Profesor: Rodrigo Faúndez Carreño Ayudante: Paulina Montecinos Asignatura: Literatura Española Contemporánea Fecha: 04 de mayo de 2022 1. ¿En qué medida la obra Marianela de Benito Pérez Galdós es representativa del realismo, el advenimiento de la modernidad y los valores de la burguesía del siglo XIX? En tu respuesta, utiliza la bibliografía obligatoria del curso. E. Dussel, la noción de Historia de Hegel, E. Cesaire, K. Marx y D. Eltit. Cita pasajes de la novela y de los textos teóricos para afirmar tus ideas. Marianela es indicada una novela realista, publicada en 1878; fue escrita durante una época en la que España aún era considerada un imperio, y si tomamos en cuenta que Pérez Galdós es considerado un exponente a las costumbres, ideales y pensamientos de su época, no sería nada extraño que sus obras en mayoría se tratasen de eso. Es más, las novelas españolas de esa época se caracterizaban porque describían completamente lo que se vivía en esos años, la situación de las personas y cómo estas vivían. Así lo vemos en esta novela, que trata de una joven huérfana, lazarillo de un joven ciego de clase alta, Pablo, de quien se enamora perdidamente. Se nos muestra también, la manera en la que Marianela es despreciada por ser huérfana, pobre y porque su mamá se quitó la vida, lo que era pecado, y sigue siéndolo, dentro del evangelio. Es decir, que se suicidó -dijo Sofía-. Era una mujer de mala vida y peores ideas, según he oído contar (…) Y yo me pregunto: ¿Esos seres tan envilecidos que terminan una vida de crímenes con el mayor de todos, que es el suicidio, merecen compasión del género humano? Hay cosas que horripila; hay personas que no deberían haber nacido, no señor… (Pérez Galdós, Marianela 49) Dentro de este mismo párrafo se hace presente lo que en esa época no podía faltar, los prejuicios y el fanatismo religioso que cegaba a la gente a un solo y único punto de vista, que creían verdadero y si decías lo contrario eras terriblemente condenado por la sociedad. Como personaje ejemplo de esto que menciono, se encuentra Sofía, cuñada de Teodoro Golfín, quien es la que juzga a la madre de Marianela por la decisión que tomó, y así mismo, ve la situación de la niña desde su perspectiva religiosa, de esto hago hincapié para referirme a los valores burgueses del siglo XIX, siendo la clase social más dominante y conservadora durante esa época, su poder e influencia era muy fuerte sobre el resto de la sociedad. Y según lo que Marx exponía de la burguesía es que empleaba a la clase obrera de forma poco solidaria, la lucha entre clases sociales. No obstante, nuestra época, la época de la burguesía, se distingue por haber simplificado los antagonismos de clase. La sociedad se divide más y más en dos grandes campos enemigos, en dos clases directamente opuestas, la burguesía y el proletariado. (Marx, Manifiesto Comunista 4-5) Lo que podemos ver presente dentro de la novela, como Marianela es vista de mala manera por su origen y nadie le ayuda realmente, sólo hacen uso de ella por sus servicios, como lazarillo y porque es una muchacha realmente trabajadora e inteligente, pero la sociedad recalca más su trágica historia y su clase social. Haciendo notar la brecha que hay entre burgués y proletariado. Bien se nota esto cuando Sofía y Teodoro mantienen un pequeño debate respecto a la situación de Marianela, esto mismo da para que hablen respecto a cómo la sociedad maneja ese tipo de situaciones. Lo que me da a entender que el novelista realiza una crítica, aunque indirectamente, a cómo la sociedad se comportaba en aquella época, esos ideales vagos que se tenían y aquel pensamiento de superioridad o de no poder hacer nada por la gente que se encontraba en la pobreza extrema, si no que solo los miraban desde lo alto; como pasaba con Marianela, todos veían el pesar de aquella niña, su mala situación y desarrollo, por falta de alimentación, pero nadie realmente la ayudaba. Como la familia que le daba asilo a Nela, pero le hacían dormir en cualquier lugar de la casa. Demostrando esto que realmente nadie se preocupaba por ella, quien prestaba sus servicios a todo el mundo. Estáis viendo delante de vosotros, al pie mismo de vuestras cómodas casas, a una multitud de seres abandonados, faltos de todo lo que es necesario a la niñez, desde los padres hasta los juguetes… les estáis viendo, sí… nunca se os ocurre infundirles un poco de dignidad, haciéndoles saber que son seres humanos, dándoles las ideas de que carecen; no se os ocurre ennoblecerles, haciéndoles pasar del bestial trabajo mecánico al trabajo de la inteligencia; les veis viviendo en habitaciones inmundas, mal alimentados, perfeccionándose cada día en su salvaje rusticidad, y no se os ocurre extender un poco hasta ellos las comodidades de que estáis rodeados… ¡Toda la energía la guardáis luego para declamar contra los homicidios, los robos y el suicidio, sin reparar que sostenéis escuela permanente de estos tres crímenes! (Pérez Galdós, Marianela 50) Teodoro es el único personaje dentro de esta historia que es consciente, por decirlo así, de los privilegios que posee, manteniendo sus principios rectos durante el desarrollo de la historia. A pesar de que es parte de la clase burguesa tiene una formación proletaria y esto se ve reflejado en su forma de actuar y pensar con Marianela, aunque nunca deja de ser burgués. En gran parte, siento que a través del mismo Teodoro vemos reflejada la modernidad, que, según Enrique Dussel, en Europa daría comienzo el proceso de modernidad como una emancipación, una “salida” de la inmadurez por un esfuerzo de la razón como proceso crítico, que abre la humanidad a un nuevo desarrollo del ser humano. (Dussel, Eurocentrismo 27) Siendo Teodoro parte el proceso crítico, con un pensamiento distinto al del resto, cuestionándose la realidad en la que vivía y las acciones de la sociedad a la que pertenecía, y en parte, pienso que es porque él antes de ser de buen renombre y tener lo que poseía, fue como Marianela, su hermano y él, esto le permite analizar la situación desde otro punto de vista, distinto al de los demás burgueses que nacieron en cuna de oro, mencionando a los burgueses otra vez, que por esa época no era tanto quienes heredaban, sino que también se consideraba a quienes habían obtenido sus posesiones con trabajo duro, ascendiendo por su cuenta. Y a esto se refería la modernidad, al cuestionamiento de la realidad, tantear pensamientos nuevos, atreverse a criticar, a “redescubrirse”. De esta manera Marianela nos presenta el amanecer de la modernidad, con el uso de pensamiento crítico de alguien que se oponía a lo establecido por la sociedad. Esto se ve también en Florentina, prima y prometida de Pablo, quien no cumplía con los estándares de mujer noble por su empatía con los del proletariado. Vemos el realismo reflejado en la misma vivencia de Marianela y en su relación con la sociedad de aquella época que es muy bien representada por el autor, detallando hasta los paisajes en la que se desarrollaba y los valores burgueses son representados por los mismos miembros de la burguesía presentados en la novela. ¡Cosa rara, inaudita! La Nela que nunca había tenido cama, ni ropa, ni zapatos, ni sustento, ni consideración, ni familia, ni nada propio, ni siquiera nombre, tuvo un magnífico sepulcro que causó no pocas envidias entre los vivos de Socartes. (Pérez Galdós, Marianela 113). 2. Desarrolla el tema ‘autoridad, poder y feminidad’ en la Tía Tula de Miguel de Unamuno. Para responder tu pregunta, utiliza el texto de S. Federicci y otros textos teóricos de la carpeta feminismo en Adecca. Aborda el tema de la sexualidad, la familia (ángel del hogar), lo público y privado en la mujer del siglo XIX. Así también, la importancia de la novela de educación y en la historia del realismo, a partir de lo propuesto por M. Bajtín. Miguel de Unamuno trae a la vida a Gertrudis, más conocida como la Tía Tula en el año 1921, Gertrudis tenía un deseo enorme por ser madre, sin embargo, ella no quería tener hijos. Debido a algunas vueltas que dio su vida, terminó por hacerse cargo de sus sobrinos cumpliendo por fin su deseo de ser madre; ella no deseaba casarse, porque “Yo siempre temo de los hombres, tío” (Unamuno, Tía Tula 12). Y no sólo eso, Gertrudis consideraba que el matrimonio no era más que un vehículo de vida y el sexo le horrorizaba, desde un inicio se notó que ella entregaba todo al resto, sin dedicar tiempo a ella. No quiere casarse, ni tener sexo, pero tampoco quiere ser monja. Es como si estuviera en un limbo, hasta que nacen sus sobrinos. Cuando hablamos de la Tía Tula, reconocemos que es una mujer decidida, persiguió su sueño de ser madre hasta el final, y aunque esto la llevó a vivir tristes desgracias, se mantuvo firme a sus ideales; siendo una figura autoritaria dentro de su familia. Esto se ve desde el inicio, cuando ella le insiste a su hermana que se case con Ramiro y viceversa; guiando todas las cosas para que todo saliera como ella lo estimaba para su hermana. Aunque la novela es ligera, posee una complejidad en su personaje principal, Gertrudis, ya que nos muestra sus acciones y pensamientos, sentimientos en profundidad, creando un personaje con el cual podemos conectar. Aunque a Gertrudis nos la presentan como una mujer que derrocha belleza, ella no está interesada en absoluto en los hombres, ni en casarse; alguien que cautiva con su mirada, que irradia autoridad. Por otro lado, su hermana Rosa es todo lo contrario, es una mujer dulce y sumisa, no da un paso si Gertrudis no se lo dice. Es por esto mismo que se casa con Ramiro, quien la alentó a hacerlo. De aquel matrimonio nace el primer niño, de nombre Ramiro, “Ramirito”, este acontecimiento convirtió a Gertrudis en la Tía Tula. Quien constantemente estaba al lado de su hermana, apoyándola en todo relacionado a su maternidad, en cada uno de sus partos. Esto es lo que le lleva a imponer un deseo fijo: llegar a ser madre, sin llegar a serlo. “––Y ahora ––le dijo Gertrudis a su hermana al oído–– a querer mucho a tu marido, a hacerle dichoso y... ¡a darnos muchos hijos!” (Unamuno, Tía Tula 24) Incluyéndose dentro de los planes familiares de su hermana, ocurrido todo esto después de que falleció su tío Primitivo. Más tarde, cuando fallece su hermana Rosa, Tula se vuelven el pilar dentro de su familia, una autoridad que hasta el mismo Ramiro respetaba. Tomando el título de matriarca, sin estar casada. Se encarga de sus sobrinos, no como madrastra, sino como madre; y aunque Ramiro le pidió reiteradas veces que se casase con él, ella se negó. Gertrudis insiste en una maternidad sin sexo, que para ella es una aberración total, una mancha. Aunque esto no quiere decir que no se tiente, el erotismo está presente, pero ella se resiste a ser elegida por su cuñado. Su sexualidad siempre está oculta, por el mismo deseo de ella de mantenerse pura y porque le horroriza el sexo. Aquí se logra abordar el poder, que poseía Gertrudis en su entorno social, más en varones; tales como: Ramiro, el doctor Juan y hasta su tío Primitivo, quien siempre mencionaba que Tula repudiaba a los hombres. Ocurriendo en este caso que el peso del poder caiga sobre el patriarcado. Siguiendo este mismo hilo nos encontramos con la autoridad, estando este relacionado con el poder mismo que siente Gertrudis, mostrándose al mundo como una mujer segura de lo que hace, intentando mantener su imagen pura a los ojos de los demás, teniendo una lucha interna constante por ser perfecta. Llevándole esto mismo a tomar decisiones que no le correspondían directamente a ella, vuelvo a mencionar cuando convence a Ramiro de que a toda costa de case con Rosa, llegando hasta su tío Primitivo para lograr que esta boda se efectuara; mencionándole de que si no lo hacían Ramiro podría arrepentirse. Este mismo poder que ejerce sobre los demás le lleva a sentirse sola, pero para ser ayudada, no para ayudar a los demás porque eso era lo que más hacía. Más que nada ella sentía que debía ejercer poder y autoridad. Ella sería el báculo de todos los que la rodearan; pero si sus piernas flaquearan, si su cabeza no le mantuviese firme en su sendero, si su corazón empezaba a bambolear y en-flaquecer, ¿quién la sostendría a ella?, ¿quién sería su báculo? Porque ella, tan henchida del sentimiento, de la pasión mejor, de la maternidad, no sentía la filialidad. (Unamuno, Tía Tula 48) Filial según la biblia es el vínculo del hijo con el padre o madre, se siente por ellos el amor filial; basándonos en esta definición Tula sentía que nadie más que ella sería firme dentro de ese hogar, sin embargo, le atormentaba el hecho de que no sentía que ellos no dependieran de ella, ni compartieran el mismo sentimiento, tanto le aflige que va a confesarse con el padre de la iglesia. Porque ella sobre cualquier cosa en el mundo amaba ser madre, se dedicaba completamente a la crianza de sus hijos, que le quitaran su autoridad como pilar del hogar, Ramiro volviéndose a casar, qué sería de ella. Ya que Gertrudis llevó su propia independencia al extremo, no permitiéndose vivir su vida, causándose ella misma infelicidad para hacer feliz al resto. Cumpliendo con lo que se consideraba correcto para una mujer en el espacio privado, siendo una madre considerada con sus hijos y encargándose del hogar, mientras que Ramiro era quien se mostraba en el espacio público, y Gertrudis no reflejaba muy bien a lo que se esperaba de la mujer durante esa época, siendo una mujer con hijos, soltera, conviviendo con el marido de difunta hermana. Tía Tula nos presenta diversos temas dentro de una misma historia, ya fuera la imposibilidad de la mujer de ser madre si no tenía un hombre a su lado, la autoridad que lograba ejercer una mujer si se le proponía; la feminidad, que no sólo puede ser calificada físicamente, Tula era una mujer femenina, al igual que su hermana, ambas hermosas y fuertes mujeres. Pero entre Rosa y Gertrudis existe un enorme contraste, siendo la menor de las hermanas más delicada, sumisa, deseosa de contraer matrimonio y crear una familia, todo lo contrario, a Gertrudis, quien no era sumisa, no se callaba ni dejaba que algún hombre la mandoneara.