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BARZELAY

Atravesando la burocracia

En Estados unidos, el paradigma burocrático ya no es la única fuente de ideas acerca de la administración pública. Por la
misma senda, los conceptos como calidad, cliente, flexibilidad, incentivos o innovación han tomado gran realce en este
último tiempo.

En tiempos anteriores los estadounidenses, tenían la noción que la burocracia significaba eficiencia y la eficiencia por su
parte significaba un buen gobierno.

Bajo esa idea, se establecía como característica importante el basarse en la aplicación de reglas y que no se podía
emprender acción alguna sin autorización. Por la misma senda, todo acto y por ende toda regla estaba apuntada hacia el
interés público.

En suma la burocracia era una intersección entre eficiencia y reglas.

Cuadro comparativo entre paradigma burocrático y el pos burocrático

EL PARADIGMA POSBUROCRÁTICO DESDE UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA.

El nuevo paradigma se puede entender a partir de la concepción de que es una familia de ideas, todas interconectadas,
no jerarquizadas y condicionadas con las del paradigma burocrático que los antecedió.

El término usado para definir a este paradigma es el de “paradigma posburocrático”, ya que el autor lo entiende como la
continuación del anterior pero ajustado a las necesidades y al contexto actual.
El cambio de paradigmas:

a) Del interés público a los resultados que aprecian los ciudadanos.

El propósito de la reforma burocrática era que el gobierno sirviera al interés público y según los reformadores lo haría
siendo honrado y eficiente.

El interés público se define como: “los resultados que esperan los ciudadanos”

Dentro del gobierno, las comunidades profesionales no pueden suponer lo que valoran los ciudadanos y el interés
público antes estaba dado por normas que algunas veces eran equívocas, por ende cabe reformular esta idea buscando
los verdaderos resultados que esperan las personas.

Por lo tanto existe un paso de una administración pública auto referenciada a una basada en los resultados.

b) De la eficiencia a la calidad y el valor.

La influyente idea de gobierno eficiente que tenían los reformadores representaba un problema latente. Alentaba el
florecimiento del notorio enfoque burocrático en los insumos y permitía a las funciones especializadas ser mundos
encerrados en sí mismos (gracias a la especialización).

Ante la potente búsqueda de eficiencia, se descuidó el concepto de producto, ya que la eficiencia marcha en contra de
este.

Por lo tanto el salto que da el paradigma posburocrático es en búsqueda de la calidad y la creación de valor.

c) De la administración a la producción

El paradigma burocrático ligado a la eficiencia, destacaba por especializar a los funcionarios en sus tareas, olvidando una
mirada de procesos y siendo totalmente jerarquizados. Esto genera grandes frustraciones y pocos incentivos en el
trabajador, a parte de los limitados resultados para la organización.

La salida propuesta por el nuevo paradigma es una mirada de procesos y centrarse en el cliente.

d) Del control a la consecución del apego a las normas.

En la visión de gobierno que tenía los reformadores burocráticos, el control era el alma de una administración eficiente.
Se le consideraba tan vital que la intención de fortalecerlo servía como efectiva premisa principales los argumentos con
los cuales se apoyaba a un nutrido grupo de prácticas que profundizan y ampliaban las reformas burocráticas.

El control era un concepto importante en todas las líneas de pensamiento entrelazadas en la visión de la reforma
burocrática. El control era esencial para alcanzar la meta de una rama ejecutiva unificada. Se debía ejercer para purgar a
las decisiones administrativas de influencias particularistas. El control era la base para la operación eficiente de las
organizaciones en gran escala, y aseguraba al público que alguien, a saber el funcionario principal, esta a cargo de la
administración.

Influidos por las ideas de la burocracia legal racional y por la práctica industrial, los creadores del paradigma burocrático
persiguieron las metas de orden, racionalidad, administración impersonal, eficiencia y rendición de cuentas políticas,
instituyeron sistema de reglas controlados desde el centro.

 Las reglas

El paradigma burocrático alentaba las actividades de control para el desarrollo de sistemas de reglas cada vez más
densos, como respuesta a las circunstancias cambiantes los nuevos problemas.

 La centralización
El paradigma burocrático instala a las autoridades a centralizar, en las dependencias staff, la responsabilidad y la
autoridad para tomar decisiones administrativas.

 La implantación

Era típico que las dependencias staff encargadas de las implantaciones fueran ciegas a las oportunidades de corregir los
problemas en su origen. Por ejemplo, las dependencias a menudo eran incapaces de cumplir con las normas porque sus
empleados no sabían cómo aplicarlas a situaciones específicas. Muchos de aquellos de cumplimiento se podían haber
resuelto proporcionando educación y asesoria especifica acerca del modo de mejorar los procesos administrativos o
productivos; no obstante, las organizaciones de cumplimiento que hacían hincapié en la aplicación solían invertir poco
en l solución de problemas.

El paradigma posburocrático no desconoce el papel de las normas y sus virtudes, pero el apego a estas estructuras
constituye un obstáculo para un desarrollo innovador en las organizaciones, por lo tanto este nuevo paradigma busca
reformular las normas y buscar estrategias como la descentralización, los incentivos, la delegación, etc para llegar a los
resultados que valoren los ciudadanos, esto se dará cuando los sujetos se den cuenta del verdadero significado y rol de
las normas, sabiendo ocuparlas y cumplirlas.

e) Más allá de las funciones la autoridad y la estructura

Esta idea tiene que ver con dejar un tanto de lado lo formal, dejando de ser las personas meros ejecutores y buscar
centrarse en el cliente gracias al rol del individuo como un “ente que agrega valor”.

f) De la imposición de la responsabilidad a la construcción de la rendición de cuentas.

De acuerdo con el paradigma burocrático, una de las funciones clave de los administradores consistía en usar su
autoridad para imponer responsabilidad a sus subordinados.

El formalismo pasaba por alto las funciones que desempeñaban las emociones, los compromisos y las normas.

Desde una perspectiva posburocrática, la manera mejor manera de que sientan responsabilidad es la idea del
empowerment (empoderarlos), basado en el rendir ante el cliente y/o proveedores.

g) De la justificación de costo a la entrega de valor.

Esta idea giran en torno al cambio en la concepción de centrase en el costo de las cosas versus la calidad. Eficiencia o
preocupación por costos (burocrático) v/s calidad (posburocrático).

h) Más allá de las reglas y de los procedimientos.

Pasar de un ciego obedecimiento a las reglas, el cual muchas veces genera lentitud de respuesta o entrabamientos
inútiles a un ángulo posburocrático, en el cual los argumentos se deben acoger con razonable grado de escepticismo a
las reglas buscando un aumento en la calidad y el valor de los servicios. Esto es resolver problemas en vez de quedarse
en rutinas burocraticas.

i) Más allá de los sistemas administrativos en operación.

Las dependencias staff centralizadas deben separar sus antiguas funciones de control, construir el apoyo para las
normas, ampliar la opción del cliente, alentar la acción colectiva, dar incentivos, retroalimentar, etc. Y no encasillarse en
las viejas funciones anteriores.

j) La función de los administradores públicos.

Para el paradigma posburocrático los administradores públicos tenían entre sus responsabilidades: planear, coordinar,
dirigir y organizar; valorando la argumentación y la deliberación. Ir más allá de hacer el trabajo asignado, buscar mejores
resultados, enfrentar con creatividad las trabas del paradigma burocrático, etc.

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