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FACULTAD DE DERECHOS Y CIENCIAS POLITICAS.

LICENCIATURA DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS.

TRABAJO DE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO.

TEMA:

“Ensayo Las relaciones de Panamá y Colombia frente a la


organización internacional del comercio”.

ESTUDIANTE:
RENIER SANTANA.

CARNET:
100824
“Las relaciones de Panamá y Colombia frente a la
organización internacional del comercio”.

El Gobierno de la República de Panamá rechaza enérgicamente la posición del


Gobierno de la hermana República de Colombia de basar en irrespetuosas
apreciaciones, su apelación al fallo favorable a nuestro país de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) en la disputa sobre aranceles a la importación de
textiles, prendas de vestir y calzado.
El Gobierno de la República de Panamá reconoce el derecho de apelación que le
atañe a Colombia, sobre la resolución del 27 de noviembre de 2015, del Grupo
Especial, conformado para atender a la solicitud de consultas formuladas por
Panamá el 18 de junio de 2013, y que resolvió que el sobre arancel que impuso
Colombia en marzo de 2013 a la importación de textiles, prendas de vestir y
calzado era “incompatible” con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio de 1994 (GATT, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, no puede permitir que se utilicen argumentos infundados para
desprestigiar la imagen de la República de Panamá a nivel internacional y de la
sólida Plataforma Financiera de Panamá, que junto a otras entidades como la
Zona Libre de Colón y el Canal de Panamá, brindan un histórico y reconocido
servicio al comercio internacional.
Por otro lado, recordamos a las autoridades colombianas sobre los ingentes
esfuerzos conjuntos que se adelantan en la lucha contra el crimen organizado
como el blanqueo de capitales, mediante iniciativas y acuerdos suscritos con ese
propósito, reconocidos por organismos internacionales.
Reiteramos que la República de Panamá confía en que ganará la disputa, una vez
que se conozca la resolución del Órgano de Apelación de la OMC, en abril
próximo, porque nuestra posición se basa en la verdad y la buena fe que debe
imperar entre naciones democráticas, respetuosas del derecho internacional y de
la convivencia pacífica.
Colombia — Medidas relativas a la importación de textiles, prendas de vestir y
calzado
Título abreviado: Colombia — Textiles
Reclamante: Panamá
Demandado: Colombia
Terceros: Ecuador; El Salvador; Unión Europea; China; Guatemala; Honduras;
Estados Unidos; Filipinas
Acuerdos invocados:
(según figuran en la solicitud de celebración de consultas) GATT de 1994: Art.
II:1, II:1(b), VIII:1, X:3(a)
Fecha de recepción de la solicitud de celebración de consultas: 18 de junio de
2013
Fecha de distribución del informe del Grupo Especial: 27 de noviembre de 2015
Resumen de la diferencia hasta la fecha volver al principio
El resumen que figura a continuación se actualizó el 22 de febrero de 2016
Consultas
Reclamación presentada por Panamá.

El 18 de junio de 2013, Panamá solicitó la celebración de consultas con Colombia


con respecto a la imposición por parte de Colombia de un arancel compuesto que
afecta a la importación de productos textiles, prendas de vestir y calzado
procedentes de Panamá. La medida en litigio es el arancel compuesto que
Colombia supuestamente ha impuesto en virtud del Decreto Presidencial Nº 074,
de 23 de enero de 2013 (Decreto 074/2013). Panamá alega que la medida en
cuestión figura en:
El Decreto 074/2013;
el Decreto 1497/2011 en lo que respecta a la definición de los productos
abarcados por la nomenclatura de los Capítulos 61, 62, 63 y 64 del Arancel de
Aduanas; y el Memorando Nº 000165, de 30 de abril de 2013, de la Dirección de
Gestión de Aduanas de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales sobre
“medidas de control cumplimiento Decreto 074 de 2013”.
Panamá alega que la medida en litigio es incompatible con las siguientes
disposiciones: los apartados a) y b) del párrafo 1 del artículo II, el párrafo 1 a) del
artículo VIII y el párrafo 3 a) del artículo X del GATT de 1994.
El 28 de junio de 2013, Guatemala solicitó ser asociada a las consultas. En su
reunión de 30 de agosto de 2013, el OSD aplazó el establecimiento de un grupo
especial.

Procedimientos del Grupo Especial y del Órgano de Apelación


En su reunión de 25 de septiembre de 2013, el OSD estableció un Grupo Especial.
China, el Ecuador, El Salvador, los Estados Unidos, Guatemala, Honduras y la
Unión Europea se reservaron sus derechos en calidad de terceros.
Posteriormente, Filipinas se reservó sus derechos en calidad de tercero. El 20 de
diciembre de 2013, Panamá solicitó al Director General que estableciera la
composición del Grupo Especial. El 15 de enero de 2014, el Director General así
lo hizo.

El 4 de noviembre de 2014, el Presidente del Grupo Especial informó al OSD de


que el inicio de las actuaciones del Grupo Especial había sido aplazado debido a
la falta de disponibilidad de abogados experimentados en la Secretaría y, por ello,
el Grupo Especial esperaba dar traslado de su informe definitivo a las partes en
agosto de 2015 a más tardar.
El informe del Grupo Especial se distribuyó a los Miembros el 27 de noviembre de
2015.
Resumen de las constataciones principales
Esta diferencia atañe a un arancel compuesto impuesto por Colombia a las
importaciones de textiles, prendas de vestir y calzado, que consta de: i) un
componente ad valoren del 10% y ii) un componente específico, que varía según
el valor de importación y la clasificación aduanera de la mercancía.

Panamá impugnó el arancel compuesto en determinadas situaciones en que, a su


juicio, la medida necesariamente da lugar a derechos que exceden de los fijados
en la Lista de concesiones de Colombia (35% o 40% ad valoren, dependiendo del
producto), de manera incompatible con el apartado a) y la primera frase del
apartado b) del párrafo 1 del artículo II del GATT de 1994.

En respuesta, Colombia adujo que las importaciones afectadas por el arancel


compuesto constituyen “comercio ilícito”, ya que se realizan a “precios
artificialmente bajos” con el fin de blanquear dinero. A juicio de Colombia, el
artículo II del GATT de 1994 no se aplica al comercio ilícito y, por consiguiente, el
Grupo Especial debía rechazar las alegaciones formuladas por Panamá al amparo
de esa disposición. Además, Colombia sostuvo que Panamá no demostró prima
facie que el arancel compuesto es incompatible con el apartado a) y la primera
frase del apartado b) del párrafo 1 del artículo II del GATT de 1994.

Colombia también adujo que, si se constatara que el arancel compuesto es


incompatible con el artículo II del GATT de 1994, está justificado al amparo del
apartado a) del artículo XX como medida necesaria para proteger la moral pública,
o al amparo del apartado d) del mismo artículo como medida necesaria para lograr
la observancia de las leyes de Colombia contra el blanqueo de dinero.

El Grupo Especial se abstuvo de formular una constatación sobre si el artículo II


del GATT de 1994 se aplica al “comercio ilícito”. A juicio del Grupo Especial, dicha
constatación no sería necesaria ni útil para hallar una solución positiva a la
diferencia. El Grupo Especial señaló que el arancel compuesto de Colombia se
aplica a todas las importaciones de los productos de que se trata, sin distinguir si
esas importaciones constituyen comercio “lícito” o “ilícito”, o se están utilizando
para blanquear dinero.

El Grupo Especial constató que el arancel compuesto da lugar a derechos que


exceden de los tipos consolidados fijados en la Lista de concesiones de Colombia
en determinadas circunstancias y, por consiguiente, es incompatible con la
primera frase del apartado b) del párrafo 1 del artículo II del GATT de 1994.
Asimismo, se constató que el arancel compuesto es incompatible con el apartado
a) del párrafo 1 del artículo II del GATT de 1994, ya que otorga un trato menos
favorable que el previsto en la Lista de concesiones de Colombia.

En lo que respecta a los argumentos esgrimidos por Colombia en su defensa, el


Grupo Especial constató que Colombia no demostró que el arancel compuesto sea
una medida necesaria para proteger la moral pública en el sentido del apartado a)
del artículo XX del GATT de 1994. Más concretamente, el Grupo Especial constató
que Colombia no demostró que el arancel compuesto estuviera “destinado” a
combatir el blanqueo de dinero o fuera “necesario” para ello.

El Grupo Especial también constató que Colombia no demostró que el arancel


compuesto sea una medida necesaria para lograr la observancia de las leyes de
Colombia contra el blanqueo de dinero en el sentido del apartado d) del artículo
XX del GATT de 1994. Más concretamente, el Grupo Especial constató que
Colombia no demostró que el arancel compuesto estuviera “destinado” a lograr la
observancia de las leyes de Colombia contra el blanqueo de dinero o fuera
“necesario” para ello.

Por último, el Grupo Especial constató que, a la luz de las diferentes excepciones
a su aplicación, el arancel compuesto no se aplica de manera compatible con la
parte introductoria del artículo XX del GATT de 1994.

El 22 de enero de 2016, Colombia notificó al OSD su decisión de apelar ante el


Órgano de Apelación respecto de determinadas cuestiones de derecho tratadas e
interpretaciones jurídicas formuladas en el informe del Grupo Especial.
Industria textil colombiana le teme a la decisión de la OMC

La industria textil, de confecciones y de calzado en Colombia, no siempre es


tratada con la importancia que merece. Según cifras oficiales del DANE, el 50.2%
de la creación de nuevos empleos en la industria del país, proviene del gremio
textil y de moda, sin embargo, es el mismo gremio el que teme no ser bien
representando por el gobierno en el caso de la OMC contra Panamá.
Los aranceles mixtos en precio, peso y estilo, impuestos por Colombia hace cerca
de 3 años, no solo a Panamá, sino a todos los países con los que no se tiene TLC,
han ayudado a compensar un poco la caída del peso y el contrabando textil, que
aunque cerró el 2015 a la baja sigue representando el 40% de los bienes del
comercio.

A duras penas, entre el arancel, las tributaciones y el alza del dólar (que este caso
es favorable para la industria), alcanzan a sopesar la competencia desleal
generada por importaciones de textil y calzado que provienen de Panamá y cuyos
precios son declarados con medidas de subvaloración, ilícitamente para no pagar
los altos aranceles.

La encrucijada con Panamá


En los próximos días serán definidos dos temas críticos en la relación de Colombia
con el país vecino. Se anticipa una fuerte tensión por las implicaciones
comerciales y políticas.
Aún con todas las medidas interpuestas, los productos procedentes de Panamá
ingresan al mercado con precios cerca de un 45% por debajo de la media local,
por lo que si las medidas no se mantienen, los artículos importados serian 100%
más económicos que los locales incurriendo en la quiebra inminente de cientos de
empresas que además le aportan al crecimiento nacional.

Los argumentos de Panamá son fuertes y las amenazas de una posible aplicación
de Ley de Retorsión contra Colombia, es suficiente motivo para asustar a los
industriales, quienes decididamente no confían en la defensa que preparad la
nación cafetera.
Colombia y Panamá, dos naciones hermanas que tienen estrechos vínculos
comerciales, un tráfico fluido de personas y comparten millonarias inversiones de
sus sectores privados, se enfrentarán en los próximos días a dos temas de
enorme sensibilidad a lado y lado de la frontera.
Uno de ellos se relaciona con el fuerte incidente de octubre del año pasado,
cuando Colombia declaró a Panamá paraíso fiscal, lo que levantó una gran
polvareda en la vecina nación. El otro tema no es menos grave y tiene gran
impacto en el comercio bilateral. Tiene que ver con el inminente fallo de la
Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre los mayores impuestos que la
administración Santos le impuso a las importaciones de calzado, textiles y
confecciones provenientes del istmo.

Son tan complicados estos dos asuntos que algunos analistas atribuyeron a estos
impases la decisión de Panamá en septiembre pasado. Esa nación se abstuvo
entonces de votar en favor de Colombia cuando propuso ante la OEA una reunión
de cancilleres, para dirimir el conflicto con Venezuela por la expulsión ilegal de
colombianos.

Sobre el tema de la declaratoria de paraíso fiscal, las tensiones llegaron a su nivel


más alto cuando el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, anunció que
tomaría drásticas retaliaciones contra Colombia. Después de varias reuniones
entre las cancilleres María Ángela Holguín e Isabel Saint Malo, se acordó que
Colombia sacaría a Panamá de la lista de paraísos fiscales a cambio de la firma
de un tratado para intercambiar información tributaria y financiera, tema clave en la
lucha contra la evasión de impuestos y el lavado de activos. El plazo venció en
septiembre pasado.

Como la fecha se cumplió y no se logró un consenso se extendió por otros dos


meses la firma del acuerdo. Pero el tiempo está pasando y Panamá no ha dado
señales de que va a cumplir el compromiso. El ministro de Economía y Finanzas
del vecino país, Dulcidio de la Guardia, ha señalado que “Panamá firmará
preservando sus intereses y sin presiones de plazos o fechas fatales”.

El otro tema de tensión entre los dos países es un decreto expedido por el
gobierno colombiano hace dos años y medio que imponía mayores aranceles
(impuestos) a las importaciones de textiles, confecciones y calzado provenientes
de la Zona Libre de Colón.
Los decretos contemplan cobrar un arancel del 10 por ciento más un valor
adicional entre 1,75 y 5 dólares por cada kilo de calzado y confecciones y textiles
que ingresan al país, para frenar la subfacturación. Y es que la llegada masiva de
estos productos con precios irrisorios –por ejemplo zapatos a menos de cinco
dólares- tenía en aprietos a cientos de productores pequeños y medianos que no
podían competir con artículos chinos que entran por la Zona Libre de Colón.
La medida llevó a que el país vecino demandara a Colombia el año pasado ante la
Organización Mundial del Comercio (OMC). Según Panamá, el gobierno
colombiano violó las normas del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (Gatt)
de 1994.

Pues bien, la OMC está a punto de fallar y, según informaciones de los sectores
involucrados, la decisión podría favorecer al vecino país, con lo cual el gobierno
nacional tendría que desmontar estos impuestos. Una decisión adversa tendría
graves repercusiones para las dos industrias. Así lo reconoce el presidente de
Inexmoda, Carlos Eduardo Botero, quien dice que gracias a estos aranceles y a la
mayor devaluación del peso las importaciones de textiles y confecciones se han
reducido 11 por ciento en los últimos meses, lo que le está dando un respiro al
sector. Las compras externas de calzado también están cayendo más del 10 por
ciento.
Aunque el gobierno no ha sido notificado oficialmente por la OMC, el Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo enfila desde ya sus baterías. La ministra del ramo,
Cecilia Álvarez, dice que interpondrán recursos y que estudian medidas
antidumping.

Las decisiones en estos dos temas llevarían a que los dos países entren en nueva
etapa de relaciones comerciales y políticas cuyos alcances dependerán de cómo
salgan librados.

Una vez analizado el tema sobre las relaciones de Panamá y Colombia


puedo agregar que nuestro país ha sido y es signatario de muchos tratados
de cooperación internacional y en muchos otros de apoyo en cuanto a lo que
se refiere a los temas relacionados con blanqueo de capitales y delitos
relacionados, pero llegando un poco mas alla considero como lo he expresado
anteriormente que Colombia ha tomado una actitud beligerante ante este tema
y con justa razón ya que nuestro país ha presentado en los últimos años un
repunte grande en lo que refiere a la economía y que hacen de nuestro país
con gran estabilidad y creo que existe gran envidia entre los países vecinos y
de Europa y por ello desean minimizarnos y mantenernos como un país
tercermundista con grandes niveles de pobreza y desempleo que en nada
ayudan a la visión internacional del país, aparte de que nuestro país
históricamente con nuestro hermano país hemos siempre brindado el apoyo
más aun en temas migratorios que han inflado mas nuestros gastos como
país y creo que debe existir por parte de Colombia un nivel mas diplomático
a la hora de realizar este tipo de políticas que en nada ayudan a la
relaciones internacionales.
Somos un país que ha aportado en gran medida para que las relaciones entre
Panamá y Colombia sean cordiales y siempre abiertos a brindar la
cooperación internacional, pero creemos en la solidaridad de cada país y por
ello no aceptamos ningunas de las medidas acatadas por este gobierno en
detrimento de nuestra economía.

Colombia deberá eliminar el próximo año las medidas declaradas inconsistentes


con la OMC en su disputa con Panamá, según indica el plazo prudencial
recientemente dado a conocer. A su vez, la Administración Uribe enfila sus
argumentos ante el Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) debido a
las restricciones que Venezuela está aplicando a sus importaciones agrícolas.
Disputa Colombia-Panamá ante la OMC

Desde el 20 de mayo Colombia y Panamá conocieron la resolución por la que


Colombia deberá eliminar o sustituir una serie de medidas que entorpecen las
importaciones desde Panamá y que fueron calificadas como contrarias a la
normativa de la OMC. Colombia adujo que para el cumplimiento de todos los
términos de la resolución necesitaría de un "plazo prudencial". Sin embargo, las
partes no pudieron ponerse de acuerdo sobre dicho término, ni respecto al
nombramiento del árbitro, hecho que llevó a Panamá a solicitar que el Director
General de la OMC, Pascal Lamy, así lo hiciera.

El árbitro designado, Giorgio Sacerdoti, emitió el laudo vinculante para las partes
el 15 de septiembre pasado, no concediendo ni el plazo de cuatro meses y 19 días
solicitado por Panamá, ni el de mínimo 15 meses pedido por Colombia. El árbitro
estimó que un plazo prudencial para el tema en cuestión se podría fijar en ocho
meses y 15 días, contados desde la adopción del informe del Grupo Especial (GE)
por parte del OSD.

Resumen de las argumentaciones

Colombia. La resolución del OSD obliga a Colombia a suprimir o modificar su


sistema de precios indicativos como mecanismo de control aduanero. Igualmente,
deberá suprimir o modificar las restricciones a los puertos de entrada, las cuales
afectan exclusivamente a los productos provenientes de Panamá. El análisis
colombiano para justificar la definición del plazo prudencial en un "mínimo" de 15
meses, gira en torno a que "la elección de los medios de aplicación [para el
cumplimiento de la resolución] es prerrogativa del Miembro al que incumbe la
aplicación"[1].

Su argumentación consistió en que: I. Que las medidas impugnadas son parte de


todo un conglomerado de la lucha que emprende este país "contra la
subfacturación, el contrabando y el lavado de dinero y el tráfico de estupefacientes
relacionados con el contrabando". II. Que para la sustitución de los sistemas,
Colombia debe emprender una serie de estudios, consultas y evaluaciones tras los
cuales debe emprender modificaciones legislativas y reglamentarias. III. Que los
nuevos sistemas, deberán ser implementados en su "sofisticado y altamente
integrado sistema computarizado de control aduanero". V. Que adicionalmente
deberá entrar a un proceso de capacitación de los funcionarios de la Dirección de
Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN).

Panamá. Si bien este país está de acuerdo con que el Miembro a quien incumbe
la aplicación de la medida tiene ciertas prerrogativas para elegirla, también
sostuvo que éste debe aprovechar todas las flexibilidades otorgadas por su
ordenamiento jurídico vigente para apurar la implementación. Una de las
principales críticas de Panamá al actuar de su socio, ha sido que desde que fuera
adoptado el informe del GE por parte del OSD, únicamente ha llevado a cabo un
examen preliminar interno, por lo que "un mero examen no constituye
aplicación"[2]. Panamá rechaza además que la medida sea tan compleja que no
pueda ser adoptada por procedimientos administrativos ordinarios y que requieran,
a decir de Colombia, de complejas modificaciones legislativas.

El laudo. El árbitro estimó que en efecto Colombia deberá aprovechar las


flexibilidades que le ofrezca su ordenamiento jurídico para adoptar las medidas
necesarias para ponerse a tono con la resolución del OSD. Rechazó que hasta la
fecha sólo hubiese realizado unos "debates internos", sino que asumió sus
actuaciones como pertinentes. No consideró que las etapas de incorporación al
sistema computarizado y capacitación de funcionarios fuesen etapas previas o
requisitos para la asunción de las nuevas medidas, sino más bien derivativas,
consecuencias de estas últimas. Si bien consideró que el tema es de especial
sensibilidad para Colombia, también rescató que el GE no había podido arribar a
la conclusión de que las medidas impugnadas efectivamente sirviesen al efectivo
combate al fraude aduanero y al contrabando en Colombia. A la condición de país
en desarrollo que invocada por ambas partes, Sacerdoti no consideró que fuese
de peso para definir un plazo prudencial más largo o corto.

Es así como los ocho meses y 15 días establecidos en el laudo de Sacerdoti se


cumplirán en febrero de 2010. Colombia ya anunció que cumplirá cabalmente el
laudo, que ha sido celebrado y calificado por Panamá como "histórico fallo".

Disputa inicia en 2006

Las medidas aduaneras (a saber, el uso de precios indicativos y limitación de


puertos de entrada), ya habían sido motivo de queja por parte de Panamá en julio
de 2006, En dicha ocasión, Panamá había solicitado ante la OMC la celebración
de consultas, logrando para noviembre de ese mismo año llegar a una solución
mutuamente convenida con su vecino país, a través del denominado "Protocolo de
Cooperación Aduanera".

En virtud de dicho acuerdo, Colombia se comprometía a eliminar las medidas en


conflicto, y Panamá a cambio colaboraría en un programa de investigación y
prevención de infracciones aduaneras (por ejemplo: fraude, subfacturación y
contrabando). No obstante, para el 26 de junio de 2007 Colombia volvía a emitir
normativa muy similar a la que había derogado, a pesar de estar en vigor el
Protocolo de Cooperación Aduanera, por lo que Panamá nuevamente solicitó la
celebración de consultas ante la OMC.

Finalmente y una vez establecido el grupo especial respectivo, éste rechazó[3] la


argumentación de Colombia en dos sentidos: en cuanto a las restricciones a los
puertos de entrada, no estimó que éstas fueran útiles al combate del lavado de
activos, el contrabando y la subfacturación, concretamente rechazando que las
medidas tuviesen cabida dentro del inciso d) de las excepciones generales del
artículo XX del GATT.
En cuanto a los precios indicativos, si bien Colombia aducía que éstos no eran
utilizados para la valoración aduanera, sino sólo como referencia para detectar
sub facturaciones, el GE entendió que en efecto estos precios sí eran usados
como los valores aduaneros de recaudación de los aranceles de aduanas. Parte
del problema detectado por el GE en el sistema de precios indicativos colombiano,
es que éste determina el precio indicativo de manera fija y previa a la importación,
y no "caso por caso", como pide el Acuerdo de la OMC sobre Valoración en
Aduana.

Recomendaciones:

1. Como país debemos optar por medidas de retorsión contra este país
o cualquier otro que desee menoscabar ya sea política, económica o
socialmente al nuestro.
2. Crear políticas migratorias mas robustas para que las personas de
estos países intente ingresar a nuestro país tengan mas requisitos
3. Los delitos causados por personas de estos país produzca penas
mayores o devolverlos a sus países de origen.
4. Robustecer nuestras políticas económicas y que fortalezcan nuestro
sistema bancario y financieros impidiendo asi el ingreso de dinero mal
habido y nos crean malas referencias ante organismos internacionales.
5. Somos puente del mundo y somos vía de transito por ende requerimos
lo antes posible revisar nuestras políticas y sistemas de ejecución de las
medidas.
Conclusión

Puedo concluir que las relaciones entre Panamá y Colombia afectan las
economías de ambos países y como he recomendado ambos países deben
sentarse con las mejores intensiones para solucionar estos inconvenientes que
en nada colaboran en mejoras la cooperación entre ambos. Creo que una
solución a esta situación puede ser la creación de un comité bilateral con
reuniones periódicas para ahondar en los temas y buscar asi soluciones que
aporten mejoras a las relaciones diplomáticas de ambos países pero para
ellos considero que ambos presidentes muestren gran interés en realizar las
mismas con las mejores intensiones.

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