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Unidad 2: Las transformaciones en las relaciones económicas y sociales del mundo rural y
urbano.
La sociedad europea del siglo XVI era básicamente agraria y en ella la nobleza ocupaba una
posición privilegiada, todavía jerárquica, desigual y tradicional, centrada en algún tipo de grupo o
vínculo social, político o económico, por lo que se habla de una sociedad corporativa.
Nobleza: Principal estamento privilegiado y el punto de referencia para los otros grupos de
la sociedad (modelos de consumo cultural), era una clase terrateniente hereditaria de origen
militar con supremacía social y política. Existían en el interior de la nobleza diferencias de
nivel económico y de rango social, se suele hablar de alta y baja nobleza. La diferencia
entre ambos podía venir por la posesión de señoríos jurisdiccionales o títulos; existía un
número de simples caballeros o gentileshombres que no poseían señoríos jurisdiccionales
sino que eran propietarios rurales o urbanos.
La condición nobiliaria era inmutable. Los reyes otorgaban ascensos dentro del rango de la
nobleza titulada, convirtiendo en nobles a personas o familias como a las oligarquías
urbanas. Esta condición se transmitía al hijo mayor en los países de Derecho Romano,
mientras que en los germánicos se repartían los bienes entre todos los varones por igual.
La riqueza nobiliaria provenía de la propiedad de la tierra por medio del régimen señorial.
Ostentaban su autoridad pública, incluso judicial y el nombramiento de autoridades locales,
cedían a explotación sus tierras a campesinos y se quedaban con una reserva. Tenían
monopolios de medios técnicos, cobraban sobre vías de comunicación, disfrutaban de
derechos exclusivos y no podían ser encarcelados por deudas.
Clero: Franquicia tributaria que cobraba impuestos y no los pagaba, estaban sometidos a su
propia jurisdicción (Derecho canónico), contaban con una organización jerárquica
supranacional (el papado y el vaticano estaban por encima de las demás naciones) y existían
diferencias internas entre el alto y el bajo clero.
Población Urbana: En las ciudades encontramos 3 grupos sociales. Una minoría de
burgueses, una mayoría de artesanos y un amplio número de criados y trabajadores no
cualificados. Las ciudades estaban gobernadas por familias de burgueses honrados, estos
vivían de rentas de la propiedad o del capital (prestamos), eran comerciantes, graduados
universitarios que vivían de su profesión en medicina y leyes, secretarios o burócratas; eran
grandes consumidores de arte y cultura que copiaban el modelo de vida de la nobleza,
buscaban acercarse al poder político participando de este y corriendo a la nobleza de dichos
cargos. Los artesanos se agrupaban en los gremios o talleres y se encargaban de la
producción manufacturera, reglamentando la formación profesional, el trabajo y la venta de
los productos.
Campesinos: Cerca del 80% de la población europea era campesina. Existían diferencias
que dependían de las condiciones de explotación de la tierra, si eran o no propietarios, en
qué condiciones, de que capital disponían o que pagos estaban obligados, etc. Los
campesinos que vivían bajo un régimen señorial estaban en peor condición, la mayor parte
eran no propietarios, todos estaban obligados al pago de rentas de propiedad y del diezmo a
la iglesia. Los mejores contratos eran los enfitéuticos donde el campesino gozaba del
dominio útil de la propiedad, luego estaban los contratos por arrendamiento en el cual el
campesino corría con los gastos de la explotación. Existía una minoría de campesinos
enriquecidos, enfiteutas o grandes arrendatarios, poseían cabezas de ganados y empleaban
mano de obra.
Humanismo (movimiento literario): Sistema cultural europeo entre 1450 y 1550, surge en
Italia durante la segunda mitad del siglo XV (comienza en el siglo XIV en realidad) con un
carácter secular ligado a la ideología burguesa mercantil. Busca liberarse de los
constreñimientos estéticos y religiosos propios de la cultura eclesiástica medieval,
revalorizando la nobleza de lo humano (individualista), sus valores y capacidades. No se
contrapone entre Antigüedad y Cristianismo sino que busca a la concordia y síntesis.
Se caracteriza por el redescubrimiento de la Antigüedad clásica grecorromana como
modelo universal, por intentar responder a las necesidades terrenas y un interés erudito en
las letras clásicas reforzando la latinidad y revitalizando el griego y el hebreo. La pedagogía
humanista trata la gramática, retórica, poética, historia, filosofía y la moral. Rechaza los
siglos medievales.
El Humanismo se verá estimulado y favorecido por la cultura de la imprenta, que aumenta
la posibilidad de información, amplia horizontes mentales y favorece la reflexión individual
y la actitud crítica.
Referentes: Erasmo de Rotterdam (Elogio a la locura), Santo Tomás de Aquino y Juan Luis
Vives.
Renacimiento (movimiento artístico): Surge en el centro y norte de Italia (Quattrocento
Florencia y en el Cinquecento Roma) entre los siglos XIV y XV. Constituyó un
movimiento urbano en el que las oligarquías burguesas actuaron de mecenas para los
artistas plásticos. Significó una ruptura con los cánones estilísticos medievales en favor de
un retorno a lo romano clásico en imitación de la Antigüedad, existiendo una ambigüedad
en materia de religión puesto que en su mayor parte hubo una imbricación entre los antiguo
y lo cristiano dando lugar a un híbrido cultural.
En la pintura hubo una profundidad en la perspectiva, el conocimiento anatómico y nuevas
técnicas.
Referentes: Sandro Botticelli, Leonardo Da Vinci, Brunelleschi, Donatello, Miguel Angel.
La cristiandad occidental se quebró en varias iglesias, cada una de las cuales se consideró a sí
misma la auténtica y heréticas a las demás. Surgieron y maduraron en la zona franco-germana y
flamenca, viéndose influienciadas por el movimiento humanista de Eramos de Rotterdam. Todas las
confesiones recurrieron al auxilio de las autoridades seculares, se configurar entonces iglesias
territoriales que reforzaron y definieron los nuevos estados de la Edad Moderna.
La fragmentación religiosa de occidente: A principios del siglo XVI, muchos reclamaban una
profunda reforma de la Iglesia (crítica eclesiástica muy enérgica). Se pedía la purificación de los
abusos y el perfeccionamiento de la vida cristiana mediante el retorno a la doctrina primitiva, era
necesario rectificar viejos errores en los que se empecinaba el papado y volver a la auténtica
enseñanza de Jesucristo (la sociedad reclamaba una religiosidad más auténtica). Por ello se
llamaban “reformadores” o “evangélico”.
La porción de la cristiandad que se mantuvo en torno al papa prefirió reconocerse como “católica”.
Acometió también su reforma interna y trató de recuperar por todos los medios el terreno ocupado
por quienes consideraba herejes. La Reforma Católica en el Concilio de Trento entonces se
desarrolló por la implantación de las iglesias protestantes frente a las que afirmaba su ortodoxia.
El fracaso del Coloquio de Ratisbona y la convocatoria del Concilio de Trento demostraron que la
reunificación era imposible. La Reforma había ganado buena parte de Europa del Centro y Norte, a
partir de 1560 la Reforma Católica y el despliegue del calvinismo como una segunda Reforma
abocaron a una serie de guerras de religión en los Países Bajos, Francia y en el Imperio, que no se
zanjaron hasta 1648.
La Reforma Católica
A principios del siglo XVI, algunos laicos y eclesiásticos tomaron vigorosas iniciativas de reforma.
Lo propio de la Reforma católica fue u unidad y su universalidad.
Movimientos previos: Las iglesias de las penínsulas ibérica e itálica se adelantaron a otras en sus
iniciativas reformistas. El caso español debe al cuidado de los Reyes Católicos que seleccionaron
obispos cultos y piadosos, alejados de las banderías nobiliarias, anticipando el modelo del obispo
reformistas maestro y pastor de fieles. La renovación de la iglesia en Italia debió a iniciativas
particulares desde abajo, pequeños grupos de laicos y eclesiásticos destacaron por el vigor con que
vivían su cristianismo en la práctica de la devoción y caridad.
Concilio de Trento: Paulo III, para vigilar los brotes de evangelismo y el peligro protestante, en
1542 reorganizó la Inquisición papal y desde 1543 empezó a elaborar un índice de libros
prohibidos, impulsó la autorreforma de las órdenes religiosas y (tras 3 intentos fallidos) en 1545 se
inauguró en Trento un Concilio que tuvo un desarrollo muy agitado en tres fases discontinuas
(Paulo III, Julio III y Pio IV).
Trento reafirmó los principales dogmas de la fe católica frente a los protestantes. La iglesia católica
se reorganizó para afrontar con mayor eficiencia la “cura de almas” de sus fieles y la recuperación
de los espacios perdidos ante la Reforma.
1. Fuentes de fe: Las Escrituras como fuente principal pero interpretada en concordancia con
el magisterio de la Iglesia y la tradición. Versión latina de la Biblia ratificada.
2. La justificación por la fe y el valor de las obras: Rechaza la visión pesimista sobre el
hombre sin libertad Con la ayuda de la gracia que otorgan los sacramentos.
3. Los sacramentos: Son siete signos de Cristo y no de la Iglesia y otorgan la gracia en sí
mismos.
4. La iglesia: Sociedad histórico-jurídica unitaria y jerarquizada. Se reconoce el sacerdocio
universal de los fieles por el bautismo, se exalta el sacerdocio ministerial de los
consagrados.
El obispo debía ser un hombre de ciencia y piedad, canonista o teólogo, para servir de maestro y
pastor de la iglesia local; esto le obligaba a residir en la diócesis, a visitarla constantemente, a
predicar y enseñar, a promover la formación moral e intelectual del clero y a introducir reformas
mediante concilios provinciales.
La Iglesia promovió las formas de piedad popular, la caridad con los enfermos, la oración por los
difuntos, la celebración de los misterios y fiestas de fe, procesiones como reafirmacipnoes
colectivas de la fe.
Las tres grandes monarquías de Europa occidental, Francia, Inglaterra y España, se vieron
enfrentadas en la segunda mitad del siglo XVI al desafío de la división y el conflicto religioso que
enfrentaba al monarca con sus súbditos.
En las tres monarquías se había reforzado el poder real durante la época anterior, el gobierno central
giraba en torno a la Corte y el monarca necesitaba del entorno cortesano para resaltar su figura y
controlar a los nobles. Era por tanto decisivo que el rey pudiera utilizar las redes clientelares de la
aristocracia a su favor, necesitaba de las masas campesinas en manos de los nobles para la
obtención de recursos fiscales y soldados, la tranquilidad de los territorios dependía de la buena
voluntad de sus señores.
Las Guerras de Religión en Francia: En 1559 Francia se enfrentaba a una crisis financiera,
política y religiosa. La lucha contra los Habsburgo los había forzado a un incremento de la presión
fiscal, de la venta de oficios y del endeudamiento, aumentaron las luchas entre facciones
aristocráticas que buscaban incrementar su influencia en la monarquía y colocar a sus miembros en
los principales cargos. El mayor problema fue el religioso, en la segunda mitad del siglo habían
surgido multitud de iglesias calvinistas en el oeste y sur de Francia por la llegada de predicadores y
pastores desde Ginebra. Se configuraron de forma independiente formando consistorios y sínodos, e
incluso recibiendo el apoyo de los Borbón y otros nobles, magistrados y miembros de la burguesía
comercial, penetrando el calvinistas en distintas capas de la sociedad.
El gobierno bajo el control de los Guisa, fervientes católicos, reprimieron a los protestantes. Los
hugonotes (calvinistas franceses) proyectaron un golpe y ambas casas comenzaron una lucha.
Catalina de Medici (madre del rey) pretendió solunar el conflicto mediante un acuerdo religioso por
medios pacíficos para evitar el debilitamiento de la monarquía, primeramente convocó a un
coloquio religioso que fracasó y por ende las únicas alternativas fueron la represión o la tolerancia,
Catalina optó por la segunda firmando el acuerdo de Saint Germain que otorgaba a hugonotes
libertad de culto privado.
Los hugonotes alcanzado su apogeo hacia 1572 gracias al apoyo de las iglesias locales, ampliando
su base de movilización nobiliaria. Obtuvieron tropas disciplinadas y apoyo de Isabel I de
Inglaterra, pero tras el asesinato del almirante Colingy en la Matanza de San Bartolomé, estalló
nuevamente la guerra y una radicalización de los hugonotes que establecieron en el sur de Francia
un estado a parte, caracterizado por la autonomía local, la descentralización y la constitución de
asambleas territoriales en cuya cúspide había una asamblea general federal.
La represión masiva del partido católico encabezado por los Guisa fortaleció el poder español y el
sometimiento a Roma, esta familia pretendía limitar los poderes de la monarquía reforzando el de
los Estados Generales. La existencia de 3 frentes sumió a Francia en la anarquía.
Isabel I de Inglaterra: Isabel, hija de Enrique VIII y de Ana Bolena, subió al trono ingles a la
muerte de su hermanastra María en 1558. La situación estaba marcada por una crisis religiosa,
dinástica y bélica. Luego del cisma de su padre, Eduardo VI impondría el protestantismo mientras
que María restauraría el catolicismo. Isabel mantendría una postura protestante moderada con una
política caracterizada por el conservadurismo y el autoritarismo.
En 1559 logró que el Parlamento aceptara las Actas de Supremacía que la declaraban gobernadora
suprema de la Iglesia de Inglaterra y no introdujo modificaciones al modelo eclesial. Otro problema
era asegurar su sucesión, pero ella consideraba que la decisión era prerrogativa regia y no debía
estar sometida a discusión en el Parlamento. La Corte isabelina se caracterizó por un alto grado de
consenso y por un bajo nivel de conflicto entre facciones.
El Puritanismo era un movimiento multiforme dentro de la iglesia anglicana, eran críticos que
trataban de purificar a la Iglesia de los residuos papistas. La reina no estuvo dispuesta a aceptar
modificaciones que pudieran afectar a su autoridad sobre la Iglesia.
El primitivo Estado moderno se desarrolló a partir del sistema político de la sociedad de la Alta
Edad Media. Surge esencialmente por una nueva constelación de problemas sociales derivados de la
crisis del feudalismo y de los movimientos reformistas, por la elevada presión financiera que
reforzó el desarrollo y perfeccionamiento de la primitiva administración moderna por encima de la
crisis financiera generalizada, también como una respuesta a una nueva situación conflictiva del
siglo XVI, una nueva complejidad, por el aumento de la población, determinadas luchas políticas,
religiosas y sociales (tanto de campesinos, burgueses como nobles, entre ellos y contra el poder
central).
En la medida en que los soberanos se erigieron en árbitros de los conflictos feudales y las fuerzas
tradicionales fueran sometidas a un único poder estatal. El Estado absorbía cada vez mayor número
de competencias y su responsabilidad no solo se reducía al bienestar material sino que se extendía a
la moral del país y de las almas de los súbditos.
La Corte: Medio para disciplinar y someter a la nobleza. Era una institución con
presencia en todos los países europeos, los príncipes elegían lugares centrales y
fijos para el ejercicio de su poder e hicieron de estos el centro político del país. La
Corte incluía diversos grupos diferenciados: cortesanos, funcionarios y
administrativos.
Burocracia: La administración era un instrumento de poder. El establecimiento de
un poder burocrático se correspondió con el desmantelamiento de los poderes
estamentales autónomos y con la hegemonización de la posición del rey. El Estado
creció en importancia fuera del ámbito del príncipe.
La Corte: Las cortes europeas se formaron en los inicios de la Edad Moderna, surgieron a
partir de la evolución de la “casa real” medieval. La corte era el escenario de la exhibición
del poder real con sus ceremonias. La corte era el centro del gobierno, en ella estaba
ubicados los órganos de la administración central, era el escenario de contacto y transición
entre la corona y las élites políticas por lo que sirvió a los reyes para domesticar a la
aristocracia. El reforzamiento del poder real tuvo un correlato institucional en la
potenciación y el desarrollo de unos órganos de administración centralizados.
La Burocracia: Desde finales del siglo XV, las nuevas monarquías europeas desarrollaron
planes de ordenamientos administrativos, formulados con pretensiones estatales y
expandieron sus burocracias.
La Diplomacia: Las relaciones exteriores de los estados experimentaron una ampliación del
orbe político. Fueron los italianos, especialmente los venecianos, los que desde la segunda
mitad del siglo XV comenzaron a nombrar embajadores permanentes o residentes. El
embajador era un servidor de los intereses de su príncipe en una corte extranjera, cuya labor
era procurar información, influir en el proceso de toma de decisiones políticas, etc.
Ejércitos: Se fortaleció el vínculo entre la acción de la guerra y la estructura del estado,
pues la construcción y el mantenimiento de grandes ejércitos desarrolló tesorerías y
sistemas fisco financieros, órganos de administración y de gobierno.