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Editores Científicos
Delgado Díaz/2010
ISBN, 968-5518-28-9
Editorial:
e-mail: revista@saludtab.gob.mx
México. C. P. 86040.
Prólogo 7
Carlos Jesús Delgado Díaz
Prólogo
1 Fernando LoJas en su artículo sobre FritzJahr (2008) esclareció que éste utilizó el ténnino bio
etik en fecha tan temprana como 1927. Sin embargo¡ es importante reconocer que la propuesta de
Jahr no coincide con la de Potter. La primera fue una ética orientada al trabajo con los animales de
experimentación¡ mientras que la segunda es una propuesta de reconstrucción del pensamiento
ético sobre una nueva base.
CarlosJesús Delgado Díaz 9
1 Véase una valoración general de esta obra en el artículo de Sophie Jakowska (2002).
10 Fundamentos de �tica y Bioética
puentes hacia cada una de las especialidades y de puentes entre las especialidades,
con elfinde desarrollar más a fondo una Bioética Global que considere el bienestar
humano en el contexto del respeto por la Naturaleza" (pp. 24, 27). Así, Polter
enlaza su perspectiva de la responsabilidad proyectada hacia el futuro, con la ética
ambiental, y amplía el diapasón de conocimientos, circunscrito inicialmente al
conocimiento biológico en áreas de salud.
Más adelante, en los años noventa Potter se sumó al reclamo de una bioética
profunda, que se extendiese más allá de la relación entre las ciencias biológicas
y la ética ambiental hacia una reconstrucción de todas las éticas. Nadie mejor
que Polter para resumir este camino de desarrollo de sus ideas: "El concepto de
Bioética Puente fue la primera etapa en el pensamiento bioético. La segunda etapa
fue la idea de la Bioética Global como una moralidad en expansión que resultaría
de la construcción de un puente entre la ética médica y la ética medioambiental.
El reconocimiento en la década de los noventa de una serie de dUernas éticos ha
llevado a reconocer que Wl puente entre la ética médica y la ética medioambiental
no es suficiente. Todas las especialidades éticas necesitan ser ampliadas de sus
problemas de corto plazo a sus obligaciones de largo plazo.
"La idea básica de la Bioética Profunda fue concebida por el Profesor Peter J.
W hitehouse de la Case Westem Reserve University en Cleveland, Ohio, después
de leer sobre Ame Naess y Deep Ecology. Creo que él vio la Bioética Profunda
como una dimensión que pone a prueba la Bioética de manera más profunda que
el empirismo puro, mientras motiva las distinciones más efusivas entre 10 bueno y
lo malo, las que no son fácilmente cuantilicables (Polter, 1998, pp. 29-30).
La bioética formulada por Polter representa una ruptura cultural profunda. Se
exige del hombre la reconciliación de la moralidad y el saber como entidad única;
que lo moral sea incorporado al conocimiento como componente importante
de la objetividad y legitimidad del saber. Una propuesta de acciones para la
formación de sujetos responsables en un entorno cultural de cambio. Ella está
llamada a producir una revolución en el saber humano, y fue definida por su autor
en términos que enfatizan este reclamo:
'/EI gran reto que tiene ante sí la Bioética contemporánea, es desarrollar este
camino como reflexión crítica abarcadora que integre ciencia y vida, conocimiento
CarlosJesús Delgado Dfaz 11
"A medida que ingresamos a la era del tercer milenio, cada vez estamos más
conscientes del dilema formulado poreI aumento exponencial en el conocimiento,
sin un aumento de la sabiduría necesaria para manejarlo" (Potter, 1998, p. 32).
La exigencia de humildad está ligada a la sabiduría y al azar, a la enseñanza de las
ciencias de la vida y a la vida misma. Lo que puede ser considerado en Potter una
intuición aguda, tiene fundamentos demostrados en los estudios de complejidad
y la epistemología de segundo orden: las certezas que justificaron y justifican
la arrogancia cognoscitiva y práctica del hombre han resultado quiméricas. La
complejidad del mundo y la cognición, argumentadas y fundamentadas en el
pensamiento, y las teorías de lo complejo, demandan también que se asuma la
humildad potteriana.
La bioética se formuló así, como una ética de la vida desde una posición de
humildad y responsabilidad, en busca de una sabiduría efectiva que integre el
mundo del saber científico y los valores morales.
Como hemos afirmado anteriormente, la proyección global de la bioética,
como un puente entre ciencia y humanidades, motivó la crítica potteriana
a la ética. Esta se mantuvo en toda su obra: "En nuestros días, al acercarnos al
nuevo milenio, no existe una ética establecida en la filosofía clásica que pueda
proporcionar orientaciones para la solución ética de las preocupaciones actuales
sobre el futuro.
"De acuerdo a mi punto de vista la Bioética, como una ciencia para la
supervivencia humana, tiene que establecer puentes para las ideas éticas sociales
ya existentes y orientaciones anticipadas. Este principio debe ser introducido
a los individuos a una edad temprana. La Bioética Puente no encuentra un
terminal ético sólido al otro lado del puente hacia las humanidades. La era de
especialización ha tomado el control: la Ética se ha transformado en una materia
de Ética Aplicada" (Potter, 1998, p. 27).
La crítica de Potter a "la falta de un terminal ético sólido al otro lado del puente
hacia las humauidades' es asunto profundamente filosófico. La falta de capacidad
de las teorías éticas está relacionada con la novedad de los problemas, pero también
con el carácter de la ética como disciplina orientada a lo interno de lo social. Potter
propuso una reflexión ética orientada hacia afuera en dos sentidos, hacia el futuro
y hacia la naturaleza. Su idea era fundar una reflexión que superara la escisión de
los saberes científico y humanístico como producción de un pensamiento moral
desde dentro de la ciencia, y no simplemente como conglomerado o fusión de
la ciencia y la filosofía. Un pensamiento orientado al mundo del hombre, como
saber sobre la vida y su futuro en el entorno.
Carlos Jesús Delgado Díaz 15
3 Varios autores hao destacado la influencia del articulo de M. Mead (1957). José Acosta destaca
la propuesta de la antropóloga acerca del papel de las universidades en la construcción de una
sociedad decente y humanista, para lo que consideraba esencial fundar "cátedras sobre el futuro", y
comenta: "'Tanta importancia concedió Porter a esta iniciativa que creó un comité interdisciplinario
sobre el futuro en la universidad de WISConsin, el cual suscribió un artírulo publicado en Science en
1970. En este trabajo se consideraban un anacronismo los dogmas positivistas de la 'búsqueda de
la verdad' y la 'libertad académica' ante el requerimiento de transmitir a los jóvenes universitarios
no tan s6lo conocirnlento, sino también juicios de valor sobre la responsabilidad con el futuro"
(Aros.a, 2002, pp. 16-17).
Carlos Jesús Delgado Díaz 17
actividad específica, en este caso la ciencia y sus resultados para con el progreso
material de la humanidad. La nueva ética debe ser construida de conjunto entre
los sujetos involucrados que piensan el proceso de vida social y participan en él.
Se trata de una ética nueva porque no existe previamente, pero también nueva
en sus orientaciones de valor. Ambos argumentos explican por qué la bioética de
Porter no es una ética profesional. "Si acaso la sobrevivencia de la especie humana
sea el objetivo ampliamente aceptado, el 'problema de la cienciá se transforma en
e! problema ético de lo que tenemos que hacer para descubrir el apropiado curso
de las acciones" (Spinsanti, 1998, p. 16).
Esta ruptura con el ideal de objetividad científica como conocimiento puro,
atemporal, "descubrimiento" de las propiedades del mundo, es fundamental y
hace claro el alcance filosófico de la bioética de Potter como nuevo saber.
El ideal clásico de racionalidad concebía la ciencia como proveedora de
conocimientos objetivos, verdaderos, sobre el mundo, capaces de garantizar
el dominio de! hombre sobre la naturaleza. Para este ideal existe un único
compromiso moral posible, que está orientado hacia e! hombre: emplear el
dominio sobre la naturaleza para proveer bienestar a los seres humanos.
En la bioética de Potter este ideal se sustituye por uno nuevo. Lo que e! hombre
necesita, el problema que tiene realmente ante sí, no es el dominio sobre la
naturaleza y el añorado bienestar. Lo que está en juego es la sobrevivencia de la
especie humana. Por tanto, el centro de la cuestión no es la producción aséptica
de nuevos conocimientos "objetivos� '(verdaderos� "puros'� sobre el mundo, sino
que incluye la subjetividad involucrada, uno de cuyos momentos fundamentales
está referido al uso de ese conocimiento. De modo que el problema de la
ciencia incluye 10 moral, orientado ahora igualmente a 10 social, lo natural y 10
científicamente "objetivo� Ética y futuro se integran en la nueva noción" del objeto
de la ciencia.
Nadie mejor que Potter para expresar en breves lineas e! pathos de la bioética
global que necesitamos: "Desde el comienzo, he considerado la Bioética como
el nombre de una nueva disciplina que cambiaría el conocimiento y la reflexión.
La Bioética debería ser vista como un enfoque cibernético de la búsqueda
continua de la sabiduría, la que yo he definido como el conocimiento de cómo
usar el conocimiento para la supervivencia humana y para mejorar la condición
humana. En conclusión, les pido que piensen en la Bioética como una nueva ética
científica que combina la humildad, la responsabilidad y la competencia, que es
interdisciplinaria e intercultural, y que intensífica e! sentido de la humanidad"
(Potter, 1998).
18 Fundamentos d e ftica y Bioética
.. Consideramos importante distinguir las connotaciones de los dilemas y conflictos morales. Una
situación de dilema moral es aquella en que el sujeto moral se ve obligado a elegir entre al menos dos
alternativas. La elección, sin embargo, puede realizarse perfectamente sobre la base de la asimilación
de una solución al dilema generada desde fuera. Una situación de conflicto es siempre interna y
conduce a una revisión del sistema de valores que el sujeto ha elaborado previamente, y su jerarquía.
Además, la elección implica siempre una pérdida que se vivencia por el sujeto.
Carlos Jesús Delgado Díaz 21
por necesidad; ella emana de la situación de los sujetos morales y sus contextos,
de la incertidumbre científica y de la creatividad propia de los procesos.
Manejar la incertidumbre moral parece uno de los problemas más difíciles
para el pensamiento ético, pues inmediatamente que es planteada, en el horizonte
aparece el marco conceptual del determinismo o el relati.vismo moral. La
incertidumbre parece generar relativismo.
Por una parte, la bioética no puede aceptar el relativismo moral -como ha
señalado Victoria Camps, la universalidad de la ética es una exigencia irrenunciable
(2003, p. 172)-, pero enfrentada a una realidad social heterogénea, asimétrica y
polarizada, y a un cambio rápido de! conocimiento y lavida vinculada a él, tiene por
necesidad que adecuar la producción de normatividad ética al entorno cambiante.
La estabilidad dentro del contexto de cambio está representada por los elementos
filosóficos de orientación de la reflexión bioética -en e! caso de Potter; y en el
caso de la bioética que se ha venido conformando como disciplina en los últimos
34 años, por la formulación de un sistema de principios morales y procedimientos
generales que permitan el manejo de situaciones diferentes mediante un marco
teórico coherente que no impida su adecuación a los contextos.
El carácter no clásico de los objetos e instrumentos creados por el hombre
en el transcurso de la revolución científico-técnica introduce una compucación
adicional al pensamiento bioético. Los instrumentos y objetos clásicos eran
conocidos en su totalidad; no solo su producción, también su incorporación
a procesos ulteriores podía ser prevista y concebida dentro de una relación
de control. Los no clásicos portan elementos inherentes de incertidumbre
e independencia.
Dos rasgos identifican el carácter no clásico de las creaciones humanas
contemporáneas. Primero, su potencialidad material, la ampliación de las
capacidades físicas del hombre con los instrumentos no clásicos está vinculada
al manejo práctico de niveles estructurales básicos de la materia, la energía y la
vida. Los instrumentos clásicos prolongaban la capacidad muscular humana,
pero ni remotamente podían conferirle una capacidad de intervendón a niveles
moleculares y subatómicos tan poderosa. Segundo, su potencialidad intelectual,
expresada en que los efectos de su funcionamiento escapan a la capacidad de
predicción y control de sus creadores. Con estos instrumentos de nuevo tipo
los seres humanos hemos emprendido la transformación de la materia y la vida
a gran escala y en profundidad. Ante los nuevos instrumentos y creaciones
resulta problemático establecer correlaciones de pronóstico y control efectivos
a largo plazo. Las decisiones sobre su empleo deben tomarse en condiciones de
especial incertidumbre.
Carlos Jesús Delgado Díaz 25
racionalidad clásica como una pregunta superflua, y desde la bioética como una
necesidad, incluso una urgencia de los nuevos tiempos.
La ciencia occidental moderna se legitimó con la razón y con el método
como herramienta de indagaci6n y garante del conocimiento obtenido y añadió
a esto su legitimación social en la promesa del uso del conocimiento para
garantízar el bienestar de la sociedad. Pero el éxito de la ciencia en proporcionar
ese bienestar produjo con el paso del tiempo una segunda legitimación: el
conocimiento científico pasó a ser legitimador de las acciones humanas. La
pregunta ,es éticamente aceptable todo lo que resulta materialmente posible de
ser realizado?, se formula porque la ciencia y el conocimiento científico pasaron
a ser legitimadores de las acciones humanas; no hasta entonces con señalar en
cada caso que se discuta la pertinencia o no de la acción que se pretende realizar.
Para la bioética es esencial develar este cambio en el término, la sustitución de
una legitimación por otra, y el error de suponer que el conocimiento científico
pueda legitimar las acciones humanas. Este esclarecimiento tiene además una
relación muy directa con el último de los aspectos que estarnos debatiendo, la
urgencia de formar sujetos morahnente responsables, pues resulta relativamente
frecuente encontrar entre los investigadores científicos la reserva con respecto a la
pertinencia del cuestionamiento moral a las producciones humanas, basada en la
sospecha de una injerencia por parte de los que formulan la interrogante.
La pregunta por la pertinencia moral de las acciones que la ciencia y la
tecnología hacen posibles tiene un contenido teórico relevante que consiste
en demostrar el error asumido al considerar que el conocimiento científico
pueda legitimar las acciones humanas. El conocimiento científico, la ciencia y la
tecnología forman una parte importantísima de la cultura y de lo humano, pero
sólo una parte de ella. La ;usti..6.cación de las acciones puede provenir únicamente
de una reintegración de la totalidad social involucrada, de las consideraciones que
la ciencia aporta y de las que aportan otras fuentes de la socialidad humana. La
ciencia y la tecnología no pueden ser excluidas, pero no tienen por qué pronunciar
la última palabra. La pregunta entonces, no simboliza un proceso de restricción
o constreñimiento moral de la ciencia contemporánea y sus resultados, sino la
búsqueda de una legitimación más multilateral y adecuada a la diversidad de
actores sociales involucrados.
A lo analizado hasta aquí sobre los problemas que han motivado el
cuestionamiento moral de la ciencia y la tecnología, debemos añadir que sus
resultados se vuelcan sobre una sociedad mundial heterogénea, asimétrica y
polarizada. Las drásticas diferencias sociales y las relaciones de dominación y
Carlos Jesús Delgado Díaz 27
En la antigüedad ...
La medicina no solo es una profesión reconocida universalmente como
ejercicio noble yhumanista; sus compromisos sociales y morales han sido siempre
una prioridad. En algunos documentos históricos los compromisos sociales de la
medicina han quedado establecidos de modo sumamente claro. Ejemplo de ello
es el Código de Harnmurabi, donde se establecen límites jurídicos rigurosos a las
acciones de los médicos; gratificaciones y sanciones sobre la base de los resultados
28 Fundamentos de ftica y Bioética
s "Si un médico ha tratado con el cuchillo de bronce de las operaciones una herida grave de un noble y
la ha curado, o ha abierto un absceso en el ojo de un noble ylo ha curado, recibirá diez siclos de plata.
Si es un plebeyo, recibirá cinco siclos de plata. Si es un esclavo, su dueño pagará dos sidos de plata.
"Si un médico ha tratado con el cuchillo de bronce de las operaciones una herida grave de un noble
y le ha producido la muerte o le ha abierto un absceso en un ojo y le ha ocasionado la pérdida de
éste, se le amputarán las manos.
"Si un médico ha tratado con el cuchillo de bronce de las operaciones una herida grave al esclavo
de un hombre y le ha producido la muertel deberá devolver esclavo por esclavo. Si ha abierto un
absceso en un ojo de un esclavo con el cuchillo de bronce de las operaciones y le ha destruido el ojal
pagará la mitad del valor del esclavo.
"Si un médico ha curado un hueso roto o una víscera enferma de un noble, recibirá cinco siclos de
plata. Si es un plebeyo, recibirá tres siclos de plata. Si es un esclavo, su dueño pagará dos siclos de
plata" (Silis, 1998, pp. 19-20).
6 "'Considerar a mi maestro en medicina como si fuera mi padre, compartir con él mis bienes y, si
llega el caso, ayudarle en sus necesidadesj tener a sus hijos por hennanos míos yenseñarles este Arte,
Carlos Jesús Delgado Díaz 29
En la modernidad...
El ideal moderno de la ciencia y el conocimiento científico puestos en función
del dominio sobre la naturaleza para beneficio del hombre, está relacionado con
la medicina desde que fue formulado. Ya Descartes había planteado e! asunto
con toda claridad. En el Discurso del método plantea " ( .. ) tan pronto como hube
.
El siglo xn(.. .
El vínculo estrecho entre conocimiento científico y prácticas médicas,
planteado por la modernidad como deseo de mejora humana, se hizo realidad con
el desarrollo de la ciencia. En el siglo XIX la medicina se vinculó estrechamente
al avance de las ciencias naturales. Los descubrimientos científicos repercutieron
en la medicina, se amplió el material de investigación de la fisiología y el
funcionamiento celular, y la medicina se liberó de las ataduras especulativas
religiosas y filosóficas heredadas del medioevo. Fue un período importante para
la institucionalización de la profesión médica, lo que confirió nuevas formas a
su ética, estableciéndose finalmente como una ética del medícus politicus, el
gentilhombre profesional delimitado en la ética médica de Thomas Percival.
La obra de Thomas Percival tiene una importancia relevante para la ética
médica de los siglos XIX y xx, pues definió al médico político o jurisprudente
(portador de la prudencia política) como hombre sabio que vive de acuerdo con
ciertos principios. «En esto consiste la peculiaridad de un hombre sabio, en actuar
de acuerdo con determinados principios; y la de un hombre bueno, en estar
seguro de que esos principios se ajustan a la rectitud y a la virtud. Las relaciones
que un médico establece con sus pacientes, con sus colegas, con el público, son
complicadas y diversas, y precisan de un buen conocimiento de la naturaleza
humana y de sus amplios deberes morales. El estudio de la ética profesional, por
ello, no dejará de fortalecer y ampliar tu mente, así como la observancia de los
deberes que ordena suavizará tus modales, ensanchará tu corazón y te dará esa
propiedad y dignidad de conducta que es esencial al carácter de un gentleman"
(citado por Gracia, 1989, p. 91).
Su código ético prestó atención a la relación médico-paciente, la necesidad
de estudiar la ética médica, el servicio como deber primero del médico. Uno de
los asuntos detallados en su ética, de gran influencia en el pensamiento médico
posteríor, es el relativo a la comunicación de la verdad a los pacientes. Percival se
caracteriza por su defensa del patemalismo.9
9 Diego Gracia ha expuesto sintéticamente esta posición y su contexto: "Los antiguos defendieron
un 'patemalismo infantil� según el cual al enfenno había que tratarle como a un niño pequeño.
Por el contrario, los modernos se inclinan por un 'autonomismo adulto', que afirma la obligación
moral de tratar al enfermo como ser adulto y autónomo, y por tanto de dedde siempre la
verdad. Frente a ambos, Percival defiende una postura intermedia, lo que podríamos denominar
'patemalismo juvenil': el médico dirá la verdad al enfermo siempre, salvo en aquellos casos de
pronóstico infausto, es decir, en las enfermedades graves o mortales; en tales situaciones,
se lo comunicará a los parientes y allegados, que serán quienes tengan que decírselo al
enfermo. El enfermo, por tanto, no puede ser considerado un niño, pero tampoco un ser
adulto; es una realidad intermedia, similar a la de un adolescente, capaz para ciertas cosas,
32 Fundamentos de ítica y Bioética
Como señala Diego Gracia, el espíritu del código de Percival pasó íntegro
al National System of Medical Morals, código ético de la Asociación Médica
Americana del año 1847 y tras él, a la mayor parte de los códigos nacionales de
deontología médica. El texto fue revisado en 1902 y aprobado un nuevo código en
1903, más tarde se realizó una nueva revisión en 1912, pero hasta la redacción de
los Principies ofMedical Ethics de 1957 el patemalismo permaneció inalterable.
De esta manera la influencia del código de Thomas Percival se extendió
por todo el siglo XIX hasta finales de los años cincuenta del siglo xx Aún en la .
El siglo xx: cambio en la práctica médica y crisis de los códigos morales ...
Lo específico del cambio en la práctica médica en el siglo xx está relacionado
con el funcionamiento de la tecnología y el conocimiento científico en la
medicina; el lugar que adopta la tecnología como elemento mediador en las
relaciones que se establecen entre el médico y el paciente. También se relaciona
con importantes modificaciones de la vida cotidiana, el desarrollo de las
comunicaciones, la educación y la informaciónj la ampliación de las libertades
políticas y el reconocimiento del lugar de la persona W en el entramado social. Las
nuevas condiciones sociales, los cambios tecnológicos y científicos en la segunda
mitad del siglo xx, -profundos y rápidos-, entraron en contradicción con los
preceptos éticos envejecidos, que resultaron inadecuados para dar cuenta de los
nuevos dilemas y conflictos.
Como resultado de la revolución científico-técnica la medicina cambió
sustancialmente. Los conocimientos alcanzados en las ciencias de la vida
permitieron un alcance mayor de sus proyecciones cognitivas aplicadas. A su vez,
el desarrollo del conocimiento básico en áreas alejadas del saber médico, como la
física, y su instrumentación tecnológica en nuevos inventos, pusieron a disposición
de la medicina enormes recursos y novedades tecnológicas que contribuyen
al diagnóstico, tratamiento y curación de las enfermedades. El desarroDo de la
química y la bioquímica la proveyó de nuevos medicamentos y sustancias que
pero no para decidir las cuestiones fundamentales de su vida. Y el médico salva su prestigio
y su autoridad, a la postre su figura paternalista. absteniéndose en esos casos de comunicar
directamente la verdad al enfenno. La tesis de Percival ha tenido tal fortuna histórica que
desde entonces todos los médicos han procedido así, no ocultando la verdad al enfenno más
que en aquellos casos en que consideraban que su pronóstico era infausto o mortal" (1989,
pp. 91-92).
10
Varios autores han destacado la importancia del concepto de persona en la Bioética y su relación
con el principio de autonomía y correspondientemente la libertad (véase Boladeras, 1999, pp. 49-
80; Camps, 2003, pp. 234-236).
Carlos Jesús Delgado Díaz 33
11
Para un análisis más amplio de la problemática de los sistemas de salud véase (World Health
Organization, 2000a¡ del autor, 2000b).
34 Fundamentos de t.tica y Bioética
sobre los límites del crecimiento, ha venido encontrando una oposición cada vez
más fuerte en ampüos sectores de la comunidad mundial, sin que deje de ser por
ello ideología dominante en el presente.
La sociedad humana de la segunda mitad del siglo xx ha estado marcada
profundamente por esta mentaüdad que da prioridad a la economia y el
establecimiento de estándares de consumo. La ventaja comparativa de la gran
producción, expuesta ya por David Ricardo en la teoría del mismo nombre,
encontró enla revolución verde y el avance científico técnico motivos para nuevos
sueños quiméricos.
Como parte de estos procesos la salud pasó a ser también una necesidad de
consumoY La salud y el bienestar identificados uno en el otro, sin dejar de ser
necesidades reales, se han erigido en metas de conswno. Fenómenos individuales
y colectivos como el uso innecesario de medicamentos, los preparados "de moda"
y la presión de los pacientes para acceder a determinados medios diagnósticos
-que llega muchas veces al extremo de valorar la calidad de la atención recibida
a partir de que se haya empleado o no "la última tecnología"-, son ejemplos
triviales y palpables de la conversión de la salud en meta de consumo. Otras
manifestaciones de consulIÚsmo en salud están vinculadas a la dependencia
respecto a medicamentos que muchas veces pueden ser sustituidos por otros
procedimientos, pero que el paciente evade, puesto que prefiere ingerir una
pIldora y no afectar el curso de sus actividades cotidianas, antes que someterse a
un proceso de rehabilitación o de cambio en sus hábitos.
Los temores de quienes ofrecen servicios de salud ante posibles demandas
judiciales basadas en expectativas no satisfechas; la deshumanización a que con
frecuencia estos fenómenos conducen; instituciones de salud dedicadas al lucro,
que dan la espalda a importantes sectores de la comunidad; la sustitución de la
diversidad de prácticas terapéuticas por aquellas favorecidas por el negocio y
las tecnologías avanzadas; el menosprecio del conocimiento y la experiencia de
la medicina tradicional; la vida patentada; las ofertas de quiméricos bancos de
"órganos de repuesto" a partir de la clonación humana, entre otros, muestran
con mayor profundidad el consumismo en salud. También forman parte de
este cuadro la divulgación e incluso algunos de los debates éticos que se han
u La propia definición de salud de la OMS (1946) como un estado de perfecto bienestar físico,
mental y social, y no solo ausencia de enfermedad, sin dejar de ser positiva, y muy probablemente sin
proponérselo, dio un paso a favor del consumismo en salud al introducir el término bienestar, que
ya traía consigo la semántica casi exclusiva asociada al bienestar económico vinculado al consumo.
Como se ha señaJado, salud y bienestar se convierten en criterio de moralidad, puesto que es al
perfecto bienestar a lo que se aspira como deseable, como deber ser (véase Novoa, 1998).
Carlos Jesús Delgado Díaz 37
13 Este es un ejemplo de relación recíproca entre tecnología, conocimiento yvida cotidiana. El avance
I� Gerald LowerJr., colaborador de Polter, ha dicho sobre esta oposición: "Es un hecho histórico
que el término 'bioética' fue rápidamente captado por la comunidad médica de la Costa Este
de los Estados Unidos de América para designar sus propios esfuerzos de ganar apoyo para el
desarrollo de la ética al servicio de la medicina, cada vez más y más tecnificada. Programas de
'bioética' aparecieron en todos los Estados Unidos y el término fue popularizado -sin ni siquiera
mencionar el nombre de Van o su publicación- en los trabajos producidos en esa época por los
eticistas norteamericanos. Peor todavía: el tipo de 'bioética' que se propagó en los Estados Unidos,
pragmático y no conceptual, terna poca relación con la bioética fundada por Van- (2002, p. 4).
Carlos Jesús Delgado Díaz 39
El principalismo
Ha sido la tendencia más influyente en la bioética, entendida como ética
aplicada. Su propuesta positiva de configuración de un entorno de normatividad
ha posibilitado el tratamiento de conflictos y sitnaciones límites diversos.
Los orígenes de los Principies ofBiomedical Ethics (1979)16 de T. L. Beauchamp
yJ. F. Childress se remontan al trabajo de la Comisión Nacional para la Protección
de Sujetos Humanos involucrados en Investigaciones Biomédicas y de la Conducta
(National Commission for the Protection ofHuman Subjects ofBiomedical and
Behavioral Research) creada por el Congreso de los Estados Unidos en 1974, en
respuesta al conocimiento público de algunas investigaciones llevadas a cabo sin
prestar atención a las consideraciones éticas.
La comisión trabajó entre 1974 y 1978, año en que presentó su informe final,
el conocido Informe Behnont, que proponía un método de análisis y solución
de las situaciones de conflicto, sobre la base de presupuestos de la filosofía
utilitarista. En este informe aparecieron por primera vez, expuestos de conjunto,
los principios de autonomía, beneficencia y justicia, y tres procedimientos para
hacerlos efectivos: el consentimiento informado, la ponderación riesgo-beneficio
y la selección equitativa de los sujetos de experimentación.
En 1979, dos profesores de la Universidad de Georgetown, el filósofo
utilitarista Tom L. Beauchamp y el deontólogo cristiano James F. Childress,
publicaron el libro Principies ofBiomedical Ethics (Principios de ética biomédica),
donde sistematizaron el método, y agregaron el principio de no maleficencia.
16
En el año 1979 se publicaron también "El principio de responsabilidad" de Hans Jonas y un libro que
volvía a Potter: Bioethics. A textbook ofIssues, del profesor de la Universidad de Illinois George Keiffer.
42 Fundamentos de Etica y Bioética
en función de los valores por los que se guían tales comunidades se aprende qué
bienes morales y qué bienes no morales se deben perseguir y a qué precio. En ellas
se aprende qué promesas se deberían hacer. En el plano secular general se puede
descubrir que quebrantar las promesas hechas a un paciente es nonnalmente una
forma de utilización violenta de la fuerza contra el inocente. En el interior de una
comunidad particular también se puede aprender si es mejor sufrir los dolores
de una larga enfermedad incurable o simplemente evitar esta dura experiencia
mediante el suicidio; si es mejor educar amorosamente a un hijo deficiente o
impedir su nacimiento por medio del diagnóstico prenatal y el abortoj si es mejor
aceptar la esterilidad o alquilar una madre sustituta. Tales opciones adqnieren
esencia a partir de una concreta comprensión de los valores':
La coexistencia de diversas comunidades morales en el seno de la sociedad
contemporánea le conduce a la delimitación del problema de la extrañeza moral:
"Seguramente existirá un fuerte contraste entre la comprensión dotada de
contenido de una comunidad moral concreta desde dentro de dicha comunidad
y la comprensión que de la misma se tiene desde fuera. Desde dentro de un
grupo religioso particular puede parecer obviamente erróneo, en virtud de la
desaprobación divina, el hecho de cometer suicidio, incluso cuando se trata de
enfermos que se enfrentan a la fase terminal de su vida debilitados por un cáncer.
Quienes viven dentro de esa comunidad moral considerarán que su postura debe
ser moralmente compartida por todos, pero carecerán de argumentos morales
seculares generales para demostrárselo a extraños morales. A lo sumo pueden
esperar convertir por medio de la persuasión o del testimonio. Si tenemos en
cuenta que el respeto a la libertad forma parte del núcleo de la gramática de la ética
secular, los individuos tendrían un derecho general, defendible racionalmente, a
cometer suicidio, en el sentido estricto de que, en términos seculares generales,
no se puede demostrar que el Estado tenga autoridad moral secular para prohibir
el suicidio. Así pues, visto desde fuera, un individuo que considera la instrucción
moral ofrecida por una comunidad que prohíbe el suicidio, tratará propiamente
de analizar de qué forma convergen todos los compromisos de dicha comunidad
en una vida moral coherente y plena. En último término el observador exterior
puede concluir que ese estilo de vida particular ofrece la mejor de las vidas y
dota del sentido más completo a la propia muerte, de fonna que está claro que
no se debe cometer suicidio. Sin embargo, un juicio como éste no representará el
consentimiento del verdadero creyente, impulsado por la gracia de la convicción
religiosa, ni tampoco representará la conclusión de un argumento moral secular
determinante. En cambio, sería el tipo de juicio de un individuo instalado en una
Carlos Jesús Delgado Díaz 45
sociedad pluralista secular, pero que se esfuerza por alcanzar una comprensión de
la vida que ofrezca sentido y comunidad.
"Tales elecciones son frecuentes en individuos cosmopolitas que tienen la
oportunidad de 'ir de compras' en busca de convicciones intelectuales y morales
a diversas 'tradiciones' religiosas y culturales. Se podría pensar aquí en cómo los
protestantes, los católicos romanos, los judíos y los musuhnanes de ciudades
como Atlanta, Buenos Aires, Londres, Nueva York, París y Sydney han terminado
apartándose de sus criterios ortodoxos 'tradicionales' sobre la anticoncepción, el
aborto yla inseminación artificial con semen procedente de un donante, al asimilar
criterios morales que tienen sus raíces en el paganismo clásico y en la filosofía
contemporánea. Más claramente aún, cabría pensar en cómo las personas que
son creyentes religiosos sólo a medias se inspiran en diversas fuentes para dar un
sentido al dolor, al sufrimiento y a la enfermedad. Para el verdadero creyente, tal
eclecticismo no es solamente fútil y superficial, sino carente de todo compromiso
y significación auténticos. Tal es el precio de la comunidad tolerante y pacífica�
El reconocimiento de la extrañeza moral resulta fundamental para el modelo
de análisis bioético que propone Engelhardt, pues le permite identificar el
momento de diferenciación y contraposición que coloca a las personas en
posiciones opuestas e impide la comunicación y comprensión al dirimir los
asuntos comunes. La existencia de extraños morales, diversidad de concepciones
bioéticas conjuntamente con la imposibilidad de apelar a una autoridad moral, o
argumentos racionales lógicos reconocidos por todos, le penniten afirmar que sólo
la moralidad seculargeneral carente de contenida puede salvar el abismo existente y
permitir la colaboración "cuando se alcanza la concurrencia de pareceres morales
dotada de contenido':
Su propuesta positiva reconoce la pertinencia de cuatro principios morales: el
de permiso, el de beneficencia, el de propiedad y el de la autoridad política.
Los cuatro principios tienen un ordenamiento jerárquico en el sentido en que
han de ser considerados para hacer posible el diálogo entre los extraños morales.
Los principios de permiso y beneficencia son principios deontológicos, por lo
que su rectitud no está definida en función de sus consecuencias. El principio de
permiso se justifica en función de la moralidad del respeto mutuo, mientras que
el de beneficencia requiere la consideración de los contenidos implícitos, pues
éstos dependen de la visión particular de la vida buena que cada uno tenga, y
su autoridad para exigir una visión de beneficencia con preferencia a otra. Para
establecer estos contenidos se hace necesario el establecimiento de acuerdos
mutuos, implícitos y explícitos, incluso contractuales. A juicio de este autor,
46 Fundamentos de Ética y Bioética
propiedad colectiva, o en la medida en que los grupos crean riqueza común. Por
tanto: entrega a todos aquello a lo que tienen derecho; abstente de coger lo que
pertenece a varios o a uno sólo" (p. 186).
El principio de autoridad política establece que esta se deriva del consentimiento
otorgado por los gobernados y no por el criterio acerca de la vida buena o por
la obligación de la beneficencia. La autoridad de las entidades corporativas o
políticas las habilita para1) proteger a los inocentes contra el uso de la fuerza
a la que éstos no consienten; 2) hacer cumplir los contratosj 3) crear derechos
a recibir asistencia social mediante la utilización de recursos colectivos y 4)
resolver disputas. Este principio se justifica en virtud del principio de permiso,
de la moralidad del respeto mutuo, así como del principio de beneficencia. Se
expresa en una máxima que obliga: Obedece las leyes cuando tengas que hacerlo;
siéntete culpable de las infracciones cuando debas.
otra entre el pensamiento ético y las nuevas situaciones que emanan del desarrollo
científico-técnico y los comportamientos modificados de los ciudadanos.
LA AGENDA BIOÉTlCA
diversidad de problemas éticos espinosos; es hablar de una metodología racional para la solución
de dilemas éticos en contextos clínicos y políticos, pero también significa comprometerse afectiva
y activamente con una escala de valores que refleje la especial distinción moral de la personalidad
humana. Y no solo de la vida humana. De hecho, hoy tiene más sentido hablar de una ética
50 Fundamentos de �tica y Bioéti ca
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humanas del individuo, para este filósofo la ética estará orientada a lafelicidad, como
el bien supremo de la vida humana y se presenta en tres niveles: l. ciencia que
orienta las acciones humanas individuales al bien (ética); 2. ciencia que orienta la
organización familiar al bien (economía) y 3. ciencia que orienta la organización
estatal al bien (política). Estos tres niveles se complementan como un todo
orgánico, en tanto para Aristóteles el hombre como animal político, posee una
tendencia natural a vivir en colectividad.
Por cuanto el fin supremo al que aspira el hombre es la felicidad, entendida como
el recto ejercicio de las funciones propias de la naturaleza moral e intelectual del
hombre, resulta que para Aristóteles, la verdaderafelicidad consiste en hacer el bien.
Tras Aristóteles, la ética en el pensamiento antiguo se vería enriquecida en
las corrientes filosóficas del helenismo, particularmente en el Epicnreismo, el
Estoicismo, el Escepticismo y el Neoplatonismo, pero sin lugar a dudas, fue el
estagirita quien sistematizó y estableció para esta ciencia, un sistema de categorías
propio y definió su objeto de estudio.
Como expresa el Dr. Armando Chávez, la ética es un saber filosófico cuyas
conclusiones atañen, directa o indirectamente, a la práctica social de los
seres humanos. La experiencia vital de la humanidad es para ella un referente
insoslayable de incesante desarrollo. El decursar de la ética, a través de los siglos,
está indisolublemente vinculado a las necesidades de un mejoramiento humano,
a la fundamentación filosófica de las razones que sustentan la prioridad de los
ideales morales. Dentro del sistema de fuerzas que impulsan a las personas a la
lucha por la libertad y la justicia, el factor moral cumple un importante papel
estimulador; a medida que la sociedad avanza, su significación acrece cada vez
más. La ética proporciona el basamento filosófico de la vigencia del factor moral
en las distintas condiciones históricas, partiendo de su esencia humana y sobre la
base de una proyección altruista de los principios e ideales (véase Chávez).
Asimismo, subraya que a nivel mundial, la ética está hoy en auge. La filosofía
tiene en la ética su expresión más fructífera y promisoria. Lo más representativo
del mundo académico apuesta por una salida ética para la filosofía. Pero, esa
actualidad no se circunscribe al gremio de los especialistas; la moral, el objeto
de estudio de la ética, se encuentra entre las prioridades de las grandes masas.
La carga que los problemas globales contemporáneos arroja sobre los pueblos,
resulta insoportable. No seria aventurado afirmar que la humanidad sólo podrá
salir adelante por medio de una cruzada moral que oponga valladares y establezca
riberas a las dificultades prevalecientes (véase Chávez).
Este hecho nos lleva a indagar y a profundizar en el estudio de tan importante
disciplina, y de hecho, en su historia.
Rita María Buch Sánchez
"La ley pretende beneficiar la vida de los hombres; mas lo consigue cuando los
hombres quieren sometérsele de buen grado, que sólo en los que así la obedecen
la ley hace ostentación de su virtud". Frag. 248.
"La división entre conciudadanos es nefasta para los dos bandos; pues destruye
igualmente a vencedores y a vencidos� Frag. 249.
"Únicamente con concordia pueden la ciudades emprender grandes obras y
aun guerras; mas no sin ella". Frag. 250.
"Democracia con pobreza es preferible a la renombrada prosperidad de las
realezas; y es tan preferible cuanto lo es la libertad sobre la esclavitud': Frag. 251.
"Hay que considerar como deber supremo y superior a los demás el de hacer
que la ciudad se gobierne bien y bellamente; y no hay que ser amigo de oponerse
a lo equitativo ni de emplear la fuerza a favor de sí y en contra de la conveniencia
general. Que una ciudad bien gobernada es el mejor de los órdenes, y en esto se
resume todo y salvado esto se salva todo y si esto se estropea quedan estropeadas
todas las cosas". Frag. 252.
El siglo v a.n.e. y el advenimiento de la democracia esclavista al poder,
fundamentalmente bajo el gobierno de Pericles, abrirá nuevas perspectivas al
enriquecimiento de la ética antigua. La filosofía, temporalmente abandonará el
estudio del cosmos y quedarán en segundo plano las respuestas al problema de
lo uno y lo múltiple y al problema del devenir. En lo adelante la filosofía asumirá,
condicionada por los cambios de la época, una nueva problemática de carácter
ético-político-antropológico. El hombre "libre" pasará a ser el centro de la
actividad política en el seno de la polis y su respuesta ética ante el problema de los
conceptos y valores morales fundamentales, pasará a ocupar un primer plano de
atención y de discusión.
En este contexto surge la sofística que no constituyó una escuela o corriente de
carácter estrictamente filosófico, sino más bien se manifestó como un movimiento
de carácter educativo, cultural e ideológico, vinculado al florecimiento de la
democracia esclavista enAtenas y otras ciudades-estados, cuya función social de
primer orden estaría determinada por la necesidad de ajustar al ciudadano a las
nuevas normas y valores que desde un punto de vista ético y político, debían ser
defendidas para consolidar los ideales de esa naciente democracia esclavista, en el
marco de la sociedad griega.
Uno de sus más genuinos exponentes, Protágoras deAbdera (480-410 a.n.e.)
expresaría esta nueva orientación del filosofar, en su conocida máxima: "El hombre
es la medida de todas las cosas ..:; destacando el papel ético y político activo del
ciudadano en la polis y ubicando al hombre como centro de los problemas a debatir.
60 Fundamentos de �tica y Bioética
del ser pannenídeo, hasta llegar a Sócrates, de quien llegó a ser su más destacado
discípulo, y bajo cuya influencia permanecería desde los veinte años, hasta la
condena y muerte del maestro, en el399 a.n.e.
La condena a muerte de Sócrates por un tribunal democrático ateniense, fue un
hecho que conmocionó a Platón y determinó de manera definitiva su orientación
filosófica hacia la priorización del ideario ético-político en su sistema, por una
parte y, por otra, hacia la elaboración de una vasta literatura filosófica, compuesta
fundamentalmente por diálogos, en los cuales intentó perpetuar la memoria del
maestro y rendirle singular tributo, lo que explica que en su inmensa mayoría,
aparezca Sócrates como el principal interlocutor y expositor de su propia teoría y
de la filosofía platónica, cuestión que en no pocas ocasiones ha traído dificultades
a doxógrafos y estudiosos del pensamiento platónico, a la hora de establecer un
ordenamiento o clasificación de sus obras.
En el año 387 a.n.e. Platón fundará en Atenas La Academia, que llegaría a
converticse en una de las más importantes e influyentes escuelas filosóficas de la
antigüedad, y cuya existencia se extendería durante siglos, hasta el año 529 de n.e.
La obra escrita de Platón nos ha llegado casi íntegramente y constituye un
magnífico ejemplo de vinculación indisoluble entre filosofía y literatura, por su
belleza y estilo. Escrita casi toda en forma de diálogo, con pocas excepciones
(entre las que pueden citarse la Apología de Sócrates y algunas cartas conservadas)
va mostrando de manera progresiva cómo fue evolucionando el ideario del
filósofo, desde su juventud (muy cercano a Sócrates todavía), hasta llegar a su
total madurez (etapa en que elabora su ontología, su guoseología y su ideario
ético-politico propio, también conocida como fase clásica del platonismo) y una
última etapa en la que, a partir de diversas críticas recibidas, a veces de sus más
destacados discípulos, Platón, ya anciano, entra en una fase crítica de su propia
teoría, todo lo cual quedaría registrado en sus últimos diálogos.
En general, la obra escrita de Platón suele ser dividida, al igual que su vida, en
cuatro etapas, bastante bien delimitadas entre sí.
l. Etapa socrática: Apología de Sócrates, Ión; Critón, Protágoras, Laques,
uno de los cuales debe cumplir una función dentro del mismo: l. los filósofos o
gobernantes, cuya función ha de ser gobernar, educar y velar porque se cumpla el
ideal de justicia dentro del estado, garantizando sobre todo que cada estamento
cumpla estrictamente la función social que le corresponde y no otraj 2 . los
guerreros o custodios, que constituyen un estamento auxiliar de los gobernantes
y cuya función radica en defender al estado de sus enemigos externos e internos
y, por último, 3 . los campesinos, artesanos, comerciantes, etc., que garanticen la
producción, reproducción y comercio de los bienes materiales que necesita el
estado. En correspondencia con esto, los gobernantes están dotados de alma
de oro y son poseedores de la sabiduria; los guerreros poseen alma de plata y se
destacan por la valentía y, por último, los pertenecientes al tercer estamento social
poseen alma de bronce y deben mantener como virtud la prudencia.
Como puede apreciarse, la teoría ético-política de Platón es inseparable de
su teoría del alma, así como de las restantes partes de su sistema (ontología,
gnoseología, pedagogía, etc.) y constituye una defensa de las normas y valores de
la aristocracia esclavista de su época.
La influencia de Platón en la filosofía de la antigua Grecia, y en general en el
mundo occidental1 fue inmensa1 pero sobre todo se puede apreciar en quien fuera
su discípulo más destacado: Aristóteles.
Aristóteles de Estagira (384-322 a.n.e.) ha sido reconocido como la mente más
universal en el contexto de la filosofía griega antigua.
Hijo de Nicómaco (médico de Amintas, rey de Macedonia), en el 367 a.n.e.
ingresa en La Academia de Platón, en la cual permanecerá por espacio de veinte
años. Tras la muerte de Platón, iniciada ya la conqnista de Grecia por Filipo de
Macedonia, marcha al Asia Menor y funda en Assos una escuela filosófica en el
34 7 a.n.e. Transcurridos dos años se dirige a Mitilene, en la isla de Lesbos y funda
también allí una escuela, dedicada fundamentalmente a los estudios sobre ciencias
naturales. En el342 a.n.e. Filipo lo nombra preceptor de su hijo Alejandro. En el
335 a.n.e. regresa a Atenas y funda su propia escuela, El Liceo (conocida también
como Peripatos o escuela de los filósofos que pasean), dedicada al estudio de la
filosofía y de las ciencias de la naturaleza. En el323 a.n.e. muere Alejandro Magno
y Aristóteles se ve obligado a marchar de Atenas, refugiándose en Calcis, donde
muere a los 62 años de edad.
En la obra escrita de Aristóteles se distinguen dos períodos: el de las obras de
juventud, compuesta fundamentalmente por discursos dedicados al gran público
y el de las obras de madurez, de carácter esotérico y dirigídas específicamente a
los iniciados del Liceo.
Rita María Buch Sánchez 67
"( ... ) En cuanto a los que consideran como causas las ideas1 primero hay
que observar que al querer hallar las causas de los seres han creado otros tantos
seres, iguales en número a los del mundo sensible ( .. ). Pues el número de las
.
ideas es casi igual o poco menor que el de los seres de los cuales partieron y
cuyas causas pretenden sistematizar, ya que cada cosa tiene algún homónimo y,
fuera de las esendas, también lo tienen aquellos seres cuya muchedumbre queda
comprendida bajo la unidad de una noción única, tanto en las cosas sensibles
como en las sempiternas.
"Además, de cuantos argumentos se dan para probar la existencia de las ideas,
ni uno solo consigue hacernos esta realidad evidente" (Aristóteles, 1973, p. 924).
En esta crítica se aprecia el sentido naturalista de la filosofía de Aristóteles y a
partir de ella se explica cómo a pesar de la inclinación de su pensamiento hacia el
idealismo objetivo, su filosofía ofrece importantes elementos naturalistas, y por
ende, materialistas. Esto se demuestra particularmente, en los presupuestos de
partida de la ontología aristotélica, en la que el pensador afirma que la sustancia
es una1 si bien posee un doble carácter, por cuanto se manifiesta como sustancia
primera o ser de la esencia (acepción ontológica de la sustancia) y como sustancia
segunda o esencia del ser (acepción lógica de la sustancia).
"Es, pues, posible aplicar la palabra sustancia en dos sentidos: o bien designa
el último sujeto, el que no es atributo de ningún otro ser, o bien el ser que puede
tener carácter propio y es separable de otro sujeto, es decir, la forma y la especie
de cada ser" (Aristóteles, 1973, p. 966).
En su visión naturalista de la realidad, Aristóteles concibe la naturaleza como
conjunto de seres sujetos a constante devenir. El movimiento se define como
el paso de la potencia al acto, de la posibilidad a la realidad. Al mismo tiempo,
Aristóteles entiende que en el movimiento, intervienen cuatro causas, a saber:
material, formal, eficiente y final.
De tal modo, la naturaleza se manifiesta como una suerte de estructura
piramidal, en la que de manera ascendente se observan los distintos niveles que la
componen: mineral, vegetal, animal, hombres, astros, hasta llegar a la forma pura,
forma de lasformas o Dios, como primer motor inmóvil.
Desde este punto de vista, todo en la naturaleza tiende en su movimiento a
alcanzar un fin, la perfección de la forma de las formas. Así, el movimiento para
Aristóteles tiene un carácter teleológico (finalista) y antropomórfico.
Respecto a la teoría del ahna aristotélica, es necesario señalar que conocer es
privativo del hombre, de su alma, la cual se manifiesta como la forma del cuerpo,
poseedora de automovimiento. Esto, en cuanto al ahna humana. Pero es que el
alma no resulta privativa del hombre, sino que ella se manifiesta como principio
Rita María Buch Sónchez 69
BIBLIOGRAFÍA
ÉTICA ECOLÓGICA
y el aumento de la desertificación.
2. La contaminación de las aguas subterráneas y superficiales, de los mares y
suelo, el agua, las plantas y las especies animales. Cada persona es ciudadana,
no solo de una comunidad político-social, sino de una comunidad natural, cuya
integridad y belleza debe defender.
3. La naturaleza no existe para ser usada y disfrutada arbitrariamente por el
hombre. Los fenómenos naturales deben ser objeto de admiración y respeto y,
por tanto, han de utilizarse de forma responsable.
4. Naturaleza y ser humano tienen un referente común, en términos de
universalidad, es necesaria una comunión del hombre con la naturaleza.
S. La naturaleza evoluciona y el ser humano tiene el poder de ayudar a orientar
el curso de esa evolución. Las biotecnologías abren caminos insospechados en
este sentido.
76 Fundamentos de Ética y B ioét ica
LABIOÉTICA
biotecnologías. Estos dos enfoques han comportado que, unas veces, se considere
a la bioética como un saber ético y en otras, como una ética aplicada.
Desde mi punto de vista, caracterizar a la bioética de Potter como una ética
aplicada sería desacertado, ya que la rrúsma confluye en el caudal de aportes
que a lo largo de la historia han ofrecidos distintos modelos éticos que tratan de
fundamentar la moralidad. La bioética de Potter con sus propósitos de establecer
un nexo entre la revolución biológica, la tecnológica, el medio ambiente y la
conducta humana vertebra con las construcciones conceptuales de carácter
ético que intentan dar cuenta del fenómeno moral. En este caso, no se trata de
aplicar a los distintos ámbitos de la vida social los referentes éticos, sino más
bien fundamentar la moralidad1 es decir, argumentar las razOnes por las que tiene
sentido que los seres humanos se esfuercen en vivir moralmente.
En sus orígenes, la bioética surgió como pensamiento ético. El sustrato holista
con que Potter caracterizó a sus reflexiones nos permiten otorgarle esa dimensión.
Pero muy rápidamente, la bioética alcanzó su mayor popularidad en los marcos
de los planteos y soluciones de los problemas clínicos. Es por estas circunstancias
que para muchos la bioética médica o clínica es la bioética, cuando en realidad se
trata de éticas aplicadas que no tienen ni pueden tener la pretensión universalista
de la bioética holista de Potter.
En el contexto académico en que nos encontramos aquí, podemos proponemos
reservar el término "bioéticá' para referirnos a una reflexión ética abarcadora
que integre la ciencia y la vida, así como los problemas vitales del hombre con
perspectiva de presente y futuro, y mantener el término "bioética médica o clínica"
para denotar un ámbito concreto de aplicación bioética.
Esa distinción es útil, puesto que se trata de dos niveles de reflexión diferentes,
dos niveles de pensamiento acerca de los problemas bioéticos. La pregunta básica
de la bioética aplicada sería entonces: "¿qué debemos hacer?� mientras que la
cuestión central de la Bioética sería más bien: "¿por qué debemosr: es decir, "¿qué
argumentos avalan y sostienen los presupuestos morales que estamos aceptando
como guía de conducta?"
Para contribuir modestamente a resolver el diferendo existente entre el creador
de la bioética y el desarrollo ulterior de los bioeticistas "profesionales� así como
las diversas interpretaciones al respecto, sería muy saludable que se comprendiese
la interrelación entre la bioética como pensamiento ético en general, y sus diversas
expresiones particulares como éticas aplicadas.
Armando ChávezAntúnez 83
LA tTICA COMPLEJA
humano, es necesario intentar responder desde la ética al gran reto legado por
Nietzsche: averiguar si el orden moral desde el que cobran sentido la autonomía
personal, la igualdad entre los semejantes y la forma de vida, solidaria tiene
realidad o es un orden ilusorio.
Ciertamente, las éticas de nuestro momento, con mayor o menor conciencia
de ello, han tomado postura ante tal disyuntiva. Prolongadores de la modernidad,
como kantianos y utilitaristas, emplean sus fuerzas en mostrar la racionalidad
-clásíca- del «punto de vista moral'� aunque el eje de su ética sea, en principio,
distinto. Pero, frente a ellos, denunciar el fracaso de la modernidad, es sin dudas
uno de los tópicos más llevados y traídos.
Postmodernos, ahítos de grandes metarrelatos, intentan reconciliarse -tras la
huella de Nietzsche y Heidegger- con un mundo fragmentario. Premodemos,
insatisfechos con el rumbo dado ala historia por la modernidad moral, convencidos
de que no ha sido capaz de crear más que ilusiones, propugnan el retomo a una
racionalidad anterior a ella, no acuñada por deberes y derechos iguales.
Por otra parte, un indeterminado género de filósofos se enfrenta a un incómodo
dilema: les resulta molesta la modernidad moral por su afán fundamentador
y, sin embargo, no pueden prescindir del orden jurídico y político por ella
fundamentado, porque a fin de cuentas el público no parece dispuesto a liquidarlo.
Se trata entonces de oficiar de equilibrista y subir a la cuerda floja ensayando el
difícil equilibrio de exhortar a las masas a guardar el orden moral, aunque sea
ilusorio, a encarnar la tolerancia y demás virtudes cívicas, aunque no exista para
ello ningún fundamento en la razón.
La pobre ética ha ido perdiendo sus antiguos supuestos y ahora se está
viendo privada de su objeto. Por "pre� por "pos'; por pragmatismo o por afán de
desorientada originalidad, nos estamos quedando sin moral Y, lo que es todavia
peor, posiblemente las mismas éticas contemporáneas estén contribuyendo
a liquidarla.
Entusiasmados los utilitaristas con la idea de dar a la moral una base científica
piden en préstamo a la psicología un fin con el que adquirir un cierto barniz de
cientificidad y también a la economía algún procedimiento calculador con el que
computar utilidades. Pertrechados de su ábaco y de su fin, terminan en una especie
de economía psicológica, que calcula ávidamente utilidades y recibe un fresco
hálito de moralidad al tomar sigilosamente de las éticas de la justicia principios
como el de imparcialidad.
Por su parte, las éticas kantianas de la justicia, gozosas de poder dar razón,
estructural y trascendentalmente, de la corrección de normas y del sentido de
la justicia desde la imparcialidad de lo que todos podrían querer, presenten ya
Armando Chávez Antúnez 93
visos de reducir lo moral a derecho y política, como no intenten ir más allá de sus
actuales ofertas. Que no en vano son éticas kantianas y llevan incorporado ese
esquema -más jurídico que moral o religioso- de la ley y la justicia, para seguir
ordenando el mundo práctico y social Si bien es cierto que Kant lo trascendió
con creces, las éticas kantianas han supuesto un retroceso en este punto.
En efecto, Rawls reconoce abiertamente que su teoría moral versa únicamente
sobre la virtud de la justicia, aplicada al ámbito político, si bien no niega que la
esfera moral sea más amplia que la de la justicia. Sin embargo, Kohlberg, Apel y
Habermas hacen de la norma y la justicia el tema exclusivo de la ética, con lo cual
invitan al lector a preguntarse si los principios de las éticas kantianas, que se precian
de reconstruir de algún modo el imperativo categórico, no reconstruyen más bien
el también kantiano -y rousseauniano- principio del Derecho político.
No sería en tal caso ningún misterio que las éticas kantianas resultaran idóneas
para fundamentar el derecho moderno y las formas de vida política: el misterio
sería más bien qué queda de la moral en tales principios legitimadores de normas.
¿O es la nuestra una época "posmoral", a la que bastan el derecho y la política para
resolver conflictos humanos? ¿Han absorbido las razones jurídica y política las
tareas que antaño desempeñara la razón moral?
Ciertamente así parece en sobradas ocasiones, al considerar no solo actitudes
cotidianas, sino también trabajos de filosofía moral. Por citar, en principio, en
éticas que creen aún posible dar razón de lo moral, se tiene lo moral por economía
psicológica, como sucede con los utilitaristas y por teoria de la justicia en las éticas
kantianas, por doctrina comunitaria de las virtudes que ha de ser tabla rasa del orden
moral contemporáneo, en textos neoaristotélicos. Mientras que el resto trata a la
moral con la convicción de que no existe o con la circunspección de quien, sabedor
de que carece de raíces racionales, tiene por prudente inculcarla cívicamente sin
indagar sus fundament os, no sea cosa que se desvanezca entre los dedos.
Sin embargo, mientras los hombres sigamos viéndonos obligados a justificar
nuestras elecciones, porque el ajustamiento a la realidad no nos viene dado;
mientras sigamos calificando a determinadas justificaciones de "justas" o
"buenas" frente a otras, no importa ahora cuáles sean unas y otras, y si en tiempos
distintos y en diferentes lugares podemos calificar de diverso modo justificaciones
semejantes; mientras "esto es justo" o "esto es bueno" siga significando algo
diferente de ((apruebo esto, haga usted lo mismo" o de "a mí me agrada"; mientras
unas formas de vida sigan pareciéndonos más humanas que otras, seguirá habiendo
una dimensión del hombre, de su conciencia y de su lenguaje, que merecerá por su
especificidad el nombre de "moral� Y será necesaria para legitimar el derecho y la
política, que no son autosuficientes en menesteres de legitimidad.
94 Fundamentos de ÉfÍGi :r......_
BIBLIOGRAFÍA
Ética y hermenéutica
(Interpretación ecosófica de la conducta humana)
En los tiempos actuales la hermenéutica, sin perder su elan filosófico, con más
frecuencia asume cauces interpretativos más concretos en la ciencia, la política, la
estética, el derecho, y por supuesto en la ética, entre otros campos de la cultura.1
Esto, en gran medida, exigido por el mundo de la vida cotidiana, espacio donde
emergen con fuerza las raigales contradicciones en que deviene la sociedad
contemporánea, particularmente la crisis de valores y los vacíos de sentidos,
como resultado de la enajenación progresiva que invade la naturaleza humana, y
la hace extraña al hombre, hasta cosificado y alienarlo de la cultura.
En tales circunstancias, la necesidad de las interpretaciones existenciales
resulta de urgente humanidad y propicia conscientemente la vinculación de la
ética con la hermenéutica y viceversa, desde una perspectiva integradora que
exige misión concreta ante los desafíos y peligros de la existencia del mundo
terrenal y humano.
Por eso se hac� necesario el desarrollo de una hermenéutica analógica que
aprehenda la conducta humana con ansia de humanidad sin obviar los referentes
históricos culturales y con ello, el contexto real en que se realiza. La hermenéutica
1 Véase (Buganza) En este trabajo se comenta cómo Mauricio Beuchot hace hincapié en la necesidad
de la aplicación concreta de la hermenéutica analógica. "Mauricio Beuchot también comenta,
explora y desarrolla su propuesta filosófica con otros filósofos para ensancharla cada vez más. Hay
un libro recién publicado, titulado Puentes hermenéuticos hacia las humanidades y la cultura, donde
hace estos comentarios. El título del libro conviene muy bien porque lo que Beuchot establece
son, precisamente, puentes interpretativos hacia diversas áreas de las humanidades y la cultura
en general (por ejemplo, hacia la psicol� la pedagogía, la filosofia de la cultura, la política, la
literatura, etcétera). Y esos puentes, hay que decirlo, los traza Beuchot siguiendo muy de cerca a
quienes han discutido y ensanchado al movimiento de la hermenéutica analógica, a quienes cita y
comenta" (Buganza).
96 Fundamentos de Ética y Bioética
2 Al mismo tiempo, la hermenéutica analógica, como no cree tener la verdad absoluta, está abierta a
la crítica y oye al otro para mejorar.
3 "Y es que, en definitiva, se abre la puerta a un pensar analógico, a una racionalidad analógica
(y no solo a una hermenéutica analógica), que no caiga en la prepotencia de la wlivocidad, del
univocismo, ni en el relativismo de la equivocidad, del equivocismo. Es una racionalidad abierta y
a la vez rigurosa, que no se cierra en el único enfoque y en la única verdad, de modo reduccionista¡
pero tampoco se abre indefinidamente a cualquier enfoque y las demasiadas verdades, sino que
reconoce un límite para las verdades y los enfoques, de modo que, pasando ese lúnite, se da lo falso y
lo erróneo. Pero ya se ha dado cabida al pluralismo, a un pluralismo dialogante, pues la analogía hay
que establecerla mediante el diálogo, en el diálogo de los que están en el camino de su búsqueda"
(Beuchot, 1997, p.l6).
Rigaberta Pupa Pupa 97
4 "Cuando un alma sensible y culta rewerda sus esfuerzos por trazar, según su propio destino
intelectual, las grandes líneas delaRazón, cuando eshtdia por medio de la historia de su propia cultura
se da cuenta de que en la base de sus certidumbres íntimas queda aún el recuerdo de una ignorancia
esencial. En el reino del conocimiento mismo hay así una falta original, la de tener un origen¡ la de
perderse la gloria de ser intempor.ll; la de no despertar siendo uno mismo para p ermanecer como
uno mismo, sino esperar del mundo oscuro la lección de la luz" (Bachelard, 2000, p. 7).
98 Fundamentos de Ética y llioitiGo
el hablar. Ahora estamos en condiciones de comprender que este giro del hacer
de la cosa misma, del acceso del sentido al lenguaje, apunta a una estructma
universal-ontológica, a la constitución fundamental de todo aquello hacia lo que
puede volverse la comprensión. El ser que puede ser comprendido es lenguaje. El
fenómeno hermenéutico devuelve aquí su propia universalidad a la constitución
óntica de lo comprendido cuando determina ésta en un sentido universal como
lenguaje, y cuando entiende su propia referencia a lo que es como interpretación.
Por eso no hablamos sólo de un lenguaje del arte, sino también de un lenguaje de
la naturaleza, e incluso del lenguaje de la cosas" (Gadamer,-1977, pp. 567-568).
Esta concepción, en parte la continúa la hermenéutica de Heidegger, pero
Gadamer, sin superarla en su totalidad, la matiza con nuevas aprehensiones que
historizan y contextualizan los horizontes donde deviene y opera el lenguaje. Así
expresa: "El lenguaje no es sólo una de las dotaciones de que está pertrechado el
hombre tal como está en el mundo, sino que en él se basa y se representa el que
los hombres simplemente tengan mundo. Para el hombre el mundo está ahí como
mundo en una forma bajo la cual no tiene existencia para ningún otro ser vivo
puesto en él. Y esta existencia del mundo está constituida lingüísticamente. Este
es el verdadero meollo de una frase expresada por Humboldt con otra intención,
la de que las lenguas son acepciones del mundo. Con esto, Humboldt quiere
decir que el lenguaje afirma frente al individuo perteneciente a una comunidad
lingüística una especie de existencia autónoma, y que introduce al individuo,
cuando éste crece en ella, en una determinada relación con el mundo y en un
determinado comportamiento hacia él. Pero más importante aún es lo que subyace
a este aserto: que el lenguaje no afirma a su vez una existencia autónoma frente
al mundo que habla a través de él. No sólo el mundo es mundo en cuanto que
accede al lenguaje: el lenguaje sólo tiene su verdadera existencia en el hecho de
que en él se representa el mundo. La humanidad originaria del lenguaje significa,
pues, al mismo tiempo la lingüisticidad originaria del estar-en-el-mundo del
hombre. Tendremos que perseguir un poco más la relación de lenguaje y mundo
si queremos ganar un horizonte adecuado para la lingüisticidad de la experiencia
hermenéutica" (Gadamer, 1977, p. 531).
Momentos interesantes del deveuir del lenguaje en el acto interpretativo
están presentes en la hermenéutica gadameriana, pero olvida otras mediaciones
esenciales, inherentes a la lingüisticidad de la experiencia hermenéutica. Si
ciertamente, "el lenguaje sólo tiene su verdadera existencia en el hecho de que en
él se representa el mundo� la propia representación del mundo está mediada por
Rigoberto Pupo Pupo 99
6 Una hermenéutica de esta naturaleza no separa el texto del hombre que lo escribe, ni el contexto
histórico-cultural que antecede y sirve de mediación central. Sencillamente sigue fiehnente el
método de la hermenéutica analógica: la sutileza y la penetración, sin aprioris innecesarios. Busca
lo referencial y se atiene a l a lógica especial del objeto especial en la asunción subjetiva de la realidad,
en el decir de Marx.
Rigoberto Pupo Pupo 101
suficiente para que no se incurra en el relativismo, y también tiene una particularidad o diferencia
preponderante, de manera que no se corre el riesgo de caer en el universalismo feroz que algunos
quieren asegurar.
"Es, además, una postura que, junto con la preservación de las diferencias a.tlturales en el seno de
una sociedad, permitirá un acceso justo al bien común. Es cierto que, al interactuar las culturas, las
diferencias culhlrales se van desdibujando; algunas hasta llegan a borrarse. Es cierto que al tener
acceso a la ignaldad de oportunidades y de bienes, se pierden algunas cosas propias y peruliares de
la cultura particular; pero no hasta el punto de renunciar a la propia identidad, a la representación de
si mismo, a la memoria común, al imaginario colectivo, que es lo que afianza a la realidad, a la vida"
(Beuchot, La filosofia ante el pluralismo cultural).
Rigaberta Pupa Pupa 103
suena algo impositivo, sino ayudar al texto a cobrar al menos en parte el sentido
inicial que tuvo, por medio de la recuperación parcial también de la intencionalidad
del autor. Hay una especie de lucha entre el autor y el lector en la arena del texto� 10
Algunos humanistas creen que necesariamente ganará el lectorJ y que siempre la
interpretación será subjetiva. Hay otros que se empeñan en darle el triunfo al
autor y esperan que la interpretación sea objetiva. Pero yo prefiero pensar que
más bien hay un entrecruce entre lo objetivo y lo subjetivo. No se puede alcanzar
la plena objetividad, pero tampoco tenemos que renunciar a ella y abandonarnos
al subjetivismo. Hay lo que yo llamo una interpretación limítrofe, que reúne en
una linea lo subjetivo y lo objetivo/1 y que, aun aceptando la intromisión de la
subjetividad, nos deja la suficiente objetividad para que podamos decir que no
traicionamos al autor cuyo texto estamos interpretando. No creo que sea válido
el escepticismo de algunos que ya no aceptan nada como objetivo, y hacen toda
interpretación completamente relativa a la subjetividad del intérprete. Hay que
luchar por la objetividad para la hermenéutica, a pesar de que haya que reconocer
la injerencia de la subjetividad. Ciertamente no se puede obtener una lectura de
un texto completamente unívoca y como una copia de la que originahnente quiso
el autor; pero ello no autoriza para caer en una lectura completamente equívoca
y desdibujada. Algo se puede alcanzar, a saber, una lectura intermedia, que no
carezca de objetividad, pero que tampoco tenga pretensiones desmedidas. Ahora
que muchos, en las ciencias humanas, renuncian a la objetividad y se entregan
a la lectura subjetiva, desentendida y despreocupada, yo quisiera defender aún
la objetividad, aunque sea de una manera moderada. Una defensa módica pero
suficiente" (Beuchot, 1997, pp. 4-5 ) , sobre la base de una hermenéutica analógica
que no pierda de vista los referentes culturales de los textos, en este caso, de la
conducta humana, de la eticidad, concretada en una moral, 12 fundada en la cultura
y la humanidad del ser humano en su real complejidad (Véase Morin, 1999).
10 Hago énfasis que al referirme al texto, incluyo no sólo el texto escrito, como es común, sino todo
aquello que tiene significación importante. Asila conducta ético-moral es un texto, una mirada, una
imagen, una acción, una actuación, un retrato, una perspectiva, etc. Sencillamente vivimos en un
mundo textual, intertextual.
11 Martí lo comprendió y lo aplicó en su rica obra: "Nada absoluto es verdadero. La vida humana es
idea de que el hombre se encuentra en el límite de lo que puede decir y lo que debe callar. Ambos
autores permiten a la autora justificar su propuesta de buscar el medio, la búsqueda de proporción
al momento de realizar interpretaciones.
"Claro que esta propuesta debe ser tomada al momento de revisar las diferentes posturas éticas. Para
la autora lo importante es proponer alternativas que apelen tanto a lo racional como a lo emocional,
donde se establezcan vínculos entre los individuos, mismos que serán posibles a través del diálogo,
del compromiso, del respeto, de la convicción ( .. ). El principal propósito de la autora es despertar
.
el interés de quienes realizan interpretaciones en el campo de la ética para que basen su trabajo en el
diálogo, el compromiso, el respeto, la libertad y la responsabilidad. Todo ello gracias a la práctica de
la prudencia" (Remedios, 2003, p. 112).
13 "Se trata d el concepto de virtud [sobre el cual A. Maclntyre en su libro Tras la virtud ha llamado
fuertemente la atención]. Este concepto, digo, ha vuelto como virtud intelectual, en el campo de la
epistemología [tal es el caso del desarrollo que E. Sosa presenta en su texto 'Conocimiento y virtud
intelectual'], y en el campo de la ética, como virtud moral o práctica [opción desarrollada por Ph.
Foot en su libro Las virtudesy los vicios, y otros ensayos de filosofía moral]. Se puede definir la virtud
diciendo que es una propiedad disposicional que la persona puede adquirir, y que la capacita para
hacer bien una cierta actividad. Y se puede entender la educación como el suscitar y promover las
virtudes en el individuo a partir de él mismo.
"A algunos les ha parecido poco relevante esta idea, pero se pueden salvar las dificultades que
se presentan. Por ejemplo, en el campo de la moral, Adela Cortina en su texto 'Moral dialógica
y educación democrática', se pregunta no sólo si puede enseñarse la virtud, sino si vale la pena
enseñarla. Entiende que la enseñanza de destrezas no es suficiente para enseñar la moral. El
comportamiento moral no se enseña, no se transmite. Según ella, la moral es un fin, mientras que
las habilidades son medios; y el acumular habilidades no ayuda a perseguir fines adecuados. No
se pueden enseñar las virtudes morales como si fueran destrezas o habilidades técnicas. Este es
un cuestionamiento que ya se haáa Kant, el cual mostraba el olvido de lo que significa una virtud
según la tradición aristotélica [la cual, como señala Capelletti en su artículo 'Naturaleza y fines de
la educación en Aristóteles', apoyado, a su vez, en el libro X de la Eth. Nic, que la contemplación
(theoria) es superior a la acción, que las virtudes dianoéticas (que son fines últimos) son superiores
a las virtudes éticas (que son fines intermedios) y que éstas, a su vez, son superiores a las habilidades
técnicas]. En efecto, Kant, sobre todo, olvida que para Aristóteles la virtud, que ciertamente es un
medio, no puede estar des1igada de los fines. Está precisamente en función de ellos. La finalidad
objetiva es la perfecd.ón del hombre, y la subjetiva es la felicidad. Claro que, así dichas, pueden ser
acusadas de reducirse a conceptosformales, vacíos, o que se pueden llenar con cualquier cosa. Cada
quien entiende de manera diferente la perfección y la felicidad" (Beuchot, La formación de virtudes
como paradigma analógico de vmudes).
Rigoberto Pupo Pupo 105
14 Ya sabemos que la superación dialéctica no elimina lo superado. Lo integra a la totalidad, pero con
mayor riqueza en mediaciones.
106 Fundamentos de ftica y-
16
"Sin un cambio en el campo de las disposiciones cognitivas, no es posible ningún cambio
social y político. Toda revolución social presupone una revolución culturaL Lo que tú llamas
ideas distorsionadas, merecerían un análisis profundo de los distintos detalles y métodos que
acríticamente nos inducen a aceptarlas. Muchas de las cosas que adquirimos, demasiadas actividades
que realizamos, no nos ayudan a potenciar nuestras capacidades como seres pertenecientes a una
comunidad viva, y en cambio sí perpetúan una rulhlra basada en la explotación del hombre y la
naturaleza" I esia, entrevista aAlex Escamilla).
( gl
108 Fundamentos de Ética y Bioética
BIBLIOGRAFÍA
ÉTICA MÉDICA
Pero en el mundo actual sabemos que no impera una sola ética. Los desaflos
al hombre y a la preservación de la salud acechan sin cesar. También los intereses
de los hombres son disúniles y no siempre se impone la ética con la racionalidad
humana que requiere. Muchas veces se entronizan los intereses egoístas y
mezquinos del mercado y las ansias de ganancia a cualquier precio. No se puede
olvidar que vivimos en un mundo donde la enajenación crece a pasos agigantados.
La llamada sociedad global está dominada por el capital, y los intereses humanos
ceden su lugar a la deshumanización progresiva. Por ello, desde una posición ética
realista, no deben perderse de vista las siguientes tesis de partida:
l. No todo lo que es tecnológicamente posible es moralmente aceptable: el
médico tendrá que evaluar en cada caso cómo conciliar sus posibilidades
tecno-cientificas con sus imperativos morales.
2. Es un conocimiento científico suficientemente contrastado y aceptado
muchas razones, entre las que se encuentran el creciente interés de las sociedades
modernas por el uso adecuado de los conocimientos científicos y las tecnologías,
así como también las tensiones y preocupaciones acerca de sus consecuencias
adversas en la vida, y en la salud de la población humana. A ello se unen las
preocupaciones por!os problemas de naturaleza ambiental, entre los que destacan
la vida en el planeta y los efectos de nuestra actividad científica y productiva, así
como los daños provocados a los ecosistemas por la aplicación de los avances
científicos. En América Latina tienen una incidencia importante también las
preocupaciones por los problemas relacionados con el poder, la igualdad y la
equidad; el acceso a los servicios de salud; así como la polarización extrema de
las sociedades en sectores ricos y pobres. Ello ha dado lugar a propuestas como
la bioética de intervención, que asumen un compromiso claro y distintivo con la
superación de los problemas persistentes, junto a los problemas nuevos (véase
Garrafa y Porto, enAcosta, 2002, pp. 185-200.)
Es conocido que el origen de la nueva disciplina y el uso del neologismo bioética
para designarla se remontan a los escritos de Potter. Éste la conceptualizaba como
un sistema moral basado en conocimientos biológicos y valores humanos, dentro
del cual los seres humanos debemos aceptar plenamente la responsabilidad por
la supervivencia biológica y cultural, por nuestra supervivencia y la del resto de
las especies, por la preservación del medio ambiente (Acosta, 2002). De esto se
desprende que la bioética se ocupa del cuidado y de la afirmación de la vida desde
un enfoque interdisciplinario y plural, en diálogo permanente con la filosofía
social y política y con la ética ambiental, también conocida como eco ética. Por
ello, Potter enfatizaba en la necesidad de establecer un puente entre las ciencias
biológicas y las humanidades a través de la reflexión ética, inspirado sobre todo en
las nociones ecológicas reunidas en la ética de la tierra de Aldo Leopold (1949).
De todo lo anterior, emerge la primera propuesta de Potter, la bioética puente
al futuro, y puente entre ciencias y humanidades. Pero en la década siguiente,
el oncólogo norteamericano se percató de que no bastaban los presupuestos
ambientales en general, o el establecimiento de un puente entre las ciencias y las
humanidades; se hacía necesario incorporar la diversidad de la cultura humana, su
heterogeneidad, para con ella incorporar las problemáticas políticas y económicas
que inciden en el pensamiento ético. Al tomar estas problemáticas juntas, la
bioética puente deviene en bioética global.
Cabe aclarar que existe una fuerte tendencia a equiparar la bioética con la
ética médica, cuyos fundamentos filosóficos se remontan al famoso Juramento
Hipocrático (García, 2009), el código de ética médica que más ha influido en
la medicina occidental. Así, diversos autores como Albert Jonsen, sostienen
116 Fundamentos de Ética y Bioétka
La bioética global forma parte de las nuevas teorías que integran la denominada
revolución contemporánea del saber (Delgado, 2007). Dentro de ella, comparte
junto con otras teorías preocupaciones, tensiones, modos de comprensión y
propuestas de solución a problemas acuciantes de la humanidad y su relación con
la naturaleza. Y es que el siglo xx produjo nuevas teorías científicas y cambios
importantes en conceptos fundamentales como la verdad, el determinismo,
José Félix Gorda Rodríguez 117
la causalidad. Ello puso bajo serio e_, stionamiento las dicotomías que otrora
constituyeron el fundamento de nuc_�-, ·us modos de comprensión: el bien y el
mal, la verdad y el error, la certidumb:�- y la incertidumbre, el determinismo y el
ind etenninismo. Por esto, la propuesta �: ca de Potterencuen tra sufundamentación
más sólida en las epistemologías contu _;Joráneas que reconocen la multiplicidad
de verdades; el carácter social e histó1·i o de todo conocimiento; que precisan la
noción de sujeto con la de observado�, que vinculan el conocimiento a la vida.
Desde esta perspectiva vitaC se � ;;be considerar de manera conjunta e
integrada, el dominio que conformar:.� bioética global, el holismo ambiental, la
epistemología de segw1do ord�n, .::.:. 1samiento complejo y los estudios de la
complejidad. Por su posicion vincula _ entre estas corrientes, la bioética global
está sentando en la actualidad las base·� _2 un pensamiento ético nuevo que busca
soluciones a los problem�s actuales 1 :::diante el concurso de la sabiduría que
aportan no solo las ciencias, sino tanl�- i n las comunidades y los ciudadanos.
La bioética global coloca al sujete eal junto con sus contradicciones en el
centro de la reflexión moral, y está _ada de una vocación incluyente (de la
humanidad y la naturaleza) j pug¡u ? _ iberarse de la simplificación moral que
a lo largo de la historia de la hum2.·1 Jad ha pretendido anular la diversidad
humana, que expresa el universo mora mediante la conceptualización absoluta
y cerrada que contrapone de forma h _:_:t_ria y simplificadora el bien y el mal, y
que anula al sujeto real diverso, heterc � :1eo, creativo, mediante el universalismo
abstracto que suprime la complejiJ:: e moral. Por ello, en la bioética global,
Potter expresa la crisis de la humanid<: : :·omo problema de la supervivencia de la
humanidad, y propone una salida me _ nte la búsqueda de una nueva sabiduría.
Este planteamiento constituye en re::__tad un cambio en el modo en que se
concibe el objeto de la ciencia. Así, y e '. .1c desde la modernidad se ha entendido
el objeto de la ciencia como el estt: J () del mundo exterior, Pottcr propone
alcanzar una sabiduría que se ocupe - �1r igual de las consecuencias prácticas
de ese conocimiento para la superviv·:� cia de la humanidad. Ocuparse del uso
del conocimiento y sus consecuencia·�, ;;ignifica introducir la indagaciór1 de bs
propósitos. Esto representa la incorpon_ ión de la ética y la reflexión moral dentro
de las ciencias, dentro del conocimien_-, y no únicamente en la esfera de vínculo
ciencia-sociedad como hasta la fechas---�· cde.
Así, lo moral deja de ser un elemc1 ) social exten1o o vinculante, y se hace
parte inalienable de la producción de .Sc1. ;er científico en el mundo. Esto significa
un cambio radical en los ideales de co:·c" :.::imiento, ya que hasta el presente se ha
operado con ideales que buscan el con-J imiento objetivo; la verdad que permita
el dominio del hombre sobre la natu:::a :::za y la sociedad, mediante el ejercicio
118 Fundamentos de ttica y Bioética
de manera tal que sus temologías e instituciones sociales así como sus estructuras
materiales y sociales, no interfieran con la capacidad inherente de la naturaleza
para mantener la vida, o destruiremos las bases biológicas de la vida en la Tierra,
según su forma actual (Capra, 2002).
En cualquiera de sus conceptualizaciones,la crisis de la humanidad expresa una
tarea bioética urgente,pues el verdadero dilema radica en la capacidad dialógica de
los seres humanos para asegurar su sobrevivencia y la de otras especies en la Tierra.
Para ello, se necesita suficiente humildad cognoscitiva, para aprehender el enlace
fundamental existente entre la vida, la cogoición y el medio ambiente. ¿Cómo
podríamos enfrentar la crisis actual si no estamos a la altura de los tiempos? Sin
democracia cognitiva y ruptura de las barreras disciplinarias sería imposible. En
síntesis, la crísis de la humanidad se reconoce en un reto fundamental planteado a
todos los seres humanos: el de la supervivencia de la humanidad o la extinción de
la nuestra y otras formas de vida en el planeta Tierra. En este sentido1 la bioética
global tiene mucho que decir y hacer.
BIBLIOGRAFÍA