Derecho Internacional privado. Se sostiene que es la rama del derecho que analiza las relaciones jurídicas internacionales ya sea entre privados, o donde existe un interés privado. Sus inicios se remontan en la época de los griegos cuando se presentaban problemas de personalidad y territorialidad de las leyes, en la época de los romanos se abandonó la tendencia de los griegos y se consideró que cada ciudadano se juzgaría por sus propios tribunales en base a su propio derecho aplicable a los extranjeros, para evitar los problemas que se presentaban de personalidad y territorialidad de las leyes, se dieron dos soluciones: Primero se proponía que se aplicara el estatuto del lugar donde había ocurrido el conflicto, aplicando la territorialidad de la ley, y segundo se exigía la aplicación del estatuto más justo (equitativo) para el caso concreto. Aunque se dice que el máximo exponente es Bartolo de Sassoferrato, es decir, el padre del derecho Internacional Privado Moderno, es de aclarar que la expresión de Derecho Internacional Privado fue acuñada por Joseph Story Juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos, quien la utilizaría por primera vez en el año 1834. Realmente, parece difícil que el Derecho Internacional privado sea internacional, pues sus normas no se dictan por entidades supraestatales, sino por los propios estados, su carácter de trascender las propias fronteras no oculta que, siendo los acuerdos internacionales efectivos cuando se aceptan por el derecho interno, puesto que cuando el juez lo aplica, aplica derecho propio. Lo que no significa, naturalmente, reconocer que es cada vez mayor la tendencia a reconocerle un sitio en el Derecho Internacional, incluso a su reconocimiento completo como rama del derecho, como tampoco puede ocultar las discusiones acerca de su inclusión sistemática, como derecho público o privado. La mayoría de la más autorizada doctrina sobre el Derecho Internacional Privado y su historia sitúa los orígenes de esta rama del derecho en la tan célebre glosa de Acursio a la lex Cunctos Populus de 1228. Así se definía de esta forma a la Constitución de los emperadores Graciano, Valentiniano y Teodosio que imponía la religión católica a todos los súbditos del Imperio en los siguientes términos; "Queremos que todos los pueblos sometidos a nuestro clemente Imperio profese la fe que el Divino Apóstol Pedro enseñara a los romanos" El glosador, entonces, realizó el siguiente comentario: "Si un habitante de Bolonia se traslada a Módena no debe ser juzgado con arreglo a los estatutos de Módena, a los cuales no está sometido, como lo demuestra la frase de la ley Cunctos Populus, los que estén sometidos a nuestra benévola autoridad". A esta Glosa se le atribuye haber reconocido por primera vez la extraterritorialidad de las leyes y por ende se la erige como la génesis del Derecho Internacional Privado. En concordancia es Gutzwiller quien destaca que el estudio de la historia como pilar fundamental del Derecho Internacional Privado, afirma que las soluciones fundamentales sobre las que reposa el Derecho internacional privado moderno, no pertenecen ni al derecho romano clásico ni al derecho bizantino del siglo VI, por tal razón se sostiene que los padres del Derecho internacional privado son los juristas que vivieron a partir del siglo XI, en las ciudades del norte de Italia: Módena, Bolonia, Florencia, entre otros, sin embargo, no debemos soslayar que la más distinguida doctrina nacional también omite referencias al desarrollo histórico anterior a la escuela estatutaria italiana. En cuanto a las fuentes de este derecho son los tratados; la ley y la costumbre en una división trimembre, es decir los tratados internacionales son los acuerdos de voluntades sujetas a la comunidad internacional, estados u organismos internacionales que crean, modifican o extinguen derechos y obligaciones entre las partes. Sobresale el hecho de que la codificación en derecho internacional privado tiene muy pocos auspicios y exitosos vaticinios en la Comunidad Europea. Es posible que los tratados no eliminen los conflictos que surgen debido al problema de su interpretación, máxime cuando no hay una jurisdicción obligatoria para solucionar tales conflictos. En este aspecto el Código Bustamante de Derecho Internacional Privado es el único en su género que existe en el mundo, tiene 437 artículos con un título preliminar y cuatro libros sobre derecho civil mercantil, penal y procesal. Este tratado ha sido ratificado, por lo que se aplica supletoriamente cuando la ley internacional se remite a los tratados internacionales como el exequatur y la extradición o cuando no se apoya en la legislación. Por su parte la costumbre es definida por Truyol como la forma primaria de manifestarse la voluntad positivadora de una comunidad, ya que se presenta como un conjunto de reglas observadas de hecho, dichas reglas se revelan por la repetición de ciertos actos, acompañados del sentimiento de su obligatoriedad, debido a la repetición constante, el uso, es elemento material y externo de la costumbre jurídica, pero no basta por sí sola para constituirla. Es decir, la costumbre es un uso constante y permanente que terminó por adquirir obligatoriedad, la misma está integrada por un elemento material u objetivo que es la repetición de un hecho en forma continua, uniforme y más o menos duradera, y un elemento psicológico o subjetivo, que es la voluntad de crear la norma, cabe destacar que si no existen estos elementos no existe la costumbre. Por su parte pero dentro de contexto la ley positiva constituye un elemento esencial en el derecho internacional privado en los conflictos de leyes y de jurisdicciones porque permite establecer el alcance de dichas reglas mandatarias, pero, como está limitada por el territorio y las personas, es un obstáculo para la uniformidad de las soluciones. En este mismo orden de ideas cuando se da una concurrencia de dos o más normas cuya aplicación o cumplimiento simultáneo resulta incompatible o de difícil aplicación conjunta, estaríamos frente a una norma de conflicto. En ese sentido, es la existencia de dos normas que regulan el mismo supuesto de hecho, y que le imputan consecuencias jurídicas incompatibles. Por ello el TSJ mediante sentencia de fecha 22 de marzo de 2002, ha señalado que el conflicto de normas parte de la existencia de diferentes disposiciones que estén destinadas a regular en forma diferente una misma hipótesis, con el fin de resolver el conflicto de normas, se establecen tres principios fundamentales: 1. Se aplica con preferencia la ley superior jerárquicamente, 2. Se aplica con preferencia la norma posterior en relación con la ley anterior y 3. Se aplica la norma especial con relación a la ley general, además de estos principios, en materia penal y laboral, se aplica la norma más favorable al reo o trabajador, según sea el caso. En las legislaciones se siguen encontrando normas unilaterales, pero predominan las bilaterales, puesto que, la tendencia, además, es favorable a la elaboración de normas de conflicto bilaterales, como ponen de manifiesto las reformas efectuadas en distintos países, entre ellos España, en los que se ha pasado de una redacción unilateral a otra bilateral de las normas de conflicto esta norma de conflicto bilateral es caracterizada usualmente como norma indirecta frente a la norma material, o norma directa, en esta última se contempla un supuesto de hecho y se le atribuye, por la propia norma, una consecuencia jurídica. En la norma de conflicto bilateral, en cambio, se contempla una relación o situación jurídica, o algún aspecto de la misma, y para su regulación la norma se remite, por medio de una circunstancia o punto de conexión, al Derecho del foro o al Derecho de otro Estado. Destacando que la norma de conflicto bilateral por no contemplar meros hechos, sino relaciones o situaciones jurídicas que en unas ocasiones es considerada en su globalidad y en otras, cada vez más numerosas, lo es fraccionadamente, teniendo en cuenta sus diferentes aspectos. La regulación de tales aspectos, relaciones o situaciones no se encuentra, como se ha dicho, en la misma norma, sino que debe buscarse en el Derecho designado. Si éste es un Derecho extranjero, es necesario precisar, además, si la remisión es a la ley material o al ordenamiento en su conjunto, dado que en el segundo caso, las normas de conflicto extranjeras quedan comprendidas en la remisión, por lo que puede darse un reenvío, y corresponde al Derecho de cada Estado establecer en qué supuestos la remisión debe entenderse como remisión material o como remisión total. Así mismo se deben considerar ciertos factores de conexión como; La ley expresamente elegida por las partes, autonomía de la voluntad; La ley del lugar de cumplimiento; La ley de la obligación principal; y La ley del lugar de celebración, funcionando uno en defecto del otro. Aunado a ello es importante saber que, existe la posibilidad que en un caso concreto, no se presente el factor de conexión legalmente previsto por la norma de conflicto para la solución del mismo, por lo que el Juez deberá encontrar en los propios elementos del caso, aquellos de mayor fuerza vinculatoria y crear un factor de conexión especial, supletorio al legalmente previsto, para lograrlo se podrá utilizar la analogía, la doctrina y el derecho comparado. Por otra parte pero dentro de contexto el Derecho interno es el conjunto de normas que regulan las relaciones entre individuos o instituciones o de estos con el Estado, este término se usa en contraposición al Derecho Internacional, que regula las relaciones entre Estados u otros sujetos de derecho internacional. Si analizamos todo hasta aquí notamos que se menciona el reenvió, y es que el mismo se trata de determinar si cuando una regla se refiere al derecho de otro país debe aplicarse el derecho sustancial de ese país o las normas de derecho internacional privado, y es que el problema de la remisión es el caso del conflicto negativo surgido entre las reglas de conflictos de leyes y jurisdicciones de varios países, que puede ser positivo o negativo, en este caso cada fórum o foro pretende aplicar su ley internacional, pero en los casos de los conflictos de leyes y jurisdicciones puede ser negativo, es decir, los dos Estados rechazan aplicar su ley interna. En cuanto al orden público, este es más concretamente denominado orden público internacional, y corresponde a una de las posibles excepciones de las que se valen los Estados para excluir la aplicación de leyes o sentencias foráneas, o bien cualquier instituto jurídico o elemento extranjero en su territorio, este orden está constituido por un conjunto de principios fundamentales, debido proceso, derechos políticos, económicos, culturales que conforman la esencia misma del Estado, y opera como límite a la autonomía de la voluntad de las partes, actuando como remedio de carácter excepcional, cuando al aplicar él derecho extranjero en un caso dentro del estado, este derecho vulnere, perturbe o afecte los principios fundamentales de las normas del país. De esta manera se trata de evitar lo que se conoce como el fraude a la ley, determinando que esta es una figura jurídica propia del Derecho Internacional Privado, en donde se puede apreciar un juego con las legislaciones, en donde se aplica una normativa que no le correspondía, para así responder a sus intereses, empleando el uso de artificios y artimañas. Básicamente las personas se acogen a leyes extranjeras que no eran las aplicables, a través de la manipulación de las distintas normas de países, realizándose simulaciones de actos lícitos, que a primera vista se considerarían correctas, no obstante, es un canal ilícito para utilizar la legislación que no era la competente. En este sentido el fraude a la ley es complicado de probar, y escasamente existe normativa que la desarrolle además, es considerada como una figura subsidiaria, ya que dentro de las controversias se deben buscar otros mecanismos para resolverlas, quedando como última opción el fraude, convirtiéndola en una figura débil y carente de autonomía, por ello resulta necesario desarrollarla, otorgándole una categoría especial para que las conductas de las partes, en donde claramente se aprecia la burla de normas, sean realmente sancionadas. Para concluir es importante conocer sobre la teoría de las clasificaciones debido a que existe una Teoría Internacionalistas, la cual establece que el derecho Internacional Privado se debe estudiar en razón a un conjunto o comunidad de Estados, y también una Teoría Universalistas que establece que el Derecho Internacional Privado se debe estudiar como una comunidad Universal de Personas. Referencias: KEGEL, Gerhard: Derecho intencional privado, Bogotá, Ediciones Rosaristas, 1982, p. 80. https://accesoalajusticia.org/wp/monitoreo-juridico/aplicacion-del-principio-de- norma-mas-favorable-en-materia-laboral/ Cfr. KALLER de ORCHANSKY, Berta; Nuevo Manual de Derecho Internacional Privado, Ed. Plus Ultra, Buenos Aires, 1994, p. 44.