Intervención del Estado en la

Educación.
DMITRI LOPEZ CHERNYSHOV. UNIVERSIDAD
DEL SUR. 15/7/2020
PEDAGOGÍA COMPARADA
GRUPO:
OCTAVO CUATRIMESTRE

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 Contexto internacional entre México y Belice

Acceso a la educación en Belice

Más del 76% de la población beliceña es alfabeto funcional. Aunque la cifra ha

sido tradicionalmente más alta, la afluencia de miles de refugiados
centroamericanos durante la decada de los 80, combinado con la inhabilidad del
país de absorberlos rápidamente al sistema educacional, ha llevado a la
disminución de la tasa general de alfabetización en el país.

La educación primaria es obligatoria en Belice, y en los niveles de primaria y de

secundaria la educación es gratis para todo beliceño. Los niños normalmente
ingresan a la escuela primaria a la edad de 5, y después de 8 años escolares se
gradúan con un Certificado de Escuela Primaria.
Alumnos de “High School” (nivel de secundaria) asisten durante cuatro años
después del cual, si tienen éxito, podrán escoger entre ingresar a la Universidad de
Belice (nivel universitario) o asistir a uno de los muchos “Sexto Grados” en todo el
país.

Sexto grados eran tradicionalmente instituciones de dos años de nivel universitario

que preparaba al estudiante para ingreso al sistema de la Universidad
Británica/Caribeña. Recientemente, sin embargo, los títulos concedidos por Sexto
Grado han llegado a reconocerse como el equivalente del Título de Técnico en los
Estados Unidos y muchos estudiantes que se gradúan de Sexto Grado pasan a las
universidades de los Estados Unidos donde completan los últimos dos años que se
requieren para el “Bachelor´s Degree” – el diploma Universitario. El inglés es el
único idioma de enseñanza.

Educación en Belice es obligatoria entre los 6 y los 14 años de educación primaria.

En 2001, el 93,2 por ciento de los niños de 5 a 14 años asistían a la escuela. La Ley
de Educación somete a los padres a una multa de hasta US $ 100 si sus hijos en
edad escolar no asisten a la escuela regularmente. A pesar de ello, hay una gran
cantidad de abandonos escolares y niños que no reciben ningún tipo de educación
debido a limitaciones financieras.

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La educación primaria es gratuita, pero los gastos relacionados, tales como

uniformes, libros y cuotas escolares anuales son una presión financiera sobre las
familias pobres. escuelas secundarias y programas de aprendizaje y de formación
profesional sólo pueden dar cabida a la mitad de los niños que completan la
primaria. En 2002, la tasa bruta de matrícula primaria fue de 122 por ciento y la
tasa neta de matrícula primaria fue del 99 por ciento. (Tasas brutas y netas se basan
en el número de estudiantes registrados formalmente en la escuela primaria y, por
tanto, no reflejan necesariamente la asistencia escolar.) A partir de 1999, el 81 por
ciento de los niños inscritos en la escuela primaria era probable que llegan al
quinto grado 5. Los resultados de la Encuesta de Actividad infantil indican que el
12 por ciento de los niños trabajadores de entre 5 a 14 años no asisten a la escuela.

Se presenta un análisis del

sector educativo mexicano
desde una perspectiva de
comparación internacional,
particularmente con países del
continente americano y países
miembros de la Organización

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para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta exploración se basa

en indicadores que dan un panorama global de la organización de diversos sistemas
educativos, la duración y articulación de éstos y las características distintivas de
cada sistema. Muestra además información sobre los alcances de cada sistema
educacional, es decir, sobre el acceso y la participación de la población en la
educación, así como indicadores de eficiencia y calidad en la materia.
En el continente americano, durante las últimas décadas se ha experimentado un
importante crecimiento de los niveles de acceso a la educación básica. Sin
embargo, este no se ha visto necesariamente acompañado por un aseguramiento
universal de la conclusión de los estudios de dicho nivel. De hecho, para los
mandatarios de los países del continente americano, los actuales desafíos de los
sistemas educativos de la región, en lo que respecta a la educación básica, han
dejado de estar asociados a la garantía del acceso y se vinculan ahora con la
necesidad de asegurar tanto la conclusión como el logro de determinados niveles
de aprendizaje.
La evolución educativa en el continente en general ha sido positiva, no obstante,
existen algunas diferencias entre países, por ejemplo, en términos de la duración
mínima de estudios a los que tiene derecho la población. Las diferencias se
presentan en la siguiente gráfica.

Como se puede
observar, la duración
mínima de estudios en
el continente varía
desde los 6 hasta los
13 años, los cuales
corresponderían en la
mayoría de los casos a
educación primaria y
secundaria. Haití,
Honduras, Jamaica,

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Nicaragua, Panamá y Belice establecen 6 años de escolaridad mínima, mientras

que Argentina, Canadá, Ecuador, Estados Unidos, México, Perú, República
Dominicana, Uruguay, Venezuela y la mayoría de los países del Caribe han
adoptado 10 o más años de estudio obligatorio. En Estados Unidos la
obligatoriedad varía según el estado; en Canadá y México, ésta se establece a nivel
nacional. México establece once años de estudio obligatorio. El rango de edad
obligatorio va desde los 4 hasta los 15 años de edad, y corresponde al nivel
preescolar, primario y secundario.
Para complementar este pequeño análisis sobre la obligatoriedad de los estudios, es
necesario examinar si la escolaridad obligatoria a la luz del perfil educativo de la
población adulta, permite tener una idea del nivel de cumplimiento de las normas
impuestas por los propios países.
Esto permite medir la brecha entre lo deseado y lo realizado en términos de años
de escolaridad alcanzados por la población. Así, aunque 22 países del continente
exigen cursar diez o más años de estudio, sólo en 9 de ellos se ha logrado que cerca
de 80 por ciento de su población entre 15 y 24 años alcance esta exigencia. Esto
señala que ninguno de los países que exige 10 o más años como mínimo ha logrado
universalizar esos años de escolaridad. En México es reciente la obligatoriedad
mínima de 11 años de estudio, por lo que los datos que se presentan no contemplan
su actuación en este grupo, sino que se refieren a la obligatoriedad mínima de 9
años de estudio.

Por otra parte, ocho países latinoamericanos exigen entre 8 y 9 años de estudio. De
éstos, sólo Belice presenta cerca de 100 por ciento de la población con esos años
de escolaridad.
Por estas y otras razones, México ha firmado una serie de tratados y convenios
internacionales. A la par, nuestras autoridades educativas han participado en
diversos foros, reuniones y congresos internacionales cuya finalidad última
consiste en contribuir a mejorar las políticas educativas de nuestro país.

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