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LEY DE PREVENCIÓN, DIAGNÓSTICO, ATENCIÓN INTEGRAL Y

PROTECCIÓN A LAS PERSONAS CON DIABETES

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El proyecto presenta tiene como cometido primario actualizar las disposiciones hasta
ahora vigentes relativas a una condición de salud crónica que en el mundo se perfila
con características de pandemia, como es la diabetes. Ello necesariamente implica
comprometer al Estado, interviniendo con políticas claras y precisas que propendan
al abordaje especializado en las múltiples disciplinas a las que compete su atención.
Asimismo, y de acuerdo a pautas específicas de la Organización Mundial de la Salud,
se aboca a incorporar normas relativas a la priorización de la prevención de la
enfermedad y de las complicaciones que ésta acarrea, como forma de minimizar los
efectos negativos que irradian a toda la sociedad, evitando entre otras, situaciones de
invalidez, ausentismo laboral, recarga de costos para el sistema de salud y para la
seguridad social.
De acuerdo a datos relevados por el Atlas de la Federación Internacional de Diabetes
del 2021, la diabetes es una enfermedad crónica que afecta en el mundo a 537
millones de personas entre (20-79 años), se prevé que este número aumentará en el
2030 a 643 millones y 784 millones para el 2045, de las que el 80% se producen en
países con ingresos bajos y medios.
La diabetes es la responsable de 6,7 millones de muertes en el 2021, 1 persona
muere cada 5 segundos.
La diabetes causó al menos $ 966 mil millones de dólares en gastos de salud, un
aumento del 316% en los últimos 15 años.
541 millones de adultos tiene intolerancia a la glucosa (IGT), lo que nos coloca en un
alto riesgo de diabetes tipo 2.
En la región de Centro y Sudamérica, 121.300 entre niños y adolescentes (0-19 años)
padecen diabetes tipo 1. Se calcula un incremento anual de 12.300 nuevos
diagnósticos.
Semejante incidencia y proyección ameritan un tratamiento preventivo y asistencial
inmediato, completo e integral, que permita prevenir esta enfermedad siempre que
sea posible y, cuando no lo sea, reducir al mínimo sus complicaciones y mejorar la
calidad de vida, tal la misión que se plantea la Organización Mundial de la Salud.
Es necesario tener presente que la aparición de la condición crónica es
progresivamente más frecuente en niños, atacando a una población que debe ser
especialmente protegida.
En el Ecuador se cuenta con una ley del año 2004, que contempla algunas
condiciones específicas, que no han sido implementadas, es por ello que debemos
esforzarnos por avanzar en ese sentido, con acciones concretas que permitan
consolidar los derechos de la población que padece diabetes a través de una
asistencia adecuada, con acceso a los tratamientos médicos y tecnológicos
disponibles en el mundo y con políticas de prevención modernas y adecuadas como
medio de asegurar y garantizar la mejor calidad de vida posible y la consiguiente
minimización de daños y costos personales y sociales.
Para ello se hace imprescindible adecuar la ley hoy vigente y decrépita a los avances
vertiginosos que se lograron en las áreas científicas, tecnológicas y sociales
justificando así la modificación que se propone.
El presente proyecto fue elaborado y presentado por Fundación Los Fresnos “Casa
de la Diabetes” y la Alianza Nacional por la Salud y avalado por entidades vinculadas,
pacientes y profesionales especializados desde distintas perspectivas a la gestión de
la condición, abarcando una visión integral de la misma.
Los Asambleístas firmantes reconocen la necesidad de la intervención del Estado
cumpliendo con sus fines y cometidos específicos y atendiendo las recomendaciones
dadas por la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la
Salud en la materia, y por tal motivo promueven el estudio y aprobación del presente
proyecto.

ANÁLISIS DE COSTO-EFECTIVIDAD
Los análisis de costo- efectividad permiten establecer una evaluación objetiva de la
implementación de un nuevo tratamiento y/o programa o en la modificación de uno
existente para alguna enfermedad en particular o para un conjunto de ellas. Esto
facilita y asiste en diferentes aspectos la toma de decisiones en el ámbito sanitario
tanto para el sector público (nación, provincias y municipio) como para el privado
(empresas de medicina prepaga) y la seguridad social (obras sociales).
El propósito central de los ACE es comparar el valor relativo de diferentes
intervenciones para mejorar la salud o ampliar la expectativa de vida; claramente su
utilidad se define en función del alcance de su implementación. Si la efectividad es
medida en términos clínicos como las unidades de reducción de la glucemia, el ACE
permitirá realizar comparaciones entre diferentes tratamientos específicos para la
diabetes con la misma unidad de efectividad. Si en cambio, esta última se mide
mediante indicadores de salud más globales, como los años de vida ajustados por
calidad (QALYs) ganados o los años de vida ajustados por discapacidad (DALYs)
evitados, y se realiza a nivel más amplio comprendiendo diversos tratamientos de
varias enfermedades y condiciones de salud, entonces el ACE puede ser visto como
un instrumento de utilidad en la asignación de recursos en el ámbito de la salud.
De esta manera, el actual trabajo se enmarca en la teoría de evaluación social de
proyectos de inversión e intenta introducir la metodología basada en la literatura de
evaluación económica de forma periódica y sobre distintos fundamentos: (i)
epidemiológicos, (ii) de sustentabilidad actuarial, y (iii) criterios de medicina basada
en la evidencia y de costo-efectividad.
Esta aplicación – en el contexto de nuestro actual sistema de salud – contribuirá a
mejorar el diseño de las actividades programáticas, identificando recursos, midiendo
resultados, y por lo tanto descubriendo el valor del dinero invertido.
Generalmente, el propósito de los programas de salud es salvar y precautelar la vida
y reducir la morbilidad-mortalidad causada por distintas enfermedades. La mayoría
de las veces no suele haber dificultades para estimar los costos de estas acciones;
sin embargo, sí las hay en la estimación de los beneficios que generalmente consisten
en eliminar o reducir los efectos de las enfermedades. Los efectos de las
enfermedades sobre el capital humano comprenden en general: (i) muertes
anticipadas; (ii) pérdida de tiempo de trabajo y de ocio; y (iii) pérdida de capacidad de
trabajo. Todas estas consecuencias evitables de las enfermedades constituyen
precisamente los beneficios de los programas de salud.
Esta diferencia en la medición de los beneficios con los ACB es quizás una de las
razones por las cuales algunos autores [Drummond et al (1997) y (2001); Gold et al
(1996)] consideran que los ACE además de basarse en la teoría de evaluación
económica (análisis de decisión e investigación operativa) comprenden otras bases
teóricas como la sociología, la psicometría, la ética, la medicina y la epidemiología.
De todas formas, existe consenso en tratar a la Economía del Bienestar (Welfare
Economics) como el enfoque central más correcto por su nivel comprehensivo y su
aceptación teórica, aunque se reconozca que no es totalmente relevante para el
contexto particular de la salud y la asignación de recursos en su ámbito. Como
ejemplos se pueden citar los siguientes: el cambio en el nivel de la presión arterial o
colesterol, el número de eventos o casos prevenidos, años de vida ganados o
perdidos, años de vida ajustados por calidad/discapacidad ganados/evitados, entre
otros.

Sobre esta base,

LA ASAMBLEA NACIONAL

Considerando:

▪ Que, la Constitución de la República del Ecuador, en el artículo 3 numeral 1,


atribuye como deber primordial del Estado, garantizar sin discriminación
alguna el efectivo goce de los derechos establecidos en ella y en los
instrumentos internacionales, en particular la salud;

▪ Que, la citada Constitución de la República del Ecuador, en el artículo 32,


dispone que: “La salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización
se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos el derecho al agua, la
alimentación, la educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social, los
ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir El Estado garantizará este
derecho mediante políticas económicas, sociales, culturales, educativas y
ambientales; y el acceso permanente, oportuno y sin exclusión a programas,
acciones y servicios de promoción y atención integral de salud, salud sexual y
salud reproductiva. La prestación de los servicios de salud se regirá por los
principios de equidad, universalidad, solidaridad, interculturalidad, calidad,
eficiencia, eficacia, precaución y bioética, con enfoque de género y
generacional.”;

▪ Que, la Norma Suprema, en el artículo 361, ordena al Estado ejercer la rectoría


del Sistema Nacional de Salud a través de la Autoridad Sanitaria Nacional,
siendo responsable de formular la política nacional de salud, y de normar,
regular y controlar todas las actividades relacionadas con la salud, así como el
funcionamiento de las entidades del sector;

▪ Que, la Ley Orgánica de Salud, en el artículo 4, prescribe que la Autoridad


Sanitaria Nacional es el Ministerio de Salud Pública, entidad a la que
corresponde el ejercicio de las funciones de rectoría en salud; así como la
responsabilidad de la aplicación, control y vigilancia del cumplimiento de dicha
Ley; siendo obligatorias las normas que dicte para su plena vigencia;

▪ Que, corresponde al Estado ecuatoriano garantizar a todas las personas la


protección, prevención, diagnóstico, tratamiento de la Diabetes y el control de
las complicaciones de esta enfermedad que afecta a un alto porcentaje de la
población y su respectivo entorno familiar, según lo dispuesto en el artículo 1
de la Ley de Prevención, Protección y Atención Integral de las Personas que
Padecen Diabetes;

▪ Que, con Acuerdo Ministerial No. 00004520, publicado en la Edición Especial


del Registro Oficial No. 18 de 31 de marzo de 2014, se expidió el “Estatuto
Orgánico Sustitutivo de Gestión Organizacional por Proceso del Ministerio de
Salud Pública” mismo que establece como misión de la Dirección Nacional de
Normalización: “Desarrollar y definir todas las normas, manuales, protocolos,
guías y otras normativas relacionadas a la gestión de la salud, a fi n de que el
Ministerio ejerza la rectoría sobre el Sistema Nacional de Salud, garantizando
la calidad y excelencia en los servicios; y, asegurando la actualización,
inclusión y socialización de la normativa entre los actores involucrados”; y,
En ejercicio de las atribuciones legales concedidas por los artículos 151 y 154,
numeral 1 de la Constitución de la República del Ecuador y el artículo 17 del Estatuto
del Régimen Jurídico y Administrativo de la Función Ejecutiva

En ejercicio de sus facultades constitucionales y legales, expide la siguiente:

LEY DE PREVENCIÓN, DIAGNOSTICO, ATENCIÓN


INTEGRAL Y PROTECCIÓN DE LAS PERSONAS CON
DIABETES
.
CAPÍTULO I
DE LA FINALIDAD DE LA LEY

Artículo 1.- La presente Ley tiene por finalidad establecer un régimen legal para
optimizar la salud y calidad de vida de las personas con Diabetes y de aquellas
susceptibles de adquirirla, a fin de reducir o eliminar las barreras para ellos,
garantizándoles además medidas de prevención, diagnóstico, atención y tratamiento
integral, en todas las etapas de su evolución; a través de la implementación del
Programa Nacional de Diabetes.

CAPÍTULO II
DEL PROGRAMA NACIONAL DE DIABETES

Artículo 2.- El Estado, en el ejercicio de las competencias del Ministerio de Salud


Pública, (en adelante MSP), estará a cargo de la planificación e implementación del
Programa Nacional de Diabetes (en adelante PND); en relación con la planificación
de las enfermedades crónicas no transmisibles o afines, asignada al departamento
competente, en el marco de su estructura orgánica funcional.

Artículo 3.- El Programa Nacional de Diabetes (PND), para el cumplimiento de sus


objetivos, conformará un consejo consultivo, con facultades de veeduría y asesoría,
que estará integrado; por dos representantes de la sociedad civil, vinculados a
organizaciones con personería jurídica, cuyo objeto social se enfoque en la defensa
de los derechos de las personas con diabetes, dos representante de Sociedades
Médicas de Diabetes y/o Endocrinología o Endocrinología Pediátrica, un
representante del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IEES), un representante
del Ministerio de Educación y un representante del Ministerio del Deporte.
Artículo 4.- El Programa Nacional de Diabetes (PND), será planificado y ejecutado,
bajo los principios de descentralización, subsidiariedad y solidaridad, en coordinación
con los gobiernos autónomos descentralizados; sin perjuicio de la generación de
alianzas estratégicas con instituciones gubernamentales y no gubernamentales,
nacionales o extranjeras.

Artículo 5.- El Ministerio de Salud Pública (MSP), a través del Programa Nacional de
Diabetes (PND), planificará e implementará la Vigilancia epidemiológica de la
Diabetes, con prioridad en la consolidación de datos quinquenales, relacionados con
la prevalencia, incidencia, tendencia, intolerancia a la glucosa, factores de riesgo y
vigilancia del desarrollo de complicaciones agudas y crónicas. El estado, promoverá
la identificación y registro de personas con diabetes, con fines de prevención atención
y proyección estadística.

Artículo 6.- El Programa Nacional de Diabetes (PND), deberá promover e impulsar


la formación e investigación científica, epidemiológica y tecnológica en el área, de
forma directa o a través de convenios con universidades públicas o privadas
debidamente acreditadas y/o centros de investigación de referencia nacional o
internacional; a fin de mejorar la prevención y/o tratamiento de la Diabetes

Artículo 7.- El Ministerio de Salud Pública en el ejercicio de sus competencias,


promoverá y fortalecerá la formación de equipos interdisciplinarios, que integrarán de
manera obligatoria, a educadores en diabetes, en los diferentes niveles de atención.

CAPÍTULO III
DE LA PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO

Artículo 8.- El Estado, a través del Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Ministerio
de Educación, fomentará la inclusión de programas de nutrición para la prevención
de la diabetes, y promoverá estilos de vida saludables y/o fortalecerá los ya
existentes.

Artículo 9.- El Estado, a fin de garantizar la prevención de la Diabetes, impulsará la


formación de una cultura integral de conocimiento de la Diabetes, dirigida a la
población en general, con la finalidad de prepararla en la prevención y estilos de vida
saludable.
Artículo 10.- El Ministerio de Salud Pública (MSP), estará a cargo de la planificación
e implementación de áreas de atención médica especializada dirigida a la prevención,
diagnóstico temprano y tratamiento adecuado de la Diabetes, basado en las guías de
práctica clínica y protocolos publicados, en los diferentes niveles de atención,
comprometiendo los recursos para garantizar una atención integral; con atención
prioritaria y planificación especial, en los casos detectados en mujeres embarazadas;
y, pacientes con diabetes tipo 1.

Artículo 11.- El Ministerio de Salud Pública (MSP) en coordinación o a través de


convenios gubernamentales y no gubernamentales, desarrollará proyectos integrados
a los programas de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT), con miras a
prevenir o modificar los factores de riesgo como: el sobrepeso, la obesidad, la
inactividad física y la alimentación no saludable. Los programas se extenderán a las
personas con intolerancia a la glucosa.

CAPÍTULO IV
DE LA ASISTENCIA SANITARIA Y EXONERACIÓN TRIBUTARIA

Artículo 12.- El Ministerio de Salud Pública, como ente rector planificará y ejecutará
programas nacionales y/o descentralizados de diagnóstico temprano.

Artículo 13.- El Estado garantizará la provisión de medicamentos e insumos para el


tratamiento y el automanejo de la diabetes, en las cantidades necesarias según
prescripción médica. El Ministerio de Salud Pública como ente rector, actualizará e
incluirá en el cuadro básico de medicamentos, los medicamentos que correspondan
a insulinas humanas y análogas, antidiabéticos orales; y, los demás requeridos para
el tratamiento integral; en consideración a los criterios de calidad, certificación
sanitaria y avances farmacológicos y tecnológicos.

Artículo 14.- Las instituciones que formar parte de la red integral pública de Salud,
deberán planificar permanentemente, los recursos financieros y las compras de
medicamentos e insumos necesarios para el tratamiento y autocontrol de la Diabetes,
a fin de evitar el desabastecimiento, considerando como base, los datos
epidemiológicos de la vigilancia y los datos estadísticos de los servicios asistenciales.
Los medicamentos e insumos para el tratamiento y automanejo de la Diabetes,
deberán cumplir con los estándares internacionales de calidad vigentes.
Artículo 15.- Todos los medicamentos e insumos para el tratamiento y autocontrol de
la Diabetes son sujetos de exoneración impositiva, tanto para su importación como
para su venta.

CAPÍTULO V

DE LA NO DISCRIMINACIÓN Y POLÍTICAS INCLUSIVAS.

Artículo 16.- La Diabetes no será causa de discriminación en ningún ámbito; no se


considerará como antecedente para la negación de acceso o cobertura de seguros
privados de medicina prepagada; se garantizará la equidad de los mismos beneficios
que los demás asegurados acorde al plan contratado. El Ministerio de Salud Pública
(MSP), realizará el control y sanción en caso de incumplimiento.

Artículo 17.- El estado, a través del Ministerio de Salud Pública y Ministerio de


Educación, reglamentará los procesos para garantizar la no discriminación académica
de niños y adolescentes con diagnóstico de Diabetes. En ningún nivel educativo, se
podrán rechazar postulantes por su condición de diagnóstico de diabetes. Deberán
contar con docentes capacitados y servicios de salud básicos que garanticen la
atención apropiada; y, adecuar los espacios necesarios para realizar las mediciones
de glucemia y administración de medicinas en un entorno limpio y seguro.

Artículo 18.- El estado a través del Ministerio de Trabajo, realizará procesos de


observancia y tutela de los derechos de las personas adultas con Diabetes; a fin de
prevenir la no discriminación laboral a consecuencia de su condición; y, promoverá
como exigencia en los Planes Integrales de Seguridad y Salud Ocupacional, la
inclusión de educación en diabetes, en caso de identificar, uno o más trabajadores
bajo esta condición.

Disposición Derogatoria
Derogase la Ley Nro. Ley 2004-32, publicada en el Registro Oficial No. 290, 11 de
marzo 2004.
.

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