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La subjetividad internacional del individuo

El derecho internacional clásico se basó en un escenario constituido por una comunidad


internacional en la que predominaba una estructura interestatal. En tal sentido, el derecho
internacional clásico poseía una finalidad principalmente de tipo relacional y competencial; es
decir la regulación de las relaciones entre Estados y la distribución de las competencias entre ellos.
Esta postura originó que los Estados fueran considerados como los únicos sujetos de derecho
internacional, y desde una perspectiva doctrinal los individuos eran sólo objeto del derecho
internacional.

Consideración del individuo en el derecho internacional

Las múltiples discusiones que acerca de la situación del individuo ante el D.I.P. se producen, no se
deben tanto a oposiciones de fondo cuanto a la imprecisión en los conceptos. Para llegar a una
solución nítida de las mismas se impone, pues, delimitar previamente con toda claridad los
distintos problemas que hay que resolver. Tres son los principales:

1° ¿Son los individuos sujetos normales del D.I. convencional o consuetudinario?

2° ¿Son los individuos, por excepción, sujetos del mismo?

3° ¿Son los individuos sujetos de normas establecidas por órganos de la comunidad internacional
sobre la base de algún tratado?

Habría una cuarta pregunta que deberíamos hacernos:

4° ¿Pueden los individuos ser juzgados internacionalmente, por otros Estados o por tribunales
internacionales?

1) Según la doctrina dominante, los individuos no son, en principio, sujetos del D.I.P., sino objetos
suyos. Si el D.I. protege los intereses de individuos (por ejemplo, de los extranjeros o de los
prisioneros de guerra), no concede derechos ni impone obligaciones a los individuos directamente
y sí a los Estados a que pertenecen. Son pocos los autores que sostienen que los Estados actúan
como simples representantes (agentes) de sus nacionales y que estos son los verdaderos sujetos
del D.I.

Pero esta concepción queda refutada por la práctica internacional, pues los Estados que hacen
valer derechos de resarcimiento de daños inferidos a súbditos suyos, cuando reclaman, pueden
proceder según su arbitrio y han de tener en cuenta también el interés público. Y no cabe, por
último, la menor duda de que las sanciones del D.I. (represalias, ejecución colectiva) se dirigen
contra la colectividad y no contra el individuo culpable como tal.

2) Se discute también, si por excepción, los individuos pueden, como tales, ser sujetos de derechos
y obligaciones internacionales.

Según el principio de "mediatización" de los individuos por los Estados a los que pertenecen, trae
como consecuencia el que los individuos no puedan, según el D.I. común hacer valer por sí mismos
un derecho ante un organismo internacional y tengan que reservar este recurso a la apreciación
de su Estado, quedando sus posibilidades jurídicas individuales en las instancias supremas de un
Estado, y también al capricho o no del tipo de gobierno -democrático o antidemocrático- vigente.
En primer lugar, ha ido cobrando relevancia, el principio de la intervención por razón de
humanidad, que fue abriéndose paso en el siglo XIX. Esto hace que la comunidad de Estados, tenga
derecho a intervenir contra medidas que, si bien proceden de un Estado, violan los derechos
humanos más elementales de sus propios súbditos. Este ha sido erigido como principio general en
la Carta de la ONU y aprobado por la AG de la ONU en 1948 en la Declaración sobre los derechos
humanos. De todas formas, esto no concede a los individuos derechos que emanen directamente
del D.I.

Una elevación de principio de los individuos a la categoría de sujetos del D.I. sólo podría
alcanzarse, si los individuos, cuyos derechos fundamentales hubiesen sido violados, disfrutasen de
un derecho individual de acceso ante un órgano de la ONU contra el Estado culpable. Un primer
paso en esa dirección lo constituyó el procedimiento de petición introducido por el convenio
europeo de derechos humanos, en el que los individuos afectados tienen calidad de partes.
Actualmente también otorga ese derecho el Pacto de San José de Costa Rica entre otros.

Por lo que atañe a las obligaciones, prevalece la opinión de que el D.I. común no las impone a
individuos como tales. Oponiéndose a ella, recoge Kelsen una teoría ya sostenida antiguamente
por Rehm, según la cual el D.I. positivo da pie para que consideremos también al individuo, y no
solo al Estado, como sujeto de hechos antijurídicos directamente regulados por el D.I., por lo que
las sanciones reguladas por este pueden dirigirse, no solo contra los Estados, sino también contra
individuos. Aduce Kelsen el ejemplo de la piratería y el de la violación de un bloqueo por buques
neutrales: en estos casos estamos, a su juicio: o

a) ante supuestos de hecho, a los que el propio D.I. asocia una determinada sanción, dirigida
contra el individuo (p. ej., la confiscación del buque y su mercancía en el caso del bloqueo); o

b) ante supuestos con respecto a los cuales el D.I. autoriza a los Estados a imponer directamente,
al individuo, una pena a determinar por cada ordenamiento jurídico interno y a aplicar en nombre
del D.I. (por ejemplo, en el caso de la piratería).

Por otra parte, Kelsen estima que aquellos actos que los Estados tienen que castigar por
imperativo del D.I. (como las agresiones a ministros y embajadores o los daños a los cables
submarinos), comúnmente llamados "delitos contra el D.I.'', no son delitos jurídico-internos., sino
jurídico-internacionales.

Analicemos este punto de vista. Por lo que atañe a la piratería, el D.I. común no obliga en modo
alguno a los Estados a perseguir a los piratas; lo único que hace es facultarlos para ello,
autorizándolos excepcionalmente a proceder contra ellos en alta mar, cualquiera que sea la
bandera que el buque pirata enarbole 3. Los individuos, entonces, solo quedan obligados por
cuanto los ordenamientos jurídicos internos hacen suyas estas figuras delictivas, sancionándolas, y
estas obligaciones, a su vez, se extinguen si los Estados suprimen la sanción penal.

Solo con el Convenio de Ginebra del 29 de abril de 1958 sobre el régimen de la alta mar, quedan
estos supuestos regulados jurídico-internacionalmente, en el Art. 15, quedando las partes
obligadas por el Art. 14 a perseguir la piratería.
Más complejos son los casos de la violación del bloqueo y del contrabando. Pero si observamos
bien, vemos que también entonces el D.I. se limita a facultar a los beligerantes para que amenacen
a los buques neutrales que llevan contrabando a un beligerante o tocan puertos o zonas costeras
bloqueados, con la confiscación del buque y de la carga, y a que obren en consecuencia. La
imposición de esta sanción supone, aquí también, que los Estados hagan uso de la facultad que el
D.I. les concede y hayan promulgado previamente las correspondientes prohibiciones. En ausencia
de tales prohibiciones los bienes en cuestión no pueden ser sustraídos.

Por el contrario, los Estados están obligados ante el D.I. a perseguir determinados delitos
establecidos, ya por el D.I. común, por convenios internacionales 4. Pero también en el caso de
estos delitos, comúnmente llamados "delitos contra el D.I.", los particulares solo tienen deberes,
por cuanto los Estados, en cumplimiento de sus obligaciones jurídico-internacionales, han
promulgado las correspondientes normas penales. Estos deberes se extinguen, por consiguiente,
cuando los Estados, aun infringiendo el D.I., derogan estas normas.

De todo ello se desprende que solo estaremos ante un deber jurídico-internacional de un


individuo cuando el propio D.I. asocie a un supuesto de hecho una sanción contra un individuo, de
tal manera que estas normas puedan aplicarse directamente (y no a través de una disposición
legal que las recoja) pudiendo el grado de la pena quedar al arbitrio del Estado.

Referencia al derecho internacional privado.

El derecho internacional privado es aquella rama del derecho que tiene como objeto los conflictos
de competencia internacionales, los conflictos de leyes internacionales, la cooperación procesal y
determinar la condición jurídica de los extranjeros.

Esta rama del derecho analiza las relaciones jurídicas internacionales ya sea entre privados, o
donde existe un interés privado. Esta relación jurídica tiene la particularidad de tener un elemento
extraño al derecho local, que suscita ya sea conflictos de jurisdicción o de ley aplicable, y su fin es
determinar quién puede conocer sobre el tema y qué derecho debe ser aplicado.

Subjetividad internacional activa y pasiva

La capacidad es, por consiguiente, en materia internacional, activa o pasiva. Lo es activa cuando el
sujeto que hace uso de la mencionada facultad obliga o responsabiliza a los demás sujetos de
Derecho Internacional, y lo es pasiva cuando el sujeto se obliga o responsabiliza en el
cumplimiento de los compromisos que libremente haya contraído.

El individuo es un sujeto pasivo del Derecho Internacional ya que sólo recibe de él derechos y
obligaciones. No puede ser sujeto del Derecho Internacional porque carece de capacidad para
celebrar Tratados y no tiene legitimación para acudir ante los Tribunales Internacionales para
hacer valer sus derechos.

subjetividad internacional, lo que quiere decir que no todos los entes beneficiados por una norma
o todos aquellos a los que la norma imponga una conducta son sujetos del Derecho Internacional:
de esta forma se ve que se necesita una legitimación activa para reclamar por incumplimiento del
Derecho o una legitimación pasiva para sufrir responsabilidad por tal incumplimiento.
Tribunales penales internacionales ad hoc

Los únicos Tribunales ad hoc constituidos en la historia de las naciones unidas, hasta la fecha, son
el Tribunal para la Ex Yugoslavia (1993) y el Tribunal para Ruanda (1994). Previamente existieron
dos precedentes: los Tribunales Militares de Nuremberg y de Tokio, creados por los países
vencedores de la II Guerra Mundial para juzgar a los vencidos. Por el contrario, los de la ex
Yugoslavia y Ruanda fueron establecidos por el Consejo de Seguridad, interpretando que la
comisión en esos países de masacres y otras violaciones graves del derecho internacional
humanitario constituían una amenaza a la paz y a la seguridad internacionales, lo cual, en virtud
del capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, faculta al Consejo a intervenir en los asuntos
internos de un Estado (ver intervención humanitaria). Además, se estimaba que estos dos
tribunales, creados durante bello (durante la guerra) –a diferencia de los de Nuremberg y Tokio,
constituidos post bellum (después de la guerra)– contribuirían a frenar las violaciones del Derecho
Internacional Humanitario que se venían cometiendo y a restablecer la paz.

Tribunales establecidos por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para juzgar crímenes
cometidos en conflictos específicos, cuyas competencias están restringidas a un periodo de tiempo
y lugar determinados.

Corte Penal Internacional

Creada por iniciativa de la ONU el 17 de julio de 1998 mediante el Estatuto de Roma, la Corte
Penal Internacional entró en vigor el 1 de julio de 2002. La comunidad internacional alcanzó un
hito histórico cuando 120 Estados adoptaron, el 17 de julio de 1998, el Estatuto de Roma, el
instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional (CPI), que entró en vigor el 1 de julio de
2002, tras su ratificación por 60 países, entre ellos España (el 24 de octubre de 2000). En la
actualidad ya son 123 los países que han ratificado el Estatuto de Roma. La CPI, con sede en La
Haya (Países Bajos), es un organismo internacional independiente que no forma parte de la
estructura de las Naciones Unidas, con la que firmó un acuerdo el 4 de octubre de 2004 que regula
la cooperación entre ambas instituciones

Tribunales mixtos

Desde puntos positivos de un modelo de justicia que ha venido avanzando en este último tiempo.
A diferencia de los tribunales penales internacionales especiales o ad hoc, los tribunales penales
mixtos presentan varias particularidades, que potenciadas, puede constituir una opción mucho
más eficiente que los primeros, no solo en el hacer justicia con un menor costo, sino también a
largo plazo en el impulso al restablecimiento de un estado de derecho a través de la herencia que
estos dejan, durante y luego de sus mandatos.

Protección internacional de los derechos humanos.

El movimiento internacional de los derechos humanos se fortaleció con la aprobación de la


Declaración Universal de Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 10 de diciembre de 1948.
Sistema de protección de las Naciones Unidas

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (adoptado en 1966)


El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (adoptado en 1966)
Otros tratados
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (adoptada en 1948)
La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial
(adoptada en 1965)
La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
(adoptada en 1979)
La Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes
(adoptada en 1984)
La Convención sobre los Derechos del Niño (adoptada en 1989)
La Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares (adoptada en 1990)
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (adoptada en 2006)
La Convención Internacional para la protección de todas las Personas contra las Desapariciones
Forzadas (adoptada en 2006)

Sistemas de protección regionales

Europa
La Convención Europea de Derechos Humanos (adoptada en 1950), que instauró el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos.
El Convenio del Consejo de Europa para la protección de los niños contra la explotación y el abuso
sexual (adoptada en 2007)

América
Organización de los Estados Americanos:
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (adoptada en 1969), que ha creado la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura (adoptada en 1987)
La Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (adoptada en 1994)

África
Organización para la Unidad Africana:
La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (adoptada en 1981), que ha creado la
Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos en 2004.

Linda Loaiza: primer caso venezolano de violencia de género que llegó a la justicia internacional
Los Barrios son una familia del estado Aragua que ha sido víctima de un exterminio violento que ya
suma diez homicidios y todavía no tiene culpables, a pesar de que haya pronunciamientos de
organismos como la CIDH que reclaman al Estado su protección especial.

El periodista Luis Carlos Díaz. Él fue detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional
(Sebin) en Caracas el 11 de marzo. Intentaron acusarlo de “delitos informáticos” por
supuestamente ser parte del plan que causó un apagón cibernético a nivel nacional en Venezuela
el 7 de marzo de 2019 que duró 4 días. Luego lo acusaron de instigación pública y le prohibieron
hablar de su caso públicamente y salir del país.

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