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DEBILIDAD ADQUIRIDA EN LA UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS

ALEJANDRO MIDLEY
Licenciado en Kinesiología – UBA
Especialista en Kinesiología en el Paciente Crítico – SATI
AARC Internacional Fellow – 2001
Jefe de Sección de Cuidados Respiratorios – Htal Italiano – CABA – Arg.
Director Comité de Neumonología Crítica - SATI

MARIANO SETTEN
Licenciado en Terapia Física
Especialista en Kinesiología en el Paciente Crítico – SATI
Coordinador TF UCI Htal Universitario CEMIC – CABA – Arg.
Vice-Director Carrera de Especialización en Kinefisiatría Crítica SATI - UNSAM
Secretario Comité de Neumonología Crítica - SATI

GUSTAVO PLOTNIKOW
Licenciado en Kinesiólogía y Fisiatría
Especialista en Kinesiología en el Paciente Crítico – SATI
Coordinador Sanatorio Anchorena – CABA – Arg.
Kinesiólogo de Planta Clínica Basilea – CABA – Arg.
Vocal Capítulo de Kinesiología en el Paciente Crítico - SATI

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas, el aumento en la sobrevida de la enfermedad crítica permitió


identificar, en la unidad de cuidados críticos (UCI) la adquisición de un síndrome que
genera disfunción muscular sin otros factores causales aparentes que la enfermedad
crítica y su tratamiento. Este síndrome se caracteriza por debilidad y atrofia muscular
adquirida en la unidad de cuidados intensivos (ICUAW), sin más razón identificable
que la inflamación no especifica1, y engloba a otros entes nosológicos tales como
polineuropatía (CIP), miopatía (CIM) y la combinación de ambas, la neuromiopatía del
paciente crítico (CINM)2.

La ICUAW ha sido asociada a un importante número de factores3 (uso prolongado de


sedantes, analgésicos, bloqueantes neuromusculares [BNM], hiperglucemia, reposo
prolongado, etc) y se considera a la sepsis (incluyendo Shock Séptico, Síndrome de
respuesta inflamatoria sistémica [SIRS] y la disfunción orgánica múltiple [DOM]) como
el principal factor de riesgo4.
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN

Durante mucho tiempo se ha tratado de definir a la ICUAW, pero los esquemas


nosológicos tradicionales, basados en etiología o patogénesis, han quedado descartados
por ser en gran parte desconocidos. Una clasificación semiológica es cuestionable por
presentar tanto la CIP, como la CIM signos y síntomas inespecíficos. Algunos
consideran que el diagnóstico y la clasificación deberían basarse en criterios
electrofisiológicos (electromiografía y estudios de conducción nerviosa), aunque no
deberíamos dejar de tener en cuenta que la diferenciación electrofisiológica entre CIP y
CIM es a menudo impracticable, particularmente en aquellos pacientes incapaces de
contraer voluntariamente sus músculos2-5.

Por otra parte, debemos observar que puede haber coexistencia de CIP y CIM en los
pacientes de UCI. Esto último fue demostrado ya hace tiempo por Latronico y cols.,
quienes hallaron evidencia histológica de miopatía en el 96% de los pacientes que
habían sido diagnosticados con CIP mediante estudios electrofisiológicos6.

Se propone un esquema simple para diagnosticar y clasificar estos entes nosológicos


(Fig 1). El término ICUAW designa a aquellos pacientes críticos que han desarrollado
clínicamente debilidad de las extremidades sin otra causa que la enfermedad crítica.
Aquellos pacientes que desarrollen ICUAW y en los cuales se documente
polineuropatía, miopatía o ambas serán clasificados dentro de tres subcategorías2:

- Polineuropatía del paciente crítico (CIP): presencia ICUAW + evidencia


electrofisiológica de polineuropatía axonal.

- Miopatía del paciente crítico (CIM): presencia de presencia de ICUAW + evidencia


electrofisiológica y/o histológica de miopatía.

- Neuromiopatía del paciente crítico (CINM): presencia de ICUAW + hallazgos


electrofisiológicos y/o histológicos de coexistencia de CIP y CIM.

Fig.1. Clasificación de debilidad y atrofia adquirida en la unidad de cuidados intensivos.


CRITERIOS DIAGNÓSTICOS

DEBILIDAD ADQUIRIDA EN UCI (ICUAW)

El diagnóstico de ICUAW debería ser considerado en pacientes con debilidad


generalizada de miembros, desarrollada en ausencia de otra etiología o condición
extrínseca que la enfermedad crítica en sí misma (Tabla 1). El curso clínico del paciente
habitualmente revela una serie de factores de riesgo relacionados (sepsis, SIRS, FMO,
uso prolongado de BNM / corticoides, pobre control de la glucemia, etc.).

El examen físico revelará:


 Debilidad simétrica y difusa de todas las extremidades
 Disminución del tono muscular
 Reflejos tendinosos profundos normales, disminuidos o ausentes

La debilidad afectará tanto a las extremidades como a los músculos respiratorios,


respetando relativamente a los pares craneales.
Durante las pruebas de respiración espontánea se observará un patrón rápido y
superficial; la capacidad vital forzada y las presiones estáticas máximas (PiMax /
PeMax) suelen encontrarse disminuidas, aunque esto no es específico de ICUAW.

Tabla 1. Criterios diagnósticos de ICUAW

1. Debilidad generalizada posterior al comienzo de la enfermedad crítica.


2. Debilidad con distribución difusa (involucrando músculos distales y proximales), simétrica y fláccida
generalmente respetando pares craneales.
3. MRC Score # < 48 o MRC Score < 4 en todos los grupos musculares, evaluados en 2 oportunidades
con 24hs de diferencia.
4. Dependencia a la ventilación mecánica.
5. Exclusión de causas de debilidad no relacionadas a la enfermedad crítica en si misma.
* Criterios mínimos para definir ICUAW: 1, 2 y 3 o 4 y 5
#
Medical Research Councill Scale

El hallazgo de debilidad muscular generalizada es extremadamente común en los


enfermos críticos y obliga a realizar diagnósticos diferenciales con una serie de
patologías que pueden cursar con debilidad generalizada y ser, o no, adquiridas en UCI
(Tabla 2). Teniendo en cuenta, y habiendo descartado las mismas, ICUAW debería ser
considerado como diagnóstico de exclusión.
Tabla 2. Síndromes de debilidad generalizada aguda en enfermos críticos

Lesiones cerebrales o de tronco del encéfalo


 Trauma
 Infarto
 Hemorragia
 Encefalopatía infecciosa y no infecciosa
 Absceso

Afecciones de médula espinal


 Trauma
 Mielopatías compresivas no traumáticas
 Infarto de médula espinal
 Mielopatía autoinmune (Mielitis transversa, etc.)
 Mielopatías infecciosas (HIV, etc.)

Afecciones de las células del asta anterior


 Enfermedad de la motoneurona
 Poliomielitis
 Sme de Hopkins

Poliradiculopatías
 Carcinomatosas
 Asociadas a HIV

Afecciones de nervios periféricos


 Sd. Guillain Barré
 Neuropatía asociada a linfoma
 Neuropatía porfírica
 Neuropatía paraneoplásica
 Neuropatía vasculítica
 Polineuropatía del paciente crítico

Afecciones de la unión neuromuscular


 Miastenia gravis
 Sme de Eaton-Lambert
 Botulismo
 Drogas bloqueantes neuromusculares

Afecciones musculares
 Rabdomiólisis
 Miopatía difusa
 Caquexia
 Miopatías infecciosas o inflamatorias
 Miopatías mitocondriales
 Miopatía del paciente crítico
POLINEUROPATÍA DEL PACIENTE CRÍTICO (CIP)

Se debe considerar como CIP a aquel paciente que cumpla con los criterios de ICUAW
y posea evidencia electrofisiológica de polineuropatía axonal sensitivo-motora. El
examen físico revela cuadriparesia o cuadriplejía con disminución del tono muscular. El
examen sensitivo, cuando es posible, indica pérdida a predominio distal de la
sensibilidad al dolor, a la temperatura y a la vibración. Los reflejos tendinosos
profundos se encuentran habitualmente disminuidos o abolidos.

El diagnóstico de CIP requiere ser diferenciado del de CIM y de otras causas de


debilidad generalizadas y, en particular, de otras polineuropatías (Tabla 2). El Sme de
Guillain Barré es considerado habitualmente en el diagnóstico diferencial por ser el
desorden neuromuscular más común de ingreso y tratamiento en UCI.

MIOPATÍA DEL PACIENTE CRÍTICO (CIM)

Se debe considerar como CIM a aquel paciente que cumpla con los criterios de ICUAW
y tenga trazados miopáticos registrados en electromiografía durante contracción
muscular voluntaria y/o biopsia de músculo miopático. El examen físico es de baja
especificidad y no diferencia CIP de CIM excepto en aquellos pacientes totalmente
despiertos en los cuales la identificación de una alteración sensitiva distal nueva es
sugestiva de CIP. La CIM debe ser diferenciada de otras causas de debilidad aguda
generalizada (Tabla 2) y, en particular, de atrofia muscular por desuso, caquexia y/o
miopatía esteroidea.

NEUROMIOPATÍA DEL PACIENTE CRÍTICO (CINM)

Proponemos el uso de CINM para designar a los pacientes con evidencia de ambos
entes, tanto CIP como CIM. La posibilidad de identificar la CINM es dependiente del
acercamiento diagnóstico disponible: cuando se utiliza un algoritmo diagnóstico
adecuado, con la incorporación de rutina de estudios electrofisiológicos
complementados con biopsia muscular, la prevalencia de CINM puede ser superior al
96%5-6.

COMPLICACIONES EN RELACIÓN A LA DEBILIDAD ADQUIRIDA EN UCI

A pesar de la dificultad en determinar con seguridad su presencia, se cree que la


ICUAW puede afectar a más de la mitad de los pacientes de UCI e incrementar la
morbilidad durante la estadía hospitalaria, incluyendo ventilación mecánica prolongada,
destete dificultoso7, aumento en el tiempo de internación y costos hospitalarios8.

La ICUAW también puede ser asociada a trastornos funcionales años después del alta
hospitalaria. Si bien se ha asociado la ICUAW con aumento de la mortalidad7, este
outcome no se encuentra en todos los estudios 9. Reconocer a la ICUAW como una
manifestación potencial e importante a largo plazo de la enfermedad crítica ha centrado
los esfuerzos en identificar intervenciones preventivas y/o terapéuticas tales como
control de la glucemia y programas centrados en la movilización temprana y terapia
kinesiológica10-11.

Se considera que aproximadamente entre el 65 y el 85% de los pacientes que requirieron


asistencia respiratoria mecánica (ARM) por algún motivo pueden ser extubados
exitosamente bajo condiciones clínicas adecuadas. Por lo tanto aproximadamente el
20% de los pacientes en ARM requerirán estadía prolongada en UCI debido a destete
dificultoso, definido según la European Respiratory Society (ERS) Task Force como
aquellos que requieren más de 7 días de destete después de la primer prueba de
respiración espontánea (PRE)12.

Como consecuencia del avance en UCI aparece un incremento en la sobrevida de los


pacientes, como así también de la dependencia parcial o completa a ARM y a otros
cuidados de UCI, estos pacientes que no mueren en UCI pero continúan con
requerimiento de cuidados de alto nivel han sido definidos como “pacientes críticos
crónicos”. Estimaciones recientes indican que hay más de 100.000 pacientes en estas
condiciones en los Estados Unidos de América, número que está en incremento en otros
países desarrollados13. Si bien la causa de dependencia al respirador es multifactorial, se
reconoce a la ICUAW como una de ellas.

Aunque las UCIs son lugares en los cuales se cuenta con materiales suficientes para el
tratamiento de estos pacientes con destete dificultoso, probablemente sean lugares en los
cuales se haya perdido el objetivo necesario en relación al tratamiento, y carezca del
personal y la organización necesaria para la atención de este tipo de pacientes. Se han
propuesto 2 tipos de unidades como solución a este problema:
-Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (RICUs): unidades dentro de los
hospitales de cuidados agudos destinadas al manejo de pacientes con falla respiratoria
aguda (ARF) o falla respiratoria crónica reagudizada (ACRF) con ventilación no
invasiva (NIV). Esto genera una significante disminución de los ingresos en UCI y de la
necesidad de ventilación invasiva, con un adecuado nivel de asistencia, lo cual se refleja
en una disminución de los costos de la UCI. Estas unidades también pueden proveer
cuidados multidisciplinarios y funcionar como puentes hacia la internación domiciliaria.
-Centros Especializados de Weaning (WCs): a menudo localizados dentro de hospitales
de rehabilitación, destinados exclusivamente al tratamiento de los pacientes con destete
dificultoso transferidos desde distintas UCIs. Cuentan con equipos especializados en
este tipo de pacientes (Kinesiólogos respiratorios, kinesiólogos motores,
fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, psicoanalistas, nutricionistas, etc.) y con
abordajes protocolizados14.

La manera en que se conduce el destete dificultoso de este grupo de pacientes se


engloba dentro de dos protocolos:

-Disminución gradual de la Presión de Soporte.


-Aumento progresivo de las PRE.
Aunque los estudios no reportan diferencia en cuanto a tasa de mortalidad, éxito en el
destete, duración de la ARM y estadía en WCs cuando se comparan ambas técnicas15,
parece haber algunas diferencias en cuanto a la duración de la ARM, duración del
destete y estadía en UCIs / RICUs con el uso de protocolos estandarizados15-17.
En nuestra experiencia, utilizamos protocolos de aumento progresivo de las PRE, y en
menor medida utilizamos la disminución gradual de la presión de soporte para aquellos
casos especiales que lo requieran. En algunas oportunidades utilizamos una
combinación de ambas, siempre en base empírica.

FISIOTERAPIA NEUROMUSCULAR EN LA DEBILIDAD ADQUIRIDA EN


UCI

INMOVILIDAD Y ATROFIA MUSCULAR - PREVENCIÓN

De acuerdo a lo expresado en párrafos anteriores, existen procesos patológicos o


utilización de fármacos asociados al desarrollo de la debilidad y la disfunción
musculoesquelética adquirida en la UCI. Pero también ha sido señalada como un factor
de riesgo la inmovilidad y su relación con la prevención mediante la movilización
temprana18. A continuación analizaremos algunos datos de la evidencia disponible en la
literatura reciente.

La inmovilidad muscular completa o incompleta es común en los pacientes críticos


durante la ventilación mecánica. Se debe tener en cuenta que en sujetos sanos la pérdida
de fuerza muscular disminuye a razón de 1% por día de reposo absoluto19. La
inmovilización de una extremidad en voluntarios sanos generó una rápida caída de la
fuerza muscular cercana a 25 % en 7 días20.

Posiblemente la inmovilidad muscular completa no justifique por si sola la tetraparesia


o la tetraplejía asociada a la UCI, pero la debilidad que genera es tan importante como
para pensar en estrategias de prevención.

Identificar la inmovilidad muscular como un factor de riesgo de la ICUAW sugiere la


implementación de intervenciones para su prevención.
La fisioterapia motora (FM) fue encontrada posible y segura en pacientes críticos
ventilados después de haber pasado su fase muy aguda21-22.

Diversos trabajos muestran recientemente la posibilidad de implementar programas de


movilidad temprana en pacientes críticos ventilados. Para pacientes transferidos a
RICUs luego de una estadía mediana de 10 días en cuidados críticos, Bailey y
colaboradores21 desarrollaron un programa de terapia de tres niveles que consistía en
sentarse al borde de la cama, sentarse en silla y deambular con y sin asistencia. Más de
1.450 acciones fueron llevadas a cabo en 103 pacientes con una media de internación de
13 días. La mitad de las acciones consistieron en deambulación, lo que demostró la
factilidad del programa.
El impacto de la terapia motora en los pacientes en una UCI puede verse en los
resultados del estudio de Morris y colaboradores22, de diseño controlado, por asignación
por bloques, 330 pacientes de área clínica. Se trabajó en cuatro niveles, desde el nivel I
(pacientes inconscientes que recibían movilización pasiva tres veces al día), el nivel II
(paciente que recobrando satisfactoriamente la conciencia progresaban hacia la
movilización activa) y el nivel III (sedestación al borde de cama) y nivel cuatro (con
una escala MRC score23 (Tabla 3) de extensión de cuadriceps > 3 se iniciaba
transferencia a silla y deambulación (Fig.2). Con este programa se logró una
disminución significativa en la estadía en terapia y en el hospital, todas medidas fáciles
de instaurar en el ámbito de los cuidados críticos sin requerimiento de equipamiento
extra.
Schweickert y colaboradores23 mostraron un gran impacto con su estudio, donde la
implementación de un programa de FM y terapia ocupacional en forma temprana versus
el tratamiento solo por indicación médica, dio como resultado, menor duración del
delirio y menos días de ARM; y al alta, una significativa mejora en el estado funcional
reflejado en un alto porcentaje de pacientes que volvieron a la independencia funcional,
hábiles para realizar actividades de la vida diaria y caminatas que fueron evaluados
meses después del egreso hospitalario. Un interesante hallazgo de este trabajo, fue que
la mejora funcional no estuvo asociada a una mejora en el MRC score, sugiriendo en
este caso, que la terapia de movilización preventiva no restauró la fuerza muscular, pero
posibilitó a los pacientes a que tuviesen un mejor manejo de su debilidad.

Tabla 3. Medical Reserch Council Score – Evaluación de Fuerza Muscular

Miembros Superiores Miembros Inferiores

Abeductores de hombro Flexores de Cadera

Flexores de Codo Extensores de Rodilla

Extensores de Muñeca Dorsiflexores de Tobillo

Músculos evaluados en escala de MRC score Normal 60/60


Kendall (0 a 5) 00/60 = cuadriplejía

La FM implementado en forma temprana en las UCIs es atractiva por sus resultados y


tiene sentido. Podemos observar actualmente pacientes conectados al respirador
pedaleando en un cicloergómetro, haciendo stretching con bandas elásticas,
bipedestando e inclusive caminado con la asistencia de enfermeras y kinesiólogos.
Sin embargo aún hay muchas preguntas sin respuestas. Existen otros agentes de
fisioterapia que pueden ser beneficiosos pero no están suficientemente probados. La
elongación pasiva del cuadriceps ha demostrado tener evidencia histológica de
disminución de la atrofia pero el impacto en los resultados clínicos o en la función
motora no ha podido ser evaluado24. El otro agente muy utilizado en consultorios y en
áreas de recuperación de lesiones deportivas que ha hecho su incursión en patologías
crónicas y críticas es la electroestimulación neuromuscular.
Fig 2. Evaluación Muscular en la UCI. Escala de valoración muscular.

No contracción
0
Desplazamiento tendinoso o
1 contracción palpable
Movimiento activo sin
2 gravedad (eliminada)
Movimiento completo en
3 contra de gravedad
Movimiento completo en
4 contra de gravedad +
resistencia moderada
Movimiento completo en
5 contra de gravedad +
resistencia máxima

TÉCNICAS DE FISIOTERAPIA PARA LA REHABILITACIÓN DE LA ICUAW

Una de las funciones de los kinesiólogos dentro del ámbito de la UCI, más allá de los
cuidados respiratorios, es la prevención y tratamiento de las secuelas de la inmovilidad
y el reposo absoluto, producto de la enfermedad crítica que impacta en todas las
propiedades del músculo esquelético (fuerza – resistencia – coordinación – relajación).
El rol de los kinesiólogos/terapistas físicos puede diferir dependiendo de los hospitales,
UCIs y países pero la rehabilitación tiene el potencial necesario para la recuperación de
estos enfermos.

Durante muchos años el inicio de la rehabilitación motora se producía al egreso de la


UCI, pero actualmente existe evidencia suficiente para comenzar lo más pronto posible
para evitar el deterioro musculoesquelético que impactará directamente en las
posibilidades de recuperación y reinserción posterior de los pacientes que atravesaron
un episodio de enfermedad crítica. Pero esta actividad de recuperación debe iniciarse
con gran precaución. La sobrecarga muscular en estos pacientes en condición crítica
(shock, sepsis, insuficiencia respiratoria, etc.) puede provocar efectos más nocivos que
los generados por la propia inmovilidad y reposo. La adecuada reserva cardiovascular,
la estabilidad hemodinámica, la ausencia de fiebre y el control de la hipoxemia son
algunos de los aspectos fundamentales a tener en cuenta previo al inicio de un programa
de rehabilitación en pacientes en cuidados críticos26.

La rehabilitación motora de estos enfermos consiste en lograr una actividad física que
incremente la ventilación, la perfusión central y circulación periférica, el metabolismo
muscular, y contrarreste el estasis venoso.

Incluye:

• Movimientos activos y pasivos en cama.


• Ejercicios activo - asistidos y activos.
• Cargas progresivas (con ciclo ergómetro, bandas elásticas, pelotas, pesas, etc).
• Electroestimulación neuromuscular.
Se pueden implementar programas de fortalecimiento acorde a la capacidad de
generación de fuerza27 de cada individuo, por ejemplo:

Ejercicios Musculares de Baja Carga y Múltiples Repeticiones

3 Sets de 8 a 10 repeticiones al 50 – 70 % de (1) carga máxima.

Objetivos:

• Incremento masa muscular


• Incremento generación de fuerza
• Incremento enzimas oxidativas
• Incrementa extracción de O2

Se propone devolver al músculo la fuerza normal utilizando un método, evolución y


reproducibilidad con resistencia, amplitud y ritmo conocidos.

En los pacientes incapaces de realizar ejercicios activos, por su condición de sensorio


y/o estado crítico, la movilización pasiva, la electrestimulación neuromuscular y la
utilización de valvas/férulas de posicionamiento de los segmentos pueden ser utilizadas
como prevención de la debilidad (Fig.3).
Griffiths RD, comparó el uso de dispositivos de movilización pasiva continua (CPM),
en los miembros inferiores de pacientes en reposo absoluto, durante tres horas/día
versus elongación pasiva (5´ 2 veces/día). La CPM mostró prevenir contracturas,
reducir la atrofia de la fibra muscular y la pérdida de proteínas.

Fig 3. Dispositivos para prevención de las retracciones articulares en el paciente crítico.

En un estudio realizado por Rodríguez PO y cols, se logró demostrar los beneficios de


la EENM en pacientes con sepsis severa en ARM, como prevención de la debilidad
adquirida en UCI, mediante un programa de estimulación neuromuscular diaria28.
Esta técnica, de difundida efectividad en lesiones traumatológicas y ortopédicas para
prevenir la atrofia muscular; consiste en la aplicación de impulsos eléctricos a través de
electrodos de superficie (Fig.4 y 5) posicionados sobre el punto motor del músculo a
estimular, con frecuencias de onda capaces de inducir contracciones musculares
involuntarias30-31. Es una alternativa a la movilización activa cuando el paciente se
encuentra bajo sedación profunda, porque no se requiere de la participación voluntaria
de este.
Para la realización de esta técnica pueden ser utilizados equipos de electroestimulación
neuromuscular comerciales, que cuenten con ondas bifásicas con implulsos simétricos
de 45 a 100 Hz 28-29, e intensidades para lograr una contracción visible, con períodos
on – off similares para la recuperación(6 seg. estimulación – 6 seg. pausa) y períodos de
trabajo de 60 minutos (puede ser fraccionado en 2 sesiones diarias).
En un estudio de reciente publicación, Gerovasili,V y cols hallaron una reducción
estadísticamente significativa en días de destete y estadía en UCI, además de
preservación de la fuerza muscular, en pacientes ventilados mecánicamente por más de
48 horas y con un score de gravedad (APACHE II) mayor a 13 puntos; que recibieron
EENM en músculos de los miembros inferiores (cuadriceps femoral y peroneos
laterales) con sesiones diarias de 55 minutos.

La EENM implementada en los pacientes críticos durante su estancia en la UCI ha


demostrado ser bien tolerada, disminuir la pérdida de masa muscular, preservar la
función y eventualmente prevenir la ICUAW29.
Se debe evitar su utilización en lesiones del sistema nervioso central, presencia de
marcapasos, embarazo y endoprótesis metálicas presentes en los segmentos a estimular.

Fig.4 Paciente durante sesión de EENM Fig.5 Electrodos para electroestimulación

CONCLUSIONES

Durante la hospitalización en la UCI los pacientes críticos pueden cursar disfunción


neuromuscular, que se manifiesta por una disminución de la fuerza muscular global
(músculos respiratorios y de los miembros) y probablemente afecte el pronóstico de
estos (Días de VM – Estadía en UCI). Diversos factores pueden afectar a la unidad
motora funcional (fibra muscular y nervio) además del reposo prolongado y el desuso
que también intervienen en el proceso.
Es de gran importancia reducir aquellos factores de riesgo que predisponen a la ICUAW
y pueden ser evitados (control de glucemia – prolongación innecesaria de la VM – uso
de corticoesteroides sin justificación, nutrición inadecuada, etc).

Si bien no todos los pacientes críticos que reciben ARM sufren ICUAW, un gran
porcentaje padece algún grado disfunción neuromuscular, por lo cual deberían acceder
prontamente a un plan inicial de movilidad pasiva, estímulos de cargas breves
adecuadas a su situación, y/o electrestimulación neuromuscular.

Movilización del paciente crítico (Fig 5.):


 Iniciar movilización y ejercicios aún con la intubación translaríngea.
 Rehabilitar en forma segura pero “agresiva”
 Re-acondicionamiento muscular general (con cargas)
 Brindar soporte ventilatorio durante el ejercicio activo.
 EENM cuando no hay respuesta voluntaria (por sedación y/o estado de
conciencia)
 Valvas – férulas – posicionamiento, para evitar sobreelongación o deformidades
articulares.

Fig . Ejercicios activos de movilización en el paciente bajo ventilación mecánica.

“Las disfunciones musculares, del sistema nervioso y cerebrales representan la mayor


causa de morbilidad luego de un episodio de enfermedad crítica” Peter Morris.
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