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Técnicas en el Enfoque Gestalt, según Claudio Naranjo

La característica de la Psicoterapia Guestáltica reside en constituir un enfoque que


vincula estrechamente teoría y tratamiento, propugnando el empleo de técnicas
para alcanzar la expresividad de los sentimientos, focalizando el proceso de toma
de conciencia acerca de como se bloquea la expresión.

En un enfoque psicoterapéutico, según Claudio Naranjo los tres pilares básicos de


la terapia gestalt son:

El darse cuenta o toma de conciencia. El vivir el presente. y la responsabilidad.

En cuanto a los aspectos terapéuticos, la Terapia Gestalt se basa, como el


Psicodrama, en las técnicas activas, con un movimiento de contacto respecto a lo
conflictivo, que permite darse cuenta de lo que se evita, trabaja en el aquí-ahora
de una forma emocional: "No basta con recordar un incidente del pasado, uno
tiene que volver a él psicodramáticamente” Claudio Naranjo afirmaba que "a
veces, las explicaciones son evitaciones". En este sentido, se trata una vez más
de permitir que la experiencia hable por sí misma, lo inmediato, "entrar" al sueño
en lugar de “traerlo a la mente", vivenciándolo en el aquí-ahora terapéutico para
ganar conciencia de lo que transmite.

Ya que el objetivo de la terapia gestáltica es facilitar el desbloqueo que impide el


desarrollo del potencial natural de las personas, su actitud y sus técnicas
consisten en generar un espacio donde el consultante pueda recuperar la
capacidad de vivenciar. Por esta capacidad se entiende el poder ser consciente de
sí mismo y de la relación con los demás, en el momento presente, y hacerse
responsable de sus actos. Para Perls, la propia vivencia, más allá de toda
explicación o interpretación posible, es terapéutica o correctiva en este sentido.

Es así que Claudio Naranjo sistematiza la actitud terapéutica gestáltica en 3


principios básicos, de actualidad, atención y responsabilidad, a los que se
pretende llevar al consultante constantemente durante la sesión. Igualmente, le da
estructura a las técnicas, es por ello que se dice que en la Terapia Guestáltica se
trabaja con tres clases de técnicas básicamente: las Supresivas, Expresivas e
Integrativas.

TÉCNICAS DE LA GESTALT.

1. Técnicas Supresivas:

Pretenden básicamente evitar o suprimir los intentos de evasión del cliente del
aquí/ahora y de su experiencia; es decir, se busca con ello que el sujeto
experimente lo que no quiere o lo oculto a fin de facilitar su darse cuenta.

Entre las Principales Técnicas Supresivas tenemos:

1) Experimentar la nada o el vacío,tratando de que el "vacío estéril se convierta en


vacío fértil"; no huir del sentimiento de vacío, integrarlo al sí mismo, vivirlo y ver
que surge de él.

2) Evitar "hablar acerca de", como una forma de escapar a lo que es. El hablar
debe sustituirse por el vivenciar.

3) Detectar los "deberías" y antes que suprimirlos es mejor tratar de determinar


qué puede haber detrás de ellos. Los "deberías" al igual que el "hablar acerca de"
son forma de no ver lo que se es.

4) Detectar las diversas formas de manipulación y los juegos o roles "como si" que
se desempeñan en terapia. También, antes que suprimirlos es mejor vivenciarlos,
hacer que el sujeto se de cuenta de ellos y del rol que juegan en su vida. Entre las
principales formas de manipular podemos hallar: las preguntas, las respuestas,
pedir permiso y las demandas.

2.Técnicas Expresivas:Se busca que el sujeto exteriorice lo interno, que se de


cuenta de cosas que posiblemente llevó en sí toda su vida pero que no percibía.

Se buscan tres cosas básicamente:

 Expresar lo no expresado.

 Terminar o completar la expresión.

 Buscar la dirección y hacer la expresión directa.

Expresar lo no expresado:
a) Maximizar la expresión, dándole al sujeto un contexto no estructurado para que
se confronte consigo mismo y se haga responsable de lo que es. Se pueden
trabajar con inducciones imaginarias de situaciones desconocidas o raras, para
que aflores temores, situaciones inconclusas. También se puede minimizar la
acción no-expresiva.

b) Pedir al cliente que exprese lo que está sintiendo.

c) Hacer la ronda, que el sujeto exprese lo que quiera a cada miembro del grupo o
se le da una frase para que la repita a cada uno y experimente lo que siente.

Terminar o completar la expresión:

Aquí se busca detectar las situaciones inconclusas,las cosas que no se dijeron


pero pudieron decirse o hacerse y que ahora pesan en la vida del cliente. Una de
las técnicas más conocidas es la "silla vacía", es decir, trabajar imaginariamente
los problemas que el sujeto tiene con personas vivas o muertas utilizando el juego
de roles. También se pueden utilizar inducciones imaginarias para reconstruir la
situación y vivirla nuevamente de manera más sana, expresando y
experimentando todo lo que se evitó la primera vez.

Buscar la dirección y hacer la expresión directa:

a) Repetición: La intención de esta técnica es buscar que el sujeto se percate de


alguna acción o frase que pudiera ser de importancia y que se de cuenta de su
significado. Ejemplos: "repite es frase nuevamente", "haz otra vez ese gesto", etc.

b) Exageración y Desarrollo: Es ir más allá de la simple repetición, tratando de que


el sujeto ponga más énfasis en lo que dice o hace,cargándolo emocionalmente e
incrementando su significado hasta percatarse de él.

c) También,a partir de una repetición simple el sujeto puede continuar


desarrollando su expresión con otras cosas para facilitar el darsecuenta.

d) Traducir: Consiste en llevar al plano verbal alguna conducta no verbal, expresar


con palabras lo que se hace. "Qué quiere decir tu mano", "Si tu nariz hablara que
diría", "Deja hablar a tus genitales".

e) Actuación e Identificación: Es lo contrario a traducir. Se busca que el sujeto


"actúe" sus sentimientos, emociones, pensamientos y fantasías; que las lleve a la
práctica para que se identifique con ellas y las integre a su personalidad. Es muy
útil en el trabajo de sueños.
3. Técnicas Integrativas: Se busca con estas técnicas que el sujeto incorpore o
reintegre a su personalidad sus partes alienadas, sus hoyos. Aunque las técnicas
supresivas y expresivas son también integrativas de algún modo, aquí se hace
más énfasis en la incorporación de la experiencia.

El encuentro intrapersonal: Consiste en que el sujeto mantenga un diálogo


explícito, vivo, con las diversas partes de su ser; entre los diversos subyos intra-
psíquicos. Por ejemplo entre el "yo debería" y el "yo quiero", su lado femenino con
el masculino, su lado pasivo con el activo, el risueño y el serio, el perro de arriba
con el perro de abajo, etc. Se puede utilizar como técnica la "silla vacía"
intercambiando los roles hasta integrar ambas partes en conflicto.

Asimilación de Proyecciones: Se busca aquí que el sujeto reconozca como propias


las proyecciones que emite.Para ello se le puede pedir que él haga de cuenta que
vive lo proyectado, que experimente su proyección como si fuera realmente suya.
Ejemplo: P: "Mi hermana me odia". T: "Imagina que eres tú quien odia a tu
hermana; cómo te sientes con ese sentimiento?, ¿Honestamente,puedes
reconocer que ese sentimiento es tuyorealmente?".

Es importante recordar que estos procedimientos o técnicas son sólo un apoyo


para lograr los objetivos terapéuticos, pero que no constituyen en sí la Terapia
Gestalt. Lo importante, lo realmente terapéutico, es la "actitud gestáltica" que se
adopte,el reconocimiento de la importancia del proceso,y el respetopor elritmo
individual del cliente. Perls ve la terapia como una vía de crecimiento respetando
el proceso individual; las técnicas utilizadas eran creadas para usos particulares y
empleadas solamente cuando era la situación o el momento adecuado.

Algunas Técnicas:

* La "Toma de Conciencia" u observación neutral del flujo permanente de


sensaciones corporales, emociones, sentimientos, imaginaciones,comporta-
mientos...

* La "Silla vacía": El cliente sitúa imaginariamente,frente a él, en una silla a otra


persona, (u objeto o circunstancia), con el que establece un diálogo del que
pueden obtenerse muchas pistas para su proceso terapéutico.
*La "Puesta en acción":Deliberadamente se actúa,se dramatiza una situación
vivida o imaginada, con lo cual obtenemos una movilización corporal y emocional
más clara y más intensa que con la simple verbalización.

*El "Monodrama" como variante del psicodrama:Aquí, el protagonista, el cliente


representa él mismo todos los papeles de la situación que se evoca. Es una
manera de explorar las "Polaridades"que antes citábamos, es decir, los aspectos
opuestos que conviven en nosotros, sin reducirlos a engañosos "términos medios".

*La "Amplificación":Se trata de hacer más explícito lo que está implícito, lo que
apenas se nota, como puede ser un simple gesto, un tic, una postura, etc. Es
como proyectar sobre la escena exterior lo que se está representando en la
escena interior. Se invita a la persona a "exagerar" para que experimente a fondo
lo que, de otra manera, podría pasar desapercibido.

*La "Escenificación de los sueños": Consiste en una descripción y posterior


"encarnación" de los elementos de un sueño. Una especie de monodrama con los
materiales aportados (en vez de su interpretación), pues dichos elementos se
consideran como expresión parcial del durmiente.

*La "Expresión metafórica":El dibujo, la música, la danza, el modelado con barro,


etc. pueden ser utilizados como objeto "transicional", como vehículo que sirve para
aclarar muchos aspectos de la situación.

A modo de Conclusión...

El maestro budista jamás enseñan una técnica, por lo contrario, deja que el
individuo aprenda de su propia experiencia;el solo muestra caminos y aconseja.
Todas estas técnicas son utilizadas en trabajos individuales o grupales, si bien en
grupo las posibilidades aumentan, pues caben muchas otras variantes en las que
todos los participantes pueden implicarse de una u otra manera.

Para finalizar citamos un breve párrafo de Serge GINGER, fundador de la Escuela


Parisina de Gestalt, que resume algunas de las características antes comentadas:

"Considerando que cada Gestaltista trabaja con lo que él es tanto como con lo que
él sabe, según su propio estilo,con integración de su experiencia personal y
profesional anterior y con confianza en su propia sensibilidad y creatividad, la
Terapia Gestalt, más que empeñarse en reivindicar el status de ciencia
convencional, se honra en autodenominarse "Arte". Pero el arte no es un conjunto
de técnicas y mucho menos un mosaico de "trucos" aislados, como no es
suficiente teclear un vals para parecerse a Chopin o garabatear torpemente en un
lienzo para emular a Picasso o Miró

¿Qué son los mecanismos de defensa?

Los mecanismos de defensa en terapia Gestalt se consideran como


autointerrupciones que nos impiden llevar una vida más plena. Son de alguna
manera estrategias que hemos aprendido a desarrollar para adaptarnos al
ambiente donde crecimos, pero que en el presente no tienen demasiada utilidad.

Mecanismos de defensa hay muchos, y la mayoría provienen del psicoanálisis. Sin


embargo la terapia Gestalt propone una visión diferente, novedosa e incorpora
términos. En terapia Gestalt se entiende que el origen de tales mecanismos está
relacionado con una perturbación del sano ritmo de contacto/retirada entre el
sujeto y el ambiente.

Los principales mecanismos neuróticos según la terapia Gestalt son los siguientes:

Introyección:

“Tienes que ser bueno”, “Quien bien te quiere te hará llorar”, “Los hombres nunca
lloran”, “No hables con desconocidos”, “A quien madruga Dios le ayuda”, “Es de
bien nacido ser agradecido” etc.

Todos los dichos y expresiones que tantas veces hemos escuchado constituyen
introyectos. Es decir, ideas que hemos recibido del entorno –a menudo familiar,
pero también en la sociedad- , pero que lo hemos tragado pasiva e
indiscriminadamente. Fritz Perls decía que cuando introyectamos, hemos alojado
un “cuerpo extraño” dentro de nosotros.

El antídoto en terapia Gestalt a la introyección sería “masticar” todo eso que


hemos tragado, es decir, atrevernos a cuestionar aquello que engullimos y
entonces incorporar lo que nos sirva y desechar lo que no.
“Mi compañero de trabajo me mira mal, yo creo que no le caigo bien, así que no
pienso saludarle cuando lo vea”.

Se trata de poner sin conciencia en los demás aspectos que son de uno mismo.
En nuestro ejemplo, se trataría de que la persona se haga cargo de su propia
hostilidad hacia el compañero. La persona que proyecta “cede” sus ojos, ya no
puede ver sino que se siente vista.

Proyección e introyección forman parte del mismo fenómeno según la terapia


Gestalt. Si me he “tragado” que tengo que ser bueno, entonces proyectaré mi
parte de maldad en los demás.

El antídoto para la proyección en terapia Gestalt consiste en reapropiarse de lo


proyectado y asimilar partes que hemos negado de nosotros mismos.

Confluencia:

“En verdad no me apetece irme este fin de semana fuera, pero si le digo esto a mi
chico se puede enfadar”

“Nosotros pensamos que estaría bien que vinieras”

La confluencia es una pérdida de los límites entre el yo y el entorno, en donde


existe una fusión con lo externo. Para el confluyente, los límites y las barreras no
existen y la persona se queda “pegada”, no hay posibilidad de diferenciarse.
El antídoto a la confluencia en terapia Gestalt es saber decir “no”, atreverse a
expresar una opinión diferente, atreverse a confiar en el propio criterio. En
definitiva, aprender a diferenciarse del entorno y a sosternerse por uno mismo.

Retroflexión:

“Quien me manda pasear por la calle a esas horas, si hubiera sido más prudente
no me hubieran atracado”

“¿Cómo he sido capaz de permitirle a mi marido que me grite?”

Es una vuelta del individuo contra sí mismo. Una agresión hacia nosotros, cuando
en realidad convendría dirigirla hacia el exterior en forma de límites. Las
enfermedades somáticas obedecen a retroflexiones, puedo tener una úlcera o
deprimirme en lugar de enfrentarme a quien me perjudica.

El antídoto a la retroflexión en terapia Gestalt consiste en redirigir ese movimiento


insano que hacemos con nosotros mismos hacia el exterior. Apropiarse de la
propia agresividad (que no violencia).

Deflexión:

“Cuando estoy con mis amigos me lo paso bien, pero hay asuntos que no se
pueden tocar. Si les hablo de algo doloroso en mi vida, me suelen responder con
un: no te rayes, y pasan a otra cosa. Esto no me hace sentir bien”

Según la terapia Gestalt, la deflexión es una forma de enfriar el contacto con el


otro, una manera de evitar relacionarme auténticamente con los demás.
Reírme cuando estoy contando algo doloroso, la verborrea, tararear cuando
estamos en frente de alguien a quien no sabemos qué decirle, evitar el contacto
visual, etc. Todas estas son formas de deflexión. El resultado de la deflexión es
una desconexión de mi mismo y de los demás, que se traduce en aburrimiento,
apatía o somnolencia.

El antídoto en terapia Gestalt a la deflexión, es generar un contacto auténtico en


la relación terapéutica, en donde los asuntos difíciles no sean evitados, sino
tratados. Esto genera una revitalización en la persona, más conectada y más
presente.

Tomar conciencia de qué mecanismos estoy utilizando y cómo lo hago me ayuda


a mantenerme en contacto con mis necesidades y autorregularme en función del
entorno. Los mecanismos de defensa nos interrumpen y bloquean

¿Por qué es importante el empoderamiento de las mujeres para el

desarrollo?

Es indispensable que las mujeres tengan voz y voto en todos lo ámbitos para que

puedan participar en igualdad de condiciones en el diálogo y la toma de

decisiones, para poder influir en las decisiones que determinarán el futuro de sus

familias y su país.

Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres | 05


de abril de 2016

Mujer caminando por una calle oscura mientras llueve.


Cuando hablamos de empoderamiento nos referimos a una mayor autonomía
para las mujeres, a su reconocimiento y a la visibilidad de sus aportaciones.
El empoderamiento de las mujeres implica que participen plenamente en todos los
sectores y a todos los niveles de la actividad económica para construir economías
fuertes, establecer sociedades más estables y justas, alcanzar los objetivos de
desarrollo, sostenibilidad y derechos humanos y mejorar la calidad de vida de las
familias.

El acceso de las mujeres a los recursos económicos y financieros y al control


sobre ellos es decisivo para lograr la igualdad de género, el empoderamiento de la
mujer, y para el crecimiento económico de nuestro país.

La organización de las Naciones Unidas ha señalado que datos empíricos de


diversos países muestran que incrementar la proporción de los ingresos del
hogar controlados por las mujeres, procedentes de lo que ganan ellas
mismas o de transferencias de dinero, modifica los patrones de gasto en
formas que benefician a hijas e hijos, y a las comunidades enteras.

Asimismo, ONU Mujeres y el Pacto Mundial de las Naciones


Unidas publicaron los Principios para el empoderamiento de las
mujeres que ofrecen al sector privado algunas prácticas y políticas sobre cómo
empoderar a las mujeres en el lugar de trabajo. 

Estos principios consisten en lo siguiente:

1. Promover la igualdad de género al más alto nivel de dirección;


2. Tratar a hombres y mujeres de forma igualitaria en el trabajo; 
3. Respetar y defender los derechos humanos y la no discriminación;
4. Velar por la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores y trabajadoras;
5. Promover la educación, la formación y el desarrollo profesional de las mujeres;
6. Llevar a cabo prácticas de desarrollo empresarial, cadena de suministro y
mercadotecnia a favor del empoderamiento de las mujeres; y
7. Evaluar y difundir los progresos realizados a favor de la igualdad de género.
El «aquí y ahora» en la Terapia Gestalt

Un poco de historia

En los inicios de la Terapia Gestalt, bajo las influencias de Kurt Lewin y de la


psicología de la Gestalt, el «aquí y ahora» surgió como el foco central para
trabajar el darse cuenta, el contacto y la creación de nuevas soluciones.

Fritz Perls siempre estuvo atento a la articulación del pasado y del futuro en el
presente, aunque quizás alentó la confusión al simplificar demasiado la
psicoterapia con frases eslogan muy reduccionistas durante su época californiana
de Esalen.

En el contexto de los años 60 y 70 esta manera de vivir para el aquí y ahora de


forma hedonista, era un modo de propiciar el egotismo. En aquella época, algunos
de los sucesores de Perls impusieron la necesidad olvidar el pasado y vivir el
ahora; para ellos nada existía fuera del aquí y ahora.

Desafortunadamente, desde la época del estilo California —denominado así por


Joel Latner— de la terapia que realizaba Fritz Perls en los años 60 hasta la
actualidad, el término «aquí y ahora» se ha convertido en un concepto
distorsionado, asociado a la Terapia Gestalt y sometido a una errónea
interpretación.

Tengamos en cuenta que el estilo californiano de terapia de Perls se ajustaba a su


personalidad narcisista, colérica y teatral. Así, las exhibiciones públicas frente a
una multitud de apasionados seguidores, se convirtieron en su estilo habitual de
terapia.

En estas ostentaciones públicas, el centro de atención del “darse cuenta” se ponía


en el paciente, a quién se le invitaba a una especie de repeticiones sistemáticas
de: «ahora me doy cuenta …«, «ahora me acuerdo de…», «ahora soy consciente
de…». Si el paciente mencionaba algún hecho relacionado con en el pasado, se le
interrumpía diciéndole: «eso no interesa», «eso es pasado», «habla de lo que
ocurre aquí y ahora». Era una forma egotista, peyorativa, sarcástica o despectiva,
equivalente a la imposición de introyectos.

La terapia del «aquí y ahora» en Fritz Perls

En 1976 Perls escribe su último libro, El enfoque guestáltico y Testimonios de


terapia, en un intento de dejar constancia, a modo de legado, de su teoría acerca
del proceso terapéutico y de la neurosis.

«La frase central con la que les pedimos a nuestros pacientes que comiencen su
terapia y que mantenemos durante su transcurso y no tan sólo en palabras sino
que en su espíritu, es la sencilla frase: “ahora me doy cuenta…”»

En la segunda parte de ese cuarto capítulo, encontramos transcripciones de


trabajos realizados por Perls, así como grabaciones en películas de la modalidad
de terapia que realizaba.

Marek: «Ahora me doy cuenta de una tensión, hmm, en el brazo, ahora me doy
cuenta que hay caras que me miran a mi. Ahora me doy cuenta de ti, Fritz. Ahora
aún me estoy dando cuenta de mi mano. Y ahora me doy cuenta que estoy
cambiando de una postura a otra más cómoda. Ahora me doy cuenta de la caja
que está al frente mío. Ahora estoy esperando que no se fijen en mí»

El «aquí y ahora» en la Terapia Gestalt actual

El «aquí y ahora» en la actualidad de la Terapia Gestalt, no tiene nada en común


con en el aquí y ahora de la época californiana de Perls. En la actualidad se
concibe como una herramienta para el terapeuta, y no una directriz para que el
paciente repita un discurso e inicie sus frases de un modo robotizado: «aquí y
ahora me doy cuenta...; aquí y ahora me doy cuenta…; aquí y ahora me doy
cuenta…»
La Terapia Gestalt es una terapia relacional y no de técnicas como se la ha
confundido durante muchos años. El aquí y ahora no es un eslogan, una máxima,
ni una técnica, y debe ser considerado como la única realidad con la que podemos
trabajar si nos mantenemos en una posición fenomenológica y de campo. Es útil
para el terapeuta y no un introyecto para el paciente.

En la Terapia Gestalt trabajamos el «estar presente» el uno con el otro en la


relación, terapeuta y paciente. Esto no tiene nada que ver con el «aquí y ahora»
de Perls, pues es estar presente en la relación terapéutica, en la sesión, e ir
desplegando la experiencia de la persona. La Terapia Gestalt se fundamenta en
una visión fenomenológica de la experiencia, dando prioridad a la experiencia
subjetiva de manera que sobrepasa la brecha cartesiana entre sujeto y objeto.

En definitiva, en la Terapia Gestalt ponemos mucha atención al «contacto»


concebido como una forma particular de volverse presente el uno para el otro en
una relación que tiene temporalidad. Es decir, el tiempo vivido por la consciencia
como un presente que permite enlazar con el pasado y con el futuro.

La temporalidad en la Terapia Gestalt

Para Michael Vincent Miller, en el estilo californiano de terapia Gestalt de Fritz


Perls, así como en la terapia utilizada por algunos de sus sucesores, predominó
una inapropiada teoría de la temporalidad que propició que el “aquí y ahora”
pasara a formar parte por un lado de un eslogan — una de las máximas más
populares del comportamiento humano— y por otro, de una inadecuada
comprensión del precepto de vivir en el momento presente.

Obcecarse en vivir el «aquí y ahora» o «el momento presente» de manera literal


sólo puede conducirnos a querer vivir una quimera.

Para una persona sana es imposible vivir el momento presente y en ello hay una
razón evolutiva. El cerebro ahorra energía y tiempo, de modo que cuando vamos a
actuar ahora, sin darnos cuenta, realizamos un repaso mental de la experiencia
acumulada, decidimos, y de forma simultánea, sin darnos cuenta del proceso, la
mente ya piensa en lo realizado, asimilando la consecución del procedimiento y
convirtiéndolo en experiencia para el futuro.

Por ejemplo, supongamos que en la rutina que realizamos todas las mañanas de
levantarnos, desayunar, ducharnos, ir a trabajar, etc… si todo el tiempo fuéramos
conscientes de cada paso, desperdiciaríamos innecesariamente tiempo y energía.

Es decir, al realizar un acto habitual y repetitivo, en pocos segundos, y sin ser


conscientes de ello, dejamos de vivir en el presente. Esos pocos segundos van a
repetirse en nuestra experiencia tantas veces como realicemos una rutina en la
que el presente no sea contemplado como un acto consciente.

Sin embargo, si en uno de esos momentos surgiera la necesidad de tomar una


decisión o atender a un menester, deberemos utilizar nuestra experiencia antes de
decidir como actuar. Pues tomar decisiones o afrontar una necesidad implica tener
en cuenta lo que está sucediendo en ese momento —ser conscientes del presente
— con respecto a lo que hicimos en el pasado y lo que deseamos obtener del
futuro.

La paranoia de vivir en el «aquí y ahora»

Imaginemos por un momento lo paranoico que pudiera ser vivir teniendo en


cuenta: ahora soy consciente, ahora soy consciente, ahora soy consciente…
Como bien argumenta Michael Vincent Miller: ¿»Ahora», comparado con qué?

Sería como no tener en cuenta el fondo de la historia previa de una experiencia


relacional. Es decir, vivir una experiencia temporal en la que se toma cada
momento que hace figura en una relación, como el todo de dicha relación.

¿Qué dice la ciencia respecto a vivir el momento presente?

Un estudio, basado en una investigación realizada en la Universidad de Pittsburgh,


publicado el 9 de agosto de 2012 en la revista Neuron, analizó las manifestaciones
asociadas con la metacognición: la capacidad de una persona para anticipar la
conducta, tanto la propia como la ajena, a partir de percibir emociones y
sentimientos — este término ha sido descrito por los investigadores como
«pensando en pensar»—.

La conclusión a la que llegó Marc Sommer en este estudio es que, aunque


pongamos mucho empeño en vivir el momento presente, solamente logramos
pensar y reflexionar acerca del pasado y del futuro, no sobre el presente.

Dice Sommer:

«Nuestro cerebro debe mantener un seguimiento de las decisiones que hemos


tomado en el pasado y cómo funcionaron. Para ello debe pensar continuamente,
no puede dejar de tomar decisiones. Es por eso que no podemos centrarnos en el
presente, pues es imposible que dejemos de hacer planes»

«Con la esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer, hay una fractura en el


proceso de pensamiento. Se interrumpe constantemente y, a pesar de tratar de
mantener un pensamiento en marcha, uno se distrae con mucha facilidad. Los
pacientes con estos trastornos tienen problemas para guardar un recuerdo de
decisiones pasadas para guiar el comportamiento posterior, lo que sugiere un
problema con la metacognición»

La metacognición implica que la persona entiende cómo piensa y cuáles son sus
estados emocionales más habituales y destacados, es consciente de sus
necesidades, actúa para alcanzar un objetivo concreto, adapta su conducta y
organiza las acciones tanto actuales como futuras, dirige la atención y el tiempo
requeridos para llevar a cabo una tarea, analiza los resultados obtenidos,
transforma los errores cometidos en motivo de aprendizajes nuevos. Estos
elementos de la metacognición forman los aspectos fundamentales de la mente
humana que es capaz de pensar, sentir y actuar con cierta reflexión, y habilidad.
Para conseguir un saludable equilibrio emocional, la actividad metacognitiva es de
suma importancia. Mediante estos procesos la persona puede conseguir mejores
logros e incluso cuestionar sus propios actos. Es decir, saber utilizar la razón y la
emoción de una manera más inteligente.

En definitiva, el cerebro no es considerado como un mero depósito de información,


sino que la información se crea en base a la experiencia y al conocimiento de la
persona. Una interesante conclusión es que el aprendizaje está relacionado única
y exclusivamente con la persona y su propia y singular historia, y esta se
encuentra íntimamente influenciada por las experiencias vividas y por la forma de
comprender e interpretar los conocimientos adquiridos.

Clotilde Sarrió – Terapia Gestalt Valencia

Bibliografia:

– Perls, Fritz. (1976) El enfoque guestáltico y Testimonios de terapia. Santiago de


Chile. Ed. Cuatro Vientos.

– Perls, Fritz; Hefferline, Ralph y Goodman, Paul (1951). Terapia Gestalt:


excitación y crecimiento de la personalidad humana. Madrid. Ed. Soc. de Cultura
Valle-Inclán. Los Libros del CTP.

– Stoehr, Taylor. (1999) Aquí, ahora y lo siguiente: la terapia gestalt en tiempos


de crisis mundial. Santiago de Chile. Ed. Cuatro Vientos.

– Wheeler, Gordon. (2002) La Gestalt reconsiderada. Un nuevo enfoque del


contacto y de las resistencias. Ed. Soc. de Cultura Valle-Inclán. Los Libros del
CTP.
– Yontef, Gary (1995) Proceso y diálogo en Psicoterapia Gestáltica.Santiago de
Chile. Ed. Cuatro Vientos.

– Miller, M.V. Seminario La temporalidad en psicoterapia. Madrid. Marzo 2010

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