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Comunicación y liderazgo Clase 2 – Sábado 05 de noviembre de 2022.

UNIDAD I: QUÉ ES COMUNICACIÓN Y LIDERAZGO


I.1.– COMUNICACIÓN Y LIDERAZGO.
1ERAS DEFINICIONES:
El liderazgo no se trata solo de ser un gerente o un jefe. Ser líder se trata de
tener las habilidades, las cualidades y los atributos para inspirar y movilizar
a otras personas a fin de llevar a cabo una idea o un proyecto.
Es importante desarrollar destrezas de liderazgo, siendo tanto un estudiante
como un trabajador en un puesto inicial o un ejecutivo sénior en ascenso
por la escalera profesional. La capacidad de asumir responsabilidades y
motivar el logro de objetivos es un diferenciador clave en cualquier
momento de su carrera.
Por lo tanto, aunque sea el comienzo de su vida profesional, es importante
comenzar a demostrar liderazgo lo antes posible: iniciativa, empuje, poder
de permanencia y visión para asumir más responsabilidades.
Un verdadero líder no solo busca desarrollar sus habilidades para obtener
recompensas. El verdadero liderazgo se basa en la autenticidad, la
integridad y un conjunto de competencias básicas que contribuyen al éxito
en todas las áreas de la vida, desde la gestión y la investigación, hasta la
simple realización de tareas cotidianas.
Ser capaz de demostrar cualidades de liderazgo requiere un sólido conjunto
de habilidades que se deben dominar y que deben estar integradas en su
personalidad. A continuación un desglose, junto a una breve explicación.
20 cualidades de liderazgo para desarrollar
1.-Capacidad para resolver problemas. Los líderes son expertos en resolver
problemas: identificar el desafío, desglosarlo en sus partes constituyentes y
diseñar los procesos y los enfoques que conduzcan a una solución viable.
2.-Tener una mentalidad abierta. Parte de la resolución eficaz de problemas
es estar abierto a probar nuevas ideas, nuevos enfoques, nuevos ángulos,
más allá de dónde provengan. Saber que no se sabe todo es un atributo de
liderazgo clave y abre la posibilidad de obtener información útil y soluciones
de una amplia gama de fuentes, influencias y culturas.
3.-Capacidad para inspirar. El manejo de los aportes de otras personas no
necesariamente tiene que ser manifiesto u oficial; no es requisito contar con
un distintivo de gerente para liderar a los integrantes de su equipo de
trabajo. Los líderes son aquellas personas que inspiran y motivan a otras, a
través de diversos medios, para que dirijan sus esfuerzos en una misma
dirección a fin de lograr un objetivo.
4.-Intuición. Los buenos líderes confían en su instinto. Aprenden de la
experiencia, así como también de escuchar a los demás y dejarse guiar por
sus pares, que —a su vez— los inspiran a ellos.
5.-Mentalidad innovadora. Ver las cosas desde un ángulo diferente. Probar
nuevas ideas. Estar abierto a los comentarios y sugerencias de diversas
fuentes. Experimentar. Fallar e intentarlo nuevamente. Estas cualidades
creativas son fundamentales para un buen liderazgo.
6.-Mentalidad positiva. Mantener un enfoque positivo y aprender a no dejarse
frenar por lo negativo son cualidades que tienen fuertes repercusiones en
los equipos de trabajo y las personas. En un ambiente de trabajo, es muy
fácil quedar atrapado en la negatividad, que puede volverse tóxica muy
rápidamente. Los buenos líderes saben cómo evitar caer en esta trampa y
mantenerse enfocados en los objetivos y las tareas rendidoras.
7.-Confianza. Creer en uno mismo, sabiendo que no se puede saber todo,
pero tener la actitud correcta y la mente abierta para encontrar soluciones.
Además de aceptar la diversidad de pensamiento y aprender de la
experiencia. Trabajar para lograr resultados positivos: todo esto genera una
confianza interna que llega e inspira a otras personas.
8.-Excelentes habilidades de comunicación. Parte de ser un buen líder
consiste en saber compartir y articular lo que piensa, necesita o desea
lograr. Es fundamental desarrollar habilidades de comunicación sólidas para
que otras personas puedan comprender y aceptar su visión o idea.
9.-Capacidad para delegar. Es imposible hacer todo uno mismo. Y la mayoría
de las personas odian que las microcontrolen en su trabajo. Aprender a
delegar y a reconocer las fortalezas de otras personas es una aptitud central
para el liderazgo, que ayuda a inspirarlas y motivarlas, así como a
aprovechar diversas habilidades.
10.-Confiabilidad. La transparencia es clave. Además de contar con
excelentes habilidades de comunicación, debe demostrar a los demás que
tiene integridad y que pueden confiar en que usted cumplirá sus
compromisos. Usted es el tipo de persona que habla con franqueza y
claridad. Además de ser confiable en que no les quitará el mérito a quienes
trabajan junto a usted.
11.-Determinación. Tiene una idea clara de lo que desea, de cómo llegar allí y
de cómo superar los obstáculos que pueda encontrar en el camino.
12.-Inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la capacidad
interpersonal para formar a otras personas o trabajar con ellas, en equipos o
de forma individual. Se toma el tiempo para comprender a los demás y
desarrollar las habilidades para conectarse con ellos.
13.-Perseverancia. No se da por vencido fácilmente. No importa cuán difícil
sea un trabajo o cuánto tiempo le lleve lograrlo, usted tiene la mirada puesta
en el premio. Poder resistir y continuar, a pesar de los obstáculos, es un
indicador clave del liderazgo.
14.-Confiabilidad. Respeta un cronograma, es puntual, cumple con lo que se
compromete a cumplir. Otras personas saben que pueden confiar en usted.
15.-Desarrollo de relaciones. Se toma el tiempo y se esfuerza por ver las
fortalezas (y debilidades) de otras personas. A medida que desarrolla las
relaciones interpersonales, desarrolle estas fortalezas para generar sinergias
y hacer las cosas de manera más eficiente.
16.-Capacidad para pensar estratégicamente. Comprende para qué hace las
cosas. Comprende la necesidad detrás de la tarea y cómo encaja dentro de
un objetivo general. Piensa en la mejor manera de utilizar los recursos para
alcanzar su objetivo. Puede establecer conexiones entre las diferentes
etapas de un plan.
17.-Capacidad para organizarse. Desde la administración del tiempo hasta la
planificación y la generación de informes, la buena organización garantiza
que todo se lleve a cabo dentro del tiempo asignado.
18.-Meticulosidad. "Bastante bien" no es suficiente para usted. Presta
atención al más mínimo detalle. Usted es un pensador integral, minucioso y
particular en cómo se enfoca en las metas.
19.-Humildad. Los buenos líderes son aquellos que tienen la humildad para
escuchar a los demás, reconocerlos y recompensarlos y, al hacerlo,
inspirarlos y motivarlos a trabajar juntos en torno a una visión compartida.
20.-Autenticidad. Es más fácil de lo que cree detectar a una persona falsa o
propensa a los "chismes". Los verdaderos líderes son genuinos. Creen en lo
que hacen y dicen. Su encanto es genuino.
El liderazgo, como todas las demás habilidades, es algo que se puede
perfeccionar, desarrollar y mejorar activamente con el tiempo.
2.-PROFUNDIZAMOS.
- Las actuales tendencias de gestión se orientan hacia el máximo
aprovechamiento del conocimiento y las capacidades de las personas,
perfectamente integradas en los equipos de trabajo.
Se trata de afrontar el cambio, evitar errores de comunicación, mejorar el
clima, solucionar conflictos, y sobre todo, mantener un óptimo nivel de
motivación en nosotros mismos y en los demás.
El ser humano, al igual que las organizaciones, deben y necesitan tener una
idea clara de hacia dónde van y hacia dónde quieren ir, tener un proyecto
que les permita enfocar y dirigir sus esfuerzos para la consecución de sus
deseos y expectativas. El proyecto es la primera obligación de un líder.
Tener un proyecto también significa poseer una visión que sea capaz de
ilusionar a un equipo, o a toda una organización, según el tamaño de la
responsabilidad del líder.
Una vez que el individuo desea alcanzar un objetivo, estará dispuesto a
realizar los esfuerzos necesarios para alcanzarlos. El rendimiento es mayor
en un individuo que se fija objetivos que en uno que no. También será
superior si los objetivos y metas que se fijan son claros y precisos.
La retroalimentación o información sobre el grado de consecución del
objetivo propuesto también conduce a un mayor desempeño que la no-
retroalimentación. Retroalimentación es comunicación. Una vez establecidos
los objetivos, comienza el verdadero reto del líder en el ámbito de las
relaciones humanas.
Entonces, una de las funciones claves del liderazgo es el de motivar.
Uno de los retos principales que debe asumir el líder consistirá en crear las
condiciones adecuadas de trabajo y relación, para ayudar al colaborador a
canalizar su propia capacidad creativa. Con el fin de dar este paso, la
ampliación de responsabilidades, la rotación interna y el enriquecimiento de
tareas, son tácticas que se han demostrado altamente efectivas.
*¿Van entendiendo la relación entre comunicación y liderazgo? No se puede
ejercer el liderazgo, sin que exista una buena comunicación de los que se
quiere lograr y de lo que se espera del otro.
Importante: La tarea del líder o de quien ejerce el liderazgo, no solo consiste
en proporcionar instrucciones. Debe saber enseñar e infundir confianza y
autoestima.
LA CONDUCTA DE LIDERAR.
Algunas definiciones clásicas de liderazgo son: “proceso de influencia
social en el que el líder procura la participación voluntaria de los
subordinados en el esfuerzo por lograr los objetivos de la organización”.
Otra descripción en términos muy amplios de lo que debe ser el liderazgo:
“Liderazgo significa visión, estímulo para los demás, entusiasmo, amor,
confianza, vigor, pasión, obsesión, consistencia, uso de símbolos, prestar
atención a los demás” (…)
Definiciones más esquematizadas:
-Afrontan con éxito el cambio
-Fijan dirección y tienen visión
-Alinean a las personas hacia un objetivo común
-Motivan a las personas
-Originan cambios y mejoras
Desde otra perspectiva, el líder -muy pretensioso decirlo así-, mejor
digamos, quien ejerce la función del liderazgo debe mantenerse bien
informado de su entorno no solo de su quehacer específico, sino que social,
político, cultural, económico, etc. El conocimiento y la información son muy
importantes para derribar prejuicios y opiniones anquilosadas.
Hay tres pilares del liderazgo que son los que permiten que un líder cumpla
su rol de liderazgo:
∼ La autoridad (su posición oficial o formal).
∼ El conocimiento (lo que sabe).
∼ El ejemplo (sus acciones, que hacen que otros quieran ser como él).
El psicólogo, periodista y escritor estadounidense Daniel Goleman, sobre
todo conocido por su libro “Inteligencia emocional”, un concepto que ya ha
pasado al sentido común y que la define como “la fuerza o energía afectiva
que hace feliz y exitoso al ser humano a partir de la empatía, la capacidad de
autocrítica, la autoconfianza, el autocontrol, la motivación proveniente de
metas trascendentes, la honestidad e integridad, la capacidad para trabajar
en equipo y el sentido social o comunitario”.
Goleman ha encontrado en sus investigaciones que los líderes más
efectivos coinciden en un factor fundamental, todos ellos demuestran un
alto nivel de inteligencia emocional.
“El cociente intelectual y las habilidades técnicas son importantes, pero la
inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo”.
Algunas características definitorias de la emocionalidad del líder son:
* Optimismo: Los grandes líderes se caracterizan por ser optimistas natos.
Ven el futuro como un campo lleno de posibilidades y no les atemorizan ni
paralizan los inconvenientes. El optimismo es contagioso, genera mayor
productividad y mejora el ambiente de la organización.
*Seguridad: Todos percibimos cuando alguien cree o no cree en lo que nos
está diciendo o haciendo. Si se cree en sí mismo, si se muestra seguro,
logrará que sus colaboradores se sientan a su vez seguros.
*Integridad y honradez: Los grandes líderes se distinguen del resto por la
integridad de la que hacen gala en todas y cada una de sus acciones. Un
líder debe tener valores y una conducta ética, pues los valores de la
organización se manifiestan según lo que hace el líder.
*Decisión. Los mejores líderes son decididos, si bien, sospesan los pros y
los contras en cada situación y de acuerdo con la información y el tiempo de
que disponen. No esperan a que los acontecimientos decidan, consideran
que decidir, aunque no sea la decisión más oportuna, es mucho mejor que
no hacer nada.
*Riesgo. Asumir riesgos. Es primordial estar abierto a todas las
posibilidades y cuestionar todas las suposiciones. Los líderes incitan a sus
empleados a poner en duda las cosas, crean un sentimiento de que todo es
mejorable y les permiten ser innovadores sin tener miedo al fracaso.
*Servicio. Un buen líder tiene plenamente asumido que debe conducir a su
equipo mediante la capacitación. Pone su formación y talento al servicio de
sus semejantes, hace entrega de sus habilidades de manera sencilla y
desinteresada. El liderazgo en una organización inteligente dista mucho del
modelo autoritario y carismático predominante. El servicio es la voluntad de
responsabilizarse por el bienestar de la organización trabajando para
quienes nos rodean.
Cabe destacar también el papel del líder como promotor del cambio. De
hecho, las situaciones de cambio, y en particular las situaciones de gran
cambio o cambio profundo, son el mayor reto al que uno se puede enfrentar.
En este sentido, son importantes los motivos morales del líder, el cual
encuentra en el cambio una gran causa que sintoniza con el deseo de un
grupo o un colectivo.
Así, a través de los mecanismos motivacionales de sus seguidores, el líder
es capaz de movilizar la energía necesaria en contraposición a la inercia del
sistema, logrando impulsar y consolidar el cambio. Es decir, le da épica a la
necesidad de cambio y logra que todos se involucren en los cambios.
EL LÍDER COMO AGENTE DE CAMBIO.
Hablar de liderazgo implica dirigir la mirada hacia dentro de la organización,
e incluso hacia el interior del individuo.
Gestionar el cambio implica conducirlo y controlarlo, siendo capaces de
vencer resistencias y canalizar el conflicto por unos cauces adecuados,
llevando a la organización a una nueva etapa histórica de estabilidad y
prosperidad, evitando el fracaso del proceso y el estancamiento de la
organización o incluso su involución –todo ello, suponiendo que la
estrategia o el rumbo adoptado sea certero. Por lo tanto, conlleva
necesariamente el despliegue de competencias humanas relacionadas con la
capacidad para liderar de un modo efectivo.
*El liderazgo debe buscar una relación cooperativa y no competitiva.
Vamos haciendo la comparación entre ambas actitudes y las ventajas de la
primera.
1
Relación Cooperativa: La comunicación es efectiva. El pensamiento se
verbaliza y los miembros del grupo se prestan atención, aceptando otras
ideas e influenciándolas. Hay menos problemas de comprensión mutua.
Relación competitiva: La comunicación es desconfiada o se rompe por ser
considerada inútil. Las partes buscan ganar ventaja engañándose
mutuamente con falsas promesas, tácticas para agradar y desinformación.
2
Relación Cooperativa: En las conversaciones hay un alto componente de
amistad y ayuda mutua con escasas obstrucciones. Los miembros del grupo
están satisfechos con el mismo y aprecian las contribuciones de otros
miembros. Hay también un alto interés por ganarse el respeto de los demás
y un alto sentido de la obligación para con los demás.
Relación competitiva: La obstrucción continuada y la falta de ayuda generan
una actitud negativa de sospecha permanente hacia las intenciones de la
otra parte. La percepción se centra en las características negativas de la otra
parte y se llegan a ignorar lo positivo por completo.
3.-
Relación Cooperativa: Siempre y cuando la tarea del grupo lo requiera, se
producen esfuerzos de coordinación, se divide el trabajo, las personas
orientan su acción hacia el logro de objetivos, las discusiones son
ordenadas y altamente productivas.
Relación competitiva: Las partes implicadas son incapaces de dividirse el
trabajo, se duplican los esfuerzos y se terminan haciendo las mismas cosas;
cuando logran dividirse el trabajo sienten la necesidad de controlar lo que
hace la otra parte continuamente.
4.-
Relación Cooperativa: Predomina el sentimiento de estar de acuerdo con los
demás, así como un sentido de similitud básica de creencias y valores.
Existe confianza en las ideas de uno mismo y en el valor que los demás
añaden a esas mismas ideas.
Relación competitiva: La experiencia continuada de falta de acuerdo y el
rechazo crítico de las ideas propuestas termina haciendo mella en la
confianza de uno mismo, así como en la de los demás.
5.-
Relación Cooperativa: Hay un alto deseo de contribuir a que la otra parte
desarrolle su potencial para lograr sus metas (por ejemplo, su conocimiento,
su habilidad, su motivación) En tanto que miembros del mismo grupo, se
percibe que la fortaleza del otro es la propia.
Relación competitiva: Las partes en conflicto buscan incrementar su propio
poder reduciendo el poder de la otra parte. Cualquier incremento en el poder
de la otra parte se percibe como una amenaza para sí.
*COMUNICACIÓN Y LIDERAZGO: CONCLUSIÓN.
Según lo que hemos visto hasta ahora, no es difícil observar la relevancia de
la comunicación y la importancia que ésta tiene para el ejercicio del
liderazgo. Conducir al grupo, afrontar el cambio, gestionar conflictos,
motivar... todo ello, implica el despliegue de comportamientos
interpersonales que se basan en la comunicación y por tanto, en la
capacidad de comunicarse que tienen las personas.
Por otra parte, desde una perspectiva organizacional, la experiencia
demuestra que muchos –por no decir la mayoría–, de los problemas que se
presentan en el día a día de las empresas son la consecuencia directa de
fallos comunicativos.
La comunicación defectuosa produce confusión y malos entendidos. Algo
que puede llevar cualquier plan de la dirección, o cualquier buena iniciativa
de un trabajador (o potencial contribuyente individual) al fracaso.
Dicho de otra manera, la comunicación es el proceso por el cual las
personas se influyen mutuamente.
I.2.–EL RUMOR.
Como hemos visto hasta ahora, la información y una correcta comunicación
es fundamental en el rol de quien ejerce el liderazgo. Sin embargo, en toda
organización, aparte de la comunicación formal, también existe
comunicación informal, que se alimenta por rumores, -tb. chismes y
cotilleos. Este tipo de comunicaciones o de información es inversamente
proporcional a la cantidad y calidad de la comunicación formal en la
organización.
La comunicación informal y los rumores: La RAE define al rumor como ‘voz
que corre entre el público’, pero las características principales que lo
especifican son la de ser un mensaje:
Interesante
Seductor
Ambiguo
Destinado a ser creído
Con dosis de secretismo
Partimos de la base de que el rumor surge de la incertidumbre, aunque dicha
afirmación no implica que el rumor sea necesariamente falso. De hecho se
considera que el 75% de la información de un rumor tiende a ser verdadera.
No obstante, en el ‘mercado negro’ de la información se trafica con las
palabras: se mezcla algo de verdad con unas dosis de exageración, se
añaden unas gotas de malicia, se desvirtúa el motivo y se agita con fuerza.
El cóctel puede ser explosivo. Ahora sólo falta ponerlo en circulación
eligiendo el canal adecuado, a través de la persona apropiada y en el
momento oportuno.
La comunicación informal y los rumores
El rumor aparece cuando los canales oficiales no ofrecen suficiente
información. Por eso, el rumor generalmente existe y se propaga con más
facilidad y frecuencia en aquellas empresas donde predomina el secreto.
La tensión de la incertidumbre escapa cuando las personas aprovechan los
espacios informales para generar el rumor. Es algo así como tratar de
interpretar la realidad que las rodea dándole nuevos sentidos o intentando
armar el rompecabezas con nueva información, sin importar si ésta es real o
supuesta.
Para evitar rumores lo más conveniente es que la empresa cuente con
sistemas de comunicación oficiales y diseñe planes de comunicación
interna. La información que se difunda debe ser siempre clara, oportuna y
adaptada en códigos y lenguaje a los diferentes públicos de la empresa y a
la cultura corporativa de la misma. Hay que evitar la ambigüedad y los
circunloquios que pueden dar lugar a interpretaciones alejadas del mensaje.
La mejor solución para evitar los efectos de un rumor es ser previsores y
atajarlo antes de que se produzca.
Si a pesar de todo el rumor surge, se propaga y, además, afecta
negativamente a la empresa/persona, es necesario actuar para neutralizarlo
facilitando información fidedigna desde una fuente autorizada.
La credibilidad de la fuente (es importante disponer de líderes de opinión
internos) es fundamental para contrarrestar y neutralizar el rumor. Como
siempre, esto no se puede improvisar, de ahí que lo ideal sea diseñar e
implantar un plan estratégico de comunicación interna, que, entre otras
cosas, garantice la credibilidad, la transparencia y la fluidez de la
información. Acabar con el rumor antes de que nazca y haya que recurrir a
una ‘desinfección a fondo’.
¿Con qué podemos relacionar los rumores pero a nivel político y social? Las
Fake news. Peligro para la democracia. Reflexionar.
I.3.–CARACTERÍSTICAS PERSONALES.
Cómo ser un buen líder: motivar, adaptar, progresar
Hace ya bastantes años que, en el entorno profesional se dejó de hablar de
jefes para hablar de líderes. El primero se considera una figura de autoridad
o poder, que ha adquirido connotaciones negativas debido a términos
asociados a él: imposición, miedo, frialdad… Sin embargo, hablamos de un
buen líder en el trabajo cuando esa persona encabeza a su equipo, pero sin
abusar de su autoridad y potenciando las sinergias y la horizontalidad
dentro del grupo.
Está claro que usar el término líder en un entorno de trabajo proporciona
más tranquilidad que la palabra jefe. Pero no basta con autoproclamarse
uno, hay una serie de características, habilidades y tipos que distinguen el
verdadero liderazgo del que no lo es.
Convertirse de jefe a líder no es una tarea imposible. Pero sí es compleja.
Hay muchos factores externos que condicionan el cambio. Y muchos de
ellos se deben al sitio donde empezamos a trabajar. Las empresas
innovadoras, sostenibles y multiculturales tienen más probabilidades de
éxito convirtiendo a sus jefes en líderes que las tradicionales.
Una compañía abierta a las preocupaciones del mundo actual como son el
cambio climático, las energías renovables y la inclusión de todos los grupos
sociales -sí, todos- favorece el carácter flexible e intuitivo que demuestran
las personas con liderazgo. ¿Qué otras características deben tener un buen
líder en el trabajo?
Los líderes en el entorno profesional siempre cuestionan lo que han
aprendido hasta el momento. No hay un techo en el conocimiento que
pueden adquirir de un área determinada, y por eso miran como iguales al
resto de sus compañeros: de todos se puede aprender. Esto incluye también
el autoaprendizaje: en palabras de Nelson Mandela, “es imposible liderar a
otros si no aprendemos a liderarnos a nosotros mismos”. Ezra Pound.
Este análisis propio potencia su optimismo y entusiasmo, muchas veces
contagioso, y su visión de dónde le gustaría estar. De hecho, esta es su
característica más visible, pues los líderes de un equipo de trabajo son
capaces de inspirar a través de su experiencia.
Les importan las personas, sus ideas y su potencial para desarrollarlas. Un
buen líder dedica tiempo a conocer a su equipo de trabajo, y es que les
motivan los logros y triunfos de los integrantes de este.
Entre las cualidades más importantes de un buen líder se encuentran:
aprender a repartir tareas (delegar según aptitudes), buena comunicación,
tolerancia ante los errores (propios y ajenos), y crecimiento (personal y
profesional) en todo lo que hace.
Tipos de líder en el entorno de trabajo. Existen cinco tipos de liderazgo que
la psicología suele contemplar.
1.-Laissez-faire. Suelen no intervenir habitualmente y dejan que las personas
de un equipo hagan lo que mejor saben hacer, sin restricciones formales. Se
basa en el pensamiento de que los empleados ya tienen experiencia y
motivación profesional suficiente, cumpliendo con sus deberes sin
supervisión. La mejora de la creatividad es su mayor ventaja, pero puede
convertirse en una falta de control y generar ineficiencia.
2.-Autocrático. El líder concentra el poder y toma decisiones por su cuenta,
una gran ventaja cuando el ritmo de trabajo es más frenético, consiguiendo
aumentar la productividad. Es especialmente efectiva en empleados en
prácticas o con poca experiencia. Entre sus desventajas se incluye que no
tiene tanto en cuenta la opinión de otros profesionales, impidiendo la
generación de sinergias.
3.-Democrático. También llamado liderazgo participativo, se dialogan todas
las opciones y posibilidades, aunque la decisión final está en manos del
líder. La ventaja destacable de este tipo de liderazgo es que se incluye a todo
el equipo, fomentando la integración, pero puede alargar los procesos y
pueden surgir opiniones que enfrenten y dividan al grupo.
4.-Racional. Lo que más destaca de este liderazgo es que está orientado a
objetivos. La motivación se gestiona a través de un sistema de
recompensas, generalmente materiales. Este también es uno de sus puntos
débiles, ya que al ser tan racionales dejan de lado el carácter emocional de
un buen supervisor.
5.-Emocional. El líder que más logra transmitir su proceso de cambio al
equipo. Su capacidad comunicativa les permite potenciar las expectativas y
percepciones de su entorno. A diferencia del anterior, una de las desventajas
de este tipo de liderazgo es centrarse mayormente en la inteligencia
emocional, dejando de lado los aspectos más racionales.
¿Cuál es el mejor tipo de líder? La respuesta es ninguno, y a la vez todos.
Habrá situaciones profesionales en las cuales tengas que ser más autoritario
y centrarte en objetivos y recompensas materiales. Pero habrá otras donde
tus dotes de comunicación y tu capacidad de motivar al resto de personas
sea la clave de éxito.
En conclusión, para ser un excelente líder en el trabajo hay que ser flexible,
con cambios desde la organización de la empresa, pero también internos al
equipo. ¿Cómo se gana esta capacidad de adaptación? Con años de
experiencia, de gestión de equipos y de desarrollo de tus habilidades
profesionales.
I.4.–NATURALEZA DEL CONTENIDO.
Concepto y Naturaleza del Liderazgo
Desde hace algunos años la palabra de líder, se ha vuelto común tanto en su
acepción personal como en su dimensión colectiva y organizacional, existe
una inmensa variedad de literatura al respecto y se puede encontrar un sin
número de conceptos e incluso recetas sobre cómo convertirse en un
auténtico líder.
Según el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) un líder es
aquella persona a la que un grupo sigue reconociéndola como jefe u
orientadora.
Otra definición define que el liderazgo es el conjunto de cualidades y hábitos
positivos que motivan y facultan a un individuo para conducir/dirigir (servir)
a un grupo de personas al logro de fines superiores a través de caminos
acotados por principios y valores de alto contenido humano y moral
(Castañeda, 2007)
Así, el liderazgo consistiría en la capacidad de plantear principios de modo
que sean tomados por otros como objetivos propios, creándose así un
sentido compartido que moviliza a la organización en pro de estos principios
comunes (Leithwood, Day, Sammons y Hopkins) (2006), el liderazgo se
caracteriza por fijar objetivos y metas claras para la organización, y tener la
capacidad de moverse en esa dirección.
Los líderes son personas que mediante la palabra y el gesto o ejemplo
personal, influyen o contagian las conductas pensamientos y sentimientos
de las personas que los rodean.
El liderazgo es un proceso continuo y de autoaprendizaje, no se trata de
cumplir con una receta o con un número estimado de pasos y reglas, sino
más bien una actividad permanente que requiere la lectura de cada
situación, cada escenario, cada contexto es y será diferente. Un liderazgo
eficaz se consolida desde dentro y brilla más cuando se destina a privilegiar
el bien común.
El liderazgo es visto como una actividad amplia y visionaria que se mueve en
dos dimensiones, por un lado está la competencia personal, y por otro la
interacción con la colectividad, o sea los valores característicos de una
organización. En este sentido se puede interpretar y analizar el liderazgo
desde dos perspectivas: como cualidad personal y como una función dentro
de una organización, comunidad o sociedad.
Algunas investigaciones destacan que la influencia del líder, en el proceso
de obtención de las metas grupales u organizacionales, depende tanto de su
estilo, como del contexto situacional en el cual este opera, de ahí la
importancia de saber interpretar cada situación, ya que un modelo de
liderazgo puede funcionar en un determinado contexto y fracasar en otro.
Estilos de liderazgo
El líder autoritario asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones,
iniciando las acciones y dirigiendo; motiva y controla al subalterno. Sin
embargo, considera que solamente él es capaz.
El líder participativo, utiliza la consulta, sin delegar su derecho a tomar
decisiones finales y señala directrices específicas a sus subalternos pero
consultando ideas y opiniones.
El líder liberal, delega en sus subalternos la autoridad para tomar decisiones,
espera a que los subalternos asuman la responsabilidad por su propia
motivación, guía y control.
Por lo anterior un líder exitoso no puede ser caracterizado como un líder
impositivo o permisivo. Es aquél que tiene un buen récord de evaluación
acertada de las fuerzas que determinan qué comportamiento de su parte
sería el más adecuado en un momento dado.
Teorías de Liderazgo
Se puede decir que el liderazgo adopta dos formas:
1) Liderazgo formal, que es el que ejercen las personas nombradas o
elegidas para ocupar puestos de autoridad formal dentro de las
organizaciones
2) Liderazgo informal, que ejercen las personas que llegan a tener influencia
debido a que poseen o han desarrollado habilidades especiales que les
permiten satisfacer las necesidades de recursos de otros.
I.6.– MÉTODOS VANGUARDISTAS Y TEMAS DEL LIDERAZGO EN EL SIGLO
XXI
Practique la apertura. Sea justo. Exprese sus sentimientos. Diga la verdad.
Muestre constancia. cumpla sus promesas. Mantenga confidencias.
Demuestre capacidad.
PRIMER TRABAJO PARA EL SÁBADO 12 DE NOVIEMBRE.
Trabajos por grupo con breve exposición en clases sobre talleres de casos.
Aplicando la materia de la primera unidad, deberán identificar una situación
o experiencia laboral que ustedes hayan vivido o que sea hipotética en sus
respectivos rubros.
Usando algunos de los conceptos de liderazgo y comunicación pasados en
clase y que pueden ver en este mismo apunte, planteen un problema,
conflicto o situación compleja que sea real o ficticia en alguno de los
campos laborales en el que se desarrollan los miembros del grupo y
propongan una vía de solución aplicando los conceptos de comunicación y
liderazgo vistos en clases.
1.-Planteamiento del problema. Informe escrito.
2.-Posible solución aplicando los contenidos de esta primera unidad.
Informe escrito.
3.-Exposición en clases.

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