Él ex plica:
malizac ió n " del discurso qu e trabaj a por co nde nsació n y rccl11cc ió11 d e
posibilidades. Sólo n ecesita cu a tro c strucltll"as d e e nu11 ciac ió 11, c u a tro
1 ... 1co nce ptos co1no los de pl11 sv<tiÍ<.1o d e b<!ia te 11dc11cial d e l tipo de ga11;111-
"d isc ursos" que no se supe rpon e n co n á r eas co nstituidas d e co n oc i-
cia , tales co1110 se n1c11c111ra 11 c 11 Ma rx, p11cde 11 ser descrit os a parlir dt'I sis-
1c 111a d e positividad q11e se 111 ;_i 11 t:j a ya c 11 Ri ca rdo ; ahora bi e 11 , cs los cOJt<'( ' p- 11 / ,t1 11u¡1wlogít1 did s11/wr, Mé xi co, Siglo XX I, 1970, p. 295 .
1 ~ Mi cli e l Fo uca ult, FI ordt11 r/,,¡ rlisrn1:rn, t raducc ió n d e Albe rto Go nzález Troya no ,
111 J1c q11t-·s Laca 11 , 1ex l o el!' n1a r 1a d!' lú rros d e l ;'n i ls. 0/1. ,-;1., 1'llili. Barcelo na, Tusque ts edito res, l 999.
52 u :cn IR.\ S SIN T OM .\TI Cr\ S y FLIN Llr\DORr\S DE lJI SCl IRSl\ .ll)A D LECTURAS SI NTOMÁTICAS Y FUNDADORAS DE DISCU RSl\ 'IDAD 53
rnie 1110 si110 que poslulan g rillas vacías que pueden se r oc upadas, usa- converti rse e n un "filósofo d e l psicoa ná lisis", una tarea para la c ual
das o habi1 adas por ditc re111es 1ipos de Sl!j etos. Son ma trices pa ra 111a- estaba mal pre parado.
nifcs1ac ion es posibles e n uu co n1 cx10 d e redes sociales d e terminadas
por el poder, la sed11cció 11 , la d e manda y e l d eseo. Su compl f'. ja i111 e- Así, Laca n estaba juga ndo un doble.juego. A los filósofos les a portaba la ga-
racció n se predica e n cual ro paradigmas básicos: e l st0e to ele deseo rantía de l maestro que "se supone qu e sabe" lo qu e Freud e nse 1ió. A los psi-
(S), e l lc 11g11ajc ca pt ado en su aspt-c lo material por med io del signili- coa nalistas les apo rta ba la garantía d e l maestro que "se supon e qu e sabe" lo
cante (S 1), e l conoci111icn10 i11co11sci e n1 e (52) , y un obje to ause nte que qu e sig nifica pensa r (filosóficame111.e ). Enga1'ió a todos, y muy proba blemen-
fu e rza a S a anhelar más y as í producir ta n1bi é n más (a ). te, a pesa r de su e xtre mada inge ni osidad , se e nga1'ió ta mbién a sí mismo . l'.\
l Ia bi c ndo enfatizado h as ta ;1q11í el impacto de Fou ca uh sobre la
re visión po r Lacan d e l disc urso fre udiano , neces il o hace r ot ro ro- Irónicame n te, el eje mplo de Laca11 siendo "e ngaí1 aclo" por sí mis-
d e o vía Allhusse r qui e u como Fou ca ult combinaba una ac 1i1ud he- mo llOS ree nvía al persomtje d e Poe, A11g11sle Dupin: Althusse r cita la
c h a d e adn1irac ió 11 y rec hazo fre11t e a la pc.: tulan cia de Laca n . Su concl usió n d e l Se min ario d e Laca n sobre "La carta robada", que te r-
co11cc p1 0 d e "lcc1 nras sinto1n á 1icas", p o r t~j e 111plo , le d e be n111 c h o a mina co n la a firmación d e que "un a carta sie mpre llega a su d estino";
Laca n . Conio h c 111 os vis1 0, d 1{·n11 i11 0 "s ínt0111 a" 1011 1ado e n pr{·s 1a- para Althusse r com o para De rrid a, es to traicion a ría un a te naz d e pen-
m o a l psicoa nálisis se co 11 vir1iú e 11 11n a gran ay ud a al pro pon:io11ar de nci a ele un a d é bil filosofía d e l d estin o que e n última insta ncia cae
un a ruptura c pis1cn1ológica qu e di vidiría a 1111 "Ma rx J>rt· 111a rxis1a " en algun a clase ele teleo logía idea lista.
de u11 "Marx n1 arx is1a" propi;11uc11te di c ho. Fu1HL1111 c 111 ;tluwn 1e , Si, como ya lo he suge rido, la te oría de los cuatro discursos e la-
Allhu ssc r aplaudía e n L1 c ·111 110 solame nt e el es ruerzo le<'> ri co, sino borada e n 1971 proporcio n a la re spu esta d e Lacan ta nto a la a r-
e l h ec ho de que h abía a ll í u11 pri111c r psicoa11a li s1a q11c , la] vez por que o logía d e Foucau lt co m o a l m a rxismo alth usseria no , es p reciso
pri1nera vez, iba a t ra tar el psicoa11 ;í li sis co 1110 1111 disc 11 rso rig11roso , que re vise m os la compos ició n d e estos disc ursos. Allí, por ~j e mpl o,
esto es una se ri e de les is, afirmaciones y d esarrollos basados e 11 1n é- Laca n pa rece algo d esmaiiaclo e n su tratami e nto ele la "co ntradic-
toclos y co11u·ptos complejos pero bien d efi nid os. E n o pi11i ó 11 de ción ", un 1é nnino muy pesado pa ra Althusse r.
Althusser, "di sc urso" y "cie ntifi c id ad" era n casi i1llc rca n1bi a blcs: {· ]
1111n u 1 creyó e 11 el modd o ele la "verificab ilid ad " o "iu vnific:abili- u A H A
<lctcl " 1an a 111e11udo lanzad o sobre el psicoan;ilisis a Ci11 ele 1l'f111arlo _, S1
S2 -> a S1 , S2 $ a - > $
o d e h ace r d e{·) , en pa lab ras d e Wi1tge ns1 e iu, sólo s11 propio 1ni10. - - - - - - - -
Se pod ría decir que Lacrn "lúnd ú" e l psicoan;í lisis no porq1w h aya S1 $ $ a a S2 S2 S1
d c.:sc uhi e no hechos indi sn 11ihks sobre e l cerebro o Lts l1orn1 01rns discurso de discurso del discurso de la discurso del
sex ua le s sino porque sus alinn ac ion es co nform aro n 11na scn 1c11c i;1 la Universidad Amo Histérica Analista14
co nsi slc nll' de 1na nif(·s1acio 11 es.
Esta gri ll a nos ree nvía a la vers ió n de G re imas d e l cuadro se mi ó-
J\d e lll ás ele cslo, Al1h11 sse r co111pró la a 1110dra n1<1t izació 11 de 1111
tico, un cu adro qu e re pite co n modificaciones m e n o res e l patró n
fundador soli1 a rio a pl ast ado por el peso d e las ins1i111cio nes in1 e r11 a-
básico d e l cuadrado lógico medieval. Dicho m a peo de afirmacio nes
ci o11aks hosriks a su é tica. C11a11do esa image n co n1 c 11zó a d e 1n1111ba r-
sc c 11 los a1-ms se ll'111 a co n el (·x i1 0 o bj c.: 1ivo d e la esc ue la lac111i ;u1a ,
J\lthu sscr c0111enzó a expresa r s11 d ese n canto , aiiad ie udo que L1c111 J :~ / ,a tni¡11rolop,-ia rldsahn~ p. 9 1.
110 e ra lo surici f' 11t e 1n c111c c ic111ífico . Lacan 1endía a !lin ear crn1 l'Lt- 11
' Véase Jacq ues Laca n, Smú11ari11 17. /•,'/ u:11ern1del /Himauúlisis ( I Wi':J- / ':)71!), l3ue 11 os
1ú11, Aris1ó1eks, Ilcgd, He idegger y Wittgenst e in, y ri11 a lrn e nt e in- Aires, Paid ós l992, p. 29 (véase ta111bi é 11 p. 4 l) . Una sí111esis muy i'iLil es la qu e ofrece
Mar~ Brac he r e 11 l .ara11 , IJi.1wune r111d Swi11l ( :ha11p;t: ¡\ l\ydwr111"lytiml Cultum.l <:riliri.1111,
corporú una vieja tcmk11c ia rrn11 cesa a "re m e ndar" \ "1inkcr", briroln \
lthaca, Co rn e ll Un ivnsity Press, 1993, pp. 53-80. Véase talllbi é n Brnce Fink, "T he Mas-
con la filosoffa. Si Laca 11 conw n zó 1nuy a uspi ciosa1ne11te a l propor- ter Sig nifi e r and the Four Disco11rses", K"y <:0110'/Jls o(l,11rru1irr11 hydw11.11alysis, editado
cionar a l psicoanáli sis un cs1a 1uto cie ntífi co , desde en1011 ces anheló po r Dan y Nob us, Nueva Yo rk, T he Othe r Press, l998, pp. 29-47.
54 LECTl lRAS S I NTO~t\TI C:AS \' F!IND. \DORAS DE DISCll RSl\'lll,.\U 1.HTLJ RAS SINTOMÁTIC..IS Y FLINDADORAS DE DlSC:U RSI\l DAD 55

va de un té rmino a sil o pt1esto , y luego a su negación, y a la negac ió n Si tuviéramos que dar nombres para ej e mplificar los cuatro dis-
d e la negac ió n . A y E, as í co1110 l y O , son co111ra rios mie ntras que A cursos se podría te ner así e n un linaje koj eviano directo a Sta lin (o
y O e l y E son co n1 rad ic1orios en e l csq t1e ma trndic: io n a l: Na poleón) y Sóc rates (o Hegel) corno e l amo y la histé rica y luego a
Freud y a Ricceur (menc ionado e n e l Semin a rio 17) como e l a11a lis-
A ,., , .
~

: ...... :
E o, por ejemplo: Mismidad ,., ~
,.. Alteridad
1a y e l acad ém ico, re spec tivame nte . ¿Pero dónde es taría Marx? ¿Y
: '..':
1
&.'
, .. l
..... .,, ....
1 , .. 1

dónde e stá Lacan ? ¿Pue do e le gir "inte rpre tar" l."perform." ] - como
o Identidad ..,___... Diferencia
di ríaj u d ith Butler- cualquie r discurso que qu iera? ¿O e stoy dete r-
C re itll<IS llsaría rrectlt'l llt'lll('lll.t' la gri ll fl tJfll<l describir el n10clo Cll minado por la eslructu ra que d e sc ribe? Esto d e tonaría un largo de-
C]llC c icrl os lex tos cslal>an ap11111alados po r llll a g rilla sc1m'íntica de bate, bastante necesario a l m e nos si tan sólo que re mos pre ve nir e l
1é r111i11os a bs1rac1os co111 0 "v ida " op ll cslo a "n1t1 tT lc " e n 1a nt o qt1<' dos peligro del co11st.ruc tivisrno social. De h echo, esa jugada es necesa ria
co nl rari us pero 1a111 !Jié 11 a "110-111 l! e rl e" y "vicfa elcrna" c11 tendido si no q uie re ser acusado d e es tar al mismo tie mpo e n uno d e los cu a-
co1110 "sllpcrvivcnc ia". El cuadro g rc i111 as ian o parece ha be r sido tro disc ursos y por e n cim a o d etrás d e e llos como su inve ntor e in-
adap1ado por Lac:an co n i1npor1a n1 cs d esvia cio n e s. té rprete.
Aq u í, las c11 a 1ro esquinas del c t1 adrnclo co rres ponden a c11a 1ro ni- Los cuatro "cu adrípodos" es tán co ncebidos sobre todo como ayu-
veles d e in s1;111cia , sie11do q11e la lín ea superior it1dica un t:jc visible das vis ua le s e n la e nseiia nza d e la estrategia, un a sue n e d e pe dago-
de d c 1e r111i11aci ú n , 1nic11 tras qt1e la lín e a inl'c rior (a veces con um1 lk- gía: c:o1110 maestro, Laca11 o frece 1111 discurso sobre la e xpe rie n cia d e l
c lta recursiva c11 alg11nas variacion es) es el lugar oct1l10 de la "vcnL1d " ps icoan á lisis y quie re que sea tan riguroso como sea posible . Pe ro
o prodllcci<Í11. As í cad a c t1adro o "c t1adrípo d o g iral o ri o" (con10 lo ll a- qui e re d escubrir la ve rdad y por lo ta nt o e stá d e l lado ele la histérica.
111 a e n d Sc1ninario J 7, p. I!>) pu e d e ve rse co n1 0 hecho de dos l'rac- ¿No es u11 m aestro c ua ndo fund a y disuelve una esc uela y se cita a sí
c ion cs que 1ra l>a ja11 c 11 1rc e l nivel late111 c (línea inkrior) y el nivel ex- m ismo e n te rcera pe rsona? Por supuesto, é l e s, más a llá d e todo, un
pl íc ilo (línc;1 st1 pc rior). Ac.lc111 ;is , si 1res d e los 1{:n11i11os so n bie n co- a nalista, ¿pe ro es e l pape l d e un a nalista provee r un a teo ría de la
n ocidos -S 1 es d sig nili ca 111 c alllo , S'.! co 11oci111ic 11t u i11crn1sci e 111c , la producc ió n d e d iscursos soc ia les? At111que Lacan nun ca se torn a por
S 1ac hada, >í , es el st1je10 de deseo- rcs ull a 111ás sorprc 11de111c vcr l;i Bourcli e u , supera las más atrevidas especul ac iones de Fre ucl sobre
k1ra "a" refiri é ndose esta vez 110 a l vi t: jo "ol~eto a", que es el obje10 los o rígenes d e la civili zac ió 11 c uando inte ma no e xpandir nuest ras
psicoamtlí1 ico a11se111c co1110 ta l y que causa e l deseo, sino a l "goce cx- visio nes si 110 re duc ir e l co ntrato socia l a c uatro "posic ione s" re la t.i-
cedc111e" o, litcrallllC'lll.e, una indagación d e l "plus d e goce" \j1l11s-dl'- vame nte m e nore s, desd e un pun1 0 d e vista purame nte a11t.ropológi-
j oui1\. co , esl á claro.
1 lay c t1 a 1ro di sc11 rsos so la m e n te, aunque se rían pe nsables vei 111 i- Por lo d e m ás, los c u a tro discursos d e Laca n no pue d e n ser to rn a-
c ua 1ro disc ursos si se ago tara n las posibilidades d e la co111bi11atori<1 dos co1110 categorías clíni cas: no se supe rpone n con ca 1e gorías co-
porque los n1;11ro discursos se prodt1cc11 unos a otros: cada 11110 ge- mo e l discurso de l obses ivo, d e la histé rica, d e l psi có ti co o d e l per-
nera el sigt1ic111 e 111eclia 11te un a simple rolació n d e un c ua rlo ele vucl- ve rso. Son e struc turas, com o las que he d e ta ll ado, pe ro parece n fun-
la . El orden de h1s lc1 ras 110 puede ca n1bi a r. Es to pcr111i1c i11scribir cio n a r de una 111a11 e ra "n o rma l" y m ás o m e nos uni versa lme nte. Más
1a11to 1111a gc11 c alogía co 1110 un ;1 c irc11laridad en 1111 a "dcchH Tió 11 " 111a- lard e, Lacan aiíad irá un os pocos "discursos" más, co mo e l discurso
1e 111 <'il ic;i d e u11a a pa r1ir de la olra. Dos parejas parece n 110 olis1a111c del capitalis1110 o e l discurso d e la c ie n cia, pe ro básicam e nte esas
o p11 cs1as o 1a l vez abrazadas e n 1111 i111 e n11in a ble pas dr rleux. El a n10 y cu atro posicion es le p e rmite n ex pli ca r toda la estru c tura d e l víncu-
la hislé ri ca se prcse n1 a 11 co111plc111c11tarios y re mpl azan a la vieja ca- lo soc ial. La c ie nci a pu ed e asoc ia rse con e l discurso de la histérica
1cgoría hegelia na de l <11110 y el esclavo. El psicoa11alis1a y d aradt· 111i- e n la m ed ida e n que ap unta a proc ura r nuevo conocim ie nto, mi e n-
co 1a 1nbié 11 so n opnestos y c01 11plclllc 111arios y re111plaza11 a la vie ja tras está vinc ulada a l discurso d e la U nive rsidad cu a ndo ese co n oci-
opos ic ión de L1e<111 cnl re psicoan álisis y lilosol'ía por 1111 a parte , psi- mie nto es meram e nt e cata logado y tr a nsmi tido. De manera similar,
coanálisis y psicología por la otra. el discurso del capita lism o cae bajo e l dominio d e l cliscurso del
56 u :cn IR\S SINTOM .\TiC.\S y FllNU.\IJOR. \S IJC: IJISCLI RSl\ 'ID.\ IJ 1.l·:Cll lRAS SINTOM.Ü ICAS Y FUNDADORAS DE DISCURSl\ 'IDAD 57

amo, puesto que es tambi é n el discurso del poder, d e las institucio- ción del co nocimie nto (ente ndido como "conocimiento i11co 11sc ie n-
ues, del es tado. l<~ sta es tambi é n la razón por la que en el Seminario tc ") y del goce (bajo la forma de u11 objeto elusivo o imposible, su
Lacan pu ede contarles a los es tudiautes izquierdistas q11e tratan d e "plus d e goce").
e mbarcarse e n la "subversión" qu e, si por un lacio los modelos sovié- Se podría set'íalar (como lo hi zo Altlmsser) el modo e n que La-
ti co o maoíst.a ele la sociedad que e llos admiran ve11 la dominación <'<ll l resistió lo que veía como la instit.ucionalización d e sus e nsei1an-

d e l discurso el e la Universidad como 1111 su e iío d e la Burocracia que zas a travé s d e la unive rsidad. Tal ve z e l principal peligro para é l e n
alcanza e l poder, ellos también están en busca el e u11 a mo. Desal'or- aque l e ntonce s era ser e nte ndido e rróneamente y a la ligera e n
tunaclam e 11te para ellos, h a n de ten e rlo, dUo con célebre inge niosi- cie rtas te sis qu e ve ía aparece r a lre d e dor de su trabajo. En su pre fa-
dad. I Lí cio a la tesis ele Anika Lemaire , me nc iona humorísticame nte la tra-
Parece qu e Frcud hubiese cohunbrado la lógica de algu11os ele es- ducc ión d e su discurso ele Roma por Anthony Wilden:
tos discursos cuando postuló tres "tareas imposibles": cdncar, gober-
nar y c11rar. A esas tres tareas, l .ac-111 a1-iaclc 11na cuarta , rcsunlid a en Mi discurso de Ro m a, diez a1-tos d espu és d e s11 publi cac ión , se co nvirti ó e n
e l sujeto descante ejen1plili cado por el discurso ele Lt hist é ri ca . Esto la a vc nutra d e u11 intelectu a l s urg ie ndo a la luz e n un a unive rs id a d nor1 ea-
es lo que había escrito F1n1d, de modo cél e bre: me ri ca 11 a, vini e nd o d e l IÚn e l ele 1111 trampe ro , para mi sorpresa (Anlres
én ils, p. 393).
Casi parece corno si el amílisi., f'11csc la tercera d e esas prol(:siu11cs "i111pusi-
hles" e n las q11c 11110 p11ed e cs1a1· scg11ro de ohtc11cr rcs11l1ados i11s;1 1isbc10- Para contrarrestar el riesgo d e 1111a sie mpre posibl e d e sviación, los
rios. Las 01ras do., , esl<1i>lccidas desde n111cho 1mís a111ig110, srn1 la c d11n1ci ó 11 cuatro discursos manilie sta11 la última e floresce nc ia d e es tructuralis-
d e los 11i1'1ns y <:I gobierno d e Lis 11acio 1ws. J(i rno dogmático e n el pe nsa mie nto d e Lacan. Pe ro e s ta mbi é n a travé s
d e l "disc urso" como quie re te ne r un impac to no sólo e n la meca de
Fre11d delin ea las respectivas responsabilidades del a1110 , la acadc- la c ultura inmort a lizad a e n las bibliot ecas acadé micas sino e n las in-
n1ia y el analista. De 111ane1«t si111ilar, la lógica de los disc ursos de Lt- te racciones soc iales d e todos los días .
ca11 intenta ide11tilicar pt111tos d e i111posibilidad a travé s de cuatro U n bu e n ejem plo d e esto lo da "Radiophonie", e11 la respuesta d e
patrones ti(' discurso lú11da 111cntales. Así proporcionan un a l'on11ali- Lacan a las preguntas planteadas por Robert Georgin para la radio
zació11 de lo q11e Bourdicu llama sorius-la sociedad vista co1110 llna belga, 1111 "discurso" e n e l que la pareja acaclé mico-psicoanalílica es
red de pr;ícticas si111bólicas- d esd e un punto de vista principal, ('l do mina 11te. En un punto, Lacau me nciona la frase enton ces nue va,
psicoanálisis. No se debe ría ol~jctar que el psicoanálisis vuelve a caer el "discurso del cap ital":
en la idea de 1111 n1 c talcng11aj e consistentemente de 11t111ciado por
Lte<u1: aquí, e l discurso d e l analista es sólo 11110 entr<' c11atro. La so- Ya qu e Marx, la plus-valía qu e su tij e ra, a l se pararlo res t.iu1ye al disc urso d e l
c iedad es captada dl'sdc el ángulo es pe cífico de la práctica psicoa11a- ca pita l, es e l prec io qu e es prec iso pon e rse a negar como yo qu e ningún dis-
lítica, una práctica cu la qll e todo e s re ducido , por ckli11ició11 , al dis- curso pue d a a pac iguarse co n un rn e 1a le 11guaje [ ... ] pe ro ese prec io é l lo
c urso y sus efectos , pero tambi é n 1111a práctica q11e resalta lo que 111 ;'is pagó a l limitarse a seguir el discurso inge 11uo d e l capitalista asc e nd e nte y co n
c:o111ú11mcntc se olvida en estas c11cstio11es: enliltiza el lugar y la lún- la vida infe rnal qu e se dio. Es bie n e l caso d e verificar lo qu e digo del plus-
ció11 del goce clt-1 st1jeto , prcgu11ta cuál es el sig11ilicantc principal d e-goza r. La Mehrwerl es la Marxlusl, el plus-de-goza r d e Marx.17
que puede proveer ideal es o 1111 programa, y busca una di a lcct iza-
¿Es la teo ría d e los cuatro discursos el pl-us-de~jouir d e l propio La-
lr1 .Jacq11cs l .< 1c;111 , .\'r111i11oriu 17, 0/1. ri/.., p . ~2'.t ca n ? No solamente, yo diría. Al me n os porque é l espe ra que algo re al
l! i Sig1111111d Fn·11d , "A11al ysis 1er111i11abk a11d i111crn1i11<tblc ", 111 no/1r 1111t! ii,1 ·hui1¡11r',
!'ditado pm Philip Ridf, N ueva York, Marn1ill;111, 196'1. p. 2GG l"J\ n;íl isis 1n11ii11a1Jk e 17 Jacqucs Laca n, "Radiofünía", p,·i<·oa11rílisis: Uorlil!f<mía ) ü:IPvisián, trad. Osear
1

in1en11i11ahk", O/nas m111/hl11s, l. 2:1 , Buenos Aires, Amorrortu , 1980 !. Maso1La y O rlando Gimeno-Frendi, Barce lo na, Anagram a, 1993, p. 58.
!)8 l.ECll !R.\S SINTOM.ÜJC\S V FUNDALJO!lu\S l>F IJISCl IRSl\ 'lll.-\D 1 H :TU RAS SINTOMÁTI CAS Y FUNDADORAS DE DtSCURSI\'ID.-\D 59

se ge 1H.:re a partir d e esa grilla lógica. En otra parte de "Radiop ho- 111 arxista a la acción inmediata y e fec tiva; ade más se resiste a re traba-
ni e", Lacan <:>x presa esce pticisn10 fre nt e al activismo político d e l tipo jar sus esc1itos para adaptarse a los estándares humanísticos de la
izquie rdista c uando ofrece la sig11icn te anécdo ta: hmdación Ford. Lo que importa aquí e n la compleja interacción e n-
tre textos, institu ciones y "s 1~j e tos" es la posibilidad d e carn biar las
Recue rd o 1<1 in comodi d ad co 11 la ni a l 111 c interrogaba 1111 11111rh<1cho q11c se prácticas discursivas dominames qu e a puntalan ese velo sutil d e alie-
111czc lc1l>a , a l ex igirse rnarx isl a, con 1111 plÍl>lico de ge 11tcs del Pal'licl o (el 1º111i- 11 <1ció n co n frecuencia llamado "ideología" al introducir nuevas rn o-
co) que había afluido (Dios sabe por qu é ) a la corn1111icaci611de 111i "d ial fr ti- d;11idades d e "discurso". El "desplazamiento del discurso" qu e Lacan
Gl del d eseo y la s1dlvnsión del s11je10 en el psicoamílisis". Seibl é gc 111.il111 c 111 c q 1Iiere alcanza r está lejos de la c ree ncia grandilocue11 te d e que la so-
(gen til co1110 soy sic111pre) c11 seguid a c 11 111is Lsnitos, el cs111por c n 11 q11 c m e r iedad será cambiada súbitame m e por un estallido revoluciona rio o
rcspo11dió ese público. l\ 1ra é l, "¿es qu e usted ncc rea lmc 11t c, 11w dt•cía , que una hue lga general. En otras pala bras, a través d e su ubic ua presen-
bas la que uste d h a ya producido cdg u11 a cosa , esnito le tras c11 un a pi z; 11Ta , ria y a use ncia d e ntro y fu e ra de una gri ll a discursiva d e transforma-
para espe rar 1111 t'lé:T to?". Si11 c 111l>a rgo, es le ejercicio k1 1c11ido a lc a nc e , tu ve cio nes, Laca n se niega a una última tentación, que juega e l p a pe l d e
la prueba, así 110 lúera 1mís q11e po r la repulsa qu e o torgó 1111 derecho a 111i "baby-siuer d e la Historia":
libro - de halwr Jcnido los lú11dns de la FurnL1c ió 11 Fon.1 q11c rno1i,·a11 Jales
rc 1111io1ws q11e pas;1r la esponja, se licdnía n e 111011ces c1 1co111rndo innríblc- <:uanclo se reconozca la especie el e plus-d e-gozar l'jJlus-de~jou.ir] q11 e ha ce
11ie1 1t c secos co 1110 para p11blire1rn1 e. Ocu rre que e l cl(·cJo que se prnpag;1 110 decir "ése es alg11i e 11", esLarernos e n e l ca mino de 1111a male ri a dial é ctica
es d e co11H111icació n de la p ;ll a bra , si110 d e d es plaza111ic111 0 del discurso. quiz<Í rn ás act iva qu e la ca rn e d e Pc1 rtid o, e mpleada co rno baby-sitterd e la his-
1oria (Psicoanálisis, rarliufimía y tele11isióu, p. 28).
La F11ndació11 l·'<nd que rel111sú fi11a11ciar la trad11cció11 de J•,'.\n'itos
al inglés linanció la trad11cci<Ín d e l.a psirología del ego y rl /il oblem.a de Incluso si e n última instancia pu ed e dársele e l c rédito de la arti-
la ada/lltffiá11 del lc iz Har1111a1111 , 1111 libro escrito cn Viena c11 los a1c10s n1lación d e los c uatro discursos a la "ast.uc ia" (List) d e una Histori a
tre inta y p11hlicado e n in gks en 19!)7 l l•,'go l'lycology rmd tlff l-'mblr•111 o/ que a rregla todo, al m e nos compre nde r su mismísima gri ll a d e b e ría
J\dap!aliou l . 1tl Allí l la r11m11111 afin11aba q11 e no se d e" be ría ver a l ego tornarnos co nscie ntes d e que es impo rtante tanto ne garnos a se r
con10 el lu gar del co 11flic to entre e l s11p<"rego y el e ll o sino corno 1111a "ca rn e d e caiió11" para su cátedra d e exterminio como te ne r la cau-
f11nciún q11e permite e l co1nprorniso y la adecuación de una realidrul te la d e no jugar e l a mable pe ro e nga t1 oso papel d e baby-sitter mi e nt.ras
in c11estio11acla . l lart111a1111 lúe presid e nte d e la IPA r1111 e rnatio1ial Psy- qu e los aclitltos co ntinúa n co n sus tre tas o estrategias seductoras que
c hoanalytical Associatio11 I durant e los a iios d e la n1 a rgi11aci<Ín de La- apuntan a acumular pode r, lo c ual ha sido, no lo olvidemos, la posi-
ca 11 ; l'l recl1a1.o por parte de la iúnclació11 11or1 canHTican;1 debe ha- ció n y e l predi came nto d e Dora.
Si regresa mos al campo d e" la lite ratura, ve rnos cómo esos c uatro
be r sido dohlc111c11tc i11s11lta11t c . No obstante , aq 11 í L1c;1n escarnece
disc ursos pueden re prese ntar e l campo d e la producción y la investi-
al activis1<1 d e l Partido Crn rn1nist a por su inge nuidad: el recl a 1110 de
gación lite ra ria. El disc urso d e l a mo sobre la lite ratura estaría bastan-
"un e fe cto illlncd iato" pc rte1H·cc a 1111 a fantasía d e di cac i<i política
te ce rca d e la posición d e Pla tó n , cua ndo explica qu e no se d e be ría
q11 e st· hace pasar por rcsistc11cia crítica. Precisallletltc porq11e es tá
pe rmitir la en trada d e los poe tas e n la Ci11clad, y que sólo los cánticos
consc iente de <]li t' las instit1Kiones ll Ortealllericanas <j Cl'CT!l efectos
militares so n út.iles e n tie mpos de gue rra. O, a la inve rsa , ésta es la po-
políticos invisibles sobr<:> la vida i11tclect1ial de la posg11<" 1Ta, Lacan no
sición d e los j ó ve nes investigadores que qui e re n encontrar pronto la
puede confiar en las t{ic ti cas izqui e rdistas ele i1rn1cdiatcz. La posiciú11
teoría "cal ie nte" y "nueva" como un a "palan ca" que les pe rmita alca n-
ele Laca11 conlleva una doble ucgat iva : primero se resiste a l llarnado
zar rápidamente pode r y prestigio académico. Por o tra parte, el dis-
curso d e la Unive rsidad consiste e n poner el conocimiento por e nci-
IK l." clt-bu «SI<' p11r1to a C11lwrirw Li 11 , q11ie 11 lla111 ó 111i at « r1 c ió11 sohrc este pas;1j" ma de todo, e l conocimie nto es el agente principal que suscitará nn
d" " R,1di u phor1i « ... ·· Radiol o 11ía .. , ¡1p. l fi- 16. goce espec ífico. El conocimie nto es visto como un goce e n y para sí,
60 LLCTl IR.\S SINTU~i.\flC.\S \' Fl' N ll ..\UOR.\ S m: UI SCl ' RSl\ .ID.\ ll l .EC:TURAS SINTOMkncAS y FUNDADORAS DE DISCLIR.Sl\'IDAD 61

sin ninguna consideración de la posición subje1iva de la persona que scnta corno una serie d e garabatos mistificaclores at1adidos e n las no-
lo pone en marcha. El discurso de Ja his1érica poncln'í por el co111ra- 1as al pie al seminario sobre HamJet y también en Escritos.19 Este gra-
rio al sujc1u en pri111er lugar pero de modo 1al ele insistir sobre la di- ló gradualmente construido e u cuatro tiempos se parece a un "saca-
visión su l ~je1iva e indagar por el significanlc a1110. Un signifi ca nlc corc hos" con dos curvas superpuestas que bisecan un curioso signo
orienlará toda la búsqueda y será LOniado por la verdad complela, el de i11terrogació11 . Intenta hace r d e m as iado, situando e l deseo, el go-
amor por es te aspce10 clave borran'í tocio lo demás, e n la es pera nza ce, la castración, e l significante, la fantasía, la represión primordial y
de dernos1rar a los teóricos qnc se equivocan o que no han ciado cou la voz ... todo en w1 esq uema. Puede ser le ído e n unos cuantos nive-
algo. Finalmente, el discurso del analis1a ap11111ar<'í a hace r aparecer les, como si alegorizara tantos desarrollos que debería ser tratado me-
e l goce in co nscie 111 e con10 la fuerza prin c ipal obrando e11 d le xto, y nos como un a herramienta pedagógica que co rno una especie ele e s-
verá es to con10 Ja causa de la divisió n del siücto. El sujc10 dividido no critura: aquí se ve a Lacan tanteando todavía Ja simplicidad matem á-
se reducirá a un Jec1or singular como e n e l discurso de la histérica, 1ica ele los últimos "rnate m as", c uando la nueva álge bra conceptual
sino que scr<i el lugar ele un proceso d e lectura 111ás gc11erali1.ado (de remp laza a los oscuros esquemas y grafos, tentativos y atonneutado-
allí el 11so de la li1era111ra corno hecha ele par;'íbolas y alcgorí;1s ya ]1('- res, ele los aiios sesenta.
chas 1 mu(y-111.adei ) . U n sig11ificant(' amo de hecho penuitir<Í la prn- En e l últjrno decenio d e las cnset'ianzas de Lacan, se observa un a
d11cciú11 ele una verdad inconscicnl c acerca d e l l('Xlo. Por cjen1plo , 1e nde n cia a una mayor co ncentración. Las principales formulaciones
corno lo veremos co n Ja lt:cn1ra d(' 1 lmnlet, el ju('go de palabras que d e los a11os se tenta tienden a co rresponder a una progresión casi nu-
vincula ;1 Oldia con o plwllos arrnjar;'í para Lacan u11a lcoría del l ~do merológica. Lacan parece es ta r meram e nte contando 1, 2, 3 . .. iY 4!
como L111t<ts1na. Uno correspo nde al en igma m ayo r del Se r co mo Uno. Lacan repite:
La S del sujeto aparece lachada en el Scrni11ario !) ( 1qr17- l 9!>8) pa- "Hay e l Uno " e n un sintagma intraduc ibl e ("Y'a d 'l 'Un")20 que pre-
ra i11clicar que el s1~je10 cs l<Í dividido (co1110 lo había 1110s1rado Frcud ten de explicar e l vínculo c 111re e l alma y e l a mor e n el Sem inario 20.
cuando habló d e h!ispalluug en un 1ex10 1arclío), rnie111ras que <'11 Dos: hay dos se xos, y no se puede decir que ni11gú11 s1u e 10 esté d e ter-
19!18-J!)[J9, por la {:poca de la lcuura de llrunlet, Lacan nwlliplic:a los minado sólo por Ja biología como un destino, puesto que las fórmu-
términos que se rclicrc n a csla división: Spaltnng, fadiug, corte, w/i' n- las ele sexuació11 muestran cómo uno puede situarse b<tjo e l signo d e
le, eclipse, Vtmue1jiwg, elipsis, abolición, évanouissement, e le. E11 el Se- Ja cas tración (que define la sexualidad m asc ulina normal) o fuera d e
minario 1O de l 96~-1963 sobre la angustia, el siueto dividido es el su- é l, e n un a "posición fem eni na" de goce que no está toda regida por
j e to de la 1:1111así;1 (~ a) mi e ntras qu e e n el seminario 11, sobre los la casi ración. Tres: hay tres registros, y solam e llle tres, lo Real, lo Sim-
Cualm ru11cejJlosjúutlame11Lales rÜ'I psicoanálisis, el st~jeto se divide c11trc bólico y lo l111aginario, e idealme nte debe rían unirse en 1111 nudo bo-
111a11ifcs1aci<Í11 y <ilirmaci<Í11. Allí la división d e l s11je10 li11alrnc11t(' es rrom eo que destaque sn comple ta interclepenclencia y ause nc ia d e j e-
llevada 111ás alL:i , dado que ahora Lacau a!irrna qu e 1111 s1~jl'lo súlo es ra rquía . C ua tro: uno tan sólo 1ie ne qu e espera r que aparezca el cuar-
re prcse n1ado por 1111 sig11ifica111e y par<:1 otro signilicanlc (inviriicndo to anillo del síntoma o sigma, como ocurre e n e l seminario sobrejoy-
el orden usual). El significante 1111ario (S 1) enwrge crn110 el msgu w1a- ce que e xploraré e n el capítnlo 10.
rioa parlir de S:.> COlllO conocimienlo binario. l~ J S:.> es Ja re prcsiú11 ori- En los últimos a 1ios, Lacan tendió a ide ntificarse m ás y más con e l
g in aria qnc Frcud había clahoraclo: el suje10 se instilllye así como la discnrso ele las místicas que habl a ba n d e Dios como d e su amante
cerleza de ser u11a ausencia de conoci111icnlo. Más tarde, S2 pasa a ser inefable. Así, otra cuestión importan te ti e ne que ver co n la sexuali-
e l sig11i lica111c de la allcridad del suje10, 111i c n1ras que S 1 es el signili- dad femenina y la controversia feminista que rodeó las primeras
cante d e s11 unidad. Se puede ver c11 Lacan una 1ende11cia a rc1raha-
j a r sus esq uc111as a lo largo de los a1ios, a reclaborarlos hasla que se 1' 1Véase Vw:rúm 2, pp. 784 , 788, 79Eí y 797J.
vuelven tan complt;jos que él 111isn10 se pierde en ellos. Tal es el c-1so ~o Tal ve z 110 se a e l más "in tr<1ducihle" d e los sintag mas d e Lacan , al m e nos al rns-
con e l esque ma d e l goce que se e ncue ntra al fimd de LI "Subve rsi<Í11 tc ll anu; de h ec ho se lo pued e traducir y se lo h a traducido co1110 "Hay el U no", "Hay
d e l s1uc10 y dial éc tica del d eseo e ll el i11 co 11scie11tc freudiano". s(' pre- d e l U no", "Hay d e lo U no ", eve ntu a lm e m e "Lo qu e hay del U no" [T.].
62 LECTURAS SINTOJVL\TIC:AS Y FLINll.\DOR.-\ S DE DISCllRSl\'IDAD LECTURAS SINTOM.-\TJC:AS Y FUNDADORAS DE DISC:U RSl\lD.-\0 63

co11ccpciot1es de Laca11, y lue go el apare nt e sesgo de Laca11 hacia el dad" d e l mundo del Otro, excepto tal vez por la escritura, en una fic-
falo. En sus Semit1arios, se puede ve rificar el cot1slat1te interés d e La- ción que sobrepasa los procesos del imaginario común. Una de las
can por psicoanalistas como Rivicre y Jones, y se puede objetar que cuestiones importantes planteadas por los estudios queer consiste en
elaboró su idea del falo corno 1111 intento ele ofrecer una res p11csta a aceptar o rechazar la condena moral que parece ir unida al concepto
las n111chas prcg11ntas plant eadas po r e l d e bate en tonto de Fre ud en de p e rve rsión. Aunque está claro que Lacan no lo utiliza en conexión
los a1º1os veinte. El psicoam'ílisis lacaniano se ben e fició clararnc11t e con la homosexualidad, e mplea el término a efectos de describir una
con la crítica feminista, y uno p11 e d e preguntarse si Laca11 habría lle- estructura (por ejemplo, cuando babia d e la pedofilia de Gide, corno
gado a s11s i11novadoras fórmulas de la se x11aciún e n el Seminario 20 lo ve re mos). Aquí las pre guntas giran e n torno de una preocupación
de no habe r tenido que lidiar co n la oposición "p1yrh. et /10."'2 1 que principal: ¿estaba Lacan ta l vez demasiado cerca d e la perversión? Si
e ncon1ró entre sus propias filas a comienzos de los a1-1os scten1a . .Jac- su modelo d e deseo había sido e laborado a través de una meditación
q11eli11e Rose ha sostenido n111y razonablemente que sólo e l psico;1- sobre Sacie y el sadisrno qne disfraza apenas su fasci11ació11 por el divi-
t1álisis 1rnede permitirl e s a las rn11jcre s y a los ho1nbre s ClH'slint1ar sus no marqués, ¿puede describirse a Sade como un modelo potencial pa-
clesti1ws políticos como seres marcados por llll gt~ llt'ro sexual. La ra Lacan? Sade abre para Lacan el dorninio del goce del Otro, un con-
cuidada edición de Mitchcll y Rose de los et1sayos ele Lan111 sobre la cepto crucial qne e n los aíios setenta le permite a Lacan revisar todo
scx11alidad re1n e 11ina2'2 ha ll e vado a \lila co11sideraciót1 más equili- su sistema. Mientras que en la lite ratura freucliana tradicional los es-
brada del presunto "falocet1tris1110" de Laca11 y de s11 reyerta con el tuclios de l fe tichismo han jngado un papel fundamental e n lo que
fe1t1it1isrno 11or1camcrica t10. Cuando Ltean anuncia una sexualidad puede d e scribirse como la negación de la castración, Lacan se con-
"otra" C(UC llO S(' postule bajo(;¡ dolllillaCiÓn del falo, piensa tatuhi{n ce ntra más e n figuras de e xceso y d e goce, como lo veremos en e l cam-
ell ut1;1 lí1wa de escritores -no todos 1nuj crcs- que, desde Marga- po lit era rio con las figuras de Sacie y ele .Joyce.
rita de Nava rr;t a Margueritc Duras, arrojan una luz nueva sobn· un Esla cuestión vue lve a remitirnos a una oposición radical entre
goce llo fálico, 1al vez un goce del cuerpo entero, o un goce del ;ti- una fascinación indnlgente por un goce que niega la ley de castra-
ma rn íst ici. ción y ulla ética rm'ís radical que postula la función estructurantc de
Es por eso qu e las lcctt1ras lac111iam1s de la liLeratura tienen u11 pa- la ley. El suj e to se id entifica a sí mismo o a sí misma con un tal ol~e­
pel importante que jugar en la teoría queei: Leúricos del gé:t1cro como to ¡misional , la causa del deseo, y lo que e stá e t1 juego e s un plus-de-
jouir (plus de goce o goce e xce d e nte ) para e l otro cuerpo, en el no
.Judith Butler han mostrado que si el stücto no puede sn rcd1icido al
conocimienlo del goce de la otredad irred ucible del gran Otro. Si e l
ego, t10 se debería olvida r, ele todos modos, que las ideutidades scxu<t-
goce e s la versión de Lacan de "Más allá del principio de placer", es
les soll producid;is por instancias pcrfonnativas incot1sci et1 tes. Es súlo
importan te compre nd er có mo e l cot1cepto de goce de Lacan sigue
una deLe rrninac:ióll d e l inconsciet1te la que puede darle sc11tido a la
siendo crucial para su abordaje de la literatura. Incluso si e l ol~jeto de
cuestión de la identidad sexual, un punto qu e a t11c1u1do ha sido i11-
la ¡misión e s lo que Lacan llama su única inve nción bajo el nombre
te rprct;1do 1nal cll 1101nbre de la noción de poder de Fo11cault, espe-
de objeto a, e l concepto cet1tral de Lacan, corno lo ha sostenido Nés-
cialmente c11ando se supcrpot1e a los paradigmas de Lacan. La i11ttT-
tor Braunste in,23 su verdadera "finna" consistiría e n hace r derivar e l
ve11ciún de L ·tGtn cll el discurso del psicoat1álisis nos recuerda qu « 110
Lnst d e Freud desde su sentido habitual de "placer" hacia un deleite
podclllos rcd11cir l<t ;tlteridad a la dife renci a social, sexual o {:t nica. De
cada vez m ás excesivo, perverso, incluso cruel que él llama "jouissan-
hecho, Lacan ha it1sis1ido sicrnpre c11 la litt1darn e t1tal "i11lrnbi1abili-
ce", goce. El término jouissance tiene una compleja ge n ealogía e n los
~ l l'sycl1<111<d ysc "' Politique, grupo lé111i11isla rra11u's de los <titos SC!Cllla, lidnado
porA11toi11t'llc Fo11q11c IT. I. '.Z:-l Nést.or Braunst.ein, f,11 _jouis.,·fl'nn1: {In OJJ1((~/1l larr11Jirn, París, Point 1-lors Ligne,
:!'.2 Vé;:tst· J<u..: ques Laca11, Fn11iJ1i111' s·f'.\'11tdity:.foo¡11ts /,01't111 t1nrl thr ( 'rol('.fie1ulir'l1J11', edi - 1992 [la e dición origina! e n espai1ol es Coa, México, Siglo XXI ( 1990), 5ta. edición
tado prn·.J11lie 1 i'vlitchcll y.Jacq11c li11e Rose , 1.racl11u:ió11 de J. Rose. Nue va York, No non, 2002; la e dició11 revisada es Fl gmr 11u mr11P/1l11 larnr1ú1.110, Buenos Aires-México, Siglo
1985. XXI, '2006].
64 l.ECT l lR.\S S I NTO ~ LÍ.TI C \S Y l·L IN UAUORAS DE UISC:LIRS l\ 'lllAD LEC:TLIRAS SINTO MrÍ.TI C:AS Y FUNDADORAS DE DISCU RSJ\ 'IDrl.D 65

seminarios d e Laca11 , y auuque co11serva todas las acepciones re lacio- re pe Lir las omisiones d e Dupin y d e Lacan, d e quedar "e ncuadrad o"
tiadas que 1ie ne la palabra fra ncesa -clírnax sexual, delcilc excesivo, por sus tex tos aun cuando c reía esta r "encuadrando " a Lacan . Sin du-
pro piedad le gal-, ha rec ibido diversas i11flexio11 es por pari e ele co- da esto se podría aplicar tambi é n a Althusse r. Esta ve rüginosa espiral
me n !aristas diferentes. Bra11nst c i11 ha esbozado e l es pec lro compl e 10 ele com e ntarios que re insc ribe n un nive l anterior dentro de un cir-
del co ncepto y los usos diversos a los qu e se aplicajouissance c11 la lco- cuito d e muestra que la carta posee u11 a lógica propia, una lógica fun-
ría laca niaua , lo que nos ayuda a con1prc 11dcr de qu é 1n a 11 c ra , n1icu- dam e ntalme nte vin c ulada con e l In co nscie nte e ntendido a l mismo
tras que el concepto opone originalmente 11u dese o a 1ravé:s del ctial tjempo como conocimie nto oculto y co rno máquina d e escritura. Es
el s1~jc10 es 1nan:aclo por el lenguaje , dcse lllpeiia un a lúnció11 c 1da esta prime ra noción la que d e be mos explorar.
vez m ás c n1ci a l en los scu1inarios pos1 c riorcs. ¿l'roporciom1 la j ouis-
sance la base para la úuica ontología qn e el psicoanálisis la n 1ni;mo
adrni1c ? Pu es to que se puede hablar d e "jou.is.1a11ce l<.·111e11im1 ", ¿llay
mu c hos tipos de jonissanr:e o se prese 111a co rno una ú11ica s11stancia ?
¿C uá l es lajouis.1rt11ceespccífica cid síntoma qu e e n ocasirn1 cs uos ha-
ce aferrar a tau alto costo al lll ás paralizau1 e de los paclcci1nie11tos?
El concepto es especialllle nt e frn c tíícro en el 111ane jo de casos clínicos
(por ejeu1plo, e n la pa to logía d e la drng·adicció11) , pno Lt lit e ra111ra
provee otro <:<11npo privilegiado d e i11vcs1.igació11, al ofrecer otra prl'-
gu111.a provocadora: ¿e11 qué sc11ticlo pu e d e haber u11 ;1 s11bli111 ar ió11
cid goce, de la jo11issrwce?
La idea d e 1111 "goce sublilllado" debería forzan1os a 111irar de cer-
ca lo que Laca 11 tiene que d ec ir sobre la "carta" y las letras en gene-
ral , e 11 1a11to q11c proporcio11au uu bord e, 1u1 1n a rgn1 que c ircuuda
el agujero cró 1ico dejado por el goce. E11 a ná li sis d e Poe, d e Cid<' y
dcj oycc, Lacau es capaz de identificar la fün ción cs tn1C111ral de 1111a
carta que 11u11c1 lraiciona su co11tc11ido sino qu e ú11ica111c111c tb for-
ma ;1 b lógica libidi11al por la q11c el objeto es detcn11i11 ado. La lcct11-
ra ele Lac rn ele "La cana robada" d e Poe sigue sie ndo c111 blc111á t ic1
d e toda sn estrategia, que e s la razón por la cual le dio el sitio de ho-
no r c ua ndo la colocó co mo in t rod11cc ió11 de sus L!.r:rilos d e 1~Hili. Tc11-
d re 111os que revisitar la famosa co ntroversia que s11scit<Í la lectura de
Poe por Lacan. U 11os pocos a iios d espu és de la p11bli cació11 del Sc-
lllinario sobre l'oe, De rrida atacó a Laca11 c 11 dive rsos aspectos , iu-
du yc ndo el hecho ck qu e se hubiese arrojado a co11clusio11cs al pro-
clalll a r que el cirn1i10 de la carta se cerraría si e mpre sobre sí n1is-
1110. Co 1no Althusser, Derrida criti ca ba el "iclealislllo" de Laca 11
cuando tr;11;1ba a la caria co1110 1111 a alegoría d e l siguilicant c q1ic
si c mpH' cj e 1nplilicaría una verdad psicoan a lítica (pres11111a11w111c
red uc ida a la castración). C uando Barbara Joh11so11 sa li<Í <I cs<T11<1,
e lla lllostró cólllo la 11oció11 ele Poc d e 1111a c uasifreuclia11 a "co n1pul-
sió11 ele rcpc1ició11 " había obrado en el rnisrno Derrida , lúrzá ndolo a
L\ CARI A: DE SIGNIFICANTE lNTERCAMl.l l ADO A AGUJERO 67

5. LA CARTA: DE SIGNIFICANTE I N TERCAM BIADO Como usted sabe, estoy trabajando sobre la presu11ció11 de que nu estro me-
A AGUJE RO ca nismo psíquico ha te nido lugar mediante un proceso d e estratificació n: e l
111ate ri a l presente e n la forma de trazos de me moria se somete d e cua ndo e n
cuand o a 11n nuevo a rreglo co n acuerdo a circ unstancias re novadas, es, d e a l-
g una mane ra, transcrito. Así, lo que es ese ncialme nte nu evo en mi teo ría es
la tesis de qu e la me moria es tá presente no un a sino muchas veces, de qu e es
El sis1cn1á1ico é 11E-1sis ele Lacan sobre un "retorno a Freud" 110 debe- registrada e n dive rsas es pec ies de "signo". 1
ría enlcnderse como un eslogan ideológico, corno lo son la lllayoría
de los "rcton1os" a una vieja vcrsiún ele una doctrina, ni con1u 11n an- Lo ilustra con un esque ma que describe diferentes "transcripcio-
helo de pro111over 11n freudismo 1mís "puro" o "raclictl ". Es antes que nes" com o co nectadas pero distintas.
nada 1111a solicitud d e que los psicoanalistas franceses c 111piece n !t'ye 11 -
do a Fre ud. L1 i11111ició11 central d e Lac:rn postilla que si Freud es Id-
do literali11 e n1 c, los pri11 c ipales rcpresc n1ant cs del n1ovin1ie n1 0 que 11 111
é l f1111dú bajo el 11on1hre ele psico;1nálisis advcr1ir<'í11 que es lá habla11- Pcp. - - Pcp.-s - -lnc. - - Prec. - - - Cons.
clo sobre 1<>do del k11g11aje y 110 de "i11sli111os" o de "psicol ogía de lo X X XX XX XX XX
prof"illldo" cm111do sondea las evasivas profúnclidades del inco11scien- X XX XX X xz
lc. Allí yace la revcLtció11 de Lacan, 1111<1 noción que no <tl c-1 11zc) de
manera i11media1a sino que d e algún modo cristalizó a comienzos de
los aiios cinn1e111a: el l e 11gm~je y d inconsciente tienen 1111 ;1 cs1r11e111- El prim e r cs1ra10 está co nstituido por ne uron as ele percepción que
ra si'lll.ilal' (co11 lodos los 1m1k11tendidos que el lema "El inconsciente· registran co nc ien c ia sin guardar m e llloria ele e llo; luego vienen (l)
es tá esl n1c1 u rado rn111.o 1111 k11g1 t <~jc " puede i n1 plicar). La can, ade111ás , las ne uron as que registran las p erce pcion es, seguidas de (11) la se-
se propuso lee r a 1111 cierto Fre11d q11c cas i había d esa parec ido de los gu nda ree laboració n ele esos trazos ele tal 111a nera que devienen inac-
a11aq11clcs del psicoamílisis olicial. Prilllcro re leyó a a quel Fre11d que cesibl es pa ra la co ncie nci a, y pue d e n por lo ta nto ser llamados trazos
escribe sobre los chistes, los s11c1ios y la his te ria, u11 Frc11d q11e es to-
inconscientes. En (llI) las ne uron as d e la preco ncie nc ia inte rvi e ne n
mado e11 estado incipie nt e d e alguna manera , cuando i11ve111a el psi-
y ofrecen 11na "tercera transcripción" co n un énfasis e n las "im áge nes
coaná lisis a par1ir de las salv<~j es somatizacio11es exhibicbs por Lis her-
verbales" y vínculos con el "ego oficial" a nt es de que uno alcan ce la
m osas his16ricas de Viena. Lacan trata también muy seri;1111c111e con
simple co nc ie ncia.
el Frc11d 1ardío, el Frcml que escribe sobre el Sj}(llt11.11gdel s11je10, so-
Éste es e l modelo que Fre ud es taba e laborando e n su "Proyecto
bre e l análisis in1rrn1inabk , sobre el d esco nt c nlo e n la c111i11r;1, a11tes
para un a psicología c ie n tífica", de J 895, un rna n 11sc rito que le e nvió
de produ c ir una magnílica "novela histórica" sobre Mois(·s .
a Fliess pero que 1111nca se preocupó por recupe rar. Lacan co me nta
Si se exa mina n1ás de cerca los escritos t(·n1pranos de Frc11d , los
ese 1ex10 e n una cantidad de seminarios, insistie ndo siempre e n que
primeros lllodclos q11c se enn1cntran para los procesos inconscientes
con ti e ne e l mode lo más "c ien tífico" del inconsciente. De hec ho es el
se a prox i111aban a 1111a especie de "cscri111ra" psíqui ca o a 1111a i111erac-
texto m ás "m a te ria lista " de Freud, dado que esp era fundar la psi colo-
ció 11 de "t razos", 1111a noció11 qu e se podía e11con1rar ya e11 s11 obra
gía e n un a teoría d e procesos puram e nt e c uantitativos basados en las
"prc;111alítica" sobre la afasia, donde Freud postulaba la instancia de
diferencias e ntre lo que é l llam a las "neuronas <l>" y las "ne uronas lIJ":
cienos "pasajes" pasibles de ser inscritos, pero es su Carla a Flicss del
las "ne uron as <l>" son neuronas perm ea bles que pe rcibe n e l rrnmclo
(j de diciembre d e 189(i (a la que Lacan se re fiere con frcc11c11Cia co-
mo la Carta !'í'.:!, siguiendo la clasificac ión de los editores) la que pro-
1 Sigmund Freud, De aquí e n más abreviado co mo 01'. Obras 1:0111/1/das, t. l, Buenos
porc iona la rorn111l ac iún 111 ás clara. Aires, Amonortu, 1976.
2 ()/', p. 174 .

llílíl
68 L\ C\JffA: LlL SIGNIFICANTE LN lERCAMllL\üO .\ ,\(jl 1.JERO l .\ CARlA: DE SIGNIFICANTE INTERC:AMLIJADO A AGUJERO 69
e xterior, 1nic11tras q11e las "neuronas tp" re ti e nen trazos o huellas de que no e xiste e n franc é s pe ro que tan sólo invie rte las sílabas de "lit-
e sas p e rccpci011es.3 La m e moria está re presentada por un proceso de térature".
Ba!tn11ng -lit eralrne11te "abrir el paso" y "vincular"- que co11ce1a
cie rtos tipos d e "neuronas lIJ" ( OJ->, p. 361). Esta palabra pu e de se r certificada por e l dicc ionario etimológico d e Ernout
Frcud parece habe r abandonado bastant e pronto ese desvío espe- y Meillet: lino, lilura, litura·1ius. No obstante me vie ne de un jue go de palabras
culativo, sin duda por razo11 e s co111pl <=:jas, pe ro sobre todo porque se que, es algo qu e sucede, cobra se ntido a través d e su inge nio [de cejeu du. mot
estaba su111 e rgie11do en el doble proyecto d e l "libro de los sue1ios" y rlonl il arrive qu'onfasse esprit]: habiendo ve nido el anagrama a los la bios, y la
sus notas sobre los "chis te s" y e l inconsciente. No obstante, para La- permutación a mi oído.
ca n, és te constituye 1111 te xto crucial al que re gre sa una y otra vez, y Ese diccionario (éc hen le un vistazo) da un bue n augurio a l pe rmitir e l
lo vemos asomar en la noción d e la "Cosa" en el Seminario 7, 11n punto de partida (partid a aquí significa partición) qu e adopté e n e l equívo-
concepto que viene dirccta11w11tc del l~'ntwur/ Lo que esto significa co d e .Jo yce cuando é l Uarnes.Joyc e, digo ) se desliza ele lite leller [l etra, carta ]
para Laca11 e s la idea de lllla "antiescritura" del i11conscicntt' , sobre a tite filler [lit.e ra, basura, hoj a rasca, d esa rreglo], traduzco, d e una ca rta a la
cuyas bases puede establecerse la poste rior bilúrcaciú11 del habla y basura_ !)
la e sc ritura. El inconsci e nte es f11ndam e 11tal1n e nt e escritura , y la ha-
te ría de e sas inscripciones arca icas an tecede a la pri111cra i1111H-rsió11
El e stilo tardío d e Lacan se po11e e n evidencia aq uí: los jue gos d e
del 11i1iu en el "ballrnce o" de sig11ilicallt.cs q11c sig11ilica11 a nwdi;1s y
palabras y c reaciones ve rbal es que abundan (por e je mplo, se refiere
q11e Lac lll llallla laltu1g1.w 1se trad11cc a l espa1-1ol colllo "lak11gua " 1. L1
a la se 1iora McCo rlllick, presunta benefactora deJoyce que había im-
transferencia con otros seres hablanlcs co1ne11zarcí si11 elllhargo con
pue sto una con di c ión pa ra su crédito, es to es, que é l d e bería consul-
e l lado oral del lcng11aj c, q11 e es 1a11 1bié11 e l elclllcnto q11e el psicoa-
tar co11 J ung, como su "messe-haine", qu e combina "masa" y "odio" en
n;ilisis cxplo ta pri nci palm e n te .
un m ece nas basta nte significativo pero odioso, que implica que uno
Freucl cl esarrollú esta equivalencia e 1llrt: el inco11scie111 e y la escri-
debería "to rnar" un psi coaná lisis com o se torna ría una ducha ... ), m ás
tura en una cantidad d e textos , el 1mís famoso ele los cuales es pro-
el estilo altamente alusivo crean una textura de al usion es rica e idio-
bahl e rn e 11 tc su 11ota sobre "El block 111aravilloso ", 1111texto11111y bien
sincrásica .
comcn1aclo por De rrida en La e.1·critu ra y la diferencia. '1 El eq11 ivak11 -
Al anunciar la confrontación siste máti ca con .Joyce ele unos pocos
te d e l ensayo de Fn:11d sobre el in co nsciente presen1ado como 1111
ailos d espués, Lacan es tá siendo autorreferencial e n e ste texto, pue s-
taco de "cscrit11rn y borrado" se e ncu e ntra e ntre los textos d e Laca11
to que no deja d e re mitir a sus lecto re s a l se minario sobre Poe , un
e n 1111 curioso ensayo sobre la literatura, o rncís bie11 sobre las k1ras
e n sí. "Lit11ra1crrc" es un texto bastante difícil que hic escrito para seminario e n e l que, sus seguidore s fi e le s no lo h a brán olvidado, se
un número espec ial sobre "Literatu ra y psicoa11cílisis" de 11rn1 ¡rnbli- refirió al agrupam ie nto d e Joyce d e apóstoles literarios alrededor d e
cació11 trim cst ra l ll alllada, de man e ra por demás auspiciosa, J,i1tá11 - sí: "JI /,etter; a litter, una carta, una basura. En el cenác ulo d e Joyce se
tun'. El texto de Lacan tiene el lugar d e honor: abre e l vol11mcn y es- jugó e l e quívoco sobre la homofonía d e e sas dos palabras en inglés."t:i
tá i111prt·so en 1111a tipografía rnás espaciada que los ensayos que lo
'• Jacqu cs Laca11, "Liturate rre", / ,illh11111.u uúrn. '.l, París, Laro11sse, 1971 , p. 3. De
siguen . S11s pri111t~ r<1s líneas lller;1111 e n1 e glosan la surprcndcnle pala-
aquí e n n1;is abreviado t:o1no / , [e xiste a l me nos una ve rsi ó n e n es pa1-1ol: "Lituratie rra" ,
bra <¡lle 111iliza corno título, "Li1.11rate rre" 1Lit11ra1i erraJ , una palabra l'mt-d1110, ll'11isl11 tl1' /1simm1tí.!isis, IHÍlll. 12, abril d e 2001 , p. 53 ss., que no he mos cote;ja-
do (T.)J.
1'· %0.
:1 ()/', liJacq11 es Laca 11, Se111i11ario so bre "La cana robada",.John P. Mull e r y WilliarnJ Ri-
1JacqIH:s Derr ida, "F1n1d ami tli c sn·11 e ol wri1i11g" , Wrili11g 0111/ l!i//i'm1u•, 11:id11c- chardso11 (ed ito res ), '/!11' F11doi1ll'll l'or: l.11utu , J),,.nida f/.I/(/ hy1hoa1111.lytú· lfnuh11g; l3alti-
ció11 de i\b11 llass, Cliicagu, TI"' LI 11ivnsi1y uf C liicago l'n:ss, 1978, p. 1'IG-2'.l1 l "Frc11d more ,.Joh11s 1-Iopkius U11ive rsity Press, 1988, p. 40 [Fsnilos /,"El serni11ario sobre /,o
et la sce 11c de l' ~'.niu1re", J,'('11ilim·,,1 /o dilf;;,,,,,,.,,, París, Sc 11il, cokcción 'fr l Q •wt , 19tí7. u1.rl11 mlHu/11", Mé xico, Siglo XXI , 2003, pp. 19-20 J. U na 11 ota al pi e e n el texto d e La-
En csp; 11-10I: "Frc 11d y l;i "sce na d e la "scri111ra" , / ,a 1'.wTil11m y la ili/i'"'11rio, trad11 cc ió11 ca n e nvía a su s lecto res <l Sa 1nuel Beckeu y otros) Our txa111i11alúm HJ11nd /úsfat1Uiu1.-
de P. Pc 1-1alve r, Ba1n'luna , An 1hrnpos, l 'l8\ll. lion. for i11rauúnalim1. <f worh in ¡nop,ress; sin otra precis ión, p e ro uno pu e d e pre su1nir
70 1" \ C. \lffA : IJJ:: SIGN IFICAN T E IN TERC.\Mlll.\DO ,\AGUJERO IA CARfA: DE SIGN IFI CANTE INTERCAMBIADO A AGUJERO 71

La a l11 sió 11 a 1111 juego de palabras rec11rre11te en Fi.nnegrws Wal<e o tros te xtos d e Poe d eclara aquí qu e su limpie za domésti ca ti e ne u11 límite. )
("Thc lcllcr! The littcr!")7 o a 1111a serie d e chistes pragin áticos e ntre / / Ta mpoco mi propio te xto pod ría se r resue lto por mi a u tobiog.-afia: por
los disc ípulos d e .Joycc -se recordará e l últi1110 texto c11 Ow exrwú11.rt- ej e 111plo po r e l a nh e lo qu e re ite ro d e ser le ído po r fin co rrec tame nte . Pues,
tio11 .. . til.lllado "A lit te r" (lo Mr. Cnrn 's Choice 1 "al Sr. Gcnn 's Choice", puestos a pe nsa rlo, habría qu e d esa rro lla r lo q11 e yo digo qu e la ca rla aca rrea
va le d ec ir, "a elecci<Ín del ge rni e n del seiíor" 1) y firmado por Vladi111ir de ral sue rte qu e siemjne a lca u za su d estina c ió n. / / Es se guro qu e, co rn o sie m-
Dixo11- 8 se1-1ala fu111ras cvocacio11cs d e l cnnte11lro de Ltn in conjoy- pre, e l psicoan á lisis reciba d e la litera tura u11 a co nce pción m e nos psico biográ-
ce e n el se min a rio de 1970-1976 q11e exarni11aré c 11 el capí111lo 10. lica in c luso c ua 11do toma a la re presió 11 co rn o su principa l reso lle .
La pri111cra ol>sc rvac i<'í11 1101ahl c d e Lacrn en eslc texto l ' S 1111 a l.<l- Pa ra mí, si yo propongo a l psicoa mí lisis la idea d e una ca rta e 11 sufri111i e n-
q11c d e vastador a las lecturas psi coa 11 a lí1i cas d e en101iccs. to, e s porque ésta mu estra su prnp io fracaso. Y aquí es d o nd e a porto a lg un a
lu z: cua nd o invoco la ilustrac ió n , d e mu es tro dónde hace un agujero. Es to es
En cuanto al psicoamí lisis, el hec ho de qu e se e11n1e nl1c adlt e rido al Fdipo no bi e n sabido e n óp tica , y es lo qu e apu nta la la recie nte física d e l fotón .
lo califi ca c 11 1nodu alg un o pa ra !t all a r su suslc 11lo e n el lcx lo d e Só focles. l .a Éste es rn1 rn é to d o por e l c 11 a l e l psicoa 11á lisis po d ría justifi ca r mejor su in-
cvocaci6 n !tec ha poi· Fr('lld d e 1111 lex lo d e Dostoievski llO es suli ric nl c para ase- trusió n: para qu e s u críti ca li te ra ri a pudie ra rea lme nte re n ova rse, se ría d e bi-
ve rar qu e la crít ica lc xli1al , !tas ia (' 111 01HTS 11n colo d e: caza rcsc 1va do a los ;1ca- d o a qu e la p rese nc ia d e l psicoamí lisis fu e rza a los textos a m e dirse co n é l,
d é111i cos, lt ;1ya recibido 11i11g1í11 ;i ire fr esco el e pa1w del psicoa ná lisis (L, pp. :\_11) . pueslo qu e e l e nigm a pe rm a nece d e l lad o d e l psicoan á lisis (L, p. 4).

Dis1i11g11c lt1 cgo el tíllllo "ir<'í1 ti co" qt1c dio a s11s l c\n'ilos de c11a l- Re gresaré muy pronto a l concepto ele la le tra como uu ag1 üe ro. Lo
qui e r i1tlc1110 hecho por psi coa 11alis1as lit eratos d e i11volt1 c rarsc co11 que me g usta ría se 11alar a hora es la negativa te 11 az de Lacan a reducir
la litera lllra ; d esde l11cgo , 1i c 11 e11 d e rec ho a hac e r lo , pero sus jui- el se 111ido de c11alqllie r te xt o a lllla "limpi eza" psico biográ Cica (con lo
que la non nativizació n impli cad a q ueda denunciada) y la d ec isió n d e
cios no adq11 irirá n 111 ;ís peso a ca 11sa d e s11 profesión . Si11 e 111ba rgo ,
alzar la lit e ratura a Sil dime nsió n e nigmátjca, e sto es, lee r sus parábo-
rec uerda L1 d ec isió n 1áe1i ca de ;1hrir los .Fsnilos co 11 u11a lce111ra dd
las lo m ás lite ralme n te que se a posible a Ci11 d e d ~j arlas habla r d e l de-
CllC' nlo de Poe , y re visa los pri11 c ipa lcs cle1ne11tos d e su i111crprcta-
seo, del goce y d e la sublimac ió n y fi 11alme n te tocar e l corazón de l ser:
ció11 (regresaremos sobre es te as 111110 e n el próx imo ca pítul o). La-
sie ndo que e l ace rtijo fllllcl a rne 11ta l sig11c si e ndo "to be or not to be"...
ca 11 ha cn l ~11iz a do la curiosa falta d e conl e 11iclo ele la "carla ro bada ",
U n a tisbo a las refe re nc ias d e Lacan p ued e ilumina r sil n oc ión
dis1i11guiclldo la car la d e l sig1 1i!ü:a 11t e que ella acarrea.
a pare 111e m e nte audaz d e que la "lite ratu ra" co nsiste e n ag1üe ros y bo-
rram ie n t.os. En latín, la forma plura l literae significa "escrito, e pístola,
Mi crí1ie<1, si llll e dc lla 111 ;írsc la lite raria , sólo pue d e apoyarse (('spl'rn) c 11 lo
lite ra1.11ra" , mi e ntras que lileratura e n singul a r significa "esc ri tura, gra-
q11 c hace de Poc 1111 escrit or c11 a 11do 11os e ntrega se n1 tj a 111 c 111 c 11sajc soh rc la
m á tica, apre ndizaj e , lite ra tura". No obsta nte , e l origen d e e ste últim o
ca rt a. ( :lara111n11 c, si {· I 11 0 n1 c 11t a ésta e n sí, no se trat a d e 1111 <il'k:no si11u d e
susta ntivo provie ne d e un ve rbo, lino, cuyos se ntidos son contradicto-
1111a crn1ks ió 11 de lo 111ás rig 11 rnsa. // No o bst a 11te se 111c ja 111 c elisió n 110 po drí;1
rios, pu e sto que invoca ya sea "yo unto", "yo cubro" o "yo borro". Co-
se r cl1 1c id;1d<1 por ;dg11na ca rael c rísti ca d e s11 psicu1Jiogra l'í;1: 111;is bien Sl' 11 os
m o Freud lo i11d icó e n un fascill a nte e nsayo de 1910, "Sobre e l se nti-
prcse 111 a hluq11 cad a. (Así, la clase ele psicoa mílisis q11 (' It a li111piad o iodos los
do an 1i1.é 1ko d e las palabras primitivas'',c¡ las raíces m ás an tig uas ele
cualqui e r lcng·ua, d e sde e l a n tig uo e gipcio hasta e l ale m án o e l i11glés
q 11l ' l.; 1 c; 111r<'Cll('nlab1~11lin1a "c; 1r1 a'' <' 11 <.·sus ('llsayos c r í1in.)s [l~1. c diciú11 c u csp;11-1ol ac tua l, co ntie n e 11 "se ntidos autitéticos" (en ale m án , por ~j e mpl o, se
re pon<' esas ¡>rec isio11es: Shak<'spe arc a 11cl Co 111pa11 y, 1~ me d <' l"Od(·u11, l'a1 ·ís, e ncue nt ran vínc11los e ntre Stim'm e l_ voz l y stum:m [mudo ]). La lite ra tu-
1~)~!)J.
' .J;t11H·s .Joyc<', Í'/ 11111:!.!Jlll S M1o/(I', Londres , Fabl'r, 1q ~{~) . p. 9:{ [_l·'i11111'p/111s M1okr, trt1duc-
ra p e rtenecería a e sta curiosa catego ría, a l m enos e n la me dida e n
ció 11 d<' Víno1 Poza11co, Barcc.:10 11 <1 , l .u11ie11 , l C)<):l I.
K Sa lllu c l Bcc ke tl y Olrus, ()11r 1'.%.'t1111iJJolio11 10u11d lús.Ji11"1Ulrolio11 fol' i11u1111 i1111 lio11 '!/ ~1 Sig mund Fre ud , "So bre e l se ntido a 11Lité 1ico de las palabras primitivas", Ohms
1oork i11 ¡nog11'.1s, París, Shakcs¡)('are ;111<1 Co. , 1929 / L.o nd n ·s, F<ibe r, 1')7~, pp . 1~) 3- l~H. u1111.jJ/f'ltH,Bue nos Aires, Amo rrorlu , l CJS!"i, vo l. 11.
72 L\ C.-\RL\: LH:. Sl ( ;N lfl C:ANTE l NTERC.\Ml\l.\DO .\ ,\(;l.1.Jl·: RO L\ CARTA: DE SIGN IFICANTE I NTERC:AMl\IA.DO A AGUJE RO 73
que sus raíces 1ios su111ergen e n 1111a image n dividida: vc 1oos un a 1na- es tilo ze u y la procesión d e formas puras que vio por todas pane s e n
no c ubrie ndo co n ce ra un taco o c ua lqui e r supe rfi cie absorbente, Japón, Laca11 está m ás adve rtido del hec ho de que las letras n o a pun-
mi e lllras que la mi s111a mano , 11 o tra m a no, estará bo rra 1Hlo e l taco a tan a un a superfi cie puram ente vacía d e aparie n cia sino a un ag1üe-
fin de qu e pueda registrar o tros sign os. ro e n e l que puede acechar e l d e le ite de l tipo más excesivo.
A 111 c dida qu e Laca n rastrea la im age n , lileratu. m co111 0 signifi- Lacan re torna a ese texto, cuyas imprecisiones se1iala e n su Semi-
ca nte nos ll eva 111ás cerca de la palabra latina liti1.s, una IMlabra qu e nario 20. Esto es lo que añade, cuando elabo ra la "soledad" d e l "Yo"
ti e n e difere nt es sentidos: co1110 s11st a 111ivo, e l auo de 1111t <1r o u1brir habla nte :
una superficie; como parti c ipi o, el mismo sentido q11e li'llo; c01 110
sllsta11tivo , lil1ts, litoris, el "lit o ral " o cost a, o incll! so e l lín1i1 c de 11m1 La sole dad, e n rnptura d e l sabe1; 110 só lo p u ede escribirse, sin o qu e ad e 1mís
tierra. "Liter;1t11ra" genera por lo tanto un clobk juego el e pa la bras: es lo qu e se esc ribe po r exce le n cia, pues es lo qu e de un a rnplura d e l se r d e-
sugie re ta nt o las kt ras co nw su borradura ( 1111 juego de palabras j a hu e ll a .
qu e es 111 ás obvio e1 1 franc és, piles uno sic 1nprc pu e d e oír " ml11.11l ' Eso dij e e n un Lexto, no sin inipe rfeccio nes c ie rta m e nte, que ll a m é Lilum.le-
-bo rradura o tachadura- e n e l signifi ca nte mi s1110) y 11n límit e o rre (lituratie rra)_ El 'fl'Ubarrón del lenguaje-expresé rne La íó ri ca me nte - !tare es-
bord(' d e 1111 te rritorio que alcanza su lí111itc , ya sea el nrnr, un abis- oüu.m. ¿Q ui é n sabe si e l hec ho d e qu e podamos leer esos riac hu e los qu e yo ve ía
m o 11 o tro te rrit o rio_ U n a topografía e nt e ra111 e n1 e 1111eva , ba s<td a e n cub ri e ndo Sibe ri a como hu e lla m e ta fó ri ca d e la escritura no se lía -obse1ve n
11n via je a.Japó n c u e l c urso del ci 1al plldo admirar la ca li grafía es- qu e e u fra ncés li a r y lee r, lier y tire ti e ne n las mismas Je t.ras- a a lgo qu e va m ás
pecífica del lrnlirnuJ110 y ser inspir;1do por la ll11vi a y bs llltbes vist<1s all á. d e l efi:~Clo d e la lluvia, y qu e e l a 11illla l no Li e ne la m e n o r o portunidad de
desde 1111 ;iv iún , unerge en el ensayo de Lacan . lee r co m o ta l? 1O

El 101-rc 111 c 1mis.l!'lln11mtl es 1111 lro ¡wl d e carac terístic as li eclio del illlpac lo ori- Lacan ex pli ca luego qu e es te vínculo d e be ría e ntende rse como
g in a rio y d e lo 411c lo lm rra_ Colllo digo: es del co11j11nlo de a lllbos qu e ¡·111crgr d e m ostrac ió n d e que e s co rre cto un "id ea li smo" que "es d e la in-
el s11je1 0, pe ro c11 <111do d os lllOlllCJ ll os t·s1<i 11 1ildadus. En1011ccs 11no licm· q11c cumbe n c ia d e lo imposibl e d e in scribir la re lac ió n sexu;il e ntre dos
dis1in g 11ir la borradura. / / La i>o rrad11 ra d e nin g1í1 1 1razo qu e hay<t po dido <'S- cuerpos d e sexo dife re nt e". 11 Esta esc riUJra toma e nto n ces la for m a
Lar allí a 111 cs, ¡·s10 f'S lo q11 e hace del li 1ora l 1111a 1ic rra_ Pura /it11m, ¡·s lo lit era L de un simpl e nudo , qu e "tie ne todos los caracteres d e un a esc ritu-
Produc irlo signific<1 re pruduc i1· esla 111i1 ad co n un par d e l que e l s11je10 d esc ie n- ra, podría ser un a le tra" _12 Esta le tra se vuelve más y m ás inclu siva,
de. -fa ¡ es la lia z; 11i <1 de la ca ligra fía _ 1·-·1 // Enlre cenlro y a us¡·1wi;1, ¡·11 lrc co- hasta e l punto d e que pu e d e ligura r e l tré b o l de la Trinidad. Ya e s-
n oc i1nie n10 y goce , hay un lil o ra l qu e sólo se vuelve lit.e ral po npt l' ¡·sic giro pue- tarnos en e l dominio del nndo borrom e o, c uyas vo lutas panicular-
de sn adop1;1d o de manna idé nti ca po r todos e n cualq11i e r 1110 1nc 111 0 (/ ., Jl- 7)_ mente grácil es pue d en mostrar sin palab ras e l e nigm a d e la no-re la-
ció n se xual.
Aq uí, el L<rno de la 11ic<litaciú n sue n a cas i heideggeria 110 c 11 s11 an- La le tra, ya sea "romana" o "grie ga ", o incluso e l bucl e d e un ara-
he lo d e conj11gar el "c ielo" y la "tie rra " e n u11a teoría de la letra co- besco, circunsc ribe los bordes d e l ag1üero que e l goce ha clt:jado
1110 constitutiva d e l suj e to h111n a 11 0 y d e la sex ua lidad co1110 1111 todo : abierto, y que luego el sist e m a simbó lico h a cerrad o _ En este punto,
el tex to co11cll1yc con 1111a e nigm á ti ca referencia a 1111 "cs t;í esc rit o" para evitar sum ergirnos d e masiado pronto en e l tonuoso laberinto
qu e a p1111talaría la rc lació1 i sexual. 'fa111bi é 11 se refiere a la tra11s fó r- del estilo ta rdío d e Lacan, se necesita por cie rto un a ilustrac ió n : e l
11iació 11 del co11ocimic1ito l lu1 mufr,dp,e l c 11 goce "a través del borde del 1m:jor ejemplo se rá e l ofrecido por la e lu cidac ión d e Lacan sobre
abi s1n o 1110/e, edg1d t' ll knowl-edg,t." (L, p .!>) _ B11c11a IM r tc del e nsayo And ré Gide , lue go de q u e e ste último lamentara la d estrucción d e
ofrece 1111 n·n1e11to ;-1cc krad o del vi <üc de Laca 11 a l.Japón y se prese n-
ta por lo 1<11110 c01110 1111a cspn:ie ele a nti-U i111jJnio dr los sig11os, t·s10 10 Se111it1a.ri11 211, /\ úu. l 'J72- l'J7J. Bue nos Aires, Paidós, 1989, pp. 145- 146.
es, una crí1ica d e la admiración de Barthes por la caligra fía y la cscri- ll lhid11111.
t11 raja po11 esa_ Mie nlras que Banhcs e logiaba e l vacío de co nt e nido 1 ~ thidr.111, P- 148.
74 L.-\ C\RT I : UE SI GN I FICANTE I NT FRC, \~lllL\IJO .\ .\(; l IJFRO I r\ CA.RT,\: DE SI GN IFIC-\NTE I NTERCAMBIADO.-\ AGUJERO 75

su correspo11de nc ia por parte d e su es posa Madelei ne. l Iay dos tex- materia de su novela de la vida d e l a11 1or, pe ro esa mate ria sólo apor-
tos sobre Gidc: u110 d e ellos es una larga secció n d e dicada a la ''per- la material e n bruto, y el sentido de la obra o " mens~je " puede esta r
versión" en d Setn inario d e l 5 d e 111arzo de 1958 co 11sagrado a "Las f"undado e n e l engaíio o la falsificación.
formacion e s del inconsciente'', e l otro es un a reseüa detallada de
dos libros sobre la vida de Gide, La j eu.uesse rl '1t11dré Gúle d e Jean De- Sólo impo rta, e n efecto, t1na verdad qu e reside e n lo q11e condensa e l men-
la y y J\.fodelfiue el ¡\ 1ulré Gide dej ca 11 Sch lumberger, 1~l u 11 e nsayo- rcse- sa je a l deve la ri a. Tan poca oposic ió n hay e ntre esla Dichlung y la Wahrheil e n
1-ia que Laca11 p11hlic<Í cu el 11 úmc ro de abril de 1958 de C1itú¡ue. 1::s- su desnudez qu e el hecho de la operación poética debe !llás bi e n hace rnos
1e es e l e11sayo más espccílica111cn 1c "lilerario" q11 e había de ser pu- dete ner e n un rasgo que o lvidamos rea lme nte de veras: es una operación qu e
bli ca do e n l~'scri tu.1, y como 1al d cbt·ría atra('r tttt('Slra atc11ci<'í11. Su se reve la e n un a estructura de fi cc ió n.1°
sub1í11tlo es 1111 buen indicador ele lo que cslá. enj uego en C icle: ' . J11-
ven1ud de Gidc o la letra y el d('seo. " 14 Y Lacan cita a Cide cuando se ríe de la insipidez y la ümidez de
La rcsciía c rítica ri11cl e homenaje a la c 111itH't1cia dcjc <Ul Dclay co- Gonco11rt por pensar q11e n ecesita "la prueba por lo real" d e todo
1no psiquialra y figura lit eraria micn1ras que 11ialllie 11c 1111a 1m1yrn· re- cua1110 escribe. 17
serva en lo qm· rcspec1a a l li bro de Sc hlumbcrgcr (cnyo prnpc'>silo cx- Lacan se co nce ntra e n realid ad en la inleresant.e fa ll a qu e m e n-
plíci10 es corregir el retralo de Maclclei11e por parle de Gidc). Aun ciona De lay ya e n los agradecimie ntos: la a use ncia d e toda la co rre s-
cua 11do L1can no cunuie rcla con la in1.c11ció11 conksa de la "psicobio- pondencia e ntre C icle y su esposa. ti advierte con una extraordina-
graría " d e lklay, reconoce que al explorar en prnft111didad u11 tenia ria precognic ión e l surgimiento de lo qu e todavía no se llamaba en
en panicular, Cicle pued e asir la m é d1da 111is111a del ser, arrojando Francia "crítica genética", la esc 11e la c rí1ica que ha dominado los úl-
1111a nueva lu z sobre "la 1elarió11 del lunnbm cou la /r/ m". 1:-, l .os dos volú-
1imos dos decenios ele ese siglo y qu e toma al "borrador previo a la
111 c1ws 111otnu11 e n1alcs de Dclay d e dican unas 111il trcscicnlas páginas publicación" corno su principa l o~jclo. Él ve e n e l li bro d e De lay la
a la vida de G ide cn lre 18Vl y 18!Eí, pero i111e111an proporcionar 1111a
promoción de es tos "pa peles íntirnos" IS al es1atuto de síntoma li1 e-
clave de la ca rrera c 111 era del nov('lis1a y cnsayis la fra11c(·s. Al recono-
rario. La complace ncia y la deferencia de Lacan son limi tadas, pero
cer que esa empresa tuvo la colaboraciú11 del propio Gide y de su Et-
s11s fl echas se ven suavizadas por una estilización capciosa y sut il.
111ilia , que ¡rnsieron a disposiciún toda sucrlc de clon1nH'111os y ca rlas
U nas pocas páginas más adelante, a l11de al modo en q11e la reco nsli-
privados , Lacan i11 voca los 111odclos de Boswcll paraJoh11sot1 o Ecke r-
tución psi co lógi ca de Oclay ofrece un "ma1rimonio de la psicología
nia11n par<1 Goclhe, y lirn1lt11c111t· recue rda a sus lec1orcs el ht·cho de
y de la le 1ra" a la que atrib uye e l eco d e "un tíuilo de Blake" -en ob-
q11 e Sai11tc-Lkuvc, el gran cscriLOr del siglo XIX que había hecho de b
via al11sión al Matrim.unio del Cielo y el lujzerno-- lo que finalm e nt e
crí1ic1 biográfica su especialidad (lo que provocó e l indig11ad o n·cl1a-
tiende a confirmar que la le tra domina e ntera m ente a la psicolo-
zo de l'roust c11 Conlff Sainte-He1111e, que dio lttgar de ese m odo a l pri-
n1cr borrador de 1oda la Redu:n:/u~) 110 ha rnuerlo en los círculos li1 c-
rarios f'ranccscs , ni 1arnpoco su credo htndan1e111al: la cree nc ia d e 11> lhii/1•111, p. 722. [La Ind ucc ió n a l in glés c¡11e cita e l a uto r dice : 'The re is so litt le op-
q11c u110 pudría escribi r u11 a "historia nalural d e los espírillls" basada position betwee n this l>irhl1111gand the Wflh. dwil in i!S bare ness, that llu' .fúri o/a /)(li!lir 0/11,_
111firm slw-ultl rt1lh.rr ln'i·11~ 11s IHu:lí lo aji-'11/.1trtJ tha/. isfor¡.!,ollnt oboul l'IN'IJ lntllt., 11t11m1~y lho/. ¿.., Jnn-
c11 pri11cipios cic 111ílicos (/e', p. 72 1) .
d11rl'<I m lmlh (c¡u 'elle s'ave re) i11 11 slmr/1111' o/ji1'/io11." Re tradu zco a l espa1iol lo c¡ue he
Si11 co n tradecir cot11ple 1;1 111c111e csla nociún , Laca11 la ca lifi ca: has- 1ranscrito e n bastard illas: "e l hec ho de una operación poética d e be ría re rnitirnos 111<\s
la el <jc111p lo de Prnusl 11rnes1ra q11c dilfriltncnl e se pued e scpar;1r la bien a l rasgo o lvidado ace rca ele tocia verdad, va le dec ir que es produc id a co rno verdad
(q11'd/P s'11.1//;11c. qu e se verifi ca. qu e se revela) en una esl rnctura de ficción " (T)J.
17 lliidm1, p. 722, n. 4 .

1 :~ J t·; 111Schlnrnbcrgl·r,1\l rul1·ki11r1 1 / /\ 111/u~ (,'idr, París , (~alli111;ird , !~):) () , y .Jt.';111 Dc l;ty, IH Aquí seguimos a l traductor d e los Fsrrilos al cas tellano, To111;\s Segovia, que tra-
l .fl ¡r11111·s.vi/',\ 11il11:(;¡,¡"· París, C<ill i1 11;inl, vo l. 1, l'l5G, vol. 2, l ~lr>7. duce sie rnpre "escritos ín1irnos" a ll í donde Lacan escribe , e n ocasiones, "J>rils inli1111'.( ,
11 1·:.v ·1il11., 2, pp. 71 'l-7-13. y e n otras " jw/.its /H1/1i1' n". pe que 1ios papeles o pa pe les rnenores, y c¡u e e l autor traduce
¡,-, lli itlr111, p. 71'). al ing lés, rnu y atin adarne nle, por "liule papers" [T.].
70 L\ C.l lff.\: DE Slt;NIFICANTE INTERCAMBl.\IJO .\ ,\(;L 1.JI-:RU IA CARTA: DE SI GN IFI CANTE INTERCAMBIADO A AGUJERO 77
gfa.19 El propio lklay, aunque no ignorante del psicoanálisis, se ha bía un "amor místico" basado e n la re nuncia sexual que é l podría
n ega do a producir 1111a obra de "psicoa nálisis aplicado", una ex pre- compartir con una compai'iera r1111y religiosa, p e ro el m a lrimonio 110
sión qu e siempre adopta con110laciones n ega tivas b;~jo la pl11111a d e consumado Luvo su costo con una Madeleine que iba a ser mant:e ni-
Lacan. Lacan comenta: da e n la oscuridad con respec to a la verdadera sexualidad de su ma-
rido. En Et n:unc rnanel in te, Gide documenta lo e nvejecida que llegó
1\111.c todo recl1cl'l.a lo q11 e e sla calilicació11 abs11rda 1 psicoan á lisis ;1plicadul 1ra- a verse e ll a, ¡a l punto que a menudo los confu ndían co11 una madre
d11cc a cerca d e la co11f11sió11 q11 c reina c11 ese paraje. El psico<111 <í lisiss6l osc <ipli- y su hijo!
ca, en sc 111ido propio, corno lrata111ic11Lo y, por lo 1a1110, a 1111 s 11je 1.o q11c h;-1hL1 Mientras que la psicobiografía de Delay se ocupa de todos los ele-
y oye. h 1cra de este caso, s<'ílo se p11cdc 1ralar de 111é1odo psic0<1míli1 ico, ese 111<'- mentos diversos que contribuyeron a esa unión fatal, Lacan se con-
todo q11c procede al dcsc it"rarnic11to de los s ig 11ilica111cs sin co11sidcracio11cs por centra e n un e pisodio cruc ial que ocurrió e n 1918 corno consec uen-
11i11g1111a prcs111rnes1a form a de cxis1c1H·i;1 del sig11ilic1clo.W cia del e ngaúo: la decisión de Madeleine de quemar todas las ca rt as
de G id e a e lla después de que é l se marc hó co n Marc, un joven a mi-
Al alabar la hrn1estidad y el rigor de Dclay e n el 111é toclo que sigue , go, para Inglaterra. La reacció n d e Cicle ante esta pérdida fue casi ex-
Laca11 concluye que e l biógrafo es ca paz de exponer Lt "cs1r11cl11rn cesiva: estuvo llorando dura11Le un a semana entera, sintiendo que era
111isma cid s11jc10" que e l psicoanálisis ha delineado. Por lo dc111ás, el como si hubiese perdido un "hij o". "Estoy sufriendo como si e lla hu-
propio Cicle habí<1 sido in1rnd11c ido -bn·vcnH·ntc- t'll el psicoaná- biese matado a nu estro hijo ."22 Lacan compara e l gemido de Gide
lisis, y ;111n si se 1m1nlc11ía irónico o escC:p1ico (habría lblllado a Fr<'11d con "el de una h e mbra de primate golpeada en el vientre"2'.I como
''idio1a genial" y br0111cado sobre 11ua "oLt de cdipcn1ia") sus obras eq uival en te al boquiabierto ag1úe ro qu e su esposa ha excavado e n
dc11111 estra n las compk:jidades de la sexualidad h11n1a11 <1 co n 1111 raro e lla y e n é l. Madeleine había admitido que esas canas e ra n lo que tu-
candor. vo "de más precioso", puesto que a menudo Gide le h abría escrito
Su ambivale11cia co11 rcspeclo a s11 11111je r es reco1wcida de u11 1110- diez páginas diarias, y esto desde que ambos eran adolescenle s, todas
clo cas i i111pacta111c c11 el 1ex10 qu e Cicle p11blicó d espu és de b 11111lT- las cartas, a las que los dos te nían acceso , lle naban un amplio estan-
te de Madelcinc, Et 1ni:r1c 11w11.el i11. te.2 1 El c11 igllla qu e Laca11, co1110 le en 1111 a rm ario ... Pe1·0 d e acuerdo con e l re lato de e lla, "tuvo que
Dclay y Schh11nberger a111es que é l, !rala d e expli ca r es e l ohs1i11aclo hacer a lgo" d espués de que é l la d ~jara co n un amante a fin df' no
d eseo d e Gide de casarse co n 11na pri111a d e más e c.lad , que cm co1no volverse loca o morir.24 Más adelante Gide comenta irónicam en te su
1111 <1 ltcn11a11a para él, alguien a quien además qu e ría pro1egcr dd cs- propia infatuación con esas cart as, d espués de h aber escrito: "Quizá
cá11dalo scx11al (producido c11 panc por la madre de la prima, cono- no hubo j amás correspondencia más hermosa."25
cida por 1e 11lT a1mu11.es y finalt11e111e volver a casarse, ;d>a11do11a11do ;1 Es de hec ho un sent.ido de la carn~jada o la comedia lo que Lacan
u11a Íalllilia abig;urada e indinada a la religiosidad) , ci1ando c11 Bis- atrapa cuando resei1a ese "desaslre" e n la vida d e Gide. En e l Semi-
kra , i11lluiclo por Osc1r Wilde y lo rd Dougfas -y alg1111os a 111igos nario 5, co mpara el llanlo de Gi<le con Harpagón (el famoso avaro
más- había rcco11ocido ya sus propias incli11aciones ho1110scx 11alcs. de Moliere) cuando llora por su tesoro perdido: "¡Mi cofrecito! "26
¿Có lllo )lltclo Cicle , cuya sensualidad se había desarroll ado 11111 y tc111- Mu estra có mo esto puede ser una "pasión" , que es la alienación del
prana111c111e y cuya homosex ualidad no había cslaclo n11nca oculta, deseo fetich izado e n un ol~eto. Gide se convierte para Lacan e n un
decidir casarse c11 1111a u11ió11 casi i11ces111osa co11 una pri111a cuyas 11r-
ge11cias sexuales q1wdaría n sien1prc i11sal.isfcc has? Gide creía que ha-
22 lhidm1, p. 80.
2'\ 1'.:,,:iüm 2, p. i 4 .l.
2 •1 André C icl e, lé'l 11111¡¡; 111.t1 11d i11 Ü', 11/1. ril. , p. 81.
l ~ I 1',',\1.,-ifm 2, p. 727. 2:. !hidm1, p. 84.
',li) /lút!1'111. '.ltl }•,'{ s1'111hlflrio 1fo.Jao¡111).11 / ,11ot11. f ,ihm 5. f ,as.Jfn'11uffio1ws dtl i11t:o11st:i1'11/P. 1957- 1958,
~1 A11dri' Gidc , /' / 1111iu- 11/f111P/ i11 Ir, París y Nc11c lia1el , !des el Ca ll'!1d .. s, 1'1-li. B11e11os Ai res, Paidós, l 999, p. 269.
78 L\ C.\lff.\: m: SICN IFI CANTE ! NTERC. \MBL\l>O ,\ .\l.li.ILRO 1.A CARTA: DE SIGN lfl CANTE INTERCAM Ll lADO A AGUJERO 79

p crso n <~j e d e las obras de Moliere. Ma<leleine h a notado ya cú11to la más pequeíio es la co nfiguració n d e l niño, con su propia im agen
pasió11 p11ede distorsion a r los rasgos clt' su esposo , co1110 en la escena ideal e n i e n re lación con e l ego y e l falo que é l tendrá que ser.
qu e tuvo lugar durant e s11 vi;~jc d e ))()das a Arge l, cuando Gide, scnta-
cloj1111to a su esposa, iba ele tanto e n tanto a la ventana y acariciaba f'11r- La perve rsi ó n de André Gide co nsist e e n lo siguie nte, qu e ahí, en N, sólo se
tivarncnte los bra zos y los hombros de niiíos árabes jug11cto11an1 e nt e puede co nstituir [ .. . ] some tié nd ose a aq ue lla co rresponde nc ia qu e para é l
sccluctorcs ... "Parecías 11n criminal o un d e mente ", k co nfesó ella li- es e l co razó n d e su obra -siendo aq ue l que se hace valer e n e l luga r oc upa-
11alme11t e.27 Lacan se niega a trat~ir eso como 1111a 111cla111ort'usis seria, do por su prima y C11yos pe nsamie ntos van todos dirigidos a e lla , aquel que
y acentúa la función de la risa c11 el proce so. Regresaré sobre la con- da lite ralmente e n todo mo me nto lo qu e no ti e ne, pero nada m<1s- q11e se
ce pció n d e Lacan de la co1neclia y sus vínculos con lo que visualiza co- co nsLiLu ye como un a pe rso na lidad e n e lla, por e lla y e n re lac ió n a e lla. r... J
n1 0 la prese ntación fúnda111e1ll <dn1cntc tea tral del falo, y lin1i1aré 111is ba muje r no d eseada pue d e ser pa ra é l, e n efec to, objeto de un supremo
obse rvacion es al diagnús1ico que da sobre Cicle. amo r, y c uand o este o bjeto co n e l q11 e h a lle n ado e l aguje ro d e l a mo r sin d e-
En la lectura d e Lacan , la "pe rversión " ele Cicle no viene de su d e- seo desaparece, lanza aque l g rit o miserable cuya parentesco indiqué aye r co n
seo sexual de 11111chac hos jóvc11cs, sino d e su d eseo del nii'io que él el g rit o cómico por exce le ncia, e l d e l avaro: ¡Mi cofrec ill o! ¡Mi qu e rido co-
fue, prec isa 111cn1 c: cu1110 un "11i1-10 d eseado" qu e alguna vez lúe e l ob- lrec illo! (SV, pp. 268-269) .
jeto de las a tencion es d e s11 tía. Lacan traza un pcquciio csc¡11c 111a qu e
opone dos l ri á ngulos ru:1á 11g11los: El "ag1ijero d e l a mor sin deseo" se refie re por supuesto a las famo-
sas carlas que van a ser d estruidas.
La rese ña e n /Xscritos resalta igu alme nte la risa inh ere nte a nue stra
"co med ia lrn1m1n a", como diría Balzac. Así como Harpagón se la-
(jJ M m e nt a por la desaparición de su co frec illo mie ntras que te ndría que
investigar la pé rdida d e su hij a, d e l mismo modo Gide só lo puede
compre nde r lo que ha sucedido con la e xtraria pareja que e llos for-
maban d espué s de la mu e rt e d e Madcleine: las canas han remplaza-
do al deseo, se las ha pu esto e n e l lugar donde el d eseo se ha d esva-
necido. Esto no es muy difere nte ele la fun ció n d e l falo, una función
que Laca11 se ocupa de e xplorar e n este Seminario, e spec ialmente
Yo (moi) cua ndo co me nta e l famoso artículo d e Joan Rivie re , "So bre la femi-
nidad co mo masca rada" ( SV, pp. 262-263), y que abordan'í e n nn a lec-
tura sistemática d e J ea n Ge ne t. Re gresaré sobre este desarrollo e n e l
N p capíl ulo 9.
(Niño deseado) Así es co m o uno pu e d e co nve rtirse e n un "hombre d e le tras",
= Ideal de l yo28 c u ya "ve rdad" es válida ta mbi é n p a ra e l lecto r e u general. Lacan c i-
ta la tíltima pág ina d e Et n:u:ru: rnanet i.u te, que admite un a lectura
eq uívoca cas i d e liberada . En 1939, Cicl e había escrito e n su propio
El rcc tá 11gnlo gra nd e rcs11111c las dc1 c n11irn1eiones e n las q1w l'I 11i-
diario:
11o está atrapado, con la Madre y el Padre co1110 polos. El tri ;í11g1ilo

Ames d e d ejar París, rud e re visar las pruebas d e rni Diario. Al re lee rl o, se me
~í ( ;idc , F! 111111t 111r1J/1' / i11 h o/J. ,.;1., p. ·12.
1
,
hace cvide 111 e que la e limi11 ac ió u siste 1mi ti ca (hasta que yo la la me nté, al me-
'.!~ FI sn11i11t1rio dt· J,11,.1111. f ,ihm 5, 0/1. ril., p. 2()~). De aquí t' ll 1n ;is .\'\.' s<'gu ido de l 11ú - nos) d e todos los pasajes co nce rni en tes a Madel e i11 e e n c ie rto modo ha rega-
1ncro d<.: pjgin a. do el tex to. Las pocas alusiones a l drama secre to d e mi vicia se vuelve n as í in-
80 L\ C:.\R I.\ : DE SIC N IFI CANT E I NTERC, \ ~111 1..\IJ O A .\( ; LIJERO L-\ C...\J{Tr\: DE SI GN IFICANTE INTERCAMB IADO A AGUJERO 81
co 111pre 11s ibles debido a la auscucia de aq ue llo qu e pod ría ;irrojar lu z so hre ce: "¿Somos felices? Soy dios, e hi ce esta caricatura."32 As í (]lle te n-
e ll as. l11 co111pre 11s ib le o im1d111isiblc , la image 11 d e mi yo mutilado qu e d oy dremos que seguir co n Lacan , para seguirlo e n los círculos orga niza-
a llí, o frec ie ndo so lamc11t c , e 11 e l sitio a rd ie 11t e del co razó n , 1111 aguj e ro.29
dos por un a compulsión de repe tició n mortal y por lo tanto enco n-
lrar la "carta robada" de Poe.
Laca11 di ce q11e c u a 11do vio por prirn c r a vez es te pasaje, pc11s ú q11e
G idc se re fería a la corrcspotHk11cia q11e1nada, 111ego se dio c tt('tlla
de s11 e rror, y fin a lm e nte llegú a la co11ch1sión el e qu e sin e 1nhargo es-
taba c1 1 1<1 s11posición correct a, ptt e sto que el texto sct-1a la ta 11il>i<"11 Lt
misma fttt1ci ú 11 es tnwt11ral. f'.stc <'Sel ptt11to e n qn e la Lllnosa iro11 Í;-1
ele (; id c , ta n vis ibk e 11 tantas novelas , c11c1tentra 1111 límite n 1dica l, el
límit e de la ktra como ta l. Laca11 co nti11úa:

l•:sas carlas e 11 las q11 e había p11cslo s11 a lm a ... 110 te 11ía 11 copia. Y s11 11a 1uralc-
za d e k1 iclw a parecid o pro voca la ri sa qu e acoge la s1il>j c 1i vi<L1cl 1rn11;1d a d cs-
prcvc11ida. // 'foclo acaba c 11 co11wdia, pero ¿q11i {: 11 har;Í ;1n1har L1 ris;1?0l0

lksp11{·s ck 1111a serie ele ah1sio11<'S a la l ~1e ilid a d de Cid(' co1110 c s-


cri lor, Laca11 felicita a Dclay por un ;1 111111 c ia elo Nietz.1d1.ey 1cn11i11<1 c ot1
otra preg11111a:

Este 111ovi111in1l o 110 se de1 c 11clr;í si1 10 ('ll la cila qnc 11s1t·d co 11on· ra , pu es to
q1w va ;1 s11 e 11n1<·111ro, e 11 la n1es1iú 11 qu e ofrece e l ve rbo 1mís a ll;í de la co-
111ccli;1 n1a11do e ll a 1uis111a se vuel ve fa rsa: ¿có mo sa be r q ui l~ ll de c 11tr(' los 1i-
1iritcros li('ll C e l vcrdadcrn Po li c hi11el a? 0ll

P;-in1 110 perdernos en csle de11so te jido de ah1sirn1cs - c 11 el q11 e


poclc111os ide111ificar ya sea al falo o a la mnertc co1110 1111 ";1 t110 <1bso-
lutu" qu e 1T111i1 irá a C idc a l 111 ga r de su priina- 1111a larcl ía 11 o t<1 a l
pi e 11 os prnw c 11 la h11 e lla c:o rrcc t ~1: Lacan al ud e rcah1H·111c a Li la 1110-
sa cxd<1 lllacicí11 de N ic 1zsc: h e de Etro, ecw, il vero 1'11.lri11e!lrt! c:11a11do sc-
iíah1 1111a c rn z. Si el crncif\jo es el "ve rdadero Poli c hinela '', b p ;1rncli;1
<'Sl ~i c11 1odas parles y ni s iq11ie ra di sp e n sa la k1ra del d eseo. Es 10 cs
lo q11 e Nie lzsclw da a c 111 c1Hkr e11 s11s úllilllas ca rtas, n1a11do escribe
que da vueltas por las calles, p a l111c;1 a la gen le <'ll e l h o111 1>ro y les di -

'\~ Fri edri ch Nic1zsclte, ·¡¡,_,, / 'or/11/Jlr Nitlzsrli.1'. e dit<1d o y lr<1d11 c id o por Wallcr lt11il ~
11i;11111, N ue va York, Pe11gui11, 1976, p. 687. La alocu ció 11 de Ni etzsch e es taba c 11 ita lia ..
~'. I ( ~ jd(' , ¡.,'/ 1111111· 11/lfllf'I ÍIJ /1', ojJ. t'Í/. , p. 120. 11 0 : "Si11ow i:onlimti1 Somi dio,, hoffillo q111'sla rn.rimlum". He modilicado lige ra 111e 111.e la
:;ri J-:.1ni/11.1 2, p. 74 '. \. traducc ión de Kaufrna11n [probable me nte más li e l a l orig in a l ita lian o, que pod ría m os
:~ 1 I hiti,,111. trad uc ir así: "¿Esta m os conle 11tos' Soy dios que he he c ho e sla ca ri catura" (T.)].
EL CORREO ROBADO DE POE 83

6. EL CORREO ROBADO DE POE Gracias a su esf11erzo inte rpretativo, ahora adve rtimos cm1 ntas de las ca-
racte rísticas de las obras de Poe estaban condicio nadas po r su perso nalidad ,
y pode mos ver có mo la personalidad de rivó de sus inte nsas fijacion es emo-
cionales y de s11s penosas expe ri encias infantiles. Investigacio nes como ésta
no prete nden explica r e l ge nio creado r, sin o que revelan los factores que lo
despert aron y la clase d e tern a que está inclinado a elegir. Pocas tareas son
El a nálisis d e " La carta robada " de L'oe ha sido glosado crn1 ta11ta lá·- tan atractivas corno la de indagar e n las leyes qu e go bie rn an la psique de in-
c ue nci a qu e ltno puede cae r c11 un a espec ie de vértigo n1ctatc xt ual , dividuos excepcionalmente dotados.3
espec ialmente d es pués d e habe r te rminado la antología rnu y exhaus-
tiva tituLtd;1 '/'he J'urloiued Poe. t No obsta nte, 11;1die puede llegar la Fre ud claram e nte ace pta e incluso e logia e l proyecto d e un a psi-
pa rt.ic11l a r import a nc ia de esa kct11ra para Lacan, a l punto que deci- cobiografía, co nfirma ndo que su propio abord~je (como pue d e ver-
di ó a brir e l vo lt1111en d e 1~:~rritos co n e se seminario, rompiendo así se e n sus tex tos sobre Leo nardo , Dostoievski y otros escritores ) e stá
cualquier posibilida d d e 1111 orden cro nol ó gico. f'.stc es el esbozo d e co nsagrado d e hec ho a seguir, a travé s de lecturas biográficas, 1111 e xa-
su programa: men de los vínculos e ntre la creación y las características neuróticas
o patológicas d e los creadore s. El uso que h ace Fre ud del té rmino
Pero si el ho111J>1·c se rcd11jera a 11 0 stT 1m1s q11 c el l11g;1r de r<'lor110 de 1111 cs- "pe rso na lidad " pued e habe r re mitido a Lacan al título de su propia
tro disn1rso, ¿110 11os rcgrcsa rí;1 la preg11111 ;1 de par;·1q11 é dirigí1·sclo c111rn1ccs? tes is doctoral e n m ed ic ina, sobre la para n o ia y "su relación co n la
'fal es c 11 ckn o la prcg11111 a q11c pl ;rnt.ca ese nu evo kno r, de la q11c se 11os personalidad", publicada e n l 932, u11 a 11o an tes del libro d e Bonapar-
hac e arg11111e1110 p;1r;1 r<'1111ir estos csc ri1os. te sob re Poe.
I.c ;1horra111os 1111 escal611 e11 1111<'slro estilo da1ulo ;1 La rnr/11. mlmdo el pri- Que d a claro e u lo qu e a ntecede q11e esta "arqueología" (ta nto e n
vi legio de ab rir s11 scn1e11cia a despec ho de la di <1no11ía de (s ta .~ el se n tido hist ó ri co d e "obras tempranas" como e n el psicológico de
"iuvesti gació n excavat:oria") correspo nde a lo qu e Lacan rec haza m ás
U na i11trod11 cc iú11 pa rti c11Ltrn1t·11tc apta a su es tilo y sus intri11 ca- vehc rn cnt.ernen te en la c ríti ca lit.era ri a. Lo qu e es interesante c u e l
c io11 cs, e l se111inario sobre Poe n11uplc ta mbi é n otro propósito. Pues, voluminoso libro de Bon apa rte (m ás d e se teci e nt as páginas) es que
c uando conH ·11 z<í ;1 ker a Poe, Lacan n o po día ig norar que había sido e lla no se co nt e nta co n prese ntar un a inte rpre tació n d e la "vida y
precedido e11 di o por 11n a figura ilustre , algui e n que 110 sólo se con- obras" d e Poe, com o lo promulga su títlllo; adem ás ab re nuevas pers-
taba cn t re )os (Únd adores ele) lllOVilllie n to psicoa na)Ít ico f"ra11n's, si- pectjvas e u e l final de su libro: el últim o capítulo se titula "Poe y el a l-
110 q11c e r;1 1111a amiga perso na l de Freud: Marie Bonaparte. L1<«111 110 ma h11m a na" y co mi e nza co n un a pa n c teó rica ("La lit e ratura: su fun-
podía habe r olvidado s11 rn01111111e11tal psicobiogndfa de Poc p11bli ca- ción y e laboración ") e n la que vue lve a es tab lece r las prin cipal es con-
d a e n ]~)33 y prologada por Fre11d. Su bre ve intrnd11 cc ió11 es u11 pre- ce pciones d e Fre ud sobre los vínculos e ntre e l c reado r y e l incons-
facio q1w vale la p e na citar co111pleto: cie nte: revisa la fün ció n d e las fantasías in consc ie nt es y los e usue iios
e n la c reació n litera ria, habla d e los vínculos e ntre los sueños y las
En csle libro 111i a111iga y discí¡J11la, Mari e Bo11<qMrt(', 11<1 IH'clio bril lar la l11 z obras d e arte , la lógica d e condensación y d esplazamie nto, y fin a l-
del psicoa nálisis sobre L1 vida y la obra de 1111 g1«1n csc ri1 o r cn 11 tende ncias pa- mente introduce todo el dominio de l "ps icoa ná lisis ap licado" e n e l
to lógicas. campo del a rte y la litera tura. La seguuda parte d e ese capítul o ("El
rnens<tje de Poe a los otros") es m enos pre d ecibl e pu e sto que hace fo -
l Fhr J>11J/oi111 tl l 'm': l .110111 , l>ru úlo r111t/ f \_yt1111flilfli:)'tir lfrm /111,!!,~ cdit~tdu por .J o h11 P.
1

M11lkr y \l\lilli;ll11 J Richa nbo 11 , Lh lti111ort', Joh11s l lopki11s l l11i vnsi1 y l'r«ss, 1988. Me '1 Marie Bona pa rte, n,,, l .i/ú fl/1(1 Worl!s o/Fdgar !lllm1 l'rw: 1\ /~,ydw-1111 alytú: lnlnjn>t11-
re fe riré " t'slc ú11ico vo l11n1 c 11 c~1d;_1 v<.·1. q11(' pu eda co 1no / '/'. lio11 , 193'.), 1ra<lucc ió n deJoh11 Roc ker, Londres, )m ago, 1949, p. xi !.e dición original:
~ Fsailos / , p. el . Frlgar l'ot. 1;·111rlf psydw:1,,Jlytú¡111,, De n oe l et Steelc, París, 1933 ] .

1 8~ 1
84 El. CO RRE O ROlt \U O IH: l'OE EL CO RREO RO BADO DE POE 85

co c 11 Ba t1dclairc colllo pri11cipal here d e ro de Poe: iucl11so si profún- r io 11a t1na ca rta], cuyo at1tor es desconocido [de hec ho la inicial ele su no m-
di za en s11 a borda je psi cobi ogr;ífico y o frece tilla ve rsi ó n condensada bre se da al final de l cue rno j. Un malvado ministro, bt1sca ndo t1na ve ntaj a
ele la vida d e Bat1dclaire y d e s11 apasionada y difíc il relación co n Sll política y e l fortalecimi e nto de su pode r, roba u11a de esas can as a la vista de
lll acl rc , e lla asume qt1 e el poeta fran cés e n co ntró e n Poc no sola111c11- la rein a, lo que e ll a es incapaz de evita r de bido a la presencia de l rey. Esa ca r-
te 1111 "a lm a gemela" sino tambi é n algt1ien que le di era d coraje p ara ta debe se r rec11perada a toda costa . Tocios los inte ntos que la policía e m-
co nfrontar s11 propio narcisis1110, s11 n ec rofilia y s11 sadis1110. FI lll<'ll- pre nde fracasan. Afortunadame nte Dup in se e ncuentra a mano . Lleva ndo
saj e úllirno de Poe sobre viviría así paradújicanwnte c 11 francés y no anteoj os oscuros con los c uales puede mirar a st1 alrededor, mi e ntras qu e sus
en i11gll:s , y podría condensarse en la d esafia1 1t e fúnnt1la de Ba 11delai- ojos perma nece n oc ul tos, e nct1 e ntra un a e xc t1sa para llamar a la pu e rta del
re : "¡Q11é es la e te rnid ad d e la c011d e n ac ió n para qui e 11 h a t·11 co ntra- 111inis1 ro , y descubre la carta desplegada a bie rta me nte en un ta rje te ro co lga-
d o e n 1111 se gundo el infinito del goce !"·1 Se pt1e d e c ntc1Hlcr por qt1é do "de t1na pequeña pe rilla de bro nce e n 111it.ad ele la repisa de la c hime nea" .
m ás ta rde De rrida se sintió ta 11 a traído por la posic ión d e Bonapartc: Med ia me un subte rfugi o poste ri o r, se apodera de la ca rta comprome tedo-
no es ta nto porqt1 e e ll a te 11 ga q11c se r clcfe ndida contra el dcsdh1 ra y de ja e n st1 lugar u11a se me jallle. La re in a, que te ndrá para sí la o rigin al,
ape n as disinllllado de Lacan , o p o rque 01sie nt a 11na simp<llÍa por s t1 s est<'í sa lvada.
d educciones psicolúgi cas, sino porq1ie e lla abre el infinito 11111ndo d e Note 111os e n prirne r luga r que esta ca n a, el símbo lo mismo del pe ne 1na-
la bibliotccaj11nto con el cid i11 co 11scie nt e. te rn o, tambi é n "cue lga" so bre el hoga r, de la misma ma ne ra qu e e l pe 11 c fe-
En cierto sentido, el serni11ario de Laca n constit11yc t111a rdútaciú11 111en i110 , si ex istiese , estaría colgado sobre la cloaca que aq uí est <i re prese 11t a-
sistcrnátiG1 ta11to d e Frcud corno de Bo11aparte, a 11nqt1 e é l no p11ccla cla -co mo e n los sigt1ientes relatos- po r e l símbo lo ge ne ral de l hogar o chi-
reco noce rlo corno t<tl. A fin de inwstigar e st a co n1plcj;1 cl1"ilidad, co- 11ie 11ea. Tene1nos aquí, e n efec to , algo que es casi un mapa anatóm ico, de l
111 c n z;1 ré p or cit ;1 r el 1'1til rcs1111H: 11 d e l farnoso c11c11to por M<1ric Bo- cual no se o mite 11i siqui e ra el clíto ris lo pe rilla ele bron ce ]. r...] La lu cha
11apart l', 1111 c11c11to a l que sólo dC'dica dos p;'íg inas de s11 vol11111i110so entre Dupin )' el ministro qu e un a vez le jugó a Dupin t1n a "111ala pasada"
e nsayo, aiiadi e 11do 1m puiiado d e obse rvacion e s cutre co rc h e tes (el l ... ] rc presc 11t a, e fectiva llle nt e, la lucha eclípica e ntre el padre y e l hijo, a un-
trll co d e este nw11to es que es i1nposible res umirlo sin di storsio11arlo que e n u11 11ivcl a rcaico, p regc nit al )' fá lico , pa ra apode ra rse, 110 de la madre
grosera ll I e 111 e) : misma , sin o de una parte; esto es, del pc ne.5

El lector rcconL1r<Í <Jll l', c11 ('S I C n 1e 111 0, la re ina de Fra11 cia lq11 c 111111c;1 t'S El rcs t1mc n es re velador d e que sólo una escena le int e resa a Bo-
11rn11br;1da de <'SC 111odol , co 1110 Eliz;dieth Ar11 old [la 111 adrc de l'oe j, se l'll- n a part e , va le d ecir e l n10111 e nto d e l clesc u brimie 111.o del lt1gar donde
n1 e 111r;.1 e11 posesi<"n1 ele cartas peligrosas y secretas [e 11 realidad , sólo se 11w11- se e scond e la cana. U n a vez qne la ca rta e s identificada co n e l p e n e
de la madre, e l lll ecanisrn o fre udiano se co loca e n s11 sitio, y la solu-
ció n c dípica inte rvie n e co rno 1111 muy o portuno deus ex macfúna. 011-
l //i ii/1'111, p . tit\\1. 1le n·11ad11 c id o el lin;il di' Ba11ddairc de ··1.1· 111;11n·a is ,.¡,,.¡,.,. •·11 pin y e l ministro simpl e m e nt e ll e van ad e lan te una riva lidad fra te rn al
f>rti/.'i fwr~ llll'.\ rll jnn.\P lel <llllOI' lrad11n.' " \i\fh;tt is th e C' l t' fllil )' of dallll1t\li U ll 10 W h O lll has
sob re e l c11<" rpo d e la madre y su alllbiciona do "p e n e", o m ás bi e n, co-
lú und in a sillg k sc cu1ul th e iulinit y or jn11i.ua1ffr~ ", allí donde Bt111dc lain: h;1 e sc rito:
"Mais q11 ' i111port<" 1'1~: 1 c rni1 <· d e la d;111111;i!Í011 ;'\ q11i a 1ro11 v(· cbn s 1111t· S<T<> ntlc l'inlini rno lo mne stra Lacan , e l fa lo d e la m adre.
d e laju11i ss;111n_·." l1 11 ;. 1 Ycrsió n rn ;)s '- tpro ximad a al original d e B;111dcb in_· scrÍ<I: "¡(2_11 f Laca n dramatiza su rech azo d e la psicocríti ca en sus dos te xtos so-
illl port ;1 L.\ ct c rni<bd d e J¡_1 cu nde nac ió n a qui f· n ha e 11con1 r;.idu <· 11 11 11 scg1111d u el i11 - bre Poe, e n los que ade m ás siste m a tiza y re fina su teoría d e la le tra.
li11it u del gt><.:e ! " Pe ro es probable q11 c el <Hll'Or se re fiera al té r111i11 u ir11ú.,sr111n'. que
Es importa nt e distinguir n o obstante las ap ue stas y estrate gias d e los
adop ta t'11 l11gar d e c11;dqHicra d e s11s s i11 ú 11in1os: .Joy, t1~jop11 r• 11t, ddigltl, ¡)lr r1.,·1111', <'IC.
1

.fu1ússr111n cs el g;,dicis1110 q11c (-' ll Lis trad l1ccio11 c s i11g·k sas ele Lac<111 se 11 <1 prefe rido p;t-
1 dos tex tos. El prime ro ti e n e lugar co rno una e spec ie ele rodeo e n e l
l'(l \'('l'l (' I', 1ncc is;u11<: 11t t', el conct-pto L1ra ni ;, u1n d ejo11iro jo11i.\.Wtllff. El ,t.:,'111'1', p <1r;, 111oso - Se minario d e 1954-1955, d e dicado a El yo en la teoria de Freud y en la
tros, 110 sólo c-·s la nH:.:jor 1raducc iú 11 de Lac1n s in o ta1ubi é 11 la 11Hjor 1rad11n: ió 11 p;,ir;, 1
e l ve rso dl' Ba11del;1in· y 1" dt' 11 so 111;Ís a 111plio y n;ilural , p o r lo c u ;d la dikn·1H·ia d<"
trad11 cc iú 11 dt'.'it1 p a rn T o s<· 1ni11i111i z;;1 c 11 c s¡x u-101 1·r 1. ,-, lbiilm1, pp. 483-484.
86 1-:1. CORRl-:0 ROl\.IJJO L>I-: PO E EL CO RREO ROBADO DE POE 87
lécnirn jisicurwalítica. El scg1111du te xto es 1111a "reescritura " co1npkta- sobre c u es tiones de contenido, y daré dos ejemplos qu e d e b e rían
da unos llleses 111ás tarde , y luego utilizada colllo introd11cció11 gene- bastar para mostrar que hay mi m é todo en sus discrepancias e stilís-
ral a los f<,~HTilos de 19()(). Por otra parte, cuando Icemos este Sc111ina- ticas.
rio, parece como si Lacan hubi ese dado co11 e l c u e nto d e l'oc p o r ca- Sobre la c uestión de la "letra" como opuesta a los escritos, esto es
sualidad, puesto que p o r entonces esta ba int e resado e n el <u1to1naLis- lo que ofrece e l Seminario:
n10 y la ciber11é1ica. La prim e ra n1cn ció n ele "L1 carta robada" que
h ace e n su seminario no se re lacio na con la cualidad alegórica de la ¿Qné es, e n resumidas c uentas, una carra? ¿Cómo es que se la puede roba r?
trailla, si110 que hace foco e n d larg·o excurso dur;1111c el cmd , a fin [1'tre r1olée l? ¿A qui é n perte nece? ¿Al que la e nvi ó, o a aqu e l a qui e n es tá des-
d e explicar su m é todo , Dupi11 evoca sus días ele escolar, y describe u)- tin ada? Si pe rt.e nece a quien la e nvi ó, ¿e n qu é co nsiste el don de un a carta? ,
1no u11 ni1-10 d e ocho aíios ganaba invariablc1n c ntc e n el juego d e ¿po r qu é se e 11vía un a carta? Y si p e rte nece a l d estinatario, ¿cómo es posible
"par e illlpar" (adivinando si las bolitas ocultas e 11 la 111a110 de la otra qu e e n d e tenni11adas circ11nstanc ias de volvamos sus ca rtas a ese pe rso11aj e
persona s11111a11 u11 11úmcro par o impar) 1nedian1c u11a idc111ili cac ió11 qu e nos bombardeó co n e llas durante un a parte d e nu estra ex iste ncia?
sis1c111;ítica con el opm1e111c. ¡Los pri1ncros sclllillarios dedicados a Pode rn os estar seguros c uando cita mos un o de esos prnve rbi os atribuidos
Poe cs1á 11 prccisa111en1 e ocupados c njuegos d<:> par e i111pa r que La- a la sa bid11ría de las na ciones -sabiduría así llamada por antífrasis- caemos
ca n obliga a jugar a su auditorio! Es súlo e11 u11 segundo 1110111('111.o en la estupidez. Verba volanl, scri.f1ta u1.rtn.enl. ¿Han pensado usted es qu e 11n a
q uc Laca n ad\'ierle las ric;-1s poi cncial idaclcs de 1 n 1c 111 o. carta es precisamen te un a palabra que vue la [qui vote]? Si pued e haber n11a
Otr;-1 sorpresa lkg;1 cuando 11no advierte que el 1irril crn 1s1i111ido po r cana robada lvolée] es porque nna cana es un a hoja volante fjeuille volant] .
t, I a n<ílisis de !'oc ('llfatiza s11 estatuto ornl (al contrario de los l(' Xtos .-;o- Son los scri.f1la los que volanl, rni e 11tras las palabras, d esgraciadamente, qu e-
bre G idc o Sacie, por ejclllplo). Nunca olvida111os que ('Sto se dniva de dan. Q11edan incluso cuando ya nadi e se ac ue rd a de e llas. Exac tame nte co-
u11 "sc111inario" dotado de 1111 p;1sado, 1ma tradici<Ín crn111í n cspcrílica. rno des pn és e.le quinientos mil signos de la se ri e d e más y menos, la aparición
Así Lacan comienza iu 111nlia tes, d(' algu11a mane ra , po r escribir: de los c1 , j), x, Oseguirá dete rmin ad a sie mpre por las rnismas leyes.
Las pa labras q11e da n. Con e l ju ego d e los símbolos no se puede, y po r eso
N1icstra i11d;ig;ici ó 11 11os li<i llevado al p1111to d e rcco11oce r q11c el a11to111atis- hay que presta r m11 cha ate nción a lo q11 e se dice. Pe ro la ca rta sí qu e se va
1no de rq> e tici 6 11 ( Win/i;ilw/1111gsz1¡1a11g) toma su pri11 cipi o c11 lo q11 c h('1n os (Sil, pp. 197- 198).9
lla1m1do la i11sisle11ria d(' la cade 11 a significa11te (PP, 2~J) G
E11 la ve rsión publicada e n el se gundo número de La P~ychanalyse
Co1110 lo indica una not a a la e dición francesa de J•,\nilos, el texto (fec h ado en m ayo-agosto de 1956) lue go recogida en 1'.,~scritos, e sto d e-
se prcsc11ta crn11u 1111<1 scsió11de1111 único se lllinario: este sc111i11;1rio viene así:
lúe "pronu1Kiado el '.fü d e abril de 1055",7 qu(' corrcspo11dc ;1 la !'c -
e lia dada Cll ('I Scrnim1rio '.2 u~1 yo en la Ü'Ol'Írt dr Fmul .. . ). 8 Lacall dio Srri.pta ·ma'llent, e n va no aprende ría de un l111111a11ismo d e edición d e l11jo la lec-
collli(' nzo a u11a d eta ll ada lec111ra ele Poe co n 1111<1 serie de cspcntla- ción p roverb ial que te rmin a 11 las pala bras ve1ba vo/.anl. Ojal;) los esc ritos pe r-
ci01 H·s 1na1c1ná1ic1s acerca de p a r e i111par, 111ás y 11Jcnos, pero los dos rnan ec iescn , lo cual es 1mís bie n e l caso de las palabras: pues de éstas la de ud a
textos tien en cs1n1ct11ras y es tilos radicaln1ente dif'crc111 cs. Rc1on1ar~ imbon«tbl e por lo me nos fecund a nu estros actos por sus transfere 11 cias.
Los escritos lle va n al viento los c heq ues e 11 blanco de una caba ll e rosidad
loca . Y si 11 0 fu ese n hojas volantes IJeuilles 110/aulesj no hab ría canas robadas.
ii Janp1 cs Lac<111 , Fsn"itus /, uj1. of , p.~).
7 Fsni/os 2, 0/1. 1·if., p. 8118 J.
¿Pe ro qu é hay co n esto? Para qn e pueda habe r cana robada, nos pregun-
K E11 b ""rsión l'ranc('sa i't11ic1111cntl': d . .\//, p. 2· 10 1 ) ' " " la cas t"lb11 a: el'. /i/ w111i11i1- tare mos, ¿a qui é n pe rtenece una ca rta? Ace ntuábamos hace poco lo qu e hay
rio d1 •.f11u¡11rs f ,ffl"tlll , lihm 2, 1'.'I .Yº 1·11 lo frol"Ío rll' Frf'lul _)' t'll la f1 ;r11in1 /'sin1t111olít/r({ . I 954-
195 5, Barcelona y 8iw11us Aires , l '18'\, p . ;107 J. L1 1radwTió 11 i 11glcsa die<' '"2.7 de abril
de E)5:)" (.\//, p. 205). R"gn·saré sohr" t·s1as fechas rn ;is adc l;11t1 c. ~1 En caste llano e n el Smú1111.rio 2, 11/J. ril. , pp. 296-297.
88 EL. CORREO ROll.\UO DE POE Fl . CO RREO ROBADO DE POE 89
de sing1 il a r e n e l reg1·eso d e la ca n a a q11ien aca baba d e d eja r a rdi c 111 e 1n e n- Aq uí te ne rnos un a curi osa re lació n co nsigo mism o. Hay un a sLÍb iLa fe m i-
Le vo la r su pre nda (FP, p. 4 1). 10 ni zac ió n de la ca rta, y a l mismo tie mpo ésa e n tra e n un a re lac ió n na rcisista:
a hora , con re fin ada esc riLura fe me nin a, es tá dirigida a é l, y lle va su prop io se-
El segundo pas<üe te n11i 11a con una a lusión niás bi e n oscu ra a la llo . Es un a sue rte d e carta de amor qu e se e nvía a sí mismo. Eslo resu lta lllll )'
correspondenc ia del Ca ballero d e Eon, qu e requiere por sí rnis111a to- osc uro, indefinibl e, no qui ero for za r nada y, a decir ve rd ad , ha blo d e esta
d a llll a página d e not as de los e ditores para ser e lu cidada (J>P, ~J:Vl4). t ransfo rrn ac ió n po rqu e es la co rre la tiva de a lgo mu c ho más impo rta nte, qu e
La conde nsación, la insinu ación, las paradojas aumen tan así c11 visi- co nc ie rn e a l co rnporta mienlo su bj e tivo d e l propio ministro (SU, p. 199). 12
bilidad e n 1<1 ve rsión revisada. Tamb ié n es percep tibl e un a dife ren c ia
c rucial c1 1 la enunciación: mi e ntras que Lacan dice "yo" e 11 e l sem i- Aquí Lacan h ace una pausa, y e n sólo tre s páginas más ade la nte re-
na rio, 111ili za e l "n oso tros" au to rial ('Jl la ve rsión e scrita (pos ib lclllcn- 1onia sobre la misma ide a:
te a fin d e sllgerir la re spu es ta colec ti va d e un seniin a ri o "abic r1 0 " ). l I
Si ambas ve rsio nes es1;ü1 lle nas de jnegus d e palabras y son cliffc iles ¿No hay a lgo así co mo un eco e ntre la ca rt a de sob rescrito fe me nin o y este
d e traducir, e l sem in a ri o se apoya clarament e e n una re tórica hablad a lá ngui d o Pa rís? í ...] [P ]o r es ta r fre nte a la ca n a e n la misma posic ió n q ue es-
al expa ndirse y elaborarse sob re lln a pa radoja (aq 11í, la inve rsión del taba la re in a, posic ió n ese nc ia lme n1 e fe me nin a, e l ministro cae bajo e l impe-
vie jo prove rbio: " Srri/Jla ·1nfl'111ml, 1w1ha volmd' ) mi e1 11ras q1 w 1<1 ve rsi ó n rio de lo q 11c a ésta le suce di ó (511, p. 202). 13
escri ta nos re lllil e a toda llna biblio1 e ca (la del propio L<1ca 11 , prnba-
blc rnc n te). Sólo e n e sle punto, e n e l Se minario , Lacan hace un a e la borac ión
U11 scg1111do a n;i lisis de co 111ras 1cs o frecer;) olra clave. E1 1 e l scrn i- sob re lo que se torn a la prin cipal cu iia conce ptual e n la ve rsión revi-
11ario origin a l c11crn1tra mos u11 alisho de la posición f'c1 ni11i zada on1- sada: la noc ió n d e que todos los pe rson a jes d e la historia giran e n trn
pad a por el propiclario de la ca ria . Laca n cs1;í crn n e n1 a ndo la parti- círc ulo (o triángulo) e inte rcalllbian de m an e ra siste m át ica sus posi-
cular m a ne ra e n que el 111i11is1ro ha disfrazado la carla de la rci 11 a de cion e s uno tras otro; y así re alm e nte agotan un a combina toria.
111odo 1al q11c la policía no pu<'da rcco11occrla, y s11 a proxi1m1c i<Í 11 110 La versión "escrita" se prese nta m a n iCiest..alllent.e m ás d e nsa y m ás
ckja ele ser 1c 11t a ti va: compacta. Cu a ndo Laca n rec ue rda la astuta observació n d e Poe d e
qu e e l nombre m ás difícil d e lee r e n un mapa no es un a ciudad im-
l•'. n c ie rl o lllodo se h au~ e 11via r t'sa ca rta , qu e ig11ora111os qu é t '. l '<l , bajo s1 1 1111 c- presa e n le tra 1n ny pe qu e 11a y apre tada sino nn gran n o mbre que se
va y fals<t a p<1ri c 11cia , y hasta se ac la ra poi · quién -um1 pe rso na fc 1n (' 11in a d e ha espaciado a lo ancho d e todo un país o con tin e nte, hace una co-
su es tirpe , de k1n e 11i11 a y rn e 11uda escritu ra-y se la hace e n\'i a r co 11 s11 Jll'O-
ne xión con la idea d e que e l nwjo r disimulo es la absoluta falt.a d e
pio se llo . ocultació n:

As í la ca rt a robada, co m o un inm e ll so c ue rpo de 1n uj e r, se oste nta e 11 e l es-


IO J·:.\1Ti fo.\ / , ojt. ri f., p .~ 1.
pac io del gabine lc d el Ministro c ua nd o c n r.ra D11pill. Pero así espe ra é l ya e n-
11 El Hoso lros a111orial <'S <'vidn1t c c u Lt vc:Tsic )n c s<Til <L En Cll <llll o ;1 l;i \'crsiú n
co ntrarla, y no necesita ya, co11 s us oj os ve lados de ve rdes ante~j os, sin o d es-
.. ora l" del Se 111 i11ariu , lo q1w es pa1 c 111.e es e l 11 so d..-1 .. 11S1cdcs" 1111111sj q11 e i111p lic;1, co n
1o da lúgic;i , el "yu " dt'I h ttbb111 c- ; con lll ;'b frf' n1c1ici<1 l.;1can din~ ··un o " f o11, q11c con lllHla r ese gra ll c ue rpo .
lú :c11c·11cia S(' 1r;1ducc ta 111bi é ll p or 11 osutros, cu11 lo cu;d se pi e rd (' 1111 111 a ti z l. C uri u s<1- Y po r eso, sin ha be r te nid o la ll ecesidad , co rn o tampoco, co rnpre tlsibl e-
111 c 11t c , d "yo " l ¡1·1 ap;u«~·.-c e n l;i frase i11m c di ata111e 111e pos terio r ;d fr;i g 111c111 0 c it;ido: me nt e , la ocasió n de escuchar e n las pue n as d e l profeso r Fre 11d , irá d e recho
" f .r fr''/I drs .\y111/mln , uo11s 11)· Jmu-Nz rin1 , t'/ r '1sl /){)111' 1¡u 'll fr111! /oin' In~.,. al/r11lio1111 º ' <//fe
1

v11 11s tli/1'.1. i\/11is /11 il'illl', 1'!11·, 1'111' s'm illl. 1Crn1 el j11 cgo de los sí1nholos 11 0 St' p1wde , y
allí dond e yace y se a lo ja lo qu e ese c ue rpo est<Í hec ho p ara esco nd e r, e n a l-
por eso h a y que pres t;ir 11111cl i;1 ;11 e 11 c ió 11 a lo que se di n'. Pt-ro l;i ctrt" sí q 1w se 1·;i l. g11na he rm osa mitad po r la qu e la mirada se des li za , o incluso e n ese lugar
Fl/r Sf' jno1111~ 111' /011/1' St'lllt' . J '11i Sf!ll lli' I// i11 .\ÍSll; jHJlltji1i1 t 1"0111/nnu/rr ff Al. ( ;11 i1111u/ (/11 ·¡¡ Jm11 -
Pllil J m111i 1 111 1 lo /1¡/¡/" iil'llX ki/0.1 ilr la11go,w. 1Se pasc;i sola . RqxtirL1111c111e (yo) proc 11- I ~ Senú 11ari11 2, 11/1. i:it., p. 299.
n' haccrk- c 11tc 11dcr a l sciiu r C 11ira ud ... , <' LL ( Smii1101i11 2, 11/1. 1·if ., p. 297) l. IT. I. 13 lhidt' lil, p. 303.
90 El. CORREO ROll,\JlO DE PO E EL CO RREO ROBADO DE POE 91

ll a 111ado por los seductore s el cas tillo d e Sa11ta 11g cl o c 11 la i11occ 11t e ilus ió n "carta robada" con ... una ca rt.a, incluso con La Carta, y es aquí don-
co n que se aseguran d e q11 e co 11 é l ti e n e n e n su lll a 11 0 a la C iud a d . ¡Vea n ! c 11- de su argume nto se torn a un poco m ás complejo.
t re las j a 111bas d e la chi111e 11 ca , h e a q11í e l o bjcto a l a lca 11 ce d e la 111a11 0 qu e el En la ve rsió n final del Semin a rio, la carac te rística más salie nte d el
la dró 11 110 11e cesita s i11 0 te 11de r. . . La c ue stión el e sabe r s i lo to111 a so bre la cue n to es su estructura lógica, su patró n d e repe ticion es casi iró nicas.
ca111pa 11a d e la c hi111 e 11 ea , co 1110 tra duc e Bauclela ire, o ba jo la ca 111pa m1 d e la Tres esce nas por lo tanto se supe rponen e nte ramente : e n la prim e ra
c him e n ea colllo dice el tex to 0 1·ig i11 a l pu e d e abanclo11 a rsc si11 p c rj11i c ios a las esce na, que puede llamarse la "esce na primordial" del robo, te ne m os
i11fc rc 11 c ias ele la coci11a (1-'P, p. '18).14 a un rey "ciego'', que e ncarn a la Ley pe ro es incapaz d e comprend er
qué le est á sucediendo e n a bsoluto; una re ina "vide nte" que sufre y
Lauu1 a ií ad e un a t10ta a pie de p<ígin a al iin al d e la últitna rrase per111a 11 ece impote nte 111ie ntras el a udaz 111inist.ro se a provech a d e la
co n la observación 111 <Ís c nign1 ;í ti n 1 aú n: "E i11clt1so de la coc inera". 15 in teracc ió n d e los dos prime ros. Él pued e pon e r su propia cana sobre
Ohvia111cntc nos encm1tralllos en los dolllinios de b parodi ;1. La la m esa , y march a rse con e l ambicion ado pre mio, sabie ndo que la re i-
cliscusi<Ín ele la t raclucció n de Ba11dclairc nos conduce a la r11 e 111e co- na no pued e reclamarlo sin d espe rtar las sospechas d e su esposo.
IH'C l<I: es Ma rie Bonapartc el blan co d e la inci siva s<1tirn d e l ,acrn , La segunda esce na es la más d esarrollada e n el c ue nt o y consiste
¡mesto que ella corrig<:' la e rrú nca t radu cc i<Ín d e Ba t1clc l<1ire cu el tex- e n los d esolados esfue rzos d e la policía por recupe rar la ca rta e n in-
to rra11 cl>s d e s11 ensayo sobre Poc. lncluso si pt1dicra decirse de ella te rés de la re ina . Esta vez, el pe rsorn~j e "ciego" es e l prefec to ele poli-
que ti e ne el oído d e Fre11d, se ve reducida a t111 a ;1s iste11tc d e coci11a cía y po r ex te nsió n sus hombres, que no puede n e n contrar la carta
o, a ún peor, a 1111 a torturadora que "cocina" a los sospechosos h;ista porque clan por se ntado que d ebe est a r escondida, proyec ta ndo e n
qu e co11liesa 11 los crín1c·11es para los cu a ks han sido e11c11adrados. En la rea lidad lo que consideran medios d e "esco nde r", d esde luego sin
cie rto sentido , esta kct11ra ;111tcrior ha siclo una be11ciclión: L1c111 se imagina r nun ca qu e la carta pudie ra haber sido d ~ j ada a la vista de
ha visto sa lva d o d e a11te111a110 del pecad o de sohreinterprctaci<í n por cualquie ra. El pe rsonaj e "vide nte" qu e 110 puede hace r mucho, e n es-
el c je1nplo nega ti vo de Ma rie Bona parte, quien busca ni 11 de111asi;1da te caso al me nos ant e alguie n que es su igual com o Dupi11, es el minis-
avidez equi va lencias y en1<1c io11 cs , 111ie ntras q11e aden1ás a 11ti cipa la tro que se solaza e n la eq uivocad a presunció n d e l pode r y e n la illl agi-
11aria seguridad de la posesió n d e la ca rt a. El age nte ac tivo es Dupin ,
clucid<tciún del pene y del fa lo por pa rte d e Laca11. J\ u11q11 e De rrida
que puede icle nüfi ca rse con e l 111i11istro y reconstruir sus procesos
ac usa a L1can de re pe tir y simplifi car e l arg11111cnto de Brn1<1pa1W, y d e
me nt ales (esto es, ve rlo todo, preparar un doble e xacto de la ca rta sus-
0111itir lo que co nstituye la riqueza de la crítica psicohiogr;'ífi ca -esto
traí<la y traza r la estrategia m ediant e la cual distrae rá al lllinistro).
es, la posibilidad de e rigir una seri e ele im:tge nes que 111igrnn d(' relato
La te rcera escena correspo nd e al segundo robo realizado por Du-
e 11 rela to- , 11i 111rn cantidad de críticos pos teriores (entre los c uales
pin, un ac to que invie rte e l prim e r ro bo. Allí, e l ministro se ha torn a-
Barbar;i Joh11so11 ha siclo la lll <Ís brillante) han sido ca paces d e des-
do 11n h o 111bre "ci ego" inadve rt.ido ele lo que está pasa ndo, mie ntras
taca r el hecho de qt1e Laca n e n realidad no "equiparn" 111111ca a la
que Dupin, que d e h ec ho actúa, "fi r m a" no obsta nte su sust.i t.ución al
carta con 11n conce ptü o con 11n o l~j e t o . O más hi e 11 , é l equipara la
cita r las lín eas d e C ré billon que sin duda lo ide ntificarán tan pronto
corno e l 111i11is1.ro verifique e l co llle nido d e la can a. Involuc rado e n
111,·.vritos, 11/1. 1it ., pp. 2!1-:\0. El orig i11al de Edgar .-\lb11 l'oc din- : "'/w//l'flf/¡ \debajo\ una riva lidad frate rn al, pa rece 110 ta nto animado por se ntimie ut.os ele
tlw 111 idrllr 1f t/11' 1110J1/l' l/lirff" . 1.a V('rs iú 11 d e Ba udeh1i re: .. 1111 d1'ss 11s 1t' ll Cint ;t I tf 11 1111111fl'fllt
honor o a mbi ció n (aunque se le pagará ge 11e rosame11te) como po r
d1 lo <111' 111i111;1," . La y<1 c Lisi ca tr<1d11cc ió 11 d e Juli o Co rt<iza r al c as 1e ll ;u1 0 p arce(' si111 ; 1rsc
1

t:ll Ull cc 11jlli1ne y reve n : 111c p1111tu 1ncdio: "e n rniLad d e b repi sa de b c lii11 a·nca" (Ed- e l d eseo d e a rreglar 1111a viej a c ue nt a pe ndie11te. Así se expon e a la
gar A lb11 l'oc , <:11mfos / , traducc ió 11 d c j11lio Co rt;Íza r, Madrid , /\ lia11 1.a, 1'170, p. r,:\I y mirada cl a rivid e nte p e rspicaz del aut or, Poe, o d e sus lectores, incl u-
ss. ) \T.\ yendo a Laca11, que se qui era o no están situados e n la posició n d e
1:-i l .a Lr~ 1du rc i {>1 1 i11gk sa p<tn: n : h;1be r d<1do por segura (' S<l ;d1 c n1ati,·;i , y b l"r;i sc
un psicoanalista que n ecesita reconst.rui r la lógica d e l re la to y su eco-
mi s ma (111;is ;til ;í de la 11 01<1 a l p ie) c 11111ic11da al propio L1ca11: "'fo tlw i11/i' 11' 111 P.1 u( ///11.11'
l t1f10sr' ¡11 ~dn.\io11 ¡_
, p,-rilliug;" 1;1 las i 111l·r<' 1K i;ts d e aqu é llos c 11 ya p1 ·0 1"cs iú 11 es coci11;1r 1 1T. I. nomía psíquica a fin de no cae r e n la trampa de ale goriza r la ca rta
11; V<·asc /'/ ', pp. 187- 1'10 . "hurtando " su sentido o su co nt e nido.
92 El. CORREO RO ll, \IJ O IJE l'OL El. CORREO ROBADO DE POE 93

El vigo r d e llll esque ma "es1n1cturalis1a" colllo és le es 1a l que illc- nisu·o puede ser dividida e n unidades más y m ás peque11as, incluyendo
vi1ablclllCJ1le fue rza a su propia erosió ll: ¿pues qui é n puede cvil a r todos los obj etos que contie ne, libros, m a rcos, patas de mesas, e tc., de
o lra "vn e lla d e tlle rca" y d ecidi r d ete11e r las pe nuul ac ion es e n este mane ra tal que pueden se r examinados con agttjas, lupas y tocios los
punto? El terce r patrón tri a llg11lar no pue d e ofrece r un a resolucióll aparatos técnicos de la d e tección cie núlica. Ellos repite n la paradoj a
qu e d e te nga la diak~ctica d e la ceguera y la visión. És1a es la razún por del argu mento de Zenó n: Zenón dem uestra que si una línea es infini ta-
la que, c ua ndo Derrida ac usa a Lacan de traducir la ca na sin con te- me m e divisible, entonces el movimie n to es imposible, Aquiles puede
llido a u 11 co11t e llido que es taría resu mido e11 la "verdad" ddi11ida correr n1ás rápido, pero nunca se pondrá a la par de una to rtuga que se
por la k1lli11eidad y la cas tració 11 , é l ta lllhié 11 "ve" d e n rnsiado, trnd11- aleja, a la que sólo se aprox imará asin tóücarneme .17
ce de111asiado, reduce eljucg«> estilístico a 1111 texto que , ya hc111 os vis- De m anera similar, una "letter" !_carta ] e n inglés y e n francés l.let-
to de qui" nrnn cra, no es 111 c 11os "lit.era ri o" qu e el modelo de Poe. t-rel se basa e n una h o m ofonía co mplej a que no funciona en otras len-
E.s po r eso qu e a liura pode n1 os regresar al crnlli e 11zo del sc111 i11 a- guas co m o el a le m án [y e l castell ano -[. Una "letter" (Briefen a le m á n)
rio de Laca n . Lo que illlport a c11 su lectura ll O es la serie d e proyn:- p ue d e estar hecha d e "le tte rs" l 1.ethes e n francés: le tras .1 com o o tros
cio ncs i111ag·illarias que impli ca cada lngar sino la cuidadosa rcprc- tan tos sig n os esc ritos (Bu.chstaben e n a lemán), p ero incluso si se la ha
sc n1 aci<Í ll de ull a est ructura si111bú lica que de1ern1im1 la posiciú11 d e destruido - com o lo h e m os visto e n el caso de C icle- perm anece
ca d a sujelo frc lll e a los 01ros y f'rcn le a l Otro. Es1a cs tr11c:1ura si111b<Í- presente a través ele su a use n c ia como carta, vuelt.a e nte ra [" wlwl.e"]
li ca puede describirse CO lllO till a cade na d e c f'c ctos dt'll'rlllinada por por e l agttj ero l "!t.ole"] que Cicle conserva e n su corazón. Lacan se
los dcsplaza1nientos gira1orios de 1111 signifin1111e. E11 e l n1c11to d e niega a d istinguir los tres se n tidos: Pero en cua nt o a la letra, ya se la
Poe, la carta alegori za e l i1i11 cra rio d e 11n significante c uyo significa- to 111e e n e l se ntido de e le m e nto tipográfico, de epístola [ ... ] o d e lo
do pe r111a11ccc ina cces ible , si 11 0 ca re 111 c de in1por1 a 1KÍ <1. Lts1a es la ra- que hace a l le trado .. . " (PP, p. 39).18
zón por la qt1c ta nt o e l sc 1ni11 a rio colllo la versión esc ri1a cnfo1iza11 b En cualquier caso, la policía de mues tra a contmá.o cómo la indi vi-
c ucs ti ú n d e la " in1ersul~jetividacl", 1111 1érlllino qt1c pue de s011a r 1111 sibilidad de la le tra crea su invisibilidad. Ellos muestran cómo la le tra
ta n1 0 ftT hado c 11 el discurso del .acan. No obs1antc , él sic111pre lo 11sa p ue de funcionar com o agiúero: pues to que sus categorías llO puede n
c11 el sentido ele "c01uplcjo illl crs ubj et.ivo" o " repc 1ici<Í 11 int e rsubj e ti- adaptarse a un pape l exhibido pero dado vue lt a y re-firmado, para
va'', pt1cs10 que quiere d ec ir que: 11ingú11 "lugar" p11c d c <kscribirsc d e e ll os la carta "f alta eu su. fuga!'' (Lacan c ita la frase por la cual las bi-
manera a islada co n rc:spcelo (a l nH·11os) a los otros d os . Los luga res bliotecas n o tifi ca n qu e un lib ro se h a perdido, a m en t1d o simple-
cs1;'í11 i11 vo lucrnclos <'JI 1111 a111rn11a1ismo de re petic ió n q11c: lit cral1n c n- 111cn 1c por esta r ma l ubicado). Vie ndo todo lo que puede n dividir
lC ascg t1ra q11c la c1r1a rcgn·sarA al mis1110 luga r al fin al. J\q11í, Lk rri- en uni dades m ás peq u6ias, pasan por a lto la emidad singular que
<Li tie ne d e rccl10 a alg11nas duelas co n respecto a la legi1i111iclad de la yace delante de sus ojos.
cco no1nía pos1ulada: ¿có n10 podemos, co n Laca11, deci r que "un a Lacan ya h abía co nced ido que la m ate ria lidad del sig11ificante era
carta sic111prc llega a d es1i110"? ¿No o cu rre que h ay carl as q11c se pier- "odd" , e n los términos del propio Poc (PP, p. 38). 19 Derrida va m ás
den , o q11c son robad as, o inclu so d es truidas? a llá e n su d e nuncia del gesto ele Lacan:
El arg111ncnto de Lacan es indisociable <le su desc ripc ió n de la cart a
colll o 1111a c11tidad que es "no co rt able" . Eu 1111 la rgo a11Alisis sc:lllá11tico 17 Véase Slavo j Zize k, l .oolú11g J\1111y, Ca111bridgc, M IT Press, 1992, pp. '.\-9 para un a
qu e se a poya e 11 cx prcsio11c:s francesas, m11estra qt1e se ¡)llcde hablar d e e lu cid ación m uy provec hosa de Ze nó n e n té rmin os laca nianos [ 1\-/iuw do fil -'"\~·o, Hue-
"lc 1ras" 1 Ü!lln's i c11 ph1rnl pero 110 se puede d ecir "hay letra" 1 de /({ /pflm[ nos Aires, Paidós, 2000] .
o "h ay algo de letra" ele la misma lll<111cra q11e se pt1edc d ec ir "l1ay tic1n- I H i'.\nilos / , 11/1. ril., p. 18.
l !I lbidn11, p. l 7. Lacan escribe:: "Es «vide nte (11. lillli! too sd{vnidml) que la ca na en
po" o "aqu í hay 111an teca". La caria, ya sea si11g11lar o plt1rnl , 110 p11c:de
efec to Li e ne con e l luga r relaciones parn las c ual es ningu na palabra fran cesa ti e ne to-
se r di vi dida o cortada en pedazos; i11d11so si lo lite, seguiría sÍl'lldo 111ia do el alcan ce del califi cativo in g lés odd. lliu 11·11', por la que Baudelaire la traduce rcgu-
colcu ió 11 ck f'rag111 en1os qt1 e pcrlc necen a la carta. Lts1a es la razó n por lan ne nte, es sólo aprox im ada. Diga mos que esas re lacio nes so n sin g ul ares, pu es son
la q11e la policía parle ele la suposici<Ín eq ui vocac b d e que la sala dd 111i- las mismas que co n e l luga r ma nti e ne e l sig nifica nte" [T.].
94 EL CORREO Rül\.\I>O DE l'OE EL CO RREO ROBADO DE POE 95
A hora hi e 11 , para qu e el s ig11ifica 111 c se 1m1111c11ga e 11 su le tra y así h aga s u re- qué una carta siempre ll ega a desti11 0?"2 1 Intentando d ese ntraiia r la
to rn o, es 11 ecesario qu e 11 0 ad 1ni1 ;1 " par1ic ió 11 " e 11 s11 k t. ra, qu e 11 0 se pu eda acusación d e idealism o y teleología d e Derrida, Zi:lek muestra que la
decir alg 1111a lc 1ra s i11 0 u11 a iclra, letras, la le 1ra. Es co 11tra est.a p os ible pé rdi- fórmu la de Lacan puede entenderse d e ac u erdo con los tres r egistros
da que se e ri ge J;1 afirn1ació11 de la "m a ler ialicla d d e l s ig 11ifica 11t.c", es to es, al- d e lo Real, lo Imaginario y lo Simbó lico. En e l nivel imaginario , "un a
re dedor d e la si11g11l ar id ad i11di visih lc del s ig nifi can te . Esta "111.ateiialidad", de- carta siempre llega a destino" significa que "su destino es ado11de-
rhu:ida de u.1w indivisibilidad r¡11e 110 s1,.fimda111.enta m 11.i11gu11a /Hufr, rnnespo11de quiera que llegue" ( EYS, p. 1O): para q 11e cualquiera mencion e la car-
de h.erh.o a uno idealización. Só lo la id ea lidad d e un a letra rcs isl c la di vis ió n dcs- ta [la letra], tiene que habe r tenido al me11os un receptor, aun si ella
tni c 1iva (PP, p. 194). o é l no e s el d e sünatario original.
Zi:lek utiliza e l a nálisis d e Pec he ux de un chiste tonto para probar
Lo es int e resante aquí es e l argll111cnto de (jlll' la prt·s11nta "in-
<(li t' su punto. Si yo digo: "Papito nació e n Manc hester, mamita en Bristol
divisibilidad " 110 "se lúmhrn ie nta e n ning11n a parte", precisa111cntc 1111 y yo e n Lo ndres: ¡es ex traiio que los tTes nos hayamos e ncontrado 1",
argun1c11to q11e repite e l ges to d e aqllellos q11e h11scan a lgo sin e n- doy a e nte nde r un 111odelo d e "d estino" que no obstante no pone e n-
con trarl o. Pero co lonli 1dose es tra tl'gin11 ne 11te e 11 el te1n·11 0 de la evi- tre paré11tesis los e ncuentros puram e nt e azarosos. Por obra d e un si-
dencia c111 píri c1 (yo sic111 pre pi icdo ro111 pcr un a ca rt a l'n pedacitos milar e fecro re trospectivo, si yo estoy en posición d e ten e r que hacer-
peq1ieiios) Derrida se ciega dcliheradan1ente a lo que he111os estado me responsabl e de una carta, e lla habrá llegado a su d e s¡jno. En 1111
d escribiendo l'n el pá rra fó a nt e ri or, y de hecho a l;1 paradoja rdativa- nivel simból ico, e l circuito ele la carta implica la falta de ltn m etale n-
111cnte cn111ú n de qlle la 111aterialidad de 1111a lf'!m dctennimtda ¡Hie- guaje que permitie ra a a lguie n e laborar una teoría del d estino, por
de 110 con ll eva r s11 es ta r "presen te" aqní y ahora, algo q11e l lcideggcr eje mplo: e l destino es tá enteramente contenido den tro d e la cana e n
ya le h abía enseiíado (y a Lac111). ! lay por cierto un proceso de '' id ea- sí, ya sea que 11110 vea su posesión co m o trágica, sex uada o un a be n-
lización " en el h echo de q11e Laca11 c01 1stn1ya 1111a tl'oría d e la 1na1c- dición. En un nivel real, la carta con ti e ne la mue rt e o la aniqui lac ión
rialidad del signifi ca nte proliricndo e l co11cepto de u11a letra única e co1110 uno d e sus m e nsaj es oc11 lt os, y en su misma mat e rialidad (qué
i11divisihk, tanto co1110 hay una idea li zació n ta n pronto con10 11110 podría es ta r m ás "nrn crt.o", e n efecto, que esos pequei1os signos iner-
prod 11cc 11n discurso riguroso has;1do e 11 co nceptos abs tractos. tes de un trozo d e papel, co mo Derrida lo ha e nfatizado con frecuen-
Si es to es relativalllentc si mple ele explicar, las objec ion es de Dcrri- cia). La le tra se conviene e n un objeto en exceso, un peligroso sup le-
da a la l'co110111ía rnisnia de la letra - y las implicaciones e n c uan to a mento que ti e n e que ser puesto en reposo, e l malicioso regocijo d e
11n c irn1ito dctrnninado por 11na "verdad" que siempre e11co 111raría un goce q 11e no tie ne nombre ni un a función clara (EYS, p. 22).
un falo como signilic111tc clave- parecen más compro 111etcdo r;·1s. Por e so ahora podemos volvernos h acia a lgo que es o bie n un cu-
¿l'o r qu(-, e n l'fecto , la letra siempre regresa a su lllgar original ? Vi- rioso lapsus cala·m i o bien una deliberada transformación e n e l semi-
111os a nt es có mo Althusscr pudo ex presar la 111is111a preocupaci{l1l. nario de Laca n: él c it a muchas veces las líneas tomadas de Crébill on
¿Realmente da a l' nt c 11clcr L1c111 q11e todas las lelms pf rdi<bs o extra- por D11pi11 , pero cua ndo te rmina su tex to escrito (no e n e l semina-
viadas tcn nim111 l.imd111c11tc t' ll las m a nos ele sus legíti111os propieta- rio) re mplaza e l o rig in al desseiu por destin y escribe:
rios? Si uno acepta seg11irj ugando con los térmi nos de L1c11 1, la rcs-
p11csta scr;í '\·11contrada":20 yo soy la respuesta, o cualquier lec tor lo ... Un rfrstút si f1wesle,
scrá. Esto es lo que Zizck d e 11111cstra e n e l pri111cr ca p ít ul o ele Cow In S'il n 'r,s/ digne d'A trée, esl digne de '/'h.yeste (E, p. 40, PP, p. 52) .22
sh1.t11m.r1, un ca pít11l o q11c ll eva po r sirnplc pero adecuado tít11lo "¿Por

~ 11 En i11 g l<ºs ji>1111d, p;i1 ·1i cipio pas<1do y <1djc1ivo dcriv;ido del ve rbo lojí11rl, cncon - ~ I Slavc~ Zifrk , F11j11y y1111rS)'111/>l11111!, Nueva York , Rouiledge, 1 9~ l 2, pp. 1-28. De aquí
t.rar, p e ro lalll!Ji { ll de( verbo fojfm11rf, fllll<bJ", fund<tJll('tllar: c) ;lll10J" t;d \l('Z Sll g'il'J't' CO ll en 111 ~\s ab reviado co rn o / ,-¡'.) l ( :ow /u sí11lr111111 . .fr1a¡11ts 1.11.rn.11 d1111lm )' j útm ,¡,, l !olly1011111/,
s11s co111 ilbs q 11 e a quí es 1;l t' I " f111 H.hll1H·111 0" q11 e Dcn'i<Lt 11 0 e 11 c 11 e 111ra c 11 " n1n g11 11 .t Bue nos A ires, Nueva Visión , 1994].
parte., 1T. I. ~~En castellano: /~.milos !, 11/1. ril., p. 34.
% EL CORREO ROG.WO DE l'OE

El simple cambio d e una le lra ha 1ransfonnado e l "de signio" de la 7. HAMLETY EL DESEO DE LA MADRE
teleología en t1n deslino determinado por la repetición. AJlí 1111a vez
más, la clave pa rece eslar e11 algú11 lugar de la lragedia antigua, con
las fig·t1ras de Atreo y Tieste. Co1no lo ha seüalado Barbara Johnson
en su fascinante comcnlario, ya la obra de Crébillon giraba en torno
d e 1111a cana que infonna al rey Aireo de la traición de s11 hermano
Tieste. Esa cana denuncia el hecho de que st1 hijo es e11 realidad el Me gustaría ocuparme de otro seminario cuyo foco sobre "El deseo y
hijo ele Ti es1e y st1sci1ará el habi1t1al repcnorio de i11ces10, parricidio su inte rpretación" desplaza radicalmente la lectura freudiana habi-
y hasla canibalismo (PP, pp. 23:>-236). Co1110 ya lo advini era .Johnson, 1.ual d e Harnlet como un Edipo, salvando las distancias. Parece útil se-
Derrida, quien in1cn1ó sobrepasar e l marco ofrecido por Lacan, rn11i- guir una vez más las cautas investigaciones d e Lacan en un seminario
1e 110 obstante leer las otras partes d e l Seminario, espccial111cntc el en e l que primero que nada parece muy respetuoso de las ideas de
largo pasaje 111a1c1ná 1ico no tradt1cido cu T/1e Pu.doi11ed Poe y sólo dis- Freud. Trataré de mostrar cómo alcanza una inte rpre tación diferen-
ponible e11 los Lcrils frances es (p. 41, comenzando por "Prcsc111ació11 te e u varias e tapas, corno si no hubi e se visto totalmente desde el prin-
de la con1i11uació11" hasta la p. Gl).23 C11riosan1cn1e Lacan fecha la cipio qu e iría a contradecir tanto a Freud como al canon freudiano.
segt111cla parle de su scrninario del 26 ele abril de l 9[>5 t111a vez m ás Lacan se vio lle vado a ffornlet no tanto por las numerosas alusiones
(F, p. 44)'.2"1 e inserta en e lla una serie de "paré111csis" qt1c lhtllla "pa- freuclianas como por el h echo de que en medio d e su seminario d e
ré nLesis de los parén1 esis" (/-,', p. 54) _'2:-, Dcspt1és de lo cual, escribe 1959 e sta ba leyendo una serie de textos de Ella Sharpe, sobre todo su
qu e el tcxlo de I 9!)5 rcto111a (J\', p. 57)'2.G 11n "1ex10" q11c de ninguna Dream. Analysis de 1937 y sus notas inconclusas para un ensayo sobre
llla11cra corresponde al tex10 qt1c poden1os leer c11 aqt1clla sesión del I-lmnlet. Al glosar la manera e n que e lla analiza e l sueiio de un pacien-
Se111i11ario ~ , 11n texlo en el ct1al, 1111a vez 111ás, Poc sólo in1crviene co- te, Lacan se interesa en panicular e n traducir las especulaciones de
1110 e ] <llllOr de CSJWCliiacioncs sobre. juegos de adivi11aciú11 C idc111ifi- ella a sus propios grafos del d eseo, el e sbozo para e l compl~jo esque-
cación. Sólo lo rncnciono para sugerir cmín co111pkja e inli11i1a ¡rnc- ma que he examinado en conexión con la "Subversión del sujeto y
cle se r la i111bricación de esos cslrat.os tex111ales. Colllo Dt1pin y el 111i- dialéctica del deseo e n e l inconsciente fre udiano" d e los fa-critos. Con-
nist.ro ret1nidos por la frase de Poc, tenellloS que volvernos "poetas y cluye que para e l paciente de Sharpe la cuestión e ra "ser o no ser el
mate n1;11icos" (PP, p. 17).n Pero a fin de salvar la brecha c 111re "111a- falo". l Advirtiendo que las resonancias inte rtex tuale s d e la tórnmla lo
telllas" y lee1uras lcxtuales, tenemos que conocer un poco 111;1s lo que fuerzan a hacer un desvío a través d e la Leoría de Freud sobre liarn-
co11stit 11yc la estructura misma de la tragedia. let, primero rem ite a su auditorio a la primera mención hecha por
Freud sobre la obra. Se trata de una carta a Fli e ss frecuentemente ci-
tada, en la que Freud no sólo ide ntifica la posición ele Hamlet con Ja
de 1111 varón histérico, sino qu e lo vincula con Edipo:

¿Cómo se puede e xplicar la histé rica frase de Hamlet: "Así, la conc ienc ia nos
hace cobardes a todos", y su vacilación de ve ngar a su padre matando a su
tío, cuando é l mismo e nvía a sus cortesanos tan neglige nte me nte a la muer-

~:; ff,ii/1·111. 1'1'· '.15-:):). 1 Me referiré a la secc ió11 sobre //11111./rt d e l todavía i11é clito Seminario /.ti désir PI sm1

~ 1 !hiill'111, pp. :m. inlnjnPtatiou reproducido e11 tres rnímeros co11secutivos ele Omiuu? 11ú111. 24, 25 y 26.
~,-, l hi1/r111, pp. 'lti. Esta cita correspo11de a Ornimr, núm. 24, p. 7. De aquí en más abre viaré corno 024 y
~1; ll>i1/rn1, p.:'> 1. 025 las primeros d os entregas, seguidas d e l núm e ro de 1xigina. No cito el siguiente
D Edg<1r Alb11 Poc, .. !.;, <''1rl<l rub<td""· l.'111·11/os / , 11/1. uf. p. :)'27. número ele Oruú:or, pues to qu e corresponde a la traducción i11glesa d e l seminario.

l97]
98 1-1 . \~tl.LT Y EL DESEO JH. l..\ ~ ! A DRE 11 .-\MLET Y EL DESEO DE LA MADRE 99
te y despacha a L1erl es con 1<1 l 1no nti111d? ¿Qué o tra cosa sin o por el lorllle n- de ve r cuánto d ifiere Lacan. Ei1 La intnprelación de los sue·ñ.os, Fre ud
to d cspt:rt <1d o e 11 é l po r e l osc uro rec ue rdo d e que ha co ntc 111plado el 111is- 110 m e n cio11a la histeria de Ha111let (sólo se lo ll ama neuróüco) de bi-
1110 aClo co 111ra su padre debido a su pas ió n po r s11 111ad rt', ''1rata d a cada do a que Hamlet, como pe rsonaj e y como obra, encarna un a nue va
ho 111bre scg1'111 su llléritn, ¿y quién escaparía de se r azotad o?" . S11 coi1c ie 11c ia etapa d e la civili zación: si Harrdet ü e11e sus "raíces" e n el complejo d e
es s11 i11 crn1 sc ie nlt' sc 111i111ie 111 0 de c11 lpa. Y s11 frialdad sexua l a l h;1hlar co n Edipo, todo ha cambiado.
Ofe li a , su re c ha zo a l i11sti11 t.o d e e nge ndrar niíi os, y li11 a l111cnte s11 11 ·;111 sll:rc n-
c ia del ;1cto d<· su padre a O ldi a, ¿no so n típi e<u11 c 11te histé ricos ? ¿Y limtl111en- 1 ... ] e l d ife re n te tratamiento del mismo mate ri a l revela la tola l dife re nci a e n
1e 110 ti e ne éx ito , ele L1111is1na 111 ~1 11 c ra c 11 q11e lo hac e n 111is his1é ric <1s, ¡·11 <1<:<1- la vida m e ntal d e esas dos épocas muy se paradas de la c ivili zac ión: e l ava nce
rrca rsc .~ 11 prnpio castigo y s11frir el 111is1110 destino q11 c s11 padre, a l ser e nve- secu la r d e la repre sión e n la vida e moc io na l d e la humanidad. E n Edipo la ávi-
ne nado por e l 111is1 110 riva l?:¿ d a fantasía infan til subyace nte es p uesta a l d escubi e rto y re a li zada como lo
se ría e n un s11e 1l O. En Haui.let pe rm a ne ce reprimida; y - e xa cta m e nte co m o
7

La 11t ayo ría d e los c ríti cos ha scúa lado el revelad o r la/1.rns rnlrwú de e n e l caso d e 11na ne urosis- só lo nos e nte rarnos de su e xiste nc ia a pa rtir d e
Fre t1d : cbra111c 11t c está pensando en Polonio , "despachado" pro11ta- sus co nse c ue nc ias inhibi torias. 4
lll e 11t c por Hatnlet, cua ndo cscri lw "Laertcs". l11cluso si Lacan no lo
advierte, yo qitcrría st1 ge rir qt1c su propia int e rpre tación responde Ésta se gui rá siendo siempre la tesis d e Freud sobre Hmnlet, inclu-
pre c isa111c 11t e a la 0 111isió11 d e Frcud, colllo si hubiese visto en la va- so d espué s de que cambió d e opinión sobre Ja identidad d e l autor:
cil ac iú11 co nce ptu a l de Frcud ame el papel y el lugar del Rival q11e e n una nota a l pie aúad ida eu 1930 confiesa que ya no cre ía que "e l
re 1úplaza a un Padre 11111erto 1111 lafJsas ralauú qt1e rc 111pl a1.a el pri- hombre d e Stratford" fuese e l autor de las obras. Como e l humorista
1ncr crin1en de lla111lc1 (el de l'olo11io, t111 crilllc11 co1 11l'tido crn1 pre- francés Alphonse Al lais brom eó una ve z, Shakespeare nunca e xistió:
cipit ació n ) por la víc tim a de t111 dudo posterior (real izado 1a n1bi é n todas las famosas obras h abían sido escritas por una persona total-
1.ne c ipi1 ada n1en1t· y dando vt1c l1 as a lred edor de objetos e id(·11 1idades me nt e d e sco11ocida quej11starne 11te llevaba e l mismo 11ornbre ...
equ ivocadas). Al igual que Ella Sharpc, co m o vcre 1nos, Lacan e nLtti- Sin e mbargo, Fre ud regresa a 111enudo a Harnlet e n aiios poste rio-
za la fún c ión de la precipitación c 11 la int e rpretación, en el se ntid o res, no e mpero e n conexió11 con la histe ri a, sino con la me lancolía.
d e un "<qrnro por terminar" que é l e laboró e n "El tiempo lógico y el En "D ue lo y m e lancolía" ( 19 15) , Harn le t. e n carna la típica autodegra-
ase no de ce rtidumbre auticipada. U n nt1 cvo sofis1m1 ".:I En ese sen- clación d e una mela11colía prolongad a . Fre ud cita Ja obra e n un pasa-
tid o, el la/Js11s rnlanú o e l lajJsus li11guae sólo son "actos fallidos" por j e m ás bie n humorístico.
e l hec l10 de que prec ipit an una inte rpretación i11consci et 1lc q11c e s-
tá de111;1siado present e , y por lo ta nto demasiado apremia n! ('. Pero Cuando e n s11 e xace rba c ión d e la a 11t.o c ríti ca (e l paciente) se d escribe a sí
me e stoy a nl ici pando ... m ismo co mo insignifica nte, egoísta , d es hon e sto, ca re nte d e inde pe nd e ncia,
Mic1llr<1s q11c la id ea d e que l lam ler es un varún hi s1t'· rico se ría al- uno c uyo único propósito ha s ido esconde r la d e b ilid ad d e su propia na tu-
1a 1ne 111 c s11gestiva ('11 e l 1na peo hec ho por Lacan de los "c t1a 1ro dis- ra le za , por todo lo que sabemos pu ed e se r que haya llegado muy ce rca d e l
cursos " -en d o nde el "d isc t1rso de la hi sté rica" es presentado corno autoco no c imie nto; só lo nos pre gu nta rn os por q11é un homb re d e be e nfe r-
planteando irnplacablc1 nc n tc la pregunt a por l'I deseo-, es sólo la 1narse a nt es de qu e pu e da d escubr ir un a ve rdad de esta clase . Pu es no pu e-
scguuda parte d e la tesis lo que ni ;ís tarde desarrolla Freud c1 1 / ,r1 in- d e cabe r ninguna duda d e qu e q11i e nqui e ra que soste nga y e xp rese a n te
let/Jmlarióu de los .1 111'1/os, y es importante esbozarla rápidan1cnte a fin otros se m t'.jante op ini ón de sí mismo -una qu e Haml e t a lbe rgaba sob re sí
y todos los hombres: "tra tad a cada homb re segiín su mérito, ¿y qui é n esca-
~ Sig 1111111d Frend , 'JJll' 01igi11s o/ / 'lrd111-/I 1111/ysis, Cari;i 71 ( 15 d,· oct 11iirc de 1X~17),
p. 2'.2-t 1 Ohm.1 rn111/1l1'/m, l. 1, l\11<'11os Ai res, A111orroll11 , 1~1 7 li l. ·I Sig 111u nd Freud, '/1w /11in/n~tati1111 o( th.1' J>m1m.,, traducción d e Ja111 es Strac h c y,
:I Vé ;isc Jteq11es L1ca11 , "l.c Le111ps logiq nc e t 1'<1sscrtio11 de r<Ttit ud c ;111ticipt'c " Nu e va York, Avon Books, 1965, p. 298 [/.11. i 11ll'l/n ~l111:iú11 d1' /11.1 sun/11.1, t. 5, Bu e nos Ai re s,
( l 'H 5) , bni111.1 ! , 11/1 1il., pp. 187- '.20 '.l. Amo r rn rlu, l985].
]()() l IAM L.ET \' FI. DESEO DEL\ ~ l. ·\ DRE HAMLET Y EL DESEO DE L\ MADRE 101
paría d e ser <11:01ado?" (1 1, :!)- es un li u mbre c 11 fern10 , ya St'.a que diga la ve r- üo comiene es simple: " ... é l no sabía que yo deseaba que es tuvi ese
dad o sea 1rnís o 1ne 11os injuslo co nsigo 1nis1110 .5 muerto". Un sof1aclor que sue ña su propia mue rte y e l s011ador que
sueña la mue rte ele su padre tie n en a lgo e n común (ade más ele ser
Ve rc 111os que Laca11 111iliza algu11os e lt>m e 111os i111por1a111 es 10111ados proyecciones ele la psique ele Freucl; sabernos cuánto ele la hltnp·1eta-
d e la fa111osa o posició 11 e ntre e l duel o -defi 11ido como proceso a 1ra- ción de los sueiios se d e be a la mue rte d e su propio padre, y la interpre-
vés del cual la falla o a use11cia del o l~ elO amado es fo1ali11cn1 e accp la- tac ión ele Hamlet de Freucl siempre gira a lre d edor d e l h ec ho ele que
da de spu és d e 1111 cieno 1ien1 po, y d s1~j e 1 0 p11ccle co111 t' 11zar a i11vcs1ir la o bra fü e esc rita por Shakespeare poco después d e la mue rte ele su
d e libido 1111e vos objc1os- y la lllcla11 colía, cua11d o e l s1üc10 pcnua- padre ): e stán asediados por un no sabe r que borron ea las distincio-
nece lijado c 11 la posició 11 d e la pérdida o la la 111c n1 ació 11 . El narc isis1no nes h a bilua les e ntre la vida y la mue rte. Están forzados a ve r al difun-
es la clave, en es1e a nálisis, p11es10 q11e el 111cla11cólico o rncla11nílica se to como un po te ncial fan1asrna que testimonia la te n az supe rvive n cia
ide ntifica crn1 d olijclo aha11dom1do o pe rdido, 11na idc ntificaciún que de los d eseos in co nscienles. O, como lo e scribe Fre ud co n frecu e n-
por lo 1an10 bloquead proceso y co ngela el üe1npo. cia, c ita ndo a Horac io, "no se 11ecesi1a un espec tro, mi seiior" para
Aparle de <'Sl e in1por1a 11t c <1n á lisis d e llll p e rsrn1 a je si 11no S(' con- dar 11 o ti cias del i11 evita bl e re to rno del i11 co nscie nte .
centra en la trailla y b es1r11cu1ra, la lcs is psicoanalítica de Fn.·11d 11 0 Au11q u e la i111 e rpre taci ó n ele Laca 11 hace foco e n e se "él 110 sabía",
varía. E11 s11 inlcrprc tac ión, Haw.lef d e be c11te1Hkrsc dcnlro ele 1111a
eso 110 re si e nte su admiració n por Fre ucl , pues e 11fa1iza "qué justa,
cstn1ct111«1 provisla por Sófocles, con la dife rc 11 c i<t d e q11e lllientras
qué e quilibrad a e s esta aprox imación " ¡y prome te que no move rá a
Edipo acuía y ele hecho 111a1a a s11 padre y se acuesta co 11 s1 1 111<1drc ,
Ham le t del luga r e n e l que Fre ud lo h a puesto ! ( 024, p. 1O). Luego
Ha111le 1 cs lá inhibido e n la ve 11g<1n za que se espera de él. S11 i11hibi-
a punta a l libro i11co 11cl uso d e Ell a Sharpe sobre 1-larn.let y expre sa al-
c ió 11 s1irgc del h echo d e que rcco11oce i11 co 11sc ienlen1 c 111c qu e su 1ío
gunas rese rvas acerca ele o lro inte n to psico biográfico m ás. E11 un se-
ha bía reali zado antes que 61 lo que l~ I deseaba 1n<Ís i111 c 11sa 1rn·n1 (': 111 a-
minario posterio r, Laca11 no se a nda co n vue ltas cua nd o lra ta e l e n-
tar a s11 padre y cas;trsc co11 su n1aclrc. Es lo es pos11il ado co1110 pie-
sayo tardío de Sharpe sobre Shakespe are.
dra lú11da111cn1al del dog111a psicoa11 a lí1ico, y d('bcrí;t e ludir ci1al-
quier reproch e de "ps ico logü.ació 11 " pu eslo qu e se d e riva d e 1111a cs-
Yu no q11e rría a nim a rl os a produc ir el tipo d e si nse n tido d e l q11 t> está n lle nos
truel ura 1otaln1 c 111 e i11 co 11scie 11te.
los tex tos psicoa na líticos. EslO)' simple rn e llle sorpre ndid o de q11 c nad ie haya
En s11 Sc111im1rio d e l 4 de marzo d e 1~1 5 9 , Laca u cs 1abkcc 1111 a i11-
adve rtid o qne O fclia es O pita/los, po rqu e un o e nc ue ntra 0 1ras cosas igu a l-
1e resa11l(' co ne xió n c ua ndo va del sueíio d e Ell a Shar pc al fa111oso
me nt e grose ras, flagra ntes, e xtravaga n tes, co n sólo a brir los Paper:1on1-Jmnlel
pas <~ j(' de la lnter/netaáóu de los su eri.os e n e l que Freud 1n cnc irn1 ;1 a
qu e Ella Sh a rpe d esafort1111ada me nte d i::jó i11 co 11 cl usos y qu e ta l vez haya si-
1111 p acic 11 t(' qu e, j11sl0 desp ués d e la 11111ene de s11 padre , rcl'ivió ese
do u n e rror publica r d espués ele su mu e rt.e.7
1ris1 e aco 111 cc imic 11to c 11 sus su c ilos. E l s11e 11 o e stá res11111ido así: ··.1·i11,
/1adte estab1t v ivo otm 11ez y le estah1t lw blando en su morlo lwhit11.1tl, prm l lo
no ta ble era qu e 1 1e1tlmente había ·111:11,ato, sólo que 110 lo sabír1."li l\ 1ra ex- Pe ro e l e nsayo que Laca 11 no d ~j a d e e logia r es e l fa m oso texto que
plicar la a parc 111 e a bsurdidad d e l s11 c 1 o, Fre11cl necesila co11cc1arlo Sharpe había e scrito e n 1929 so bre "La impacie 11cia de H a rnle t".
co n una "pcr111rbaci ó n de los i111pnlsos i11f a 111ilcs lll<Ís 1e11 1pr;111os del La provocativa tesis d e Sharpe es que es eq uivocado describir a
SOitador COlllra S il padre" y la idea d e la arnb iva le n c ia ClllOCiomtl rren- Hm11.lel com o la "trage dia ele la vaci lación" [o d e l aplazamiento]; ti e-
IC a los 11111c n os. La si111axis del pe 11sa 111ic11to i11co11sc ic11 1c qu e (' I s11 c- ne m ás sentido carac1 eriza rla como la "trage dia ele la irnpac ie ncia".8

7.Jacques Laca11, .. Desire and th e l111.e rpre tatio11 o l' Des ire in Ha 11de t", traducido
po r Jam es Hnlbcrt, l .itemlull' aud l'syrh.11t11111/pis. "/11.t' (!_1111sti1111 o{lir111li11f!:: Olltnwi.11', ed i-
:-Sig111111ul Fn-·ud , "Nlo 11nti11g a1 1<I 1'vlcl;111 cli o lia ", ( ;r'l/l'rtd l \p"holug,-irol 'J'/Jr'ol)', pp .
1

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1\ 1111l1•sis, Londres, Hoga nh Press, 1950 , p. 20.
102 ILAMU.T \'U. rn:s1-:u m: l .. \ MAD RE l IAMLET Y EL DESEO DE JA MADRE 103

Con lo cual ella quiere decir que, a pesar del aplazado desenlace del obra de Shakespeare, fue d e 111111ciado desde e l comienzo. Lu ego La-
último acto, e l principal sí1llo111a ex hibido por el hé roe epónimo ele can exa mina e l corazón del argume1110 de Fre ud : Hamlet no podía
la obra es la melancolía causada por un duelo 110 realizado. El duelo matar a Claudio porque Claudio es un rival exitoso, un rival que se
ex ige 1iempo, 1111 1ic mpo qu e se: les niega a Ha111le1 y a iodos los de- ha atrevido a hacer lo qu e é l 110 se atrevió a ll evar a cabo ( 024, p. 14).
más protagonistas. Eslo explica las curiosas ace le raciones de la trama, El centro de la obra por ende no es tanto: "¿por qué Harnl et no pue-
los varios cr.í menes d e los que en úllima i11s1a11 cia l la111lc1 es culpa- de actuar?" como: "¿qué pasa con e l deseo de Harnle t? " Hay algo que
ble, hasta la generalizada masacre final. Allí 1111a vez más, falla el tiem- anda mal con e se deseo, y toda la obra, se gún Lacan, podría conden-
po para 11n apropiado relalo, ya que 1-[amlct e xcl a ma: sarse e 11 lo que é l ve en e l reclamo de Harnlet: "¡Devuélvanme mi de-
seo!" Lo que trata d e hace r, por otra parte , es inte rpretar ese recla-
Si 111vicsc tic111po -pues es te g11 ard ia 1-fTo:t., la 11111 erte , mo e n términos que no son psicológicos sino ontológicos: todo e l ser
es estricto e 11 s11s arrestos- a h , podría co nt arte . .. d e Hamlet está d ete rminado por un ecl ipse del d eseo.
Pero dcj é 111oslo así.(\·, 2, 3 111-:l l ü/ 1 01.elia podría arrt~jar alguna luz sobre ese deseo. ¿Se puede de cir
que Ofel ia es el objeto d e l deseo de Hamlet? No realm e nte, puesto
Lacan y Ell a Sha rpe es lán de acuerdo en que el gc11io de Freud que e lla libe ra e n Hamlet la expresión de su "horror ele la fe minidad"
yace c11 qu e é l ruc dircc1a1ne111c a l corazón del "co111pkjo " y se las ( 024, p. 15). Polonio inte rvie n e corno 1111 "psicoanalista silvestre" que
arregle', para unir "c icnci;1 y arle" c01110 Shakcspca rc lo hal>í;1 hecho .10 se lanza a co nclusion es apresuradas, como cuando cree que la melan-
Laca 11 agrega que lcts co11cepcirn1cs d e Freud van 1nás allá de l<1 s dc 10- colía ele Harnle t ha sido suscitada por u11 amor prohibido por Ofeli a.
Finalmente, tambié n Lacan se lanza a una co11cl11sió11, aunque de
dos sus crn ne 111arist as posleriorc:s. Luego ofrece 111 1 rápido res11111e11
una clase diferente, cuando dice:
de la obra ( 024, pp. 1 1- l ~) y des laca el rnoclo e 11 que se vi ne u b el re-
ton w del cspcctro con la lú11ciún del i11c0t1scic11t c en 1a1110 q11< · de-
El acto d e Ha1nl e t no es e l acto de Ed ipo, c 11 la med ida e 11 qu e e l acto d e Ed i-
1en11inado por el g ran Otro. Es a causa d f' "e l Padre 110 sabía que es-
po ap111 11 ala su vida y lo co nvie rte c11 el héroe q11 e e ra a11 1es de su ca ída , e n
taba 11111cr10" que el s1~jeto dcsn1hre que e l 01ro 110 puede sahcr y así
la me dida e 11 q11 e no sabe nada. l la mlct , por su pa rte, d esd e e l co mi enzo es
co 11 s1 i111 yc s11 propio i11co11scie111e. No ohsta11 1e, cse<1rb;111cl o 1111 poco
culpab le de se r. Para é l se r es insoportable. ( 024, p . 15.)
c11 Li teoría de Fre ud , Laca11 aúade: "¿Por qué los 111odcr11os l1ahrían
d e se r 111ás nc11ró1icos que los a111ig11os?" (024, p. 12) , y decide ll evar
En un aná lisis casi sanre a110, sin duda te i1ido ele las obras d e San.re
lllás lejos la investigación e n lecturas tcxt11ales. Luego opo11e el Es-
o de Carn us, Lacan ci t.a luego el monólogo "To be or nol to be", y regre-
pectro e11 lfmnlet, que sabe que está muerto , a Edipo, que "110 sabía "
sa a lo que e l Padre dice al h\jo cuando le re clama ve ngarlo: que ha si-
y c uya 1ragedia proviene d(' su d eseo de conocer Ja verdad. El <Ti 111 cn
do asesinado cuando estaba c11 pe cado mortal, "segado en ple no 110-
cdíp ico ha sido collletido i11co11scienlelllc111e , rni c11tr;1s q11e en la rece r d e mis pecados" (1, 5, 7li). Como seí'rnla Lacan, Hamlet 110 pue-
de pagar esa d e uda, 110 puede actuar porque algo está faltando, a lgo
!• Estoy 111ili za 11do la Ncw C.1111hridge Editirn1 <k lla111'1'/ n litad a por l'hilip Fd- empare ntado cou la castración ( 024, p. 17). H e citado este primer se-
wanls , Ca111hridgc , Ca111h rid ~c l l11i vns it y P rcss , 1'18!>, p. '.Z 10. l l'ar;1 la t r;1< l11 n- ic'lll al minario e n cie rta extensión a fin de e nfatizar dos puntos: primero, La-
c:1st.c ll ;111 0, tc11c 111 os a la vista la edic ió n d e Thrn11as Marc l'arro tl, 'fil'l'lll_)' Flin·1· / '/11.rs
al/f/ i/11· .'i1J11111' /1, N 1w va York ( l'l'.18), C harl es Scri lrn er's So1is, edic ió n rcvis;1da , l ~l!> cl,
ca n elogia a Freud pero clara me nte está deseoso de re mplazar su in-
pp. G7f>- 7~ 1 I. No obs 1;:1111 e, rn a 11 t.c1u·rnos los nún1tTos dt· verso co r n:spo 11dic1 11 c.·s ;1 la terpretación ed ípica por un a lógica diferente e n la que e l Otro, sien-
edición ele Ca 111bridgc tal <'Olllo los ol'recc el ;111to r, pu('Slo qu (' ha y li g('!';1s dif"<'l'Cll- do y 110 si e ndo, o más precisam e nte la castrac ión simbólica jugará un
c ias e ntre u11 c1 y 0 1r;1 edic ió n. E 11 todos los ctsos la 1re:1d11cc ió 11 es 111w s 1ra , d;1do q11<· papel. Parece no obstallte como si su tanteo ambivalente proviniese
e 11 la 111a yorí; 1 de las tr;1d11ccirn1 es dispo11ihles de S hakcspea rc 1111<1 cuo ta i111po rt;i11t c
de /i1n11/i1/ml s<· pierde en fa vor de la 111étrica, la ri111a, c11a11do 110 c 11 la perplejidad
del h ec ho ele que aún no había e ncontrado la clave d e esta lectura.
de los t rad11ctor<'s (T.) 1. E11 la semana siguie11 te (e l l 1 de marzo), Lacan retoma a c uestio-
IO i':lla Frec111;111 Sh ;1rp<', .. The li11p;1 ti c 11 cc ... ", 0/1. ril. , p. '.Z IC\. nes históricas y de contexto, me nc ionando la relevante fecha de lli01
104 H.-\MLET Y El. DES l: o Lll:: L\ M ..\DRE 1IAMLET Y EL DESEO DE LA MADRE 105

en que la ob ra fu e rcprcse111ada por pri111era vez en Londres. Opo- Lo que finalmente Lacan ha puesto en evidencia es la de pe nde n-
ne el libro de El la Sharpe sobre llám.let al famoso ensayo de .Jo11es cia d e l modelo edípico de Fre ud respe cto de un razonamie nto psico-
d e 19!0 sobre "El crnnple jo de Edipo: una cxplicac iún del n1is1crio de lógico que podría invertirse por completo.
Ha111lc1 ", 11 y lt wgo revisa lodos los ch1sicos e u1re los conH.' 11Laris1as
d e /1a11i.lel, incluyendo a Goc lh e y a Cole ridge. ¿Qu é nos dice la tradición psicoanalítica? Que todo g ira a lre d e dor del d eseo
No deja de pensar, siguiendo a.Jon es, que /-/mnletcs "una especie de d e la madre, qu e es te deseo está re primido, y que es la causa por la qu e e l
lrampa" en la que el comple jo d e Edipo y la cas1ració11 han quedado h éroe 11 0 pudo aproximarse a l ac to que se rec lama d e é l, es d ec ir la ve ngan-
alrapados (024, p. 24). Lu e go, 111ie111ras res11n1c u11a vez más la pieza, za contra t1n ho mbre que es e l poseedor ac Lual, tamo 1m1s ilegítirno c 11anlo
se dctie11t· en el mrn11en10 e11 que l lamlct e s1á a 1H11110 de despachar que es 1111 criminal, del objeto mate rno. Si é l no pu ed e golpear a la pe rsona
a Claud io, a quien ve lleno de rc111orclimie11to despué s de la "ob ra" y qu e ha s ido se1ia lada para su vindicación, es porque é l mismo ya h a co m e ti-
perdido c 11 sus pl e garias (111, :1, 72-82). Haml e 1 110 puede matarlo, do e l uimen a ser ve ngado. En la med ida qu e hay e n e l fondo un a m e mori a
pu<::slo que sabe que su propio padre es1á e n e l in!it-r110 o en el pt1r- de un d eseo in fanti l po r la madre , d e l deseo e dípico d e matar a l padre, 1-larn-
ga1orio. Lactn con 1e nt a: le l e n c ie rto se nti do devendría un cómp lice de l actua l propieta rio, bealus ¡1os-
sidens, a sus ojos. No podría atacar a es te propieta rio sin atacarse a sí mismo.
Todo e l /11 IN' or 110/ lo bt' se cnc 1w111r<1 ;1q11í. Él e stá prcuntpado por el cler- ¿Es eslo lo q11e qui e re n d ec ir?, o no podría atacar a esle poseedor sin vo lve r
11 0 lo IH' de Cl;11 1di o, y es pur eso q11e d eja s11 espada en s11 cs111clic ". ( 024, a d es p e rl a r en sí mismo el vi t;jo deseo, sentido como culpable, e n t1n m eca-
p. :!8.) nismo qu e o bviame nte tien e mucho 111ás se ntido.
No nos fascinemos co n este esq ue ma 110 dial éc tico. ¿No podríamos d ec ir
L1 11oc ió11 de 11n "ser" o de 11n "Lo he" aun desp11és ele la lllll lTl.e que lodo podría inve rtirse? Si Haml e l. fu ese a lanza rse inmedia1.a111 e 111 e sob re
anuncia clar;u11c11te el co1H'l'j)I<> de 1<1 "seg1111da 11111tTlc" q11c 111;is 1ar- su padrastro, ¿no podría d ec irse qu e e nco nLraría e n esto una opo rtunidad d e
dc Laca11 ha de id en 1ilicn co11 An tígu 1/{/,. Aquí, el an;íli sis se 1raslacla niitigar Sll rnlpa . ( 025, p. 19.)
del se r al deseo , ya que c 11scg11ida agrega:
Aquí, Lacan ha descartado por completo la intuición inicial d e
Rq~rcsc 111os a Cl;111di o. 1l;irnlc1 explica 11111y clara111c111e qu e le g11s1;11 ·ía al ra- Fre ud y ade más, fundam e ntalme nte, e l motivo principal d e su int e r-
parlo c11 e l ('XCcso de s11s placeres, es decir e11 1111a re lación co11 la r('i11 ;1. El pretación e n tanto que se r " 110 dial éc 1ico" (aunque e n realidad pare-
¡rn111 0 clii\'l' es el deseo d e la 111adrc. ( 024, p. :!8.) ce c reer qu e sólo re futa a.Jones y a Sharpe). El origen d e la inhibi-
ción d e Harnlet no surge de su d eseo por la madre, sino de su propia
Aquí, (i11al11H·111e Laca11 ha dado co11 e l térrni110 clave, y servir;[ co- "t!jación" e n e l deseo d e su madre. El paso de un genitivo subjetivo
1110 i11111i c iún ccnlral l'n s11 lectura. Aq11í se puede percibir ltasla q11é (donde "deseo de la madre" significa "deseo por Ja madre") a un ge-
pu1110 la ffirn111la de Laca n "el deseo del sujclo es e l deseo del 01ro" nitivo o~jeiivo ("d eseo d e la madre" e n tanto que "su deseo por otro
desplaz;1 a la 1csis rrcudiana. Lejos de decir que Laca11 est;Í dc1crn1i11ado hombre" ) nunca ha sido m ~jor tra bajado; es de hecho un mecanis-
por un;i rivalidad cdípica -de hl'cho, con10 Lacan se prcgu111a 1111a que mo "di a léc tico", cuya fl ex ibilidad está limita da empero puesto que re-
olra vez, ¿por q11 é un 111oddo cclípico sen1cjan1e explicaría la i111crn1i11a- futa la "vieja" psicología e dípica. Esta psicología ha sido remplazada
blc dilació11 y evitaría la vc1 1ganza? ¿Por qué 110 querría l Ia1nlc1 111;11ar por 1ma ontología en la que se exige a l sujeto que vaya más allá d e su
a l tío pn:c isa11H'11lc j101qw! ha real izado sus lll<Í.s prohi11dos deseos? prin1 e r o~jeto y alcance una co nci e nci a d e l lugar del gran Otro corno
¿Por qué 110 querría 11110 elilllinar a 1111 rival exiloso?- lo qt Ll' ' ·sl<Í dicien- deseo determinante . Yo simpleme nte m e d ete ndría aquí para agre-
do es que el origen del enigrna yace en u11 deseo fi:lllcnino i1wscrn1ablc. gar que apenas unos ai'ios d espué s, Lacan remplazará la noción de di-
c ha "ontología" del d e seo por e l concepto de una "ética" del deseo.
Las co nsecue ncias d e tal d esplazamie nto son importa ntes, no sola-
11 Erncst Jo11cs , / /11111/1'/ y /iifi/m, R un· lu11<1, Ma11dr;\gora, 1~l7!). mente para 1-larnlet e l p e rson<\j e, sino para cualquier stüeto.
!06 11 ,\~ll.ET Y EL Dt:SEO DF l.,\ M ADRE 1IAM L ET Y EL DESEO DE LA MADRE 107

Así, la esce na clave e n la obra para Lacan no es, co1110 lo e s para El Hamlet d e Sh a kespeare, e n la me did a e 11 qu e es d e Shakespeare , es un a
Ella Sliarpe, la obra dentro d e la obra, o la "trarnpa para ra1ones" me- obra qu e traLa sobre e l e feclo d e la c ulpa de una madre para con su hijo [ ... ]
dian1e la cual Hantle 1 al rapa la con c ie ncia de Clauclio, sino la esce na Sh a kespea re fu e incapaz de impo ne r e xiLosa me nte este motivo sobre e l "in-
siguic111c, cuando d lia conse guido IOC -11' a s11 1ío pero li <1 fallado con 1ra ta ble" m a l.e rial d e la vieja obra_ l 2
su madre. Es por eso qm: Lacan co rn e n1 a con algum1 e xl e nsi ó n esa
a ug11s1iosa escen a en la que l·lantle1 disc111 e cou C c rtrndis c11 111 , 4 , se- El argum e nto d e Eliot, que infie re d e l exceso e rnocioual una falla ar-
iíal a ndo q 11e cuando t>I cspcc l ro di ce: tística, d eja espacio para el "patólogo" y se iíala 1111 "saber inconscie nt e ":

Ali , po111 e c111rc ella y s11 a lim1 c11 l11clta (111 , 4, ll'.¿.), El int e nso se n1imie 11Lo, e xtá ti co o te rribl e , sin un obj e Lo o qu e e xcede a su -
o bje lo, es a lgo qu e Loda pe rso na d e se nsibilidad ha conocido; sin duda es ma-
és1 e parece citar el "enlrc" rne11Cionado por Ha111let e n n :spucsla al te ria d e estudi o pa ra los pató logos. O c urre a me nudo e n la ad o lesce nc ia:
"Sois lall bu e no con10 1111 coro" de 01<..' lia: [ .. . J El Ha mle Ld e Laforg ue es un ad o lesce nLe ; el I-lamle l. de Sha kespeare no
lo es, é l n o ti e ne esa e xplicac ió n y e xcusa . De be m os admitir simple me nle
Podría lt an-r de i11ti-rpre1.e entre vos)' v11 eslro an1or si pudi ese \'t'r a las 111a- qu e aquí Sh a kespeare e ncaró un proble ma qu e resultó se r de masiad o pa ra
ri o 11 e tas rt't o zar (111, 2, 222-22 1) ,
1
él. Po r qué lo inte ntó e n Lo d o caso es un e nigm a inso luble; bajo la co mpul-
sió n el e qu é ex pe ri e ncia int.e nló e xpresar lo in e xpresa ble me nte ho rribl e, no
lo c ual desde luego evoca s11 escabrosa observaciún a111crior se1-1alan- pode mos sa be rl o . r... ·1 'f e 11dríarnos qu e saber, linahne llle , algo qu e po r hipó-
do la scx11alidad co1110 1u1 si1io lúnda1ncn1al de d esidia: Lesis es i11 cog11 oscible, pues supo ne rn os qu e es 1111a e xpe ri e ncia qu e, de la 111 a-
ncra indi cada , e xcedió los hec hos. Te ndría mos qu e compre nde r cosas qu e
Q11é ()llc11a ide a ya cer entre l<ts piernas de las 11111cktcltas. (111 , 2, 10!¡.) Shakespcare mis mo 11 0 compre ndía.1 3

l lan1k1 110 se i111rocl11<T e n eslt' "e n1rc ", esla n1iia q11c k dar ía ac- Eslá cl a ro que Laca n espe ra supe ra r esl e d esafío y propo rc ion a r si
ceso a la se x ualidad fc:·1ne11ina. Fracasa con su 1nadre co1110 fr;1casa no una e xplicación biográ fi ca - obvia1ne n1 e i11conduceu1.c- al m e-
co11 Of"l'lia, porque 1nide los límil.cs y las debilidades d e su propio d e- nor un patrón que vinc ule alguna "expe ri e ncia" con las inefables
se o . Ese lí111i1e e s 1a1ubit> n el de s11 hrnlasía: 1-Iamlcr no sabe lo q11e profundidades a las qu e al11cle Elio1. Así, Lacan concluye que 1-lmnlet
q11i e rc porq11c su fa11Lasía lo ha dljado en la eslacada. Eso <' Xplic;1 por es una bu e na obra , contraria rn c 111.e a la opinión d e Eliot, prec isam e n-
q11é una parle tan grande del Scrninario es1á d e dicada a lo qu e po- te porqu e aquí e l e nigma d e l d e seo en ta nto qne d e terminad o por e l
dría llaniarsc 11na "gra111á1i ca de la fanlasb" en la que el sujclo liarra- lugar d e l Otro e stá tan bi e n pintado , e stá puesto e n esce na d e una
clo o 1Iamlc1 tiene q11e aprender a vi11 c 11lar su d eseo cou 1111 ol~je10 m a nera la n atrapa nte .
que lo "cause" y tambi é n que lo "1u11crda" y lo fu e rce a actuar en co11- Para arrqj a r más luz sobre lo "ine xpresa ble m e nte horrible" nece-
scc11c 11 c ia . sita re abrir la cuestión de la d e pendenc ia d e Hamlc t con respec to al
En el sigui e 111c seminario, Laca11 vuelve a cilar a algu11os co111c111a- d eseo d e su m adre . H e aquí cómo resume sil hipótesis ce ntral :
ris1as; ha leído con i111 c rés el f'rag111c1110 ele 1•,'/ bosque sagrado de T. S.
Eliol , y ele bale si puede decirse q11t· l lmnlel es o no un a "hul'rnt obra ". Not e n qn e aqu e llo con lo qu e 1-I<tmlet es t;.Í confro 11tad o, y tod o e l ti e mpo ,
A pesar d e las variaciones superficiales, la i111crpn:tac i<Í11 dl' Eliol no co 11 lo qu e lu c ha, es un d eseo. Este d eseo ti e ne que se r conside rad o d o nd e
e s1 á tan lt: jos de la de L1u 111. Rcc orde 111os qu e para Elio1 , llrwtlel fa-
lla como obra de arte porque Shakespcarc ha i11te111ado hacl'r d<'rna-
si ado el e 1111a sola ve z. Conc11erda con Robcrlson , olro co111c111aris1a
1 ~ T. S. Eliol, "I-lanile t and his Pro blcms", '/11.I' Swmd Wood, Londres, Mt: lh <: un ,
que cree que: 1972, p. 98 l i'."l hosqlil' sag milo, Madrid , Cuad e rnos d e Langre , 2004].
l :l lhirlt 111, pp. 102- 103.
108 l-IAMLET Y El. üléSEU DE L\ MADRE l lr\MLET Y EL DESEO DE L-1. MADRE 109
se e 11 n 1e1ltra e 11 la obra. Es le d e seo es l<i bi e n lejos del Sll )'O p ro pi o . No e s Sil 11ame nte , con increíble vio lencia, é l vue lve a e n viarla con 1111 amante
d ese o por Sil madre , es el d e se o d e su m ad re. (025, p. 20.) al que desprecia :

La clave res ide en un ult er ior desce ntra111ie1110 del c111pciío del ü eja qu e e l hi11chaclo rey v11e lva a te n ta n e a ir a s11 lec h o ,
h é roe. Así corno El iot. pudo rea li zar e l ct1rioso lapsus calanú q11c lo que Le p e lli zque lasc ivo las m ej ill as , que te ll am e
hizo 1i111lar su e nsayo "I-Ia1 nl C'I and lús proble111s" l l·la111 lc1 y su.s pro- su raLon c ito, y deja que, po r un par el e b e so s turbios,
bl e mas , vale decir, los probklllas d e él, de 1-larnlcl I, n1a11do lo q11e o chapote ando en tu c u e ll o co n sus d e dos conde n ados,
qt1ería era trata r la obra crn110 lcxto y no co1nu doc111nc11to psicoló- le haga d e se mbuchar todo e ste a sunto . . . (111 , 4, 182-187.)
g ico (a l advertir con razón q11e iodos los co111cntaris tas ti e11cn a pro-
yc e1;use <1 sí lllisrnos en el h éroe , hab iéndo lo visto Coe 1h c co rn o 11n Ham le t había casi encontrado 1111 d iscurso que suge ría mode ra-
Wc rth er y Co lerid ge ... co n10 11n Colc ridge) , Lacrn podría habl ar ción, ve rgüe nza o rechazo d e l h e rmano asesino , cu ando su discurso
d e "l Ia ml e t a nd it.1 proble1ns" 11 l;11nlet y sus problem as , en e l se nti- parece colapsar, volver a caer d e sde esa posición. Lacan ag re ga e n-
do de los proble111 as d e ello, d e 1a l cosa I, o mej or di c ho , "l la111let tonce s que e so confi rm a la ante rior intui ción de Hamle t sobre sum a-
all(l her problems" 11 l;1111k1 y los proble1nas ... de 1'llrt l. E11 d<.·uo, dre : su madre es una "n11tj e r ge nital re al" que no puede comprend e r
flamld en 1a n10 que olffa es aú n lll ás cruc ia l para la 1coría htcania- e l due lo. ( 025, p. 23.) Ell a e s 11 na "concha abie rta " !un "coi"io abi e r-
n a, pucs10 que 110 sólo ar1intla el 111oclo e 11 qu e el deseo y la L1n1a- to ", qt1e sólo pi e nsa "cuando uno se ha ido, aquí vien e e l otro". ( 025,
sía p11cden 1ra b;~ j:1rj11n1os , sino L1111bi{:n el modo en q11c e l deseo p . 23.) Se podría decir qu e Harnle t e stá abrumado por el goce d e su
e s d e 1cnn im1do po r la llladre , 111i cn 1ras que la fi111L1sía es ap11111ala- madre, 11n disfr11te e xce sivo del amor ge nita l que é l es incapaz d e
da por el fido y el ;111se111c, ca n1bi;in1 e , e lusi vo olijeto a. Co1110 lo re- cambiar o mover ele su surco.
stlllH' Lacan el 22 de abri l de I ~l!í9: Un sínt oma casi fa rsesco del pode r q ue Ge rtr11clis pare ce tener so-
bre s11 h\jo es e l que ofrece e l curi oso in1 e rcambio que ti e n e lugar e n-
N 11 cslro pri111 cr paso (' ll cs la dirección ics lo es, cÓ lll o ('ill c11dc 1· d lll<Hl o c 11 tre l lam le t. y Cla udi o c uando é l finalm e nte acepta marc harse d e Di-
q11 c la s11bjc 1ivi d ad l1111n ;111 ;i e s d c 1cnni 11ada p o r el s ig 11ilin 111l('j lút· n:p rcsar
namarca con Rose ncrantz y G11ilde nstcr11.
el a ln1 1uT hasla el n1;il L1 ob ra c s l;Í clrnni11ada por la Mad re ('11 1;11110 q11 e
Har11le1: ¿A Inglaterra?
ÜLrn , cs lo es, el s11jc10 pri1nordi <il d e la cl e 1n a 11da. La rnnnipolc11ci;1 d e J;i q11 e
C laud io: Sí, l la 111 le1..
sicrnp 1r csla 111 os habl;111do (' ll psin.>amílisis es a 111 cs q11 c 11 a d ;1 la rnn11ip u l< ' ll-
l la 111lc 1.: Bue n o .
c ia d e l s11jc10 d e la pri111cra dcrna11da, y es la 0 1n11ipo1 c 11 c ia d c l>c rclllilirsc a
C la u d io : Así e s, s i sup ieras 11u csuus prop ó s itos.
la Madrc . 1' 1
I-Ia111l e t: Ve o a un qu e rubín q ll e las ve. ¡Pe ro va111os , a Inglate rra! Ad iós, q11 e -
rida m ad re.
És la es la ra zó n por la que Lac;m 1wccsita releer 1111a vez 111;ís la t'S-
C la ucl io : Tu amante padre , H a ml e L
ce na de to r111ra moral e n la q11e 1-la11ilet 1ra 1a d e hacer q11c Cc nn1dis
Ha 111 le 1: M i m adre. Padre y 111adre e s marido y muj e r, m a rid o y 11110e r e s un a
renuncie a Cla udi o , y a clvierl e que es ape11as n1;indo l Lu11lc1 p;1rcce
sol a ca rn e, y por e nd e , mi m ad re . Vam o s, a In g late rra. ( I\ ", '.), 44-49.)
haber ganado, forza11do a su 111adre a coníCsar: "Ah , 1L1111lc1, 111c has
partido e n dos el co razó n " (1u , 4, 157), una vez que la ha ;11no 11 cs1a- Mie ntras que (]audio dese mpeña infl exible y obst.in adame nt.e las
do: "11 0 vayas a l lecho de 111i lío" (111, 4, 160) , y ci1a11do S(' la oye lis ia consecue ncias de su propio discurso sobre los padres (1, 2, 87-11 7) , e
para seguir s11 consl-:jo ("¿Q11é voy a hacer?" , lfl , 4, 181 ), q11c rcpc111i- insiste en una sexuación lite ral d e la a u toridad, e l "loco" discurso d e
Hamle l al11cle t.ant.o a Dinamarca como a su tierra materna [nwlhniand:
11
.facq11es l.aca11 , "Des ire ;111d ihc l111eipre1a1io11 ol' Dcsi re i11 lb111ic1 ", 11/J. 1·i/. , "tierra natal"] como a l acertij o ele una par~ja "incestuosa" que para e n-
p. I ~.
tonces se ha ident.ificado en su me nte con la e nigmática madre .
110 !!.\ MI.ET Y El. DESEO IH. L\ M ADRE HAMLET Y EL DESEO DE L-1. MADRE 111

Esto explica por qué l la111lc1 só lo recupera su deseo cuaudo, a l fi- Y no se debería olvidar que en la é poca de su locura, e lla e ntona
nal, volvie ndo de su viaje por mar, ve a Laertcs cn la tumba abie rta de fragmentos d e canciones potencialme nte soeces:
Ofelia: 110 puede sopo rtar a u11 rival que exp resa el duelo 1m:jor que é l.
Entonces reconquista su deseo e incluso lo firm a al proferir el apasio- Si tien e n ocasión, los j óve nes lo harán;
nado grito: "il;:ste soy yo, .1 lallllct d e Dinamarca! 1 '/'11.is is/, / flam/.l'l the por Dios, que es como para cu lparles.16
/Jwu; f' (v, 1, 223-224). Para ese 1uo111e11 to , Oklia ya se ha vucl10 loca y Y e lla acotó: "Antes de que m e tumbaras,
se ha ahogado. AJ morir, O ldi a ha n11 11pliclo su papel cou10 imposible tú m e prome tiste d e sposa rm e ."
objc10 de deseo: li1c:ral11w111e encarnaba las rcso11a11cias fálicas de su
nombre , y elegido u11;1 ristra de 110111bre s e rúl icos para las llores con las De hec ho , es muy adecuado qne Clauclio deba pregn111ar: "¿Cuán-
que ha !ejido su g1 1irnalda funeraria. Oldia se co11vicr1e en el falo en to t.i e111po ha es lado así?" (rv, 5, 66).
1é nninos que vac ilan e11 1re la co1ncdia y la lragcdia. Si el falo es esa par- Aqní, e n parte, Lacan restablece la tesis de Ella Sharpe sobre "la
le del cuerpo que simbo liza la "111111escc1JCia vi 1al " (02!\ p. 32), c111o n- impaciencia de HamleL" pero d e ntro de una lógica simbólica a pun-
ces el 111isn10 nombre de Ofc li a de hecho condensa esa lit11ci6 11 , 111ien- talada por e l Otro, al describir cómo, para Hamle t, toda acción es d e-
1ras q11e su papel in1agi11ario para l la111le1 podría evocarse e11 1t'·n11i11os terminada por "el tiempo d e l 01ro": "H a ml et está siempre e n la ho-
ele las osadas co11scn1encias del auo sexual: "¿Por qué querrías ser 1111a ra d e l Otro" (LP, p. 25). Este 1iempo, sobre e l qne Hamlet no 1ic 11 e
paridora de pecHlorcs?" (111, 1, 11~)). co 111rol, e s la segunda manife stación de qu e ha perdido e l asimiento
En el semina rio sig11icn1cF> l.<1e<111 hace 1111a e lahoraci611 sobre del deseo: prim ero, hubo e l firm e d eseo de su madre, seguido luego
Ofdi<L y su litnció11 crnc ial co1110 el ohjc10 de la l ~1111asía de anwnlo por e l h echo de que su tie mpo lo e lude, hasla que é l cruza e l límite
con cs lc esquc1m1: SO a. Oklia no se iden1ilica sirnpk111e11le co11 el que separa la vida de la mue rt e. Cuando é l salta al inte rior de la u1m-
falo a usen te, además e lla ('Sel objl'!o a ele l lanile 1:
ba rec ié n cavada de Otelia, Hamle l pnede lamentar í to mourn: "afli-
girse", "estar d e luto ", vale decir, hacer e l duelo ( ·r nourniug)] el objeto
¿Qttl~ es a qu e ll o d e lo qu e e l sujclo es L<i pri,·ad o? El l ~tlo ; y es dd 1:.110 que e l
a, esca par a l poder d el deseo d e su madre, y recuperar un deseo por
objeto ol>1ic1w su lú11 c i<'lll c 11 la E1111 asía , y del fa lo que el dcsl'O se n111s1i111ye
su ol~je10 pe rdido, un o~jeto no "d e deseo" sino "en d eseo" como es-
dentro de la L111tasía crn110 s1 1 n :l'crc 11cia (L.F, p. l '.í).
cribe Lacan (LP, p. 28). El precio desde luego es su propia mue rte,
nna muerte que por fin pe rmite la respuesta ele la venganza a la d e-
Por s11 in1cri11edio, el gra11 01ro del deseo es barr;1do (A) c11a11do
manda del padre espectral l. gh.ostly, fantasmal] . De bido a l "apresura-
e11n1c111ra s11 propia falla e n l<llllO que <I). lLunle1 ha perdido lodo in-
mi e nto" origina l evidenciado por tocios los protagonistas, e l padre
lcrés e11 1111a Ol<.:lia a la que 01 dice que 11na vez "allló". Ella es 1111 lllt:-
muerto ha alcanzado e l re ino de los mu e rtos con una he rida abierta,
ro sí111bo lo que de hec ho puede asoc iarse con olrns símbolos, co1110 los
una deuda abierta. El Padre aparece como sustentado por e l Otro ba-
"dedos de 11111<Tlo" <L los que los "pastores liher1i11os clan 11n no111l>re
rrado (S A): uno espera que este agiü ero se cierre al final, med ia n te
lllás grosero" (1v, 7, 170). L 1c11 1 sabe que es1as "on¡11íck:;1s silveslrcs"
una resolución en la qne triunfe la mue rte, en lo qne Mallarmé !la-
eran crn11(111111c n1 e asociadas a los 1es1íc11los a 1ravés ele la fonna de las
raíces , o con 1nandrágoras prcs11n1 ;1mc n1 e generadas a par1ir del esper-
ma ele los ;1horcaclos.
11; " liy 1.'flrk, llu'y ª"' lfl hla111.1;', dice, para 111 wstro desco ncie rt o, e l seg1111do verso de
la c it a el e Shakespeare. Clirh es, e11 su prim e ra acepc ión, e l macho d e cua lquie r espe-
En cslc 1>111110 Of'elia es t:I Ltlo cx 1crio ri z<1do y n~: clt;11.ado por e l s1~j c10 co1110
c ie d e ave , e l "pollo", y e 11 mode rno slt111.~; e l pe11 e, vale decir la "po lla", la "pija" o "ver-
1111 síllli>o lo que sig11if'ica vida. (/Y, p. 23.) ga" . La edición de Shakespeare de Tho1nas Marc Parrott. 11/1. át., incluye la sigui('nle
ll a m ada a l pi e : "Cm:k, r:fld" (p. 7 11 , 1101.a a lín ea 62), según lo cua l ''D ios'', e 11 una tra-
l :·i lbir/1'111, pp. 11 -52. De tlq11Í cn lll <Ís a lnc,·iado cu ino / ./ >, scg11ido del 111'11tH.· r o d<' ducción s11 lic ie 11Le mente e lástica, podría pe rmutarse y así cantar Ofe li a, a be 11e fi cio de
p<ig in ~ t. laca11isrno: "Por la Pija, qu e es corno para cu lparlos" [T. ] .
112 HAMLET Y El. DESEO DE l..\ i\L\D RE HAMLET Y EL D ESEO DE LA MADRE l 13

maba la "s11n mosa y csla1H:ada exage rac ió n d e l crilll c n ".17 cante e n mov imie nto. Este agujero proporc iona e l lugar para la proyecc ión
És la es la razón por la q11e Laca11 lee lllllY 111in11ciosarnc 111 c la últi- del sig nificante fa ltante, que es ese ncial para la estructura del Otro. Éste es
rna esce na del duelo, advir1ic11do 1111 é nfasis espec ia l e11 las ela bo ra- el sign ifica nte cuya a usencia hace a l O tro in ca paz d e responde r a nu es tra
d as descripciones de las espad;is 111ilizaclas por los com ha 1i c11 1es. El pregunLa, e l sign ifi cado que sólo p11e d e se r a lca nzado con nu estra propia
té nui110 q1ie Shakespcarc 111iliza es 'j"oi.f' 1 flore le 1 ( " L1et lli e /oil.1 be carne y nu es tra prop ia sangre, e l significa nte que es ese nc ia lme nte e l fa lo ve-
lnougld' !Que !raigan los fl ore lcs i, v, 2, 155), a fin d e pen11i1ir 11nj11e- lado (LP, p. '.m).
go de palabras en boca ele l Ia111 le 1:
Me clianle una homología n e tam e nt e es1r11ctural, aq ne llo que re ve-
f'll he yo111jiúl, l .aerlrs. /11 '/llil/e ig11ma111P / Your s!úll si/.(/!! lilw 11 .1l11r i ' //¡ ' d111/iesl la la lilcral\lra tiene consecuencias decisivas para cualqu ier deseo in-
11iglit / Stigli jiP1y ojf i11dwd. " IYo sné 111 h.oja, Lacilcs. En 111i ig11ur;111cia / tu divid ua l.
h<1bilidad co 1110 eslre ll a e 11 la noche 111<Ís negra / se a lZ<1 rá de hec ho c 11 lodo Aquí, tras una serie ele rodeos -de h echo en un aparte m e nc io n a
s11 b rill o" 1 ( \ , 2, 227-229). qu e su estrategia consiste e n un a serie d e "movimi e ntos concénrri-
cos" (LP, p. 47)-, Lacan consig ue finalment e reconciliar su i11t e r-
Al g losa r la preponderancia d e lj11 ego d e palabras l'll Shakcspt'are pre 1ación co n los e lementos fundam e ntales ele la teoría fre udiana. Si
-q ue ll's li111oni a e l pred ollli nio del sig11ilican1c so bre e l signilica- Ham.let es la "tragedia del deseo" y a la vn se muestra su fa lla debido
do- Laca11 con jetura co 11 razún quc/ói/se d e riva dcji,ni.l/1' y Sl' refie- a un duelo insufic iente, en tonces la clave está en un fu e rte vínculo
re a llll 1na1crial, 1al co m o el lcff iopc lo 1 o lll cjor a1 111 , de acuerdo co n e111re el due lo y el falo. Citando e l lex10 tardío de Freud sobre la "de-
e l Ox/ iml il'lllnirn11 Oirtiown y, "un a delgada boja de llll't a l colouid;i de- clinación del complejo d e Edipo" (1924), 18 Lacan muestra que la
bajo d e una pi ed ra preciosa p<1ra in crcllll'll lar s11 brillo" i, utiliza do única for m a ele que e l s1ueto acep1e la castración y "resuelva" e l co rn-
pa ra cx l1iliir joyas, c u un a ca ja po r e jemp lo . l la 1ulc1 da a c n1 e 11dcr ple jo d e Edipo es "h acer e l due lo del falo":" [ ... ] e l co m plejo de Ecli-
que L1cr1cs es 111l:jor cspadachí11 y la lllbi é n lllás ap11es10 q11 e é l. La- po e nlra e n su d e clinación e n la me dida e n q ue e l s1uet.o debe hacer
Glll saca L1 co nclusión d e que hcn1os re to ru ad o a 1u1 l'Sladio del es- e l clue lo d e l fa lo" ( LP, p. 46). El fa lo 1a l como Frcud lo ve en es te con-
pt:jo c 11 e l que I lamlc1 y Lae rt es es1án 1odavía atrapados e n un a ri va- texto es cletcrmi11ado por e l narcisismo qu e e l s1 ue 10 es lá dispuesto
lid ad illl agi n;1ria (basada en 11n cnga11o más general). El l~d o ha e n- (o no) a abando nar; en la terminología de Lacan, no es lanto 1111 ob-
co ntrado s1 1 últillla nielalllorfosis en la obra: colllo 1111a carla LH <d que jeto im aginario como un o l~ eto "velado" que sólo aparece por bre ve s
cu lllpl c 1a s11 ci rcuit o, va a unir al Iarnle1yaLaenesy1an11Jién a l rey. destellos, e n súbitas "epifanías" (j;hanies) (LP, p. 48 ). Entonces todos
"E n es1c juego d e palabras yace en última ins1an c i;1 un a ide nt iJica- los elerneu t.os se juntan.
c ió n co 11 e l falo lllor1al" (JP, p. 34). Este falo a parece fi11aln1e111 c co-
ni o 11na 1na1wra de de1 e ner el ag1uc ro e 11 lo rea l que se ha abier10 pa- ¿Y 11 0 parece q ue és te es e l punt o a lrededo r de l cua l g ira y se d e mora la ac-
ra l lalll lc1 c ua ndo sa lló den1ro de la lulllba de Of'clia. ció n d e 1Ia ml e 1? S11 espíritu pe rpl e jo, po r d ec irlo así, ti e mbl a a 111 e algo qu e
El agu jero creado por la 1nucr1e es idé n1i co al aguj ero d e la k1ra es co rnplctam c nl.e inespe rado: aq11í e l fal o es tá ubi cado e n un a posic ió n q11e
ele la lit cra 1ura: los dos per111i1e11 Li proyeffió n de ull sig11ifica111c f'al- es tá f11 era de lu ga r e 11 té rmi11 os de su posic ió 11 e n el comp lejo de Edipo.
1an1c si n el c 11al el deseo no pu ede encun lrar su luga r. Aq 11í, e l fa lo co11 e l que hay que dar es ve rd aderame 11 1.e rea l. Y Hamle r siem-
pre se de 1ie 11 e. E l ve rd adero origen d e aq ue llo que hace vac il a r e l brazo d e
Así coi 11u lu q11 c es rcc li az<1 do del reg ist ro si111IJólico 1eqJarl'cc c 11 lo rl';il , de l Ha m lcl. en todo momento es la co nex ió n narcisista sobre la q11 e Fre ucl 11os
111is1no 111 0 <10 e l ag11jcrn c 11 lo re<il q11 c res ult a de la pé rdida , po11c e l sig 11ili-

Sigmu11cl Freud, '"The Passing of the Oedip11s-Corn plex", S!'xu11/ilv aud 1/i.r l\yrlur
IH
l 7 Stéphanc l\fall;innt', ( F11 11 ff.\ rn 111¡1l1'li"'· cd it'i ón de ll. Mo11dor y C. Jca 11-A1dJry, l'a- lo.~)' se pultarnie11to del Complejo de Ed ipo'', O/nas rn111/hlm, l. 19, B11e11os
of' l .m"' l"EI
rís, Ga lli 111;1rd , <'ol. L1 Plt-i<tClc, 10·15, p. 1004. Ai res, A111 orrortu , 1980].
114 H A.M I.ET Y l::L DESEO llE l..\ 1\1.\ IJRE HAMLET Y EL DESEO DE L'\ MADRE 115

habla e n s1 1 tex to sob re la d e cli11a<"ió 11 del comple jo de Edipo: 11 0 se pu ed e te , él cita a Shakespeare tan a me nudo que puede d ecir que hay un
d a r co n el 1¡t1 0 , porque e l fa lo , i11c l11so e l falo re al, es 1111 fa11 1a s11w. (lY, p. :) 0.) milO shakespeareano que ope ra e n e l psicoanálisis. Este mito sha kes-
pcareano nos "histeriza" a todos, nos fu e rza a plantear una y otra vez
No se pu ede 111atar al folo porqu e, co m o e l rey de llrunld, es una la pregunta por e l deseo.
"cosa de nada", 110 ex iste. l Ia111lct se rá capaz d e d esear y de matar a Co n Lacan, h e mos lle gado a una co nci e ncia d e ese inconsci e nte
sus dos rivales súlo después de que ha aba ndonado todo otro <t¡wgo ent e ndido no sim plemente como la parte oscura d el co nocimi e nto
narcisista, q11 e es c11a11do está mortalmente heri do y sabe qu e va a inaccesible al escritor (quie nquiera qu e haya podido se r e l autor d e
morir. Entonces Laertes y I lamlc t p1wde 11 i11terc1111bi;1r sus 11111t11as Hamlet), sin o ta mbién corno un ma ndato que parece más cerca no al
be ndi cio nes, d e m a nera qu e no l<:s sigan otras 11111ertes (;1 diferencia co n ce pto d e Eliot. Después d e habe r leído o visto representar Hamlet
d e /~'dijJo donde la rouúrla trágica se pe rpe túa hast a la sig11ic11tt: gc 11 e- e 11 esce na, se nos d eja e fectiva me nte co n un a obligación é tica: la
ració11). Al post11lar 1111 ll a ntlet que es tá atrapado e n el deseo de su obra , e l te xto , postula una d e manda e n e l sentido d e que no d e bería-
madre hasta qu e atraviesa la 11111crtc y el falo -gracias a Ofclia y su mos pe rm a nece r pasivos sino seguir inte rpre tando . Tal como Fre ne!
trist e destin o-, Laca11 ha presentado una kctura tota l11H·nte original sinti ó la urge ncia d e ime rpre t.ar por qué y cómo e l Moisés d e Miguel
d e la ob ra , c11 1111 abo rdaj e que sigu e es tan do 11111y a ten to a la i11ter;1c- Ánge l podía ~j e rce r se m ejante fascinación sobre é l, nosotros, lecto-
ció11 de sus sig11ilica11tes clave, 111ientras que se a parta d e b i11tcrpre- res d e 1-Iandet, d e be mos "sabe r algo que es por hipótesis in cognosci-
t<1ció n usual de la obra como una re posi c ión 111oder11a del co111pk jo ble" al h abe r e nco ntrado al O tro e n "una e xpe rie ncia que exced e los
d e Edipo. h echos": te ne mos la carga a11adida ele tratar d e e n tender todas esas
Co 1no lo ha seú;tlado Bruce Fink en 1111 a útil clt1cidacicín de la cosas que _S hakespeare (o Fre u d) no pudie ron e nte nde r e llo s mismos.
lectura del lru11J1<l por L1 cc111 , éste 11 0 a11hcla interpre tar Lt obra t;-111-
to co1110 apre11dtT de dla . 1 ~ 1 El tex to es una obra 111;icstr;1 11niversal
11 0 só lo porqu e ofrece 1111 intercsa11t c e11 ig1 na q11c podc 111 os tratar
d e d esc ifrar, sino porqu e nos CllSe l-la algo f1111d ;1111cn tal sobr<' e l de-
SCO lll1n1a11 0. Leer lite ra lura sigue siendo para Lae<111 1111 proceso pe-
dagógico, 110 sólo porque realiza sus propias lcct11ras frc11 tc a 1111 au-
dit o rio -y he tratado de dar una id ea de los rod eos, oblicuidades y
hasta repeticiones estrat égicas que se permite- sino porq 11c c11alq11ic r
int.e rprctaciún propom: una interacción en la que se c 11sc1-1a al lector
o lcctor;1 algo sobre sí 111isrno o sobre sí mis111 a - c 11 1111cstra crn1cxiú11
con el lc11g11ajc, d deseo, la soc iedad , el gé ne ro , etc{tna ... - 110 sólo
c 11 la medida e n que 1111es1ros seres sociales está n i11vol11crados, si no c 11
la rncd ida e n que 1111est ro deseo es e 11est ionado. Si Frc11cl ya hc1 hía 110-
tado q11e los poc1<1s lo había 11 preced ido e n el te rreno del i11co11sc icn-

l'.~ Br11n · Fi11k , "Rc;1di11 g l Lu11kl wi tli l .ac;in ", l .1101u , l 'nlitin, i'\ 1~stltrl i1 ·s, cdiciú11 d<'
Wi ll y J\ polloJ1 y Richard Fe lds1ci J1 , J\ Jl ¡¡ u1 y, S l lNY Prcss, l'l<tG, p. 18:!. l lua kcl1J1<1 111J1 y
i11111i1i va 1;1111bit'-11 ,~, la que ofrt·n· "I L1111le1's B11rde11 Prool" d e Sl;J11ky C;ivdl ( ' JI /!/.,nu1-
11i11g A:11111t1fl'd,~1', C;1111bridge , C.11uhridgc U11i vns i1 y Press, l '187 , pp. 17'1- l 'l I. Vé; ise l;u11 -
bi t'- 11 la cxci1a111 c claburaci ÓJ1 b c 111iaua - CO JI 1111 p11eJ1lc l1<1cia b lcu rla d,· lk J1j<1111i11
de l '/i ·11111•n/1i1•/- <" JI Juli ;1 Rei11hard l.11p1 0 11 y Ke1111c1h Rcinhard , 1\.fin 01·dijill s: Sli11/ws-
/W111i' i11 / \y1ii1111111ilysis, lth ;1ca , Co rncll l lJ1i vc rsity Press, 19'1'.I, cspccial111 c J1lc sob re
1111 111/1'/, pp. W-11 8.
ANTÍGONA ENT RE 1..0 BELLO Y L O SUBLI ME 117

8 . ANTÍGO NA E NTRE LO IJ ELLO Y LO SU BLIME pos, y ad e m ás impide que 11ad ie le rinda los mismos riLos, so pe na de
mue rte. Antígo na d esafía su ley cubrie ndo visibl e m e nte e l cu e r po d e
Polini ce . H ege l a firma muy co nvin ceni e m e nte que estos sistem as
de valo res en co nfli c to tie n e n idé nti cos d e rech os, y es d e l choque d e
los d os d e d o nde nace la tragedia. Mi e ntras que Cre onte qu e rría se-
para r "a los bue nos d e lo s m alos" e n n o mbre d e un a ló gi ca d e inclu-
Si L1ca 11 Ice los 1ex1os litera rios a fin d e aprend e r de e llos , 1nás aún sió n y excl usió n, Antígo n a e n fa ti za un respe to más fund a m e ntal po r
pa ra a prend e r cosas que 110 C' 11co11tra r ía e n o tra cl ase d e tex tos o e x- los muertos q u e no admite nin g una d ivisi ó n.
pe ri e ncias, se ¡rne d e e nte1Hler po r qu é J\ ntigonajucga nn papel sem e-
j a nt e e11 e l Se111i11 a rio d e 1!)!í!)-1 q(jü sobre la " l~ li c a d e l psicoa ná lisis". Creo nte: ALaca r s11 pa ís, mie ntras qu e el otro lo d efe ndía .
Es 1111 h1gar cornú11 de la críti ca cl ásica d ecir qu e Sóli icl cs pint a a A11- AnLígo na: Aun as í, te ne rn os u11 debe r pa ra co n los 11111e rtos.
tígo 11 a c u su obra corno u11a he ro ína trágica q11c e st ;:¡ dispuesta a 1no- C rcont e: No brinda r ig11a l ho no r a los b11e nos y a los malos.
rir a íin d e sal va r los va lo res 11 0 esc ritos d e la 1;unilia , va lores q11 c vie- Antígo na: ¿Q11ié n sa be? En e l pa ís d e los n111 e rtos ésa p uede se r la ley.
n e n clircc ta111 c 11tc dd re in o d e los di oses, prese rva ndo así ;1 la é 1ica Creo nLe: Un e ne migo no pu ede se r un am igo, ni siqui e ra c ua nd o est á
d e ci1 a lqui c r intrusi ó n políti ca. Se la reconoce por a finm1 r q11 e a un m 11e rlo .2
si s11 s dos hcrn1anos n111ri csc 11 en colllba tc , uno por Tc bas, e l olro
co111ra 'k h1s, s11s des1inos 110 dc bc 1fa u dis1i11 g 11irsc e n h1 n111tTlc . Fslo La lec tura d e H e ge l va m ás a llá , sin e mba rgo, c11a11do inte m a c 11-
le pro po rc io 11a a I Iege l 1111 a rgulll c nt.o cc111r;tl en s11 c011 oc ido a n;í lisis co11trarle se ntido a un p as::tj e rle Antígona qne h a provocad o muc h a
d e b o bra, 1111 an;ílisis pa ra el ni al L 1c-1n rccrn10cc su s d e udas, ;rn11 si espec ul ac ió n , cu a ndo Antígo n a pa rece distingui r e ntre e l de be r uni-
se pone a ex plo rar ca1ninos inesperados o incl11so adop1 a 11m1 r111a a l- ve rsa l qu e se d e be a cua lquie r mi e mbro m11e rl0 d e la propia fa milia,
go excé n1 ric a haci a b ob ra. 1 y su rel ac ió n espec ífi ca con e sl e he rm a no e n pa rtic ula r. En el conmo-
Co n l'n·n1 e nc ia , la lesis prin cipa l d e 1 kgd Ita sido rea firn1 a el a y e n ved o r la m e nto a l que le d a voz j11sto anl es d e m a rc h a r a su tum ba,
ocas io 11 cs si111plilicada . Cons islc e n un a di co l01Hía e n tre C: n ·o11t e, e ll a ex presa esto co n m11c h a cla rid ad :
qu e e 11car11;1 los valore s polí1icos d e la ci11chul , y An1ígo na q11 c e 11 ca r-
m1 los v;tlorcs é 1icos d e b la rnili a . Creo nle q11i ne ho11ra r a l eld<.· 11so r Fue co n este se rvicio a tu qu e rid o c11 e rpo , Polinice,
el e Tcbas, E1eoclcs , 1n c dian1 e ri1os a propi ados d e c nl<'rr<1111ic 11to , y co mo me ga né el castigo qu e a hora sufro,
d ec ide dcj;1r e l c ue rpo de Po li11i ce insc p11ho, para q11c sea elcvo r; 1clo a11nq11e toda la ge nte bu e na sa be q11 e fu e po r tu ho no r.
po r las llcs1ias salvajes c 11 e l ll a 1w e n e l q11e ha ca ído , lo qu e co11s1i- Ali , pero yo no ha bría hec ho esa cosa p ro hibida
111ía 11 11a d e Lis pe ores ig no n1ini as pa ra las c ree nci;·1s ele ;1q11c ll os t icm- po r nin g ún es poso ni po r hijo alg u no.
¿Pues po r q ué? Ha bría pod ido te ner 01.ro esposo
y po r é l o tros hU os, si 11no fu era perdid o;
1 Co 1n o podnnos \'C rlo a pan ir d l' las n o l ;ts p11bli c 1cb s de A k xa ndn: K<~ j(· ,·c sobre
pero pe rdid os pad re y madre, ¿d ó nd e co nseguirías
l lcgc l, A 1 1t Í~< u1 ; 1 110 <'S 1111 "¡>t Tso 11 <üc" u " fi ~11rc 1 " koj e n · a11 ~ 1 . lo n 1;d es sorp1 r nd('111 e
otro he rm a no? Po r p re fe rirt e d e ese mo do a ti ,
dad o s u { 11 L 1s i s so l>r(' 1<1 lllll('J'(( ' c 11 la /'l'J1 n1111'11 olopJa d1•/ 1's/ú1if 11 . V{asc p<>r <:jl' 111plo e l
e nsa yo d(' Kt~_ji-·vl' sohrt' "L<1 idl' <l d e !;1 llllH T l c c 11 Lt filosofía d e l l<'gd ", / 11/mrl 11f'fin11 ti he rm a no mío, C reo nte me co nde na y me ex pulsa,
lo il'l lt m ilr lfrgd. l';irís, (;;,}lilll a rd , 1' 1·17, pp . :>'.!~ 1-575 . nun ca no via, nun ca madre, sin a mi gos,
Por 0 1r;1 pein e, <'11 s11 brcv(' r cs 111n c 11 d e la sc c ciún rcl ev;i 11t c d e b Fr1111JJ11· 11 0/upJo, co nd e nad a e n vida a un a mu erte solita ri a (A, p. 150).
q11 c es el ;111 ;\ lisis de L.1 opos ici ó n ( ' ltlrc la Lunili;1 )1 t· I estado e n('¡ 11111 11do g rie go , Ko-
jt·v<· 111111 c a 11H·11ci o 11 ~ 1 el 11 o mb n· d c /\111ígu 11 ¡:1 y <' St:r i b t· q11<' "b 11111<-rte clt-1 IH-r111 ;111<J
no c;1111bia n ;HLI con rcsp<'CI O a la si111 ac ió 11 de Li licr111a11a " (ili itlr 111, p . 101 ) . (:J ve ~Só fo cl es, i\ n li¡.:oua, °f'ltf °/'/1.d1au / 'lay." tra du cc ió n d e B. F. Watl in g , 13a ltirn o re,
"s11bli111 ac ió 11 " o " rt' pr<:s iú n " o pcra11du l ' ll l'i a n ;í li sis d <." H<' g<' I dd ví11 c 11l o IH-r111a110- Pe n g uin , 1968, p. 140 (e n ad e la nte a bre viad o co rn o 1\ , seguid o d e l núm ero de p <Í-
lwn11 ;111 a. g in a) 1 ¡\ 11! ~~·111111., lni l m rn 111/Jfr/11, Ma drid , Cá1e d ra, 1987 ].

11 l<il
118 .\NTÍGO N.-\ ENTRE LO l:IU .1.0 Y 1.0 Sl il:I LI ME ANTÍGONA ENTRE LO BELLO Y LO SU BLIME 119

El pasa je ha b ía i111pac1aclo a Coe lhe al p111110 d e q11 c expresó s11 re ntes qu e co mparte n e ntre e llos las d os dis tin c io nes q11 e pert e n ece n a la
a nhe lo de que algún día se revelara que e ra una 111c ra in1 e rpolació11, sustancia é ti ca.6
colllo nos lo recuerda Laca n .:1 Al igu al que Hegel , Lacan no parece
impresionado, e i1H:luso saborea el "carác te r d e escá ndalo " qu e con- Así, la lec tura que H egel h ace d e Antigona imp lica n o tan só lo una
ti e ne n cs1 as lín eas (.\'7, p. :)07 ). Una d e las prin cipa les cucsliun cs im- es tric ta opos ición e ntre la ciudad y e l individuo, sino un a meditac ión
pli cadas po r este "escfü1da lo" 1ic1ie qu e ve r co11 e l concc p1 0 de "gene- sobre lo que podría llamarse los papeles é ticos y políticos de la dife-
ración" , 1;.in10 e n el sc11tido d e la capac idad de proc rear, aqu í re husa- rencia sexual, un punto que no debería olvidarse cuando vemos lo
d a a A11tígon a, co lllo e n e l sc 111ido d e que la s11ccsiú 11 de gen e rac io- m u ch o que Creonte teme parecer débil fre nte a una rmtj e r. "Mejor
nes se ha pervertido después d e la tran sgrcsiún de Edipo. El lll ismo se r golpeado, si es necesario, por un ho mbre,/ que co11ceclerle a una
nolllhrc de An1ío-on a s1wic rc 11n 1novi 111iento "co n1 ra" la bo-e11eración ' m1tje r lo n1t::jor de nosotros" (A, p. 144). La familia es el lugar ele es-
b b
colllo si s11 d est in o esluvi e ra ligad o a 11na es1 c rilid ad delibe rada o for- ta tra nsición e ntre las leyes ocul tas q ue provie ne n de los dioses y las
zad a. En ese pasaje, ella pa rece con1radecir 11n n1 a nd a10 1111i ve rsalis- leyes esc ritas o pronunciadas d e la ciudad. El h e rmano surge de la fa-
lllilia y se desp laza al dominio público, mi e ntras que la h e rman a pue-
ta qu e realzaría el rcspclo por los 1nuc rt os quicncsq11icra q11e se;1n,
d e elegir quedarse e n casa, com o lo hace lsm e n e, o salir a lo a bie rto
que acl111i11i s1ra los rilos funerarios co rrectos y que no <]lll' ITÍa alacar
y actua r, como h ace Antígon a. Hegel lo cap ta y también cap la e l fa c-
a alg11icn "1mís all á d e la n1u crte", e n 110111hrc d e 1111a "prc l'crc11 cia"
tor subversivo rep rese ntad o po r Antígo11a: e n la me dida e n que 110 es
lllás pe rson al por ese h t'nm1 110 q11c le han lll a lad o. Ant es de p;1sar a
lllerame nt e la re prese n tante de la ley 110 esc rita d e los dioses , sino
11na lcc 111ra psicoamilí1i ca qu e llegu e a la co nclusi ón c11 1111 ;u11or "i11-
tambi é n d e un a ex tre mada singula ridad d el d eseo, e lla e nca rna la
ccs111oso" q11c un a al hcn nano y a la hennam1 ,~ vca 1nos 0)1110 in1 c r-
"perwrsi ó n " ele los valo res univc rsalis1as sobre los c uales es tá basado
pre 1a Hegel es ta si11gularidacl abso lut a :
el ord e n de C reonte.

La pé rdid a del li (' rn1a110 es por lo 1a 111 0 irrc-pa ra ble para la l1<:r111 <111a y s11 d e-
P u esto qu e la co m1111id a d só lo obt ie n e u11 a ex is te n c ia a t ravés d e s11 i11t e rfe-
bn hacia <; I es c-1 111 ;Ís a lt o.!>
re n c ia co 11 la fe li c id a d el e la fa mili a, y diso lvie 11do la a utoco 11 c ie n c ia (i11di-
1 ... 1 E l IH' n11 a110 es c- l 111i <' lllbro de la f'a 111ilia e 11 q11i c 11 s11 cs píri111 cl c ,·ic 11 e
vid11 a l) e n la 11niversa l, c rea p a ra s í e n lo qu e s 11prime y qu e es a l lll is1110
1111a i11di vid11 a lid a d qu e !orn a h ac ia olra esfe ra , y pasa por c 11<'i1 11a d <' la co11-
t.i c 111po ese nc ia l para e ll a , un e n e llli go inte rn o, lo fe m en in o c 11 gen era l. Lo
cie11c ia d<' la 1111ivnsa licbd. 1 ... 1 l~ I p asa de la ley divina , c 11 c u ya cs kr;i vi,·ía, feme nin o - la p e rpetu a ironía (en la vid a ) d e la com uni dad- calllbi a m e-
a la ley li11111ana. Pe ro la li c n11an a se co nvi c l'l c e n, o la es posa s ig u e siendo, diante la i11t ri ga el 1111 unive rsa l del go bi e rno e n 11n fin privado, transforma
la g 11ardi;111a d (' 1<1 le y divin a. D e cs la 1n<111 e ra, los d os se xos s1q 1c ra n s11 se r s11 acto uni versa l e n la o bra de un in divid u o pa ni c ul a r, y pe rvie rt e la pro-
( 111 c ra111 c n1 c) na1111 <il y a pa rcn· 11 c 11 s11 signili caci611 ( li ca , cuino s<T<'s difr- piedad 11nive rsa l d e l es tado co 11 virt ié 11d o la e n u11a p oses ió n y o rn am e nto d e
la famili a. 7

Así, e n 1111 curioso a unque lógico movimie nto , H egel d es taca la


:l .J an ptl'S l .ac111 , / .1' S1;111 i11fli ll', /,¡,,,.,, \///: ! .'hhv1¡11r dr la /1.w1hr11111!¡-."'· 19 511- / 'J(>ll, Pa- culpa inh e re n te e n las acc io nes de Ant ígo 11a, qui e n de hec ho u·ans-
rís, Se nil , l 'lHli; FI s1'111i11rni11 r/1'./f{(({lll's l .flrnu. l .ihm 7: / ,({ i'l im rlr•/ /1simfl11rílisi.1. I 'J5<J- I !J(¡ ()
gre de la ley a sa bie ndas:
(1cx 10 L'S labl<-c ido purlacq11 es-J\ lai11 Mi ll c r ) , B11 c 11 os A ires, l'a idús, 1!)88 r rc i111prcs iu-
1H·s. De aquí c 11 adcla111c .\7, scg11ido del 11Úlll eru de p ;íg i11a. E11 el prcs,- 11t c caso (el
del ";1 111l c lo " d e Coe 1l w 111 e 11ci u 11ado p u r l .aG111), p . '.\07.
'1 l~:s1a es l;1 tesis ct·nLr~d d e P<.1tri c k C 11 yo 111<trd e n / .11 jo11issr111n' lrr1git¡111', París, /\u -
bin, 1')')2. p. 5'): "L1 aprec iaciú11 d e A111.ígu11a que hace L1c111 es la ap licac iú 11 d e 1111a
Lco ría del deseo c 11 L1 q11c l;.1 llHHTl e 11 0 111bra c:I pod e r y e l cl(: c l o del sig11ilic;_1111 c, pe- i; G. W. F. l lege l, '//11' /'hem1111.e1111lo.~y o/S/Jirit, 1rad 11cc ió n d e A. Y. Mill c r, Oxfo rd , Ox-
ro a l lllis rn o 1ie 1npo es 1111 prec io, ;: u111q11 e 11 egad o, ck l i11 ct.sl.u." lo rd U nivcrsity Press, 1977, p. 275 [/'l,110111nwlogío rld rs/1írú11, o/i. ril.].
:i CL /\11 t~t!/""'· 1, 910. 7 lhirln11, p. 288.
120 .\NTiGONA ENTRE 1.0 t; Ll.l.O Y 1.0 Sl 11)1.lME ANTÍGONA ENTRE LO llELLO Y LO SLll\l.IME 121

La co11c ic1 1ci<1 ét ica debe , a c 11e 111 a ele su rea lidad y a n1c111.a de s11s hec hos, A~í que la muerte es en efecLo e l "amo absoluto" y e l único media-
reco noc e r a s11 o pu es to co1110 s11 prop ia realidad , debe reco 11oce r su culpa. dor que pe rmite un movimiento de avance h ac ia una defiuicióu de
"Porque sul'rilllos reco11oce1110s qu e he mos errad o" (Aul~f!,'Olla, 1, ~)'.,!()).8 la vid a é t.ica (Sittlightkeit) como una sustancia que reconcilie lo uni-
versal y lo singular en la comunidad.
En este pasaje, I Iegel cit a la única línea de la obra en la que A11tí- Ese rodeo es necesario para comprender por qué, si no se lo pu e-
gona p<irece vacilar, por 11n bre ve instante, 111ient ras se encucnt ra e n de llam ar hege li ano e n su lec tura, Lacan permanece no obstante
e l umbral de la lllUET tc (fue condenada a ser sep11lLada viva). Lo que muy cerca d e las ideas original es d e l filósofo. A lo largo d e todo el
e ll a dice ha sido glosado de esta 1rnu1era por u11 traductor: Seminario sobre La ética del psicoanálisü, se puede seguir el modo en
que Lacan alcanza a Antígona a Lravés de He gel, mientras que afir-
Si los dioses co11sicle ra n es te derec ho (esto es, q11(' aunque soy pía, se pi ensa ma abiert.arnent:e s11 d e sacue rdo y se d esplaza a una huella diferen-
que soy i111pía) , yo conlcsaría, habi c" 11clomc (~ nselíado e l sul'ti111i c 111 0 (según Le. La prim e ra m e ncióu de la obra d e Sófocles aparece e n un pasa-
la 1míx i1na :n:nHoc; ~tnHoc;) que he o b rado mal.<¡ j e que t.raLa sobre H egel:

Una ca 11tidad d e co111c11taristas ha rcsalt <1<lo que esta l('ct11ra otor- A nosotros se nos plantea u11 nu evo proble ma, que ni siquie ra le e ra c laro a
ga 11n é-nfasis indebido a una única lín ea, mientras q11e la 111 ayor par- H ege l. H ege l inte ntó amp lia111e m e e n la Fenmnenologia del espirilu articu la r la
te del tic111po A11tígrn1a sostc11ía i11cl a udic1blcmentC' que estaba e n lo tragedia ele la histo ri a humana e n té nnin os ele confli c to d e discursos. Se
correno al actuar como lo hacía.JO A11tígo11a sol a11H·11te i11si11úa que con1placi ó, e ntre todas, co n la tragedia Antígona e n la medida en qu e ve ía
opo nerse e n e ll a, del modo más claro, e l discurso d e la fa111ilia y e l discurso
ti ene conlia111.a e 11 qttc los dioses limtl111 e nlc pnlnHtlg"rá 11 d derecho
d e l es t;1do. Pero para nosotros, las cosas son mucho menos claras (S7, pp.
de e lla a postular que sus decretos d e berían va lorarse por enci111" d e
28~-'.!8 '1) .
las leyes h 11111a11as.
l legcl, que así ha cq11iparado d e alguna 111ancra a C rcontc y i\11 tí-
Luego, unas pocas páginas más adelan te afinna que H egel co11Sidc-
go11a corno "equivocados" los dos, co11cli 1yc que d único resultado
ra ba a A ntígona como la Lragedia "más pe rfec1a, por las peores razones"
posible es la rigurosa a11iq11ilación de cada u11" ck las partes.
(S7, p. 289). El punLo de partida de Lacan sigue sie ndo hegeliano en
el se ntido de que insiste en q11e la posición d e Ant:ígona "se siLúa e n re-
La victoria de 1111 poder y s11 pcrsu11ajc , y la ci('ITUla del otro, sc rí;i ;1sí 1;111 só-
lación al bien crimin al" (ibidern) y no es si111plem e 111.e dicLarla por el
lo 1111<1 parle)' el tr;1l>aju i11 co111pk10 q11 c ;1v;111z;1 irresistii>lc1n c1 1tc haci a e l
bie n supre mo. En la misma sesión que conduce a una confro11t.ación
eq uilibri o de los dus. 5,-,10 c 11 la caíd;1 de ;nnbus lados por igu ;1I se n1111plc e l
sistemática co n Antígona, Lacan prese ut.a una crítjca bastante d evasta-
derecho abso h1t o, )' la s11stancia l:ti n1, ;1sí co lllo e l poder 11 ega ti vu q11c c 11 v11 c l-
dora del concep to freudiano de "sublimación":
vc a a1nlios lados, es to es, el rn1111iputc11tc y virtuoso Destino, se ;ik1 sob re la
l'SCClla. J l
[ ...J y el tex to ele Fre ud se mu es tra a l respec Lo muy d é bil. La d e fini c ió n qu e
da d e la sublimación e n jnego e n la ob ra d e a rte, e n la creac ión del art ista,
sólo nos mu es tra su contrapartid a, diría e l re torno d e los efectos d e lo qu e
suce de a nivel el e la sub lim ac ión d e la pulsión, cua nd o e l resultado, la obra
H /h ir/1'111, I'· 2H,l. d e l c reador de lo be ll o, e ntra e n e l ca 111po ele los bienes, a sabe r, c ua nd o se
~' Es1oy c itando Lt t·xccl<'111t· ediciú11 de / \111.1:!!,·011r1 de l\1<1 ni11 1.. J) '(Jogc: Só-
:11101;1d;1 ha vu e lto me rcancía. Es necesario d ecir qu e e l resumen que da Fre ucl ele la
li>cks, 1\11/ Z~mlfi, Bos1011, (;i1111 y Co., IHH7, p. 1 t:I. carrera del art ista e s casi grotesco, el artista , dice, da una forma bella a l d e-
10 \!{as(' por (:jc111plo Patric:i~1.Jag<'11towicz f\ttills, '"llegel's .t\11tig;rn11,", / ·(·111i11i.\ I fu/f r-
1

seo inte rdicto, para que cada uno, co mprá ndole su pequeí'io prod ucto d e a r-
/11tlfllÍ1111s uj' lfrgd, e di1adu por P<1triciaJ1g·e 111uwicz Milis, U11ivt'rsit y l'ark, l'c1111 sylv:111ia
S1a1 e L1 11i vcrsit y l'rcss, ¡q9(j, es ¡H"c ial111t'11tc pp. 68-7 t. te , reco mp e nse y sa ncion e su audac ia. Éste es realmente un modo d e co rto-
11 C:. W. F. l lcgcl, n,,,
/'hmm11 m11!11gT 11(S/1iril, 11¡1. rit., p. 28r>. circuirar e l proble ma (S7, p. 286).
122 ANTÍCONA ENTRE 1.ü llEl.1.0 Y LO S l l l~ L.IME ANTÍGONA ENTRE LO BELLO Y LO SUBLIME 123

Estas obse rvaciones co111binadas con una crítica de llegel mu es- movimiento parece tan brutal como para ser i1~justificado. Lacan se-
tran la i111por1ancia de AnLZi!;ona: será co n esta obra con la que 1.acan iíala sin e mba rgo que esto no es una mera invención, puesto que en
muestre al mismo tiempo 1111 t:iemplo de la verdadera posicióll {·tica, la obra el coro describe a Antíg·ona en estos té rminos:
un repudio de la subli111ació11 e11 el viejo se 11tido, y 1111 elogio de u11
deseo basado c 11 algo más qu e el bien (en el sent ido idealista ddi11i- Pero la g loria y la a labanza van co ntigo , se1-1ora,
clo por la sabiduría cl ás ica d esde Platón y Aristóteles) o los bi e nes (en a l sitio de tu descanso. Te vas con tu h e rmos11ra
el sentido de una eco11ornía cullural que mercantiliza los valores y las incamb iada po r la mano de la e nferm edad devastadora,
obras de a rt e). por la es pada in tacta, viva y libre (am:ovoµ.oi;) ,
lts ta es la razón por la que puede <o11 1u11ciar c 11 el siguiente e nn1en- como nin guna otra q u e haya mu e rto antes. 12
trn que con Antígona él ha ll egado a un "p1111to nocla! " (S7, p. 2~);{).
No obstante, e l tít11lo dado a la sesió11 es sorprendente: "El brillo de Esto se dice e n respuesta al lamento (Koµµói;) d e An tígona, pero
A11tígona". Ltjos de enhttizar, co1110 se podría h aber espe rado, 1111a remite a la an te rior Oda a Eros. En el Stasirnon, e l coro elogia curio-
ndpa que J\ n tígona de algún modo admite (co 1no lo hizo 1kgel), sarnenle e l pode r d e l amor que conquista todo lo d e más justo des-
que tic11c el d<.·cto de darle 1111 a hase a la 1rnt11rakza tr;ígica de C reon- pués de habe r oído de boca de Creome e l modo e n que Antígona ha
tc , o u11a i11oce 11cia que e lla proclama, Lacan acl111itc desde el co- siclo co nde nada a morir. A las palabras de Creonte al pa rtir("[ ... ] o
111ic11 zo que e n la ob ra sólo se puede ver a Antígona: clb a trapa to- aprende por fin / qué esperanza les queda a los qu e reverencian la
das las 111iradas. Lo hace despuó de 1111 a elabo r;1 ció11 de "catarsis" o muerte" ) el coro responde con este himno lírico a Eros y Afrodita:
l;1 "purgación de las pasio11cs" corno el pri11cipal ckcto de 1<1 trage-
dia , que vincula la l'oélim de Aristó teles co n la id ea de Frc11d de 1111
¿Dó nd e está el ig ua l del Amor (Epwi;)?
"111étodo caLírt ico". L1c111 insiste c 11 que , co1110 los cí taros de l'rovcn-
... é l est<Í aquí
cc que se IL1111 ah;11 1así11 1is111os "los puros ", el proceso t1«ígico cst<í re-
e n la flor d e 1111 bello rost ro
lacionado de 111a11cra ce11 tral crn1 1<1 purilicac iú1 1 o Lt p11 rvz;1. Lt tra-
que y;1cc e n espe ra;
gedia de A11lígo11(1, de ac11crdo con s11 i11terprctaciú11 , co 11sig11c "p11r-
y la ga rra de s u loc 11ra
gar11os" o, 111 t:jor, "p11rili ca r11os" prcsc11tá11do11os 1111 a i111agc11 brillan-
no p e rso 11 a h ombre ni dios ,
te y fascinan te, la de la propia J\ ntígo na.

co rrompi e ndo a l h om bre justo,


/\11lígo1111 , c 11 ('i(:c to , pennitc ve r el pu11 t.o ele 1nira que dcl'i!H' e l de seo.
arrast rancio a su a lm a por d é d a los d e pecado
Esa 111 ir<1 :ip11111;.¡ h acia um1 illlagen que cletc111a 110 sé qu{ 111ist<"ri o h;i sta
y discordia, dividi e 11 do un a casa .
a hora i11 a r1ind a hle , pues hacía ce rrar los o jos e 11 e l 111<>111c 111 0 e 11 qu e se la
Pues la lu z qu e a rde e n los ojos d e un a nov ia d e l d eseo
lllira b<t. Esa i111ag,· 11 , l'lll¡>Cnl , cs t<Í e11 el cc111. ro de la tragcd i;i , pu cslo que es
la i1 m1g¡· 11 l°<1sci11an1<· de /\111ígo 11 a 1nisrna. Pues sa lJ<' lll os i>ie11que1n;ís ;ill;í d e t:s 1111 ru ego que co nsum e.
los di ;ílogos , 1nás a ll ;í de la l°<1lllilia y de la pa11 ·ia, 1n<.Ís ;di;) de los desarrollos F.nt re los grandes dioses
lllorali z;111t cs, ('S e ll;¡ quicll llOS fascim1 , COI! SU brillo i11sopol'lahic, CO I! lo que la in111011.al Afrod it<J
tiene , q11e 11 os re1ic11e y qu e a la vez 11os ved a c 11 el se 11 1.idu de que 11os i111i- ob ra su vo lunt ad e n todos. t:I
lllid a; l'll lo que t.i<' IH' de descoi1cc-r1a 111 e t:sta vícl illla ta11 lt '1Tii>lc1ne11tc vo-
lu11tari ;1 (S7, p. ~~18 1). En ese pu11Lo , Antígo11a en tra rodeada de guardias, y el coro cou-
ti 11 úa:
Ésta es 1111a !llovida sorpre11dc 11t c y o ri gina l de L-te<t1i: A11tígom1 110
es in vocada p;1ra a lego ri za r el poder de la (: ti ca sobre la política, si 11 0 12 Sófocles, A11tig11110, 11/1. tit., p. 148.
tomada prinwra111c11te como una li gura d e la bell eza . Al p1·i11cipio , el l o lhidn11, p. 147-14 8.
l ~· I .-\NTÍGONA ENTRE LO ll Fl.1.0 V l.ü SI I BLJ~IE ANT ÍGONA ENTRE LO BELLO V LO SUBLIME 125
l'l'ro it (' aquí 11na visión insoporta ble, Ésta es la e xpiación
a n1 e la nial 111is ojos sólo pue d e n ll o ra r; que d e bes hace r por e l pecado el e tu padre _1.4
A ntígo na t·n vi aj e
a s11 1norad ;1 1u1pcial de su e 1-10 pcrpc 1110 . E l coro muestra la mism a ambivale n cia fre nte a Eros qt1e fre nt e a
Ant.ígona: e lla es notable por su belleza e inde pe nde n cia, pe ro ta m-
Las rápid;1s 111od11lac io11 es en tre t•I a mo r y la 11111e rtc , la :-m11onía y bién se ha co nde nado a 11111e rte por s11 "propia voluntad" que ll eva a
la discordi;1, el deseo y la divisió11 son intrigantes. Cbr:-11 11e11t c, Lacan uu castigo a utoinfligido. ("Eres la víctim a de tu propia voluntad", e n
as1111w que A11tígrn1;1 es el objeto on1lto d e toda la canci<Íll de al;dJan- la lín ea 875, le h ace un eco nega tivo a la alabanza positiva de e ll a co-
za, qu e la 111is1m1 expresión fúert c de una "luz que arde c 11 los ojos de mo 11n se r vivo y libre (aurnvoµos;) e n la línea 821) . Las co ntradic-
una novia d el deseo " (rvapy11 s; j)AEq>apwv Lµrpo s; ) se refiere a su fas- ciones d e l co ro respond e n a lo que es "cegador" e n el d estino d e An-
ci11antc apariencia , e incluso la a1111ncia. As í es co rn o é l int e rpre ta es- tígona: ella e ncarna el d eseo , un d eseo e rótico, mie ntras qu e e l obj e-
te pasajt' c rncial: to d e su d eseo está 11111e rto , y pued e incluso se r llamad o Mue rte. No
es a bsolutame nte exacto d eci r, como lo han h echo algunos come nta-
Desd e a ltí ta lllhi é 11 la illl agc 11 d e A111ígu11a se n os presc 111 a bajo e l aspcc lo ris tas, que Lacan se ide ntifica co n Antígona; l 5 por el co ntra rio, se
q11e, li1cra l111c11tc , nos lo di ce , le !t ace pe rd e r la cabeza ;d co ro, v11 e h·(· i11j11 s- identifica co n la mirada fasc in ada d e l coro freute a la h ero ína c uya
1os a los_ j11sl os )' !t ace ljll C el cu ro 111is 1110 f'r a 11q11ee lodos los lí1llil cs y lll<lrl- be ll eza los d <."ja pe rplejos y los sedu ce. Al admitir una d esori e ntac ión
d e d e p;1sco lodo el res pe to q11 c pu e d e te n e r por los edictos d e la c i1Hlad. sim ila r, Lacan se ide n tifi ca co n 1111 a uditorio en e l que la tragedia
Na da es 1mís co111novcdor q11 c ese 1.~1 E po i; Evapy11 i;, ese deseo vis ible q11 c se p ued e o pera r su purificación, qu e es la razón por la que é l pu ed e d es-
desprc11d1· de lo .~ pcírp;idos de l;-1 a d111irabl c juvc 11 c ita . cribir toda su lectura d e la obra como un a aproximación a "la ese 11-
La il111ni11aci<í 11 viok11t a , la h1111i11os id ad d e L1 l>c ll ('z; 1, co i11cid c 11 co11 e l cia d e la tragedia" (S7, p. 297). Se podría i11cluso suge rir que <." se pa-
1n011 H· 111 0 d e J"ra 1a¡u ca 1ni e11 to, d e n ·; di zac ió 11 de la /\/t; de /\ 11t ígo 11 ;1, ésle es saje del Seminario es el equivale nte del Nacimiento de la tragedia d e
el rasgo solirc el c 11al coloq11{ c 111i1a·111c1nc·11tc e l acc1110 y q11c nos i111rod11j o Nie tzsc h e . Laca n es co11scien tc d e esa proximidad, a unque h ace un a
c11 la lú11ci ó 11 cjc111pl a r del prnlJl( ·111;1 d e /\1llígo11a pa r;1 d e 1e n11i11 ;1r la f"1111ció11 d istin ción e ntre un a lec tura pura111 e 11te nie tzsch eana y su propio
d e c ie rt os ckclos. De cslc m o do se cs1a lilccc pa ra 11 osot rns cie rta rclaci<Í11 co n
a bordaj e, más iuíluido por Bataille. Dice:
e l 111;ís ;dl ;í d e l cunpo n·11tr<d, p crn ta 111bi é 11 lo q11 e 11 os pro híbe \ 'c'I" s11 ven la-
Nad a m e n os di o nisíaco que e l ac t.o y la li g 11ra d e A11tígona. Pero A111ígo n a
d e ra 11a111ra lcz;1, lo que 11os d cs l11111lna y nos separa d e s11 ve rd ad e ra lú11ci ó 11.
ll e va has ta e l límite la rea li zac ió n d e lo qu e se pued e llam a r e l d eseo puro, el
El lad o cu11rnm•cclor de la be ll e za hace vacilar todo juicio crí1ico , d e ti c 11 c el
puro y simpl e d e seo d e rn11 e rte co rno ta l. Ella e n ca rn a ese d eseo (S7, p. 3:1Y).
a1dlisis, y s11111ngc las dilen:> 11tes lú nn as e n j11 ego e 11 c ie rt<t co11lúsi ó 11 u 111 ás
bic11 c1 1 u11 a ccg11e ra cse 11ci a l.
Pode m os e mpezar a co mpre nd e r el vín c ulo paradójico que esta-
El d(: c lo de lw ll cza es 1111 c ll:no d e e n cegucc irni e 11t o (S7, p. :n7) .
b lece Lacan e ntre su be lleza y su fun ció n é tica. Antígon a fascina, pe-
ro crea una fasc in ació n qu e d estruye la fasc inació n e n sí. Antígo n a
La alusicín de Laca11 a la A té de Antígo11a , que es Sil "nial ", o s11 "da-
ofrece una imagen que va m ás a ll á de sí misma y que, <." n ese mismo
iio", o s11 "infortt1nio", nos re mit e a la leye nda d e Fdipo y al legado
movimie nto, purifica la visi ó n, opera un a catharsis e n el imagin ario:
de "pecado" que Antígo n a h a heredado d e s11 padre. Esto es lo que
De l lado d e este atra ct ivo d e be 1nos busca r e l verd ad e ro sentid o, e l ve rd ade-
le dice d coro:
ro miste ri o, e l verdadero alcan ce d e la traged ia -de l lad o d e esa l.llrbac ió n

Mi 11i1'1a, li as scg11idu 111 ca111i11u


11 lhirfrm, p. 149.
hast a e l lí111it c 1mís cxt re mo de la a11d ;1Ci a
ir, Palrick C 11yo1nard sug iere di cha id(-: nlifi cac ió n e n l .r1.juissonn lrt1gú¡ 111>, París, A 11-
1

)' te h as 1o paclo co11 la 1.cy (LhK<l<;) e 1111011 ad a. bie r, 1992, p. 63.


12ü .~NT i GON.\ ENTR E LO llE l.l.O Y 1.0 Sl lllL.IME ,\NTÍGONA ENTRE LO llELLO Y LO SLJll LIM E 127

q11 e c1 11raiia, d e l lad o d e las p as io n es s in dud a, pe ro d e esas p as io n es singu- ;d in cesto, especialm e nte e n un con tex to edípico tau cargado. Lacan
la res qn e so n el 1e 1110r y la co mpas ió n , pues por inte rm e di o d e e ll as, fü' EAE OV sugiere por el contra rio , no obsla nle, que e n Antígona, el inceslo es
KaL <pojfov, so m os purga d os, llll rili caclos d e lo qu e es d e dicho o rd e n. Dicho meramente un a figura de singul aridad. En luga r de generali zar, a
o rd en - po d e m os reco noce rl o de c n rra d a - es, habl a nd o es1ric1 a 111e n te, la partir d e su estrecha relación co n Polinice, el incesto co m o un a cate-
serie d e lo imagin a ri o . De cll ;1 so 1n os purga d os por in1.e r111 c cli o d e un a inia- goría más o m enos unive rsal q u e define un cierto tipo de prohibi-
gc n e 1l1re 0 1ras ( S7, p. '.Z~JS). ción, le nernos 1111 tropo de singularidad absoluta que se opone a la
unive rsalidad de la Ley. Esta singularidad está e ncarnada en un a mu-
Ésta c..:s la razón prin cipa l por la que Lacan se abstic11c d e 111ilizar _jer c uya "bell eza" no puede ser medida por c riterios objetivos (n o h a-
cl té nnin o "sublime" c ua nd o h a bl a d e Antígona , 1nic n1 ras que mu es- bría que o lvidar que e l actor que re presentaba a Antígona llevaba
l rn a l rnvó dc su es ti lo -en s11 modo ra psódico d e e xpresió n- d po- una máscara, pe ro la lesis de Lacan es que su "be lleza" debe ría se r
der cd ifi ca n te d e An 1ígona como pe rso naj e . evidente incluso co n 1111 actor co mún e n esce na), pero la distingu e
Al dcnwslrar concre1an1cn1e cú1110 su "bel leza" puede lúncionar e n los o jos d e quienes la co m e m p la n . Esta "belleza" brillante y e nce-
cfcctiva n1 c n1 c co lll o lo sublim e, Lacan cvi1 a delibcr;-ul;i111 l· 111 e ad op- gueccdora viene a ser un a caracle rística sin gular vincu lada a los ele-
1a r e l an<"ilisis d e lo sublim e ka111ia110 e n s11 lec lltra. En c lla se rdi e re m e nLos lll ás arbitrarios (como la for ma de la nariz, o de la boca, e l
varias veces a Kanl, pero a Jin dc resallar los vín c ulos e ntre lo heli o y respla ndor d e la mirada ) qu e ofrece tanto una crítica de las máximas
e l d eseo por una par te, la k y y e l e xceso n egativo por olrn. Por <~j c rn­ unive rsalistas corno un recorclatorio d e que uno no puede act uar
plo, 11111es1rn có mo C rco11le es 1111 sobe ra no "ka11ti a110" c u;111do plan- realm cn le sin p rocla ma r la plena responsabilidad del propio d eseo.
tea su rn áx in1 a colllo universal, y s11 lado d e la lragl·dia a p11nta a las En cien o sentido, Antígona adopta la causa de Halllle t después d e
graves co nsec uencias d e las k ycs universales. que és te ha sallado den1ro de la 1u111ba abie n a . Que es la razón p o r
la q u e tambié n e lla se rá condenada a un a "mu erte e n vida" e n un a
O bse rve n qu e s1 1 len g 11 a j1· se con l(mn a pe rke1 a 1ne n1c co n lo <)ll l' Ka111 lbma tu mba. Antígo na aclúa 111ás a ll á d e la é tica tradicion al; está más allá
el crn1<-c p1 0, Bt'f,"l iff; del bi c 11. Es el len g ua je d e la ra1.ó 11 prác ti ca. Su in1nd ic- de Dios y d e los dioses, repudia la definición usual d e "divi nidad" y
c ió 11 el e la sl' pt1l1urn rehusada a Poli11i cc, traidor, c11c111igo dl' la pa1ri ;1, se escapa a c ualqui e r for m a d e mercantilización de su "belleza"; no se
ru11da ('ll el h echo de <)ll( ' 11! ) se Jllll'dl' h o 11rar d e la mi s111a lll <l ll (' ra <·l qui e-
casará, se ha sustraído al círc ul o ele los i11tercambios sirn bólicos.
n es <ii-k11dicro11 a la pal ri a y ;1 q11i c 1H'S la a ta n 1ru 11.
La referencia a la segunda c ríli ca d e Karn (y no a la Critica del.Jui-
Desd e e l p11111 0 dl' visla ka111ia110, t:s1a es cfcctiv;11nc111c 1111a 111 áx i1n a qu e
cio), es muy reveladora: Lacan e n foca su lec ni ra e n las consec uenc ias
pu ede se r dad a colllu rcgfa de razó n qu e l.i e 11 e 1111 va lor unive rsal. Así, lll'll'lil-
de una elección colec tiva a favo r del "bie n" por e ncima de lo "bell o".
la-lt!t/11', <1111 e s d e l recorrid o é 1i co q11e d e Ar istót e les a Ka 111 nos ll eva a dcli111i-
E n lo que con cie rn e a An tígon a, la e vitación del co ncep to de lo su-
lar la id c 111 id;1d 1ílti1m1 de L1 ley y d e la razó n , e l cspect;ículo lr<ígico, ¿110 11 os
blime es incluso m ás impacta nt e, dadas las muchas sesiones d edica-
11u1es1ra acaso la o bjec ió n pri111erar El bi e n n o po dría re i11 a r su hrc io d o sin
das al com ie nzo del Se min ario sobre la é tica a una nueva d efini ció n
qnc aparccicsl' 1111 exceso rea l sob re c 11 yas co 11 s<·c1 1e 11 c i<1s L11 a les nos ;1clvic r1 e
d e la sublimación. Philippe Van Ha ute ha escrito un e xce le nt e e nsa-
la lragcdi a (S7, p. 3 10).
yo so bre la sublimación e n la lec t 11 ra de An t ígo n a por Lacan .16 Es ne-
cesario te ner e n m e nte la larga e lucidació n d e la Cosa e n tanto que
Vo lve re mos a e n contra r la fi g ura d el Kant "sadia110 ". La pos1uo11
opuesla al o~j e lo, y la definición de sublimación corno elevación del
d e A11tígo 11a es prime ro qu e nad a un a posición 11ega1iva , );¡d e 1111 a re-
ol~j e lo a la d igni dad de la Cosa - "ele va un obj eto l ... ] a la dignidad
sist e ncia ;1 la tira nía. Ella no c ue nta con otro "impe rati vo ca tegú rico "
que asevc rc algo como: "' lóda s las hcn nanas tienen 1111 deber para
CO ll SI IS l HTlllallOS lll lllTlos. "
1i; Pltilippe Van HauLe , .. DeaLh and Subli111 atio 11 in L.acan's readin g of A nligo ne",
La aseveración positi va de A111ígo 11 a tiene que ve r crn 1 s11 deseo, 1111 l .1'oir111s m11I J.11mu: '//,., 1\1/i.unl ¡,·11m1111/1'1; Sara lt Harasy111 (co111p. ), Al bany, SI INY Press,
deseo que , co mo lo hc1nos visto , 11110 podría ve rse 1e111ado a reducir 1998, pp. !02-120.
128 .\ NTÍGO N.-\ EN nu: 1.0 l\lél.1 .0 \' 1.0 Sl llll.IME ANTÍGONA ENTRE LO BELLO Y LO Slll\UME 129

d e la Cosa" (S7, p. 138)- al comienzo del Seminario para ver lo que es tá ta l! le jos de Harnlet, quie n se co ntie ne de matar a Claudio c uan-
Lacan pu ede estar sugiriendo. do piensa que sólo le infligiría la "primera mue rte" , pero no la "se-
Con10 he d e retornar sobre es te asunto en conexión co11 Sacie y gunda muerte", la del alma, mie ntras que su padre está padecie ndo
Duras, lilllit a ré Hlis observaciones a lo qu e Ltcall articula clircctam e n- a mbas. Tiresias sencillamente conde na e l mal juicio d e Creome e n
l.e sobre Antigu11a, 1111a l<:>ctura en la que él 110 regresa a la dicoto1nía Lérminos que atacan su a'U8aOLa, esto es, su excesiva a 11toconfian za,
Cosa/ objeto, siHo que retorna a un punto noclal, una bisagra co11ccp- la arrogante suficiencia d e su propio juicio, un término qu e Aristóte-
t ual qu e é l ha observado e n Frcud. les opo11clría a l "medio fe liz" de un juicio e quilibrado:

Creo q11c todos srn1 sc11sihles al hecho de q11 e lo q11 c les 11111t·stff> aq11í este Sólo un loco se gob ie rna po r sí mismo (au(:Jafüa).
aíio p11<'dc sit11arsc entre 1111 <1é ticay 1111a es té tica fre 11dia11 ~1s . La cst<-tica i're u- Paga a los muertos su deuda. No hi eras a l ca ído.
di;111a s<ilo est;í a ll í en la medida c 11 q11 c nos mu es tra 1111 ;1 de las 1¡1scs de la No es 11i11guna gloria matar y mata r de nu evo. 17
i'u 11ció 11 de la é tica ( S7, p. 1!l!i ).
Más lite ralm e nte, Tiresias dice: "No h ay ninguna valentía e n m a-
Tal co1no lo desarrolla Lan.u1, la es té tica fre11diam1 reve la ta11to tar por segunda vez a un hombre muerto (8avov-r' EJtLK-ravELv)" (lí-
que "la Cosa es im1cccsiblc " -lo qu e no est;í lejos de lo q11c ocurre nea 1030). Mnc ho peo r que "azotar a un caballo muerto", e l an h e lo
en A 11tígrn1t1.- colllo que el pasaje ele la ~rnb.lin1<1ció11 110 u1 1HTla e l de C reo nt.e ele perseguir a su e ne migo m ás allá de la muerte e s un
deseo. O, para ser lllás preciso, se puede d ec ir que J\11t ígon ;1 es al claro síntoma de hubris !arrogancia, impe riosa soberbia I, que indica
tllismo tien1po "sublime" y "bclLi" <1 su "n1a1H'l'a n :gador;-1" precisa- una lrnnsgrcs ión, 1111 sobrepasar ciertos lími tes e n un gesto que rom-
1ne11te porque ella 110 s11hli1na su propio deseo, elh1 lo exace rba y lo P"' la 111 isrna c ivilidad que pretende reforzar.
ca rga de i11tcnsidad libidin ;-d , incluso c uando ese deseo es 1111 deseo En tendida en este co nt exto más amplio, la be ll eza d e Antígona
d e lllllt'l'tC.
co nde nsa muc has f1111ciones: h emos visto cómo e ncar na e l d eseo al
De hecho, t<:> Hemos que vis11aliz<1r e l destino p<1rtic uht1 · de /\111ígo-
hacerlo visible ("lµq1oc_:; EVapyTJi; f /-lírn.eros enmgés] es lit e ra lme nte e l
11a lo 1Hás cxact;rn1e11te que sea posible. El ser co nd e Hada a padece r
d eseo vuelto visible" 1S7, p. 321 I) y có mo a l mismo tiempo d e ti e ne e l
11na lenta llllltTte CH 11m1 tumba (de h ec ho e lla misma se 1rn1ta, i1Hpi-
deseo ("La m a nifestac ió n de lo be llo in timida, prohíbe e l d eseo" l.S7,
di e 11do así que Cr<:>onte la salve al final) la coloca en uua curiosa "tie-
p. 2871). Ese estado ele "detención" sugiere un vínculo m ás inmedia-
rra de nadi e'', o a 1u1a "1111wrte en vida", lo cual es congn1c11tc crn1 el
to e ntre lo bello y la muerte. Lacan comen ta e l h echo de que lo be-
co11cepto de 11na "segunda n111 e rte" que L1can e labora co11 Sade.
llo al mismo ti empo atrae e l uhraje y se resiste a é l:
Creontc la crnHlcHa a "no vivir" m;is bi e n que a "morir", lo que le per-
1nit c a ella afinm1r s11 "alltono1Hía" uu a última vez, c11<1ndo se suicida,
Por un lad o, parece que e l registro del d eseo podría ser eliminado del regis-
1111 gesto "a presurado" que impe dirá que Creonte la salve cu<111do
1ro de- lo bello. Y, no obstante, po r otro lad o, no es me nos manifiesto [ ... ]
c uHbie de idea, y ta111hién, d esd e lu ego, al suscitar el suicidio de ll e-
que lo be llo 1ie ne co rno e fecto el suspe nd e r, e l disminuir, e l desarmar, di1fa,
111ón, hijo de Crco11te y a111<1ntc de Antígona, y el suicidio de la esposa
el d eseo. 1 ... 1
de C rc onte. Colllo Edipo, que 110 11111e rc i1H11cdiata111cnte después de
Esto 11 0 qui e re dec ir qu e lo be llo no 1rneda co njugarse, e 11 d ete rm inado
la reveh1ción de s11 idt·n t id ad (como lo hace Yocasta) si 110 q uc 11111cre
111o rn c 111.o, co n e l d eseo, pe ro, 11111y mist e ri osa me nte, es siempre e n esa for-
c11 Colona 1m1s tarde, Cn :o nt e HO pue d e tllatarse a l final, siHo que es-
ma que no p11 cdo designar me jo r que llamá ndola con un términ o que ll eva
tá condenado a seguir vivie11do para sufrir un re111ordimi e 11to i11expia-
e n é l la es tru ctura del cruce de no sé qué lín ea invisible, e l ult.ntje . Parece
l>le: "Yo soy 11ada. No tengo vida . / Sacadme de aq11í . .. ", declara que-
por lo dcm;)s, que la naturale za de lo bello es permanecer, como se dice, in-
jrnHbrusamcnte al final d e la tragedia.
El e rror crucial de Crco11te, su lwm.artia, gira alrededor de su
creencia de que é l pue de "H1atar por segunda vez" a su e11eH1igo; 110 17 Sófocl es, /\ uti¡.;1111a, 11/J. ril., p. 153.
1:m .\NT i GON.\ l:.NTRI:. 1.0 Blél.l .O Y LO SLI Bl.IME ANTÍGONA ENTRE LO BELLO Y LO SU BLIM E 131

se nsible a l 1IILra je y és ic no es 1111 0 d e los ele 111e ntos 111cn os sign ilica li vos d e func ió n de lo "be llo " con una a11écclota . U na vez, cuando visitaba
Sil C'S irllClllra (S7, p. 287). Lo ndres con su esposa y esta ba tomando e l d esayuno e n su hotel, e lla
d e claró que e l profesor D., a quie n no h abía n visto durante a iios, se
La bc llcz" de A111íg·ona fu nciona rá por e nd e co rn o un a pa111alla a lojaba e n aquel mismo lugar. Para d emostrar esa afirmación m ás bie n
para Li fant as ía que adern;'ís ck1endrá e l n1ovirni e 1110 q11c ll eva d e la improbable, e lla düo que había visto sus zapatos d~j ados aii.tera e n e l co-
prim e ra a la "segunda rnu e rtc". rredor. Más la rde Laca11, todavía escépt ico, caminó d e re greso a su ha-
El "e fcuo de lo bello", e nlrnICcs, d e riv" d e la relac ió n c111 rc el hé- bitació n, cua ndo para su sorpresa vio e n efecto al profesor d eslizá ndose
roe o h e roína y ese pas<~jc lwc i<t e l lírni1 e (S 7, p. 342), 1111 p<ts<~jc <¡lle ele su habitación e n ba ta. Term ina esta ilustración más bien fantasiosa
110 puede si no evocar lo s11bli1nc. Así, sólo hacia el final d e las ses io- e 11 estos términos:
nes dedic:tdas a A ntígona , Lacan se encamina a 1111 análisis de lo su-
blinie , pero le deja cs10 a 0 1ro hab la nte, Pierre Ka11f1m11111. Esla e xpe ri e n cia m e parece a ltame nt e ins1rnctiva y es a través d e e lla qu e pie n-
so lleva rl os a la noc ió n d e qu é es lo be llo (S7, p. 353).
Q 11isie ra c 11! 01H-cs h oy, e n Ju co1H-c r11i c nl c a In b e llo , cede r J;¡ pa la bra a a l-
gu ie n q11c 111c parec ió pa rtinil a nn cn tre co rnpc tc nt c par<i tolll (l rl;1 c1 1 1111 En c ua nt o pudo visualizar los za pa tos del profeso r " oh:ne Begri/f'
ca 111po, c 11 1111 p11111 0 d e ;irt in1lac ió 11 q11 e co nsid e ro cs<-·11ci a l para lc1rn11 ti1111 a- - c it a ndo la d e fini c ión de lo Bello ele Ka nt como a qu e llo que co m-
c ió 11 de 111i disu1rsu , a s;ibc r, la dcfi11ici ó 11 de lo he lio y lo s1 il>li111c 1;il co 1110 p lace "inme diata.mente y sin co nce p to"- , e stos re ve ladores pe ro in-
fu e pl ;u1t c;1<L1 por Ka 11t (.':i7, p. '.1 42). se rvibles "zapa tone s" e vocaro n re pe n tin a m e nte los famosos zapatos
de Va n Gogh, y m ás aún la m ed it.ació n de Heidegge r sobre ellos. De
U 11 poco despnés , rtTon occ <)lit' 110 ha logrado elabora r u1rn teo- la viii e ta se d e riva u11 se nüdo ele una belleza d e sideali zad a, una be lle-
ría de los dos co 11Ce p1os: za que 11 0 pide se r sublimada.

1.. . 1 recordarl es, pa ra d a ri<"s el sen tid o d e 1111 es1ra hi'1squ n la 1·11 lo r 011 cc r- Se tra ta d e mos trar aquí q11 e lo be llo nad a ti e n e qu e ve r co n lo qu e se lla rn a
nic11tc a la natura leza ck lo lJ!' ll o y, ;1gregaría, d e lo subli111 e qu e podc1nos ub- lo be llo idea l. So la rn e nl e a p a r! ir d e la a pre he nsi ó n d e lo be llo e n la p unu1 a-
lcn e r d e la.s ddiniri o n es ka nti anas (.':i7, p . 3S~J). lid ad ele la tra nsic ió n d e la vida a la 111u e n e, pode m os inte nLa r restiluir lo be-
llo ide al l... .J y, e n un prirncr pl a n o, la fa111osa i111age n huma n a (S7, p . 304 ).
' fa ) vez sea provec hoso se iialar en est e punto q11e és ta sigue sie nd o
un a tarea que Lacan 11u11ca c u1npliú , d c jáudole e so a Zizck, quien Media11 1e un asorn broso d esvío a través de este par d e viej os zapa-
adop1 ó de 1nodo hrilla11t e la noc ió n e 11 U subliuw olijelo tle la ideolo- tos es pera ndo a ser lustrados e n un co rre dor, volve rnos a dar co11 la
gía. 18 Zizck lú e capaz de nws1rar tllu y hábilmc n1 c cúlll o la 110ci ó n d e c ue stió n J e la be lleza d e Antígo na:
lo Sublilll c nos co11clucc de a lgu na n1anera d e la l<Tccra críti ca d e
Ka 11 1 a la clialéc 1ica de la 11cga 1i vicl ad d e l lcgc l. Esto ll eva a p la nte a r la forma d e l cu e rpo y, n111 y precisa me nte Ja image n , ta l
Sin embargo, t10 es eso lo que Lacan cs1á hac ie ndo e n ese st· min a- co rn o ya lo articul é aquí e n la run c ió n d e l narc isis 1110, co mo lo re p rese nLa, e n
rio , en parle porq1w 1oclavía csl <l 111u y ce rca ele l leid cggcr, c11 parle cierta rela c ió n , la re lac ió n d e l hom bre co n su segunda mu e rte, e l sig nifi ca n-
porq11c lo Bel lo in voca a l n1i slllo 1ic1npo 1111 se n1ido d e clc1c11<:iú n es- le ele su d eseo, ele su d eseo vis ib le .
té ti ca y u11a noción de ca rac 1crís1ic.1s es pec íficarn c 111 c forn1alcs d e lµ.qJoc; EvapyY)c; [Hí'lll.eros enargésJ, ése es e l esp ejismo ce ntral, qu e a la vez
11na 111anc ra e 11 que lo subli111c no lo hace. E n 1111a in1por1an1c a pos- indi ca e l lugar d e l dese o en 1an 1.o qu e d eseo d e n ada , re lac ió n d e l h o mbre
1illa a la elucidación d e J\11.l~1!;r111a, ofrece un gracioso c jcrnplo de la co n su fal la e n se r, e im p id e ve rl o (S7, p. 355 ).

Este pasaj e indica que Lacan se distancia de su anterior fasc in a-


IH Slav1.~ Zi7.<:k, lol .rnhlimr ohjrlo ,¡,,la irlm/o,1¿J11, !Vkx ico, Siglo XX I, 1~)~J2. ció n frente a Antígo na. U n a cantidad d e o bse rvacio ne s sobre e sa h e-
132 .\NTi<.;O N. \ EN JRF LO BU.1 .0 Y 1.0 Sl.l llLIW: .\NTÍGONA ENTRE LO BELLO Y LO SUBLIME 133

roí na prepararon 110 obstan te es ta a preciación negativa: A n t ígo11a es cuando se re fi ere a la lec tura d e Lacan, es tá claro que si tomamos co-
llam a da "inhumana", y su diá logo es tá marcado por 1111a "cru e ldad mo ce ntral e l mandato d e "no cede r e n su d eseo ", e nton ce s es Creo n-
excepcional ", especialmente con st t he n11 a na lsme 11 c (S7, p. 315). te quie n sufre por e llo e n lugar d e Antígo na : é l es e l que ced e y se
Ella n1111 c t parece conocer la co mpasión o el Lemor -l<is dos e mo- arre pie 1He , pe ro demasiado tard e .
cion es básicas con las que trah;·~ja la trag·edia- y finalt1ie11t c se con- La aseveración problemática h ec h a por Laca n co nc ie rn e a lo qu e
vierte en una "rn ;)rtir" voluntaria, lo cua l la coloca e n 11n papel ve rda-
él ve co mo e l origen d e l "mal" trágico o Até, e s d ecir e l d eseo d e la
derarncntc aterrador. Pe ro Antígona sigue sic11do "inlkxiblc" y "fría"
madre. Esto ocurre e n un pasaj e e n e l que Antígona ha sido asoc ia-
c11 s11 resolución (.\7, p. 336), 1111 punto qu e lu ce como la "lecc ión "
da co n 1111 puro d e seo de mue r te .
que l.aca 11 extrae d e la obra, especialmente cuando co 11cl11ye e l Se-
min a ri o con la fórmul a de su "{ ti ca": "La únic a cosa de la que se pue-
¿Qué oc urre con s u d eseo? ¿No d e be se r e l d ese o del Otro y co necta rse co n
d e ser c ulpabl e e s ele habe r cedido en su deseo 1 céder sur son désirl "
(S7, p. 382). Si "catarsis ti e ne d sentido ele purili caciú n d e l d eseo" e l d eseo d e la llladre? El d eseo de la m adre, el tex to alude a é l, es el o rige n
(S7, p . '.183 ) , e l espectador qu e ve el triste destino ele hts heroínas o los de todo. El d eseo d e la lllad re es a la vez e l d eseo fundador de to cia la estruc-
hé roes trágicos adviC'rt e q11 e "incluso para q11ic11 avanza has ta d extre- tura , e l qu e d a a lu z esos rcto11 os úni cos, Et.eocles, Polinice, Antígo na, lsllle-
nio ele s11 deseo, todo no es rosa " (S7, p . 384). Lacan 110 est <1 a hogando ne, pe ro es a l mismo ti e mpo un d ese o c rilllin a l. Volve rn os a e ncontrar a hí,
por una suerte de "he roísmo " del deseo e n estas p<ígi mts, au11q11c es ob- e n e l o ri ge n de la tragedia y d e l hum a nismo , 1111 impasse se lllejante al d e
vio q 11e An t ígo11a lrncde ser vista co1110 un modelo de const;111cia y co- Ha 1nle t. y, cosa singul a r, 1m'ís n1dica l.
he re ncia c 11 el propio deseo. Ning1n1 a medi ac ió n es aquí posible , sa lvo ese d eseo, su ca rác te r rad ica l-
Co1110 lo ha adve rtido Patrick C11yornard, la nu:sti<Ín de "dócil " o me nt e d es tru ctivo . La d escend e nc ia el e la uni ó n incestu osa se desdobló e n
"indúc il " e 11 c11a11to al propio deseo 110 es rcaltne11te el prohlcn1a de dos hc nnanos; e l un o re prese nta la pot e nc ia, e l o t.ro rep rese nta e l c rillle n.
!\ntígo11a ; desde el co111ic111:0, e ll a ha trn11ado 1111a decisi ú 11 i111l ex ible , No hay nadie para asumir e l cri me n y la validez d e l crime n , e xce pto Antígo na .
y abraza la 11111crt c co11 ta 11ta lige reza po rq11c sa be que es la nwjor 111 a- Entre a mbos, Antígo na elige se r pura y sim p le me n te la gua rdia na d e l se r
11era de 11 0 111ovtTse de s11 rt'solt1Ci<í11. Pero lejos d e ver esto co lllo un del crimin a l co mo tal (S7, p. 339).
e rror o un a 111ala i11t c rprctac i<Í 11 de Laca11, G 11yrnnanl traza u11 para-
lelo c11tre el hecho <h, qu e Lacan atribuya a Eclipo 1111 fonnid;ihl c " nte
¡No d e beríamos atacar a Laca n po r culpa r inde bida m e nte a la po-
ph1t1uti" q11c ex presa e l deseo de "110 ha be r e xisLido" -mi< ·111ras que
bre YocasLa! 2 t Por cie no podría lllos discu tir int:e rrninable rne nte si
d e hec ho es el coro el que mani(icsta esa !'rase fatal- , y lo que é l ll a-
Ed ipo era culpa ble o 110, y si tj e ne se ntido conde nar a Yocasta por un
1na un a "c ita errón ea". t<i Sería m ás simple admitir q11c Laca11 110 se
ide 11tilica tanto co11 A11tígo11a como con e l cegado C rco11tc . El ú11i co co nocimie nt o (y un d eseo) qu e e lla podría ha be r guardado e n secre-
pc rso 11 ;~je d e A 11tZl!;o11a d e q11i c 11 puede decirse qu e ha sido "purifi ca-
Lo. Lo que importa aq uí no es tanlo qu e Lacan e stá tratando d e te n-
do" por el cruce d e excesos y e l hu.fnis d e la obra es C reo nt c. l;'. sta e s de r la culpa trágica sob re a lg uie n : por e l co nLra rio, estas lín eas d e be n
la ra zú 11 por la q1ie 110 puede morir co1110 s11 esposa, su h~jo y A11tígo- lee rse corno tocio un elogio. Lo que le inte resa no es re solve r "e l po-
11a. Si n ll ega r tan lejos con10Jea11 Bobck, qu e alinna e n s11 lihrn que lic ial " -incluso si se ñala e l d eseo d e l Otro como la causa princ ipal-,
Creo nt e es el "h é roe tr;)gico" de 1;1 obra'.!O y no se arra nca las harbas sin o ve r la belleza de Antígona e n un a ura d e crimen, e n pocas pa la-
bras, re t ra Larla como una h e ro ín a d e Sacie.
l'.I "As» cu111u ;1trib11 yú por "rror ;1 Fdipu bs p;1l;ibr;1s pro11unci;1d;is por " I co ro (e l

WI <puvw ), 1.;ic;i11 imp11t;¡ ;¡ 1\111 ígvn;¡ );¡ p;i);¡IJr;¡ "i11dócil", prn11111ici;1d;1s por C 1rrnll <' .
P;11.ri ck Cu yo111anl, / ,11 ju1ti.\s111u·1 /1r1git¡111', 0/1. ri l ., p. 11 ~1. 11 01.~ 1 28.
1

'. !Oj('all Bolack, / ,o 11wrl rl'i\111i,!..!,'IJ111 / ,o lrop,h li1' tlr C11;0JJ, P;nÍs, Prcssc s l l11ivcrsiLlircs
1
:

"" Francc, l!l!l!l. ;! I Ésta ~s la tesis d e Guyon1 ard e n Í .fl joui.'isa 11n' lrugit¡11~.
SADE: 1- \ LEY Y EL GOCE D EL OTRO 135

~) . SAD E: LA LEYY E L GOCE DEL O TRO me nte: "¿Hay q ue quem a r a Sade?" e n l 953, Lautréanwnt et Sadede Bla n-
chot (1 949, re impreso e n 1963 ) ha bía inte ntado d ar 1111 se ntido a lo que
" La Plúlosop!t ir, doil l onl rlú e. "i él llam aba la "razón de Sade". Lacan se refiere al libro d e Bla ncho t e n
términos elogiosos e n el Sem in ario 7 (p. 243) , y tambié n se refi ere al e n-
sayo d e Pierre Klossowski , Sade mi pnijimo (1 947) en "Kant con Sacie". Los
nombres de Beauvo ir, Bla11ch ot y Klossowski no son los únicos que con-
C ua ndo se tr;t1;1 con Sacie, se a lca nza 11n doniinio q11e Joclavía ho y es tti buyeron a revisar la o pin ió n del público fra ncés fo rzándolo a confron-
m ás b ie n co11tro ve rsi a l, p11 es los excesos d e aque llos qu e lo odian ha n tar problemas teóricos serios co11 1111a o bra que con demasiad a frec ue n-
s11 sc it aclo t1n a e spec ie d e ado rnc i<Í n he ro ica a n1 a 11 c ra d e res p11csta. cia había sido catalogada baj o la rúbrica de "lite ratura pornográfica" o
De lt cc lto , pe nsadoras co m o Moniq11 e David-Mé narcl 0 J11d i1h Fc he r- bie n rec hazada como un puro y simple ejemplo de pe1ve rsió n clínica. Se
G urewic h ha n d e nunci ado hace 1ic 111 po lo q 11 c le s pa rece t111 a com pl a- pod ría recorda r que ya e n los años tre inta, Samuel Bec ke tt había sido
ccnc ia excesiva d e Laca 11 hac ia el esc rit o r fra ncés.2 U no 110 d e be ría o l- uno de los p1ime ros e n a treverse a ir m ás a llá de un fücil rechazo c ua n-
vida r 11u11c;1que e l n1ayor s11ciio d e Sa cie e ra se r acl a mado co111 0 1111 exi- do se le pid ió que t..racl1ije ra L as 120 jmnadas de Sodouui para Obelisk
toso y po pular 11ovd is1a o drarn atn rgo, y qu e só lo se co nvini ú e n un Press cle.Jack Ka ha ne. Aunque nunca ll egó a com p letar la tsadu cción, es-
símbo lo de l;i res is1e nc ia a la o prcsi ú n po rq ue su s esc ritos, m ;)s qu e s11s to es lo que Beckeu le escribió a 1111 a mi go:
tra nsgre sio nes se xuales, lo e nvia ro n a p r isi ú n dura 111 c Lt 1m1yo r parte
d e su vid a. Me g11staría e11fa1i zar aquí la e x1rc 111acla prnde ncia el e La- He leíd o e l p rim e ro y e l te rce r vo l111ne n de la e di c ió n fra ncesa. La o bsce 11i-
ca 11 a nl c el "culto a S"de ", Sil anit11d 111ezcl a d e fasc inac iú 11 , irrita c ió n da d de la sup e rfi c ie es i11d escriptibl e . Nad a podría se r me nos po rn og ráfi co.
y rese rva a l tra Ja r con el ''d ivin o 111 a rq11 és" . Es boza ré có n1 0 surge la fi- Me lle na de u11 a especie cte éx1as is 111c 1afís ico. La co mposició n es e x1rao rd i-
g u ra de Sa cie ;-1 partir d e su lcct11ra d e la é tica en el Se111i11 ario 7, có- nc1ria, 1.a n rig urosa co mo la de Da n te . Si la d esapasio nad a afirm ac ió n de 600
1110 fu e rza a L 1c 111 a a lca nza r la 11 oc ió n d e l "goce d e l Ot ro" e n e l Se- '" pas io nes" es p11ri1.a na y un a co111plc 1.a a use n cia ele sá tira, juve na lia na, c nl o n-
111 ina r io 10, ;u11 es de hacer fóco c 11 el di fíc il e nsayo so bre Sad c e n los ces es, co mo d ices, purita no y j11ve 11 a lia 11 0.3
F~rritos, va le de cir, "Ka nt co 11 Sadc".
Laca n , co rn o lo vere m os, 11 0 está ta n l<'jos de esos se ntimie 11 Los, a l
osc il a r m ás a justadam e nte entre la m a ravilla y la irrit ació n . Record e-
mos ta mbi é n q u e se le h a bía ped ido a Laca 11 que e sc ribi e ra 1111a in-
l. CL NL\l.O(; Í,\ S S, \DL\N.-\ S troducció n para L a/iloso/ía en el tocador corno pa rte d e las o bras e sco-
g·idas de Sad c p u b licadas por las bi bli ó filas Éditi o ns du Cercle Pré-
Es i1nporta 111 c recorda r C]ll( ' la fo r11111a lit e ra ri a de Sadc es ta ba c niprc n- c ie ux e n 1963. Puesto q ue los edito r es enco n traro n su e n sayo dema-
dicndo un profundo ca111bio d e ma rca por la é poca e 11 que 1,an111 se i11- siado osc u ro, tuvo que co nte nta rse co n publicarlo e n cam b io e n Cri-
tique (a bril d e 1963) y se Lo m ó su reva nch a e n un a briosa no ta e n la
1crcsó <'11 (".J . Si Si1nonc de lka 11vo ir a ún po día pregunt a r provoca ti va-
q11e se pregunta po r qu é los e dit o res volvieron a pe dirle que escribie-
ra sob re Sad e d espués d e l éxito d e sus Escritos. 4
1
n. ¡\_ F. Sa cl (_', ll istoirf' r/1•.f11 /il'/f!) (11( / ,,,,, . /no.\/ )(;,-¡f¡;,,. rlu. nin', (} ·.'11111ps t"tlllf/>lt~/t'S, \'ol. 24,
l'<i rís. """ "' ... ' · l'l u7, p . :l:\7 . '\ C itad o e n .J a m es K11 owlso n , /J1111n1 1'd lo /•ln11.1', Nue va Yo rk , Sirn o n a nd Sc hus t.e r,
'.! Vc.-·asc· Mo 11iqul' 1);1,·id-Mt-·11 a nl, / ,1's ('(> 11 slr11dio11s rlr' / '1111h wnr P;.1r ís, Prcsscs l l11i -
1/ ,
19%, p. 269.
V!' rsi1 ;i ir!'s d !' Fr<111 n .·, l~l'l7 , p. JO. I•: JJ;i d !' 111111ci;i d !'nurde lcn11r;i d " L 1c< 111 d (' la leo- ·! J acq11 es Lacan , '"Ka nt. with Saci e ", tradu cc ió 11 d e J a m es B. Swc 11so n , Oi'lo/Jm· núm.
rí:i d e l;1s pul s ion cs de Frc 11d , q11(' k h ;.1ce c ree r qu e e l pcrvf' rso l'('; ili za 111 <: jor qu <' na- 5 1, p. 55, p rim e ra nota al pi e. De aquí e n m ás, ab reviado co rn o KS, seguido de l 111í m e-
di e e l rod!'o 'I"" e l d !'s!'o 11 t-c!'si 1;i . \/(·ase 1<1 mlii <" 11.J11di1h F!' hn-C 11r!'wic h , '" Tl w l'hi- ro de p;\gin a. C f.J acqu es Laca n , "Kan t co n Sacie'', /,\ailos 2, Méx ico, Siglo XXI ( 1975),
la 111h ro pv o J' i'<Tvc rsio11 '", l .11un1 i11 /\1111• rirn, N u!'va Yo rk , Th" 0 1h n l'r!'ss, 2000, pp. cd. revisad a 1984, p. 744, n. l , d ond e se a lude a la pu b li cac ió n a la que '"debía se rvir
'.Hi l-:177.
d e p refac io'', no co n brío a unque sí co n iro nía lT. J.

J t:H 1
1 :w SA üE: L\ LEY y El. con: DEL OTRO SADE: LA LEY Y EL GOCE DEL OTRO 137

/\sí, <'lia ndo Laca11 co111ic11za s11 investigación ele las c uestion es más .iuicio qu é afi nid ad, qué parentesco, qu é raíz co nse rva el análisis en una tal
a 111plias de la é tica, 110 é'S tan sorprendente ver aparecer el nombre expe rie nc ia (S7, p . 13).
d e Sadc. En "N uestro progra111a", Lacan e nfatiza el h ec ho de que si
e l psicoanálisis tiene a lgo nuevo qu e dccii· sobré' e l tema de la é tica , C uando Lacan seiíala la "afinidad" que existe emre los excesos sa-
es porq11c la "experiencia" diaria de los psicoanalistas los pone e n clianos y el psicoanálisis, lo que indica no es una "complicidad" sino
con tacto co11 el "universo d e la falta" (S7, p. IO). Alude a su colega más bien un conocimie nto común que tiene que ver con la perver-
Angelo I-les11ard, quie n había p11blicaclo varios e nsayos sobre C rimen sión y con e l goce en la medida en que ambos están determinados
y Psicosis ,~> como aqu e l que l1aliía au 11'i ado la frase "el universo mór- por e l Otro. De manera que se ni ega muy consecuentemente a iden-
bido d e la falta", e insislt' e n q1w un psicoanalista ti e ne que co nfron- tificar la tarea del psicoanálisis como "domesticar e l goce perverso",
tar la atracciún lo tc11tac ió nl , la seducción de la trnnsgrcsi ú n. Dicha una m e ta que sólo confi rmaría 11n re torno a 11n "rnoralismo más com-
tra nsgresió n o falta pu e de estar acolllpaiiada por un scnti111iento de prensivo que cu a lqui era de los que existieron hasta e l presente" (57,
culpa , ron10 lo testimoni a n las elaboracion es ci1asin1ític1s de Fre11cl p. 13). Así, Lacan está mu y alerta a l peligro de un "orde n moral " psi-
sobre el ases in ato originario del padre. E l psicoa11 ;:¡ lisis tamhi ó 1 pone coanalítico que m ás tarde será denunciado por la antipsiquiatría y
d e relieve b lú11 c iú11 productiva del deseo, pero no se i11stab ('11 e l por filósofos como Deleuze y Foucault.
Una segu nda referencia es incitante, puesto que comienza re u-
1nislllo c;1 1npo q11c los pensadores que intentaron e laborar una "libe-
ni e ndo los nombres de Kant y d e Sade, aunque de un a manera muy
ració n naturalista del deseo" (S7, p. l '.!).Con lo que L ·1c;111 tiene e n
elíp ti ca. En la concl usión d e su e lucidación de la Cosa freudiana
n1c11tc a los "libertinos" de los siglos XV II y xv 111 , qu e ven al '' h01nbre
(que ya he abordado ), Lacan plant ea la cuestión de los Diez Manda-
del placer" como la m e dida el(' to das las cosas. l~ I sciíala q 11e los prin-
mientos c uya función es regular la distancia e ntre el s1ueto y la Cosa
cipales ex pon e ntes de dicha doctrina ma11ifiesta n si('lllpre 1111 senti-
(57, p. 87), y sei'iala la
do de desafío al hablar d(' erotismo y libertinaje. 1Lihabido1111 fraca-
so de 11na teoría nwral ¡rnra111c11tc nat uralist a o positivista , puesto
l_ •.• J gra n crisis revo lu c iona ri a de la m ora l, a sabe r, e l cu eslionalllie nt.o de los
que 110 S(' p11ede escapar a postular en algún p11nto el tfn ni110 lími-
principios allí donde d e ben ser 11t1cva 1uc 11te inte rrogados, es decir, a nive l
te del g1·a11 01ro. No obstante, la gra11deza ele S;1clc y ;dg1111os ele sus
de l impe rativo" (S7, p. 87).
co11 ten1por;í11cos ha sido poner a la a lt11ra debida esta dc1n;111da.
Luego agrega:
D ios, co1110 autor ck la 11aturalcz<1, es co11111i11ado a dar cuc11t;1 de las ;u10111a-
lías lll <Ís cxtrclllas cuya t'x igc 11 cia nos 1>ropo11e11 el rn a rq11és d e Sadc , Mira- Es e l culm.en, a la vez kantian o y sadista ele la Cosa, aquello en lo ci1al la rno-
hea11, Didcrot o asilllislllo 1<1 1 o cua l ot ro. Este d esafío, es ta co11111i11ac ió 11 , es- ra l se t rnnsforma, por un lado, e n pura y simple ap licación de la m áx ima uni-
ta o rd a lía, 11 0 d ebía pe1111itir otra sa lid a lll<is que la que e ll:<: ti1-;u11('11tc resul- 1e rsal, por e l o tro , e 11 puro y simple objeto (S7, p. 87).
tó n :a li z;1da l'Jl la hi stori a. Q ui e n se so llle te a la o rd a lía vue lve ;1 c nco 111rar,
e n i'iliilll o 1ér111i110 , sus ¡nc lllisas, a saber, el Otro ante el cua l esa ordalía se Críptj cas y elusivas, estas elaboraciones necesitan de una ejempli-
prese nta , e l .Juez a lin d e cuc11tas d e la 111is11 1a. Es esto lo qu e le da s11 to 110 ficación para adquirir pleno sentido. Esto es lo que hace Lacan, a un-
pro pio a es ta li1cr;1111r;1 qu e n os pn:se 11ta l;1 cli111e11sió11 del crotislllo de un a qu e sin nombrar explíc itam e nte a Sade, cua ndo en un seminario pos-
1m111cra q11iz;í 111111e<1 h a llada ele nuevo, ini g ual a ble . No ca be duda d e q11e de- terior critica la visión d e Kant de la ley mo ral.
hc re 111os, e 11 el u 1rso d e 1111es tra i11ve.stigació n, propo11 e r a n11 cst ro propi o En una discusión de "e l obje to y la cosa'', Lacan relee la Crítica de
la razón pura ele Kant con su famosa doble imagen de un hombre al
que se le ofrece la posibilidad de pasar una noche con 11na rmuer a
:. Vi·ast' A 11 ge lo 1-les nard , / _,,_, l \vdws1's 1'/ !t.\ jio11tih~'·' ¡/,,lo _fálit·, P;1rís, FL:1111n1 ;1ri o 11 , la que desea, pero con la visión del cada lso que lo espera si satisface
1 9~4. su deseo, opuesta a la misma situación e n el caso de dar fa lso testi-
138 S.-\DE: L\ LEY Y El. COU: DU . OTRO SADE: LA LEY Y EL GOCE DEL OTRO 139

monio contra un alll igo. Kant llega a la co nclusión de que nadie se- Así qu e no es sorpre ndente ve r vinculados nuevamente los dos
rá tan insensato colllo para accede r a u11 a rea lización erótica co mo nombres e n una discusión poste rior d e la "pulsión de mue rte".
ésa, castigada con la lllu e rt e, lllientras que si u110 es tá a111cnazado
co n e l n1islllo cast igo por un perjurio contra un allligo, eso se vue l- Ll evándolos pu es e ste ú10 a l te rre no d e la é tica d e l psicoam11isis, los co ndiu e
ve una c ues tión de conci e nc ia. Lacan co llli e nza po r !llostrar signos a c ie rto lím ite que ilustré m e dia nte un a co nfrontación , una pu e sta e n re li e ve
d e impacie11cia hacia d lilósofo de Künigsbcrg ci1yas pasiones pue- d e l un o p or e l otro, por paradójico que parezca , d e Kant y d e Sacie se 1'ía la cla-
den haber estado del lado m ás d é bil, y objeta que dcspu{:s d e todo rn e nt e . Los ll e vé al punto de apoca lipsis o de re velación de algo qu e se llam a
un o podría encontrar a alguien que e stuviera lo bastante loco co mo la transgres ió n (S7, p. 250).
para aceptar e l primer d e safío.
Incluso si ese co ntras te o parale lo ha sido tan sólo sugerido ant es
1... 1 si bi c 11 Se p11cdc decir q11e 110 es imposibl e l]llC 1111 sc1ior SC <IC ll CS I C CO n bien que e laborado pl e name nte, e s int e resante que Lacan no tuvi e ra
1111 a 11111jcr es1a11do 11111y seguro d e se r liq11iclaclo a L1 salida, 111C<li<111te el c;1da l- ninguna duda con respecto a s11 fun ción c rítica. El concepto d e tra ns-
su o cualquier otra cusa -esto ev idc11tcnie 11t c 4ucda dc11tro d e 1<1 n 'tlirica de gresión lo lleva a ci tar 11na "fábula" o un "mito" d esarrollado por Sade.
los excesos pas iomtlcs, níbrica q11 c 11os pla11t ca n11icli as o tras pr(' g u11t ~ 1 s- , 110 Lacan cita un largo pas<tje de la novela d e Sade JulieUe en e l que el pa-
es i111pusilil c q11c ese st·1-10r co 11 s i<lcrc 1·r íame 11t e ese dcsc11lare a la sa lid a , por pa Pío VI e xpone su filosofía d e la natural eza. Para Sade, la naturale za
e l placer, por e jemplo, de co rtar c 11 p e dacitos a la cL1111a (S7, p. l '.Fi). prospe ra e n la destrucción, y e s sólo a través d e l crime n como e l hom-
bre pued e colaborar e n su re ge ne ració n . Puesto que se pue d e lla mar a
A ií ade que tanto los anaks de la crilllinología colllo los periódicos la guerra la "madre de todas las cosas", e l asesinato HO es sino e l eq ui-
es lán llenos ele esas llis101i1s. vale nt e social d e lo que üe ne luga r e n un a escala mucho mayor en el
Ka nt - que pi e nsa que pu e de apoyarse e n alg·ún "prin c ipio de rea- u11ive rso e ll se ntido amplio. El pas~j e que atrae la atención d e Lacan
lidad " q11e e11 este caso estaría dl'ten11inado por el más co n11'111 te 111or está d e di cado a la idea d e una "segunda m11e n e":
a la lllucrte , y que por lo tanto re gularía un "sentido co1 11ún " básico
que gira alreckdor de un principio de co nservac ión- 110 puede to- El ases in ato só lo le a rra n ca a l individu o a l qu e go lpe alllos la primera vida ;
lllar en consideración dos tipos de excesos que subvi e nen prccisa- se ría n ecesari o pod e r a rra 11 ca rl e la segu11da, para se r rocl av ía m ás tí1il e s a la
111 c nt e la Raz<'í11 que é l quiere erigir c 11 e sa base: el exceso d e subli- n atural e za; pu es lo qu e e ll a quiere es e l anonadallli e nto : dar a nu e stros ase-
111ac i<'>n del objeto y el cxn·so de goce perverso. Despu é s ck todo , al- s in atos Luci a la e xtens ión q11 e e ll a d e se a n os sup e ra (S7, p. 255).
guien podrí;1 a nh elar pl'nm11wce r fi e l a sus más prolú11dos deseos,
iespec ial111cntc si é l o ella es un nwntiroso compulsivo o un asesino Sin de te ne rse realm c ute e n el hecho de que es un personaje d e fic-
seria l, por cje111plo! ción el qu e habla (iY ade más un pa pa pe rve rso y libidinoso!), Lacan hac
ce un paral e lo e ntre esta noc ión y la pulsión de mue rte d e Fre ud.
P11cs ha y 1111 reg is tro d<' la 111o ralidad q11c cs lá dirigido h ac ia lo q11 (' h ay ;1 11i- En lo que podría ve rse como una paradoja, Lacan afirma que pa-
vel de dos f)i11g, a saber, l'S C registro qu e hace vaci lar a l s uj e lo c 11 e l 1110111n1- ra Fre ud , así co mo para Sacie, la pulsión d e mue rte es una "sublima-
10 d e pres tar 11111;11so1 cs1i111 u 11io co 1nra dm /Ji11g, es dec ir, el lt1 ga r del deseo, ción cre acio nista" (S7, p. 257) qu e as ume una fundación ex nihilo.
ya sea és te pnve rso o s11bli111a d o (S7, p. 13 ü). Mie ntras qu e uno podría ve rse tentado a hallar incluso todo lo con-
tra rio ta nto e n Sacie con10 e n Freud , es d ecir un siste ma na t11ralist a y
El fuerte elogio de las pasiones excesivas de Sadc nos gol pea corno evo lu cionista d e la natural eza, Laca n ve e n esto un m e ro disfraz para
la antílcsis exacta del univt:rsalisrno de Kant: el deseo pc1vc-rso c·11car- un siü cto todavía prese llle como el significado de e sa evolución. Pe-
na la parodia 1mís corrosiva de la ley ética, y n1ás allá de su aspecto p11- ro se mu estra claramente irónico e n re lación co n Sacie tan Lo como
rarne11tc subversivo, plantea una pre gunta a /niorid e si puede 111ostrar- con Fre ud:
se como c uestionador d e los fi111damen1os rnislllos del universalisnm.
140 S,\lJE: L.r\ LEY V El. <_;ou: DEL OTRO SADE: 1~\ LEY Y EL GOCE DEL OTRO 141

No les cs tuy di c ie ndo qu e la noc ió n d e pulsió n d e mu e rt e en Frcml no sea A d ec ir ve rd a d , es ta11 tolllo como un a col. No reco noce rl o, no prorn ove rl o
e n sí a lgo 111uy sos pec hoso , ta n sospec hoso, y diría cas i tan irriso rio, corno la co m o sie nd o la a ni culac ión ese nc ia l del no-sa be r co mo valor dinámi co, no
idea d e Sad c . .: I Ia y acaso a lgo tan pobre y 111iscrnble, d es pu és de tudo, co mo reco noce r qu e és te es e l d esc ubrimi e nto d e l inco nsc ie nte, lit e ralm e nte, bajo
la ide a ele qu e los crí111e nes h11111 a nos p11 eda11 e n lo que sea co l;1horar, para la forma ele esa pala bra última, quie re d ecir solame nte que no sabe n qu é ha-
bie n o parn 111al , e n e l 1m1nt e ni111ie11to cós111ico d e la 11:r11111 ruu rurdia discors? ce n ( S7, p. 352).
(S7, p. ~5 7).
La palabra última es por supue sto la pala bra qu e marca la muerte,
E11 lugar de gozar del sentido pant eís ta de 1111a c 11 c rgía qu e se rea- nna p ala b ra que siempre es tá a use nt e e n la cadena d e signifi cantes.
liza a través d e accio11cs h11111a11as , así colllo e 11 lim11 ac io1H·s 11e1111 rales Esto e xplica la te naz fa ntasía sad iana d e ir más a llá ele la prim e ra
es po 11t ;í ne as, tanto Sacie co1110 Frcud so11 ac usados aq11í de "s11s1i111ir a m u e rte, como H a rnlet , co m o C reont e. La fantasía ele Sacie es im agi-
la Na turaleza por 1111 sujeto" (S 7, p. 257). nar e 1e rn a m e nle he nnosas a las víc timas some tidas a las torturas m ás
Fi11almc111e, la peo r sospecha que abriga Lacan rq)()sa en sn se iía- cru e les y que sólo son d espachadas para se r re mplazad as por víc lilllas
la rni e tllo de la rccurrc 11cia del antigno 11ia11iq11c ísmo: ta l na tural eza casi iclé n t icas.
sólo result a anilllada si es susc rita por la oculta l11c lt a de dos pri11cipios
op11 es1os de bie n y lll a l, o h1z y oscttridad. De hecho, Laca 11 Ita leído a Desp11 és d e to d o , la trad ici ó n lrnma na nun ca d e jó d e conse rva r prese nte esa
Sacie 111i11ucios;imen1c. En el últi1110 101110 de la edición l'attvcrl de .Ju- seg11ncl a 11111 e rte, vi e nd o e n e ll a e l té rmin o d e los sufrimientos, así como 11u11-
!id/('(¡tte é l utiliza, un lilll'rli110 cxclat11a que incluso si Dios ex istiese, 110 ca d c_:jó d e i111ag in a r un segundo sul"rimi e nt.o, sufri111ient.o d e l m ás a ll á d e la
se lo podl"Í" concebir el e o tro ntodo que co1110 el ser 111 a lig11 0 sttprcmo: mu e rt.e, inde finid a m e nte sos te nid o e n la po sibi lidad d e fra nqu ea r e l límit e
ele la seg und a rnu e rt.e . Y por eso la trad ic ió n de los infie rn os pe rm anec ió
Si 1"11cr;1 vc nL1d qtH ' h11l>i cse 1111 Dios, ;un o y creador d c l u11i vcrso , i11d11d ;1ble- sie mpre mu y viva y está aLí11 prese nt e e n Sacie, co n su idea ele hace r qu e se
111 c 11t c se ría e l 1n;ís ex travaga nt e, d 111 .ís c nid , el 111:is 111 a l\'ad o y cl 111;ís sa 11- pe rpe tu asen los sufrimi e ntos inflig idos a la víctim a. Este re lina mi en to es a tri -
g 11i11;1rio el e los se re s ... (i b uid o a un o d e sus hé roes d e novela , un sád ico qu e se asegura de la co nd e-
na d e qui e n hace pasar ele la vicia a l ó bito (S 7, p. 35 1).
Y por lo 1a1110 te ndrí<t qttc ser aborrecido , i11s1tl1ado y rcc lta z"do,
¡mic111r"s q1tc la llli sllla 11a11tralc1.a s<1t1g11i11;1ria y 111alig11a tendría Aun si se pudie se o bje ta r qne e n las nove las de Sade co rno .f11.liette,
que ser it11ila<i<l ct1 todos s11s d cv"sladorcs excesos! Al haber rcculo- .Justine o Las 120 jamadas de Sodo-rna la mayoría de las víctimas son real-
cado a S;·1dc e11 1111a 1r" clici ó 11 ma11iq11ca -cuyos cltT IOs sobre el me nte d estntidas en grao núme ro y según un mode lo se rial -has ta el
a m o r cor1(:s ya ltt·111os visto-, ¿da a c11t c 11dc r Laca11 q11e ta mbi é n pu u to de que su núme ro e xac to es obje to de o bsesivos cálc ulos que ha n
Frcttd es 1111 1m111iq11co l"1 cn 1c ? No cxacta tnc111 e, al 11H·11os si scgni- sid o bie n a nalizados por Marce! 1-k; naf-7 signe habie ndo algo d e lo
11ws la lrayec loria de 1111 pasaj e posterior en e l que Laca n traza una que de h ec ho se pue de decir que las vin cula a tocias e n un con ti nuo
vez 111 ás 1111 p;1r;tlcl o e ntre d concepto d e Sadc de la seg11nd;1 mu e rte h o m ogé neo: tod as e xhibe n be lleza, la gracia d e la juve ntud o la "co n-
y la pttlsi ó n d e n11ier1 e d e Frc11cl. E nfría el as 111110 pla 11t c"do por m ovedora" vulnerabilidad que o frece la po breza ligad a a la inge nni-
Frcttd de este lllodo: d ad. Éste e s e l típico c11e rpo sobre el cu a l los libe rtinos de Sacie ej e r-
ce rán sus le rroríficos ardo re s, o lo usa n como un a cama cláslica para
¿( :ó1110 el ltrnnl>n:, es de c ir, 1111 scr vivo, puede llega r a acc t'd c r, a cu 11 on:r e se
insti11t o d e 11111 tTtl' , s11 propi a rclaci<'>n con la 11111tTt c~

Rcs p11csta: por la virt11d d e l sig 11ilica ntc y bajo s11 lónm1 111 ;ís rad ical. l .. .J 7 Vé ase Marce l 1-lé naf, S(/{lt: "fh1' lu.1•1'11lú111 o/lht' l .ihnli11t li{/{h'. 1rad11cció 11 d e Xavier
Callahan, Minneapolis, U11ive rsi 1y of Mi1111csola Press, 1999, p p. 27-40. H é n af 111uestra
có1110 el prin cipio de un a saL11rac ió n lógica sist.e 1mlt:ica pres u pon e un a cos 111 ogo nía
¡; 0. A. F. S;1< k , llist11i11' d1'.f11/it1fr 011 l .n /11m/1irit1;s i/11 ,,;,.,,, 0/1 . l"it. , p. 2 10. le ibni zian a qu e apunta a d e poner e l "c ue rpo líri co".
142 SADE: L\ LEYY EL con: üEI. orno SADE: LA LEY Y EL GOCE DEL OTRO 143

hacer volar sus fantasías a fin de probar una "indiferencia" rnás terro- No por ello deja de ser cierto que esta formidable elucubración de horrores,
rífica aun o 1111a divina "apatía". ante la cual flaquean, no sólo los sentidos y las posibilidades humanas, sino
Allí un a vez m ás , Laca11 ret01na su paralelo entre Sacie y Kant para la imaginación, no es estrictamente nada al lado de lo que se verá efectiva-
comprender lo que e stá enjuego: mente en escala colectiva, si e l gran, e l rea l desencadenamiento que nos
amenaza estalla. La (mica diferencia que hay entre las exorbitantes descrip-
E11 e l libre to sádico típico , el s11frilllie11to 110 IJe,·a a 1<1 víctillla a ese p1111t o qu e ciones de Sacie y una tal catástrofe es que ninglÍ11 motivo ele placer habrá in-
la dispe rsa y que la a11011ach1. Al contrario, part:cc q11e e l objeto de los ror- tervenido en esta última. No serán los perversos quienes la desencadenarán,
111c11tos debe co11serva1· L1 posibilidad de ser s11 soport e i11dcsl.n1ctible. [ ... ] sino los burócratas, ace rca de los cuales ni siquiera habrá que saber si serán
Lis víct.illlas 110 sólo est ;í 11 dotadas sielllpre ele todas J;1s bellezas, sino t;11nbié11 bien o mal intenc ionados. Será desencadenada por una orden, y ésta se per-
d e la gracia 111is1m1, q11 e es s11llor1ílti111a. Cú1110 ex pli ca r esta 11 ecesidad si no petrará según las reglas, los e ngranaj es, los esca lon es, las voluntades doble-
porq11e te11c111os q11e e11co11trarla oc11lta prilll e ru, siclllprc i111ni1H'1llt', c11al- gadas, abolidas, e nco1vadas, por una tarea que pierde aq uí su sentido (57,
q11i ern se<i el ;i11g11lo desde e l q11 e ai>orde1nus e l k116111c11u, ya se<1 e l de la ex- pp. 280-281).
posición crn1111ovcdora el e l;1 vícti111a , ya sea asimismo el de toda hclkza de-
masiado exp11esta , de111asiaclo bie n produ c ida, q11e veda al h0111brc la i111age11 Este tono apocalóptico evoca la acusación de la sociedad burgue-
pe rlilada ll<ls ella de lo que la arnc11aza. l ... J sa y del nuevo tipo de burocracia producida por la sociedad indus-
Las fonm1s qu e opcra11 e n el co11ocirnie11to, 11os clic:c Kant, est;·i11 i11vol11- trial que se e n cuentra e n Adorno y Horkheimer cuando comparan a
craclas e 11 t :I k11ó111c110 ele lo be llo , pero si11 que co11c:icrna11 al objeto. ¿No Sade y a Kant en su Dialéctica de la lluslración, una referencia a la que
cap1.a11 la amtlogía co11 el fa11tas1m1 s<idico?, clomlc el objeto só lo está ;d1í co- retornaré pronto. El vínculo que es definitivo aquí es la idea de una
1110 poder de 1111 s11f'ri111ic11to, q11c c11 sí lllis1110 110 es 111ás que el sig11il"it:ante ley colectiva, de una sociedad utópica que acepta refrenar su deleite
de 1111 lírnitc. El suf'ri111ie1110 es co11cehido aq11í co111u 1111a cstc1sis q11e ;tlirrna y hacerlo depender de u11 imperativo categórico.
que lo que es 110 p11cclc volver a la mida de la que s11rgió (S7, pp. 3l2-313).
Haciendo la doctrina de la ley del goce como pudiendo fundar 110 sé qué sis-
Y c11trn1ccs L1cc1t1 irrn111pc con t111a eluci daciú11 de la crt1cilixió11 tema de soci edad ide alrne11t.e 11t:ópica, Sacie se exp resa de este 111oclo en itáli-
cristia11a c11te11clida corno t111a fa11tasía c11 la q11e se pt1cdc ver la cas, e n la edición de]uliellerehecha rec ie ntemen te, de manera, mi Dios, 11111y
"apoteosis del sadismo" (S7, p. 313), lo c ual lleva 111cgo a <1<:t1s<1cio- adccuacla, en Pauvert, y que es todavía ahora un libro que circula bajo cuer-
11cs vertiginosas qt1e a1110t1to11a11 a los 111isio11eros, el itnperialismo da - Présteme la parte de su cuerpo que f1u eda satisfacerme un instante-~ goce, si eso
colonial, ¡y la reducción del deseo operada por b religiú11 y por la bu- le f1lai:e [el youissez, si cela vous jJlrúl, de celle du 111.ien], de la del mío que pueda se1c
rocra ci a' le agradab/<1.8 (S7, p. 244).
Ya hemos visto en e Jécto cómo lo b e llo pt1clo li111 c io11ar con A11tígo-
tia, y ele hecho stt llloclalidad en Sade 110 es ta11 dif"crcntc: se opera una E11 efec to, e n el primer vol11111en de Juliette, se e ncue ntra11 las itáli-
purga si111ibr de lo i111agi11ariu, pero esta vez c11 11rn11brc de 1111a fanta- cas e n un largo discurso d e Delbe11e, a quien se presellta corno una
sía perve rsa, u1y<1s resonancias polílicas so11 resaltadas por Lacan, por
abadesa que se ha convenido en una especie de madama de burdel.
ejemplo, cuando describe a Sacie apenas co1110:
Tal vez lo que importa aquí 110 es tanto la idea de la reciprocidad del
goce como su natural eza e xcesiva. Delbene desarrolla entonces la
1 ... l 1111 ge11tilho111brc de prnvi11cia, ejernplar soci;d de la dcsco111posiri ó 11 del
idea de que uno no puede poner un freno a este "deleite" erótico
tip o del 110ble c11 el 1110111ento e 11 q11e s11s privilegios ih<rn a ser abolidos (57,
p. 280).
H El francés es desde luego m <1s fu e nc que e sta traducción: "Pmü'l-11wi la j111rfie de
110/U' on/Js qur jw11l 1111, s11li.~/oht uu inslaul, fl jou ·is.wz, si rda vous jJlaíl, df' n.ifle <lu nÚP.n qui
Otra larg<t cita e s necesaria aqt1í para 111ovcr11os entre todos estos /11'111 vous¡;¡,,, ag1éahll'. "l lísloÚi' de.fnlidl1' .. ., (füm's m111¡1Wes, vol. 19, París, Pauvert, 1967,
niveles de sig11ificacicín: pp. l06-t07.
144 SADE: L-\ l. EYY U . <;ou: UEI. OTRO SADE: LA LEY Y EL. GOCE DEL OTRO 145

q ue p11e d e susc it ar tod a cl ase d e m a los tra tos, pues to qu e e l goce ele H e aq u í po r último la intui ció n q ue di o a Lacan el ímpetll teó rico
1111cue rpo110 pu e d e limit a rse d e a 11t e 111a 110.Jonis.rn11.r.ee 11 fra ncés illl- en su a rt íc ulo "Ka nt co n Sade". Aho ra voy a seguirlo , y ta m b ié n m e
plica u1 1 d e leit e e ró tico ex tá ti co pero ta mbié n un a plc11 a posesió n de re fe riré a l co n te mpo rá neo Semin a rio sobre la a n gu stia para explo ra r
un o bj e to 1ta l c:o1no ocurre co 11 "goce " e 11 caste llan o: al nii sm o ti e m- algun as d e las cu estiones que abo rda .
po jilrttl'f y Jxisesión 1- Sad e reit e ra est a mism a "ley" d el goce e n va ri os
pu11t o s d e dive rsa s part es ele su 11 ove la . Pa ra re sumi r su pc 11sa nli e nt:o ,
llll libe rtino d e clara : ''.foui.1.rnus: Ld f!Sl la loi de la r1alum" !"Goce m os:

ésa e s Li ley d e la na tura leü1" ¡ _\l Lac:a 11 ve c 11 esta 1míx i1u a la "fo rniu- ll. SI KANT/'.:\ SADE , ¿SADE "Es" KANT?
lac iú n ele la k y fund ame ntal " d e la visió n soci a l d e Sad e, y la co mpa-
ra a la teo ría psicoan a líti ca ele los "obj e tos pa rte ", que , a ni e nudo , son Hem os visto cóm o un "puro y casi irrisorio fa ntas m a" de goce a bsolu to
re duc idos aquí a c uerpos d es111 c mb rados, com o los cacL'ívl:'rcs mutila- puede se r e levado a l esta tuto d e un a ley uni ve rsal. Esto e nnncia d e m a-
d os d t· Ca rpacc io pint ad os e n Sa11 C io rg io d c gli Sc hi avo ni e n Ve ne- ne ra m ás siste m á tica e n el comie nzo de "Kan t: co n Sade":
cia. Lo q 11 e sobresa le , a de 1n;1s, co n Sad c , es la i11dcs t rn c t ibi 1id ad ele la
fa nt as ía n 1a ndo t'st á localizad a e n d O tro, crni su radi ca li zariú n d e La filosof ía en el locador vi e n e oc h o a 1ios d espu és el e la Critica de út ra.zóu prátti-
la icl ca d e sufrimi e nto e tc n w. at. S i, d es pu és d e ha be r visto qu e co n c ue rda co11 e ll a, d e m ostrarn os q ue la
La co nclusi ó n se vue lve a hora casi obvia: se pn c d(' p os t11l a r la ley co rn p lcta, d ire m os q u e da la ve rdad d e la Critica. (KS, p . 744) .
sadi am1 e n té nninos 111uy ce rca nos a los d el i1npe rati vo ca tegó ri co clt'
Ka 111. Pues t.;11llo Ka nt crn11 0 S;H l(' j11cga 11 co11 1111 "fonn a lisn10" d e la ra- E n e se te x to inte nso e in ge ni oso, Lacan a pu n ta a d evo lve r la o bra
zó n qu e les pe rmite po s111 la r 11n prin c ipio q11 e no ti e 11 e e n c ue nta de Sacie a "un a su bve rsión libe rtina" (KS, p . 755 ) , p ro m e tie ndo q ne
nin gún o bj e to al q11 e p11diera a pli ca rse. ll e aq11í e l 111odo c 11 que Laca n Sacie h a de a iiadir e l co nd irn e nl o e ró tico que de o tro m odo pod ría
lidia co n ese pa ralelo e n el Se min a ri o sobre la é 1ica, e 11 11na disc 11sión no se r pe rce ptibl e e n la fil oso fía m o ra l d e Ka nt; e l "e ro tism o" d e
so bre ním o la 111 o ral t rndicio 11 a l 110 log ra reconoce r s11 pro pia hase 11na Ka nt. sa ldrá e nt o nces a la su pe rfic ie para e l lec to r pe rsiste n te y te naz,
vez qnc el deseo ha sido postulad o : co n e l "gra no d e sal que le falt a" ( KS, p . 748).
El p unt o d e partida d e Ka nt. es la d esap a rició n de un o bj e to y la
pa rale la e m e rge n cia d e un a ley int ern a:
Ka 111 llOS d a e l rra 11q11 ca 1ni c 111 0 Cll<·llld o pla111 n 1 <pl e e l i111p e r;11ivo lll ü ra l no
se prc o c 11pa poi· lo que se p11nl e o 110 se p11 cd c. El lcs1irn o 11io d e la obligac ió n ,
Re 1.e 11 ga 111o s la pa rad o ja de qu e sea e n e l 111 o m e nt.o e n qu e e se s ttj e t.o 11 0 1i e-
e n la 111cdida e 11 que e ll a 11 os i111po 11 e la 11 eccsid acl el e u11 a r;-m 'm 1mí ctic;1, t·s un
ne ya fre nte a é l nin g ún ob je to c11a 11 do e nc ue ntra u11 a le y, la c ua l no ti e n e
IÚ de/J1,s i11 cu11dic i<>11al. Eslc ca lllpo :1dqui c rc s11 a lc 111cc prec isa 111e 111 e cl('I ,·ac ío
o tro fe n ó meno s in o a lgo sig 11ili can te ya , q ue se obtie n e d e un a voz e n la co n-
c 11 q11 c lo d e ja , a l a plica d a c 11 io d o su ri go r, la d el í11i ci()IJ ka 111i;-111 a.
cie n c ia , y q ue , a l a rti c ul a rse co m o 111á xim a , p ro p o 11C' e l o rde n d e un a razó n
A ho ra lli e 11 , ese lugar, po d c !llos, noso tros a n a lislas, rc co 11oce r qu e es un
p ura m e nte prác ti ca o vo h1111 ad (KS, p. 7 4!i) .
lu ga r o c up ad o po r t'I deseo. La in ve rsió n qu e e 111 ra i1a 11t1 es1rn e x pe ri e nc ia
pon e e 11 s u lu ga r e n el ce ntro un a lll e did a i11c o nlll c 11s urabl e , um1 111 n lid a
Esta ley no tie n e nin g ún obj e to fe no mé nico como corre la to, y de-
i11fi11i1 a , q11 c se ll a llla e l d eseo . Les !ll o stré c6 1110 a l l'IÍ. d e/J1!s d e Ka 111 , se sus-
be im pe ra r 11 n iversalm e 11Le y e n to d os los casos -de otro mod o fra-
1i1u ye Eíc illllcn1 e e l fa nt as m a sadi a 11 0 de l goce e ri g id o e 11 i111pn<1 1ivo, puro
casa- , 1ne d ia nt.e un fund a me n to sin t.é tjcam e n te uni versal q ue e s
fa n L-1s111a st:g11ra11 w 111c , )'casi irriso ri o , pe ro qu e e 11 111odo a lg 11n o exc lu ye la
glosa do humorísti cam e n te po r Laca n co n un a refe re ncia a Ubú Rey
posibilid ;.1d d e s11 n en: ió 11 c 11 un a ley 1111i vc rs<il (S7, pp. ;)7!)-'.l7(i) .
de Al fred J arry: "Viva Po lo nia , porque si n o hubi era Po lo nia , no ha-
bría polacos" (KS, p . 746 ).
De m a ne ra simila r, la m áxima de Sacie puede p ostularse com o sig ue :
!I //, i i/n11, vo l. 20, p. t 8 t .
146 SA DE: L \ LEY\' EL (;oct. llEl. OTRO SADE: LA LEY Y EL GOCE DEL OTRO 147

Te ngo d e recho <1 gozar de tu c ut'rpo , p11ecl e d ec i1111e qui e 11q11icra, y e se d('- Esta dominación abarcadora d e sve la finalment e para nosotros la
rec li o lo e jnct' ré, s in q11 e ni11g1ín límit e rn e det e n ga e n el capricho d e las verdad ele la escisión d e l s1ueto.
e xacc io n es qu e m e ve nga e 11 ga11a sac ia r e 11 é l (KS, pp. 7 117-748).
Se vis lumbra a q11í có mo e n toda d es nud ez se re vela a qu é nos in1roclu c iría la
De h ec ho , cualqu i<::1-;1 reconocerá aquí algo d e h 1111wr 11cg-ro, o 1111 parod ia ciada más a rriba d e lo unive rsal evicl e nle d e l deber d e l d e p o sitario,
irnpcrceptihlc dcslizamie 11Lo desde lo racio11al a lo nHT<lllH'11t c razo- a sabe r qu e la bipolariclacl co n qu e se in sta ura la L ey moral 110 es o tra cosa
nable, y de allí a lo patológico. Al lll e nos, crnno lo s11ginc Laca n, e l qu e esa esc isión d e l sujeto qu e se o p e ra po r toda intervenció11 d e l signifi ca n -
illlpacto subversivo dl~ tal fornllllació11 yace en su dellloli ció 11 d e c ua l- te : co n ue tam e nt e d e l suj e to d e la e nun c iac ió n a l stue to d e l e nun c ia d o .
qui e r "rec iproc id ad" que fuera a ser tolllada co1110 un a hase é tica pa- l ... J En lo c ual la máxim a sad ia 11 a es, p o r pronun c ia rse p o r la b oca d e l
ra la intersubjetividad: Otro, rm1s h o n e sta q11 e s i ape la ra a la voz el e d e nlrn , puesto qu e d ese nm asca-
ra la esc is ió n , e sca m oteada o rdin a ri a m e nt e , d e l sujelo ( KS, p. 749).
Y 110 podría <>lllilirsc cs la ocas ió n d e d c n1111ciar lo exo rhi1a1l1 (' del papel que
se co nfi e re al 1110 111c 111 0 de la reciproc id a d c 11 una s cs lnic111r<1s, pri11cipal- La humorística d e molic ión d e Sade a taca lo que comúnmente se
1ne 11t c s1dijetivas, qu e rc pugn<in a ello in1.rí11scc<1111e nt c (l>:S, p . 71IH).
torna como el principal fund a m e nto ele la de mocracia , los De rech os
de l Hombre y e l eth.os unive rsa lista. Por me dio ele un jue go d e pala-
Laca 11 da a c 11tc11dcr c lara1rn:nt e q11c la subj e tividad 110 p11ecle bras intraducible, Laca n e xplica que la instalación d e la subj etivid ad
cq11 i¡><1rarsc a la reciprocidad : el deseo colllo deseo del Otro ha n1ar-
corno un a segund a pe rsona que dispon e ele derechos es una irnposi-
cado ya el i11tcrposi ci om1111ic.11to subj e tivo a través d e la ley del signi-
ciúu d e ide ntidad, un " Tu es" (Tú e res) que e xpon e su propia e se n-
iica11te , de 1m1ilcra que cua lquier c rce11cia en im <ige 11 e s cs pl:jo d e un
cia asesin a a través d e l reprimido eco ele "Tu.ez!' (¡Ma te !) !imperativo
otro a otro otro estará 111arcada por la ili1 siún o la distorsi ó n . El pun-
ele la segunda pe rsona d e l verbo rnata:r: "¡lllale (usted)! ", qu e tambié n
to de la fonn11l ac ió 11 es prccisalllcnte s11 rcsistl'llcia a la inversión
pue d e in terpre ta rse corno una se g unda d e l plural : "¡maten (uste-
subj e ti va.
des)!" o "¡mat ad (vosotros)! "J. 1 º
Com o Kant , Sadc nos fue rza a reconocer que e l dolor es e l prim e r
Sea c:o1 110 s<'a , es ya 1111 pu1110 q11e a 11 0 1arlc a 1111 cs1ra 111<-Íxillla el q11 c ¡i11ccla
m a rcador d e la e xpe rie n cia moral. Laca n ;úiacle que e l único límit e
se rvir dt· para digi11;1 de 1111 c111111ci<1<lo qu e cxd 11 yl' crnno tell la reciprocidad
para 1111 sacliano se ría una forma e stoi ca ele presc inde ncia d esapega-
(la rc ciprncid;1d y 110 lc1 carga d e cksq11i1c).
da, que, como Epict e to refiri é ndose a su pi e rna, ta n sólo e xclamaría:
' )()do .i11icio sobre e l o rd e n inf'a 11w q11 e e 111.nmizarí<1 1111t·strn 111;íxillla es
"Mira, la rompiste", al afromar las torturas ele un amo. El dolor sadia-
p11cs i1Hlil(, rc11tc e n la 111at cr ia, qu e <·s rl'co 11occ rlc u 11 cga rlc el ca r<1c tc r de
no a pnnta a la ve rgü e nza, a una "vio lac ión d e l pudor d e l otro" ( KS,
llll <I rq.( la ace pt a ble cu111u uni ve rsa l c 11 lllora l, la lllora l renJ11 o cid a desde l<.anL
p. 75 1) , o e n otras palabras, a trn a bandono total d e l s i~j e to dividido
crn110 1111 a pr<Í Clica incrn1dici ona l d e la razón (KS, p. 74~)).
fre n te al O tro gozante. Est e Otro retornará e n efecto como la fanta-
Fi11ah11l'llt(', tanto la lll áx i1m1 de Krnt colllo la de Sad(' conlkv;-111 que sía d e Sade ele un Dios m ali gno .
e l O tro Sl' sitúe t'll una posición de dolllinio absoluto sobre el s1ucto.
S in eluda e l cristian is m o e d11 có a lo s h o mbres a se r poco quisquil losos d e l la-
d o de l goce d e Dios, y e n esto es e n lo qu e Ka nt logra h acer pasa r su vo h111ta-
Sin d11da es tos dos imp e rativos c 11trc los qu e p11 e d a lelHkrse, li as t;1 la rnpt.11-
ra d e la vid a, la ex periencia 111 ur;;i l, nos son impuestos c 11 la p < 1radoj ~1 sacli a na
111 En su ve rsió n d e los l é:w:ritos al cas te ll a no, 'T'o111;Ís Segovia tradu ce : "el Tií ""'"que
cnlllo a l Otro , y n o co111n a n u soll'os 111ismos.
se evoca desde el fondo matador d e lodo impe rativo"; e in serta una ll amada a l pie e n
Pe ro esto 110 es distancia sino a pri111CL1 vista, p11cs d e 1n a nera latc1 1t e el
la palabra 11111tfl(/oi: '" /i¡ r.1 ('lí1 e res ') s1wna ig ua l que t 11N (rnatar)" Uacques Laca n , Fs-
irnp c r<lli vo 1110ra l no ha ce 111e 11ns , pu e sto q11 e es d e sd e el Otro d c~ d c d o 11de rrilm 2, 0/1. ál., p . 750). Por igual ca min o, pu ed e d ec irse que t11n sue na msi ig ual qu e
su llla11dato n os requiere (KS, p. 7 1J~l). luru.r (ases in o, matador) [T. ].
14:8 SAOE: L\ l.E\' \'U . GOC E l>U . O TRO SADL LA LEY V LL c;OCE DEL OTRO 149

risrn u d e la Ley-por-la-Ley, el c11al ca rga la 1m1110, pue d e d ec irse, e n la ataraxia ESQUEMA 1:


d e la ex pe ri e ncia esto ica. P11 ed e pe nsa rse qu e Kant es tá aq11í ba jo presió n d e
lo q11 c oye d e d c lllas i<id o C<' l'l'a , 110 d e Sade, s ino d e ta l 1nís1ic u d e s11 país, e n s
V
e l s11sp iro qu e a hoga lo q11 e e 111rn ·é m ás a llá d e haber vislo q11c s11 Dios es sin
rostro: Cri111111.igkl'ill t 11 Sade dic e: Se r-si1pre 1no-e n-lllaldad ( KS, pp. 7 !) l -752).

Laca 11 ya se liabÍ;\ explayado c 11 su sc111i11ario sobre la é ti ca sobre


.J acob Boe hlllc, e l 111ístico alem á 11, q11i e 11 utilizó e l t{·nni110 Grirrtmigc
/(eit para re f'crirsc a la oscura e i111pc11etrable "cólera" de Dios. Kant
se había e mba rca d o e n un di;íl ogo crítico co n Bocl11n e y Swed e nborg
e n ta nto que lllÍsticos que ha bía n ca ído presas cid Sd1111iir11u' H'ieJ1 , esto
es, un e 11111sias1110 loco e i11 c xplicahlt:. ¿Se puede simplc111c11tc ex pul- d _,a o $

sar e se "E111tas1lla" d e 1111 Dios 111aligno dici e ndo qu e cn1p1~ja al goce ,


privando así al s1ue10 d e su volt111t ad , y oblig«rndo a l "soport e" l lo que La lín ea infe rior h a de lee rse como la trayeclü ria d e 1111 dese o que
se trad11jo al inglés por " /11,ndl.'l11a11": partisano , secuaz; e n la versión al es s11ste 111.ado po r e l fa ntas ma (S tac hada -poinwn- a) y produce 11n
cspaiiol ele -fr>111 <1s Scgovia, .10/;ortel del del e ite pe rverso a co11vcrtirse sinuoso "cálc11Jo del s1~j e to" co u una V d e Volonté (Voluntad ) y un a S
en 1111 lll c ro e scl avo del place r 111cc't 11ico? para e l ''stú e to bruto d e l pl acer" o 1111 "suje to patológico" no tachado
prod ucido por la fantasía p e rve rsa. Laca n come nta así e sos té rmin os:
El deseo, q11c es (: 1 suporte d e <·sci esc isi ó n d e l s11jct o , se avc11drí;.1 s i11 d11da a
clcc irsc voh1n1 ad d e goce. Pero esa a pel ac ió n 110 lo haría 1n;Ís di g 110 d e lavo- Es pues cf'ec t.iva me nte la vo luntad d e Ka 11t la qu e se e nc ue ntra e n el luga r d e
lllnl ad q11c in,·oca e n 1111 Otro, 1ll;1111 e 11ié 11do la hasta el ex tre 1110 d e Sil divi- esa voluntad q11 e no p11 ecle lla m a rse d e goce sin o e xplicando qu e es e l s10e-
sió n res pec to d e Sil p;11hos; pil es para eso pa rl e ya vc 1Kido, prrnnc 1ido a la to resl ill1ido d e la e naj e na ció n a l precio d e no ser sino e l inst rum e nlo d e l go-
in1po tc ncia (/\S, p. 7r¡'.2). ce. As í Ka nL, puesto e n inLe rrogaLori o "co n Sacie", es d ec ir co n Sade h ac ie n-
d o u li c io, para nu es Lro pe 11sa mi e n10 co rn o e n su sadism o, d e instrume n LO,
'fal co1110 Laca11 lo elabora , la csce11a sadia11a de b perversi ó n só- co nli esa lo que cae bajo e l sentido d e l "¿ Q11 é qui e re?" qu e e n lo sucesivo no
lo fitg«1z11w11tc constituye 1111a escena el e pbcc r. /\p11nta a 1111 goce s11s- le 1 ~11 ta a nad ie ( KS, p. 754).
c i1ativo c1 1 la a11scncia del d e seo rea l, y n ecesita 1111a f ~ 1111asía para s11s-
tc nta rlo "con la discordia 111isllla a la q11e s11c11mbc" (KS, p. 7 .'>~ 1). En Est e grafo pue d e ofrece r una lógica m ás profunda para la "fore sta
o tras pal a bras , "el fantasm a hace al place r propio para el d eseo" (ibi- de fantasías" que co nstituye n las obras d e Sacie : e l punto d e d e sa pa-
dem) . f. I tcsti111011io d e S;1de es c rucia l, por ende , c11 el hecho ele que ric ió n su~j e tiva o aph.anisi.s lafa nisis, traslada Tomás Se govia e n la tra-
le pe rn1it e a Laca n revisar s11 grafo d e l Ltntas111a . l;'.stc es el 1111cvo gra- ducción d e Escritos 2 al espai'lo l: p. 754_1 que .Jone s introd1uo e n la teo-
fo qu e postula: ría fre udia n a será pospue sto d e m a nera inde finida e n la im agin a-
ció n , e n el no mbre d e un a fant asía que re p etidame nte revive e l es-
pec tro d e u11 s1ú eto pl e nam e nt e gozante que, a su vez, sólo esconde-
ría y re ve la ría e l excesivo goce d e un Dios pe rve rso. Ésta es la razón
por la que Lacan m e n cio n a un a vez m ás su teo ría d e lo be ll o co rno
una ba rrera al d e se o, y co mo una pantalla e n la que la "se gun da
mu e rte" pue d e aspira r a se r proyectada. Las muertes de las víc timas
11 E 11 1~1 vc rsiú n e 11 <'as1ella110 el n·,·isnr de la edi ción . Ann~utdo S11 tlrt ·z. ;u1 0 1a a l sólo se re inscribe n e n un a combinatoria serial que a punta a la satu-
pie (11ut<1 7) : "n)ln" tnrihlc" IT l. ración, mie ntras que e l siúe t.o único ele la fantasía (corno Jusüne ) e s
1!"1() SADE : L \ l. EY \'El. COCL DLL OTRO SADE: l_J\ LEY Y El. GOCE DEL OTRO 151

111rn1ol1.tini , la sola variaci ó n que se ofrece es a lravés de las lna neras Los términos clave han sufrido aq uí un importa nte cambio. V si-
divcrsan1en1e inve111ivas e n las que el objeto a d e la fan1asía es produ- gue siendo la "vo luntad de goce" pero su posición m a rca un despo-
c ido corno ol~je10 de torluras metafórico e infinil<lnH·nt e plás1ico. tismo absoluto: a partir d e la consta nte persecución ej e rcida por la
Lacan no se d e ja cngaiíar por las aparentes co111radiccio11es e n las preside nta de Montreuil sobre su odiado yerno, se convirtió en una
obras de Sacie, ni pretende ser 11n especialista sadia1w (como é l dice, restricción moral que sellaba la "alienación" final d e l autor por me-
e l problc111a con t;S los es que 1icnde11 a co nverlirsc en hagi<ígrafos). dio de la e ncarcelación. La S pl e na represellta a los amigos o ayud a n-
f'.J 1an sólo ofrecf' unos pocos grafos y concep1os ("segunda lllt1 e r1 e" , tes que han mostrado una sorprendente y "heroica" devoción a Sacie
goce, deseo del Otro) que pw:cle11 darles sentido a unas discrepan- (co mo su esposa, su cuñada, su valet, su concubina c uando estaba en
cias a parent es, corno la qu e aparece entre u11 elogio a teo de lct pe r- C h a re mon). Y la S tachada testimonia la desaparición que Sacie ha-
versión y una lH'CCsidad de postular una eter11idacl ele s11f'rin1icnto bía que rido lograr e n su famoso testamellto [última voluntad_!, en e l
que va i11cluso más alhí d e la niu c rt.e. Des¡rnés de 11na disquisici<Ín so- que especificaba que su cue rpo h abía de ser ente rrado e n una arbo-
bre e l lrndisrno corno otra respues la al dolor universal de la cxiste11- leda, en los bosques d e su propiedad en Malmaison.
c ia (KS, p. 75()), s ugiere q11c Sade proyecta es te llli srnís imo dolor en
e l 01ro. Rechaza el cli c hé habilllal de q11e e l sadis11w sería la lllcra in- U 11 a vez cubierta la fosa , sob re e lla han de se r se mbradas bellotas, a fin de
versió11 o conversión d e l rnasoq11is1110, y es terminante al re fotar que que e l h1 ga r se torn e verde o tra vez, y la arbo leda vue lva a c rece r es pesa, y
los s11jetos sadianos "11icg11cn al otro": por el co 11trario - és te es un que las hu e llas de rni tumba desaparezcan ele la faz de la Tierra lal como co n-
punto al que regresaré-, se basa c11 u11 reco11ocirnic11to del Otro co- fío e 11 que 111i rec ue rdo se desvanezca de las men tes de todos los ho mbres ex-
1110 Otro. Laca11 s11po11e i11cl11so q11c Sadc 110 es e 111era111cntc "lrnrla- cepto para aq uellos pocos que en su bo11clacl me ha n amado .. . 12
clo por s11 propia f~1 11tasía ", "c11 la lu e dida c11 qu e d rigor de s11 JK'll-
sa111ic11to se co1111111ica a la lógica de su vida". D;1 c11to11e<-'s u11a rcso- Alej é monos en puntas de pi e, dejando provisoriamente la intrin-
l11ció n de su prilll e r csq11cllla 111cdia111c 1111a si111pk rotaci ú 11 , q11e gi- cada re d de a lusio n es e historias que m a rca n "Ka nt co n Sade" co rno
ra sobre sí 1llis1110 1111 cuarto de vuelta (corno hubo de liacc rlo en la 11no de los e nsayos m ás ambiciosos de Lacan. Es impacta nte ve r que
teo ría de los nia1ro disc ursos), para esbozar 110 sólo la fantasía bási- Lacan sigue re mil'i e ndo a s11 auditorio a ese texto en varios semi na-
ca sino ta111bié-n el destino personal d e Sacie: rios posteriores, co mo si se tratase de un punto d e refe re n cia doc-
trinal. Un Serniuario e n particular m erece alguna atención, puesto
que 1uvo lugar e n la é poca de la publicación del a rtícu lo e n Critique.
En e l Seminario 1O sobre la a ngusti a, Lacan retorna a la cuestión
del "goce del Ot.ro" e n forma muy notable. En un Seminario fecha-
ESQt lUvL\ '.!: do a partir de marzo de 1~)63 (6 de m a rzo de 1963), alud e a Sade
para mostrar que la a ngustia e n la víc tima es también uno de los
a V propósitos de las esce nas de humillac ión y 1ort.ura e n las que los li-
be rtinos se e mbarcan . Al referirse a su anterior Seminario sobre la
é ti ca, Lacan se preguma 1111a vez m ás qué es lo que busca e l sádico
en el Otro, y a11ade que "para é l, e l Otro es absolutamente ese n-

$
i
.. .. s 1 ~ Marqué s de Sade, .fusli11e, l'hdosojJh._y i11 ih.1' ¡¡,,dmom 11.111/ Oth.l'I' Wrili11p, traduc-
d ción d e Richard Scave r y Auslryn Wainhouse, Nueva York, Grnve Weidenfeld , 1965,
p. 157.
15'.:? s.-\UE: LA l.E\'V FI. (;Ou: llFI. orno SADE: l "\ LE\' Y EL GOCE DEL OTRO 153

cial", hasta e l p1111to de que llega a "silll11lar los req1ierilllic11tos d e En este Semin ario, de un m odo in t.eresante, e l goce 11 0 está com-
la ley rnoral ". 1" U11 ele!ll e 11to aparece cu a ndo e 11cue 11tra 11n a e xcla- pletamente separado ele su significado puramente sexual; dos pági-
lll aciú n p a rti c ul a r: nas más tarde, Lacan habla del pe rve rso que acaba [come, jouit] e n e l
p unto más alto ele la angustia. ¿La angustia ele quién, en el caso ele la
1.cs clt:jan-. lrnscll' cnju.lielle, i11 c li1 so c11 /,as ! 20¡omadas, esos pocos pasajes fantasía sacliana? ¿La del s1ue t:o o la de la víctima? Tocios los grafos
donde los personajes, co mpl c 1a 111 (·1 1tc on1p;1dos e n s;icia r e 11 esas víc 1i1nas elaborados por Lacan en este Seminario tienden a sugerir que e l li-
elegidas s11s a11sia.~ d e tonn e nt o, e 11tra 11 e n este tra nc e rarn , curioso y si11gt1- breto sadiano supone un pleno goce que proyecta un s1ueto pleno
la r, se 1ia lado, lo re pito , t• 11 11111 c li as ocasio11cs t• 11 el texto de S;1dc, q11(' se e x- (el "s1tjeto patológico") que él me nciona en "Kant con Sade" en el lu-
presa e 11 es las extra1-1as pa lab ra s, c 11 1111 ckc lo q1w ln c es n ecesa ri o aq 11í para gar del gran otro, mientras que el s1tjet:o tachado aparece por deba-
a rli cu la r: "co nseguí", cxc la 1na el a 1on11 c 11tador, "cu11scguí l;1 pie l dc la v11lva" jo, colllo el snje to del deseo. La angustia marca un lugar sint:omáüco
! la vag in a, el 1mio p ara e l lec to r t•s pa1io l !. e ntre el goce y el deseo.
Ésta no es 11na carac te rís li ca q11 c sea o bvia a lo largo del tl "<l)'<Tto d e lo O corno lo se1iala muy clarame nt e la concl usión ele "Kant. con Sa-
i111 ag i11 a hk , y el 1-;1rác1er privilegiado , e l 1no1 nc 11t o d e c 11t11si as 1no , e l <«U«ieler d e": e l d eseo es "el revés d e la ley" (KS, p. 767), y Sacie traiciona e n
d e s11pre 1110 trofe o blandido ¡·11 el pu1110 a lt o del ca pítulo ('Sa lgo q11 e , yo todas partes su "sumisión a la Ley". No le parece a Lacan que haya
neo, re s11lta s uf'i c ie nt e1 ne11t e indicativo de lo q11 e .~ i g u e: es qu e se l>t1s< -;1 a lgo ido mucho más allá ele san Pablo, ¡si es que no ha retrocedido con
q11c de alg1111a 111a11e1«1 es e l re verso del s11j c 10 ll '1m11eis du. .rn/di , q11t· adopta respecto a é l!
aq 11 í s11 sig11ilicaci<'í11 a partir d e esta car;1cterís1ica del g11a11tc dado v1iel1a qu e
subyace ;1 la ese ncia l(:n1 c ni11a d e la víctima (ibide111). E11 Sacie, ve m os e l l esl d e eslo, crucial a 1111 es t ros ojos, e n su rec hazo de la pe-
11a d e 111ue n e, cuya hist o ri a bastaría para probar, si no la lógica, q ue es un o
V(' rc111os cólllo ret orna este tctm1 e tl co ne xió n co11 .Joyn·_ Lo que ele los co rre latos de la Caridad_
illlpona c 11 este punto es la noc iú n d e "reve rso " del suj e to , así co lllo Sacie se detuvo pues allí, e n e l p11nlo en que se a nud a e l d eseo a la ley.
m;ís tarde Lacan habl ar;Í del "El reve rso del psicoanálisis" (título del Si a lgo e n é l se d ejó re le ne r e n la ley, por e nco11trar e n e ll a la ocasión ele
Sc lllina rio 17). La fantasía sadian;1 a¡rnnta a dar vuelta al s 1 ~jct o de q11 e habla san Pablo ele ser dcs rnesurad a m e 111.e p ecador, ¿qu ié n le arroja ría
ade ntro ha ci;1 lúcra e n no n 1brc del goce del Otro. La co ntra partida la primera pie dra? Pern no fue m ás lejos.
d e esto es obvia: No es só lo que e 11 é l co mo e n cada c u a l la carne sea d é bil , es que el espí-
rilu es d e masiado pronto para no ser e 11ga1iado. La apo logía d e l c ri111 e 11 só-
l'.~ I !e l lil>n1i110 sadi:1110J 1i e 11 c un;i rcl<Kió11 co11 Dios, q11 e es lo (jlll' se expo- lo lo e mp1U a a la con fesió n por 1111 rodeo el e la ley. El Ser supremo queda res-
11 c por doq11icr e11 el te xto de Sa dv. 1:: 111 0 ¡rn cde <L-1r 1111 p;1so ;1d e la11t c si11 es- ta11raclo en el Maleficio (KS, p. 769)_
ta rderc11cia a l se r s11pn·1m1111c111c malig110 y cs l.<Í 1a 11 claro para (1 co1110 pa-
ra el q11 c k1hl a qu e es Dios el q11 c csl<Í i11vol11naclo. Irónicam e nte , por encima ele tocio, es la escena final de Lafiloso-
Por s11 p<1rtc se e 11 c 1111i11a a to d a clase d e ago tad oras co 111plicK io11 cs, i11- Jla en el locador; cuando la madre, maclarne ele Misteval, es condenada
cl11so h ast;1 el cx trc 1no d e equi voca r s11 111cla, h as la rcconrnTr - In qu e , g ra- por la hija pe rversa, E ugén ie, a ser vio lada (de manera que se le con-
cias a Dios, h ay qu e dv ci rl o , Sacie 11 os :d1 o rra tc 11 cT que n:'co 11 st. niir, pu es é l
tagie la sífi lis) y a que luego se le cosa el sexo, lo que confirma el diag-
lo art ic11 la 1a11t o-, h ast;1 recon o cer el goce de Dios.1 'I
nóstico nega tivo de Lacan :

Sea como sea, se ve q11e 11 0 se h a ganado nada con remplazar aquí a Diót.ima
por Do lm a n cé, persona a la 4ue la vía o rdi11 a ri a parece asusta r rrnis d e lo qne

l'I Jacq 11('s l .aca 11 , S1•11ii11t11X: 1\11 xirl_r, l'l(j ~- l')();l, trad 11cci ú 11 i11 (d it<1 ele C. (:; dLd1er
es conve 11ie 11Le y que, ¿lo ha vislo Sacie?, co ncluye e l asunto co 11 un Noli lan-
a partir de las <·st.c11otipias francesas , p. J1tti. gne 1na.tre111.. V ... ada y cosida, la madre sigue es tando prohibida. Queda con-
11 lhidl'ill, p. 1·17. tirmaclo n ues tro vere dicLo sob re la sumisió n de Sacie a la ley.
1!í4 S.-\DE: L\ LEY\' EL COCE DEL OTRO SADE: 11 \ LEY Y EL GOCE DEL OTRO 155

De 1111 1ra1ado Yerdade ra111 e 11l c d e l d eseo p11es, puco ha y a q11í, y a 11n ele Crítica de la razón práctica destaca la autonomía y la aut.odete nnina-
hec ho nada .
ción d e l s1~jeto moral , y d e fin e d e e se modo la forma pura de la ac-
Lo qu e de é l se a1111ncia e n ese sesgo ton1ad o de 1111 e 11n1cn1ro 11 0 es sino ción é tica. Así es como la filosofía d e la Ilustración se vincula al capi-
c ua ndo mucho 1111 10110 d e ra zó n (/\S', p. 770). talismo global con una venga11za: cualquie r preocupación huma na
tiene que ser regulada, lo que importa es meramente la conformidad
La elipsis lllarca una interesa nt e ambigüedad, como lo seiiala e l tra- de la Razó n con sus propias leyes, una Razón que por lo tanto d e be
ch1ctor lal inglés !: ¿quiere decir Lacan vio/éeo 11oili;e lviobda o velada]? presetltarse como abstracta y d esprovista de o~jeto. Todos los afectos
¿No es tá la Volrmü; implicada e n e l último Vid ("o esto o aqu e llo", una "humanos" son emp1tjados más allá a partir de una Razón inde pe n-
inevitable elección, en latín) que ataca el cuerpo ele la n1adrc sólo pa- diente y todopode rosa. Juli e u e es en tonces más lógica que Kant
ra clt~jarlo n1ás intacto aun qne antes? El último par de co11 u v1os que c \lanclo saca la conclusión que éste nie ga: e l orden burgués de la so-
e 11contramos aquí opon e deseo y razón para sugerir las limitacio11es ra- cie dad justifica el crimen, siempre que e l crimen esté regulado por
cionalistas ele la filosoría de Sadc -sintomátin1111cntc, no puede sino una racionalidad que controla tocia actividad y todo place r. La fa1110-
dejar hablar a la razó n 1nicntras que cree, eq11ivocada111('11!e , habe rse sa "apatía" sadiana funciona así como 1111 bue n e quivale nte d e l "de-
la 1izado a los excesos sex1 tales 1nás t ransgresorcs. Ésta es un a in 111ición sinterés" kantiano, apunta lados ambos por la "efici e ncia brutal" d e la
que a¡lllnlala también la lectura de Sade q11c hace Adorno. conquista burgu esa d e l mundo . El "de recho al goce" incluye lógica-
ment e lln a e xtensión absoluta d e su ca mpo; e s mi d erec ho disfrutar
d e los cuerpos d e los otros y hace r con e llos lo que quiera.
Sí es co n ceb ible , no obstante, que Lacan nunca leyera Dialéctica de
l ll . l·: l. S.\lllSMO lll·: t .. \ l.EY: l lN .-\ CF N F \l.OGÍA la lfustuu:ió11 ( l 944), puesto que asevera e n "Kant con Sacie" que e l
nexo e ntre los dos pensadores conte 111poráneos no había sido "1111n-
Persiste11 unas pocas preguntas definitivas: ¿Leyó Lacan a Adorno y ca d e tec tado , que sepamos, como tal" (KS, p . 744). Por lo común La-
Horklwimcr sobre Kant con Sacie, corno Roudinesco parece creer? ca n exhibe Sll erudición , y si e l e nsayo (por e ntonces no traducido to-
¿Cúmo pue de verse a b ky co1110 el goce d e l Otro ? ¿Se debería colo- d avía a l francé s) hubie ra estado a su disposición, yo creo que é l lo ha-
car al Marqués ele Sacie en s11 co ntexto histórico con Klossowski, o la bría reconocido. Su análisis es sufi cie nte me nte dife re nte, sin la m e-
eq11iparació11 de Kant con Sadc sobrepasa una t.raclici<Ín filosófica nor huella del marxismo básico que Adorno y Horkh e ime r evide n-
que h;1 sido 1nal interpretada, como lo lia s11gcrido Moniqu e David- c ian , y se podría presumir que Lacan habría pagado esa clase de d e u-
Mé na rd ? 15 A fin de intentar ofrecer u11a respuesta , cxa1ni11aré· ahora da. Pero tal vez no e stá tratando ta nto ele disfrazar prés tamos filosó-
la genealogía filosófica de "K;1nt con Sacie" ele Lacan . Una cantidad fi cos co rno remitirnos a l propietario más legítimo de la intuic ió n bá-
de críticos ha aclverticlo que "Kant con Sade", escrito e n 1~)();',, le cle- sica c 11 la qu e re posa su tesis: Freud.
lie 1n11cho al novedoso paralelo ele Adorno y Horkhcinwr e11tre Kant Mi presunción es qu e Laca11 d e be su intuición principal al análisis
)'Sacie en su Uia/értim de la llus/.rru:úí1116 (publicado t'll 1~M4) . d e Fre ud d e l sadismo y e l masoquismo. La tesis d e Freucl e n "El pro-
La tesis de este ensayo escrito conjuntamente e n Es1ados U 11 idos bl e ma eco nómico del masoquismo" es bi e n conocida. En e ste e 11sa-
por dos rdúgiaclos de la Escuela de Frankfürt es re lativan1c·11te sim- yo , para re fe rirse al te rcer tipo d e masoquismo que é l llama "maso-
pl e. La 1-;1zún kantia11a lleva de n1ancra inelu c table a la rac ionalid;Hl quismo moral ", Freud prese nta e l "imperativo categórico" co mo la
calc11laclora de un on.J e 11 tolalitario. Su contraparte e s la 11wu111i ü1- ex pre sió n filosófica más e la borada que pue d e darse al concepto ele la
cicín sistc111ática de los placeres c 11 las utopías perve rsas de Sacie. La "crueldad" del superego. H e aquí la géne sis que é l esboza:

Fi Vc.:."ase rvlo11iq11e David-M(:: l);ll"(I , f ,t'.\' ('(IJI S/nu"fio11 ., dr { '1111hwnf'/, o/J. 1·i1. Este supe re go es d e hec ho tan re prese ntativo d e l e llo como e l nrn11d o e xte-
lliMax l lorkh e i11ier y Tht'odor W. Adorno, 1Ji11/hiim rlr /11 !111slmri1í11, Baffdo11<1, rior, va le decir, los dos padres, proceso mediante e l cual la re lac ión co n e llos
Círc ulo de· il'Clorl's, '.2000.
se ha d ese xualizado , esto es, sobrelle vado un a d esv iac ión d e los obje tivos se-
1!)(\ S."'llE: L\ LEY Y El. (;()CE DEL OTRO 157
S..\DE: I~\ LEY Y EL GOCE DEL OTRO

>d ia les d irec lus. Só lo de csle 111 udo le ha sido posibl e a l 11i1'10 ve n ce r el co 111 ver a Moisés como más egipcio q11e los egipcios, y como e l fundador
pkjo d e Ed ipo. Ah o ra bie11 , e l s upcrcgo h a co 11 scrvado ca rac l<· rísl icas ese 11- de 1111 sistema "oriental" <le dominación absoluta.
c ia lcs d e las perso11as i111royee1a d as, vale d ec ir s11 pode r, su severid ad, su
1e 11d e 11c ia a vigila r y cas1 igar. 1 ... 1 El s11perego, la co1icie 11c ia qu e opera e n é l, Moisés se lló su legislación con la bell a amenaza oriental de la pérdida d e to-
pue de por e nde vo lwrsc l.Jn 11.a l, nu e l e inexorable co 111ra e l ego qu e 1i e ne ;1 do p lacer y tocia fortuna. Él puso a nte el espíritu esclavo la image n ele sí rnis-
cargo. El impe ral ivo carcgórico d e Ka 11 t es pues un a h cre 11 cia dircc la del 111 0, es decir, e l terror ele la fu e rza físi ca.20
co mplej o de Edipo. 17

"El espíritu del cristianismo" de Hegel esboza así la génesis teoló-


Se crea así 11na "part:ja perversa": e l sadismo del s1q.wn:go y el ma- gica del Padre castrador, anticipándose a Moisés y el nwnoteísm.o e n
soq11is 111 0 del ego van de la 111ano , co mo esos "1ipos de pcrso11aje ru- unos c ie n to cincue nta años.
so" (¿Fre11cl está pe 11sando en e l 1lombre ele los lobos, o en los per- De modo similar, Kant es acusado por Hegel de importar 1111 for-
sonajes ele Dostoievski ?) q11 e 1111tl1ipli ca n "ac los pcca111inosos" a fin malismo judío o "positivid acl" de la ley a la filosofía; para H egel, Kant
ele se r cas1igados por la conc iencia s<-id ica. Así, Kanl es sc li alado cla- interpreta mal el mandato cristiano "Ama a Dios por sobre tocias las
ra m c nlc por Fre11d corno el có111plice de Sade, prcc is;11ncn1e debido cosas y a 111 prójimo corno a ti mismo" como una "orden que exige
a q11c s11 improbable acopl ;.1111ie1110 plantea lodos los problemas aso- respeto por una ley que ordena amar". Según Hegel, esa "reducción"
ci;1dos con el 111odo de 1ra1ar co 11 la agr esión propio <k la c ivi li zación . del "amor" a una "orden" es una gran perversión "porque en e l amor
Fre11d 11111cs1ra q11c es l;1 rc111111cia a la gratilicaciún i11sti111iva lo que todo pensamiento del d e ber se clesvanece".2 1 En esos tex 1os tempra-
viene prin1ero, y luego crea la 1110ralidad, y 110 a la i11vcrs;1 , como se nos, Hege l a laba a J esús por ser capaz <le e levar e l amor por e ncima de
s11po 11 e a 111c1111do. l8
c11alq11icr üpo <le moralidad.J esús no e nsa lza la reve re ncia de las leyes
J\11 1cs de Fre 11d , la crí1irn d(' l Icgd de la vcrs ió11 de la 111ondidad sino q ue a nuncia 1111 amor que se an11la a sí mismo, un amor que
de Kanl e n "E l es píri111 del nis1 ia 11ismo y s11 dcs1i110 " (l7K~l- l 799),
ofrece 1111a temprana aprcciaci<Ín 11cga1iva de la 111oralidad ka111iana. [ ... I e xhi be que e l q u e cu111ple la ley pero la a 11ula co rn o ley, y por e nde es a l-
Para l lcgcl, Ka 111 apa rece coino el s11 cesor m oderno de legisladores go s upe rio r a la obed ie nc ia a la ley, vue lve a la ley su perflua.22
.indíos co!llo Abraham y Mo isés q 11ic 11 es
Lacan le hace un eco sistemático a ese sentimiento ant.ikantiano, y
1... 1 c jtTr il <1ro11 d cspi;1d;1chi 111 c11tc s11 drnninio co11 l;i 1ira11Í<1 111ás repugnante se e n c11e ntran h11e llas de es to e n 11n 1exto tan tardío como "L'É to11r-
y brni<d , 1 ... 1 cx1i1pa11do 101a ln1c 111 c loda vida; pues es 1a 11 só lo sob re la dil'', de 1972, en el que habla ele
11111 cr1e que se c ic ntt· la 1111idad .l !l

1 ... 1 la in ep ta topo logía que Kam e n ca rn ó a l establece r tirrnem c nte a l bur-


Un verdadero cxtr;11io a iodo , in cl11yen d o el amor, Abr; tl1 a111 1oma g ués qu e 110 pu ed e imagina r nada qu e n o sea trascendencia e 11 la es té tica y
al m1111<lo c1 11t'ro como s1 1 op11est.o , y crea el c 11adro de 1111 Dios lcrro- la di a lénica.23
rílico que es 1;11nbié n 1111 ex tra1io despiadado y el Amo de un p11cblo
que é l rcd uc(' a la esclavitud religiosa. l Iegcl co nc11crda co n Fr('tHI e n La tonalidad ele esta afirmac ión revela una irritación neomarxista
muy similar a la ele Adorno y 1-Iorkheimer. Añade que "ta n pronto co-
F1n 1d , "Tl 1e Fco 11 0 111ic l'roblt ·lli o f Masocliis111 " ( 1D2·l) , Cl'llno/ l \yr/111-
l 7 Siµ;ll11 11HI
nwtJ1 y, N11n; 1Yo rk , C:ollic rs, 1!)():\,¡>p. 1!l7- I98. l "El prohlellia (To 11 ó 1nico dd 1na-
!li,i!,)'
soq 11is111u" , Ohm.1 m111¡1!1•/f!1, l. ID. l\1ic11os i\ircs, All wnortu , l 'l761. W /hirÜ!tfl,p. 195.
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d e K11ux l.1ir l. Filad c lli;1 , l l11i vnsityufl'c 1111 sylva 11ia Prcss, 1971, p. 188. l/>.'lr'.1/Jirit11 rM 2:·ljacq 11 cs Lae<u1, "L'étourdit", e 11 Srilird, París, 1973, núm. 4, p. 36. 1"El atolond ra-
1Ti.'iliou i.,1110 .y Sff d1'.\·J.i110, s.d.,Ju;ln·z Ed it or, 1970J.
dic ho", l~.1tt1. flsi!Írr , núm. 1, Bue nos Aires, Paidós l.
1!">H SADE: L -\ L EY\' EL COC:E DEI. OTRO SADE : LA LEY Y EL GOCE DEL OTRO 159

lllO los siguificaclos SO i! libentdos ... las a rir111acio11 es de Ka 111 pi e rde n del Otro que lo simboli za, no es sig no de arnor."2 6 Una seman a m ás
los suyos", co11lesa11do gu c la críti ca d e Sade podría 110 se r 11111clto ta rde, Lacan regresó a e sta densa fórmu la, ai'iadiendo que e lla sugie-
m ás dive rtida que la de Ka11 1, pero sí a l 111 c 11os 111ás lúgica.2·1 l;'.sta es re la n oció n d e una "sustancia d e goce" . Como ya lo h e m os visto - y
uu a c ues1ió11 i111pona nt e, sobre la que regresaré. com o Nésto r Bra unste in lo h a m ostrad o- ,27 el conce pto principal
'fan pronto como se sobrei111pri111 e esta crítica d e una escl avitud de Lacan, su verdadera "firm a" podría consistir no ta nto e n la inve n-
del es píritu , orie11i-al o judía, co11 la subsig11ie111e evocaciú11 de I lcgel ción de l objet petit a como en su trad ucció n bifurcada del Lust de
d e l 'J<.Tror cluraute la Rcvolt1ciú11 frnnccsa e n la Frmo111r' nolop;irt dd espí- Fre11d e n plaisir por un lad o y jouissance po r e l otro. Éste es e l pas;·ye:
ritu, e l c írculo q11 e vi11cu la la u11iversalidad d e un a Ley absolu ta con e l
'krror y la Muerte vista co mo el A1110 Absoluto p<tr<:'lT co111pktarsc. Ya ¿No es esto lo que supone pro pi a me nte la ex perie ncia psicoa nalítica?: la s1 1s-
sea qu e se i11spire e11 la im¡ wriosa rcco11strucci ó 11 11eo111 a 1-xis1 a d e l sis- tancia de l cue rpo, a co ndi ció n d e qu e se d e fin a só lo po r lo qu e goza. Propie-
te ma 1c 111pra110 del lege l por Koj cve, o en la eva lu aciún 111 ás n p1ilibra- dad de l cue rpo vivie nte sin dud a, pero no sabe rn os qué es es ta r vivo a no se r
da d e l lyppolit e (Laca n le del)(' al innovador co111c111ario d! · I lyppoli- por es to, q ue Ull c ue rpo es algo q 11e se goza rsejoull] .
te sobre la l•l,11 0·11u'1wlogía del r'.1/Jírit-u la id ea clc l deseo co11JO "d eseo del No se goza sin o corp ore izá ndo lo de mane ra sig nifica nte_ Lo cua l implica
Otro") ,2:> La ca 11 sigue siendo un lll'ge lia110 en su visiún d e la 111 orali- a lgo distinto d e l parles extra partes de la susta ncia extensa. Corno lo sei1ala ad-
dad. Si Sade puede expre sar lo q11c es tá oc11l10 tras la ley de Ka 111, es mira bl e me nte esa suene de ka ntia no qu e e ra Sade, no se p uede goza r 1mís
decir la cr11cldacl del Otro qu e a p11111al a b Ley, c11101HTs lo que que- que de un a parte de l cue rpo d e l Otro, po r la sencilla razó n de qu e nun ca se
d a por comprender es e l goce del O tro c11a11do l.úerza a l suj('to a ir ha visto qu e un c uerpo se e nrolle co rnpleta me llte, hasta incluirl o y fagoc ita r-
1mís allá del placer y de los lí111it cs del ego. Dicho goce s11hyacl' a las lo, e n torno de l c ue rpo de l Otro. Por eso nos ve mos red ucidos simple me nte
obras dl' Sade y va m ás allá d e c11 a lq11i er cosa q11c Ka nt tu vicsl' q11( ' de- a 1111 pcq ue 11o ab razo, así, a to ma r 1111 antebrazo o c ualquie r otra cosa: ¡ay!
c ir sobre el placer y el displace r l'll s11 scg1111da Críti ca. Goza r ljou.i.rj ti e ne la propiedad fun da me ntal de q11e sea, e n sum a, el cue rpo
O, l'll otras pal a bras, crn110 ;1 esta al1ur;1 debería Sl'r obvio , el l'llsa- de un o el q11e goza de una parte de l rnc rpo de l O tro (SXX, pp. 32-33).
yo de L1ca 11 de 1~)()'.) 110 p11cde rccl11c irse a una crítica psinM 11alí1ica
o filosú fica de la filosofía moral de Ka111: la i111rod11cciú 11 del gocl' se- Es te pas<~j e plantea much os problcnias, y no es e l m e no r de e llos
íiah1 1111 exceso le <írico, q11c 11os forzará a re tornar 1111a vez 111;ís .-;obre e l hec ho de gu e Laca n parece utili zar e l co nce pto del gran Orro co-
la parodia de la ley d e Sade . m o d o tado de un cuerpo. Co mo un uarrado r pe rpkjo lo d eclara e n
1101 a al pi e (pági11a 4), parece h a ber un error tipográfico e n la escri-
tura de la prim e ra "se nte nc ia", a m e nos gue e11te11damos cóm o un
c11erpo p11 e d e simbo li zar a l Otro. Otro complejo proble m a es el que
IV. S:\IJ/·., \. \/JI<.", (:1 \li/·.~ O l'OR Qlil~ S.\DE NO L S S,\li 1 IRI S I T -j
gene ra la e nga iíosa expresió n re llex iva "un w1ps cela se joud' gue sig-
nifi ca ta nto "uu c ue rpo se goza a sí mismo " como "un c ue rpo está dis-
Retornar{ a ella n1ando aluda a l pas<uc del Scllli11ario /\ 11.11 c11 el qu e ponible p a ra que uno lo goce" . As í nos h e mos trasladado rápida me n-
L1c;.111 parec e estar ciando 1111a kcci ó 11 de sadi sn10 a l d ese 111balar la te d esd e e l a ut oerotismo a l d ogm a sadi a n o d e la dispouibilidad d e to-
prinHTa "sc11H· 11ci;1" q11 c le dio a s1 1 a11di1orio , o q11e lll <Ís hi c 11 esc ri- do 1:uerpo pa ra e l place r ilimitado ele todo cum po ... Es interesante ve r
bi ó par;1ellos c 11 d pi za rró n , d11ra111c s11 pri111l'r e ncuentro . Lac;1 11 ha-
bía escrito: "El goce del Otro, del Otro con O 111ayúsn1L1 , del cuerpo
21;.Jacques Lica n. n Sl'l/Úllf/lio dr/rm¡11r.I' l .flmll . l .ibm 211: Aú11. l<J72- l<J7J. Bue nos Aires,
l'a idós, 1 ~198, p. 12. De aqu í e n más SXX seguido del núme ro d e página.
'27 Nés lo r Braunstein, / ,a jou.issf/.'t ffr: l 111 ro1101/Jl lru-anit!n, París, Po int 1-Iors Ligne,
~1 lhidn11, p. '17. l!J\l2, pp. 7-51 [la edic ió n origina l e n espai1o l es Con,, México, Sig lo XXI ( 1990) , 5ta .
~:, v(:: ;\sc.J <.:<t ll l ·lyppo litc , (~nlf\1' 1 St 11t f"flln' rll' '" l'li h1111111;11 ol op,-if> rfr /'/',\¡,,.;1, París, A u-
1
/ edi c ió n 200 2: F/ gm:i': u11 m11a/Jl 11 /ru:r111ú1.1111, Buenos Aires-México, Siglo XXI, 200b, e d i-
bi <--r, 19 ·1'.>. pp. l :)b- 1()2 sobre b r 11cs1iú 11 d.- la ..A ltetidad e 11 d Deseo"_ t:ió n acLttalizada ].
lüO S,\Dl::: L~ LEY\" Fl . C< >CE DEI. OTR\ l SAD I::: l J\ LEY Y EL GOCE DEL OTRO .lü 1

cúlllo dc111ucstra Laca11 la arnhivalencia expri111iendo o pellizcando Lacan (su "tontería" o merame nte sus propios puntos ciegos)?
fu e rte11J e nle su propio antebrazo fre nt e a Sil auditorio. Su "¡ay!" [oui Al seguir la sugerencia ele un escritor y pensador que Lacan apre-
lle!J p e rsis te colllo el úni co marcador verificab le (un ve rdadero shif ciaba y citaba - pero para te rminar rechazando su postulado princi-
ter 1. "e nibragll c" o, según a lg u nas trad ucciones , "con1n111 ador"J ja- pal, al m e nos e l que su título implica- , Pierre Klossowski, podríamos
kobsoniano, an<í logo a 1u1 pronolllbre personal) que é l tien e 1111 tratar, una vez más, de caracterizar a Sacie como "nuestro prójirno".29
c:llcrpo, 11n cuerpo vivi e nte y atóni to porque es capaz de ser gozado y Me gustaría e nfatizar e l h ec ho de que la tes is central ele Lacan sobre
de gozar. Parece qu e es crllc ia l ca ptar lo que un "kant iano" paradóji- la presencia subyace nte ele un Dios rnalig·no e n Sade, incluso bajo el
co co1 no Sacie había visto para cn tc11der la cues ticín funda1nen1al del pretexto del ateísmo, ya se e n con traba en Sade mi prójirno de Pierre Klos-
goce en su crniexión con e l c llcrpo. sowski. En lln capíw lo titulado "fütjo la m áscara del ateísmo", Klossows-
Co1110 Lacan rt>ca pitula en d Scn1inario 20, e l 1rn1110 principal de ki mues tra cómo Sacie parece estar buscando la pureza e n una n a tura-
Sil artÍcll lo sobre " Ka11l con Sacie" era probar "L-1 n1oralidad confie- leza c rue l disociada d e l Dios creado r. La obra d e Sacie no deja de e lo-
sa que es Sacie" (SXX, p. IO!i), lo c ua l no dcl>cría oírsl· scí lo co mo giar, por lo tanto, un a perversa virginidad (evitando la h e 1erosex 11 a li-
e 11 ingk~ s ( " a swl tlti11g indeed" 1 lln a cosa vcrdadcran1c 111 c trist e l), si- dad "normal " y promoviendo la relación ana l e ntre todos), para ha-
no mediado a través de una variedad de expresiones francesas qu e é l blar e l le nguaj e de 11n 'jansen ismo la te nte".30 En su e nsayo , Klossows-
d e talla : ki tambié n e nfatiza un punto qu e tiende a desvanecerse un poco e n
e l e nsayo de Lacan : que Sacie no fue m eram e nte un "perverso" o un
Escr ib;111 S'ot!t' crnno q11i era 11 , co 11 1rn1y1'1sc 11la - p<ira rc11dir lirn11 cm1 jc a l po- monstruo, sino sobre todo un e scritor. Un escritor aburrido y repe ti-
lire idio1 •1 q11c sob re el <1s11n10 11 os de¡<'> inn11111crables csCl' it os- o con 111i11ús- tivo, sin duela, pero cuya escritura nos permite comprender e l víncu-
c11 la, p11cs , a fi11 de c1 1t· 111 <1s, es s1 1 111 ;1n cra de se r <1gracL1b lc , q11e es lo q11 c sig- lo c rncia l e ntre la fantasía, la imaginación perversa y la Ley en te ndi-
nific a <' 11 francés <1 11tig 11 0, o lll cjor a(111 esarfo, para decir q11 c !;1 11 Hll·a lid ad , a d a co lllo e l goce del Otro. Es e l mismo exceso del le nguaj e y la ima-
la pos tr(' , lt'n 11 i11;1 e 11 el eso, qu e es q11edarse cor la. Para decido de o tr;1 ma- ginación d e Sade lo que ll eva a l lecto r a confundir la ficc ión co n lo
IHTa , el <1s11111 0 es q11 (' el a 1n or es i111pos ihlc , q11e l;·1 rel ac ió n s<·x 11< d se abisma que no cs. El lllismo Sade h abía de e nfatjzar eso una y otra vez (qui-
e n el s i11 -sc 111ido, cos;1s qu e e 11 n a da di s111in11yc11 el i11t ('rés q11t· ckhe 111 os te- zá co n una bue na dos is de hipocresía); esto es lo que Sade le respon-
n e r por el Otrn (SXX, pp. 105- I O(i).:!H dió a un c ríti co ll amado Villeterque que p ensaba que las tesis de Los
crhnenes del amor d e Sade podían atribuirse al autor:
A pesar del despreci o lll<Ís bien a la ligera del "pobre idi ot.a" (un
1é nni110 q11e habr ía q11e distinguir u1idadosa1nen1c de la /JPtilP que Detes tab le ign o ran te : ¿todavía no ha a pren dido 11ste d q u e Lodo acto r e n una
L1c:-111 11wnc:ionaba al colll ic11zo de su Scniina rio , puesto <]llC dicha i.dio- ob ra dra 1milica debe utili za r un le n g mu c co nforme a su personaje , y q11 e,
iez nos rclllilc a la "pa rt.i cllbridad " y a la in sllla ridad ahsollltas de llna c uand o lo hace , es e l persomue de fi cc ió 11 e l q u e e stá habland o )' no e l a u -
pe rsona , y así al fórzoso aishu ni ento 11 iast urha torio de Sacie) , lllC gnsta- to r? [ ... J ¡Ah , Mons ie ur Vi ll e te rqu c, qu é cst!Ípido es uste d! 3 1
ría int en tar ahora tlll<L valoración del illlpacto de Sade sobre Lacan: ¿no
pon e por ciert o de111asiado n1iclado l' ll disociarse del "idiot;1"? Es te calcu-
~~ 1 Pierre Klossows ki , S1u!P iHy Neigh/1111; 1racl11cc ión ele A lph o n se L in g is, EvanslOn,
lado distanciamiento ¿no podrfa leerse como una huella de b b1;ti..1P de Nun h wesLern U nive rs ity Press, 199 J ( S"dr, 1111111 fnodwi11, J 947) [Sorl1' mi fmíjinw, Ma-
drid, Are na Libros, 2005] .
Aq u í ha y u11a cons id tT~lb l c di sc n: pa11ri~1 <' lllre la vc rsiú 11 i11 g k s<1 y (;1 cas tc lla11 a,
:ll-\ :·\O f/¡ i!/1'1/l, p. 106.
q11e 1ra11scribi11ins (cL p<1ni c 11larn1t·111c- b dil(:rc11cia de lr;1scripc ió 11 : c10 11 <k 111 ;Ís ;1 rri- '\I "Ka1 1t with Sacie", Ori.olwr n i:1111. 5 1, p. 74. Si el le cto r quiere cons11har la ca rta a Vi-
ba d('ci111os .\'11d1', b v<:r.siúll c 11 t·spa 1-1ol dice rs11r/1', y <11-1ad c al pi e la si g 11i (' 1lt t: 11 0 1<1 dt'I lle le rq1w, pue d e lee r la trascripción del origina l d e Sacie e n francés: Do n a tie n Alphon-
1r~idu c 1 or: "/·.'s(/(lf' es co11dcnsttciú n dc ts c11 ;dc 111 <.i 11 y sad<' ''; do11d(' l .ac:111 sos1ú·1u· q11e a
se F ra11(; o is d e Sacie, "L'auteur d es 'Crimcs d e l'a 111 our· Villeterq 11e , folli c ula ire" [E l a u-
"<tgr;1da bk'' es lo qu(' 1 ~ 1 p;dahr~1 (¿.,odr~) "significa c1 1 frtu1c{s ~1nt i g 110 '', e l ::1u1or 0 1nitc tor de /.os ni1111:11es rld 1111111r a V illeterque folicula rio (period ista d e mala muerte)], en:
l r<1snibir l;11rad11cci<'>11 de <:S<l cLí11s11la (" l~· adc l "); donde la 1·c rs ió11 i1i g l<"Sa diC<· "mds _a-
hu p :/ / fr.wi kisou rce .org/ wi ki / W i ki / L % 27 A u le 11r_cles_ « _ Cri111 es_d e _l% 27arnou r_ »
o/¡¡,,, /1•¡>r/ 11{ !lw id (co) ", la c<1s1clla1ia tr<1slada: "1crn1i11a c11 t· I eso") IT 1. _ Vi lle te rque % 2C_follicu la i re. La traducción del mismo texto se a nuncia e n hup: / / www-
1 ~ ¡'I S. \DF: L\ LEY V El. l;ou: l>EL OTRO 163
SADE: LA LEY Y EL GOCE DEL OTRO

1".s tc t's 11n punto que no se ha p<'rdido en Klossowski, é l n1is111 0 u11 critos pornográficos bajo el Co nsulado y el Impe rio (por órde nes di-
11 ovcl is1a d e 1101a. Él esc ribe lo siguie11tc: rec tas de un Napoleón puritano, se dice ) e ntre 1801 y 181 4, c uando
mue re . En total unos veintisie te años e n prisión, todo un réco rd , e n
E l para lclis 111 0 e ntre la re iLe rac ió n a p <í ti ca de ac tos)' la rc it c rac ió 11 d escr ipti- aq uella é poca, ¡para alguie n que no ha bía m a tado a nadie!
va d e Sadc vue lve a es tablecer qu e la i111 age 11 d e l acto a ser cl(-ct 11<1d <1 sea re- No obstante, el propio Sade e ra co nscie nte d e qu e la imposició n
p rcse 11t<H LI ca d a vez 11 0 só lo co 111 0 s i 111111 G1 se la h11i>i esc ll eva d o ;1 c;1bo s in o d e la fu e rza sobre sus p asiones no las h abía restringido sino por el
La 111bi é 11 co rno s i m111n1 se la hubi ese d cscr iLo . Est a rcvers ibilid <HI d e l rnismo contrario, exace rbado su viole ncia. Esto es lo que le escribe a su es-
proceso inscribe la prese nc ia del 110/rmg 111t¡e e 11 e l len guaje; inscr il>c 1111 a hipo- posa e n 1783, dirigiéndose me nos a e lla pe rsonalm e nte que a todos
teca d e l le ng ua je po r el le 11 g11 a j c. :~~
aque llos que h a bían int e ntado suprimir sus escritos:

El sínto1m1 de Sadc, por lo 1a1110, no es un a ca tegoría e ti o lógica co- Po r e je mpl o, a postaría a qu e h a bé is imag in ado log ra r m a rav ill as a l so m ete r-
111 0 "sadismo ": es s11 escritura , una escri tura qu e vac ila c 11t rc la Eulla- m e a u n a a troz abstin e n c ia resp eCLo d e l pecado de la carne. P1 1es b ie n , os h a-
sía re pet iti va d e 11n ultraj e a 1u1 a MMlre Naturaleza que é l aborrece y
bé is c n ga 1iado: m e habé is ca le n1 a clo la ca beza, m e habé is h ec h o co n ce bir
lln cucs tio11 a mie1110 literal d e la run ción del goce del gra n O tro. No
[fantas rn as 1 qu e a h o ra te ndré q u e re a li za r. 33
o hstantc , uno no debe ría 101n a r e l co11 cep10 de Klossowski d e liipo-
tcca 1Jum-do.1111t segúu la tr;1d11n: ió n in glesa 1 crnno id t· 11tico a la 1ra-
Éste es un tem a recurre nte e n las cartas de Sacie: "¡Tú [o vosotms]
d11 cció11 de Laca11 del Ve1we1Ji111g f'rc11d iano 1 en franc <'s jó1d11sio11 , e n
me fo rzas te ro.JorwsteisJ a crear fan tas mas!" Esos espec tros se vue lve n
ingl és j ómio.1we, en cas tl'lla no "ló rcl 11sió11 " 1; Sadc no es u 11 psi cótico,
reales e n e l sentido d e que ha n siclo escritos, a pesar ele todo tipo ele
110 es Sc hrcbcr, a11nq11e, co rno Schrcber, es sobre tod o 1111 Sdmúhn...
ce nsura. ¿Es eso sub limació n , e n to nces? Sí y no. El mismo e xceso d e
En s11 Seminario sobre la t'· ti ca, Laca11 saca la co11clusió 11 un tanto
Sacie, sus esca ndalosas re ite racion es ele fantasías pe rve rsas que rom-
apresurada de qu e el caso de Sade prueba que la teo ría de la subli-
pen todos los límites hace n estall a r la catego ría re lativa m e nte solem-
111aciú 11 d e Fre11d es to ta l111 e 111 e e rró nea .
ne d e la sublimación. Lacan pa rece es tar más cerca ele la ve rdad
cua ndo co mpa ra a Sad e co n Geo rges Bataill e (quie n por supuesto
Al co 11s id <' r<1r e 11 s u forim1 111;ís dil'u11did a, d iría in c li1 so, la 111 ;\s tninil c nt a y la
pondría a Sad e e n e l pináculo d e la "lite ra tura d el mal") y cita a Mau-
1n ;ís cíni ca qu<' Fr!'ud S<' c 11trc t11 vo t· 11 propo11 e ri1 os, a salic r, Li 1ra11.~ l ú rin ac i ó n
ele la t< ' 1Hlc n c ia scx11a l c11 1111 <1 ob ra e n la que cada cua l, rt·co n ucil' 11d u .~ 11 s pro-
rice Bla n chot, como lo he mos visto .
pios su c 1-ws e i1np11lsos, rcco 1npc nsa 1«\ a l art.b ta, po r d a rl e esa s; 1ti s l ~1 cc i ó n ,
E l a burrimie nto e n ju e go es a lgo dife re nt e. Prec isame nte , n o es más q ue la
aco rcl á ndulc 1111a vid a brga )' kli z 1... 1; si to 1namos la o bra d e S;·1de d esde es-
te á 11g 1il o, p11cs bien , es 1n;ís bien Ldlid a (S7, p . 242). re spuesta d e l se r, ya se a e l d e l lec to r o e l d e l a u to r, poco impo rta, a nte e l ace r-
cam ie nto d e un ce ntro el e inc a n d esce n c ia o el e ce ro abso lu to, q u e es psíqui-

De lt ccho, la de Sacie 110 f'11e 1111a vida léliz: e 11 ca rcl'iado por libcn i- ca m e n te irrespi rab le . Q 11e e l li bro caiga el e las m a n os, prue ba sin el ud a d e

11:!_jc lx!_jo e l Antiguo Régimen desde J 777 hasta l 7~Hl, se lo vuel ve a c 11- qu e es m a lo, pe ro lo mal o lite rar io es a quí qu izás e l garante d e esa '11tauvaise-

ca rcclar por 111 1 corto pe riodo c 11 la n1111bre del Terro r durante 1703- !é ! m a ldad ] [ ... ] qu e es e l o bj eto mismo d e nu estra búsq ue da . Saci e se pre-
17~l4 . lo c ual le perm it e ve r bs 111ala11zas 1m1sivas apen as es li bcr;1do por se nla, por e nd e, e n e l o rd e n el e lo qu e ll a m a ré la liLe ratura ex pe rim e nta l. La
la ca ída d e Robesp icrrc, y lu ego se lo e ncarcela 1111cva111e 111c por sus es-
:B D. A. F., marqués de Sade,.f11.,ti11r, l 'h.il11.rn/1hy i11 //¡p lierlrn111111/.1/fl 01111,,. Writiug\, Lra-
d11c ción ck Rich a rd Seave r y Ausuy n Wa inh o usc, Nue va Yo rk, G rove We id e n k· ld ,
.sadc. i\\'clib 11d .co111 / sade.l11111 , 1111 siti o <' 11 cas tc lL111 0 co11sagrado a Sadc, do11dt-· 1a111bié 11 I 9ü5, p. l'.14. [To mam os la tradu cció11 a l caste ll a n o d e Sade, Obras r.m1gidfls, Buenos
hay c 11trad ;t'i par;t desctrgar e n fó n11ato d t· lc: xto "IZ.u1 1 co11 Sacie" de J ,ac; 111 )' "S;1d(' mi Aires, e dito ri a l Corregidor (sin crédi Lo d e la trad ucción) , 1999, "Carta XV, A la seiio-
pró jimo" d<' Klossrnvs ki , e ntre olros <' ll sayos sobre S;l<k IT 1- ra Sacie", p. 2 13 ( rirrn 25 d e j11nio d e 1783); solam e nte h e mos remplazado la palab ra
:I~ l'i<'ff<' Klossows ki , S11rlr /\/_r Ni·igh/111r, 11/1. ril., p. •t I. "fa n tas ías" po r "fa nLasmas" para seguir la tesis del a ulür (T.)]
165
164 SADE: I "\ LEY y El. <;ou : DEL OTRO SADE: LA LEY Y EL GOCE DEL OTRO

o bra de arte es aq uí 11na e xperiencia qu e , pa ra su proceso, a rranca al suj e t<J e n s11 relación con la incondicionalidad d e la Ley (incl11so a través d e
de sus a ma rras psic usoc iales, para 11 0 pern1anece r c 11 vaguedades, diré , d e to· 11na caricatura d e la Ley). El respe to o la blasfe mia plan t.ean a mbos
da a preciac ió n psicosoc ial de la subli111a ción e n j11 ego (S7, p. ~ 'U). la misma fantasía subyace nte por la Ley del De seo vista negativamen-
te como el obsceno goce del Otro.
Si por lo ta11 to la ex ist e nci a (y la intra11sigl'ncia) d e Sade dl'· Me gustaría sugerir q11e una consecuencia paradójica de la subver-
11111e stra qu e Fre 11d es taba eq uivocado sobre la suhli1n ación , se po- sión d e l s11jeto e n Sacie es que e n última instancia abre un nuevo do-
dría d ec ir q11c al i11sistir co11 la escrituras, Lt vida el e Sadc co11Se r- minio q11e puede ide ntificarse co n e l dominio de la éüca, al me nos
vó 11n;1 coltc rc 11 cia qu e ni11gú11 ases ino se ri a l conseguirá alcanza r, e n e l sentido dado a l término por Levinas. Cuando Le vi11as a n aliza e l
y que ade11 1;ís fu e rza al lec tor a rcco 11occr qu e la escritura p11ccll' pensamiento de Martin Bube r, nos ofrece un a reca pitulación a m a no
exp lora r sus lí111it es, y así C1H'stio11 a r la posihilidacl 1nis111a de s11 alzad a de los princ ipales temas co n los que se lo ha asociado. Desta-
propia rorcl11si ú 1l. ca la n ecesidad d e 11n salto ético d e la metafísica.
El lcng11ajc ford11iclo d e las liu:ion es ele S;1dc abre el <'sp acio del
afuera <· 11 un curioso e iró 11ico pr;.1g1natislllo de la fa11tasía. La cono- En mi propio aná lisis, e l ace rcamie nto a los o tros no está o ri gin a ri a me nte e n
cida iro11ía d<' Saclc-, ta11 visible e11 sus cartas desde la Bastill<t a su es- mi hablarle a l o tro, sino e n mi res ponsa bilidad po r é l o e lla . Ésa es la rela-
posa, o m e jor, su h11111or sa lv;üe y pc rt11rhador, u1cs1ionarí;1, pues, e n c ión é ti ca. Esa respo nsabilidad es suscitada , pu es ta e n o bra po r e l rostro d e
última i11st;-u1ci ;1, la posició 11 del s11pe rcgo <'ll n1 a lq11icr tipo d esiste- la ot ra persona, descr ito co mo una ruptura d e las formas plás ti cas de la fe no-
1m1 de va lores. Sus esc ritos 110 p1wd <" ll ser reduc idos a 111 e rns fo11t as ías me11al idad d e la apa ri e ncia; franqu e za d e la ex p osic ió n a la mu e rt e, y un a or-
pu es to que 11 0 d<;jan de l'Xa111inar el lllodo e11 que la Lt11tasía es de- den la nzada a mí de 11 0 abando na r al o tro .. . Respo nsa bilidad por la o tra pe r-
tc rmim1da desde el Afuera por l<t Ley. Y, de hec ho, su l111111or sarcás- sona, un a respo nsab ilidad ni co ndi c io nada ni me dida po r medio de ningún
ti co tcsti111011ia la divisiún del sujeto e 11 nombre del sttpcrego (como acto li bre de l cua l fu e ra la co nse c ue ncia. Respo nsab ilidad gratuita qu e se pa-
Fre ud lo Ita sciial a do lllll)' cbralllc11tc en su libro sobre el Wilz ). rece a la de un re h é n , y qu e llega tan lej os co mo tornar e l lugar del o tro, sin
M;:ís rec ie11t c llH'11te, Moniq11c David-M(narcl h a rce>.:;11ni11;1do la e xigi r rec iproc idad. Funda me nto de la idea de fr ate rnidad y ex piac ió n para
crntl.ro11tació 11 de K;lllt co 11 Sadc por Lacau :H lx·!iº 1111a 1111eva luz, y e l o tro ho mbre. Aquí, e nto nces, co ntra ri o a l Yo-Tú d e B11be r, no hay ningu-
111ucs1ra el 1110<10 Ctl que Lacan Ice e q11ivocaclame 11t e aJg1t11os cle- na e quid ad inic ia l. l_ ... ] l11e quidad é ti ca : subordin ac ió n a l o tro , diaco nía: la
1nc11tos clave de la filosofía de Kam, por ~ jelllplo , horra11clo la dife- "p rim e ra pe rso na ac usativa" y 11 0 "no minativa". De a llí la p ro funda ve rdad ele
rencia c11tre co11oci 111ic11to y pct1s<nni e nto que e s cc ttlral e n las Críti- Los h1T m rwos Ka:ra11wzu11 de Dostoievski , c itada a me nud o : "Somos tod os cul-
cas. L1c111 aparece en efec to como d e masiado hegeliat10 cuando pables d e todo y todos, para co n todos, y yo rn ás qu e n ingún otro."35
colllbin a Lt noci ó n de Ka 11t de la Cosa en sí (igual ax) con el res pe-
to a la Ley: a111has se v11clve11 et 11icLtcles i111pc11sahlcs. Ella sci1a la ade- Levin as ya había hablado d e esa "diaco nía original" , e n e l sentido
tmís las dificultades d e Laca11 c11a11do n ecesita d e la Ley del dese o pa- de "se r e l se rvidor d e l otro" e n En déwuvranl l'ex islence avec Husserl et
ra Antígo na y c11 última insta11cia para e l psicoan á lisis. Co tilo Klos- H ei.degger. 36 Podríamos nota r que e l té rmino griego dialwnos significa
sowski , e ll a s11gtTiría que las obras de S;ulc 110 so11 ta 11 sú lo esbozo ele tant.o "se rvidor", "si1v ie 11te" como "me nsaj e ro", "e mbajador", d e h e-
una 1 ~1111.asía 111asc 111i11a (el 11 c 11rótico i111agi11 á ndose a sí rnis1110 corno cho c11alquie ra que "sirva" e n un a fun c ió n pública. Como Sade, pero
un pe rverso). Sadc se t-tala hábil11wnt e e l lado oscuro de la é: ti n1 h11- con un é nfasis radi calme nte é tico, Levinas nos e nsei1a que todos so-
1mmista cua ndo pos11tla la ntt'stión de la 1111iversalidad del ltotnbre m os "re h e n es d e l Otro".

:;e, Ern 111 a uue l Le vinas, "'Aprupos of Buber: Sorn e Notes", 011lsúl1' ¡¡,,, Suhjei:l, traduc-
:i 1 Mo11iq1w David-Mé 11;ird , / ,11 ji1/ir i/1111.1 /11 mi.rn11 /11111', París, V1-ii1 , t'l'lO, pp. 179-
2--15, y Mo11iq11 e David-l\1t-11anl , / ,n m11.1//wlin11s ¡/,, /'1111ionsd, l'arís, l'rcsscs U 11ivnsi1ai- c ió n d e Mic hael B. Srn ith , St.an lo rd, St.anford U ni vers it.y Press, 1993, pp. 43-44.
rcs d e Fr;111cc, t !l~l7. :;¡; París, Vrin , 2a . ed., 1988, pp. 1.94-197.
l (:j(j SADE: L.\ l .EYY EL con: llEL OTRO SADE: L-\ LEY Y EL GOCE DEL OTRO 167

El siste1ua 110 1ue1afísico ele la é 1ica de Levi11as pone ele re lieve la Lacan parece d esarrollar esa intuic ión en un Seminario poste rior
primacía del Otro -Otro con rnayúscula- que a parece en e l mun- ("El reve rso del psicoanálisis"). Allí explica que e l gran Otro es ese
do a lravés d e cualquier "roslro " que llle sucede ver y al que rne suc('- ser paradqjico que "tiene un cue rpo p ero no existe" y sólo se postula
de hablarle. ¿No es es10 co11grneu1e con la prirncra au1bigúeclad que a sí mismo diciendo "Soy lo qu e soy". 38 Sade es irnponante e n e l sen-
yo había seíialado e n el Seminario 20, e111rc el 01ro y e l 01ro, e n cu- tido de que despliega todos sus esfue rzos a fin de inte ntar aplacar a
yo nombre el cuerpo del olro pued e simbolizar al gran Otro? Si La- ese gran Otro. Sade, e n última instan c ia, se muestra como el esclavo
Glll l1a hecho colapsar la clisLi11ci ó n e ntre e l otro (e n 1anto que mi o e l re h é n del goce divino. Lacan a1iade que ésta es la razón por la
pn.~ jimo) y el gran 01ro (con10 lo hace Levi11as lodo e l tiempo), ¿qtH; que Sade no deja de ser un "teórico" (Sl7, p . 70) porque "ama la ver-
repern1sio11cs te11dr;í eso alrededor de la cues1ió11 d e l cuerpo por un dad" (S/ 7, p. 71). Su amor excesivo por la Verdad lo prec ipita e n una
lado y a lre d edor ele la é tica por el otro? re pe tición puramente sintomática. La Verdad aparece así co mo " la
Sacie podría penuitirnos criticar cierto 1ipo de inoce ncia é1ica en hermana d e es t.e goce prohibido". O, para ser más prec iso, la Verdad
Levinas; d es pu és de todo , incluso un rosl ro puede disociarse en dien- es la "c u1'íada" del goce; así como Sacie parecía estar realmente e na-
les y 1111a le ngua que puede arrancarse, 1111a nariz u on:jas que ¡rne- morado no de su esposa sino d e su c uii ada Anne-Prospere de Launay
dcn corlarse, ¡<~jos que pu e den pe rl<irarsc , y así sucesiva111e111e! El d e Montreuil con quien huyó al sur en 1772 (como lo sugiere Lacan,
roslro kvinasiano 110 puede ignorar alcgrcme111e una sic111pre rccu- eslo no difi e re de la afición de Freud por su cuiiada, Mina Bernays).
rrc nle ;1111e11aza de dcs1nem l>ra111ic1110 y desliguraci<Ín. Por 01 rn par- 'fal vez Sacie estuviera e 11anwrado de la verdad debido a su cuñada,
le, Levi11as podría ayudarnos a recuperar la posici<Í11 de Adorno y a quien e nca rnaba para é l la vieja ley del amor cortés: no hay amor e n
exponer e11 el "sadismo" la c pis1c111olilia perversa q11c csnrndc. El li- el rna t.rimonio (Sl7, p. 72).
bcr1i110 sadia1w pre lende haber alcanzado 1111 grado de i111pasibilidad Sacie, que e n e l Seminario 10 fü e c itado co mo un a clave hacia la
más allá del horror porque el s11jc10 cree que é l o ella crn10n· la ver- co rnpre 11sió11 del "reve rso del si~jeto", es visto e n e l Seminario 17
dad sobre el goce. No obs1an1e, como lo sugeriría Lcvi11as , Lt nteslión co mo un re h é n sintomático d e la Verdad y del goce. Lacan (proba-
110 es sal)('r sino desear, ya q11c c11alq11ier crn1ocin1ic1110 del goce lll e- blemente influido por la lec tura ele Deleuze de Sach e r-Masoch)
ra111e111c rcprocl11cc la ilusión de los ''11.011 -d11./H'.1" 1 en Í1';111 cés y en in- opone la falt.a ele humor de Sade, sus agotadores pero finalm e nte de-
glés, los "110 c11gaiiados" o , digamos, los "esclarecidos " 1 q11e 110 obs- cepcionados esfu erzos por acumular crímenes y trasgresión a fin de
1a111c yerran: !J's 11011-d11./Ns enn1I . .. A pesar ele un pre1e11dido saber aprox imarse a ese goce absoluto respec to d e l cual se sentirá siempre
del goce, ahora podenios ver al libcnino apenas como 01 ro rcl1(·11 del inferior, a l humor de Sacher-Masoch: mi masoquista no necesitará a
01rn. Dios, le basta con su lacayo ( SJ 7, p. 71). Finalmente, si Sade e s tan
El sujc10 perverso 1icnc que re ndirse a sí 111ismo o a sí n1is11rn com- aburrido, e s porque no d eja ele ser un teórico. Su amor a la verdad lo
plcla111c111e c11 nonibrc d e l goce d e l 01ro, y se convier1c en el escla- fu erza a co nve rtirse, e n su vida, e n un m.árti'r: ésa es la razón por la
vo de su goce absohllo, iró nin1n1c111c,j11s10 en el rno111cn10 e n q11c é l que co nvoca la a pasionada hagiografía de los especialistas e n su obra.
o ella pie nsa que es el amo absol1110. El deseo parece ofrecer la úni- Parece co mo si la única m a ne ra d e superar el callejón sin salida fue-
ca salida al preferir la vía 111ás osc11ra (o 1mís bien 1e11clirosa) d e l no ra a través ele Kant, siempre que se vea y se aprecie su humor. La pre-
saber <-1ico i;tl conlO Totalidrul e i11Jiuilo de Lcvi11as lo llllteslra a lra- co11dició11 d e una salida provisiona l podría e ncontrarse en la articula-
vés de s11 " Fe11ome11ologfa del Eros", y s11 análisis de1allado y Jff<>l'O- ción de las tres Críticas de Kant. Al menos, fue e l mismo Fre ud quie n
cador de "gore y 1TjJw1enlaáón". Éslos ll eva n finalm e nt e a la lún11ula ide ntificó un raro mome nto de humor e n Kant. En su elucidación del
"N i saber, ni poder" ("Ni sm11Ji1; ni J11nwoir").'l7 ¿Es la pasividrtd ;tliso-
lula el nwjor acceso a 1111a verdad del deseo?
'\H .Jacq11es Lacan, Sé111ii111.Út' XVII, l .'Fm w1s tlt' /11 l\ydw:111i.lvsr, París, Seuil, 1.991, p. 74
1.f'.'l sn11i1111.ri11 d1'.f1m¡11.t1s /,111·11.11. l .ilno 17. J•,'l mwrn1 t!t'l f1sirn11.11tÍÜsis. l lJ6lJ- l lJ70, Buenos Ai-
:'7 Ein111;in11c l Levi11as, '/i1/({/it1' rl i11/i11i, l .;i ll;iya, l\fani1111s Nijli o lf, i <JGr>, p. ~rvl 1 ·¡¡,_ res, Paidós, 1992, p. 70]. A partir de aquí, S 17 seguido del núm ero de ¡úgina de la edi-
l11/it!111/1' i11/i11il11 , S<1b1na11c;i, Síguc111«, 111871. c ió n e n esp a i1ol.
168 SA DE: L -\ 1.EY Y El. (;OCL UEI. OTRO SAD I:'.: LA LEY Y EL GOCE DEL OTRO 169

caso Sc hrebcr, Frcud n os recuerda que Kant sigue sie ndo el 1rn:jor 1Ho- uso d e Sade, estaba d efinitiva me nte e 11 la huella equivocada c uando
delo para c ualqui e r elaboración teórica. Asevera q11c sólo 1111 abordaje aseveraba que t.an to Kant como Sade carecían d e humor.
"genét ico" capaz d e compre nder la "ae1i111d le n1e nina hacia Dios" por
pa rt e de Schrcbcr k dará sctll id o ;1 la creen cia que és te tiene de que Ya Ka 111 a quí por un p e lo n o n os hace p e rd e r la se ri e dad, p o r fa lta d e l llle-
d e be conve rtirse en 1111a lllt!jc r q11c será sext1alrn e nte ah usada por Dios nor sen 1ido d e lo có mi co (pru e b a de e ll o e s lo qu e dice sobre ese tema e n s u
para conve rtirse en la esclava d e l goce divino. Antes de con1em:ar sus lugar). [ ... ] Pe ro a lgu ie11 a qui e n le falta, p e ro lo que se dice falta rl e, se h a-
"Inte ntos d e interpretación" Frcud urncluyc s11 primer capítulo citan- brá nota d o, e s Sade (KS, p . 763) .
do el famoso toro irlandés ele Ka nt (t1n chivo vie nés, en realidad):
Espe ro ha be r e xpresado, co n la ay uda d e Fre ud, qu e éste ll O es
O bie11 111ws 1ros i111 e 111os d e c lucid;1r las ilu sio 11 cs d e Sclm· hn 11 os clcj;1rá n e 11 exac ta me nte e l caso . Es necesa rio ot.ro rodeo. En su Se min a rio 9 so-
la a1Js11rd <1 p os ic ió 11 dcsnila e 11 el L1111oso sím il de Ka 111 e 11 la C iilim 1/f fa m- bre la identificación, Lacan le cue nta a su auditorio que él posee 1111
zó11 /J/lm: sc rc lll os co1110 un holllbrc que sostic 11 c 1111 larni z debajo cil" 1111 ma- pe rro muy inteli ge nt e -una perra, para ser más prec iso- que casi
cho ca brío (Bork) lllin11ras ;d g ui e 11 1mís lo orclclia. '.l!l p ued e ha blar (sesión d e l 29 d e novie mbre ele 1961). La pe rra es casi
"hurnall a", pues "ell a" ha vivido siempre e n una sociedad humana. Y
Frcud se refiere aquí a "Sobre L-1 división de la lógica general e n a esta perra Lacan la ha b a11tizado 'Justill e" , ¡e n home naj e irónico a
analítica y dialécti ca" el e Kant, t1na se cción qu e se ab re co 11 1111<1 pre- la h ero ín a d e Sacie! Las dos pequeílas viii etas sobre animales surrea-
gunta importa11t e : "¿Qué es la verdad ?" Co mo Kant lo 1m1estra, esa listas (un carnero orcle iiado, una pe rra pa rl a llt.e llamadaJ11stine) d e-
prcg1111t a cs absurda, p11esto que pres11po1ie la univers;tliclad de los bería n torn a rse , e n este contexto, e rnhle mátkas. Re prese nt an e l lími-
c rit e rios del co noci1nicllto por el cua l se podría rcsprn1dcrla. A1-1acle: te d el d eseo humallo c ua ndo se co nfro nta coll lo que uno imagina
q ue es el goce d e l Otr o, mi e lltras que al mismo tie mpo permite n que
Pu es s i la preg11111a es c 11 sí 1uis1 11a abs11rd a y rcclalll<l rcs¡Hws las que srn1 in- cierto humor hum allo y no hum ano impregne las cues tiones pura-
11cccsa ri as, c 111rn1 n·s 11< J s<Í lo ª''crgi'i<·11 za a l;i pcrso11 a que la pL1111c;i , s i110 qu e m e nt e "teóricas" .
a veces 1ic11c !;1 dcsvc111aja ad ic io 11 a l d e co 11fu11dir a 1111 oyc111c i11 ra1 11 0 : p o dría Si cfec t ivanwnte Fre ud h a "triunfa (do) donde e l para noi co h a
i111puls<11·lo a dar rcsp 11t·s1<1s abs11rd as y <l o rrcccn1os t' I ridíc11l o t·spccl<Íc ul o e 11 fracasado" al reesc ribir e l siste m a ele Schreber d e un a m anera m ás
e l qu e (c01110 se d ec ía a 111 aíio) 1111;-1 p c rso11a o rd e 1-1a al carnero 111i c11 1ra s la otra co here nte, pued e habe r fra casado doHcle los siste m as ele Kant y de
sosl ic11 c el 1a111iz d ei>ajo : IO Sadc h a n triunfado parcialrne llt.e , e ll su absurdo e irraciona l e logio
d e la raciollalidad . Co mo Sade, Laca n "arna la verdad" e inte n ta sub-
Esta rd{Tc1H:ia tc11ckría ;1 mostr;1r que si LtGlll tc·11ía ra zú 11 c·11 in- vertir la Ley de la moralidad. Mie llt.ras que podría ser te ntador so-
tClltar hacer a parece r lo "uí n1ico " e 11 los escritos de Ka11t lllcdia11tc el brevalorar e l testimon io ele Sade co mo el d e un chivo e xpi a torio del
goce, el antiguo sím il utili zado por Ka nt podría suge rir ad e m ás que
nosotros, lec tores posfrc udianos d e Lacan , y d e masiado adve rtidos
:{~ I Sig 1111111d F1r11d , " Psyc h ua nal y1i c N olt'S l l po 1i c111 /\ 11tobiog r<1pliic tl AtT011111 of a d e la fun ción unive rsal de los símbolos fálicos, hemos ordei1ado el
C ase uf l'"r;11wi" (Sclm·hcr)" , "/Jrn·r· <:11." ' ll is/11rin, N 11c,·a York , Co llins, l'll ):I , p. 132 mismo co rdero o macho cabrío, mie ntras que alguie n más, Dios, o tal
l" P11111uali z; tcioncs psico;1n;dí1i cas sobre 1111 c 1so de para11 o i;1 ', Ohr(fs r·u111j1/r/a, , 1. 20,
vez ll11 estro prójimo, h a estad o cop ula ndo con é l, ¡pero a través de
l\11c 11os Aires , A111onurt11 l. Para 1111 ;1 hu c 11;1ke111ra lil osóli c;1 d e !;1 c 11 cs 1i ú 11 de la loc u-
ra e 11 Li Ra 1.ó11 d e Ka111, w' ase IVl011iq11« Da vid-l\1(11;1rd, l.ofillir' rlr111s lr1 mi.""' /1111'1', Pa- un tamiz diferente!
rís, Vri11 , l'l'lü . V<' asc 1;1111hi<' 11 SJ;md /.izck. "Ka11l ;111d Sad«: Thc ldc ;il ( :rn1pk ", l .11m-
11i1111lnh111'1111. 1:1. l~l!l8, pp. 12-2:-,_
111 llll111 ;1 1111d Kant , Crili1¡11r 11/tlw /'111'1' llmso11 , 1rad11ccié>11 de W. S. l'hd1 ar. li1dia11;Í-
poli s y Ca lllbridg <", llac kctl , 1 !1~1 6, p. 11 2 11.'rítim i/1' /11 mzi}11 jillm, B11c110s Aires , ! .osa-
da , 196:> 1.
OLIRAS LA ARREBATADORA, O EL DON DEI. AMOR 171

1O. DURAS LA ARREBATADO RA, O EL DON DE L AMO R El e ncu entro e n tre a mbos hie glosado po r un os pocos com e ntaris-
tas y dio lugar a n umerosas leye ndas. U n a de e llas fu e cleslilacla p o r
Jean Al lo uch en su rica colecció n de a n écdotas lacania n as:

El arrebato de Lol V Stein se aca b a ba de pub li car. Es bi e n sa bido que M a rg u e-


r it e D u ras, q ui e n h a bía o p e rado u11 ca m b io ra di ca l d e e stil o con esa nove la,
Mie ntras que la re krt' ncia a Sad c es rec urre nt e e n los tex tos de Laca.u , te n ía m ie d o de no e n contrar lec to res. Fue en un a posi c ió n de so ledad s u b-
s11 in tcr<~s e n l\farg11 c rite Duras tie ne tod as las caract e ríst icas de 111ia in- j e ti va, que e ll a ace p ta b a p ero qu e le resultaba d ifíc il , co m o un día rec ib ió
fa tuació n repe ntin a, d e un a breve pe ro d t>vo radorn pas i<Í1 L U no pod ría 1111 a ll a m ada te lefó ni ca d e Laca n . l~ l le propo nía u n e n c u e ntro ese m is m o
preg11nt a rsc po r q11é Lacan d ecidió 110 i1 Kl11ir s11 brilla nt e t' nsayo so bre día , mu y ta r de , e n u n ba r.
Ma rg11crite Duras e n d vol1111H'll de l'.sailos que se p11blicó 1111 aúo des- E ll a ace p ta y ll ega prim ero. Poco des pu és, ve a Laca 11 ab ri é 11d ose paso e n -
pués. ¿Es porq11e, co1110 cu11ocía pc rso11 a ln1e 11te a la esc rit ora cuya p ro- t r e las m esas h ac ia e ll a. E n u n to n o cá lid o y afectu oso, c u a 11 do ya se e 11 c 11e n-
clucc ió 11 hab ía cnccid o dra111 á ti n 1111c 11tc a med iados de los ;1iios sese nt a, tra m u y ce rca d e e ll a, é l le espeta: "¡ Usted 11 0 sabe lo q u e está d ic iendo!"'.\
sintió q 11e s11 breve artíc ulo d e l ~ H i5 110 era sulicie ntn rn·m e defi nitivo?
¿Lo veía crn no un texto pu rn 111c 11 tc ocasio nal, 111 1 "hrn11c 11a jc" pe rson al Es te re lato, incl uso si e n parte es apócrifo , p ue d e ci a r un a p ista de
<1 u na aut ora a la que ad111i ra ha , o 1111a a p rox i111aci<Í11 n1;:¡s t.e nt a ti va a la la su bs ig ui e n t.e p rude nc ia ele Laca 11 , y de su decisi ó n d e d <';jar a Mo n-
cucstió 11 d e la lé111i11e idad , un v<1du impo rta nt e para 1m111t c 11 e do e 11 re- trelay, u na d iscípul a b rillante, ut ili zar la novela para u na de las prim e-
se rva pa ra desa rrollos poste rio res? C11a lq11 ic ra sea la res pues ta, el libro ras e lu cidac io nes d e la escritu ra y de la sex ua lidad femeninas elabo-
de Duras había provocado 1111 im pact o lú 11da111e111al c11 d círc 11lo ele La- rad as e n la teo ría lacania n a. Co m o luego lo sintió D u ras, la pe r p lej i-
ca 11, puesto que se lo disc uti ó a111plia111 c 11t e cuando f11c p11 bli cado e n dad de Laca n a nt.e su p resc ie n cia era m ás pate rnalista qne h u milde,
19()4. Michc lc Mo11trday dio u na la rga y po te nt e prese nt ac ió n so bre él é l es taba o pera ndo e n un a forma fa locé n trica m asc ulin a de apro pi a-
e n el Se lll inario de Laca n . 1 La novcb , est;í cla ro, hizo 1111 pro !"1111do im- ció n d e ve rdades fe men in as alca nzadas d irec ta m e n te po r la p ura in-
pacto c 11 l.aca 11. Sig11ie 11do s11 111( to do ha bit11 al, leyó cx tc 11sa111c 111 c las w ició11 , de ac ue rdo co n u n vie jo clic hé: las m iu e res adivina n sin pa-
o bras d e D11ras y luego a rregló 111 1 c ncue 11t ro co n la ya 1¡m1osa escrito- lab ras ver dad es qu e los ho m b res so n capaces de fo rmular en u n d is-
ra . Así es co1110 Duras describe s1 1 e ntrevista: cu rso co nsiste nte.
Lo q u e pareció h aber im p res io nado a los lec to res fue la ge nui na
Me d io 1111 ;1 c i1 :11111 día , ;1 rn c di <11 10c h c, c 11 1111 ba r. l\!k as11st ó. Er;1 c 111111 s<Í ta 110. perplej idad de Lacan : ¿có m o p udo Marguerit.e Duras, q u ien no hace
Para li a l>l<tr de f .o/ V S1ei 11 . Me d ij u q11 e na u11 d el iri o d fo i 11w 11!11/1' p c 1frc 10. Ern- ni n gun a alusió n a l psi coaná li sis y no parecía h aberlo leído, describ ir
IH'ZÓ a i11t e r roga rn1 t·. D 1ll'a 111 c d os h o r<ts. A l sa lir 111e 1a 111 balca b:1.2 una "pasió n " feme nin a q ue ll eva a u na n11 ~ j e r cerca ele la psicosis en
té rmin os e lectivam e llte ta n cerca11os al le ngu aj e del propio Lacan?
Así q ue éste n ecesitaba pregunta rle a Ma rgu e rit.e Du ras dó n de h a bía
1 v(~ tlSC b prcse lll<tc i() Jl de / ,() 11rui.\ .\f' lllf' J1/ dr / ,o/ V .\'/tÍll p n r Mic li i· lc iVl011tn: lay c nju- "en co n trado" ese pe rso n ~ j e, y e lla contestó q ue n o lo sabía. Tocio esto
ll io d e l ~lt>r>. Esl' lcx lo luego fu e rl'esc rit o y se cu n viniú e n la iu1ro d11cc iú 11 a s11 lihro l .'0111-
vuf' lve a salir a la su perfi c ie e n e l e nsayo e n sí, do nde Lacan mencio na
/m, rl ¡,, 1111111: .'\111 /11 p111i11il1;, l':irís, Mi1111i1 , 1977, pp. !1-'.tl. Ell a e 111pi e1~ 1 po r des1;1c 11· s11 p m-
e l h omen~j e de Fre11d a artistas que sie m p re lo h an p recedido y a lude
pi:1expnie 11 cia de sn '";i rre batad a" por la k n11ra: "No se l'""'k lee r l's la 11 ovl'l:t ro111 0 un
li bro 111;is. l l 110 ya 110 ,., <' I ;11110 el<" su p rupi:t k n u 1·;1. () IJi,.. 11 ya 110 p11<'clc so pu 1·1;ido, y :tlTO- al h ech o de q ue él q uería la apro bació n de la a uto ra, pero 11 0 se preo-
j a e l libro.() l>i<"n d eja q11t: d :trre b:t to lr:tl>:tje, y se ve lr:tgado, ;111iq11ibclo. s,. I<'<' , se lee si11 cupaba si 11 0 la obten ía:
para1; pero a 11wclicla q11c lec, se o lvicl:i prol'u1ul;11u<" lli <' . 1 . . . 1 Esta 11 ov<' la te 1u ba el pc 11sa-
111ic 11t o . 'f(:-· ~11Tas 1r~ 1 e n 1111 ;t su e rt e ck pu bn_ ·:t.a <'ll la q11c c-· I ~1111 o r y Li 11i c 111 0 1i1 S<' vtwl ve n
1111 0" (/.'11111 /111, 1'/ /¡, 1111111, p. 9).
:2 Vl·; t':it' Les li t~ Hill c-·11 " L~ 1 c; ut wiLl 1 O u r;1s", re i111p n _·so en \ \lrili11p;r111rl l \vl'lwo 1 1o~ysis:
/\ limiln, edit ad o por Jo lrn l.cc ht t-, l.rn 1d res , Arn o ld , l 'l ~H i, p . 145. :l .J ea 11 Allo uc h , 132 /J11m 111.111.\ m11Y.ftm¡ 111'.' / .11rn.11, Pa rís, Eres, 1988, p. 166.

l 170 1
172 I JLIR.\.~ L\ , \RlüJ~ ,-\L\DOR , \ , O El. DON IHJ . , \~ I OR OllRr\S LA ARREBATADOR.-\, O EL DON DEL AMO R 173

Pienso q11c <11111 si esn1cltar;1 decir a la pro pia Me1 rg11 c rit e D11rns q11c, (' 11 toda ma ndo finalmeme que Lota no era un a 11oyeu.1: Ella mi ra sin ver, sie ndo as í
s11 obra, e lla 110 sabe de dónde vie 11 c Lol , e in cluso si yo p11dicra a lisba r eslo "rea li zada" a través del circui to de la mirada. El texto de Lacan está ac ribilla-
c 11 la sig11i c11 1c frast• c¡t1 (' e lla 111c dice, la 1'111ica vc n1 aja que e l psicoa 11 a lis1a tie- do de cumplidos e indulgenc ias sin sen tido e n su adu lación.5
1ie dcrcclto ;1 cx lrae r ck su posició n, si ('si.a le fu('ra c 111011ces rcco 11 oc id a co-
1110 tell , es la de recordar co 11 Frc11d q11 c· e 11 s11 ob ra e l a r1isl<1sic111pn· lo prece- Roudinesco capta lo que parece lla llla tivo e n su adornado y e labo-
de , y q11(' no 1ic11c q11e hacerse el psicólogo d o nde e l artisla le abre e l ca 111ino. rado Lex to: la a utoco nscie nte p rese ntación retórica de Lacan d e un
Eslo es prcc isa n1e llle lo qu e reco nozco q11c s11ccde e 11 e l c;1so del arreba- texto que es un regalo y un inLe nto de se ducir a la a utora.
to de Lol V. S1t·i11, donde oc urre q11c Marg11crit.c Duras sabe, sin 111í, lo q11c En un a ve na sim il ar, Lesli e Hill, un buen especialisLa e n la ob ra de
yo t: I I S('l-I 0. ·1 Dnras, ac 11sa a Lacan de disto rsio n es e imporlantes e rro res d e lenu-
ra, y e nfati za que la cegu e ra d e Jacque s Lacan se d e riva d e l h ec ho de
1lay ele h cc lto 1111 a i111prcs io 11a111 c co i11 c idc 11 c ia e 111rc los 1111 cvos 1.e- que se ide ntifi ca con o Lro Jacq11es e n la n ovela d e Duras, Jacques
111 as d e D11ras-Lol V S1e in y los pcrsom~jcs q11c la aco n1pa ii a n regre- I-lold, e l narrador.º Sin desear silllple m en te co ntrarres tar esLas apre-
sa rá n en otras 1wvclas y pelíc 11las, q11e c irc 11nd;111 todas el cs t11dio d e c iacio n es negativas , int e nt a ré h ace rl e justicia a l e nsayo de Lacan, un
1111 a pasi<Ín cxcesiva q11 c p11ede co 11d11c ir a la dcscspcTaci<Ín, la locu- texto q11 e no sólo cons idero cruc ia l para su es trategia liLe raria sino
ra o l;-111111cr1e-y1111 1ipo d e sc11sibilidad s11sc i1aclo p o r L1c111. Visto debido a que doc11menta muy a mplia m e nte cómo inte n ta Lacan
desde c l prcscnle parece crn110 si Dur;.1s hubi ese escrito d eq 11i va le n- aproxima rse a la difere 11 c ia y e l goce fe m e ninos. De hecho, parece
tc f'ra11c(~ s de lo q11c q¡11rn1 Barncs h abía co11scg11ido rc lratar con 1u1 co m o si e l principal d e fecto de es te "l lomenaje" res idiera e n su bre-
g usto 111:1s gútico e 11 Nightw1111d 11~·1 h11.1r¡11e de lfl 11 orhr' I: 1111 cst 11dio cas i ve dad: Lacan trata d e caplar de una vez LOdas las cu e stiones del nu-
"clín ico" de la p ervc rsi6 11 co1110 e fecto de la pas i611 cró1io1 co 111bi11a- do h o r ro m eo, d e la sublim ación artística, d e una "gramática d e l s i~j e­
d a co 11 e l abanelono. Sin in vocar el Zrúlp,11isl o g iro hist <Í rico c· n la c 11l- to" clcsc11bierla en g rafos d e deseo y d e fa nt asía, de la mirada com o
111 ra fra11ccsaj11slo a 11Lcs ele la exp losió n el e mayo del ü8, se p11cdi: ha-
opu esta a la visió n , y de la otreclad femenina, d e los vín c ulos e ntre la
blar de 11na conve rgc 11 c ia de tc 1nas so rprc11dc nt c n1 c 111 e auspicioso.
obra d e Ma rg u e rit e D 11ras y 1-frptmnerón - t ocio eslo e n oc h o págin as
La n11eva n ovela de D11ras mu y pron to lúe proch1111<ula como e l me-
que, además, ¡intentan ta mbié n res11mir un a complt:ja trama novelís-
j o r ejem pl o de lo q11c l lé lbw C ixrn 1s y o tros críticos ll a 111aría n "écri-
tica! Por otra parte, s11 i11t e nción es ta mbi é n polé mica: a un si h a bía ll a-
lw e /éll1i11i111!'. No obsta11te , 11na bi<ígrafa e historiadora co 111 0 l;:tisa-
mado a la novela 11n es t11dio "clínico" en su conve rsació 11 co n Duras,
beth Ro 11di11l·sco , por c:je 111plo, <1<lopt<1 1111a a(' tit11cl 11111 y ffÍlica al do-
é l expli ca q11 e se niega a "psicoanali za r" a los personaj es. Éste es un
n1nw111 a r la infau1ac i<Í 11 d e 11111 y co rt a vida por D11ras q11c· parece ha-
motivo qu e ya h e mos e n contrado, expresado a quí co11 particular
ber cxpcri111 e 11taclo L1n111a1necliados de los sescnla. P<1n1 clLt , d bre-
mordac idad:
ve e n sayo de Lacan es 11n e rror y 1111 desatino:

lln st0ct.o es té rmino de cie ncia, po r ser perfecta 111e nte calc1ilable, )' recor-
El artíc11l o 11 0 crn del me jo r gus to: L1c;u1 se crn 11C111 ú crn1lún1111lar1111a ca 11-
dar su eslat.ut o debe ría pon e r té rmino a a lgo qu e al fin y al cabo hay ciu e ll a-
ti cL 1d de li1g;.¡rt·s co 1111111 cs irrdlc:-:ivos. Prim('ro recordaba q11 e los a rtistas
mar po r su nomb re: la patan e ría, diga1nos la pedamería, de cie rt o psi-
li abía 11 precedido a Frn1d c 11 el dcsc uhrimi c 11to del i11 co 11 sc ic 11t c , y q11 e pa-
coamí lisis. Es1a face 1a de sus es parcimie ntos, por ser visible, espera ntos, pa ra
rc:jan1c111c D11ras hab íc1 preced ido a Laca11 c 11 el asu1110 de Lola . Luego c 11f~1-
los qu e se arrojan e n e lla, de be ría servir pa ra se11alarles que está n cayendo
ti za ba q11c la lig11ra l ll's desl' 1llp('lÍa 111i papel i111port <11 1tc c11 la hisloria , alir-

'' Élisabet.h Roudinescu, jrll'lflll'-' / ,111·11u & <:11., lraducció11 d e .Jdfrey Me hlman ,
1J anp1 es l .ac;111, "l lu 111 e 11;0c a Marg11nilc Duras, del r;iplo d e l .o l V. S1c i11 " (c 11 C hi cago, T he U ni ve rsit y ofChicago Prcss, 1990, p . 522.
adcl ;11llv abreviado cu1110 ///\//!, s<·g11ido del 111'1111crn ele p;ígi11;1) . 1racl11cc iú11 d c j11lic- "Les lic Hill, "Laca nwilh Du ras", Writ i ug11111l l 'svlwflt11Jf)'.Ús: 1\ Umr/111; 11/J. r:it., p. l üO.
la S11t.: rc y.Ju;1 11 l .11i s Dclrno11t , e n / 11/tTt11 111·it1111'.\' y f1Jx / os 2, Bue nos Aires. J'VL. u1 ;u11 i ~d . 1988
1
Lesli e l lill ha escrito un exce le nte librn sobre Margueri1 e Duras, M111 p;11n·il1' 011ms: !ljm-
(para la prcse11 1c c i1 ;1: pp . 65-üü). uil_v/1/ir· Or's in!s, Londres, Ro11tl e dge, 199:1.
174 IJL IR.\S l.A ARREll.\L\DOR.\, O El. DO N DEI. ,\ MO R DURAS LA A RREBATADO RA , O EL DON DEL AMOR 175

e n a lgo n ec io: a uibuir, por L:jc111plo , la léc ni ca co nli:s;1de 1111 ;1111or a a lguna ha ve nido co n su hij a a l casino , y e llos bailan j11ntos toda la noc he ,
n e uros is: pal <111Cría , y d e 111ostra rlo co1110 la adopc ió n ex plícit a ele los lll eca- o lvid ados d e los d e m ás. Ann e-Marie SLrette r, la esposa d e un vice-
11isrnos qu e co n stitu yen s u e dilicio inconsci e nt e : 11 ece d a rl ( llMVU, p. 6!)). cón sul , se va co n Michae l. Experim e ntan una breve pasión que du-
ra sólo un os pocos mese s, d ejando a Lol postrada y m edio loca. Ella
¿Qué es por lo 1a11Lo esta novel a q11e pa rece haber a traído La ntas dice que no expe rime nt ó dolor, que dc:jó d e a m ar a Michael e n e l ins-
rcsp11cstas di ve rg-entes y en111sias1as? Es diver1ido co11slal é1r q11e la pre- ta nte e n qu e é l miró a Anne-Marie Stre t.te r. Michae l Richardson y An-
scntaciún 11or1 ea n1crica11a d e la edición act ual acunnda disl o rsiones ne-Ma rie Stre tt e r no regresan nunca a la ci udad de South Tabla e n la
lllucl10 peores que Lis q11 e se le han reproch ado a Lacan. Eslo es lo que e l suceso tuvo lugar.
que dice la c ubierla: Lol se co nvie rte e n un a recl usa hasta que un día, todavía muy frá-
gi l, se e n c11e ntra con un LoLa l d csco11ocido con quien impulsiva me n-
"/J1 e Rr111 i.1 /1i11,1!;0/L ol V Str,i11es11na inquic1a111e prinicra n ovela ( 11 0 1;1 i>c 11<.:: En t.e se casa. Se m udau a o tra c iudad , tie ne n hij os, e lla vive 1111a vida e s-
1~Hi5, Duras ya h ;1bía publi ca d o 1n;)s de dicz n ove las)' o tras ta 111 ;1s o bras d e tri c ta y o rde nada, bajo la sospecha ele s11 esposo, un fa m oso vio liui s-
1ca tro a partir d e El4 ~. u1<11Hlo cu n ie n zó s11 ca rrera) d e la a111ora d c I'he Lu- ta , d e qu e n o está co lllple Lam e nte c urada. Diez aiios d es pués, Lol y
1wr 11:.:t 1w111ntel . Lol S1ein es un a jovc 11 h e rlll OSa , l"cli z111c111 c casada , in s talada su esposo regre san a South Tabla, y a ll í Lol se e nc ue nLra por prilll e-
c11 1111a vida confonablc ... y 1111 a 11oye111 : Dt· 1·eg reso co11 su m a rid o e hij os a la ra ve z co n Jacqu es Hold , que es e l a m a nt e de su antig u a co rnp ú'1era
ci1Hlad d o nd e, a 1·1os a nt es, s 11 11ovio la h ;li>Í<t aha 11dom1do p u r otra 11111jc r, ella de e sc ue la , "fa tia na Ka rl, casada ahora co n un mé dico. Ell a espía d e s-
se ve arrastrada i11 cxo rablc111 c 111 e a rec rea r esa n ·111ot a tr<i gn li ;i. Fila a rreg la de un calllpo d e 1rigo a los a mante s cu a ndo ti e ne n sus e nc11 e n1ros
11n a r it a p<ira su a 111ig<1 ' Ettiana )' cl ;i111;i11tc d e ·¡;.11i ;u1<1 (11ota lw1ll' : de h ec ho , a m orosos e n e l Hot e l d es Bois y se o bse siona con la be lle za d e Tati a-
c ll a ac li i;1 de c11tr;ir c 11 cscc11a). Lol dispo n e las cosa s para (·spi a d os. Y lt1 c go na, "desnuda bajo su ca be llo negro" . C ua ndo Jacques Hold co mi e n-
va 1111 p <1su 1mís lc jos ... 7 za a c nalllora rse de Lol, e ll a insiste e n que los dos a m a ntes co nti-
lllÍe n co n sus e n c ue ntros. Él obed ece, sabie ndo todo e l ti e mpo que
U no espera a lgún limil sé1ngric n10 , <tlgo lll;.Ís ce rca no <1 fl1irnsis q11 e e lla es t;.Í a llí obse rva ndo , d tja ndo a Ta1iana e n la osc urid ad y ofre-
a 1111 relato de ptTdida y d e 111 c lia con la lontrél. El lc1ll<1 en citcslión c ié nd o le su acto d e a m or a Lo!. Fi n a llll e n te, Lol rec u e rda m ás y
es precisan1 c n1e la idea de q1t c Lol es 1111a 1111y1' n1; 1111 p111110 qtw La- m ás d e su prime r a rre bato . Ell a y J acques va n j11mos al casin o para
ca n niega, n1ien1ras q11e Lcslic l lill v11elvc a recL11m1rlo pétra Lol , a reac tu a r la e sce na primordi a l, la d ec isiva noc h e d e l baile, y Lol
qui e n q 11ierc ver co lllo <teliva1ne111c co lllpro111 e 1ida e n alg·1111a !"orilla pu e d e ex pe rime nta r dolor y h abla r libreme nte sobre e l pasado. En
de pc 1Yc rsiún . el final, no obsta nte, e lla regresa a l sembradío para espiar a los dos
Lo q11c Li conlr;11apa 110 dice es q11 c no h<ty 11i11g11na reve lac ión a m a nl e s. La nove la Le rlllina co n un a nota d e iuco nclusi ón: "Lol h a-
progres iva del pasa do , c01110 sería el caso c11 1111a l"i cció 11 co nve n- bía ll egad o allí a ntes que nosotros. Estaba dormida e n e l campo de
cional. tri go, ex ha ust a, e xhausta po r nues1ro vi<tj e."8
La 11m·cla se abre con b p r illlcra esce 11a del ";1rre ha to" y c011sis1e Laca n esc ribe que le oyó d eci r a la propia Margue rite Duras (co-
e n 1111 a c;1 n1idad d e rccsc ri111ras s11ces ivas del abandono prilllordial. nw yo ta lllbié n se lo oí d ecir) que -pa ra e lla- Lol Ste in se vue lve
El cscí 11d;do inici a l se lit-vela d<·sde el comienzo: c11 t111 baile ofreci- in c11rable n1 e 11te loca e n el fin a l: nin gú n fin a l fe liz para e lla e ntonces,
do parn s11 c01 npro111iso, Lola , q11 c apenas 1ic11c di ec isie lc <1l1os, ve a ¡nada d e rcact11ac ió n o re pe 1ició 11 ca 1á nica que la ayude a sa lir d e l
s11 no\'i o, l'vlicli;wl Ricl rn nlso n , i11c xplicable11w111c a1rníclo por A11n e- traum a ! Así es como, co n cien.a prude n cia, lo expon e Lacan :
l'vlaric S1ret1cr. 1::1 cae héúo el hec hi1.o ele esa 111ujcr ele n1;1s e dad , q11 e
~ Marg ueriLc Duras, ·¡¡," 1!1mislú11g11/ l .11l V. .'ill'i11. 11¡1. ril. , p. 181 (en acklanl c c itado
e n e l [('X LO CO lll O Rl.S. seguido d e l 111'111wro d e p;1gina) rori g inal fran cés: / ,r m.11issmw11l
7 L~1 1rad 1u:c iú 11 11ortc ; 11ncri cu 1 ~ t por Ri chard S('; \ VtT se p11hli cú <'ll JD(jfr Th 1• f\tr11is- "" / .11/ V S!1•i11, París, Gallirn a rd , 1964. E n cas Lellano: Hl 11ndJ1tl11 "" / ,11[ V. Stá11, Ba rce lo-
lú11p; rf J,o/ \ ~ .\11~i 11 , N u c \ ·~ • York , Pa111 l1 co n , 1~ }()6 , te x to d (_' <..:0 111 r~ 11 ; 1pa . na , Tusquns, I 987 ].
176 lll IR.\S l..\ AJlRFBX l.\DOR. \ , O Ll. DON DEI. .\MOi< DURAS LA A RREBA1ADORA., O EL DO N DEL AMOR

Ypo rq11e l' i '·)'<> 1.Jl'I pienso" d e J an 111 es l Io ld llega a obs('sion a rl a co n u11 cuicla- No o bsLa nLe, los dos m ovimie nLos se a nud a n en una cifra qu e se 1eV(' l:i 1·11
clo d c n1 ;1siad o ce rcano , a l li mil ele la nove la, por el ca rnin o po r dond e é l la ese nomb re sabiamente co nform ado por lo s co ntornos de la escritura: Lo l Y.
aco111¡x u-1a <' 11 1111 pe r<:'grinaj e al h1 g;1r cid aco nt ecimie nt o, Lol se 1·11clve loca. Ste i11.
De esto, e n efecto, h ay se 1i a k s e n el e pisodio, pe ro qui <:' rO dar re d e q11l' Lol V. SLc in: a las d e pape l, V, tij e ras, Ste in , la pie dra , e n este jue go d e la
m e vie 11l' de Marguerite Duras. mo1cra9 te pi e rd es.
l'o n¡u e la 1ílti111a fras e d e la n ovci <t, q11 e h ace re to rn a r a Lol a l sc 111bradío Uno co ntesta: O , boca abi e rta, ¿qu é qui e ro dando tres saltos so bre e l
de ce 11t c 110, me parece constit11ir un li11a l rnc11os d ec isivo q11 c esta nbser- agu a, fu e ra d e l jue go d e l amor, d ó nd e rn e za mbullo?
vaci(nl. E11 clLt se <1divi11a la advertenci a co ntra Ju paLéticu dl' L1 crn11pren- Este a rte sugi e re qu e la rapLora es Ma rgu e rit:e Duras y nosotros los raptados.
sión . Se r crn11prc11dida 110 le co11vi e 11 c a Lol , <1 q11i e 11 n o se sa lva del rapt.o Pe ro si , apre Lando e l paso tras los pasos ele Lo l, q ue resue nan a lo la rgo de s1 1
(IIMD , pp. W-701). novela, los o írn os d e trás nuestro sin ha lle m os e nco ntrado con nadie, ¿se r<i qu e
s11 cria tura se d esplaza en to nces po r un espac io d esdoblado? ¿O se rá qu e un o
Laca11 , a l parece r, es 1n ás ca 11to aquí que la a 11tora de la 11ovcla al d e nosotros pasó a través d e l oLro, y qui é n , e lla o n osotros, se d ejó a travesa r?
cia r s11 diagn ós ti co . Es porque est á co 11sc ic 11t c de que Lt i11tcrpre La- Por lo que se ve h ay que anudar d e o tra ma ne ra la c ifra: pa ra as irla h ay
ció 11 c 11 sí se probklll a ti za e n la novela, pu esto quc)acqucs l lold sa- q11 e co nta rse d e a tres (HMD, pp. 63-64).
be q11c c ualquier intento de ll egar 111;is ce rca de ella sólo "pervertirá"
la verdad: Laca n LOrna su punto d e partida d e 1111 e lemento importante que
h a d esapa rec ido -por ningun a razó n clara- d e la ve rsión inglesa:
Ahora hien , s61u yo entre l'Slos p c rvc rtidrn rs d e J;1 vt:nlad sé ('Sto: q11c 110 sé la d ec isión d e Lola de ll amarse simpl e m e nte "Lol V. Stein" y no "Lo-
n ada. l;'.se 1"11 e 111i d csn 1hrirnic1 11 0 ini cial sol>re e lla: 110 saber n ada so hre Lol la Val é ri e St.e i11" d espués d e qu e su novi o la abando na in espe rada-
St c in na ya crn101-c ila (Hl .S, p. 7~). me nte . La a mputació n de su no mbre encarn a su "robo ", sus alas cer-
ce n adas, y la h a llevado a su d e presi ó n catatónica. La escansió n d e
El "lw111c11a je" de L ·tGlll se dirige c 11tu11ces tanto a M;1rg 11e rit t' Du- sus Lrcs nombres acarrea un peso e mbl e má tico, puesto que cada un o
ras como a s11 11ov(' b l é'l a1nlmtu dr' / ,o/ V Str!i J1., grncias a 1111 ;1 c uriosa d e los suj e tos e n esta n ove la está n o solame nte redoblado por el do-
sintaxis: S ii tít11lo original es "I lollltllagc fait a Ma1·g11crite D11ras clu lor d e la pé rdida o el a mo r (m ás tarde Laca n h ace un juego d e pala-
Ravis.1Fu11' 11I di' f,ol V 5;1ei11", lit cra l111 c 11t e "l lo 111 c 11ajc liccli o a Margue- bras co n la a ntigua e xpresión fran cesa ''.fe me deux" lo que significa
ritc D11ras dt ! 1 it ;íli cas l J\rf1'1Jlllo rle J,ol V Sfri11" , lo q11 c d e i11111ediaLo "Estoy <:- 11 pe na [o e n dolor, e n due lo .!" pe ro qu e evoca algo así como
s11gic rc 1111a i11ve rsiú11 d e algún robo o rapLo 1 ;1rreba to o arrcbata- "Soy dos para mí mismo") , sino tambié n mediado por el rodeo d e
111ic11to: nt11i.1/úngJ, pues to qu e Laca11 parece estar clcvulvi é 11dole a un a te rce ra pe rsona. Lee r la novela se co nvierte de h ech o e n un
Duras s11 110vcla c11 1111 ges to d e lio111c 11aj e a111oruso. Sin dilariún, el "contarse tres", que es indisoc iable de la re ite rada pre gunta: ¿quié n
e nsayo e nfoca t:l prohk111 a pla11t t'ado por la i11terprc taciú11 d e l títu- es arre baLado? ¿A quién le llega ese arrebato?
lo. Así es como e 111picza, tk:jando oír la voz y la posició n s 11l ~ jct ¡,.a d e Como él co ntinúa diciendo , e l re la to de la novela co nsiste 110 ta11-
Laca11 en su sintaxis a 111e11udo to rt11osa: Lo e n la ide a de una repe tición d el acontecimie nto traum á tico co mo
e n e l hacer un nudo con todos sus e le m e ntos .
/)r:/ rajJl u: es ta palalna se nos vuelve (' ni g n1 <1 tic a. Q11e 1.ol Y. St('in la d c te r-
rnin(': ¿la k1cc s11bjcti1·;1 11 objetiva ?
Se pe nsará, se gún a lgún c lich é, qu e Lol re pite e l aco ntecimie nLo . Pero h ay
Rapt;·1d;1. Se evoca el alma y obra la belleza. De este se ntido <ti <ilc;111 c(' d e
q11 e e xaminar las cosas en d e ta lle. [ ... ] Lo qu e a llí se re hace no es el aco n t:e-
la 111a11u llOS lihL·ll"l'lnos COlll O S(' p11cd a CO ll el sí1nbolo.
Rapt o r;1 <·s ta1nbi é n la i111;1gc11 qu e n os i1npo ndrá ('S<t lig ur;1 d e l;1 h e rid a,
la ex ili ada de las cosas, a qui e n n o se ;1trcvc 1111 0 a tocar, por lo q11< · h an· d e !> L1c;111 juega co n la hom ofo nía e 111re _¡,,,, d1' la 111.ounP (juego d e la morra) y jm ¡/,,

11n o s11 presa. /'11111.our (juego d el a mo r )" . [T.].


178 lll IR.\S L\ ,\RREHA IAllOR.\, U ll. llO N lll-.1. AMOR DURAS t . \ ARREUATADORA , O EL DON Dll. AMOR 179

ci1nie 1110, si110 un 11udo. Lo q11c cs1e 11udo e 11cie rra es propi ;u11 c1 1l c lo qu(' sencia, h ay 1111 cambio ele la tercera a la primera persona ('Tomadas
rapla , pcrn de 11uevo ~ a quié 11 ? (!IMLJ, p. 64). del brazo, asc ie nde n los p e ldaiios de la terraza. Tatiana le presenta a
Lol a s11 marido , Pe t.e r Beugner, y a J acq 11es Hold , un amigo de am-
"Co nt ar hasta tres " nos ll eva de hecho a ver 11-cs tri á ng1ilos e n la bos -se h a c ubie rto la distan c ia-: yo", RLS, p . 65), lo cual no es e n
11ovc la, en 11n an;ilisis q11 c no cst<i lejos del de "La carta rubada" de morlo a lguno definitivo. Hay un a cantidad de esce nas e n las cuales la
Poc. El prilllcr tri á ng1ilo coloca a Lol e n 1111 á ng11lo co1110 la obser- narración vacila entre los dos:
vadora fascinada q11c todavía no p11cdc sentir la e1wnnidad d e su
p é rdida ci1anclo Michacl Rich<1rdson y A1111c-Maric Strettcr inter- t~ I le dice a Lol Stei11: 'Ta Liana se quita la rnpa, yJ acq ues 1-Jold la mira, obse r-
calllbian 11na mirada d e arrebato. Se arrebatan uno a l otro hasta e l Ya co n int e rés a esa muj e r qu e no es la muje r a la que é l a ma ... " [ .. .'I
punto de que se olvidau del resto del 11111ndo, co lllo en 1111 trance Pe ro · 1 ~1tia11a está habla ndo:
lllÍstico o e rótico . Es este tra11 cc e l que transfigura la 111irada de "Pe ro TaLia11a está diciendo algo" , murn111ra Lol SLei11.
Lol y la convierte c11 1111 s1ijcto "invident e". Prec isa11H'lltl' porqu e Para hace rl a fe liz, yo inve n1 a ría a Dios si tuviera que hacerlo.
ella ya no es vista por s11 a 1n a nte , no p11eck ve r cm111do 111irn la es- "Ella dice 1u nombre."
ce n a. Yo 11 0 inve nt é eso (JU,S, p. 123).
El seg1111do tri á ng11lo pare ce repetir el pri1nero pero en rcaliclad
rolllpe s11tiln1cntc el paraldis1110. Coloca <1 Lol observando e11 el n un- Así, al co ntrario de lo que Lcs li e J Iill sugiere, IO Laca 11 1111nca re-
po mientras.J;tcqucs y 'fati;111a h ace n el amor c11 la habi1;1ciú11. Pero d11cc la ambigüedad de la n a rració n, sino qu e incluso sefotla sus
e n prilllcr lugar, ella 110 puede ver n;-1da del acto amoroso real desde duplicaciones. Él e mpi eza por adve rlir e l papel privilegi ado de e s-
s11 posi c ión, sólo ve a los a1m1n1es elllcrgcr a i11tcrvalos n1a11clo se te persorn~jc:
ace rca n a la ventana. Y cntonn·s, sólo Jacq11es sabe q11e elb está ahí.
Es de hec ho la prese ncia d e Lol e 11 el ca1npo lo q11c le h ace pospon e r Lo me 11os que pu ed e decirse es que la historia aquí po ne a algui e n e 11 el o tm
1111a n1pt11ra con 11na alllante por la que siente cada vez 111 c 11 os atrac- platillo de la balanza, y no sólo porqu e Marg11eri1.e Duras lo co11vie rta e11 la
ción. l .as a1Msirn1adas palabras d (' amor q11e él s11s11rra l'II s11 oído es- voz del re lalo: el o tro int egra nt e de la pareja. Su no rnhre, J acq11 es ll old .
tá n e11 rl·a lidad destinadas a Lol. Podcuios decir que en a1nbos tri á n-
Porq11e ta mpoco é l es lo que parece se r n1ando digo: la voz del relat o. Es,
g11los, hay 11 na esq 11i na dcli n ida por u 11 goce excesivo q 11c co11densa
m<Ís bie11 , y 11111 cho más, su angustia. Y aq uí vuelve ele nu evo la ambigüedad:
dolor y dl'S('O al lllislllO tien1po que Sl' abre a 11n espacio q11c está m ás
¿es su a11g11st ia o la del re lato? ( HN/l), pp. 64-65).
allá. Lol ()( :11pa este lugar c11 el pri1ncr triá11g11lo, 111il·111r;1s que Jac-
q11as l lold lo oc11pa e n e l scg11nclo. De hecho es 'fatia11a , q11i e 11 110 sa-
Luego Laca11 supone que es ta "angustia " es o tro truco rea lizado
be lo que rca lnwntc pasa , la q11c ha remplazado a Lol, y (·sa l'S la ra-
por Duras p ara m a nte nern os tanlo fu era como dentro d e l relato. De
zó n por la que l'Sl <Í cada vez 1n<Ís dcses pcr;u la rncntc e11a1noracLi d e
J acq11cs 1-Io lcl , Laca n esc ribe ade m ás:
.J acq11es. E11treta1110, Lol debe ercer c11 la fin:iú11 de q11 cJ1cq11C's l lold
1ic11e e n 'fatiana a 1111a a111antc 111aravillosa.
En todo caso 11 0 es simpleme11Le el que n111esLra la maquinaria, si110 más bien
La aparente s11pcrposició11 d e dos tri á ngulos que , en 1111a co11si-
una de s11s piezas, que 110 sabe tocio de cuanLo lo siueta a ella.
d erac iú11 más cs1red1a, 110 se repit e n tien e al go que ver co 11 11n;1 in-
EsLo da pie a qu e prese11Le a Marg11 e ri1.c Duras, y te ngo por cie rt o s11 co11-
certid111nbrc narratol úgica . ReLitiva1ncut.e pronto en la novela, dcs-
senlimielllo, e n un te rce r Lernario, 1111 0 de cuyos té rmin os es el rapLo de Lol
c 11hrimos a 11u personaj e 1nasnilino visto a lravés d e los ojos de Lol.
V. SLe in, to mado co rno obj eto e n su 1111d o mismo , y donde yo hago de le r-
L11 ego rcsiilta no súlo scrJacqu e s l Iold , el a111aute de Tatiana , sino
cern al i11Lrnducir un raplo, decididamente subjelivo esla vez (/-/MD, p. 65).
el narrador de to<Li la novela. Mediante a lgún giro de la pla11sibili-
d ;1d narratolúgica , 11110 ti e ne que as11111ir q11 e é-11nc11cio11c s11 prese 11-
ci;1 C'll el rel a to sin decir q11il'11 cs. C uando finalnw11tc adn1itc s11 pre- 1o Leslie 1-Jill, "L'lcan with Duras'', 11/1. 1·it., p. 156.
180 Ul !RA::i L -\ ARREllXL\IJOR.\ , O U . lJO N l H:I. .\MOR DURAS LA ARREBATADORA, O EL DON DEL AMOR 181

Los c r íti cos literarios tienden a evitar esta clase de in1c1vcnci<Ín di- El ·mpto ... es necesaria para establece r una nueva gramática ele la fan-
recta del autor en s11 relato. Lacan no vaci la ('n lee r a la propia Duras tasía e n la que el s1~jeto está atrapado. Esto no puede red11cirse sim-
e n las repe tidas nwnciones d e "Yo veo" que puntúan el re lato: plemente a lo que Re n é Girard ha llam ado el "deseo triangular" e n
el que una tercera p e rson a siempre m ed ia e n la e lección de objeto.
''Yo veo esto .. . " (HLS, p. 4!i). Lo qu e estos tres triángulos ayudan a Lacan a "calcular" es e l modo
''Es to lo i11ve11to , lo veo: ... " (U/,S, p . 4G). e n que c11alquier sujeto tiene que e ncarar su determinación por e l lu-
" l11vc11to: ... " (W,S, p. 1Jti). gar del gran Otro. Lo que le ocurre a Lol -que es la razón por la qu e
D11ras puede asegurar con tanta precisión que e lla se vue lve loca al fi-
Oc hecho , .Jacq11cs l lold podría ser Li cxplic1ció11 de todos es tos nal- es qu e ha sido tragada por este Otro, llámeselo amor, deseo o
casos, pues al final con1prenclt·n1os q11 c é l, lejos del an1or por Lol, es- goce. Ese vacío e n e l que e lla cae e n e l final está circundado por un a
t;'í rcco11str11yenclo toda la historia clt' ella. Pero 1111a ca 11ticlacl el(' per- cana, la carta d e amor que la nove la describe poco a poco. O para c i-
so najes le scíia la n a Jacqucs los límites d(' s u propia r('co11stn1cción, tar la lírica evocac ión que D11ras hace d e esa carta:
como por cjc111plo lo hace 'fat iana, rwu1do tra ta de ro1npre11cler lo
q11c Lo l lt <1 q11crido deci1· c11a11do Ita dicho qu e "s u ((: li ci(Lid" estaba l ... J Lo qu e e lla cree es qu e debe e ntrar a llí (en lo d esco n ocid o) , q 11 e eso
cerca ck el la (q uería decir, clesclc 111cgo, c¡nc .Jacq11es l lold 110 es taba era lo q11e te nía q11 e h ace r, q11 e sie mpre había s ig nifi cado, para su m e nLc así
lejos). 'fa1iana, c11ojad;1 por 110 saber a lgo, exclama: como para su cuerpo, tant o e l mayor do lo r como la mayor a leg ría , m ezcla-
dos h asta to rn a rse indiscernibl es, 11na e ntidad 1'111ica pero innombrable a fa l-
"¡Pero q11 ( ha y cu11 esta l(: li rid<id, di111(· algo sob re esta l'clicid<1d , por Livor, ra de 11na pal<ibra. Me gust.a c ree r - puesto q11 e la amo- que si Lol es silen-
a11 11q1H' sea u11a pa labra o dos so bre ella! " ciosa e n s11 vicia co tidian a es porq11c, por 11n segu ndo esc indi do, e lla c reyó
Yo digo: qu e esa palab ra podría ex istir. Puesto que no ex ist e, e ll a pe rman ece e n sile n-
"Lo l Stc i11 probahk1 nc 11l c la te11ía de11tro de e ll a c u;111du b <"11C ·o1 11 n '1. " c io. l lab ría sido un a palabra ausenc ia , un a pal abra agiuero, c u yo ce ntro se
Co11 c l 1nis1no 1no ,·i1n ie11to lc11to de ;111 tcs, Tatiana se vuelve otra \ 'l'Z hacia h ab rí<1 abierto e 11 un agujero, la c lase de agiuero e n e l qu e t.odas las otras pa-
111 í. Yo palidezco. La corti11a ~1c<1ba de alzarse sobre e l dolor que ' fa ti a11a c·st<Í labras habría n s ido sepultadas. J ... 1 Media nt.c su a 11senc ia , es ta palab ra a rrui-
s111'ri c11do. ,\1111q1w cxtraiia111v11tc, s11s sospec h <1s 11 0 S(' clirig,·11 i1111 1ediata- na tod as las 01.ras , las cont.a111 in a, es e l perro 111ue rt.o sobre la p laya e n e l a lto
llll'lltc a Lol. 111cdi od ía, csLe aguj ero de ca rn e (HLS, p . 38).
"¿(\í1n o s<1hcs esas cosas sol)re l .o l?"
E ll ;1 q11i('re decir: ¿c61no s<il>cs l'sas cosas cmrndo 1111 a 1nuj('r 11l! las s; d¡e? La pa labra agujero sería la concle11sación lingüística d e la catás-
(H/.\ pp. J '.{~)- J tJO). trofe que ella expe rim e nta e n nn segundo durante e l baile: 1111
aba11clono absolu to que quie bra c ualqui e r certeza imaginaria que
Por lo 1a1110 parece 1111 ta nto i11 si1KlTO reprocharle a L10111 d hacer- haya podido a le ntar hasta e nton ces, o, para citar a Blan c hot, una
se eco ele esta prcg1t11ta, l)llcs to q11c s11 propia posiciú11 cst;í csboLada "esc rit11ra de l d esas u·e" . Esta palabra, e nton ces, es imposible ele pro-
a llí; en el tcrccr triá 11 g11 lo , i"l l'S d fascinado "voy('11r" s11hje ti\·a11H'lltt' m111 c iar, d e escribir o de leer e n ninguna le ngua, pues e lla oscurece
arrcb;11aclo por Marg11critc D11ras, candidata a la i11sta11cia "o l ~j c ti va" una visión congelada.
media111c la c11al se construye el tercer t1 -i<í11g11lo, la novela 111is111a. C11al-
q11icr;1 que haya conocido a Marg11c rit c D11ras , o visto pclín1l<is como Lo qu e le h a bría gusLado a Lol sería tener e l baile confinado, h acer de é l es-
/ ,e rnmio11, recordará su ascvcrnciú11 carente ele toda d11<LI: "Yo vco ... " y te barco de l11 z e n e l c11a l, cada tard e, e ll a se e 111ba rca, pero q11e pe rm a 11 ece
luego sigu e 1111a ltistori a co111plcta, rouw c11a11clo se le pidC' a Gi"ra rd ahí, e n ese p1 1e rto i111posible, anc lado pa ra s ie mpre y aun así lis to para sa lir
Dcpardic11 q11c vis1ia lice 11n ca111 ió n az11l q11c i11m c<l ia1;1111e11te después navcga11do con sus tres pas<ucros desde t.o clo es Le futuro e n e l qu e Lo l Ste in
se ma1crializ<1 desde la nada. ti e n e a h orn su lugar. Hay veces e n que ti e n e, e n los ojos d e Lol, e l mismo im-
La post11lació 11 de 11n terce r CÍJ'C11lo q11 c vincula a Laca11 , Duras y pulso q11c e l primer día , la misma fuerza fabu losa.
182 lll IRAS L\ ARRU.I XLrnUR.\ , O EL IJON IJEI. .\MOR DURAS LA ARREBATADORA, O EL DON DEL AMOR 183

Pero l.ol tuda,·ía 110 es Dios, 11i midic (HLS, '.~9). Co mpru é be nl o, por tod as partes e n la nove la está esa mirada. Y la muj e r de l
acontecimie nto es muy fáci l de reco nocer porque Margu e rite Duras la pinta
Y d e hec ho el la se con vierte e n "Dios", pero sólo al lit1al , si aclrni- COlllO no-mi ra d a.
tilllos qu e ése es el lllomento e n que se h a vue lto co111ple 1a 111cnte E nseño qu e la visió n se escinde e ntre la image n y la mira d a, y e l p rime r
psicótica. mod e lo de la lllirada es la man c ha ele dond e se d e riva e l radar qu e ofrece a
Ahora podemos en te nd er por qm' Lol, des1rnés ele la ·'cscc11a pri- la extens ión la paropia de l ojo.
111ordial " d e l ba il e, ha e nfocado toci a su a tención en 1111 solo anhe- Mirada es a lgo q ue se desp liega a p ince ladas sobre e l li e n zo, para hacer-
lo: e l deseo de ver a J\ 1111e-Marie Strcuer desvestida por su novio, Mi- los d e pone r la vuestra a nt.e la o bra de l pintor.
ch ac l Richardso11. Es to ddine la gra 111á tica el e s11 fi111tasía tal co mo Se dice qu e a lgo los ata1ie cuando a lgo re qui e re vuestra ate nc ión. Pero e l
Lacan la glosa: as un to es más bi e n obtener la ate nc ión de lo que los at.a 1 e, d e lo que los
mi ra. [Homofo n ía e ntre {:a vous regarde (algo les ata11e o les co nci e rn e y ·reganl
Pe ro ¿q11<:· es ¡mes esta v;1cuid;1d ? Cub ra e11 to 11 ccs un se 11ticlo: f11i stc, sí, por (m irada ) . ! (11MD, 67-68).
un a nocll(' y hasta e l a111a 11 eccr e 11 q11c a lgo c 11 cst: lu g;1r cedi ó: e l ce1 11ro de
las mira d as. Desde es te punto d e vista , Lacau regresa al e pisodio central en la
¿Qu(' t·sro 11<ic esta locución ? El n :11t rn no es igua l c 11 tud;1s las supnli c ies. segunda part.e d e la nove la, las escenas voye nrísucas que vinculan a
Lln ico t' ll una 111eseta , c1 1 todas partes c11 una csk r<1, c1 1 1111 a s1 q >C rl icic 1mís Lol,Jacques y Tatiana. Hace m1 exte nso come ntario sobre la ansiedad
co 111plcja p1iedc llegar <J fo rn1 a r 1111 111Hlo bic11 raro. FI 1111 cs tro. d e .Jacques, la decepción de Ta liana, ambos dominados por "la ley de
Pues 11'1 s ie 11t cs qu e se tra ta d e u11 ;1 c 11 vo ltura por 11 0 te11er >"ª 11i ad (' 11tro Lol", esLo es, que deberían seguir complacié ndola. ¿Se p uede d ecir
11i a fu era , y que l' il la cost 11 ra de s11 ce ntro se vuel ve n todas las 111ir<1<L1s l'll la qu <" Lo! es una "mirona"? Lacan c ree que no es e l caso: su mirada a u-
tu ya, que es la tu ya l;1 qu e las sa tura , y q11c para sie1 11pre, l.ol rccla111arás de sente está más cerca d e la fun ción d e una mirada qu e no ve que d e un
todos los lJIH' pas;u i. Sig;u1 el paso d e Lol que atra 1>a <'1 1a11do 1rns;1 de 1111 0 a qjo que anhela capturar una visión. La fascinación que emana de tocia
o tro este t<ilis1mí 11 del q11c c-1cl ;1 <'11al se d esca rga co 11 p ris<1 co 11 10 ele 1111 peli- la novela gira alrededor d e la división entre e l o jo y la mirada, el amor
gro : la 111irada. y el d eseo, la image n y la mancha.
'foda 111irada sná la t11 ya , J.ol , co1110 Jacq11 cs l lo ld lascim1do Sl' di reí l- 1 111is-
1n o disp1U'sto ;1 a 111a r a "tod a Lol ". ll ay 1111 <1 g ra1 mítica del s10c to c 11 la que se Sobre todo, no se equivoqu e n acerca d e l lu ga r aq uí d e la mirada. No es Lol
p11 e d c acogn este rasgo ge ni a l (l/J\!J/), p. G7). qui e n mira , a unq11 e 1m1s no fu ese po r e l solo hec ho d e qu e no ve nada. E lla
no es e l voyeu.r; el miró n. Lo q11 e suceda la rea li za .
Co1 no lo hace Frc11d c 11 s11 a mí lisi s de 1111 libre to E111tasn1áLico e n El lu gar d e la mirada se d e mu est ra c ua ndo Lol la hace surg ir e n e l estado
"Pega n a 1111 ni1-10", aquí Laca11 c011cct.a la g ra1mítica de 11n s11jeto qu e de o l~j e to puro, co n las pala bras qu e hacen fa lta, pa ra.Jacq ues 1-lold, todavía
p11ede co nvert irse rápicbllH'tltc e n 1111 o l ~ j e t o, de 1111 verbo <lct ivo qu e i11oce nte.
se vuelve pasivo ("soy go lpeado " se convie rt e en "estoy go lpean do") "Des nuda, d es nuda baj o sus ca be llos neg ros", estas palabras e n lab ios d e
co n s11 teo ría ele la 111irada co lllo opucsl<l al o jo, 1111<1 teoría qu e ya ha Lo l e 11 gend ra 11 e l paso de la be lleza d e 'fati a na a la func ión d e la ma nc ha i11-
desarrollado c 11 el Sc 111i11 ario 11 (Los r1w lm ro11rejJlos/i1.11dm11n1talr's del tolcrable que pe rten ece a ese objeto .
jJsicort11(í/isis) , c01 110 ya lie mos visto. Sc r;Í 11 crcsa ri o 11n breve rod eo Esta fun c ió n es inco mpatible co n el rnant e nimie nt.o de la image n narc isis-
por la teoría de la 111irada ; la hisLoria por la cua l Lacan 11 0 fue "visto" ta e n la qu e los amantes tratan de co nte ne r su e namora mien to, y Jacques
a 1111q11c sí "111irado" ( 11 "o bservad o") es un a b11e11a aua logía c011 la mi- Hu id d e in mediato sie nte su efec to.
rada vacía de Lo!. La huell a o 111;rn d1 a a 11 a111ó rli ca que St' h a rc\'Cla- Desd e e ntonces es legib le qu e, ded icados a rea li zar e l fantasma d e Lol, se-
d o corn o 1111a 1m'ísca ra de b 11111erte o 1111a ca lavera ob lic mi e u la pin- d11 cada vez menos uno y o tro (1-JMD, p. li9).
tura Los e111bajruloies proporciona otra a na logía. l~sta es 1111a ve rsió n
co nde nsada de su teoría que Lacan ofrece: Cua ndo Lacan dice que Lo! "eleva la mirada al estat.uto d e un pu-
184 IJI IR.\S L\ ARRCB.ITADORA , O F.I. DO N IJLI.. ,\ MOll IJl !Rr\S LA AR REBATADORA, O EL DON Dlól. AMOR 185

ro o bj eto paraJan111es l Iold ", da a e nt en d e r qu e lo que Lol n1111pl1• ra, la d e un deseo que tuviese que ser postulado como imposible. La
110 es ta nt o la realización el e 11ua fantasía perversa que re petiría s11 vacuola estaría co nte nid a e n la "palabra" que e lla espera e ncontrar,
fij ac ión co n otro c uerpo cl cs n 11clo aca ri ciado por ot ro a rn a n 1.e co lllo una palabra que sei1ala que la catástrofe siempre h a ocurrido ya, pe-
la subli111ación 111is111a de esa fantasía. Sig 11i e ndo las fúrn1 ul as d e La- ro que ha sido traducida a una visión d e nada, en la pura memoria
can en e l Seminario 7, se podría decir qnc e ll a eleva la 111iracla a la de m1a mirada en blanco, d e una fasc in ada expectación d e lo que
dignidad ele la Cosa, una expresió n que, e n s11 f'rancc~ s original, tendrá que permanecer fuera de los límites, fu e ra del marco.
n1111 c;1 cs t;1 kjos de sugerir el rec hazo, la execrac ió n , la dcvastació11 En el Semi n ario sobre la é tica d e l psicoanálisis, Lacan conecta es-
("Y la fúrlll 11la lll ás general que les doy ele la s11bli1naci<'in es la si- ta estru ctu ra de l deseo con lo que críticos como De11is ele Rouge-
g uient e -ella eleva 11n objeto-y aq uí no re husa ré las rcso na 11 cias ck mont a na li zaron como e l mito d e Tristá n , o lo que L11cie11 Fe bvre in-
rctn1é·n1no que puede ha ber e11 el uso del té rlllino q11e introdu ci ré a terpretó como un mom e nto de pérdida e n la fe religiosa que tie ne
la dignidad d e la Cosa" (S7, p. l'.18). De hec ho , L1crn parece es ta r re- que ser re mplazada por el misticismo e rótico. Así, en una serie verti-
visit a11do el Sc111inario sob re la (tica c ua ndo escribe s11 ho111cn"!je a ginosa de conexio n es, Lacan va d el proble ma d e l desc re imie nto e n
Duras. Co11 10 c11 ese Se mina rio , scliala el nioclo en q1w el horror es- el siglo XVI y la cuestió n de la sublimación a otro lib ro escrito por e l
condido e 11 la Cosa proporciona 11na 111<11HTa de evitar 1;1 na tural eza mismo hi storiador, Alrededor del 1-leptmne·rón:
básica del cuerpo mien tras q11c 1na11ticnc vivo el deseo. M;ís tard e, La-
ca n diría q11e esta es trn ct11ra ap unt a a contravenir e l principio d e qu e Se trata ele Margarila de Nava l'l'a. 1... .1 l.Y] 11 0 es simple mente u11 auto r libe r-
"no hay rch1ció11 sexual". Ésta c·s toda la estructura ele lo q11c se ll a ma- tin o, sino que escribió a lglÍn Lratado místi co, cosa qu e no está d e sLin ada a
ba "a mor cortés" e n la Edad Media, uua es tru c tura en la que una cla- provoca r e l asombro d e l hist o ri ador.
m a se exhibía co rno uu objeto a fin de tentar a 1111 a111ante , a unque· El histo ri ador ime nta mosLra rn os e n el co111 ex 10 p:>icológico d e l a 11Lo r,
e lla e stu viera cas<1da , lllicntras que el allla nte b ekvaba "a la di g ni- qw; p 11 ede n sign ificar esas reco pilacion es de cue ntos qu e llevan e l Lílulo de
d ad de la Cosa" ya sea rindif11dolc "home n aje" a travc'"s ele ;tit as haza- /-f eplw11e16n
1-1as, co r<üc o va lor o , e n oc1si01H·s -n1a ndo el an1an tc era llll trova- 1. ... 1
dor-, ;1 tra v(·s de ca 11tos de alaba11z.a. U no nrn ii t· nza a co 1npre11cle r L11c icn Febvrc nos ense1ia a lee r e l flefJlau1.e16u y, a d ec ir ve rd ad, si supi é-
ahora los elaborados floreos rctúricos que Lacu1 k "ofrece " a Mar- ramos lee r, n o lo necesita ríamos.
gu eri te D11r;1s: é l la rei11scrilw -y s1, rcinscribc a sí mis1110- en la an- En lo re fe ren Le a l d esc reimi e nt o, hay a ll í, desde nu es tra perspectiva , un a
ti g ua tradi ciú n d el alllor co rt {:s 111arcaclo por el ap;1sirn1 ado a11nq11e posición del d isc urso qu e se co ncibe muy prec isa me nte e n relación co n la
cas to lto111 e11ajc . Cusa , la Cosa es a llí rec h azada en e l se nt.ido propio ele la Venoerjúng (S7, pp.
Así es co lllo Lacan evoca es te curioso tipo ele s11bli111aciún: 1li 1 y 162).

El objeto, sc1'1a lada 111c 111 e aq1 1í el ob jciu l'clllenino, se i111roducc por la lllU Y Así que difícilmente sea un a sorpresa ve r a Laca11 abala11zánclose
singu la r p11nta d e la privación , d e la i11 acccs ibilidad. Ci1a lquicra sea la posi- sobre la coi n cide ncia qu e da a dos e xtraordinarias escrit oras e l mis-
ción soc ia l de quien r1111ciona en este rcgislro 1... 1, la in acccsihi lielad del o b- mo nombre d e Margarita. Lacan confiesa qu e durante s11 Sem in ario
_jc10 es planteada al lí a l pri11cipio. 1 ... 1 sob re la ética h abía siclo in spirado por la obra ele Margarita ele Nava-
Ve1nos lú11cionar aq uí en c·s1aelo puro el 111en111is1110 de l lugar que oc upa rra (a quien ll ama aq uí Margue rit e d 'Ango 11leme, p uesto que de he-
la 1nira ele la Lcnelencia c· 11 la st1lili111;1ció 11 , a sabe r, lo q11c dc111anel a e l li o 1n- cho fu e la hij a ele Ch a rl es cl'A11go11le me), igualmente autora del Es-
brc , lo q11c só lo puede dc111andar, es ser privado ele a lgo rea l. J\ ese lu ga r, uno fJejo del alma pecadora, un tratado místico que tuvo la buena fortuna ele
de ust e elcs, liablancl o de lo qu e i111e1110 111os1rarlcs c11 d11s /Jing. lo llalllaha , de ser traducido al in glés por un a niiia ele once aiios, Elizabe th, quien
1111 111odo qu e m e res ult a bas1a11tc bonito, la vacuol;1 (S7, pp. 18;)- 184 1) . más tarde se convirtió en la re in a de Inglaterra. Citando lite ralm e n-
te su an te rior disquisición sobre la é tica y la Cosa, Laca11 desarrolla
Así q11 e podemos ver la locura de Lol a la luz d e otro tipo de loen- e n algun a extensión la asociación que establece, esbozando e n con-
186 lll lR.\S L -\ ,\RRl".I>AL\llOR.\ , U El. DO N lll".I. . \~IOR !JURAS LA r\RREllr\1 ~\00R.-\, O EL DON DEL .-\MOR l87

secue n cia toda 1111 a teoría de la evo lu c ión de la novela co111 0 géne ro : 1 0, deseo y la novela"], l I un e nsayo crítico que es taba, dicho sea d e
paso , m11y e n deuda con e l propio Lacan. En e l largo pasaje que aca-
Y es q11c a quí d esc n1boca 111os e 11 la é ti ca del ps icoa n;í lisis, cuya int rodu cc ió n bo de citar, se llama a Jacques Hold e l "s1ueto" y 110 simple m e nte e l
e n 1ni s('ln in a ri o co 11s1i1u yó la lín ea diviso ria ele la plancha l'r<ígil d e s1 1 platea . narrador, lo cu a l significa no sola m e nte que Duras es la verdadera n a-
Y 110 ohsl'anLc , delant e d e toci os e ll os co nl'esé u11 día qu e to d o e l a 1-10 había rradora corno un titiritero esco ndido detrás ele él , sino por sobre to-
te nido ap retad a e 11 mi m a n o, e n la in visibilidad, la mano de o tra Margi1erite, do q ue é l presenta, co m o e n un diagrama, la verdadera estructura
la d e l l lej1/11111aó11. No es vano qu e c nc n e ntrc aq11í es ta ep i11 orn ia. del st~jeto clesea11te visto e n ta nto que atrapado e ntre el Otro (0) y la
Porque 11w pMecc 11alura l n-·co11onT e n Margucrilc D1ir<·lS la u 1riclad seve- a, o e l obj eto de l deseo e n la fantasía.
ra y rnilit a n lC que ani111a las hi s1or i ~1s dC' Ma rg uc ri1 e d 'A11 go nl (· 111e , n1ando un o Para ilustrar la comparació n , Laca 11 nos remite a uno de los cu en-
las pu e de leer si11 d last re clc a lg u11 os prejnicios qn e el tipo de insll'llffió11 q 11e tos del I-lepta:m.erón ele Margarita d e Navarra, la historia de Am ado r y
re c ibi1n os nos in c ulca, c nya 111isió n expresa es la de velarnos la verdad. Florida, un texto e n e l que te n e mos que inte rnarnos un poco m ás
En c·stc caso, la id ea d e l cuc1110 "ga la 111 c". Lucic11 Fclivrc, en n11 a obra profundam e nte. Ese cue nto, e l déc im o d e la prim e rajornada, narra
m ag is tra l, tra tó de dorni11ar este c n ga 1-10. cómo Amado r, 1111 he rmoso y va lie nte noble si n h eredad d ecide un
Y m e dc1c11go cn lo quc M;1 rg11n i1 e Duras 1ne da k el e li ahn rcc iliido d e día e na m orarse d e Florida, e 11to11ces ele sólo doce aíi os, e hij a del
s11s lc c 1ores, 1111 ase n1i111i en 10 q11c la impres io na , 1111 á ninw c· n lo q11 e respec- co nde d e esa regió n d e Aragó n . Para es ta r cerca de esta dam a, se ca-
ta a este cx 1ra 1-10 m odo d e a 1n or: el a m o r qn c e l 1wrso 11 ajc - q11<· sc1-1a lé sa co n un a m1u e r que pert e nece: a la corte y que le proporciona un
n11nplc aquí la lún c ió 11 , 11 0 del rcci ta nt c si110 de sujc10- 1rnc coi 11 0 o l're 11cla buen pre tc:xt.o para verla a m e nudo: Aventurada, 1111a mujer rica que
a Lol, 1111 <1 lcJ"C c ra qnc dista 111n c ho d e se r la terce ra cxc il1id a. es la confide n te de Florida, le ofrece: 1111a coartada idea l para su ve r-
Me alegro po r esta prnd1;1 dc q11 c la se ri eda d crn1scr\'a alÍ n a lg 1'111 clc:recho dadera pasión. Amador se pasa a lg un os aiios lejos, librando batalla
dc:s p11c"s de c11a110 sig los, cl11ran1c los cnalcs la 111ojiga1cría se h a cl cd ic1do a e 11 la g uerra, regresa ndo co 11 frec ue ncia y d escubriendo que 110 pue-
111ili z;1r la novcla para g ira r a n1c111 a d e la li cc ió 11 L1 co rn·e 11 c ió11 t("C11ica d t'I de esco nde r lo suficie ntemente bien la pasió n que sie n te por Florida,
a 111 o r cortés, ¡ia r;1 sol<1111c 1ll c c11n 1brir d ddicil , c¡11 c: esta co 11 vc·11cil>11 pro- q11i e 11 por su parte no ti e ne la m e n or sospecha d e esa atracció n. A fi n
tegía \'tTdad<'ra 111c11l<', de la pru111isn1idad clcl 1m11ri111 011 io . de esconde r la pas ió n aún mejor, é l trata de lomar una amante, un a
Y el l's tilo q11 c: 11s1nl clcsplicga , Ma rg 11e ri1e D11rns, t· 11 s11 l/1'/1lr1111 e 1ón , dama a tractiva llamada Paulina, qu e sospec ha que es u tilizada sólo
hubi era c¡11i ós lac ilit adn los ca 111i11 os por los c u;il<"s el gr<111 historiador a111 es como 1111a coartada . Ento nces Amador le co nfi esa su amor a Florida,
n o 111b ra clo st· cs lü rz;1i>a c 11 co mprc nd c r a lg 11nas d C' csas hi s to ri as q11e <"!co n- aíiacl ie ndo que no es pera nada a cambio por sn invariable devoción.
s id e ra l<ii c<>1110 se 11os dan: co 1110 hi s tori as ve rd aderas. Florida responde que n o co mpre nde:
l .as 1111'd 1ipks co11sidcracirn1 c:s soc iol ógicas q11c se rdi c:rc 11 a l;1s \';1ri a-
c io11 cs d e 11na a o l ra t" p oca d e l<l p<"n a de vi\·ir, so11 de pon1 1110111 ;1 c<>1 11pa- Si ya 1c 11 é is lo q11 e d eseá is, ¿qu é p uede se r lo que a h ora os hace h a blarme d e
raclas co11 la 1dació 11 de cs1ruc ll1ra q11c , por se r d e l Oiro, el dc:sco e nt ab la e ll o ta n a rdorosa m e nt.e? l 2
co n el nb jcto qne lo ca usa (1 / MU, p p. 70-7 1).

Al retornar a s11s asoriacio11es desarrolladas e 11 el Se111i11ario 7 (p.


1()2) so bre la "ve rdad" s11pe rio r que los cu e ntos del I Íl'/J/rw1erá11. e1 1Glr- l l Véase Re né Gira rd , J\llnno11gr ro111f111liqur 1'/. vh·ifl; m11uu1t'.w¡11r, París , Grassel, J96 1
11 a 11 , Laca11 da a c 111e11dc r aquí q11c la n ovel a ha perdido 1111 1111111do l !W1'11liro ro11uí11titt1)11walrul 11m1tli'so1 , Barcd o 11 a. Anagra ma, l 985J.
de pasiú11 y deseo q11e ha sido ro111a111izado en 1Hrn1bn: del "sc11ti- 1 ~ Margue rite d e Nava rre, '//u' I fr/il 111111'11Jll, 1raducció n de P. A. Chilto n, Har111011ds-
wor1.h, Pe11gui11, 1985, p. 132 !He mos cote jado e l o ri ginal e n franc és ant iguo: Margu e-
rnie1110", sólu pa ra ser 1r ivi ;ilizado en e l siglo XIX co1110 la novc.:la de
rite d 'Argon le mc, re in e de Nava rre, l .'lfo/11!11111'1'011 drs 11011111'"''-', París, A. Dt la hays,
ad 11l1crio. S11 tesis \ 'ltd \ll' a evoca r el 1í1ulo d e Cirard, "Mc 111ir<1 ro- 186 1, por medio de la re prod11cció n facsimil ar del tex to e n la biblioteca virtua l Galli-
m;í111ica y Vl'rda d now k sca", 1al el títulu original fra ncés d e lo que ca: véase hi.tp: / / visuali se11r.lrnf.fr/ Visualise11r?Destin atio11=Gallica&O=NUMM- 28 12 1,
más larde se 1raduj o al in glés co u1 0 Deról, /Jesiw a.11.rl lli e N01wl l "E11ga- p. 71. l llfr/1/111111' 11Í11, Madrid, C<í tedra, 199 1J.
188 D l l l(,\S L -\ .\ RRLll.\T. \ LlOR, \ , O El. llO N tH:t . \~ t O R DUR.\S LA AR RlBATADORA, O EL DON DEL. AMOR 189

Arnado r resp o nde que e lla 11 0 d e b e te lll c r 1111 d es ig 11io lll a li g no, m asc ulin a que eso pue d e d e to n ar. Este c11e lllo d e ad ve rt e n cia desde
q 11c é l silllpl e n ie n1 c li a dcsn1bi e r1 0 qu e 11 0 puede esco11dc rl c esa p a- e l p11lllo de vista fe m e nin o (a l m e n os ésa es la "lecció n " q u e Marga-
sió n a Pa ulin a . Es10 1ic 11 e u11 c fc n o in1po r1 a 111 e e 11 Fl o rid a : ri ta ex trae a l fi n a l d e la primera j o rnada) devie n e ej e mpl ar para Lu -
cie n Febvre, qui e n lo to m a co rn o 11n p un to d e p a rtida para co m-
Ant e estas ¡rn lal>ras Flo rida se llc n6 de un ili111i1 aclo dclcil c. En lo prnlúndo p re n der la estruc tu ra d e l a m o r cori és. E n su Aulour de l 'J-leptameron 14
d e s11 co radlll co n1c 11 1/¡ a sc nlir 1111 a ag i1 ac iú 11 q1 w 11 0 li ;1bí;1 sl' 11tido ;1111 cs. 13 co n sagra muc h os ca pítul os a ese ú ni co relato. El ca pítulo 5, titul ado
"De la co rt es ía a la vio lac ió n ( Hacia un a histo ria de la p erson alidad
Florid a se casa li1 ego con e l pa rie nl c a l q11e h a sido p ro1n e 1ida, hum a na)", explica los súbitos cam bios en Am ad o r - q u e p rofesa u n
lllic 111ras qt1 c A111 ad o r es 1rn11ad o prisi o 11 e ro por el rey d e Tú11 e1.. Pasa amo r ta n p u ro y casto h as ta que int e n ta vio la r a su da m a dos veces-
d os a ti os c t1 ca uti ve ri o. A s11 reg reso, Flo rida está lis ia p a r;1 to 111;1rlo co- no sólo a través de las cos tumb res de la época sin o ta m b ié n a través
111 0 a un "a111igo ". Es tá disp11cs ta a ace pt a rl o ta 111bié 11 co lll o a n1 a 11 tc, d e e le m e ntos bi ográficos. Pa ra Febvre, n o h ay n in g un a d u da de que
c 11 a nd o , d csafo rt11n ad a11w111 e, se le o rcle 11a vol ve r a pa rtir, d espués d e el c ue nt o a lude a aco nteci mie nt os rea les, y esco n de ape n as a la pro-
lo c u a l J\vc 11t11rac b , ya e 11fe n m1, ti e n e 1111 a reca ída y 1111H' r< '. La 1wc h e p ia Margarit a en e l papel de Flo rida (ell a era la h e r man a del rey)
previa a su pa rtid a, Fl o rida vic 1H· a ve rl o, n1 a11do é l c·s1á d ese spe rad o mie ntras q u e A m ado r seú a la a Bo n ni ve l, u11 a puesto y m u y con oc ido
y e n ca m a, y Alll ad o r to rn a cs10 co m o un a o p o rt1111i cbd d e ava 11 zar co r1.esa11 0 qu e se h a b ía casado co n Bo n ave n111 re d u P uy d u Fou , c u-
l>ni1 ;dn 1c111 c so bre s11 virtud . Florid a lo re pre nde con severid ad , reco r- yo n o lll b re reto rn a clara111 en te com o A ven tnrada. 10 La histo ria de
cLí 11do k to d as sus p a bhras ace rca d e s11 h o nor, y locb vía e 11 una lu c ha có m o Ma rga ri ta casi fil e vio la d a p or Bo nnive t fu e n a rrada ta mbi é n
inte ri o r, cll ;1 d ec ide a n1 a rl o sin re ndirse a s11s d c 111 ;111das scx 11;des. p o r Bra llló m e e n s11 Da mes ga la ntes. Ade m ás, Febvre su g ie re que pa-
ra e nte n de r bi e n la co lecc ió n el e c 11e nt os, h a bría qu e esc ri b ir un a
C uatro o c in co a 1-1o s t ra 11sn 11n' ll , d11ra 111 c los c u a les J\111;1do r cs lá
hi sto ri a co m p le ta de la s u bj e ti vidad e n co n ex ió n con la sex u alidad
c 11 d11c lo, 110 1a nto p o r s11 esposa n11H TL1, co rno to d os c ree n , co m o
- " Pu es nues t ro yo tie n e toda u na hi s to ria"-, 16 un proyecto q u e
po r el p e rdido ;1111 or d e Flo rida, y s11 rq)ll1 aci <Í 11 co m o g 11 c· 1nTo c re-
a n1111 cia los ú ltim os e n sayos de Fo uca11lt sobre la Historia de la sexua-
ce. Dec id e a pos1<1rlo io do e 11 111 1 i11t c 111 0 fin a l, con la ay11d;t de la m a-
lúlad.
dre d e Florid a, qt w se h a co 11 vc r1id o e n su a lia d a. /\1 p nc ihir es lo, te-
Lo que Febvre , seguido co 11 gra n i11t erés por Lacan , d estaca e n su
1nic 11clo 1111 nu evo asal1 0, Flo rid a lra ta d e d es fi g urarse, ¡golpea ndo su
co m e n tario d el l-fef1tameróu , es ele h ec h o la n aturaleza "real" de esos
hor; 1 y s11 s o jos co n un a pi('dra! Eso n o cksa11in1 a a i\lll ad o r. A111 ador
rela tos . N o so n "inve 11 cio u es", prime ro p o rq ue el trasfo n do socia l n o
y Fl o rid a vt1<·lvc t1 a <· 11 co 11tra rsc a solas e n 1111 a hahi1 ac i<Í t1 , y d ex hibe
se e lu de nun ca, y desp u és porque todos está n basad o s e n "casos" p a r-
toda la violen cia de su a lll or. l;'.s ta e s un a seg1111da "viol ac i6 11 " y fra ca-
ti c ul a re s ele amo r e n te ndido co m o p asión, casi co m o "vio lación". Al
sa cotil o la pri111 e ra , el la g rit <l 1L1111;111do a su 111 adre, qu e par(' CC sor-
co mie n zo, c ua n do Am ado r decide a m ar a Flo ri da, se trata d e u n ges-
pre ndida de la 1e 11 az res is lc n c ia ck s11 hij a . lks pit l-s d e eso, dc:j<1 d e
to d e libe rado . Lo hizo a p ro p ósito, se délibéra de l 'aime1; co m o lo d ice
h a bl a r co 11 s11 hija. A111 ad o r regresa a la g 11 c rra , y ro d ead o p o r el e n e-
d a ra m e nte e l texto fra n cés, destaca n do la e lecció n rac io n a l de se r
migo se 111 a 1a a 11t es d e se r lrn n ad o prisio ne ro 1111 a vez 111 <Ís. S t1bse-
irracio n a l. El apare nte c h oq u e entre el a m o r p la tó ni co y e l a m o r se-
c 11e 11t e 111 c 11t c, Flo rid a e nt ra c t1 el Co11vc 11to el e .J es ús.
x u a l (visto aq uí com o vio lació n ) rec ubre un a disposició n m ás pe r-
Parece que cslo 110 !úc ra sola 111 e 11t e d es bozo d e 1<1 J->ri 11 1'1'ss1' d1' Cle- ve rsa, la dec isió n d e l a m a n te d e con ve rtirse e n escl avo de un m aso-
1ws, 111 1 sig lo d es pués, co n 1t11 c:a 111hi o i111port a llt<' e n Li lú11 c iú t1 d e la
qui sm o que en u n punto h ará explosió n y reclam a rá ta nto m ás lo
m adre , sin o 1a n1bic; 11 b co 11dc nsac iú 11 d e lo d o s los c11 c· 111 os d e inacce-
sibilid ad <pi e Laca n h a m c 11 cio 11 ac1 0 , con 11t1 e s111di o rc alis1a d e la ira
l 1 L 11 cie 11 Fe üvre, J\ u /our r/.r l'l !r/Jlru 11111011 : 1\111 our s11 r n;, 1\111our ¡nrf a 11fl, Pa rís , Ga lli-
rn ard, 1944.
1:-1 M;irµ; 1wr it e d e N;iva n e, '//11' l/1'/1/1111wm11, 11/1. l'il ., p. I:l:l Id. o ri µ; i11 a t fr;11 Kés, p. I!> lhidnn, pp . 216-217.
711 . p. 224.
¡¡; f/J ii/1' 111,
100 IJl l RAS L -\ .\RREll,\I A UUK\ , O EL DON DEI. .\MOR DURAS l.A. A RR EBATADORA, O EL DON DEL r\MOR 19 1

q11e se le debe. No hay idcalis1110 alguno e 11 este relato d e pas10n ge ntil es y a esas damas gentiles d e las a 11Lig11as lid es, igu a lm e nte va li e ntes
frustrada , un cuento que 110 deja d e ca lcular dotes y dinero d e res- pa ra a rroj a rse , aunque e sté n atrapados e n los es pino s del amor imposibl e d e
cate s. Febvre desc ribe li11ah11 e 11te el surgin1iento d e 1111 nu evo tipo d o m esti ca r, hacia esa m anc ha, n oc t.urn a e n e l c ie lo, de 11n ser o frec ido a la
d e esc rit.11ra -vinculado con el n11evo gé nero de la novela , y no leja- m e rced d e todos ... a las diez y media de la noc h e en vera no.
110 a l del "e nsayo " libre ilustrado por Montaign e- hac ia 15'.20-1560. Sin eluda no pue d e usted socorrer a sus creaciones, nueva Margu e rit.e, con
Esta escritura c011stilllye un nuevo tipo de subj e tividad e n ta nto que el mito del alma pe rso n a l. Pero la ca ridad sin mu c has espera nzas con qu e usted
construcción 111 ás bien in t's tabl e, un lugar d e mediac ió n e ntre a pre- las a nima ¿no es acaso producto d e la te qu e usted tiene d e sobra, c uando ce-
mios e i111pulsos cas i in co mpatibles . Esto presupon e t.alllbié11 una le bra las bodas tac iturnas d e la vida vacía co n e l o bje to indesc ripLibl e? (HMD,
dislocación entre a n1or y rn at.rilllonio , e ntre 11n d eseo real q11 e ti e n e pp. 71-72) .
que mant e nerse escondido a c ualqui e r costo, y u11 a serie el e n1 a nio-
bras c ng«u-wsas que no obstante son compatibles co n el avance y la La m e ta morfosis final ele Margue rite D11ras e n una alegoría d e las
promoc ió n en el rn1111do soci;1l. La ironía fin a l d e l cuento es qu e e l tres virtudes teologales, Esperanza, Fe y Caridad, puede sorprender.
co rte jo ele Florida por Arnador sólo tie ne éx ito . . . ¡e n seducir as uma- Al sugerir qu e todas esas histo rias tie n e n un trasfondo "real", Lacan
dre ' Y a111bos, Margarita de Navarra y Mon1aig11 e, parecen poner un probable m e nte estaba d ecepc io nado, co m o el propi o Amador, por el
cerco a las ilusiones ele aquellos qu e anhelarían vinciila r el anmr y e l esc rúp11l o d e Ma rgue ri t.e (o a l m enos por su n egativa a d escubrir n a-
m a trirnrn1io: ¡una ili1sió n d e nunciada por Montaignc como un a espe- da que confirmara esa hipótesis ). Corno lo han seilalado Leslie Hill y
cie d e "incesto"! 17 otros comen taristas, no son sólo dos sino tres las Marguerites que La-
La historia de Amador 1111wstra e n erecto que l;i s11bli1m1ci<'ín no can parece invocar, cuando superpone a Lo! Stein co n e l 1-lepta·merón;
opera n1111ca co1110 1111 proceso pacífico: hay sic111pre un resto i11t.ra ta- ¿cómo podría mos olvidar a Ma rguerit.e de Anzie u, alias "Aimée" -¡un
ble, 1111 punto vi11c11lado por L1cc111 a su i11sa tisfan:ió11 co11 el concep- seudónimo que podría haber ve nido directam e nte d e la pluma de Mar-
to fre udi a no ("Es é ste e l sentido dc· esa subli1m1ciún que tod avía d eja garita de Navarra!- como una prime ra iniciadora a los tortuosos se n-
aturclidos ;1 los psico;1n a listas, porque a l legarles el t.érn1i110, Fre11cl se deros del "a mo r loco", los ce los crimina les, la erotomanía y la psicosis?
quedó con la boca cerrada" (llMLJ, p. 70). En el fi11al el e s11 hom e na- Co mo lo h a n seiíalado Ro udin esco, J ea n Allouch y Leslie Hill, las
j e , e n 1111 largo floreo re tórico, L -1c1n hace 111ás explícita la conexión coincide n cias no se cle t.ie n e 11 e n e l nombre Ma rgue rite . La famosa
e ntre Alllador y Lol, al ti c lllpo que d a a c·111c1Hkr q11e é l cree qu e e l pac ie nte d e Laca n , sobre cuyo caso é l ed ificó su t.esis y escribió sobre
relato d e Duras es en alguna lllcclida aut o biogr:ifico: la psicosis pa ra noi ca l8 -por 1111 curioso giro e n el tie mpo, se convir-
tió e n la cocinera ele su padre despué s de la guerra-, no sólo se lla-
Y la ave ntura e jc 1nplar c11 la que t'I /\ mador el e la hisloria X, que 110 es ningún maba Margucrit.e, sino que de bía su nombre a su abuela m a terna, Mar-
111o n<1g11illo, se d c di<«I h as t;1 la 11H1crt c a 1111 amor, para nada plai.<.>llico ;-11111que gue rite Donnadi e u. ¡Y e l nombre real d e Margu e rite Duras e ra
sea irnposibl c, pc1 re< T ría 1n1 e 11ig1m1 111 e 11os op;1co si 11u se 111ira r;1 <-1 través d e Margu e rit.e Donn adie 11! Corno e s bien sabido, Laca n no ha bía "reco-
los idecdcs del li11/J/JV e111/ vic toriano. noc ido" a Didier Anzieu, el h!jo úni co d e Margue rite , c uando és te
Pues el lí111i1.e do11dc la 111irarL1 se vu e lve i> c ll e z;1, lo he desni10: es e l inició 11n psicoanálisis co n é l e n ] 952. Fue apenas después de que el
u111brnl del e n1rc-dos-11111c1lcs, li1gar qu e lt e dclinido y que 110 es sirnple- famoso e scritor y psi coanalista francés le advirti ó que su madre e n
rnc111e lo que cree11 q11i c 11cs es lcÍn le jos de é l: el lugar d e la dcsdicl1 a . cieno modo lo h abía precedido e n los intereses de Laca n . Alertado
Po1·quc co no zco d e s11 o bra, M;-u·guerilc Du1 -..1s, 111e parece que e n !orno a por la p e r turbadora superposición de nombre s, Lacan no puede ha-
es le luga r g r<1v i1a11 los pc rsou a jes qu e uste d si1t'1a en n11 e s1ro vulgo , para
111 ostrar11os qu e e 11 to das pa rl es existen nobles cquivalcnlt·s a esos l1rn11bres
IH Véase J acq ues Lacan , IJt' lo /Hyl'lws1 /H1.r<111oüu¡11r tla11s sr.s raj1jJOrls rnN 1· In fw1 :i,;01111a-
1 1

/i1f, París, Seuil, 1976 [/J,, 111 /1.'iito.\·is /111u1.11oúa t'I/ sus ll'illtio1u s ro·11 l11 /1nso1111.lúlrul, Mé xi-
1

l7f\!lo11t;li g 1w, 1'.'ssoisll l, 5, 88 , citado por l .uc ie 11 Fc b vrc, , \11/011rrlf'/'lft,/Jlr1J111~m 11 , 0/1. co, Siglo XXl, l97 6]; Éli sa he th Ro udi11 esco,.fau¡111;s f ,flmn & Co. , 0/1. rit., pp. lll - l2l;
1il., p. 2Ei'>. y ta mbié n Leslie Hill, "Lacan with Duras", 11/1. ril., p. 164, n. 7.
192 IJL!RAS l.A .\RREll.\T\llOR.\ , O U . DON DEI. .\M O R

ber pasad o es to p or a lt o e n 19()4 c11ando leyó la 111wva novela d e Du- l l. TRAGEDIAS Y COMEDIAS DE AMOR:
ras. ¿N o e ra el nombre d e Lol V. St e in co mo 1111 a 11 agTa111a de low DE PLATÓN A CLAUDEL Y GENET
(an1or)? ¿Era ella o tra Aim ée (amada) , resucit ada por el tan alabado
"arte" d e Duras? Lo que Roudinesco d escribe como la única "novela "
el e Lacan - "U na 11ov<.> la d e s11 juvc 11U1el "- 19 co ntien e un a exégesis
d e ta ll ad a ele d os novelas esc rita s por Ai111 ée. Por lo qu e Laca n escri-
be, su es til o, a dife re nc ia del el e la 111 ayo ría d e los pa ranoi cos, 110 ca- N uestra lec t 11ra d e Duras n os ha traído al e ni gma del amor divino e x-
rece d e pare cidos co n e l es tilo post e ri or ele Duras: "Es 1111a s11 ccs ió11 pe rim e nt ado e n clave re m e nina, y propue sto co mo un portal hacia
d e frases 11111 y co rtas; se ge ne ra n un as a otras 111u y rá pi(b y fluid a m e n- un a sex ua lidad difere nte: Dios se ría un no mbre para e l goce d e un a
te, co n 1111 to no d e g ra n brío. "W Sería 111u y re lrnscad o supe rpo ne r la Miu e r tac hada, co m o lo afirma e l Sem inario 20. Lacan e voca su fasci-
hist oria ele laju vc nt11d de Ai111éc, sus "celos prnycc tivos "2 l y sus her- nació n por lo que é l ll a ma 1111 te m a muy "lit e rario" , p e ro tambié n un a
m osos tex tos int e rpolados ele poc111as, co n l;1 11ovcla d e D11ras. cues tió n filosófi ca: e l place r ele la nu~j e r.
Lo que i111porta fi11ah11 c 11te l'S qu e hubo e k ct iva 1ncn te 1111a base
"real" pa ra la sed ucc ió n de Lan1 11 por e l cuento de n1asipsicosis d e Es10 es 1111 t.e ma 1a 1111Ji é 11 , un le ma li1 e ra ri o, y, despu és de Lod o, valdría la pe-
Marg11erite D11r;1s. L1ca11 se lllll('S tra motivado 110 só lo por b ad111ira- na de te ne rse e n é l. Desd e los ve int e a 1i os no hago o t.ra cosa q ue explorar a
los lilósofos scgií n e l t.e ma de l a mo r.1
c ió 11 sin o t<1111bi(11 por 1111 interC·s c ie 11t ífico c01 1sistc 11t e: Duras le e 11-
seíia c6 1110 111ili l'.a r 1111 tt·x to lit e rario para "ca k11lar l'I s11jcto" y para
Para desarrollar esta cuestión, tom a ré como mi p11mo d e partida un a
110 q11cd a r a trapad o <' 11 b fasci11aci (i11. P11esto que el proceso de "a rre-
se rie de observacio nes hec has por e l fil ósofo fra ncés AJain Badiou so-
bato" es o tro 110111bre para h1sci11ación, a hora se p11c dc con qirl·11de r
bre la teoría de l a mor d e Lacan . Es tas observac io nes fu eron tornadas
111ejo r por qu é Laca 11 qui e re "devo lve rle " a D11 n1s s11 propio tcx lo 111c-
de una co nle re n cia pronunciada e n el coloquio "Lacan con los fi-
diantc 1n1 hon1 e11;~j e rc túrico c11 idad osa rne 11t e calculado. l;'. l j11cga e l
lósofos" e n París, e n 1990, durante e l cual num erosos críticos y escrito-
papel dl'I a11;tlis1a a l <k:ja r q11 c l' I propio llll'n S<Ul' d e c lb le sea rn·11-
res se e nfre nta ron int.e nsam e nt.c por la he re ncia d e Laca n. 2
viado , pl'ro e n 1111 a fon11a i11 vc rticla . Estl' horn e n <~j c i11ici ;1 otro cín:u-
Badiou pe rt e necía a l g rupo de los uormaliens que h abían trabaj ad o
lo l' ll d "c;í lntlos" dl' los nudos del s11jc to , pu es to qtt(' vi11ntla di lC-
co n Althusse r sobre la c ie n cia y e l rnarx isrn o cu a ndo Lacan salió a es-
rc nt cs ni ve les d e a rti c11lac iún subj e ti va y obje 1iva, c 11 1111a red 111 ;1s
ce na a rne cliados d e los sese nta. C ua ndo los estudiantes le pidie ron
co n1pkja q11c Laca11 d esa rrollar;) 1rnís 1ardl' co n .Joyce. Duras sig 11 c qu e d efini era s11 "o ntología", Lacan respondió que su teo ría no te nía
siend o un a ct;q><l rn11 y irnpo rta11t c c11 su co11fro 11taci<Í11 co 11 l'I c ni g rn a nada q 11 e ve r co n las filosofías habituales d e l si ue to. Luego acu só a to-
d e la fr·111i11eidad: b letra d e la lit era t11ra h a sido capaz e n este caso dos los siste mas filosófi cos ele apoyarse equivocadam e nte e n a lg un a
de hacer ve r a Lacan y a sus lectores có1110 el d eseo fcnH ·11i110 se con- clase de fe no m e n o logía qu e siempre postulaba la primacía d e un ser
fro nta co n e l goce 111ien tras invoca la ant igua fic ción del amor, vac i- sin ti e nte o pensant e. El psicoanálisis, por e l contrario , co mi e nza co n
la ndo sie mpre e 111n· la co11wdia y la tragedia. e l reco noc imie nto ele que, pue sto qu e su as unt o está d e te rminado
por un d e seo in co11scie 11te, e l s t ~j ew está escindido, es múltipl e, frag-
m e n tado. Éste sig uió si e ndo e l punto inicia l d e Badiou, e l reconoc i-
1 1
~ ( lisa lw th Ro11di11esn>,.f11n¡11r.1 l .111w1 U Co., 11¡1. 1·i1., p. 101 . l::S te es e l 1í111lo q11 e mie nto de un a "a ntifilosofía", co mbin ada co n u na teo ría d e l a m or,
el la le da :1 todo el ca pi111l o sobre i\ i111 éc y l.onvt· 11 sLe i11. FI s11 h1í11il o ( p . 10'.l ), ··Ai 111 é e co mo c ruc ia l e n la o ri ginal inte rvención de Lacan e n la cultu ra.
o R11clolph '', so 11 ~ 1ría i11d11 so 111 ;:\s dur;1sia110 si citar<t los IH..unlnc.:s co 111plctos: "'A i1n ée
A 11 zic.: 11-D o11 11 ;1dic 11 o R11dolph l.o(' Wt" 11 sLe in '' .
:!O .J;1n.¡i1c:s l.;1can , /Jr /11 /J.\)'rlwsr ju11l11wi.ru¡111' ... , 0/1. t"Í / ., p. 1 7~). 1 Sn11iuo ri11 211, 0/1. ril. , p. 9 1.
~ 1 lhirlr111. p. 2~'l. Aq11í L1ca 11 c ita el ensayo de Fre 11d sobre ··cie rtos 111 cc111is111 os ~ M. Cardot , Y. Duroux, P. G uyo111a 1d, P. Lteouc-Labanhe , R. Majo r (cd iLores): / .11mu
11 c1mí ti cos en los ce los, l;i p;ir;i n o i;i y b h o 1110scx u a lid ad·· ( 1'122). "''''d R.1·¡1hilo.mj1hr.1·, París, Albin M ic hel. 199 1 [l .om11 mu los /ilúm/i1s, Méx ico, Siglo XXI , 1998 1.

11 93 1
194 TR,\(;EDIAS Y CO~J[J)JAS üE .~MOR: DE l'J.\rÓN .\ C:L\llllE I. \' CE NET TRAGEDIAS Y COMED IAS DE. AMOR: DE PLATÓ N A CLAUDEL Y GENE.T 195

Eslo e1a nue\'o para los esludian les ele iilosofía que en febrero de nea tan cla ra, para culmi nar con la de Sartre, no ti e nen otra f1111ción que la
1966 le plantearon a Lacan una serie de prcgunlas m ás bie n "i11 ge- ele salvar, saturar esta h e ndedura e n e l st~j eto, y qu e un psi coa nalista reco no-
1111as". ¡\sí es corno e mpezaro11: ce sus apuestas, va le decir e l in tento d e e ncerra r la verdad (para lo c ual e l
instrume nto p e rfec to sería desde l11ego el ideal prometido por Hegel bajo la
lJs Je d ha habl<ido del <'spejis1110 gc 11 c racl o por 1111 a co11f11sió11 c-· 11lr<' la con- apa rie n c ia del cQ nocimi e nt o abso hito).4
c ie ncia y el s11jt' 10, 1111 ;1 il11siú 11 cl e 111111 r iada por la expc ri e 11cia ps icoa 11 a líti ca.
A h o ra bien, la lil osoría habla ele la co11Ci e 11 c i;1 (el 1Ugil11 ca r1esia11 u, la con- Lacan desdeña dos errores paral e los y fundamentales, uno come-
cic n c i;1 trasce nd e 11t c, la a11 toco1H" icnc ia h eg<~ li a na , la cnnc ie 11 c ia a p odíc ti ca tido por la psicología (de finida por 1111 discurso d e l "yo" total e indi-
el e H11sserl , el rngito prcrrellexivo de Sa rtre ... ). ,:<Yi1110 p11 cdc la ex perie n c ia visible ), e l otro por la filosofía, un discurso que proclama basar la
psicoa m1lítin1 exp licar e l erro r de reco 11 oci 111i en to pro dt1 c id o cm111do 11n su- proclamación de la verdad e n una conciencia universal. Las dos gran-
je to se id e 11tili n 1 co 11 s1 1 propia crnH"ic 11 cia?:1
des ilusiones, la de la "ciencia del yo" y la d e un "discurso del absolu-
to" d esca nsan e n encubrimientos paralelos sobre la re lación ele Jos
Lacan respondiú idcn1ilicrndo e l origen de Li prcg11111a de los es- sujetos con e l Deseo. En e sta discusión, Lacan aílade, típicamente,
tudianles en 1111 ltom e11a je obi111ario a Merle;rn-P01uy, 1111 tcx lu en e l que está impactado por e l hecho de que , e ntre todas sus preguntas,
que csla ba i1llc1llando disli11g11ir su posició11 de la de uno de los m ejo- los es1.11cliantes no le hayan preguntado desde dónde hablaba, como
r<:'s rcprcscnl ;u11rs de la f( ·nonwnología francesa. En ese lcxlo, Lacan si su posición e nnnciativa no importara y pudi e ra darse por sentada.
hab ía de11t111ciado Li idea ele reducir b insl;mcia std!i<'liva "yo pienso";
Ellos eran culpables d e l mismo e rror categórico que los discursos de
para t- 1, la confusiún cn lre el st!jclo y la co 11cic ncia es 11n pecado origi-
la psicología y la filosofía: a l habe r co lapsado e l "s1ijeto" y el "ego",
rnil ele la fil osofía. l;:I 110 niega que p11cclc haber 1111 n101llc1110 carlcsia-
e llos co nfundían el modo e n qu e la enunciación estru cwra y puntúa
no e n el que el sujc10 y la co 11 cic nci;-1 coinciden : se lo 1J11c dc c 11 co111rar
cualquier afirmación enunc iada.
c1 1 la deducción d e un "cogilO " co rno el que hw rcaliz;1do por Des-
A pesa r d e su doble crítica, el proyecto de Lacan conlleva una
cartes en sus Nlrrli1t11io11es. Esto es lo que dice Lacan:
cons1ante co nfronlación con la fe nomenología mode rna, un discur-
so que a menudo aparece vinculado a la teoría de la conciencia, des-
Es c 11 cs tc 1no 111c nt o d<' 1<1 co in c id<'11 c ia c11 sí c11 t<111t o q11c ca pt ada ¡iu1· Ja re-
de las Nleditaciones cartesianas de Husserl h asta La trascendencia del ego
llex ió11 d o 11dc yo querría 111arn1r la e nrrada d e la cx p«ri c 11 c ia ps ic namdític a.
de Sartre y la Fenmnenologia de la pe1cr.pción d e Merleau-Ponty. Aunque
Si se lo conside ra 1'111i c;1111 c n1 c c 11 e l 1ic111 po, el s11j e to d e l ")'o pi<'11so" reve la
é l pre fi e re citar a Heidegger sobre una noción asubjetiva de la "exis-
lo q11c es: 1111 ser d c1.c 11ni11 ado p or 1111a caíd;1. Yo SU)' (:se q11 e pic11sa : " Po r lo
te ncia'' (Dasein), la noc ión del ego d e Lacan definida como una pro-
ta 111 0 soy", h e co 1ne 111ado c1 1 otra parit', ¡Mra seiialar qu e e l "por lo 1;11110",
yecc ión imaginaria podría con duc ir a una re fittación d e l suj e to car-
qu e cl e 11 0 1a ca usa lidad , da liigar a u11 a divisi ó n inaugural que s<'para el "yo
soy" de la ex is1<· 11ci a del "yo soy" del signilicado.
tesiano. La posición del inconscie nt e corno e l lugar del deseo y por
El corle u csc isi ó 11 1m/i>11tel es prec isa llle 11t e lo que nos trae tod os los días
lo tanto de todas las d e te rminaciones subjetivas parece descentrar la
la cxpc ri e 11c ia psicoa na líti ca. Es1oy a11g11s ti a d o p o r la cas trac ió 11 n1i c ntras
regla del ego cogito que había sido posiulada por Desca rte s. Aun así,
q11c a l 111is1no 1ic 111po la cu ns icl e m illlposib le. l~sc es el n udo e j«lllplo dado Lacan re clama para su propio discurso un concepto d e l sujeto (co mo
por Frct1d para ilt1strar es ta esc is i<J11 , qu e f"11ncio11a c 11 todos los ni veles d e "st!jeto d e la ciencia") que no obsta1Jte puede derivarse del cogito car-
c11alq ll icr l'St n 1ct 11ra s114jc 1iva. Yo digo qu e 1.i e 11 e q11 c ser considerada co m o tesiano. Lo que cambia con Lacan es que, si el deseo es e l concepto
h1nda11H'1llal y colllo h1 pri111 e ra indicación ele la rcprcsi ú 11 pri1naria. prillcipal, no hay ningún sujeto d e l deseo; e l deseo es sie mpre deseo
Yo digo qu e tod;1s las "co nci c11c i;1s" qt1e 11st nlcs ha 11 d<'splcg-;1do <·11 11n a lí- del Otro, y el psicoanálisis trabaja con e l s1ij e to de una fantasía dacia.
Esta fantasía pone e n acto una d ivi sión específica del sitjeto, una divi-
1
' .l an¡ ues L1c;1n , "S ur l'o bje1 de la psyc ha11al ys«", Co/iin.1 /11111r /'1\110/p1'. lll ·11n. 3,
19GG, p. 5. 1 /hidm1 , p. 6.
196 IK\GEDL\S \' COMFDL\S l>E ,\MOR: DE l'L\TÓN .\ Cl.. \l l lJl-:1. \' (d::NE.1 TRAl;EDl.\S Y CO MEDIAS DE AMOR: DE PLATÓN A CLAUDEL Y GENET 197

sión ca usada por un objeto. Ese ol!jeto, lla111ado por Laca11 objel pe- que anh e la que la p1111La del meñique de e lla, te11ido en laca, le refresq ue la
til a, es el principal concepto d e l psicoan<'ílisis, colllo lo helllos visto. lengua, esLe amor, Murphy, a Li Le es ext.raíio, supongo.
Es interesante notar que ese concepto surgicí graduahnente del se- -Chino -dijo Murphy.6
minari o de Lacan d e FHiO-J 9G 1 sobre la t ra11síere 11cia. Pronto le de-
dicaré una atención lll ás estrt'cha. Los irregt1lares laüdos del corazón ele Murphy y sus ataques pue-
Cuando Badim1 int t'n ta e 11contrarlc sentido a la posiciú11 antifilo- de n exp licarse por su incapacidad de amar, y por e l h echo concomi-
sólica de Lacan, ta111bi é 11 se c uida ele distinguirla ele otro tipo de an- ta nt e, d e prosapia ca rtes iana, de que s11 "conarión" (esto es, su glán-
tililosoffa que podría id e ntificarse co n los sofistas.:; Laca11 110 es 11n fi- elula pineal) se ha "reducido a nada". C t1a ndo confiesa qt1 e el a lllor
lóso fo , po rque insiste e n el hecho dC' que tocio su pc11sa111i c 11to deri- es c hino para é l, es te m oderno ca rtes ia nio y "harapie nto solipsista"
vó de s11 "expe riencia " como psicoanalista, pero 110 c·s talllpoco un so- de sprecia una teoría del amor derivada de Platón y sobre la que no
lista , en prim e r lugar porque postula una Verdad. Por todo lo dicho, quiere saber nada. No obstante, la famosa glándula pineal de Descar-
¿eso lo ca lilica colllo 1u1 pla tó nico? Baeliou diría que s í, en cierto sen- tes, nuestro "tercer ojo" , sería así no sólo e l sitio del vínculo entre e l
tido . f:I n·s11111e las tesis de L1c11 1 ele <:'Sta n1a1wra : cue rpo y e l a lma, sino también e l ó rgano del a mor. Como sostien e
l. ! lay una verdad y cst;í ;1rtic11lada en el lcngu <ue . Badiou, "el amor apunta a l Se r", creando un cortocircuito que un e
2. Esta verdael, 1w obstante, 110 p11cdc ser nunca pkna111e11te a rti- un a verdad definida por la sorpresa de un a revelación súbita y la rea-
udada, en e l llll:jor d e los c1sos p11edc ser "d icha a inedias". lidad del deseo actt1ando sus efeclOs a lo largo de la cadena de signi-
~ . Est<1 verdad no puede ser detcrn1i11ada por criterios lógicos fi cant es. ¿Se puede decir e nton ces que, para Lacan, uno tiene qu e
ni otros criterios absolutos, puesto que no es ta nto 11n j11icio co- hablar (o pensar) en chino para creer e n e l amor?
mo una operaci<í11: 110 puede ser desc11tra1-1ada d e l gesto pe rfor- Crnno lo sugiere Badio11, la teoría de Lacan apunta e n primer lt1gar
lllativo n1 c dia11tc el Cll <il un st1jeto pt1cdc coniprcnder ní1110 e lla a subvertir la oposición filosófica usual e ntre ser y nada, porque él en-
o {> l <'S "ca usado", es to es, dctcrlllinaclo por el deseo y <.'l objeto del t.ie ncle el inconsciente como e l efecto de una falta e n ser (manque á
deseo. elre) . Este efec to tollla la forma lógica y libidina l de la transferencia; e l
Esto nos rclllitc a t1na cantidad de arg111nc11tos qt1e ya he1nos revi- alllor no pt1ede reducirse al "amor de transíerencia" que es una herra-
sado. La principal co11scn1e11Ci;1 q11 c lll t' interesa <.:ll esta coy1111t11ra es lllie nta técnica e n e l proceso del psicoanálisis, pero por otra parte, ese
e l hec ho de q11 e lhdio11 clcdt1cc d<.' estos axiolllas la neccsicbel d e an1or de transferencia opera así de bien porque explota la estructura
otorgar al ;11 11or t111 papel cent mi. El a!llor es el sitio de 1111 cnizalllien- ya preexistente cid amor en cua lquier s1ueto. Colllo Hegel, Lacan in-
to entre la ley del Deseo y la ley de la Verdad. Colllo <'·l explica, el tenta salvar la brecha e ntre materialismo e idealislllo al explota r los re-
alllor ;1 p1111ta al pt1ro Ser, a la sorpresa de 1111 aco11tccilllic11to , ya sea cursos de t1na negatividad que é l inscribe e n e l siuet.o. Su confronta-
ofr<.'cida por la súbita pasión o por 1111 suceso cliariallH'llte renovado. ción con Platón se volverá por ende de lo más reveladora, pueslO que
De tilla 1mt11cra silllihir, Beckell habla del "conoci1n1ito" de la pasión todos los "anülilósofos" han tenido ya sea que m atar o que refütar a
corrcsprn1<licla: Platón (Nietzsche, Heidegger, los posiüvistas lógicos, Derrida, tocios
co nfirmarían la regla). Para Badiou, quien se niega a re ducir a Platón
-E l a111 o r correspondido -dijo Nc<iry- es 1111 co r1ocirci1it o. a 11na fórlll11la simplista de idealismo y e nfatiza la complejidad ele los
di álogos tardíos que giran alrededor de la idea de "participación", se
La s;dida pro\'<JCÓ 1111 ;1 cc111dlc;1nlc dc1nostn1ción de energías.
podría decir que si no es completame nte seguro que Lacan sea un pla-
- El a111or que le\'a111a los ojos - dijo Nc;1 ry- c11a11do csl;Í c11 trn111c11to,
tó nico hecho y derecho, ¡es Platcín quien resulta lacania no!

•, Alai11 Badio11 , "l.ac;u1 e l l'la1011: I .(' i\'1<111lc·111 t: cs1 -il """ id l'c~" . l .11m11 ""''r ¡,,_ , ¡1hi- ,; S;in1ucl Beckcll, M111/1h:l'• Nueva York , Grove Press, 1957, pp. 5-G [El autor no co n-
/11.111j1/11•.1, 11/1. ril., PI'· t :Fi- l !->·l lc11 es p., " l .aca11 y Plat<Íll: ¿cscl rna1 e 111;i 1111<1 idea?", l .110111 sig na el no 111bre del tradu c to r al in g lés. En cspaiio l, ape la mos a l'v/111/1hv. traducción
m11 los /i/1í.111/ii.1, 11/1. ril., PI" 125- 1·1·1 I. de Gabriel Ferrater, Barcelona, Lumen , 1990, p. 12].
198 IK\GEDL\S Y C:OM EIH .\S llt: A~IOIC UF l'l " \l<Í N .\ CL\ll lJEI. \'GENE'! TRAGEDIAS Y COMED IAS DE AMOR: DE PLATÓN A C:L-\LIDEL Y GENET 199

A 111c1llHlo Pla tón oc11pa la posi ció11 d e l amo e u los tex tos d e La- sobre e l Amor como motivado por e l "U no" , su le nguaj e es decidida-
can. E11 el Sc111inario H, Lacan compara a Platón y Sadc d e u11a ma- m e nte platónico:
ne ra s11111anlt'11tc idiosincrásica:
¿De qué se trala entonces e n e l arnor? El a m or ¿es -corno lo propone e l psi-
Pla1.ó 11es1111 a 1uo, 1111 0 d e verdad , 1111 a 1no de la é poca c11 q11 c la cill(lad se es- coaná lisis con audacia in creíble ya que toda s11 expe ri enc ia se opone a e llo,
l<Í dcsco111poni c 11do, al'l'astrada por la r;ifaga dcn1oná1ic1 qll e prclt1cli a las y demueslra lo contrario- ha ce rse un o? ¿Es e l Eros tensión h ac ia e l Uno?
grandes conf111c11cias i111pe rialcs, 1111a especie d e Sacie y, adc 1mís, gracioso .7 (SXX, p. l 3]).

U11 poco dcsp11 és, Lacan <.'logia el "humor atroz" de Pl a l<Ín (S8, p. Después d e desarrollar 1111 poco m ás la tesis central de "Hay Uno",
10'.2). Sig11 ic ndo la i u 1uición principa l ele Niel zsche, a nwn uclo Laca u que, e n a11os posteriores, aparta a Laca n de 1111 previo énfas is e n el
opo11c a Súcrales, quien anticipa la 111 ayé11tica psicoa11;díti ca por ve- 01 ro, sigamos su lecwra del Banquete para ver lo que encue ntra allí.
nir, y Pla1 ó 11, 1111 el evado n1aes1ro de filosofía, q11c lt;1 co11scrvaclo to- Tanto Fre11d como Laca n postulan u11a noción similar del amor,
cias sus a1nbicioncs polí1 icas (este retrato de Pb1611 110 puede si110 cuando se re fi e re n ya sea a Empédocles, quie n consideraba que los
evocar a Kojt\ vc, q11icn 110 d<:jú de ser 1111 "verdadero 111m·s1ro" para dos prin cipios conflictivos de Amor y Odio apuntalan todo e l u11ive r-
Laca11). Por lo d e 111ás, Lac;1n concuerda co11 la tesis pri11cipal de so, sugiriendo así los prin cipios gemelos de Eros y Tanatos para
Nic1zschc c11 FI ·11ariuúe11lo de la IJllf!J!rlia: Sócr;11cs no 1ic11c 11i11g11ua Frene!, o a Plat ó n, c uyo Bunr¡uele es c itado ex te nsam en te por Freucl
scusihilidacl, 11i11g11na si111pa1ía pa r;1 la 1ragcdia , 1111 gfiwro q11 c clara- e n Más allá del prinápio de plat:e1: Frene! e logia la im age n de Aristófa-
nlt'ltl< · 110 podía co111pre11dn (SH, p . 100) . nes de estos giganles divididos que se pasan sus vicias paclecie11do por
Sócrales, q11ic11 sólo hablaba y 111111ca escribía , puede aparecer co- la otra mitad; la ve co mo una confirmac ión de que sólo la e la bora-
1110 el pri111cr psicoa11alista: ¿uo i11sistc acaso sobre d ví11c11lo <'lllre la c ión mítica puede hace rlesj uslicia a las teo rías del amor. Como 11111-
verdad y el clisn1rso inclivid11 a l, forza11do a los i11cli vid11os ;1 n·111111ciar chos lecto res, Freud atribuye e l cuen10 de Aristófanes de las criaturas
a la scg11riclacl ele las ge11cralizaciones para desc11brir dú11de csl;Ín pa- d e m ediadas a l mislllo Platón, y obviamente Lacan está ele ac11erclo, ya
rados pcrso11allll<'111c anle b verdad? Y si scjac1<1 de s11 ig noranci a co- qu e dice que "el único que habla del amor co nve nien teme nte e n el
1110 lllo\'icla pr('limi11ar e n h disc11si<Ín y en la dialtTlica, a cl111i1e que Banquet,elesl 1111 bufón" (S8,p. 103 1). Lafantásticaideadelosgigan1es
la 1í11ic;1 cosa sobre la q11e sabe algo es el amor: s11 conoci111ic1110 se- originales que fueron cortados e n dos por Zeus y que vienen ya sea del
vcrame11tc li1ni1<1do S(' apoya c11 el Eros y la nolilw. E11 el i3rlllqu.ete Sol (y por lo 1anto están h echos ele dos mitades macho), de la Tierra
l 77cl, Súnales les ;1n111Kia a s11s a111igos: "I ... 1a1nor es b i'111ica cosa (dos mit ades he mbra) o d e la Lu11a (una mitad mac ho con un a mitad
c11 e l 111111Hlo q11e yo c111ic11do"H Eslo se co11Jin11a c11 !;1 pri11wra rni- hembra) no puede atribuirse realme nte a Platón. Según un renombra-
tad de /•l,dm, dond(' Sócrates ;din11a s11 llla('strÍ<I c11 "n 1cs1io11es el e do espec ialista e n Platón,
a1 nor" (rm lilw). Súcratcs precede a Fre ud e n esl<' co11oci111ic1110. La-
ca11 llega a decir <'ll sus propios Se111im1rios q11c d 8t111r¡1t,t' it' pued e r... J Lodo el cu e nto de las CTialltras l>isex 11 a les es llll fragm e nto de g raci oso
co111par;1rse al ;1e1a de 1111a sesi<Í11 psi coa11alí1ica (SS, p. ~7) y el psicoa- pa 111 ag rn e lisrno. [ ... ] H ay que buscar e l propósito serio d e Pla1ón e 11 01.ra
nalis1;1 1ic11e q11!' 1ra1 a r crn1 el "a mor" como 1111 as111110 111 ayor. E11 <?I panc.9
Sc111i1mrio '.20, por ejemplo, c11;111do Laca11 retorna sobre la prcg1111ta
Por lo dem ás, colllo es sabido, Aristófanes es precisam e nte e l peor
7 J;1cq1ws l.;w;in, FI Vll/i11r11io d1'./((n¡111·s f ,r1f'11 11 . l .ihm 8. f ,r1 llf111s/nr11ri11. / <)6 0- /96/, cuemigo de Sócrates. Su burla d e l filósofo e n Las nubes fue un factor
11-. ul11l'!'i<'>11 d" F11rÍ< lkr"11 g 11cr, B11c11us i\ircs, l'aid ós, 200'.\, p . 101. F11 ad"la11lt' SH, importa nt e para e l jui cio y la subsiguiente condena a mu erte de Só-
seguido d<'I nú111<'ru d e p;ig i11<1.
' Pb1ó11, Sr111/1mi11111, '1111' l.'11/lnil'll /) i11 /11g11t's, t'di1ado por E. l la111i lto11 y 11. C;iirns,
Pri1HTl011, Bolli11gc11 St·ri('s, l'ri11n·to11 l/11i1·crsity l'ress, l'Jli:l, p . !>'.12. !•A. E. Taylor, l'/;i./o, llu M1111 flllfl lú" Wmh, Lo11ctres, MeLhuen, 1966, p. 209.
200 TR.~t;UJl . \S \' CO~ IU)IAS IJ[ ,-\ ~ IOR: DI:: PI .\TÓ N ,\ C:L\liDEL \' GENH TRAGED IAS Y COMEDIAS DE AMOR: DE PLATÓN A C:LAU DEL Y GENET 201

era te s. Puesto que e l Ba11q1wfr con1ie 11za ce le bra11do la victoria d e u11 mo e l "objeto" del amor, a lg·ui e n que tiene e se pequ e iio a lgo qu e al
actor, el helio y afectado Agató11 (quien, dicho se a d e paso, es d es- sujeto le falla. Tocia la cuestión es determinar si Jo que e l "objeto"
cri to COlllO llll "CüCJllCtO afeminado" e n 'J'/1eSlllOjJfu!l'iae) , 110 pod t:lllOS tiene es idé ntico a l obj e to que causa e l d eseo. Y esto e s lo que Platón
poner e 11trc paréntesis e l '\ :011texto dramático " d e l diálogo: ¿es una mue stra muy claramente e n e l Banquete.
co m e dia o una tragedia? Esta pre g11111.a tell(l1·á algunas re pe rcu siones De acuerdo con la fórmula d e lin e ada anteriorme nte , e l amor e stá
i111porta 11t es en la teo ría del amor de Lacan. estructurado como una m e tá fora , puesto que tiende a e le var algún
Cuando Laca11 comienza a leer el LJaru¡uele, c11L1tiza la ce11trali- o~j eto a la dignidad d e la parte preciosa o símbolo qu e re mplaza el
dad el(' la c ucstiún d e l a n1or en la práctica psi coa 11 a lítica. El psicoa- objeto faltante d e deseo. Hay una sustitución e se ncial que ope ra
nálisi s pn:·s11po11e 11na p11csta e11tre paré nt esis del ciierpo , u11a épo- aquí, y a m e nudo es la poe sía o la te ología la que pue d e sistematizar
rh é co 11 respecto a los impulsos libidinalcs , pues to q11e 11 ada exce p- se m ejante sublimación. Ést.a es la razón por la que los suce sivos per-
to e l habl a pu e d(' te 11 cr l11gar c11 t re e l analizan te y el psicoa nalista sonaj es d e l Banquete a m e nudo e vocan poenias, milos y cue ntos de los
(S8, p. 2'.-'>). Y, lt ac iendo ceo a la ramosa obscrvaciú11 de Frc11cl, La- dioses. Lacan no vacila e n este co nte xto, y ofrece su propia image n
ca n cree ta111hié11 q11 e e l propúsito de un psicoan á lisis 110 es "c urar" pa ra definir e l amor, e n una rara e fusión d e lirismo:
a l paciente, o traerl e a{-! o ella algún "bien" -110 es por el bien del
pacie11tc qu e todo esto est ;í te niendo lugar- sino para ay11dar al pa- Esa man o que se tiende hacia el frulO , hacia la rosa , hacia el lei'ío que de
ci e nte a amar. Lac111 prcg1111ta entonces: "¿Siguifi ca esto q11e tenga pronto se enciend e, su gcslO de alca nzar, de atraer, de alizar, es estrec hame n-
q11c cnse.-iark 1 al paciente 1 a antar?" (S8, p. 24). Súnates respon- te solidario ele la mad11ració 11 de l frnt.o, de la bell eza de la fl or, de la ll amara-
dería q11c sí, pero c 11 u11 trasfo ndo d e indec isión co11 r<'spccto a t.o- da del le ño. Pero cuando en ese movimiento de alcanzar, de at raer, de atiza r,
dos los otros C<>1 1Ccptos abstractos , i11 c li1 yc ndo la j1hilia o a111or i111- la man o ha ido ya hacia e l obje to lo bast.a nlc lejos, si del frut.o, de la fl o r, de l
plícito c11 la lilosofú1 (a111or de la s;1biduría). Ltc111 explora e 11to11- le ií o, surge e nto nces una man o qu e se ace rca al encuentro de esa mano que
ccs el co11t('xto del di;'ílogo , y c11L1ti1.a el papel politico ele J\lc ibía- es la t.uya y que, en este mome nto, se queda lijada en la pl e11itucl cerrada del
dcs - u11 ;1 fig11ra hist.<írica , iª <p1ic11 describe a 111itad de e<1111i110 en- fruto, abietta de la flor, e11 la explosión de una 111a110 qu e se enciende, e n-
tre Ke1111edy y Ja111cs Dea11! (S8, p. 34)- )'su vínculo privilegiado 10 11 ces, lo que ahí se produ ce es e l amo r (SS, p. li5).
co n Súcrates. Luego ex plora los ví11c11los entre el "a111or co rt (s" (ci-
tando 1111a vez 111 ás el flr/Jlrtr11nó11) y el "a1110r griego " (ddi nido aq11í Lu ego re pasa a los prime ros disertantes del Banquete, oponie ndo la
prosaicatll('lltc c01110 ";1111or por los n11u:ltacltos IH'nt1osos"). /\111bos soc io logía del amor de Pa usanias a la inicial mistagogía del amo r d e Fe-
tipos de a111or i111plic.111 alg1111a cuota de s11bli111aci<í11, una s11blillla- cho. A111bos discursos son co11sis1.e 11tes y prohmdos, e invocan todos los
ciú11 q11e 110 excluye la "pc rvcrs iú11 " (S8, p. 42). l .aca 11 rc111ite a su recursos d e la mitología y la antropología comparativa e n vigor en los
análisis de lla111/et )'ele A 11tígo11a para sugerir que el amor está C('rca tie mpos d e Platón (por ej e mplo, e n 182c , Pausanias vincula e l d e spo-
de una perversión de la s11bli111ació11 , y que pen11 ;111ecc Etsci11aclo t isrno orie nta l con la re presió n ele cualquie r tipo de amor). Lacan e x-
por la IH'lleza. La dcfi11ici ú11 del a111or de Agat<Í11 es 11111)' "111oclcrn a" plica que lite a consultar con Kqjeve sobre e l Banquete y que la úni ca se-
puesto q11c a111111cia lo que ha do111i11ado el slar .IJIÜ' 111.. El cinc , co- 1-ial que K<~j eve consintió en darle sobre este diálogo fue: "En cualquie r
n10 lo s11gicrc Laca11, le habría gustado a Pl <1t ú 11: ci1111plc c011 tocias caso, ¡usted nunca inte rpre tará e l Banquete si no sabe por qué Aristófa-
las ideas de Platú11 acerca del 111odclo, el ideal co1110 lúnnas brilla11- nes tiene hipo! " (SS, p. 75). Lacan ya había se íialado e l re truéca110 so-
tcs c u y;1s copias rnod ili cad as son so11 1bras reproducidas i 11de fi 11icla- bre Pausanias en 539 e-el:
mc11 te (SH, p. 44 1). Tambi(·11 llollywood es un bue11 eje111plo en e l
!techo de q11c 11 111cstra c61110 el amor es 1111 "sc11ti111i<'11to uí111ico " C11ando Pausanias hubo hec ho un a pausa -y<1 ven la clase de trucos qu e re-
(SS, p. 44 1). Desde Platón hasta lfoll ywood, u11a única cs trnCLura cibirnos de nuestros filólogos , con sus juegos de palabras de rivados- el si-
Ita captado al a 111or e n s11 red de sig11ifica11tes: siempre es tá el a m a11- guie nte orador, así me siguió cont ando Aristodemus, debería haber sido
te co 1110 el "sujeto" del a111or, el emstes, y e l amado (e l rróménos) co- Arist.ófa11es; sólo que ocurrió, si había estado co miendo de 1m1s no lo sé, que
202 rR. \GED l. \S Y C:O~ I E IH .\S llE .\MOR: DE P L~TÓN .\ CL\ l llJ FI. Y GEN U TRAGEDIAS Y COMED IAS DE AMOR: DE PLATÓN .-\ C:LAUDEL Y GENET 203

te n ía 1111 a 1a q11 e d e hipo ta 11 int e n so qu e rea lm e nt e n o esta ba e n co 1Hlic io 11 ('S na d e la "castració n " llevad a a cabo p or Zeu s. No o lvide m os q ne La-
d e h ace r 1111 clisc u1 ·so ... 10 can ya ha de finido a los d ioses com o pe rte necie n tes al do minio de lo
Real (S8, p . 55) : "los d ioses I ... j son un m odo ele revelació n ele lo real"
El Ba11r¡1tele ha bía cs 1ip11lado que cad a orad o r tkbía segttir e l or- (S8, p . 55). El discu rso ele Aris1ófa n es es p o r e n de c ruc ia l p a r a La-
d e n e n q11 e cs1a ba 11 se n ta d o s; co n s11 hipo , Aris1ófa 11 cs se sa ll a s11 t11r- ca n , a unqu e n o es e n a bso luto Ja ú ltim a pa la bra ele Plató n en e l
11 0 y el sig 11i e n 1e orador es Eri x ílll aco, e l lll é di co , quien a n1 es de Banquete.
p ro n1111 c ia r su pro pi o di sc urso, ins1r11 ye a l <llllor ele 1c a1ro sobre có- Aristófa ne s p rese nta un di sc urso qu e e nfatiza a l U n o e n e l co mie n-
lll O de1 c nc r su llloks10 hipo. Luego é l pro n1u1 c ia su b rill a ul c a locu- zo. Pre pa ra para la e sce na d e castrac ió n simboli zad a po r Ze us co rta n-
c ió n so bre los g iga ul cs prilllili vos corL1d os e 11 d os. do lo s c ue rpos de los giga ntes. El d isc urso es p ro nun ciado po r un pa-
Al lee r n1 inticiosa lll e n1 e el H'X lo e n griego, Ltca n a d vie n e que e l yaso, una especie d e b uló n sh akes peareano, un b ro mista d e las ta-
pasa je qu e in1rod11 cc a Aris1úfa 11 cs es1ú ll e 110 d e o lras re pe li c io nes b las. La ve rdad es pro nu nciad a por un pe rson aj e que ro m pe co n e l
que c re an 111rn sue n e d e eco la lia, co lll o si e l len g ua je es 111 vic ra imi- d ecoro de los pri ncipios pres1a bl ecidos. Aristófa nes de rn uestra a 1ra-
la ndo cs la co ndic ió n hipa nl e. Laca n ll ega a la co nclusiú n el e qu e vés de su c uerpo e l p od e r d e l c uerpo: tie n e hi po, se ríe, in te rrumpe
Ar is1óh1ncs ha es1ad o 1e ni e 11<.lo co nvulsion es el e ri sa el11r;1n1 c el sen- el o r de n forn ia l de los disc ursos. Anun cia el m o d o e n que un Alcibía-
1c nc ioso el isc 11 rso de Pa usa11 ias, colll o pa ra s11ge ri r q 11c Pl a 1ú 11 1n ismo d cs bo rrac ho que b ra nta rá compl eto e l p rocedimie n to d e los inl e r-
lo e nco n1ní ridículo (S8, p. 70). De hech o, incluso Eri xílll aco le rc pro- ca rnbi os. Es te 1ipo de irrisió n b<útinia na a taca to d a la ep is1e rn o logía
ch ;t <t Pa usa 11ias el 11 0 ha ber lt-rn1inaclo a pro piad a11H'111 c su di sc urso de Ja é poca, puesto qu e le a pli ca a la li g u ra de la pe rfecc ió n (es de-
( 18füt). Si rc k c lll os t'se pas<~j e con es los "lc 111 es" (co lll o lo sugie re La- cir, la esre ra ) un a iro nía que pue d e a ni e n azar incluso e l siste m a d e
ca n e n SH, p . 7q), se lo rn a claro q1 1C la Lirga y co n1pli u 1ela disc usi ó n Pla 1ó n , a l me n os lo q ue se ex po ne e n e l Ti:m.eo ace rca de la esfe ra. Así
d e si es co IH'Clo que los j óve nes sea n con1pbc ie n1 es co n ho n1bre s el di á logo se ace rca peligrosam e nte a la a utopar odia, de nia nera a un
1n ayon's sólo n 1a 11do pi e nsa n que se lw nd icia rá 11 ele e ll o lll o ra l y no más pun zan le e n la n1 ed icla q ue noso t ros los lec to res sabe m os c uá l se-
fin a nc ic ra n1 c n1 c, para co 11 cl 11ir co n la n1 ;íx i1m1 re pe lida ll lll c has ve- rá el res ult ado de la co nfro ntac ió n e ntre Sócra tes y sus jueces, az uza-
ces: "co1nplacc r e n lod o 1 a l a n1an1 eJ po r o h1 c 1HT la vir111d es, (' ll d cc- d os po r las insole n cias d e Aris1ófa n cs.
10, a bsolt11 ;11ne nl c he nnoso l.iu s1o l" ( 18S b ), se vue lve a lia111 c 111 c pa- Laca n es lá a te nl o a l e lem e nto có lllico e n e l discurso d e Aris1ófa-
ró di ca e in c lt 1so hilara nl c. Enlon n·s F ri xílll ac o po ne b cos;1 e n 1ér- nes, y la riqu eza de im áge n es qu e vac il a n c nlre lo tri via l (las o rigin a-
1ni1w s lll <Ís c ic n1 ífi cos y nH ' 11 os hipúc ri1 as cuand o d e cl a ra q1w "la 11 ie- ri as cria lll ras d o bles co rl adas al llle d io co lllo un hu evo re ba na d o po r
di cim1 es l;1 c ie nc ia d e las <:T<Í li n ts del c ue rpo" (<:n la re 1rnducci ú n d e un cabe ll o ) y lo teóri co (puesto que el co ncep1 0 d e la esfera fue 10-
lll ad o po r los g ri e gos muy se ri a n1e nl e COlll O 1111 a rque tipo ) . Desp 11és
Laca n de lt\ba, S8, p . 87). Y ;uiad c Lanu1 qnc ésl a es un a 1nuy bu e na
el e una la rga d iscusió n d e la esfera e n la fil oso fía griega, com para la
d efini c ió n d e los prnpósil os del psico a ná lisis .
leoría de Ari stófanes co n las teorías in fa ntil es (com o Ja del pcqueiio
La knura q ue h ;HT Laca n del di sc urso ele A ri s t ú f~1n c s es a li a-
ll a ns, qu e c re ía que le podía n qui lar sn "wiwin1.ache/'), pero co n e l
1n c 111 c idi os i11c r;'is ica , lll ezcl a 11do i1Tcvcn' nc i;·1 con cs pt-c ub c ion cs fi-
p rn pósil o d e e n fa ti za r, qne a pesar ele su t.o no ge ne ra l ele ch a nza, es
lo lógicas 1n ás lra di c io na lcs. Le ad vie n e a su a ndi1 o ri o qu e su Ill t' lo-
úni ca rnc nl e Aristófa nes e l que co nsig ne expresa r a lgo d el path.os y la
d o 110 sc r;í hi stó ri co ni acad é llli co: lo q ue c 11c111 a p ara é l e s lo qu e
urgenc ia del a m o r. Es to sin dud a cst.á vin cul ad o a un a evocació n co r-
nn lcx to dado " nos h ace o ír" ( SH, p . 9!í), a 1n1 c na nd o sea indispe n-
pora l muy realista d e la cas trac ió n física, y co n Ja n oc ió n de un a p a-
sab le visu a li zar e l u11i vt-rso cli sc nrsivo es pec ífi co qtw lo p rnd11jo . Es-
sió n qu e nos fu e rza a e n co ntra r n11 es1ras "segnn das mitad es" y luego
le llllllHl o dd disc nrso cs lá vt'C lo ri zado por 1n1 pc 11 sa 111i c 1110 del
uni r nos a e ll as ta n indi soc ia ble me nte que nos se ntire m os " 1111 0" o lra
U no; e s só lo co nl ra e se 1ras fo nd o co lll o po dclll os c 111 c1H k r la ese('-
vez. La u rge ncia d e es te nnevo lo no se co nfirma c ua ndo o ím os e l si-
guie nte d iscurso, por Aga tó n : corn o actor trágico profesio nal, desplie-
lo l'b1 ú11, '/111• <:11//n/!'rl l!i11 /11g111•.1, 11/1. ril., p. !)'.)'J. ga tocios los recursos de la sofís tica y la re1órica, deslumbra ndo a su a u-
204 TR\C;EIJL\S \' COMEUJ.\S llF. .\MOR: DE Pl..\IÜ N ,\ CL\ l l llF.J. \' C F.N LTO TRAG EDIAS Y COMEDIAS DE AMOR : DE Pl~\TÓ N A CL.AUDEL Y GENLT 205

ditorio con fantasías y co11 1pa racioncs, pero sólo para producir u11a r... ] yo no sé si a lguno de ilste des lo lia a bie rto cuando se enco ntraba se rio,
illl age n triviali zada d e l amor colllo "el padre de la clelicadcza, ele la su- y vist.o las p equ e ñas imáge n es (Ó:yaA.µm:a [aga lmata]) dentro d e é l, p e ro yo
tileza, ele la elegancia y la g rac ia" ( J97c) . 11 las vi u11 a ve z, y m e parec ie ro n tan divinas, ta11 doradas, tan h e rm osas, y tan
admirabl es qu e no podía sin o h ace r e xa cta m e nte lo qu e é l me dij e ra (21Ge-
Si11 d11da es p a ra 11osotros sig11ili<'ativo , ri co en e 11seiia11zas, <·11 sugere n c ias, 2 l7a).12
c11 prcg11111as , que sea J\gató11 el tr<Ígico q11ic11 haya hecho el 1m111111u~1 0 có-
mi co del a1nor, y qu e sea J\r is16 f"a1 1cs, e l cómico, quic11 ha y;1 hal>l ;1do d e é l El agalm.a deviene e l término principal que Lacan extrae d e l diálo-
c11 s11 se ntid o d e p;1sió11, crn1 un a<'ct1tn n 1si 111od e r110 (S8, p. l '.1(i). go. Abarca e le m e ntos de l fetich e (es un objeto resplandecie nt e que
fascina), se compara al "objeto parcial" d e Me la nie Klein, y luego se
Esta estn1ct11ra quiás111ica nos fu e rza a prest ar lllás ;1te1Kió11 al convierte en e l co 11cepto d e l objet j1etit a propio d e Laca11. Como m e-
1nont ;1 jc )'a la co11struffión 11arratológica del cli<ílogo . tonimia d e l de se o inco nsciente, e ste objeto es lo qu e e n contrarnos
Cuando llega el t 11r110 de Sócrates ele e logiar e l a111or, co1110 es dentro d e a lguie n a quie n rea lme nt e a m a mos.
bien sabido , ta111bi t'· 11 é l utiliza el lllito para cxprt'sar s11 se ntido , y ci- Si como a lega Lacan , e l amor marnie ne lazos con las raíces d e "ga-
ta a una 1111ütT, Dióti1m1, quien le ensc1-1ó todo lo q1w s;tlw sob re e l la11 tc", un a palabra que d e riva ele gal, que sig11ifica brillar e n fra11cé s
an1or, espccialtnente sn gi"ncsis. El a lllor es descrit o, de lll<>do ci"lcbre, auti guo. El objeto represen ta la división d e l s1u e t.o, la ruptura e n la
como el hijo de Porns y Pe!lÍO, esto es , de "Renirso" y de "N<'cesiclad " o i1n ag·c11, y e l corte d e la castrac ió n . Es un a parte del cuerpo qu e se
"Pobreza" (20'.)b-c). Laca11 ve e11 el di;ílogo de Sócrates co n Diútillla pu ede se para r corno podría serlo un ó rgano. De h echo pue de ser e n-
o tra mancr;1 de pasar por la "a porí;1" creada por el a111or, a l ;1nticipa r carna do por casi cualqui e r cosa, por c ualquie r borde o marge n en e l
su lórnlllla que define el an1or co11 10 "dar lo que no se tiene" (SH, p. cue rpo libic.linal, labios, e l ani llo del a110 , la punta d e l pene, la vagi-
145). Aq uellos q11c a1m111 carecc11 de algo , dice Diótirn;1. Y sugiere q11e na, los párpados y e l ojo que co11tie 11e n, la abertura del oído. El ob-
es en la belleza donde los a1mrntes enuicntran 1111 ol~jcto pri111ordi al. jeto parc ial provoca e l deseo, y cuando Alcibíades expl ica que lo ha
Laca11 110 e11fatiz;1 el co111c1iiclo del 1nito tanto cotllo la 1m111cra e n desc ubie rto c u Sócrates, eso está sin e.lucia vin culado a l h echo d e que
que es dado a lu z. FI a111or es co 11cehiclo e11 la 11ochc, .si11 q11 e s11 llla- Sóc rates se ha re husado a é l, a pesa r ele la belleza y la fama d e su i11-
dre se cié n1<·11ta ele 11ada. L1 gi" 1wsis lllÍtica ele Dicíti111;1 es 1111 sabe r te rlocut.or. En un d esarrollo posterior e 11 e l mismo seminario, Lacan
que sc1-1;tl;1 Lt 1;t1ta ele saber ele Sócrates. escribe la fórmula d e l dese o histé rico así:
Lis cos;1 s co111ie11l'.a11 a ir 111 ;ís r;ípido co11 la llegada ck /\kihíadcs.
Estando ya borracho, va clirccL11nc11tc hac ia /\gató11 , se sil'11t ;1 cerca a
0A (SS, p. 287)
de c' I, y lo separa si11 darse n1c11ta de Sócrates, q11c tic11e pl a11es sobre (-cp)
é l. Et1 este punto tocio ca 111hi;1, porqtw 110 esta1nos silllpk1nc111e en lll ie 11 tras q uc la fantasía obses iva se simboliza como:
una "asa111hlca de 11rnricas vic:j ;1s" (S8, p. 1:iq) co mo dice Lacan , si110
que ve111os al alllor c·n arcicí11, y 110 mcra111c11te discursos sobre e l PN o"'a,a
'" ( ',a ",a,"' ... ) (SB, p. 287)
a lll o r. El Brwq111'/rdcscubn· s11 n a tura leza dra1rnítica al ponerse c·11 es-
cena. El elogio de Súcra tcs por Alcihíacles proporcio11a 1111 ti" nnino Esta á lgebra es meram e 11te una m a11era de visualizar e l papel re-
n·ucial para Laca11 , el de agal1na (d ltennoso orrn111 1l'tlto que puede presentado por e l objeto parci a l a e 11 la fantasía: e n e l caso d e la his-
verse n1ando se abre e l rugoso exterior ele 1111a c-~ja, co11 la fon11a ele te ria, e l deseo del gran Otro est á ap untal ado por 1111 objeto imposi-
silcnos). Esto es lo que Alcibíadcs dice sobre el viejo filósofo , s11 m aes- ble o rehusado qu e esconde e l mJ11:u.s phi d e la castración imagina ria.
tro, q11<:· hasta cl mon1c11to ha rechazado tocios s11s ava11n·s sex ual es: El obsesivo o la obsesiva p e rmite que su posición sea re mplazada por

11 l /Jid,.111, p. C>50. I~ /bidm1, p. 568 .


206 TR.-\GEDL\S y COM LDL\S IJE AMO IC or PL\I ÜN .\ C l.\L IDEI . y GENET T RAGEDIAS Y COMEDIAS DE .-\MOR: DE PLATÓN A C t. \UDEL Y GENET 207

1111 gra11 Otro tachado q11c de algu1rn m a ne ra d esea al sujeto. Este d e- Otra lecc ió n d e l diálogo es que Platón, e l padre d e Lodos los fil ó-
seo pasa a través del falo, co mo una "medida " para 1'1 serie d e obje- sofos, aparece obligado a renunciar al m e tale nguaje d e la metafísica,
tos s11stit11tivos. Lo q11 c importa e n es te p1111to e s si111ple111c11tc q11c La- y se ve casi forzado a d ej a rnos ve r la dialéc tica de la transfe rencia en
ca n ha e nco11 t rado c u el agalma ele Sócrat e s 1111 k11g11 <~jc con el cual acción.
puede formalizar el amor, la tra11sfere 11 c ia y otros ol~jetos.
1Ie mos visto cómo Sócrates re chazaría a111able11ie11tc a Alci bíadcs, H e m os cre íd o ca ptar e n e l pro pio esce n ario d e lo que ocu rre e ntre Alcibía-
cúmo continuaría ha bl a ndo a pesar d e l a pasionado a brazo d e sns d es y Sócrate s la ú ltima pal a bra d e lo que Plató n qui e re d ec irnos sobre la na-
cue rpos. Laca n concl11yc q11e "si Sócrat es 11 0 ama es porq11e sabe" (SS, u1ra leza d e l a m o r. Esto supone q u e e n la prese ntac ión d e lo qu e se pu ed e lla-
p. 181). U na fórmul a m ás tarde expandida a: m a r su p e nsam ie nto, Pla tó u protegió d e libe radam e nte e l luga r d e l e nigma .. .
(SS, p.196) .
Sóc rall's , prcc isa11w111 e porq11e sabe , sustil.II )'t'. 1111<1 cosa pur la olra. No l'S la
belleza, 11i la ascesis, 11i la id c 111ifi e<1ció11 co n Dios lo que desea i\lcibí<1dc s, si- Como Ni e tzsche , Lacan ve a Platón más como un autor teatral que
11 0 aquel olijc10 1'111icu, aq1 1dlo que vio e 11 Sóc ra les )' d e lo que Sócra tes lo co mo un filósofo, q11c es la razón por la cua l e n la segunda mitad d e
a parta , porqu e sabe qu e 11 0 lo ti e u e (S8, p. 187) . su Se minario sobre la tra nsfe re nc ia, ha rá foco e n "El mito ele Eclipo
hoy" y ofrece rá una e xte nsa lec tura d e la trilogía barroca de Claude L
Sócr;Hcs ckctiva111c11tc d esc;-1, pero 11 0 ama: {· I 110 crl'l' l'll la tc 11ta- La falta d e 1111 m e tal e ng11 ~jc platónico pe rmitirá que la transferencia
ciéH1 del agalma, é l 110 crct' e n el objeto. P11csto q11c sabe lo q11e e s e l sea pue sta e u acto en otro estadio (para c ita r a l propio Fre ud). Ésta
a111or, p11cd c transfe rir e l a mor d e Alcib íadcs a s11 o bjeto rea l, q11c es es la razón por la que, a l final, no pode rn os d ecir quié n h a h ablado
Agatú11. m ejor ace rca d e l a mor: ¿es Arist ófa nes (como pie nsa Fre ucl) , o Sócra-
El n·s1iltado del disc urso d e Alcibíades es q11c le advierte a Agatón tes citando a Diótima (como pie nsa la m ayo ría ele los fil ósofos) o e n
que 110 se deje scd11cir por Sócrates de la 1na11 e r;-1 e n q11e se ha d ej a- realid ad AJcibíade s? En tre tanto, he mos visto e l amor e n acción al ha-
do é: I, lo q11 c k ;1c1rrcó frustra c ión. Sóc rates por e nd e lia aC1 11 ado cer que se hable , pasando rápida me nte a través ele diversos grados d e
co rn o 1111 h11e11 psic m11 ia lista, lia 11tilizado la i11s1 a 11 cia del ;11nor ele se ri e dad o p o mposidad o incluso con u11 e ntusiasmo claimónico, que
tran sfe rencia e n Alcibíades para a p;1rta rlo de é l mismo y rec 11\'iarlo nos llevan a pe rcibir la no transpa re ncia d e estos estad ios discursivos
al ol~jcto rea l de s11 deseo, es dec ir AgaLó 11. Así Laca n ¡)llc d c adoptar estratificados. Me nos Roland Barthes (Fragmentos de uu discurso arnoro-
s11 alegorí;i de 1<1 111 <1110 cs1irada: so) que Raym o nd Carve r (De qué hablam.os cuando hablarnos de amor).
Lo que he m os co mpre ndid o 110 obstan te e s que d e h ec ho Eros es m e-
Porque d d cs\'o <' 11 s 11 raíz y l' ll s11 cs<' ucia <·sel d<'s<'o del 01ro , y t:s aquí, li a- nos que un Dios y clarame nte ni siquie ra un concepto, menos a ún
blando cu 11 propi nL1d , d o nde esl;Í e l rcsorlc del u acirnicuto del a 111or, si e l una me táfora. Sin e mbargo, e l amor inic ia la escena muda ble d e Ete-
a!ll o r es lo qu e on1rre <'ll <'Se uhj<'I<> hacia el cual 1n1d crn os l;i 111<1110 lll<'dia11- ros, o el o tro co rno gran Otro, el luga r d esde donde se puede de du-
1e uucstro propio d eseo, y lo q11 e, c11aud o 1111<'stro deseo li are esta ll ar su in- c ir lógica y ontológicame nte e l U n o .
ce ndi o, uos d<'ja w:r por 1111 i11s1;111t<' esa rcs p11 cs 1a , esa 011 ·;1 111;1110 que se ti e n- En lugar d e cerrar la lec tura que Lacan h ace d e l Banquete con un a
de ha c i<i nosol ros co lllu s11 d eseo ( S8, p. 207). re ite ració n d e su vieja fórmula d e que "el a mor es dar lo que uno no
tie ne" -un a fórmula escardada de sus implicac iones por De rrida-, E~
Este deseo conlleva 1111 n1011w11to d e cegu era, de 110 saber. U n o
L1ua psicoanalista ha de se r lo s11ficicnte 111c111e f11<'rtc p;ira 1m111t c ner- 1:i Véase J acq ues De rrida , (;hw11 'fú11t /: C1J1111infiúl M"'"'Y' tradu cc ió n d e Peggy Ka-
sc en su posición , (k:ja nclo q11c s11 d eseo sea m ás li1crt c que c11alq11ie r 111uf, Chi cago, Th e Un ive rsi1 y o f Chi cago Press, 1992, pp. 2-3, sob re Lacan, y pp. 159-
L61 sobre He id egge r y una fra se si111ilar sobre "dar lo qu e uno no tiene " qu e He ideg-
a mor c 111tivado por la lwlleza del ol~j e t o . Co 1110 Sócra tes, cll <1 o é l vi-
g<' r descubri ó e n Anax im a nd m !_ edició n francesa o riginal: /)1J11111' r l1' /.1'111¡1s /: l .11_/Íluss11
ve e n u11a pa radoja: 11110 sahe que el deseo i111plica 1111a posició n sub- 11w111wú', París, Galilée, 199 1; e n es pa1 1ol , Oar (f'i ) 1i1' 111/111, traducc ió n d e C. Pe re ui , Bar-
j e tiva l'll la que e l saber l ~1lta. ce lona, Paidós, 1995].
208 lK\GEDl.\S V CO~IEDl.\S LJE AMOR: DE PL.\J'ÓN ,\ lL\UDEL Y GFNET TRAGEDIAS Y COMEDIAS DE AMOR: DE PlXfÓN A C:LAUDEL Y GENET 209
es más provechoso y productivo seguir la dinámica d e su comentario. Puesto que estas obras no han sido traducidas y no son muy cono-
El Seminario 8 va desde 1111 bloque -la lectura d e Platón- a otro blo- cidas, es necesario llll breve resumen argume ntat.14 El rehén está am-
que, el detallado co111e11tario de la trilogía histórica de Claudcl, L'l 1e- bie ntada en la Francia posrevolucionaria en el momento culminante
lth1., El pan duro y L"l /){l!Í1e li:111nillrulo. Pare ce como si los dos textos, una de l poder d e Napole ón, exactamente cuando marcha a su d e rrota en
slrrwaga11zrt liloscílica q11c pone e11 escena varios discursos sobre el la d esve nturada campaiia d e Rusia. Los personajes principales son
amor que nos lllltcstrnn el pináculo ele la cultura en la (;rcc:ia clásica, dos primos, Georges y Sygne , que han sobrevivido a duras pen as al tu-
y una saga dramática el e comienzos del siglo XX sobre 1111a familia se- 11111lto del te rror revolucionario. Napol eón e stá e n Moscú, y Ge orge s,
guida a través de tres generacion e s, tuvieran muy poco en común. que está d e regre so de l e xilio e n Inglate rra y lo ha pe rdido todo, e s-
A11n así, para Lacan, ambos textos son piezas esenciales e n un a de- tá al mismo ti e mpo d eclarándol e su amor a Sygn e, qui e n se las ha
mostración sist e n1ática del 11wnlajr ele! deseo , e l amor y sus dramáti- arreglado pa ra salvar todo cuanto pudo del dominio familiar, y e scon-
cas "consideraciones d e represcntabilidad". der al papa e n la celda misma d e l convento que ahora e s la casa Coú-
Lo q11c atrae a Lacan e n las piezas tea tral e s ele Claudel es, una vez fontaine. No obstante, e l lugar donde se esconde e l papa es conoci-
más, una instancia parti cular del significante. l;'.I explica que ha esta- do por Turelure, e l arc hivillano, quie n se aviene a no denunciarlos si
do leyc11do la correspondencia de Claude l y de Gide, y que vio las cli- SygHe acepta casarse co n é l. Habi é ndose ne gado inicialmente , se ve
fic11ltad es que Clauclel había tenido para superar, clchiclas al cxtrailo sutilme nte e mpuj ad a a 1111 asentimiento estratégico por su confesor,
nombre q11 e l1abía inventado para la familia cuya crónica pint a en la qui e n cree que la seguridad del papa es más importante que su feli-
trilogía. La pri111era he roína de Ch1ude l se llan1a "Sygnc de CoCifontai-
cidad. Ella se casa con Ture lure, y lue go da a luz 1111 hijo. Georges re-
ne" , y si s11 primer non1bre evoc:a "signo" en fra11d:s (co11 u11a curiosa
gresa, trata d e dispararle a Turelure, sólo para ser asesinado e n tanto
y) su apellido le pla11Leaba 1111 te111ible problen1a a los tipógrafos. Clau-
qu e e lla inte rpone su cuerpo y recibe la bala mortal. Mientras yace
d e l bautizú a la familia de s11 licroína "CoC1fo11t<1inc" con u11 acclll.o
agonizante, y a pesar ele las súplicas de Turelure, e lla se niega a ve r a
circ11nflejo sobre la u . En las instr11cciones de escena, la cost111nbre es
su hijo o a pe rdon ar a s11 marido. Esta ne gativa, claramente presenta-
escribir los n0111brcs en letras 111ayúsntlas, pero 11sualt11c11tc 110 es po-
da corno anticristiana, marca un importante paso ético en la recupe-
sible c11co111rar la "11" circ1111fkja corno 111ayúsc11l<I en fra1 1d :s. Como
ración d e su propio d e seo , pe ro ge ne ra e l e quivale nte del Até de An-
los editores a los que se acercó no querían o 110 podían producir las
t ígona para sus d escendie nte s.
obras debido a su escollo tipográfico, Cla11dcl de cidiú publicar las
Lacan se maravilla por el golpe de ge nio d e Claudel cuando mues-
obras él 1nismo, ¡y a sus expe nsas' Con este nrn11hrc, y otro 1101nbrc en
tra có mo e l orgulloso le ma ele la familia - Coú/ontaine, adsurn! ("Coú-
la segunda sección ("Lurnir", 11n nombre que se supone pol<1co pe ro
ÍOHtaine , aquí es toy")- es pronunciado por Turelure en un último
q11cj11cga co11 la palabra "h1111i(:re", luz en francés), Claude l con(irma
la te oría de Lacan de la le tra elaborada ele acuerdo con e l cje111plo de int e nto d e conseguir que Sygn e lo pe rdone y lo be ndiga al morir.
Cicle: rou sin acento circ11ntlt:jo evocaría sin1plcme11tc d "cuello" Claudel cambió ele idea acarea d e la conclusióu de El rehén: e n una
("cou"), 1111;1 resonancia d esafortunada, pue sto que a exccpciún d e los prime ra ve rsión, Sygn e pe rdoua, pe ro e n la "variante" que realm e n-
dos protagonistas principales de fl rehén, tocia la familia pereció bajo te se re prese ntó e ll a se ni e ga hasta e l fin al. Y e n lugar del catolicismo
la g11i1Jo¡jna revolucionaria. El coi( cirnmfle jo, por otra parte, cmp•!ia la ele Claudel (hay que añadir que fu e un catolicismo particular, pue s é l
palabra hacia el signil'icado de "costo" ("w1/i'). La letra llO sólo es e xplicaba que se había convenido a los dieciocho ai'ios después d e
la prueba de que algo está htltando en el sist e ma simbúlic:o d e la tipo- lee r los poemas d e Rimbaud), hay una ácida crítica del papa (viejo,
grafía, adctnás sc1-iala la hue lla d e un goce particular, el goce d e un d é bil, inope rante, está demasiado comprometido por la realpolitik d e
ape llido l 110111lm: de familia], d e personajes que se han visto fórzados la é poca), y del confesor, prese ntado como un tipo sombrío que uti-
a pagar el costo ( múl) exigido por el Destino para disfrntar de la po-
sibilidad dt· deseos que rorzadame nte se vuelven transgresivos dadas 1'1 Paul Claudel, / ,"()/11g", suivi de/,,, ¡min d11rer. f,,, l'im< llumifi¡, (1908-tO, 1913-1 4 y

las circunstancias históricas adversas. 1910-16), París, Gallimard, Folio, 1979.


210 l'R.\GFlJL-\S Y CO MEDL\S DE AM O R: DE Pl ..-\ IÓN .\ CL\Ll[)El. Y C ENET T RA.L;lm IAS Y COMEDI AS DE AMO R: DE PLATÓN A Cl..-\UDEL. Y GENET 211

liza e l ch a111<1je lllora l para !'orzar a Sygn e a re n1111ciar a s11 alllor y a focle s, Lacan utiliza la trilogía d e Claude l pa ra d esLacar la impo rta n-
su vid a. El "Re h é n " el e la prim e ra o bra 110 e s el p<tpa, con10 la lrallla c ia d e co rnpre llde r cóm o e s producido cualquie r sínto ma por tre s ge-
pare ce suge rirlo al princ ipio, sino Syg11 e, for zada por s11 confesor a n e racione s, y cóm o pue d e el mito ele Edipo seguir estructura ndo el
trai c ion a r s11 propio d e seo, a re nunciar a Lodas sus e spe ran zas d e una teatro . Pan duro es cla ra rn e nle Ja va riación mode rn a d e Cla ude l sobre
con1in11ac ió n d e la ve rdadera h e rencia d e su fami lia.1 5 e l mode lo d e Só focl e s: Lo uis "m a ta " (sin realme nte m ata r, un poco
Pan duro co111it·11 za ve inte a1-1os después d e la 11H1e r1 e de Sygn e . El como e l hé roe d e Playhoy of the Western World) 16 a un p adre que ya e s
hUo, Louis, ya adulto, lll a l.a a su padre se nil como co11se<·11c11cia d e una ca rica tura d e sí mismo , y d e a llí que se p o n e e n las m a n os d e un
1111 co 111plo1 o rga nizado por su a1n a Hl c, L111lllr, qui e n súlo s11 <·1-1a con de se o 'judío " d e finid o po r Laca n corno e l a nhe lo d e co mpa r tir e l go-
ayuda r a l'o lonia , y Si c hcl, la a111a 111e d e l padre, pn.·sc 111ada co rno 1111a ce co n to d os (S8, p. 346). Es por d e m ás iró ni co ve r a parece r al mis-
judía as1111a. Louis 110 siquic rn k dispa ra a s11 padre, pe ro T11 rcl11re se m o p e rso n ~j e com o e l e mbaj ador fra ncés e n Ro m a , e nvue lto e n tra-
nJ11crc del mi e do. Luego él se casa, 11 0 con s11 alllanl.c sino con la d e l to s con e l pa pa e n la te rcera p a rte d e la trilogía . El prin cipal foco d e
padre , Si c hcl , recn·<11Hlo así un a cL:ísica tra m a edípica. L1 obra tc nni- Cla ude l, no obsta n te , no es ta n to la pintura de un a fun ció n pate rna
1J<-1 con un a not a d e trai c iún de los va lo re s cristi <11ws y con e l dominio disminuida o "humillad a" co m o e l e logio d e 1111 d eseo fe m e nino, un
d e los cá lculos 111ás sórdidos. La obra final , U padll' ll'll'llli llrulo, que d e seo que se establ ece a travé s d e d e termin acio nes tra nsgen e racio n a-
0 1ra ve z l ie ne luga r ve in le ali os despu és (J 8b~)- l 87 I), pero es ta vez e n les compl ej as, que m ed ia n e ntre 1111 conjun to de sig nos (aquí, un a ve z
Ro1na, se ce ntra e n Pe nsé e , la hU a d e Sich c l, <Jlll' e s cx1rc111a da111 e n- más , la fun ció n a legórica del n o mbre Sygn e es crucial) y un pe nsa-
1c h e rlllosa, pare cida a su lll adre, pe ro cie ga . Ad c 111{1s posl'e 1111a pers- mi e nLo ( Pensée signifi ca pe nsarn ie n to ) d e l d eseo. Co rno re pite Laca n
pic ac ia lú e ra d e lo crnnún , y se la rdrata crn11 0 1111a sue rt e de /\ntígo- e n su Sem ina rio, Pe nsée es e l pe nsa mie nto d e l d eseo (SS, pp. 341-
11aj11día . No ohsta 111c , e ll a 1rn rl'111111 cia a todo por su pad re colllo A11- 346). El "pe Hsa mie nt o d e l d eseo" pu e d e o p o ne rse a la "u to pía d el go-
1ígo11a , y se cn;1111ora de 1111 ho mbre lla1naclo ( hian del lomodarrn e s, ce" compa rtida po r Si c he l y Lumir, y necesita la d e te rmin ació n del
11n soldado relacion ado co11 el pa pa , s11 tío y co11sejcro l'spi ritu al. Él sig nifica m e d e la até ele Ja fa milia. Lo que sigue e nto n ces e s una vaci-
se present a 11111y a1nbivaknl l' con respe cto al a111 o r, si hi l' ll co1n·spo 11- lació n siste m á tica e ntre la com edia d e las pre te nsi ones, a rdides, lu-
d e el ;unor d e Pc11 sée, y alllhos conc ibe n juntos 11n hijo. Él m11¡; re ch as, usurpacio n e s pale rnas , y la tragedia d e la re nuncia fe me nin a al
pn.H1lo e 11 ha l<illa crn11 ra los a km ;111c s, c 11viando 1111 últi1110 111e11sa je go ce (S8, p . 341 ) .
(¡con s11 cora1.c'ín l'11l c rraclo c 11 u11 tiesto ele llores!) a tra vC·s dl' s11 h e r- El equivale nte m asc ulin o a esta posici ó n fe me nin a e s la figura d el
mano, dici é 11dolc que e ll a d e be vivir no importa lo que pasl' y casa r- sa n Lo. Laca n ve a Orso corn o una especie d e sa nto , y pa ra soste n e r su
se co 11 Orso, n1 ás a1mcslo y que h a e st ado e n a morado ele ella. Pe11sé e a rg um e nto, cita un di á lo go e ntre O rso y Pensée e n e l que Orso de-
ace pl<l vivir por s11 hUo pe ro se niega a casarst' in1nl'dia1am c 111c con cl ara que se ve e mpiu ad o po r "o tro d eseo" que necesita e xced e r sus
Orso . La obra 1e rmi11a co11 una prollle sa d e n: 1u1ió 11 pa ra los dos he r- límites co nLinua m e nLe .
m a nos, u110 vivo y el otro 1nt1c r10 , y Pe nsé c que sic111 e 1nove rsc a su
niii o e 11 e l vienlrl' al oler las flores con el corazón d e Oria11. Lu ego co nocí o tro deseo .
¿Qu é es lo qu e hace posible pa ra Pe 11sée ser el sujeto dl' s11 dese o ? Sin i1mige nes ni ningun a acc ió n d e la inte lige nc ia, si no tod o lo qu e hay
Ell a vuel ve la mi rad a h acia su abue la, Sygnl' , quien ha sanili cado su e n e l se r d e un o qu e pura y simpl e me nte
vicia por o tros, o por los interese s del Otro. Al resa ltar el modo en E rnpt0 a y recla m a hac ia o tro, y el tedi o co n un o 111ismo, al a lma e nl e ra se
que est e co11oci111icn10 p<H'c ce est a r faltando e n lo s pcrsornües d e Só- libe ra ho rri b le me nt.e, y 11 0 es te co ntinu o ard e r a so las, sin o un a se ri e de g ra n-
des esfue rzos un o de trás de l o tro, compa ra ble co n los d o lo res de la mu e rte

1:. V<~·asc \i\' illi ~un Ric hardso11 , "T h t· Third Ge neral ion u r Dc sin-·'' , /Ji.,sr'111 i11oli11p; /.o -
m11, e d i1ado por Ü;i vid P"11ig rl' W y Fr<111<; o is Ralfoul , N u<'V'1 York, SI IN\" , l ')~l6, l'I'- 182- Hi O bra d e teatro d e l irland és j o hn Millin g ton Synge ( 1871 - 1909) cuyo título se ha

18 7 , que ofre ce 111);1 <·xcc lc ntc discu sió n de las co 11tradicc iu11cs e 111rc la po si c ió n teo- traduc ido co n po r lo me nos tres va ria ntes: J·:ljii.rnu1f" ,¡,,¡ 111.1111d1111,.,-ú/mtol, /•,'/ s11-ltú11hrw.-
lógic a d e Cl a ttdel y lo s prt's upu<·slos al c Ís l«S ele La c ui. r¡11i dd 1111111d11 11u:idn 1to./, F/7 11g/11-r ,¡,,¡ 111.1111d11 offiilmtol [T. ].
~12 TRA(;(·'.J >L\S \' COM EIJL\S DE .\MOR: DE PI ...\TON .\ C1 . \l llJFL Y< :ENET TRAG EDIAS Y COMEDIAS DE AMOR: DE PLAT ÓN A Cl.AU DEL Y GENET 21 3

qu e ago1a 11 e l al ma e ntera c ada ve z y ¡ine d e ja n a nl e las pu e n as de la Nada! seo absol11to que encuentra excusas pa ra el amor fe menino. Ambas
1 .. . 1 elaboraciones, e l mito fe menino y la trage dia masculina de la lmmi-
De 111a siado sab ía yo qu e lo que le p e día n o p odías dan ne, y qu e lo que se llación, te rminan finalm e nte por e logiar la generación -bajo la figu-
ll a 111a a 111o r ra del niilo por nacer e n e l final de la te rce ra obra- y e l predominio
Es s icrnp n: el 111is1110 j11 e go de pal a bras banal, la rnis111 a rop <1 dc111asiado d e la d e manda incondicional d e amor sobre la dial éctica d e la re nnn-
pro1110 vac iatlci , r u es1iú11 d e unas pocas n oc h es e n 11n h oi<' I, y o lra vez. cia y el sacrificio.
M1 il1i111 dcs, la aso111hrosa l11 c h a, e sla hol'ribl e y cómica fe ri<i de la vida , de El arnor es por lo tanto inse parable d e una precisa delim itación d e
la q11e nadi e pu e d e e sc <ipar.17 lo que Lacan llama e l objeto a, este agalm.a que Alcibíades ve e n Sócra-
tes, pe ro que Sócrates sabe que no tie n e .
Conte nié ndose de cua lq11ie r psicologización dircua cid au lo r, La-
Glll advie rt e si111plc111 c nt e que se p11cde ve r la rcprcsiún fún ciona ndo De esta a. minúscul a [e n otros con 1e x1os, e l p e qu e iio a o peti.t a 11 objet /1elil al,
c 11 Cla 11dcl , y d estaca e l h ec ho de q ue el sa11t o, conw Cla udel , está ob- n o s o c upamos a lo la rgo d e t.o da la e stru c 1.11ra, porqu e nunca e s supe ra d a e n
sesionado por la cat egoría del te ner: se d esp~j a de todo prira posenlo lo qu e a la a tracc ió n li b idin a l se relie re (S8, p. 432).
todo (S8, p. 3 ~181). ¿Q11{· poscc1«Í Orso en 1011u·s? St1 resp11csta c·s sim-
p le : la "dicha" 110 pu ede red11c irsc a pasar una noche 11i a pasar tres Y corno d e mostración final d e l pa pe l d e est e objeto a, Lacan se abo-
noches juntos. No obstant e, a11 nq11 e ciega yjndía , por ciega y porju- ca a o tra obra, pe ro est.a vez a 1111a com edia. En la última sesió n d el
día, Pc 11séc se las arregla para hacerle conksar su amor por ella y Se minario 8, alude a El balcón, cle J ea n Ge n e t, una obra que había co-
concebir 11n ni1-10. Es to es lo q11e Pcnséc rcspundc, invocando el infi- me ntado e xte nsam e nte (como lo hizo con C laude l) e n el Se minario
nito sacrilicio de s11 abuel a , que sa lve) al papa: 5, tres a i1os ante s. En la é poca d el Se minario 5, Lacan estaba intere-
sado sobre todo e n exp lorar el gé ne ro com edia, a partir de la disc u-
Y a h ora L'll mis vc11;-1s el 11 i;ís gra nd e sani li c io es l<Í 1111i do a 1<1 111ayor i11klici- si ó n que ya he mos tocado breve me nte ace rca del quej ido casi có mi-
dad , y e l 111 ás g rn 11dc orgu ll o , co d e Gide d espués d e qne su esposa quemó sus cartas. Luego Lacan
El 111ás gr<111de org ull o 1111id u a la 111<1yrn degrad:ic iú11 y p é rdid ;1 del h o 11 o r, explora la obra d e Ge ne t -de h echo, prime ro ofrece un largo res11-
el franco c 11 11u a sn l<1 pe rso11a co 11 la jll(lía . n1 e n d e su trama- para snge rir que e l phallus es sie mpre cosa d e co-
T1í e re s c ri st i;111 0, y yo, la sa11g re <¡tH' col'l'c en 111is vc 11as e s la .sa11grc 111is- media. La esce na qu e le inte resa m ás es e l primer acto, cuando le n-
111:1 dcfl's1'1s , s11 sa 11 gre de l;t q 11 e 1111 Dios f11 e creado , y ahor;-1 desdc1'1a du. t.a111 e n te d escubrimos que las dive rsas "figuras" qu e ve mos e nvueltas
P 11cs para q11 e veas, yo t< ·11Í<1 que se r ciega prob;11Jlc111cn1c. e n actos sexu ales d ive rsos está 11 todas re presentando pape les: son
Par;1 q11c Le 11 g;1s dicha , ¡yo 11cccsi1<d>a 1e 11 c r csla 11 och e ci e rn a y 11111d;-1 qu e cli e nt es d e un burd e l e n e l qu e todas las fantasías se xuale s se ¡rne-
m i dcs1ino h;·1 de devorar! 18 dcn comprar y pon e r e n esce na. Así e l obispo, e l jue z, e l ge n e ral son
ide ntidad es pe rfonnalivas que e xploran los d iversos aspec tos d e l or-
La patt; t ica retórica de Pcnst·c es capaz de se1-1a lar lo q11c h ace al den d e lo Simbólico y que aquí son explotadas por su lado pe rve r-
goce del san to h o rrible y 111 011s trnoso (S8, p. ~98) . El san to só lo pu e- so: u110 se mue ve constant.e rne nt c d e l sad ismo a l masoqnismo, y d e l
de alllar a Dios, pero lu q11 c él ll ama "dios" es otro 110111brc para s11 masoquismo al fe tichi smo, e n una escena qne glorifica la image n, el
goce. En una concl11sión general que vi n c11b a Clauclcl y Pla t<Íll" La- re fl ejo y la ilusión, como escribe Ge ne t.19
ca1111111cstra que s11 Jún1111la para el a111or ("Dar lo que 11110 no ti e ne ")
est á c 11riq11ccida por e l mito de Diótirna de la gf11csis del amor ;i par- 1 ~ 1 .J e a n Genet, l .l'i111.lrn11, Déci ncs, Marc Barbezal , 1962, p. LO . [En "Cómo represen-

tir de Poros y Pe nía , y por el elogio neocatól ico de Cl<t11cld de 11n de- tar fl ha/¡:¡í11", Gcnet escribe que la obra tie1w que ser represemada co1110 "la glori/im.-
lion iil' l'/ 111ag" 111 du. N1Jld', la glorificación de la Imagen y el Refl ejo (T.) J. La kn11 ra
de Lacan sobre Genel se encuentra en la sesión del 5 d e marzo de 1958 ele / .1' Sh11i1111i-
17 l'a11I C"111dcl. l.1· /)(;,,. ¡111111ili1;, 111, :1, pp. :l~ H.i-'. 197. ,,, V l .1's.fimw1tú111s di' l'i11rn11sril'llt, París, Seuil , 1998, pp. 262-268. [S1•111i11ario 5. l .as/i11c
IK //Jii/1•111, p. 'tlq. 11u11 io111•s tl1•l i 11w11.w:ú•nll', Buenos Aires, Paiclós, 1999 J.
'.L l 1 I T lt.\GED IAS Y COMED l.\S ll E AMOR: DE Pl..\TÓ N .\ CL\llDE I. Y GEN ET

En el Selll in ario 8, Lacan subraya la idea , expre sad a por las putas- 12. EL GOCE DEJOYCE
actriccs del burdel, de que sie 1nprc debería habe r 1111a característica
que marque a la il11 sió11 corno tal. Irma, la due1-1a del burdel, le e xpli-
ca a su am iga Car111 e 11 (una dt> las putas) que e lla le presta 1111a aten-
ción extrema a 1111ir "e l detall e au té·ntico" con los "detalles ralsos" e n
los libret os <¡ uc ha i rnagi 11ado para sus el ie n tcs: por e jemplo, su
"Santa Te re sa" te ndrá 1111 anillo ele bodas "real ", pero estar<i adorna- En abril d e 1975, e 11 una época e 11 que ya se estaba sum e rgi e 11do e u
da con volados n e gros q11 e se m os trarán bajo el hábito ele la ll!Oll- una suce sión de aproxilllacion es críticas a Joyce d e bido a una imni-
ja.20 Como co 111<:·11t a Lan111, ne m e invitación a abrir e l Simposio int.ernacionaljames.Joyce en Pa-
rís, e njunio d e 1975, Lacan aludió a la novela d e Cicle , Paludes, e n su
[ ... \ c 11 la rc presc 111 ac Í<Íll es 1H:ccsarío 1111 rasgo q11c lu hag-<1 110 1w,-druilmJ [al Se 111i11ario :
l~1111a sma ·\ , pues de lo crn 1lr<1río , q11íz<Í , sí se co1 1vírt íern del iodo c 11 ve rdad e-
ro ya 110 habría fonna ele saber dó11dc cst<) 11110 (.\8, p. 4 '.M). Va le la pe 11a asignarle todos sus derec hos al prove rbio tradu c ido y glosado
po r André Gíde e n Paludes, Nu.111.ero deu.s ú11.pwe gaudet, qu e é l tradu ce co rn o
Él ve esto co 1110 la Iitnció11 del "significa11tc tachado": un signifi- "El núm e ro dos es fe li z si e ndo í rnpar" ("Le num.érv deux se réjouit d 'íitre impaá").
ca11 te qu e seíiala q11 c el significan te es só lo 1111 significan te. Esto es lo Corno he di ch o a lgu 11 a vez, esto es co rrecto, pu esto qu e nada podría rea li za r
que piwclc ap li carse a la función fá lica colllo ta l: 110 puede 1111nu1 e l dos sí no hubiese el ínipar, e l impar qu e comíe 11za con tres, lo cual 110 es
c nmplir s11 lúnció11 colllo ohjdo a hasta e l final. El falo es 1n11chas ve- í11111e d íatarn e 111e obvio y hace necesario e l nudo borrome o. 1
ces 1111 sign ifi ca nt e tachado q11e 1ws dice q11c "no est<i ahí", o 111ás pre-
cisa111 c11tc , u11a lig11ra de c01 11 cdia (u11 pu11to que hay que invocar Para e 11teude r est e antiguo c hist.e infantil d e e scue la francé s, sólo
c uando tc11<lc111os a ve r (' ll é l la trage dia de llllestro deseo). La tira- se necesita imaginar la habitua l t raduccióu e rrónea d t> la se gunda mi-
nía de la L111tasía repe titiva (ve111os có1110 los tres papeles c11 ¡.;¡ haü:ón tad d e la conocida línea d e la Égloga oclava d e Virgilio: " . .. n'U'/nero
clt-ben respetar t;111ta vcrosilllil itud co1110 sea posible , lo cua l con lleva deus intf)(lre gau.det'' que significa: "los núme ros impares complace n a
un 111011tú11 de detalles y vcsti111c ntas fetichistas, sin lkg;1r de111asiado los dioses" (lite ralrn e ntc , "dios se re gocija en los núme ros impares").
lejos y subvert ir los límites de lo Re <tl, lo li11agim1rio y lo Si 111bó li co) Aquí, m e diante una sobre lit.eralización franc esa, la traducción e rró-
ha de i111ponerse sie111pre mediante el exceso de deseo con s1 1s dcs- n ea ge n e ra una am e na paradoja lacaniana: e l núme ro dos se convi e r-
plaza111i e 11t.os n1ctm1í111icos, y por la absolu tid ad del a111or, colllo dc- te en un núme ro impar, ¡dado que se re goc ija e n se r impa r!
llla11da total e inco11dicio11al. 'J(ido es to parece pre parar la posterior Ech e mos 1111 vistazo más d e ce rca a la Égloga, e n la que dos pasto-
e labor;-1ciú11 por Lac;111 de otro 111gar de goce li.·111eni110, 11n lu gar que res rivalizan en sus cancione s y tratan de supe rar a Orfe o. El pode r
ta11to Duras n.H110 Jo yce describe n adrn irahlc11 1e11 te. d e los poe mas o e nsalmos (carmen tie n e e n latín ese doble se ntido)
ha sido e vocado, e nsalmos como los que Circe ut.iliza ba para "hechi-
zar a la tripulación de Odise o".

d·11.cite ab urbe domwn, mea wnnina, ducite JJafJ!tnin.


Tenia tibi lw ec jJrúnwn l 1ipliti diu.ersa wlme
liria ánm1.do, terque haec altaria circ'l/.111.
effigiem du.w ; 11.wnerv deus h11./mre gaudet.

1 .Jacq ues Lacan, "Sé minaire R.S.I. t974-75" e ditad o porj.-A. Mille r, Omirrn1 núlll.
:w _1c.:a11 Ce1H:t, J,,, ho/0111 , 0/1. ( if ., p. 7 .·1_ 5, dicie lllbre-e ne ro l97!>/ l97G, p. 49.

\21 5]
21 (j El. UlCE l>EJOYCE EL GOCE DEJOYCE 217

(Tr~ÍClllC de l;1 ciudad a l>alúe , c 11sa (1110 lllÍO, 11 j n11c a D<d .11 e . Por supuesLo, co n semejante "solie" paród ica (ésLe es la designa-
Prim e ro ro d eo tu i111age 11 co n tres c i1llas de difere ntes co lores ción que Gide le dio a Palu.des, una palabra que evoca 1111a "farsa satí-
y la h ago pasar 1res veces a ln·d c dor de es te <iit <1r; rica", puesto que en efecto la novela ofrece entre oLras cosas un a ca-
los 111'1111eros i111pares co 111plan:11 <1 los dioscs.)2 ricatura hilarante de los int e lectua les y estelas franceses del fin de si-
glo), no se puede estar seguro siquiera de que haya que tomar e n se-
Nó tese la fascina111c scre11dipidad de L1cc111: cita la novela de Gide rio esLa afirmación, especialme nte e n vista de sus sospechosas reso-
para s11gerir que la libe rtad se d e riva d e los 11ú1n e ros i1nparcs, lo qu e nan cias seudorreligiosas.
para Cidc podría alt1dir d esde ltwgo a cierta "i1np;1ridad " scx11aJ,'.l pe- Al traducir "Numero deus impare gaudet" como "Le nu·m.éro deux seré-
ro 1a 1nhi é 11 l'stá aluclic11do al poderoso ll'llta del reguc ijo dl' Dios, o jouit d'etre impaú'' e l na rrador ele Cicle se1iala que "l 'im.jxti/' conlleva
más l'XaC l<Ulll'llt C, el goce d e Dios (o, una vez 1n ás, d goce del Otro) una promesa de felicidad o libertad. Y ai1ade: " ... on de11rait dire au
1nien1rns 111apca los contornos de 1111 do111i11io qu e explorará 1111 po- nornbre Deux: 'Mais, pmwre ami, vous ne l'etres pas, im.paú;· pour vous sa-
co dl'spu és y por sí 111is1110 , el nunpo rica1nc11ll' ahiga1Tado d e los ti5frúre de l 'étre tfu:hez au moim de le devenir"' (?aludes, p. 70) _5 Lacan ve
nudos trenzados, dl' las triples cuerdas unidas de dikrcntl's co lores. aq uí una promesa si 110 de fe licidad (bonheur) al me n os de "bon '1u.e1uf'
Es co1110 si la co1nhim1ció11 d e Cicle y Joyn· huhicsl' prl'dicho 1n1<1 in- [bue n nudoJ, es le "rl(.eucf' que co nfirma que sólo pode rnos e mpeza r
versión en el "ph111 e ta Borromco" qu e domi1HÍ para Lae<tn e n s11s úl- a percibir un núm ero par d esd e e l punLo ele vista de lo impa r/ únpair;
1i111os ;-11-1os. El nudo horronll'O sería adc111ás 1111a lll <.ttH'ra de i11dicar al me nos, qu e te ne mos que co ntar hasta tres antes de com e nzar.6
có mo el gocl' de Dios pucdl' c:o11vcrtirsc l'll litera tura. Pero l'Stoy EsLo nos re mitiría a las espec ulac io n es ele Poe sobre lo impa r y lo
prcs11po11Íl't1<lo dc111 asiadas cosas de una vez, y 11cccs i10 vo lver un par a l comie nzo de "La ca rta robada" (recordemos que e l e ngaüado
poco sobre 111 is pasos. prefec to acost umbra lla m ar "odrf' !singular, ex traüo , pero e n prime-
Prd11d1's es la 111ás "pos111odermt" ele las 11ovdas d e Cidc -de he- ra acepción únparl a todo lo que es tá rnás allá ele su co ntpre nsió n) , y
c ho , podría estar lin11ada por Domtld Ba rthcl111l'- y se ahrl' con 1n1 por lo ta nto me nos al famoso Seminario de Lacan sobre "La ca rla ro-
prefacio irónico que cll:ja a los lectores libres dl' c11co111rarlc sentido bada" que a su e nsayo sobre litera tura de 197 J tüulado "Lit.urat e rre".
a 1111 texto "a bil'rto": Po r otra parte, e l le ma de Cide bien podría ser adoptado porjoyce,
quie n d eclaró rn ás de una vez que no había esc rito Fi:r111egans Wal<e é l
/\11lcs de cxplic<1rl('s llli libro a Oll'US, es pero q11(' otros 111e Jo expliq11e11 ;1 111í.
solo sino qu<:' h abía utilizado inco ntabl es "colaboradores" (o co mo lo
Q11cr('r cxplic1r sig11il'i ca ;1111(' io d o restringir i11111cdia1a11w11t c ,.¡ sc 111ido;
afi rma su Wake, "anti co laboradores" ) c uyas palabras h a robado o ci-
p11cs si s;1hc111os lo que lw111os q11 (' rido d e cir, 110 S<1 bc11ws q11e l1t ·111os dicho
ta do sin su permiso . La gran Carta del Despertar 1 Wakel puede con-
só lo <'SO, 11110 s ic111prc dice 111<Ís que ESO. Y por sobre todo , lo q11e 111e i111 c re-
v<:'rtirsc así verdaderamente en un e quivale nt e d e l unive rso , es un
sa ('S Jo q11c he p11cstu ;Il1í s i11 saberlo: esa p a rte del I11co11 scic 11t<· q11<· 111<· gus-
"caos n1 os de AJle" en el que todo cambia Lodo e l tie mpo, y e n es te
taría lla111ar J¡1 parte d e Dius. l 111 libro es sic111prc 11m1 c0Ld){)raci<.n1 , )' 110 i111-
caos cambiante "las m ás o m e nos int c rrn a le nt e ndid as mentes d<:' los
port a c11á1110 \'alga, n1¡11110 1m1s peq11<·1-1a es Ja p a rt e del cscrih;1, 111 <-Ís grande
anticolaboradores co ntinuame nLc" inLe nta n a plicar reglas de inte r-
ser;Í Ja aceptación de Di os. Es¡wre111os 1<1 revci<tc ió 11 de cosas dcsd (' 1ncL1s par-
pre tac ió n he rme n é utica.7
tes; del p1ílilico , la rcvclaci<í 11 d(' 1111<·s 1r<1s ubr;1s. ·'I
La me nci ó n de .Joyce e n un co ntexto int e nsa mente determinado
por curiosas - o "impares" 1oddl- es pec ulaciones sobre lo qu e lisa y
llan a m e nte parece numerología no es fortuita. De h echo, cu a ndo La-

''" .. habría que decirle al 111'1111 ero Dos: 'Pero, 111i pobre a 111igo, i111par, usted 110 lo
'.!V i rgilio , '//11· Fdop:111'.\, t rad11ccióJ1 de (~11 y l .(:'t' , Pt'1l g11in ( :b ss ics, 1~)80 , pp. ~)0 y~) 1. es; para sa ti sface r su d eseo de se rl o, proc urt' al 111e nos co nv..- nirse e 11 tal' " [T.j.
:I /\11drt"· Cide. /'11/1ul"", Pa rís, Calli111ard, l'l20 , p. íO . ti Jacq u<"S Lacan, "St'111inain' 11.S.I. l 97'1-75'', 11¡1. ril., p. 49.
1 lhit!n11, p. 12. 7 Jun cs .foyce, Fi11111'.~an1 W11/w, Londres, Faber, 1939, p. l l8, lí11 eas 21 y 25-26.
218 El. GOCE ül::jU\'CE EL GOCE DE JOYC:E 219

can co111cnzó su Seminario sobre Joycc, explicó q11e estaba a punto Lo que Clive Han h a descriLO h ábil y convi nce11Le m e 11te como la
de emprender una panida o un nuevo "paso ", pues había co11scg11i- base de la visión del mundo deJoyce en Finnegans Wake-una red he-
do llegar n1;is afüi dd esq uema trinitario que subyacía a la lógica ele cha del e ntrelazam ie nto de una esfera y una cruz- es una estructu-
los nudos borro11ieos desarro llada hasta e ntonces. J lasta su Semina- ra que exp lica un universo lingüístico cerrado sobre sí mismo -co-
rio H.S.I. de 1~)74-7 5, ha bía jugado con la posibilidad de organizar los mo todos saben, las primeras palabras del libro, "rivermn, past l!,-ve's
tres "registros" ck lo Rea l, lo Simhólico y lo l111ag·i 11 ;1rio -ya hemos and Adam 's" [algo así como "ríocorre (o ríocnrso, o co rre rdelrío, o
visto có mo s11 orden cro nológico debería nrnllcvar otrn lista , co111e11- c11rsodelrío), pasando Adán y Eva"],10 continúan las últim as palabras
zando por el l magi na río , pasa ndo al Si 1n bólico y Len ni 11a 1Hlo con lo de la úlüma página: "along the" l "a lo largo d el"] - y aun así no cl<".ja ele
Real- de modo tal q11e cs té-11 , poi· 1111a pa rte, bien "a111Hlados" y pue- ge nerar nu evas versiones en un intento de o frecer un a solución para
dan, por otra parte, invocar e l signilicant(' d e la "hcrt:jía" (las inicia- la vit:ja paradoja ele la cuadratura del círculo o, e n los términos d el Wa-
les R, S, 1 pro111111ciatbs en rra11cés, suenan aproxi111aclamentc CUlllO ke, la noci ó n de "squaring tite á rcle" y "circling the squmi' [algo así como
hérési1'). En el linal del Scn1i11ario, Lacan devela la clave d e s11 intui- "circ undar el cuadrado" o "árcularel c uadrado" J. Parece que Lacan ha
ción ce11 t ral: ace ptado ple name nte la tesis de I-lart en Structure and Moti/in FZnnegans
Wake 11 y que su num erología lo e xplica. Además, por e ntonces estaba
lle es tado cc ha11do 1111 \'istazo cn)oycc porq11 e se 1m· solici1ó q11c a liri cra 1111a trabaj a ndo e n un a nueva esu-11c1.11ra para su esc uela, al h a ber la nzado
co11lerc11cia . ll11c110 , si _l oyn· t'sl<-Í crn 11plc1 a 111 c 111c <1ir;1padu c 11 la esfera y la una nueva forma de trabajo co lec tivo, los "carteles": és tos eran pe-
cniz, 110 es s<'>lo purq11e ley<> 11111cho ci Aq11i110 gn1cias a s11 cd 11cació11 co11 los quet'íos grupos de lec u1ra para los psicoa11a lisLas de la escuela, con 11n
_jcs11i1 as. llslccks csl<Í11 ig11 a li11c·111c al rapados n1 la cskra y la n111.. Por lo cl e- níimero d e participant es activos que oscilaba e ntre cua tro corno mí-
lll <ls, cslo s<'>lo 11os d a d sig11 0 111;ís. 1 .. . 1 Pero 11adic h a percibido q11c c·siu ya 11imo y seis co mo máxi mo. Esto sin duda tiene una rec urrenc ia e n la
es 1111 11t1d o IH>JTO>lll'o.8 mane ra e n que d ecide trat ar co n la formidable figura de .J oyce.
En 11n seminario en e l que ad mite estar asediado , obsesionado, o
Luego n111l'SI r;i cc'H110 se pnedc pasar de b fignn1 11110 ; 1 la n1;1tro para ser certero, "presa del n11do"I~ - un 1111do borron1 eo que no
ani111ando la cruz y h;1cil'11Clola resnlt ar de dos curvas, que srn1 tarn- ha buscado si110 tan sólo "e ncontrado ", g racias a una afonu11ad a
bic~ n las secciones de dos círculos q11c se c11trclaza11:
co in cid e n cia (según lo explica Roudinesco, fu e Valéri e Marchand,
una.joven 111atemática qu e participaba e n e l seminario de Guilbaud
---,/... sobre la topología qui en le "dio" a Lacan e l con cep Lo del nudo Bo-
.....- --~--y rromeo, es to es, un a manera de e nlre laza r tres anillos de tal mane-

EB "( (( +=(~)
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L/ .
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A
ra que si se tom a uno , los otros dos quedan separados)-, 13 su in es-
perado e 11 c11e 11tro co n J oycC> representa oLra feliz co in cide n cia. Se
pu ede seiíalar que, no me nos que Lacan, .Joyce procla111aría siern-
prc q11 e las principales ideas e n sus obras se debieron a "coin cide n-
cias", desc11brimienLos aforL unados ele lo que é l 110 sabía que estaba
3
b11scando. L4 Al ini cio del Seminario del siguiente aiío, Lacan re-
FIGURA 1 FIGURA 2 FIGURA FIGURA4

11>.Joyce hace alusión a la igl es ia de Adán y Eva a ori llas del río Liffey e n Dublín \TI
9 l I Clive Han, Strur/11u- 01/(l Motif in Vi111ww111s Wolu', Londres, Fabe r, 1962.
12.Jan¡ues Lacan, "Sé minaire HS.I. 1974-75". 11/1. út., p. 57.

1:; É. Ro11dinesco,.Joo¡ur.1 l .orn11, 0/1. ril., p. 363.


l•I Por eje mpl o, .J oyce le dijo a su amigo sui zo Mercan to n: "¿Por qué debería a1io-
' .Jacq11cs l.;1c;i11, .. S,' 111i11air<' /!.S.f. l~l7 -l - 7:Y' . 11/1. ,·if., p. :17. rar mi talt-1110? No lo 1e 11go e 11 absoluto. Escribo cu11 tanta dificultad , tan despacio. La
,, ¡¡,¡,¡,,/((, Jl· :\li. suene lll e provee de lo qut- necesito. Soy como un ho mbre que tropieza; rni pie gol-
no El. ( ;ocE DE JOYCI'. EL GO CE DEJOYCE 221
cu e rda su prnlllcsa d e investigar e n "4, 5 y 6" y explica cón10 d e al- e ncarnar un e nigma, o una e scritura similar al nombre-del-padre , un
gún modoJoyce llegó e n e l 111on1 e n10 y e l l11ga rj11s10 para d e te n e r- punto al qu e te ndre mos que re gresar. Como sea, mi visión pe rsonal
lo e n e se camino: sobre e l c or~junto es m e nos negativa que e l re lato d e Roudine sco (pa-
ra e lla, e l se minario sobre Joyce ya perte n ece a los opacos ba lbuce os
La so licilud cl e Jacq11csA11be r1 , aquí prese nte y n o 111c11os aprc 111ia111e, rn e ll e- públicos d e los últimos aúos, cua ndo Lacan ya no era el mismo). A la
vó a com e 11za r porJoycc corno e l 1í11ilo d e 1111 Si111po si o . Es a sí como rn e al e- ve z que reconozco q11e e n o casione s Lacan p a re ce cae r e n un idioma
j é d e 111i proyc cl o, q11t· e ra , lo había a 111111ciaclo e l aiio pasad o , 1i1.tda r e sle Se- privado h e cho d e reminisce ncias e ntreveradas d e todos sus se mina-
111i11ario 4,5,6. Me crn11 e 111 é c on e l 4, y 111 c a legro de e ll o, pt1cs10 qu e con 4 , rios y escritos a nte riores, c re o que e l se minario Sinthorne abnnda e n ex-
5, (j yo scg1m1111 e 111 e h a bría sucu111bid o . E> cita ntes d escubrimie mos y nuevas avenidas teóricas. Al m e nos, no se
pue d e sino a dmira r e l coraje te órico d e un p e nsador que está dispues-
Roudi11esco ha evocado la exploración ele Lacan en "e l planet a Bo- to a destruir una posibl e siste matización d e sus e laboraciones e xplo-
rrolll e o" l6 e n 11n rda10 irónico y lrnrlo11 a1nc11t e h e roico el e m e diados rando a udazm e nte un a terra inrognita, los e scritos d e Joyce.
d e los a1los sc1cnt <1; a veces cs10 aparece con10 1111a lucha de úllirno Mie ntras que e n el Se mina rio R.SJ Lacan todavía conside raba
mim110 co111ra 1111a i11n1i11 e 111c se nilidad escondida bajo 111ws t:jcrci- qu e las tre s le tras conforma rían un nudo d e l nombre-de l-padre , e n e l
c ios ele to pología pr;ic1ica,jue gos de pal a bras nc od ad a ístas o 1111llle- Se min a rio d e Joyce cambia por e l conce pto d e una nominación rnás
rología privada. l labicndo caído bajo inflt~jo de mat c lll á ticos colllo activa, que a l fina l se vue lve casi idé ntica a la escritura. Con e l con-
Tho111é y Soury, Lacan ocupa mu cho del tic111po de cslos sclllinarios ce pto d e l "5_yrnptorne'', como ve re mos , Laca n aúad e e l cua rto círculo
e n dibujar co111plc:jos nudos y círc ulos e n e l pi zarrú11, sc1-1ai<í ndolos y crnc ia l d e l Síntoma a s11 tripl e nudo. Esto tie ne el importa nte efe cto
lu ego lll;1n:hándose . Su i11sistc11cia e 11 qn c hay ;ilgo que ha de le erse tan to d e d esa ta r e l nudo a nte rior como d e suge rir tm proce so más
dircc1a111cnte, c: 11 un '' real" que puede se r 1110s1rado o llltT;1111cntc ca l- din á mico d e l nombrar como e scritura, o e l e sc ribir e n tanto que
c ulado, descrito por una lopología lllat.emática, provic11c adclllás de no mbrar. Es por e nde obvio que e l re d esc ubrimi e nto d e Joyce pro-
su h a hi111al n '1H1cncia a ad111itir que est as lig11rns apenas 111orklizan veyó a Lacan con su f elix r:u.l/Ja, su pe cado fe liz, similar a la e xpulsión
s11 te oría. 1\lg11i f' 11 le prcg11111<Í una vez si el nudo e ra u11 111tTo "mo- d e Adá n d e l Paraíso . Fue Joyce quie n le p e rmitió snpe rar una ligu-
delo ", y {-1 rcspo11di ó 11cgativa 111 c nt c : ra d e rnasia<lo e stá tica d e la resolución trinitari a (aun si tomó e l sig-
nifi cante d e "h e n~jía") d e man e ra d e trae rla más ce rca de un h e ré-
No crn1s1i111 yc 1111 111od c lo c11 la rncclida c~ n qu e gm1rda la l111clla d e ;li go a111e tico m ás radi cal,Joyce , y d e lograr un "d ese quilibrio" final d e la es-
lo cual la irn a gi11 ;1ci ó 11 d e sl;tllcc c (1/,if11ille). Y s11 aprnximació11 111a1 e 111á1ica a truc t11ra. La transfonnación d e Joyce e n el Síntoma se postul a rá co-
la 1opo lo gía es i11s1ili c ic11te. l7 mo al egoría d e l "plus un"; e l nombre de joyce , su e scritura, su "arte "
re pre se nta rán al mismo tie mpo lo que no fun cion a e n la estructura
¿Cú1110 se p11 cclc decir, e lée1iva111c:11t c, que cslos 1111dos lio rr0111cos trinita ri a y lo que fun cionará d e masiado bie n: su inge nioso vínculo
se rcsistc·11 a la i111agi11ación , si son alta111e11tc visibl e s y propon:io1ia11 pue d e re parar 1111 e rror inicial e n la pate rnidad simbólica.
i11t e n11i11ablc111cnlt' dive r1idosj11egos topológicos? De hecho podrían Como un núm e ro cre cie nte d e especialistas e n Joyce han com e n-
zado a advertir - e ntre los cuale s la m a ravillosa e dición d e Ulises d e
Jacque s Aube rt. pa ra la pre stigiosa cole cción franc esa La Plé iade lS se
p e a c.:0 11 algo , 111c..: i11cli110 suhrc dio, y e s t·x~tcl.0 1111<.: 111.c lo q11 e q11i t-ro ." .Jacq11cs Mt_Tc ~ t11 - ye rg11e como un monum e ntal re m a te d e e rudición y conocimi e nto
tu11, Wi lli;1rd Poli s (<"dilor) , /'orlmils o/thr' 1\rtisf i11 /'." xilr': !il'rnlll'llio11.1 11/J11111n.foy1F /¡y /·,"11-
acadé mico aume ntado por ingre die ntes lacania nos-, los conce ptos
m/11'1111.1, Sc ;ill ic , Wolll>ound l'rcss , 1'17'1, p. 21'.l.
1'-'Jwq11<"s L1 c 111 , ··1.c Sy111p1 ó 111e", S<"1ninario del 18 dc novi c 1nbn· de t<17Eí, edita- d e Lacan pued e n ofrece r 11n fu e rte marco d e re fe re n cia p ara una re-
do por) .-/\. Mil In, Omirm' 11ú111. ti, lll;irzo-abril de 197G, p. :.l.
1i; f:. Ru11di11csco . .f11r1¡111'.1 l .om11 , 11¡1. l'il ., p. 35~1 ss. 1HJa111 e s Joyce , (J·,"1111111.1 /!, con la dire cc ió n d e Jacques Aube rt, París, Ga llim a rd , Bi-
17J1cq11es l.;ican , "l.c Sy111p1ó1n<:"', 0/1. ril ., p. l~l. blio th e que d e la Pl é iad e, 1996.
222 El . GOCE l>E.lllYCE EL GOCE DE .JOYCE 223
valoraciún gen e ral de las obras deJoyce. Muchos nuevos le ctores han se hubiese estado pre parando, construyé ndo se en dirección a ese
d esc ubierto el placer y las advcrsicbde s d e un a ba ta lla textual con las "reenc ue ntro" co n Joyce. Casi tocios los e le m e ntos nuevos que intro-
co111plc:jiclades de Fin11 egans Wa/((;, espoleados por las i11fluyc nt es lec- dujo en su teoría a comienzos d e los aíios setenta - e l nudo borrom eo
turas ofrec idas por el scn1in a rio ele Laca n a m e diados de los <1I-1os se- ele lo Real, lo Simbólico y lo Im aginario, la eme rgencia d e l Síntoma
te nta. Volva1nos a la curiosa "coincidencia" d e l e 11ci1en tro real y sim- e n lo Real, la nueva importancia asignada al goce e n su conexión con
bólico e ntre los dos escritores. la escri tura, la idea de e scribir como h acer un agtüero e n la realidad,
Cuando e l especialista franc(:s e uJoyce, J acqncs i\ubcrt, decidió in- la teoría de la falta d e relación sexual, la nueva figura del Padre como
vitar a Laca n a pronunc ia r la co nfere nc ia principal e n d Sin1posio i11- un padre perverso- forzosame nte se h acen recurrentes e n el semina-
te rnac ion a l Jam e s .Joyce d e ] ~)7!:'J que e st a ba organiza11do en París, no rio d e J oyce, un seminario e n e l que e n cue ntra n un e legante y final
podía sospechar que estaría tentando a Lacan a pene trar en regiones re trazad o : d e h ech o, un re-an udamiento.
re lativa1ncntc in exploradas que crn1biarían radical y pe rdurableme n- Yo es tuve pre sente cua ndo Lacan dio su m e 1no ra bl e disc urso e n
te su teoría. l .aca n dio su charla, titul ada 'Joycc el Sílllbolo " en La Sor- La Sorbona,2 1 y no pude e vitar registra r a lgun as incomodidades fren-
bon a el Hi de.junio de 1q7;:-J, i11sinuando ya que el azaroso cnc11c·11tro te a la m ezcla d e ideas brillantes y trilladas explicaciones biográficas
dcJa1m·s.Joycc e n la librería de Adricnne Monnicr y su presencia e n d e Lacan. Me tornó algun os aiios clese nt.raii ar las lec t11ras notable-
la lect ura d e Ulises cmrndo é l tenía veinte a iios l~) era un a co i11 cid e 11cia m e nte o rigin a le s ele un a bo rdaje indec iso y vacila nte que d ebe su ca-
pro111etcdor;·1. No habría qu e olvidar que L1u1n tenía setent a y cuatro
rác te r te nt a tivo al hecho d e que Lacan, d espu és ele todo, había trata-
cuando a bordó sistc1n<ltie<u11cntc las obras d e .Joycc . 'fa111hi <'": n es 11111y
do d e h ace r su tarea ele m a ne ra h o nes ta, y no podía dige rir de una
interesante ve r q11c se colllplacc 11111cho e 11 reco rdar, rccrea11do 11na
vez el e n o rm e conocimi e nto de Joyce , toda una biblioteca el e la que
im agen ele sí mismo crnno 1111 ' . joven" que se e 11n1entra con 1111 escri-
.Jacq ues Aubert le e staba prestando nu evos volúlll e ne s casi semanal-
tor irLincl<;s de ma yo r edad, ya tod <1 un a celebridad, <·n Pa rís . Vcrc lllos
m e nte . Aubert h a co nt ado có lllo Lacan, sigui e ndo un patrón habi-
có1no j11ega <'n ese sen1in<1rio con 1<1 e q11iva lt'n cia en f'n1ncés dcjl' 1wm-
tu a l c ua ndo se inte resaba en un nu evo campo, a m e nudo lo lla m aba
me 1yo nrnnl>ro 1 y j eu.ne lwm111,e 1 h0111brc jovcn 1: es con10 si cou el ro-
a su casa ce rca d e la medi a noch e y lo rname nía oc upado por más de
d eo i11 qrnt:sto q 11c le hace ras t rca r los pasos d e St epi ll'n Dedal us pre-
un a hora co n nu e vas indagacion e s joycea nas sobre ace rtijos o asocia-
sen taclo pri 111<'1'0 " as a ymwg ·1nru1." 1 como hrn n brc joven 1 y rcci (· 11 cles-
cion es ele jue gos ele pa labras que que ría ve rifi ca r co n un esp ecialista
lHl(~S co mo un "; irtista",'.20 L1c 1n c1npren dicra .. . iurn1 n11«1 de rej11ve-
indisputable. En ge n eral, se pue d e d ecir que Lacan decidió te mpra-
1H-c i1ni e nto! S11 "c nn1c11tro " co11.Joyn: en 1921 tendría q11 c verse ele
name llle juga r e l pape l d e l lec tor no iniciado, clist.ingniendo su apro-
hecho co1110 un a11g11rio, 1111;1 "coin c ide nci a" auspiciosa q11c lú e vuel-
ximación como psicoanalista ele la de todos los espec ia listas que llle-
ta a clcspcrl<lr 1111os cincuenta a1-1os d esp11(·s porJacqucs J\ 11!Je rt. Est.a
dra n co nJoyce e n las unive rsidades. Más de una vez, o bserva queJoy-
viva concxió 11 es esencial: ele hec ho parece como si la obr;1 d e Lacan
cc h abía dicho inge niosa m e nte que la mejor llla11e ra ele asegura rse la
1 1
inu1ort al idad era mante ne r a los profesores ocupados durante siglos.
~ L H.';; 111 probablc111cnt e se r('ficre a c 11 ~ 111do tc 11ía vc i11I(' <11~1os y ('Sj>t'l'<lb~1 )¡1 famo-
sa l<TI 111 ad" ;ilg1111<1s sc<Tiu11es de ( /fon que t11vu l11g<1r el 7 d" di('i('111hrc de l ~l'.21 (La-
Lacan no se propon e se r tan sólo un come nta rista más, su inte rve n-
C lll , 11;1cido en 1~)01 , (' lllOll C('S 1(" 11Íd d(·ct.iV<llllCIHC' \ 't' illl(' <11-los) <jlH' ~l S ii t'llCIH-'IH.ro ción se ubica firm e m e nte d e ntro d e l discurso d e l a n alista, y 110 e n e l
co n.J oycc (' 11f,lf111túso11 dn om i.\ rlf's /h1 rf'.\C11<111do te11b t~lll súlo diecisiete: l' ll l~ll 8. Joy­ d e la U nive rsidad.
ce toda vía 11 0 se había 1n11dado ;1 P;1rís. Pero es 11111 y posible q11c l .ac 111 visl11n1brara a
Lacan sitúa e l objeto a corno e l texto j oyceano co n e l que qui ere
.loyce t·11 b librní;i d e Mo1111i er ;il Ji11;il d e 1~)'.20. Vé;ist·Jovn· mwt l .11m11 , cdiLado porjac-
ques A11he1l, París, N;iv;iri11 , 1<)87, p. '.2'.2. involucrarse a fin d e producir un s1ü e to dividido en el luga r d e l lec-
'.lo Se h an-· n·l(-" n.: · 11 c i~1 <d título origi11;d del L1111oso N1)/rotu ,¡,,¡ ortis/11 mlo/1'.' º' 1111' ( pri111 e ra
<1JXll'ici«u1 , si s<· n;ccp11í<1 S/1'f1/11·11 d ¡,,;,,w, ¡)llblic;l(l;1 púst 11111<1111 e 11 te 1·11 1~H ·t, del "lié roe"
St eph"11 lkd<1l11 s <'11 la 11rn·clísti cajoyn "<111<1 ), /'111/mif o(tl1r 1\1/isl m 11 liu111g 1\11111, li-
1e ralinc11t1.._· "Rc tr;110 del ;1r1ist;.1 cu1110 hu111bn-· jo vc 11 " u bic11, 111<.jor;í11dolo 111t poco , ~ 1 ]uyce le Sy111pL6111e", J11y1P 1111n: l .111m1, 11/1. 1it. , de aquí en aclela11le abreviado co-
"Retr<1tu del ;1rtis1;1 ni;111d o cr<1jov<·11" u "Rctr;ito del <il'list;i c11 s11j11 vc 11tucl" IT.I. 111 0 JAL, segu ido del núrn ero ele página.
224 EL GOCE DE .JOYCE EL GOCE DE JOYCE 225

tor, y 110 crnpezar desde Ja presuposición del co11ocirnie11to e 11 la me- la prim e ra palabra. Así que es sobre todo una alocución antigua que
dida e 11 que S2 ckte nninará entonces el ol~jeto lite rario. sutilmente cambia un té rmino común : ésta es una primera insinua-
ción de la dim e nsión crucial de la escritura e n el nombrar.
a g S2 - ~ a El nuevo nombre d e Joyce , e l Sintlwme, le permite a Lacan ve r al
S¡ $ esc ritor irlandés corno u11 santo literario (m ediante la rigurosa ho-
S:z S1
mofonía en francés d e "sinthorne" y "srúnl hmnme") -un modo d e
discurso del analis1a discurso ele la Universidad
pintarlo que d e h echo concuerda muy bi e n con e l modo e n que Joy-
ce qu e ría presentarse a sus contemporáneos y a la poste ridad-
Y cuando alude al "Profesor" e11 Finnegm1s \!\fake, vincula a este ']o-
rni e n tras re aliza toda clase d e asociaciones d e jue gos de palabras,
11cs" con el biógrafo m ás bien conservador de Freucl (a lguien qu e no
con alusione s a Aquino (al que e n francés se alude con mayor fre-
permi1iría que su inconsciente inlcdiri e ra con s11 e scrilura).22
cuencia corno "sainl Thom,-as d'Aquin"), al "sin" lpecadol y a la lite-
ra tura ("tom e s"). Lacan re mite a su auditorio a la disquisición sobre
Lauu1 corncnzó su charla ]oycc le Symp1ón1e" e n clave baja, 111c11-
la "santidad" e n Television -un pasaj e que me rece ser citado dacio
cio11a11do su estado ele e 11fr:n11nlad y e<111s<:uH:io, ))LI1fa11dose de los qu e arn~ja mucha luz sobre su visión d e Joyce- y su identificación ele
pcriód icos que había 11 anunciado ']oye e el Símbolo" n1;111clo él se Joyce con la le 1ra como d espe rdicio o r ec ha zo:
propo11ía hablar acerca ele ]oyce el Sínlorna". Eslo dio ocasiún para
la prirncra clia1riba q11e le pcrn1i1ió introducir su "nrnnin ac ión": lln santo, pa ra hace rm e e nte nd e r, 11 0 pracLi ca la caridad. Mcís bie n se pon e
a d espe rdi ciar IJaire le dechetl: é l d escarida l décharile]. Eso para rea lizar lo qu e
¿Po r qu ( dcl.>erL1n i111pri111irjuy1e d Sh1lu111.a? .Jacq11cs /\ubnl se los p;1.~<1 ;1sí, y la estructura impon e , a saber, p e rmitir a l suj e to, al suj e to d e l inconscie nte ,
e ll os pu11cn .Jar1¡u1:s el Sí111bolo. Tod o cslo, por s11pucslo , para ellos es exacta- to m a d o por causa d e su d eseo.
111c11lc lo 111is1110. Es p o r la abyección d e esa ca usa e 11 e fec to qu e e l s1ue to e n cuestión ti e n e
Desde el .1y111. que bola, c:q11(: puede i111por1ar c11 e l sc 110 de ;\hraha111 , d o n- oportun idad d e loca liza rse al 1ne nos e 11 la es tru ctu ra . [ . . . ]
d e e l todo podrido (toul po1mi,jucgo de paL1br;1s a par!Ír d e "'10111 París") se Es prec isam e nte lo qu e sorpre nd e mcís e n e l asunto. sorpre nde a
c11c011J r;1rcí en s 11 11atura lcz;1 de criadarrica por toda la a11ir11id;1d ( en sa 11atu.- aqu e llos qu e se aproximan y no se e quivo ca n: e l santo e s el d e spe rdicio
1e de bo1111nirhe /Hmr L'ao1ll'nitl) !' [rebul] d e l goce .23
Yaya11 al lilur/1 el vu11 Wa1b111g, u11 diccio11 ;1rio t: !Ímol ógico qu e es 11111 y só li-
do, y lcc r;í11 qu e "syrnplórnc" origim1rian1e111c se escribía si11lho1111'. Joyce será visto así como e l "santo y m á rtir" de la literatura, e l sín-
.Joyce el sinlho11u' es 1111<1 ho 111oni1ni;·1 co11 la s<·1111idad , d e lo que habl é e n loma d e la litera n1ra e ncarnado por un hombre que p e rmitió cons-
1elev isió11 como ;dg1u1os d e 11sl e cks re cordar;í n (l/\L., p. '.2 l-'.22). ci e nte m e nl e que las le 1ras lo d e voraran, al punto de llegar a se r uno
con e llas. Esta intuición central sólo pue de se r soste nida por un ge s-
El ¡)111110 de par1ida de Lacan es sirnple, incluso 1110110lí1ico:.Joyce to creativo para lelo e n Lacan, o de h ec ho un gesto d e nominación:
enrruua el "sín1on1a" como 1al, un sín1orna que 1ie 11c q11c escribirse
"sinthm11P" p ara evocar una forllla rn ;.'í s a111igua de la palabra, ya usada Lo qu e impo rta para mí n o es hace r un pastich e ele Finnegaus Wake -uno
por Rabclais, un escri1or qu e puede considc1-;1rse co1110 el prcclcceso'r siempre estarcí por d e baj o d e la tarea- sino d ec ir có mo, a l producir este tí-
d e Joycc e n la cxpe rirn cnlac ión verbal. No1c1110s que las dos palabras tu lo, Joyce el sintoma, le doy aJoyce ni m cís ni m e nos qu e su propio nombre,
(syrnptó111F/.1i11tlw111.e) pueden pronunci a rse casi e n Lt lllisrna forllla, un no mbre en e l cua l, yo creo, é l se h a bría reco nocid o a sí mism o e n la di-
ciado que en cie r1 ;.1s pn)111uH:iaciones franc esas, uno se sal1 ;.1 la "p" e n rne 11sió 11 ele la nominación (!AL, p. 22).

:t:~ Jacqu es Laca n, /\·1úH111tí!isis: ·rotlir!fimío y lt'/ruisi/m, traducc ión y 11ulas de Osear
'.! '.! Véa11 s<' las uilsc1vaciunes sc 1-1;dadas cn]Al.., p. 24. Masotta y Orlando Gimeno-Grend i, Barce lo11a , A11agrallla ( 1977), .1993, pp. 98-99.
226 El. con: DE JOYO: EL GOCE DE JOYCE 2'27

En 1a11to q11c L1u1n tes timonia s11 fascinación frent e al proceso d e bles: cuando Joyce juega co n tantas lenguas, la dimensión de la verdad
juego verbal inlinito del Walw, aun cuando ad111itc que no puede es- corre el riesgo de pe rderse. Finnegans Wake sigue siendo fundamental-
perar cnrnlarlo, él crea un a cantidad de j11egos de palabras y "pala- me nte un síntoma muy masculino determinado en exceso por el
bras portafolio" como "f1ow:~/Jt~11J' (/AL, p. 21) que co mbin a " pounitu- "Nombre-del-Padre"; se ve a joyce erigiendo frenéticamente un monu-
re" (podredumbre), "jm1sfiúe" (próspero) y "esphe" (espero 1 en el sen- mento li terario e n e l lugar ele los defectos ele su padre e n la vicia real;
tido de cspera11za 1 ). Laca11 funda a sabiendas su propi o disc urso crí- su escritura compensa faltas que é l excusa, niega y sublima a l mismo
tico e n una nominación: llama a.Joycc el "sintho·1n/', d:'ínclule un se11- ti e mpo; si Joyce deviene e l Síntoma, produce no obstante 1111 texto
tido activo y u11a función a u11 Nombre propio cuando este sy111/1tóuu'- que de ninguna mane ra puede cautivar profundamente a sus lecto-
/sin//wme ha de ser visto como conte11iendo goce, un tipo 1nuy parti- res, puesto que no hay ninguna razón clara para que a lguie n se in-
cular de goce. Se pued e decir qu e Lacan ha conseguido dt'volvcrl c e l te rese ... ¡en e l síntoma de Joyce! Joyce se presenta despegado, sin
sentido de regocijo como verbo al nonibre cleJoycc.2·1 Lacan co1npar- co ntacto con e l proceso in consc ie nte real que no o bst an te trata ele
te co n.Joyce una creenc ia fúndarn e 111 a l en el hecho de que la Palabra copiar o imitar. Ésta e s la razón por la que flirtea con Jung y está ta n
crea el m1111do, pe ro e n una nrnninación peca1ninosa que acarrea el e namorado de l espiritualismo espurio d e Madarne Blavat.sky. Y final-
place r ele u11 acto prohibido. O para citar el Fi1w.egr1.11s Wal!e: "'Flús me nte, se puede detec tar un rastro de m egalomanía cuando utiliza
1<xisls !ha/ isils a/in hrmiug b!'l'u srúd we know. 1\ rul dabal talle da/mal!' Finnegans Wake como un banquito ("escabeau") para alcanzar la in-
(FW, p. 18ü, líneas H-\l). La c reación del n111nclo por el logo.1 cst<l más mortalidad, una inmortalidad que debe a los esfuerzos ele 1niles de
cerca de la influc11Cia del Diablo que de 1111 virtu oso Adán. El "And expe rtos universitarios que trabajan con la creencia de que van a
lit.e lJl'vil lalw /Jnbli " " 1Y el Diablo se 1kvc a Du bl ín J es rec u hicrto con romper e l código y traducir e l acertijo (incluso si en última instancia
ricas alus io11es cs tra1ificadas que utilizan reso nancias s<Ínscritas y he- se reducen apenas a cruces y esferas que se e ntrelaza n).
breas p;1ra dar tcstilllonio de una crucia l tcxt11alización de un dabar El goce que.Joyce te rmin a legá ndoles a sus lec tores apuma a la gfo-
l la palabra 1 bíblico. Del rnisn10 lllodo , d credo lúndanw11tal de La- rificac ión d e su nombre, un nombre que se convierte e n un nombre
can de que el inconscie11tc está "estr11e111rado co1110 1111 lcng11;~jc" común cuando traduce e l de Freud (e n alemán, Freud se acerca a
impl ica que 11ucstros n1crpos y "al111as" cst<1n dt·tcr111i11ados pur for- Freude c1ue sio-nifica
b felicidad o reg·oci¡'o)
(._ . a l i1wlés
b (j'o'\)J' co nten ido en
lllacioncs n1ll11ralcs coke1 ivas que da11 f"onua a l signific1nte . Corno .Joyce ) y tambié n al francés, como jouissanr:e. Joyce no sólo se perdió
luego vcrcn1os, al tratar de .Joyel', Lae<u1 va un p:1so 111ás <tllá y 11111es- la teoría del inconsci e m e d e Freucl sino que se de tuvo antes de ll egar
tra que el Ego (llloi) y b Palabra ( Vi'liw) est;í11 hec hos para coaligarse, a la verdad final cuando estaba a punto d e descubrir la clave de su sis-
para fundirse e n 11n No1nbrc dinámico y polisé n1ico: el n01nbrc de tema de e scritura, su teoría de los nudos. Lacan está siendo es trat égi-
.Joyce , o .Joycc-e l-No1nhre. cam e nte inge nuo cuando se pregunta e n voz alta por qué .Joyce pu-
Una caraClcrística impac tan te e n es ta confere ncia ina11g11ral es blicó Finnegans Wake, un tex to cuyos juegos de palabra parecen alea-
que .Joycc aparece 110 prin1ordialn1cntc cnlllo el autor de U/ises-La- torios y se apoyan e n la suerte para capi-ar e l inconsc ie nte del lector;
can nwnciona la novela dos veces, pero 1nás o n1c11os a l pasar, con la la po~ición de Lacan se resume e n la sorprendente frase: Joyce rnera-
idea de dejar que el i11conscien1e frcudi:1110 cn1crja de la frase 11sada m e n te juega co n el inconsci e nte pero parece "no suscrito a l incons-
por Stcphen Lkda lu s: "agel/bill' ojil/wil", y luego disipar la noción ele cie nte" (désabonné á l'inconscient,.JAL, p. 24), como si hubi ese alcanza-
que e l li bro pudiera estar basado c 11 la Odisea de l lotncro (/AL, pp. do la m eta de convertirse e n e l Maestro de le nguas pasando por alto
22 y '27)- sino fúnd:uncntalmcntc como el escritor d e Fil/'lll'J!/lllS Wa- cualquier cletenninación d e su propio le nguaje por un discurso so-
1<1', un te xto que describe como s11 "ob ra mayor y cldinitiva" (//\/,, p. cial y colectivo del Otro. Su maestría es tautológica y finalm e nte mas-
'2li). Las reservas de Laca11 sin embargo so11 1111111crosas y co11siclcra- turbatoria, cuando intenta suturar s11 propio nudo co n e l Nombre
que abandona a nuestra a<loración.25
~- I Nó1esc la rcl aciú11 del ape llid o J oycc "º" j11r, "a legría ", "did1;1", '" pl<tccr'" o '" ld i-
cid ad" en inglés, y co n .Jo11issr111u', d "goce" en fra1u.:és y como ga licis1110 en in glés IT.J. ~'· Para provechosas y minuciosas lecturas de estos se minarios, véase Roberto Harari,
228 EL l;Oct:: IJI·: .JüYCE EL GOCE DE JOYC:E 229
Así, t' n 11na citarla Ltsc i11a111c y pc r111rbadora , Lacrn 110 sólo esbo- ve r a coser, atar, ligar. Esto sugiere la imagen francesa d e l tradicio nal
za lo q11t· se converlirá e n el lcllla del Seminario del aiío sig11ie111e "rebout,eux", el curandero de la aldea a l que a me nudo se le a tr ibuyen
(197fi-7ü), 1111 sc111i1rnrio adecuadamente lind ado Lf' Si11t.!t.m11r' , sino poderes m ágicos , que ha d e sanar a la familia de una maldició n y pro-
1ambié n e n la ta rea 1córica que ocupó s11 trab<~jo c11 sus t'tltin1os aiíos porcionar una ayuda m édica básica. l11cl11so si uno se resiste a este
de actividad: la fú c nc conf'ron1ación co njoycc lo obliga a ir tnás allá abord<~j e -y h e mos visto que e l mismo Lacan pudo resistirse a un
d e los 1rcs círculos entrcl;1zados <le lo Rea l, lo J11rngim1rio y lo Silllbó- a bordaj e d e m asiado biográfi co co n o tros escritores- está claro que
lico -lrcs conccplos que han sido los principales soslc11cs d e s11 ela- Joyce es un esc ritor que le impone su vida al lector.
boración 1eórica durante vci111e a1-1os- para mostrar que su anuda- ¿Cuál es e ntonces ese pecado o riginal ? Según Lacan, .James J oyce
1nicn10 depende de la h111ci ú 11 de 1111 c uarto c írc11lo , frtT11c111clllente pe rmanece atrapado e n los sín1omas d e su padre, marcados por un a
lla tn ado 2: o Sigma (por el Sín10111a). "pe 1ve rsidad" ce ntral , a un rec hazá ndolo: ta nto e l padre como e l h\jo
¿Cuá l, h1ndarnentah11c n1 c, es b con1rilmción d e Laca 11 a l n)lloci- son d espilfarradores, grande s bebedores, que p a rece n incapaces d e
1nie n10 de .Joycc? Parece en pri111cr lugar como si su lectura es111viese mante ne r a sus familias resguardadas d e l desastre. Mie nLras quejohn
basad;1 c11 1111a aproximación biográfica (obvia1nentc leyó la fa1nosa .Joyce de h ec ho puede imaginarse que h a "matado" a su fatigada e s-
hiograffa de Elhm11111 co n 1n11cho cuidado) . Con10 Ro udinesco lo ha posa (que mue re de cáncer a 1111a e dad temprana), la c ruz del propio
seííabdo,2li L1ca11 prim e ro p<trece leer Hetralo drl ar/iJ/.r1 arloü'.IH' nle o l lli- .Joyce fue su h\ja, Lucia, quien comenzó a m ostrar signos d e trasto r-
ses direcL11m·n1c como 1111a au1ohiograíía, pasando por ;11!0 o borran- no a co mi e n zos d e los a í1os veinte, act ua ndo de m a n era cada vez m ás
do con fren1e11ci a la i111por1an1e dis1i11ción entrc Stephe11 lkdal11s y.Ja- e rrá tica h as ta qu e íue inte rn ada e n 1934. El triste destino de Lucia se
mes .Joycc, o incluso proycuando 11111cho de sí 1nismo c n .Joycc (esto prese nta como un a confirmación d e l pe ligroso flirteo de.Joyce co n la
e1npicza cuando explica sus si1nibrcs cin:1111s1ancias y cdtu«1cio11cs ca- psicosis . La lec tura d e Lacan no está por e nde ta n lejos d e l punto de
1iílicas). De manera 111uy c111harazosa para u11 crí1ico li1er;1rio, Licau vista del propio Jung (cuando 1.11vo que esc ribir una introducc ió n a l
alude sis1e111á ticalllen1e a ".Joycc" cuando habla de S1ephc11 lkdal11s . Y, Ulises e n a le mán) . Como Jung, Lacan e nfati za e l a nhe lo de J oyce de
por e jcn1plo, explica la ekcc iú 11 dc.Joycc de u11a carrera a nística cu1110 d efe11der a Lucia co ntra e l psicoanálisis al punto de evitar c ua lquie r
11n anhelo de co111pe 11s;1r una Etl1;1 por el lado de s11 propio padre. insinuación d e qu e s11 propia escritura pudiera ser vista corno "esqui-
.Johufoyce, el padre de.Ja1ncs.Joyce es d escri to co1no a11sc11tt', l ~ tl1an1 e, zofrénica" o "psicótica" y, como Jung, ad mite que Luc ia se a hoga e n
frac as;1do, y la escritura dt· su hijo lllayor apu111a a suple111e111ar esa de- las negras aguas del in co nsc ie nt e e n las que un n adador m ás experi-
lici c 11 c i;1 l'u11da11w111al. La esrri111ra opera en el lug;1r de la palcrnidad, mentado se las apaúa para volver a la superficie.27 No obstante , La-
en crntlquicr caso. Al convlTlirsc en 1111 csni1or,.Joyce se carga a sí 111is- can den un cia la te nd e nci a de Joyce a caer e n la trampa del junguis-
n10 con nn a paternidad que s11 propio padre parece habe r n:chaZ<1do mo c ua ndo esc ribe sobre histori a universa l en e l Wake. La principal
o re b <~ j < 1do. A~í, pa rece co1no si hubiese habido un pecado , 1111 e rror en consec u e nc ia de es tas observacion e s fue que u11 estudio de las obras
la escritura n1is1m1 de la 1;1111ilia.Joyce . A llí, los 1rcs círculos de lo Real , ele J oyce se co nvirtió e n e l trab <~ j o Citndacion a l ine luclihle e n la pre-
lo llll agi na rio y lo Si1nbólico no se han ligado apropiada11w11tc. La es- para~ i ó 11 d e c ua lqui e r inves tigaci ón psi coa na líti ca de la estru ctura de
cri111ra procede a 1111 mbontage 1 ensan1bbjeJ que es 1111a coslura, 1111 la psicosis; e n los círculos psicoanalíticos, las últimas obras de J oyce
1re11zado de eslas cuerdas parciah11 e ntc s11cl1.as. Rabonler es usado e n parecie ron ofrecer la clave para las úllimas co ncep tua lizacio nes d e la
paralelo con w1wuer 1 re-anudar!: u11ir 01ra vez, lt:jcr n11cva n1c11Lc, vol- psicosis por parte de Lacan.
El seminario Joyce lúe inl e rrnmpido por un viaje a los Estados
U nidos , e l terce ro y último , durante el c ua l Lacan tuvo la o ponuni-
;,<:rJ1110 .\I' llr11110.fm111·.,.Jt~r< ·t! /\ /Hlrlil tf,) ··¡.:¡ .\ 'i11lhou10" dt' / .110111, B1u.: 11os Ain:s, /\111urrort11 ,
d;1d d e esca nda lizar no sólo a la alta sociedad bostonian a (cuando se
l 9!lli. l l11 r<'s11111<·11 1n11 y 1'11 il <'S "' q11c ofrece Flli t' Ragb11d-S111liv;111 l'll " l .;w;i11 's Sc111i11ars
u 11Ju1H 's .Joyc(': \t\lritin g :·ts Sy11q>lorn a 11d 'Si 11 g-11l:11· Solt1tiu11 '", l\JrllfHll111~y:ús allfl ... , edi-
1ado por R. Fcldsl<'i11 y Hc11ry S11ss111a11 , N11na York , Ro11tlcclg<', l~l!lO , pp. 71>-8G. 27 Vé ase el di agnóstico d e JallleSJ oyce y Lucia .J oycc hech o po r Jun g, Ric ha rd Ell-
'.!li J11 0 ¡1 w' / .111"1111, 0/1. ril. , p. :)72. 111ann ,.J111111'.\.foyrl', Londres, OxlOrd U11ive rsi1 y Press, 196t , pp. 679-680.
2~0 El. Gü<:l m: .JOYCE EL GOCE DE JOYCE 231

negó a vcst.ir lllla corbata en 11l1 ca ro res tallrante) sino también a juegos de palabras y eq uívocos lingüísticos -sin perder e l sentido de
Noam Chomsky (cu ando le dijo al lingúisia qll e é l persona lm e nt e no fun (Lacan utiliza la palabra inglesa !_que se podría traducir por com i-
p e nsa ba con Sil m c 11t e sino con sus pi es o co n Sil cráneo). Estas ch a r- cidad o ch iste ]) provisto por e l incon sciente- a fin de reconecta r el
las y seminarios abie rt os ofrece n 1u1 atisbo muy revelador d e lo qu e síntoma con e l orden simbólico.32 En ese sentido, los psi coan alistas
estaba ocurriendo en e l p ensa mie nto de Lacan por esa é poca. En Ya- fueron in vitados a tornarse joyceanos ... ¡si querían compren d er e l ti-
le , hizo reí r a Sil a udi1orio Cll a ndo ab ri ó una prese ntació n co n la ase- po correc to de cura! Com o e l lenguaje psicoana líti co, e l a rte puede
veración d e qlle h ;dúa es tado rel'resca11do s11 ingl é s ley(' ndo a .J oyce alcanzar lo real desempe1ia11do la función de un aguj ero. Cu a ndo el
e n el origirnd_'.18 Muestra un conocin1ie11to de la teoría de Ch o 1nsky famoso lógico Q11ine le preguntó a Lacan si e l propósito del psicoaná-
Cll a ndo sciíala que Joyce respe ta la es trllct.llra gra1natical del ingl és lisis e ra desatar e l nudo, él respondió n egativamente:
mi en tras crea slls desconuTt.a n tes pa labras port a folio y los _j 11egos de
pa labras de Ji'imu'p;rws Wah1'. J\l pregllnt;irsele sobre la lit e r<t lllra c 11 la No, está muy apre tado. Se p ue d e afirm a r qu e si Fre ud dem uest ra a lgo, es que
U niversidad de Yak, Lacan oprn1e la le tra a la lit cra t11ra, dicie ndo que la sexua lidad hace u11 ag uj e ro, pero que los seres hum a 11 os 11 0 ti e ne n idea d e
no está seguro sobre e n qué consiste es ta últin1a , aiiadie11do Li idea de qu é e s. Una muj e r se hace prese 11te para un ho mbre po r un sínto m a; 1111 a
que Frc ud necesitó Ja litcratllra para ca pt a r el inconscielllc . AJ a lu d ir rnuj e r es e l síntoma d e un hombre .'.13
a las lcctllras psicoa nalíticas de Frclld sobre la Gmdiva dcJc11sc11, dijo:
Esta concepc ión jugará un pape l importante e n los últim os d e-
1-hiy 1111a 1111 eva i11lk xió 11 de la lit <.:' ratura. ll oy 11 0 sig nifi ca lo qu e sig 11ilie<1ba sarrollos de las e nseiia n zas de Lacan, y te ndrán llna importante re-
c 11 la é poe<i d e Jc11sc11. 'l(ido es lit c ra111rn . Yo ta 1nhié 11 prudm:co li1.e ra1ura, perc11sió11 e n teóricos como Zize k.
1rncs10 que vc1Hle : to 111c11 mis Í'.~1ni los, se tra la <k li1era 111ra a L1 qu e he im agi- La pre s11nció11 según la c ual un a 1111tje r e s e l síntoma d e 1111 ho m-
nado que podía <Llrlc 11n es ta lul u qu e e ra clil<-'n·11te d e lo que Fre 11cl i1nag i- bre se rá recurre n te e n nuevas e laborac iones sobre Joyce e n e l Semi-
11 a h<1. 1 . .. J Yo 110 rl'<"U e st a r haci e ndo r il' ncia cuando lo qu e hago es lit crn lil- nario. Lacan escoge la única pieza teatral d e Joyce, Exiliados, com o
ra. No o list;-1111e, cs10 l'S lit era tura po rqu e ha sido csni10 y vc 11dc , y ad e 1nás emblemática del síntoma pri 11ci pal de Joyce:
es lit e ra tura porque ti e 11 c e l't·c 1os, in c luso e ltT los sobre la li1 c ra 111r<t. './'l
He dicho d e .Joyce q ue é l e ra e l Síntoma. Todas s11s o bras lo testimonian. Exi-
Q ue da cl a ro a p<trtir de es tas observaciones cí11icc1s y c rípti cas qu e les J Exiliados! es su man e ra d e aprox ima rse a lo qu e para é l e ra e l síntoma
Lacan es taba co1nl·nza11do a ser co11sci e 11t e del impacto el e s11s teorías ce ntra l, e l símbolo constitu ido po r la fa lt a [rnrenceJ propia ele las re lac io nes
e n los csc ri1on:s crn 1t t· 111porá 11cos el e va ngllardia , cspccial11H'11tc Phi- sexuales.
)ippe So JI ns y sus a111 igos d e ·¡;,¡ Q1wl. Esta fa lta o defi cie nc ia no adop la rá ninguna forma, pe ro ti e ne qu e LOmar
Laca11 d esa rrolla su co ncq >ci(> 11 del Sín trn na ex plin 111do q 11 c m1 1111a , qu e es para .J oyce lo q11 e lo liga a su esposa, la así lla rn ada No ra, duran-
sínto111a es lo <)lle cllalqllier paci e nt e comen zará por n1ostrar, a 111c1111- te cuyo predominio im ag ina Exiles. Se traduce co m o si fuera "Los ex iliados"
do pidi e ndo ser librado d e e llo. Pe ro po r s11 parte, é l n1111 cc1 prom e te- cuando tamb ié n pod ría significar, simple mente , "Ex ilios", en plura l. Exilio,
rá ljlll' pllede11 ser liberados del sínto111a}O Por esa (; poc-1 Lacan h abía no pued e haber m ejor té rmin o pa ra e xpresar la no re lació n. La no re lac ió n
ide ntili cado el Sí11to111a co n "e l de111 c 11to ll l(lS propio de la din1e nsió11 significa qu e n o hay abso h1tarnente nin g un a razó n por la qu e é l d ebiera to-
h11111 a11 a"'ll y d e finido la cura psicoa nalíti ca conw la ex plot ac ió n de rnar a un a nuu e r e 11tre todas las muj e res co m o su muj e r o su esposa .34

'.!X J;.tcqu('s l.ac111 , "Co 11t"én·1Kcs l 'I. E11Lrc li (' ns d~111 s des l lnivcrsiLl's 11<>rd -a 111(~ ri ca i -
11 l's", Srili1r! m'ii11 . G/ 7, l'arls, Se nil , l'l 7G, p. 7.
~" //, ii/1•111. p . :; l. :1 ~ lliiilm1, p. :YJ.
:lo lhii/1•111, p. '\'..!. 't 1 lbiiln11, p. GO.
:11 //,ii/1'111, I'· 0ti. :\! Jacques Lacan, "Le Sin tho m e", Omiun' (París), 111Ím. 7, 1976, p. 15.
232 El. ( .OC:L DE .J OYCE EL GOCE DE .J OYCE 233

Co lllo ya he desarroll ado es ta idea c 11 a lg1111os lex tos,Y> só lo pue- previas lecturas laca ni a nas, hay un con fli cto direc to co n los aborda-
do res111nir el a rg11lll e nto ce ntral. j es psicoanalíticos ha bitu a les. Así, e n e l Seminario del 13 de e n ero de
Si 11110 acepta simplifi ca r, se puede d escri bir a Rich a rd Rowa n co- 1976, Lacan ac umula desp recio sob re la m ayoría d e las inte rpre tacio-
n1 0 un alt e r ego dc)oyce: e l dil c llla fund a m e nta l d e la obra es d e qu é nes Heofreudi anas de J oyce. Selecciona j oyce in Nigftttown: A Psychoa-
m odo e 11 cara t;l la scclucci<Ín de s11 mujer por 1111 vie jo amigo suyo, nalylic luquiry d e Mark She clrn e r'.17 corno un an tim odelo egregio:
Robe rt l land , quien ha co ntribuido a trae rlos a los dos y a s11 h\jo d es-
de s11 ex ilio e n It a lia. De regre so en Dublín d cs p11 és d e 11111c hos a1-10s, Bue no , Ulises, vamos a abo rda rl o. U n tal Shec hn e r, qu e se imag in a qu e es psi-
Richard se ofrece para 11n puesto e n la 1111ivcrs idad , y parece co1npla- coa na lis1a porqu e ha le ído mu chos li b ros psicoa na líticos - ésta es un a ilu-
c ido d e es ta r e n co nt acto co n lka rrice, la prima d e Rohert , co n q11i e n sió n bastante difundida, especia lme nte e ntre los a na listas- quiso ana li za r
ha te nido co rrcspondt· nc ia d11r;111t e aiios. Ella es esa clase d e "rwiuza l!lises. Es to produce una impresió 11 a bso lutamen te te rrorífica , qu e sug iere
i11.1pirrtlrix" qu e la terrestr<' y se nsua l Ikrtha no pue d e ser. C uando q ue la imagin ac ió n del nove lista , quiero d ec ir la imaginación q 11e constni yó
lk rtha k cuent a a Rich a rd sobre la t's tratage m a d e scd11cci<Ín, y le Ulisf's, ha ele ser e nl e ra me nte d esca rtada. A dife re nc ia d e Smfare anc/ s:y111bol,
mega q11 c interve nga, é l se 11icga, clt:já ndol a elegir libremente. No este a mí lisis de U/ises qu e rría desde luego se r ex ha ustivo, po rq ue cuando se
obs tante a pa rece e n la casa a la qu e Bertha ha sido in vit ad a, pe ro psicoa naliza un lib ro no se p uede para r. '.\8
pronto se va , prdi ri c nd o 110 s;iher lo q11c va a te ne r lug;1r esa noc he.
El 1rn1soquis1no j1wga 11n papel importante e n Fxill'.I, y Rich ;inl cst;í Laca n no va m ás lejos que ese re proche de banalización, pero
clan11JJ<'llle del lado d e Sac hcr-Masocl 1. En el fin a l de la obra, toda vía m a nifi e sta un a vez m ás Sil ira co ntra aq ue ll os qu e d eciden som e te r
sin s;1l>er si Bertha se acos tó con Ro bert o no , Rid1;-ird y dl <1 re nu e- n ovelas a lec t.uras psicoanalíticas total es, y no salva al mism o Fre 11d ,
van s11s \'otos y deciden fú11dar s11 a mor no e n el sentido lrnrg11 é s el e quien a l me nos tuvo e l m é rito de "refre narse" pues m111ca a na li zó
la seguridad o fre c ida po r el m a trin1onio sino e11 la d11 chi pe rc ibida co- co lllple tamcnte n ovelas largas. 019 Al ma n te n e rse a una clist.ancia ma-
m o 11na "h e rid a vi\'i c nt e". Es c il'rt o q11 c la fo nn11la d e L1c;111 adq 11ic- yor ele la n ovela, Laca n se abs tie ne de lee r e l "in co nsciente" ele
rc n11teh o se ntid o e n 1;1 obra: Richard y Bcrtha p11cdl'11 rl'visa r y rede- Ste ph e n o de Bloo m .
fi nir s11 a n1 or 1JO co m o 11na re lac i<ín e ntre dos co n1p;11-HTos crn npl e- Por o tra parte, lllues t ra e l m ayor res pe to por los lib ros m ás clási-
mentarios 1nacho y lwnibra, sino como sujetos i1ico1nrn·11s11rnhl e- cos; cit a a 1-Iugh Ke nne r y Clive Hart., y lo ha impactado la re levancia
n1 c nt<' divididos q11c p11cde11 ace pt a r 11m1 dif'c re11 c ia irred11ctible. del lib ro de Robe n Adams, S11:r/ar:e muí SyrnboL The Consisteruy of Ulys-
Q 11c esa ace pt ació n c 111sc dol or -se basa c 11 el dolor in c luso- 110 es ses.'10 De manera qu e Laca n no es adverso a la c r ílica lit eraria cu a n do
nada co n1pa r;1do con el sentido ét ico de lihcrt;1d )' f'o rt alcc illli e 11to a rrc~j a luz sobr e los procesos tex tual es. Proclama que Adams ha pe r-
q11 e cx pe ri1n c nt a n en el fin a l. Entonces lkrth a p11 e d l' e 11 can i;1r rl'al- c ibido muy bi e n la distinción e ntre lo Im aginario y lo Simbó li co, y h a
lllente el "s ínto1na " de Ri c h ard, mi e ntras que ella sigue sie ndo 1111 seiialado provec hosam e nte la distin ción e ntre "existenc ia" y "consis-
ag-en tl' incl cc icliblc111e nte libre q11e tl'sti1noni a 1111 dl'seo sicn1pre re- tenc ia" que atrajo e l interés de Lacan e n otros sem in arios. La noc ión
novado. de que es la su perficie del texto y no sus "símbolos" lo que lo dota de
Se p11nlc n1ostrar q11c 1111a lectura d e Ulises p1wde ser il11111i11ada "cons istenc ia", y la d e finición d e "co nsiste n c ia" com o "lo que mantie-
d e lll odo silllil a r por las e labo raci o nes ele Laca n. El 111ejor e jemplo se- ne unidas las cosas" parece abrir e l camino para el con cepto lacani a-
ría n las cuidadosas ano tacio nes y e l sólido p re facio a la c di c iú n fran-
cesa de la novela q11c ya h e n1c1H:ionado.:Hi Con10 lo lw1n os l'isto con
:·l7 Mark Sh ec h11e r.,/oy1P i11 Nigh.111111111: / \ l~'.)'"¡,1,,1t11ilylir flltt11i1 _)', Berke ley, Un ivers ity of
C~ li fo rnia Press. l 974.
J -; 111-Mic licl Rah;11é, "'No l e s11r les cx-ils", .J;1np1es A11hcr1 (cdi1 or), .fo\'t'I' 1/1'1·1· / ,l/-
'. F• ~H "Le Simli o m e", Ornimr1 (Pa rís) , 11ú111 . 7, 1976, p. 15.
u111 , 0¡1. r'il. , pp. ~ ) 7- IO G. l 111 a V('rsiú11 ('Xpandid~t c 11 in g;k·s se <· 11nH· 1 11r~ 1 c: n.J.-M. R;1 bat é, :.\~ I lhir/nn .
.foro' 11/w11 i/11' \ (,¡¡/: "/111' (:r111'si.' 11/ IJ1111hl, l .011 dres, Mac 111ilL11 1, 1 1 J~ l l , pp. '.! l-· 12. 111 Ro be rl M . Ada 111s, S1nj(ta lfl/ll .\ )·111bol. "flw <:011sislmry o/ llly.urs, N ueva York, Ox-
:ii; l'vlc rclicro a b ed ic ió 11 de J\ 11bc r1 i'" r" L.a Plt' iad c. Vl-asc n ula 1~J. ford U ni versity Press, 1962.
234 U . COCL LJLJUYCL EL GOCE DEJOYCE 235

no de cl!erdas e 11lazadas c11 un nudo. ¿Es el nlldo alg'O qu e "cx-s ist e" Moviéndose e ntre una excele nte lec tura de la concl usió n d e l Re-
para las cuerdas, o es sólo el lugar en cloncle las cual ro Cllerdas "co n- trato del artista adolescente y Ulises, Lacan postula e l pape l central d e l
sis te n "? La consistencia d e los escritos deJoycc está hecha d e nu1c:has padre en Joyce. En e l Seminario del 13 de e n ero de l 976, cita la fa-
tre nzas qlle están e ntre tejidas por lln a escritllra que plant ea 1u1 enig- mosa invocación del "viejo padre" al final del Retrato43 y describe a
ma. Debido a que es te e nigm<1 c rea un "agu jero", una brecha textual Steph e n como 'Joyce e n la medida e n que descifra su propio e nig-
o n1p111ra que captllra la imaginación, puede apa11árselas para cre ar m a".44 Él ve la continuidad e ntre los dos textos en estos términos:
be lleza al mismo ti e mpo: "Finalmente, sólo la escri tura pllede ser lla- Stephen es un p e rsomtj e que diría a lgo así como: "Después del padre,
lllada herniosa , ¿por qut": no?"·l I gracias a ti, no h e te nido más padres. Estoy hasta acá de padres."45
La tesis priucipa l de Lacan con respecto a Ulise.1 gira <dredc dor ele Luego investiga un problema litera rio que ha sido expuesto por
b cuestión de la pate rni<l<id: "Ulise.1 es el tcsti111011io d e cú 1110Joy<T ha Adams , cua ndo seilaló que, en un punto, h ay un a curiosa duplica-
quedad o atrapado c11 sil padre, aun rc pucli á nclolo, lo cual es cxacta- ción de la observació n hecha por Stephen en la biblioteca acerca de
me 11t e su sí111on1a. " 1 ~ Aquí nos cncrnllramos con el segundo sínlorna Shakespeare que e ncue ntra su camino e n e l soliloquio de Bloom a l
de .Joyce, clcsptu.': s de la falta de relación sexual. Cuaudo 1n;Ís ni ega a final del episodio de las "sire nas". Mientras que e stá claro que Ste p-
Sil p;1drc, crnno Pe dro co n C risto , más <üllsta la soga c11 su c uello. Una he n sabe tocios los d e talles ele la vida de Shakespeare, ¿cómo podría
soga hecha de las cucnLts del c u;1dntplc 1111do. Así, L1nu1 no c ree Bloom tll asc ullar acerca d e l bardo e n estos té rminos: "En e l rosedal
qu e B1001u sea 1111 p;1dre probable para SteplH·n ni qu e Steplic11 1)11 e- ele Ge ra rd, Fe uer Lane , é l pasea griscastailo [in Gerard's rosery of FeUer
da represe ntar 1111 Telé111;1co creíble (JA/ ,, p . '2.7) . S11 posición es enfa- Lane he walks, gnyedauburn] "?¿Se supo11e que e sto es un a cita d e l mo-
ti zar la f'11nció11de1<1 pat e niiclad al clese 111ra1-rnrla d e la c·str11ct11ra lw- nólogo interior d e Ste phe n? Joyce parece poner deliberadame nte e n
rn t":ric a. 1k te11ido la oport1111idad de han..-1n e eco de esLt i111prcs ió11 cue stión los límite s en tre los inco nscie nte s de sus dos person~jes mas-
e11 los círc11los joycea11os, y pude ve rifi ca r q11c todavía s11sc it a rn:ha- cu lin os, lo c ual queda lite ralizado c uando te rminan co m o "Bleph en
zos 1;1j;111t cs e incluso agresivos. l labría qlle regres;1r a b brg;1 y corn- y Stoorn". Lacan se re fi e re a ese debate para sugerir que incluso si
pleja historia de b rn:cpcicín dc.Joyce, en11wu111d<> con E1.ra 1'011nd, Bloom y Stcphen no pue d e n ser creíbles como "padre e hUo simbó-
q11ic11 procla1nú 1111 escepticismo sirnibr e11 c 11;111t o a la idea de "pa- li cos", se une n e n los últirnos e pisodios co mo un a única sustanc ia tex-
dre e hijo" y los paralelos hon1{Ticos e11 Ulises. B;1stc decir que {stc si- tu a l masculina, co m o un a pura escritura que se vue lve cada vez más
g11e siendo 1111 p111110 d e disp11t;1 entre los t·specialistas cnJoyce, y que autorrefere n cia l, lo que e n última ins ta nc ia postula e l dominio del
la elaboracic'in de L1cu1 es bastante sólida y prnh;1bk111e11te vcnlad e- nombre-del-padre.
ra. Adernás, la idea 1w pue de reducirse a mera proyccc iún psicolúgi-
Las últimas semanas del seminario.Joyce estuvieron dedicadas a más
ca, ¡rnesto q11e Lae<111 a11 ade q11e es prcc is;1111 c11 tc esta al1se11cia de pa-
nudos y meditaciones sobre e l goce joyceano en oposición al goce fe-
dres reales o simbólicos e n la 11ovcla lo que 1rn1cs1ra ccí1no la paterni-
menino y se aludió al film j apo nés El imperio de los sentidos para re tornar
d ad se reduce a 1111 p11ro nmnbre. Para é l,.Joycc n111estra, a co11 l'lario
al terreno cubie rto e n el Se minario 20 sobre "Dios" ide ntificado con
e n todo caso, qu e el "Sín1rnn a depcnck ele 111i;1 es tructura c11 la cual
"el goce de una nnijer no-toda''. 46 Además Lacan descubrió e l té rmino
el 110111brc-dcl-padre es llll clc rnento incondicional " (/JI/,, p. 27).
U na di sc 11siú11 co111plcta de esta c11csticí11 illlplicaría 1111 exan1e11 siste-
'1:1 En la versión espa11o la del Hdmlo dd arlisl11 111/oh'.ff<'llf<', Madrid , 1978 y re impre-
m á ti co del sustrato teolcígico de los vínculos c nt re Sltakcspcarc, Dios
sio nes, a llí donde .Joyce escribe : " !l/n·il 27. Oldfúlhe1; 11/rl arlifi<:n ; sf11nrl me 110111 ami nwr
y el A rti sta, espccial11H·111e tal como es desarrollado por Stcphc11 De- i11 .~mHI slnuf' , e l traductor D<1 maso Alonso alte ra así las últimas palabras d e l libro :
dalus en e l c-1pí111lo 1111cvc de lllise.1, en "Escil a y Caribdis". "Abril 27. An te pasado mío, a nti g uo a rtíti ce, a mpá ra me ahora y sie mpre co n tu ayud a"
(p. 288) . Se pierde así la espec ili c id ad del "viejo padre" joycea no invocado aquí por
Raba té [T.].
11 "Le Sinth o me", Om imr ~ (París), 11ú111. 7, 1976, 0/1. f:ÍI., p. 14.

11 "Le Si111lio111c", Omim r' (París), 11(1111. 7. 1 ~17( ), 0/1. ,·Íf .. p. l·I. 1:1 llúrfom.
12 ¡¡,¡,;,.,,,, p. I '.>. lii "Le Sintho111e", Omirrn ~ (París) , núm. 9, 1977. p. 38.
236 El. l.Ot:L IJL JOYCE EL GOCE DE JOYC:E
237

c ru cial "epifanía" bas ta nt e tarde (ene ro de l 97G) y e ntonces lo utiliza prime ra publicación d e Laca n e n inglé s fue "Sorn e re fl ec tio ns on t.he
para prese nt a rlo como e l 111odo d e Joycc de a lca n za r lo Re al , una Ego", un te xt.o ofrec ido prim ero com o confe re ncia e n Londre s e n
proposiciú11 mu y convi1ice11tenwnte clesarrollacla m ás tarde por Cathe- 195 1, publi cado d os aíios d e spué s e n The l nternalional journal of Psy-
rille Millot.'17 Al mismo tic111po, el l G de 111 a rzo de l 97ll, L1c;111 antm- rhoanalysis, 50 iró nicam e nt e, just o para la é poca e n que e staba siendo
cia algunas 1H1cvas rd.lc xioncs sobre la fun ció n cid ego, 1n ie n tras que ec h ado d e la lnte mational Psychoanalyt.ic Association por su m a nejo
sc íi a la d esa probadoranw11te la tt·ndc ncia d e Joyce de c;1111biar hacia no co nve nc io n a l d e la terapia y por sus críticas ace rbas a la institu-
11na ve rsi<'í 11 junguia na d e l inconsciente colectivo: d in co nscient e co- ció n . En ese te xto, Laca n e nfa ti za la dime nsió n del le nguaj e co rno
lectivo n1is1110 es 1111 sínto111a.·IH E11to11ces, c 11 el úlli1110 se111i11ario , casi constitutivo d e l ego, y e l h ec ho ele que Fre ud sitúa e l ego e n la di-
co1110 una posdata , es el ego de Joycc el qu e o c upa el c ua rto círcnlo, m e nsión d e la alu cinació n, y por lo tanto d e l e ngai1o l.o e rror: delu-
d o nde prcvia1m·11t e Laca 11 ha pu esto e l Sigma cid Sínto111a. El ego d e sion 1 o ele la "falsa atribució n " [ m:isrer.ognition]. El ego es un a image n
Joyce ('S 1111 cl"ccto el e su escritura y se ide ntifica así co n s11 Sí11t01n a. l la- mi stifi cada d e l c ne rpo que pres ta una totaliclacl e spuria a un s1~j e to
bía ha bido un "e rror" (fr111.le} e11 el anudamiento de los tres círc ulos de ha bla nte fimdam e nta lme nte dividido. En co nsec ue n cia, c ua lqui e r
lo Real, lo l111ag i11ario y lo Si111bólico, y para co111pc 11sar el e rror, d ego int e nto d e fortal ece r e l ego lle ga a un re forzamie nto d e la ne urosis
- e n el dilHijo d e Lacan é ste 110 ('s ni siquiera 1111 círc ulo , si110 q11 c es que se quería d e struir. Ésa e s la doctrina laca uia na m ás básica; por lo
reprcscn1<1do po r dobles corclwtcs- juega el papel d e 1111a grapa o 1ant.o fue un ca mbi o co111ple 1a m e nt.e in espe rado e nco ntrar al vi ejo
a brazad era p;1n1 1nant e 11 e r los círculos unidos. ego re flotado co11.J oycc, incluso si fu e para pre se nta rl o com o nudo,
escritura y Síntoma.
¿Por q11 é _l oycc es ta n ilegible? Ta l \ 'Ci'. porq11 c no nos s11 scita ni11g11na si111pa- Sc 11 a le m os que Laca n habla d e l significant e ego, co nforme co n e l
tía. Lo q11c estoy s11giricndo ('S qttl' co11.Joycc , el ego viene a corregir l<i rd a- uso in g lés, y 110 co n e l franc és moi !yo], para t racl ucir el !ch d e Fre ud .5 1
ció 11 l;t11 ;1111 e. Mcdia111c sc llll:j a nt c a rtif'ici o d e csc rit11ra , e l nudo hrnT0111 co se Esto sugiere un a n ucva confront ació n co n la egopsicología in gle sa y
I Cl'(JI !SI it 11 yc ,'I ~ ) norteam e rica na. La idea d e la labi liclad y supl e m e nt.a riedacl d e l e go
joyceano es co nfirmada fin alm e nt e por un pasaj e extra ído d e l l?etrato
El ego de Joycc lrncc k ton1arsc 1111 sí1ito11rn ; explola los ardides d e del artista adolesrente, c uando S1eph e n rec ue rda cóm o una cantidad ele
1111 e 11ig111a lit era rio , es un artificio c reativo , u11 "s11pk111c1ito" por el escolares lo h a bía a torm e nt ado por h a be r proclam ado insiste nte m e n-
cual t' l ace rtijo hablado se co nvierte e n cscri111ra a l 111is1110 1ic111po te que Byron e ra e l mayor d e los poe tas. De spués d e que sus "amigos"
q11e c11Ltza todos sus co111p01H'lllt·s. lo aporre an co n saüa, lo vence la ira, y sollozando y apre ta ndo los pu-
¿Por q11(' esta post e rgada dcsig11ac ió11 d e la n·11tralidacl del ego es 1-ws , co rre loca m ci ll e iras e llos. Es e nto nces cua ndo sie nte que e sa ira
1;rn sorprcndentc y paradt~jica ? A fin d e apreciarlo tenernos qu e rc- cae d e é l, e n un c urioso m o m e nt o d e d e spoja111i e nto .
corclar que todo el siste ma d e Lac.1 11 cst.;-í co11s1 rnido co n 1111a 1míqui-
na de g1wrrn co 11tra "la psicología d e l ego". Desde los a1-1os ci1K11c11- I_ .. . 1 Y a un aq u e lla n oc h e, a l re gresar vac ilan le h ac ia casa a lo la rgo d el ca mi-
1a, su priu c ipa l ac0111c 1id;1 pok111i ca había c slado dirigida a l legado 11 0 d e .Jo n es, h abía se ntid o qu e ha bía un a fu e rza ocu lta qu e le iba quit a nd o
d e J\1111a Frl·11d , en 1111a críti ca tot a l de la ";11m·rica11izació11 del i11- la ca p a d e o di o ac 111nulado e n un m o m e nto co n la rnisrn a fac ilidad co n la
co11scicu1c" que ocurrió c11a11do la pri111era gc11cració11 de discípulos qu e se d espre nd e la suave pi e l ele un fru to m aduro. 52
de Frc11d hu yó a los Estados U 11idos y e laború 1111a te rapia c uyo prin-
cipal o bj e ti vo e ra i11ctT 111entar las egoclcfe 11sas. lk niodo típico, b '•11 .Jacques Lacan, "So1ne Rdlections on 1he Ego", '/"he lutl'mt1ti111111 /j11 11r1111l 11/ l'"y-
d111111111/ysis, núm. 34, 1953.
•,¡ Lo reconoce en el Seminario del 1ti de marzo de 1976: .. [... ] He prod ucido algu-
17 Vt.':< tSl ' s11 t· 11 s~ 1 yo su hrc las ·· Epifa11í~ 1s " t'll,// \/, , p. 87-~V>. nas mcditacio11es sobre lo q11" los in gleses llaman el 1'g11 y lo que los alemanes llaman
1
~ " l." Si111l101n" "· 0111im r " ( P;iris), 111'1n1. <), 1'177, p. :18. el lrh". "Le Sinthomc", Oni im r?, m'nn . 9, p. 34.
l'I "l." Sin1li o1nl'" , Om imr" ( l';irís), núm . 11 , 11177, p. 8. •, ~ J a m es Joyce, ;\ /'m'fmil 11/ llw J\rti.\l m 11 Vim11g M1111 , ed itado por S. Deane, Nueva
2:38 El. c;ocE LH:J OYCL EL GOCE DE JOYCE 239
LaGttl observa que es ta transformació n d e la irn e 11 di sgusto e s sos- El que se propone no es por lo tanto 1111 co nce pto natura l d e l ego ,
pec hosa para u11 psicoa nali sta, y ve e n esta escena e mblem á ti ca el e s incluso más a rtificial que antes, pe ro no se lo puede re ducir a un
m ode lo d e lo que pouría llamarse el c uerpojoyceano : u11 c uerpo que registro d e lo Imaginario. El nue vo ego lacaniano es, d e h ec ho, como
pu e d e caer d esd e e l yo ele uno , qu e es llll m e ro e nvoltorio que no lo esc ribi ó Ezra Pound e n sus Cantos, un Ego Scri.ptor.55
puede "cont e 1wr" por sí mi smo al Sl~jeto . Mientras qu e la explotación No obstante , c uando.Jacque s Aube rt le pidió a Lacan que entrega-
c ríti ca de esta escena e n parlicul a r podría a pare cer como 11n caso d e ra una ve rsió n escrita d e su ch a rla para la publicación d e las actas del
sobre in1crpre 1ac iú11, sería posibl e sciiala r d e h ec ho a lgun as olras es- simposio e n 1979,56 é l no puso claramente de re lieve e l concepto d e l
ce nas siniil ares en la novela: por c jc 1nplo c ua ndo Stcplwn <1co1npa ii a e go, a unque e ra posibl e advertir su inilue ncia sumergida. La ve rsión
a s11 padre e 11 1111 vi<~j e a Cork, cx¡wri111 e nta u1t 111onie11t o de dcsp<~ja­ que Laca n le e nvió a Aube rt e s un te xto comple tame nte dife re nte de
mic nt o sulije1ivo y 11ecesi1a e l poder d e la escri111ra (se ha qu ed ado la prese n tación oral, se h a co nvertido e n un écrit e n e l que se reco-
fasc inado 1a n10 por las iniciales de su padre e n tui cscrilorio como, nocen aquí y allá cie rtas hue llas d e l te xto original. Su ca racterística
ad e 1n;ís y d e n10do 1nás decisivo , por la palabra feto lalhtda c1t 1nade- distintiva e s qu e a h o ra parece sobre todo un pastich e d e l idio lec to
ra) y el 1H>1nbrar pa ra n1 a n1c1HTsc "unido". wakeauo d e .Joyce. El es til o d e Laca11 e n ese te xto publicado e n 1979
-un texto d e l que po r e nde se pu e d e d ec ir que es uno d e los últi-
Vict o ri a, S tc phcn , Si111rn1. Nombres. 1 ... 1 No se había 11Hwrto s illo q11 c se ha- m os, si no e l último, d e los "textos a uté nticos " escritos por él - es co-
bía clcsvallccido co1110 till a pl aca i1nprc sio11<1da a l<t lt11. del sol. S,· había 1w r- m o mucho oscuro y ll e no d e jue gos ele palabras. Arra nca con un a
did o o h ;1hí;-1 c111igr<1do de l<t ex is tc 11 c i<1, porq11c ya 110 cxisl Í<1. 1 ... 1 Y cx l r;-11-10 re apari ció n e nc ubi erta de l e go com o '1noi e n francés: "]ayee le Syrntí51ne
ta 111bit; 11 , ver q11c s11 c11crpccillu r c<1 parccía <tltora por 1111 ll1 0 111cnt u : 1111 niiíi- a entendn; comme ] ésus la aúlle: e 'est son nom.. Pou.vail-on s 'aUendre a aulre
to ve s1ido co n 11n tr<úc gris d e cin1mó 11. 5'.l ch.ose d 'em,-m.oi: je nornrne" (/AL , p . 31) (''.Joyce e l Síntoma ha d e o írse co-
mo J ésus la aúlle. éste e s su no mbre. ¿Pu ed e espe ra rse a lg una otra co-
La esce na completa d e bería amdizarsc c 11 c ierta cxtc11siú11 , y se pu- sa d e mí: yo nombro"). La re fere ncia iró ni ca a la novela d e Fra n cis
dría mostrar c<Í lllo los 1é rn1i 11os lac 1ll ia nos de lo Rea 1, lo l 111agi na rio , Ca reo que re traLa a los rufia nes y prostitutas parisinos, Jésu.s-la-r:aille,
lo Si 111bú li co y el Sí111on1a l'Strnctt1ra11 st1 lógica. si túa e l norn bre d e .Joyce no sólo e n la 1radición lite raria d e los a iios
El ego d c joycc constiluiría 11na "piel ", u11 111crn liord e q1w esl <'í llo- veinl e (prec isa m e nte c uando Laca n e nco ntró y oyó a Joyce) sino
ja11w11t c captttr<tdo por d l1m1ginario. Fs lá bil , poroso, artilici <tl , y es qu e aiiade a su nu evo sobre nolllbre un giro populista, a lgo así co-
posilik dejarlo e<HT as í como así. ParaJoyce, c11trn1n·s, crn110 co11sc- m o un sabo r a java. 57 El jue go d e palabras que irrumpe co 11 d'ennnoi
Ct1 Cllc ia de cs10 , lo Rea l 110 cs t;í a1111dado al i11co11scie111(': a parece c11 vin c ula de moi ("de mí") co n Emm a Bovary y un eco sum e rgido d e
sí11to111as q11c cs1át1 vim:ulados 111('trn1ílllic 1111<..·111c crn1 el luga r (Cork, la famosa frase d e Flaube rt ( "Madame Bovmy, c'est uwi "). 58 De spués
Dublí11). El 1111do cjen11ado por u11 a cscri1t1ra que at raviesa la pater- d e e sto , Lacan enfatiza que e n francés "je nom:me" ("yo no mbro ") sue-
nidad as t1n1iní por ende un a l'u11ció11 aún 1mís <'scn c i<tl . na cxac 1a m e nte como "jeune lwumte", e l "young man" d e l Porlrait ... d e
.Joyce. De sde e l co111ie 11zo, Laca n sigu e los pasos d e miúrgicos ele un
L o qu e es toy s 11 g iric11d u es qu e, ¡><i ra .Joyce , el ego int e rvi c 11 c ¡><1 r <1 <"Orrcgir 'jove n.Joyce" con quie n compa rt e much as carac te rísticas: habie ndo si-
1111 vínnil <> f~tl1 ; 111Lc. Mcdia11tc cs le artilicio l'n la csni111ra , l"i 111Hlo h o 1To 111co do m a rcados los dos p or los j esuitas, e l cato licismo, una revue lta con-
p11 c d c ser rcco 11st.i tu id o. c>·1 tra e l orden burgués de sus ju ve n tu d e s, una cultura e n ciclopédica que

'''' Ezra Po11nd, Tlw Caulo.1, Londres, Faber, 1986, p. 472.


,-,,;.foyn' & Pari.1, ed iwdo por.Jacq11es Auben , Lille y París, C:NRS, 1979.
Yo rk, Pc..'1tgui11 , l~l~J 2, p. 87 1 Nrtr11!0 rl!'/ rn'fi., Jrt 11rlofrsu'11fr, 1r~tduc c iú11 dc n ~i 111;1 so Alo11 su, ,-,7 .fm111. es u11a danza desarrollada e11 Francia a principios del siglo xx, sirnilar al
11/1. 1il., p. D11 . tango.
jc11 '"'i""-101, pp. 10 ~- 1 Ü'l I.
'•'.' lh iiil'lil, p. 'l8-'l' l ;,x Se podría a 1-1adir o tro se ntid o, ;::u '1n 1n cls o bvio : r/.'nn nwi po r d 'rmoi, lite ralin e 11Le
:.i "'l.c Si 111ho111c", Om imr1( Parí,) , 111'u11 . 11 , 1977, p. 8. "de emoció11 " [T.].
240 El. GOCE LlEIOYCE EL GOCE DE JOYC:E 241

culmina en unos pocos diagrnrnas sistemáticos (los "esque1nas" y "nu- Parece que en 1979 Lacan hubiera leído Finnegans Wake y Ulises
dos" ele Lacan aparecen corno exacLas con1rapar1idas ele los "esque- con mucha más atención, y cita muchos pasajes como la transforma-
mas" y "siglas" de Joyce) y la creac ión de 11n lenguaje radicaln1e11te ción de la ópera de Ve rdi, La forza del destino en la "/arce of dmtiny"
nuevo que les pcrn1i1c pensar y escribir. (162 , 2-3) [algo así como la "farsa del polvino"] o cuando consigue
Después de una reiteración de la idea de qu e ]oycc el síntoma" da resumir todo el argurnen to de Ulises e n un parágrafo que deja sin
acceso al 11onibre d e Joyce, de que el verdadero nombre dcJoyce es aliento (fi-1L, p. 34). Cierra con un fuerte vínculo entre la maestría de
"el síntoma", Lacan aborda di rectamente la cuestión de los juegos fo- .Joyce y la suya propia.
néticos múltipl es, y al regresar a l tem a del "banquito" de lo "bello" (es-
cabeau.) , produce algo que se ke cada vez más coi no Finllegans Wa!!I:. .Je su.is assez mailre de lalangu.e, celle dite.fran[aise, pour y íirre pmvenu moi-méme ce qui
fascine de léllloigner de la jouissance prvpre au syinfitome..Jmússance ofmque d 'exdure le
!Iissecm1úea11. ú 1;cme co111.111e l 'lie>seuilm1:11. sans leq11.1:/ lúlw1111/Jjml 1¡ui suil dú1g' sens (JJ\L, p. 36, aproximadamente: "Soy lo bastante maestro de !alengua así lla-
d'110111 dºlio1n. LOM se lmnellise á qui mirnx 111ieu.x. J\!/01ulle, lui dit-011, .fitu.t !1,fáúe: mada fran cesa para haber deven ido yo mismo eso que fascina en atestiguar el
rnr srws mouilln Jms d'l11<1ser11/m111 U '\L, p. 3 1). goce propio del síntoma. Goce opaco por excluir e l sentido").

Una vana paráfrasis podría ser: "Se cree bel lo , a ser escri to con10 Lacan nos re mite al concepto de lalang'u.eque ha inventado 1111 po-
el banquito que usa co1110 escabel, sin el cual m1dic se ría digno d e l co antes para describir e l "balbuceo" d e los niiios (a m en udo dijo que
no111bre de hombre. La l;)niin;1 del l IOMBRE se l1111rn11iiza tan bien y la palabra pretendía evoca r "lalación", el habla i11fa11til arcaica). Co-
r;ípido como puede. S11<fa, se le dice para li11111eden:rlo 11n puco, mo lo ha sugerido Néstor Braunstein,59 podernos presumir sin peli-
pues sin sudor no hay banquito." Este denso p;1sajc co11d('11sa 1nu- gro q11e .Joyce acLúa no sólo corno e l doble d e Lacan, sino como un
chas p;1ginas del scn1 i11ari o de ese 1no1nc11to ( 1H de 11ovic1nbre ele Doppelgánger Ji terario que le permite darle sentido a su propio estilo
1q7:1) q1w sigue a l e nsayo ele J\11hert sobre la cstétic1 dcJoycc y cri- opaco y barroco, al tie mpo que habilita e l retorno d e l "ego" reprimi-
tica la concepción de.Joyce de la b('llcza. Para desinflar 1<1 ll<Ki<Í1i de do. Una conclusión te ntadora de su exploración de la lecLUra de La-
.Joycc ele caritas, Lacall ofrece li1cgo la hipótesis nada caritaliva de ca n sería que sintornáticame nte e11carna e l "Egosí11toma" presentado
qu e Joycc se hizo escritor sobre todo porque 110 era lo sufici e nte- co mo el cuarto círculo. Véase el dib1~jo:
mente viri l (i!):

l ... ] 111 10 Cl'<'c q11c es 1ll ;1cl 1u ¡)l)1'l¡i1c tic11c una vcrg11 it a. Nat11rali11c11tt:, aq 11í
le s ntego que 11w disciilp e n: se 11cces i1<1 a lgo 111 <Ís que eso. Pero ya que s 11 ver-
ga e ra u11 poquito dcbil11clia , si ¡rncdo decido así, Le 11ía que ser s11 arte l;1 qu e
la s11pk 111c11tar;1 y crn11pe11sar<1 su ol'ena f<ílica (/J\L, p. ·1 0).

Se describe el l ~1lo conw la crn1ju11ció11 del "panísito", el úrgano se-


60
xual n1asculino, y el habla. Si tocio arte ocupa una fú1ició11 Lilica, la
r,~, Braunsle i11 hit· el prin1er ana li sla lacania.110 e n Lomar el "retorno al ego" e n el se-
herejL1 artística d(' .Joycc ofrece 111i contrapeso a su ilusión de ser un
1ni11 arío de Laca n co n la seriedad teó rica que 1n e rece. Véanse sus e nsayos su 111an1cnte
"macho". Pero él c11tcndió que la lúnción principal del lenguaje 1io lú cidos: "La clínica e n e l nombre propio", ¡,·1 ta/Jni11lo dr lm rsi:rihrms, editado por He-
e s la revelación de la verdad completa sino el equívoco, niostrándole lí Morales Asenc io, Mé xico, Siglo XXI, 1997, pp. 70-96, y "El ego lacaniano", ¡,·11 los s11-
así e l cal1li110 al psicoan;ílisis. /h11ri((s rli'l nom/n,, dd ¡111d11', editado por I-lelí Morales Asencio y Daniel Gerber, Mé xi-
co, Siglo XXI, 1.998, pp. 53-74. Véase también Diana S. Rabinovich, "Suplencias del
nombre del padre : El Ego de Joyce " y "El sí11 to111a y hace rse un nombre e n Joyce ", /.a
Fi11al111c11te, sólo tc11c111os esta lÍ11ica anua co1 1tr<1 el sí1110111a: el e q11ívoco.
a11¡;1nlia y el rlrsr'll riel otro, Buenos Aires, Manantia l, 1993, pp. 145-190.
l ... J Sólo a travé s del cq11ívoco traba ja L1 i11terpretació11 (//\/.,p. 4:¿). 1;11 0111ú·ar?, n1írn. ll, p. 2.
242 Fl . GOCE DE j O\'CE EL GOCE DE.JOYCE 24J

Si rc1roccd e 111os h(lsl a las últi111as co11sid e racio11cs ofre cidas e n e l Se podría que rer disc utir si Finnegans Wahe es tradu cible o no a l
seminario d e l Sí11to111a, pocle111os atcs1iguar la (\Inciún d e una sue r- c hino (e n cualquier caso, rec ie nte m e llte fue terminada una versión
le d e argot ri111ado creado e n el mom e 1110, espccialmc111e cuando é l c hina d e la novela ) y si e ste logro o e sta dificultad pue d e tomarse co-
abrevia "Noe11d 11orm1flie1i'' corno " Noe1ui-Bo", lo c ual lleva a "Nebo", mo un patrón d e legibilid ad. De todos modos Joyce es presentado
la mo111aii a sagrada e n n1 ya n11ubre , llam ada Pisgah, Dios le dio a aq uí como un e scritor que pue d e e nse iia rle s a los psicoanalistas có-
Moisés las Tablas de la Ley, según De u1 cro nornio 34. U n "Nebo " e n m o lee r: prec isam e nte porque los significantes en su texto están
e l que se pu ed e oír lo "bcllo ", e n fran cés " le beau", que linalm c 111 e ri- si e mpre e n otra parte, sie mpre significa n algo más, se "deslizan" n o
ma con "ego" que migra desde .Joyce a Laca11, y desd e Lacan a .Joy- sólo e ntre le nguas, sino tambié n e ntre habla y e scritura. Éste es el sig-
ce . .Joyce, quien se negó consu e t11di11ariarnc111 e a psicoa n a lizarse , y ni(icado d e l prime r ej e mplo que é l e xa min a e n alguna e xte nsión : se
c u yo nombre Frcud re pilc y lraduce orninosan1e111e, parecería ac- oye una voz fe m e 11ina que dice : "Wlw ails tong'ue coddeau, aspace of
tuar co11w el psicoana lisla silveslre el e Lacan, desen1 c rra11do e n é l e l dmnbill.siliy ?" (FW, 15.18), e n un conte xto d e contie ndas se xuales, in-
más 1.euaz cgonarcisis1no. te nsos cort<".jos qu e conduce n a matrimonios viconianos. Lacan e xpli-
Parec e que la í111ica manera d e ir m ás allá del rc1orno regresivo a ca que no h a bría reconocido nunca la fr ase francesa ("Oú est ton r:a-
esta posición es c011siderar exac 1;u11cn1 c lo qut> dice L1c;.111 sohrc la deau, espete d'im.bécile!' )ti2 escondida d e bajo d e lo que e n la supe rfic ie
posici ú n del Sí111on1a , e nvuelto entre el Sig11ilican1 e y la Le1ra, o 1al del te xto parece n se r palabras purame nte inglesas.
vez , pero tcndrcrnos qu e ser muy Glltlos , c n1re cl h;1bla y la cscri111ra.
Ya he c11L11izado a111cs la admiración de Laca11 frcnlc a l uso dcjoyce Lo qu e es in creíble es qu e esl a ho mo ronía, aq11í de una espec ie Iranslingüís-
de los juegos d e palabras , y su rcco11oci111i e 1110 ele q11c a mbos cs1á11 ti ca , se a poya [111ica me nte c 11 le1ras que co nfo rrnan la pronun ciació n ingl esa.
logra11clo cknos similares co11 e l lcn g 11 ;.~j e. Pock1nos conlirn1;1r cs la 1. ... 1 Hay algo ambiguo e n este uso fonéti co, csloy te ntado de escribir fá uni-
co11vc rgc 11cia ccha11clo 1111 vis1a1.o a 1111 seminario a111crior, c11 el q11 e co: lo fa un esco de la cosa deriva e 11Le ra111c11t e de las le tras, f)lll' es algo que
Lacan da a c11lcll(ler que ya ha elllpczado a mcdi1 a r sobre Fi-1111 f'{!Jtns no es ese ncial al le ngnaj c, qu e ha sido urdid o por los accicle nt.es ele la histo-
Wahe. E11 el impor1a111ísi1110 Seminario 20 de 197;), L1um se rcli c re ria. Que algui e11 pueda 111iliz.a r esto de una 1m111c ra ta n prodigiosa nos fu e r-
una vez aJoycej11s10 dcspn<"s de 1111a a l11sió11 a Philippc Solle rs: za a cuest.io 11 a r la naturaleza misma del le ng11aje (]AL, p. 26).

Acl111i1 0 qu c joyce 11 0 es legible; cint ;1111('11t e 110 se lo puedl' Iraducir ;d clii- Lacan se pregunta cómo pue d e Joyce utilizar la escritura para pro-
110. ¿Q11<' on11rc enJoyn:? Q11 e e l sig11ilic111te vic11e a rclll' 11ar crn110 pin1di- clucirjuegos d e pal a bras y e quívocos, lo c u al 1raiciona un modo "me-
llo ;d sig11ili n 1do. Los sig11iric1111 es e11caja11 u11os co 11 otros , se con1bi11:111, se tafísico" o pre derridiano ele investigac ión, 1111 modo que se resume
aglo111cra11 , se t·111rcd1on 111 - lc;rn 1'11111egaus Waf((~ y Sl' produce así algo muy bie n c ua ndo observa que la le tra n o e s "ese n cia l al le nguaj e". Co-
q11c, co111<> sig11iCi c 1do, puede pa rece r c11ig111.í1ico , pe ro es rcah11 c111 e lo 1mis rno Derrida lo se iíaló tan te mpra nam e nte e n su tesis d e 1962 sobre El
cerca11 0 ;i lo q1w noso tros los ;111alistas, gracias al disc urso <111;dí1ico, 1c11c 111os origen de la geornetria d e Ednmnd Husse rl , e l proyecto d e Joyce e n Fin-
qu e leer: el la psus. Es co 1110 lapsus que sig11il .ica ;ligo, es decir, qu e llll l'dc negans Wake fu e e l opuesto exacto d e l a 11he lo d e Husse rl d e reducir lo
lee rse de u11 a i11li11idad de 111a11cras dis1i111<1s. Y prccisa 11w11tc por eso se lel' e quívoco a lo u11ívoco , pue sto que se propone
111al, o a 1ras1m1110, o 11 0 se Ice . Si11 e 111IJa rgo , esla climn1si<Í 11 del !terse, ¿acaso
11 0 basla para dc 111os1ra r que es1;-1111os c 11 el registro del discurso a11alí1ico? I ... ] toma r la responsabilidad por tocio equívoco, utiliza ndo el lenguaje que
E11 el di.sc u rso <111alí1ico , se 11·a1.a sil'mprc d e lo sigui c111 c: a lo que se c 111111- p11 ecla iguala r la mayor sin cronía posible co n el mayo r pote ncial para lo e n-
cia co1110 sig11ifica111c se le da u11;1 lcc11m1 difere nt e de lo que sig11ilica.lil Ie rraclo, lo ac umul ado y las in te nciones e ntre t.~jidas de ntro de cada átomo

hl .Jan¡1ws l.ac;1n , .\r111i11 r11i11 2U, 0/1. ál. , pp. ·11:\-·19. m "¡Dónde está Lu rega lo, es pec ie d e imbéc il! " [T.].
244 El. c;ocr: DE.JOYC:E EL GOCE DE .JOYC:E 245
lingüístico, cada voc<tl, cada palabra, cada si111plc pro¡ios1c1011 , e 11 tocias las Lo que e njoyce hac e al síntoma, el puro síntoma de lo qu e es nuestra rela-
c ulturas de la palabra y sus fonnas 111ás i11ge 11iosas.6'l ción con e l le nguaje, cua ndo se lo reduce a síntomas -esto es, a qué efecto
ti e n e cuando este efecto no es analizado-, yo úiadiría incluso cuando uno
Mic11tras qu e Derrida adm it e que.Joyce sólo e mula al historic ismo se prohíbe jugar con cualquier e quívoco qu e pue da move r e l inconscie nte de
radical y n ecesita mant e ne r rn1 mínimo de univocidad a fin de se r le- nadie UAL, p. 27).
gible, s11 e strategia se basa e n "el equívoco gen e ralizado d e la escriUt-
ra ! ... J que circula a travé s d e todas las le nguas al rnismo ticrnpo".64 Más tarde su te oría se vuelve más sutil. Lacan piensa que la escri-
De manera similar, Lacan e nfotiza el proceso del e quívoco en la es- tura puede "a trapar" significantes, a travé s de le tras que los precipi-
critura, mi e ntras que re clarna preced e ncia e u e ste debate te órico: ta n. Sin d e te n e rnos e n e l punto d e que Lacan no ha e nte ndido real-
m e nte la crítica d e l logoce ntrismo de De rrida, se puede decir que é l
Así, tilla csni111ra es 1111 a pr;íc1ica q11 e sosti e n e e l pe 11san 1ic 11to. S<Ílo q1w e l luc ha por alcanzar la misma intuic ión sobre la escritura que jue ga e n
Noe11.d-B11 ca111hia co111plet;1111 e 111 c el sig11ilicado de la cscri 111r<1. Co11ccdc 1111a el gozne e ntre los efectos sonoros y los efectos escritos. El ejemplo d e
a11to110111ía a la dicha cscri 111ra. " Who ails tougue coddeau.?" debería bastar para probar que Joyce e scri-
De h ech o h ay ot ra escrit ura, qu e resulta de lo q11c pudría ll;·11narsc 1111a be algo que se supon e h a d e sonar corno alguna otra cosa, e n un le n-
prc cipitaci ó 11 del sig11ifica 111c . .Jacqu es De rrid a i11sis1ió e n es to , d espu é:s de gu~j e diferente. Por lo tamo Lacan asume que para.Joyce , tuvo lugar
qu e yo le 111os1ré e l c 1111i110, sirnplcment e sc1-1ala11du e l sig11il'ic;1111 c <ti escri- "algo diferente del resto d e los mortales" (mie ntras qu e para Derri-
b irl o corno S. No d eja de ser c ieilo que e l sig11ilin1111 e, o lo que es 111od1il c1- da,Joyce e xhibiría tan sólo un efecto muy general que deriva de una
do c 11 la voz, 11 0 1ic11c 11a (L1 que ver co11 la csni 111ra , lo cual qued a JH.: 1fcc la- propie dad ese ncial del le nguaj e ): sólo para.Joyce, la escritura es e se n-
111 e 111e dn 11 osl rad o con mi Noeud-J-Joü:) cia l pa ra su ser, para su ego.

Lacan se 111 <1111ic11c sordo a la suge re ncia de Derrida de que p11 c dc ParaJoyce, e l ego ha d ese 111pe 11 ado un papel dife re nte de aqu e l qu e desem-
ck111ostrarsc q11e la escritura hctbita el ví11 c 11lu f'c11rn11c11ulcígi co 1m'ís pc1-1a para e l co mún de los m o rta les. Y la escritura es ese nc ial para su ego.66
íntimo e ntre nuestro pcnsan1ie11to y el lenguaje i111 cr ior por 1ncdio
del cmtl cree mos que podclllos oín1os hablar. Pucslu quc se akrra a Para ilustrar esto, Lacan cita la conocida a nécdota d e Joyce, quien
11n a dikre11cia esencial e ntre la s11sta11cia lingi'iístic a vocal que d lla- conservaba un a vista d e Co rk e nma rcada e n corcho [cork]: para él, el
nta signific1111 e y los efectos escritos sobre el lcngu <~jc, se puede mecanismo de e ncuad re o marco debe mantener un vínculo estruc-
comprender por qu é a L1e:111 lo sigue clesconccrta11do Joyce, q11c tural con e l contenido. No hay forma que no sea un elemento cons-
rcprcsc111a para é l u11 verdadero ace rtijo, mic111ras que se puede titutivo del proceso d e escritura, ésta e s la razón por la que e n.Joyce
d ecir que Joycc cs lá cxac t:unc11te en la misma lon gi 1ud de 011da el máximo d e artificio e quivale al máximo de ve rdad "consistente": e l
que la c rítica del lugon' nlris1no de DerritL1. e go d e Joyce puede a bsorbe rlo tocio d e la culUtra, puede abarcar el
Al mismo tiempo, el uso del equívoco que c11n 1e 111.ra cnJoycc tie- orbe e nte ro, rn1 mundo re ducido a lenguaje, corno lo hic ie ron los
ne usos pr;ü·1icos para la terapia. únicos dos rivales que é l reconocería: Dante y Shakespeare. Si a uno
le gusta.Joyce o no carece de illlportancia: a diferencia de Margue ri-
te Duras, quie n nece sitaba ser amada por sus lec tores (y por lo ge ne-
ii:-) J<tcqucs Derrida , Ftl J1111Jfd l l 11s.\l'd\ ( hip;iu ff Crm11f'f 1:r: / \ /1 /11/11u/111'f ioJ1 , tr~1d11cci1 '>11
ra l lo conseguía ), a Joyce eso lo ti e ne sin cuidado. El proce so de es-
d e J P. Leavy, Ston v Bro ok, Nicholas llays, l'l78, p. 102 !Original fr;111< és: "l111r()(l11 c-
tio11", c11 Ed1n11nd l l11 ssc d , / ,'(Jrip,·iut rlf' lo pJ011w/rÚ', París, 1·111:, 1~·)62. E11 esp;11-1u l:J;1< -q11 es
critura que h a pue sto e n movimi e nto e s autó nomo y puede trabajar
J) e rrida , f 11!md11u·iú11 o '·¡j orig/'11 dr lo g/01111'/l'Ío" 1fr l l 11ssf' rl, B11e11os Aire s, rvL111;1111 ial , para sie mpre, siempre constituirá y reco nstituirá su monstruoso y fas-
2000 l. cinante e go, un e go que alcanza las dime nsiones del unive rso.
(i J lhidt'lll.
ff•.Jan¡11es Lac<111, ··1.e Si nthurn cº', OmimrP, 111ºt111. 11 , l'l 77, p . el. liti /búle-m., p. 5.
246 EL (;(JCL IJ E .J 0\'CE EL GOCE DE JOYCE 247
C01110 li e 111os visto, las rese rvas de Lacan en lo co11uT1iie11tc aJoy- 1111 desarrollo poste rio r, regresa a esta transfonnació u final del nom-
ce son reales, pero su re nue nt e adlllirac ión no d e ja por e llo de ser bre-del-padre :
e norm e, con su porción d e fascinación 1nii11l' tica : sin ir ta11 lejos co-
mo para afirmar, corno Néstor Bra1111ste in , que se pue d e observar La hipótesis del in consc ie nte , Freud lo sei'íala, sólo se pu ede soste ne r si uno
1111a identificac ión sul~jetiva conJoycc, sin duda uno puede concluir sup o ne e l nombre-del-padre. Suponer e l nomb re-de l-padre, esto es Dios. Así
qu e .Joycc se ha convertido e n el síntoma de Lacan. No ex iste id c nti- es co rn o e l psicoanéllisis, cu a ndo tiene éx ito , prueba que un o p uede pasarse
fü:aciún sin una mínima simpatía, ta l como obvian1ente ocurrió c 11 e l sin e l no mbre-de l-pad re a co ndi ció n de que lo use.70
caso d e Duras o co n el person a je el e Antígona, por t: jc111plo. Jo yce,
qui e n no genera tlll int e ré s "llllmauo" re al e 11 Laca n lll<Ís allá d e un La re fe re ncia a su publicación d e 1931, "Écrits inspirés", en los An-
c ie rto llÚllHTo d e det e rn1inac iones biográ licas que ambos rec haza- nafes Médicaf.es, nos re mite a las producciones más tempranas de Lacan ,
ron violc1ttan1cntc, no suscita e n l'I ninguna si111patía, pe ro no d e ja quien estaba tratando de compre nde r la lógica del discurso psicótico,
d e ser por ello 11n n1ocle lo sobresaliente. De hccho.Joyn: precipit ó el lo cual prueba que e l Seminario del Sinthome tie ne una cu alidad testa-
síntu111a de Lacan: es lite raln1ent e un sv·m-/1l!11n, algo que se preci pit a, mentaria, y o frece una revisión rá pida de todas las tesis y conceptos pre-
qu e cae _j1111t a 111cnte,m c uriosa , enig111ática e in ex pli cabl c 111e nte, al vios. En ese e nsayo sobre los "Escritos inspirados", Lacan marcó su re-
mism o ti e 111po. chazo de un abordaj e puramente médico al le nguaj e de los psicóticos
l~s ta es la razú11 por la qu e la cuestión de la loc ura de .Joyce ad- al referirse a algunos experime ntos de los escrito res surrealistas.
quiere 11n pa pe l 1nás crucial. Si es ta ba loco , ¿estaba loco L10 111 ? É'.I
lo pregunta así e n kbrero d e .l 97ü: Estos tex tos no pueden red uc irse a la fo rmul ac ió n ve rba l degradada de te n-
dencia afec tivas. Ellos e vid e nc ia n un aspecto ac tivame nte lt'.tdico cuya parte
¿Dcs pu (·s de q11( pu111u cs t;Í uno loco? ¿EstalJa locnJoyc c? FI ltcclt u ck que in tenc io nal , como su pa rte automática, 110 d ebe ría ser pasada po r alto. Las
)'º 11 0 rcs11<·h«1 lt oy L1 cuesti ó n 110 111e i111pcd ir<Í traba jar co 11 111i disti11 c ió 11 e n- expe ri e nc ias realizadas por ciertos e sc ritores sobre un modo d e esc ritura que
tre la YcnL1d y lo Real. l .. .J C0111 c·11cé por escribir l~snilos i11s/Ji11u/o.1, ésa ('S la e ll os llamaro n surrea lista y c uyo método han descrito muy c ie ntífi cam e nte,
ra zó 11 por la q11 c 110 d ebe ría ;1so111l>ra rn1 c d e h<tllarnw co1tl'ro11ta11do aJovce, mu estra n e l ext rao rdin ar io g rado ele a u to no 111ía que los automatismos gráfi-
y por eso rn c ;1t1rvo <t plantear 1<1 preg unt a: ¿Esta ba loco? ¿Qué lúe lo q11 e le cos pue den a lca n za r, fuera ele tocia hipn osis.71
i11spirú s11s csnit os?liH
En 11n aud az movimiento, Lacan se niega a distinguir la simula-
Lacr111 se dirige c11to11ccs a .Jacq11cs A ulwrt , y tra ta de hace rle co n- ción a rtística del de lirio psicótico ta l corno se lo e ncuentra en La in-
lin11a r qu<' .Joyce tendía a idc11tiJicarse, m ític;1111 e 11t c al 111c11os , co n 'f;zaculada concepción de Breto n y Éluard, de las produ cciones verbales
1111 rc dc11tor. J\1ilwrt, rdativalllcnte ca uto , sólo admite hallar ;dg11- "auté nti cas" de pac ie ntf's insütucion a li zados: todos esos textos mues-
11as huellas de e sto.G0 Después de a lg1111 as obscrvacio11cs especulati- tran las mismas estruc turas, está n determinados por fórmulas rítrni-
vas sobre la relación d e .Joycc ro 11 Nora (que era co1110 1111 g11ante cas preinscritas que luego son subve rtidas y re lle n adas con otros sig-
para é l) , Lacan ex pli ca que la fant asía d e to111arsc por un red e nt o r nificados . .Juegos d e palabras y patrones hom o fónicos permiten tan-
dcli11e cxacta1ncnte lo qu e é l IL1111 a "p(Te-ve rsio11 " (lúirfr111., p. 11 ). En to a los poetas com o a los pacientes "locos" utilizar e l le nguaj e como
una cad e na d e significantes, pe rmitie ndo que el deseo se mueva a lo
largo de la caden a, mie ntras que las m etáfo ras consigue n romper y
ti7 " To1n~1do del gr. .\y111/11tJ1110 íd. prupt e. 'coincidencia', ckri\·. d e ·'.\:111/ú/1/ú 'yo coin-
cido', proptc. 'c 1i gu _j11n1;111H ·111 e' (dt· /JÍ/J/ti 'ca igo')" ( Jo<.111 Coru111i11ds, /)r, ..,,,, t!in·io11r10-
rio r'/Í1110/rJ,!.!,·i(o d1' lo !1' 11p;110 u1s!r//r11w, NL 1drid, Credos ( 1q 7:~ "1crn--r;1 edici ó n 1nt1 y revisa- 711 Jacqu es Lacan, "Le Sintho111e'', Ornirn.r?, 11ú111. 10, 1977, p. JO.
d;i y 111cjur;1d<1 "), t\)90, 1'· 'i37: "Sí1110111a" IT.I. 71.J acques Laca11, "Écrils Inspirés", f),, la l'syrlww fillm.1111iaq111' daus ws mjJfmrls rt11l'l l11
liH "Le Si111ilo111c", ()miun~, 11ú111. H, t'l 7G, p. G. jll'l:wm1111.lili;, sui11i de l'm11irn hrils s111 la /'11111.1111iá , París, Seu il , 1975, pp. 379-380 [/J1' la
!i~J lhir!tJJf, p. 9. ¡1sir osis J)(/./"t111oit:a r 11 sus rtlariotw\ orn la /n'tso11tilirlrul, 0/1. ril. J.
248 El. GOCE DEJOYC:E EL GOCE DE JOYCE 249

atravesar la barra saussure ana, para usar la terminología d e Lacan. sar su teoría una vez más, sino a cuestionar los fundamentos mismos
Lo que es interesante se 1lalar es que más o menos al mismo ti em- del psicoanálisis.
po que "Escritos inspirados", los amigos de.Joyce qu e trabajaba n con
Euge n e y MariaJolas y Stuart Gilbert a lrededor d e la revista tmusition De a llí la re fere nc ia al egregio Joyce, qu e manipul a la letra fu e ra de los efec-
tambi é n estaban ocupados recopil a ndo y publicando algunos d e es- Los d e l significado, ap 1111 1.ando a un goce puro. Invocar la psicosis no fue tan
tos "escri tos inspirados". Por t:jemplo , e n transition núm . 18 (n oviem- só lo psicoamí lisis ap licado, fue, por e l contrario, con e l síntoma~Joyce qu e se
bre d e l'.J29), se e ncu e ntra un texto e n franc é s por Roge r Vitrac so- supone inanalizab le , cuestionar e l discu rso d e l ana lista, e n la m edida e n que
bre "Le langagc a part" que c ita extensamente un trat ado m é dico d e l un sLueto qu e se ide ntifi ca con e l síntoma se excl uye a sí mismo o sí misma
doc tor Se glas sobre ''Trastornos d e l lenguaje e n suje tos ali e nados", d e l a rtificio ana líLico . Y ta l vez un ps icoa ná lisis no puede alcanzar un m ej or
a ntes d e a ludir a tex tos poé ticos ele Préve rt y Desnos como ilustracio- fin a l... (/AL, p. 12).
n e s d e l mismo proceso lingi'tísti co.7~ Todo e sto, d esd e luego, se d a e n
e l con texto d e los experimentos lingüísticos de la "revolución de la En el "final", sin em ba rgo , no pode mos evitar una re minisce ncia
pa la bra" lanzacb porJoyce. Del mismo 111oclo, <·11 Illl 11ú1ue ro poste- ele Lucia Joyce, que figura co rn o la hue lla, e l recordatorio de la for-
rior de lmnsition, Strntrt Cilbc n publi ca 1111 e nsayo sobre "La lc11g11a mación sintomática: e lla e ra clarame nte psicótica, y como concuerda
sublimin a l" l ''Thc Sublimin al Tong11c"J7'.l en e l que comiem:a con e n se1ialar la m ayoría d e los críticos ele Finnegans Wake, el prin c ipa l
.Joyce, lue go exa111ina Hilos pocos casos de le ngua je psicótico, que in- personaj e d e Joyce (como lssy) y también el principal destinatario de
cluyen la i11 vest igaciún psíqui ca sobre la disociación de la pe rsonali- su último libro. En e se se ntido, es muy reve lador co mparar la trayec-
dad por Morto11 Pri11ce, c itado tambit:ll en Fi11nega11s Wake. En llll LOria d e Lacan con la ele Joyce . Los últimos aiios d e Joyc e es111vieron
punto, Cilbert cita a Gide e n Prtl1tdes (co n el q11 e yo com e ncé e st e oscurecidos por la e squizo fre ni a de su hij a y la co nci e ncia d e que la
capítulo) co n la alusión a "l a p;1rt e d e in consc iente que 111 c gustaría irrupción d e la crisis política que llevab a a una conflagración mun-
llamar la parte d e Dios". 7,1 dial imped iría qu e la gente se int e resara en los oscuros e xperime ntos
La pregunt a por la estructura pot e 11cial111c1ll e psicótica d e Joyc e lingüísticos d e Finnegans Wake. Ta mbién Lacan había perdido a una
no clt~ó de ascdi;n· a Laca 11, y él nunca ofreció 111ta rcsp11csta ú11ica. hij a a la que ado raba, y, si sus últ.imos aiios fueron los m ás plenos y
Su pr11dc11cia fue d e poc a 11tilidad, puesto qu e más ade lante .Joycc provec hosos, ta mbié n estuvie ro n pa rc:;ja rn e nte oscurecidos por los
se ría 11tili1.ado por los a nalistas l;tca nianos como un "caso" irnporta11- conflictos políticos e mre discípulos que luchaban por e l control de
te, 11n hito in e vit a ble a partir dd c11al uno podía aproxin1arse a l anu- la esc u e la y la e dición d e sus se minarios. Co m o Joyce , é l nunca dejó
damiento y d csan 11da 1nicnto psicótico. Lacan se lial ó un a vez que ele e xpe rim e nta r, co n nuevos rn a te m as , nudos, tre ncillas, trozos de
.Joyce no habría sido a nalizable, no sólo porq1u: tcn í;-1 d e m asiado d e c uerdas tre n zadas , juegos d e palabras y formulas.
ca tólico pe rve rtido, sino porque amaba demasiado stt sí11to1na ,70 Como lo ha suge rido Miller, un e fecto impo rtante d e l enc uen tro
una int11ició11 adoptada por Jacques-Ala in Miller e n s11 "P n·fa c io" a con Joyce fue forzar a Lacan a revisar sus principales concep tos una
.foyre rwec f,rl!'ru1 pa ra suge rir que Joyce fo rzó a Lacan no súlo a rcv i- última vez. El goce adquier e así un significado m ás positivo, m ás cerca-
no a sens (se ntido, significado) o a mitad de camino en tre sens y non-
sens, e l sentido y el sinsentido. Ese deleite excesivo ya no se opone sis-
7~ /11111si!i1111 , 111'1111. 18, 102 ~1.1'<1rís, pp. 176- l!lO.
7:·l Du 11dc , ;d HJ lllrari o de lfnl,t!,'flfl,!.!/, q11 e es "idio111a " o "lc11 g 11;_1 '' en e l sc111ido es1 ri c-
te máticamente al deseo, pero marca la contrapartida escrita de un d e-
ta1n c111e ve rh;d de Lt p;tlahra, lonp,'11r se re ficn-· e 11 pri11u:rísin1;1 accpc ió 11 ;ti <~nganu físi - seo hablado. El co ncepto del síntoma visto como sinth.ome ofrece una
co, b lc11g11a, y súlo por cxle11s ió n a .. ,,,, 111 o do pa rti cula r d e hablar" [T.[ . cúspide entre la psicosis y la normalidad: se convi erte e n esa manifes-
7 I St 11 ;11·1 Ci lbcrl, "Tll<' S11h li111i11 ;il To11g11c", lm11silio11. 111'1111. ~lí , J ~)'.\7, p. 1!)1 . tación ex tralingüísti ca qne no obstante n ecesita una esc ritura para ser
T • "l.<· Si11thoi11e" 0111im1!, 11ú111. ~), 1!177, p. ;)8. ¡;: ¡ c ita <1J1cq11cs-Abi 11 Millcr, q11ie 11
producida, e n tendida o co ntestada. Esta escritura 110 se limita a la e s-
se1la ló q11e Lacan h;1hÍ;1 di cho lo lllis1110 sob re los _j;1po 11cses: <-·11 co 11 scctk'11Cia, li<tbrí:t
lrcs categorías de gente que no podrí;1 se r ;111alizabl<--·: los .i <tpu 1H's('S , los católicos y.. critura lit e raria, sino que está implicada e n la constitución fundam e n-
Joyce. tal del sujeto. Finalm e nte, es la última reint.roducción d e l ego como
250 EL c;on: DE.JCl\CE EL GOCE DE J OYC:E 251

sín toma lo q11 c i1npacta al lcnor. No se ac 11sa a l ego d e se r 1111<1 ilusión la funci ó n del a rte e n la 111eclicla e n qu e es triba e n a lcanzar la belle-
ideológica o n1 c 1a rísica co1 11 0 e n los a iios c i11n1 c nta sino que se co n- za. El habla co nserva su fun ción pragmá tica, puesto que opera e n e l
vie n e en u11 1'ilil ar1ific io, 1111 e fe cto d e escri 111ra. El ego in1 e 1vic1H' co- double enlendre y el e qnívoco, úni ca a nna dispo nible para qui enqui era
111 0 un su1il arte del tre nzado , co m o el 1íllimo an11dan1i e n1 0 de los que se proponga luc ha r co ntra e l lado letal del Síntoma. No h ay un
cuatro círculos. Es to sug ie re que e n la psicosis tod av ía se pue den e n- pe li gro ta n grande de q u e dar a tra pad o e n e l goce d e l sign ifica n te co-
contrar huell as d e l f'go. En co nsecuen cia, t's la teoría con1pk1a d e la mo tal : lo que importa es sobre todo pe rmitir que e l goce d e l signifi-
ford11si ún del no1nhre-dcl-padre la que 1ie 11 c que se r ar1ic11l ac b el e cante sea comunicado d e un inconsc ie nte a otro. Si Lacan nunca es-
un a 1na ne ra original: cun.Joycc un o se mueve e ntre el "pecado orig i- tá del todo seguro d e que Joyce h aya te nido éxito e n ese esfu e r zo, é l
nal del padre" (Joycc le csnihiú a s11 h e nn a n u S1anisla11s que Fi1111 c- n ecesitaba los e né rgi cos esfue rzos d e J oyce a fin d e esc ribir e l e narto
ga 11s Walw 1ra 1aba e 111cra111e 111 c sobre e l pecad o) y la cscri1u ra co lllo nudo d e l Sinthorne, y as í h acer qne nos demos cu e llla d e l pe rdurable
s11pe raciún del pecado, n o un a suhl irnac ió 11 sino un a 1ra11s 1n111 ac iú n e nigma producido por e l goce d el Síntoma.
al nivel del sínl o m a. Lae<111 parece regresa r a la prin1 c ra pe rspectiva de
.Joycc c m111do describió la D11hlín q11 c qu e ría rc1ra1ar en Unbliu eses
-cosa has1a 111 c ex traúa, 1111 1ex 10 qu e Laca n pa rece 110 ci1ar n1111 c:1-
corno una "hc1 nipk:jia", una pa rá li sis, y d eclaraba q u e veía sí111rn n as
por todas pa rles. 7¡¡
J<~ sla es 1111a r;ípida rccapi11ilaci<Ín de los prin c ipa les desplaza1ni e n-
1os y rca lin camicn los que he hosqmj aclo:

Principales articulaciones en los Nuevos acentos en los setenta


años sesenta
- El inconsciente se basa en el lugar - Lo que importa es el énfasis en un
del Otro Otro tachado o fa ltante ('1.. o S (A)
- Lo Sim bólico domina hasta .. - Lo Real domina hasta ...
- R, S, I, devienen círculos equivalentes - L aparece como el cuarto nudo
- El sujeto ta chado del deseo es el - El goce de la escritura es el foco
foco del análisis literario del análisis literario
- Forclusión del nombre-del-padre - Dominio de la pére-version
- El Nombre en lo Simbólico - Nombrar es un gesto crea tivo que
es la clave. trabaja con agujero s y nudos en
lo Real.

Fi11;d1ne111e, e 11 lo q1w sc podría describir co1110 1111 la rclío l"l'C01 10-


c i111ie1110 de que d cs¡J11és d e tocio Derrida 1c11ía razó n , la csc ri111ra es
vista co1110 supk111e1110 y rcs1i111ciú 11 . Es los 1é nni11os dcscri lw 11 a hora

71 ; Aq11 í cslo) ci1a 11d u el e Jani cs .Jol'<'<', S1'/rrt1•1/ / .l'//n1, cdi t;i do por R. Fll1n ;11rn , Lrn1 -
dn·s, F;ilw r, 1~l7 '.-> . p. :2:2. 1le dcsa rmllaclo es te punto e 11.Jca n-Miclll'I Rabaté, .fo 1111'.1 .f11y-
,.,., 1\ 11//111rh1•il l!n11/N , Balti111on· , .Jul rn llop k i11s ll ni 1·c rs it y l'rcss, l 'l ~ll, pp . :28-40.
CONCLUSIÓN: PARES

Si, como dijo Fla11ben, la tont ería co nsiste e n querer co ncluir, m e


cuidaré d e ofrecer una conclusión pero me gustaría recapiwlar bre-
vemente cierto núm ero d e cuestiones fundamentales. Lacan, como
lo hemos visto, crea una máquina d e gue rra contra e l psicoanálisis
aplicado, espec ialme nte c uando se aplica al arte y la literatura. Bajo
el manto de un "retorno a Freud", es e l primero e n criticar lo que pa-
sa por ser "psicobiografía" y "psicología profunda", incluso si éste es
el modo e n que e l propio Freud ha trabajado. ¿Podernos decir que
"Lacan" debería sonar como el nombre d e un caballo de Troya, d e
un virus que se adhiere a la teoría psicoanalítica actual, a fin de bo-
rrar d e ella todo cua nto sea posible, de hacer que se devore a sí mis-
ma hasta que algo rad icalm ente nuevo e m e1j a? ¿Es así cómo él quie-
re ense1-iarnos a lee r?
El text ual "retorno a Freud" d e Lacan sugi e re no obstante un pro-
grama m ás positivo: podernos apre nder a lee r con Freucl, tan sólo si
co mprendernos cómo tratar su teoría no co m o un m étodo sino corno
un texto. De h ec ho , la tarea que se propone es simple: primero de-
bemos re visa r nuestro vocabulario fundam e ntal y proporcionar un
significado más exacto a co nceptos que damos por sentados, tales co-
mo le tra, literatura, esc rilll ra, habl a, image n, símbolo, metáfora, me-
tonimia, etcétera. Luego necesitamos elabora r un poderoso modelo
de las inte raccio nes e ntre e l s1~jeto tachado del inco nscie nte y la letra
de la litera lllra, no olvidar nuestro sentido del humor, y trabaja r con
nuestros a utores favoritos .
¿Pero cómo hemos d e tra bajar? Colette Soler ha seüalado e n 11n
texto sobre "La literatura y el Síntoma" que Lacan "invi erte la posi-
ció n de Fre ud" sobre la literatura, al insisür en que no es "que el tex-
to escrito debe ser psicoanalizado: más bien, es que el psicoanalista
d ebe leer bi e n"_ I No puede haber ningún "psicoanálisis aplicado"
porque las obras de a rte no son ema nacio nes directas del inconscie n-
te . Se resiste n a la inte rpretación tanto com o se prestan a ella. No

1 En Ellie Ragland-Sullivan y Mark l:\racher, edito res, l.rtm11 rtfllL llu' S11hjn·t o/ L111-

g1111ge, Nueva York, Routledge, 1991, pp. 213-214.

[2 53 ]
254 CONU .1ISIÓN: 1'. \RES CONCLUSIÓN: PARES 255
obstante, para L1c1n , la lit<T<1t11r;1 arroja 1111<1 crntidad de 11ornlires (parlétre) ha sido pre d e te rminado por el estilo y cuánto puede se r vis-
dobl es o pa res conccpLtrnks: "I lamle t, deseo '', "Antígrn1a, belleza", to co rno una instan cia producto ra d e es tilo . El es tilo e n este se ntido
"l'oe, la letra", ".Joycc, el síntoma". Va le la pena prestar ate11ción a las no se re stringe a la lit e ratura, sino que pued e definir cómo se d e-
obse rvaciones ele Sole r sobre el Síntoma que nea la singularidad del muestra un teorema o se calcula un a curva. Fin alm e u te , 11os dice que
suj e to y la funció11 del goce litera d e l sig11ifi ca do. ¿Q11é hacer li11al- tenemos que inve ntar nuestro sentido d e l estilo, tornando prestado y
rne11te con el último pa r le gado por Lacan? Si.Joyce aparece co1110 e l robando todo lo qu e podamos, espec ia lm e nte a é l, sin olvidar nunca
"me altar '.5 ego in 111.iuiritnre" (para citar Fin11egans Wake, 4G3. 7) , enton- que e l resultado sólo h a d e abrazar la verdad si de algun a man e ra e s-
ces pode lllus pn:g1u1Larnos qui{·n lee a quié11. ¿Es Laca n sólo 1111 lec- tá conectado co n nuestro síntoma.
tor, o e s q uc é 1 se d e ja escribir d e antemano por Jo ye e? Este círculo Finalmente, ¿se podría ver a Lacan como e l síntollla d e nuestra
h e rm e né utico súlo puede ser resucito co 11 la últinrn palabr<l d e La- cultura posmode rna, d e una red m ás globalizada d e hue ll as? Para lec-
ca n: una palabra qu e runcio11a como u11 Nombre, co1110 para dejar to re s como Zizek, Laca n ya p erte nece a la cultura popular, y e l mejor
q11 e el no1nbrc propio erncrj a dentro d e l síntoma , o el sí11toma co1110
lugar para que é l se dirij a a nosotros es d esd e e l set d e te levi sión . La-
un nrnnhrc propio. Esto describe 11n nue vo tipo de circularidad, e11-
can pue d e seguir siendo empero un am o , especia hn c ntc e n sus tra-
contrá11donos con los co111ie11zos de Laca11: él retorn a a sus i11vcstiga-
tos institucionales, cua ndo, corn o Mao , la nzó una revoluc ión c ultural
cioncs te 111pra11as, sus "ltnits inspirf>s", para redescubrir que la «scri-
que e n parte fracasó. El nu evo "salto h acia adelante" debería h aber-
tura o la letra habían sido siempre s11 síntoma . En est e giro teórico,
11os traído m ás ce rca de una concie n cia d e la "ve rdad d e l d eseo". Pe-
se puede ver la perdurabl e inJluc11cia d e u11 d eslizarse paranoico e11
ro, co mo lo h e mos visto, Lacan ha bía adve rtido a sus e st.11diantes e n
e l s11rrc alis1110 , que sin duda dcscmpt: 1-1ó 1111 gra11 p;·1pc l par;1 Laca11, y
111ayo del 68 de precave rse contra cualquier fascinació11 por e l amo,
se puede idc11tilicar 111ás prccisa111 c 11t e lllI "estilo p;1ra11oico" c11 La-
espec ialm e nte cua ndo estaba adornado co n el se ductor ropaje del
ca11 -y el c1K11entro con Dalí hie cru cial- q11c 1ll111c;-t cxcluyú 1111
fervor revolucion a rio que a punta a la creac ió n d e una nu eva iden ti-
i1npo rt a 11tc ck1n c nto d e inkccioso jún (a 111e1111do utiliz<Í la palabra
dad . ¿Sería é l, m ás que Mao, una figura como e l Zaral.l1st.ra de Nietzs-
inglesa lq11c designa el l111111or o la co111ic idad en s11s sn11im11ios).
1

Así el ostentado g011goris1110 d e Laca n ofrece u11a ccon01nía de la ch e que subvie rte pa ródica me nt e una es t.n1ct ura d e pensa111iento to-
esc rit11ra que k pe r111itc 11 cgoc iar e11tr« 1m1chas tradic io11cs: el corte- d avía dominada por la re lig~ón ? Laca n sie111pre se negó a ide ntificar
sano rcm1cc11tista , c11ya arrogancia do111i11 a ntc se ve at e 111pcrada por su "gran Otro" con un deus absconditus, a l rec hazar con total intransi-
1111a clis¡)llcsta ingeniosidad y q11t· se e 11n1e1llra a 1nitad d e ca111i1t0 del gencia cu a lquie r co111promiso teórico co n pare s y amigos co lllo Dol-
ad111irador surrealista de la hist e ria le 111enina; 1nientras n1ira atr<'ís ha- to o Vasse , que ex presaron sus propias te nde nc ias religi osas. La críp-
cia el hlll11 o rj11dío del li11 de siglo vienés, 111mu 1 se olvida de la tradi- tica fó rmula que é l utilizó e n est e cont e xt o podría cu111entarse ex te n-
ción fr<11H :e sa de la que l' I deriva , una tradiciún q11c lúe n :li11acla has- sam e nte : "D ios es In co nsci e nte", qu e tambié n daba a e 11tc 11de r: "D ios
ta u11 ex trc111u en el sofisticado estilo de);.¡ pros;1 tardí;1 de Mallann é; es e l In consc ie nte" . Prec isa111e 11te , es a través d e las letras y la litera-
dond e todos los m a tices de 11n pe11sami e nto prismático se 11H·zcbn tura co rno los míst.icos trataron d e e xpresa r su a nh elo d e llegar tan
con sus i1npe nsa dos co111pk1nentos y co mpon e nt e s; y desde allí, p11 e- cerca de Dios como pudie ra n , incluso si a me nudo sintieron y dije-
dc ex plora r en b11sca de perlas en u11a tradiciún muy antigua q11c de- rott que e l le nguaje se inte rponía e n e l ca111i110 de s11 ex perie ncia y
be a su vasta ntlt11ra, qu e se re111011ta a los autores gri e gos y lati11os, y te nía que se r evitado, sile nciado, vaciad o. Lo Real pue d e e scribirse ,
se e xticud c, con10 11n úl1i1no esfuerzo 11ubrístico, hasta las tcorizacio- lo Rea l está h echo de !et.ras, és ta es la i11tuic ió11 casi inefab le que el
nes m ás 111odcrm1s d e las c iencias duras, incluye ndo la físi ca, la 1nat e- último Laca n lle gó a alca nzar. El co noci111i e nto que esto ab re no es
111ática, Lt lógica, la lingi'iística, la topo logía. Desde q11c Lt G lll coloc<Í uu conocimie nto que h a sido a rt.i c ulado por la c rítica lite rari a sino
los bnilos co111plctos b;1jo el cnc1bcza111iento cid es tilo al citar la fa- po r el psicoanálisis.
mosa frase de ll11ffrn1: "El estilo es el hombre" (" /,e style c'esl / 'h11111111e
méme"), sus vari;1das lecturas nos di ce n cuánto d e m1cstro "habient e"
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3. H . HOMENAJE DE LAC:AN A DOR. \ . .. . .. .. . ... . . ..... . .. .... . .. ... . . ... c\ -1

4. LECTU RAS SINTOMtÍ.TlCAS Y FUNDAUORAS DE DISCllRSI \ 111.\1 > ll

5. L\ CARTA : DE SICNIFICA NTE INTFRCAMfüA DO i\ r\GI 1.Jl I\< > ..... (Í(Í

ti. EL CORREO ROBADO DE POE .. .. .... . .. .. ... .. . .. .. .. . . . . .. .. . . .. .. . .. .. . . H'.!

7. ll AMLET Y EL DESEO DE LA MA URE .. .... ... . ... ........ . .. ... .. .. ... ........ . q¡

8. ANTÍGONA ENTRE L O BELLO Y LO SLIHLIME .. ...... ..... .. ........ . . . . ... .. . 1 1()

9. SADE : LA LEY Y EL GOCE DEL OTRO ...... ....... .. . .. . ... . .. . .. . . . 1:\ l

] 0. Dl IRAS LA ARREBAIADORA, O EL DON DEI .. \~ IC >!\ 1í!1

11. TRJ\CFDL\S Y COM l·: DIAS LW AMO R: DE PI.Al t l'·. \ ! 1 11 1.1 '. I ¡ i'>.'

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