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I Lo s n r,r,iottntAJl os r:, r-trNrENr'os ns tlN Cr-¡\t.ES ]JE. ¡, A(t-I o -¡ Li e irrr(.

c-r

A continuación voy formular algunas consideraciones sobre el objeto, la causa y


la pres- 'h formalidad''.
posible
EL OBIETO DEL ACTO JURÍDICO: ¿LA SITUACIÓN ¡UnÍOrCA, LA RE-
)s casos IACIÓN JURÍDICA, EL BIEN O EL PRECEPTO?
dez del
caz. En
rino, es pbjqo del acto iurídico es tarito la situación iutfdica (posición que ocupa el
ia de la de dercchs fre¡te al orde¡¿micnto jurfdico), la rehción jurldica (vinculaclón

án cabe qe dos o $ás situaciores iürldica) o €l biert (la ralidad del mundo exr€rior,
la rela- o ininaterial, sobre le cual recae el poder de los sujetos de derecho) rna-
ractual, :de la relación iutídica.

factible
ro (art.
Como había adelantado, existe una serie de posiciones respecto al objeto del
Pefarrza jurídico. Uno de los problemas que ha contribuido a ello es que dentro de los
teóricos de la doctrina se ha recurrido (casi) siempre al objeto. Sin ánimo de
rcia que el elenco me vienen a la mente los siguientes:
Lmiento Objeto del derecho subjetivo, que es el bien, el comportamiento o el modo de
público jurídico de los sujetos de derecho.
ser sobre el cual recae el poder
neja un
Objeto de derecho, que es aquel bien material o inmaterial sobre el cual recae el
vn coTl-
poder jurídico de los sujetos de derecho. La relación con el anterior es de género
alores y
a especie.
eauna
Objeto del contrato, que es la obligación, entendida como la relación jurídica
patrimonial.
, si bien
+3 CC). Objeto de la obligación, que es la prestación, concebida como la condr-rcta debi-
d deter- da del deudor frente al acreedor, que puede ser de dar (entrega de un bien), hacer
Ial es el (servicio) o no hacer (abstención).
-ralizado
Un sector de la doctrina italiana, propone que "si se quiere atribuir un significa-
uívoco y autónomo a la noción de objeto del negocio jurídico, parece necesario
a las utilidades económicas (bienes) o, si fuere el caso, a las atribuciones
imonides (por ejemplo: transferencia de derechos) a cuya consecución
Itrato eSt.l pnedispuesto el acto de autonomía"". Otro sector lo identifica con la prestación,
'd objeto del negocio consiste en las prestaciones negociales: el comportamiento

rs efecto;. Sob¡e I¿ capacidad del sujeto, me permito remitir al capítulo MII de mi Derecho de lds personas.5.^
-l-, Li:na: Rodhas, 2006, pp. 591-662.
5¡cu¡zzr Grm, Lina; Umberto Bn¡ccu; Francesco D. Busxr,ur y Ugo Nar'or-r, Deracho ciuil, t.1,
d- ): Hechos ! actos.iuridicos, reimpr., ob. cit., p. 867.

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Ju,\N EsprNozA FisplNozA I ,tcr-o ;unÍr¡rco NEGOCTAL

prometido, la transferencia de Ia propiedad o de otro derecho, entre otros supuestos.


Este debe serposible, lícito, determinado o determinable":-r. [¡ este mismo senrido, se
sostiene que el objeto del negocio "no es la modificación de la situación jurídica, a la
cual tiende la actividad de las partes, sino los comportamientos a los cuales las partes se
comprometen, considerados individualmente y no en su relación teleológica. Así, para :J(

permanecer en el campo de las relaciones patrimoniales, objeto son las prestaciones de _ -i

las partes, no el intercambio entre estas, que lo es, en cambio la causa"r1. :-l

Voy a centrarme en dos de estas posiciones: si el objeto del negocio jurídico es la


relación jurídica o el precepto de la autonomía privada, así, en este último senrido, Ia
relación jurídica sería una consecuencia (no el objeto) del negocio. Doctrina española
afirma que "el negocio jurídico tiene por fin y trae como consecuencia originar la re-
Iación jurídica negocial, es decir, ese entramado de derechos, facultades, obligaciones
y cargas que se dan entre los momentos llamados de la perfección y la consumación.
También sirve de título o propio fundamento de cada derecho de los que nacen del
negocio, y que después perviven o sobreviven a la relación negocial".'.

La doctrina italiana que más ha defendido la teoría del precepto afirma que "el
elemento central y propiamente característico del negocio jurídico es el contenido de la
declaración o del comportamiento [. . .] . Declaraciones y comportamientos rrascendentes
en el campo del derecho privado pueden tener el más variado contenido. Pero solo ha
de calificarse de negocio jurídico la declaración o el comportamienro cuando ofrezca
un contenido preceptivo en orden a una materia de autonomía privada y respecto a
tal contenido asuma función constitutiva, en el sentido de que el precepto solo en esta
forma es operante de nuevas situaciones jurídicas", agregando que, "en realidad, lo
que el individuo declara o actúa con el negocio es siempre una regulación de intereses
propios en las relaciones con otros sujetos, de la cual advierte aquel el valor socialmente
vinculante antes aún de que sobrevenga la sanción del derecho [...]. Característica
del negocio es que ya su supuesto de hecho, antes aún que su efecto, prescriba una
reglamentación obligatoria, la cual, reforzada que sea por la sanción del derecho, esrá
destinada a elevarse a precepro jurídic6":r'.

La doctrina nacional, al afrontar la individualización del objeto del negocio


jurídico, oscila entre Ia prestación debida']T o "aquello, de entidad marerial o no, que
satisface el propósito práctico que, como resultado, fue la razón por la cual se celebró

23 Tnrr.rencur, Pietro, Istituzioni di diritto priuato, 15." ed., Milano: Giuffré, 2003, p. 184.
24 MrnentLrr, Giuseppe, Dei contratti in generale,3." ed., Torin: UTE! i9S0, p. 176.
25 DE Cmr¡ro y Bpavo, Federico, El negocio jurídiro, reimpr., Madrid: Civitas, 1991, p. 257.
26 Bnrrr, Emilio, Tioria general del negocio jurídicz,2." ed., ob. cit., p. 119.
27 T,,ino,toe Cónoovn, Lizardo, Nulidad del acto jurídico,2." ed., Lima: Crijle,v, 2002, p. 1 10.

96 I
cApÍTUr-o iil i Los L)r:rNo\4rNADos ELII\,lriNTos IsENCIAI-t.rs Dtir. ACT(I ruitiolco

uestos. el negocio"'8. En este mismo sentido, también quien sostiene que el objeto del negocio
:ido, se jurídico es "el interés socialmente relevante o razonable jurídicamente protegido por
ca, ala ser considerado digno de tutela legal"". En verdad, aunque la última doctrina citada
artes se advierte que el concepto de causa es diferente del concepto de objeto que propone, en
sí, para r.erdad, cuesta entender la diferencia. Asimisrno, Ia misma dificultad se da a propósito
¡nes de prestación (objeto de la obligación) si se piensa en actos jurídicos no patrimoniales
,de la

como, por ejemplo, el reconocimiento de un hijo, el matrimonio, entre otros.

co es la Aunque pueda parecer bizantino, resulta curioso constatar que en el art. 17 de la


tido, la N." 28677 , de la Garantía Mobiliaria , del 24.02.06, se establece que :
;pañola
rr la re- La relación jurídica entre las partes derivada de la garantía mobiliaria sobre el bien
aciones mueble se constituye mediante acto jurídico constitutivo uniiateral o plurilateral, de-
nación. bidamente otorgado con la finalidad de asegurar el cumplimiento de una obligación.
cen del Para que la garantía mobiliaria sea oponible frente a terceros debe estal inscrita en
el Registro correspondiente.
El acto jurídico constitutivo constará por escrito y podrá instrumentarse por
que "el cualquier medio fehaciente que deje constancia de la voluntad de quien 1o otorga,
do de la incluyendo el télex, telefax, intercambio electrónico de datos, correo electrónico y
ndentes medios ópticos o similares, de conformidad con Ia Ley N." 27269 Ley de Firmas y
solo ha Certificados Digitales, el Decreto Supremo N." 019-2002-JUS Reglamento de la
ofrezca Ley de f irmas y Certificados Digitales y las demás normas aplicables en esta materia.
iPecto a Cuando la garantía mobiliaria se constituya por un tercero, no se requerirá del
) en esta consentimiento del deudor.
idad, lo
ntereses Nótese que la primera parte de este artículo, al parecer, establecería la siguiente
rlmente : acto jurídico constitutivo de Ia gafantía,"garantía mobiliaria sobre el bien
terística (sic) y relación jurídica derivada de dicha garantía. Con ello, se está dando
iba una real inmediato y un efecto obligacional (por cuanto la única relación jurídica
ho, está este contexto puede surgir es patrimonial) mediato'a la uieja prenda. Si quedan
basta comprobar que los arts. 11 y 12 de la citada ley (no obstante su sumilla)

negocio
no, que
celebró LoHrurrNN Luce »¡. TrN,t, Guillermo, El negocio jurídict,, 2." ed., ob. cit., p. 79. En este sentido,
stg;uiendo a Giovann.i B,rrrrsre Fr,nm, quien sostiene que el objeto del negocio juridico es el "bien
o urilidad en el sentido que es cualquier entidad material o ideal jurídicamente relevante con
tn,n¡enido económico" (Montes H¡nvms, Rómulo, Estudios sobre teoría general del contrato,Linta:
2006, p. 387,
negocio juridico )t contrtlto, Lima: Grijle¡ 2002, p.226.
Cónoov¡., Lizardo, Acto Jrtrídico,
"un presupuesto del negocio identificado con el interés
esre sentido, se afirma que el objeto es
o mareria social sobre la que recae ta regulación subjetiva en la que consiste el negocio jurídico"

0. .r*icÁ, Lima: Jurista Editores, 2002, p. 135),

q7
,luAli ¡lsp{NOZA Es[,INoz¡\ i .o.c;ro
"rutÍotco NEGUCL\r

regulan los derechos y obligaciones del constituyenre,


clel eventual adquirente o depo-
sitario y del acreedor garanrizado.

También se sosriene que "el ob jcto de[ negocio jurídico


es er conjunto de preceptos
o reglas que la parte o las partes decllran "llacer
suyas" con miras a conseguir un resul-
tedo práctico aceptado por el ordenamienro.iurídic.":c,.
En mi opinión, si entendemos
a la relación jurídica como una regra que ,.
.rt"br... entre las p".,.r, no resulta tanta
la diferencia con la doctrira que enti.nde que
er objeto d.l es un precepro.
".tá
La posición qlre asume el cc peruano es, como
se ha advertido, dual, por cuanro
se itttcrpreta que el objeto de I acro urídico
.f es la relación jurídica]r y el bien materia de
la rcl¡ciórr jurídica. Es de obsc^.ar que, clentro
de esta pásición, .í."ro, como ros del
ott'¡rg¿lll icn rt¡ de un testamento, el objeto del acto jurídico
también sería el de creación
d.' una siruación jLrrídica, cual es la de heredero

III. LA'SOBREDIMENSIONADIf' CAUSA DEL NEGOCIO


JURIDICO

La causa es un eleme¡rto esencial dcl negocio


iuridico que jr-rstiñca la cleclaración
de la_voluntad y quc, más allá de una Jr,.,,.r,
función cconó¡r.rico-social, riene
una funció¡r prácdca individual, que es sorneritra
por er ordenamie nr<¡ jurídico :r
rlna suerte de filrro de licitud (se enricnde, dc
los neeocios jurírJicos en co'crero),
<¡ue permite su protección por dich<l orclenamienro
n<rrrnarin,o, asi como ol:rece
r¡na pauta imporranrc para su inrcrprcración.

sobre la causa se ha teoriz:rtro rrrnro que se ha llegado


a decir que su importancia
se ha infado "de un modo fasrirli,,.s."tt
Ji^clus.. ,,.i r" l,* r.rcil,,.l., en afirnrrrr que I
es t¡n "conce¡rro sttstatlcialtrlenre inútil"it. (ionr¡;arto
la o¡riniórr qu.- "es,,,, .o,,..iao
clavc par:r ctrrcnder el fi¡nciorranricnro tlcl sisreu'rrr
iuríclico .1. .1"r...h., pri'ldo cchar
mrno dc- toclas las llerranricnras propr¡csras por el derecho '
para consagrar, rechazar o

30 Escoe.cn Roz,ts, Freddy, "Causales de nulidad


absoluta,, ob. cit., p. 918.
31 Así, en doctrirra, vro,rl R r'Ínrz, Fern,.ndc¡,.E/
ncto jurirlico,4 ed., Lima: Gaceta
p. 121 yTonnrs VÁsqurz, Aríbal, Acto jurítlico,Ljnt¡: Jurídica, 1999,
San Ma os, 199g,
¡:t. 136.
32
l'atto, il negozio", en Ttattdto oli
refieren a Ja crpcrirncia italiana,
octrina en cualt¡rricr experiencia

33 Pescuz-zr, Giovanni, "Causa e consicrerarion:


arfiniti e diftérenze,,, en pacta:unt seruanda, n.o 4,
Causa ed ogettu Bologna: Zanjchelli, 2006, p. 4.

ir¡i
--r'F-

rj¿pÍrulo IIl i Los DENoi\ilNADos !}uNIL,NTos trshNcrl\Lrs DIit ACT(I .tulllDrco

r depo- : -:rcgir los actos de los particulares según se adapten o no a los principios y valores
- . 1.¡grld()t por este"t'.
ecePtos Tiene la categoría de autoritas la doctrina (ya citada) que sostiene que "la causa
r resul- :.2ón del negocio se identifica con lt función económico-social del negocio entero.
tdemos - rside rirdo. con independencia de la tutela jurídica, en la síntesis de sus elementos
.a tant:l :.::¡i¿lcs":ri. La causa es pues, "el esquema de la operación económico-jurídica que
). :-r-gouio realiza inmediatamente: esta es la razón justificante del negocio, sca dcsdc

cuanto
:anr,r de vista de los sujetos que lo ponen en actuación (po.que cada uno de ellos
: i¡rt--rL-. o
dispone de lo suyo, con el fin de realizar la operación negocial en el propio
:eria de
-:::¡s), punto de vista del ordenamiento jurídico (puesto que se trata
sea desde el
los del
:eaciór.r
:: -lirr operación lícita y digna de tutela). Todo fin ulterior es extraio a la causa y
:=rign:tlo como motivo, en sentido técnico"36. Sin embargo, debemos ser cautos
-. i\ri doctrina: El ordenamiento jurídico solo protege a la "función socialmente
-.._:r.¡denrc" 5s5¡isns- y no "al capricho individual"3T. De ello se deriva que "la
-5s
,--:,¡síescondiciónnecesaria, peronocondición sufcienteporsísolaparajustificar
:--(rnocinrierrr.r del derecho. Para obtener este, la causa debe responder también a
-: rris.'ncirr duradera de la vida de relación, a una función de interés social que solo
tIoll : :.:..hr) es competente para valorar en su idoneidad para justificar positivamente su
iene
- :--l '. De esta manera, solo tendrán esta función aquellos actos o negocios que sean
coa : : ,r. incluso socialmentere. Frente a ello, se advierte que, según esta teoría, el acto,
:ro),
-:: .1\. r-ro debería ser "socialmente útil o improductivo"i0. Así, como agudamente se
recc r :c ñ ¡tl o "un contrato que se dirr¡a a reafizat intereses firtiles, caprichosos, que no
::-.:-nren ningún interés para la sociedad o ninguna "utilidad social", un contrato
. r. : :rlcnrtr fiitil o improducdvo", no sería digno de reconocimiento jurídico, sino que

rtancra
- , r:rJicanrcntc indiferente. La organizaciín del derecho o de la justicia es costosa
ar que
.:. . sociedad y para el Estado: se necesitan dinero y bienes para pagar los órganos de
ncePto - --:-.r.r. para mantener sus edificios, etc.; se necesita, en general, un esfuerzo social
echar
:r¡cr las funciones de la Justicia y del orden. No sería conveniente ni conforme
¿
- . jrlnidad del derecho y de laJusticia emplear ese esfuerzo en beneficio de negocios
tazar o
. .in ningún interés para la sociedad. Según esta teoría, no deberían ser jurídi-

-'r r'; TtNM,tN, Shoschana, "La causa cor¡o eleme¡to esencial cle los actos jurídicos 1, contratos",
:,rr1'!i4¡¡,'¡¡¡, ontnctttal 1t tutcld ¿lc/ ¡creedor, Lirna: Grijle¡ 2007, p. 103.
r, 1999. . Emilio, Tioríngeneraldel negocio jurídico,2.'ed., ob. cit., p. 141.
: r:r( ¡rr. Pietro, Istituzioni di diritto priuarr, 1i." ed., ob. cit., 188
,ltt¿to d:
. . Eniilio, Tiorín generrtl del negocio jurídico, 2.^ ed., ob. cit., p. 143
i t¿liana
reuenc1.l ¡ 1i4.
:1Í3.
4 n.o 4, .. Gino, E/ contfttto. Problemasfundamentalestratadossegúnel métodocomparatiuolcasu/stico,
-:.::.¡.¡nie ntos generales, ¡adtcido por José Fsnn¡Nors Vrl¡Lte, Barce]ona: Bosch, I 959, p. 246.

9q
JLiA\- }]SPINOZA ESPINOZA ] ACT'CI ¡I.iRíT¡ICO NEI]OCIAL

camente reconocidos, por ej. el contrato por el que uno prometa a otro una cantidad
Pare que mantenga a su canario favorito. o para qlre venga a saludar cada mañana al
promitente a la pr-rerta de su casa, o el contrato por el que dos personas se obligaran
recíprocamente a jugar una partida de golf (con "intención jurídica") o a respetar a
ciertos animales que no ofrecen ningún interés para la sociedad, etc. [. . .]. El negocio o
contrato sería nu[o (jurídicamente indiferente) en su totalidad; es decir, no solarnente
en cuanto a la obligación de pagar la cantidad promerida, sino también en cuanro a la
obligación de mantener e1 canario, de hacer el saludo matinal, erc."a, .

Por ello, frente a este criterio, si bien objetivo de Ia causa, basado en lo social y
económicamente útil en clave "social", se alza el criterio objetivo de la "udlidad parti-
cular" (nótese que aunque recurra en parte a una redundancia, lo que se quiere explicar
es que el parámetro de lo socialmente útil puede ser determinado por las parres o por
el aparato estatal). Así, "puede suceder que tal utilidad no consisra direcramenre en
una utilidad social; puede limitarse a un interés socialmente plausible o normal del
promisorio, teniendo en cuenta la relación de proporción con el daÁo que ocasiona a
la sociedad la limitación impuesta por el promitente. El perjuicio social derivado clel
límite puesto a la libre actividad personal de una de las partes queda equilibrado por
la utilidad socialmente plausible o de carácter objetivo obtenida por la orra parte. Esta
utilidad individual se resuelve en una utilidad social solamenre en el sentido de que la
sociedad tiene interés en la realización de los fines de todo individuo. En los casos más
graves de limitaciones dañosas para la sociedad se podrá también requerir una utilidad
social directa, que sirva para neutralizar el daño grave"ot. En esta misma orientación "si
sequisiera conselvar la calificación de función para la causa, se deberá hablar de esra, no
como una función económico-social, sino como una función (económico) individual,
es decir, como, función del negocio en particular, a través del cual las partes pretenden
regular sus propios y específicos intereses"a:,.

Con razón sostiene que la teoría de la causa del contrato y, en mi opinión, Ia clel
se
negocio jurídico, "como función económico-sociai es el producto más refinado de cierto
método (insensible a la historia y al derecho comparado) de absrracciones nebulosas y
de geueralizaciones erróneas) cruz y delicia de una parte importante de nuestros doctos

41 Cor.r-,t, Gino, El conn'ato. Prob/emasfundament¿l¿s trat,tdos según e/ my'todo comparatiuo


1t tasuístico,
t. I: Linedmientos generales,ob. cit., pp. 244 y 245.
42 Ibid.' ¡t.260. El autor agrega: "Pero esta utilidad especial (para el promisorio) de carácter ob.ietivo o
social uo es uu rcquisito para la sancionabilidad de todos los conrratos o pacros, sino solamente <le
aquellos (o de algunos de ellos) tendientes a establecer las citadas limitaciones e la libre activiclad de
la persona o del propietario; pactos que, de lo ser por dicha utilidad equilibradora, sería¡ nulos por
ser ilícitos o contyd legem" (Ibid., pp. 260 y 261).
13 B¡r-rrsrn Fnnru, ciovar-rni, "El negocio jurídico", en Brrrr, Emilio; Francesco G,gclNo,
Renato ScocNANTICLIo y (liovanni B,urrsre Fnr.*t, Teoría general de/ negocio jurídito: 4 Estudios
fundamentales, traducido por I-eysser LaóN Hrmruo, Linra: Ára, ZOOI, p.12t.

100 i
i Lr¡s ltlxo¡,rtN.Alros Et,lltu:nN I'os lslrlictAt.ils DIl. ACTO Julr-iDrco

antidad derecho"aa, producto de una ideología basada en la "economía dirigida"a'. Esto ha


Lñana al a decir que, en este contexto, Ia causa fue degradada a "instrttmento de control
rligaran Ia circulación de la riqueza"tt'
sPetar a

:gocio o
La doctrina nacional que más se ha ocupado del tema de la causa, afirma que
"debe entenderse bajo ia óptica de la noción de causa como función socialmente
amente
nto a la
y digna, y no en los términos de BBrrr como función socialmente úrtil"a'.
ello se sostiene que la causa tiene dos aspectos "el objetivo y el subjetivo. Bajo el
ob jetivo la causa se define como la función jurídica en base a una función so-
social 1. razonable. Pero es necesario también const¡uir el aspecto subjetivo de Ia causa
d pard- por el propósito de las partes de obtener la función jurídica y también, de
:xplicar el caso, por el propósito de alcanzar una determinada función o finalidad concreta,
:so Por [a medida que se trate de la base o rat.ón única y determinante de la celel¡ración del
3nte en jurídico", agregando que "el aspecto sub.ietivo rlos permitirá descubrir si la
¡ai dei es lícita o no y el aspecto objetivo si el negocio jurídico tiene una causa o no"'is
.siona a
rdo del Otro sector afirma que "la causa no es la función económico social, sino, por el
es la finalidad concreta que el ordenamiento jurídico toma en consideración
,do pol
otorgar efectos jurídicos o para denegarlos"'e
re. Esta
: que la Frente a aquellos que pretenden entender a la causa como una abstracta e inmo-
;os más función económico-social, en posición que comparto, se afirma que dicha
Ltilidad ión "lleva a descuidar la realidad viva de todo contrato individualmente conside-
:ión "si esto es, los intereses reales que en el caso concreto el contrato debe realizar más
rsta, no ,dei modelo típico establssid6":.. Incluso, "es bueno aclarar inmediatamente que
vidual, existe el fundamento económico (en sentido estricto) de un negocio, ni,
tenden modos, coincide siempre con el "sentido" jurídico del mismo, o sea con su
práctica o razónjustificativa (en sentido estricto)"5'

L, la del En este mismo sentido, se afirma que "el prototipo de las teorías abstractas es
: cierto por Emilio Brrrr (1890-1968)- que define la causa como
Iosas v -elaborada
doctos
Gonr-.A.,Gino, Elcontrato.Problemasfundamentalestratadossegúnelmétodoclmpartltiul!casuístico,
¡.1: Lineamientos generales, ob. cit., p.247.
tsuístico,
Ibid., p.266.
Berrrsre Fnn¡.r, Giovanni, "EI negocio jurídico", ob. cit., p.226.
rjerivo cr
lente de 'fi¡oeoe Cónoov,r, Lizardo, La causa del negocio jurídico,2.^ ed., Lima: San Marcos 1999, p. 559.
,idad de
Lac. cit.
ulos pol
Mon¡r¡s Hnwus, Rómulo, Estudios sobre teoría general del contrato, ob. cit., p.264.

LLGANO.
B*--c.t, Massimo, Diritto ciuile, vol. 3: Il connnra, Milano: GiulIré, 1987 , p. 425.

Esntdio, GE,nr, Lina; Umberto Bn-eccr,t; Francesco D. BusNEt-I-r y Ugo N,uor-r, Derecho ciuil, t.I,
'üi.2: Hechos ),actos jurídicos, reimpr., ob. cit., p. BB9.

I rot
Jlr-\lJ tlsirth\ozA ISptNOZ:\ ] ,a.c'tO ,tii«írrtco 1\..ticüclAl

función económica-social del contrato, y precisamente como su función económico-


social típica. Conforme a ella, causa de la compraventa es el intercambio entre cosa y
precio, Porque lo que define el tipo contractual de la compraventa es precisamente la
función de intercambiar cosa y precio, y toda compraventa tiene siempre esra causa.
Así ld cdusa termind Plr dPlanarse en el tipo 1...]: con la precisión de que puede tratarse
de tipo legal, si está nombrado y regulado por el legislador; pero también de tipo social,
si, aunque en ausencia de previsión legislativa, es ernpleado y de hecho codificado en
la praxis de los tráficos.

Esta teoría (o al menos la formula definitoria que la sintetiza) ha tenido suerre en


el mundo jurídico italiano. Sin embargo, ella merece críticas, que se han hecho cada
vez más decisivas y difundidas, hasta erosionar gran parre del crédito de la cual gozaba.

Concebi¡ .la catrsa de manera tan abst¡acra y tipificada tiene un prinrer inconve-
niente: si la causa es la función típica, cuando esra sea en general aprob:rda por el
legislador que nombra y regula el correspondiente tipo contlacrual locació¡,
contl'ata, etc.- -venra,/ega/mente
de¡ivaría la imper-rsaLrle consecuencia de que /os conffdto¡
ti¡ticos tienen sientpre, por defnición, cdusa /ítita; y que la posible ilicitud de la causa
se refie¡e solo a los contrato.s innominados. Pero cxiste otro inconvenienre: rJejar
fuera del horizonte de Ia caus¿r todo lo que relación al particular ct¡ntrato clel
cual concretamente se discute- excede las líneas -er1 estándar dcl tipo, e indivi<lualiza
ia
específica operación perseguida, significa ampobrecer
1, irtfexibilizar la considerdción
dal contrato, esteriliz.a¡ elementos que en cambio merecen relevancia, y así irnpedir
el más adecuado tratarniento de los supLrestos de hecho.

Hoy se considera más adherente a las exigencias de una evolucionada reoría y


disciplina del contrato concebir la causa como causa concreta: no como razón que
abstractamente justifica todo contrato perteneciente al tipo del contraro examinado
(intercambio entre cosa y precio, trata de venta); sino como razón que concretdmente
si se
justificael particular clntrdto exrtminado, alaluz de las especificidades relevantes que
lo caracrerizan (el intercarnbio entre la cosa y el precio, en el particLrlar contexto de
circunstancias, finalidacles e intereses.,-, los cuales tales partes lo h"r-, programado)",r.
En este sentido, se aprecia que "en la teoría del contrato colno opcración econórnica
las implicaciones conexas con Ia posible recuperación de elemento causal se previcnen
a través de una definición de función económica-l ndiuidualdel acto",r.

Autorizada docrrina española distingue "que podría definirse la


función q..e
nuestro derecho atribuye a la causa, diciendo que es: "la valoración de cad¿r negocio,
hecha atendiendo al resultado que con él se busca o se hayan propuesro quien o quie-

52 Roplo, Vilcen'zo, Il contrdtto, Milano: Giulü.é, 2001, pp. 363 y 364.


53 Sov lrle, AJ essan dro, Autonomia ?riudtd. e strutturd del consenso corLtrnlnule . As¡tdti storico-( otrt?nl.ntiui
di und uicendt .onc€ttu¿le, Milano: Giuffré, 2000, p. 433.

1ü2 i
c¡l,j-¡rit.o tll i Los DrrxolllNADos ll-El,ni¡t'fos FtsENctALIis Dtit.
^cro,ttiitÍDICO

ltltco- hagan la o las declaraciones". Vista la causa desde el ángulo subjetivo (supuesto
cosa y hecho) será: "lo que se pretende conseguir como resultado social y pata Io que se
)nte la o espera (no se ha querido excluir) el amparo jurídico". Desde el ángulo objetiuo
'.el
causa. de Ia norma jurídica, la causa servrrá como: metro o metros con los que se mide
'atarse resultado real buscado con la regla negocial establecida por Ia voluntad privada", y
socittl, al que se determinará Ia validez o invalidez del negocio y el tipo de eficacia
.do en le corresponda"s'.

La doctrina que vengo sigr-riendo individualiza las siguientes funciones de la causa:':


:rte erl Con respecto al negocio jurídico:
r cada
rzaba.
i. La función caracterizadora, en la cual "la causa se entiende como un requi-
sito esencial del negocio. Consiste en distinguir d) enrre lo que merece con-
sideración de negocio y lo que no lo merece; se atiende a ella, por ejemplo,
en las cuestiones sobre la simulación absoluta, euor en la causa, obligaciones
morales, meros compromisos sociales; b) entre los negocios, distinguiendo
los que son lícitos de los ilícitos o inmorales (a los que se avecinan los vicia-
dos por dolo o fraude); / entre los distintos propósitos dignos de amparo
jurídico; Io que se refleja en la clasificación de los negocios, según su diversa
eficacia"tt'.

ii. La función justificadora de la atribución patrimonial, "en especial, el paso


de un bien de un patrimonio a otro. La que se manifiesta en: a) la distinción
de negocios car-rsales y abstractos, conforme a la que se separa el acuerdo puro

ofla y de transmisión, del negocio jurídico que la origina (p. ej., en la venta); b) la
n que
justificación de la atribución de bienes, que se manifiesta negativamente en
,inado las "condictiones";7 por falta de causa; / la jr-rstificación de cada crédito y así

lmente de la correspondiente obligación; la que separándola artificiosamente de la


ls que causa del contrato, se ha llamado causa de Ia obligación o de la prestación"jS.

<to de
1o) "r'.
Dr C.q.srno v Bnwo, Federico, El negocio jurídico, reimpr., ob. cit., pp. l9l y 192. Esta clasificación
órnica r,ambién es seguida por ZusuN TrNr"tq.N, Shoschana, "La causa como elemcnto esencial de los ¿ctos
,ienen
iurídicosycontratos", ob. cit., pp. 111 y 112.
Dr Cesrno v Bnrvo, Federico, El rLegocio juridica, reimpr., ob. cit., p. 166.
Lac. cit.
n que
gocio, L.t condictioes una "tutela posterior de carácter restitutorio" (Brcuezzt Grnr, Lina; Umberto
Bnrccr,t; Francesco D. BusNEI-rr y Ugo Nelou, Derecho ciui/, :uI,,rol.2: Hechos y actos jurídicos,
quie- (ar. 1954
,rc.lnrpr., ob. cit., p. tl96), como, por ejemplo, Ia preter-rsión por enriquecimiento indebido
CC).
De CesrR.o y Bn¡vo, Federico, E/ negocio jurídiro, reimpr., ob. cit. Esta función ha llevado
a decir
qfile "la búsqueda de 1a "causa" sirve solo
para verificar la voluntad de despojarse efectivamerte de.l
Datutlut (Gonn, Gino, "Causa, consideratior-r e forma nell'atto d'alieanzione inter vivos", en Cdusa e
g¡¿aa¡¡on a cura de Guido Alre y Mario B¿ssc¡Nn, Padova: CEDAI\4, 1984, p. 136).

I rr¡q
]U,$i }]SPINOZA ESPINOZI\ J AC'rO .]URÍD]CO N]]GOC]AI

iii. La función de dependencia entre los negocios, por ella "se han podido en-
tonces denominar causales, los negocios cuya validez depende de la del otro;
por ejemplo, la fianza no puede existir si no es válido el negocio del que nace
Ia obligación garantizada"5e.

b) Con respecto a la relación negocial: "se ha recurrido a la figura de la causa para


explicar suPuestos de extinción, de vicisitudes o de cambios. 1." El no darse el
resultado previsto o el que este se haya frustrado, se ha considerado como aconte-
cimientos por los que la relación negocial creada queda privada de la causa que la
justificaba, en el supuesto de resolución del conrraro creador de obligaciones re-
cíprocas, si uno de los obligados no cumple lo que Ie i,cumbe
[...J y .r-, aquellos
otros en los que la doctrina acude a la figura de la "cláusuIa rebus sic stantibus' y
del "fundamento del negocio". 2." Analógicamenre, se ha recu¡rido también a la
figura de la causa para calificar aquello que justifica la eficacia de una declaración
de voluntad, cuando viene a modificar r-rna relación negocial ya existenre, en
especial, cuando ella implica disposición o transmisión de un bien. Así, por ejem-
plo, en los casos de cesión de créditos, pago de las der-rdas ajenas. Carácter causal
(variable caracterización jurídica del acto, gratuito u oneroso, por ejemplo)
que
hace se las distinga del mero ejercicio de las facultades o podere, que for-"n el
contenido del negocio; por ejemplo, pago hecho por el de udor o fiaclor, elección
en la obligación alternativa, puesra en mora, ejercicio de la compensación,,60.

A propósito de la función .iustificadora de la atribución patrimonial, se sostiene


que "la importancia del principio consensualista de transferencia de propiedad consiste
no tanto en la afirmación que la propiedad se transfiere sin necesidad de un acto de
entrega material (la traditio era desde hacía mucho tiempo tan "espiritualizada,, que
constituía, especialmente para los bienes inmuebles una pura fórmula norarial), cuanro
en Ia íntima compenetración del acto traslativo y del conrraro consensual, los cuales
eran formalmente y sobre todo, conceptualmente, diferenciados con toda claridad.

Dicha compenetración no se limitó al puro rerreno conceptual, sino, es bueno


observarlo, produjo Lrna consecuencia notable en ese momento, es clecir, aquella de
hacer partícipe al acto traslativo de los vicios del contrato consensual",,,. por ello, "la
atribución de Ia uis traslativa al contrato obligatorio proclujo, consiguientemente, la
afirmación del principio de la "nulidad" de la transferencia de la propiedad en el caso
en el cual al contrato le faltase la causa o tuviese una causa falsa.

59 D¡ C.rsrpo y Bnwo, Federico, E/ negocio jurídira, reimpr., ob. cit.


60 lbid., pp.166y )67.
61 croncreNNr, Michele, La causa del negozio giuridico, Mihno: Giuff¡é, t961, p. \2

104 i
CAPíT.r-it.O III i ]-oS DEI\,IOMINADOS EIL!]N4IjN-T.oS IISTI¡.CIA],I1S TrEI, AC.IO .,LIRíIJ]CO

o en- De tal modo, la exisrencia dela causa obligarudi es elevada a requisito indispensable
otro; la producción del efecto traslativo. Frente a ello, en cambio, es cierto que la
nace
-si
traditio no era suficiente para transferir la propiedad- se consideraba a menudo
que la volunad de transferre dominium se apoyase en un pre-existente titulus
incluso putativo o inválido. Consensus tradentis el jurista inter-
Para -decía
habentis trasferendi dominium Potesttltem, subsistente cduslt uertl uel putatiua,
rse el
translationis dominio lrdindtd, inducit translationem dominiio. En consecuencia la
onte-
o el vicio de la causa atribuía af tradens exclusivamente una acción personal para
lue la
resrirución, es decir, la condictio indebiti o sine crlus¡t, mientras frente a los terceros
es re-
recibía la misma disciplina de los vicios del consentimiento"63. Entonces "cuando,
rellos
,ui' y prestación se incorpora en un contrato, o en general, en un negocio, que tenga una
"función", el problema de la "causa" de este se confunde con el de la "función",
nala
el sentido que el juicio efectuado por el ordenamiento sobre la correspondencia de la
rción
de prestaciones a "intereses merecedores de tutela", satisface contemporá-
e, en
la exigencia de "justificació n" (ratio) de la combinación misma. Por otro lado
:jem-
evidenciar que [...] el relieve de la "causa" se manifiesta exclusivamente en el
:ausal
del nacimiento del negocio y no acompaña a su sucesivo desenvolvimiento"6a.
) q.,.
embargo, a propósito de esta última afirmación, se debe tener en cuenta lo evidente:
Lan el
es cierto que Ia causa afecta la estructura del negocio, sus patologías afectan tanto
cción
)0. creado, como a la relación o situación jurídicas que nacen de dicho negocio.

En la experiencia jurídica nacional "todo indica que el sistema adoptado por el


itiene
Civil peruano es el causal, donde, en materia de bienes muebles, la tradición es
nsiste
material que, si bien transfiere Ia propiedad (artículo 947 del Código Civil), está
to de
unida aI contrato inicial (causal). En relación a los bienes inmuebles,
'' que
es el así llamado "espiritualista", que considera transferida la propiedad con
,ranto
iento, aunque el registro determina las preferencias entre los acreedores en
.uales
(artículo 949 del Código Civil). En ambos casos, sin embargo, los vicios del
rd.
inicial, afectan la adquisición de la propiedad, sea ocasionando la reversión
rueno misma a favor del primer transferente, sea interrumpiendo el tracto sucesivo en
lla de de inmuebles registrables, Conde una falla "causal" en Ia cadena, puede impedir
o, la de los bienes al registro pc,r fallas en el título"6'
te, la
En posición que comparto, se admite que "la causa, referida al negocio que actúa
I caso
patrimonial, puede en dos aspectos fundamentales [...], vale de-

B.rr»o, d. Cod. 2.3.20 (no. 5) Venetiis 1615. El jurista concluía " Qtaelibet ergo traditio ordinatur
! ¡url ctrusa".
Groncr¡¡¡NI, Michele, La causa del negozio giuridica, ob. cit., p. 13.
bd",p.4e.
TrNmN, Shoschana, "La causa cono elemento esencial de los actos jurídicos y contratos",
lh cit., pp. 132.

i ros
JLIAN TISP]NOZA !]SP]NC)ZA I AC TO .¡UNJPIC]O NTI(JOCIAI,

cir, como "función", como "fin" y conjuntamente como "fundament6" quizá distir
-que
reproduzcan en términos "modernos" la vieja distinción entre contratos materiales y es inr
formales- considerarse, aunque en un sentido diverso del antiguo, el"uestirnentum" mlen
que cubre la desnuda manifestación de voluntad, permitiéndole mostrarse en el mundo de la
del derecho"66. 'r-olur
hent
Autorizada doctrina afirma que "si fuera posible resumir todos los significados que
a)
el término "causa" fue asumiendo en el ciuil law, al menos en lo que se refiere a la materia
de contratos y de atribuciones patrimoniales, podría decirse que "causa" significa, por
una parte, el fin o motivo del promitente o enajenante, o sea la causa de la uoluntad; y br
por otra, larazínjustificadora o cAusa de la sanción jurídica de la promesa. Pero ambos
sentidos son demasiado vagos si no se especifica en función de qué problemas se toman
en cuenta los distintos conceptos de fin y de razónjustificadora"u'. Siguiendo este pen-
samiento, aunque con cierto matiz, se sostiene que la causa puede ser entendida en dos - aJ.

modos, vale decir, "como función del negocio, o como justificación"6s. En este orden de
ideas "función puede significar: o el fin del operador; o el efecto del negocio. Por otro j\.A
[ado, el fin por el cual el sujeto declara es la producción del efecto; por ello, el efecto
y el fin del negocio tienden a coincidir. Si entendemos la causa como efecto o como
fin del acto, la causa se convierte en un segundo nombre del contenido del negocio: :-i.lIt
el efecto del negocio reproduce el contenido. El jurista piensa entonces, más que a la =:h
función asignada por el derecho aI negocio, a la función consentida por el derecho al : '-ti
negocio. Tomada en este sentido, la causa se convierte en un segundo nombre de la no ta\
ilicitud del contenido del negocio"6e. Por ello, sostiene que "la causa puede entenderse, _L.
en cambio, como elemento justificativo de la declaración de la voluntad"7o.

Es importante distinguir la causa del motivo del negocio jurídico, el cual "se puede
identificar con el "para qué"; la obligación responde a un "qué" o un "cuáI" (en tanto
referido al objeto, como prestación, de la obligación); y el negocio jurídico reposa en
un "por qué", como vinculado ala razón juridice que lo justifica y a los efectos típicos
que produce"71. No obstante ello, otro sector de la doctrina nacional ha afirmado que
la causa responde a la pregunta del "para qué del derecho"T'. Los motivos, entendidos
como las razones particulares o personales del que declara la voluntad, son cosa bien

66 Groncnnr.¡r, Michele, La causa del negozio giurirJico, ob. cit., pp. 70 y 71.
67 Conre, Gino, "Causa, consideration e tbrma nell'atto d'alieanzione inter vivos", ob. cit., p. 339.
6B Secco, Rodollo con la colaboración de Paola Crsr,r.No, "Il lano, l'atto, il negozio", ob. cit., p. 375.
69 Loc. cit.

70 lbid.. p.376.
71 LoHr¡,q.NN Lucr os Tr:ur, Guillermo, El negocio jnrídico, 2.^ ed., ob. cit., p. 95.
72 Zusl,lq.N Trwl¡eN, Shoschana, "La causa como elemento esencial de los actos jurídicos y contratos",
ob. cit., p. 1 10.

10rr i

r
I

c¡-pi'rrili-¡ Ill i l,tis IJENüt\.ilN¿\t)os lL,L-r4ItN't os [isE],tctAl_.[s t)]1. ACTO .tutÍuco

'qurza de la causa, ente,dida como justificación de Ia declaración de voluntad, tal como


iales y interpretada por las partes de acuerdo a las coordenadas establecidas por el ordena-
ntum" pienro jurídico. Los motivos pueden quedar (incluso) inadvertidos por el destinatario
nundo Ia declaración de voluntad. Si los motivos son determinantes de la declaración de la

), ellos son conocidos por la contraparte, o son comLlnes, nos e ncontlamos


a dos posibles interpretaciones:
os que
Se elevan a la categoría de Ia causa y se convierten en elementos esenciales del
lateria
negocio, afectando su validez.
la, Por
ztad; y Se asimilan a la cate¡;oría de la condición y se convierren en elemen¡os acciclen-
ambos tales del negocio, afecrando su eficacia.
foman
.e Veámoslo con un ejemplo: si (viviendo en Lima) alquilo un departamenro en
Pen-
en dos porque me han contratado para tr¿baiar en esa ciudad y mi arrendador conoce
den de hecho, en Ia hipótesis en que ya no se concrere mi trabajo en Ica ¿ello afectaría
)f otro validez, Ia eficacia del acto o simplemente es irrelevante? En mi opinión, el hecho
efecto no haya habido un éxito positivo en el trabajo, no debe afectar al arrendador. En
como no se entiende por qué este tenga que asumir estos costos, salvo que se haya
:gocio: que este acontecimiento operaría como una condición, en cuyo caso afectaría
ueala del acto. También se puede dar el supuesro que el motivo sea aceptado por
:cho al parte: aquí este se "causaliza" y de r.ro haber el éxito positivo laboral, el acto sería
elano (ex. art. 1359 CC). Una pauta interprerariva 1a renemos en el arr. 205 del
rderse, el cual establece qu.e:

El error en el motivo solo vicia el acto c.anclo expresamente se manifiesta como su


puede ¡¿rzón deter¡nilante y es accptado por la otra parte.
r tanto
osa en Si se concibe la ca*sa bajo una perspectiva sr.rbjetiva, es decir, como "fin último
típicos üene en cuenta el sujeto" y a los morivos, como "móviles psicológico.s que han
Jo que al su.jeto", la diferenciación es verdaderamenre suril. Evidentemente, si se
ndidos turn concepto objetivo de la causa, entendida como lunción económico-social del
¡a bien es más fácil entender su distinción conceptualT3. Si entendemos la causa en clave
individual, en buena cuenta, me encuentro frente a un motivo "casualizado".

-B por ello que considero que Ia causa, más allá de una absrracra función eco-
. 339. es la función individual prácticay opera como una suerte de filtro de

p.375. de los negocios jurídicos que justifica la declaración de la voluntad y que permire
por el ordenamiento normativo, así como ofrece rLna parLta importante
,inrerpretación. Es evidente que el concepro de licitud, entendido en un senrido

ltfatos I Michele, "Lac¿rusa tr¿r rradizione e innovazione , en (:tlusd e cousidtration, a cura de


,{rllyMario BrssoNe, ob. cir., p.20.

I t*;
.JLTAN HSP]NOZI\ ESPINOZA I ACI'':I .¡UE.IIIIC]O l\I]GOCIAI,

material y no meramente formal, es fluctuante y va evolucionando (o involucionanclo)


con la misma sociedad.

lJna categoría (que se suele entender) semejante a la causa que se emplea en el área
su concepción e¡ninentemente prácica,
ón (entendida en un senrido amp[io7r).
urídica, puede consisrir, sea un derecho,

uicio, p érdida o resp o ns ab iridad d ada, .'"Tiil


pe rj
es dennida como "una entidad jurídico-económica
'rT:,:'"H1
h::i,:ffi ::;nil;
que .. t.".1á" del patrimonio jur!
dico del promisario hacia el patrimonio clel promitenre o de un
rercero (bene6ciario),
o una desve,taja, un sacrificio que el promisario asume por efecto (o
a cambio) de la
promesa. Le relación enrre las dos hipótesis es tal, que la segurrd"
comprende evidente_
mente también la primera. Conceptualmente, en .f..,o,
tlmbién la contraprestación,
en si y por si, no es más que un detrimento que sufre el

'1","')
que la
patrimonio
*,*',1:;;,17;'¿i#?,:if:il::'r:r:,!"
evolución .orr..-pt.rd, de beneft t0 the promisnr o
d.l pr.¡¡-rr.ario,,ru.

detriment to the promiseds a¡omething bargrtinetl ancl-giuen


in excha'nge for th) promise:r,
teorizando el "intercambio" como "caregoria.orl..pt.r"l omnicomp"rensiva,,s0.
En una
feliz expresiónla consider¿tion es.orr..bid" .orro .,.., "ro*rthingfo,.
s,metbing,,Br.

74 Ibid., p. t9.
75 Caso Cunir a Misa (1875) L lO,Excheguer, 153, 162 (cirarlo por Mexcrur, Federico, ,,La
.R.
'consider¿tion" ncl Diritto Nordamer¡c¿oo deicr nrratú", en causa e ionsiderorior, rur^de Guido
Ar'rr y Mario Besso¡¡s, ob' cir., p. 188). Esta delinición, a su vez, ^ lirer¡lmenre
fue reproducida casi
en una s€ntencia de la Cone de Apelaciones de Roma con
lecha 19 J233 (Cruscuorr, Giovanni,
''cat¡sa' e 'consider¡rion' o della loro
incomu¡ic¿biliu', en c¿tua e considtmr,raz, a cu¡a de Guido
Arne y Mario Brsso¡¡" pador.a: CEDAM, 19g4, p. X).
76 Fn'tNc¡scrrsrlr, Retno, "'Causa e 'consideration' nel Diritto Privato
Italiano e Anglossasone,,, en
L)ausa e consideration, a ctrade Guido Alpr y Mario BpssoNr, ob. cit., pp. f OA y ié9.
77 Arp,t, Guido citando a conrramo, dal principio dello scanrbio eguale al
dogma della volonü , plna negoziale d.l to-_on law,,,, en Causa e
cot¡iderarton,a cu¡a de orve, ob.-cit., p. 257.
/ó Brssorve Ma¡io, '
responsabiliü contr¿m.nle dal dogma dellr
coDsroerauon atla ,,
en eula c considcrtior, , .,.." da G.rido
fu-r,l y Mario Bns a p,trmnso¡v, Fur:¡n Bel¡,r*¡r¡,¡r ym LorrNznx.
79 B¡ssoN¡ Mario, 'strarcgia d'impresa e reoria oggetriva della
responsabilitá cont¡attuale dal dogma
della consideradon alla polir.ica del diritto del|eñerging
capitalisi,,, ob. cit., quien cita a G,von¡,
Horr,rEs y Hor*rrz, cit., p.240.
80 Br'ssoN¡ Mario, "strategia d'impresa e teoria oggetriva
della responsabilit2r contrattuale dal dogma
della conside¡atio, alla politica del diritto del'ñerging
capitrl;.-',, o6. cit., p.239.
81 JaNxs citado por Gonle, Gino, "Causa, consideration e forma nell'atto d'alieanzione inter vivos,,,
ob. cit., p. 152.

los I

t
cAPilut,o III I Los IltiNo\,uN¿\I)os ¡rIni\{TiN'ros risE¡icrAuts Dur- ACT6,tuRiDrco

rndo) La sec. 75 del primer Restdtement of Contracts esrablece que:


1. Consideration for a promise is
:l área
a) an act othe¡ than a promise, o
ctica, b) a forbearance, or
lio'a). c) the crearion, modification or destruction of legal relation, or
'echo, d) a return promise, bargained for and given in exchange for the promise.
rción, 2. Consideration may be given to the promisor or ro some other person. It
nbién may be given by the promise of by some other person.
r jr-rrí-
ario), La sec. 90 del mismo Restdtement rectta:
de la
A promise wich the promisor should reasonably expect to induce acrion or
Iente-
forbea¡ance ofa definite and substantial characte¡ on the part ofthe promisee
rción,
a'd wich does induce such action or forbearance is binding ofinjustice can be
rio"7('.
avoided only by enfo¡cemenr of the promrse.
,e?ted
elieve Se observa que la tesis que considera que la consid¿ration es ún ttnalogoz de la causa
isor o contrato continental, debe ser rechazada por los siguientes motivoss2:
nise1t,
A nivel de estructura de los dos elementos, la primera constanre es la esencia mo-

: """
nista de la causa, frente a la dualidad dela considerationss. Ello se da en atención
qu,e la considerdtion se configura solo en los contractsa.

También, en cllanto a la estructura interna, la esencia de la causa es abstracta,


rnientras la de la consideration es concrera8r.
-o, "l.a
Guido tr-acausa (si falta o es ilícita) afecta la validez del contrato, en el common lata,la
lmente consideration afecta [a existencia del contract, "impidiendo que se llegue a confi-
rvanni,
gurar un mínimo del supuesto de hecho"86. Sin embargo, es perrinente precisar
Guido
'flue esto es perfectamente aplicable en la experiencia jurídica italiana (art. l41g
ne", en CC). Dentro de nuesrro sisrema, la falta de un elemento del acto furídico (en
€ste caso, Ia causa) genera la inexistencia del mismo. Cosa bien distinra es que,

;uale al
eristicndo causa, esra sea ilícita: este sí es un supuesto de invalidez.
)ausa e

:a della
:Guido
iC¡¡¡cuou, Giovanni, "'causa e'consideration' o della loro incomunicabititi', ob. cit., p. XIII. En
NZEN.
dsentido que se trata de conceptos distintos, MeNcrNr, Federico, "La "consideration" nel Diritto
dogma IÉnümericano dei Contrarti", ob. cit., p. 184
LMORE,
Cfscuor¡, Giovanni, "'Causa e'consideration' o della loro incomunicabilitii'. ob. cir
embargo, hay quien sosriene que también se configura tarnbién en e1 acro dispositivo (Gorlre,
dogma
o, "Causa, considerarion e forma nell'atto d'alieanzione inter vivos", ob. cit., p. i49).
Giovanni, "'Causa e 'consideration' o della lo¡o incomunicabilitá", ob. cit., p. XIV
vivos".
p. )OI

i 1oe
'II.,AN L-SP]NOZA, J]_SPINOZA i AC-iO JUII.I]JI(]O NI]I:;OCIAI

En la experiencia jurídica francesa, el original art. 1 131 del Code precisaba que:

La obligación sin c¿usa, o corl una causa falsa, no puede tener efecto alguno.

Mediante la Ordenanza N." 20 16-131, del 10.02.16 (que entra en vigencia el


0 1 . 1 0. 1 6) , se ha introducido una notable reforma del Code Ciuil en materia de derecho
de los contratos, del régimen general y de la prueba de las obligaciones, el texto del art.
1 131 ha sido derogado. Ello ha sido larnentado por un sector de la doctrina, afirmando ¡=;¿
que "la causa es suprimida por la ordenanza solo porque los proyectos europeos no la
conocen y porque los poderes públicos quieren acercarse a esos proyectos para realtzar ,¡!-\;
una armonización de los derechos europeos de los contratos"87. Sin embargo el art. _."c-
1 128 en su nueva versión regula lo siguiente: iilE-n-'_

X.8
Son ncccsarios para Ia validez dcl contrato:

1." El consenrimier-rto de las paltes;


2." Su capacidad de cont¡atar;
3.o Un contenido 1ícito y cierto

Evidentemente, al exigirse el requisito de la validez, este debe entendido en el


sentido que es atribuible a la causa. En efecto, la causa (aunque no explícitamente) se
encuentra presente; pero en aquella línea de pensamiento que Ia redimensiona, en tanto
instrumento para medir la licitud (en este caso) de los contratos.

IV. LA FORMALIDAD

La forma es el medio a navés del cual se exteriorize la voluntad (manifest¿da o


declarada). la formalidad se configure por los particuleres requisitos determinados
por ley idóneos para la dedaraci¿n de la voluntad.

Se afirma que "la forma es el vehículo mediante el cual la voluntad negocial se


manifiesta o Ia figura exterior del acto que en la vida en relación no es reconocible para
los otros sino a través de la misma forma"", agregando que, "en todo caso, negocio y
forma son dos datos inescindibles y la forma no es otra cosa si no el modo con el cual
el acto humano se exterioriza. Tal modo es libre siempre que la exteriorización absuelva

87 C¡¡mlu.c, Rém¡ "Ll relorma de1 derecho lrancés de los contratos. Ordenanza del 10 de febrero
de 2016", enActualid¿d Ciuil, n.',21, Lima: Instituto Pacífrco, marzo 2016, p. 200.
8B C¡zzcrNr, Francesco, Manuale di diritto priuato, XII ed. actualizada con referencias de doctrina y
jurisprudercia, Napoli: ESI, 2006, p. 915.

110 i

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