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Análisis del texto: Imagen y Reputación

La imagen institucional y la reputación, aunque parecen ser lo mismo, son


conceptos diferentes que dan cuenta de la situación de una institución o un
personaje público.
La imagen es como una fotografía que se evidencia en una primera impresión,
que representa la parte superficial de alguien o algo, que incluso puede ser
retocada por su creador para sostener una apariencia impecable, pero que no
necesariamente representa el fondo o su esencia.
La imagen se puede afianzar con la acumulación de acciones que se informan
permanentemente de lo que hace una persona, empresa o institución, mientras
que la reputación, que es un activo intangible, da cuenta de una percepción
que se genera por las conductas de la institución, misma que debe guardar
coherencia entre lo que dice y hace, lo que es fundamental para conseguir la
credibilidad de las relaciones profesionales, el compromiso de las personas y la
confianza.
Imagen Corporativa: La expresión es otro de los elementos que constituyen el
concepto de reputación. Sobre la base de la identidad toda organización
desarrolla una imagen que se deriva de sus actividades.
Se dice que la identidad es como se ve a la organización, la imagen es como la
ven otros. Por lo tanto la imagen proyecta la personalidad de la organización, y
se construye en el entorno externo. La imagen es la impresión total (creencias
y sentimientos) que la organización genera en los grupos de interés.
Distinción entre los tipos de imagen:
Imagen de producto: Se manifiesta en la actitud que tienen los grupos de
interés hacia los productos, sin tener en cuenta las marcas o nombres de las
empresas.
Imagen de marca: Está constituida por las actitudes que presenta el público
respecto a una determinada marca o nombre del producto
Finalmente, la imagen de empresa o imagen corporativa que vendría a ser la
idea global de la organización en cuanto a “ser vivo social y comunicativo”.
En el caso de las instituciones públicas, quienes permanecen en el monitoreo
permanente por parte de la sociedad, justamente por proporcionar servicios
para garantizar la calidad de vida de las personas, evidenciamos un actor
importante que puede posicionar o sepultar a una institución: los medios de
comunicación.

Los medios de comunicación abordan un tema en específico, sin embargo, y de


acuerdo al sesgo o intereses personales, pueden descontextualizar, cortar o
dar a conocer un hecho con enfoques totalmente distintos a los precisos
(tergiversar).

Como es el caso de la Policía Nacional, quien genera cantidad de información,


pero que siempre será abordada por los medios de comunicación tradicionales
o alternativos de acuerdo a su interés, público objetivo, e incluso, afinidad
política, este último juega un rol fundamental para afianzar la situación país, o
desestabilizar.

Es así que resulta importante establecer buenas relaciones con los medios de
comunicación, proporcionando información inmediata, oportuna y transparente
para llenar esos vacíos informativos y no dar paso a la especulación, evitando
también la sobre carga informativa.

Además de afianzar las relaciones directas con la comunidad, con los públicos
objetivos, para así construir una reputación institucional positiva, que se
sostenga a largo plazo y que no se vea afectada por acciones eventuales o
hechos aislados.

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