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La norma lingüística

y los medios de
comunicación:
Irregularidades y errores gramaticales en
prensa.

Rayco Armas Pizarro

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En todo uso que el periodista
hace del idioma está ejerciendo de
maestro.
Manuel Seco.

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Índice

1.- La norma lingüística y los medios de comunicación………… Pág. 4

2.- Irregularidades y errores gramaticales en la prensa español

2.1.- De género y número…………………………………… Pág. 5

2.2.- En el uso del verbo…………………………………….. Pág. 10

3.- Irregularidades y errores en la prensa latinoamericana……. Pág. 19

4.- Bibliografía……………………………………………………..... Pág. 21

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1.- La norma lingüística y los medios de comunicación.

Antes de adentrarnos en el estudio es necesario recordar la


responsabilidad idiomática de los medios de comunicación. Los medios de
comunicación juegan un papel decisivo en la constitución de las normas cultas
del español actual así como, en la unidad del idioma.

<<…dos temas se impusieron a nuestra consideración: el estado del


idioma en los medios de comunicación social y la respuesta idiomática de
nuestros países a los urgentes y nada leves requerimientos que la técnica actual
nos lanza. El primero, porque los medios sociales de la comunicación verbal – la
prensa, la radio y la televisión- son los más eficaces recursos para mantener la
unidad nacional y supranacional del idioma, y pueden ser, si no se cuida su
lenguaje, los agentes más temibles de su deterioro y su fragmentación. El
segundo, porque el empleo de un correcto vocabulario científico y técnico,
además de constituir un elemental deber para todos los hispanohablantes que
de veras queremos vivir en nuestro tiempo, servirá apara afianzar la
comunidad cultural de nuestros pueblos en el campo de nuestro pensamiento y
la expresión más genuinamente intelectuales. …mostremos al mundo que…
somos capaces de decir en el idioma común todo lo que el deslumbrador avance
de la ciencia y la técnica nos obligue a decir>>.

(Pedro Laín Entralgo, 1987. Sesión inaugural congreso de la Real


Academia Española de la Lengua sobre el lenguaje y los medios de
comunicación).

De esta forma se nos presenta a los medios de comunicación como


actuales catalizadores del cambio lingüístico y casi el único contacto de los
ciudadanos con la lengua estándar.

2.- Irregularidades y errores gramaticales en la prensa española.

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2.1.- De género y número.

A) Errores gramaticales de género.

En la lengua española encontramos sustantivos comunes, que son


aquellos que presentan una única forma que concuerda con los artículos y los
adjetivos en masculino y en femenino. Muchos de estos sustantivos cuando se
refieren a personas suelen recrear formas distintas para masculino y femenino
diferenciándolos por la terminación, como por ejemplo: concejal/concejala;
modista/modisto; juez/jueza; fiscal/fiscala. Desde un punto de vista normativo
muchas de estas formas no son correctas y se sienten propias de estratos
socioculturales populares, veamos varios ejemplos: testigo/testiga;
estudiante/estudianta.

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Estas dudas y vacilaciones no son ajenas al empleo de la lengua en los
medios de comunicación, que además tienen mucho que decir en la fijación de
una norma culta del español, por ello en la mayoría de los libros de estilo se
recomienda extender y generalizar el femenino a los nombres de profesiones y
cargos cuando lo desempeñen mujeres. Esta postura es fácil de seguir en
aquellos nombres cuya forma fónica no ofrece demasiada resistencia, esto es,
los sustantivos que hacen masculino en –o generalizan con más facilidad el
femenino añadiendo la terminación –a.

En el caso que nos encontramos en el periódico La Vanguardia, el uso de


la forma femenina añadiendo la terminación –a al sustantivo “obispo” en un
proceso de generalización analógica al tratarse de un cargo desempeñado por
una mujer no es del todo correcto. Aunque La Vanguardia, acorde a su nombre,
pretende con esto presentarse como catalizador del cambio lingüístico, la
palabra obispa no se encuentra registrada en el diccionario de la Lengua
Española de la Real Academia Española, por tanto se utilizado incorrectamente
en esta noticia.

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Aquí, el adjetivo anglicanos no debe concordar con obispos sino más bien
con el sustantivo mujeres. De esta forma encontramos un error de concordancia
entre el sustantivo y el adjetivo debido a una confusión del sustantivo núcleo
del complemento del nombre por parte del periodista. Para evitar la confusión,
el titular podría haber quedado de esta forma: El Papa no aprueba la
ordenación de mujeres para el cargo eclesiástico de obispos dentro de la Iglesia
Anglicana.

En otro artículo de opinión encontramos otra posible confusión de


concordancia entre sustantivo y adjetivo. Nos encontramos con dos sujetos en la
oración uno masculino y otro femenino y el adjetivo finalmente concuerda en
masculino mediante el uso del artículo en masculino. Por proximidad al
sustantivo femenino el adjetivo podría haber concordado en femenino, sin
embargo para el periodista al haber dos sujetos es fiel a la norma de concordar
en masculino siempre salvo cuando se trate de dos sujetos femeninos.

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B) Errores gramaticales en el número.

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En español existe una regla para la formación del plural: añaden –s
aquellas palabras que terminan en vocal no acentuada y –es cuando terminan
en consonante, y o vocal acentuada. Esta regla si bien es bastante fija y regular
presenta casos de vacilación normativa en donde se observan alternancias entre
formas populares que prefieren el plural en –s, como por ejemplo: tabús, rubís,
bueis; junto a plurales normativos que se sienten en general más cultos, como:
bueyes, rubíes, tabúes.

En este caso, el periodista de ABC, ha preferido usar la forma popular, el


plural en –s para el sustantivo convoy cometiendo un error ortográfico pues la
forma correcta del plural del sustantivo convoy es convoyes. Este tipo de
errores es bastante típico con extranjerismos terminados en consonante y
algunos latinismos.

Lo mismo pasa con el extranjerismo “film”, cuyo plural correcto es filmes


y no films tal y como el periodista de ABC escribió.

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Encontramos también en la prensa errores de concordancia verbal. En
español es el sujeto quien impone la concordancia, por tanto si el sustantivo
núcleo del sujeto es singular, el verbo deberá concordar con él en singular. Así,
al observar esta noticia:

Vemos como el sujeto es singular, el Madrid, y el verbo está en plural,


negocian. El periódico As concurre de esta forma en un error en la concordancia
normativa o gramatical entre el sustantivo núcleo del sujeto y el verbo de la
oración, esto es, el verbo no concuerda en número y persona con el sujeto de la
oración.

2.2.- En el uso del verbo.

A) Problemas en el empleo como transitivos o intransitivos de ciertos


verbos. Usos transitivos incorrectos.

Casi todos los verbos en español pueden tener ambos empleos y ello
depende de factores significativos muy variados. La distinción
transitivo/intransitivo no es tanto una característica definitoria de los verbos,
sino algo que depende de la construcción de la frase y de lo que se quiera
comunicar. Sin embargo, el comportamiento intransitivo de algunos verbos
parece tan propio que sus empleos como transitivos se consideran incorrectos,
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vulgares o inapropiados y por ello suelen ser censurados. Un claro ejemplo de
ello lo podemos observar en la siguiente noticia de La Vanguardia:

El significado del verbo urgir, “apremiar, correr prisa, ser urgente”, hace
más propio su comportamiento intransitivo, como ejemplo: Urge la prohibición de
la prostitución. Sin embargo es frecuente encontrar en los periódicos su empleo
como transitivo, adquiriendo un sentido semejante a “meter prisa” alterando
con ello su significado como en el caso de este titular: Los editores urgen a
Zapatero […]. Se considera incorrecta la construcción transitiva pues el
significado que adquiere el verbo urgir es el que se encuentra en los verbos
instar y exigir.

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También se puede dar el error contrario, convertir en intransitivos verbos
que tienen como más propios los usos transitivos. Muchos de estos errores se
dan en el lenguaje deportivo, como este caso encontrado en el diario As:

Para los verbos entrenar o calentar, el esquema de construcción es


alguien entrena a alguien y alguien calienta a algo. Es incorrecta por tanto la
frase: El viernes entrenaron ocho canteranos […]. En español existen otros
verbos para poder expresar ese mismo contenido: entrenarse y calentarse. Así la
frase correcta hubiera sido: El viernes se entrenaron ocho canteranos.

B) Problemas en el régimen preposicional de algunos verbos.

En español existen muchos verbos que por su propio significado


habitualmente se construyen con un complemento preposicional. Algunos

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llevan siempre una sola preposición. En la siguiente noticia de La Vanguardia,
el periodista hace un mal uso del verbo ‘quedar’.

Se puede deducir de la oración que el sentido que busca el periodista al


utilizar el verbo quedar es más bien el de encontrarse una persona en una
determinada situación por los actos ajenos a ella o que ha realizado. En este
caso el verbo correcto que debería haber usado es quedar por. Así consideramos
incorrecto el uso del verbo quedar en esta situación oracional, siendo la forma
más correcta mediante el empleo de la preposición ‘por’.

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Encontramos un caso especial del mismo tipo en otra noticia:

En este caso no considero que sea incorrecto el uso del verbo elegir sin el
empleo de la preposición ‘a’. Para su so se requiere que el sustantivo que
funciona como complemento directo se refiera a seres animados y, sobre todo,
humanos. Sin embargo, puede no emplearse la preposición pues, la presencia o
no de ella es para evitar la ambigüedad semántica o sintáctica presente en la
frase. Personalmente considero que si el verbo se refiere a un sujeto humano, en
este caso, los candidatos; es más correcto el uso de la preposición: elegir a los
candidatos; pero reitero que, sin la preposición la frase es igualmente correcta,
de hecho muchos escritores omiten la preposición como el de este caso en
concreto.

Existe otro fenómeno en el que un verbo por analogía con otro o por
desconocimiento se trueque la preposición exigida por un verbo. Es el caso de
verbos como: luchar, competir, enfrentarse, en los que rige la preposición con; o
como el verbo empatar que necesita construirse con la preposición ‘con’ y no
como podemos ver en la siguiente noticia del Diario As, con la preposición ‘a’:

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C) Omisión del artículo en los titulares.

Durante algún tiempo era frecuente que en los titulares de los periódicos
se omitiera cualquier determinante ante el sustantivo, pero no hay razón para
continuar con esta práctica, omitiendo indebidamente cualquier determinante
que sea necesario para la construcción de la frase. Tenemos un buen ejemplo de
ello en una noticia sacada del Diario as:

D) Mal uso de los tiempos verbales.

- El condicional de rumor. El condicional puede tener un valor textual,


conecta de forma indirecta dos tipos de discursos diferentes, uno anterior,
proferido por alguien distinto del periodista, cuyo valor de verdad se pone en
duda dado que no es un dato que proceda de su propia experiencia; el otro, es
el discurso del propio periodista. En todos estos casos la función textual del
condicional le confiere un valor epistémico de noticia no confirmada, de ahí que
se hayan bautizado sus usos como condicional de rumor. Su uso esta censurado

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en la mayoría de los libros de estilo, no sólo por ser un calco sintáctico del
francés, sino porque da carta de naturaleza a noticias no confirmadas que restan
credibilidad a un periódico. Observemos un ejemplo:

- Mal uso del Imperfecto del subjuntivo con valor de pasado. Si el


periodista considera que lo dicho no sólo es verdadero, sino que lo concibe
como realmente existente, como algo objetivo, utilizará el modo indicativo, si
por el contrario lo que quiere es presentar los hechos como mera posibilidad o
conjetura, utilizará el subjuntivo. El problema radica en usar el subjuntivo en
lugar del indicativo envolviendo la frase de tal manera que la aleja de la
realidad, como en esta noticia del periódico Información de la provincia de
Alicante:

Hubiera sido más correcto el uso del indicativo, ‘comenzó’.


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- Uso anómalo del Infinitivo. Infinitivo como complemento del nombre
introducido por la preposición ‘a’. Se trata de una estructura muy frecuente en
la prensa escrita y en los medios de comunicación audiovisuales. Es una
construcción galicista (libre á lire) muy rentable porque evita una oración de
relativo, como podemos observar en este ejemplo sacado del periódico
Expansión:

Sin embargo, esta construcción esta censurada por la Academia, que


recomienda la oración de relativo, “Tras la crisis, Santander y BBVA
representan el modelo que se ha de seguir”.

- Uso del gerundio como complemento del nombre (Gerundio adjetivo).


Esta censurado el empleo del gerundio en lugar de oraciones de relativo
especificativas. Se trata más bien de frases propias del lenguaje procesal y
administrativo. Un ejemplo de este mal uso lo podemos apreciar en la noticia
del diario digital La voz de Marchena:

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En este caso el gerundio debería ser sustituido por la oración relativa “en
las que destacan”.

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3.- Irregularidades y errores en la prensa latinoamericana.

En la prensa latinoamericana es muy frecuente encontrarse con diversas


irregularidades gramaticales. Entre las más destacadas, se encuentra la omisión
de los artículos en los titulares, error de la forma correcta del verbo por analogía
con otros, errores de concordancia verbo y sujeto en el número, y usos
intransitivos y transitivos incorrectos. Podemos ver ejemplos de ello a
continuación:

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4.- Bibliografía.

- Diario Digital El país.

- Diario Digital As

- Diario Digital Marca

- La Vanguardia Digital

- El correo de Andalucía Web

- ABC Digital

- La voz de Marchena Digital

- Diario Digital de la provincia de Alicante Información.es

- Diario Digital Expansión.

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La incorrección pulula en los
periódicos con densidad aflictiva.

Fernando Lázaro Carreter

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