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Wieskeet al. Cuidado crítico (2015) 19:196

DOI 10.1186/s13054-015-0937-2

INVESTIGAR Acceso abierto

Impacto de la debilidad adquirida en la UCI en el funcionamiento

físico posterior a la UCI: un estudio de seguimiento
luuk wieske1,2*†, Daniela S. Dettling-Ihnenfeldt3†, Camiel Verhamme2, Frans Nollet3, Ivo N. van Schaik2,
Marcus J. Schultz1, Janeke Horn1†y Marike van der Schaaf3†

Resumen

Introducción:Se cree que la debilidad adquirida en la UCI media las deficiencias físicas en los sobrevivientes de enfermedades
críticas, pero pocos estudios han investigado esto a fondo. El propósito fue investigar las diferencias en la mortalidad post-UCI y el
funcionamiento físico entre pacientes con y sin debilidad adquirida en la UCI a los 6 meses después del alta de la UCI.
Método:Pacientes de UCI, ventilados mecánicamente≥2 días, se incluyeron en un estudio de cohorte observacional prospectivo de un solo centro. La
debilidad adquirida en la UCI se diagnosticó cuando el puntaje promedio del Consejo de Investigación Médica fue <4 en pacientes despiertos y atentos.
La mortalidad posterior a la UCI se registró hasta 6 meses después del alta de la UCI; en los pacientes que sobrevivieron, el funcionamiento físico se
evaluó utilizando el dominio de funcionamiento físico de la Encuesta de salud de formato corto.
El efecto independiente de la debilidad adquirida en la UCI sobre la mortalidad posterior a la UCI se analizó mediante un modelo multivariable de
riesgos proporcionales de Cox. El efecto independiente de la debilidad adquirida en la UCI en la puntuación del dominio de funcionamiento físico se
analizó mediante un modelo de regresión lineal multivariable.

Resultados:De los 156 pacientes incluidos, 80 tenían debilidad adquirida en la UCI. Veintitrés pacientes fallecieron en la UCI (20 con debilidad
adquirida en la UCI); durante los 6 meses de seguimiento tras el alta de la UCI fallecieron otros 25 pacientes (17 con debilidad adquirida en la UCI).
Las puntuaciones del dominio de funcionamiento físico estaban disponibles para 96 supervivientes (39 pacientes con debilidad adquirida en la
UCI). La debilidad adquirida en la UCI se asoció de forma independiente con un aumento de la mortalidad posterior a la UCI (razón de riesgo 3,6,
intervalo de confianza del 95 %, 1,3 a 9,8;PAG =0,01) y con disminución del funcionamiento físico (β: -16,7 puntos; intervalo de confianza del 95 %,
-30,2 a -3,1;PAG =0,02).

Conclusión:La debilidad adquirida en la UCI se asocia de forma independiente con una mayor mortalidad posterior a la UCI y con un funcionamiento físico más

bajo clínicamente relevante en los sobrevivientes a los 6 meses después del alta de la UCI.

Introducción La UCI-AW es una complicación neuromuscular frecuente de la

Después de sobrevivir a una enfermedad crítica, muchos pacientes
sufren sus consecuencias a largo plazo, que pueden consistir en
deficiencias físicas, disfunción cognitiva y problemas de salud
mental [1]. La relevancia de las deficiencias físicas se describió en
los sobrevivientes del síndrome de dificultad respiratoria aguda,
que continuaron sufriendo deficiencias físicas hasta 5 años
después de la resolución de la enfermedad crítica [2]. Se cree que
el desarrollo de la debilidad adquirida en la UCI (ICU-AW) es un
mediador importante de las deficiencias físicas [1]. Sin embargo, la
evidencia que apoya esta hipótesis es limitada [3].
* Correspondencia:L.Wieske@amc.uva.nl
†Contribuyentes iguales
1Departamento de Medicina de Cuidados Intensivos, Centro Médico
Académico, Meibergdreef 9, 1105 AZ, Ámsterdam, Países Bajos
2Departamento de Neurología, Centro Médico Académico, Meibergdreef 9, 1105
AZ, Ámsterdam, Países Bajos
La lista completa de información del autor está disponible al final del artículo.
enfermedad crítica, con una incidencia estimada del 46 %
(intervalo de confianza (IC) del 95 %, 43 a 49) en pacientes con
sepsis, ventilación mecánica prolongada o síndrome de disfunción
multiorgánica [4]. ICU-AW se define como signos clínicos de
debilidad que se desarrollan después del inicio de una
enfermedad crítica [5,6]. Para el diagnóstico de ICU-AW, la fuerza
muscular se evalúa manualmente [5,6]. Esto se puede hacer de
forma fiable cuando los pacientes están despiertos y atentos [7].
La debilidad puede ser causada por disfunción y daño de los
músculos y/o nervios periféricos [5]. Si es necesario diferenciar
entre estos trastornos subyacentes, se pueden realizar pruebas
electrofisiológicas [5].
En una cohorte de sobrevivientes de lesiones pulmonares agudas, se
encontró que el desarrollo de UCI-AW se asoció con más
discapacidades físicas durante el seguimiento [8]. Sin embargo, esta
asociación no se corrigió por posibles factores de confusión.

© 2015 Wieske et al.; licenciatario BioMed Central. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia de
atribución de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by/4.0), que permite el uso, la distribución y la reproducción sin
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indique lo contrario.
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Además, los sobrevivientes de lesiones pulmonares agudas
representan un subgrupo de pacientes en estado crítico y la
asociación entre la UCI-AW y las deficiencias físicas a largo plazo
en pacientes en estado crítico en general aún deben investigarse.
Además de ser un posible mediador de las deficiencias físicas
posteriores a la UCI, la ICU-AW también tiene un impacto sustancial en
la mortalidad posterior a la UCI. La UCI-AW se asocia de forma
independiente con una mayor mortalidad hospitalaria [9,10]. Además,
la mortalidad a 1 año empeora con la ICU-AW [11].
En este estudio de seguimiento de 6 meses, investigamos el
impacto de UCI-AW en el período posterior a la UCI comparando la
mortalidad y el funcionamiento físico posteriores a la UCI entre
pacientes con y sin UCI-AW. Presumimos que la UCI-AW se asocia
de forma independiente con una mayor mortalidad posterior a la
UCI y que los sobrevivientes con la UCI-AW tienen un
funcionamiento físico disminuido a los 6 meses después del alta
de la UCI.
Métodos
Diseño del estudio y aprobación ética
Realizamos un estudio de cohorte observacional prospectivo de un
solo centro. La junta de revisión institucional del Centro Médico
Académico de Ámsterdam, Países Bajos, decidió que el estudio no
cumplía con los criterios de investigación médica establecidos en
la "Ley de investigación médica" holandesa porque se juzgó la
naturaleza de los datos recopilados para este estudio. ser no
intrusivo para los pacientes (METC 10/219) y, por lo tanto, no se
aplicaron los procedimientos formales de consentimiento
informado. Aún así, buscamos la aprobación verbal y/o escrita de
todos los pacientes sobrevivientes para participar en este estudio
y usar sus datos.
entorno de estudio
El estudio se realizó en la unidad de cuidados intensivos mixtos
médico-quirúrgicos terciarios de formato cerrado, con 34 camas,
del Centro Médico Académico en Ámsterdam, Países Bajos. Como
parte integral de la atención, todos los pacientes recibieron
rehabilitación temprana que continuó después de la transferencia
a la sala regular hasta el alta hospitalaria.
Población de estudio
Los criterios de inclusión fueron pacientes recién ingresados
en la UCI de edad≥18 años, ventilación mecánica para≥2 días.
Los criterios de exclusión fueron trastornos neuromusculares
(por ejemplo, síndrome de Guillain-Barré), cualquier tipo de
ictus y parada cardiaca extrahospitalaria como motivo de
ingreso, y tetraplejía por síndrome medular en la historia
clínica o como motivo de ingreso . Además, excluimos a los
pacientes en los que no se pudo evaluar la fuerza muscular
manual debido a un delirio prolongado o falta de despertar (es
decir, hasta el alta de la UCI), pacientes que tenían un estado
funcional deficiente antes del ingreso (puntuación de Rankin
modificada≥4 [12]) y pacientes con barrera del idioma. Los
pacientes con trastornos neuromusculares preexistentes no
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que conducen a la admisión en la UCI o un mal estado funcional se incluyeron en
este estudio. Además, se incluyeron en este estudio los pacientes ingresados por
trastornos del sistema nervioso central que no implicaban ningún tipo de accidente
cerebrovascular y que estaban despiertos y alertas durante el ingreso en la UCI
(para conocer los criterios, consulte a continuación).
Evaluación de la debilidad adquirida en la UCI
ICU-AW se diagnosticó utilizando el estándar de referencia de
diagnóstico actual [5]. Como parte de la atención de rutina, los
fisioterapeutas realizaron evaluaciones manuales de la fuerza muscular
utilizando la puntuación del Consejo de Investigación Médica (MRC) tan
pronto como los pacientes estaban despiertos (Escala de sedación de
agitación de Richmond [13] entre -1 y +1) y atentos (capaces de seguir
órdenes verbales usando los brazos o los párpados). Las puntuaciones
MRC de seis grupos musculares diferentes se midieron bilateralmente;
es decir, dorsiflexores de muñeca, flexores de codo, abductores de
hombro, flexores de cadera, extensores de rodilla y dorsiflexores de
tobillo. Las puntuaciones de los grupos musculares se sumaron y
dividieron por el número de grupos musculares que podían evaluarse
para obtener una puntuación MRC media (rango de 0 a 5). La debilidad
simétrica que se desarrolló después de la admisión en la UCI con una
puntuación promedio de MRC <4 se definió como ICU-AW [5].
Mortalidad
La mortalidad por todas las causas se registró durante el ingreso en la UCI y
en los 6 meses de seguimiento posteriores a la fecha final del alta de la UCI.
La mortalidad de los pacientes perdidos en el seguimiento se obtuvo
consultando los registros municipales.
Funcionamiento físico
El funcionamiento físico se evaluó en pacientes que sobrevivieron hasta
6 meses después de la fecha final del alta de la UCI utilizando la
puntuación de dominio de funcionamiento físico (PF) de la encuesta de
salud de formato corto de 36 ítems (SF-36) [14,15]. Para optimizar la
tasa de respuesta, la encuesta de salud de formato corto de 36 ítems se
evaluó mediante una entrevista telefónica realizada por uno de los
investigadores y por correo.
Características basales y clínicas
Durante el ingreso, calificamos la presencia de los siguientes
trastornos: sepsis [16], sepsis grave [17], shock séptico [17] y
síndrome de dificultad respiratoria aguda [18].
Adicionalmente, recolectamos las siguientes características del
archivo electrónico del paciente: edad, sexo, índice de masa
corporal (kg/m2), índice de comorbilidad de Charlson (rango
de 0 a 24 [19]), tipo de ingreso, puntaje IV de Evaluación de
Fisiología Aguda y Salud Crónica (APACHE), puntaje máximo de
Evaluación Secuencial de Falla Orgánica durante el ingreso,
días con ventilación mecánica, uso de terapia de reemplazo y
duración de la estancia en la UCI y en el hospital.
análisis estadístico
Los análisis primarios fueron el efecto independiente de ICU-
AW en la mortalidad posterior a la UCI y en el dominio FP
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puntaje. El efecto independiente de ICU-AW sobre la
mortalidad posterior a la UCI se analizó mediante un
modelo de riesgos proporcionales de Cox (cociente de
riesgo informado con un IC del 95 %) ajustado por factores
de confusión. Los factores de confusión fuerona priori
definido como edad, sexo, índice de comorbilidad de
Charlson, presencia de shock séptico, puntaje APACHE IV y
puntaje máximo de Evaluación Secuencial de Falla
Orgánica durante el ingreso [20,21]. El efecto
independiente de ICU-AW en la puntuación del dominio PF
se evaluó mediante un modelo de regresión lineal
multivariable ajustado para los factores de confusión
mencionados anteriormente (coeficiente de regresión (β)
informado con IC del 95 %). Una diferencia de 10 puntos
en la puntuación del dominio PF se definió como
clínicamente relevante [22,23]. En el archivo adicional 1 se
proporcionan más detalles sobre la metodología
estadística y los resultados de los modelos de regresión,
incluidas las variables individuales. Para el análisis se
utilizó la puntuación del dominio PF evaluada por teléfono
o, si no estaba disponible, la puntuación del dominio PF
evaluada por correo.
También analizamos las diferencias en el número de días
libres de hospitalización y vivos a los 3 meses del alta final de
la UCI entre pacientes con y sin UCI-AW mediante la prueba de
suma de rangos de Wilcoxon.
Para los análisis descriptivos, los valores medios se presentan con
desviación estándar, los valores medianos con rango intercuartílico y
las proporciones con porcentajes y números totales. Las diferencias
entre proporciones se evaluaron mediante la prueba de chi-cuadrado o
la prueba exacta de Fisher. Las diferencias entre las variables
distribuidas normalmente se evaluaron utilizando Welch. t-prueba; Las
diferencias entre las variables continuas que no se distribuyen
normalmente se evaluaron mediante la prueba de suma de rangos de
Wilcoxon. Para los análisis de correlación se utilizó la rho de spearman
en el caso de las variables ordinales y la correlación biserial de Pearson
en el caso de las variables dicotómicas.
APAGSvalor inferior a 0,05 se consideró estadísticamente
significativo. Los análisis se realizaron utilizando R (versión:
3.0.1; R Foundation for Statistical Computing, Viena, Austria).
Estimación del tamaño de la muestra
Este estudio fue diseñado para detectar una diferencia de 10 puntos en
la puntuación del dominio PF. Con un alfa de 0,05, una potencia del
80% y una desviación estándar común de 10 [24], se necesitarían 40
pacientes por grupo. Suponiendo que el 50 % de los pacientes recién
ingresados en la UCI desarrollarían UCI-AW [4], una tasa de
mortalidad del 35 % después de 6 meses de seguimiento [25], y que el
10 % de la población se perdería durante el seguimiento, una Se
necesitaba una población de 140 pacientes.
Resultados
Entre mayo de 2011 y enero de 2013 se incluyeron 156 pacientes,
de los cuales 133 sobrevivieron al alta de UCI. Figura 1
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muestra el diagrama de flujo del estudio. Las características de los
pacientes y del ingreso se muestran en la tabla 1.
Mortalidad post-UCI
La mortalidad posterior a la UCI fue mayor en pacientes con UCI-
AW (17/60 (28 %) frente a 8/73 (11 %);PAG =0,02). Los puntajes
MRC promedio más bajos se correlacionaron con una mortalidad
más alta (r = -0.21; pag <0,01). Cuando se ajustó por factores de
confusión, ICU-AW se asoció con una mayor mortalidad posterior a
la UCI hasta 6 meses después del alta de la UCI (índice de riesgo
3,6; IC del 95 %, 1,3 a 9,8;PAG =0,01; dos pacientes excluidos
debido a la falta de puntajes APACHE IV). La Figura 2 muestra la
curva de mortalidad post-UCI. La mayoría de las muertes
ocurrieron durante el ingreso hospitalario; las tasas de mortalidad
después del alta hospitalaria no fueron diferentes para los
pacientes con o sin UCI-AW (Tabla 2). El número de días libres
hospitalarios y vivos a los 3 meses del alta de la UCI fue menor
para los pacientes con UCI-VA (tabla 1). La mortalidad global,
incluido el período de ingreso en la UCI, fue de 37/80 (46 %) para
los pacientes con UCI-AW y de 11/76 (15 %) para los pacientes sin
UCI-AW (pag <0,01).
Funcionamiento físico
De los 108 pacientes que sobrevivieron hasta 6 meses después del alta
de la UCI, se evaluó el funcionamiento físico en 98 pacientes (10 se
perdieron durante el seguimiento; Figura 1). El lugar de residencia de
los pacientes cuando se evaluó el funcionamiento físico se muestra en
la Tabla 2. Sesenta y seis cuestionarios completados por teléfono y 32
por correo se utilizaron para los análisis. El coeficiente de correlación
intraclase entre las puntuaciones PF obtenidas por teléfono y por
correo fue de 0,88 (IC del 95 %, 0,67 a 0,95; N = 30). La puntuación del
dominio de funcionamiento físico fue significativamente menor en
pacientes con UCI-AW (Tabla 2). Los puntajes promedio más altos de
MRC se correlacionaron con puntajes más altos del dominio de
funcionamiento físico (rho = 0.34;pag <0,01). Después de ajustar los
factores de confusión, ICU-AW se asoció con una disminución de 16,7
puntos en la puntuación del dominio PF (IC del 95 %, -30,2 a -3,1; P =
0,02; 2 pacientes excluidos debido a la falta de puntuaciones de
APACHE IV).
Discusión
Los resultados de este estudio muestran que, cuando se evalúa a los 6
meses después del alta de la UCI, la ICU-AW se asocia de forma
independiente con una mayor mortalidad posterior a la UCI y con un menor
funcionamiento físico clínicamente relevante en los supervivientes.
No encontramos diferencias en la mortalidad después del alta
hospitalaria. Sin embargo, cabe señalar que, hasta el momento del
alta hospitalaria, el 41% de los pacientes con UCI-AW ya habían
fallecido y la duración del ingreso hospitalario después del alta de
la UCI fue mucho mayor para los pacientes con UCI-AW. Hermans
y colegas informaron un aumento de la mortalidad a 1 año en
pacientes de UCI-AW [11]. Además, se incrementó la mortalidad
durante la estancia en la UCI y en el hospital en pacientes con UCI-
AW, lo cual se ha informado anteriormente.
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Figura 1Diagrama de flujo de la población de estudio. ICU-AW, debilidad adquirida en la UCI; OHCA, parada cardiaca extrahospitalaria; MRC: fuerza muscular evaluada con la
escala del Medical Research Council; mRankin: puntuación de Rankin modificada; ENM, trastorno neuromuscular.
[9,10]. Ali et al. [9] comunicaron una mortalidad hospitalaria y en la
UCI combinada del 31% en pacientes con UCI-AW, en comparación
con el 6% de los pacientes sin UCI-AW. Sharshar et al. [10]
comunicaron tasas de mortalidad similares (31% en pacientes con
ICU-AW; 10% en pacientes sin ICU-AW). En comparación con estos
estudios, encontramos una mayor tasa de mortalidad combinada
en la UCI y hospitalaria en pacientes con UCI-AW (41 %), mientras
que la mortalidad en pacientes sin UCI-AW fue similar (9 %).
Ambos estudios también basaron el diagnóstico de ICU-AW en la
fuerza muscular manual con un punto de corte de una puntuación
media de MRC <4. La diferencia en la mortalidad puede explicarse
por las diferencias en la casuística y los criterios de inclusión y
exclusión.
El aumento de la mortalidad en UCI-AW puede explicarse por un
mayor riesgo de desarrollar infecciones (nosocomiales), como
informaron Sharshar y colegas [10]. El mayor riesgo de desarrollar
infecciones (nosocomiales) puede ser el resultado de una mayor
duración de la ventilación mecánica [26,27], el ingreso en la UCI
[27] y el ingreso hospitalario [9], que también encontramos en
nuestro estudio. Alternativamente, un mayor riesgo de desarrollar
infecciones puede ser el resultado de una disfunción inmunológica
secundaria a
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disfunción autonómica que puede acompañar a la UCI-AW [28,29].
La disfunción autonómica en general también puede aumentar la
mortalidad, como se encontró en pacientes en estado crítico [30].
Se necesita más investigación para establecer las razones y la
prevención de la mortalidad en UCI-AW.
En los pacientes que sobrevivieron, encontramos que la UCI-AW
se asocia de forma independiente con una disminución del
funcionamiento físico. Si bien se sabía que los sobrevivientes con
UCI-AW tienen deficiencias físicas [8,31-33], nuestro estudio ahora
sugiere que, en comparación con los pacientes en estado crítico
sin UCI-AW y al corregir posibles factores de confusión, existe un
efecto independiente de ICU-AW sobre el resultado de los
sobrevivientes de enfermedades críticas. Además, este efecto de
ICU-AW parece clínicamente relevante, demostrado por la
diferencia de más de 10 puntos en la puntuación del dominio PF
[22,23].
ICU-AW puede causar deficiencias físicas posteriores a la UCI
por varios mecanismos. En UCI-AW, los músculos y/o los nervios
pueden verse afectados tanto a nivel funcional como estructural
[5]. La disminución de la excitabilidad puede causar disfunción
muscular y nerviosa y esto puede resolverse rápidamente [34]. Por
el contrario, el daño estructural puede dar lugar a largo plazo
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Tabla 1 Características basales y de ingreso en la UCI de los pacientes que sobrevivieron al alta de la UCI
UCI-AW Sin UCI-AW PAGSvalor

(N = 60) (N = 73)
Características del paciente

Edad, media ± DE 65 ± 16 59 ± 14 0.03

Mujer, n (%) 27 (45) 30 (41) 0.78
IMC (kg/m2), media ± DE 26,8 ± 5,1 26,9 ± 5,2 0.86
IMC >30, n (%) 14 (23) 16 (22) 1.00
Trastorno neuromuscular preexistente, n (%) 3 (5) 1 (1) 0.33
Índice de comorbilidad de Charlson, mediana 0 (0-1) 0 (0-2) 0.05
(RIC) Características del ingreso en UCI Tipo de

entrada

Médico, n (%) 34 (63) 41 (57) 0.99

Quirúrgico electivo, n (%) Urgencia quirúrgica, n (%) 15 (21) 18 (24)

Puntaje APACHE IV, media ± DE (2 ausentes) 11 (16) 14 (19)

Trastorno del SNC como motivo de ingreso, n (%) Puntaje 81 ± 23 73 ± 28 0.10

SOFA máximo durante el ingreso, media ± DE Sepsis 1 (2) 0 (0) 0,45
durante el ingreso, n (%) 12 ± 3 9±4 <0.01

56 (93) 57 (78) 0.03

Sepsis grave durante el ingreso, n (%) 49 (82) 42 (58) 0.01
Shock séptico durante el ingreso, n (%) 35 (58) 26 (36) 0.01
Terapia renal sustitutiva durante el ingreso, n (%) 23 (38) 19 (26) 0.18
SDRA durante el ingreso, n (%) 28 (47) 32 (44) 0.88
Días con ventilación mecánica, mediana (RIC) Tiempo 11 (6-17) 5 (4-7) <0.01

de estancia en UCI (días), mediana (RIC) Puntaje 14 (9-20) 7 (5-10) <0.01

promedio de MRC, mediana (RIC) 2,8 (1,8-3,5) 4.7 (4-5) n/A

Características post-ingreso en UCI

Días sin hospitalización y con vida a los 3 meses del alta de la UCI, mediana (RIC) 57 (15-71) 75 (56-82) <0.01

Destino del alta del hospital índice si se da de alta con vida

Otro hospital, n/total n (%) Centro 22/53 (41) 14/71 (20) 0.01*

de rehabilitación, n/total n (%) 14/53 (27) 4/71 (6)

Hogar, n/total n (%) 17/53 (32) 53/71 (76)

APACHE IV, Fisiología Aguda y Evaluación de la Salud Crónica IV; SDRA, Síndrome de Dificultad Respiratoria Aguda; IMC, índice de masa corporal; SNC, sistema nervioso central; ICU-
AW, debilidad adquirida en la UCI; IQR: rango intercuartílico; MRC: fuerza muscular evaluada con la escala del Medical Research Council; DE, desviación estándar; SOFA, puntuación de
la Evaluación Secuencial de Falla Orgánica; na, no aplicable; *, prueba global de diferencias entre grupos.

síntomas [34]. Además, la afectación de los nervios en comparación con
la afectación de los músculos se ha relacionado con peores resultados
[32,35,36].
Nuestro estudio tiene algunas limitaciones. En primer lugar, debido
al diseño de un solo centro, es posible que nuestros resultados no sean
completamente generalizables a otras poblaciones. Los pacientes
críticos incluidos en este estudio pueden representar una población
relativamente sana, como lo demuestran las bajas puntuaciones en el
índice de comorbilidad de Charlson. En segundo lugar, no utilizamos
estudios electrofisiológicos y biopsias musculares para diferenciar
entre los trastornos subyacentes que causan UCI-AW. Tres trastornos
pueden causar UCI-AW; es decir, polineuropatía por enfermedad
crítica, miopatía por enfermedad crítica,
y neuromiopatía de enfermedad crítica [5]. La información diagnóstica
adicional obtenida por electrofisiología y biopsia muscular no está clara
porque no se ha estudiado de forma exhaustiva. Tres estudios
pequeños describieron un mejor resultado en la miopatía por
enfermedad crítica en comparación con la polineuropatía por
enfermedad crítica o la neuromiopatía por enfermedad crítica
[32,35,36]. En tercer lugar, nuestro hallazgo de que la mortalidad
después del alta hospitalaria no difirió entre los grupos puede ser el
resultado de la falta de potencia porque nuestro estudio no tuvo
potencia para este análisis. En cuarto lugar, debido a la naturaleza del
diseño del estudio, existe la posibilidad de que un sesgo residual
confunda la asociación observada entre UCI-AW y deficiencias físicas.
Quinto, hicimos
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Figura 2Curvas de supervivencia posteriores a la UCI para pacientes con y sin debilidad adquirida en la UCI. Curvas de supervivencia para pacientes con (línea negra) y sin (línea gris)
debilidad adquirida en la unidad de cuidados intensivos (UCI-AW) desde el alta final de la UCI hasta el final del seguimiento; es decir, 6 meses después del alta final de la UCI. Las
líneas punteadas representan el intervalo de confianza del 95 %; pacientes censurados presentados con +.

no es correcto para los factores de confusión que funcionan como factores generales como la edad, las comorbilidades preexistentes
un intermediario entre la UCI-AW y las deficiencias físicas, como la y la disponibilidad de recursos de apoyo y/o cuidadores [34,37].
duración de la estancia en la UCI. Debido a la ICU-AW, la duración
de la estancia en la UCI será más larga [35] y, a su vez, la mayor Los resultados de este estudio tienen varias implicaciones.
duración de la estancia puede dar lugar a más discapacidades Con una mejor comprensión del impacto a largo plazo de la
físicas. En cambio, nosotrosa priorifactores de confusión UCI-AW, los neurólogos e intensivistas pueden discutir el
seleccionados de la literatura que pueden resultar en deficiencias pronóstico de manera más confiable con los pacientes y las
físicas en un mecanismo independiente de ICU-AW. Finalmente, no familias. Se necesita más información sobre las causas de
investigamos el impacto de las deficiencias físicas observadas en la muerte posiblemente prevenibles en pacientes con UCI-AW.
calidad de vida (relacionada con la salud) de nuestros pacientes. La Además, los mecanismos fisiopatológicos que conducen a la
calidad de vida depende de muchos factores además del UCI-AW y sus secuelas a largo plazo deben aclararse para
funcionamiento físico, como la disfunción cognitiva inducida por permitir intervenciones que prevengan o atenúen la UCI-AW.
una enfermedad crítica o los trastornos de estrés postraumático, y Estricto control glucémico e inicio tardío de parenteral

Tabla 2 Resultados posteriores a la UCI para pacientes con o sin debilidad adquirida en la UCI
UCI-AW Sin UCI-AW PAGS-valor

Mortalidad post-UCI

Intrahospitalario, n/total n (%) 13/60 (22) 4/73 (5) 0.01

Tras alta hospitalaria, n/total n (%) 4/47 (9) 4/69 (6) 0.71
Puntuaciones del dominio FP a los 6 meses de seguimiento, mediana (RIC; n) 45 (30-70; 39) 75 (50-90; 59) <0.01

Residencia de los pacientes a los 6 meses de seguimiento

Hospital, n/total n (%) Centro de 0/39 (0) 4/59 (7) 0.01*

rehabilitación, n/total n (%) Hogar, n/ 4/39 (10) 0/59 (0)

total n (%) 35/39 (90) 55/59 (93)

* GeneralPAGSvalor para la comparación de todas las categorías. UCI-AW, debilidad adquirida en la unidad de cuidados intensivos; IQR: rango intercuartílico; PF, puntaje de dominio de funcionamiento físico de la encuesta
de salud de formato corto.
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la nutrición puede prevenir el desarrollo de UCI-AW [38,39]. Las
intervenciones que atenúan el curso de UCI-AW aún no están
disponibles. La rehabilitación temprana puede ser interesante, ya que
se ha demostrado que mejora el resultado funcional en los pacientes
generales de la UCI [40].
Conclusiones
Encontramos, en pacientes ventilados mecánicamente durante 2 días o
más, que el desarrollo de UCI-AW se asoció de forma independiente
con una mayor mortalidad posterior a la UCI y un menor
funcionamiento físico clínicamente relevante a los 6 meses después del
alta de la UCI. Estos hallazgos implican a ICU-AW como un mediador
importante de las deficiencias físicas en los sobrevivientes de
enfermedades críticas. Por lo tanto, se necesitan con urgencia estudios
sobre la prevención o el tratamiento de la UCI-AW.
Mensajes clave
- ICU-AW es una complicación frecuente de la enfermedad
crítica y se ha implicado como mediador de las deficiencias
físicas en los sobrevivientes de la enfermedad crítica. Sin
embargo, se desconoce la contribución exacta.
- En este estudio, encontramos que ICU-AW se asoció de
forma independiente con un funcionamiento físico más
bajo clínicamente relevante a los 6 meses después del alta
de la UCI.
archivo adicional
Archivo adicional 1:Análisis estadísticos y modelos de regresión. Metodología
adicional que describe los análisis estadísticos, así como las fórmulas de regresión
completa y los resultados.
abreviaturas
APACHE:Fisiología aguda y evaluación de la salud crónica; IC: intervalo de confianza;
ICU-AW: debilidad adquirida en la UCI; MRC: Consejo de Investigación Médica; FP:
funcionamiento físico.
Conflicto de intereses
LW cuenta con el apoyo de una subvención personal de la Organización Holandesa para
la Investigación y el Desarrollo de la Salud (subvención ZonMw–AGIKO (número de
proyecto 40-00703-98-11636)). INvS recibió honorarios departamentales por servir en
juntas asesoras científicas y un comité directivo para CSL-Behring. Los otros autores
declaran que no tienen intereses en competencia.
Contribuciones de los autores
LW es el garante del contenido de este artículo, incluidos los datos y el análisis. LW,
DSD-I, CV, FN, INvS, MJS, JH y MvdS contribuyeron a la concepción y diseño del
estudio; LW, DSD-I, JH y MvdS contribuyeron a la recopilación, análisis e
interpretación de datos; LW, DSD-I, JH y MvdS contribuyeron a la redacción del
artículo; LW, DSD-I, CV, FN, INvS, MJS, JH y MvdS contribuyeron a la revisión crítica
del artículo. Todos los autores leyeron y aprobaron el manuscrito final.
Agradecimientos
Los autores desean agradecer a los pacientes por su participación y a
Dennis Gommers, Tineke van Heuveln y Juultje Sommers por su ayuda con
la medición de la fuerza muscular manual. Esta investigación se realizó en
el marco del Centro de Medicina Molecular Traslacional (CTMM;
www.ctmm.nl), proyecto MARS (subvención 04I-201).
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Detalles del autor
1Departamento de Medicina de Cuidados Intensivos, Centro Médico Académico,
Meibergdreef 9, 1105 AZ, Ámsterdam, Países Bajos.2Departamento de
Neurología, Centro Médico Académico, Meibergdreef 9, 1105 AZ, Ámsterdam,
Países Bajos.3Departamento de Rehabilitación, Centro Médico Académico,
Meibergdreef 9, 1105 AZ, Ámsterdam, Países Bajos.
Recibido: 29 noviembre 2014 Aceptado: 21 abril 2015
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