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2º Parcial de Introducción a la psicología

Tradición Reflexológica – Materialista


El sector psicólogos que responden al materialismo mecanicista, van a tomar influencias del positivismo y de
los avances de las ciencias naturales. A diferencia de los introspeccionistas mentalistas, van a concebir en lo
que respecta a la relación mente – cuerpo, la primacía del cuerpo sobre lo psíquico (interaccionismo
materialista), es decir, van a sostener la sobredeterminación del SN en el funcionamiento de los procesos
psíquicos. Se concibe al hombre como un organismo biológico (cuerpo constituido por un conjunto de órganos
y funciones) que responde adaptativamente a los estímulos provenientes del medio. Tiene sus antecedentes
en el materialismo mecanicista, positivismo, evolucionismo, en la reflexología de Pavlov y en el pragmatismo.
2.2.3: Conductismo
El conductismo es un sistema psicológico y su creador es Watson (EEUU). Watson se separa del
funcionalismo, debido a la controversia con el objeto de estudio y el método, o sea un desacuerdo entre la
conciencia y la introspección experimental de Wundt; por eso se va y decide crear el conductismo (referido a
la conducta) y con su método experimental. Este sistema cuenta con una influencia muy marcada del
positivismo, además de tener influencias del empirismo, materialismo mecanicista, pragmatismo y
condicionamiento de Pavlov. En 1912, los psicólogos objetivistas arribaron a la conclusión de que ya no podía
satisfacerlos seguir trabajando con las fórmulas de Wundt. Habían probado terminantemente que la llamada
psicología introspectista de Alemania se fundaba sobre hipótesis falsas; que ninguna psicología que incluyese
el problema religioso mente–cuerpo, podría alcanzar jamás resultados “verificables”. Por tanto, el conductista
se va a limitar a lo observable y a formular leyes. Van a plantear que lo observable es la conducta, conjunto de
respuestas observables del organismo. Percibiendo que la conducta se puede describir en términos de
“estimulo y respuesta”. Entendiendo por estimulo, como cualquier objeto externo o cambio en la fisiología, y
por respuesta a todo lo que el animal realiza tras este estimulo. Va a plantear el estudio de la conducta del
hombre como un todo, qué realiza y por qué lo realiza. El conductista trabaja como cualquier otro hombre de
ciencia. Su único objeto es reunir hechos tocantes a la conducta (verificar sus datos), someterlos al examen
de la lógica y de la matemática (los instrumentos propios de todo científico). Para comprender el Conductismo
es necesario comenzar por la observación de la gente. Este es el punto de partida fundamental del
conductismo. Se descubrirá que la auto– observación, además de no ser la manera más fácil y natural de
estudiar psicología, resulta simplemente imposible. Dentro de nosotros mismos sólo podemos comprobar las
formas más elementales de respuesta. Por el contrario, cuando empezamos a estudiar lo que hacen nuestros
vecinos advertimos que rápidamente adquirimos experiencia para clasificar su conducta y crear situaciones
(presentar estímulos) que lo harán comportarse de una manera previsible para nosotros. En cuanto a su
separación de la fisiología, sólo difiere de la fisiología en el ordenamiento de sus problemas, no en sus
principios fundamentales ni en su punto de vista central. La fisiología se interesa especialmente en el
funcionamiento de las partes del animal; por ejemplo, el sistema digestivo. En cambio, aunque muy interesado
en el funcionamiento de dichas partes, al conductismo le importa intrínsecamente lo que el animal — como un
todo— hace desde la mañana hasta la noche y desde la noche hasta la mañana. Desea controlar las
reacciones del hombre, del mismo modo como en la física los hombres de ciencia desean examinar y manejar
otros fenómenos naturales. Corresponde a la psicología conductista poder anticipar y fiscalizar la actividad
humana, a través del estimulo y la respuesta.
2.3. Surgimiento y características principales de los Sistemas Psicológicos comprendidos en la
Psicología Filosófica o especulativa
Estos sistemas psicológicos serán una contraparte del positivismo, ya que se separaran de una psicología
donde hay que hacer al consciente observable, y se centraran en lo que no se puede observar, en la mente, lo
que vamos a denominar la Res Cogitans. Estos estarán fundamentados en la filosofía
2.3.1 Antecedentes:
El abordaje de la Res Cogitans: El modo de explicación idealista en la psicología
Otro modo de explicación en psicología va a tener su raíz en el idealismo de Platón, este es el de la Res
Cogitans, concebida autosuficiente, autónoma y constituida por ideas innatas. Se desprecia todo tipo de
conocimiento sensible, es decir, proveniente de la experiencia. La base de este pensamiento es el
racionalismo continental, cuyo representante fundamental es Descartes.
El racionalismo sostiene que se conoce a través de la razón, la que produce juicios necesarios y universales.
En cambio, la experiencia proporciona conocimiento contingente y particular. El único conocimiento real es el
de la razón ya que tiene la capacidad de alcanzar la realidad, permite conocer las cosas en su verdadera y
ultima realidad.
Idealismo: Leibniz y Wolff
● Leibniz (1646 – 1716) Es un filosofo alemán que afirma que la res cogitans, el alma, es de origen
divino, externa, inextensa. Va a sostener que el conocimiento proviene de la “experiencia interna”, es
decir, el pensamiento. Para Leibniz el alma contiene el ser, la sustancia, la identidad, la esencia, la
causa, la percepción, el razonamiento y más que los sentidos no pueden suministrar. Sostiene que las
ideas son innatas y la experiencia tiene una función secundaria de actualización de las potencialidades
innatas.
● Wolff (1679 – 1754) Es un filósofo alemán, este convirtió el racionalismo leibziano en un racionalismo
sistemático-dogmatico. Este va a proponer la creación de la Psicología como disciplina autónoma, a
partir de lo que va a denominar Psicología Empírica (1732) y Psicología Racional (1734).
Kant (1724 – 1804): Idealismo Trascendental
Va a criticar las psicologías de Wolff, pero ambas parten del realismo, ya que sostienen que en el acto de
conocer lo determinante es el objeto. El sujeto cognoscente, entonces, es comparable a un espejo en el que
las cosas se reflejas. Este espejo puede reflejar las cosas mediante la razón (Racionalismo) o mediante los
sentidos (empirismo). Lo que refleja será en cada caso diferente, pero en los dos, el conocimiento se concibe
como actitud fundamentalmente pasiva, el sujeto cognoscente no hace más que observar la realidad.
Kant va a proponer salir de la disyuntiva idealismo-empirismo, a través del concepto de síntesis a priori. Kant
reconoce que todos nuestros conocimientos comienzan por la experiencia, pero están prescriptos por los
conocimientos a priori (tiempo y espacio) que actúan como un marco de categorías en el que se inscriben y
adquieren sentido los datos de la experiencia. Kant reconoce la realidad del objeto de la experiencia, pero
sostiene que esa experiencia es organizada y estructurada por el sujeto cognoscente en función de sus
propias categorías. El sujeto conoce al organizar el conocimiento sensible en el cuadro de las categorías de
espacio y tiempo, accede a lo fenoménico y al conocimiento de las cosas tal como aparecen.
Podemos observar entonces, la trascendencia de la idea, el sujeto, lo innato, por encima de sus contrarios de
sus contrarios especulativos: la materia, el objeto, lo adquirido, la experiencia.
Noúmeno y fenómeno: Noúmeno y fenómeno son conceptos que desempeñan un gran papel en la filosofía de
Kant, en la cual, “noúmeno” es la “cosa en sí” y “fenómeno” su apariencia distinta de ella, en principio. Sólo los
fenómenos son, según Kant, el objeto de experiencia y se forman como resultado de la acción de un algo
desconocido, “las cosas en sí”, sobre el hombre. Los “noúmenos”, en cambio, se hallan del otro lado de los
fenómenos y constituyen sustancias incognoscibles. 
2.3.2 Principales Sistemas Psicológicos Fenomenológicos
Psicología descriptiva de Dilthey (1833 – 1911)
Dilthey es un filósofo idealista alemán. Este divide el mundo de las ciencias en “ciencias de la naturaleza” y
“ciencias del espíritu”. Para este filósofo las ciencias humanas tienen que comprender los fenómenos objeto
de su estudio, lo que significa que la realidad histórica y la experiencia del investigador están implicadas en la
investigación. Rechaza el método científico porque emplean la investigación de fenómenos en términos de
causa y efecto, por lo tanto propone el empleo de la comprensión y la penetración humana, lo que va a
denominar “hermenéutica”.
En la división de las ciencias, en la parte de las ciencias del espíritu explica que son una ciencia subjetiva, que
tienen como objetivo el hombre y su desenvolvimiento. Ante el mundo humano es posible asumir una actitud
de “comprensión interna” que no podemos adoptar ante la naturaleza, estos estudios humanos deben
centrarse en una realidad histórica-social-humana. Entonces expresa que el estudio de las ciencias humanas
supone la interacción de la experiencia personal, el entendimiento reflexivo de la experiencia y una expresión
del espíritu en los gestos, palabras y arte. La base de todas las ciencias del espíritu es una psicología
descriptiva. Los instrumentos necesarios para la comprensión del mundo pueden ser alcanzados por la propia
experiencia psicológica.
Psicología del acto de Brentano (1838 – 1917)
Fundada en Austria en 1874. La psicología del acto cuestiona a la Psicología del contenido de la corriente
empirista. Concibe a la psicología con un método sistemático-argumentativo, incluye experimentos y
experiencias. El método aborda como objeto de estudio a los actos mentales, auténticamente psicológicos.
Fenomenología Trascendental de Husserl (1859 – 1938)
El interés de Husserl será esencialmente filosófico. Se opone al positivismo y al objetivismo. Sostiene que es
absurda la pretensión de mirar al ser y eliminar la intencionalidad del observador. El ser humano es sujeto y
objeto de estudio. Respecto al conocimiento, Husserl propone volver a una intuición primordial, derrotando al
relativismo. La fenomenología busca contemplar la forma en que el objeto es captado por el sujeto.
Respecto al espíritu, para Husserl existen dos tipos de estudio:
1. La psicología psicofísica (Wundt), ciencia empírica de hechos.
Esta es explicativa, entiende a la conciencia como experiencia o contenido, los hechos reales que cambiando
de un momento a otro, constituyen la unidad de la conciencia de cada individuo. En este sentido, las
percepciones, las representaciones, la comprensión, etc, son contenidos de la conciencia. Afirma que la
exclusión de la relación con la naturaleza quitaría a lo psíquico el carácter de hecho determinable en el tiempo
objetivamente, es decir, de hecho psicológico.
2. La psicología pura o fenomenología, ciencia de esencialidades o posibilidades del espíritu o de la
conciencia.
Esta es una ciencia descriptiva. Lo que le faltará a la anterior psicología es lo que le va a aportar esta, una
descripción esencial, y así apriorística, intuitiva de la conciencia. Esta psicología ya no conoce realidades,
pues para ella, las realidades se han transformado en meros fenómenos y el suceder mismo es un fenómeno.
Su base es la filosofía, entonces Husserl concibe una psicología descriptiva ya que basa en la comprensión
inmediata (intuición) de los sucesos psíquicos, busca lo esencial en los fenómenos, lo típico, lo que se
expresa en su definición, y se refiere al fluir de lo psíquico concreto, aunque hace abstracción en sus
descripciones de este fluir.
La influencia de Husserl fue trascendental en la psicología ya que hizo renacer el interés por lo “descriptivo”
frente a las explicaciones”. La psicología de la Gestalt va a tomar como influencia a Husserl.

2.3.4 Debate epistemológico moderno: Comprensión vs Explicación


A partir de Descartes, va a haber una inexorable bifurcación: racionalismo vs empirismo, res cogitans vs res
extensa. Se constituyen así dos órdenes contrarias de abordaje del conocimiento: la explicación vs la
comprensión.
García de Onrubia dirá que la psicología es el reino de la discordia, de las posiciones encontradas y no
conciliables. Estas posiciones epistemológicas conllevan a realizar una opción ineludible: la psicología como
ciencia natural o la psicología como ciencia del espíritu, y en estas posibilidades no hay lugar para la
conciliación.
Desde fines del Siglo XIXA, observamos el esfuerzo de la psicología por constituirse en:
● Ciencia Natural: Sostenida en los fundamentos epistemológicos proporcionados por el Empirismo
Ingles, El Materialismo Mecanicista, el Positivismo, el Evolucionismo y el Pragmatismo. Desde esta
perspectiva, la psicología va a ser experimental basada en un conocimiento biológico del psiquismo
humano.
● Ciencia del espíritu: Sostenida en los fundamentos epistemológicos proporcionados por el idealismo
trascendental, la hermenéutica y la fenomenología. Se va a concebir una psicología filosófica basada
en un conocimiento intuitivo, descriptivo, interpretativo del psiquismo humano.
Por lo tanto la psicología no es un proceso lineal, sino un escenario de múltiples contraposiciones y estos
desencuentros en la comunidad psicológicas desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, visibilizan
la polarización en las dos formas existentes de entender el conocimiento humano: como comprensión o como
explicación.

2.3.5 Psicología de la Gestalt


Introducción
La psicología de la Gestalt es una corriente de pensamiento dentro de la psicología moderna, que surgió en
Alemania en 1912. Sus mayores referentes son Wertheimer, Kohler y Koffka. Sus antecedentes provienen de
la línea de la Res Cogitans, donde se apoyará en la filosofía, y estas influencias filosóficas son Kant, Brentano
y Husserl.
Lo nuevo que traer la Gestalt es la actitud con la cual el método experimental es usado, se introduce un
principio de experimentación libre. Este punto de vista somete a juicio la concepción moderna de ciencia del
positivismo, que para Wertheimer consistía en una manera de entender las relaciones del sujeto con la
situación (sujeto pensante) y en la predominancia del análisis. Empieza a considerar al sujeto como parte del
medio, al yo como parte funcional de la totalidad del campo.
Para la Gestalt, el conocimiento científico del positivismo es una reunión sin término ni orden de hechos. Por
lo tanto estos piensan que lo importante para una ciencia es la generalidad y el poder de sus afirmaciones
teóricas.
La Gestalt como una corriente antielementalista
Durante mucho tiempo a los psicólogos les había resultado difícil interpretar el fenómeno de la percepción del
movimiento, usando las sensaciones como elementos.
Wertheimer en 1910 dio origen a una nueva escuela en psicología con una explicación del movimiento
aparente. La explicación es que el movimiento aparente no necesita explicación, simplemente existe por
derecho propio, es un fenómeno que no se puede reducir a sensaciones más simples al estilo wundtiano,
destruiría la realidad del fenómeno como tal. Con estas conclusiones se oponían radicalmente a la tradición
académica alemán.
La Gestalt explica que la cualidad propia del todo, no viene dada por los elementos, sino por las relaciones
que hay entre los mismos, por su estructura, por lo tanto se dirá que “el todo es más o diferente que las sumas
de sus partes”.
Críticas al Asociacionismo: Actitud hacia el análisis
Los gestálticos rechazan que los elementos constituyan la materia de la que está formada la percepción o
cualquier otro proceso psicológico. La psicología de la Gestalt comenzó como crítica al análisis
introspeccionista, lo consideraba artificial, pues descuidaban la experiencia más importante, la experiencia
cotidiana. No se oponían a la artificialidad del laboratorio, sino al método, ya que la vida cotidiana quedaba
alejada de los fenómenos de conciencia. No niega la existencia de la conciencia sino el modo de abordaje por
parte de los introspeccionistas.
Críticas al Empirismo
Los gestálticos muestran poco interés en la experiencia para explicar los resultados de los fenómenos de
percepción. Para los empiristas, el reconocimiento de los objetos deviene del contacto que con ellos vamos
teniendo y para aislarlos como tales es necesario el aprendizaje por repetición de la experiencia.
Por el contrario, los gestaltistas se basan en el principio de totalidad: no es necesaria la experiencia previa
para captar la esencia del fenómeno. El fundamento primario de nuestra experiencia no son elementos
individuales, sino que lo individual depende del todo y sus cualidades están determinadas por la estructura en
la que se integran. El sujeto capta el sentido, el significado en una primera aproximación al fenómeno.
Psicología según la Gestalt
Los gestaltistas salieron en defensa de la conciencia y definieron la psicología como ciencia de la experiencia
directa. Propusieron un análisis estructural orientado a descubrir las estructuras y subestructuras en las que
se organiza la experiencia. La meta del análisis es descubrir las relaciones entre las partes y la totalidad.
Objeto de estudio
Kohler sostiene que el objeto de la psicología es la experiencia directa y cómo se presenta al observador.
Koffka prefirió hablar de conducta más que de “experiencia directa”. Es así que se estableció como objeto de
la psicología la conducta molar o masiva: actos globales de una persona, por ejemplo leer un libro. Una
conducta con sentido y significado.
La característica más importante de la conducta masiva es que tiene lugar en un ámbito geográfico (estímulos
físicos) y conductual (naturaleza psicológica). El ámbito conductual o psicológico es el más importante. Las
personas no reaccionan a la realidad tal y como es en sí, sino tal y como es percibida por ellas, su conducta
depende del ámbito conductual. El ámbito geográfico provee los estímulos externos que influyen en el sujeto.
La conducta masiva o molar es el resultado de la interacción entre el ámbito geográfico (la realidad tal cual) y
el ámbito conductual (interpretación del sujeto del ámbito geográfico).
Noción de estructura
Para la Gestalt, el núcleo de la noción de estructura es, “El todo domina las partes”. Wertheimer la define así
“Las Gestalten (estructuras) son totalidades cuya conducta no determina por la de sus elementos individuales
sino por la naturaleza interior total”. Hay una prioridad lógica del todo.
En el contexto psicológico, el concepto de Gestalt hace referencia a la estructura inmanente que poseen los
fenómenos que integran nuestra experiencia consciente y que hace de cada uno de ellos un todo unitario y no
una mera combinación de elementos.
El método de la psicología de la Gestalt
Para abordar sus estudios, que supone siempre presente la noción de estructura, abordan el método de
actitud fenomenológica, apoyándose en la fenomenología de Husserl, cuyo punto de partida es la actitud
natural. Koffka afirma que la observación y experimentación van de la mano. Una buena descripción de un
fenómeno puede por sí mismo regular teorías. A esta clase de observación la denomina fenomenología, que
significa una descripción de la experiencia directa tan natural y plena posible. La investigación psicológica se
apoya en el análisis fenomenológico experimental, en el que el punto de partida son los fenómenos
(Gestalten) y no los elementos sensoriales aislados. El estudio debe partir del objeto de experiencia en su
configuración y presencia actual y global, sin descomponerlo, ya que como tal tiene un sentido preciso y
esencial, aunque combinando la dimensión descriptiva con la experimentación rigurosa. La contrastación de
las hipótesis de los gestálticos se fundamenta en experimentos con sujeto único, considerando que un caso
representativo contiene en si toda la información relevante.
Isomorfismo psicofísico
Esta hipótesis explicará la existencia de una relación de correspondencia biunívoca entre procesos psíquicos
y procesos fisiológicos subyacentes, es decir, nuestra experiencia consciente está ligada a funciones
nerviosas. Si nuestra percepción está organizada, el proceso nervioso correspondiente también debe estar
organizado, si no consideramos elementos psíquicos independientes y aislados, tampoco debemos
considerar procesos cerebrales locales independientes y aislados.
Hay una especie de paralelismo psicofísico, pero ahora el paralelismo se da entre las formas (Gestalten)
fisiológica y psíquica que presentan una comunidad de estructura. Los gestálticos identificaron semejante
estructura con un “campo dinámico” que se comporta de forma análoga a un campo gravitacional. La actividad
cerebral se considera como un campo neurológico y la actividad consciente como un campo psicológico,
siendo estas dos actividades procesos dinámicos de campo.
Teoría de campo
El concepto de campo es extrapolado de la Física de Maxwell. Los campos se caracterizan por su dinamismo,
son sistemas de fuerzas en continua interacción, lo que ocurre en una parte afectará a la totalidad, y lo que
afecta en la totalidad introduce cambios en las partes.
Los campos físicos tienen una tendencia básica al equilibrio. Si este equilibrio es alterado por algún cambio
energético entonces se generan tensión que llevan a las partes a ser más simple y regular.
Koffka considera que la actividad se contextualiza en un ambiente conductual y define un campo psicológico.
El campo psicológico debe ser entendió como un sistema de fuerzas y tensiones que determinaran la
conducta real, y en este sentido constituye una categoría científica en la que se engloba la totalidad de
variables que pueden estar afectando al organismo en un momento dado.
Figura y Fondo
Rubin utilizó el método fenomenológico en sus investigaciones y halló que el campo perceptivo se divide en
dos partes que se denominan figura y fondo. Habrá una parte de la imagen donde centraremos el foco y tiene
contornos diferenciados, mientras que la otra parte se denominará fondo, que se verá indiferencia y borroso,
dándole contorno a la figura, pero así mismo, el fondo también es una figura. En el caso de que la
organización no es definida, la figura y el fondo se intercambia según el foco que le de la persona.
Leyes de la sensopercepción
Las formas (Gestalten) son totalidades cuya conducta no se determina por la de sus elementos individuales,
sino por su naturaleza total. La psicología de la forma se va a centrar en como una persona percibe los
objetos de su alrededor como una unidad, esta postula que lo que vemos está cargado de conocimiento
regulado por la experiencia pero esta circunstancia no es la que lleva a que las cosas contenidas en nuestro
campo visual se constituyan del modo indicado. Las cosas se constituyen como unidades y según la
psicología de la forma, el impulso para la configuración de las cosas actuaria ya en la conciencia sin
experiencia de los niños. Por ejemplo, percibimos las cosas como unidades, no muy raramente antes de saber
en general de qué se trata.
Comprende los factores congénitos primitivos que son decisivos para la constitución del objeto, bajo las
siguientes leyes:
1. Ley de la proximidad: La unión de las partes de un todo en circunstancias habitualmente iguales se
realiza en el sentido de la menor distancia.
2. Ley de la identidad: Si existen varios factores diferentes de clases existe una tendencia a la reunión en
grupos de los elementos iguales
3. Ley de la totalidad: Las líneas que circundan una superficie son percibidas habitualmente, en
circunstancias iguales, más fácilmente como una unidad que aquellas que no se unen.
4. Ley de la buena curva o del destino común: Aquellas partes de una figura que forman una buena curva
o tienen un destino común forman unidades más fácilmente.
5. Ley del movimiento común: Se reúnen aquellos elementos que se mueven juntos y de modo
semejante, o en general, los que se mueven, en oposición de los que se hallan en reposo.
6. Ley de la experiencia: A pesar de que la psicología de la forma no concede a la experiencia individual
en la constitución de las cosas, reconoce su cooperación junto a los factores ya citados.
7. Ley de la precisión: la organización psicológica será siempre tan buena como las condiciones
psicológicas que lo permitan. El concepto “bueno” comprende cualidades como regularidad, simetría,
totalidad, unidad, equilibrio, máxima sencillez, concisión.
Aparte de la percepción, también la memoria, el pensamiento y la vida afectiva están dirigidos por las leyes de
la forma.
Unidad 3: Psicoanálisis de Freud (1856 – 1939)
Postura discontinuista materialista
Sus referentes son Bachelard, Althusser y Braunstein. La ciencia es el producto de la construcción de
conceptos confrontados al conocimiento sensible y a las convicciones espontáneas.
El proceso de construcción de una ciencia es discontinuo y dialéctico, presenta rupturas entre el conocimiento
vulgar y el científico. Por esto, Bachelard implementa la ruptura epistemológica, va a ser el quiebre entre el
conocimiento vulgar y el científico. Se concibe al proceso de constitución de una ciencia en permanente e
inevitable proceso de rectificaciones incesantes, de reconstrucción; “destruir para construir”. Este autor afirma
que en el proceso de constitución de una ciencia es esencial identificar la presencia de obstáculos y rupturas
epistemológicas.
Bachelard expresa que los obstáculos epistemológicos son detenciones en el proceso del conocimiento
provocadas por la intervención de valores subjetivos inconscientes. Así, asevera que el primer obstáculo a
superar es la opinión ya que traduce necesidades en conocimientos. El contexto socio-histórico y cultural,
también determina las características y limitaciones de una ciencia. Las prácticas científicas están
comprometidas con las ideologías imperantes.
Ruptura epistemológica Una ruptura epistemológica supone un cambio de problemática, un punto de no
retorno, un corte con las evidencias sensibles para llevar a cabo un trabajo de producción conceptual.
Freud y el descubrimiento de lo inconsciente. Una ruptura epistemológica en la psicología
El descubrimiento del inconsciente, según Freud, representa “la tercera herida narcisista” en la historia de la
humanidad, ya que el sujeto ya no será dueño de sus propios actos, estos están regidos por el inconsciente.
En la discusión entre la explicación (positivismo) y la comprensión (idealismo), Freud con la noción de
inconsciente va a cuestionar ambos.
● La explicación: El inconsciente no es un hecho positivo susceptible de observación y experimentación.
Se trata de un constructo teórico que da cuenta de una estructura invisible no observable que produce
fenómenos psíquicos y corporales.
● La comprensión: Freud no se conforma con la comprensión de las cosas. Su propuesta es “hacer
consciente lo inconsciente”, implica un trabajo a cuenta del sujeto, en una situación analítica.
El psicoanálisis representa para la Psicología un punto de quiebre, una ruptura epistemológica, en tanto no
busca “comprender” ni “explicar”. Supone un cambio de problemática y es esto lo que representa el
descubrimiento del inconsciente. Es la vía que le permite a Freud abandonar el terreno de las evidencias
sensibles y apuntar a la investigación de una estructura psíquica subyacente, inobservable, resultante de un
trabajo de producción conceptual.
Críticas a la psicología académica o experimental
Braunstein retoma el desarrollo althusseriano para preguntarse cuál es la ideología a la cual el psicoanálisis
cuestiona y trasciende. Realiza un análisis crítico de la conciencia y la conducta, ubicando de este modo a la
psicología académica como saber precientífico.
La psicología de la conciencia, tiene un abordaje elementalista que describe a la conciencia como un
recipiente que tiene “contenidos” que parten de evidencias sensibles. La introspección experimental procura
construir la noción “conciencia” como una reproducción de lo empírico, Al plantear una continuidad entre los
sensible y lo objetivo, no puede constituirse como conocimiento científico.
Para Braunstein la conciencia no es el motor del psiquismo, es solo una de las instancias que conforman el
aparato psíquico.
El psicoanálisis, su interés se centra en actos o decires que retornan para el sujeto como un enigma, olvido,
acto fallido, ritual que se repite sin saber porque. Limitarse a describir estos fenómenos trata de indagar
acerca de la estructura invisible que los causa y soporta.
Luego Braunstein reúne los argumentos para afirmar que la psicología carece de cientificidad. El psicoanálisis
sirve de base a la psicología, es su infraestructura, su fundamento, ya que aporta elementos conceptuales
para abordar su complejidad.
Charcot y el encuentro de Freud con la clínica de la histeria (Camino hacia el método)
Charcot (1826 – 1893) llevó a cabo un ordenamiento clínico en La Salpetriére, estableciendo diferencias
diagnosticas entre la histeria y enfermedades nerviosas. Hasta ese tratamiento, no había discriminación entre
pacientes con causa neurológica (epilepsia) o de causa psíquica (histeria).
Charcot se propone a investigar esta diferencia y parte para ello de un criterio pragmático: el bromuro de
potasio actúa en los cuadros de epilepsia, pero en cuadros de histeria no evidencia efecto alguno. Por otra
parte, la presión de ciertos puntos del cuerpo en pacientes histéricas, desencadenaban ataques similares a
las convulsiones epilépticas.
Con ayuda de la hipnosis, Charcot procurará reproducir el estado patológico, cerciorándose así que se trata
de una histeria. Es decir, si el sujeto es permeable al efecto de la hipnosis para provocar síntomas, la causa
no es neurológica.
Bernheim y el experimento de sugestión pos-hipnótica (1889)
Freud observa los experimentos de sugestión hipnótica de Bernheim, que rechazaba el nexo entre histeria e
hipnotizabilidad, señalando que la sugestión seria una condición presente en el psiquismo y no propiedad
exclusiva de la histeria. Lo que Freud toma de Bernheim es la concepción de ideodinámica, es decir, que una
idea comunicada a través de la sugestión tiende a convertirse en un acto, tiene efectos. Freud citará el caso
de un paciente que será inducido a la hipnosis y se le indica realizar un acto dentro de media hora. El paciente
es reintegrado a su plena conciencia y pasado el tiempo, ejecuta la acción con conciencia, aunque sin saber
por qué, el designio estaba presente en el espíritu de la persona en una forma latente o inconsciente. Con
Bernheim, Freud descubre la noción de casualidad psíquica y esto le brinda una vía privilegiada para formular
su noción de inconsciente. (Escuela de Nancy).
El encuentro con Breuer: actuar sobre el síntoma (1880 – 1882)
Freud será parte de un tratamiento de Breuer hacia su paciente “Anna O”, una joven de 21 años que
presentaba síntomas como parálisis, alteraciones de visión o tos nerviosa. El complejo de síntomas no podía
explicarse desde una causa orgánica, y tanto Breuer como Freud advirtieron que los síntomas comenzaron en
un tiempo en que la paciente estuvo al cuidado de su padre enfermo.
La paciente en sus estados de absense y alteración psíquica murmuraba ciertas palabras, estas fueron
comunicadas al paciente en estado hipnótico para incitarla a asociar algo. Breuer apela a la hipnosis para
fundar el método catártico, encuentra un modo de intervenir terapéuticamente sobre los síntomas en la
histeria. Parte de “esas palabras” comunicadas por la paciente para reconstruir recuerdos de vivencias
traumáticas.
Cuando la paciente relataba cierto número de tales fantasías, quedaba como libertada de algo que la oprimía
y retornaba a la vida psíquica normal. El “método catártico” nos remite a la idea de catarsis, término que
entraña la idea de descarga o purificación. La paciente en sus estados traumáticos, es llevada a un estado de
saturación y no se puede descargar. Esos montos de afecto se enlazan a una representación de una parte del
cuerpo y producen así los síntomas somáticos en la histeria.
Breuer es importante en el psicoanálisis porque orienta a Freud al camino de encontrar un modo de
intervención terapéutico, le enseñó a actuar sobre el síntoma.
Formaciones del inconsciente
Entendemos por este concepto a aquellas manifestaciones de lo inconsciente que se constituyen como
“retorno de lo reprimido”, sus síntomas son sueños, lapsus, chistes, actos fallidos. En el discurso consciente
hay ciertos “tropiezos” frente a los cuales lo consciente no alcanza a explicar. Las formaciones del
inconsciente son objetos teóricos no observables y desconocidos por el analizante. En una consulta, el
malestar es consciente pero no entiende lo que sucede, y aquí el paciente será invitado a asociarse
libremente para detectar los síntomas del inconsciente. Las formaciones del inconsciente son “retornos de lo
reprimido” en tanto resultan de una transacción entre un impulso o pulsión que tiende a la satisfacción de un
deseo inconsciente y procesos de represión que se le oponen. Esto supone una concepción dinámica del
psiquismo, dice de fuerzas o instancias psíquicas contrapuestas. El inconsciente se manifiesta a través de
sueños, actos fallidos, síntomas-neurosis, etc. Y Freud descubre el icc a través de la histeria, el útero.
El icc tiene características o nociones, ellas son:
● Sentido dinámico: el icc es una idea eficaz
● Sentido descriptivo: el icc es aquella representación que no está en la consciencia.
● Sentido sistemático: lo icc es una instancia psíquica.
Aparato psíquico Freud elabora dos modelos de aparato psíquico, a los que llama 1º Tópica
(Consciente/preconsciente/inconsciente) y 2º Tópica (Yo, Ello y Súper yo). Estas serán instancias psíquicas
que dice de una cierta lógica de funcionamiento.
1º Tópica:
● Consciente (Cc): Es la instancia vinculada a la percepción, el “aquí y el ahora” en la percepción de un
sujeto.
● Preconsciente (Prcc): Es la instancia donde se sitúan las ideas latentes, aquellas ideas que
momentáneamente no están en la consciencia pero son susceptibles a hacerse conscientes porque no
están reprimidas.
● Inconsciente (Icc): Es la instancia en las que se sitúan las mociones de deseo sobre las cuales operó
la represión, por tratarse de deseos prohibidos. Dichas mociones de deseo, que remiten a la
sexualidad infantil, pujan por emerger en la conciencia, pero pueden hacerlo bajo la condición de
desfiguración.
2º Tópica:
● Ello: Principio de placer, un proceso primario y es el inconsciente .
● Yo: Principio de la realidad, está en contacto con el mundo externo y tiene la función de mediar entre el
ello, el superyó y la realidad.
● Super-yo: Es el resultado de la incorporación en el yo de los mandatos paternos, representa las
restricciones morales y los impulsos hacia la perfección y aparece después de la elaboración del
complejo de edipo.
El inconsciente operará por el principio de placer, para satisfacer las mociones de deseo, mientras que los
sistemas conscientes y preconsciente se rigen por el principio de realidad, que atiende a la realidad objetiva y
a las prohibiciones que fundan la cultura y operan psíquicamente bajo el proceso de represión.

Unidad 4: La Posmodernidad
Pardo y Díaz hacen referencia a las discusiones existentes sobre la posmodernidad y su relación con la
modernidad. Tanto Díaz como Pardo refieren a este debate “modernidad-posmodernidad” y ambos autores
coinciden en concebir la posmodernidad como la “apertura de un tiempo nuevo y distinto”, que con la
modernidad mantiene una estrecha relación, estando o no en ella.
Díaz afirma que la posmodernidad no solo pretende novedades, sino también rescatar fragmentos del pasado
y ahondar en la crítica a la modernidad. Para la autora, la modernidad se agota a mediados del siglo XX y
acontece un nuevo paradigma.
Pardo señala que la modernidad ha caído en desuso porque se desmoronó la credibilidad y confianza en ella,
pero considera utilizar la expresión “modernidad tardía”, dado que en ella queda explicita la relación de
co-pertenencia entre una y otra y precisa que a partir de mediados del siglo XX comienza a producirse “un
proceso de fragmentación del sentido”, caracterizado por:
● La caída de los ideales de conocimiento
● La crítica y rechazo de los ideales éticos y del progreso social
● El cuestionamiento a la ciencia y al cientificismo
La modernidad y los modos de explicación en Psicología
Díaz dirá que la Moderna es la conciencia que tiene una época de haber superado por rupturas su relación
con el pasado. Va a haber una ruptura dentro de la misma modernidad. En lo que respecta a “ruptura interior,
a partir del dualismo psicofísico de Descartes (Siglo XVII) va a haber una ruptura en la filosofía con respecto al
hombre. Esta tuvo sus efectos en el ámbito de las ciencias que tienen como objeto al hombre, como en la
psicología.
Durante el iluminismo (Siglo XVIII) se van a reforzar las premisas modernas:
● La razón gobierna las acciones humanas
● El progreso como sobrestimación del futuro. La humanidad tiende a la perfección.
● La naturaleza regida por leyes absolutas y transparentes a la ciencia.
● Confluencia de la ciencia, la moralidad y el arte en unidad plena.
● La subjetividad humana va a concentrar su posibilidad máxima accediendo a la universalidad de la
razón: el gran ideal de la humanidad.
¿Qué es lo que sucede con la Psicología?
Desde fines del siglo XIX se suceden la aparición y desarrollo de múltiples sistemas psicológicos, que de
acuerdo a los fundamentos epistemológicos que los sustentan y al contexto socio cultural político y económico
existente, construyen su edificio conceptual respecto al objeto de estudio, método y definición de la psicología
como disciplina científica.
En el abordaje de la res extensa, ahondamos en la psicología experimental y hemos recorrido las tradiciones
mentalista-introspeccionista (psicología fisiológica y estructuralismo) y la reflexológica-mecanicista
(funcionalismo y conductismo), fundadas con base en el positivismo y el evolucionismo. Los sistemas
pertenecientes a estas tradiciones van a concebir a los fenómenos psíquicos como fenómenos naturales y a
priorizar la matematización de los mismos y la búsqueda de leyes universales. Para ello fue esencial el
laboratorio.
Estos sistemas psicológicos hasta mediados del siglo XX fueron tomando distintos caminos, los de la tradición
mentalista-introspeccionista dejan de existir al morir sus fundadores (1920 y 1927). Al igual que el
funcionalismo en 1954. El conductismo va a experimentar renovaciones y va a constituirse como sistema
psicológico hegemónico hasta los años 50.
En el caso de la res cogitans, indagamos fundamentalmente los aportes de Kant, de Brentano, Husserl y el
impacto de la psicología de la Gestalt.
Según Díaz, hay otro quiebre que se produce a partir de 1900: el advenimiento del Psicoanálisis y el
escándalo epistemológico suscitado a partir del descubrimiento de lo inconsciente por Sigmund Freud. En
virtud del recorrido efectuado, a partir de 1940 van a coexistir dos fuerzas hegemonías en el campo de
abordaje de lo psíquico: el Conductismo y el psicoanálisis.
Posmodernidad: Contexto de emergencia
¿Cómo y cuándo comienzan a condicionar los cimientos de la modernidad?
En el ámbito político, económico y sociocultural
Acontecen conflictos bélicos en distintas regiones, como así también hay violencia social que atentan contra el
ideal de progreso y perfección de la humanidad. El contexto político, social y cultural a partir del siglo XX
estuvo marcado por las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, las amenazas atómicas, la guerra fría
y el surgimiento de los movimientos contraculturales de los años sesenta plantearon una crítica radical al
control social, la tecnocracia y la deshumanización.
En lo económico, el éxito del capitalismo trae aparejado el culto de la libertad personal, igualdad de
posibilidades, consumismo, satisfacción inmediata, el confort, veneración por lo efímero.
En el ámbito científico
Desde principios del Siglo XX comienzan a acontecer una serie de descubrimientos que causan avances
vertiginosos en las ciencias, los que comienzan a socavas los cimientos de la “racionalidad plena” en los que
se sostenía la comunidad científica, un ejemplo es la teoría de la relatividad de Einstein.
El hombre tiene la certeza omnipotente de dominar y transformar la naturaleza. La ciencia ha recurrido a la
técnica para el control práctico o manipulación de fenómeno. Así mismo, va a depender de la tecnología que
requiere subvenciones, que afectan los “valores éticos y morales”.
La ciencia a través de sus aplicaciones tecnológicas, produce bienestar, progreso social pero también
destrucción de la humanidad y de la naturaleza.
En el ámbito filosófico
En este ámbito vamos a señalar dos cuestiones fundamentales:
El viraje que se produce en el instrumento de conocimiento humano: de la razón al lenguaje
A principios del siglo XX, la razón instrumental como articuladora de la apropiación del mundo natural entra en
crisis. Se comienza a concebir al lenguaje con una entidad propia y determina en cierta manera al
pensamiento y a la realidad, ya que constituye la realidad, la conciencia humana y determina la razón. El
conocimiento se hace, se constituye a través del lenguaje.
El lenguaje se constituye, en consecuencia, en el gran tema y en el eje de la reflexión filosófica y atraviesa los
dos modos de hacer filosofía característicos del siglo XX, la filosofía analítica (los problemas se resuelven a
través de la reflexión rigurosa y sistemática de la aplicación de conceptos) y la filosofía continental (aborda
problemas relacionados con la existencia humana, el ser y su libertad).
El impacto y trascendencia del vitalismo, la fenomenología y el existencialismo
Vitalismo: Surge en el siglo XIX, en contrapunto al racionalismo filosófico. Constituye una teoría filosófica y
científico que considera que existe un principio de vida que no se puede explicar solamente como resultado de
fuerzas físicas o químicas. Se trata más bien de un principio vital que moviliza a los seres, el cual es
responsable de sus comportamientos, y que no se puede atribuir a principios mecánicos o físicos.
En la ciencia se consideró que los fenómenos vitales podían ser explicados en términos materiales. El punto
de vista mecanicista dominante establecía que podemos entender a los seres vivos a partir de la comprensión
de los fenómenos fisicoquímicos y que la vida no representa un nivel de realidad cualitativamente distinto de
la realidad inorgánica. En contraposición a esta postura, surge otra postura de biólogos que plantean que
existe una diferencia esencial entre los seres orgánicos y los no orgánicos y que los primeros no pueden ser
reducidos a los segundos. Estos científicos postularon la existencia de un principio propio en los seres vivos,
principio responsable de su comportamiento finalista y de las distintas actividades vitales, por lo que
consideraron que los fenómenos vitales no pueden explicarse mediante las leyes de la física y la química.
En la filosofía se encontraron en la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX movimientos que desarrollan
su filosofía a partir de la reflexión que efectúan sobre la vida, en forma biológica (Nietzsche) y en sentido
biográfico e histórico (Ortega y Gasset).
Fenomenología: Fue fundada por Husserl en el siglo XX. Se opone al positivismo y al objetivismo. Sostiene
que es absurda la pretensión de mirar al ser y eliminar la intencionalidad del observador. El ser humano es
sujeto y objeto de estudio. Respecto al conocimiento, Husserl propone volver a una intuición primordial,
derrotando al relativismo. La fenomenología busca contemplar la forma en que el objeto es captado por el
sujeto.
Existencialismo: La filosofía de la existencia alcanza su máximo apogeo en la mitad del Siglo XX, se opone
al racionalismo y al empirismo, rechaza la hegemonía de la razón como fundamento de la reflexión filosófica.
Para estos, la experiencia humana no puede estar condicionada a la absolutización de uno de sus aspectos,
ya que la razón como principio absoluto niega la subjetividad, las pasiones y los instintos, tan humanos como
la consciencia. Para el existencialismo, la existencia humana precede a la esencia. Va a rechazar las
categorías trascendentales o metafísicas (como el concepto de idea, dioses, razón, progreso, moral), todas
ellas externas y anteriores al sujeto y a su existencia concreta, como si también va a cuestionar la doctrina
materialista que considera a la materia como el dato primario de la esencia humana. El ser humano es libre e
independiente de toda categoría abstracta. El hombre “está condenado a ser libre”. A partir de la
interpretación del método fenomenológico de Husserl, los existencialistas van a concebir como procedimiento
verdadero de cognición o de penetración en el mundo de la “existencia” a la intuición, también denominada
“experiencia existencial” (Marcel), “comprensión” (Heidegger) o “iluminación existencial” (Jaspers).
Paradigma de la complejidad de Morin
En el siglo XX, el paradigma de la simplicidad que desarticulaba al hombre en términos de sujeto pensante
(res cogitans) y de la cosa extensa (res extensa), y con ello a la filosofía y a la ciencia. Pero en el siglo XX el
paradigma de la simplicidad comienza a ser cuestionado por sus consecuencias negativas.
● El divorcio entre ciencia y filosofía: Privó a la ciencia de toda posibilidad de reflexionar sobre sí misma,
conocerse, y tener una visión científica de sí misma.
● La hiperespecialización del conocimiento fragmentó el tejido complejo de la realidad y propuso la
creencia de que el corte arbitrario que se producía en el conocimiento se correspondía con lo real
mismo.
● El pensamiento simplificador no puede dar cabida a la conjunción de lo uno y lo múltiple. O bien unifica
en lo abstracto anulando la diversidad, o bien yuxtapone lo diverso sin poder concebir la unidad. Así
opera la “inteligencia ciega” como denomina Morin, a aquella inteligencia que produce ignorancia del
mundo real y de la forma de ser humana, es decir, que destruye los conjuntos y las totalidades, aísla
los objetos de sus ambientes y al observador de la cosa observada.
A principios del siglo XX, a partir del acontecimiento de los innumerables descubrimientos y los vertiginosos
avances de la ciencia, ésta comienza su metamorfosis o transformación. Hasta ese momento la física
moderna (newtoniana) pretendía establecer leyes universales, racionales e inmutables. Comienza a
considerarse lo singular, lo particular y no solo lo universal para explicar los fenómenos. Se produce una
flexibilidad en los límites de la dicotomía dogmática moderna establecida entre las ciencias naturales (“duras”)
y las ciencias del espíritu (``blandas”) las que ya no encuentran tantos obstáculos para autodefinirse como
ciencias. Los acontecimientos sociales, culturales y científicos demandan otra concepción de los fenómenos.
De allí la propuesta de Fayerban del “todo vale” o la propuesta del concepto de “complejidad'' propuesto por
Morin. La necesidad de un pensamiento complejo, afirma Morín (2012), se impondrá en tanto vayan
apareciendo los límites, las insuficiencias y las carencias de un pensamiento simplificador y, en esa medida
estar a la altura de su desafío. Se hace necesario, según este autor, crear un método, una manera de pensar,
un pensamiento que dialogue con lo real. Esta novedad no implica concebir a la complejidad como una
reducción, deslinde o rechazo de la simplicidad. Este autor considera que el pensamiento simplificador no
concibe la conjunción de lo uno y lo múltiple, sino más bien unifica en abstracto y anula la diversidad
produciéndose lo que él denomina la “inteligencia ciega”. Sin embargo, considera que la simplificación es
necesaria, pero debe ser relativizada. El pensamiento complejo íntegra las formas simplificadoras de pensar;
se concibe como un pensamiento total, completo, multidimensional y se reconoce en un principio de
incompletud y de incertidumbre. Constituye un pensamiento no parcelado, indiviso, no reduccionista y se
reconoce inacabado e incompleto. El nuevo paradigma de la complejidad ofrece al campo de las ciencias una
nueva cosmovisión. Propone una comprensión sistémica de la realidad, concibiendo al mundo en términos de
un sistema vivo, un todo integrado, que forma una compleja red de interacciones. Se basa en un tipo de
pensamiento no lineal que se centra en la comprensión de los procesos y las relaciones.
Morín define la complejidad como un entramado, un tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones,
determinaciones, azares que conforman el mundo de lo fenoménico, y sus rasgos son los de ordenar lo
inextricable, el desorden, la ambigüedad y la incertidumbre, estrategias para lograr la inteligibilidad. En Morín,
la complejidad es un fenómeno cuantitativo, una cantidad de interacciones e interferencias entre un número
de unidades y también determinaciones, incertidumbres, y fenómenos aleatorios. La complejidad requiere que
rompamos con nuestros tradicionales esquemas mentales simplificadores y transformemos un pensamiento
que no nos ha habituado a concebir la dialógica de lo simple y lo complejo, de lo separable y no separable, del
orden y del desorden.
La Posmodernidad y los modos de explicación en psicología
A partir de los sucesos políticos, sociales, culturales, económicos y científicos ya referidos, comienzan a
adquirir relevancia trascendental en el campo filosófico, científico y cultural los movimientos filosóficos y
culturales denominados “irracionalistas” Adquieren gran auge los principios del romanticismo, vitalismo,
fenomenología y existencialismo. En contraposición al conductismo y al psicoanálisis, surgen movimientos
detractores en el campo de la psicología que cuestionan el “determinismo”, “el mecanicismo” y la
“deshumanización” llevados a cabo por estos referentes del paradigma de la simplicidad. Surge lo que se
denominará la “Tercera fuerza en la Psicología” o Psicología humanista. Esta psicología ofrecerá una nueva
concepción del ser humano, de la relación entre el ser humano y el mundo y de las relaciones entre los seres
humanos. En lo que respecta a los modos de explicación en psicología en la actualidad, podemos hacer
referencia, entonces a la coexistencia y convivencia de las tres fuerzas mencionadas, Conductismo,
psicoanálisis y psicología humanista, cada una de ellas sostenidas en sus fundamentos epistemológicos que
las hacen singulares y divergentes.

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