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Tema:

YO HAGO
INCLUSIÓN
Texto: Hech 10:34-35 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo
que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que le
teme y hace justicia.
Gálatas 3:28 No hay judío, ni griego; no hay siervo, ni libre; no hay varón, ni hembra:
porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
Stg 2:1 Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin
acepción de personas.

Qué es Inclusión:

La inclusión es la actitud, tendencia o política de integrar a todas las personas en


la sociedad, con el objetivo de que estas puedan participar y contribuir en ella y
beneficiarse en este proceso.

La palabra, inclusión viene del latín “inclusio” y significa “acción y efecto de poner algo
dentro”

La inclusión busca lograr que todos los individuos o grupos sociales, sobre todo aquellos
que se encuentran en condiciones de segregación o marginación, puedan tener las mismas
posibilidades y oportunidades para realizarse como individuos.

La inclusión se formula como solución al problema de la exclusión que es causado


por circunstancias como la pobreza, el analfabetismo, la segregación étnica o religiosa,
discapacidad, entre otras cosas.

INCLUSIÓN SOCIAL

La inclusión social es el proceso de hacer posible que personas o grupos de personas


sujetas a una situación de segregación o marginación social puedan participar plenamente
en la vida social.

La inclusión va más allá de una simple «suma» o «adición» de personas o cosas. Es un


enfoque social que reconoce y valora las habilidades y potencialidades únicas de cada
individuo, buscando que todas las personas sean parte activa de la sociedad, en igualdad
de condiciones. Según la UNESCO, la inclusión es una oportunidad para enriquecer a la
sociedad a través de la participación activa en la vida familiar, educativa, laboral y social.
En el ámbito de la discapacidad, la inclusión implica proporcionar apoyos adecuados para
que las personas con discapacidad puedan participar plenamente en sus comunidades.
Estos apoyos pueden variar desde la adaptación de espacios para hacerlos accesibles,
hasta capacitación para maestros en la enseñanza inclusiva, y la asistencia de consejeros y
amigos en el ámbito laboral y recreativo. Es fundamental respetar los deseos, necesidades
y elecciones de las personas con discapacidad en el proceso de inclusión.

CONSEJOS PARA PROMOVER LA INCLUSIÓN

La inclusión es el acto de incluir o traer. Incluir consiste en crear un entorno en el que


todas las personas puedan sentirse cómodas participando y triunfando.

Incluir es importante porque crea un sentido de pertenencia para todos. Cuando todos


sienten que pertenecen, pueden contribuir mejor a su comunidad y lugar de trabajo.

Hech 10:34-35 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios
no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y
hace justicia.

Cuando Pedro llegó al hogar de Cornelio, rompió toda la lista de normas judías. Pedro
confesó que no se sentía bien, pero aquí encontró una audiencia ansiosa y no pudo
reservar para sí su mensaje. Muy pronto empezó a anunciar el evangelio cuando Dios lo
confirmó de manera abrumadora al llenar con su Espíritu Santo a esa familia romana.
Pedro se dio cuenta que no tenía otra opción sino bautizarlos y recibirlos como iguales en
la creciente iglesia cristiana. Se acababa de dar otro paso en llevar el evangelio a todo el
mundo.
Es posible que la más grande barrera del primer siglo para esparcir el evangelio fuera el
conflicto entre judíos y gentiles. La mayoría de los nuevos creyentes eran judíos y para
ellos era un escándalo el solo pensar en asociarse a los gentiles. Pero Dios ordenó a Pedro
que anunciara el evangelio a un romano y él obedeció echando a un lado su linaje y
sentimientos personales. Pero Dios ratificaba que las buenas nuevas de Cristo son para
todos. No debemos permitir que ninguna barrera: lingüística, cultural, de prejuicios,
geográfica, de nivel económico o educativo, se interponga en la extensión del evangelio.
En cada lugar hay corazones abiertos a Dios, listos para recibir el evangelio, pero alguien
tiene que anunciarlo. Buscar a Dios no es suficiente, la gente debe tener un encuentro con
El. ¿Cómo entonces los que le buscan podrán encontrar a Dios sin que alguien les muestre
el camino?
Ro. 10: 14-15… ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los
pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
Rom 2:11 porque no hay acepción de personas para con Dios.
Hoy es posible que la más grande barrera de este tiempo para esparcir el
evangelio es la falta de inclusión.

AQUÍ HAY ALGUNOS CONSEJOS PARA COMENZAR:

1. Sea consciente de sus propios prejuicios y suposiciones. Es importante ser


consciente de estos sesgos y suposiciones, y tratar de evitar que influyan en nuestras
decisiones o interacciones con los demás para evitar excluir a las personas sin querer.

2.- Aprenda sobre la discapacidad auditiva y lo que puede hacer para adaptarse a las
personas que las tienen. Esto incluye cosas como comprender que las personas con
discapacidad auditiva no nos oyen y que su medio de comunicación es la lengua de señas;
si deseamos interactuar con ellas debemos de aprender su lengua y asi fomentar la
inclusión.

3. Sea paciente y comprensivo. Recuerde que las personas con discapacidad auditiva
son como todos los demás: tienen sus propias personalidades y fortalezas únicas. El hecho
de que alguien tenga una discapacidad auditiva no significa que no pueda hacer cosas por
su cuenta o contribuir a la sociedad de manera significativa.

4. Respete las diferencias e incluya a las personas con discapacidad auditiva en todos
los aspectos de la vida. Sea respetuoso con las necesidades y preferencias de las personas,
y enfóquese en los gustos, pasatiempos y creencias que comparta con las personas con
discapacidad auditiva, ya sea en su trabajo, escuela, familia, amigos y congregación.

5. Use un lenguaje inclusivo. Para promover la inclusión de las personas con


discapacidad, es importante utilizar un lenguaje inclusivo. Esto significa evitar palabras y
frases que puedan aislar o estereotipar a alguien en función de su discapacidad. En su
lugar, trate de usar términos que sean más neutrales y respetuosos.

¿QUÉ PROPONE EL LENGUAJE INCLUSIVO?

El lenguaje inclusivo es importante porque ayuda a garantizar que todos se sientan


bienvenidos y respetados. Estas son nuestras recomendaciones:

1.- Use el Lenguaje “la persona primero” (People First Language). Este tipo de lenguaje
se concentra en la persona y no en la discapacidad.

Por ejemplo, al referirse a una persona con una discapacidad, se nombra a la persona
primero al usar frases como “una persona que…”, “una persona con…”. Por tanto,
hablamos de personas con discapacidad intelectual, cognitiva, o del desarrollo nunca de
discapacitados o personas discapacitadas.

Con este enfoque las personas con discapacidad reciben el respeto adecuado y apropiado.
2.- Evite los eufemismos. Palabras como “diferentes capacidades”, "habilidades
diferentes" o “discapacitados” están desactualizadas y, a menudo, son muy ofensivas.

En su lugar, trate de usar palabras que describan con mayor precisión la condición del
individuo. Por ejemplo, si alguien tiene una enfermedad mental, podría decir que tiene un
trastorno de salud mental. Esto ayudará a evitar el estigma y hará que la persona se
sienta más cómoda.

Cuando usamos un lenguaje inclusivo, estamos usando términos que reflejan con precisión
la identidad de la persona. Esto puede parecer algo pequeño, pero puede marcar una gran
diferencia en cómo alguien se siente visto y respetado.

Sin embargo, la palabra final sobre cómo dirigirse a una persona con discapacidad auditiva
la tiene… ¡la persona con discapacidad auditiva! Si una persona con discapacidad le corrige
sobre terminología o sus preferencias sobre cómo dirigirse a su persona, respete su
decisión. Lo importante es tener esto muy claro: todos somos diferentes, pero todos somos
personas, con sueños, metas y obstáculos que enfrentar.

La inclusión puede ser un desafío en cualquier entorno, pero es importante asegurarse de


que todos se sientan cómodos y aceptados.

ES UN TRABAJO DE TODOS

Buscar la inclusión de las personas con discapacidad en nuestra sociedad es principalmente


un deber del estado; sin embargo, no es exclusivo. Desde nuestra posición podemos crear
grandes cambios significativos, por ejemplo:
 En la escuela: Permite que tus hijos, sobrinos o hermanos, se acerquen sin miedo
a los niños con discapacidad.
 En el trabajo: Fomenta que los espacios donde laboras sean accesibles para todas
las personas.
 En la calle: Si encuentras a una persona sorda y deseas ayudar, antes de hacerlo
pregunta si requiere de tu apoyo.
 En la iglesia: haga que el se sienta bien, bríndele la atención, ofrézcale la biblia
para que lea, ofrézcale un asiento al frente, etc…

Lograr la inclusión social en las personas con discapacidad requiere perseverancia, actitud y
trabajo en equipo.

¡Así lograremos grandes resultados!


JESÚS JAMÁS EXCLUYO A NADIE:

A un paralitico: Lc. 5: 17-26…

A un leproso: Mt. 8: 1-4…

A un ciego: Jn. 9: 1-12…

A un cojo: Jn. 5: 1-18…

A una mujer enferma: Lc. 13: 10-13…

A un lunático: Mt. 17: 14-21…

A un endemoniado: Mr. 9:14-29…

A personas con hambre: Mt. 14:13-21…

A los niños: Mt. 19:13-15…

A las viudas: Lc. 7:11-17…

A sordos: Mr. 7:31-37…

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