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Aunque según cifras recientes del Banco Mundial (1 de julio de 2009), la economía
salvadoreña es la cuarta en la región centroamericana desplazada por el rápido
crecimiento de la economía de Panamá. El Salvador fue el primer país a ratificar el
Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana
el 2006. El tratado, conocido como DR-CAFTA impulsó las exportaciones de alimentos,
azúcar y etanol, y apoyó la inversión en el sector de manufactura de ropas.
Una tregua establecida entre las pandillas callejeras en marzo de 2012, y aún vigente, ha
contribuido a reducir las tasas de violencia en El Salvador, a menos de 25 homicidios por
cada 100 mil habitantes.
Los principales destinos de las exportaciones de de El Salvador son los Estados Unidos
($2,48 Miles de millones), Guatemala ($791 Millones), Honduras ($778 Millones),
Nicaragua ($431 Millones) y Costa Rica ($261 Millones). Los principales orígenes de sus
importaciones son los Estados Unidos ($3,26 Miles de millones), China ($1,43 Miles de
millones), Guatemala ($1,03 Miles de millones), México ($900 Millones) y Honduras ($578
Millones).
MODELO AGROEXPORTADOR
En El Salvador el cultivo del añil
constituía una actividad productiva
totalmente española, en tanto que la
producción del bálsamo y el cacao había
quedado en su mayoría en la comunidad
indígena. Desde el siglo XVI el añil se
difundió en la región centroamericana,
luego este se convertiría en el producto
primordial de exportación de la provincia
y en la base económica de las familias,
gracias a un aumento de la demanda
mundial de tintes naturales.
En los años cumbre del siglo XVII, se envió un aproximado de 500,000 libras del añil de
Centroamérica a Europa, esta cantidad se duplicó repetid amente dentro del siglo XVII.
San Salvador en 1807 producía 486,990 libras del tinte que representaba el 77.71% de
las exportaciones centroamericanas, siendo el mayor productor de las exportaciones de
añil en Centro América en dicho año. La producción añilera siguió creciendo, tanto así que
las exportaciones de añil en 1855 representan el 86.30% de total de El Salvador.
A pesar de que la producción de añil era la única actividad factible para la exportación en
San Salvador, esta era afectada por numerosas plagas y por la competencia de otras
regiones.
En el año de 1814, el gran nivel de dependencia del añil de parte de San Salvador,
preocupó e incentivó a las autoridades españolas a fomentar la diversificación en el
ámbito de la agricultura comercial; medidas muy parecidas se implementaron en 1821
ante los problemas del monocultivo, una de ellas fue brindar exenciones de impuestos a
los productores de café, algodón, cochinilla, cacao y azúcar de modo que obtuvieran las
mismas ventajas que los productores de añil.
A nivel internacional el precio del añil experimentó aumentos desde finales de la década
de 1840 hasta el año 1868, año a partir del cual su precio empezó a disminuir. A causa de
la guerra y los desastres naturales los productores perdieron los años en que el añil era
cotizado a precios altos, pero al lograrse condiciones estables la producción del añil
incrementó nuevamente, oscilando entre 1 y 2 millones de libras. Sin embargo, el
descubrimiento de los primeros colorantes sintéticos a mitad del siglo XIX obligó a los
productores de añil a abandonarlo lentamente. En las últimas décadas de ese siglo el añil
dejó ser el principal producto de exportación, pues su precio decrecía con mayor rapidez
que la cantidad producida dando pasó al café.
Las exportaciones de café estaban alcanzando a las del añil en la década de 1870, este
fue un proceso pausado pero constante. En 1874 las exportaciones del añil representaban
menos de la mitad de las totales por primera vez. Las exportaciones de café
representaban el 35% de las totales en 1874 y el 80% en 1892.3
EL MODELO AGROEXPORTADOR REFORMADO
Dada la crisis internacional
y nacional, el gobierno de
Manuel Enrique Araujo
había planteado la
necesidad de reformar la
economía. Sin embargo, los
sucesos de 1932 vendrían
a convertir en urgencia esa
necesidad. La Asamblea
Legislativa aprobó un
programa de reforma
agraria que beneficiaba a
los pequeños agricultores, además, se creó el Fondo de Mejoramiento Social, que
pretendía financiar viviendas económicas para campesinos y gente de escasos recursos,
y la Junta de la Defensa Social, que velaría por la administración de ese fondo. La
reforma agraria impulsada funcionaba a través de la compra de terrenos por parte del
gobierno, que eran entregados a pequeños propietarios o eran abiertos al asentamiento
de campesinos sin tierra. Esto, sin embargo, no transformó la orientación externa y
monocultivista del sistema productivo. La principal actividad productiva nacional seguía
siendo el cultivo del café, que era destinado a la exportación.
En Europa se determinaban los precios y se decidía dónde iban a las inversiones para
definir la forma y la extensión de la producción de los países periféricos. Esta
dependencia económica hizo que Argentina no desarrollara su industria durante largos
años.
La producción que se destinaba a los países centrales se producía en las extensas zonas
rurales de la región pampeana argentina, llamados latifundios.
5- Inmigración: A mediados del siglo XIX, Argentina no contaba con la suficiente mano de
obra para explorar las tierras pampeanas. El crecimiento natural de la población implicaba
esperar demasiado tiempo, por lo que la solución fue incorporar a miles de extranjeros.
Hasta 1914, ingresaron más de tres millones de personas al puerto de Buenos Aires, y la
gran mayoría se radicó en los campos pampeanos.
6- Un país desequilibrado
La cantidad y el costo de los productos del agro dependían del mercado externo, que, por
supuesto, estaba condicionado por las crisis y las bonanzas económicas los países
europeos más importantes. Esto limitó el desarrollo del país y trajo consecuencias
sociales que repercuten hasta la actualidad.
En América Latina la política social, tiene que ser diferente a la de otras regiones del
mundo, esto me viene a la cabeza porque viendo el mapa de “los criterios de intervención”
del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL) del gobierno de El
Salvador hasta Mayo del 2011, se pueden estimar las zonas desarrolladas, las
semidesarrolladas y las propiamente subdesarrolladas o en pobreza crítica o extrema en
el país.
LAS POLÍTICAS SOCIALES EN EL SALVADOR
En materia de salud, durante el año 2002 el presidente Francisco Flores trató de privatizar
los servicios del Instituto Salvadoreño del Seguro Social. Esto fue frenado por la lucha de
la población, aunque se impuso el cobro de las mal llamadas cuotas voluntarias en los
tres niveles de atención del Ministerio de Salud, lo cual constituye una barrera de acceso
a los servicios.
El cambio de 2009
En marzo de 2009 se da un cambio sustancial que afecta de manera muy importante a los
programas sociales: triunfa en las elecciones presidenciales el Partido Frente Farabundo
Martí para la Liberación Nacional. Se inicia una serie de cambios en las políticas sociales,
cambios que han tenido un impacto muy importante sobre todo a nivel rural, en
comunidades por años olvidadas y sumergidas en condiciones de extrema pobreza.
De la totalidad de la inversión pública programada por el Gobierno para 2013, el 61,3 por
ciento de la ejecución se destinó a proyectos de desarrollo social. Las políticas sociales
más importantes implementadas en este período se centraron en salud, educación,
agricultura, vivienda y mejoras en la atención especializada hacia las mujeres.
La reforma tiene como objeto acercar los servicios a las comunidades más pobres a
través de 481 Equipos Comunitarios de Salud Familiar (ECOS) y 36 ECOS
especializados. Abarca un total de 164 municipios, teniendo como criterio de instalación el
mapa de pobreza extrema del país.
Por primera vez se abre un espacio a la participación ciudadana como parte integral de la
Reforma de Salud, mediante la instalación del Foro Nacional de Salud como un eje de la
Reforma. Se cuenta por ahora con 450 comités comunitarios en un total de 64 municipios.
Los líderes y lideresas participan activamente en las micro redes del Ministerio de Salud
de El Salvador (MINSAL) haciendo propuestas y contraloría de la efectiva implementación
de la Reforma.
La inversión en salud en esta gestión ha sido la más alta de la historia, creciendo de 391.3
millones de dólares en 2008 a 628 millones en 2013, con lo que se ha alcanzado una
inversión 2,45 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). La promesa de campaña era
llegar al 5 por ciento del PIB, algo que no ha sido posible por la crisis financiera
internacional y por los altos niveles evasión fiscal que tienen las grandes empresas,
especialmente.
Los avances en educación
Se está impulsado el Plan Social Educativo con programas como Educando para la vida.
En el marco de este programa se han desarrollado campañas de alfabetización a nivel
nacional. Hasta la fecha se han declarado 18 municipios libres de analfabetismo, pasando
el nivel de analfabetismo del 18,09 por ciento que en el 2007 reportaba el censo de la
Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC), al 12,03 por ciento en la
actualidad. Esto representa unas 142.785 personas alfabetizadas, con la participación de
50.000 alfabetizadores y alfabetizadoras voluntarias.
El Salvador desde los tiempos coloniales había producido café, pero no en cantidades
suficientes para suplir la demanda local. Se le adjudica al brasileño Antonio Coelho, que
fue contratado para difundir los métodos de enseñanza lancasterianos en la década de
1830, haber traído al país las técnicas modernas de cultivo del café. La posibilidad de
exportar este producto se observó hasta finales de la década de 1840. En este mismo
año, la producción de café se volvía más atractiva porque los precios del añil se
encontraban en un punto bajo inexplorado hasta entonces. En 1848 se registró el precio
del añil más bajo de toda la década por lo que los productores andaban preocupados por
encontrar un producto que pudiera sustituir al añil. Pero los precios del añil mejoraron en
las décadas siguientes y, aunque permaneció el interés por el café, el añil siguió siendo
un producto de exportación factible.
Entre 1860 y 1880 el cultivo del café tomó un impulso mucho mayor y durante los años de
1864 y 1881 las exportaciones se multiplicaron extraordinariamente.
Hacia fines del siglo XIX, en El Salvador existían grandes beneficios que procesaban el
café cosechado en fincas de menor escala; así como exportadores de café con
conexiones en Europa y Estados Unidos quienes se encargaban de la distribución y el
transporte. Fue de esta forma como el café se convirtió en un negocio multidimensional
del cual dependía el bienestar de una parte de los ciudadanos salvadoreños. El impulso
del gobierno a la actividad cafetalera se manifestó hasta en el calendario escolar anual
donde los meses de Diciembre y Enero, son vacaciones para lograr que la población
sobre todo del área rural, se conviertiera en mano de obra disponible para los cafetaleros.
El café fue el producto de la agricultura tropical que conoció una de las más rápidas y
notables expansiones, a tal punto que el consumo mundial aumentó durante el siglo XIX a
un ritmo superior al crecimiento de la renta de los países desarrollados. El mercado más
importante fue el norteamericano, que en la década de 1880 absorbía el 40 por ciento de
la demanda mundial.
En estos años el café en El Salvador era el motor de la economía nacional, ya que las
exportaciones de dicho producto representaban el 95% de las exportaciones totales. Los
mayores compradores del grano de oro (café) de El Salvador en estos años eran los
Estados Unidos y Europa.
Los precios del café en octubre de 1929 en el mercado mundial eran muy bajos con
respecto al costo de la producción. Los efectos que se dieron debido a la contracción de
la economía de todo el mundo, llegaron al punto que la capacidad de consumo de café de
sus habitantes, la mayor parte de la producción del grano de oro (café) no pudo colocarse
en el mercado ni con los precios bajos. Los cafetaleros para esta crisis acumulaban miles
y miles de sacos en bodegas de los puertos para exportarlos pero no podían debido a la
crisis, otros lo que hacían era mejor no cortar el grano del café por su baja cotización en el
mercado exterior.
El café se introdujo a El Salvador en la época de la Colonia, a tal grado que se reconoce
que en el año de 1740 llegó a este país desde las islas del Caribe. Se dice que el cultivo
del café en Centroamérica fue con fines comerciales a partir de 1803, con la exoneración
del impuesto del diezmo y la alcabala por un período de 10 años a toda persona que
sembrara en el reino de Guatemala.
En el caso de El Salvador, fue en 1840 con la llegada del inmigrante brasileño Antonio
Coelho, que estimuló la producción de café en su hacienda " La Esperanza" , ubicada en
las afueras de San Salvador. Otras fuentes manifiestan que el café se introdujo a El
Salvador en el año de 1846, por el Presidente Eugenio Aguilar. Este dato es el más
reconocido, ya que estimuló la producción de café con acuerdos proteccionistas para que
cultivasen el nuevo producto que contrarrestará los efectos de la caída de la exportación
del añil. Esto se debió a la aparición de los colorantes artificiales en Alemania, China y
otras zonas asiáticas.
El ingreso del café a El Salvador no fue por casualidad. Existen varios motivos por la cual
se dio, entre los que se destacan:
1-La industria añilera, que era el principal producto agrícola de exportación, mostraba
signos de agotamiento, debido a la guerra civil interna en los Estados Unidos; esta guerra
hizo que los Estados Unidos bajara el valor y el volumen de las exportaciones añileras de
El Salvador.
3-El aparecimiento de los productos químicos. Su aparición sustituyó al añil. Esto hizo que
la demanda de añil se redujera drásticamente como producto de exportación.
4-El cultivo del café ya se venía dando desde varias décadas anteriores, por lo que al
dejar de cultivar el añil, aumentó un avance del cultivo del café.
Poco a poco el café fue reemplazando al cultivo del añil, lo que implicó cambios drásticos
en las clases oligárquicas terratenientes de la época. Es así como se formó la constitución
y consolidación de un Estado-nación cafetalero, basado en la posesión de la propiedad
privada de un pequeño grupo de terratenientes, que explotaban la fuerza de trabajo de las
mayorías y usaban el poder político para realizar un tipo de Nación que les beneficiara.
MODELO AGROEXPORTADOR
Sin embargo de los colorantes inventados en la década de 1850, no había uno que
sustituyese perfectamente al añil hasta 1897, lo cual permitió la supervivencia del
producto hasta finales del siglo, pero en ése año cayó precipitadamente cuando ya el café
representaba el principal rubro de exportación. Las constantes bajas en los precios
internacionales del añil sufridos abrió paso a que se buscara un sustituto de tal producto,
lo que coincide con la caída más baja en 1848 y los primeros excedentes de café
obtenidos en la década de 1850, aun cuando el añil se recuperase el mejoramiento de los
caminos y puertos hizo no abandonar el proyecto del café, iniciándose una “transición
gradual” de introducción del café, en el que ante el alza o baja del precio ya fuese del añil
o del café
La élite salvadoreña supo que su proyecto económico chocaba contra las formas
tradicionales de tenencia de la tierra, más allá de que los indígenas creyesen que la tierra
debía usarse para producir cultivos de subsistencia, los terratenientes daban prioridad a
los cultivos comerciales más rentables, el café. Los ejidos y tierras comunales, pasaron de
ser vistas como un obstáculo al desarrollo de la producción cafetalera a su abolición en
los decretos de 1881 y 1882, en los cuales el prólogo decía que su existencia impedía el
desarrollo agrícola, estorbaba la circulación y debilitaba los lazos familiares [46].
El fin de siglo vino bajo el signo del café ya no había dudas los interés de la elite
cafetalera se convertían en leyes y como había sido con el añil tras la independencia
Inglaterra tenía el cuasi-monopolio del comercio exterior del país, y coherente con las
características ya descritas anteriormente la mayor parte de los ingresos generados por
las exportaciones se utilizó para adquirir productos, manufacturados, herramientas de
hierro, licores, vidrios, medicinas, cerámica libros y muebles.
No faltaron tampoco las voces que dijeron de que la dependencia extrema del café no era
sano para el país, en 1927 llega José Suay como ministro de Hacienda y Crédito Público
acertadamente dijo, que la dependencia de un solo cultivo era preocupante, sugería la
diversificación agrícola, la industrialización para sustituir el 70% de los productos
importados de Estados Unidos y Europa, apoyó la creación del Banco Hipotecario, y
criticaba la injusticia fiscal que lo único que hacía era encarecer la vida de la mayoría, los
pobres; y evidenció la necesidad de instaurar impuestos directos.
El Salvador bajo este modelo ya temprano se ponía a merced del capital imperialista, que
pronto vino para tomar el control del transporte, comercio exterior, monopolio del crédito
con las sucursales de bancos, etc. Luego de múltiples intentos fracasados por establecer
un Banco de crédito agrícola, en 1934, se aprobó la que ley establecía la creación de un
Banco de crédito inmobiliario. Es importante mencionar que en 1934, las exportaciones de
café representaron el 95% del total exportado por el país.
Los contrastes de la sociedad salvadoreña, ya al finalizar el siglo XIX eran claros, la elite
tenía una forma de vida totalmente alejada del campesinado “libre” en todo, los gobiernos
iban y venían a voluntad de la elite cafetalera.
MODELO DE INDISTRIALIZACION
Por otra parte, aunque el modelo reconocía que la principal ventaja comparativa del país
consistía en contar con mano de obra abundante y laboriosa, le ha apostado muy poco a
la expansión de las capacidades de la gente. Aunque el gasto público en salud y
educación ha registrado una importante recuperación luego de la fuerte caída que
experimentó durante la década del conflicto armado, todavía es inferior al observado
durante 1970 y a lo que se necesita para transformar la laboriosidad de la población
salvadoreña en un mejoramiento sostenido de su productividad. Curiosamente, con
excepción del apoyo brindado inicialmente a la maquila, tampoco se han impulsado
grandes apuestas productivas intensivas en la generación de empleo formal.
DESARROLLO DE LA ECONOMIA
A comienzos del siglo XX se quiso industrializar el país a partir del cultivo de algodón y
fábricas textiles pero esto no fructifico por la renuencia de los terratenientes cafetaleros.
Más adelante se volvió a intentarlo, logrando algunos avances en la década del 50 y 60’s.
En esta última década se formó el MERCOMUN (Mercado Común Centroamericano)
teniendo a Guatemala y El Salvador como los países más industrializados a comparación
de los demás países de Centroamérica. Pero la guerra entre El Salvador y Honduras en
1969, llevo al traste nuevamente este segundo intento.
Hoy en día El Salvador depende de las remesas, del comercio de productos importados,
de inversiones de las transnacionales, de las exportaciones de camarón, café, azúcar y
textiles. Pero sobre todo de los préstamos internacionales como muchas naciones de
economía subdesarrollada.