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Derechos Territoriales de los

Pueblos Indígenas
Salvador Millaleo, Dr. Phil
Abogado y Sociólogo Mapuche
Profesor Facultad de Derecho,
Universidad de Chile
Desposesión
Doctrina del Descubrimiento
& Colonización

• Terra Nullius:
• Canarias/Azores
• Inter Caetera, una bula emitida por el papa Alejandro
VI en 1493.
• Europa: Las ideas de que propiedad de la propiedad se basa
en el uso y, más ampliamente, que demostramos que somos
humanos a través de la explotación de la naturaleza.
• Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá en su
informe final de 2015: Al combinar la idea del cristianismo
como fuerza "civilizadora" con el concepto de que los
indígenas "simplemente ocupaban, en lugar de poseer, la
tierra", España, Portugal y luego Inglaterra, Francia y
Holanda hicieron una toma de posesión cristiana
aparentemente justificada del Nuevo Mundo.
• Ingreso de América a la economía-mundo y conversión de
Europa de periferia a centro del sistema económico mundial
Reconocimiento del Vínculo Espiritual
• Para los Pueblos Indígenas las tierras y territorios son elementos
fundamentales que permiten la continuidad histórica y la plenitud de la vida, • Protección de la propiedad indígena se deriva de la igualdad ante la
la espiritualidad y el desarrollo social, cultural, económico, político y ley, a la igualdad de trato y a la no discriminación.
humano, vinculado a nuestra cosmovisión, la cual consiste en la relación
profunda con la Madre Tierra. La institucionalidad de los Pueblos Indígenas, • En última instancia, el fundamento base de la propiedad indígena es
expresada a través de las instituciones, autoridades ancestrales, sistema de
el derecho a la libre determinación.
participación política y sistema jurídico propio, permiten la convivencia • La CIDH sostiene que uno de los elementos fundamentales del
armónica, la gestión y gobernanza territorial. derecho a la tierra consiste en su titularidad comunal o colectiva.
Adicionalmente, se indica que el régimen jurídico relativo a la
• Clavero: “son indígenas porque tienen vínculos ancestrales con la tierras”, distribución y uso de las tierras comunales debe ser conforme al
más intensos que los demás. propio derecho consuetudinario, valores, usos y costumbres de los
pueblos y comunidades indígenas.
• Relación constitutiva, no oposicional, no instrumental sino ontológica y
relacional • El derecho de propiedad comunitaria indígena no se fundamenta en
el reconocimiento estatal, a través de títulos oficiales, sino en las
• Sistema de derechos humanos es claro en reconocer la vinculación estrecha culturas jurídicas indígenas, y en sus sistemas ancestrales de
que guardan los pueblos indígenas con las tierras, así como con los recursos propiedad. De allí, que el hecho institucional que da origen a la
naturales de los territorios ancestrales, como el fundamento de la protección propiedad indígena consiste en el uso y ocupación históricos que
especial a las tierras indígenas y los derechos de los pueblos sobre ellas. han dado lugar a sistemas consuetudinarios de tenencia de la tierra
y no la titulación o el registro estatal de la propiedad.
• Dicha relación justifica que la tierra sea fundamental para la subsistencia • Derechos Colectivos
material y la integridad cultural de los pueblos indígena, de manera que
constituye una condición de la seguridad individual y del enlace del grupo. Se • Derechos interrelaiconados (políticos/culturales)
enfatiza la importancia de la tierra como elemento espiritual que forma
parte de la cosmovisión, religiosidad e identidad cultural indígena.
Convenio 169
• Artículo 13
1. Al aplicar las disposiciones de esta parte del Convenio, los gobiernos deberán respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales
de los pueblos interesados reviste su relación con las tierras o territorios, o con ambos, según los casos, que ocupan o utilizan de alguna otra manera, y en
particular los aspectos colectivos de esa relación.
2. La utilización del término tierras en los artículos 15 y 16 deberá incluir el concepto de territorios, lo que cubre la totalidad del hábitat de las regiones que
los pueblos interesados ocupan o utilizan de alguna otra manera.
• Artículo 14
1. Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Además, en los
casos apropiados, deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente
ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia.A este respecto, deberá
prestarse particular atención a la situación de los pueblos nómadas y de los agricultores itinerantes.
2. Los gobiernos deberán tomar las medidas que sean necesarias para determinar las tierras que los pueblos interesados ocupan tradicionalmente y
garantizar la protección efectiva de sus derechos de propiedad y posesión.
3. Deberán instituirse procedimientos adecuados en el marco del sistema jurídico nacional para solucionar las reivindicaciones de tierras formuladas por
los pueblos interesados.
• Artículo 15
1. Los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán prote- gerse especialmente. Estos derechos
comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y conservación de dichos recursos.
2. En caso de que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los recursos del subsuelo, o tenga derechos sobre otros recursos existentes en
las tierras, los gobiernos deberán establecer y mantener procedimientos con miras a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si los
intereses de esos pueblos serían perjudicados, y en qué medida, antes de emprender o autorizar cualquier programa de prospección o explotación de
los recursos existentes en sus tierras. Los pueblos interesados deberán participar siempre que sea posible en los beneficios que reporten tales
actividades, y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de esas actividades.
UNDRIP
Artículo 25

•Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y fortalecer su propia relación espiritual con las tierras,
territorios, aguas, mares costeros y otros recursos que tradicionalmente han poseído u ocupado y utilizado y a
asumir las responsabilidades que a ese respecto les incumben para con las generaciones venideras.

Artículo 26

•1. Los pueblos indígenas tienen derecho a las tierras , territorios y recursos que tradicionalmente han poseído,
ocupado o utilizado o adquirido.
•2. Los pueblos indígenas tienen derecho a poseer, utilizar, desarrollar y controlar las tierras, territorios y
recursos que poseen en razón de la propiedad tradicional u otro tipo tradicional de ocupación o utilización, así
como aquellos que hayan adquirido de otra forma.
•3. Los Estados asegurarán el reconocimiento y protección jurídicos de esas tierras, territorios y recursos. Dicho
reconocimiento respetará debidamente las costumbres, las tradiciones y los sistemas de tenencia de la tierra
de los pueblos indígenas de que se trate.

Artículo 27

•Los Estados establecerán y aplicarán, conjuntamente con los pueblos indígenas pertinentes, un proceso
equitativo, independiente, imparcial, abierto y transparente, en el que se reconozcan debidamente las leyes,
tradiciones, costumbres y sistemas de tenencia de la tierra de los pueblos indígenas, para reconocer y
adjudicar los derechos de los pueblos indígenas en relación con sus tierras, territorios y recursos,
comprendidos aquellos que tradicionalmente han poseído u ocupado o utilizado. Los pueblos indígenas
tendrán derecho a participar en este proceso.

Artículo 28

•1. Los pueblos indígenas tienen derecho a la reparación, por medios que pueden incluir la restitución o,
cuando ello no sea posible, una indemnización justa y equitativa por las tierras , los territorios y los recursos
que tradicionalmente hayan poseído u ocupado o utilizado y que hayan sido confiscados, tomados, ocupados,
utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e informado.
•2. Salvo que los pueblos interesados hayan convenido libremente en otra cosa , la indemnización consistirá en
tierras, territorios y recursos de igual calidad, extensión y condición jurídica o en una indemnización monetaria
u otra reparación adecuada.
Contenidos específicos del derecho a la tierra (CIDH)
• Los derechos de propiedad indígenas sobre sus territorios alcanzan:
- aquellas tierras y recursos que los pueblos indígenas usan actualmente,
- aquellas tierras y recursos que poseyeron y de los cuales fueron despojados, con los cuales mantienen su relación especial.
• Derecho al otorgamiento gratuito por parte del Estado de tierras en extensión y calidad suficiente para la conservación y desarrollo de las formas de vida
indígenas.
• Derecho a ser reconocidos jurídicamente como los dueños de sus territorios, a obtener un título jurídico formal de propiedad de sus tierras, y a que los
títulos sean debidamente registrados
• Reconocimiento de un título colectivo de propiedad sobre las tierras donde se refleje la propiedad comunitaria de la tierra, sin perjuicio de las formas de
organización interna de los pueblos indígenas en cuanto a la tenencia de la tierra.
• Deber de respetar formas tradicionales de transmisión de la tierras indígenas.
• Deber del Estado de eliminar o modificar las disposiciones legales que impiden la protección del derecho a la propiedad indígena.
• Deber estatal de garantizar que procedimientos de titulación de tierras comunales sean efectivos, atendiendo a las características particulares del pueblo
respectivo.
• Derecho al goce efectivo de la propiedad territorial por los pueblos indígenas.
• El derecho a la certeza jurídica de la propiedad territorial requiere que existan mecanismos especiales, rápidos y eficaces para solucionar los conflictos
jurídicos existentes sobre el dominio de las tierras indígenas, incluyendo protección frente a ataques de terceros.
• Reconocimiento de las garantías jurídicas de indivisibilidad, imprescriptibilidad, inalienabilidad e inembargabilidad de las tierras tituladas a favor de los
pueblos indígenas.
• Deber de consulta previa y obtención del consentimiento del pueblo respectivo para adoptar cualquier decisión del Estado que pueda jurídicamente
afectar, modificar, reducir o extinguir los derechos de propiedad indígena.
• Derecho a la delimitación y demarcación de su territorio por el Estado.
• Obligación estatal de definir y demarcar el territorio preciso de los derechos de propiedad de los pueblos
indígenas se debe cumplir en plena colaboración con los pueblos respectivos.
• La demarcación de las tierras se debe realizar sin retardos, y los Estados deben abstenerse de obrar en forma
negligente o arbitraria frente a las solicitudes de demarcación territorial de las comunidades indígenas.
• Los Estados no pueden otorgar concesiones para la exploración o explotación de recursos naturales que se
encuentran en los territorios que no han sido delimitados, demarcados o titulados, sin consulta y sin el
consentimiento del pueblo.
• Derecho a la posesión material, al uso, a la ocupación y a la habitación de los territorios ancestrales, sin ningún
tipo de interferencia externa.
• Derecho a administrar y explotar su territorio de conformidad con sus propias pautas tradicionales.
• Cuando surgen conflictos con terceros por la tierra, los pueblos indígenas tienen derecho a obtener protección
y reparación a través de procedimientos adecuados y efectivos; a que se les garantice el goce efectivo de su
derecho a la propiedad; a que se investigue efectivamente y se sancione a los responsables de dichos ataques;
y a que se establezcan mecanismos especiales rápidos y eficaces para solucionar los conflictos jurídicos sobre
el dominio de sus tierras.
• La acomodación del régimen de propiedad comunal indígena en el marco de los ordenamientos internos
requiere la búsqueda consensuada de modelos flexibles, que otorguen protección jurídica a las distintas
formas indígenas de posesión y uso de sus territorios ancestrales. Cualesquiera que sean las fórmulas jurídicas
específicas de reconocimiento formal del derecho de propiedad comunal, dichas fórmulas deben garantizar la
continuidad de los distintos usos del territorio por parte de los pueblos indígenas.
• Los miembros de los pueblos indígenas que involuntariamente han perdido la posesión de sus tierras, y éstas
han sido trasladadas legítimamente a terceros de buena fe, tienen el derecho de recuperarlas
preferentemente.
• Cuando el Estado se vea imposibilitado, por motivos objetivos y fundamentados, de adoptar medidas para
devolver las tierras tradicionales y los recursos comunales a las poblaciones indígenas, deberá entregarles
tierras alternativas de igual extensión y calidad, que serán escogidas de manera consensuada con los
miembros de los pueblos indígenas, conforme a sus propias formas de consulta y decisión.
• Prioridad de la restitución
• No se puede desconocer el derecho a la justa compensación que pueda corresponder a los terceros de
buena fe, como consecuencia de la limitación a su derecho legítimo de propiedad en favor del derecho de
propiedad comunal indígena.
• Derecho a la restitución de tierras permanece mientras subsista la relación fundamental con el territorio
ancestral.
• Deber estatal de proveer a los pueblos indígenas y tribales de recursos administrativos y judiciales
efectivos e idóneos, que les presenten una posibilidad real de restitución material de sus territorios
ancestrales.
• Derecho a la restitución encuentra un límite en aquellos casos excepcionales en los que existan razones
objetivas y justificadas que hagan imposible al Estado restaurar los derechos territoriales de los pueblos
indígenas. Esos pueblos y comunidades tienen derecho, no obstante, a la reparación.
• Deber de los Estados de garantizar a los miembros de las comunidades indígenas y tribales el acceso a
condiciones de vida dignas en el campo sanitario, alimenticio y habitacional, entre otras.
• Obligación estatal de garantizar a los pueblos indígenas la libertad de conservar sus formas propias de
religiosidad o espiritualidad, incluyendo la expresión pública de este derecho y el acceso a los sitios
sagrados, sea que se encuentren en propiedad privada o no.
• Derecho a ser protegidos del desplazamiento forzado de sus territorios por causa de la violencia.
• Deber de los Estados de tomar todas las medidas necesarias para permitir el retorno de los pueblos
indígenas a sus territorios tradicionales en forma segura y con dignidad, lo cual, en el caso de los
desplazamientos forzosos provocados por contextos de violencia, incluye el deber del Estado de tomar
medidas para combatir la impunidad de los actores responsables de dicha violencia.
• La jurisprudencia de la Corte IDH adicionalmente ha precisado:
• El derecho a la propiedad protege tanto las tierras de las comunidades indígenas o tribales como los recursos naturales que e n ellas se encuentran, que han usado
tradicionalmente dentro de su territorio y que son necesarios para la propia supervivencia, desarrollo y continuidad del esti lo de vida de dichos pueblos.
• La posesión tradicional de los indígenas sobre sus tierras tiene efectos equivalentes al título de pleno dominio que otorga el Estado. Por tanto, la posesión tradicional
otorga a los indígenas el derecho a exigir el reconocimiento oficial de propiedad y su registro.
• Los miembros de los pueblos indígenas que por causas ajenas a su voluntad han salido o perdido la posesión de sus tierras tra dicionales mantienen el derecho de
propiedad sobre ellas, aun a falta de título legal, salvo cuando las tierras hayan sido legítimamente trasladadas a terceros de buena fe, no obstante lo cual mantienen el
derecho de recuperarlas o a obtener otras tierras de igual extensión y calidad.
• El derecho de recuperación de tierras tradicionales permanece indefinidamente en el tiempo mientras exista la relación especi al característica de la comunidad con sus
tierras. No obstante, tal derecho puede extinguirse con el transcurso del tiempo, a menos que se demuestre que las comunidades mantienen todavía una relación con las
tierras, según su cultura, y siempre que ella sea posible, ya sea a través de lazos espirituales, asentamientos o cultivos es porádicos, caza, pesca o recolección estacional,
uso de recursos naturales ligados a sus costumbres.
• El Estado tiene el deber de establecer los procedimientos efectivos para el reconocimiento, demarcación, reivindicación y res titución de las tierras y territorios indígenas.
• El Estado tiene la obligación de consultar a los pueblos indígenas, de buena fe, a través de procedimientos culturalmente ade cuados y desde las primeras etapas,
respecto de programas de desarrollo que los involucren y, por tanto, debe brindar la información necesaria a fin de que acepten con conocimiento y de forma voluntaria
el plan de desarrollo o inversión propuesto.
• Cuando se trate de planes de desarrollo o de inversión a gran escala que tendrían un mayor impacto dentro del territorio, el Estado tiene la obligación, no sólo de
consultar a los pueblos involucrados, "sino también debe obtener el consentimiento libre, informado y previo de éstos, según sus costumbres y tradiciones".
• Por otra parte, y no obstante su importancia, la Corte IDH ha reiterado que el derecho de propiedad no es un derecho absoluto y, por tanto, puede sujetarse a ciertas
restricciones permitidas, así como al denominado juicio de ponderación o proporcionalidad en caso de colisión de derechos. En este contexto, al analizarse las
restricciones sobre el derecho de los miembros de los pueblos indígenas y tribales, debe considerarse si implican una denegac ión de las tradiciones y costumbres "de un
modo que ponga en peligro la propia subsistencia del grupo y de sus integrantes". Lo que supondría privar al derecho de su contenido esencial.
• De esta forma, el Estado podrá restringir a los miembros de los pueblos indígenas el derecho al uso y goce respecto de las ti erras y recursos naturales de los que
tradicionalmente son titulares, únicamente cuando la restricción se encuentre prevista por ley; sea idónea para alcanzar el fin legítimo que persiga (compatibilidad de
fines e idoneidad de medios), sea necesaria y afecte en la menor medida posible el derecho en cuestión y proporcional respecto de los fines que se pretenden alcanzar
con la medida (juicio de proporcionalidad en sentido estricto).
• En este sentido, "los Estados deben tener en cuenta que los derechos territoriales indígenas abarcan un concepto más amplio y diferente que está relacionado con el
derecho colectivo a la supervivencia como pueblo organizado" y que al desconocerse el derecho ancestral de los miembros de la s comunidades indígenas sobre sus
territorios, se podría estar afectando otros derechos básicos, como el derecho a la identidad cultural y la supervivencia mis ma de las comunidades indígenas y sus
miembros.
Caso Sarayaku vs Ecuador, 2012
Las nociones del dominio y de la posesión indígena sobre las tierras no necesariamente corresponden a la
concepción clásica de propiedad, pero merecen igual protección del artículo 21 de la Convención Americana.
Desconocer las versiones específicas del derecho al uso y goce de los bienes, dadas por la cultura, usos, costumbres y
creencias de cada pueblo, equivaldría a sostener que sólo existe una forma de usar y disponer de los bienes, lo que a
su vez significaría hacer ilusoria la protección de tal disposición para millones de personas

Respecto a la existencia de la relación de los pueblos y comunidades indígenas con sus tierras tradicionales, la Corte
ha establecido:

• i) que ella puede expresarse de distintas maneras según el pueblo indígena del que se trate y las circunstancias concretas en que se encuentre, y
• ii) que la relación con las tierras debe ser posible. Algunas formas de expresión de esta relación podrían incluir el uso o presencia tradicional, a
través de lazos espirituales o ceremoniales; asentamientos o cultivos esporádicos; formas tradicionales de subsistencia, como caza, pesca o
recolección estacional o nómada; uso de recursos naturales ligados a sus costumbres u otros elementos característicos de su cultura. El segundo
elemento implica que los miembros de la Comunidad no se vean impedidos, por causas ajenas a su voluntad, de realizar aquellas actividades que
revelan la persistencia de la relación con sus tierras tradicionales.
Caso de los Pueblos Indígenas Kuna de Madungandí y
Emberá de Bayano y sus miembros vs. Panamá, 2014

La Corte ha interpretado el artículo 21 de la Convención estableciendo que el deber de los Estados de adoptar medidas para asegurar a los pueblos
indígenas su derecho a la propiedad implica necesariamente, en atención al principio de seguridad jurídica, que el Estado debe demarcar, delimitar y
titular los territorios de las comunidades indígenas y tribales. Por tanto, el incumplimiento de dichas obligaciones constituye una violación al uso y goce
de los bienes de los miembros de dichas comunidades.

Los elementos de la propiedad comunal de tierras indígenas anteriormente mencionados se refieren a los territorios ancestrales de los pueblos indígenas,
lo cual implica la ocupación tradicional de los mismos. Asimismo, hacen referencia, en el caso de que los pueblos indígenas hayan salido de sus territorios
o hayan perdido la posesión de éstos, al derecho de recuperarlos. En el presente caso, la inundación de las tierras de las comunidades Kuna de
Madungandí y Emberá de Bayano significa que dicha recuperación por parte de los pueblos indígenas es imposible. Por tanto, el presente caso trata de
los derechos de las referidas comunidades respecto de las tierras alternativas asignadas por el Estado, lo cual también significa que no existe una
ocupación o posesión tradicional de las mismas.

La posesión u ocupación prolongada ancestral de las tierras indígenas lo que da lugar al derecho de exigir el reconocimiento oficial de propiedad y su
registro, mientras que para el caso de tierras alternativas donde no existe dicha ocupación ancestral, el reconocimiento del derecho a la propiedad
colectiva se realizaría recién cuando el Estado asigna las tierras nuevas.
Caso Pueblos Kaliña y Lokono Vs.
Surinam, 2015.

• Para efectos de la delimitación, demarcación y titulación


del territorio tradicional en el presente caso, la Corte
estima que el derecho a la propiedad de los pueblos
indígenas y tribales contempla garantías plenas sobre los
territorios que tradicionalmente han poseído, ocupado, y
utilizado para ejercer su propia forma de vida,
subsistencia, tradiciones, cultura y desarrollo como
pueblos. Sin perjuicio de lo anterior, existirían otras áreas
tradicionales complementarias o adicionales a las que
hayan tenido acceso para sus actividades tradicionales o
de subsistencia (que en su caso pueden compartir otros
fines), respecto de las que se debe garantizar, al menos,
su acceso y uso en la medida de lo que corresponda.
Caso Pueblo Indígena Xucuru y sus miembros Vs. Brasil, 2018

• No basta con que la norma consagre procesos destinados a la titulación, delimitación, demarcación y saneamiento de territorios indígenas o ancestrales, sino que los
mismos deben tener efectividad práctica. Igualmente ha señalado que estos procedimientos deben ser efectivos en el sentido de que deben suponer una posibilidad
real para que las comunidades indígenas y tribales puedan defender sus derechos y puedan ejercer el control efectivo de su territorio, sin ninguna interferencia externa.
• la Corte ha señalado que cuando existan conflictos de intereses en las reivindicaciones indígenas, o cuando el derecho a la propiedad colectiva indígena y la propiedad
privada particular entran en contradicciones reales o aparentes, habrá de valorarse caso por caso la legalidad, necesidad, proporcionalidad y el logro de un objetivo
legítimo en una sociedad democrática (utilidad pública e interés social), para restringir el derecho de propiedad privada, por un lado, o el derecho a las tierras
tradicionales, por el otro, sin que la limitación a este último, implique la denegación de su subsistencia como pueblo. El contenido de cada uno de estos parámetros ha
sido definido por el Tribunal en su jurisprudencia
• El Tribunal recuerda su jurisprudencia respecto a la propiedad comunitaria de las tierras indígenas, según la cual se indica inter alia que:
• 1) la posesión tradicional de los indígenas sobre sus tierras tiene efectos equivalentes al título de pleno dominio que otorga el Estado;
• 2) la posesión tradicional otorga a los indígenas el derecho a exigir el reconocimiento oficial de propiedad y su registro;
• 3) los miembros de los pueblos indígenas que por causas ajenas a su voluntad han salido o perdido la posesión de sus tierras tradicionales mantienen el derecho
de propiedad sobre las mismas, aún a falta de título legal, salvo cuando las tierras hayan sido legítimamente trasladadas a terceros de buena fe;
• 4) el Estado debe delimitar, demarcar y otorgar título colectivo de las tierras a los miembros de las comunidades indígenas;
• 5) los miembros de los pueblos indígenas que involuntariamente han perdido la posesión de sus tierras, y éstas han sido trasladadas legítimamente a terceros de
buena fe, tienen el derecho de recuperarlas o a obtener otras tierras de igual extensión y calidad;
• 6) el Estado debe garantizar la propiedad efectiva de los pueblos indígenas y abstenerse de realizar actos que puedan llevar a que los agentes del propio Estado,
o terceros que actúen con su aquiescencia o su tolerancia, afecten la existencia, el valor, el uso o el goce de su territorio;
• 7) el Estado debe garantizar el derecho de los pueblos indígenas de controlar efectivamente y ser propietarios de su territorio sin ningún tipo de interferencia
externa de terceros, y
• 8) el Estado debe garantizar el derecho de los pueblos indígenas al control y uso de su territorio y recursos naturales. Con respecto a lo señalado, la Corte ha
sostenido que no se trata de un privilegio para usar la tierra, el cual puede ser despojado por el Estado u opacado por derec hos a la propiedad de terceros, sino
de un derecho de los integrantes de pueblos indígenas y tribales para obtener la titulación de su territorio a fin de garantizar el uso y goce permanente de dicha
tierra.
Caso Comunidades indígenas miembros de la Asociación
Lhaka Honhat (Nuestra Tierra) Vs. Argentina, 2020

En su sentencia, el máximo tribunal dispuso que el Estado deberá, en un plazo máximo de seis años:

• Delimitar, demarcar y otorgar un título único colectivo sin subdivisiones ni fragmentaciones para las comunidades indígenas q ue
forman parte de la “Asociación de Comunidades Aborígenes Lhaka Honhat”.
• Hacer efectivo el traslado de la población criolla fuera del territorio, a través de mecanismos específicos que promuevan, so bre
todo, el traslado voluntario de esa población.
• Remover de las tierras indígenas los alambrados y el ganado perteneciente a pobladores criollos.
• Abstenerse de realizar actos, obras o emprendimientos en el territorio indígena.

Además, en relación a la normativa federal sobre el reconocimiento de la propiedad comunitaria


indígena de todas las comunidades de la Argentina, la Corte le exigió al Estado que adopte medidas
legislativas y/o de otro carácter para dotar de seguridad jurídica el derecho humano de propiedad
comunitaria indígena.

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