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Los científicos son personas con ambiciones, orgullos y miedos, y pueden cometer errores.
Accidentes, conjeturas afortunadas, controversias y las facultades intelectuales de los
investigadores contribuyen a los avances científicos.
Alexander Fleming convirtió un cultivo bacteriano contaminado en uno de los mayores
avances médicos de la historia.
Observó que alrededor del moho Penicillium no crecían bacterias, lo que llevó a la
hipótesis de que el moho producía algo que eliminaba las bacterias.
Realizó un experimento para probar su hipótesis, utilizando un caldo con Penicillium y un
cultivo bacteriano sin contaminar.
El experimento confirmó la hipótesis y llevó a la conclusión de que el Penicillium produce
un compuesto que elimina las bacterias.
La investigación adicional con este extracto del moho condujo a la producción de la
penicilina, el primer antibiótico.
Los experimentos de Fleming son un ejemplo de la metodología científica, comenzando
con observación, hipótesis, pruebas experimentales y conclusión.
La combinación de un accidente y una mente científica brillante fue crucial para el
descubrimiento de la penicilina.
La suerte favorece a la mente preparada, como afirmó Louis Pasteur.
En el contexto científico, una teoría no es una conjetura informada, sino una explicación
general y confiable de un fenómeno natural importante.
Una teoría científica se desarrolla a través de numerosas observaciones reproducibles y es
más similar a un principio o ley natural.
Ejemplos de teorías científicas son la teoría atómica y la teoría de la gravitación en la física,
y la teoría celular y la teoría de la evolución en la biología.
Las teorías científicas son fundamentales en sus respectivas áreas de estudio.
Los científicos no consideran las teorías como hechos inmutables, ya que la investigación
científica se realiza con una mente abierta.
Si se encuentran pruebas convincentes, una teoría científica puede ser modificada para
adaptarse a nuevas evidencias.
Las teorías científicas han sido sometidas a pruebas exhaustivas y se consideran
explicaciones confiables respaldadas por evidencias.
Las teorías científicas se basan en el razonamiento inductivo, que implica generalizar a partir de
muchas observaciones que respaldan la teoría y ninguna que la contradiga.
Una diferencia importante entre una teoría científica y una creencia basada en la fe es que
la teoría científica puede ser refutada, mientras que la creencia de fe no.
Los científicos se refieren a los principios básicos de las ciencias como "teorías" debido a
su capacidad de ser refutadas.
La refutabilidad se refiere a la posibilidad de proporcionar pruebas objetivas y repetibles
que contradigan una teoría científica.
Se utiliza el ejemplo de los elfos para ilustrar la refutabilidad. La postura científica es que
los elfos no existen debido a la falta de pruebas objetivas. Sin embargo, si alguien
capturara un elfo o presentara evidencia objetiva de su existencia, la teoría científica se
refutaría.
En contraste, las afirmaciones de fe, como la existencia de elfos, no pueden ser refutadas
ya que están formuladas de manera que no permiten pruebas objetivas o refutaciones.
Las afirmaciones de fe no son consideradas ciencia, sino artículos de fe, debido a su falta
de refutabilidad.